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Andrew Joyce - La Necesidad del Anti-Semitismo

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     En Septiembre pasado en el sitio theoccidentalobserver.netfue publicado el siguiente artículo que presentamos en castellano, del doctor en Historia y literatura Andrew Joyce. Analiza el autor aquí cuatro grandes tipos de "culturas" que gente perteneciente a la tribu privilegiada ha ideado, implementado e impuesto, por medio de evidentes mentiras y burda propaganda, a la civilización occidental y los pueblos Blancos, a saber, la cultura de la crítica, la cultura de la tolerancia, la cultura de la esterilidad y la cultura de la usura, todas enfocadas a la destrucción absoluta de, y la disolución de todo lo antes apreciado por, dicha civilización.


"LA NECESIDAD del ANTI-SEMITISMO"
por Andrew Joyce, Ph.D.
27 de Septiembre de 2019




     "Siempre ha habido un abismo entre europeos y judíos, desde el tiempo en que Tácito se quejó del odium generis humani [que sentían los judíos]" (Heinrich von Treitschke, Ein Wort über unser Judenthum, 1879).


     En 1989 el guionista y periodista judío Frederic Raphael fue invitado a dar una conferencia en el Instituto Parkes para el estudio de las relaciones entre judíos y no-judíos, en la Universidad de Southampton. Fundado dicho Instituto por James Parkes (1896-1981), un neurótico ministro de la Iglesia de Inglaterra que hizo una carrera de la promoción del filo-semitismo en el cristianismo y la promoción de narrativas de culpa entre los cristianos (en 1935 él fue a la vez celebrado por judíos y apuntado para su asesinato por nacionalsocialistas), el Instituto rápidamente se convirtió en un centro para la producción de propaganda pro-judía de apariencia académica. Más bien que ofrecer análisis objetivos de relaciones entre judíos y no-judíos, el Instituto promovió la familiar narrativa de que los judíos eran las víctimas intachables y catastróficas de un odio europeo completamente irracional. Raphael, considerando el honor de hablar en el aniversario Nº 25 de ese proyecto, optó por ser un crítico ingenioso, eligiendo "La Necesidad del Anti-Semitismo"como el título de su discurso. Ése podría ser el título de un libro, dijo Raphael, uno que podría estar en la biblioteca del Instituto Parkes, salvo por el hecho de que nunca había sido escrito, y no existía.

     En el serpenteante discurso que siguió, Raphael exploró los supuestos contenidos de ese libro imaginario, sugiriendo sus potenciales argumentos, y lo que ellos podrían decir sobre el autor y sobre la cultura europea. Confirmando las opiniones de todos los presentes, Raphael aseguró que aunque ese libro fantasmal y atemorizante no existía, tal inquietante producto no estaría fuera de lugar en un continente donde el anti-semitismo es "una parte actuante constante y esencial de la lógica sombría y no reformada de Europa" [1]. Para Raphael y su complaciente audiencia, la "necesidad" del "anti-semitismo"está sólo en su utilidad para calmar la patológica mente europea. El anti-semitismo era de hecho extremadamente ilógico y, en un sentido moral, completamente innecesario.

[1] F. Raphael, The Necessity of Anti-Semitism, Londres, 1997, p. 49.

     Desde la lectura del discurso de Raphael hace varios años, La Necesidad del Anti-Semitismo, en un cierto sentido, me ha frecuentado también. Como un libro singular, por supuesto, no existe. Pero quizás ha existido, hasta cierto punto, en los miles de tratados, folletos y libros sobre la Cuestión Judía que han sido escritos por europeos durante muchos siglos. En ese acumulado cuerpo de apologetas anti-semíticos, uno encuentra La Necesidad del Anti-Semitismo conjugada en diversos matices religiosos, políticos y sociales. Pero ¿cómo sería dicho libro si en efecto fuera escrito hoy?; ¿cómo podría algún autor destilar los distintos aspectos de la Cuestión Judía en un solo volumen? En el ensayo que sigue, en parte un experimento literario y en parte historiografía, quiero que nos unamos a Raphael imaginando que ese libro espectral existe, incluso si nuestro enfoque es bastante diferente.

     Imagino que nuestro autor introduce su volumen con el amplio caso deLa Necesidad del Anti-Semitismo, a saber, por la presencia de judíos y su influencia en las cuatro culturas primarias de la decadencia Blanca: a) la Cultura de la Crítica, b) la Cultura de la Tolerancia, c) la Cultura de la Esterilidad, y d) la Cultura de la Usura.


a) La Cultura de la Crítica

     La sección titulada "Cultura de la Crítica" es tanto una alusión a la obra de Kevin MacDonald, como una expansión de la misma. Al comenzar esa sección, nuestro autor podría recordar el conocido comentario del historiador judío Louis Namier (1888-1960) cuando se le preguntó por qué él no hablaba de la historia judía: "Los judíos no tienen una historia, ellos tienen un martirologio". Es ese martirologio lo que está en el núcleo de la Cultura de la Crítica. Mientras que casi cada nación posee una historia que es en muchos respectos objetiva, sólo los judíos poseen una cuasi-historia, llena de auto-engaños míticos y esotéricos que dan el permiso psicológico para el más gregario y subversivo de los comportamientos sociales y la más hostil de las actitudes hacia otros pueblos. La Cultura de la Crítica, una especie de venganza cultural inspirada por el martirologio judío, es la expresión más clara de la naturaleza corrosiva de las desastrosas relaciones entre judíos y no-judíos tan lamentadas por el penosamente extraviado "reverendo" James Parkes.

     En la mente judía, la naturaleza corrosiva de las interacciones de ellos con los pueblos europeos siempre ha asumido un aspecto heroico. El engaño de que en esas interacciones vemos un cuestionamiento inigualable y virtuoso por parte de "personas enteradas" y también extraños, posicionados de manera única y servicial para mostrarle a la cultura occidental sus propios defectos, es llevado a su fin, para ellos mismos y para nosotros. Los judíos creen que ellos poseen talentos especiales en este respecto, y tal vez en un sentido perverso ellos los poseen, pero en cualquier caso, en su gran farsa ellos nos destruyen para "beneficiarnos". David Dresser y Lester Friedman, los eruditos judíos de los medios de comunicación, mantienen la opinión de que los cineastas judíos tienen una objetividad única y no contaminada precisamente debido a su judeidad. Ellos escriben que "la marginalidad de los artistas judíos les permite una ventajosa posición negada a otros pensadores creativos más culturalmente absortos" [2]. Esto se compara notablemente bien con un escritor del Times of Israel que, comentando sobre las actividades del político judío Alan Shatter en la destrucción de los apoyos legales de la familia en Irlanda, ha sostenido que la judeidad de Shatter "pareció ponerlo en ventaja, liberándolo de la carga que pesaba sobre sus homólogos católicos" [3]. Tal como la Escuela de Frankfurt, estos héroes culturales nos conocen mejor que nosotros mismos, lo que les permite ayudarnos a ver que somos irracionales y malos, intolerantes y necesitados de la redención judía. Nuestros benefactores judíos nos aseguran de manera constante y afectuosa que ese proceso es emprendido por el propio bien de Occidente. Ellos nos liberan de nuestro "equipaje".

[2] D. Dresser y L. Friedman, American Jewish Filmmakers, University of Illinois, 2004, p. 7.
[3] https://www.timesofisrael.com/israel-may-finally-have-some-luck-with-the-irish/

     En verdad, ese proceso es emprendido para nuestra destrucción. La Crítica, no teniendo objetivos coherentes más allá de la voluntad de corromper, nunca acaba. Nunca cesa la búsqueda de rincones nuevos y sin tacha de la cultura occidental para arrastrarlos por el barro. El "Discurso del Rabino" que se encuentra en la obra Biarritz de Hermann Goedsche (1868) es un trabajo de ficción, pero hizo uso de una multitud de hechos e instintos. En el cementerio judío de Praga, el rabino de Goedsche dirige la palabra a una secreta reunión nocturna de trece ancianos judíos, prometiendo que ellos "extirparán toda creencia y fe en todo lo que nuestros enemigos los cristianos han venerado hasta el presente y, usando la atracción de las pasiones como nuestra arma, declararemos la guerra abierta contra todo lo que la gente respeta y venera".


     La orientación aquí es exacta, pero Goedsche no acertó en todo. No hay reuniones clandestinas de medianoche, ni reuniones de Ancianos de Sión, sino en cambio un instinto compartido que defiende intereses compartidos, dentro de un espíritu de amargura y, en realidad, la Cultura de la Crítica no es una declaración de guerra abierta sino la ejecución de una guerra disfrazada como amistad, como medicina, como liberación. [El antropólogo judío estadounidense] (Franz) Boas destruyó la confianza cultural occidental a la vez que afirmó haber liberado a los occidentales de los errores y las cargas del chauvinismo. Freud pervirtió todo lo que era sagrado en cuanto al sexo y el matrimonio, y lo llamó una terapia. Marx llamó a los trabajadores del mundo a unirse, y él los unió, en las filas para conseguir comida, en los gulags, y en las fosas comunes de una Ucrania hambrienta. La guerra ha sido emprendida de manera ruidosa y sangrienta, pero sólo ha sido declarada de manera silenciosa y subversiva.

     Y de todos modos ellos la emprenden, incluso si ellos ya han derrocado "todo lo que la gente respeta y venera". Las iglesias han sido infiltradas, conquistadas, ridiculizadas y despreciadas. La historia del cristianismo ha sido puesta en la moledora judía de carne intelectual, y surge hoy sólo como un cuento de persecuciones y esclavitud. Ya es sólo una cáscara, cooptada por una ilimitada tolerancia. Incluso dejando aparte la religión, ninguna figura histórica occidental notable ha sobrevivido a la Cultura de la Crítica. Y cuando nuestros benefactores judíos singularmente perceptivos se cansaron de derribar reputaciones, ellos usaron a sus delegados étnicos para comenzar a derribar estatuas, remover nombres y quemar retratos [4]. Ningún aspecto de la cultura occidental debía quedar en pie: su ciencia, su filosofía y los sistemas morales fueron ridiculizados, despreciados y vandalizados, con cada soneto, concierto e innovación tecnológica supuestamente conduciendo obscuramente, pero de alguna manera definitivamente, a un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial en Polonia donde hasta este día, se nos dice seriamente, ninguna ave canta.

[4] https://www.theoccidentalobserver.net/2017/11/10/thoughts-on-decolonization-as-an-anti-white-discourse/

     Yo he visitado lo que queda de ese campo, y las aves realmente cantan. No hay magia allí. El tiempo no está detenido. Los niños, obligados a ir allí por sus escuelas, ríen y escriben graffiti en viejas literas y puertas, mientras los adultos, claramente preocupados de que alguien los esté mirando, hacen todo lo posible para parecer solemnes y conmovidos más bien que fríos y aburridos.


     Nuestro autor podría estar de acuerdo con esto, indicando en La Necesidad del Anti-Semitismo que ese particular campo de concentración es la joya de la corona del martirologio judío, y quizá incluso el motor de la forma más avanzada de la Cultura de la Crítica. Casi 55 años después de que fue escrita, la novela The Painted Bird de Jerzy Kosinski [judío] está de vuelta ahora en las noticias. Se trata de una memoria sobre sus experiencias relativas a ese mismo conocido campo polaco de guerra, y está repleta de violaciones de niños, bestialismo y pornográficas descripciones de violencia, incluyendo la alimentación de gatos con los ojos de un hombre. Es también un fraude expuesto hace mucho tiempo [5], un fantasioso pastiche de las propias fantasías psicosexuales de Kosinski. Eso no ha impedido que recientemente fuera hecha película, que está siendo rotundamente aplaudida por los críticos, ni tampoco el hecho de que ha inducido a los espectadores a vomitar, desmayarse y salirse de los cines.

[5] https://www.thefirstnews.com/article/from-painted-bird-to-ugly-bird-what-is-the-truth-behind-kosinskis-acclaimed-autobiography-6377

     Quizás, en la época de la Cultura de la Crítica, muchos hombres Blancos han aprendido a amar que se les diga cuán malos son ellos con respecto a los judíos, tomando cada condena como una dosis de una bienvenida medicina. Joanna Siedlecka, una periodista y autora de biografías de escritores, estudió la vida de Kosinski y concluyó: "[The Painted Bird] no tiene nada que ver con la verdadera infancia de Kosinski; él inventó aquellos horrores, siendo que él mismo experimentó sólo el bien, mientras los aldeanos se arriesgaron para esconder a toda la familia de él. (...) Kosinski todavía es tratado como una víctima, aunque ahora sepamos mucho más sobre su biografía. Sabemos que los polacos no lo torturaron".


     Nuestro autor podría señalar enLa Necesidad de Anti-Semitismo que el ejemplo de Kosinski y los polacos es totalmente proporcionado a la relación histórica entre judíos y europeos. Un biógrafo de esos dos pueblos puede intentar mostrar la realidad de la situación, pero el judío "todavía es tratado como una víctima". Y esa "víctima" se eleva a sí misma hasta la posición de árbitro moral y archicrítico. Armados con su propio pastiche histórico sado-masoquista, los activistas judíos dirigen la Crítica hacia la acción para lo que uno supone que es una Fase Final Racial. Ellos niegan esto, por supuesto, y lo llaman una malvada teoría de conspiración. Pero en realidad, ellos se parecen al proverbial irlandés que niega que él robara el balde, añadiendo la crítica indignada de que de todos modos el balde tenía un agujero. Los judíos niegan enérgicamente cualquier papel en la decadencia de la cultura occidental, añadiendo indignadamente que la cultura occidental está podrida, enferma, que es racista, intolerante e irracional de todos modos. Su negación es una forma de admisión. Ésta es la esencia de la Cultura de la Crítica.


b) La Cultura de la Tolerancia

     Esta sección podría abrirse con el comentario de que la Cultura de la Tolerancia es en sí misma un producto de la Cultura de la Crítica. ¿Cuándo comenzaron primero los judíos a pedir que los Blancos se abolieran a sí mismos en sus propias tierras? Nuestro autor podría argumentar que ellos comenzaron justo durante la primera entrada judía en la cultura europea, no en las tierras europeas, sino en la cultura europea. ¿No es Moses Mendelssohn (1729-1786), quien a menudo es considerado como el primer judío "asimilado", el primer verdadero intelectual judío que quiso ser "parte de la cultura alemana"y que abogó por la "tolerancia"? Bien, ¿qué realmente pidió Mendelssohn, el primer "alemán de fe judía", a los europeos que hicieran? Eso está muy claro, y es un asunto del registro histórico. Él de manera impúdica e impaciente preguntó: "¿Durante cuánto tiempo, durante cuántos milenios, debe continuar esta diferencia entre los dueños de las tierras y los forasteros?; ¿no sería mejor para la Humanidad y la cultura borrar esa diferencia?" [6].

[6] M. Mendelssohn, "Anmerkung zu des Ritters Michaelis Beurtheilung des ersten Teils von Dohm, über die bürgerliche Verbesserung der Juden", 1783, en Moses Mendelssohn Gesammelte Schriften, Leipzig, 1843, vol. 3, p. 367.

     Y allí lo tenemos: la primera intrusión judía en la cultura occidental fue acompañada por un llamado a la destrucción de las fronteras y a favor de la migración y los derechos de establecimiento de los "extranjeros".

     Desde el comienzo mismo del activismo judío en la cultura occidental, estuvo en el interés de los judíos socavar la posición de los dueños de la tierra y promover la "tolerancia". Se ha dicho que fue la obra de 1781 de Mendelssohn"Sobre el Mejoramiento Civil de la Condición de los Judíos" la que jugó una parte significativa en la aparición de la "tolerancia" en la cultura occidental. Pero "tolerancia", a pesar de toda la entusiasta propaganda, es una palabra curiosa. Colóquela en un contexto médico, y tolerancia significa "el estado inmunológico caracterizado por una falta de respuesta ante una toxina específica u otra sustancia extraña que induce una respuesta inmune en el cuerpo, sobre todo la producción de anticuerpos".

     ¿Y no es eso exactamente lo que Mendelssohn prescribió hace casi dos siglos y medio: que los dueños de las tierras deberían ser "insensibles", suprimiendo todas las "respuestas inmunes" naturales incluso ante toxinas invasoras? Tenemos que preguntarnos cómo la tolerancia alguna vez llegó a ser considerada como una virtud. La respuesta es que se convirtió en una virtud en el contexto de la intrusión judía en la cultura occidental.

     La Cultura de la Tolerancia ahora tiene más de dos siglos de antigüedad. Maduró lentamente, pero puede haber pocas dudas de que ya ha alcanzado la mayoría de edad. El trabajo de Kevin MacDonald ha demostrado concluyentemente que grupos judíos organizados financiaron y llevaron a cabo la mayor parte del trabajo destinado a combatir la ley de inmigración de 1924 de Estados Unidos, derrocándola finalmente en 1965. Brenton Sanderson ha mostrado que los movimientos intelectuales judíos y su activismo etno-político fueron fundamentales en acabar con la política de la Australia Blanca [7], un cambio de política al que se opuso la gran mayoría de la población australiana. He escrito acerca de cómo los judíos se destacaron en los dramáticos cambios en las leyes de ciudadanía, raza y de libertad de expresión en Gran Bretaña entre los años '50 y '80 [8]. Un judío ministro de Justicia transformó el proceso de ciudadanía de Irlanda, abriendo el país a africanos y paquistaníes. Hoy, los judíos dominan la escena de las Organizaciones No Gubernamentales de la migración de masas [9], teniendo demostrablemente papeles ejecutivos en las siguientes organizaciones:

—el International Rescue Committee,
—el International Refugee Assistance Project,
—la división de Derechos de los Inmigrantes de la American Civil Liberties Union (ACLU),
—el National Immigration Justice Center,
—Equal Justice Works,
—el The Immigrant Defense Project,
—el National Immigration Law Center,
—el Lawyer’s Committee for Civil Rights under the Law,
—el Northwest Immigrants Rights Project,
—el Asylum Advocacy Project,
—Refugee Council USA,
—la New York Civil Liberties Union,
—el American Immigration Council,
—el The Immigrant Learning Center,
—la Open Avenues Foundation,
—el Proyecto Political Asylum / Immigration Representation (PAIR),
—Central American Legal Assistance,
—la Halifax Refugee Clinic, y
—la UK Refugee Law Initiative.

[7] https://www.theoccidentalobserver.net/2014/01/28/the-jewish-war-on-white-australia-continues/
[8] https://www.theoccidentalobserver.net/2014/11/20/jews-multiculturalism-and-the-war-on-free-speech-a-too-case-file/
[9] http://www.unz.com/article/jewish-involvement-in-contemporary-refugee-and-migrant-organizations/

     La consejera de política de migración de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos no es una mujer católica sino una judía.

     La migración de masas desde el Tercer Mundo hacia Europa y Occidente es un proyecto judío. Ha estado a cargo de judíos, ha sido promovido por judíos, y ha sido explicado y justificado por judíos. Es conducido por una necesidad judía, tan vieja como el tratado de Mendelssohn y quizá más antigua, de desposeer a los dueños de la tierra y abrir aquella tierra a los extranjeros en nombre de la tolerancia.


     De modo muy similar a la Cultura de la Crítica, los judíos nos ofrecen la Cultura de la Tolerancia bajo el disfraz de la amistad. Con amplias sonrisas y tonos melifluos, ellos nos aseguran que estamos condenados si no borramos "la diferencia entre los dueños de las tierras y los extranjeros". Después de todo, ¿no hemos sido servicialmente informados de que nuestra propia cultura carece de valor, que es intolerante, ilusoria, corrompida, y que está moralmente en bancarrota?. ¿Por qué no importar una serie de nuevas y "vibrantes" culturas? De aquella forma podremos experimentar una vida más emocionante y, más aún, aquello sería una manera de presentarnos como moralmente aceptables ante nuestros amigos judíos, los inocentes mártires de la Humanidad. Y deberíamos escucharlos principalmente porque su consejo tiene perfecto sentido. Después de todo, necesitamos africanos inútiles para el trabajo para que financien nuestras pensiones, terroristas islámicos para que cuiden nuestras envejecidas poblaciones, y millones más de personas en nuestros países a fin de solucionar nuestras crisis de vivienda. Necesitamos un diluvio de mano de obra barata para aumentar nuestros salarios. Necesitamos criminales sexuales extranjeros mal preparados para proveer de personal a nuestros hospitales[10], para que realicen nuestras cirugías, y para que nos cuiden mientras recuperamos la salud. Tenemos que tolerar la burqapara demostrar cuán profundamente feministas hemos llegado a ser como sociedad. Tenemos que expresar nuestro patriotismo negando que existimos como pueblo. Necesitamos más leyes que amordacen nuestro discurso para asegurar la libertad. Y, lo más importante de todo, tenemos que llegar a ser una sociedad menos racista eliminando a la gente Blanca por todas partes.

[10] https://www.theoccidentalobserver.net/2018/08/29/bad-medicine-ii-the-escalating-problem-of-third-world-doctors/

     Nuestros serviciales amigos nos entregan estos mensajes de varios modos. Cuando ellos se sienten generosos, simplemente nos bombardean con la basura de la pantalla, retratando en películas el multiculturalismo en una manera completamente divergente del modo en que se desarrolla en la realidad. La magia cinematográfica judía es una forma de alquimia cultural. Tome la criminalidad de los negros y su escaso logro académico, sumerja aquello en Hollywood, y los atracadores y los violadores son transformados en educados negros adulados y pretendidos como "intereses de amor" por núbiles rubias. O tome la estabilidad y la tranquilidad de la familia Blanca de clase media, pásela a través de Hollywood, y lo que entonces surge es un claustrofóbico antro de neurosis, control e intolerancia.


     Cuando nuestros amigos judíos se sienten menos generosos, ellos se abren camino a la fuerza en el plan de estudios escolares de vuestros hijos [11], y cuando ellos están enfadados le quitan a usted derecho a la libre expresión y lo encarcelan. Por otra parte, si usted trata de impedir el particularismo judío, por ejemplo, prohibiendo uno de sus ritos tribales como la circuncisión, la lección de las amenazas de la ADL contra la nación soberana de Islandia [12] muestra que el chantaje, la difamación y la implacable guerra económica son instrumentos igualmente desplegables de su armería. En este ejemplo, por supuesto, hemos vuelto al caso del irlandés y el balde. Los judíos niegan que ellos tengan una influencia desmesurada, añadiendo que si usted hace aquella acusación otra vez, el pequeño club de ellos en Nueva York pondrá de rodillas a vuestro país entero.

[11] https://www.theoccidentalobserver.net/2014/01/07/making-america-as-user-friendly-to-jews-as-possible-the-anti-defamation-league-and-the-indoctrination-of-our-youth/
[12] https://grapevine.is/news/2018/03/22/american-anti-defamation-league-speaks-up-about-circumcision-ban/

     Mientras la Cultura de la Tolerancia está en pleno progreso, un problema persistente es que los bebés Blancos, por el momento, siguen viniendo al mundo. Aquí nuestro autor podría comenzar la tercera sección de su libro.


c) La Cultura de la Esterilidad

     Los judíos están por todas partes en la Cultura de la Esterilidad, un término apropiado para lo que importantes académicos del mundo han descrito como el "rápido descenso" en los "niveles de nacimientos en la mayoría de los países europeos" [13]. Nuestro autor podría comenzar con el hecho de que el anticonceptivo oral fue inventado por el judío Gregory Goodwin Pincus, pero realmente los judíos han sido en todas partes en Occidente, para usar las propias palabras del historiador judío Howard Sachar, "pioneros en la industria clandestina de anticonceptivos" [14]. Por designio, coordinación o puro instinto, los judíos se han congregado en aquellas áreas tóxicas para el índice de natalidad de la gente Blanca: anticoncepción, aborto, leyes de divorcio, y la promoción de pornografía, homosexualismo, confusión de género y promiscuidad.

[13] M. Kreyenfeld, Childlessness in Europe: Contexts, Causes, and Consequences, 2017), p. V.
[14] Citado en T. Russell, A Renegade History of the United States, Nueva York, 2010.

     Los pioneros de las clínicas de aborto, de la literatura de control de la natalidad para parejas, y de las medidas de política de control de la natalidad en Estados Unidos fueron, según un investigador, Anna Samuelson en el Bronx; Olga Ginzburg y Rachelle Yarros en Chicago; Sarah Marcus en Cleveland; Nadine Kavinoky y Rochelle Seletz en Los Ángeles; Esther Cohen y Golda Nobel en Filadelfia; Hannah Stone, Marie Warner, Cheri Appel, Anna Spielgeman, Naomi Yarmolinsky y Bessie Moses en Baltimore; Elizabeth Kleinman en Boston, y Lena Levine en Nueva York, Hannah Seitzwick-Robbins en Trenton, y Lucile Lord-Heinstein en Massachusetts [15]. Todas esas mujeres eran judías. Stone fue particularmente influyente, trabajando estrechamente con Sanger y produciendo textos claves de control de la natalidad, como Contraceptive Methods of Choice (1926), Therapeutic Contraception (1928), Contraception and Mental Hygiene (1933), y Birth Control: A Practical Survey (1937).

[15] M. R. Klapper, Ballots, Babies, and Banners of Peace: American Jewish Women’s Activism, 1890-1940, New York University Press, 2013, p. 151.

     En los años '20 y '30 el abogado primario de Margaret Sanger, la cara pública no-judía del movimiento pro-aborto y de control de la natalidad en Nueva York, fue el judío Morris Ernst. Y cuando Sanger decidió moverse en favor de la legislación federal de control de la natalidad, ella escribió al rabino Stephen Wise en 1931 pidiéndole usar la influencia política judía y su propia extensa lista de contactos políticos para ayudar a hacerla aprobar, una petición que él con felicidad se sintió obligado a cumplir [16]. Por supuesto, Sanger se había casado con un judío, y según un biógrafo, "se rodeó con colegas y amigos judíos" [17].

[16] Klapper, op. cit., p. 159.
[17] E. Chesler, Woman of Valor: Margaret Sanger and the Birth Control Movement in America, Nueva York, 2007, p. 51.

     De hecho, la influencia judía está tan fuertemente ligada con los orígenes del aborto en Estados Unidos, que el historiador Daniel K. Williams ha caracterizado el debate del aborto de los años '30 como "un conflicto religioso, porque casi todos los médicos que hablaban en contra del aborto eran católicos, mientras que los defensores más elocuentes de la legalización del aborto eran judíos" [18]. Williams añade el hecho de que "rabinos judíos de la Reforma también se convirtieron en tempranos líderes en el movimiento de liberalización para la ley de aborto" [19]. El vínculo entre organizaciones judías y los sectores más sórdidos (y a menudo dominados por los judíos) de la profesión médica fueron puestos en absoluto relieve durante investigaciones de abortos ilegales en los años '40 y '50, cuando el entrecruzamiento era tal, que, según la historiadora Leslie J. Reagan, autoridades locales en Nueva York encontraron "organizaciones a favor del control de la natalidad y organizaciones judías de particular interés" [20]. Cuando Pincus desarrolló la Píldora, él estaba tan suficientemente consciente del potencial para que el control de la natalidad y el activismo judío fueran relacionados en la mente de la gente, que él deliberadamente seleccionó a John Rock, un católico, en vez de a Abraham Stone y Alan Guttmacher, antiguos colegas y líderes del movimiento de control de la natalidad, para desarrollar un régimen anticonceptivo en las mujeres, a fin de evitar un "estigma anti-semítico" [21].

[18] D. K. Williams, Defenders of the Unborn: The Pro-Life Movement Before Roe v Wade, Oxford University Press, 2016, p. 27.
[19] Ibid., p. 66.
[20] L. J. Reagan, When Abortion Was a Crime: Women, Medicine, and Law in the United States, 1867-1973, Berkeley, University of California Press, 1997, p. 173.
[21] J. Reed, The Birth Control Movement and American Society, Princeton University Press, 1984, p. 351.

     El mismo patrón ha sido repetido en cada otra nación occidental. Alan Shatter puede haber actuado como el propagandista principal para la legislación de control de la natalidad en Irlanda en los años '70, pero incluso un siglo antes de las acciones de Shatter un miembro del clero irlandés relató:

    "Llegó a la ciudad un judío con un camión (...) y él comenzó a vender anticonceptivos camuflados como portalápices. (...) Alguien le habló al sacerdote de la parroquia sobre dicho tráfico. (...) Él notificó a la policía, la que no podía hacer nada. Él entonces estableció un tribunal por cuenta propia y lo juzgó y lo multó con 10 libras esterlinas. El judío pagó las 10 libras y se fue" [13].

[13] M. P. Leone, Atlantic Crossings in the Wake of Frederick Douglass, Leiden, 2017, p. 111.

     En Nueva York, judíos como Moses Jacobi y Morris Glattstine eran particularmente influyentes y destacados en la venta de anticonceptivos ilícitos y en la escena de abortos clandestinos tan tempranamente como en la década de 1870 [14]. Del mismo modo, durante finales del siglo XIX, "los judíos estuvieron entre los líderes de la revolución del control de la natalidad en Alemania del Sur"[15]. En la Alemania de entreguerras, según la investigadora Harriet Freidenreich, "Médicas judías desempeñaron un papel muy prominente en la campaña para legalizar el aborto. (...) Médicas judías estuvieron desproporcionadamente involucradas en el movimiento de la reforma sexual que promovió la disponibilidad más extendida del control de la natalidad. Ellas eran muy visibles en la diseminación de dispositivos anticonceptivos" [16].

[14] J. F. Brodie, Contraception and Abortion in Nineteenth-century America, Cornell University Press, 1994, p. 234.
[15] A. C. Crombie (ed), History of Science, University of Chicago Press, 1990, p. 371.
[16] H. P. Freidenreich, Female, Jewish, and Educated: The Lives of Central European University Women, Indiana University Press, 2002, p. 154.

     En la Segunda República polaca, la pionera central de la educación sexual, la anticoncepción, la promoción del homosexualismo y el aborto fue Irena Krzywicka (nacida Goldberg). Además de fundar la Liga Reformy Obyczajów (Liga para la Reforma de las Costumbres), Krzywicka escribió para el influyente diario Wiadomosci Literackie (Noticias Literarias) donde ella argumentó el caso de las uniones civiles, el divorcio fácil, la anticoncepción fácilmente accesible, la "liberación sexual" femenina, y el aborto [17]. En su libro Antisemitismo y Sus Opositores en la Polonia Moderna, el historiador Robert Blobaum indica que la "prensa anti-semítica" en Polonia estableció el vínculo entre judíos y "la difusión de literatura de control de la natalidad", así como de pornografía, pero es notablemente reacio a hablar de la carrera de Krzywicka o la de sus muchos colegas judíos [18]. Ronald Modras nota que incluso los líderes no-judíos del movimiento polaco de control de la natalidad se destacaron por su "filo-semitismo" [19].

[17] Y. Hashamova (ed), Transgressive Women in Modern Russian and East European Cultures: From the Bad to the Blasphemous, Nueva York, 2017, p. 16.
[18] R. Blobaum, Antisemitism and Its Opponents in Modern Poland, Cornell University Press, 2005, p. 87.
[19] R. Modras, The Catholic Church and Antisemitism: Poland, 1933-39, Nueva York, 2004, p. 62.

     En Francia, la principal organización detrás de la legalización de la anticoncepción y el aborto era Choisir (Elegir), fundada por la abogada judía Gisèle Halimi, y la legislación relevante fue finalmente aprobada por la judía ministra de salud Simone Veil (nacida Simone Jacob) [20]. En Estados Unidos, por supuesto, el caso de Roe vs. Wade [21] fue efectivamente el producto del activismo de la Asociación Nacional para la Derogación de las Leyes de Aborto, fundada por el judío Bernard Nathanson. Nathanson trabajó estrechamente en el activismo para la legislación del aborto con la feminista judía Betty Friedan, hasta que él experimentó una crisis de conciencia aparentemente legítima a finales de los años '70 y posteriormente se convirtió al catolicismo. Hacia aquella fecha, él había realizado personalmente más de 60.000 abortos, explicando más tarde en una entrevista: "Hemos alimentado una línea de engaño, de deshonestidad, de fabricación de estadísticas y cifras; hemos mimado y acariciado a la prensa.(...) Nos llamábamos a nosotros mismos pro-abortistas y pro-elección. De hecho éramos abortífices: aquellos a los que les gusta el aborto". Y a los judíos ciertamente les gusta el aborto. Según datos del Pew Research Center, los judíos tienen una proporción más alta de apoyo al aborto que cualquier otro grupo religioso en Estados Unidos [22]. De hecho, los judíos disfrutan tanto limitando la fertilidad de otras poblaciones, que en 2013 Israel reconoció aplicar controles de natalidad a inmigrantes etíopes sin su consentimiento.

[20] N. Las, Jewish Voices in Feminism: Transnational Perspectives, University of Nebraska Press, 2015, p. 91.
[21] https://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Roe_contra_Wade
[22] https://forward.com/opinion/393168/why-are-jews-so-pro-choice/

     Nuestro autor podría detenerse en el asunto del control de la natalidad y el aborto sólo porque la prevalencia de judíos en otras áreas de la Cultura de la Esterilidad está ahora bien documentada. La participación judía en la sexología temprana, a través de figuras influyentes como Albert Moll, Iwan Bloch, Magnus Hirschfeld, Albert Eulenberg, Hermann Joseph Lowenstein, Julius Wolf, Max Marcuse y Eduard Bernstein, estuvo universalmente preocupada por la necesidad de "tolerancia" y pluralismo social. Lo que ellos de hecho promovieron eran aberraciones sexuales patológicas, distantes de la reproducción y tóxicas para la cohesión social. Hirschfeld, probablemente el creador de la propaganda "Amor es Amor", había "subvertido la noción de que el amor romántico debería estar orientado hacia la reproducción", argumentando en cambio en favor de la aceptación de estilos de vida homosexuales y relaciones hedonistas, de relaciones sexuales no reproductivas en general [23].

[23] E. R. Dickson, Sex, Freedom and Power in Imperial Germany, 1880-1914, Cambridge University Press, 2014, p. 7.

     Aquí vale la pena enfatizar que los judíos no se han agrupado en la promoción de "tolerancia" para los homosexuales, los travestis y los buscadores del aborto porque ellos crean de verdad en los "derechos" o en el "valor" de esa gente: los judíos ven en esa gente rasgos que desean promover entre la población en general para reclutarlos para la Cultura de la Tolerancia. La sociedad nunca realmente aceptó el homosexualismo y el transgenerismo, sino que más bien la sociedad primero se hizo "homosexual" en sus rasgos antes de que pudiera tolerar a reales homosexuales y transgéneros.

     A medida que Occidente llegó a ser cada vez más sin hijos, promiscuo, hedonista y rebosante de una ilusoria seguridad en sí mismo, las diferencias entre lo normal y lo anormal se redujeron, y aparecieron menos motivos para seguir negando la "igualdad". Las sociedades con preocupaciones demográficas tendrán duras sanciones tanto para el homosexualismo como para el aborto / infanticidio. El Occidente, celebrando a ambos, está en una caída libre demográfica, pero, ignorante de las profundas implicaciones de esa muerte racial, su gente está actualmente en el proceso de entregarse a una cultura cultivada por su asesinato demográfico. El homosexualismo nunca ha sido más tolerado. El aborto nunca ha sido más fácil y menos estigmatizado. Y la gente Blanca nunca ha estado más cerca de abandonar el escenario de la Historia.

     La promiscuidad ha reemplazado al coche de bebé. Un vistazo a la moderna generación de Blancos en edad de reproducirse es para ponerse serio. Los porcentajes de enfermedades de transmisión sexual en Estados Unidos nunca han sido más altos. Según médicos experimentados, el Reino Unido se dirige hacia una "crisis de salud sexual". El mismo fenómeno ha sido reportado en Australia, Canadá, Irlanda, Francia y Alemania. Mientras tanto, el Gatestone Institute informa que "El aborto ha asumido recientemente proporciones épicas en países como Suecia o Francia. En Francia hay 200.000 abortos por año. Para poner las cosas en perspectiva, en Francia hay alrededor de 750.000 nacimientos por año. Francia, por lo tanto, aborta el 20% de sus bebés / fetos / embriones / racimos de células —elija según sus convicciones personales— cada año". Usted puede estar seguro de que no son los musulmanes franceses los que abortan a sus bebés por cientos de miles, y eso quizá explica por qué ellos le han estado diciendo al arzobispo de Estrasburgo que Francia será de ellos un día.


     En The Population Bomb (1968) el biólogo judío Paul Ehrlich escribió que el mejor método para reducir la población es la legalización del aborto. Eso, sin considerar el efecto del control de la natalidad o la más amplia Cultura de la Esterilidad que glorifica visiones del "amor" pervertidas, vacías, sin hijos. Cuando los europeos comenzaron a legalizar tanto el control de la natalidad como el aborto hace 40 años, unos años después del caso de Roe vs. Wade (1973), la Iglesia Católica advirtió del riesgo que corría Europa al estar entrando en una "civilización mórbida". Ahí es donde ahora habitamos.


d) La Cultura de la Usura

     En un Occidente que se ha vuelto salvajemente materialista, puede ser difícil ver el grado de la usura judía. Cuando usted habla de prestamistas judíos a la mayoría de la gente, la respuesta normalmente relaciona a aquéllos con la Edad Media. Pero la usura judía está bastante viva en la modernidad, y países enteros están endeudados con financieros judíos, quienes luego entregan un poco de su riqueza a organizaciones judías dedicadas a la promoción de las otras tres culturas de la decadencia Blanca (Crítica, Tolerancia y Esterilidad). Paul Singer, del "fondo de inversión" judío, ha sido descrito por Bloombergcomo "el inversionista más temido del mundo", pero en realidad él es el más temido explotador de la deuda en el mundo. La República Democrática del Congo le debe a Singer y sus colegas judíos 90 millones de dólares, Panamá le debe 57 millones, Perú le debe 58 millones, y Argentina le debe 1.500 millones de dólares. Cuando los pagos se atrasaron, Singer incautó y detuvo el buque insignia de la Marina argentina [24], y cuando Corea del Sur presentó una lucha para impedirle conseguir el control de Samsung, él hizo que el Presidente del país fuera acusado y encarcelado [25].

[24] https://www.forbes.com/sites/afontevecchia/2012/10/05/the-real-story-behind-the-argentine-vessel-in-ghana-and-how-hedge-funds-tried-to-seize-the-presidential-plane/#75afa5bd25aa
[25] https://www.bloomberg.com/graphics/2017-elliott-management/

     Mientras esas actividades pueden parecer de muy alto nivel y distantes de la realidad de la vida cotidiana (a menos que usted sea un ciudadano del Congo y Singer lo esté chantajeando a usted para que pague, mediante la retención del trabajo esencial en su abastecimiento de agua), Singer y su camarilla financiera judía tienen una mano en casi cada compra que usted hace, y en cada guerra que su país emprende. Singer, su hijo Gordin, y sus colegas Zion Shohet, Jesse Cohn, Stephen Taub, Elliot Greenberg y Richard Zabel, tienen un pie en casi cada país, y tienen inversiones en cada compañía con la que usted probablemente estará familiarizado, desde librerías a multitiendas. Con las ganancias de la explotación ellos financian la Cultura de la Esterilidad, impulsan la política sionista, invierten millones en seguridad para judíos, y promueven guerras en favor de Israel.

     Singer es un Republicano, y está en el consejo de la Republican Jewish Coalition. Él es un antiguo miembro del consejo del Jewish Institute for National Security Affairs, ha financiado grupos de investigación neoconservadores como el Middle East Media Research Institute y el Center for Security Policy, y está entre los más grandes financistas de la neoconservadora Foundation for Defense of Democracies. Él también estuvo conectado con el grupo que abogaba a favor de la guerra contra Iraq Freedom's Watch. Otro proyecto clave de Singer fue la Foreign Policy Initiative (FPI), un grupo con sede en Washington DC que fue fundado en 2009 por varios prominentes personajes judíos neoconservadores para promover políticas estadounidenses militaristas en Oriente Medio en beneficio de Israel y que recibió de Singer su dinero-semilla.

     Aunque Singer fue inicialmente anti-Trump, y aunque Trump una vez atacó a Singer por su política a favor de la inmigración ("Paul Singer representa la amnistía y representa la inmigración ilegal derramándose por el país"), Trump es ahora esencialmente financiado por tres judíos: Paul Singer, Bernard Marcus y Sheldon Adelson, los que en conjunto han reunido más de 250 millones de dólares en favor de la política de Trump. A cambio de eso, ellos quieren la guerra con Irán. Los empleados de la firma de Singer, Elliott Management, fueron una de las principales fuentes de financiamiento para la candidatura de 2014 del más directo belicista contra Irán del Senado, el senador Tom Cotton (R-AR), quien instó a Trump a dar un "golpe vengativo" contra Irán por presuntamente atacar dos barcos petroleros comerciales.

     Esos explotadores financieros judíos han sido claros en cuanto a que ellos esperan una guerra con Irán, y están presionando con fuerza y preparándose para cobrar su deuda. Como dijo un comentarista político, "Estos donantes han hecho claramente conocidas sus preferencias de política con respecto a Irán. Ellos seguramente esperan un retorno por su inversión en el Partido Republicano de Trump". Cuando Adelson y Singer primero hicieron propuestas a Marco Rubio, Trump dijo que Rubio sería la "marioneta" de ellos. Trump ha tomado ahora el dinero de los mismos titiriteros, pero ha rechazado hasta ahora satisfacer completamente sus demandas, incluso despidiendo a John Bolton, un favorito de la tríada judía. Cómo ésta procederá ante el desafío de Trump en la materia, está por verse.


IMAGEN La Intersección de la Cultura de la Usura y la Cultura de las Sio-Guerras: Paul Singer, Bernard Marcus y Sheldon Adelson.

     La tríada judía detrás de Trump es un perfecto ejemplo del papel de las finanzas judías y de la Cultura de la Usura en el sostenimiento y el avance del poder y la influencia de los judíos en la sociedad contemporánea. Singer encarna la usura y el capitalismo predador, mientras que Bernard "Home Depot" Marcus es sintomático del hinchado consumismo, y Adelson representa la sórdida explotación comercial del vicio (juegos de azar). No hay nada productivo en la actividad económica de ninguno de esos personajes, habiendo sus enormes acumulaciones surgido del parasitismo sociopático, el nepotismo étnico y la voluntad de la decadencia cultural.

     Sentimos cómo esa decadencia desciende más por la escala, ya que vivimos en una sociedad de consumo flagrante, financiado por la siempre creciente deuda hogareña. En todas partes la gente compra cosas que no necesita con el dinero que no tiene. La deuda a nivel de hogares se está incrementando otra vez más en Estados Unidos. Según la Reserva Federal de Nueva York, los estadounidenses deben 13.860 billones de dólares por ese tipo de deudas, una cantidad ligeramente más alta que la cantidad total antes de la crisis financiera de 2008. En Australia el porcentaje hogareño del ingreso que se destina a pagar deudas [debt to income ratio] ha subido por encima del 190%, lo que está entre los más altos en el mundo desarrollado. La misma situación se ve en el Reino Unido. Los judíos, por supuesto, estuvieron implicados desproporcionadamente en el desarrollo de grandes almacenes, la industria de la moda, negocios de venta al por menor, y otros aspectos de la sociedad de consumo [26].

[26] G. Reuveni, Consumer Culture and the Making of Modern Jewish Identity, Cambridge University Press, 2017, p. XIII.

     Los judíos en la Alemania de finales del siglo XIX, tal como lo hicieron en varios otros países occidentales, iniciaron la "revolución consumista", y "eran dueños, o al menos comenzaron, la inmensa mayoría de los grandes almacenes y casas de ropa y moda a través de todo el país" [27]. Werner Sombart comentó entonces que los grandes almacenes eran el heraldo de una nueva y degenerada cultura económica, tipificada por "las anónimas y cosificantes fuerzas del capitalismo y la mercadotecnia". Los anti-semitas contemporáneos vieron esos centros de la cultura económica como "un templo del consumo en dos sentidos: a la vez como un templo para los que consumen y como un templo que a su vez consume, es decir, un lugar de destrucción, un Moloc incluso, que avariciosamente devora a los vulnerables clientes y a los negocios vecinos" [28].

[27] P. Lerner, The Consuming Temple: Jews, Department Stores, and the Consumer Revolution in Germany, 1880-1940, Cornell University Press, 2015, p. 5.
[28] Ibid., p. 9.

     Hoy, en gran parte los despreciables productos y "marcas" de consumo son abrumadoramente judíos, son promovidos por medio del dominio judío de la industria publicitaria, y su compra por parte de los consumidores es financiada por financieros judíos. Calvin Klein, Levi Strauss, Ralph Lauren, Michael Kors, Kenneth Cole, Max Factor, Estée Lauder y Marc Jacobsson sólo algunos de los judíos cuyos mismos nombres se han hecho sinónimos de la cultura del consumidor alimentada por la deuda y la suscripción a manías de moda cuidadosamente cultivadas, mientras que compañías poseídas por judíos, como Starbucks, Macy’s, the Gap, American Apparel, Costco, Staples, Home Depot, Ben & Jerry’s, Timberland, Snapple, Häagen-Dazs, Dunkin’ Donuts, Monster Beverages, Mattel y Toys "R" Us, han llegado a personificar la interminable y superflua producción de basura para el consumo a crédito por parte de las masas.

     El consumidor templo del consumismo alimentado por la deuda también está vinculado a las culturas de la Crítica, la Tolerancia y la Esterilidad. El así llamado anti-racismo, el apoyo a la confusión de género, y la celebración de la migración de masas y el multiculturalismo se han convertido en pilares de la publicidad moderna a medida que la Fase Final Racial se acerca a su conclusión y el Occidente comienza su estertor agónico.

     Usted podría preguntar qué tienen que ver las tortillas fritas de maíz con la sodomía, pero eso es sólo porque usted sufre de una deficiencia de tolerancia, y el mejor modo de corregir aquello es admitir que existe el privilegio Blanco, comprar en un Starbucks, e ir a probarse un nuevo par de pantalones de 200 dólares en Macy's.


Conclusión

     La Crítica, la Tolerancia, la Esterilidad y la Usura han convergido. Ésta es la necesidad del anti-semitismo. Tanto como me ha preocupado La Necesidad del Anti-Semitismo, así también lo ha hecho la imagen del rabino de Goedsche hablando en la reunión en el cementerio ante trece ancianos. Me inquieta porque parece muy anticuado e ingenuo, como si la situación pudiera haber sido alguna vez tan simple. La realidad siempre ha sido mucho más profunda, e infinitamente más peligrosa.

     La Cuestión Judía, tal como podría existir para los judíos, siempre ha equivalido a "¿Es bueno para los judíos?". Para la gente Blanca, siempre debería haber sido "¿Son los judíos buenos para nosotros?". Una respuesta podría ser encontrada en el hecho de que ellos se hayan congregado en esos cuatro aspectos de la decadencia Blanca. Nuestra oposición a dicha concentración y sus actividades asociadas es absolutamente lógica, y moralmente necesaria.–





Guillaume Durocher - La Odisea, el Retorno del Padre

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     El 22 y 23 de Junio pasado se publicaron en theoccidentalobserver.net las dos partes de este escrito que ofrecemos en castellano como uno solo, del ensayista Guillaume Durocher. Describe aquí el autor, echando mano a diversas citas de la mencionada obra de Homero, que sería del siglo VIII a.C., cuál es el carácter o naturaleza moral (ethos) que se destaca en la Odisea, cuáles son los valores y la cosmovisión predominantes que el poeta describe y que representa el zarandeado rey de Ítaca, el cual se constituye como ejemplificación de una actitud vital y como modelo a seguir por la surgiente civilización griega.


La ODISEA: El Retorno del Padre
por Guillaume Durocher
22 y 23 de Junio de 2019



     "¿Tú quién eres, y cuál es tu país?; ¿dónde están tu ciudad y tus padres?". Con esas palabras Circe le pide a Odiseo que se identifique, en el poema de Homero dedicado a aquel héroe, la Odisea (X, 325). Ocurriendo después de los duros esfuerzos de la guerra de Troya, el relato es fundamentalmente acerca de la lucha de Odiseo para encontrar y restablecer su lugar en un mundo caótico. Durante su ausencia de veinte años, la tierra nativa del héroe, Ítaca, ha caído víctima de usurpadores, y él debe vencer innumerables obstáculos para encontrar su camino a casa y restaurar su autoridad política como rey por medio de subterfugios y violencia. Odiseo nunca desiste de su búsqueda, ni tampoco él se queda en ninguno de los muchos sitios que visita, porque él nunca olvida su querida familia y patria, aquellos dos aspectos definidores de su identidad social.

     La Odisea ha inspirado a europeos de cada generación desde los antiguos griegos y romanos hasta ahora. Además de la calidad picaresca de las fantásticas aventuras de Odiseo, uno encuentra una historia duradera que sólo puede resonar en todos aquellos que añoran su hogar. Odiseo, bastante diferentemente de Aquiles, está cerca de un héroe ideal: sufrido, astuto, inventivo, diplomático, y despiadado cuando es necesario. Si la Ilíada es la memoria en poesía de las innumerables olvidadas guerras de conquista y saqueo de los griegos arcaicos, la Odisea es la de su exploración y colonización del antiguo Mediterráneo y el Mar Negro, esfuerzos que a menudo no fueron menos violentos. Si la Ilíada es acerca de las tensiones entre el individuo y la comunidad en el salvajismo de tiempos de guerra, la Odiseasugiere un proyecto personal y político más constructivo: el viaje a casa y la restauración de un buen país.

     La visita de Odiseo a diversas sociedades, a menudo distópicas, y su búsqueda para restaurar su reino de Ítaca, sugiere en efecto una política homérica implícita. El mundo de Odiseo es a menudo brutal y sin ley, en el cual los viajeros están a merced de la buena voluntad de sus anfitriones. Sin reciprocidad o fuerza, uno está propenso a caer víctima de la depredación. En ese mundo en el que no se puede confiar, Homero identifica dos cosas que pueden servir para crear sociedades más civiles: la piedad y el parentesco. Mientras el ideal de la polis, del sacrificio individual a favor del bien común, en efecto es insinuado en la Odisea, las políticas allí son firmemente monárquicas, con deberes recíprocos entre el rey y la gente.

     Entre la aristocrática clase dirigente de la que trata Homero, el parentesco es el fundamento básico para la identidad y la solidaridad, y por lo tanto de la acción tanto personal como política. Los forasteros son sinónimos de incertidumbre y de una potencial violencia. El parentesco, por contraste, implica una semejanza heredada, un orgullo compartido y deberes hacia el propio linaje. Entre parientes, existe la posibilidad de la seguridad. Aquella seguridad, sin embargo, sólo existe gracias la fuerza del padre de familia, a su autoridad doméstica y su disposición a usar la violencia contra extranjeros hostiles. La Odisea es entonces también un relato de lo que le ocurre a una familia y un país cuando el patriarca, por su ausencia, ya no cumple con sus responsabilidades.

     Para Homero, la identidad y el propósito se encuentran en el linaje propio. Uno actúa por el bien de los antepasados y descendientes propios. Odiseo y su hijo Telémaco se parecen entre sí en virtud de su sangre compartida, y deben trabajar juntos para salvar el statusy el poder de su familia. La restauración de la autoridad paterna y Real en Ítaca es imposible sin la venganza brutal contra los usurpadores. Y es sólo dentro del círculo de tal violencia que los parientes de alguien pueden disfrutar de una vida segura y apacible. Según Homero, un hombre feliz tiene descendientes prósperos, y el pueblo prospera bajo un rey justo, ya que él los gobierna como un padre bueno.


Ítaca Sin Padre: Víctima de Parásitos y Usurpadores

     Sin Odiseo, el padre de familia, Ítaca es una distopía, vulnerable a las depredaciones de hombres egoístas. Los pretendientes, nobles de alrededor de Ítaca, se deleitan con la riqueza de él y desean casarse con su esposa Penélope, usurpando de ese modo su herencia. Telémaco condena a los pretendientes: "Con su avaricia ellos gastan mi herencia, y dentro de poco ellos traerán la destrucción sobre mí" (I, 245-251). Telémaco también está profundamente decepcionado de los súbditos de Odiseo, diciéndoles en la asamblea:

    "He perdido a mi noble padre, que una vez fue el rey entre todos ustedes aquí y los gobernó como un padre benigno; y otro mal aún mayor dentro de poco arruinará mi casa y asimismo dará fin a toda la hacienda que tengo. Hijos de ilustres varones de Ítaca a mi madre pretenden y la asedian sin que ella lo quiera. Van a mi palacio a diario y se quedan allí, nos degüellan los bueyes y ovejas y cabras más gordas, y celebran banquetes, y egoístamente el rojo vino se beben y consúmenlo todo, porque no hay un varón como Odiseo que se sienta capaz de librar de la ruina mi casa. No alcancé todavía la edad de luchar: ¿es que acaso seré siempre un ser débil, un hombre carente de la capacidad de resistir?" (II, 46-61).

    "Antes bien, con el resto del pueblo me indigno al ver cómo permanecen sentados y callados y no intenta ninguno refrenar con palabras a los pretendientes, siendo ellos tan pocos" (II, 239-241).

     Telémaco supone que debería haber reciprocidad entre el gobernante y el pueblo, este último debiéndole lealtad al primero si él los gobierna como si ellos fueran parientes. Nadie puede substituír a Odiseo como patriarca. "No queda ningún hombre con su brío". Telémaco es demasiado joven, temeroso de ser un "débil". El abuelo Laertes es demasiado viejo y débil, y se le deja yaciendo en la miseria en la granja de campo. Penélope misma es sabia y virtuosa, pero como mujer ella no puede desafiar de frente a los pretendientes. Dos veces le dicen sus hombres que se retire al telar y a sus aposentos privados más bien que estar involucrándose. Sin embargo, Penélope tiene sus encantos femeninos y es capaz de postergar y engañar a los pretendientes de vez en cuando.

     Como el heredero Real, Telémaco tiene una directa reclamación a riqueza, honor y poder por derecho de nacimiento: "Ciertamente reinar no es un mal; la riqueza fluye hacia el palacio, y el nombre de rey trae a un hombre más honor... Reinaré sobre mi propia casa y sobre los esclavos que Odiseo una vez hizo su premio y que me dejó" (I, 392-398). Eso es lo que el linaje entero de Odiseo arriesga perder si él no regresa, mientras que Odiseo está "lejos de sus amigos y parientes" y los pretendientes pueden esperar que él "haya perecido lejos de su gente"(II, 164 y 366). La Ítaca huérfana de padre no puede rechazar a enemigos inescrupulosos: el patriarca debe retornar para restaurar el orden y la justicia.


Parientes y Forasteros:
"Llevando Desdichas a Hombres de Tierras Extrañas"

     Al igual que en la Ilíada, en la Odisea los forasteros y las tierras extranjeras son sinónimos de incertidumbre y violencia. Éste es un mundo sin confianza mutua. Incluso los dioses no confían unos en otros, como cuando el dios herrero Hefesto dice a Poseidón: "Las promesas de la gente desconfiada son promesas en las que no se confía" (VIII, 350). En ese mundo de forasteros, los hombres, sin embargo, son amargamente conducidos por "el maldito vientre"para encontrar el sustento. La única garantía para la conducta civilizada son las tenues obligaciones morales de hospitalidad y reciprocidad. Los inútiles y los parasitarios mendigos errantes son despreciados:

    "Ningún hombre va a traer a un forastero de otra parte, a menos que aquel forastero sea maestro de algún arte, un vidente, o uno que cura enfermedades, un trabajador de la madera, o un inspirado aeda que encanta a los hombres con su canto. Por todo el amplio mundo hombres como éstos son invitados bienvenidos. Pero un mendigo para que coma lo que uno tiene, ¿quién invitaría a un huésped así?" (XVII, 338-422).

     Al igual que Odiseo, Telémaco es conducido por su identidad. Él debe afirmarse y aprender a ser un hombre, no sólo para encontrar a su padre sino también para mostrarse digno de su linaje Real. La glorificación del linaje sirve a un doble objetivo: aquellos de buen linaje son reafirmados de que tienen los rasgos necesarios para triunfar, pero es también una exhortación para cumplir con los logros previos de su linaje.

     Viajando al continente griego en busca de noticias de su padre, Telémaco encuentra al veterano compañero de Odiseo en la guerra de Troya, el anciano rey Néstor de Pilos. Néstor saluda a Telémaco diciendo: "¿Quiénes sois? ¿Desde dónde vinisteis por húmedas rutas? ¿Qué negocio es el vuestro? ¿Vagáis por el mar a la ventura cual si fueseis piratas que, errantes, exponen sus vidas, y les llevan desdichas a los hombres de tierras extrañas?"(III, 71-74). La última parte es una frase contundente que se repite varias veces en la Odisea [1]: en el Mediterráneo antiguo, encontrar a forasteros sin lazos de parentesco significaba el riesgo de ser atacado, robado y esclavizado por ellos.

[1] Principalmente por el cíclope, quien representa la primitiva barbarie en contraste con el sabio Néstor, sugiriendo que tanto el salvaje como el civilizado están preocupados por la cuestión de la violencia por parte de forasteros.

     Los aqueos son tan propensos a eso como cualquiera. "Menelao, con cinco naves de cerúlea proa, llegó hasta Egipto, adonde el viento y el mar le habían conducido: y en tanto que con sus galeras iba errante por tierras de hombres de lenguas extrañas, acopiaba víveres y mucho oro" (III, 301-303). El porquero de Odiseo, que resultó ser el más leal de sus súbditos, observa que el temor a la venganza de los dioses es una de las pocas cosas que pueden motivar que "hombres de violencia y malévolos que desembarcan en una costa extranjera" no hagan el mal (XIV, 85-88). El mismo porquero temía que Odiseo hubiera sido dejado "vagando sin alimentos por alguna ciudad o región de idioma extranjero" (XIV, 42-43). En ese mundo misterioso y hostil en el cual Odiseo debe sobrevivir, los parientes y el país son su estrella guía.


Tal como el Padre, el Hijo

     La herencia es un tema aún más pronunciado en la Odisea que en la Ilíada. Los personajes frecuentemente comentan sobre las asombrosas semejanzas entre Telémaco y su padre. Atenea, la deidad que más ama a Odiseo, le dice a Telémaco: "¿Eres tú el hijo del propio Odiseo? Tu semejanza con él me hace maravillarme; la cabeza podría ser la de él, y los ojos bellísimos"(I, 207-208). Ella también lo tranquiliza: "Si los dioses permitieron que Penélope tuviera un hijo como tú, ellos no destinaron que tu linaje fuera sin gloria en tiempos por venir" (I, 222-223).

     Néstor es claramente para Homero un modelo del rey sabio, y es descrito como un "pastor de su pueblo", comparable a Odiseo. Él hace varias observaciones relativas a la herencia. Telémaco saluda a Néstor elogiándolo como "Néstor hijo de Neleo, gloria insigne de la raza aquea" (III, 79). Néstor está sorprendido por las extrañas semejanzas entre padre e hijo. Entre comentarios acerca de la legendaria astucia y elocuencia de Odiseo, Néstor dice a Telémaco: "Me he quedado atónito al contemplarte. Semejantes son, asimismo, tus palabras a las suyas y no se creería que un hombre tan joven pudiera hablar de modo tan parecido"(III, 123-125). Él dice que Atenea ha castigado a muchos aqueos en su camino a casa desde Troya debido a su injusticia y carencia de sabiduría, ya que "¿no es ella la hija de un padre fuerte?" (III, 135).

     Néstor decide dar una ayuda sustancial y regalos a Telémaco, también debido a su obvio parentesco con su viejo camarada de guerra Odiseo. Telémaco más tarde dijo que Néstor le dio el cuidado que "un padre podría dar en casa a un hijo que regresa después de una larga ausencia en tierras extranjeras" (XVII, 111-113). Para Néstor además, la felicidad individual es sinónimo de la prosperidad de la propia familia y los descendientes de alguien. Él comenta: "¡Ah, cuán bueno es que a un hombre que muere, algún hijo le sobreviva!" (III, 197). Néstor es piadoso. Al sacrificar una novilla a Atenea, él reza por su familia: "Oh reina, sé propicia con nosotros ahora; danos gloria ilustre a mí, a mis hijos, y a mi venerable esposa" (III, 380-381).

     Ahora asistido por Pisístrato, el hijo de Néstor, Telémaco va a Esparta, donde él encuentra a otro camarada de Odiseo, el rey Menelao, que ha vuelto de Troya con su esposa Helena. Telémaco encuentra a Menelao "celebrando con muchos miembros de su clan un banquete de bodas para su hija y su hijo" (IV, 1-12). La primera está prometida a un hijo de Aquiles, y el segundo a una noble espartana, sugiriendo estrategias de matrimonio entre la aristocracia arcaica.

     Menelao queda impresionado por el aspecto y desenvoltura de Telémaco, y también está muy interesado en su linaje: "Bien se ve que en vosotros[Telémaco y Pisístrato] perdura la raza de aquellos descendientes de Zeus, portadores de cetro, los reyes; ¡no podría un villano engendrar semejantes varones!"(IV, 62-64). Menelao más tarde añade: "¡Hijo querido! Bien se muestra en lo que hablas la noble sangre de la que procedes"(IV, 611).


     Tanto Menelao como Helena notan las semejanzas entre Odiseo y Telémaco:

    "Nunca a nadie yo he visto que tan semejante a otro fuese, ni mujer ni varón, y me quedo asombrada al mirarlo, cómo este hombre parécese al hijo del magnánimo Odiseo, a Telémaco (...) Respondió Menelao el de rubios cabellos: —Esposa, tu pensamiento se ha hecho mi pensamiento también. Odiseo tenía justo tales pies y manos; su cabeza y su cabello eran como los de este muchacho; sus ojos tenían el mismo brillo" (IV, 141-150).

     Menelao también compara las bendiciones del cielo con hijos prósperos:

    "Fácil es conocer la prole del hombre a quien el hijo de Cronos tiene destinada la dicha desde que se casa o desde que ha nacido: como ahora que concedió a Néstor constantemente, todos los días, que disfrute de placentera vejez en su propio palacio y que sus hijos sean discretos y sumamente hábiles en manejar la lanza" (IV, 207-211).


Odiseo en Ítaca: la Venganza del Padre

     Finalmente, Odiseo consigue llegar a casa y "él se regocijó de estar en su propio país"(XIII, 251); "el paciente y divino Odiseo estuvo lleno de felicidad, se holgó de estar en su tierra. Él besó la fecunda campiña, luego oró a las ninfas levantando las manos" (XIII, 353-355). Atenea transforma el aspecto de Odiseo por el de un anciano, para congregar mejor a sus aliados, observar las fechorías de los pretendientes, y preparar su venganza.


     Odiseo entra en el palacio como un anciano mendigo y es maltratado por los pretendientes, que han estado planeando asesinar a Telémaco. La tarea no será fácil, pero Odiseo afirma que él prefiere morir a vivir con tales indignidades: "Yo prefiero perecer, encontrar la muerte en mi propio palacio, a mirar permanentemente cosas tan detestables como éstas"(XVI, 99-104). Finalmente encontrando a Telémaco, los dos se abrazan con emoción, pero Odiseo rápidamente vuelve a su asunto: "Por consejo de Atenea, he venido a este lugar para consultar contigo sobre la muerte de nuestros enemigos" (XVI, 233-234).

     Cuando Odiseo se revela a los pretendientes, él no se apartará de la venganza contra aquellos que "devoraron mi casa, obligaron a mis mujeres sirvientes a dormir con ustedes, y en una manera cobarde cortejaron a mi esposa mientras yo todavía vivía" (XXII, 35-40). Uno de los pretendientes le ofrece un tributo, pero Odiseo no querrá nada de ello, porque la deshonra no puede ser redimida con oro:

    "Aunque todos me dierais vuestro peculiar patrimonio, añadiendo a cuanto tengáis otros bienes de distinta procedencia, ni aun así se abstendrían mis manos de matar hasta que cada pretendiente haya pagado por todos los abusos"(XXII, 61-64).


     Por medio de subterfugios y valor, Odiseo y sus pocos aliados son capaces de vencer y matar a los pretendientes. Ellos no son los únicos que deben pagar. Mientras los pocos en la casa de Odiseo que de mala gana ayudaron a los pretendientes son perdonados, los colaboradores voluntarios deben pagar, principalmente las mujeres sirvientes, que son ahorcadas. Como dice Telémaco: "Que nunca se diga que yo he dado una muerte honorable a las siervas que a mi madre cubrieron de oprobio y lanzáronlo sobre mi cabeza, al pasarse las noches con los pretendientes" (XXII, 462-464). Los castigos son monstruosos, pero las culpables perpetraron malvados hechos, y los dioses deseaban el justo castigo.

     Destruídos los pretendientes y con su autoridad restaurada, Odiseo puede finalmente unirse entonces con Penélope, la que lo reconoce en la propia cama de ambos. Penélope ha permanecido fiel a Odiseo y, con sus criadas, mantuvo "el incansable fuego del hogar" (XX, 122-123). Así, la familia ha sido salvada. Hay algo conmovedor en la complicidad de la pareja. Como Odiseo había dicho antes: "En el mundo en verdad no hay nada más noble, nada más encantador que cuando el hombre y la esposa gobiernan la casa juntos con ánimo concorde, lo cual produce gran pena a sus enemigos, y alegría a los que los quieren, y son ellos los que más aprecian sus ventajas"(VI, 182-185). La fidelidad de los miembros de familia unos hacia otros ha permitido su supervivencia colectiva [2].

[2] En completo contraste, Agamenón es asesinado tras su retorno a casa desde la guerra de Troya con la complicidad de su infiel esposa Clitemnestra.


     Ése es sólo un breve momento de calma, ya que en un mundo social definido por el parentesco, Odiseo sabe que las familias de los pretendientes no tardarán mucho en desquitarse por lo que ha pasado. Pero las tres generaciones, Laertes, Odiseo y Telémaco, encuentran la confianza y la alegría en el honor y prosperidad de su linaje:

    "Y alegrándose el paciente y divino Odiseo, al momento le dijo a Telémaco, su hijo querido: —Debes ahora, Telémaco, tú que a la lucha te lanzas, donde siempre los más valerosos consiguen distingos, procurar no afrentar el linaje de tus ascendientes, que en hombría y valor todos fuimos sin par en la tierra. Y, mirándolo plácidamente, repuso Telémaco: —Padre mío, si quieres verás, por el ánimo mío, cómo no afrento, como me has insinuado, a tu raza. Dijo así, y alegrose Laertes, y habló de este modo: —¡Para mí qué gran día, amadísimos dioses! ¡Qué júbilo! Pues mi hijo y mi nieto disputan en ser valerosos" (XXIV, 504-515).


Política de la Odisea: El Rey Odiseo y la Buena Ciudad

     Uno puede leer una implícita filosofía política en el relato de Homero. Sin duda las "muchas ciudades y mentes" que Odiseo llega a conocer presentan muchos (contra-) modelos del Estado que él fundará de nuevo en Ítaca. La Ítaca huérfana de padre bajo Penélope es impotente para impedir las depredaciones. Los extraños matriarcados de Calipso y Circe son rechazados. Los estupefactos comedores de loto y los pre-sociales cíclopes viven existencias infrahumanas. Ni tampoco los monstruoso lestrigones o el incestuoso Eolo tienen verdaderas ciudades. Sólo los feacios —con sus murallas, asamblea, puerto, mercado y un rey bueno— pueden ser vistos como un modelo, e incluso ellos son quizá un poco demasiado civilizados.

     Los feacios honran a sus padres y esperan la prosperidad de sus hijos. Los reyes Menelao y Néstor en el continente, visitados por Telémaco, también proporcionan modelos positivos. Ambos son cordiales con sus huéspedes y honran a Telémaco como obviamente de la misma sangre y espíritu que su viejo camarada de armas Odiseo. Néstor en particular es presentado como un modelo de sabiduría, que piadosamente honra tanto a los dioses como a su familia al mismo tiempo.

     El ideal homérico de la monarquía es de solidaridad familiar, moderación, confianza, piedad, fuerza, y deberes recíprocos entre el rey y el pueblo, para beneficio de todos. La jerarquía y la comunidad son fundamentalmente necesarias en el mundo de Homero. Los seguidores requieren un liderazgo y, en efecto, la servidumbre en cierto modo les hace perder su buen juicio. Argos, el perro de Odiseo, tras ver a su amo retornar por primera vez, es afectado por la alegría y prontamente muere.


     El porquero Eumeo, antes de que muera Argos, dice: "Es el perro del héroe que murió lejos de nosotros... le abruman los males, ha muerto su dueño muy lejos de la patria, y las negligentes mozas ya no se lo cuidan. Porque los servidores, en cuanto no mandan los amos, ya no quieren hacer los trabajos que son de justicia; la mitad del valor que los hombres alcanzan la quita Zeus el largovidente el día en que caen como esclavos" (XVII, 312-323). La lealtad es supremamente valorada, como cuando Telémaco le dice al anciano porquero que estaba indeciso: "Muy pronto verás que no obras bien haciendo caso a los otros" (XXI, 369-370).


     El ideal político de la Odisea es una monarquía firme y paternal. Los hombres de Odiseo son destruídos por su avaricia, carencia de confianza e impiedad. El rey bueno, por contraste es, como Odiseo, piadoso, despiadado, astuto y autodisciplinado. Como dice el rey Alcínoo: "No encierra mi pecho un corazón de tal índole que se vea tentado a irritarse sin motivo, y lo mejor es siempre lo más justo" (VII, 309-310). La sociabilidad y la piedad son equiparadas. El gobierno justo es inspirado por lo divino, como queda evidenciado cuando Odiseo encuentra al mítico rey cretense Minos en el Hades:

     "Y vi al hijo de Zeus, al magnífico Minos, sentado, empuñando su cetro de oro, imponiendo justicia a los muertos que al rey rodeaban, de pie o bien sentados, exponiendo sus causas en el Hades de puertas anchas"(XI, 568-571).

     La moderación y la piedad de Odiseo no excluyen, sin embargo, la crueldad más horrorosa, siempre que sea necesaria. Cuando su segundo al mando Euríloco demuestra ser no fiable y desafía su autoridad, Odiseo recuerda: "Pensé si sería mejor sacar la larga y aguda espada que sobre mi muslo pendía y de un tajo hacer rodar su cabeza por el suelo, a pesar de ser cercano pariente mío" (X, 438-441). La venganza de Odiseo sobre los pretendientes y sus colaboradores es brutal, un necesario hecho oscuro para restaurar su honor y autoridad.

     Reflexionando sobre la inseguridad básica de los hombres, Odiseo desea que los hombres sean temerosos de los dioses, hospitalarios y respetuosos de las leyes. Mientras estaba disfrazado como un mendigo, él dice:

     "De todas las cosas que respiran y se mueven en la tierra, ella no ha criado animal más frágil que el hombre. Mientras los dioses le conceden prosperidad, mientras sus miembros son ágiles, él piensa que no sufrirá ninguna desgracia en tiempos por venir; pero cuando en cambio los dioses dichosos le envían la desgracia, quiéralo o no, la soporta con un corazón resignado. Porque tal es la suerte del hombre terrestre, que se muda según el día que el Padre de los dioses y de los hombres nos manda. También yo entre los hombres debía de ser muy dichoso, pero cometí muchas maldades: abusé del poder y la fuerza y fié en que mi padre y hermanos podían valerme. Por lo tanto, ninguno jamás sea injusto; más bien que disfrute tranquilo de cuanto le otorguen los dioses"(XVIII, 130-142).

     Bajo un rey piadoso y justo, el pueblo florece. Odiseo dice que la fama de Penélope es

     "como la de un rey virtuoso que teme a los dioses y que gobierna un esforzado y bien poblado reino. Él sostiene la justicia, y bajo él la oscura tierra produce trigo y cebada, los árboles están sobrecargados con frutas, las ovejas nunca dejan de reproducirse y el mar abunda de peces, y debido a su justo gobierno su pueblo prospera" (XIX, 109-114).

     Ese orden de ley y generosidad finalmente beneficia al pueblo; sin embargo sólo puede ser construído cuando el héroe abraza el parentesco y la violencia. La Odisea reafirma el mensaje trágico de la Ilíada: aquel buen orden y la comunidad sólo pueden ser garantizados por la disposición a luchar y a morir por la familia y la patria. Tras oír sobre la guerra de Troya, Odiseo lloró:

     "Y como cuando una mujer llora con sus brazos alrededor de su marido, que cayó defendiendo a su país y sus compatriotas, esforzándose por mantener el día despiadado lejos de su ciudad y sus hijos, pero ahora ha caído y está muriendo, y se le echa encima y profiere agudos gritos... lastimoso era el llanto al brotar de los ojos de Odiseo"(VIII, 523-531)


Conclusión: Odiseo, un Duradero Héroe Europeo

     La Odisea de Homero no presenta un ideal etno-político completo, y en realidad, quizá tal ideal está incluso menos presente que en la Ilíada. Los contrastes se dan entre civilización y salvajismo, entre parientes y forasteros, más bien que ser presentada una idea etnocéntrica como tal. Además, el trabajo es más personal que político. El ideal y la práctica de la polis griega, si bien insinuados, permanecen para ser desarrollados, como más tarde serían relatados en las obras de Heródoto y Aristóteles.

     La Odisea, sin embargo, es un relato que fundamentalmente trata sobre parentesco e identidad, sobre política y comportamiento personal que refleja un ethos familiar, aristocrático y patriarcal. Telémaco sale al mundo e intenta convertirse en un hombre para cumplir con su linaje. Muchos con quienes se encuentra comentan sobre el parecido entre padre e hijo. La felicidad es equiparada con descendientes prósperos. Y Odiseo afronta frecuentes peligros y tentaciones para abandonar su búsqueda, pero nunca se rinde, a causa de que su patria y su familia valen más que cualquier otra cosa. La identidad es el destino.

     Odiseo encarna la naturaleza característica (ethos) y las cualidades de los griegos poco pretenciosos, competitivos y emprendedores de la edad de exploración y colonización. Este combatido rey de un reino modesto es también un pirata, un explorador, un carpintero, un arquero, e incluso un agricultor. Odiseo proporciona un modelo de conducta personal y de monarquía, caracterizado por la determinación, el pragmatismo, la astucia y la crueldad. G. S. Kirk escribe que Odiseo no es sólo un buen luchador y "un hombre de muchas astucias", sino que él

    "es también sufrido, paciente, sabio, humanitario, resignado, filosófico, racional, práctico, brutal cuando las circunstancias lo exigen, jactancioso a veces... Él es un sobreviviente que lucha por volver a casa para asumir de nuevo la vida donde debería ser asumida después de la guerra: entre la propia gente, rodeado por las posesiones por las que uno ha luchado, y confortado por la esposa que es el compañero y por la que uno ha luchado para ganar. Al menos eso es en lo cual creían los griegos de la tradición heroica.

    "Para conseguir todo aquello, Odiseo tiene que aferrarse firmemente al pasado, a lo que había sucedido en Troya, a lo que él sabe que él es. Con Calipso [la diosa que le prometió una vida eterna con ella apartado de su gente], eso significa sobre todo recordar que él es mortal, un ser social, no destinado al amor solitario con una criatura de otra clase" [3].

[3] G. S. Kirk, Introducción a La Odisea (trad. de Walter Shewring), Oxford University Press, 1980, p. XIX.


     El mundo de Odiseo está fragmentado por conflictos entre familias y forasteros, desde cíclopes y eolios, quienes no tienen ninguna sociedad más allá de la familia, hasta los clanes en guerra de Ítaca. La decadencia de la Ítaca huérfana de padre muestra que un orden social justo sólo puede ser restaurado por medio de la crueldad del padre en alianza con su familia. La buena sociedad es mantenida unida por poderosos sentimientos familiares y religiosos, incluyendo el bravo orgullo por el linaje propio y la reverencia a los dioses. Uno puede interpretar la agitación de la guerra de Troya y el viaje de Odiseo como metáforas del violento pasado primordial de los griegos y su ascenso a la civilización. La ira de Aquiles cede el paso a un ideal de monarquía: el de un rey temeroso de los dioses, poderoso y moderado, que gobierna a su floreciente pueblo como lo haría un padre.

     La Odisea ha resonado entre los europeos a través de todas las épocas. El sofista Alcidamas llamó al segundo poema de Homero "un hermoso espejo de la vida humana"(citado en Aristóteles, Retórica, 3.3). Cualquiera que se haya sentido desterrado, física o psicológicamente, de sus parientes y de su patria no puede sino identificarse con el héroe errante de Homero. Tanto los niños como los adultos todavía pueden aprender regocijadamente de este cuento antiguo.

     Una de las escenas más famosas y evocadoras en el poema ocurre cuando Odiseo debe navegar por delante de las sirenas, cuyo seductor canto promete el conocimiento del mundo entero:

     "Nunca nadie pasó por aquí con su negro navío sin que de nuestras bocas oyera las voces suaves, y después de recrearse con ellas, se iba sabiendo más que antes. No ignoramos los males que en la vasta Troya sufrieron argivos y teucros por voluntad de los dioses, y sabemos también todo cuanto ocurre en la tierra fecunda" (XII, 186-191).

     ¿No son los hombres occidentales —tan valientes, tan inquietos, tan curiosos, tan ansiosos de superar su propia limitada naturaleza y de abrazar el todo— los más tentados por tal promesa? Las sirenas por supuesto son mentirosas: cualquier hombre que las escucha sólo será hechizado, para olvidarse de sí mismo, y se ahogará cuando su barco se estrelle sobre las rocas. Sin embargo, Odiseo no puede resistirse a escuchar: mientras él hace que sus hombres bloqueen sus propios oídos con cera, ordena que ellos lo aten al mástil, para que pueda oír el canto de las sirenas. ¿Es todo esto quizá una metáfora para la recurrente tentación del hombre occidental de olvidarse a sí mismo, incluyendo las necesarias limitaciones y los fundamentos de su naturaleza, en la búsqueda de conocimiento prohibido y ambiciones sobrehumanas? Reconociendo el valor de tal tendencia, la lección de laOdiseaes clara: la cosa más valiosa que usted tiene en este mundo es su honor y su gente.–





El Mito del Homosexualismo en la Grecia Antigua

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     Desde el sitio eurocanadian.cahemos traducido el siguiente texto de Abril de 2018 que realiza diversos comentarios, a partir de un libro de 2004 de Adonis Georgiades, con respecto a la consideración que tenía la práctica del homosexualismo en la Grecia antigua, y algunos contrapuntos con la visión de ello que hoy y desde hace un tiempo es difundida por oscuros intereses. La visión propuesta aquí es bastante diferente del enfoque freudiano, y si se lee con atención a Platón y las leyes antiguas involucradas, se verá que el concepto era muy otro.



El MITO del HOMOSEXUALISMO
en la ANTIGUA GRECIA
por Archie Munro
25 de Abril de 2018




     La creencia de que la sociedad griega antigua mantuvo una actitud indulgente hacia el homosexualismo —particularmente la pederastia— es extensamente sostenida, tanto dentro como fuera de círculos nacionalistas Blancos. Greg Johnson, por ejemplo, dice:

    "La pederastia homosexual, que todavía sigue siendo un tabú en nuestra cultura, fue ampliamente practicada por los pueblos arios antiguos del mundo del Mediterráneo. Los persas, los griegos y los romanos todos la practicaron, incluyendo algunos de los hombres más varoniles en la Historia y la leyenda, como Aquiles y Alejandro Magno.
    "No hay ninguna duda de que el comportamiento homosexual no fue sólo tolerado por pueblos arios antiguos, sino que era considerado normal, y en algunos casos incluso ideal. Era atribuído a los dioses (Zeus y Ganímides) y alabado por poetas, filósofos e historiadores. Es difícil mantener odiosas actitudes judías hacia el homosexualismo si uno realmente entiende y aprecia la grandeza de la civilización pagana clásica... Los golpeadores de homosexuales están bajo la garra de la Judería sin siquiera saberlo" [1].

[1] https://www.counter-currents.com/2010/10/homosexuality-and-white-nationalism/

     Adonis Georgiades discrepa. Él es el actual vicepresidente del partido Nueva Democracia, de Grecia, y un hombre de convicciones socialmente conservadoras pero económicamente liberales. Su libro de 2004"Homosexuality in Ancient Greece: The Myth is Collapsing" [2] es una polémicarevisión de evidencias. Para Georgiades, la evidencia demuestra que el homosexualismo no era considerado aceptable, y mucho menos "ideal", en la antigua Grecia. Las fuentes que él examina incluyen, pero no se limitan a, las siguientes:

    • la mitología griega;
    • obras de poetas cómicos atenienses, como Aristófanes;
    • ilustraciones de vasijas;
    • las leyes de Atenas y Esparta, de acuerdo a las descripciones de varios autores de la Antigüedad, incluyendo a Plutarco, de las costumbres sexuales espartanas;
    • el fallido pleito legal de Timarco y Demóstenes en Atenas en 346-345 a.C. contra Esquines;
    • el contra-caso exitosamente concluído por Esquines contra Timarco.

[2] Disponible en PDF en https://archive.org/details/AdonisGeorgiadesHomosexualityInAncientGreeceTheMythIsCollapsing

     De forma crucial, Georgiades también considera la traducción de dos pares de palabras griegas antiguas. El primero, examinado principalmente en las obras de Platón y Jenofonte, es erastés-erómenos. Este par es (aceptado) convencionalmente, pero, según Georgiades, muy engañosamente traducido como "amante" y "amado". El segundo es la distinción entre los términos pornos ("prostituto")y hetairos("acompañante masculino"). Como muestra el libro, esta segunda distinción es particularmente relevante para el pleito entre Esquines y Timarco mencionado anteriormente. El caso exitosamente llevado  a cabo contra Timarco indica que —en Atenas al menos— incluso la conducta homosexual no pagada era suficiente para exponer al practicante al riesgo de perder sus derechos civiles.

     Mi impresión general, como un no-especialista, es que las conclusiones de Georgiades son sensatas, originales y dignas de un número de lectores más amplio. Quizás la mayor debilidad del libro es la mala calidad de la traducción y de la corrección de pruebas. El propósito que tengo en mente aquí, sin embargo, no es examinar el libro exhaustivamente, sino que resumiré sus argumentos más importantes y luego trataré de iluminar su tema más interesante, aunque no completamente explícito: Las relaciones "pederásticas" en la antigua Grecia, lejos de estar motivadas por las tendencias sexuales de hombres viejos hacia jóvenes, eran un aspecto de lo que Kevin MacDonald podría llamar la estrategia evolutiva grupal de la polis griega. Los hombres de la Grecia antigua no vivían en una neblina freudiana; ellos estaban preocupados de identificar la realidad trascendente y de suscitarla en su comunidad, por el bien común. Explicaré luego qué quiero decir con esto. Primero, sin embargo, diré algo sobre mis propias motivaciones al escribir este artículo.

     La posición convencional sobre el homosexualismo griego tiene dos partes principales, que sostienen que:

    1. El comportamiento homosexual era más aceptable y (por lo tanto) más frecuente en la Grecia antigua que en el Occidente cristiano; y
    2. la pederastia en particular era comúnmente practicada, al menos por las élites griegas.

     No me molestaré en fingir que enfrento esos argumentos con una mente abierta. De hecho, los encuentro a la vez inquietantes y lógicamente inverosímiles. Ellos son inquietantes principalmente porque ellos son implícitamente freudianos. La suposición subyacente parece ser que la sociedad griega no reprimía las tendencias "naturales" a la "perversidad polimorfa" [3]. Esto significa que, por ejemplo, las relaciones sexuales entre hombres viejos y jóvenes eran consideradas normales. Según esta opinión, la relación entre erastés y erómenos era una especie de búsqueda pederástica institucionalizada —en esencia, simplemente una expresión de los bajos impulsos sexuales de hombres individuales. La verdad, sin embargo, es que la antigua polisera una entidad colectivista [4] que produjo, por su tamaño, una mayor parte de hombres completos que cualquier otro tipo de Estado en la Historia.

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Disposici%C3%B3n_perversa_polimorfa
[4] http://www.theoccidentalobserver.net/2017/02/08/the-wisdom-of-the-ancients-part-1-greek-city-states-as-ethnostates/

     Hay otro aspecto inquietante en esa teoría. Es un lugar común sostener que la Grecia antigua fue la "cuna de la civilización occidental". Pero las afirmaciones constantemente repetidas de que las costumbres sexuales de Grecia eran cualitativamente diferentes de las del Occidente tradicional están diseñadas para negar nuestra percepción de la continuidad fundamental con esa herencia. Pienso que hay en ello, también, una insinuación de que la ausencia de restricciones sexuales en la sociedad griega impidió el desarrollo de neurosis sexuales en individuos talentosos y de ese modo permitió que ellos realizaran su propia grandeza. En el familiar estilo freudiano, la teoría hace patológico al Occidente cristiano tradicional. Incluso a riesgo de ser acusado de cometer la "falacia moralizadora" [5], yo diría que hay muy buenas razones para recelar de las afirmaciones de que la expresión libre del homosexualismo era aprobada en la antigua Grecia.

[5] https://en.wikipedia.org/wiki/Moralistic_fallacy

     Esto me lleva a la inviabilidad de la teoríaa primera vista. Su corolario es que se supone que nosotros hemos de aceptar que todos (o la mayoría de) los hombres de todas las edades se involucrararían en la pederastia si ella no estuviera sujeta a la represión social. Se nos pide creer que muchos de los más grandes hombres de la Grecia antigua —reales o míticos y de todas las áreas— eran pederastas u homosexuales de alguna u otra clase. Entre tales hombres, supuestamente, estarían Solón, Sócrates, Sófocles, Alejandro Magno, Esquilo, Alcibíades, Aquiles, el Batallón Sagrado de Tebas (que puede no haber luchado siquiera en las decisivas batallas de Leuctra y Queronea) y la élite de la caballería (hippeis) espartana. Se dice que muchos de los dioses Olímpicos han sido similarmente caracterizados.

     Quizás hay alguna correlación demostrable entre comportamiento homosexual y grandeza; de ser así, no tengo noticia de ello. Pero el hecho es que incluso en el Occidente contemporáneo y post-cristiano, en el cual la moralidad tradicional está en todas partes bajo asalto y la "perversidad polimorfa" al borde de la aprobación institucional al por mayor, el homosexualismo sigue siendo poco común. ¿Es creíble entonces la aseveración del homosexualismo completo en la Grecia antigua, sólo sobre la base de números? Estoy inclinado a pensar que no.

     Soy igualmente escéptico de la teoría de que la condena del homosexualismo en Occidente es solamente un artefacto judío que llegó a nosotros con el cristianismo. La explicación más simple, me parece, es que el perro meneó la cola más bien que lo contrario: la aversión cristiana al homosexualismo era fundamentalmente un reflejo del hecho de que la sociedad occidental tradicional lo consideraba como indeseable. En resumen, no puedo ver cómo la verdad del asunto puede ser percibida desde dentro de un marco tácitamente freudiano o anti-cristiano.

     Al evaluar la aceptabilidad social, o de otro tipo, del homosexualismo, es por supuesto importante discriminar entre las respectivas actitudes de la ley, las clases inferiores, las clases altas y la intelectualidad. Es concebible, por ejemplo, que la ley pueda haber castigado dicha práctica incluso cuando artistas y filósofos —especialmente aspirantes a constructores de Estado como Platón— la idealizaban. Georgiades, pienso, tiene éxito en demostrar que el homosexualismo era universalmente considerado inaceptable: castigado con la ley y deplorado por todas las clases sociales, incluso por filósofos como Platón. Hay cuatro líneas principales de ataque en su libro.

     1) En primer lugar, hay capítulos relativamente breves sobre el homosexualismo en los mitos griegos y en el tratamiento del asunto por parte de los poetas cómicos de Atenas. Ambos capítulos pueden ser tratados muy brevemente.

     Homero fue el primero en poner por escrito dos mitos que se han hecho vitales para la narrativa del homosexualismo griego: el de Aquiles y Patroclo, y el de Zeus y Ganímides. El propio Homero nunca caracteriza la relación entre uno u otro par como de algún modo homosexual (y a pesar de eso, Wikipedianos informa que "el mito era un modelo para la costumbre social griega de la pederastia, la relación romántica socialmente aceptable entre un varón adulto y un varón adolescente").

     Jenofonte en su obra Symposium del siglo IV a.C. pone a Sócrates concordando con Homero. Él discute en los siguientes términos acerca de la relación entre Zeus y Ganímides:

    «Zeus deja a las mujeres de las que él se enamoró que permanezcan como mortales, si él las amó por su belleza física; pero él hizo inmortal a quienesquiera que hubo amado por la belleza de sus almas. Entre ellos están Heracles, los Dióscuros [Cástor y Pólux], y otros. También afirmo que Ganímides fue llevado por Zeus al Olimpo por la belleza de su alma, no de su cuerpo. Su mismo nombre confirma lo que digo, como es declarado en un pasaje de Homero: "Uno toma placer en escucharlo". Hay también otro pasaje de Homero que dice "uno que tenía sabios pensamientos". De este modo, si Ganímides ha recibido su nombre a partir de esos dos calificativos, él ha sido honrado entre los dioses no por su agradable cuerpo sino por su sabiduría»(Jenofonte, Banquete, VIII, 29-30).


    Hablaremos luego de la distinción filosófica entre el amor "celestial" y el amor "vulgar".

     Los poetas cómicos atenienses tenían una actitud irreverentemente hostil hacia el homosexualismo. Aristófanes, por ejemplo, usa epítetos tales comokatapigon ("dado a la lujuria antinatural") y euriproktos ("de amplio culo"). Más aún, Georgiades dice:«Aristófanes, dispuesto a expresar su aversión hacia ese acto, nunca usa las palabras erastés-erómenos, "amante-amado"».Éste es otro par de palabras, muy significativo, a que luego nos refriremos.

     El argumento de la famosa obra Lisístrata (de Aristófanes) es también instructivo. Según Georgiades:

    "En esta obra las mujeres atenienses deciden no tener sexo con sus maridos, a fin de obligarlos a detener la guerra con Esparta. Si el homosexualismo era tan extensamente practicado, esa decisión no hubiera significado nada para los hombres, ya que ellos podrían acudir unos a otros para satisfacer sus deseos. Pero eso no es lo que sucede. Al contrario, los hombres ceden bastante rápidamente, porque ellos no pueden soportar esa abstinencia obligatoria".

     Georgiades sostiene que Aristófanes escribía para un auditorio de clase baja, y por lo tanto avivaba los prejuicios de aquélla contra el homosexualismo, mientras que la clase alta no tenía tales prejuicios. Los patrocinadores del teatro Clásico pertenecían, después de todo, a la aristocracia ateniense. Si los jefes de lapolis eran realmente idealizadores de la conducta homosexual, ¿por qué habría sido tan insultante Aristófanes hacia ella?

     2) Después, el libro reexamina la evidencia de las ilustraciones que se hallan en vasijas o cráteras, la fuente más a menudo citada para apoyar la noción del generalizado homosexualismo socialmente permitido en la Grecia antigua. Georgiades declara que permanecen aproximadamente 80.000 piezas completas de artículos áticos, aproximadamente el 1% del total producido durante las épocas Arcaica y Clásica. En el estudio moderno más influyente sobre el asunto, "Greek Homosexuality", de Kenneth Dover [6], 600 de esas vasijas son citadas como conteniendo temas "homo-eróticos". Pero, dice Georgiades, sólo aproximadamente 30 de las 600 vasijas representan escenas homosexuales; el resto "son totalmente irrelevantes, mostrando héroes, batallas o temas mitológicos, o representan escenas heterosexuales".

[6] https://tajakramberger.files.wordpress.com/2013/11/k-_j-_dover_greek_homosexuality_updated_and_witbookfi-org.pdf

     Además, la penetración anal implicando a hombres o muchachos nunca es mostrada:"Sólo los sátiros participan en escenas [que involucran penetración anal], y los sátiros eran conocidos por ser pervertidos, y fueron representados como tales".

     Georgiades afirma además que el resto de las 30 escenas homosexuales —actos pederásticos, involucrando a un hombre mayor y a un hombre o muchacho más joven— muestran o caricias sexuales o la cópula entre los muslos. Esta última, cree Georgiades, no era practicada en la vida real, sino que, en cambio, era una especie de sustituto artístico para el sexo anal homosexual y tenía que ser usado en una cultura en la cual un pintor de vasijas podía insinuar el acto, pero nunca representarlo abiertamente, probablemente debido a la repulsión del gran público. Si dicha práctica podía ser aceptada sin reservas, esta perspicaz hipótesis debilitaría aún más el caso de la normalidad del homosexualismo en la Grecia antigua. Sin embargo, éste es el único aspecto de la crítica de Georgiades que, a mi parecer, es algo dudosa.


     Hay algunos ejemplos de ilustraciones que no son auténticas sino ejecuciones modernas, como las imitaciones producidas masivamente para tiendas para turistas en Grecia, lo que hace que uno se reserve el juicio. Incluso con tales vacilaciones debidamente concedidas, es apenas necesario indicar que las representaciones de prácticas homosexuales humanas en vasijas no necesariamente son pruebas de su aceptabilidad social.

     Aunque yo no pueda aceptar inequívocamente su argumento de que sólo los sátiros están implicados en escenas homosexuales, si las afirmaciones de Georgiades en cuanto a las figuras son exactas, Kenneth Dover y otros proveedores de la "teoría de la vasija homosexual" todavía se han involucrado en un juego de manos: 30 de los 600 vasos citados equivalen a un mero 5% del total. Quizás para ajustar el déficit, Dover usa su imaginación. Georgiades cita varios ejemplos. Aparentemente, en una escena que muestra a un guerrero,

    "...una lanza, llevada de modo que su punta señala hacia abajo, prolonga la línea del pene de un joven, y su espada y su vaina simbolizan el glande y el prepucio retraído".

     Una vez que tales inventivas interpretaciones son descartadas, la muy publicitada "teoría de la vasija homosexual" parece, por decirlo de manera benigna, un poco débil.

     3) En tercer lugar, Georgiades cita descripciones de las costumbres sexuales de Esparta y Atenas, como vislumbradas en las referencias de sus leyes. El cuadro es de una Esparta que castigaba fuertemente la pederastia. Según Respublica Lacedaemoniorumde Jenofonte, esto se dice de Licurgo, el (semi-) mítico legislador espartano:

     "...hay también quienes prohíben en absoluto a los enamorados hablar con los niños. Mas Licurgo disintió por completo de todos estos pareceres, y si alguno, siendo él mismo como se debe ser, prendado del espíritu de un muchacho, intentaba hacer de él un amigo sin tacha y vivir en su compañía, aprobábalo Licurgo y juzgaba ese modo de educación el más conveniente. Pero, en cambio, tuvo por suma torpeza el denotar apetencia de la belleza de un joven, y así ordenó que en Lacedemonia los enamorados se abstuvieran de tratar con los niños, del mismo modo que se abstienen los padres de los hijos o los hermanos entre sí en los placeres amorosos" (La República de los Lacedemonios, II, 13).

     La moralidad de los espartanos (aquí, "lacedemonios"), como está descrita en el Symposium de Jenofonte, también está firmemente contra la pederastia. En este pasaje Sócrates la compara con la anaideia (desvergüenza, impudicia).

    «Los hombres lacedemonios, en cambio, que opinan que si alguien sólo pone su mano sobre el cuerpo para un propósito lujurioso perderá por lo tanto derecho a reclamar lo que es hermoso y noble, se las ingenian para moldear y formar, en el espíritu de su credo, a sus "amados" a tal grado de virtud, que... su conciencia hará imposible que deserten de sus amigos presentes. El auto-respeto los obliga: porque la diosa que los hombres de Lacedemonia adoran no es la Desvergüenza sino la Reverencia» (Jenofonte, Banquete, VIII, 35).

     Plutarco habla de la severidad de los castigos espartanos por pederastia:

    "El objetivo era amar el yo moral e intelectual de muchachos serios y, cuando un hombre era acusado de acercarse a ellos con lujuria, él era privado de sus derechos cívicos de por vida".

     Hay que hacer notar que, normalmente, Plutarco es usado muchísimo como fuente (en su tratado Amatorius) por escritores a favor del homosexualismo. Varias otras cosas valen la pena mencionar sobre este pasaje.

     Primero, la distinción que se hace entre amor "celestial" y amor "vulgar", o sexual. Tanto Jenofonte como Plutarco atribuyen esa distinción al pensamiento de los incluso relativamente no filosóficos espartanos. Ha sido bien resumido [el amor "celestial"] por la frase "amor platónico", pero, como veremos, tiene un linaje en el pensamiento griego antiguo que precede en mucho tiempo a Platón. Segundo, el uso de la frase "muchachos serios", que implica disposición al estudio, determinación para las tareas y seriedad, todas cualidades indispensables de los participantes principales en la vida política de la polis griega. Tercero, que la pena especificada para la pederastia era la pérdida completa del derecho de un individuo a participar en la política espartana.

     La ley ateniense, por su parte, ordenaba una fuerte multa o la muerte para los pederastas que frecuentaban las escuelas o hacían sugerencias lascivas a muchachos:

    «Si alguien insulta [en este caso, dice Georgiades, "insulto" tiene el sentido de "ser lujurioso con alguien"] a un niño, a una mujer o a un hombre, libre o esclavo, debería ser denunciado por cualquier ateniense a los seis arcontes menores y ellos deberían llevar el caso ante el tribunal dentro de treinta días, si no hay otros asuntos públicos urgentes, y si los hay, siempre que sea posible. Y, cuando él es encontrado culpable, debe ser inmediatamente condenado a pagar una multa o ser ejecutado».

     Además, el caso de Timarco muestra que los atenienses castigaban las relaciones homosexuales de toda clase, incluso entre varones adultos, con gran severidad.

     En 346 a.C., cuando la guerra entre Atenas y Macedonia era inminente, Esquines fue acusado por Demóstenes, por medio de Timarco, de haber aceptado sobornos de Filipo II de Macedonia durante su servicio como el embajador ante el reino griego del Norte. Esquines respondió planteando una contrademanda contra Timarco [7], donde alegaba que éste se había involucrado en conductas homosexuales. La intención de Esquines era demostrar que Timarco, por esa razón, no estaba capacitado para presentar un pleito contra él en un tribunal ateniense. La contrademanda fue exitosa: Timarco fue efectivamente privado del derecho a voto. ¿Pero de qué clase de actos homosexuales fue acusado Timarco?

[7] https://sourcebooks.fordham.edu/pwh/aeschines.asp

     La explicación habitual [8] es que se dijo que Timarco se había prostituído a sí mismo y que ésa era la razón de que él fuera excluído de la participación en la vida política. La visión de Georgiades es distinta. Él muestra que el discurso de Esquines, que cita extensamente las leyes de Atenas, usa la palabra hetairos ("compañero masculino"), no pornos("prostituto"), en referencia a Timarco. Uno de los sentidos de hetairoses, por lo visto, un acompañante homosexual no pagado (aunque, en el caso de Timarco, un "mantenido").

[8] https://en.wikipedia.org/wiki/Against_Timarchus

     Además, Georgiades sostiene que la exclusión cívica era una de las sentencias posibles —la otra era una fuerte multa— para aquellos acusados de ser un pornos o un hetairos, en el sentido relevante de la palabra. Este argumento es nuevamente apoyado por extractos del discurso de Esquines.

     Según Georgiades, el caso contra Timarco demuestra que no sólo los prostitutos sino también tanto el hetairos"pasivo" como el "activo" estaban sujetos a la pena de la exclusión cívica. En este caso el hetairos"activo", Misgolas, quien admitió haber "mantenido" al "pasivo" Timarco, prefirió pagar una multa de 1.000 dracmas antes que enfrentar al tribunal.

     El discurso de Esquines fue concebido para apelar a los sentimientos de un jurado ateniense, que estaba formado por miembros sacados de todas las clases sociales. Es más que probable que Esquines esperara que al citar él la legislación anti-homosexual encontraría aprobación entre todos los atenienses, independientemente de su clase social. Eso, junto con las actitudes expresadas en las obras de Aristófanes y la escasez de evidencia en pinturas de vasos, sugiere que no hay buenas razones para creer que el gobierno ateniense o su élite estaban más a favor del homosexualismo que el pueblo común.

     Suficiente, entonces, para el status legal del comportamiento homosexual en Esparta y Atenas.

     4) Finalmente, hay un capítulo crucial que habla del sentido verdadero de erastés y erómenos, generalmente traducido como "amante" y "amado". Mencioné antes la descripción de Georgiades de los muy duros castigos impartidos tanto en Atenas como en Esparta a hombres que depredaban a muchachos. Ya sólo tales leyes punitivas implican que aquellos atenienses, incluyendo a Platón y a Jenofonte, que usaban los términos erastés-erómenos (ninguna fuente primaria de Esparta ha sobrevivido), es muy poco probable que los hayan usado para denotar la pederastia en el sentido moderno de la palabra.

     En esencia, el argumento de Georgiades es que, para los griegos antiguos, el par de palabras erastés-erómenos (así como la palabra paiderastia) no denotaba relaciones homosexuales. En vez de eso, el erastés era el mentor, el erómenos su protegido, y paiderastia la relación no sexual entre ellos.

     El apuntalamiento filosófico de las relaciones entre hombres más viejos y más jóvenes estaba en la distinción entre dos impulsos dados a los hombres por Afrodita: el amor "celestial" y el amor "vulgar", que mencioné antes. Los dioses griegos son conocidos por sus múltiples atributos, y se esperaba que el amor de un hombre más viejo por un ciudadano más joven de su ciudad fuera inspirado únicamente por la Afrodita "celestial" [Afrodita Urania], no por la "vulgar" [Afrodita Pandemo].

     Aquellos que intentan representar el Symposio [El Banquete] de Platón como la alabanza de la pederastia sexual están por lo tanto, según Georgiades, equivocados. Del amor "vulgar" y el "celestial", Platón de hecho dice:

     "...el amor de la Afrodita vulgar es, como su nombre significa, ordinario, y actúa según lo que se le presente. Y aquél es el que toma el control de la gente vulgar. Esa gente... se preocupa sólo por el acto sexual mismo y no se preocupa de si es moral o no. (...) Pero el amor de la Afrodita celestial es aquel donde las mujeres no participan, sino sólo los hombres. Ésta es la pederastia [el amor a los mancebos]. Y es la clase de amor más antigua y más casta. De este modo, aquellos que están animados por esta forma de amor, acuden a los varones, porque ellos aman lo más vigoroso y más inteligente" (El Banquete, 181).

     Georgiades sostiene que este pasaje puede ser tomado como una clara declaración contra la pederastia sexual. La relación "pederástica"—es decir, entre erastés y erómenos, o amante y amado— debía ser educacional, no sexual. Platón nuevamente:

     "...cuando uno de éstos se siente desde joven fecundo en el alma, siendo de naturaleza divina, y, llegada la edad, desea ya procrear y engendrar, entonces busca también él, creo yo, en su entorno la belleza en la que pueda engendrar, pues en lo feo nunca engendrará. Así, pues, en razón de su fecundidad, se apega a los cuerpos bellos más que a los feos, y si se encuentra con un alma bella, noble y bien dotada por naturaleza, entonces muestra un gran interés por el conjunto; ante esa persona habla sin dificultad acerca de la virtud, sobre cómo debe ser el hombre bueno y qué actividades le convienen, e intenta educarlo" (Banquete, 209b).


    En suma, cuerpos hermosos, y almas (y mentes) hermosas. Los filósofos de los mayores siglos de la Grecia antigua, como Pitágoras, Parménides, Sócrates y el propio Platón, distinguen entre la perfección de una realidad celestial inmutable, por una parte, y el mundo material transitorio e irreal, por otra. Es de los presocráticos que Platón saca su famosa"Alegoría de la Caverna" [9]. Involucrarse en el amor "celestial" del alma y del intelecto es, en cierto modo, conocer la realidad. Practicar el amor "vulgar" del cuerpo es ser obligado por el mundo bajo e ilusorio de la materia. Georgiades muestra que la actitud de Platón hacia el homosexualismo no era fundamentalmente diferente de la perspectiva compartida por todas las clases sociales y por la ley en la antigua Atenas. Para él, y para ellos, el homosexualismo era vil.

[9] https://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa_de_la_caverna

* * * *

     Los griegos en general identificaban la belleza física, la moralidad y la capacidad intelectual muy estrechamente unas con otras. La belleza física llevaba con ella la sugerencia de que su dueño estaba más cercano al cielo —como Ganímides, el mejor material humano de cada modo— que otros menos dotados. Podría argumentarse que es fácil ser engañado por las palabras de Platón de "cuerpos hermosos", y quizás sobre esta base la persona generosa daría a las motivaciones de los eruditos pro-homosexualismo el beneficio de la duda. Pero Georgiades no tiene ninguna duda para concluír que la "pederastia" de la polis griega era bio-política, no sexual. Él no usa esa palabra, pero su resumen equivale casi a lo mismo. La relación "pederástica" era

     «...una muy educativa. Su objetivo era iniciar a los adolescentes atenienses no en matemáticas o música sino en los secretos de la vida social, en el modo en que el sistema de gobierno funcionaba, en los buenos modales, los valores morales, la virtud y, también, los peligros de la vida. Un ateniense mayor asumía ese papel con respecto a un adolescente, entre 12 y 18 años de edad, es decir, hasta que el muchacho fuera lo bastante crecido ("hasta que él comience a tener barba", dicen los textos) para no tener ninguna necesidad de tal dirección».

     Este pasaje recuerda la representación de Jenofonte y Plutarco del tratamiento correcto de los jóvenes espartanos "serios". En Esparta, como en Atenas, la relación erastés-erómenos estaba aparentemente destinada a preparar a dignos hombres jóvenes para su participación en la vida pública de la polis. Jenofonte, otra vez hablando de Esparta, dice en suRespublica Lacedaemoniorum:

    "Paréceme que debo hablar también del trato amoroso con los niños [paidikon eroton], ya que también esto, en cierto modo, concierne a la educación" (La República de los Lacedemonios, II, 12).

     Considerando la naturaleza altamente colectivista tanto de Esparta como de Atenas, me gustaría expandirme un poco sobre la teoría biopolítica de Georgiades. La práctica de la "pederastia", como una educación moral y política, estaba destinada a asegurar el futuro de la polis por medio de la tutela de los mejores hombres jóvenes (no de todos) —mejores física, intelectual y moralmente— de la comunidad. Esa selección meritocrática era conducida por ciudadanos de ciudadanos, dentro de su propia ciudad orgánicamente constituída. Los "amados" que eran seleccionados y enseñados por sus "amantes" estaban destinados a actuar, cuando ellos se hubieran hecho ciudadanos maduros de la polis, como ejemplos de la élite y ejecutores de su tradición política y moral.

     Central para la ideología de la polis era que ella comprendía a gente libre de una linaje común: una comunidad realmente nacional [10]. Como es bien sabido, las ciudades de Grecia estaban en un estado casi constante de competición, y frecuentemente de guerra absoluta, a lo largo de los períodos Arcaico y Clásico. Desde la ventajosa posición de la larga tradición filosófica representada por Pitágoras, Parménides, Sócrates y Platón, la "pederastia" era nada menos que una tentativa de poner a la polis en línea con el orden divino mediante la preparación para el liderazgo de su mejor material humano disponible.


     Desde la perspectiva de una Grecia en la cual la competición y la guerra entre Estados eran prácticamente la norma, la "pederastia" era una especie de estrategia evolutiva grupal para asegurar la comunidad nacional ante numerosos rivales hostiles. Cada visión es completamente compatible con la otra.

[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Meteco

     Visto a través de un lente implícitamente freudiano, la tutela del joven en la Grecia antigua era una mera tapadera para la satisfacción de los impulsos pederásticos endémicos de individuos, más bien que un proyecto colectivista para realizar el ideal de una comunidad nacional sana y supremamente competitiva. Georgiades ha hecho el importante trabajo de discernir un caso convincente de lo contrario.–




NOTA: Un estudio más completo y complementario de la misma materia, publicado en 2011 y firmado por Eduardo Velasco, que es importante si al lector le interesa, puede verse en





La Ecología Vista desde la Derecha

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     Hace dos semanas fue publicado en counter-currents.com el siguiente breve texto que hemos puesto en castellano, en el cual el autor, como sugiere el título, señala las diferencias que tiene con la tradicional y prevaleciente visión izquierdista de la ecología, recalcando lo distintos que son los contrapuestos fundamentos filosóficos de dos cosmovisiones, una materialista y de escaso vuelo, y otra enfocada en un orden trascendente. Hay que señalar que el concepto de Derecha de que hace uso el autor en estas reflexiones no se refiere a la plutocrática económica y oligárquica sino a lo que se contrapone a las permanentes fuerzas de la descomposición.


La Ecología Vista desde la Derecha
por William de Vere
29 de Noviembre de 2019



     Cualesquiera sean sus asociaciones contemporáneas, el hogar natural de la ecología política está en la Derecha, no la falsa Derecha asociada con el Partido Republicano de Estados Unidos, por supuesto, cuyo conservadurismo es poco más que un apego desesperado y autodestructivo a los principios liberales de la Ilustración, sino lo que Évola ha llamado la Verdadera Derecha: la lealtad eterna al orden, la jerarquía y la justicia, implicando una hostilidad implacable contra los principios anárquicos y desintegradores de la época moderna.

      Sin embargo, si bien un compromiso con la integridad ecológica ha sido durante mucho tiempo un pilar de la Derecha europea, en Estados Unidos aquello es típicamente considerado como un tema en la plataforma política progresista, parte de su ofrecimiento pre-embalado de fronteras abiertas, redistribución económica e individualismo amoral. La ausencia de cualquier amplio consenso derechista en cuestiones medioambientales en este país es parcialmente debido a que nuestro partido conservador predominante, una tensa coalición de fundamentalistas Protestantes y oligarcas neoliberales, se ha demostrado incapaz (o reacio) a realmente conservar la mayor parte de los vestigios de la sociedad tradicional. Eso incluye la pureza, la totalidad y la integridad de nuestra tierra nativa, que constituyen una parte significativa de la herencia nacional estadounidense. Articular un enfoque derechista con respecto a la ecología que a la vez exponga su subversión por parte de la Izquierda política permanece por lo tanto como una tarea necesaria, debido a sus connotaciones invariablemente progresistas en este país.

     Mi argumento para el lugar esencial de la ecología en cualquier programa de Restauración Estadounidense, así como mis ideas en cuanto a la forma que ello debería tomar, diferirá marcadamente de otros bien conocidos enfoques "conservadores". No tiene como premisa simplemente nuestro deber de conservar sabiamente los recursos naturales para el futuro uso humano, ni el poder revitalizador de la belleza natural y la recreación, ni tampoco un compromiso patriótico de conservar la herencia de nuestra tierra nativa. Éstos tienen su lugar, pero están subordinados al principio último de la ecología correctamente entendida: de que el mundo natural y sus leyes son una expresión primordial del orden cósmico y que en consecuencia merecen nuestro respeto. Recapturar la perspectiva metafísica y ética del mundo tradicional, y restaurar una sociedad de acuerdo con ello, exige por lo tanto una defensa del orden natural frente a aquellos que procuran subvertirlo.

     Para comenzar, es necesario distinguir entre las variantes derechistas e izquierdistas de la ecología política, que se diferencian tan enormemente en sus fundamentos metafísicos y ramificaciones políticas que constituyen dos enfoques totalmente separados con respecto a la preservación ecológica.

     La ecología izquierdista o progresista es esencialmente una consecuencia de los ideales de la Ilustración de libertad e igualitarismo, extendidos al mundo natural. La ecología progresista se presenta de dos formas. La más publicitada es la versión elitista, tecnocrática e internacionalista asociada con los Verdes europeos, el Partido Demócrata estadounidense e innumerables ONGs, agencias internacionales y celebridades a través del globo. Cuando es sincera (y no simplemente una toma del poder o una cruz en la cual clavar a patriarcas Blancos ecocidas), esa variante de la ecología progresista pone sus esperanzas en la energía limpia, los acuerdos internacionales, el desarrollo sostenible y la ayuda humanitaria como los medios necesarios para conducir una sociedad ecológicamente sana. Su tema simbólico es el calentamiento global, cuya culpa es adjudicada casi exclusivamente al mundo desarrollado y que puede ser derrotado mediante regulaciones que castigan a esas naciones por sus pecados históricos.

     La otra versión es más abiertamente radical en sus prescripciones políticas, y puede ser mejor entendida como el brazo ecológico de la Nueva Izquierda. Ella encuentra su ejército entre los adherentes de los frentes post-años '80 Earth First! y Earth and Animal Liberation, así como entre anarquistas verdes, anarco-primitivistas y eco-feministas; su táctica son las manifestaciones de masas, la desobediencia civil y actos menores de sabotaje que son a veces etiquetados como "eco-terrorismo".

     Los activistas que se suscriben a esas visiones tienden a rechazar totalmente la civilización y trabajan para combatir sus muchos males —jerarquía, racismo, patriarcado, superioridad humana frente a los animales, homosexofobia, transgenerofobia, clasismo, estatismo, fascismo, privilegio de los Blancos, capitalismo industrial, etcétera— a fin de terminar con la explotación y la opresión de toda la vida en la Tierra. "Liberación total" es su grito de guerra. Aunque formulados en base al primitivismo romántico y el Trascendentalismo de Nueva Inglaterra [1], los fundamentos filosóficos de la ecología izquierdista pueden ser remontados más directamente a la contracultura de los años '60, la teoría crítica de la raza, el feminismo, y los movimientos pacifistas y a favor de los derechos civiles.

[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Transcendentalism

     A pesar de su aparente compromiso con la preservación natural, ambas variantes de la ecología izquierdista en último término involucionan hacia una obsesión con la "justicia medioambiental" y un fácil humanitarismo, careciendo de las características de una cosmovisión ecológica de verdad holística e integral. Sin embargo, a pesar de la naturaleza aparentemente monolítica del medioambientalismo estadounidense, la percepción progresista de la ecología no es la única que ha echado raíces en este país.

     Para muchos de sus primeros profetas, como los poetas Románticos y los Transcendentalistas de Nueva Inglaterra, así como los filósofos de la Naturaleza del siglo XIX y los abogados en favor de los bosques, el misticismo de la Naturaleza era la expresión contemporánea de una doctrina primordial, una que enfatiza el orden natural y una devoción a las fuerzas que trascienden a la Humanidad. Para los hombres de Occidente, esta antigua doctrina y su entendimiento del cosmos son expresados, de manera simbólica y teórica, en las religiones indoeuropeas tradicionales y sus vástagos filosóficos.

     Según algunos defensores de esa tradición, si bien el hombre primordial —con su acceso sin trabas a la realidad divina— pudo haber poseído esa sabiduría en su integridad, cuando la Humanidad cayó de su anterior estado esas enseñanzas antiguas retrocedieron hacia la memoria distante. Ellas son débilmente repetidas en las doctrinas religiosas tradicionales del mundo antiguo, tales como los viejos paganismos europeos, el hinduísmo védico y el budismo temprano. Los rastros filosóficos de esa vieja sabiduría también pueden ser discernidos en la metafísica de los pitagóricos, los neoplatónicos y los estoicos.

     Mientras ciertas variantes del cristianismo han enfatizado una concepción estrictamente dualista y antinatural del cosmos, ésa no es la única visión, o siquiera la predominante. Los teólogos cristianos más esotéricos y místicos (en gran parte europeos influídos por su panteísmo ancestral o por el neoplatonismo) también han considerado el mundo natural como un despliegue de la realidad divina, expresado en la teología del misticismo franciscano y renano, así como en el hermetismo cristiano del Renacimiento.

     Finalmente, para responder al desarrollo del liberalismo de la Ilustración, el socialismo, el materialismo científico y el industrialismo en la época moderna, el Romanticismo y el Idealismo alemán ofrecieron una nueva versión artística y filosófica de la antigua cosmovisión holística, que más tarde consiguió su expresión más radical en el anti-antropocentrismo de Nietzsche, Heidegger y Robinson Jeffers [2].

[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Robinson_Jeffers

     Por supuesto, sería una exageración afirmar que todos esos pensadores eran proto-ecologistas o que, en realidad, estaban siquiera remotamente preocupados de la preservación de la Naturaleza salvaje. El punto consiste más bien en entender cómo todos ellos ofrecen, en lenguajes y conceptos adaptados a diferentes culturas y épocas, un modo particular de acercarse a una verdad primordial: que el cosmos es un todo interconectado, orgánico, un orden natural que exige nuestra sumisión.

     La orientación metafísica fundamental del mundo tradicional, y por lo tanto de la Verdadera Derecha, podría ser técnicamente descrita como un "emanatismo panenteístico" [3]. Dicho en términos simples, hay una realidad última, un terreno silencioso que contiene y trasciende todo lo que es, conocido diversamente como Dios, Brahma, el Absoluto, el Tao, el Uno, o el Ser. Todo lo que existe es un despliegue o emanación de esa unidad primordial, desde las más altas deidades y ángeles hasta los elementos materiales en las entrañas de la Tierra. Si bien hay una jerarquía del ser, todo lo que existe tiene dignidad en tanto participa en ese divino desplegarse. Todo en el cosmos es una emanación de esa realidad trascendente, incluyendo todas las cosas en la Tierra y en el cielo: los animales, las plantas, las montañas, los ríos y los mares, y los patrones meteorológicos, así como los procesos biológicos, químicos y ecosistémicos que les dan orden y ser.

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Emanationism
https://en.wikipedia.org/wiki/Panentheism

     Esto incluye a la raza del hombre, que ocupa una posición única en la jerarquía cósmica. En la unidad primordial, la perfecta continuidad que unía a todas las otras criaturas conocidas en su constante lealtad a la ley natural, surgió la auto-consciencia humana. Aunque la Humanidad participa de la forma material de otros animales y órdenes "inferiores" de la creación, también posee razón y voluntad propia, introduciendo la multiplicidad en la unidad divina. Nosotros nos encontramos entre la Tierra y el Cielo, por así decir.

     Por una parte, eso nos hace capaces de trascender las limitaciones del mundo material y de obtener una comprensión de los niveles superiores del ser, funcionando de esa manera como un aspecto de la "Naturaleza reflexionando sobre sí misma". Del mismo modo, únicos entre otras emanaciones conocidas de la Divinidad, somos capaces de actuar por voluntad propia, violando la ley natural y poniéndonos a nosotros mismos y a nuestra propia inteligencia como rivales de lo Absoluto. Además, considerando nuestra voluntad propia, nuestros deseos artificiales, y los medios antinaturalmente eficientes de obtenerlos, los humanos no pueden con una buena conciencia perseguir los fines puramente naturales de propagación, hedonismo y supervivencia a cualquier costo. Para conseguir verdaderamente su naturaleza, para reintegrarse en aquella unidad primordial de la cual él está actualmente alienado, el hombre debe trascender lo meramente humano y alinear su voluntad con la de lo Absoluto. Ciertos humanos son capaces de acercarse a ese estado: ésos son los aristócratas naturales, los arhats [en el budismo, los que han alcanzado la iluminación espiritual], los santos, los Übermenschen.

     Por supuesto, dada nuestra naturaleza defectuosa y caída, la mayoría de los humanos permanecerá atada a su voluntad e intereses materiales. Así, mientras la religión del Igualitarismo propone un antropocentrismo básico según el cual todos los humanos son iguales simplemente en virtud de ser humanos, en la doctrina tradicional eso es negado por el hecho de la desigualdad humana. Como observó Savitri Devi, un león hermoso es de mayor valor que un humano degenerado, considerando la mayor conformidad del león al orden natural y a la Eidos [idea, forma o esencia] divina. Por esta razón, tanto la metafísica tradicional como una ecología vista desde la Derecha requieren que rechacemos el humanitarismo sentimental de la Izquierda moderna, según el cual toda y cada vida humana (o, en realidad, cada vida no humana, en el caso de los derechos de los animales) tienen igual valor.

     Una implicación adicional de esta visión es que, siendo desiguales los humanos en su capacidad de acercarse a lo divino y de ejercer el poder de manera justa, los ordenamientos sociales deben asegurar que el gobierno sea ejercido por el tipo superior. Ésta es la esencia de la estructura social indoeuropea tripartita, el sistema de castas de sacerdotes, guerreros y comerciantes / artesanos que formaba la base de las sociedades tradicionales. La regresión de las castas —característica del mundo moderno—, junto con el colapso de todas las estructuras sociales tradicionales y la veneración del gobierno democrático, no significa realmente que seamos auto-gobernados. Eso simplemente significa que en vez de ser gobernados por valores sacerdotales (espirituales) o monárquicos (nobles), somos gobernados en el mejor de los casos por valores burgueses (económicos), o, en el peor, por valores plebeyos (anárquicos). Los valores del burgués y el plebeyo están invariablemente orientados hacia la comodidad, el placer y la adquisición, en vez de la trascendencia o el honor. La organización tripartita es por lo tanto necesaria a fin de colocar un control sobre los impulsos más profanos y destructivos de la Humanidad, hacia sí misma y hacia el mundo natural.

     El corolario de esta perspectiva es una sospecha de los fundamentos filosóficos de la modernidad tardía, con su reduccionismo desenfrenado, su atomismo, y la visión puramente instrumental del hombre.

     Otras implicaciones sociopolíticas se siguen de esto:

     La ecología derechista implica un rechazo tanto de la economía marxista-comunista como de la neoliberal, la primera por su nivelación igualitaria y ambas por su reducción del hombre a un ser puramente económico. Además de su toxicidad para el espíritu humano, esa tiranía de la economía conduce a la gente a considerar al mundo no como el vestido de la Divinidad sino como una mera reserva permanente, una colección de recursos para la satisfacción de deseos humanos.

     A la vez que aboga por la tecnología que mejora genuinamente la vida humana y disminuye el impacto humano sobre otras especies, el ecologista derechista rechaza la tecnología que fomenta la fealdad, el hedonismo, la debilidad y la destrucción irresponsable.

     Junto con entender la importancia de las ciudades como centros de cultura y comercio, el ecologista derechista prefiere los antiguos pueblos europeos de las colinas, armonizados con los contornos de la tierra, con una catedral en su punto más alto, por sobre la inhumana metrópolis modernista o el fabricado barrio residencial.

     Esta ecología también implica una oposición al excesivo crecimiento demográfico humano, que amenaza la soledad espiritual, la belleza del paisaje natural y el espacio necesario para continuar la evolución de la especie. La calidad y la cantidad son mutuamente excluyentes.

     Además, contrariamente al estigma de "totalitaria" a menudo empleado contra ella, la Verdadera Derecha cree que la diferencia y la variedad son un regalo de Dios. Más bien que ver eso como un imperativo categórico para llevar tanta diversidad como sea posible a un lugar, la Derecha procura preservar las diferenciasculturales, étnicas y raciales. Ella también debería por lo tanto esforzarse por preservar los distintos ecosistemas y especies del mundo, así como la diversidad humana de razas y culturas, contra la irresponsable destrucción realizada por actores humanos (las catástrofes naturales inevitables son otra materia). A medida que el mundo de la Humanidad se hunde en la mayor corrupción, el mundo natural permanece como un reflejo de valores eternos y superiores, un todo unificado desplegándose de acuerdo con el orden divino.

     Una posible objeción pide su discusión: Todas las creencias indoeuropeas, y en realidad la mayoría de las doctrinas tradicionales de todo el mundo, postulan un final inevitable de este mundo. Ya se trate de un final con la Edad de Hierro, la Segunda Venida, la Edad del Lobo o el Kali-yuga, la mayoría enseña que este ciclo cósmico debe terminarse a fin de abrir camino a uno nuevo. Esto generalmente implica la destrucción de la Tierra y todo lo que hay en ella. ¿Cómo puede ser reconciliado esto con una ecología derechista, que postula un deber de conservar aquellos vestigios de la Naturaleza pura que más reflejan el orden divino?; ¿cuál es, en realidad, el punto, si todo está destinado a ser destruído de todos modos?

     En primer lugar, este escenario apocalíptico es también un dogma de la ciencia moderna, ineludiblemente implicado por sus teorías de la evolución cósmica. La vida en la Tierra será destruída, si no por alguna locura antropogénica, entonces por la expansión del Sol o la muerte del universo por causa del calor. La diferencia es que el ecologista progresista no tiene ninguna razón perdurable y objetiva para preservar lo prístino y lo auténtico en la Naturaleza más allá del gusto personal; no hay escape, de hecho, de las mandíbulas de la subjetividad completa y el nihilismo. Es por esto que la ecología izquierdista típicamente involuciona hacia una preocupación por la justicia social, cuando no es simplemente una preferencia personal por paisajes bonitos u oportunidades recreativas al aire libre.

     Para el ecologista de Derecha, sin embargo, el final a que han de llegar todas las cosas humanas no es un argumento contra vivir con honor y luchar desapasionadamente contra las fuerzas de la desintegración y el caos. El Hombre Contra el Tiempo, a largo plazo, puede estar destinado a fracasar en sus esfuerzos terrenales, pero eso no disminuye su resolución. Esto es porque él actúa de acuerdo a un sentido de noble desapego —el yoga delkarmadel Bhagavad Gita, el wu-wei [no-acción] de Lao-Tsé, o el Abgeschiedenheit[aislamiento] de Meister Eckhart— de acuerdo al cual la acción fluye desde la pureza del ser de él y de su papel en el cosmos más bien que de cálculos utilitarios o esfuerzos voluntaristas. El mantenimiento del orden natural exige que defendamos sus expresiones más puras: lo santo, lo inocente y lo noble entre la Humanidad, así como los árboles y los lobos y las rocas que estaban aquí antes de nosotros, que moran en una armonía inconsciente con el orden cósmico al cual el hombre sólo puede aspirar.

     En su compromiso para vivir en conformidad con el orden natural y defenderlo contra la arrogancia del hombre moderno, el ecologista derechista acepta el papel de la violencia desapegada. La mayor parte de la retórica ecologista que uno oye hoy día está formulada en la decadente fraseología del izquierdismo contemporáneo: derechos, igualdad, anti-opresión, "ética de la protección", etcétera. Además de su inclinación metafísica más fuerte, la ecología de la Derecha también ofrece una ecología más varonil, un credo de hierro que desdeña la tecnologización y la sobrepoblación del mundo porque eso conduce a la disminución de toda vida; que apoya las leyes de hierro de la Naturaleza, de sangre y sacrificio, de orden y jerarquía; y que desprecia el desmedido orgullo humano (hybris) debido a su misma mezquindad. Se trata de una ecología que ama al lobo, al oso, al guerrero, así como a la tormenta y al incendio del bosque por el papel que ellos juegan en el mantenimiento del orden natural; una ecología que quiere mantener salvajes y libres grandes extensiones de la Tierra, que no puede soportar verla racionalizada, mecanizada y domesticada. Es una ecología que desdeña la blandura, la comodidad, el sentimentalismo y la debilidad.

     El ecologista de Derecha sabe que "la vida de acuerdo con la Naturaleza" no es ningún idilio al estilo de Rousseau o un imperativo neo-hipsterde "que todo fluya", sino que demanda estoicismo, dureza y conformidad con mil leyes severas en la búsqueda de la fuerza y la belleza. Ésta es una religiosidad varonil, una ascesis de la acción más bien que mera salvación o extinción personal.

     Visto bajo esta luz, la ecología es un rasgo necesario en la restauración de la sociedad tradicional. Por "tradicional" queremos decir no el libre mercado, los valores de familia o el fanatismo fundamentalista que agita banderas, que es lo que dicho término implica en el siglo XXI, sino más bien una perspectiva que está basada en el orden divino y natural, que dicta que todas las cosas permanezcan en su lugar apropiado.

     Con respecto al hombre y la Naturaleza, esto significa que la Humanidad debe reconocer su lugar en el orden cósmico y su papel como el guardián y la auto-conciencia del Todo, más bien que verse a sí misma como su tiránico jefe supremo. Esto exige la sabiduría y la introspección necesarias para entender nuestro papel en el plan divino y para cumplir bien nuestros deberes. Esto exige autenticidad, reconociendo el suelo cultural e histórico del cual surgimos, y preservando las tradiciones y la memoria de nuestros antepasados. Esta reverencia hacia el orden cósmico exige que respetemos su manifestación en las rocas, los árboles y el cielo, cuya belleza y poder continuamente sirven para recordarnos la sabiduría trascendente del Todo.–




La Música Clásica como Supremacía Blanca

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     En theoccidentalobserver.netse publicó en Julio pasado este artículo que hemos traducido de Brenton Sanderson, en el cual, reconociéndose la superioridad de la música clásica occidental, ese hecho desata la ira de comentadores anti-Blancos que el autor refiere y comenta, citando sus toscos pre-programados y memorizados argumentos que pretenden alterar la naturaleza esencial de tal género musical y borrarlo de la Historia, por ser una muestra más, según ellos, de un supuesto "supremacismo Blanco". El hecho decisivo es que dicha música refuta en su cara a los ideólogos, apóstoles y creyentes del igualitarismo.


IRRITADOS POR BACH:
La Música Clásica como Supremacía Blanca Implícita
por Brenton Sanderson
1º de Julio de 2019




     "Supremacista Blanco" ha sido durante mucho tiempo el epíteto judío preferido para lanzar sobre la gente Blanca que tiene la temeridad de hacer lo que los judíos hacen rutinariamente: abogar abiertamente por sus intereses étnicos. Esa manida etiqueta siempre ha sido completamente irrelevante: el que los Blancos sean superiores a los hombres de color no tiene relación lógica con la legitimidad moral de la gente Blanca al defender sus intereses colectivos. Habiendo dicho esto, cada uno está bien consciente de que los logros de la gente Blanca en innumerables ámbitos culturales y científicos superan a los de otros grupos, y pueden ser objetivamente considerados como "superiores". Un ejemplo destacado es la tradición musical occidental.

     La superioridad de la música clásica occidental es tan decisiva que casi podría sostenerse el argumento de la superioridad de la cultura occidental tan sólo en base a ello. Existe una jerarquía en el mundo del sonido, al igual que en otros fenómenos. El ruido ocupa el peldaño más bajo en esta jerarquía; aquél es una masa indiferenciada de sonido en el cual no existe ninguna distinción. La clase más baja de música, digamos la de los aborígenes de Australia, corresponde muy estrechamente al ruido. La música clásica occidental, por contraste, existe en el peldaño más alto porque lleva el sonido al modo más diferenciado posible. Es lo más apartado del ruido y explota más totalmente el potencial inherente del mundo del sonido.

     Cuán bien ese potencial es aprehendido y desarrollado puede conducir al inimitable contrapunto de Bach, a la extraordinaria arquitectura tonal de las sinfonías de Beethoven, a las catedrales sónicas de Bruckner, o a machacar un tronco hueco con un palo. Además de estimular el placer en las audiencias, la gran música clásica tiene una capacidad incomparable para arrojar luz sobre nuestra condición ontológica y para conectar la experiencia estética con lo trascendental. Goethe una vez notó, en cuanto a las grandes fugas de Bach, donde no menos de cinco líneas separadas del argumento musical son sostenidas simultáneamente, que "es como si la armonía eterna tuviera una conversación consigo misma". Sólo la música clásica occidental, yo diría, puede crear esa sublime impresión.


     Señalar lo anterior es provocar la ira de comentaristas anti-Blancos que resuellan que «ha sido durante mucho tiempo un argumento de supremacistas Blancos, "nazis", "neo-nazis"y separatistas raciales el que la "música clásica", "la música de la gente Blanca", es intrínsecamente más sofisticada, complicada, y valiosa que las tradiciones musicales de África, Asia, Sudamérica o el Oriente Medio, demostrando así la superioridad innata de la "raza blanca"» [1]. El problema con esta evaluación, aparte de negar la existencia misma de la raza Blanca, es la incapacidad de demostrar (o siquiera intentar demostrar) que la música clásica occidental no es intrínsecamente más sofisticada, complicada (y, sí, valiosa) que otras tradiciones musicales.

[1] http://blog.feinviolins.com/2012/06/reflections-on-race-inequality-and.html

     El que la música clásica permanece como un egregio (e irritante) testimonio de la preeminencia de la alta cultura europea (e implícitamente de la raza abrumadoramente responsable de ello), fue evidente en la reacción a un discurso que el Presidente Trump dio en Polonia en 2017. El discurso, elogiando la civilización occidental, incluyó la frase "Nosotros escribimos sinfonías". Jonathan Capehart, un columnista del Washington Post, se enfureció: "¿Qué demonios tiene eso que ver con nada? En aquella frase, tomada en el contexto con todo lo demás que dijo Trump, lo que oí fue el más fuerte de los silbatos de perro [dog whistles = mensajes políticos en clave], una jactancia familiar que infla los pechos de los nacionalistas Blancos en todas partes" [2]. Para Anthony Tommasini del New York Times (6 de Julio de 2017), el punto de Trump, alabando "la riqueza, la historia y, en efecto, la superioridad de la cultura occidental", fue "demasiado claro y consternador".Alex Ross, crítico judío de música del The New Yorker (12 de Julio de 2017), encontró "absurda y siniestra" la "implicación (de Trump) de que algunas culturas son incapaces de crear sinfonías", un sentimiento que, sostuvo el crítico, debería haber "removido malos recuerdos".

[2] https://www.washingtonpost.com/blogs/post-partisan/wp/2017/07/06/trumps-white-nationalist-dog-whistles-in-warsaw/?noredirect=on

La Música Clásica como Insuficientemente Diversa

     A la vez que condenar como profundamente ofensiva la invocación de la música clásica para elogiar a la civilización occidental (y por lo tanto a la gente Blanca), los comentaristas rutinariamente lamentan la carencia de "diversidad" en ese género. Según el crítico judío de música Greg Sandow, "el problema de la diversidad racial en la música clásica ha sido durante mucho tiempo el elefante en la sala [un problema obvio que nadie dice reconocer]", y él califica como "feo" el hecho de que la música clásica, "en la práctica un arte sólo para Blancos", reclame "privilegios especiales (profuso financiamiento, programas escolares dedicados a ella) en una época de creciente diversidad".

     Más bien que simplemente reflejar las divergentes preferencias y aptitudes de los diferentes grupos raciales, la mínima representación de la gente negra y morena en las orquestas occidentales (y entre sus auditorios) es inevitablemente atribuída al racismo Blanco. La guionista negra Candace Allen, ex-esposa del director de música Sir Simon Rattle, calificó como "racista" al mundo de la música clásica británica, afirmando que una combinación de discriminación y carencia de exposición a la música clásica a una edad temprana significaba que los negros era muy poco probable que fueran a la sala de conciertos (en el auditorio o en el escenario), y que cuando ellos lo hacían, "su sentimiento de distanciamiento hacía que la experiencia no quisiera ser repetida".


     Según esta concepción, una insidiosa conspiración supremacista Blanca mantiene el repertorio clásico dominado por la música de hombres Blancos muertos interpretada por hombres Blancos vivos, e impide a la gente negra y morena tener éxito en ese género. Para que el orden "supremacista blanco" sea mantenido, insiste Raymond Arsenault, "los negros tuvieron que conocer su propio lugar de pertenencia, y el mundo de la música popular fue uno de los sitios donde ellos supuestamente pertenecían". Mientras la "revolución relativista comenzada por el antropólogo [judío] Franz Boas y otros había erosionado ya la presunción de la inferioridad negra", en el mundo occidental de la opinión pública y la cultura "dominaban tradicionales slogans de la supremacía Blanca"[3]. Uno de esos modos de hablar particulares era que

    "El dominio de la técnica clásica requería una inteligencia superior, disciplina, y años de formación. El mundo de la música clásica era el territorio no sólo del talento natural sino del genio cultivado. Allí las barreras que impedían el logro de los negros se consideraba que eran tanto culturales como fisiológicas. La sabiduría convencional sostenía que los negros hacían cosas naturalmente y por impulso sin mucho pensamiento o deliberación. La música clásica, por contraste, era intelectual, refinada y europea en su origen. Como tal, fue considerada inadecuada para afro-estadounidenses sacados de las selvas de África hace tres o cuatro generaciones. El éxito negro en el mundo de la música clásica sería equivalente a derrotar a los Blancos en su propio juego, algo que no podía ser tolerado o siquiera contemplado en círculos supremacistas Blancos. Aquello representaría una afrenta a las sensibilidades Blancas, trastornando expectativas basadas en capas múltiples de observación y socialización" [4].

[3] Raymond Arsenault, The Sound of Freedom: Marian Anderson, the Lincoln Memorial, and the Concert that Awakened America, New York, 2009, p. 81.
[4] Ibid., p. 75.


     La conspiración supremacista Blanca para frustrar el logro de negros y morenos en la música clásica supuestamente se extiende a la educación musical donde, en los libros de texto de teoría más comúnmente usados en Estados Unidos, sólo el 1,63% de los ejemplos musicales viene de compositores no-Blancos. Eso es problemático para Linda Shaver-Gleason [5] porque estudiar una pieza particular "reafirma su status canónico; ponerla en un libro de texto es considerarla digna de estudio". Referirse constantemente a compositores Blancos «refuerza la idea de que ellos son los que merecen el mayor respeto, como si se dijera: "¡Qué maravillosas son las muchas técnicas que Mozart usó tan perfectamente!"». Ethan Hein, un (probablemente judío) aspirante a doctor en educación musical en la New York University, desacredita la obstinación de los profesores de música al enseñar la música clásica "que proviene de los europeos"por sobre la "música que proviene de las tradiciones vernáculas de la diáspora africana" [6]. Orientar la educación musical hacia la tradición clásica europea, una "ideología racial implícita", es, declara él, "insidioso" en sus "afirmaciones de la calidad de Blanco".

[5] https://notanothermusichistorycliche.blogspot.com/2018/09/who-wrote-symphonies-and-why-should-it.html
[6] https://www.thecollegefix.com/music-educator-teaching-beethoven-over-kendrick-lamar-is-white-supremacy/

     Mientras la gente Blanca es reprendida por "apropiarse" de las culturas de grupos de gente no-Blanca, la noción de que a ellos debería permitírseles mantener instituciones culturales y artísticas reservadas exclusivamente para su propio grupo racial es considerada una abominación. La Orquesta Filarmónica de Viena fue atacada en los años '90 por no abrazar los nuevos imperativos ideológicos y morales de una aumentada diversidad racial y de género. Un comentarista condenó a dicha orquesta por "sus prácticas de contrato sistemáticamente racistas y sexistas", descartando como "claramente absurdas"afirmaciones hechas por representantes de la orquesta de que ella interpreta una forma de arte esencialmente europea y que por ello debería estar formada por hombres Blancos. Dieter Flury, un flautista de la orquesta, opinó entonces que

    "Desde el principio hemos hablado de las especiales cualidades vienesas, del modo en que la música es hecha aquí. La forma en que hacemos música aquí no es sólo una capacidad técnica, sino también algo que tiene mucho que ver con el alma. El alma no permite ser separada de las raíces culturales que tenemos aquí en Europa Central. Y tampoco permite que sea separada del género. De esa manera, si uno piensa que el mundo debería funcionar de acuerdo a regulaciones de cuotas, entonces es naturalmente irritante que seamos un grupo de músicos varones de piel blanca que interpretan exclusivamente la música de compositores varones de piel blanca. (...) Si uno establece un igualitarismo superficial, perderá algo muy significativo. (...) Algo producido por una comprensión superficial de los derechos humanos no tendría los mismos estándares" [7].

[7] http://www.osborne-conant.org/posts/special.htm


     El escritor de música Stefan Aune insiste en que la dominación europea de la música clásica no puede ser atribuída a ventajosas cualidades genéticas poseídas en promedio por la gente Blanca, y él no tiene "paciencia con individuos o instituciones que abrigan anticuadas creencias acerca de la superioridad de ejecutantes o compositores Blanco-europeos". Ignorando todos los datos que demuestran la existencia de diferencias raciales significativas, él atribuye tales creencias al "racismo y una visión fundamentalmente incorrecta de la historia musical". La dominación europea de la música clásica tiene, insiste él, todo que ver con "desigualdades culturales" y nada que ver con características innatas:

    "En el análisis final, las desigualdades raciales y de género a través de toda la historia de la música clásica son una cuestión de acceso más bien que de capacidad innata. Individuos como [los compositores mulatos] Chevalier de Saint George, Samuel Coleridge-Taylor y George Bridgetower erosionan el argumento de que la música clásica es una empresa cultural exclusivamente blanca y europea. Ellos muestran que individuos de cualquier trasfondo pueden tener éxito en la tradición musical occidental, y también muestran que la tradición musical occidental no es casi tan culturalmente homogénea como muchos argumentarían" [8].

[8] http://blog.feinviolins.com/2012/06/reflections-on-race-inequality-and.html

     Los compositores identificados aquí son recordados únicamente porque ellos eran hombres no-Blancos, no debido a la excelencia de sus composiciones. Más bien que ser excluídos del repertorio clásico debido a la relativa carencia de calidad en su música y de popularidad, Linda Shaver-Gleason cree que ellos son víctimas de la ya mencionada conspiración supremacista Blanca que ha "suprimido intencionalmente"la música de ellos "para servir a una narrativa de supremacía cultural Blanca, específicamente alemana (porque, desafortunadamente, aquello también es parte de la cultura occidental)".


Construyendo a Beethoven como Negro

     Incluso la idea romántica del compositor-genio es considerada como un elemento de esta conspiración para mantener la música clásica occidental como un campo únicamente de Blancos. Para Shaver-Gleason, «La fusión de "genio" y "hombre Blanco" significa que ninguna minoría será vista como un verdadero genio, y por lo tanto no como un verdadero compositor». Considerando el statusde Beethoven como el genio musical arquetípico, no es sorprendente que los sufridos negros, desde principios del siglo XX, hayan intentado propagar el mito de que Beethoven tenía algún ancestro africano. La base de esa falsa (y ridícula) afirmación era la piel algo morena del compositor, y el hecho de que una parte de su familia remontaba sus raíces a Flandes, que estuvo durante un período bajo el gobierno monárquico español. Por cuanto España tuvo una antigua conexión histórica con África del Norte a través de los moros, un grado de negrura supuestamente pasó al gran compositor.

     Dicho mito fue ansiosamente diseminado por el "historiador" jamaicano Joel Augustus Rogers (1880-1966) en obras como Sex and Race(1941-1944), World’s Great Men of Color, en dos volúmenes (1946-1947), 100 Amazing Facts about the Negro (1934), Five Negro Presidents (1965), y Nature Knows No Color Line (1952). Rogers, cuyo rigor intelectual era básicamente inexistente, afirmó que Beethoven —junto con Thomas Jefferson, Johann Wolfgang von Goethe, Robert Browning, y varios Papas, entre otros— era genealógicamente africano, y por ende negro. A pesar de ser completamente desacreditado, el mito todavía persiste en la cultura contemporánea: en 2007 Nadine Gordimer publicó una colección de cuentos llamada Beethoven Was One-Sixteenth Black, and Other Stories (Beethoven Era Un Dieciseisavo Negro, y Otras Historias). La determinación, en contra de toda evidencia, para hacer de Beethoven un negro es, por supuesto, un desesperado intento de hacer del compositor y su obra un símbolo glorioso del logro negro.


     Shaver-Gleason advierte que tales esfuerzos son contraproducentes, sirviendo simplemente para tratar el canon occidental como fundamental y a todos los otros estilos como desviaciones de esa norma, reforzando así "la noción de la música clásica como un estándar universal y algo que cada uno debería aspirar a apreciar". Tratar de hacer de Beethoven un negro y revolver desesperadamente los registros históricos en busca de ejemplos de hombres de color que escribieron sinfonías es aceptar "una perspectiva blanco-céntrica que presenta las sinfonías como el logro humano más alto en las artes". El musicólogo negro Philip Ewell está de acuerdo, y aboga por «derrocar la estructura existente y construír una nueva que alojaría la música no-Blanca a priori, no tratando de conseguir una necesaria "inclusión", porque los compositores de color ya estarían allí». Un escritor negro de música respalda esta postura, y se ofende de que los valses de Johann Strauss Hijo sean considerados como parte del cuerpo de la música clásica superior, mientras la música de James Brown —"el Padrino del Soul"— es considerada como mero entretenimiento.


La Afinidad del Este Asiático con la Música Clásica Occidental

     Curiosamente, la supuesta conspiración supremacista Blanca, la cual, según se afirma, impide a negros y morenos tener éxito en la música clásica, no tiene el mismo efecto en los habitantes de Asia del Este, un grupo de gente no-Blanca al que le gusta interpretar y escuchar la música clásica. Una encuesta entre estadounidenses asiáticos de entre 18 y 24 años encontró que el 14% asistió a un concierto clásico en el año anterior, más que cualquier otro grupo demográfico en aquella categoría de edad. El porcentaje de asistencia de asiáticos iguala o supera el promedio nacional entre los 45 y 54 años de edad. Mientras más joven es el público de música clásica, más asiático es [9].

[9] https://slate.com/culture/2012/02/can-asians-save-classical-music.html

     A diferencia de los grupos de gente no-Blanca ofendidos por afirmaciones de la superioridad de la música clásica occidental, los asiáticos del Este no creen estar engañados en cuanto a la inferioridad de su propia tradición musical cuando se la compara con la música artística europea. Ese reconocimiento está en el centro de por qué los padres del Este asiático son tan entusiastas para que sus hijos interpreten y aprecien el género. Como la abogada y escritora Amy Chua reconoce en su ampliamente publicitado (y criticado) libro Battle Hymn of the Tiger Mother,

    "Ésa es una de las razones de por qué insistí en que [mis dos hijas] hicieran música clásica. Yo sabía que no podía hacer artificialmente que ellas sintieran como niños inmigrantes pobres. (...) Pero pude asegurarme de que [ellas] fueran más profundas y más cultas que mis padres y yo lo fuimos. La música clásica era lo opuesto de la decadencia, lo opuesto de la pereza, la vulgaridad y la mala crianza. Ésa era una forma para que mis hijas consiguieran algo que yo no tenía. Pero era también una conexión con la alta tradición cultural de mis antepasados [Chua está orgullosa de descender por línea de varón directamente de Chua Wu Neng, astrónomo imperial de un emperador del siglo XVII]. (...) Para mí, el violín simbolizaba el respeto por la jerarquía, los estándares y la maestría, por aquellos que saben más y pueden enseñar, por aquellos que interpretan mejor y pueden inspirar; y por los padres. También simbolizaba la Historia. Los chinos nunca llegaron a las alturas de la música clásica occidental —no hay ningún equivalente chino de la Novena Sinfonía de Beethoven—, pero la alta música tradicional está profundamente entrelazada con la civilización china"[10].

[10] Amy Chua, Battle Hymn of the Triger Mother, Londres, 2011, p. 22.

      Chua está casada con un judío, y recuerda a su suegra estereotípicamente judía (una crítico de arte "progresista") opuesta a que sus nietas aprendieran el violín, y sugiriendo que ellas aprendieran instrumentos de percusión indonesios del tipo Gamelán como más de acuerdo con el zeitgeist multicultural del Occidente contemporáneo. Para respaldar su caso, la suegra señaló cómo el compositor francés Claude Debussy había quedado encantado con la música Gamelán que ayudó a inspirar brillantes obras maestras impresionistas, como el Preludio a la Siesta de un Fauno (de Debussy). Chua claramente no está impresionada por esa argumentación:

    "Personalmente, pienso que Debussy sólo estaba pasando por una fase, convirtiendo en fetiche lo exótico. Lo mismo le sucedió a sus compatriotas los pintores Henri Rousseau y Paul Gauguin, que comenzaron a pintar a nativos polinésicos todo el tiempo. Una variación particularmente detestable de ese fenómeno puede ser encontrada en la California de nuestros días: hombres con la Fiebre Amarilla, que salen sólo con mujeres asiáticas, a veces con docenas sucesivamente, sin importarles cuán feas sean o de qué clase de asiáticas. Para que se sepa, Jed [su marido] no se relacionó con ninguna mujer asiática antes de mí. Tal vez la razón de que yo no pueda apreciar la música Gamelán, que oí cuando visitamos Indonesia en 1992, es que yo convierto en fetiche la dificultad y el logro. (...) La música Gamelán hipnotiza porque es muy simple, no estructurada, y repetitiva. Por contraste, las brillantes composiciones de Debussy reflejan complejidad, ambición, ingenio, diseño, exploración armónica consciente, y sí, influencias de la música Gamelán, al menos en algunas de sus obras. Es como la diferencia que existe entre una choza de bambú, que tiene su encanto, y el Palacio de Versalles"(Ibid., pp. 40-41).

     Debussy primero oyó la música indonesia Gamelán en la Exposición de París de 1889 y probablemente otra vez en el mismo evento en 1900. En su biografía de Debussy, el musicólogo Stephen Walsh nota que mientras es común hablar de la influencia de la música Gamelán en las composiciones de Debussy, dicha música foránea simplemente acentuó aspectos ya existentes de su estilo: "Él no necesitó la música Gamelán para que le enseñara la pentatonía, la escala de tono entero o el modalismo. Esos elementos eran ya parte de su lenguaje. En tanto que ese contacto con la mente musical oriental ayudó a liberarlo de la trampa del Wagnerismo y, mejor aún, del Conservatorio[de tendencia conservadora], la verdad es que eso hizo aquello sólo en parte y muy gradualmente" [11].

[11] Stephen Walsh, Debussy: A Painter in Sound, Londres, 2018, p. 211.

     Asia del Este ha producido incontables jóvenes virtuosos técnicos, pero sus ágiles dedos y su admirable ética de trabajo a menudo no se ajustan a la profundidad emocional requerida para la exitosa interpretación del repertorio Romántico del siglo XIX. El director chino de cine y fanático de la música clásica Chen Kaige espera que la música clásica occidental pueda educar a un sumamente materialista y colectivista pueblo chino en espiritualidad e individualismo [12]. "Una de las diferencias más grandes entre la cultura china y la occidental", indica él, "es que no tenemos religión. Nosotros no adoramos nada. La música clásica occidental tiene elementos de amor y perdón que vienen de la religión. La música china es muy intelectual, muy exótica, pero no hay amor. Usted no se siente entusiasmado después de que usted la escucha".

[12] https://vdare.com/posts/east-asians-and-western-classical-music

Apreciación de la Música Clásica
Correlacionada con la Inteligencia

     La afinidad de Asia del Este con la música clásica occidental quizás no es sorprendente dado que la apreciación de dicho género ha sido correlacionada con la inteligencia superior. El psicólogo evolutivo Satoshi Kanazawa postula que la gente más inteligente puebla las salas de conciertos porque ellos es más probable que respondan a obras puramente instrumentales. Por contraste, la otra gente a través del espectro de (medición de) la inteligencia parece disfrutar de la música vocal. La Hipótesis de Interacción entre la Sabana y el CI, de Kanazawa, predice que la gente muy inteligente con mayor probabilidad adoptará preferencias y valores evolutivamente nuevos. Según esa teoría, ellos son más capaces de entender, y por lo tanto de disfrutar, estímulos nuevos. La música vocal precedió a las sonatas en muchos milenios, de manera que en términos evolutivos la música puramente instrumental es una novedad, lo cual, según la teoría de Kanazawa, significa que la gente muy inteligente con mayor probabilidad la apreciará y disfrutará de ella [13].

[13] Satoshi Kanazawa y Kaja Perina, Why More Intelligent Individuals Like Classical Music, http://personal.lse.ac.uk/Kanazawa/pdfs/JBDM2012.pdf

     Los estudios apoyan la teoría de Kanazawa, encontrando claras preferencias por géneros musicales instrumentales entre aquellos que marcan más alto en los tests de inteligencia. De acuerdo a categorías de edad, raza, sexo, educación, ingreso familiar, religión, estado civil actual y pasado, y número de hijos, la gente más inteligente es más probable que prefiera la música instrumental que la gente menos inteligente. Un estudio croata de 2019 confirmó estas conclusiones [14], mostrando que la gente con inteligencia inferior prefería la música con letras más bien que orquestaciones complejas. 467 adolescentes realizaron una prueba de inteligencia no verbal y se les pidió entonces que clasificaran géneros musicales en orden de preferencia. Aquellos que registraron los CI más altos mostraron una clara preferencia por la música instrumental. En el otro extremo, la preferencia por la música rap está considerablemente correlacionada negativamente con la inteligencia.

[14] https://www.limelightmagazine.com.au/news/intelligent-people-prefer-instrumental-music-study-suggests/

     La Hipótesis de Interacción entre la Sabana y el CI ayuda a explicar por qué la gente negra (como un grupo de bajo CI) se siente generalmente rechazada por la música clásica, y por qué ésta ha sido usada con éxito como un mecanismo de prevención del crimen en ciudades racialmente diversas alrededor del mundo. Los neurólogos notan que ciertos tipos de música trabajan como una fuerza disuasoria del delito debido a las respuestas neurobiológicas de la gente a cosas de las que ellos no disfrutan o encuentran desconocidas. Cuando la gente oye la música que le gusta, ésta estimula la producción de dopamina y los pone de un mejor humor. Pero cuando a la gente le disgusta la música, sus cerebros responden suprimiendo la producción de dopamina, lo cual agria su humor y les hace evitarla.


Conclusión

     La masiva emigración de hombres no-Blancos hacia naciones occidentales ha asegurado que, para un porcentaje creciente de sus poblaciones, la música clásica tenga poco o ningún atractivo. Los auditorios de música clásica en Estados Unidos y otras naciones occidentales se están contrayendo: según una encuesta de la National Endowment for the Arts [15], a principios del siglo XXI el porcentaje de adultos estadounidenses que asistieron al menos a un evento de música clásica cayó de 11,6 a 8,8 en sólo diez años.

[15] https://www.baltimoresun.com/opinion/op-ed/bs-ed-op-03003-classical-diversity-20190228-story.html

     La emigración de gente no-Blanca hacia Occidente fue siempre impopular entre poblaciones Blancas existentes a las que se les aseguró que dicha inmigración no representaba ninguna amenaza a largo plazo para su predominio demográfico y cultural. Ésa fue siempre una mentira: el cambio de la demografía y la cultura de Occidente (por intereses judíos) era la motivación principal para esas políticas.

     Con el Gran Reemplazo ahora bastante avanzado, incluso la gente Blanca que disfruta de alguna forma de arte Blanco —como la música clásica— es considerada por algunos como que se involucran en una actividad que debería hacerlos sentirse "incómodos". Un comentarista Blanco, por ejemplo, lamenta que "no parecemos lo bastante incómodos" cuando estamos "sentados en las salas de conciertos de Europa y de las ciudades cosmopolitas de Estados Unidos entre un público por lo general muy Blanco que escucha a una orquesta por lo general muy Blanca" [16].

[16] https://van-us.atavist.com/white-noise


     El escritor afro-estadounidense Teju Cole está similarmente perplejo porque la gente Blanca que disfruta oyendo a músicos Blancos que tocan música Blanca no se siente más incómoda: "Nunca deja de sorprenderme", señala él, "cuán fácil es abandonar la hibridación de la ciudad, y entrar en espacios totalmente Blancos, la homogeneidad de los cuales, hasta donde puedo decir, no provoca ninguna incomodidad a los Blancos en ellos" [17]. El crítico judío de música Greg Sandow del mismo modo encuentra ofensivo que "en una cultura diversa, la música clásica se destaca (en general) como sorprendentemente Blanca, y que incluso muchas personas Blancas, especialmente los más jóvenes (...) miran la música clásica, y sienten (ya sea que lo pongan en palabras o no, o incluso si ellos no saben conscientemente que ellos piensan eso) que algo no está totalmente correcto, que éste no es el país en el que ellos viven" [18]. La solución a este problema, según Fred Bronstein, el ex-director judío de la St. Louis Symphony, es que futuros públicos de música clásica sean "mucho más diversos que lo que podemos siquiera soñar hoy. Y las audiencias sólo llegarán a ser realmente diversas cuando los ejecutantes en nuestros escenarios sean diversos".

[17] Teju Cole, Open City, Nueva York, 2011, p. 252.
[18] http://www.artsjournal.com/sandow/2011/11/classical-music-diversity-or-the-lack-of-it.html

     La música clásica, tal como otros aspectos de la cultura occidental, ha sido una víctima de la obsesión anti-Blanca con la diversidad que ahora infesta la vida intelectual occidental. La crítica Marxista Cultural de la música clásica se revuelca en argumentos de mala fe y disonancia cognoscitiva: la música clásica occidental no es nada excepcional, y sin embargo no puede ser invocada para elogiar a la gente Blanca porque eso necesariamente implica la inferioridad de otras razas; una conspiración supremacista Blanca frustra el logro negro y moreno en el género, pero no impide completamente el interés y el éxito de los asiáticos del Este; los compositores negros han escrito sinfonías (y, en efecto, el propio Beethoven era negro), y no obstante la tradición de la música clásica occidental es intrínsecamente supremacista Blanca y necesita una desconstrucción radical.

     Por último, la razón de que invocar la música clásica para alabar a la gente Blanca sea tan agudamente ofensivo para los intelectuales anti-Blancos es porque la brecha en el logro civilizacional que eso enfatiza es una embarazosa afrenta para las presuposiciones igualitarias reinantes.

     La música clásica es una de las glorias supremas de la civilización occidental, y la gente Blanca tiene todo el derecho de enorgullecerse de los logros de su raza en el género, y de citar esos logros como motivación para el activismo pro-Blanco.–




Sobre el Carácter del Kshatriya

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     En el sitio counter-currents.comfue publicado hace dos días el siguiente escrito (The American Kshatriya) que presentamos aquí en castellano, en el cual el autor (de quien ya presentamos otro texto), haciendo alusión a la antigua estratificación tripartita de castas de la India antigua, y extrapolando aquéllas a los tiempos modernos, se enfoca principalmente en la de los guerreros-gobernantes o Kshatryas, enumerando sus componentes psicológicos, sus motivaciones innatas y esenciales, y las vías para su desarrollo en esta moderna tierra baldía.


EL KSHATRIYA ESTADOUNIDENSE
por William de Vere
19 de Diciembre de 2019




     "El valor, la intrepidez, la valentía, la ingeniosidad, y también no huír en la guerra, la caridad, y la capacidad de gobernar, son los deberes naturalesde un Kshatriya" (Bhagavad Gita 18:23).


     Según una hipótesis de Georges Dumézil extensamente aceptada, la sociedad indoeuropea prehistórica estaba dividida en tres funciones básicas: una clase sacra, una clase marcial, y una clase económica. Esta ideología tripartita sobrevivió a las migraciones indoeuropeas por todas partes de Europa y Asia, y ha persistido, con diversas modificaciones, en la modernidad. En la Europa medieval, por ejemplo, la sociedad feudal estaba dividida en "aquellos que rezan, aquellos que luchan y aquellos que trabajan": los sacerdotes, la nobleza, y comerciantes / agricultores, quienes comprendían los Tres Estados del Reino. Entre los pueblos indoarios de la India antigua, esas castas eran conocidas como los Brahmanes, los Kshatriyas y los Vaisyas.

     Con la decadencia del orden indoeuropeo tripartito y el aburguesamiento de la sociedad occidental durante los últimos quinientos años, estas distinciones de castas podrían parecer tener poca aplicabilidad al Estados Unidos del siglo XXI. Curiosamente, mucha gente en la Derecha, en particular reaccionarios y tradicionalistas integrales, siguen analizando nuestra sociedad en esos términos. Lo que es más desconcertante es que algunos teóricos tienden a emplear la terminología más cronológica y culturalmente distinta de todas: la distinción hindú del Brahmán, el Kshatriya y el Vaisya.

     A pesar de su tenor anacrónico, esos términos extranjeros tienen ciertas ventajas sobre aquellos que son más familiares a los oídos occidentales (sacerdotes, reyes, caballeros, patricios, optimates, hombres del pueblo, burgueses, proletarios, etcétera). Por ejemplo, la distinción hindú de castas es más descriptiva y precisa tanto en términos de función social como en términos de disposición. En efecto, la perdurable utilidad de estos términos se debe a su correspondencia con tipos humanos perennes. Además, su misma calidad de foráneos hace de ellos un útil instrumento analítico.

     De las tres castas dos veces nacidas (dejaremos aparte a los trabajadores Sudras y a los "intocables"Dalit por el momento), el Brahmán sacerdotal y el bélico Kshatriya han resultado del mayor interés para los reaccionarios. La modernidad ha sido en gran parte la creación de Brahmanes intelectuales y académicos apoyados por los burgueses Vaisyas, asistidos en momentos de agitación revolucionaria por la chusma de Sudras y Dalits.

     Por contraste, la de los Kshatriyas es la más intrínsecamente reaccionaria de las castas en su orientación hacia el orden, la jerarquía y la justicia. Está claro que entender, identificar y cultivar a Kshatriyasentre nosotros es esencial para el trabajo de Restauración.Esencial, pero sumamente difícil, sobre todo en la edad presente.

     Mientras los Brahmanes contemporáneos son fáciles de encontrar en los salones de las academias o en los medios de comunicación, donde ellos sirven como sacerdotes, apologistas e inquisidores de nuestra religión liberal secular; y mientras la respetable casta de los Vaisyas también claramente corresponde a la burguesía que comprende la columna vertebral económica de la sociedad estadounidense, el Kshatriya estadounidense del siglo XXI es más difícil de detectar.

     Podríamos comenzar considerando el papel y las características de dicha clase en cuestión. La función tradicional del Kshatriya es doble, orientada hacia el mantenimiento del orden interno (la función administrativa y judicial) y la protección del Estado contra amenazas externas (la función militar). Históricamente el Kshatriya provendría de la aristocracia terrateniente, típicamente un patricio, un guerrero, un rey, un noble o un juez.

     Aquí nos encontramos ya con un problema, puesto que las funciones de combatir y gobernar evidentemente no van juntas; considere, por ejemplo, la diferencia entre el vikingo berserker y el senador romano. Considerando su mayor aplicabilidad a nuestra situación, nos ocuparemos más de la segunda función, aunque sea importante recordar que el guerrero y el gobernante están unidos en su deber de adquirir y ejercer el poder, y que antes de la época moderna esos deberes iban de la mano.

     En cuanto a las características personales del Kshatriya, bastará un breve esbozo. Sus valores más altos son el honor, la nobleza y la dignidad. Él admira las rudas virtudes espartanas y desdeña la facilidad burguesa, la timidez y la debilidad, así como la vulgaridad y la degeneración de las castas bajas. Él prefiere lo lacónico y axiomático en su discurso, y es visceralmente contrario a los circunloquios académicos. Él puede tener un interés profundo por la genealogía, el saber familiar, y la preservación de las tradiciones y los remanentes del pasado; más generalmente, él tendrá un amor por la historia y los paisajes de su patria, una devoción hacia su gente y sus dioses. Él a menudo se deleitará en las características físicas, en su propia fuerza y en la competición con otros. Históricamente se ha esperado que él fuera experto en todas las cosas corporales, experto en las artes marciales y comprometido para alcanzar el dominio sobre su forma física así como sobre su propia mente (recuerde que el Buda histórico, el príncipe Siddhartha Gautama, provino de la casta Kshatriya). Según la doctrina tradicional, a diferencia del intelectual Brahmán, el guerrero-gobernante es generalmente más emotivo, movido por la retórica inspiradora, las grandes ideas, la justa cólera, y profundos sentimientos de lealtad y fidelidad a sus superiores, su gente y su tierra. En Occidente, el ethos guerrero germánico fue sintetizado con el cristianismo y dio a Europa el código de caballería, que ordenaba al caballero defender a su señor, su Iglesia y su pueblo, y sobre todo a los débiles y oprimidos.


     En resumen, el Kshatriya está preocupado de combatir valientemente, gobernar de manera justa, y realizar las posibilidades de la condición humana.¿"Cuál es el verdadero objeto de la vida del Kshatriya y su verdadera felicidad?", pregunta Sri Aurobindo en su comentario sobreel Bhagavad Gita."No la autocomplacencia y la felicidad doméstica y una vida de comodidad y pacífica alegría con amigos y parientes, sino que luchar por lo justo es su verdadero objetivo de vida(...) Encontrar una causa por la cual él pueda dar su vida o por medio de la victoria ganar la corona y la gloria de la existencia del héroe, es su mayor felicidad". Nuestros prototipos occidentales incluyen al guerrero espartano, el legionario o el senador romano, el caballero medieval, el cortesano del Renacimiento y el soldado prusiano.

     Con este tipo ideal en mente, podríamos comenzar buscando a nuestro contemporáneo Kshatriya entre los "Amerikaners", los estadounidenses de herencia y linaje europeos, pero profundamente arraigados en su suelo natal, leales a su gente y tradiciones más bien que a ideologías abstractas o adquisiciones materiales.

     Históricamente, el Kshatriya sería un guerrero, un soldado, o estaría de alguna manera implicado en el ejercicio de la fuerza y el mantenimiento del orden. Sin embargo, mientras algunos hombres de disposición Kshatriyapueden ser encontrados entre las filas de los militares y la policía (y en efecto incluso entre nuestros honorables jueces, estadistas y funcionarios gubernamentales), la correspondencia es inexacta. Cualquiera sea la clase militar distinta que este país alguna vez haya tenido, siempre ha sido dependiente de las autoridades civiles y ha estado privada de un significativo poder de toma de decisiones domésticas. Además, el ethos marcial en este país ha sido desesperanzadamente comprometido por décadas de intromisión ideológica. Incluso la mayor parte de las unidades militares de élite están bajo el control espiritual y literal de los académicos y oligarcas que dictan la política. A pesar de toda su valentía, más bien que ser un gobernante por derecho propio, el soldado o el policía estadounidense son en último término asesinos a sueldo de la actualmente corrompida casta Brahmánica, cumpliendo sus órdenes a costa de su propia alma.

     Además, mientras es difícil juzgar a los soldados, oficiales de policía y líderes políticos contemporáneos en cuanto a su disposición mental, parece seguro decir que la llamada del deber no es el factor decisivo para muchos que persiguen esas profesiones hoy día, aunque de todos modos está distante de la ambición, la ganancia pecuniaria y la seguridad en el trabajo.

     Es por lo tanto sumamente difícil señalar a un grupo socioeconómico o profesional claramente distinto en el Estados Unidos contemporáneo que corresponda al Kshatriya clásico. La última de tales clases claramente definida que existió en este suelo fue probablemente la aristocracia del Sur de antes de la guerra civil, que estaba formada por las élites terratenientes que ejercían el poder político y apreciaban el valor marcial, y cuya auto-percepción estaba fuertemente en deuda con el ideal del agricultor-guerrero romano, el señorío feudal, y el republicanismo del Herrenvolk(pueblo de señores). Esa sociedad, que tiene sus orígenes en la Edad Media inglesa, fue traída al Nuevo Mundo por los Cavaliers[los partidarios del rey Charles I durante la guerra civil inglesa del siglo XVII] después de la derrota de los monarquistas en Worcester, y respiró por última vez en el Palacio de Justicia de Appomattox en 1865. Sus remanentes han sido constantemente erosionados por un siglo y medio de Reconstrucción, industrialización y cambio demográfico.


     Por lo tanto parece que no tenemos medios objetivos para determinar quiénes son los Kshatriyas estadounidenses, a pesar de su vital importancia para la Restauración. Esto es apenas sorprendente. Estados Unidos representa, en teoría, el triunfo del Tercer Estado, conscientemente fundado sobre un rechazo de la nobleza y el sacerdocio. Además, el caos étnico y la regresión de castas en el mundo moderno significan que un hombre raramente nace en el papel que él está destinado a desempeñar.

     Ahora, más que nunca, es necesario un discernimiento de vocaciones. Para evitar entender mal la vocación propia, se requiere una honestidad absoluta y una introspección profunda, teniendo en cuenta las más tempranas predisposiciones propias, la educación y la trayectoria de vida, lo que puede llamarse una "ecuación personal". En el caso del Kshatriya, los elementos claves parecen ser un profundo sentido del deber hacia la propia gente, la propia patria, y la verdad; una repugnancia por la complacencia y el materialismo burgués, y por la vulgaridad de las castas bajas; y una orientación hacia el poder y la aplicación práctica del conocimiento.

     Si después de reflexionar uno concluye que su principal motivación es el conocimiento, él será probablemente más cómodamente clasificado entre la casta Brahmánica. La diferencia clave entre el Kshatriya y el Brahmánes que el primero está más interesado en la aplicación práctica del conocimiento, y el segundo en su adquisición y teorización. El Brahmántiene un papel esencial que jugar en la generación de ideas (a condición de que él pueda liberarse del progresismo liberal predeterminado de su casta en estos días), pero es muy poco probable que esté interesado en la práctica concreta del poder. Cuando lo está, dicha práctica tiende a manifestarse en un utopismo infructuoso o en horribles actos de violencia (es decir, los jacobinos, los bolcheviques, el Khmer Rouge, Al-Qaeda, etc.).

     Por otra parte, si los talentos de alguien tienden hacia los negocios o las artesanías, él estaría mejor situado entre los Vaisyas. Los industriales, los artesanos y los innovadores son necesarios para asegurar la prosperidad y el progreso material de la sociedad, y tienen un importante papel que desempeñar en su mantenimiento y progreso. Sin embargo, ellos con poca probabilidad estarán interesados el ejercicio del poder político y se inclinarán hacia el conservadurismo, ya que cualquier agitación política es un obstáculo para la realización de su papel.

     Habiendo discernido la propia vocación de Kshatriya, lo que sigue son algunas sugerencias para cultivar esa naturaleza a fin de "llegar a ser lo que se es".


1) Abrazar el Ethos Guerrero

     La función primaria del Kshatriya es sostener la justicia y luchar por su gente y su dios. Cualquiera que se identifique como un Kshatriyadebe por lo tanto abrazar las virtudes marciales.

     Considerando la significación histórica de los Kshatriyas, enlistarse en el ejército o en la policía constituye el medio más obvio para seguir ese camino, dependiendo de la ecuación personal y situación de alguien. Sin embargo, eso no es necesario y no es de ningún modo suficiente para desarrollar la naturaleza del Kshatriya. Hay varios motivos absolutamente legítimos para no tomar tales profesiones hoy en día, particularmente si uno es contrario a seguir las órdenes de una burocracia ilegítima y a veces completamente malvada.

     Sin tener en cuenta su profesión, el Kshatriya debe abrazar una especie de espíritu (ethos) guerrero en su vida diaria, lo que implica desarrollar el coraje físico y moral y la fortaleza de ánimo.

     El Kshatriya debería estar familiarizado con las exigencias físicas y técnicas del combate: eso incluye el entrenamiento y acondicionamiento de la fuerza, las artes marciales, un conocimiento de los armamentos, capacidad práctica, primeros auxilios, etcétera, suficientes para defenderse a sí mismo, a su familia y a su comunidad en tiempos de crisis. Además de las ventajas para el cuerpo, la mente y el espíritu de uno, una bella forma, fuerte y físicamente capaz, sirve como una rebelión contra la fealdad de la sociedad contemporánea, haciendo de nuestros cuerpos armas espirituales en la guerra contra la modernidad.

     A fin de realizar sus deberes resueltamente, el Kshatriya debe ser mental y moralmente fuerte, rechazando la blandura y abrazando un ascetismo voluntario en su vida. Eso podría implicar un régimen espartano de alimentación y una dura disciplina física, baños fríos, levantarse temprano, evitar productos tóxicos, ayunos, cualquier cosa que entrene la carne y la mente para soportar la privación. El objetivo es sentir el mayor placer en el ejercicio de la voluntad que derivamos de lo que nos negamos a nosotros mismos. Tomar el camino de la mayor resistencia. Declararse uno mismo en guerra con las inclinaciones más bajas, y dejar que la victoria en esa batalla sea la mayor alegría.

     En ausencia de guerra, el Kshatriya podría fácilmente llevar una vida tan suave y decadente como cualquier profesor izquierdista. Es por lo tanto más necesario experimentar la lucha y el sacrificio y las privaciones, incluso si son auto-impuestas, para evitar las trampas de la sociedad liberal moderna y plantar los propios pies firmemente en la tierra.

     Y aunque ahora pueda no ser el tiempo para el heroísmo del campo de batalla, la vida moderna ofrece otras oportunidades para el heroísmo y la auto-superación, por mundanas que ellas pueden parecer: la lucha contra la tentación y la pereza; decir las verdades más difíciles; el compromiso disciplinado con los principios propios, y una disposición a ir a la guerra —en palabras y en los hechos— contra los sirvientes del Enemigo. Por último, el Kshatriyadebe desarrollar la voluntad para cumplir su deber con honor y eficacia. Como Nietzsche, podríamos desearles a ellos"la única cosa que puede demostrar hoy si uno vale algo o no: el que uno soporte" [1].

[1] «Tipo de mi discípulo.—Aquellos hombres que en definitiva me interesan, son a los que les deseo sufrimientos, abandono, enfermedad, malos tratos, desprecio: yo deseo, además, que no desconozcan el profundo desprecio de sí mismos, el martirio de la desconfianza de sí mismos, la miseria del vencido; y no tengo compasión de ellos, porque les deseo lo que revela el valor de un hombre: ¡que aguanten con firmeza!» (Nietzsche, La Voluntad de Poder, EDAF, 1969, § 905; The Will to Power, trad. de Ludovici, 1913, y trad. de Kaufmann, 1967, § 910). NdelT.


2) Cultivar un Modo de Pensar Imperial

     Además de entrenar su cuerpo y su voluntad para rechazar la blandura, el Kshatriya también debe liberar su mente de las trampas de la modernidad. Esto es particularmente desafiante en el Estados Unidos contemporáneo, donde la mayor parte de nuestro conocimiento del presente es filtrado a través de los lentes progresistas y liberales del grupo Brahmánico. El Kshatriyaestadounidense se encuentra en una posición de debilidad intelectual y espiritual ante el Brahmán y debe por lo tanto esforzarse por desarrollar su propio entendimiento a la luz del pensamiento social y político tradicional.

     Mientras la mayor parte de la Derecha estadounidense está totalmente ocupada de responder a la última locura izquierdista, ya sea mediante un ilusorio conservadurismo o un resentimiento servil, el Kshatriya adopta el modo de pensar imperial. Como Michael Perilloux lo describió,«El tono de pensamiento de ellos [los Kshatriyas] es: "Somos la clase dirigente, o lo seremos. Pensemos cómo dirigir con responsabilidad esta cosa en una mejor dirección en respuesta a estos complejos desafíos". (...)Ellos piensan como una clase dirigente en el exilio, que cree en su propio mandato y competencia».

     La primera clave para desarrollar la soberanía intelectual es lograr salirse de la jaula de hierro de la modernidad mediante la lectura de viejos libros. Como un Kshatriya, el objetivo no es simplemente el entendimiento abstracto sino más bien absorber el conocimiento contenido allí y aplicarlo al presente. Para combatir el pensamiento débil y la indisciplina mental de la educación contemporánea, es indispensable una base sólida en el triviumde gramática, lógica y retórica.

     Mientras el individuo Kshatriya se especializará por supuesto en cualquier campo donde estén sus talentos e intereses, todos deberían alcanzar algún entendimiento de política, filosofía, estrategia, historia, alta cultura y economía; éstas son las artes liberales clásicas, la base de la acción del hombre libre en el mundo. Un entendimiento de la psicología humana es también clave para hacer sanos juicios del carácter (esto puede ser más adecuadamente conseguido mediante la observación personal y leyendo viejas novelas más bien que trabajos de psicología universitaria).

     La sociedad contemporánea nos ataca con la distracción. La capacidad de concentrarse ha llegado a ser un arte perdido. A fin de liberarnos de su control debemos apartarnos de vez en cuando, dejando de lado los smartphones, los televisores y la publicidad. Ponga en práctica la conciencia. La meditación (quizá usando algunas de las técnicas budistas tempranas), la lectura atenta de textos sagrados, el tiempo que se pasa en la Naturaleza y en soledad, son todos medios necesarios para cultivar ese desapego interior de la modernidad y sus narcóticos.


     Finalmente, considerando el papel activo al que él es llamado a desempeñar en la Restauración, y su vocación como un juez y gobernante de hombres, el Kshatriya debe ser experto en expresar sus ideas en público. Una facilidad en el hablar y en persuadir es esencial, así como un conocimiento de negociación y diplomacia. El Kshatriya ideal tendrá una gravitas [lat. = gravedad, dignidad] y presencia (reforzada por su físico impresionante y su virtud estoica) que en sí misma es como una reprimenda a la modernidad y sus degenerados abogados.

     Tomado en conjunto, todo esto habría comprendido la educación clásica de un aristócrata. El objetivo esencial del desarrollo intelectual del Kshatriyaes liberar su mente de la modernidad, particularmente de la confianza en la moderna y degenerada clase Brahmánica, y desarrollar una cosmovisión integral y completa a partir de la cual actuar.


3) Abrazar la Ética Aristocrática

     Cuando se contempla la tierra baldía del mundo moderno, es difícil no cuestionar el propósito y la eficacia de nuestro trabajo. Podría parecer que cualquier esfuerzo para imponer orden sobre este torbellino está destinado a fracasar. Si es verdad que la Humanidad está viviendo en el Kali-Yuga, entonces ninguna cantidad de esfuerzo del Hombre Contra el Tiempo conseguirá algo más que un breve pequeño remolino de orden en el río universal de la entropía y el caos.

     ¿Qué es lo que impide que nuestro Kshatriya sucumba ante la desesperanza y el nihilismo? Una piedra angular de la ética aristocrática es el ideal de cumplir el deber propio con un desapego ante los resultados. Esta moral es diversamente conocida como Karmayoga enel Bhagavad Gita, Wu-Wei [No-Acción] en las escrituras de los taoístas,y Abgeschiedenheit[aislamiento] en el misticismo cristiano de Meister Eckhart: comportarse uno mismo con dignidad e integridad en un mundo de ruinas.

     La vida del Kshatriya está dedicada a la guerra. Puede ser la guerra física, o puede ser la política (la guerra por otros medios); ahora estamos hablando de una guerra espiritual, la "gran guerra" en la cual el Kshatriya se esfuerza por trascender su pequeña humanidad y alinear su voluntad con la de Dios. El requerimiento final para el Kshatriya, y quizá el más difícil, es luchar esta más grande guerra; santificar todos sus trabajos y cumplir su deber con desapego y honor. Mientras actúa en el mundo, nuestro Kshatriya debe evitar ser entrampado y corrompido por ello. Su disposición debe ser una de guerra continua contra la modernidad.

* * * *

     Para concluír, a pesar de carecer de un territorio claramente definido o de una institución propia, el Kshatriya estadounidense podría considerarse a sí mismo como una nobleza temporalmente humillada. Ellos son una aristocracia en el exilio, la legítima casta dirigente de este país, los únicos que genuinamente se preocupan por el bienestar general por encima de preocupaciones ideológicas o mercantiles, imbuídos de un amor por la tierra y su gente así como por un sentido de lealtad y deber.

     Habiendo dominado su cuerpo, su mente y su voluntad, ¿cómo debe el Kshatriya servir a su gente y a su dios? Cómo uno procede desde este punto, depende de una variedad de factores personales y consideraciones estratégicas. Algunos dentro de la Derecha favorecen el activismo, las manifestaciones callejeras y el trabajo dentro del sistema político, mientras que otros, como los neo-reaccionarios, favorecen un enfoque "pasivo" que reniega de cualquier compromiso político directo y se esfuerza en cambio por "hacerse digno" del poder poniendo las bases para la Restauración.

     Independientemente del enfoque, hay ciertas acciones preparatorias que pueden ser emprendidas por cualquiera que sienta el llamado. Uno puede dedicar tiempo a la investigación y el conocimiento, desarrollando un completo programa político y un ethos gobernante; y también llegar a ser personalmente digno y organizarse con otros para construír unaMännerbund [2]. Habría que procurar ocupar y gobernar territorio —ya se trate de las propias familias y círculos sociales, o las iglesias locales, escuelas, grupos comunitarios, y ciudades— construyendo una alternativa viable a la "Catedral". Además, reconociéndose a sí mismo como la punta de lanza de un linaje noble, cualquier Kshatriya que es capaz se esforzará por perpetuar su linaje y criar a sus hijos en los caminos de sus antepasados.

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A4nnerbund

     El papel del Kshatriya es servir al rey verdadero y hacer la voluntad de Dios en la Tierra. En ausencia de un rey él debe servir a aquellos a quienes el rey defendería.

     Defender la tierra contra la explotación y la destrucción irresponsables. Defender la historia nacional contra el olvido. Defender a la gente contra sus enemigos, tanto externos, que amenazan con el terror o con la invasión o con un ataque militar, como internos, los traidores y quinta-columnistas, las clases charlatanas y los intelectuales desarraigados, los resentidos insurrectos y oportunistas y nihilistas, los proveedores de lujuria y adicciones y distracciones estúpidas. Defender la religión y los símbolos de su pueblo contra aquellos que los profanarían.Proteger al inocente, llevar la justicia a los malhechores, contener la marea de decadencia, e imponer el orden en el país.

     Éste es el credo del Kshatriya. La Restauración no puede tener éxito sin ello.–




Sobre el Ecologismo Racial

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     Presentamos en castellano el siguiente texto que apareció publicado en el sitio theoccidentalobserver.nethace veinte días, donde su autor establece una especie de declaración de principios en torno a temas de conservación. ecologismo y raza, todo interconectado, de una facción tentativa dentro de la Derecha estadounidense, que él llama (o se llama) Derecha Disidente, otra escisión de la anquilosada y gastada ideología que ha predominado. Los puntos que establece y las diferencias que marca en especial con respecto a la visión de Izquierda tienen, cómo no, justa razón, son sensatos y los respalda la ciencia que aún no sirve al Establishment.



ECOLOGISMO RACIAL
Un Informe sobre la Posición Medioambiental
para la Derecha Disidente
por Nelson Rosit
2 de Diciembre de 2019




Definición de Términos: Conservacionismo y Ambientalismo tienen significados que de alguna manera se superponen. El movimiento conservacionista busca el uso sabio y/o la preservación de los recursos naturales. El  ambientalismo será definido aquí como una ideología que aboga por la protección y el mejoramiento del ambiente, tanto natural como artificial. La Ecología, una rama de la biología, es la base científica tanto del conservacionismo como del ambientalismo. Ella estudia la relación de los organismos entre sí, y entre los organismos y su medioambiente. El Ecologismo es una ideología similar al ambientalismo, pero con aplicaciones más amplias y más holísticas. El Racialismo es la creencia en la realidad de la biodiversidad humana, y reconoce que las diferencias raciales inherentes tienen una profunda influencia sobre el desarrollo social y cultural. Un Etnia es un grupo étnico. Las etnias de preocupación en este informe son los grupos europeos y europeo-estadounidenses.


Introducción

     No fue por casualidad que el moderno movimiento conservacionista de fines del siglo XIX y principios del XX fuera fundado y conducido por hombres como Theodore Roosevelt y Madison Grant, quienes poseían un fuerte sentido de identidad étnica.

     Aunque la Izquierda se arrogara el control del movimiento medioambiental hacia los años '60, una perspectiva ecológica es incongruente con el universalismo global de la Izquierda, ya sea que esté animado por el neo-liberalismo o por el neo-marxismo. En cambio, hay una congruencia natural entre la ecología y el particularismo de la Derecha Disidente, una ideología que nunca pierde la visión del hombre como una entidad biológica que pertenece a  una etnia o raza específica que requiere ciertas condiciones físicas y culturales para sobrevivir y prosperar.

     La Derecha Disidente surgió en oposición al convencional conservadurismo estadounidense que ha dejado de conservar la mayor parte de todo. Nosotros queremos conservar la herencia genética de nuestra gente europeo-estadounidense, lo mejor de nuestra herencia cultural, y el medioambiente físico que promueve nuestra salud y bienestar.

     Nuestras preocupaciones medioambientales incluyen tanto los ecosistemas naturales como los ambientes físicos y sociales artificiales. Los humanos, con su relativa carencia de instintos, necesita el apoyo de instituciones culturales, como familias estables, comunidades y Estados. En lugar de comportamientos innatos, el Homo sapiens requiere la dirección de esas instituciones para su beneficiosa socialización.

     El ambientalismo de la Derecha Disidente pone a la gente primero, a la vez que afirma que el hombre no está de ninguna manera separado ni por encima de la Naturaleza, ni es autónomo con respecto a ella. Creemos que hay un fundamento biológico para la cultura humana, y por ello la biodiversidad humana es reflejada en la diversidad cultural. A diferencia de la Derecha del establishment, nosotros ponemos la calidad de vida antes que las ganancias y los aumentos del PIB. A diferencia de los Verdes Profundos, nosotros no vemos al hombre como un malvado intruso en la Naturaleza. Si bien el Homo sapiens es una especie única, sigue siendo parte del orden natural y debe trabajar dentro de aquel orden para prosperar. Como está bosquejado en este ensayo, nosotros abrazamos elementos de neo-malthusianismo, localismo, conservación, preservación y nuevo urbanismo.


Fundamentos Filosóficos: Ecologismo, Monismo, y Otros

     Para la Derecha Disidente el ambientalismo no es sólo otra cuestión de política. Más bien, lo que podría ser llamado Ecologismo Racial forma una parte integral de nuestra weltanschauung.

     Tal visión del mundo incorpora dos de los elementos más positivos de Occidente: la ciencia y el idealismo. Nuestro ecologismo es a la vez racional y romántico. Está localizado en la intersección de razón y emoción, combinando el naturalismo científico con un esteticismo espiritual y una fe en el destino de nuestra gente.

     El ecologismo racial coloca el bienestar de nuestra etnia como nuestra preocupación central, a la vez que pone su bienestar dentro de un contexto global donde otras razas tienen derecho a sus propios lugares.

     Esta ideología está en fuerte oposición a la Izquierda postmoderna y a la Derecha del establishment, las cuales ambas están desconectadas de la realidad del mundo natural y de una visión holística de las sociedades humanas.

     Como el Homo sapiens es un animal social, el humanismo y otras visiones híper-individualistas son no existentes. La creencia de que el individuo es la unidad suprema de la sociedad, de que cada persona debe encontrar su propio sentido y propósito en la vida, es un estrecho ensimismamiento que conduce a la alienación. Eso también se desvanece ante la realidad. Ninguna persona, no importa cuán inteligente o física y mentalmente resistente sea, puede prosperar fuera de los límites de una sociedad que es la que nutre.

     Los elementos espirituales del ecologismo racial pueden ser encontrados en el Monismo de Ernst Haeckel, el Beyondism de Raymond Cattell, y el Cosmoteísmo de William L. Pierce. Como una ideología basada en la Naturaleza, la evolución es central para nuestro ecologismo. Nuestro espiritualismo nos conduce a una fe en el progreso evolutivo. La Naturaleza no consciente ha producido un mundo de creciente variedad y complejidad. Para nuestra especie, sin embargo, es tiempo de que la selección social humana sustituya al mecanismo cruel y desperdiciador de la selección natural.

     Creemos que el Homo sapiens es una especie animal. Por lo tanto, los seres humanos deberían ser vistos como parte del mundo natural. Las ciencias sociales tienen que ser guiadas por las ciencias de la vida. Los seres humanos son criaturas maravillosamente creativas, pero aun cuando la ciencia continúa produciendo maravillas de tecnología e ingeniería, hay límites para nuestra capacidad de manipular la Naturaleza. Hay también límites para la capacidad de la naturaleza humana de adaptarse a ambientes sociales y físicos diferentes. Cada etnia tiene un ordenamiento social y cultural particular y un medioambiente físico adecuado para su bienestar.


Población y Migración: Neo-Malthusianismo,
Capacidad de Sostenimiento, Cambio Climático, y las Tierras Comunes

     Hace doscientos años Thomas Robert Malthus escribió "An Essay on the Principles of Population", señalando que, de no tener un control, las poblaciones humanas invariablemente sobrepasarán al suministro de comida disponible. La subsecuente productividad aumentada causada por la Revolución Industrial y la Revolución Verde [de la agricultura, de los años '60 y '70] podría parecer invalidar la tesis de Malthus. No tanto. Su principal argumento era que las persistentes altas tasas de crecimiento demográfico son un importante impedimento para el progreso social. ¿No estaría mejor hoy Nigeria con 20 millones más bien que con 200 millones de ciudadanos? El desarrollo tecnológico simplemente ha pospuesto lo inevitable. Claramente, en muchos lugares en el mundo, como Haití y el Cuerno de África, la capacidad de producir hijos supera a la capacidad de mantenerlos.

     Actualmente el argumento a favor de poner límites al crecimiento es impopular. Es descartado a través del espectro político desde neo-marxistas y fundamentalistas religiosos hasta tecnócratas libertarios. La sustentabilidad, sin embargo, sigue siendo un principio cardinal del ambientalismo, y de acuerdo a esa medida nuestro país y el planeta están sobrepoblados ya. La sustentabilidad es un concepto temporal, referido no sólo a lo que es posible hoy sino a lo que es posible en un futuro indefinido. En 1927 la Tierra soportaba 2.000 millones de personas. En 2011 la población superó los 7.000 millones, y se ha proyectado que alcanzará los 11.000 millones hacia el final del siglo XXI.

     La capacidad de sostenimiento [carrying capacity], un concepto usado tanto por biólogos como por demógrafos, es el número estimado de individuos de una especie que un ambiente particular puede sostener. La capacidad de la gente para la innovación tecnológica hace difícil determinar exactamente la capacidad de sostenimiento para el Homo sapiens. Sin embargo, si el medioambiente natural o social de una comunidad o país está siendo degradado, la población probablemente ha excedido la capacidad de sostenimiento que tiene el medioambiente.

     Otra perspectiva con respecto a la degradación medioambiental ha sido llamada la "tragedia de los bienes comunes", una frase popularizada por el ecologista Garrett Hardin. Los tradicionales bienes comunes eran los pastizales del pueblo o los bosques mantenidos para usufructo. La productividad de las tierras comunes era mantenida por una población estable y la presión comunitaria que impedían que alguien abusara del recurso. Hoy el término a menudo se refiere a los recursos globales como la atmósfera y los océanos. Los bienes comunes también pueden incluír la infraestructura, la educación pública y otros servicios sociales a los cuales pueden tener acceso todos los residentes de una comunidad o país. En la medida en que a las personas se les permite asentarse donde ellas quieran, los bienes comunes —la riqueza común de Occidente— están en peligro por la masiva inmigración desde el Tercer Mundo.

     Las políticas nacionales e internacionales en cuanto a la migración han exacerbado enormemente el problema demográfico. La evidencia muestra que la migración de masas desde el Tercer Mundo a Occidente aumenta las poblaciones tanto en los países que reciben como en los que envían. La mayor parte del crecimiento demográfico en Estados Unidos durante los últimos 40 años se ha debido a inmigrantes y sus descendientes. Mientras el aumento de población añade al PBI, ¿añade eso a la calidad de vida?. ¿Va el Estados Unidos de 2050, con más de 500 millones de personas y sin un grupo mayoritario principal, a ser un lugar más agradable y próspero para vivir?

     La inmigración masiva tiende a mantener altos índices de natalidad en muchos países del Tercer Mundo ya que la emigración es vista como una válvula de seguridad para los niños, mientras la ayuda externa y los fondos remitidos desde Occidente a familias en sus países de origen ayudan a mantener altas tasas de fertilidad. Dos cosas están claras: el crecimiento demográfico mundial debe ser reducido, y permitir la migración de masas hace más difícil ese objetivo.

     La raza es el elefante en la sala cuando se habla de la política demográfica. La dimensión racial es la razón principal de por qué la cuestión del crecimiento demográfico no puede ser tratada como un asunto racional y objetivo. Las poblaciones Blancas están disminuyendo, de manera que todos los aumentos vienen de gentes no-Blancas. Bajo estas circunstancias, ver los aumentos demográficos como un problema es provocar difamaciones injuriosas de parte del establishment.

     Las consideraciones ideológicas, a veces motivadas por la animosidad étnica, han llevado a que organizaciones ambientales den saltos hacia atrás y se pongan cabeza abajo con respecto a la política demográfica. Un ejemplo es la cambiante posición del Sierra Club en cuanto a inmigración y crecimiento demográfico. Dicho Club fue fundado por John Muir, un europeo-estadounidense con un fuerte sentido de identidad étnica. La organización es uno de los grupos medioambientales más antiguos y más grandes en el mundo con miembros en gran parte Blancos. Hace décadas, el Club se opuso a la inmigración masiva porque aquélla conducía a un crecimiento demográfico no sostenible, reducción de recursos y degradación medioambiental.

     Bajo la presión de la Izquierda, incluyendo una donación de David Gelbaum de más de 100 millones de dólares condicionados al apoyo de una política pro-inmigración, el Sierra Club ha traicionado tanto a la causa medioambiental como a los intereses étnicos de sus miembros al apoyar la amnistía para extranjeros ilegales, continuos niveles altos de inmigración "legal", y al oponerse a barreras fronterizas. La posición de dicho Club ha evolucionado desde abogar por un control de población e inmigración a promover una política esencialmente de fronteras abiertas.

     Probablemente el tema medioambiental del que más extensamente se habla hoy es el cambio climático. Esta cuestión también tiene un componente demográfico. Primero, tiene que ser declarado que el cambio climático durante tiempos históricos y prehistóricos es un hecho establecido. Una historia más grande sería que el clima de la Tierra había conseguido un equilibrio. Hay pruebas de que áreas del planeta se están calentando y que un aumento de gases de invernadero es un factor contribuyente. Los emisores más grandes de tales contaminantes son el mundo industrializado, sobre todo China e India. Los acuerdos internacionales para reducir emisiones que afectan desproporcionadamente a Occidente yerran el blanco.

     La ciencia del cambio climático es inexacta, el daño por el cambio climático es incierto, y las mejores estrategias para mitigación y adaptación no están claras. Al movimiento climático también le han hecho daño la histriónica histeria y la hipocresía de algunos de sus partidarios, así como las agendas políticas izquierdistas no directamente relacionadas con el cambio climático (por ejemplo, el anti-capitalismo).

     Con eso en mente, es por lo general sabio pecar de exceso de precaución al proteger nuestro planeta hogar, de modo que reducir los gases de invernadero debería ser un importante objetivo.

     Es evidente de los susodichos desafíos que el exceso de población no es sólo una futura preocupación; es un problema presente. Obviamente los ambientalistas que apoyan rigurosos controles sobre la población y la migración tienen una lucha cuesta arriba. A tales controles se oponen aquellos que por motivos teológicos o políticos quieren aumentar ciertas poblaciones, mientras sus extraños compañeros íntimos, los capitalistas globales, quieren un continuado crecimiento de la población para aumentar el consumo y facilitar el libre movimiento de la mano de obra barata. Ninguna protección durable del medioambiente puede ser llevada a cabo sin un control demográfico, y sin embargo éste es un asunto que grupos medioambientales predominantes rechazan abordar de un modo significativo.


Pensamiento Ecológico: Hibridación, Biodiversidad
y Transferencia de Biota [la Flora y la Fauna de una Región]

     A la vez que no deseamos mal para ninguna gente, nuestra preocupación primaria son los pueblos de nuestra propia etnia, europeos y derivados de los europeos. Creemos que llevar una perspectiva ecológica a problemas raciales ayudará a clarificar la percepción de nuestra gente acerca de las cuestiones sociales.

     Hemos notado ya la importancia del equilibrio entre población y hábitat. Ahora considere la ironía de que el gobierno federal y los gobiernos estatales estadounidenses estén requiriendo la integración de grupos raciales humanos y promoviendo el mestizaje, mientras al mismo tiempo también gastan millones de dólares para conservar genotipos únicos entre mamíferos y peces.

     La hibridación puede ocurrir en la Naturaleza cuando una nueva especie o sub-especie es introducida en un ambiente, o cuando los cambios medioambientales llevan a especies relacionadas a una nueva relación. Los encargados de la vida salvaje están preocupados por la integridad genética de diversas especies valiosas. Por ejemplo, el departamento estatal de peces y caza, el Federal Fish and Wildlife Service, así como varios deportistas y grupos conservacionistas, están trabajando para preservar los genomas de la trucha de arroyo del Este y de la trucha asesina occidental en áreas donde han sido introducidas truchas no nativas.

     El problema es doble. El pez introducido expulsa y reemplaza a los naturales, y también puede cruzarse con ellos, destruyendo valiosos genotipos. Los biólogos de peces y de la vida salvaje están interesados en la conservación genética, creyendo que es importante proteger combinaciones genéticas raras, únicas y que ocurren naturalmente. Si bien la analogía entre las poblaciones de truchas y las poblaciones humanas no es perfecta, ciertos principios se aplican a ambas. La introducción de nuevas especies o sub-especies puede causar la pérdida de hábitat, integridad genética, e incluso extinción de especies nativas.

     Hay un mito popular de que especies diferentes no se pueden cruzar, o si lo hacen, no pueden producir descendientes fértiles. A menudo eso no es verdadero en ambos casos. Un ejemplo es el símbolo icónico de los bosques del Norte: el lince de Canadá. El lince es una especie federalmente designada como amenazada, de modo que el Departamento de Recursos Nacionales de Minnesota estuvo preocupado cuando ellos descubrieron que los raros linces se estaban cruzando con los más comunes gatos monteses. Así, junto con el desafío de la pérdida de hábitat, esos felinos ahora afrontan un nuevo problema: la hibridación.

     ¿Parece raro que mientras los Estados estadounidenses y el gobierno federal están implementando vigorosamente programas para mezclar sub-especies humanas, aquellas mismas entidades trabajen para proteger los genotipos únicos de mamíferos y peces? Ellos se preocupan de la erosión del linaje ancestral de ovejas de grandes cuernos y de la buena forma genética del bisonte mientras al mismo tiempo persiguen políticas que diluirán o destruirán la unicidad de razas humanas. Eso requiere la separación entre el hombre y la Naturaleza para que tales políticas tengan sentido. Pero entonces, nuevamente, parece que hay sólo una sub-especie humana que necesita integración y fusión. ¿Por qué muchos ecologistas ven el gran reemplazode las poblaciones autóctonas de Suecia e Inglaterra como un bien positivo?

     La amenaza medioambiental planteada a las especies nativas por la adición de flora y fauna exóticas no es un fenómeno nuevo. Las plantas, los animales y los microbios han estado emigrando desde el principio de la vida en la Tierra, pero el alcance del problema ha crecido desde el advenimiento de la globalización. La primera transferencia de biotaen gran escala fue durante el Intercambio Colombino (Columbian Exchange) [1] que comenzó a finales del siglo XV cuando dos ecosistemas, Europa y América, habiendo evolucionado por separado después de la desintegración del súper-continente Pangea hace millones de años, chocaron con profundas consecuencias para ambos.

[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Columbian_exchange

     La mayoría de los beneficios del Intercambio Colombino fueron para los europeos. Sin embargo, la globalización de hoy, como un todo, no ha beneficiado a los pueblos de Occidente. Dejando aparte el problema crítico de la migración de masas, Occidente ha gastado miles de millones de dólares en estudiar, controlar y tratar los virus del SARS, el VIH, el Virus del Nilo Occidental, el Ébola y el Zika, para no mencionar la polilla ash borerasiática y la maleza knotweed japonesa. La presencia de estos parásitos y patógenos es sólo una de las consecuencias involuntarias de la globalización. Los recursos dedicados a contener estas enfermedades, insectos y malezas, así como los pueblos migrantes, todo se suma al costo de la integración internacional.


El Medioambiente y la Economía:
Materialismo, Consumismo, Nacionalismo Económico

     La Derecha Disidente cree que la gente está antes que las ganancias. La economía nacional debería servir a las necesidades de las personas más bien que al revés. Apoyamos la empresa privada y el libre mercado en la medida en que la actividad económica no sea socialmente o medioambientalmente destructiva.

     Nuestra actual economía está fuera de equilibrio, con los sectores financieros y de consumidores dominando la producción primaria y la inversión en infraestructura. Quizás es un objetivo aspiracional, pero es enormemente deseado un cambio de valores donde nuestra gente aprecie la Naturaleza y las actividades al aire libre así como búsquedas intelectuales más que acumular posesiones o complacerse en entretenimientos pasivos.

     Rechazamos la afirmación de la Izquierda de ser progresista. La Izquierda de hoy no es ni liberal ni progresista. Los productos de la Izquierda como la ciudad de Detroit del siglo XXI y los desfiles de Orgullo Homosexual son atávicos. Tampoco el progreso debería ser medido en términos de más bienes materiales, más comodidades o experiencias más nuevas. El consumismo engendra sentimientos de nunca tener bastante. Independientemente de lo que uno tenga, siempre podría ser más.

     El progreso debería ser medido en mejoras a la mente y el cuerpo humanos, así como al ambiente físico en que la gente habita. El futuro progreso puede implicar tener menos. El psicólogo pionero Raymond Cattell, un firme creyente en la posibilidad del progreso humano, escribió que "mientras más los hombres llegan a ser más inteligentes y espirituales, menos ellos necesitan de diversiones costosas y placeres materiales caros para vivir una vida plena y satisfactoria". Es esencial preservar y promover a los elementos productivos de la raza que creó la civilización occidental para que pueda ocurrir algún progreso verdadero.

     Una importante área donde la economía afecta al medioambiente y a la salud de la gente es la de la agricultura y el procesamiento de alimentos. La Derecha Disidente apoya las granjas familiares diversificadas y de tamaño medio. La agricultura estadounidense produce una abundancia de alimentos y fibras comparativamente baratos, pero con ocultos gastos sociales y ambientales. Las fuerzas económicas globales han obligado a los agricultores a hacerse grandes o salir del negocio. El resultado ha sido un extendido desarrollo de operaciones gigantescas que requieren enormes inversiones en equipamiento y combustible, así como fertilizantes inorgánicos y pesticidas que podrían empobrecer los recursos de agua y suelo.

     Hace treinta años la industria procesadora de alimentos proporcionó ingresos de clase media a miles de trabajadores estadounidenses que vivían en pueblos y pequeñas ciudades a través del Sur y el Medio Oeste. Hoy la industria se basa en mano de obra barata de gente que viene desde Guatemala a Somalia.

     El Globalismo ha distorsionado la agricultura y la industria procesadora de alimentos de Estados Unidos a la vez que ha disminuído su industria manufacturera. El decidido impulso por ganancias y eficiencia a corto plazo ha creado un sistema que usa cantidades insostenibles de recursos no renovables mientras desestabiliza comunidades en el centro del territorio estadounidense. Sin abogar por un socialismo estatal o una planificación centralizada, estamos totalmente conscientes del poder del capitalismo internacional para destruír comunidades étnicas y el medioambiente físico en nombre de un falso progreso. Nuestro actual modelo económico requiere un continuo crecimiento de población y de consumo. Eso no es sostenible. El crecimiento perpetuo no es un fenómeno que ocurra dentro de nuestra biósfera.


Sitios Salvajes y Espacios Públicos:
Conservación, Preservación, Nuevo Urbanismo

     La Derecha Disidente cree en la protección de las tierras públicas, y en agregar otras a las ya existentes. Desde las montañas Adirondack (en el Estado de Nueva York) a Yellowstone, la sabiduría de proteger los espacios abiertos ha sido demostrada una y otra vez. Sin embargo, la creación de casi cada parque y refugio público ha sido combatida por aquellos que están interesados en la ganancia privada. Con eso en mente, también apoyamos usos múltiples de la esfera pública donde sea apropiado. La caza, la pesca, el pastoreo, la actividad forestal y el desarrollo recreativo pueden añadir valor a nuestras tierras públicas. Mientras tanto, aquellas raras áreas de verdadera Naturaleza salvaje deberían permanecer inviolables. Rechazamos la crítica de la Izquierda de que el carácter de los Parques Nacionales y áreas salvajes tiene que ser reexaminado porque ellos atraen principalmente a gente Blanca de clase media.

     Nuestro ecologismo incluye la preocupación tanto por ambientes artificiales como naturales. Y mientras los hombres no-Blancos muestran una comparativamente pequeña preocupación por las áreas naturales, ellos dan gran importancia a tener acceso y controlar los espacios públicos. Antes de la Segunda Guerra Mundial la ley y la costumbre restringían el acceso de hombres de color a los espacios públicos en Estados Unidos. El público era definido como Blanco.

     Después de la guerra, a menudo mediante dictámenes de tribunales federales, fueron removidas las barreras que separan a las razas, lo que tuvo profundas implicaciones para la sociedad estadounidense. La huída de los Blancos (White flight), la privatización de la cultura popular, y la política de orden público fueron manifestaciones del Estados Unidos Blanco tratando de hacer frente a la pérdida de control de espacios públicos en una sociedad multirracial de posguerra.

     Todas las especies y sub-especies requieren hábitats específicos para sobrevivir y reproducirse. Las familias Blancas requieren áreas seguras y relativamente homogéneas para criar familias, y un ambiente social que anime las actividades domésticas. Una vez que la separación de las razas por ley (de jure) fue desmantelada, la huída Blanca dio origen a una generación de separación de facto que permitió que ocurriera un fuerte aumento de la natalidad (Baby Boom) en gran parte Blanco. Obviamente, la huída Blanca demostró ser ineficaz para asegurar un espacio vital a los Blancos. El cambio demográfico de hoy ha dejado atrás la huída Blanca a medida que hombres de color fluyen hacia barrios residenciales antes Blancos.

     Ha habido también algunos problemas intrínsecos con la sub-urbanización. En el mejor de los casos, los barrios residenciales crean ambientes de pequeños pueblos a la vez que proporcionan acceso a las oportunidades culturales y económicas de la ciudad. Demasiado a menudo, sin embargo, las comunidades suburbanas fomentaron un materialismo superficial y proporcionaron un ambiente social inauténtico y alienante que pudo haber contribuído a la rebelión juvenil de los años '60 y '70. De esa manera, sin tiempo para formar comunidades orgánicas, y sin la autoridad para excluír a grupos ajenos, muchos barrios residenciales han llegado a ser conglomerados urbanos multirraciales, convirtiéndose en cargas en vez de bienes.

     Acompañando a la huída Blanca ha habido una retirada general de los Blancos desde espacios públicos que ellos ya no controlan. Desde el transporte público hasta automóviles privados, desde hacer compras en importantes avenidas a la compra en línea, y desde el entretenimiento comunal a la televisión en casa, los Blancos en particular se han retirado a la esfera privada.

     La huída de los Blancos y la privatización de la cultura se han reflejado en el desarrollo político. El ascenso del neo-conservadurismo durante los años '70 y '80 puede ser visto como un resultado de los reveses experimentados por Blancos de clase media y obrera al comenzar la Era de los Derechos Civiles. Incapaces de expresar sus intereses étnicos explícitos o de proteger sus espacios comunitarios, los Blancos se retiraron hacia un conservadurismo defensivo que dejó de enfatizar la esfera pública y se concentró en la protección de la propiedad individual y la seguridad personal. La elección de 2016 y la aparición de la Derecha Disidente son manifestaciones de que la delgada cáscara del conservadurismo convencional ya no es suficiente.

     La Derecha Disidente cree en vecindarios duraderos y étnicamente homogéneos, y en comunidades donde es seguro caminar. Queremos espacios públicos accesibles. La planificación urbana debería ser a una escala humana. La estética occidental tradicional debería dirigir el diseño arquitectónico y del paisaje. Instamos fuertemente al compromiso cívico. Compartimos muchos de los objetivos de los Nuevos Urbanistas. Aunque su movimiento enfatiza la diversidad cultural, en realidad sus objetivos son raramente conseguidos excepto en comunidades relativamente homogéneas.


Conclusiones

     La Derecha Disidente cree que el sistema político estadounidense está ideológicamente en bancarrota. En una época en que el significado de la raza es cada vez más evidente, tanto la Izquierda como la Derecha del establishment hacen todo lo posible para negar, distorsionar o ignorar la base etno-cultural de la sociedad.

     Los humanos, al igual que otros animales, tienen manifestaciones físicas que resultan de la tensión psíquica. Muchos animales no domesticados, por ejemplo, es difícil que se reproduzcan en cautiverio. De manera similar, las sociedades humanas son afectadas por problemas colectivos en su bienestar psicológico y seguridad en sí mismas. Para el Occidente hoy, esos problemas psicológicos incluyen el narcisismo, la alienación, la disforia de género y la culpa racial. El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) ha reportado recientemente una declinación en la esperanza de vida entre estadounidenses Blancos, lo que está impulsado en gran parte por comportamientos autodestructivos. Nuestra gente está cada vez más alienada de esta sociedad. Ellos están incluso alienados de sus propios cuerpos, como lo pueden atestiguar el predominio del abuso de drogas, la obesidad y la confusa identidad sexual y racial.

     La Derecha Disidente piensa que la salud y la integridad de nuestra etnia es la parte más importante de la comunidad de nuestra nación. El cuerpo social consiste en aquellos que contribuyen al bienestar de la sociedad. Eso excluye a los parásitos y aprovechadores irresponsables.

     El fracaso en reconocer los fundamentos biológicos de la existencia humana ha producido un divorcio entre la Humanidad y la Naturaleza. Nosotros abogamos por un nuevo naturalismo. Una visión naturalista de la sociedad ha sido retratada a veces por los críticos como inmoral o amoral. Es vista como si abogara en favor de la ley de la selva, una brutal lucha general donde sólo los fuertes sobreviven. Mientras la Naturaleza a veces se comporta violentamente, los humanos son animales sociales. La sociedad humana se beneficia enormemente de la cooperación entre sus miembros, y se requiere tanto la virtud cívica como la moralidad privada para la cooperación.

     Los humanos, por supuesto, son competitivos y tienen un sentido de individualidad, que es una parte beneficiosa y necesaria de la cultura occidental. La parte negativa es la avaricia y el egoísmo. Esas faltas pueden ser mitigadas por sentimientos de parentesco, mutualidad y reciprocidad. La gente ayuda a otros que han contribuido a la comunidad en el pasado o que es probable que contribuirán en el futuro. Las relaciones entre razas y naciones también deberían ser gobernadas por un ilustrado interés propio que incluya elementos de mutualidad y reciprocidad.

     La mayor parte de los Blancos parecen inconscientes de las fuerzas hostiles que trabajan para destruír a nuestra gente y cultura, y no tiene conciencia de los profesores vitalicios de prestigiosas universidades que abogan por el genocidio Blanco. Muchos Blancos tienen dificultad para comprender la posibilidad de la extinción Blanca, o siquiera por qué eso importaría. Enmarcar la discusión en términos ecológicos puede clarificar estos asuntos. Las comunidades Blancas deberían ser apreciadas como parte del orden natural, tan dignas de preservación como un grupo de orcas o una manada de caribúes.–




Aristóteles sobre Inmigración, Diversidad y Democracia

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     El prolífico ensayista Guillaume Durocher publicó en Febrero de 2017 en theoccidentalobserver.net el siguiente breve escrito que ofrecemos en castellano, en el cual se refiere a algunas opiniones del filósofo Aristóteles, del siglo IV a.C., con respecto a los temas enunciados, fundamentalmente contenidas en su certera obra titulada "Política".


Aristóteles acerca de Inmigración,
Diversidad y Democracia
por Guillaume Durocher
24 de Febrero de 2017



     Una medida de la degeneración intelectual y moral de Occidente durante las últimas décadas es la ahora casi total ignorancia de las obras clásicas que fundaron la civilización occidental, incluso entre la así llamada clase culta. Aquellos que se mantienen en la ignorancia de lo que mentes superiores han pensado antes de ellos están condenados a permanecer como niños, en el mejor de los casos reinventando la rueda, más bien que estando sobre los hombros de gigantes.

     Aunque las obras clásicas fueron claramente escritas para un tiempo y un lugar muy diferentes de los nuestros, sus preocupaciones a menudo nos hablan de manera muy directa. La "Política" de Aristóteles, su principal tratado político, está repleta de comentarios acerca de los peligros de la diversidad y el igualitarismo. El pensamiento político de Aristóteles no se eleva hasta las alturas eugenésicas y espirituales de la utopía de Platón [1]. Sin embargo, el estilo moderado y pragmático de la política de Aristóteles es mucho más aceptable para alguien criado en el liberalismo moderno, siendo al mismo tiempo una mejor introducción a la ética política comunitaria y aristocrática de los griegos antiguos.


     Aristóteles estaba enormemente preocupado por la preservación de la paz civil en la ciudad-Estado. Entre las causas más comunes de que se creen "facciones" y guerra civil, dice él, estaban las desafortunadas consecuencias de la inmigración no asimilada y la consiguiente diversidad. La prosa de Aristóteles es absolutamente clara:

    «La heterogeneidad de razas puede conducir a la formación de facciones, por lo menos hasta que ellas hayan tenido tiempo para asimilarse. Una ciudad no puede ser formada a partir de una multitud cualquiera, o bajo alguna circunstancia cualquiera. La mayor parte de las ciudades que han dado derechos de ciudadanía a gente advenediza y extranjera, en el momento de su fundación o más tarde, tuvieron disensiones con ellos.
     Por ejemplo, los aqueos se unieron con pobladores de Troezen en la fundación de Síbaris; después se multiplicaron tanto los aqueos que echaron de sus tierras a los trecenios, de donde les vino la maldición a los sibaritas. En Turios los sibaritas se pelearon con los otros pobladores que se habían unido a ellos en su colonización; ellos exigieron privilegios especiales, a causa de que ellos pretendieron que eran los dueños del territorio, y fueron expulsados de la colonia. En Bizancio los pobladores posteriores fueron descubiertos en una conspiración contra los colonos originales, y fueron expulsados por la fuerza; y una expulsión similar por la fuerza aconteció a los exiliados de Quíos que fueron admitidos en Antissa por los colonos originales. En Zancle, por otra parte, los colonos originales fueron expulsados por la gente de Samos a quienes ellos habían dado hospitalidad. En Apolonia, en el Mar Negro, el conflicto entre facciones fue causado por la introducción de nuevos pobladores a los que se les concedieron derechos; en Siracusa el haber otorgado derechos cívicos a extranjeros y mercenarios, al final de período de los tiranos, condujo a una sedición y guerra civil; y en Amfípolis los ciudadanos originales, después de admitir a colonos de Calcis, fueron casi todos expulsados por los colonos que ellos habían admitido» (Política, lib. V, 1303a).

     Así, la inmigración de pueblos diferentes ha sido una fuente común de conflicto, a menudo conduciendo a la guerra civil y concluyendo con la limpieza étnica o de los pueblos nativos o de los invasores.

      El ideal de ciudadanía para Aristóteles, que implicaba deberes cívicos y solidaridad de grupo, necesariamente requiere una fuerte identidad común y una aguda diferenciación entre ciudadanos y extranjeros. A la inversa, los mercenarios extranjeros no tenían ninguna solidaridad con el pueblo, y eran por ello frecuentemente usados por tiranos para imponer su injusto gobierno:

    «La guardia de un rey [legítimo] está formada de ciudadanos armados; la de un tirano está compuesta por mercenarios extranjeros» (lib. III, 1285a).

    «Es un hábito de tiranos nunca gustar de alguien que tenga un espíritu de dignidad e independencia. El tirano reclama para sí mismo un monopolio de tales cualidades; él siente que cualquiera que afirme una dignidad rival, o actúe con independencia, amenaza su propia superioridad y el poder despótico de su tiranía; él lo odia en consecuencia como un subversor de sus propia autoridad. Es también un hábito de tiranos preferir la compañía de extranjeros antes que de ciudadanos en la mesa y en la sociedad; los ciudadanos, sienten los tiranos, son enemigos, pero los extranjeros no ofrecerán ninguna oposición» (lib. V, 1314a).

     Este pasaje trae a la mente la tiranía bolchevique en las primeras décadas de la Unión Soviética, cuando el gobierno, y sobre todo la policía secreta, fueron dominados por gente de grupos étnicos no-rusos. Como nota Aristóteles, bajo tal sistema cualquier aseveración de independencia era despiadadamente aplastada.

     Aristóteles también expresa claramente una idea relacionada, la de que la homogeneidad étnica permite la solidaridad de grupo que es necesaria para derrocar al gobierno tiránico, mientras que una población diversa sin ninguna identidad común es más fácil de gobernar. Aristóteles, a fin de posibilitar el ocio en la época pre-moderna, aboga por tener una población de esclavos étnicamente diversos (algo que yo, por motivos de paz civil e integridad genética, no respaldaría y sobre todo no en la época de la automatización):

    «La clase de los labradores debería, idealmente, si podemos elegir, ser de esclavos, pero esclavos no pertenecientes a una sola nación, o de un temperamento irascible. Eso asegurará inmediatamente la ventaja de un buen suministro de trabajo y eliminará cualquier peligro de designios de rebelión»(lib. VII, 1330a).

     Así, una masa de mestizos sin identidad es más fácil de gobernar que un pueblo auto-consciente, lo cual es una verdad que las élites hostiles que gobiernan Occidente parecen entender instintivamente.

     Aristóteles observa que los extranjeros eran también un arma política favorita no sólo de los tiranos sino también de extremistas igualitaristas. Él escribe: "En Amfípolis alguien llamado Cleótimo introdujo colonos de Calcis, y los incitó después de que se establecieron a hacer un ataque contra los ricos"(lib. V, 1306a). Aristóteles dice que la naturalización de extranjeros desempeñó un papel fundamental en la fundación de la forma más extrema de la democracia en Atenas. Él escribe de Clístenes, de quien se decía que había fundado la democracia de aquella ciudad: "Después de la expulsión de los tiranos él introdujo en tropel en las tribus a varios extranjeros, tanto residentes como esclavos" (lib. III, 1275b) [2].

[2] Eso fue antes de las reformas de Pericles, quien democratizó Atenas más aún, a la vez que realmente restringió las calificaciones para tener la ciudadanía a aquellos nacidos de dos padres atenienses.

     Aristóteles dice en otra parte que los demócratas consolidan su régimen mediante sus esfuerzos para mezclar a la ciudadanía (destruyendo las antiguas identidades) y alimentando el individualismo:

    «Otras medidas que son también útiles en la construcción de este tipo último y más extremo de democracia son las como aquellas introducidas por Clístenes en Atenas, cuando él procuró hacer avanzar la causa de la democracia, o aquellas que fueron tomadas por los fundadores del gobierno popular en Cirene: Varias nuevas tribus y clanes deberían ser instituídos al lado de los antiguos; los cultos privados deberían ser reducidos en número y realizados en centros comunes; y debería ser empleada cada argucia para hacer que todos los ciudadanos se mezclen tanto como sea posible y se disuelvan sus viejas lealtades.
     Todas las medidas adoptadas por tiranos pueden ser igualmente consideradas como compatibles con la democracia. Podemos citar como ejemplos la licencia permitida a los esclavos (la cual, hasta cierto punto, puede ser ventajosa), la licencia permitida a mujeres y niños, y la política de tolerar la práctica de que se viva como se quiera. Hay mucho para ayudar a una constitución de esta clase, ya que la mayoría de los hombres encuentra más placer en vivir sin disciplina que en una vida de moderación» (lib. VI, 1319b).

     Esas medidas aparecen de acuerdo con lo que Samuel Francis [1947-2005] ha llamado la "anarco-tiranía": al debilitarse las tradicionales identidades de grupo y la autoridad de los padres de familia, la población de "individuos liberados" queda paradójicamente reducida a una masa impotente, que puede entonces ser hábilmente manipulada por demagogos. Aristóteles piensa que la democracia extrema es indeseable porque conduce a la anarquía y el individualismo.

* * * *

     Aristóteles se distingue entre los pensadores antiguos en que su teoría política aboga al menos por una especie de democracia moderada o gobierno constitucional. Él en general cree que un gran número de gente debería tener la ciudadanía, limitada por el servicio en el ejército y una moderada calificación en base a la propiedad, una descripción que calza notablemente bien con la República romana. Él aboga por un "régimen mixto" que presenta elementos democráticos, oligárquicos y aristocráticos, sujetos a una ley básica en gran parte invariable, esta última encarnando y estipulando un modo de vida.

     La visión que tenían del sistema de gobierno los Padres Fundadores estadounidenses (o en realidad los Confederados) me sorprende por tener una significativa coincidencia con el pensamiento político de Aristóteles. La mayor diferencia es quizás que Aristóteles abogó por un régimen constitucional moderadamente democrático, no por razones de "derechos" individuales o "igualdad" sino porque aquello servía a los intereses de la comunidad. Un régimen moderadamente democrático daba a tantas personas como era posible un interés por la preservación de aquel régimen y permitía que todos los ciudadanos incluyeran su parte de sabiduría, por pequeña que fuese, en el gobierno.

     Aristóteles argumenta enérgicamente a favor de una noción de justicia centrada en la comunidad: "El bien en la esfera política es la justicia; y la justicia consiste en lo que tiende a promover la conveniencia general" (lib. III, 1282b). ¿Cuántas discusiones políticas hoy —ya sean sobre aborto, matrimonio homosexual, inmigración, política económica, o lo que sea— se refieren al bien común en vez de ser argumentos egocéntricos e infantiles sobre "derechos" y "justicia"?

     Si bien Aristóteles es decididamente más "burgués" [de clase media] que [el aristocrático] Platón, él también desprecia los excesos igualitarios, que se manifiestan en el extremismo democrático y el individualismo egoísta. Aristóteles nota que algunas democracias son tan extremas que ellas realmente socavan la existencia del Estado, y de ahí que no sobrevivan tanto como una democracia moderada. Él escribe con gran elocuencia sobre aquella "falsa concepción de la libertad" que tan a menudo ha seducido a nuestra gente:

    «En las democracias del tipo que es considerado como particularmente democrático, la política seguida es el reverso mismo de su verdadero interés. La razón de eso es una falsa concepción de la libertad. Hay dos rasgos que generalmente se considera que definen la democracia. Uno de ellos es la soberanía de la mayoría; el otro es la libertad de los individuos. Se asume que la justicia consiste en la igualdad, y la igualdad en la consideración de la voluntad de las masas como soberana; se asume que la libertad consiste en hacer lo que uno guste. El resultado de tal visión es que, en esas democracias extremas, cada individuo vive como le place, o, como dice Euripides, "Cualquier fin él se arriesga a desear". Ésa es una concepción mezquina [de la libertad]. Vivir bajo la regla de la constitución no debería ser considerado como esclavitud sino más bien como salvación» (lib. V, 1310a).

     ¿No es éste un muy claro resumen de los males del liberalismo moderno? Yo argumentaría que Occidente fue severamente infectado ya por los años '30, antes de producir una metástasis hasta un grado absurdo desde los años '60 en adelante. Así hoy, los liberales expresan sólo un deseo único de "igualdad" y "solidaridad", al mismo tiempo destruyendo siempre los fundamentos mismos de esos fines mediante multiculturalismo y fronteras abiertas, siendo éstos fanáticamente impuestos con la intolerancia más miope.

     Aristóteles proporciona una poderosa razón fundamental para un régimen constitucional moderado de ciudadanos-soldados responsables, obligados por una clara ley básica. En el venidero etno-Estado, la ley básica necesariamente prescribirá la preservación de la identidad y los intereses étnicos y genéticos de los pueblos europeos como un imperativo inviolable, para ser hecho cumplir por jueces y quizás por una orden militar-espiritual (o una de soldados-científicos) dedicada a tal efecto.

     En cualquier caso, Aristóteles expresa claramente cómo la homogeneidad, una identidad común, y un sentido de pertenencia a un pueblo son bienes sociales necesarios para la condición de ciudadano, para la solidaridad, y para liberarse del gobierno tiránico. Aristóteles aboga por el buen gobierno orientado hacia el interés común, y en oposición a "derechos" individuales, capricho e igualdad como fines en sí mismos. La política griega antigua sólo puede parecer "autoritaria" o incluso "totalitaria" a los liberales modernos. De hecho, la política de la ciudad-Estado griega no es nada más que la de los paterfamiliasreunidos, congregados para cumplir su sagrada responsabilidad de proteger, disciplinar y educar a sus parientes hacia el bien.

     Las serias observaciones de Aristóteles acerca de la diversidad vale la pena repetirlas: la inmigración inasimilable sólo puede conducir a entrar en conflicto, conflicto que sólo puede terminarse mediante la separación, separación que sólo puede ocurrir por medio de la expulsión de los invasores o de los naturales de sus tierras ancestrales.–







Guillaume Durocher - Platón, Hitler y Totalitarismo

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      En el sitio counter-currents.comse publicó en Marzo de 2017 el siguiente breve texto de Guillaume Durocher que ofrecemos traducido, donde en general desmiente la descendencia platónica del Nacionalsocialismo aunque reconoce que se dan coincidencias. Habla de diversos detalles relacionados y los pone en conexión con apreciaciones contemporáneas que para variar no dan en el blanco.


PLATÓN, HITLER y TOTALITARISMO
por Guillaume Durocher
23 de Marzo de 2017




     Hoy, los liberales occidentales son ambivalentes con respecto a Platón. Por una parte, los liberales afirman que ellos son los herederos de la civilización y la filosofía greco-romanas, y como Alfred North Whitehead muy bien lo dijo, "La caracterización general más segura de la tradición filosófica europea es que ella consiste en una serie de notas a pie de página a Platón"[1]. Por otra parte, Platón es denunciado por algunos —principalmente por el pensador judío Karl Popper— como el antiguo creador del "totalitarismo" y como el enemigo arquetípico de la "sociedad abierta".

[1] Alfred North Whitehead, Process and Reality: An Essay in Cosmology, 1929, parte II, cap. 1.

     Los fascistas en la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler reclamaron ansiosamente descender (filosóficamente) de Platón. El filósofo, como los fascistas, era obviamente un elitista comunitarista y no un demócrata individualista. El historiador francés Johann Chapoutot llega tan lejos como a escribir: "El filósofo oficial del Tercer Reich, el hombre que podía simultáneamente ofrecer la sustancia y la profecía política no fue Nietzsche, sino Platón" [2].

[2] Johann Chapoutot, Greeks, Romans, Germans: How the Nazis Usurped Europe’s Classical Past, University of California Press, 2016, p. 195.

     En efecto, intelectuales nacionalsocialistas como Hans Günther, Fritz Lenz, Adolf Rusch y Richard W. Darré citaron a Platón. Algunos escribieron libros enteros sobre el tema, como "Hitlers Kampf und Platons Staat" de Joachim Bannes y "Platon, Der Kampf des Geistes um die Macht" de Kurt Hildebrand. El jefe de prensa de Hitler, Otto Dietrich, se excusaría en sus arrepentidas memorias de posguerra diciendo que él había visto en el Nacionalsocialismo "el espejismo de un Estado Líder sin clases como el que Platón había celebrado en sus Leyes" [3].

[3] Otto Dietrich, The Hitler I Knew: Memoirs of the Third Reich’s Press Chief, Nueva York, 2010, p. 91.

     Los liberales a menudo han estado de acuerdo en que hubo una considerable coincidencia entre Platonismo y Nacionalsocialismo, y por ello condenaron a Platón tal como lo hizo Popper. La incomprensión y la hostilidad hacia Platón de parte de los liberales se remonta al menos a la Revolución estadounidense. Thomas Jefferson se sintió disgustado por La República de Platón, escribiendo a John Adams: "Mientras recorría los caprichos, las puerilidades y la jerga ininteligible de esta obra, a menudo la dejé para preguntarme ¿cómo podría haber sido que el mundo hubiera consentido durante tanto tiempo para dar una buena reputación a tonterías como ésta?". Jefferson echó la culpa del prestigio y popularidad de Platón al oscurantista clero cristiano. Si uno considera que Jefferson fue uno de los estadistas liberales más influyentes de todos los tiempos, quizás ésta es una respuesta apropiada. (Por contraste, Adams escribió que la Revolución estadounidense estaba basada en "los principios de Aristóteles y Platón, de Livio y Cicerón, y Sidney, Harrington y Locke; los principios de la Naturaleza y la razón eterna").

     Unos pocos clasicistas liberales, sin embargo, trataron de salvar a Platón, como Glenn R. Morrow, quien enfatizó la importancia del gobierno de la ley en la obra final firmemente autoritaria de Platón, Las Leyes [4]. Los comunistas, en contraste con los liberales, compitieron con los fascistas en reclamar la herencia platónica. No encuentro esto muy defendible: Platón es un enfático anti-igualitarista. El comunismo de la propiedad y las mujeres descrito en La República es un comunismo aristocrático, reservado para la élite dirigente, una oferta que él en cualquier caso no repite en su obra más práctica, Las Leyes.

[4] Glenn R. Morrow, "Plato and the Rule of Law", en Proceedings and Addresses of the American Philosophical Association, vol. 14 (1940), pp. 105-126. Morrow enumera algunos de los libros nacionalsocialistas dedicados a Platón. Clyde Murley, otro clasicista de aquella época, en un artículo que atacaba a nacionalsocialistas y comunistas, llegó tan lejos como a declarar que Platón era realmente un individualista democrático. Encuentro aquello extremadamente forzado y poco convincente. Murley pasa por alto la explícita eugenesia negativa de Platón y pasa a la ligera la vigorosa defensa de Platón de la censura (principalmente contra lo que llamaríamos hoy "cultura pop"): "Hay alguna censura y alguna propaganda en la República. Aquello podría no gustarnos, pero es benevolente en su intento, y a la gente se le debe decir algo aproximado a la verdad que pueda entender para actuar en consecuencia. Si hay subterfugios, ellos son simplemente un recurso"(Clyde Murley, "Plato’s Republic, Totalitarian or Democratic?", The Classical Journal, vol. 36 Nº 7, Abril de 1941, pp. 413-420).

     No hay ninguna duda de que los regímenes descritos en La Repúblicay hasta en las más moderadas Leyes estrictamente no tienen nada que ver con lo que queremos decir hoy con "democracia liberal". Hay muy poco en el pensamiento de Platón que yo pueda ver que es compatible con ideas como "derechos humanos", "todos los hombres son creados iguales" o "libertad individual". Platón es claro: los mejores deberían conducir a los peores, los intereses individuales deben ceder ante aquellos de la comunidad, y los instruídos deberían establecer leyes destinadas a un mejoramiento cultural sistemático mediante la educación y la formación, y un mejoramiento biológico por medio de políticas demográficas eugenésicas.

     Los eruditos discuten sin parar acerca del grado hasta el cual La República de Platón pretendía ser una propuesta práctica. Lo que es menos a menudo señalado es que las más prácticas Leyes de Platón son casi tan autoritarias y comunitaristas en su enfoque, siendo moderado el régimen en una "constitución mixta" con elementos democráticos y aristocráticos, algo parecido a Esparta. En LasLeyes, Platón explícitamente elogió a Esparta como el término medio entre el igualitarismo ateniense y el despotismo persa.

     Hasta ahora, muy "totalitario".

     Todo esto tiene que ser calificado, sin embargo, con una precaución muy importante. Platón no apareció con la mayor parte de esta materia como parte de un enloquecido y megalomaníaco sueño suyo. Como está claro en la Políticade Aristóteles, no es simplemente Platón el que es "totalitario" en comparación con el liberalismo moderno, sino en efecto toda la política en la ciudad-Estado griega. Los griegos en general creían que no había ninguna separación de la vida privada y pública, y casi todo de las vidas de los individuos podía ser regulado si se consideraba que ello era para el bien de la comunidad. En particular, asegurar la reproducción de la población en números apropiados (ni muchos, ni muy pocos) y en alta calidad.

     La eugenesia era reconocida como uno de los deberes más importantes del Estado, que era principalmente responsable de la institución del matrimonio. En Esparta, eso fue tan lejos, que el legislador ordenaba recompensas a ciudadanos que tenían muchos hijos y requería la muerte de todos los recién nacidos deformes. En la democrática Atenas la ley también podía ser muy intrusiva, como la prohibición que estableció Solón de que las mujeres lloraran en voz alta en los funerales. Los filósofos consideraban que el papel más alto del Estado era la educación y la formación de los ciudadanos en la virtud.

     En general, la "ciudadanía" para los griegos no significaba un conjunto de "derechos" para hacer lo que a uno le placiera o ser tratado como todos los demás, sino que más bien consistía en la elaboración e imposición de las reglas de la polis, a cuyas disciplinas estaban todos sometidos. Ciudadanía para los griegos no significaba libertad individual e igualdad sino, en palabras de Aristóteles, "gobernar y ser gobernado a su vez"(Política, 1317b). Probablemente Platón a menudo está simplemente sistematizando la práctica política que los griegos daban por hecho.

     Huelga decir que los fascistas podrían encontrar fácilmente justificaciones para muchas de sus acciones en los escritos de Platón y Aristóteles. La Juventud Hitleriana, la eugenesia positiva y negativa, la expulsión o esclavitud de extranjeros, el Ministerio de Propaganda y Educación Popular: todo esto podría ser justificado haciendo referencia a la filosofía griega, si en efecto mejoraba el carácter cultural y biológico de la gente.

     No estoy diciendo que la filosofía clásica necesariamente conduce al fascismo. Lo que digo es que hay una superposición sustancial, y, desde un cierto punto de vista tardío-liberal con aires de suficiencia, casi todo, salvo el propio liberalismo, es "totalitario". Las rigurosas disciplinas de la polis griega, e incluso de las ciudades-Estados de Platón, son normales para las sociedades tradicionales, en las cuales el comportamiento individual para la mayoría estaba restringido por la familia, la religión y el rango. El autoritarismo de la polis griega es simplemente la extensión de la disciplina y la solidaridad familiar a la ciudad entera por medio de las leyes establecidas por el acuerdo de los padres de familia. El autoritarismo de La República de Platón, creo, es similarmente una extensión de la piadosa autodisciplina del filósofo socrático y del orden monástico a la ciudad entera. ¿Qué: la vida extremadamente regulada y autodisciplinada de un monje es libertad, dice usted? Entiendo que esto será incomprensible para aquellos que creen que "libertad" significa, por ejemplo, tener la oportunidad de emborracharse a capricho.

     También podemos decir sin peligro que la afirmación de Hannah Arendt de que "el Nacionalsocialismo no le debe nada a ninguna parte de la tradición occidental, sea alemana o no, católica o Protestante, cristiana, griega o romana" [5], es evidentemente falsa.

[5] Hannah Arendt, «Approaches to the "German Problem"», en Essays in Understanding, Nueva York, 2005, p. 108.

     La filosofía política clásica y el fascismo moderno comparten, así, una adhesión a un comunitarismo autoritario y jerárquico. Sin embargo, yo también enfatizaría las diferencias obvias entre Nacionalsocialismo y Platonismo.

     En primer lugar, el Estado unipartidista con un dictador poderoso y carismático como lo ha propuesto el fascismo no es realmente compatible con la ciudadanía ideal de la polis griega o de las Leyes de Platón. Bajo el fascismo hay ciudadanía, pero ésta es reducida al papel de uno en las jerarquías burocráticas en el Partido y el Estado, idealmente siendo el mejor sistemáticamente promovido al liderazgo. Esto no tiene ningún equivalente con la asamblea griega, donde todos los ciudadanos calificados están presentes y votan en elecciones. Tanto Hitler como Aristóteles, este último sin duda hablando para muchos griegos educados, creían que el poder y los derechos deberían ser proporcionales a la contribución propia a la comunidad. Pero el fascismo y el Estado griego tienen modos muy diferentes de poner en práctica esa ciudadanía.

     El partido-Estado fascista está mucho más cercano al régimen ideal descrito en La República, Callipolis. El régimen de los Guardianes puede ser considerado análogo con el Partido (los cultos dirigentes) y las SS (los imponedores). Sin embargo, yo sostendría que el régimen de Hitler se diferencia considerablemente del de Platón simplemente porque no es uno filosófico sino uno apasionado. El Partido de Hitler era una organización populista de masas que consiguió el poder y se sostuvo mediante apelaciones a la emoción, sobre todo mediante la propia inspiradora oratoria del Führer. En contraste, la Callipolis de Platón es gobernada por filósofos desapasionados y casi etéreos [6].

[6] Dejo aparte la cuestión especulativa de si el Tercer Reichpodría haber evolucionado en una dirección menos populista y más filosófica. Vemos una clara tendencia elitista con el tiempo: Primero, el poder es conseguido inspirando a una masa crítica del pueblo alemán y con un compromiso histórico con las tradicionales élites conservadoras y militares; y luego el poder cambia a una nueva élite, seleccionada por su patriotismo, disposición al sacrificio y solidez ideológica. Dicho cambio se expresó por la caída de las SA y el ascenso de las SS. El poder de las SS y las constantes guerras en el Este estaban destinadas a impedir el inevitable caminar hacia el materialismo e individualismo burgués. El SS-Reichsführer Himmler era muy de un tipo maestro de escuela, muy interesado en Historia y espiritualidad, y planificó especiales retiros meditativos para sus hombres. Había también muchos genuinos intelectuales entre las SS, como Werner Best.

     Los conocidos ataques de Platón contra los poetas y contra Homero en particular también podrían estar justificadamente apuntados contra Hitler: la magistral manipulación que el poeta hace de las emociones del público domina la razón de ellos y los ciega a la realidad. El propio Hitler era culto y algo intelectual, pero él no era obviamente de un temperamento filosófico sino más bien de uno artístico. Nadie negaría que él tenía una capacidad increíble de entusiasmarse él y a sus seguidores mediante el poder de la palabra hablada, inspirando a todos los que escuchaban a unirse y sacrificarse en una épica lucha por la grandeza.

     En segundo lugar y más brevemente, el fin más alto de Hitler en política era claramente la maximización del poder de su Estado racial, principalmente su poder militar. Platón y Aristóteles pensaban que los Estados marciales eran superiores a aquellos dedicados al comercio o el placer, pero que todavía estaban detrás del mejor Estado: aquel que estaba dedicado a la filosofía.

     Una tercera diferencia: Platón y Aristóteles ponen un alto valor al gobierno de la ley. Con eso ellos no querían decir sólo el moderno apego a las reglas y procedimientos, sino más bien una ley básica que estipula y entrena a los ciudadanos para un estilo de vida específico. Hitler era muy despreciador de la ley. (Yo también notaría que Hitler estuvo realmente de acuerdo con los filósofos en creer que había una ley de la Naturaleza, una ley con la cual la política debería estar en armonía).

     En conjunto, yo no responsabilizaría a Platón por Hitler, aunque creo realmente —en mis momentos místicos, escuchando a Dan Houser o viendo la película "Aguirre, la Ira de Dios"— que, entre las nieblas oscuras que necesariamente envuelven la existencia humana, Platón y Hitler vieron los rayos sublimes del mismo glorioso Sol.

     Si uno debe buscar un antecedente antiguo de Hitler, ése no fue Platón sino Licurgo, el legislador espartano. Tanto en Esparta como en el Tercer Reich, uno tiene militarismo, natalismo, eugenesia y el gobierno sin complejos sobre los inferiores raciales. El propio Hitler escribió en su inédito Segundo Libro: "Esparta debe ser considerada como el primer etno-Estado". Observadores como Ezra Pound también notaron las semejanzas entre los dos Estados.

     Por supuesto, en un sentido, comparar a filósofos y estadistas es inapropiado. Platón estaba bosquejando regímenes de papel, Hitler estaba construyendo un gran Estado e Imperio. Platón y Aristóteles no consiguieron casi nada en el campo de la política práctica para materializar realmente sus ideales, mientras que Hitler conoció un asombroso, aunque breve, éxito, fundando una cosmovisión que sigue atormentando a la mente occidental hasta este día. La pasión y la poesía de Hitler eran necesarias para ello, la misma pasión y poesía que le causaron la ruina, cuando él hizo enemigos de demasiadas grandes naciones y trató a los eslavos como los ilotas de Licurgo más bien que como primos y aliados contra el liberalismo, el comunismo y el judaísmo.

     Los filósofos estaban completamente conscientes de que hacer reales sus ideales teóricos no era una cosa fácil y que era algo que estaba bajo los caprichos de la fortuna. Hitler no era ningún escritorzuelo sino un legislador espiritual y un líder político, haciendo en la esfera de la política y de la ideología lo que Licurgo había hecho en la de la ley básica. Tanto Platón como Aristóteles habían escrito que el legislador excepcional, al establecer o transformar un régimen, será un dictador soberano temporal. Tanto Platón como Aristóteles sostienen que un hombre supremamente bueno de una perfección casi imposible, aunque eso se dé sólo por casualidad (él debe aparecer eventualmente en una escala de tiempo bastante larga), debería gobernar de manera suprema como un legislador (véase Leyes 681, 710a-712a). Aristóteles escribe del hombre supremamente bueno, que "No puede haber ninguna ley que gobierne a la gente de esta clase. Ellos son una ley en sí mismos" (Política, 1284a). Y: "Es ciertamente claro que [el mejor hombre] debe ser un legislador" (Política, 1286a).

     Hitler, sin embargo, no era obviamente tal hombre. Aunque él hubiera hecho un esfuerzo mientras Hindenburg estaba vivo, en las profundidades de la guerra él incluso carecía del autocontrol para acostarse a tiempo, leyendo libros y viendo películas, hasta cuatro o cinco por la mañana, y levantándose alrededor del mediodía. Aquello era una pesadilla para sus ayudantes.

     Sin embargo, Platón dice realmente de Licurgo que éste "combinó la naturaleza humana con algunos poderes de un dios"(Leyes, 691e). Y si bien la poesía es inferior a la filosofía en la búsqueda de la verdad, sin embargo, "los poetas como clase están divinamente dotados y son inspirados cuando ellos cantan, de modo que con la ayuda de las Gracias y las Musas ellos con frecuencia aciertan acerca de cómo las cosas realmente suceden" (Leyes, 682a).

     En conclusión, quizá también vale la pena notar los desacuerdos entre el liberalismo tardío y la filosofía clásica. Los griegos se vieron ciertamente tentados por el igualitarismo, con afirmaciones que se repiten de que todos tenían un igual derecho de gobernar. Esa visión, no obstante, es explícitamente rechazada por sus filósofos. Las denuncias de Platón y de Aristóteles del igualitarismo e individualismo están entre sus más indiscutibles y elocuentes.

     Los griegos tienen mucho que decir acerca de los males de la glotonería, el aferrarse a la comodidad, el afeminamiento, la decadencia, el lujo, y de aquellos eternos resentidos que por rencor y envidia son impulsados a arrastrar lo mejor de la Humanidad hacia un colectivo pozo de inmundicias. No puedo leer las advertencias de Platón y de Aristóteles sin pensar en el descenso cuesta abajo de la cultura occidental desde los años '60, si es que no antes. Gran parte de la verdad es necesariamente impopular, y lo que era impopular entonces debe llegar a serlo necesariamente mucho más hoy, considerando cuán infantil ha llegado a ser el carácter del occidental promedio. Personalmente, pienso que todo este asunto es más embarazoso para los liberales modernos que para Platón.–




Sobre Negros, Racismo y el Hombre Blanco

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     Un autor que firma con seudónimo publicó en Septiembre pasado en el sitio eurocanadian.cael siguiente texto que presentamos traducido. Se trata en su mayor parte de los antecedentes históricos y la actuación a lo largo de la Historia, junto con la consideración científica moderna, de los negros considerados en conjunto como raza, con sus características heredables y su comportamiento permanente, y en particular de cómo han sido estimados en las culturas del pasado, todo lo cual es visto frente al desmedro del hombre Blanco y la civilización que ha construído en Occidente, fomentado por el funesto grupo de traidores políticos de Izquierda que se esfuerzan por anular, disolver y destruír una herencia tan antigua y tan valiosa como la que ha visto la Humanidad.



"¿Puede el Etíope Cambiar Su Piel,
o el Leopardo Sus Manchas?"
por Ferdinand Bardamu
11 de Septiembre de 2019




Raza y Racismo: ¿Invenciones Modernas?

     Según la academia liberal, la aparición histórica del "esencialismo racial" es trazable hasta una ruptura conceptual en el pensamiento europeo durante el Renacimiento. El Esencialismo es la creencia de que cada grupo racial es definido por una esencia uniforme compartida, que todos los miembros del grupo son definidos por esa esencia, y que es transmitida biológicamente de generación en generación. La exploración y colonización europea de finales del siglo XV, que condujo a la esclavitud de africanos en el Nuevo Mundo, fue el catalizador responsable del desarrollo del pensamiento esencialista. La raza, argumentan los marxistas culturales, fue ideada como un mecanismo de control social para impedir que Blancos empobrecidos y negros oprimidos comprendieran sus intereses económicos comunes; a cambio, a los Blancos de clase inferiores se les concedieron privilegios especiales, incluyendo ventajas materiales, elevándolos por encima de los negros y animándolos a identificarse con Blancos ricos y poderosos, poseedores de tierras.

     Todavía otros sostienen que la raza surgió como una racionalización post hoc [estableciendo una falsa causalidad] del statussubordinado del hombre negro entre los Blancos, después de que la distinción religiosa entre cristiano y pagano demostró ser inadecuada; las teorías de la inferioridad biológica del negro naturalizaron la esclavitud africana en el Nuevo Mundo, aplacando la conciencia moral del hombre Blanco, mientras hacía que la "institución peculiar"[de la esclavitud] pareciera necesaria e incluso beneficiosa.

     Esa gente, que a menudo minimiza o niega la heredabilidad genética de rasgos mentales y conductuales humanos, es conocida como construccionistas sociales. Ellos afirman que no había tal cosa como raza o racismo en el mundo antiguo. En vez de eso, las poblaciones antiguas se veían a sí mismas en términos de cultura y pertenencia étnica. Esta ortodoxia racial oficial es claramente resumida por el historiador estadounidense George M. Frederickson (2002):

    «Es la visión dominante entre los eruditos que han estudiado concepciones de la diferencia en el mundo antiguo el que ningún concepto realmente equivalente al de "raza" puede ser descubierto en el pensamiento de griegos, romanos y cristianos tempranos».

     Cuando los construccionistas sociales sostienen que la raza, y por extensión el racismo, son invenciones occidentales modernas, ellos dicen que el mundo no occidental no tenía ni raza ni racismo, al menos hasta el alba de la colonización y exploración europea. Una definición muy influyente del racismo favorecida por muchos izquierdistas postmodernos postula que racismo = prejuicio + poder institucional. Esto va aún más adelante, negando que los hombres de color tengan la capacidad para ser racistas. Estas creencias no sólo son absurdas sino que van en contra de la evidencia del registro histórico.

     La actualmente de moda ortodoxia de la raza como una invención occidental moderna es una transparente falsedad.

     Contrariamente a las creencias profesionales de antropólogos y sociólogos, la raza es una realidad biológica; los genetistas pueden determinar la identidad racial a partir del análisis de ADN de muestras de sangre y saliva. La raza, definida en su sentido más básico como un grupo de gente que comparte las mismas características físicas, y el racismo, debidamente definido como el odio a otros en base a la pertenencia a un grupo racial, han existido desde mucho antes de la pretendida ruptura conceptual en el pensamiento europeo durante el Renacimiento. Incluso los hombres no-Blancos tenían un concepto de raza; ellos también expresaron un odio racial hacia los extranjeros. Los mismos estereotipos sobre los negros en el mundo antiguo eran también muy frecuentes en el Islam medieval. La temprana teorización racial era proto-científica; los griegos y los romanos creían que la formación de las razas era el resultado de factores geográficos y climáticos.

     El antiguo realismo racial contrasta totalmente con un entendimiento moderno de la raza basado en la biología evolutiva y genética, combinado con la nomenclatura del sistema taxonómico de (Carl) Linnaeus. A pesar de su determinismo medioambiental, los escritores clásicos como Hipócrates tuvieron un entendimiento fundamentalmente biológico de la raza. La historia del amo que trató de lavar a su esclavo etíope hasta dejarlo blanco, encontrada en las Fábulasde Esopo, reconoce que una vez que los rasgos mentales o fenotípicos de un organismo han sido determinados por las acciones del clima o la geografía, ya no podrían ser cambiados.

     Cuando se examinan las actitudes hacia los negros en sociedades premodernas, como la antigua Grecia, Roma y el Islam medieval, uno puede ver claramente que esa gente reconoció la realidad biológica de la raza, albergando incluso una aversión racial biológicamente inspirada hacia los negros, similar a nuestro "racismo" moderno. Dondequiera que los no-negros encontraban a negros, allí surgían muchos estereotipos negativos sobre estos últimos que comparten varias características comunes, lo que revela la constancia de las representaciones aparentemente discriminatorias de los negros a través del tiempo y el espacio. La universalidad de esos estereotipos negativos de los negros es simplemente la observación de parte de los no-negros de una abrumadora realidad estadística; las descripciones positivas de los negros son la excepción, no la norma.

     Como estas observaciones de la patología social de los negros son universales, el principio de que debe preferirse la explicación más simple como la más probable (Ockham’s razor) nos obliga a concluír que hay diferencias psicológicas y genéticas sustanciales entre negros y no-negros. De manera similar, los escritores antiguos y medievales concluyeron que había significativas diferencias biológicas entre las razas basados en la observación del comportamiento negro, aunque de un origen en último término ecológico. Por consiguiente, ya no es anacrónico hablar de raza y racismo en el contexto de civilizaciones antiguas, ni tampoco puede negarse que los hombres no-Blancos son tan capaces de racismo como los Blancos, incluso en un contexto no-occidental.


El Negro en la Antigüedad Clásica


     La primera gente que encontró negros y lo registró fueron los egipcios antiguos. En el arte de éstos, el negro es abundantemente representado. Los egipcios identificaron cuatro razas principales en una de las tentativas sistemáticas más tempranas del mundo en cuanto a clasificación racial: egipcios, libios, asiáticos y nubios o negros. El negro es distinguido de los demás por sus labios gruesos, pelo lanudo y nariz ancha. La literatura egipcia antigua de los reinos Antiguo, Medio y Nuevo está llena de referencias a los negros. Al igual que los griegos y romanos, cristianos tempranos, musulmanes medievales y judíos que vinieron después de ellos, sus encuentros con los negros fueron abrumadoramente negativos. La segunda estela de Sesostris III en Semna (Nubia), un faraón de la Duodécima dinastía, declara que los negros "no son gente que uno respete", y que ellos son "miserables, de corazón cobarde".

     En la estela de Tutmosis I en Tombos (Nubia), un faraón de la Decimoctava dinastía, se encuentra otra referencia a la raza negra:

    "Él ha derrocado al jefe de los nubios; el negro carece de poder, es indefenso en su dominio. Él [Tutmosis] ha unido los límites de sus dos lados, no queda ningún resto entre los de Pelo Rizado que vengan a atacarlo; no hay ni un solo sobreviviente entre ellos. Los trogloditas nubios caen por la espada, y son empujados a un lado en sus tierras; su inmundicia inunda sus valles".

     Como en el caso de los egipcios, hay abundantes descripciones de negros en el arte greco-romano, pero éstas tienden a ser más detalladas y realistas. Las referencias literarias a negros, en una variedad de contextos mitológicos y etnológicos, son también comunes. En el griego antiguo, el término para el negro era Αίθίοψ, transcrito como Aithiops; su significado literal era "cara quemada". En latín, eso se escribió Aethiop. En nuestra lengua, el término es "etíope", una arcaica palabra para el negro. El conocimiento europeo de la raza negra puede ser asignado al período minoico. Las pinturas artísticas de negros son exactas; ellos son mostrados generalmente teniendo labios hacia afuera, narices chatas, pelo lanudo y prognatismo, rasgos típicos de esa sub-especie.

     Es obvio que había negros, importados desde los centros marítimos de Egipto, en suelo griego y romano. Ninguna otra raza bárbara es retratada con tal ojo para los detalles, ni siquiera los orientales de Oriente Medio y Asia Central. Esa fama puede ser parcialmente explicada por su rareza en el mundo clásico; ellos fueron principalmente usados como esclavos en casas griegas y romanas de clase alta (en el Satiricón de Petronio ellos eran "los esclavos más caros que usted podía comprar"); la otra razón es la extraña fisonomía racial, incluso absurda, del negro, que dio a los artistas una oportunidad para representarlos en un gran estilo naturalista. Para los escultores griegos y romanos más importantes, el negro era considerado indigno de su atención debido a su posición servil en el Mediterráneo antiguo.

     En la literatura greco-romana, la mayoría de las referencias a negros son para personajes mitológicos. Entre éstos se incluye el rey etíope Memnon, que defendió Troya con un gran contingente de etíopes e indios, y la princesa etíope Andrómeda, que fue rescatada del monstruo marino por Perseo. Contradiciendo a la ortodoxia izquierdista reinante, en el mundo antiguo se hicieron distinciones raciales biológicamente basadas. Los observadores griegos y romanos racialmente se designaron a sí mismos como "blancos" y a los etíopes como "negros". En la Aethiopica de Heliodoro, la princesa Cariclea es una mujer blanca nacida de padres negros. Hay incluso descripciones antropológicas físicas de negros que están substancialmente de acuerdo con los sistemas modernos de clasificación racial. En el poema Moretum, atribuído al poeta Virgilio, la negra Scybale es reconocidamente negroide en su fisonomía:

         "Su nacionalidad era africana,
    y toda su figura demuestra su tierra natal.
    Su pelo era rizado, gruesos sus labios, y oscuro
    su color, amplia era ella a través del pecho
    con senos colgantes, su vientre más comprimido,
    con piernas delgadas y pies grandes y extendidos...".

     Cuando nos movemos desde un contexto mitológico a uno etnológico, las descripciones del negro se hacen menos idealizadas y tendieron más hacia una forma antigua de realismo racial. En la Physiognomonica, atribuída a Aristóteles, los etíopes son denigrados como carentes de valor viril: "Aquellos con el pelo muy lanudo son cobardes; esto se aplica a los etíopes". La piel oscura del etíope era también interpretada como un signo de cobardía. Los egipcios antiguos también creían que el negro era típicamente un cobarde.

     El bajo nivel de logro civilizacional del negro, comparado con el resto de la Humanidad, era bien conocido entre los antiguos hombres de conocimiento. El historiador griego Diodoro Siculo menciona la existencia de salvajes etíopes más allá de las fronteras del Alto Egipto:

    "La mayoría de ellos, y sobre todo aquellos que habitan a lo largo del río, son negros en su color y tienen narices chatas y pelo lanudo. En cuanto a su espíritu, ellos son completamente salvajes y muestran la naturaleza de una bestia salvaje, no tanto, sin embargo, en su temperamento como en sus modos de vivir; porque ellos son repulsivos en todos sus cuerpos, ellos mantienen sus uñas muy largas como las bestias salvajes, y están muy apartados de la bondad humana entre ellos; y hablando como ellos lo hacen, con una voz chillona y no cultivando ninguna de las prácticas de la vida civilizada como éstas son encontradas entre el resto de la Humanidad, ellos presentan un asombroso contraste cuando se los considera a la luz de nuestras propias costumbres".

     El astrónomo y geógrafo griego Ptolomeo, basándose en una explicación medioambientalmente determinista para el origen de las diferencias etno-raciales, atribuyó el salvajismo del etíope al calor excesivo del Sol:

    "La gente que vive bajo paralelos más al Sur, es decir, aquellos desde el ecuador al trópico de verano, ya que ellos tienen el Sol sobre sus cabezas y son quemados por él, tiene pieles negras y pelo grueso y lanudo, son reducidos en forma y estatura, son optimistas por naturaleza, y en hábitos son en su mayor parte salvajes porque sus casas están continuamente oprimidas por el calor; los llamamos por el nombre general de etíopes".

     Como se incrementó la demanda de esclavos negros como artículos de lujo, los griegos y los romanos llegaron a relacionarse más con los negros. Ellos comenzaron a asociar su coloración de piel y otras características raciales con una personalidad y unos rasgos conductuales negativos. Los escritores satíricos romanos escribieron de los negros con desprecio y escarnio. Esa antigua aversión a los negros estaba obviamente biológicamente guiada. En sus Epigramas(VI, 36) Marcial se burla de las grandes narices y penes de los negros; ésa es la referencia más temprana a los genitales de gran tamaño del negro en la literatura antigua. Los negros eran asociados con inmoralidad sexual e ilegitimidad, una reputación que ellos han tenido a través de toda la Historia. También en sus Epigramas (VI, 39) Marcial escribe acerca de un hombre cuya esposa lo ha engañado con negros, produciendo niños con el pelo lanudo, narices chatas y labios gruesos, cualquier cosa excepto Blancos.


     En las Sátiras(VI) de Juvenal un hombre es animado a administrar una poción inductora de aborto a su esposa para evitar la perspectiva de un heredero mulato. Si no hubiese sido por el aborto, el Imperio habría tenido una población más grande de mulatos que la que tuvo. La aversión de Juvenal a los negros es seguida del reconocimiento tácito de su bajo status en el mundo clásico. Él habla desdeñosamente de la "mano huesuda"de un criado negro, prefiriendo en cambio a jóvenes esclavos asiáticos mejor parecidos.

     En el mundo antiguo, al menos en los tiempos romanos, el término "etíope"era considerado un sinónimo de estupidez. En una variante de lectura encontrada en el tratado de Cicerón Sobre la Vejez, los etíopes son llamados tipos torpes y estúpidos, la primera referencia a la inferioridad intelectual de los negros en la historia europea. Eso es confirmado por las Sátiras de Juvenal; ahí el poeta exclama: "Que el hombre con piernas derechas se ría del de pies torcidos, y el hombre blanco del de piel negra".


El Negro en el Cristianismo Temprano

     Aunque el cristianismo sea una religión universal abierta a todos, sin tener en cuenta la raza o la pertenencia étnica, encontramos los mismos estereotipos negativos y aversión general con respecto a los negros entre cristianos practicantes. El pecado y el mal son representados simbólicamente como etíopes. Esa asociación fue inspirada por la mayor criminalidad del negro, su inmoralidad sexual e inclinación al salvajismo, mencionadas por Diodoro Siculo, Ptolomeo y muchos otros. En los Hechos de Pedro, un demonio con el aspecto de una mujer etíope aparece a Marcelo en un sueño, "con un collar de hierro alrededor de su cuello y cadenas sobre sus manos y pies, bailando". Ella es de aspecto vil y está vestida con mugrientos harapos. En el sueño, Pedro toma su espada y corta al demonio en pedazos.

     Jerónimo, un padre de la Iglesia latina, explícitamente vinculó al etíope con el pecado:

    «En un tiempo éramos etíopes en nuestros vicios y pecados. ¿Cómo? Porque nuestros pecados nos habían ennegrecido. Pero después oímos las palabras: "¡Lavaos y limpiaos!". Y dijimos: "Lávame, y seré más blanco que la nieve". Somos etíopes, por lo tanto, que hemos sido transformados desde la negrura a la blancura».

     En la literatura monástica, los etíopes fueron descritos como demonios que animaban a los fieles a cometer pecados. En los Dichos de los Padres del Desierto, un monje tentado para cometer fornicación es acosado por un demonio femenino etíope de olor asqueroso; en otra historia, un demonio femenino etíope se sienta en el regazo de un monje y lo obliga a excitarse sexualmente. En su rabia, el monje la golpea y el demonio se hace invisible otra vez; el olor asqueroso de la negra permanece en su mano. El etíope como un símbolo de pecado y mal es empleado en la iconografía medieval de la Iglesia cristiana. En frescos y códices, como el manuscrito florentino del siglo XIII Cantigas de Santa María, uno puede encontrar imágenes de diablos con cabeza etíope.


     En su Exposición sobre el Libro de los Salmos, el Padre de la Iglesia de habla latina Agustín, escribió:

    "Lamiendo esta tierra, es decir, deleitándose con la autoridad vanamente habladora de tales hombres, amándolos, y contándolos como los más agradables de los hombres, ellos contradicen las palabras divinas, por las cuales a la Iglesia Católica le ha sido pronosticado que no estará en algún sector particular del mundo, como ciertos cismas lo están, sino en el universo entero, dando frutos y creciendo hasta alcanzar incluso a los mismos etíopes, a saber, los más remotos y más detestables de la Humanidad".

     La Iglesia cristiana acepta a etíopes como conversos debido a su universalidad, aun si ellos viven en los bordes del mundo conocido y son los "más detestables" de todos los hombres. Agustín era el obispo de Hipona, una ciudad en la costa de África del Norte. Como los negros habían sido importados a través del Sahara como esclavos por bereberes romanizados de clase alta, él sin duda habría tenido alguna experiencia personal con negros. En la iglesia donde él con regularidad condujo servicios de adoración, había probablemente mujeres nobles acompañadas por su muchacho favorito o muchacha, de raza negra, la versión romana de la dama del perro faldero, popular en la alta sociedad inglesa. Eso le dio a Agustín la oportunidad de observar de primera mano el anormal comportamiento negro. La reputación de aquéllos de salvajismo, depravación e híper-sexualidad en el mundo antiguo habría sido algo familiar para Agustín. Por esa razón, el etíope simbólicamente representa el pecado y el mal en la iconografía cristiana temprana y medieval.


El Negro en el Islam Medieval

     Los negativos estereotipos raciales de los negros asumieron una prominencia harto mayor en el mundo musulmán. Los negros eran cambiados como esclavos mucho antes del advenimiento del Islam en la Península Arábiga. Después de que el Islam se convirtió en la religión establecida del Oriente Medio, el comercio de esclavos negros a través del Océano Índico llegó a asumir proporciones inmensas. Había una demanda de ellos entre árabes ricos para el trabajo de plantaciones. Miles y miles de negros de África del Este, conocidos como Zanj (lo cual es, de manera bastante interesante, un término persa para una persona poco civilizada y estúpida), fueron importados como esclavos para drenar los pantanos de sal en el Sur de Iraq. Ellos se rebelaron contra el Califato Abasí, pero fueron finalmente suprimidos después de mucha destrucción de propiedades y pérdida de vidas. Después de que lo que llegó a ser conocido como la Rebelión Zanj, los árabes perdieron interés en importar varones negros adultos para el trabajo esclavo agrícola; en cambio, ellos se concentraron en la importación de muchachos negros, que eran castrados y vendidos como eunucos, y negras, que eran vendidas como sirvientes domésticas reservadas para el peor trabajo duro en las casas.

     Los musulmanes, como los griegos y romanos antes de ellos, reconocieron la realidad biológica de la raza. El historiador persa Ibn al-Faqih escribió:

    "La gente de Iraq... no sale con algo entre rubio, amarillento y color pálido, como los niños salidos de los vientres de las mujeres de los eslavos y otros de similar cutis claro; tampoco ellos son sobrecocidos en el vientre hasta que se queman, de modo que el niño salga algo entre negro, oscuro, maloliente, y con el pelo crespo, con miembros desiguales, mentes deficientes y pasiones depravadas, como los Zanj, los somalíes y otros negros que se parecen a ellos. Los iraquíes no son ni masa semi-cocida ni corteza quemada, sino algo entre los dos".

     En esta descripción de diferencias raciales, sólo el color de piel de los Eslavos es visto como problemático, mientras que no sólo la coloración de piel del negro es vista como menos que ideal, sino que su "mente deficiente" y las "pasiones depravadas" son otras tantas objeciones contra él.


     El mundo musulmán tenía mucho para decir sobre la "mente deficiente" del negro y sus "pasiones depravadas". Las Mil y Una Noches, una antología de cuentos populares del Medio Oriente, comienza con un cuento de híper-sexualidad negra. Eso determina el marco narrativo central de dicha colección. Un gobernante persa llamado Shahryar descubre que su esposa ha estado engañándolo con un "gran negro baboso". En un ataque de rabia, el sultán ordena la ejecución de su esposa. Creyendo que todas las mujeres son lo mismo, él se casa con una virgen cada noche, toma su virginidad y luego la mata por la mañana para proteger su honor. Eso continúa hasta que él se casa con Shahrazad, quien se salva contándole 1.001 cuentos.

     En el mundo del Islam medieval era considerado como un tremendo golpe al amor propio y reputación de un varón árabe o persa si su mujer lo engañaba con un negro, el "más repugnante de los inmundos esclavos". En el cuento de Shahryar, el adulterio de su esposa es hecho mucho peor debido a su amante negro. El uso de un negro por parte de su esposa para el placer de ella humilla al sultán exponiendo su inferior potencia sexual. Eso también revela los dos estereotipos más negativos asociados con el negro en el mundo árabe: su mayor virilidad y genitales de gran tamaño. Es por eso que la esposa del sultán es capaz de vencer cualquier repugnancia que ella pudiera tener con el "aspecto repugnante"del negro.

     En todos los tiempos y lugares, el negro siempre ha estado localizado en el fondo de la sociedad. En ninguna parte eso es más verdadero que en el Oriente Medio, donde las jerarquías raciales eran consideradas como un hecho. Los negros, los antropoides y los monos competían por el peldaño más bajo de la jerarquía de status. Los negros eran vistos como tan inferiores, que muchos incluso negaban su humanidad, aunque ellos de mala gana confesaran que los negros estaban por encima de antropoides y monos. En su Guía de Perplejos [c. 1190 d.C.], el teólogo judío de habla árabe Maimonides, dice:

    "La gente que está en el extranjero son todos aquellos que no tienen ninguna religión, ni una basada en la especulación, ni una recibida por la tradición. Tales son... los kushitas [negros] que viven en el Sur, y aquellos en nuestro país que son como ellos. Considero a éstos como seres irracionales, y no como seres humanos; ellos están por debajo de la Humanidad, pero por encima de los monos, ya que ellos tienen la forma y el aspecto del hombre, y una facultad mental por sobre la del mono".


     Algunos sostuvieron que los monos eran superiores a los negros. El erudito persa Nasir al-Din al-Tusi escribió:

    "Si (todos los tipos de hombres) son tomados, desde el principio, y colocados uno después de otro, como el negro de Zanzíbar, en los países más meridionales, el negro no se diferencia de un animal en nada excepto en el hecho de que sus manos se han levantado de la tierra, en ninguna otra particularidad o propiedad... Muchos han visto que el mono es más capaz de ser entrenado que el negro, y más inteligente".

     En los Prados de Oro, el historiador y geógrafo árabe Al-Mas'udi escribió:

    "Galeno menciona diez atributos específicos del hombre negro, que son todos encontrados en él y en ningún otro: el pelo crespo, cejas delgadas, amplias fosas nasales, labios gruesos, dientes puntudos, piel maloliente, ojos negros, manos y pies arrugados, un pene largo, y gran alegría. Galeno dice que la alegría domina al hombre negro debido a su cerebro defectuoso, de donde también proviene la debilidad de su inteligencia".

     Aunque se discute la atribución que hace Al-Mas'udi de esta cita al escritor médico del siglo II Galeno, ella refleja exactamente los estereotipos predominantemente negativos de los negros en la Antigüedad clásica y el Islam medieval. Tal como la "alegría excesiva" de los negros, su percibida inferioridad intelectual también fue universalmente reconocida. El historiador norafricano Ibn Khaldun observó que los negros "bailan, siempre que ellos oyen una melodía" y han sido "en todas partes descritos como estúpidos".

     Cuando los comentarios de estos historiadores y geógrafos medievales son tomados en conjunto, ellos forman un retrato completo del hombre negro, uno con el cual muchos de nosotros estarían familiarizados. El hombre negro en el mundo árabe medieval no era diferente del hombre negro en el moderno Haití, Sudáfrica o incluso Detroit.


La Realidad de la Raza, la Naturalidad del Racismo

     Como muestran todos estos pasajes acerca de los negros, el concepto de raza biológica precede a la civilización occidental y es encontrado en todas las culturas no-Blancas expuestas a la influencia extranjera. Dada la actual investigación en psicología cognoscitiva evolutiva, la clasificación racial es tan vieja como el Homo sapiens mismo; los grupos siempre han sido identificados y agrupados sobre la base de sus características biológicas: coloración de ojos, pelo y piel, tamaño y forma nasal, textura de pelo, altura y tamaño de cuerpo, etcétera. El racismo es tan viejo como el Homo sapiens, ya que si la gente ha podido ser clasificada sobre la base de características físicas externas, siempre ha habido odio racialmente motivado, independientemente de si tal odio estaba justificado o no.

     Aquellos que afirman que la raza y el racismo son invenciones occidentales modernas se equivocan; el Darwinismo dice otra cosa. La investigación psicológica cognoscitiva evolutiva indica que el "esencialismo racial" no es una contingencia histórica sino un sub-producto de un mecanismo culturalmente invariable y de un dominio específico que ha hecho más fácil para los humanos rastrear características estables de su ambiente ancestral. Esa facultad se desarrolló durante el transcurso de millones de años de evolución biológica. Probablemente el ser capaz de detectar las propiedades naturales de un grupo, combinado con el conocimiento de que esas propiedades son transmitidas a los descendientes, hizo más fácil para los humanos sobrevivir y evitar situaciones potencialmente peligrosas. El pensamiento Esencialista es encontrado en niños pequeños, que pueden identificar fácilmente los rasgos fenotípicos de cada raza, y en sociedades tan extensamente divergentes como Brasil y Madagascar. Si los seres humanos desarrollaron un mecanismo de un dominio específico para rastrear rasgos estables del medioambiente ancestral, entonces la clasificación racial surgiría simplemente como un sub-producto de ese mecanismo adaptativo. La evidencia es clara: la raza y el racismo son una parte fundamental de la naturaleza humana.

     Los izquierdistas postmodernos afirman que la raza es una invención, cuyo catalizador necesario fue la exploración y colonización del Nuevo Mundo por parte de los europeos; en realidad, ellos desprecian a Occidente y a su linaje fundador, la raza blanca. Siendo fracasos ellos mismos, ya sea académicamente, intelectualmente o financieramente, ellos compensan su insuficiencia por medio de la desconstrucción radical de las instituciones de Occidente. Para ellos, todos los hombres no-Blancos son nobles salvajes, que vivían en paz con ellos mismos y con su medioambiente, hasta que los exploradores y colonizadores Blancos los corrompieron difundiendo su cultura y civilización alrededor del planeta.


     Los negativos comportamientos estereotípicos atribuídos a los negros a través de los siglos muestran una asombrosa uniformidad a través de las culturas. Los negros son en todas partes descritos como gente inferior de baja inteligencia, con una inclinación a la maldad y el salvajismo. Ellos son también híper-sexuales, como lo muestran sus genitales de gran tamaño. Esto es así a pesar de ser universalmente denigrados por sus sociedades anfitrionas por su evidente fealdad física. A este conjunto de rasgos pueden ser añadidos otros, como la cobardía, notada por los antiguos egipcios y griegos, y la "alegría excesiva", observada por los antiguos griegos y musulmanes.

     Estos estereotipos antiguos son todos corroborados por las observaciones de exploradores europeos. Más importante aún, ellos prestan crédito adicional a las conclusiones del moderno realismo racial. Arthur Jensen, Richard Lynn, J. Philippe Rushton y muchos otros han demostrado empíricamente lo que los escritores antiguos y musulmanes medievales han sabido durante siglos con respecto a los negros. La diferencia de CI de 15 puntos entre negros y Blancos estadounidenses está tan bien establecida que incluso la Izquierda postmoderna no lo discute, aparte de sus causas. El "problema de la replicabilidad" [o imposibilidad de reproducir estudios, para corroborarlos o descartarlos] que ha plagado a las ciencias sociales no afecta a la investigación del CI.

     En las últimas dos décadas, Richard Lynn ha mostrado que los negros sub-saharianos tienen un CI que está dos desviaciones estándares por debajo del hombre Blanco promedio. El hombre negro siempre ha sido conocido como una criatura estúpida. En la Antigüedad clásica y el Islam medieval, la baja inteligencia del hombre negro fue explicada por su "cerebro defectuoso". Rushton ha establecido que el tamaño cerebral y el CI están positivamente correlacionados; el cerebro del hombre negro es más pequeño en promedio que el cerebro caucasoide o mongoloide. El logro negro en la sociedad Blanca, como la elección de Obama a la presidencia, es posible porque los Blancos deciden renunciar a su propio poder por medio de la Acción Afirmativa [discriminación inversa].


     Los cristianos tempranos y medievales asociaron frecuentemente a los etíopes con el pecado, el mal y los demonios en su iconografía. La gran crueldad y el salvajismo de los negros son fácilmente demostrados por estadísticas de crímenes que tienen la FBI y el Departamento de Justicia; para citar una de tales estadísticas, en 2013 los negros eran aproximadamente el 13% de la población estadounidense, pero eran responsables de la mitad de todos los asesinatos. Lo mismo es verdadero de los negros en países africanos sub-saharianos como Sudáfrica, uno de los países más violentos en el mundo según la estadística de Naciones Unidas. Los antiguos griegos y árabes notaron que los negros eran propensos a la "alegría excesiva"; además, los europeo-estadounidenses dueños de esclavos observaron que sus esclavos negros eran irresponsablemente despreocupados.

     El que los negros son propensos a la "alegría excesiva"es confirmado por una gran masa de investigación. Por ejemplo, comparada con los Blancos, la frecuencia de la depresión entre los negros es más baja. Esto es conocido como la "paradoja de la depresión negro-blanca"; los negros experimentan menos depresión que los Blancos, aunque ellos sean expuestos a tensionantes ambientales mucho más fuertes. La "alegría excesiva" de los negros es apoyada adicionalmente por diferencias raciales en el suicidio. Según el Center for Disease Control (2017), la tasa de suicidio Blanco era tres veces más alta que la negra.

     Los antiguos griegos, los romanos, los primeros cristianos y los musulmanes medievales estaban todos familiarizados con la mayor potencia sexual y los genitales de gran tamaño de los negros. Como ha sido documentado por Lynn, Rushton y otros, la testosterona está positivamente correlacionada con el impulso sexual, y los negros tienen más de ello que los Blancos. Lynn y Rushton también han mostrado que los negros tienen genitales más grandes que los Blancos, un hecho largamente conocido en el mundo antiguo y en el Islam medieval. Los antiguos egipcios y griegos observaron que los negros eran cobardes; comparados con los Blancos, los negros han demostrado mucho menos coraje y valentía en conflictos como Corea, Vietnam y otras partes. Durante la guerra de Corea [en 1950], el 24º Regimiento de infantería entero, en su mayoría compuesto por negros, se retiró en desorden bajo el fuego de rifles chinos; el regimiento se hizo famoso en las fuerzas armadas estadounidenses por su cobardía. Un notorio ejemplo contemporáneo de la cobardía negra es el reciente así llamado "knock-out game"o "caza del oso polar [Blanco]", donde pandillas de "adolescentes" negros urbanos merodean en busca de gente Blanca indefensa, a menudo ancianos o minusválidos, para golpearlos de manera no provocada y sorpresiva, asaltarlos y filmarlos, llegando incluso a matarlos. El 94% de tales víctimas son personas Blancas y el 90% de los atacantes son negros.


     El realismo racial moderno confirma la sabiduría de la gente antigua con respecto a los negros, reivindicando la exactitud de los estereotipos raciales. En la sabana africana, los tempranos Homo sapiens tuvieron que navegar en un mundo que no era bien entendido y potencialmente muy peligroso; la supervivencia implicó el desarrollo de un mecanismo específico de un dominio que pudiera detectar exactamente características estables en el medioambiente ancestral. Aquellos con menos que capacidades exactas sufrieron las consecuencias y no sobrevivieron para transmitir sus genes.

     Los Blancos en Estados Unidos y otras áreas con grandes poblaciones negras se ven confrontados con la misma pregunta hecha por el profeta hebreo Jeremías [13:23]: "¿Puede el etíope cambiar su piel, o el leopardo sus manchas?". Ni siquiera los programas "Great Society"de Lyndon Johnson pudieron cambiar la personalidad y el comportamiento de los negros, que han permanecido tal cual, prácticamente sin alterar, durante miles de años. Los Blancos que vivieron en la primera mitad del siglo XX estaban bien conscientes de la patología social de los negros; es por eso que ellos se segregaron de los negros. Sin embargo, todo eso cambió con la desegregaciónfederalmente forzada en los años '50 y '60. En algún momento después de mediados de siglo, los Blancos desecharon su identidad racial colectiva.


¡Hombre Blanco, Sálvate a Ti Mismo!


     "¡Los europeos no se reproducen, nosotros tenemos que hacernos cargo de su civilización, y queremos mujeres Blancas!".

     ¿Por qué ha ocurrido este cambio en la conciencia racial Blanca, que ha conducido a un abandono a escala nacional de los intereses raciales Blancos? Una explicación potencial es la influencia del izquierdismo postmoderno sobre el sentido de altruísmo del hombre Blanco. Los Blancos, habiéndose empapado a sí mismos en una moralidad daltónica (ciega ante el color) durante siglos, desarrollaron en su visión un punto ciego ante la dura realidad racial de la existencia humana. El patológico altruísmo del hombre Blanco, que estuvo inactivo durante siglos, fue exacerbado y se le dio nueva vida bajo la influencia de la antropología de Franz Boas y la Nueva Izquierda. Por consiguiente, los Blancos colectivamente abandonaron la noción más crucial de Charles Darwin: que todos los grupos etno-raciales están trabados en una lucha perpetua por la supervivencia en un universo hostil que no se preocupa por quién gana o pierde, una cosmovisión que es antitética al izquierdismo. Los demagogos globalistas tienen solamente desprecio por las "cosas de este mundo"; ellos condenan el orgullo racial, la fuerza, el poder, la acumulación de riqueza y el logro individual, substituyendo aquellos antiguos valores aristocráticos con una igualdad en la mediocridad que es negadora del mundo.

     Un factor agravante adicional es el "Holocausto", descrito como una de las peores atrocidades alguna vez cometidas en Europa Occidental. Eso horrorizó a las élites izquierdistas, que fueron al extremo opuesto de los nacionalsocialistas y los fascistas italianos, condenando el nacionalismo, abandonando la segregación racial y el apartheid, y abriendo sus fronteras a las hordas invasoras de hombres de color.

     La omnipresente influencia del liberalismo moderno ha hecho fracasar miserablemente el intento de los Blancos de organizarse de acuerdo a criterios raciales. Blancos del Norte persiguieron a Blancos del Sur durante la era de la Reconstrucción [el período posterior a la guerra civil estadounidense]; además, los Blancos dejaron de unirse al Ku Klux Klan y otras organizaciones racistas en números suficientemente grandes para justificar su existencia. Los Blancos siguen injuriando a movimientos pro-Blancos como la Derecha Alternativa, que no tienen ni de cerca la influencia que el Ku Klux Klanalguna vez tuvo. En vez de eso, los Blancos siguen mostrando que ellos quieren llegar a convertirse en minorías en sus propios países al votar repetidamente por los mismos políticos que están a favor de la inmigración de masas y a favor de los negros.

     "¿Puede el etíope cambiar su piel, o el leopardo sus manchas?". En este momento en la Historia, el hombre Blanco está dispuesto a ir en contra de siglos de sabiduría popular, datos científicos confirmados, e incluso contra la evidencia de sus propios cinco sentidos para contestar "Sí". El colapso del sistema globalista neo-liberal que impone la integración racial y la inmigración masiva de gente no-Blanca hacia países Blancos no puede tardar en llegar. El romano Catón el Viejo, llamado el Censor, advirtió que la avaricia y el lujo eran "las plagas que han destruído a todos los grandes Imperios". En el mundo antiguo, los hombres de conocimiento comprendieron que había una fuerte relación entre prosperidad, afeminamiento, apatía civilizacional y decadencia. Cuando la prosperidad de Occidente desaparezca, el hombre Blanco se verá obligado a despertar, a hacer algo sobre su desposeimiento racial, o perecer.–





La Gente Blanca Si Hitler Hubiera Ganado

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     En el sitio chechar.wordpress.comhemos hallado el siguiente breve texto del autor que firma como Ferdinand Bardamu, publicado allí en Abril de 2019 y que presentamos traducido, en el cual el tema fundamental es un análisis comparativo entre el Nacionalsocialismo y el Globalismo con respecto a la raza blanca, enfatizando los males que el segundo ha infligido a ésta e imaginando cuáles hubiesen sido las consecuencias para la civilización occidental si el Eje hubiera salido victorioso.


¿No Estarían Mejor los Blancos
si Hitler Hubiera Ganado la 2ªGM?
por Ferdinand Bardamu
8 de Abril de 2019



    «—Entrevistador: ¿Y cuál es, en su opinión, el elemento trágico de nuestra época? —Louis-Ferdinand Céline: Stalingrado... La derrota en Stalingrado fue el final de Europa. Ha habido un cataclismo. Su epicentro fue Stalingrado. Después de eso usted puede decir que la civilización Blanca se acabó, realmente se consumió» (Entrevista, 1960).


I. La Recuperación Post-2ªGM de Europa Occidental

     La Segunda Guerra Mundial es considerada como el conflicto más destructivo en la Historia. Ningún otro conflicto, ni siquiera las invasiones mongolas del siglo XIII, se le acercan. Se cree que aproximadamente entre 60 y 80 millones de personas resultaron muertas durante la 2ªGM; en contraste, los mongoles sólo mataron aproximadamente a entre 30 y 40 millones. Enormes áreas de territorio en Europa fueron reducidas a la ruina por el bombardeo Aliado. Alemania, Polonia y Rusia sufrieron la mayor parte de la devastación. Los gastos de guerra combinados tanto del Eje como de las potencias Aliadas fueron astronómicos, calculándose en billones de dólares en dinero de hoy.

     Como consecuencia inmediata de la derrota del Eje hubo caos; Europa no tenía gobiernos o sistemas judiciales que funcionaran. La economía prácticamente había desaparecido, excepto por un próspero mercado negro. Las escuelas y las universidades ya no estaban abiertas a los estudiantes o al gran público. Millones quedaron sin hogar; las familias fueron deshechas; poblaciones enteras, como los alemanes étnicos de Europa del Este, fueron expulsados a la fuerza de sus casas. Bandas armadas de hombres tomaron lo que quisieron, y los soldados de ocupación del Ejército Rojo se involucraron en violaciones masivas. Mujeres de todas las edades y clases se prostituyeron abiertamente a cambio de comida y refugio. Muchos aprovecharon el final de la guerra para arreglar viejas cuentas; los colaboradores de los nacionalsocialistas fueron acorralados, golpeados y asesinados. Las mujeres que fueron percibidas como demasiado amistosas con los soldados de la Wehrmacht fueron agarradas y les rasuraron sus cabezas.

     En 1948 el Congreso estadounidense aprobó el Plan Marshall de cuatro años, autorizando el desembolso de miles de millones de dólares en fondos para reconstruír la industria y la infraestructura europeas. La cantidad dada como ayuda sumó el 5% del PIB estadounidense. Para cuando los europeos occidentales habían recibido esos fondos, su continente estaba camino a la recuperación económica plena. Desde 1947 hasta 1949 la minería y la producción industrial fueron restauradas a niveles de antes de la guerra en la mayor parte de las áreas; en 1950 la producción de alimentos per cápita fue restaurada a niveles previos a la guerra. Alemania Occidental, el país más devastado por la guerra en Europa Occidental, alcanzó en 1955 niveles de pre-guerra de su PIB per cápita.

     Para todos los observadores neutrales, la recuperación de Alemania Occidental y su crecimiento económico no fueron sino algo milagroso. Aquello fue conocido como el Wirtschaftwunder o "milagro económico" de Alemania Occidental, creación del ministro de Asuntos Económicos del canciller Konrad Adenauer, Ludwig Erhard. Él estimuló el crecimiento económico mediante una reforma monetaria, abolición de controles de precios y reducciones de impuestos. Entre 1950 y 1959 el PIB de Alemania Occidental creció más rápido que en cualquier otro sitio en Europa Occidental. Hacia los años '60 Alemania Occidental había surgido como la potencia económica más grande y más influyente en Europa. Por contraste, Alemania Oriental, su contraparte estalinista, se estancó bajo el gobierno soviético.

     A pesar de la enorme devastación causada por la 2ªGM, los europeos occidentales fueron capaces de recuperarse rápidamente y conseguir niveles de desarrollo económico e industrial que superaron por lejos los niveles de antes de la guerra. Ésa no fue la primera vez que los europeos fueron capaces de salir de una tragedia; ellos también habían salido de los estragos de la Peste Negra y las invasiones mongolas.


II. La Patológica "Eurofobia" de la Élite Hostil

     Desde el final de la 2ªGM la élite hostil ha estado inundando Europa Occidental con hombres no-Blancos de las áreas más empobrecidas y desgarradas por la guerra del mundo en vías de desarrollo. Los globalistas abogaron por diluír la pureza racial blanca para nunca otra vez experimentar los horrores de la guerra total europea. La élite hostil justificó este reemplazo racial usando las excusas más frívolas. "Los europeos no tienen suficientes hijos", se quejaron ellos, "y necesitamos más invasores del Tercer Mundo súper-fértiles"; "necesitamos sangre fresca para empleos que ningún europeo quiere hacer", gimieron otros; "sin trabajadores, ¿quién apoyará a los europeos en su vejez?". Tras un examen más profundo, los motivos de la élite hostil para la invasión del Tercer Mundo deben ser inmediatamente desechados como falsedades deliberadas.

     Los globalistas afirman que la baja fertilidad es siempre algo malo; pero una reducción del número de bocas excesivas que alimentar permitiría que los salarios y el nivel de vida se elevaran. El que queden empleos sin que nadie los tome no es tan perjudicial como a los globalistas les gustaría que nosotros creyéramos; por medio del mecanismo de auto-corrección que tiene incorporado el mercado, la creciente demanda corporativa induciría un aumento de los salarios reales y el suministro de mano de obra se arreglaría por sí solo. Si hay una genuina escasez de trabajadores, la demanda excesiva sería canalizada hacia la investigación y el desarrollo, lo que lleva a la invención de mecanismos que ahorran mano de obra. A la inversa, tales mecanismos podrían también estimular la tasa de fertilidad ofreciendo diversos incentivos, como sobresueldos en efectivo.

     La confianza excesiva en trabajadores extranjeros para apoyar a los europeos ancianos es sólo otro ridículo esquema de Ponzi [1]; los invasores envejecerán, lo que requerirá aún más trabajadores; demás está decir que tal crecimiento infinito es ecológicamente insostenible. Hay límites para la capacidad de sostenimiento que tiene Europa; como a los ecologistas neo-maltusianos les encanta señalar, el crecimiento infinito con recursos limitados es una imposibilidad. Una solución más lógica sería eliminar la edad de jubilación obligatoria, permitiendo a la gente mayor trabajar mientras ellos quieran. Otro problema serio con el estúpido argumento de que "necesitamos trabajadores para apoyar a nuestros jubilados ancianos", es que Mohammed al-Baghdadi [nombre genérico hipotético] no querrá apoyar a gente Blanca anciana cuando su pueblo forme la siguiente mayoría de Europa.

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Esquema_Ponzi

     Hay sólo una razón plausible para la invasión del Tercer Mundo manejada por la élite: se trata de una agresión demográfica contra los europeos en represalia por los horrores de la 2ªGM. Durante siglos, los Blancos fueron sometidos a presiones selectivas evolutivas que maximizaron el predominio de rasgos beneficiosos, y removieron rasgos de mala adaptatividad del fondo genético. No sólo se elevaron los CIs sino que se establecieron culturas de alta confianza que fomentaron la cohesión social y el comportamiento cooperativo. Por consiguiente, los europeos fueron capaces de recuperarse rápidamente de tragedias como las invasiones mongolas y la Peste Negra. De hecho, si Europa hubiera sido destruída por una devastadora guerra termonuclear, los Blancos sobrevivientes todavía hubieran sido capaces de recuperarse debido a su enorme capital social y humano. Después de algunas generaciones, la población habría vuelto a niveles de fertilidad de reemplazo y la civilización occidental habría florecido otra vez.

     Africanos sub-saharianos y habitantes del Medio Oriente son la mayoría de los invasores de Europa. El africano sub-sahariano es conocido por su inclinación a la violencia y el salvajismo; los del Medio Oriente son por lo general palurdos endogámicos. En muchas poblaciones árabes el porcentaje de matrimonios consanguíneos excede el 50%. A causa del bajo CI, muchos son creyentes en el Islam militante, una superstición ignorante y grosera originada en el desierto saudita. A medida que esos dos grupos aumentan en Europa, la estructura genética de la población occidental empeorará, haciendo más difícil para los europeos reponerse de la tragedia.

     Si el porcentaje de africanos y del Oriente Medio se hace alto en relación a los Blancos, la capacidad de recuperación de éstos ante la tragedia finalmente desaparecerá. Los cambios en la estructura genética subyacente de la raza blanca son irreversibles, a menos que sea tomada una vigorosa acción eugenésica negativa. Al inundar Europa con invasores del Tercer Mundo, los globalistas están destruyendo la cuna de la civilización occidental, algo que las hordas mongolas y los comunistas soviéticos nunca fueron capaces de llevar a cabo.


III. Europa Ocupada por los Nacionalsocialistas
versus Europa Ocupada por los Globalistas

     En su literatura de propaganda, los nacionalsocialistas dijeron que ellos se oponían al "gran capitalismo" del "sistema económico estadounidense", que era el globalismo de los años de entreguerras. En el folleto de 1932 "Agricultores Alemanes, ¡Ustedes Pertenecen a Hitler!", ellos advirtieron que la expansión global del capitalismo estadounidense convertiría al mundo en un "gigantesco consorcio empresarial" preocupado sólo por "ganancias y dividendos"; el hombre sería esclavizado por vacíos "slogans de progreso, tecnología, racionalización y estandarización". El objetivo final del "gran capitalismo"estadounidense era "la dictadura mundial de la Judería" por medio del "Parlamento y la estafa de la democracia". El Nacionalsocialismo y el Globalismo estaban diametralmente opuestos; sólo los globalistas promovieron el genocidio Blanco, mientras que el Tercer Reichestaba preocupado por cuestiones de la supervivencia racial blanca.

     Cualquiera haya sido el impacto destructivo que el Nacionalsocialismo tuvo sobre la escena mundial, fue realmente muy pequeño, al menos cuando se lo compara con el impacto destructivo del globalismo contemporáneo. Los nacionalsocialistas, unos de los nacionalistas europeos más genuinos en la historia occidental, trataron a sus ciudadanos con mucho mayor compasión que las actuales élites hostiles de Europa Occidental. La inversión pública en gran escala del Partido Nacionalsocialista en proyectos creadores de trabajo, construcción de nuevas autopistas y recuperación de suelos, estimuló el crecimiento económico. Mediante esas políticas Alemania logró evitar la Gran Depresión; hacia 1939, el desempleo era casi del 0%. Los nacionalsocialistas proporcionaron a sus ciudadanos uno de los niveles de vida más altos en el mundo; en ningún momento ellos procuraron ejercer una presión negativa sobre los salarios reales y el nivel de vida aumentando artificialmente el suministro de mano de obra.

     La higiene racial alemana fue mejorada por medio de la eugenesia; eso significó eutanasia para los genéticamente incapaces y Lebensborn, la cría controlada de niños arios racialmente puros. Por medio de políticas legislativas e incentivos materiales, la tasa de fertilidad alemana fue aumentada. El aborto y las medidas de control de la natalidad fueron proscritos, excepto para aquellos considerados como "comedores inútiles"; a las mujeres que tenían hijos se les daba dinero y alimentos gratis. Las mujeres que tenían seis o más hijos eran eximidas de pagar el impuesto sobre la renta; aquellas con 8 niños o más recibían la Cruz de la Madre, hecha de oro puro, uno de los honores más altos del Tercer Reich.

     El apenas disfrazado criminal odio anti-Blanco del globalismo lo hace una fuerza mucho más destructiva que el Nacionalsocialismo. Los globalistas apoyan la invasión desde el Tercer Mundo porque eso reduce la fertilidad de la gente Blanca, disminuye los salarios y hace crecer los costos de alojamiento debido a la excesiva demanda. El retiro de oportunidades económicas de los Blancos autóctonos por medio de la externalización es considerado como un deber humanitario.

     La invasión desde el Tercer Mundo tiene otros efectos negativos sobre la gente Blanca. En el libro On Genetics Interests (2003) de Frank Salter, se dice que los territorios monopolizados por "etnias" tienen capacidades de sostenimiento muy específicas; si la máxima capacidad de sostenimiento de Gran Bretaña es de 120 millones de personas, pero es ocupada actualmente por 60 millones de Blancos, la adición de 60 millones de extranjeros de color impediría a los británicos autóctonos aumentar sus números más allá de 60 millones. La presencia de invasores del Tercer Mundo genéticamente distintos causaría pérdidas sustanciales en los intereses genéticos étnicos Blancos. La desaparición de las características raciales distintivas del hombre Blanco transformaría genéticamente la población. Eso es genocidio por medio del reemplazo racial y el mestizaje.

     Comparado con el impacto medioambiental del Tercer Reich, los regímenes globalistas de la Europa moderna son mucho más destructivos. Como la mayor parte del crecimiento demográfico en la Europa ocupada por los globalistas es a la vez artificialmente inducido y masivo, habrá una sobrepoblación, una significativa escasez material, y aumentarán las emisiones de carbono (causa de preocupación entre aquellos convencidos del calentamiento global). El crecimiento demográfico exponencial en un territorio finito siempre daña a la sostenibilidad ecológica; los recursos disponibles para la siguiente generación de Blancos serían considerablemente reducidos.

     Los nacionalsocialistas alemanes trataron de preservar, aumentar y mejorar a la población Blanca de Europa Occidental. Los globalistas, por otra parte, procuran activamente destruír Europa Occidental mediante el genocidio físico y cultural. Sus armas izquierdistas favoritas —el feminismo, el multiculturalismo y la invasión de no-Blancos— reducirán a los Blancos autóctonos a una minoría. Eso conducirá finalmente a la extinción racial mediante la guerra de razas y el mestizaje. El resultado final del globalismo será mucho más destructivo que las Guerras Mundiales combinadas; al menos bajo el gobierno nacionalsocialista, Europa Occidental habría sobrevivido y habría prosperado.


IV. Globalismo: ¿Más Peligroso que el Nacionalsocialismo...
y el Comunismo?

     El Marxismo Cultural es el fundamento ideológico del Globalismo contemporáneo. Aquél es la creencia de que la desigualdad racial y sexual es causada por la opresión social. La ideología marxista está en la base de todas las tentativas modernas de diseñar socialmente a la Humanidad para reducir la desigualdad. Ya que la igualdad no existe en la Naturaleza, la ingeniería social marxista de resultados igualitarios siempre conducirá al asesinato de masas y al genocidio.

     En El Libro Negro del Comunismo (1999), Stéphane Courtois y otros académicos europeos estimaron el número de víctimas del comunismo entre 85 y 100 millones de individuos durante el siglo XX, a diferencia de los 25 millones de víctimas de no-combatientes atribuídos al régimen nacionalsocialista (otras fuentes generalmente colocan dicha cifra en aproximadamente 11 millones). Independientemente de lo que uno piense de las políticas del Tercer Reich, ellas estuvieron al menos basadas en la realidad científica de la biología neo-darwiniana, que es por lo cual ellas fueron mucho menos destructivas y mucho menos crueles que el comunismo y que otra ideología derivada del marxismo, el Globalismo.

     De manera bastante interesante, las mayores debilidades internas de los regímenes comunistas como la Unión Soviética los hicieron mucho menos peligrosos que sus homólogos globalistas. La incapacidad de la economía centralmente planificada para asignar eficazmente los recursos, así como gastos militares inmensamente superiores a los gastos en bienes de consumo, entre otras razones, condujeron al colapso soviético en 1991. La propaganda marxista cultural combinada con el capitalismo neo-liberal es mucho menos económicamente sostenible que el comunismo soviético. Al menos la ideología comunista no arruinó a los rusos corrientes destruyendo su estilo de vida y su cultura. La versión soviética del multiculturalismo, el modelo etno-federal, nunca disolvió la identidad étnica rusa para sustituírla por un desarraigado Homo sovieticus carente de identidad.

     Por otra parte, el objetivo del multiculturalismo globalista es la destrucción total de Europa, borrando su cultura autóctona y reduciendo a los Blancos nativos a una minoría, borrándolos finalmente por medio de la guerra de razas y el mestizaje. Si no hay ninguna revolución anti-globalista en el futuro próximo, esa política seguirá indefinidamente, hasta que los Blancos un día se extinguirán.

     Al menos los rusos fueron capaces de surgir del totalitarismo soviético con su salud racial todavía intacta.


V. La Mayor Tragedia del Siglo XX

     Imaginemos un escenario alternativo donde las potencias del Eje habrían surgido de la Segunda Guerra Mundial como los vencedores.

     Una Europa ocupada por los nacionalsocialistas habría abarcado desde los Pirineos hasta el Lejano Este ruso. Habría habido destrucción, pero mucho menos que la ola de destrucción desencadenada por las élites globalistas hostiles. Los Blancos habrían sido capaces de reconstruírse rápidamente y aumentar su número por medio del incremento natural. Más importante aún, su estructura genética demográfica habría permanecido intacta. El régimen totalitario nacionalsocialista eventualmente se desintegraría, ya que ningún sistema de forma de gobierno dura para siempre, siendo sustituído por alguna otra forma de gobierno que promovería los intereses raciales Blancos. Obviamente, no habría habido globalismo, multiculturalismo o una invasión desde el Tercer Mundo.

     Las políticas eugenésicas nacionalsocialistas habrían hecho a los europeos más fuertes y más sanos; eso habría aumentado su capacidad para mantener y hacer progresar su propia civilización. Por cuanto los soviéticos habrían sido derrotados por la Wehrmacht en Stalingrado en 1943, no habría habido ninguna Guerra Fría. Si hubiera una Guerra Fría entre el Tercer Reichy Estados Unidos, el objetivo de la política exterior estadounidense podría ser la "contención" del poder y la influencia nacionalsocialista en las Américas. Si la élite hostil de Norteamérica abrazara el multiculturalismo y la invasión desde el Tercer Mundo después de la victoria del Eje en la 2ªGM, los Blancos disidentes tendrían al menos un asilo seguro al cual huír; ellos también tendrían una base de operaciones para conducir actividades anti-globalistas encubiertas contra Washington.

     Una victoria del Eje en la 2ªGM habría significado que los Blancos no estarían bajo ataque, como lo están hoy. Protegiendo a sus ciudadanos de la genocida propaganda de los globalistas de la mezcla de razas, el comunismo soviético inmunizó a Europa del Este contra las patologías gemelas del multiculturalismo y la invasión de no-Blancos. El Nacionalsocialismo habría sido naturalmente mucho más eficaz en la conservación de la pureza racial Blanca. Una Europa Occidental totalmente Blanca sería capaz de recoger los pedazos cuando el régimen globalista de Norteamérica inevitablemente colapsara e involucionara tanto hacia una guerra civil como racial, quizá instalando un gobierno nacionalsocialista en Washington.

     La victoria Aliada en Europa fue un error colosal; el lado incorrecto había ganado la guerra. Las fuerzas de la oscuridad, representadas por los regímenes liberales e izquierdistas de Roosevelt (más tarde Truman), Churchill y Stalin, habían triunfado sobre la libertad racial y nacional ofrecida por los fascistas italianos y los nacionalsocialistas alemanes, los verdaderos potenciales salvadores de Europa. Aunque no fue obvio entonces, esto se ha hecho deslumbrantemente obvio ahora. La declaración de Céline sobre el destino de la civilización occidental sigue siendo profética: "Europa murió en Stalingrado... Después de eso, usted puede decir que la civilización Blanca se terminó".–





Por Qué los Europeos Deben Rechazar el Cristianismo (1 de 2)

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     En el sitio chechar.wordpress.comfue publicado en diversas entregas entre Marzo y Abril de 2018 el siguiente ensayo (Why Europeans Must Reject Christianity) que presentamos ahora en castellano en dos partes. En esta primera, el autor que escribe bajo seudónimo, desde una perspectiva anti-cristiana algo nietzscheana, se desfoga racionalmente echándole en cara a dicha religión todos los males que ha cometido a través de la Historia, apelando a los testimonios que han quedado registrados a lo largo de siglos, que muestran que en sus orígenes los cristianos fueron los bolcheviques de su época. Las varias páginas de este escrito tienen como objetivo comprender que gran parte de la defensa hecha para justificar y casi asociar al cristianismo (un opio judío para la mente aria) con la auténtica alma europea son débiles pretextos y claras mentiras, dando a entender el autor que no puede pretenderse que la civilización occidental ocurrió gracias a la Iglesia sino a pesar de ella.


Por Qué los Europeos Deben
Rechazar el Cristianismo (1 de 2)
por Ferdinand Bardamu
21 de Marzo – 4 de Abril de 2018




LA ENFERMEDAD DEL CRISTIANISMO

     El filólogo clásico Revilo P. Oliver una vez describió al cristianismo como "una sífilis espiritual". El músico Varg Vikernes dijo que el cristianismo era un "problema para ser solucionado por la ciencia médica". Él lo describió como un "VIH/SIDA del espíritu y la mente". Sólo el paradigma de la enfermedad de transmisión sexual puede arrojar luz sobre la verdadera naturaleza de la religión cristiana.

     En el caso de la sífilis, hay un período de latencia. Eso es análogo al crecimiento y difusión del cristianismo a través del Imperio romano, hasta el reinado de Constantino a principios del siglo IV. Los síntomas de la infección sifilítica aumentan en severidad, conduciendo a muchas consecuencias amenazantes de la vida. La degeneración neurológica y cardiovascular causada por la sífilis debilita al cuerpo del anfitrión. Si la infección continúa sin intervención médica, sobreviene la muerte. De manera similar, el cristianismo debilita y luego destruye al Estado por medio de la proliferación de sus ideologías derivadas más degeneradas, como el liberalismo, el socialismo y el feminismo.

     El cristianismo es una perversión del instinto de auto-conservación. Eso hace de él undestructor de civilizaciones y pueblos enteros. Abrazar el cristianismo no es diferente de atar una soga alrededor del propio cuello y saltar desde un alto edificio. Aquello es suicidio para todos aquellos que estúpidamente permiten ser influídos por sus venenosas doctrinas. La cultura occidental se habría perdido para siempre si no hubiera sido por el redescubrimiento de la ciencia y la filosofía paganas durante el Renacimiento. Desafortunadamente para nosotros, el Occidente ha sucumbido una vez más ante esta plaga espiritual.La celestial ciudad de Diosahora se sienta para juzgar a Occidente. El judío crucificado ha hablado: ¡el Occidente ha sido juzgado y ha sido encontrado deficiente!

     La Iglesia siempre ha considerado a la terrenal ciudad de Roma con desprecio; la cultura anfitriona que incubó a dicha religión durante tanto tiempo no significa nada para esa puta de Babilonia, que se ha prostituído ella misma ante todas las naciones del mundo. Si toda la ciencia y la tecnología occidental llegaran a desaparecer de la noche a la mañana, la Iglesia no sería afectada en lo más mínimo; lo único que le importa es que la predicación del Evangelio continúe sin pausa, nada más. El cristianismo y el racialismo son ideologías fundamentalmente incompatibles.

     El religioso cristiano está en una encrucijada: él debe elegir entre el Evangelio o la supervivencia de la civilización occidental y de la raza europea. Él no puede elegir ambos. Un religionario cristiano genuino sólo puede estar del lado de la supervivencia de la ortodoxia cristiana, ya que de otro modo él sería un apóstata, al que se le negaría para siempre la salvación eterna.

     En un mundo donde la supervivencia evolutiva es un juego de suma cero[donde alguien gana sólo si otro pierde], el cristianismo es el gran enemigo de la raza europea y de la civilización occidental.


EL EVANGELIO DE MENTIRAS SEMÍTICAS

     Jesucristo es una figura mitológica. Las narrativas del Evangelio, sus "biografías" personales, no están basadas en ninguna realidad histórica subyacente. Lo que sabemos de Jesús no viene de testimonios de testigos oculares sino de rumores en gran parte contradictorios, escritos aproximadamente cuarenta o cincuenta años después de su supuesta muerte. A diferencia del Jesús mítico con quien él a menudo es comparado, el filósofo Sócrates [siglo V a.C.] está considerablemente más bien atestiguado en el registro histórico. Testigos oculares contemporáneos como Platón y Jenofonte escribieron detallados relatos de la vida y muerte de Sócrates.

     El darse cuenta de que la primera Cristología (interpretación de Cristo) estaba firmemente comprometida con la creencia en la divinidad de Jesús proporciona pruebas adicionales que justifican el origen mitológico de él. Eso es contrario a la posición mantenida por la antigua erudición bíblica del siglo XIX, principalmente representada por la escuela de "historia de la religión" de Wilhelm Bousset. Ese enfoque es mejor ejemplificado en el ahora olvidado libro "Kyrios Christos" (1913). En esa obra Bousset sostuvo que la veneración ritual de Jesús sólo se hizo una realidad cuando la comunidad de fe palestina original fue expuesta a la influencia helenística y oriental.

     En contraste con el enfoque de "historia de la religión" de Bousset, los eruditos bíblicos modernos sostienen que la comunidad de fe palestina original comenzó con una Cristología desde lo divino. Maran athaera una frase litúrgica aramea que transfería el título de "Señor" (YHWH) a Jesús, pidiéndole establecer su reino en la Tierra en cumplimiento de las esperanzas escatológicas del Antiguo Testamento de un Mesías próximo. La Cristología "divina" adoptada por los primeros creyentes palestinos preparó el terreno para que los Gentiles vieran a Cristo como un objeto de devoción religiosa. Entre los primeros creyentes Gentiles, Jesús fue adorado, colocado de igual a igual con Dios mismo y designado Kyrios, la forma griega del tetragrammaton (YHWH) en la Septuaginta. Él era incluso el objeto de rezos. Eso hace de Jesús no diferente de cualquier otra figura mitológica venerada en el mundo antiguo, como Dionisio o Hércules.

     La conclusión inevitable es que Jesús es un invento de la imaginación, tal como los dioses de los antiguos griegos. A aquellos que sostienen que el monoteísmo judío era una barrera para la divinización inmediata de algún mortal, hay que señalarles que la teología del Logos del judaísmo helenístico primero presentó la palabra de Dios en términos semi-antropomórficos, poniendo las bases para el explícito carácter "bi-nitario" (dos personas o aspectos de la Divinidad) del cristianismo primitivo.


LA RELIGIÓN ESENCIAL DEL MEDIO ORIENTE

     El cristianismo es, antes que nada, la invención de judíos palestinos del siglo I en su mayoría analfabetos, entre quienes Saúl de Tarso fue el más influyente. Él más tarde cambió su nombre a Pablo. Él era el prototípico "feo pequeño judío"  del mundo antiguo. Él incluso se vio forzado a admitir que a menudo era denigrado por sus opositores como "débil" o "poco impresionante" en persona. Una fuente extra-canónica del siglo II refuerza esa impresión, al describirse allí [Los Hechos de Pablo y Tecla, 1:7] al apóstol como"un hombre de pequeña estatura, con una cabeza calva y piernas torcidas, de cuerpo fuerte, con las cejas juntas y una larga nariz curvada...".Él era la encarnación viviente del judío estereotípico. Si Pablo era simplemente una caricatura, él se hubiera sentido como en casa con los judíos de Der Stürmer de Streicher.Pablo fue el primero en difundir el cristianismo a través del Mediterráneo, imbuyendo a la nueva religión misionera con un carácter completamente expansionista. Él puso el fundamento de la teología cristiana, sirviendo como el catalizador original para la infección "sifilítica" que tiene ahora arruinada a Europa.

     El cristianismo es la religión esencial del Medio Oriente. El hecho de que la lengua del Nuevo Testamento sea el griego koiné [común] no hace de esa religión algo diferente de una invención semítica. Afirmar otra cosa sería como traducir las Analectas de Confucio al inglés y luego afirmar que el Confucianismo es una religión occidental porque el medio usado para su transmisión es la lengua inglesa. Incluso los pocos elementos paganos que hay en la religión cristiana, como el uso del prólogo Joanino del Logosestoico, son filtrados a través de los lentes del judaísmo del Antiguo Testamento. Las narrativas del Evangelio son leyendas judías basadas en ideas judías de Mesías, resurrección, reino de Dios, etcétera. El cristianismo no es sólo completamente judío en su origen sino que las principales doctrinas teológicas del Nuevo Testamento se derivan del Antiguo Testamento y del judaísmo inter-testamentario de los períodos griego y asmoneo. La difusión del cristianismo a través del Mediterráneo fue obra de judíos emprendedores e itinerantes.

     A medida que el cristianismo desarrolló un marco institucional establecido dentro del Imperio, los teólogos comenzaron a encontrarse en diálogo con judíos y paganos que eran hostiles a la nueva religión. Esas discusiones requirieron tomar prestada la terminología filosófica griega y latina para expresar mejor la enseñanza ortodoxa con mayor precisión y claridad. Eso fue hecho no sólo con propósitos apologéticos sino para persuadir a paganos cultos aplicando una delgada capa de respetabilidad intelectual a las doctrinas semíticas del cristianismo primitivo. A pesar de esos préstamos culturales, el cristianismo siguió siendo una religión fundamentalmente semítica.


UNA RELIGIÓN PARA GENTE DE MENTES SIMPLES

     Los eruditos han notado durante mucho tiempo el gran atractivo que el cristianismo siempre ha tenido para los sedimentos más bajos de la Humanidad. Pocos intelectuales fueron atraídos alguna vez hacia esa religión; aquellos que se convirtieron se hicieron extremistas anti-intelectuales que volvieron la espalda a la cultura y la civilización occidental. El teólogo latino del siglo II Tertuliano, uno de los anti-intelectuales cristianos más intolerantes que haya vivido alguna vez, de manera bien conocida preguntó: "¿Qué en realidad ha tenido que ver Atenas con Jerusalén?, ¿qué concordia existe entre la Academia y la Iglesia?... ¡No queremos ninguna discusión abstrusa después de poseer al Cristo Jesús, ninguna investigación después de disfrutar el evangelio! Con nuestra fe, no deseamos ninguna creencia adicional".

     Los filósofos paganos contemporáneos con frecuencia observaron que los primeros convertidos fueron sacados de las filas de la gente estúpida e ignorante. Celso, un pagano que fue un temprano crítico de la nueva religión, escribió que era la política cristiana evitar a los sabios y educados. «Sus expresiones favoritas», escribió Celso, «son "¡No hagas preguntas, sólo cree!", y "¡Tu fe te salvará!". "La sabiduría de este mundo", dicen ellos, "es mala; ser simple es ser bueno"».

     Los paganos cultos eran despectivos con las creencias populares. Para que fueran dignas de crédito, ellas tenían que ser lógicamente coherentes y estar empíricamente basadas. Tenían que tener alguna base en la ciencia y la filosofía. Cualquier otra cosa era "superstición". En la Antigüedad clásica la superstición era definida como el miedo a los "demonios" y la creencia en la causalidad sobrenatural de fenómenos naturales y físicos, como las enfermedades. Para los intelectuales paganos, el cristianismo encarnaba todo lo que ellos odiaban en cuanto a la superstición. Lo que hacía al cristianismo especialmente reprensible era que había heredado todos los peores rasgos del judaísmo, a saber, intolerancia y fanatismo. La religión también se extendió como una enfermedad contagiosa. De acuerdo a como lo veían los intelectuales paganos, el cristianismo fue ideado y difundido por hombres ignorantes para beneficio de hombres ignorantes, especialmente a causa de de su cercano parecido con las supersticiosas creencias de las masas.

     El triunfo del cristianismo condujo a una inversión completa de los valores de la élite pagana en la Antigüedad tardía. El hombre culto ahora abrazaba incondicionalmente las creencias de las multitudes semi-bárbaras. Agustín, originalmente educado en el plan de estudios clásico y entrenado en retórica, pudo declarar con confianza que todas las enfermedades eran de origen sobrenatural, en abierto desafío a la bien establecida práctica médica griega. Mientras que antes de Constantino existía una brecha significativa entre las creencias de los paganos cultos y la gente común (hoi polloi), después de Constantino no existía tal brecha. Por primera vez en la Antigüedad clásica, la élite y las masas eran indistinguibles en términos de creencias, con todos ingenuamente suscribiéndose a la veneración de santos, sus reliquias y milagros.

     El triunfo del cristianismo en Occidente fue el triunfo de una ignorancia profunda que duró siglos.


EL CRISTIANISMO: DESTRUCTOR DE IMPERIOS

     El cristianismo fue un factor clave en la decadencia de Roma. Cuando la Iglesia se convirtió en la institución dominante de la Antigüedad clásica tardía, se transformó en una significativa sangría de los recursos económicos del Imperio. Aquello no fue una simple transferencia de riquezas; los fondos para los templos y lugares sagrados paganos no fueron simplemente desviados desde los cofres seculares para financiar el crecimiento eclesiástico. A diferencia de los cultos paganos, la religión estatal nicena [de Nicea, en Asia Menor, donde se celebró en el año 325 un concilio que puso las bases del credo trinitario de la Iglesia] fue administrada por una enorme burocracia centralizada, cuyo alcance era a nivel del Imperio y cuyos funcionarios eran más numerosos y mucho mejor pagados que aquellos del Estado.

     Los ingresos que podrían haber sido usados para mejorar la infraestructura, como la construcción de caminos, puentes, acueductos y teatros, fueron hacia la construcción de estructuras inútiles como iglesias y monasterios y para la alimentación de "bocas inútiles": monjes, sacerdotes y obispos, que no contribuían con nada de valor material o económico al Estado. Ese tremendo desperdicio de recursos se hace aun más impresionante cuando uno considera el nivel relativamente bajo de desarrollo tecnológico y científico en el Imperio. Los mecanismos reales para ahorrar trabajo eran raros, de manera que el trabajo productivo era hecho a mano o con la ayuda de bueyes. La cantidad de mano de obra necesaria para alimentar, vestir y albergar a las "bocas inútiles" de la Iglesia cristiana era considerablemente mayor que la que se necesitaba para un funcionario típico del servicio estatal romano.

     Los enormes talentos de hombres como Atanasio y Juan Crisóstomo, que habrían sido mejor empleados defendiendo al Imperio como generales y gobernantes capaces, fueron en cambio desperdiciados en expandir el poder y la influencia de la Iglesia en la vida diaria. En efecto, la valiosa mano de obra y los recursos materiales malgastados al servicio de "bocas inútiles" es un tema que se repite en la historia del cristianismo. La preocupación cristiana por "bocas inútiles" ejerció un efecto profundamente disgenésico sobre el fondo genético europeo. La élite cognoscitiva de Europa, en vez de transmitir sus genes, fue animada a retirarse de la sociedad y abrazar la disciplina espiritual de la castidad perpetua. Eso afectó negativamente el CI de la población promedio, dejando a la Iglesia con una abundancia de siervos fácilmente controlados y dóciles, cada vez menos capaces de mantener la civilización que los rodeaba con cada generación que pasaba. Tomás de Aquino fue la baja principal de ese destructivo desperdicio de talento humano. Su genio hubiera sido más fructíferamente empleado en el campo de la medicina o la física experimental; en vez de eso, fue tontamente malgastado en angelología y otras supersticiones medievales.

     Los apologistas cristianos típicamente niegan el papel del cristianismo en la decadencia imperial, replicando que Bizancio sobrevivió a la caída del Oeste latino. Los cristianos fabricadores de excusas no logran comprender que el Este era mucho más rico y estaba más densamente poblado. Eso permitió que el Estado bizantino absorbiera mejor el enorme daño interno causado por las depredaciones del parasitario culto religioso estatal niceno. Hay también motivos geográficos para la supervivencia bizantina. El Emperador de Oriente tenía una frontera mucho más corta que defender. Constantinopla, la capital imperial, estaba rodeada por una serie de enormes fortificaciones comenzadas por Constantino y completadas a principios del siglo V, que eran prácticamente impenetrables para los invasores bárbaros. A diferencia del Este, el Oeste no tenía ninguna segunda línea de defensa.


     El culto religioso estatal niceno puso a Roma de rodillas, cerrando la cortina sobre la Antigüedad clásica. El colapso civilizacional que siguió es conocido como la Época Oscura (Edad Media), cuando la Europa post-romana experimentó una significativa decadencia en su nivel de vida. Cuando los cristianos estaban en su período de mayor poder, los caminos y las carreteras que cubrían el Imperio cayeron en mal estado; el uso de puentes y acueductos prácticamente cesó; el conocimiento de la construcción con piedra y mortero casi desapareció; la alfabetización, tal como había sido, desapareció, con la excepción del clero; los estándares personales de higiene desaparecieron; las instalaciones sanitarias interiores desaparecieron; grandes áreas del antiguo Imperio fueron despobladas, y finalmente, el uso de monedas casi se acabó, significando un final para la compleja economía monetaria de los tiempos romanos. La hegemonía cristiana en Bizancio condujo a siglos de estancamiento científico y tecnológico. Hubo incluso una Edad Media bizantina que duró cientos de años. Durante ese período, las fronteras se encogieron, las ciudades fueron reducidas a enclaves fortificados, el dinero cedió el paso al trueque, y la literatura bizantina consistió en grandes cantidades de papel de una insípida hagiografía.

     Ése era el mundo del cristianismo: un mundo de profunda ignorancia y estupidez, donde hombres brutales, so pretexto de religión, tiranizaron a un pueblo débil e indefenso. La Edad Oscura fue el regalo del cristianismo a Europa. Dicha edad fue inaugurada por cristianos, presidida por cristianos y prolongada durante siglos por cristianos. Europa soportó una de sus horas más oscuras cuando los cristianos estuvieron en el apogeo de su poder e influencia.


EL CRISTIANISMO: PORTADOR DE IGNORANCIA

     El cristianismo es peligroso porque eleva a la ignorancia y la estupidez por sobre la Razón. En el Evangelio, Jesús anima a sus seguidores a ser como "ovejas", los más estúpidos y más dóciles de los animales. Ahí, el cristiano ideal es un personaje de baja inteligencia y poca educación. Jesús dijo que a menos que uno se haga un niño otra vez, no puede entrar en el reino de los cielos. En respuesta a la duda de Tomás, Jesús dijo: "Benditos son aquellos que no han visto y sin embargo han creído". El apóstol Pablo repitió ese punto de vista cuando él escribió que "La sabiduría de este mundo es locura a los ojos de Dios". Por medio de un programa de adoctrinamiento religioso desde la cuna a la sepultura, la Iglesia obligó a los europeos a aceptar esas creencias como verdades divinamente reveladas desde el cielo. La generalizada aceptación de esas creencias ayudó a retardar el progreso científico y tecnológico en Europa durante más de mil años.

     Los Padres de la Iglesia promovieron una "santa ignorancia"como un ideal para ser emulado. Tertuliano se destaca entre los escritores patrísticos por su anti-intelectualismo militante. Aunque fue uno de los más prominentes despreciadores de la filosofía y la ciencia clásicas, él de ningún modo estaba entre la minoría. Su actitud es típica de los funcionarios eclesiásticos durante los períodos patrístico y medieval. Esta larga lista de anti-intelectuales cristianos incluye a Taciano, un conocido apologista que consideraba todo el logro científico y filosófico pagano como carente de valor, e incluso dañino para los fieles cristianos. Clemente de Alejandría, otro destacado escritor pre-niceno, sostuvo que la educación no era necesaria para la salvación. Orígenes donó su extensa colección de literatura pagana debido a la incompatibilidad fundamental entre el aprendizaje secular y el estudio de la Biblia. Las Constituciones Apostólicas del siglo IV, una temprana obra de derecho canónico considerada autorizativa en el Este, ordena que el creyente cristiano evite todo el aprendizaje pagano como "extraño"y "diabólico".

     Basilio de Cesarea aconsejaba a los fieles: "Nosotros los cristianos prefiramos la simplicidad de nuestra fe a las demostraciones de la razón humana... Porque pasar mucho tiempo investigando la esencia de las cosas no serviría para la edificación de la Iglesia". Irónicamente, Basilio es considerado por los apologistas del cristianismo como un ejemplo de moderación. Él creía que la utilidad de la literatura pagana estaría supeditada al nivel de concordancia con las Escrituras, haciendo de la filosofía y la ciencia una especie de sirvientes de segunda o tercera categoría de la teología. Los escritos que estuvieran menos de acuerdo con la Biblia—casi toda la filosofía y la ciencia seculares— debían ser enviados al basurero.

     Atanasio de Alejandría desdeñó toda la sabiduría secular como blasfemia contra el dios crucificado. En su famosa hagiografía de San Antonio [ss. III-IV], dicho monje analfabeto es retratado como un hombre sabio. A pesar de su analfabetismo, la existencia de tipo ermitaño de Antonio es considerada el "modelo perfecto de la vida anacorética". Antonio incluso pidió a los filósofos paganos que lo visitaban que llegaran a ser como él en su "sabiduría", aunque él fuera ignorante de todo el aprendizaje mundano.

San Antonio el Grande, el Anacoreta, de Egipto, de la Tebaida, o Abad

     Las homilías de Juan Crisóstomo, un célebre anti-intelectual del siglo IV, están llenas de viles denuncias contra la filosofía y la ciencia. Él incluso exhortaba periódicamente a los fieles cristianos a vaciar sus mentes de toda la sabiduría secular. Él rutinariamente vomitaba su venenosa crítica contra la herencia clásica, abogando por su extirpación sistemática, pero sólo para magnificar el poder y la influencia del Evangelio en la vida diaria. Predicando ante una audiencia de la élite en Constantinopla, la visión de Juan Crisóstomo era la de un cristianismo radicalmente puro y ascético, despojado de toda influencia pagana. Considerando su capacidad oratoria y sus considerables poderes para proferir invectivas, así como su alta posición en el canon patrístico, no puede haber duda de que el gran odio de ese Juan contra el conocimiento secular desempeñó un influyente papel en la decisión de la Iglesia de censurar y suprimir las escrituras de la Antigüedad clásica.

     Juan Casiano, el gran guía espiritual de la cristiandad latina, aconsejó que los monjes buscaran la compañía de campesinos incultos para su propia edificación personal. El abad Arsenio, un antiguo tutor imperial, consideró su educación en griego clásico y latín como inferior a la "sabiduría" de monjes egipcios analfabetos. El asceta y teólogo cristiano del siglo IV Evagrio Póntico declaró: "Bendito es el hombre que ha alcanzado la ignorancia infinita". Los Statuta Ecclesia Antiqua del siglo V prohibían al clero leer libros paganos, a menos que sus opiniones anti-cristianas y heréticas tuvieran que ser refutadas. Eso fue incorporado en el Decretum Gratiani del siglo XII, una fuente de derecho canónico para la Iglesia romana hasta 1918.

     Aunque considerado el cristianismo una religión basada en textos, las enseñanzas cristianas fueron transmitidas oralmente hasta la invención de la imprenta en 1440 por Gutemberg. El cristianismo patrístico y medieval veía la alfabetización bajo una luz negativa. La tradición de la Iglesia siempre sostuvo que los primeros apóstoles vivieron en un estado de "bendita ignorancia". A imitación de esos hombres, los cristianos rechazaron enseñar a sus congregaciones a leer y escribir, sobre todo durante los tres primeros siglos de la existencia de la Iglesia. La Iglesia pre-Nicea no produjo ninguna traducción de la Biblia para las poblaciones autóctonas de las provincias y fronteras, incluso aunque esas poblaciones estuvieron en contacto regular con misioneros itinerantes desde los primeros días del cristianismo primitivo. Las pocas exhortaciones patrísticas a leer la Biblia estuvieron destinadas a una pequeña minoría de cristianos cultos. Los siglos de controversia teológica contribuyeron a ver la lectura de la Biblia como una tarea subversiva. Aquello fue activamente desalentado por el clero, el cual aseguró que la gente común que estaba bajo su su cuidado pastoral permaneciera analfabeta durante generaciones. Durante la Edad Media fueron convocados concilios de la Iglesia para prohibir al laicado tener en su posesión la Bibliaen latín o en cualquiera de las lenguas románicas. La pena para cualquiera que fuera sorprendido traduciendo la Biblia a un idioma vernáculo era ser quemado en la hoguera.

     La Paideia [el proceso, entre los griegos, de crianza y educación de valores, aptitudes y saberes] sufrió bajo la nueva burocracia imperial eclesiástica y cristiana. Los funcionarios de la Iglesia y el Estado tenían cosas más importantes que hacer que educar a niños pequeños en los rudimentos de la gramática latina y la aritmética. El analfabetismo llegó a ser más profundo y más extendido bajo la influencia cristiana. Las prioridades anti-educacionales de la Iglesia, que aumentaron en virulencia con el paso del tiempo, desalentaron cada vez más a la gente de conseguir una educación. Eso continuó hasta que la alfabetización desapareció de regiones enteras de la Europa post-romana. La hostilidad profundamente arraigada de la Iglesia cristiana contra el aprendizaje y la erudición, junto con su positiva valoración de la ignorancia y el analfabetismo, mantuvo a Europa occidental en un nivel prehistórico de desarrollo durante siglos.

     El siglo IV, que vio el triunfo del cristianismo, fue un período de significativa decadencia intelectual. No hubo ninguna gran figura en ciencia, arquitectura o medicina. El siglo IV no podría jactarse de ningún filósofo del mismo calibre que Plotino; no hubo grandes escritores o dramaturgos. Las escuelas fueron cerradas, los estudios superiores fueron abandonados, y las bibliotecas paganas fueron cerradas y selladas. Las producciones intelectuales y artísticas de esa época fueron de poca profundidad y sustancia. La omni-abarcante hostilidad cristiana contra la vida de la mente provocó esa edad de esterilidad.


EL CRISTIANISMO: PORTADOR DE OSCURIDAD

I. La Destrucción Cristiana de la Herencia Artística de Europa

     Teodosio I fue el primer Emperador cristiano en legislar sistemáticamente para erradicar el paganismo. Él comenzó decretando una serie de medidas draconianas, poco después de su declaración en 380 d.C. de que el cristianismo de Nicea era la religión estatal oficial. Hacia el final de su reinado, la legislación que proscribía la religión helenística —los llamados Decretos Teodosianos— se hizo cada vez más dura. Ese programa imperial de genocidio cultural descendió hacia una orgía de violencia y destrucción en las décadas finales del siglo IV.


     La tormenta que se avecinaba fue presagiada por el fanático cristiano Materno Cinegio, designado por Teodosio como prefecto pretoriano en 384. Bajo órdenes imperiales de suprimir el sacrificio pagano y la adivinación, él lanzó su propia cruzada personal contra la religión helenística. Con la ayuda de obispos, sacerdotes y un ejército de monjes violentamente furiosos, Cinegio demolió algunos de los sitios más sagrados en el Este griego. Muchos de esos edificios alojaban los mayores tesoros artísticos de la Antigüedad.

     La evidencia arqueológica, reunida desde sitios del Mediterráneo oriental, revela una significativa destrucción y profanación de templos. Aquello puede ser datado como del período de actividad de Cinegio en el Este. Las fuentes hagiográficas contemporáneas, como la Vita Porphyrii, atestiguan la espectacular violencia religiosa dirigida contra los lugares sagrados y templos paganos del Levante. En 386 el orador pagano Libanio, un abierto crítico de la iconoclasia [actitud contraria a la adoración de imágenes, y la destrucción de las mismas] cristiana, le pidió a Teodosio que conservara los templos y lugares sagrados del Imperio. Él habló de ejércitos de "monjes vestidos de negro", glotones y borrachos, quienes

    "se apresuran para atacar los templos con palos y piedras y barras de hierro, y en algunos casos, desdeñando esos elementos, con manos y pies. Luego sigue la desolación completa, con la remoción de tejados, la demolición de murallas, el derribo de estatuas y el derribamiento de altares, y los sacerdotes de esos templos deben mantenerse callados o morir. Después de demoler uno, ellos van a toda prisa a otro, y a un tercero, y amontonan trofeo tras trofeo, en contravención de la ley [de Teodosio]. Tales ultrajes ocurren incluso en las ciudades, pero ellos son más comunes en el campo. Muchos son los enemigos que perpetran los ataques separados, pero después de sus innumerables crímenes esa chusma dispersa se reúne y ellos se sienten en desgracia a menos que hayan cometido el ultraje más vil..." (Libanius, Pro Templis, Oratio XXX, 8-10).

     Los cristianos no sólo destrozaron templos sino que también mutilaron estatuas paganas y desfiguraron inscripciones. La destrucción violenta de artefactos religiosos paganos está arqueológicamente bien atestiguada en el Levante y África, donde los iconoclastas cristianos estuvieron más activos. Ese patrón de destrucción fue a nivel de todo el Imperio y puede ser visto en lugares tan lejanos como en el Noroeste de la Galia y en Gran Bretaña.

     Mucho más destructiva que la destrucción de templos realizada por fanáticos cristianos fue la legislación imperial anti-pagana que terminó con todas las subvenciones para los alguna vez florecientes cultos politeístas del Imperio. Sin subsidios de la tesorería imperial, los paganos fueron incapaces de mantener y reparar sus monumentos religiosos. Eso fue reforzado por una legislación adicional que ordenaba el cierre de todos los santuarios y templos, amenazando a los paganos con la muerte si ellos seguían practicando el aruspicio (adivinación) y el sacrificio de animales. Aquello condenó a las principales estructuras y monumentos artísticos del Imperio a un mal estado permanente y a su eventual ruina.

     El extendido vandalismo cristiano de la Antigüedad tardía fue la campaña más grande en la Historia mundial para destruír la herencia artística y arquitectónica de una civilización entera. Esa campaña para borrar de la memoria los grandes monumentos de la Antigüedad fue considerablemente más destructiva que las invasiones bárbaras del siglo V. Los cristianos de finales del Imperio fueron los talibanes o el Estado Islámico de su época, aunque esto puede ser una subestimación ya que los cristianos fueron muchas veces más destructivos. Sin ese ingrediente añadido de violencia ritualizada, el cristianismo nunca se hubiera convertido en la religión dominante del mundo antiguo.


II. Quema Cristiana de Libros y Vandalismo Literario

     Hubo una destrucción generalizada y activa de escrituras heréticas y paganas por medio de la quema de libros. Aunque a veces usada por magistrados paganos para destruír literatura subversiva, fue sólo durante la cristianización de Roma imperialmente impuesta que la incineración de libros aumentó considerablemente en volumen y frecuencia. Bajo la religión estatal nicena, la quema de libros llegó a ser una prominente forma de violencia ritualizada contra la herejía y el paganismo. La literatura que fue quemada era principalmente de temas de magia, astrología, religión, filosofía, o anti-cristianos. A la gente se les cortaban sus miembros si copiaban libros heréticos u otros prohibidos.

     Según el libro Hechos de los Apóstoles, el cristianismo comenzó su campaña de activa destrucción literaria tan pronto como en el siglo I. Un grupo de efesios convertidos, en respuesta al fallido exorcismo de un hechicero judío, recogió los libros religiosos y proféticos de ellos y los quemó [Hechos 19:13-19]. Ese acto es comentado con aprobación como un ejemplo de cómo la palabra de Dios se difundió ampliamente, ganando influencia entre la gente. Eso sirvió como una de las principales justificaciones teológicas para las muchas quemas de libros que fueron realizadas en la Roma cristiana.

     La legislación que prescribía la incineración de libros heréticos y paganos, sobre todo mágicos y astrológicos, fue decretada por Constantino a principios del siglo IV. Allí se incluían libros de Arrio, el sacerdote que negó que Cristo fuera consubstancial con el Padre, y del filósofo neoplatónico Porfirio de Tiro, quien escribió un libro que atacaba a la religión cristiana (Adversus Christianos). La pagana Biblioteca de Antioquía, que contenía la extensa colección del Emperador Juliano de clásicos griegos y romanos, fue quemada hasta el suelo en 363 por el Emperador cristiano Joviano, en un acto de venganza contra Juliano por haber reemplazado este último al cristianismo con el paganismo helenístico.


     La legislación imperial que prescribe la quema de libros paganos, específicamente de magos y astrólogos, se encuentra en el Códice Teodosiano. La incineración de libros paganos siguió en el siglo VI, donde está bien atestiguada en fuentes contemporáneas asociadas con el reinado de Justiniano. No sólo los libros de herejes como Nestorio y los maniqueos debían ser entregados a las llamas, sino también libros del odiado Porfirio y otros críticos paganos del cristianismo. Las leyes de Teodosio II y Valentiniano, que ordenaban a sus inquisidores que quemaran los escritos de Porfirio y cualquier obra pagana considerada anti-cristiana, fueron mantenidas por el Códice de Justiniano. Las leyes concedían al inquisidor una considerable libertad para decidir qué libros eran lo suficientemente heréticos, mágicos o lo bastante anti-cristianos para garantizar ser entregados a las llamas.

     Hubo una sistemática destrucción de literatura pagana a través de todo el Imperio por medio de la quema de libros bajo Justiniano. Las quemas de libros más espectaculares fueron realizadas por funcionarios cristianos en Constantinopla y Asia. Amancio, el inquisidor bizantino, persiguió despiadadamente a los paganos en Antioquía. Él rompió sus ídolos, quemó sus libros y confiscó su riqueza imponiendo multas desorbitadas. Justiniano incluso encontró necesario prohibir a los paganos de todas las posiciones de enseñanza en el Imperio. Esa legislación está asociada con el cierre llevado a cabo por Justiniano de la Academia Neoplatónica en 529, un gran golpe mortal a la educación secular en filosofía y ciencias.

     ¿Cuán exitosa fue la guerra de la Iglesia contra la cultura occidental por medio de la quema de textos paganos? Todo el corpus antiguo de la literatura mágica, astrológica y religiosa fue destruído tan completamente que nada ha logrado sobrevivir. No tenemos ninguno de los muchos escritos académicos que podrían haber arrojado luz acerca de la adoración politeísta greco-romana tradicional, como la monumental Antiquitates Rerum Humanarum et Divinarum de Marco Terencio Varrón. Los funcionarios cristianos diligentemente reunieron y quemaron cualquier trabajo de filosofía escrito desde una perspectiva materialista, como los de Epicuro y sus seguidores. Los fragmentarios restos literarios de Epicuro, un prolífico autor que publicó más de 300 libros, se deben a los celosos esfuerzos de los quemadores cristianos de libros.

     Los cristianos también erradicaron con éxito toda la literatura pagana que criticaba abiertamente a la religión estatal nicena tanto por motivos racionales como filosóficos. De los anti-cristianos más famosos, sólo sobreviven fragmentos de sus abudantes publicaciones literarias. Las escrituras anti-cristianas paganas fueron consideradas tan peligrosas que incluso sus refutaciones cristianas tuvieron que ser quemadas junto con ellas. De las obras anti-cristianas que más molestaban a los cristianos, Porfirio de Tiro fue repetidamente seleccionado por la legislación imperial para su quema, seguido de la diatriba de Juliano contra los "galileos". Sabemos que muchos paganos escribieron contra el cristianismo, pero el hecho de que escasamente algo de esa literatura sobrevive es una clara indicación de que lo que el cristianismo no podía disipar mediante argumentos razonados, lo silenciaba por medio de la fuerza bruta.

     Los scriptoria [salas para copia de libros] monásticos desempeñaron un importante papel en la erradicación hecha por la Iglesia de todo el conocimiento secular. Los monjes reciclaban los pergaminos de manuscritos seculares raspando la tinta con una solución ácida suave; un pergamino "lavado" era entonces reutilizado para la copia de manuscritos cristianos. Aquello fue conocido posteriormente como un palimpsesto. Durante siglos, los manuscritos sobreescritos con textos patrísticos, bíblicos y litúrgicos eran casi siempre de origen pagano. La destrucción sistemática de la literatura clásica de algún modo disminuyó hacia la víspera del "Renacimiento" carolingio, pero las escrituras seculares de la Antigüedad era todavía bastante probable que fueran destruídas por los cristianos más que cualquier otro cuerpo de literatura. Que eso fue así, es demostrado además por el examen de la proporción de manuscritos clásicos frente a manuscritos cristianos. Cuando se consideran los manuscritos existentes, la proporción es de 1 a 25, o de un 4%. Una copia del siglo VII de la Vulgata, por ejemplo, es mencionada por Codices Latini Antiquiores como un palimpsesto con hojas tomadas de los manuscritos de nueve autores clásicos diferentes, incluyendo a Tito Livio, Cicerón y Séneca. Considerando la proporción del 4%, la probabilidad estadística de que tantos autores clásicos fueran usados para un solo manuscrito debido a una circunstancia fortuita es tan remota que linda con lo imposible. Eso se hace todavía más improbable cuando uno comprende que las bibliotecas de los períodos antiguo tardío y medieval estaban comúnmente equipadas con escritos patrísticos, bíblicos y litúrgicos. El manuscrito de la Vulgata nunca habría sido ensamblado a menos que la Iglesia estuviera apuntando deliberadamente contra el antiguo patrimonio cultural de una civilización entera y su gente para su sistemática erradicación.

     El más notorio —y el más destructivo— acto de genocidio cultural cristiano fue la eliminación de los tratados matemáticos de Arquímedes. En su lugar fue encontrado un manual litúrgico bizantino. Aquél es conocido como el famoso palimpsesto de Arquímedes. El más importante de esos manuscritos, el Método de Teoremas Mecánicos, revela que Arquímedes tenía una comprensión rudimentaria del cálculo integral; él fue el primero en calcular el área y el volumen de figuras geométricas sólidas usando magnitudes infinitesimales. Eso fue aproximadamente 2.000 años antes de Newton y Leibniz, los descubridores modernos del cálculo integral y diferencial. Si el cristianismo no hubiera retardado el desarrollo científico y tecnológico en tiempos antiguos y medievales, la Humanidad sería mucho más avanzada que lo que lo es ahora. El cristianismo fue el mayor impedimento para el progreso material en la historia de Europa.

     Los cristianos destruyeron activamente los escritos de la Antigüedad clásica bajo la ilusión de que ellos estaban santificando un texto que estaba previamente bajo la influencia demoniaca y reclamándolo para Dios. Ellos creían que todo lo que había ocurrido en el pasado había sido un error. El erradicar la antigua civilización reduciría a los europeos a una existencia prehistórica, pero los liberaría de todo apego mundano, y permitiría que ellos se enfocaran exclusivamente en la obra redentora de Dios en Cristo, el judío crucificado cuyo triunfo sobre la Razón inauguró la Época Oscura.


III. La Censura y la Guerra Cristiana contra la Cultura Occidental

     La decisión eclesiástica de censurar y suprimir la literatura clásica fue influída por militantes cristianos "fundamentalistas", fanáticos anti-intelectuales como Ambrosio y Juan Crisóstomo. Esos hombres, debido a su prominencia en asuntos eclesiásticos e importancia para el canon patrístico, fueron capaces de impulsar agresivamente una agenda que pedía la erradicación de todo logro artístico, cultural y científico pagano. El ataque patrístico contra los fundamentos intelectuales del mundo antiguo fue continuado por la Iglesia medieval. Isidoro de Sevilla, el autor más influyente y extensamente leído de la Edad Media, repetidamente advirtió a su rebaño contra los peligros espirituales representados por leer la filosofía y la ciencia seculares. El derecho canónico de la Iglesia había prohibido durante mucho tiempo a los cristianos leer la literatura secular, excluyendo al clero, que consultaba esos escritos para combatir la herejía y el paganismo.

     La cristianización de Roma en el siglo IV dejó a la Iglesia como la única heredera de los grandes depósitos de la sabiduría antigua que había sido acumulada a lo largo de los siglos. A medida que los paganos disminuyeron en número e influencia, los scriptoria monásticos llegaron a dominar la transmisión textual, sobre todo después del año 400. Guiados por la censura eclesiástica y el derecho canónico, los scriptoria, con pocas excepciones, dejaron de copiar escrituras seculares durante más de 300 años, separando a la Europa medieval de los grandes logros científicos y tecnológicos del pasado antiguo. Durante la Época Oscura casi toda la literatura greco-romana fue sacada de circulación y sustituída por escritos patrísticos, bíblicos y litúrgicos. Los trabajos de ciencia y filosofía, algunos bastante adelantados a su tiempo, fueron desechados por funcionarios eclesiásticos como basura. A veces ellos fueron reutilizados para propósitos mundanos; algunas reliquias fueron encontradas una vez envueltas en las páginas de las Historiasde Livio. El erudito del Renacimiento italiano Pietro Bembo estimó que menos del 1% de toda la literatura griega sobrevivió a la confusión y el caos de la Época Oscura. Los eruditos modernos han hecho estimaciones similares con respecto a la supervivencia de la literatura latina.

     Los fanáticos religiosos cristianos alegan la invasión de los bárbaros como un factor significativo en la pérdida del conocimiento científico y técnico occidental, pero ellos dejan de mencionar que los bárbaros que aterrorizaron a la mitad occidental del Imperio eran también nominalmente cristianos. En cualquier caso, la invasión bárbara no desempeñó prácticamente ningún papel en la destrucción de la herencia literaria del Oeste; la mayoría de la literatura griega y latina existía todavía hacia el año 500 d.C., a medida que la época de las migraciones germánicas llegaba a un final. Aunque no haya ninguna evidencia de bárbaros quemando libros o bibliotecas, hay abundantes pruebas que implican a cristianos en la destrucción activa y la censura del depósito de conocimiento secular de una civilización entera. Después de la destrucción cristiana de la Biblioteca de Alejandría, el segundo acto más destructivo de vandalismo literario cristiano fue la incineración de más de 120.000 manuscritos realizada por cruzados durante el saqueo de Constantinopla en 1204.

Tintoretto - La Captura de Constantinopla de 1204

     Los apologistas del cristianismo enfatizan el papel de factores económicos y materiales en la desaparición de la cultura occidental durante la Época Oscura. En opinión de ellos, la mayoría de las obras paganas simplemente se desintegraron porque estaban escritas en papiros, un material frágil. Pero eso es un mito; el papiro es un material altamente duradero, capaz de resistir el paso de los siglos bajo las condiciones adecuadas. Ellos no pueden explicar por qué la fragilidad del papiro nunca fue un problema para la transmisión de textos clásicos sino hasta después de la Antigüedad tardía, cuando la Iglesia cristiana estaba en el apogeo de su poder e influencia en Europa. Otros religionarios especulan que la transición desde el papiro al pergamino en la Antigüedad tardía hizo de la copia de la literatura pagana una empresa costosa. Ese argumento falla porque el costo relativo de papiros y pergaminos no puede ser averiguado a partir de las fuentes disponibles; el costo es irrelevante de todos modos porque el pergamino reemplazó al papiro en Egipto.

     Los religionarios cristianos revelan sin querer otro modo de censura y supresión eclesiástica: la negativa a copiar de nuevo obras paganas desde papiros a pergaminos, lo cual sucedió durante el reemplazo en gran escala del papiro con el pergamino en el período medieval temprano. De todos modos, y de manera bastante desconcertante para el religionario cristiano, él no puede explicar por qué las escrituras cristianas, ya sean patrísticas, litúrgicas o bíblicas, superan en número a las escrituras paganas en una asombrosa proporción de 25 a 1. Sólo una generalizada censura cristiana y la supresión de la ciencia y la filosofía paganas pueden explicar suficientemente esas flagrantes discrepancias estadísticas.

     Los apologistas dicen que la conquista islámica de Egipto en 642 interrumpió los embarques de papiros a través del Mediterráneo, lo que resultó en la pérdida de mucha literatura antigua. Sin embargo, el registro histórico revela que los gobernantes bárbaros del Oeste, así como el Emperador bizantino, siempre tuvieron acceso a un suministro estable del papiro egipcio. Aunque Egipto quedó bajo gobierno musulmán, la fabricación de papiro siguió siendo una empresa cristiana, con los musulmanes ahora exportándolo a Europa. La ironía es que, aunque los gobernantes bizantinos siempre tuvieron acceso a un abundante suministro de papiro, la literatura griega y romana que estaba en posesión de ellos, sin embargo, gradualmente dejó de circular y desapareció de los anaqueles de las bibliotecas.

     En el Oeste de habla latina, la declinación del papiro como un material de escritura está relacionada con el abandono en gran escala de las formas romanas de gobierno. Por ejemplo, el Código de Justiniano contiene una legislación que ordena el uso de papiro para documentos gubernamentales. De acuerdo con las normas burocráticas romanas, la cancillería merovingia usó el papiro hasta finales del siglo VII. Esa práctica desapareció bajo los carolingios, una dinastía originada en el Este germánico. A diferencia del romanizado Oeste, que era más urbano y centralmente administrado, el Este germánico era descentralizado y rural. Por estas razones, el pergamino gradualmente suplantó al papiro en Europa.

     En la mente religiosa cristiana, los monasterios irlandeses desempeñaron un papel colaborador en la "preservación" del conocimiento científico y técnico occidental, pero ésa es una afirmación risible. ¿Qué trabajo de preservación hubo cuando más del 99% de todas las escrituras seculares fue o destruído o suprimido por la Iglesia cristiana? No hubo ninguna preservación. Lo que realmente logró sobrevivir, lo hizo a pesar del cristianismo, no debido a él. El que casi nada de esa literatura logró sobrevivir muestra que la Iglesia cristiana llevó a cabo una campaña notablemente exitosa de censura y supresión, la más exitosa de toda la Historia. Esto es reforzado adicionalmente por datos estadísticos acerca de la producción de libros desde 400 a 800 d.C. En el siglo V el 27% de los manuscritos existentes copiados eran paganos, siendo el resto obras de naturaleza en gran parte patrística, bíblica o litúrgica; eso disminuyó al 7% en el siglo VI, al 2% en el siglo VII, y al 1% en el siglo VIII, de un total general de 834 manuscritos latinos existentes. Durante un período de 400 años vemos obras clásicas siendo gradualmente sacadas de circulación. Ése es un patrón indicativo de una generalizada y sistemática censura y supresión. Si la abrupta declinación en el número de textos clásicos copiados hubiera continuado ininterrumpida, todo el conocimiento científico, técnico y filosófico pagano habría desaparecido de la memoria.

     Contrariamente a las fanáticas afirmaciones de religionarios cristianos, nosotros no vemos ninguna "preservación". El cuidadoso examen del registro histórico revela que la Iglesia cristiana carga ella sola con la responsabilidad de la destrucción y la supresión de más del 99% de la literatura griega y latina. La erradicación de la sabiduría acumulada durante épocas hecha por la Iglesia fue uno de los mayores crímenes alguna vez cometidos contra Occidente. Ningún acto de censura ha sido más destructivo en la historia del mundo que el realizado por esa institución. Sin el conocimiento vivificante del mundo antiguo, mantener una avanzada civilización pre-industrial se hizo prácticamente imposible. La censura y la supresión cristiana del conocimiento secular es la razón principal detrás del descenso de Europa hacia la Época Oscura después del colapso del gobierno imperial en el Oeste.

     Los apologistas cristianos condenan como anacrónica toda la crítica contra la Iglesia por suprimir el conocimiento técnico y científico de la Antigüedad. La verdad del asunto es que el progreso, la curiosidad y la razón forman parte de la herencia más importante del mundo clásico que recibieron los europeos. La civilización occidental moderna dejaría de existir sin esos valores. La decisión de los scriptoria de descartar los trabajos de ciencia, matemáticas, ingeniería y filosofía fue un rechazo completo del progreso, la curiosidad intelectual y la razón. Fue el rechazo de la civilización a favor de una existencia prehistórica como el ideal cristiano. Como un resultado directo de la cristianización, los scriptoria casi dejaron de copiar los escritos de la Antigüedad durante siglos; por primera vez en la Historia, Europa estaba en peligro de perder su antiguo almacenaje de conocimiento científico, técnico y filosófico que sería tan crucial para el Renacimiento y la Revolución Científica.


IV. El Cristianismo y el Estrechamiento
del Horizonte Intelectual Occidental

     Los cristianos declararon la guerra total contra los fundamentos seculares del Estado romano. Al hacer eso, ellos inevitablemente atacaron la tradición de Roma de un gran arte y arquitectura, así como los enormes depósitos de conocimiento científico y técnico que había sido acumulado durante los siglos. Los cristianos que deseaban la extirpación total del paganismo no tenían nada viable con lo cual substituír la cultura secular del mundo antiguo tardío. Muchos cristianos, conscientes de la inferioridad de sus propias tradiciones religiosas en comparación con los majestuosos logros científicos y filosóficos de la cultura occidental, atacaron el aprendizaje secular por envidia y rencor. Esa pobreza intelectual de la religión cristiana dio origen a un significativo estrechamiento de los horizontes intelectuales occidentales. El atrincheramiento y consolidación del culto religioso estatal niceno obvió la necesidad de una educación clásica para el éxito mundano. Muchos persiguieron en cambio una vocación religiosa, una opción que repentinamente se hizo atractiva cuando la Iglesia cristiana aumentó su poder e influencia.

     El siglo IV presenció el desmantelamiento del sistema de educación pública por parte de cristianos celosos, a quienes repugnaba el paganismo del plan de estudios académico clásico. Los Emperadores cristianos, a diferencia de sus antecesores paganos, no promovieron la filosofía y la ciencia secular; el aparato administrativo responsable del desembolso de fondos estatales, ahora controlado por una burocracia eclesiástica, los retuvo en el caso de profesores que se especializaban en los clásicos. Eso indignó a muchos de los últimos paganos restantes de la Antigüedad tardía, quienes se quejaron amargamente del papel del cristianismo en la difusión de una general carencia de interés por una educación secular.

     Un hombre con una educación clásica ya no era tan estimado como lo había sido una vez antes de la época de Constantino. Los líderes de la institución más poderosa del Imperio, la Iglesia, desdeñosamente desestimaron los conocimientos de los hombres cultos como mera "sabiduría mundana". A los ojos de la Iglesia, la confianza en la facultad de la razón sola era la señal de posesión demoníaca, un camino lleno de trampas para almas perdidas en el camino hacia la condenación eterna en los fuegos del infierno. Eso hacía que el hombre educado fuera condescendiente y arrogante, así como demasiado sofisticado para el mensaje simple de los Evangelios, que él ridiculizaría como una colección de fábulas infantiles. Un hombre culto también cuestionaría la doctrina cristiana, e incluso abrazaría la herejía, lo que lo hacía especialmente peligroso desde un punto de vista eclesiástico. La existencia del plan de estudios clásico representaba un obstáculo significativo para la política imperial de cristianización. Al degradar y marginar la búsqueda de una educación secular, la Iglesia fue capaz de eliminar gradualmente esa amenaza, produciendo un público más dócil, como las ovejas de las parábolas de Jesús. De ahí en adelante, los cristianos como Martin de Tours tendrían cosas más importantes que hacer que aprender a leer y escribir.

     El triunfo final de la ortodoxia sobre la Razón es venerado en el derecho canónico de la Iglesia, que prohibió al clero y al laicado leer la literatura secular de la Antigüedad. Esa prohibición canónica fue conocidamente hecha cumplir por el Papa Gregorio I (siglo VI), quien reprendió severamente a sus obispos por instruír a estudiantes en literatura clásica. "Una boca no puede elogiar a Cristo y a Júpiter al mismo tiempo", tronó Gregorio desde la Sede Papal en Roma. La Iglesia controlaba todos los scriptoria medievales en Europa. Los líderes de la Iglesia le ordenaron a los monjes despreciar todo el conocimiento secular como "tonterías a los ojos de Dios", y ejercieron una influencia perjudicial sobre la transmisión de la literatura clásica por parte de los escribas, simplemente reforzando el rechazo de los clérigos a copiar obras de origen pagano. Lo que siguió fue la inevitable pérdida del conocimiento necesario para dirigir una avanzada sociedad pre-industrial. Eso sólo empeoró y prolongó la Edad Oscura, reduciendo en el proceso a los europeos a una existencia neolítica. El odio de Gregorio contra el pasado secular de Roma era tan feroz que se rumoreaba que él había perseguido y quemado personalmente cada copia de la Historia de Tito Livio sobre la cual pudo poner sus manos. La Biblioteca del Apolo Palatino, primeramente establecida por Augusto en Roma, fue quemada hasta el suelo por órdenes suyas. Aquello fue para proteger a los fieles de ser contaminados por el "veneno" de la literatura griega y latina secular.

     Durante 200 años de historia europea occidental, Isidoro de Sevilla (siglo VII) fue el único verdadero "intelectual". Sus Etimologías, el libro de texto más popular y extensamente usado de la Edad Media, fueron escritas en apoyo del "fundamentalismo" cristiano. Aunque no superados en amplitud de temas, la profundidad intelectual y el rango de los conocimientos de Isidoro eran considerablemente inferiores a los de los enciclopedistas romanos que lo precedieron. Isidoro vivió en un universo geocéntrico encerrado dentro de una esfera rotativa llena de estrellas, no diferente de la cosmología de los antiguos hebreos. El concepto del espacio infinito era completamente ajeno al modo de pensar de Isidoro, y el universo era para él un pequeño lugar con límites definidos. El hecho de que todo el conocimiento pudiera ser resumido en un solo volumen muestra cuán drásticamente los horizontes intelectuales se habían estrechado bajo la influencia cristiana. Isidoro consideraba toda la ciencia y la filosofía paganas como anatema de herejía para los cristianos sensatos y correctos. La Iglesia, usando las Etimologíascomo una guía, censuró y suprimió la literatura pagana citada en sus páginas. Isidoro denigró además la curiosidad intelectual como "peligrosa" y "dañina". Su altamente influyente Regla Monásticaadvertía a los monjes de los peligros de leer literatura pagana; la regla declaraba que idealmente los monjes deberían ser completamente ignorantes de todo conocimiento secular. La condena de Isidoro del conocimiento secular reforzó la prevaleciente ortodoxia "fundamentalista" de la Iglesia, que exigía la censura y la supresión de toda la ciencia y la filosofía paganas.

Mapa del Mundo, de Isidoro de Sevilla

Más Excusas Cristianas

     Los religionarios cristianos presentan a Tomás de Aquino y a Roger Bacon como excepciones a la cosmovisión anti-científica de la Iglesia, pero esos hombres escribieron en respuesta a Aristóteles, que había sido recién descubierto de nuevo en el siglo XII. Incluso en la Antigüedad, Aristóteles era considerado anticuado. Ni Tomás ni Bacon eran científicos, ninguno de ellos realizó ningún experimento verdaderamente científico, y ninguno de ellos hizo avanzar la ciencia de algún modo real o tangible. El logro de ellos fue reconciliar las doctrinas semíticas del cristianismo con los superiores métodos paganos de Aristóteles, pero los resultados de ello fueron muy insatisfactorios. Tomás fue también el padre del escolasticismo medieval, que demostró ser muy perjudicial para la aparición de la ciencia moderna en Europa.

     La metodología escolástica fue finalmente despreciada por sus absurdos por escritores del Renacimiento como François Rabelais. A causa del énfasis cristiano en la Escritura y la tradición como las fuentes finales de autoridad, la Iglesia estuvo opuesta a los valores epistemológicos paganos de verificabilidad pública de evidencias y racionalidad empírica. Para la jerarquía de la Iglesia, la búsqueda del conocimiento de acuerdo con tales principios era a la vez arrogante y peligrosamente herética. Incluso con la reintroducción de la ciencia y la filosofía paganas en el siglo XII, hubo todavía una significativa oposición eclesiástica a la Razón sola como la guía para la verdad.

     La Iglesia cristiana persiguió con impunidad a aquellos que decidieron cuestionar la ortodoxia religiosa cristiana. Eso fomentó un ambiente en el cual la búsqueda del progreso científico y técnico llegó a ser una virtual imposibilidad. Por ejemplo, la condena póstuma del filósofo de Alejandría del siglo VI Juan Filopón como un hereje aseguró que el rechazo de él por principio de la filosofía neoplatónica y aristotélica permaneciera desconocido durante siglos en adelante. Esa organizada persecución eclesiástica de pensadores libres excluyó cualquier posibilidad de progreso material hasta la Revolución Científica.

     A pesar de lo que los hechos revelan, los religionarios cristianos han tratado de distorsionar el registro histórico pretendiendo otra cosa. Ellos creen que el cristianismo fue un ingrediente necesario, la "chispa" que comenzó la Revolución Científica del siglo XVII. Aquello ignora el hecho de que la ciencia y la religión, específicamente el cristianismo en este caso, son fundamentalmente incompatibles. El cristianismo tiene que ver con fe ciega, con revelación y autoridades que sirven como los únicos criterios válidos para la evaluación de la verdad. En contraste, la ciencia es la acumulación de conocimiento mediante el razonamiento lógico, la observación empírica y la medida. El cristianismo es una forma de pensamiento mágico; no está abierto a la revisión. La ciencia, por otra parte, está continuamente en busca de nuevas ideas con un poder explicativo cada vez mayor. Aunque el progreso científico y tecnológico ocurrió entre 400 a.C. y 300 d.C., lo que condujo al desarrollo de ideas que no serían superadas sino hasta la Revolución Científica, no hubo prácticamente ningún progreso desde 300 d.C. hasta el siglo XII, el apogeo del poder y la influencia del cristianismo en Europa.

     Incluso el Bizancio cristiano, que fue más exitoso que los Estados sucesores post-romanos del Oeste latino, nunca hizo ningún progreso significativo en ciencia y tecnología. Bajo la influencia cristiana, Europa retrocedió a una etapa neolítica de existencia. Esto está bien apoyado por pruebas arqueológicas recientes que revelan numerosas simplificaciones medievales de la anterior cultura material romana. El comercio, la industria y la agricultura presenciaron significativas decadencias en sofisticación técnica, productividad económica y resultados. El tamaño de la población también disminuyó debido a una declinación general en prosperidad y comodidad.


EL CRISTIANISMO: PORTADOR DE SUCIEDAD Y ENFERMEDAD

     La censura eclesiástica y la supresión del conocimiento científico y técnico occidental facilitaron la difusión y transmisión de enfermedades a través de Europa. Eso funcionó en conjunto con la denigración cristiana del cuerpo humano como un vehículo para el pecado. En vez de buscar las causas naturales de las enfermedades, como los escritores Hipocráticos una vez lo hicieron, la doctrina oficial de la Iglesia desalentó la práctica de la medicina atribuyendo toda dolencia corporal a los resultados del pecado y la posesión diabólica. Aquello retardó el progreso en las artes sanatorias, dejando a Europa a merced de enfermedades durante cientos de años.

     La negativa influencia del cristianismo en Europa es revelada por las tasas de mortalidad estimadas de la Peste Negra durante el siglo XIV, una de las pandemias más devastadores en la historia humana. Dicha mortalidad fue siempre considerablemente más alta en regiones y entre poblaciones donde el cristianismo resultó ser la religión dominante. Por ejemplo, aunque la plaga redujo la población del mundo musulmán en un tercio, eso fue todavía menos que las dos terceras partes estimadas para Europa. Esas diferencias macroregionales en mortalidad también son reflejadas en escalas geográficas mucho más pequeñas. Inglaterra bajo los Plantagenet perdió a la mitad de su población por la plaga, mientras que el Egipto mameluco perdió sólo un tercio.

     Entre las poblaciones, los judíos tuvieron índices de mortalidad inferiores que los cristianos. Su aparente inmunidad a la enfermedad despertó las sospechas de sus contemporáneos europeos, que los implicaron en un complot clandestino para matar a cristianos. Como resultado, ellos fueron cruelmente perseguidos.

     ¿Por qué ocurrieron diferentes tasas de mortalidad entre musulmanes, judíos y cristianos? El judaísmo y el Islam han mantenido durante mucho tiempo la higiene personal como una parte integral de la práctica ritual diaria; el cristianismo, debido a su hostilidad contra el cuerpo, rechazó la higiene personal como mundana y materialista. La Iglesia en España, por ejemplo, con regularidad animaba a los creyentes a evitar bañarse para distinguirse mejor de los odiados moros y judíos. Las diferencias en limpieza física entre regiones geográficas enteras y poblaciones enteras mitigaron o exacerbaron los estragos de la peste bubónica.

     El triunfo del cristianismo en la Antigüedad tardía devaluó la existencia física humana a los ojos de los europeos. La sexualidad humana era considerada como un mal necesario, a ser evitado excepto para la procreación en el matrimonio. La Iglesia también desalentó a los cristianos a bañarse porque la preocupación por el cuerpo era vista como un obstáculo para la salvación. Aunque estuvo muy cerca, la Iglesia no prohibió oficialmente la higiene personal. En vez de eso, los cristianos que gobernaron Europa permitieron que la gran red de baños públicos que una vez hubo en el Imperio, incluyendo los acueductos que les suministraban el agua, cayera en un estado de ruina permanente.

     Jerónimo una vez dijo: "El que se ha bañado en Cristo no tiene ninguna necesidad de un segundo baño". Esa prescripción fue tomada en serio por los ascetas cristianos. Ellos practicaron la mortificación ritual de la carne rechazando lavarse. Ellos llevaban puestas las mismas ropas cada día hasta que quedaban reducidas a harapos. El hedor producido era conocido por los cristianos como "alousia"u "olor de santidad". Santas como Inés y Margarita de Hungría fueron reverenciadas por los cristianos debido al rechazo de ellas de la higiene física.

     En la Regla de Benedicto de Nursia sólo a aquellos monjes que estaban enfermos y débiles se les daba permiso para bañarse. A los monjes que estaban en buena salud y a los jóvenes se los animaba a revolcarse en su propia suciedad y excremento. La regla de Benedicto fue la más influyente en la historia del monacato occidental. Fue adoptada por miles de comunidades religiosas medievales como un texto monástico fundacional.


EL CRISTIANISMO: PORTADOR DE VIOLENCIA Y MATANZA

     La palabra oral es notoriamente ineficaz como un medio de difundir la propaganda religiosa. Eso explica por qué el crecimiento del cristianismo en gran parte no fue espectacular hasta principios del siglo IV. Por supuesto, la razón primaria para la cristianización del Imperio fue la conversión de Constantino a la nueva religión. La influencia del cristianismo en el Imperio fue continuamente reforzada e intensificada por medio de la legislación imperialmente coercitiva de sus sucesores. La cristianización también aprobó actos de violencia religiosa contra paganos, actos que contribuyeron de manera significativa al sensacional crecimiento de la religión en cantidad e influencia. Sin Constantino, y sin la violencia religiosa de sus sucesores, el cristianismo habría permanecido como sólo otra religión competidora en apartados lugares provinciales del Imperio, como el Mitraísmo o los Misterios Eleusinos.

     La política imperial de cristianización fue ayudada adicionalmente por las ventajas intrínsecas de esa religión sobre sistemas de creencias filosóficos y religiosos rivales, haciéndola más aceptable para las masas. Eso facilitó su rápida difusión a través del Imperio hasta que, hacia el reinado de Teodosio a finales del siglo IV, la mayoría de las áreas urbanas eran predominantemente cristianas. Esas ventajas incluían la cultura igualitaria de la Iglesia cristiana. A diferencia del Mitraísmo, que era elitista, el cristianismo aceptaba a todos los potenciales reclutas, sin tener en cuenta las diferencias etno-lingüísticas o socio-económicas. Los cristianos de los tres primeros siglos practicaron una forma de comunismo primitivo. Eso atrajo a los crónicamente indigentes, así como a los aprovechadores. Otra ventaja era la simplicidad infantil de la doctrina cristiana.

     La crisis del siglo III, donde reclamantes rivales lucharon unos contra otros por el título de César, fue un conflicto de aniquilación recíproca que duró décadas. Eso produjo una generalizada inestabilidad económica y perturbación civil. Esa interrupción de la vida diaria animó a hombres y mujeres a buscar refugio en las religiones de misterio, pero también en el cristianismo, que ofrecía respuestas fáciles en un mundo cada vez más caótico y feo. La religión cristiana prometía la vida eterna a aquellos que soportaran con éxito la tribulación en la Tierra.

     La publicación del Edicto de Milán en 313 significó que los cristianos pasarían de ser una minoría perseguida a una mayoría perseguidora. Aunque había ocurrido persecución de disidentes religiosos antes de Constantino, tales acontecimientos fueron comparativamente raros. La "persecución" romana del cristianismo fue moderada y esporádica. No fue ni siquiera religiosa en su naturaleza, sino política: los cristianos rechazaban jurar lealtad al Estado mediante el ofrecimiento de un poco de incienso al genio del Emperador. Los cristianos no fueron tan perseguidos cuando fueron sometidos a la acción policial romana por desobedecer las leyes de la nación. En contraste, la persecución cristiana contra paganos y herejes fue completamente motivada por el odio religioso. Eso combinó la autoritaria legislación anti-pagana de los Emperadores con la intolerancia del clero y la violencia de las turbas cristianas.

     Las primeras leyes represivas contra el paganismo fueron promulgadas por Constantino. En 331 él publicó un edicto que legalizaba la incautación de propiedades de los templos. Eso fue usado para enriquecer los cofres de la Iglesia y embellecer su ciudad de Constantinopla. Él desvió fondos municipales desde las curiae [divisiones administrativas] a la tesorería imperial. Las curiae usaban esos fondos para la construcción y renovación de templos, así como para banquetes, procesiones y festivales paganos. La redirección de fondos municipales disminuyó considerablemente la influencia del paganismo en la esfera pública. Constantino también mostró preferencia por los cristianos cuando consideraba a posibles candidatos para cargos gubernamentales. Por primera vez en la historia del Imperio, la conversión al cristianismo fue considerada una proposición atractiva.

     Los templos y estatuas paganos fueron primero vandalizados y destruídos bajo Constantino. Los cristianos creían que esa primera ola de iconoclastia era en cumplimiento de la orden bíblica: "Sus altares destruirás, sus estatuas romperás, y cortarás sus arboledas... porque Yahvé, cuyo nombre es Celoso, es un dios celoso" (Éxodo 34:13-14). La iconoclastia cristiana más temprana incluyó la destrucción parcial de un templo de Asclepio en Cilicia y la destrucción en Fenicia de templos dedicados a Afrodita (ca. 326 d.C.). Los hijos de Constantino, Constante y Constancio II, siguieron los pasos de su padre. En 341 Constante publicó un edicto que prohibía el sacrificio de animales. En 346 Constante y Constancio II promulgaron una ley que ordenaba el cierre de todos los templos. Esos Emperadores fueron incitados por el fanático cristiano Fírmico Materno quien, en un exhortación dirigida a ambos Emperadores en 346, pidió "la aniquilación de la idolatría y la destrucción de templos profanos". El hecho de que los paganos siguieran ocupando importantes cargos en la administración imperial hizo difícil legislar la destrucción activa de templos, estatuaria e inscripciones sin enajenarse a un gran segmento de la población del Imperio. Sin embargo, los hijos de Constantino hicieron la vista gorda ante actos privados de vandalismo y profanación por parte de cristianos.


     Después de la muerte de Constancio II, Juliano fue hecho Emperador en 361. Habiendo estado bajo la influencia de tutores paganos en su juventud, él desarrolló un odio profundo contra la "locura galilea". Su acceso al trono permitió que él anunciara su conversión al Helenismo sin temer una venganza. Juliano empezó a revertir la legislación anti-pagana primero decretada por su tío. Él volvió a abrir los templos, restauró su financiación y devolvió los bienes confiscados; él renovó templos que habían sido dañados por vándalos cristianos; él derogó las leyes contra el sacrificio y prohibió a los cristianos enseñar a los clásicos. El renacimiento de Juliano de la práctica religiosa pagana fue interrumpido en 363, cuando él resultó muerto en batalla contra los persas sasánidas.

     Su sucesor Joviano revocó los edictos de Juliano y restableció el cristianismo como la religión más favorecida en el Imperio. Los Emperadores que vinieron después de Joviano estuvieron demasiado ocupados con la invasión bárbara para estar preocupados por riñas religiosas internas; era más práctico simplemente mantener la tolerancia impuesta a paganos y cristianos por igual por el Edicto de Milán. El conflicto anti-pagano se agudizó nuevamente con Graciano. En 382 él enfureció a los paganos al quitar del Senado el altar de la Victoria. Aquel mismo año Graciano publicó un decreto que acabó con todos los subsidios a los cultos paganos, incluyendo a cleros como las Vírgenes Vestales. Él además se alienó de los paganos al rechazar la insignia de Pontifex Maximus.

     El año 389 Teodosio comenzó su guerra total contra la vieja religión estatal romana aboliendo los días de fiesta paganos. Según los decretos del Emperador, el paganismo era una forma de "locura natural y obstinada insolencia"difícil de desarraigar, a pesar de los terrores de la ley y las amenazas de exilio. Eso fue seguido por más legislación represiva en 391, que instituyó de nuevo la prohibición de sacrificios, prohibió la visitación de santuarios y templos paganos, acabó con subvenciones imperiales a los cultos paganos, disolvió a las Vírgenes Vestales y criminalizó la apostasía. Él rechazó devolver el altar de la Victoria a la casa del Senado, en desprecio de demandas paganas. Cualquiera que fuese sorprendido realizando sacrificios de animales o adivinación debía ser detenido y muerto. En aquel mismo año, el Serapeum, un enorme complejo del templo que albergaba a la Gran Biblioteca de Alejandría, fue destruído por una turba de fanáticos cristianos. Ese acto de vandalismo cristiano fue un gran golpe psicológico para la organización pagana.


     Los paganos, descontentos con la revolución cultural imperialmente patrocinada que amenazaba con aniquilar las tradiciones ancestrales de Roma, se reunieron alrededor del usurpador Eugenio. Él fue declarado Emperador por el jefe militar Arbogasto (que era Franco) en 392. Nominalmente cristiano, Eugenio tenía simpatía por la grave situación de los paganos en el Imperio y albergaba una cierta nostalgia por la Roma pre-cristiana. Él restauró las subvenciones imperiales a los cultos paganos y devolvió el altar de la Victoria al Senado. Eso enfadó a Teodosio, Emperador en el Este. En 394 Teodosio invadió el Oeste y derrotó a Eugenio en la batalla de Frigidus en Eslovenia. Eso acabó con el último desafío pagano serio al establecimiento del cristianismo como la religión oficial del Imperio.

     Los apologistas del cristianismo sostienen que la legislación anti-pagana imperial era más retórica que realidad; su imposición habría sido difícil en ausencia de un aparato estatal policiaco moderno. Esa objeción es contradicha por la evidencia arqueológica y epigráfica. Primero, en base al análisis estratigráfico de templos urbanos, la actividad de culto había cesado prácticamente hacia el año 400, después de la publicación de los decretos Teodosianos. Segundo, la construcción y renovación de templos disminuyeron considerablemente bajo los Emperadores cristianos. En África y Cirenaica la construcción de templos y renovación de inscripciones son mucho más comunes bajo la primera tetrarquía que bajo la dinastía Constantiniana, cuando los paganos todavía constituían una significativa mayoría de ciudadanos en el Imperio. Hacia el final del siglo IV la autoritaria legislación de los Emperadores cristianos había debilitado seriamente la fuerza y la vitalidad de los viejos cultos politeístas.

     Los Emperadores no se detuvieron con el cierre de sitios religiosos paganos. En 435 d.C. un triunfante Teodosio II publicó un edicto que ordenaba la destrucción de todos los santuarios y templos paganos a través del Imperio. Él incluso decretó la pena de muerte para los magistrados cristianos que dejaran de hacer cumplir el edicto. El Código de Justiniano, publicado entre 529 y 534, prescribe la pena de muerte para la observancia pública de ritos y rituales helénicos; los paganos conocidos debían buscar instrucción en la fe cristiana o arriesgaban la confiscación de su propiedad; sus niños debían ser confiscados por funcionarios del Estado y convertidos a la fuerza a la religión cristiana.

     El cierre imperialmente decretado de todos los templos urbanos dio origen a la privatización de la adoración politeísta. Aquello exacerbó más aún la decadencia de los cultos religiosos paganos debido a la naturaleza dependiente de objetos de la práctica ritual, la que no podía ser totalmente realizada en ausencia de estatuaria, procesiones, festivales, banquetes pródigos y edificios monumentales. En áreas urbanas, la legislación imperial fue claramente eficaz. Ella fue despiadadamente impuesta por cristianos profesionales y magistrados celosos, que usaron la fuerza adicional del ejército romano para conseguir lo suyo, sobre todo cuando fallaban la predicación y el ejemplo público.

     Los ritos y rituales paganos todavía eran observados en santuarios y templos rurales durante algún tiempo después de la clausura de centros urbanos de adoración. Aquéllos estaban en lugares apartados y eran más difíciles de cerrar. Hombres de Iglesia como el apasionado Juan Crisóstomo, conocedores de ese hecho, exhortaron a la rica clase terrateniente del Este a convertir a los paganos en sus propiedades rurales. Aquellos que permitían la adoración pagana en sus propiedades eran tan culpables de violar la legislación imperial anti-pagana como los paganos mismos. Evangelistas cristianos itinerantes, como Martin de Tours, se diseminaron a través del campo, ganando almas para Cristo mediante una campaña de intimidación, acoso y violencia. Al final, la agresiva evangelización, la privatización de la práctica religiosa pagana y la marginación social aseguraron la muerte del paganismo en áreas rurales. La cristianización del Imperio estaba completa hacia 600 d.C., aunque no es claro hasta qué punto Cristo fue considerado como sólo otra deidad para ser adorada junto a los antiguos dioses paganos.

     El cristianismo es una forma de pensamiento mágico. No puede ser propagado a gran escala por medio de una persuasión racional. Nadie puede explicar cómo resucitó Jesús de entre los muertos, cómo Dios subsiste como tres personas en una, o cómo una Biblia que enseña una cosmología de una Tierra geocéntrica y plana es una guía infalible hacia la verdad universal. Ésos son "misterios". Eso es lo que hace tan peligroso al cristianismo. La conversión, a menos que sea hecha por ganancia o bajo la amenaza de la fuerza, es un asunto emocional. Nadie es "razonado" para ingresar al cristianismo. Aquella persona debe ser lo suficientemente crédula para aceptar las enseñanzas de la fe cristiana sin cuestionarlas o debe ser convertida a la fuerza a punta de espada. Fue mediante esto último que los cristianos fueron capaces de difundir su evangelio más allá de las fronteras imperiales, convirtiendo nominalmente a toda Europa hacia el siglo XIV.

     La difusión del cristianismo no puede ser entendida aparte del uso de la fuerza. Los bárbaros que invadieron el Imperio occidental tuvieron que convertirse al cristianismo tan pronto como pusieron pie en territorio romano. La conversión a la religión era una condición de su migración y establecimiento en suelo imperial. A ellos no les hubiera sido permitido participar en la sociedad romana como paganos. Las misiones cristianas localizadas más allá de las fronteras imperiales se concentrarían típicamente en la conversión de gobernantes bárbaros y sus cortes. Una vez que al rey se le hacía aceptar la nueva religión, él obligaría entonces a sus seguidores a convertirse junto con él. Ese patrón surgió temprano en la cristianización de Europa. Esos reyes eran los "nuevos Constantinos", porque ellos abrazaron el cristianismo a menudo después de invocar a Cristo para conseguir la victoria en alguna batalla, como Constantino durante la batalla del Puente Milvio en 312, y luego impusieron la religión a la aristocracia y al pueblo. Entre los más tempranos de esos nuevos Constantinos estuvo Cædwalla, el rey del siglo VII de Wessex. Él invadió la isla de Wight y exterminó a la mayor parte de los jutos que vivían allí. Cædwalla los sustituyó con sajones del Occidente cristiano y obligó a los sobrevivientes a convertirse al cristianismo a punta de espada. Otro fue Edwin, el rey del siglo VII de Northumbria, que usó una mezcla de soborno y amenazas para convertir a la aristocracia y al pueblo a la nueva religión.


     Después del colapso del Oeste, el cristianismo permaneció confinado entre el río Elba en el Norte y el Danubio en el Sur en Europa continental, hasta el año 1000. Los bárbaros motivados por avaricia y sed de poder fueron la fuerza impulsora detrás de la renovada expansión territorial de la cristiandad medieval. Ellos habían quedado impresionados por la riqueza, opulencia y poder de Constantinopla y los dominios Francos, y querían eso para ellos. Para el jefe militar pagano, el cristianismo era algo fundamentalmente de culto de apariencias. Si sólo su bárbara corte desplegara toda la parafernalia de la religión cristiana, ¡él sería tan rico como el Emperador en Constantinopla!

     En una ilustrativa anécdota, el cronista medieval Notker el Tartamudocapturó correctamente la mentalidad de los bárbaros convertidos al cristianismo. En el siglo IX los daneses afluían a la corte franca de Luis el Piadoso para someterse al bautismo. A cambio de la conversión, Luis daría a cada hombre flamantes ropas y armas. Una vez, cuando Luis se quedó sin esos artículos para dar a los futuros conversos, él tenía unos retazos cosidos juntos como una tosca túnica y se la dio a un viejo danés que había sido bautizado aproximadamente veinte veces antes. "Si no fuera porque yo estaba avergonzado de mi desnudez, te devolvería tanto la ropa como tu Cristo", contestó el danés muy enojado.

     El rey Esteban de Hungría, loco por el poder, forzó a sus súbditos a convertirse al cristianismo, a comienzos del siglo XI. Él creía que la cristianización de su reino lo haría tan poderoso e influyente como Bizancio. Fueron decretadas leyes que prohibían la práctica ritual pagana. Esteban ordenó que todos los magiares asistieran a la iglesia cada domingo y observaran la Cuaresma y los días de ayuno. El no obedecer esa draconiana legislación era tratado severamente. El comer carne durante la Cuaresma era castigado con encarcelamiento; trabajar en domingo era castigado con la confiscación de las herramientas y bestias de carga. La pena legal por murmurar durante un servicio de iglesia era rapar la cabeza, acompañado por severos azotes. Los "magiares negros" que se resistieron a la conversión forzada de Esteban de Hungría fueron cruelmente suprimidos. Muchos fueron torturados y luego cegados por los soldados cristianos de Esteban, que estaban furiosos por la intransigencia de sus enemigos paganos. Esos hombres prefirieron la muerte a la vergüenza y la deshonra de ser bautizados a la fuerza en una religión y cultura semítica extranjera.


     La cristianización en Polonia desató una similar ola de violencia. Mieszko I a la fuerza cristianizó a Polonia para reforzar su control sobre el país y evitar la conversión forzada por los Francos del Este. La idolatría fue suprimida mediante la destrucción de ídolos y santuarios paganos, confiscación de propiedades y decapitación de aquellos que rechazaban convertirse. Aunque sobrevive muy poca legislación cristiana del reinado de Mieszko, su sucesor Boleslaw I el Bravo decretó que se le rompieran los dientes a un hombre que se negase a observar el ayuno cuaresmal. La fornicación era castigada clavando el escroto de un hombre a un puente y dándole a elegir entre la muerte y la castración.

     La brutalidad de esos métodos condujo a una gran reacción pagana ante la cristianización de Polonia. Los paganos se vengaron matando a sacerdotes cristianos y destruyendo iglesias. A mediados del siglo XI dicha tierra estaba sumergida en el caos, la Iglesia cristiana en Polonia fue casi borrada, y la dinastía de Mieszko fue temporalmente expulsada del poder.

     Las Guerras Sajonas de Carlomagno, que duraron entre 772 y 804, fueron la primera vez en la Historia que el cristianismo fue usado como un instrumento de conquista imperialista. Carlomagno inició hostilidades formales destruyendo monumentos paganos en Sajonia. En 782 Carlomagno vengó prontamente una derrota de los francos a manos sajonas masacrando a 4.500 sajones en una salvaje represalia. Las Capitulaciones de los Sajones de 785 ordenaban la pena de muerte para cualquier sajón atrapado resistiéndose al bautismo u observando prácticas paganas.

     Los gobernantes convirtieron a los paganos al cristianismo mediante el uso de la fuerza por motivos de auto-engrandecimiento personal. Miguel III, Emperador en Constantinopla, obligó al khan búlgaro Boris a aceptar el rito ortodoxo oriental en 864, después de que éste fuera derrotado en batalla. La cristianización forzada permitió que Miguel ampliara su esfera de influencia en los Balcanes. Bulgaria fue inundada entonces con clero bizantino, el cual, con la ayuda del ejército de Boris, comenzó una campaña a escala nacional para demoler todos los sitios sagrados paganos. Los boyardos acusaron al khande aceptar leyes que amenazaban la estabilidad y la autonomía del Estado. En 866 ellos se rebelaron contra la cristianización forzada del país por parte del khan, pero fueron suprimidos con gran crueldad. En la década final del siglo IX, el hijo mayor de Boris, Vladimir, que se convirtió en el gobernante de Bulgaria, trató de eliminar el cristianismo y restaurar el paganismo. En ese esfuerzo, él fue apoyado por los boyardos. Vladimir ordenó la matanza de sacerdotes cristianos y la destrucción de iglesias. El khan Boris fue obligado a dejar su retiro monástico y a suprimir la rebelión. Vladimir fue depuesto, cegado y encarcelado en un calabozo, para nunca más tenerse noticias de él otra vez.

     Hacia los siglos XII y XIII fueron lanzadas cruzadas para convertir al cristianismo a los pueblos autóctonos de Escandinavia y de la región báltica. Hubo cruzadas contra los wendos, los finlandeses, los livonios (letones y estonios), los lituanos y los prusianos. Bernardo de Claraval, un reformador monástico, pidió el exterminio cultural y físico de los europeos del Norte que se resistían a la conversión forzada a la religión cristiana.


¿QUÉ HA HECHO EL CRISTIANISMO POR EUROPA?

     El cristianismo es un culto violento, destructivo y criminal. Es peligroso por los siguientes motivos: 1) Dicha religión promueve la supervivencia de los enfermos, los débiles y los estúpidos a costa de la buena higiene racial. Eso disminuye drásticamente el CI de la población y la capacidad para el logro civilizacional; y 2) el culto se basa en la fe ciega en vez de la persuasión racional, lo que ha resultado en largos períodos de generalizado caos y matanza, especialmente durante la cristianización de Europa. Esos peligros fueron incluso notados por escritores paganos contemporáneos, quienes inmediatamente reconocieron la amenaza que un cristianismo triunfante representaría para la supervivencia de la cultura occidental.

     El cristianismo nunca "civilizó" o "domesticó" a los europeos. Por el contrario, los europeos fueron obligados a soportar una existencia neolítica cuando los cristianos estaban en el apogeo de su poder e influencia. La Iglesia envió a los hombres de genio a monasterios o los hizo consagrar para el sacerdocio. Eso les impidió transmitir sus genes, lo que tuvo como consecuencia un significativo efecto disgenésico que disminuyó el CI europeo colectivo. Sólo la ciencia y la razón paganas de la Antigüedad clásica pudieron "domesticar" de nuevo a los europeos después de 500 años de una total oscuridad intelectual.

     Algunos apologistas cristianos argumentan que la Iglesia defendió exitosamente a Europa de la invasión, pero nada podría estar más lejos de la verdad. La confiscación de Carlos Martel de la propiedad de la Iglesia para defender a Europa de intrusos musulmanes se encontró con una significativa oposición eclesiástica. Si la Iglesia hubiera tenido éxito en retener los fondos necesarios, toda Europa habría sido reducida a una provincia del califato omeya. Sin embargo, Martel fue incapaz de perseguir a los sarracenos a través de los Pirineos y desalojarlos de su fortaleza andaluza. Los musulmanes seguirían su ocupación de la Península ibérica durante 800 años, hasta su expulsión final por Fernando e Isabel a finales del siglo XV. El Sudoeste de Francia e Italia eran periódicamente asaltados y a veces controlados por invasores musulmanes. El emirato de Sicilia duró más de dos siglos. Incluso después de la conquista normanda, una significativa presencia musulmana permaneció en la isla. Los musulmanes de Sicilia fueron finalmente expulsados a mediados del siglo XIII. Las cruzadas para volver a tomar la Tierra Santa (1095-1291), que estaba en manos de los sarracenos, una serie de operaciones militares en gran escala bajo el liderazgo conjunto del Papado y la aristocracia feudal, no lograron conseguir su objetivo primario. En 1204 los cruzados cristianos saquearon Constantinopla en una orgía de destrucción, saqueo y asesinato. Los cruzados causaron tanto daño que los bizantinos fueron incapaces de resistir a sus conquistadores otomanos en 1453.

     El cristianismo no proporcionó ninguna defensa adecuada de Europa. La Iglesia sólo hizo lo suficiente para mantenerse a sí misma como una institución viable. En el proceso, la Iglesia debilitó a Europa, haciéndola madura para la conquista por los califatos omeya y otomano.

     Los apologistas cristianos reconocen de manera incierta que aunque el cristianismo dificultó el progreso científico y tecnológico, aun así hizo "contribuciones" a campos tan diversos como la arquitectura y la filosofía. Al examinarlas más de cerca, esas "contribuciones" no son ni "cristianas" ni dignas de ser consideradas como "contribuciones". Las grandes iglesias de la Edad Media son frecuentemente sacadas a relucir, pero ellas tienen su origen en métodos romanos de edificación. La cúpula, el arco y la bóveda, los rasgos típicos del estilo arquitectónico románico medieval, son todos tomados prestados de la arquitectura romana imperial de tiempos pre-cristianos. El plano arquitectónico básico de la mayoría de las iglesias medievales es la basílica romana, un edificio público reservado para propósitos oficiales. Incluso el estilo gótico que suplantó al románico todavía empleaba características arquitectónicas de origen romano. La bóveda de crucería que era típica de la arquitectura gótica fue originalmente usada en el coliseo romano de Vespasiano y por Adriano en la construcción de su casa de campo (villa) en Tibur.


     A la vez que reconociendo al estilo románico como un "logro", el religionario cristiano convenientemente ignorará la desaparición casi total en Europa occidental de los métodos romanos de construcción durante casi 300 años. Aquello fue un resultado directo de la supresión activa por parte de la Iglesia del conocimiento científico y técnico occidental. Desde la finalización del mausoleo de Teodorico en Rávena (año 520) hasta la consagración de Aquisgrán (Aachen) en 805, nada de significación monumental fue construído en Europa occidental. Durante el período intermedio, los europeos, al igual que sus antepasados neolíticos, habían vuelto al uso de materiales perecederos para su uso en la construcción.

     Los apologistas del cristianismo mencionarán a Tomás de Aquino y el escolasticismo como puntos destacados de no sólo el desarrollo intelectual medieval sino europeo, aunque Tomás retrasó el progreso científico y tecnológico europeo en cientos de años. El escolasticismo era un objeto de burla y ridiculización durante el Renacimiento. Los religionarios mencionan la "contribución" cristiana de la universidad, inconscientes de las muchas instituciones de aprendizaje superior que existieron e incluso prosperaron en el mundo antiguo. Las primeras universidades medievales enseñaban escolasticismo, de modo que estuvieran en la primera línea en la guerra cristiana contra los valores paganos de curiosidad intelectual, amor al progreso de por sí, y racionalidad empírica.

     En la mente religiosa cristiana, la ciencia y la tecnología son de origen cristiano porque los hombres que hicieron descubrimientos e invenciones durante la Revolución Científica eran cristianos nominales, como Galileo y Newton. Ese argumento es tan absurdo como sostener que la invención griega de la lógica, la retórica y las matemáticas fue el resultado de creencias teológicas paganas griegas porque Aristóteles y otros científicos y filósofos antiguos eran paganos. No, esos hombres eran "cristianos" porque las declaraciones públicas de ateísmo eran peligrosas en una época donde hasta la especulación teológica más inofensiva podía manchar reputaciones y destruír carreras. Es un luminoso tributo al coraje y la honestidad de esos hombres el que ellos fueran capaces de abandonar la confianza del cristianismo en la credulidad, a menudo ante la censura pública, y conscientemente abrazaran de nuevo los valores epistemológicos paganos que produjeron el "milagro griego" dos mil años antes de la Revolución Científica.

     Los religionarios cristianos afirman que el Nuevo Testamento, una colección de garabatos infantiles escritos por bárbaros semi-analfabetos, es una gran contribución a la civilización occidental. Como ha sido indicado durante generaciones, dicha obra es notoria por su uso de una mala gramática y un estilo literario no refinado. Gran parte de él fue compuesto por judíos que no eran ni siquiera fluídos en el griego koiné. En general, el Nuevo Testamento es una producción inferior comparada con los escritores más mediocres de la prosa ática. Incluso Jerónimo, el traductor de la Vulgata, expresó su desprecio por el estilo literario tosco y simple de la Biblia. Él prefería en cambio el elegante latín de Cicerón.

     ¿En qué ha contribuído el cristianismo a Europa? La respuesta es: ¡en nada!. No en arte, cultura, monumentos arquitectónicos, ciencia o tecnología. El cristianismo fue un masivo desperdicio del potencial intelectual y físico europeo. Además, el cristianismo casi destruyó Europa.

     La Iglesia eliminó más del 99% de la literatura antigua, incluyendo obras de ciencia, matemáticas, filosofía, ingeniería y arquitectura. Aquélla fue la campaña más grande de censura y supresión literaria en la Historia, un acto de genocidio cultural y físico que casi desconectó a la Europa medieval de los grandes logros de la Antigüedad clásica. Aquello fue un genocidio cultural porque la Iglesia casi borró una civilización entera y su cultura; fue un genocidio físico porque la deliberada erradicación que hizo la Iglesia del conocimiento secular colocó a millones de vidas en peligro, sometiéndolos innecesariamente a los estragos de la enfermedad, la guerra, el hambre y la pobreza.

     Lejos de ser en gran parte benigna, la Iglesia cristiana es una mafia religiosa enloquecida por el poder. Tiene la exclusiva responsabilidad de haber perpetrado los más grandes crímenes de la Historia contra los europeos. ¿Durante cuánto tiempo la Iglesia cristiana escapará al castigo por esa maldad criminal? Ninguna otra religión ha causado tanto sufrimiento y tanto daño a Europa como esta sífilis espiritual conocida como cristianismo.–





Por Qué los Europeos Deben Rechazar el Cristianismo (2 de 2)

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     Del sitio original chechar.wordpress.com hemos traducido aquí la segunda parte y final del ensayo Why Europeans Must Reject Christianity que fue publicado allí en diversas entregas. Aquí el autor deslinda claramente el origen cristiano del credo marxista, derivado de la filosofía trinitaria del famoso Hegel, y antes, de la rebelión democratizadora del monje Lutero. Se refiere también al liberalismo y las democracias modernas, que conforman un contemporáneo y secularizado neo-cristianismo, ya despojado de antiguos y supersticiosos "misterios", y a cómo todo ese aparataje ideológico y doctrinal, al igual que en la Antigüedad, sigue actuando en contra de la civilización y la cultura occidental, y en especial contra su gente, ahora por medio del reemplazo demográfico con gente de bajo CI, a causa de su nihilismo intrínseco e inocultable. Hay que señalar que un sitio que también publicó en inglés este ensayo le suprimió muchas cosas debido a su mojigatería judeo-cristiana.


Por Qué los Europeos Deben
Rechazar el Cristianismo (2 de 2)
por Ferdinand Bardamu
5-11 de Abril de 2018





CRISTIANISMO: ¿LA ABUELA DEL BOLCHEVISMO?

     En 1933 el historiador alemán Oswald Spengler escribió:"Todos los sistemas comunistas en Occidente de hecho derivan del pensamiento teológico cristiano. (...) El cristianismo es la abuela del bolchevismo".Ya sólo esto hace del cristianismo una de las fuerzas más destructivas en la Historia mundial, una fuerza tan radiactiva que destruye todo dentro de su vecindad inmediata. ¿Pero cómo esto es siquiera posible?

     La igualdad es un aspecto tan fundamental del "kerygma" [predicación] de la Iglesia, que si fuera quitado, la estructura ideológica entera de la ortodoxia cristiana colapsaría como un castillo de naipes. La "catolicidad" de la Iglesia significa que el ingreso al cuerpo de Cristo está abierto a todos los hombres, sin tener en cuenta las diferencias etno-lingüísticas o socio-económicas. La salvación, porque está igualmente disponible para todos, significa que todos los hombres poseen la misma capacidad innata para conseguirla. Hay también una igualdad universal en la depravación pecadora, así como en la posesión de la inmerecida gracia divina. El mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo es simplemente la aplicación de principios universalistas e igualitarios a la vida social humana. En el Nuevo Testamento a los creyentes se les pide que se sirvan unos a otros, con el objetivo de conseguir la igualdad social dentro de un ambiente eclesiástico.

     La asimilación del idealismo platónico por los teólogos cristianos anteriores al Concilio de Nicea (año 325) añadió una dimensión metafísica a las declaraciones igualitarias del Nuevo Testamento. Cuando Dios creó al hombre, él le impartió el aliento de vida a través de sus fosas nasales. Ese "aliento", psique o ánima, traducido como "alma", sirvió como el principio de vida del cuerpo animado. La igualdad de las almas ante Dios se obtiene porque todos tienen la mismaimago dei o imagen de Dios. En el Jardín de Edén, el hombre vivía en circunstancias de igualdad natural. Agustín escribe que antes de la Caída nadie ejercía el dominio o la señoría sobre nadie sino que todos gobernaban igualmente y de manera indiferenciada sobre la creación inferior. La igualdad natural que una vez existió en esa mítica prehistoria se perdió por causa del pecado, que corrompió la naturaleza humana. Eso trajo esclavitud y otras desigualdades al mundo. La Iglesia creía que el reino de Diosrestauraría las condiciones edénicas al final de los tiempos.

     Para la Iglesia pre-Nicea, la creencia en la igualdad espiritual no era alguna fórmula osificada para ser recitada de memoria como el Credo de los Apóstoles, sino una realidad siempre presente con consecuencias "anticipatorias" en el mundo real. Las narrativas del Evangelio que incorporaron elementos del comunismo primitivo fueron recibidas favorablemente por la Iglesia y declaradas canónicas. En Lucas cap. 3, Juan el Bautista, un miembro de los comunistas esenios, exhorta a sus seguidores a compartir su ropa y comida con aquellos que son indigentes. Las declaraciones comunistas de Juan presagian el comunismo primitivo más explícito de Jesús.

     En Lucas cap. 4 Jesús comienza su ministerio inaugurando un aceptable "año del favor del Señor". Ésa es una referencia directa al Jubileo hebreo, que llegaba cada cincuenta años después de la finalización de siete ciclos sabáticos. La proclamación del Jubileo significaba la liberación de los esclavos, la absolución de las deudas, la redistribución de la propiedad, y la propiedad común de los productos naturales de la tierra. Según el Levitico, nadie poseía la tierra excepto YHWH; sólo su usufructo podía ser comprado. Aquél no era un año literal de Jubileo inaugurado por Jesús. Los pasajes citados en Lucasson de Isaías, no del Levítico que contiene la legislación hebrea real. Las imágenes asociadas con el Jubileo son usadas para describir los rasgos escatológicos realizados de la nueva edad inaugurada por el Mesías próximo. Su retorno simboliza la inversión completa del antiguo orden. La nueva edad dará origen a relaciones sociales comunistas mediante la transformación ética de los creyentes. Desde un punto de vista hermenéutico bíblico, el Jubileo de la Torá presagia el Jubileo mayor ahora realizado en el ministerio de Jesús.

     Las enseñanzas económicas de Jesús van mucho más allá del compartir comunitario del Levítico. Ellas requieren la reorganización en gran escala de la sociedad de acuerdo a orientaciones igualitarias y comunistas. En Lucascap. 6 Jesús ordena a quienes lo escuchan que den a todos aquellos que pidan, sin hacer diferencia en cuanto a amigo o enemigo. Su condena de la venganza violenta está estrechamente unida a esta ética de un compartir universal; la organización social comunista prevista por Jesús no puede prosperar en una atmósfera de violencia y sospecha. La edad escatológica inaugurada por el Mesías es una donde el préstamo sin la expectativa de la recompensa financiera se ha hecho una nueva obligación moral, una que debe ser realizada si uno desea obtener tesoros en el cielo.

     El que la temprana práctica comunista cristiana era moralmente obligatoria es apoyado por numerosos pasajes del Nuevo Testamento. Según 1ª Juan3:16-17, los creyentes fieles sacrificarán sus vidas por el bien de otros, especialmente dando a aquellos que están en necesidad; cualquiera que rechaza hacer eso no puede afirmar ser un cristiano en una buena posición moral.

     En la Iglesia pre-nicena, el compañerismo no era sólo espiritual sino que incluía la ayuda mutua en la forma de ayuda material y económica concreta. La epístola canónica de Santiago define la religión verdadera como el cuidar de "huérfanos y viudas", una antigua locución hebrea para referirse a los económicamente desfavorecidos. Aquellos que favorecen al rico sobre el pobre, en vez de tratar a ambos igualmente, son pecadores que necesitan arrepentirse. Ellos han transgredido el gran mandamiento de Jesús de "amar al projimo como a uno mismo". Santiago (2:17) dice que "la fe, si no va acompañada de obras, está muerta en sí misma". ¿En qué consisten esas "obras"? Somos informados de que la verdadera fe es mostrada por aquellos que alimentan y visten a los desgraciados de la tierra. Si uno rechaza hacer eso, la identidad misma de alguien como cristiano es puesta en peligro.

     En 2ª Corintios, Pablo proporciona una justificación teológica adicional para la temprana práctica comunista cristiana usando la "kenosis"de Cristo [su renuncia a sus atributos divinos] como un punto de referencia. Se esperaba que los cristianos siguieran el ejemplo de Jesús, quien era "rico" en su estado preexistente, pero que se "empobreció" voluntariamente de modo que los creyentes pudieran hacerse "ricos" por medio de la "pobreza" de él. Eso significaba que las comunidades cristianas más ricas estaban obligadas moralmente a compartir su abundancia de riqueza con las más pobres. El propósito de redistribuír la riqueza de una comunidad cristiana a otra, escribe Pablo, era lograr la igualdad económica entre los creyentes.

     La identificación apostólica de la "fe verdadera" con la redistribución material condujo al establecimiento del primer sistema de bienestar del mundo y a una economía doméstica centralmente planificada. Si bien alguna forma de comunismo primitivo existió antes de las prácticas comunistas cristianas institucionalizadas de los tres primeros siglos d.C., ella estaba reservada para pequeñas comunidades de intelectuales de habla griega o para fanáticos religiosos judíos. Lo que hizo único al comunismo cristiano fue su universalismo moral y su orientación no-etnocéntrica. Considerando el impulso igualitario de la temprana ideología comunista cristiana, no debería ser ninguna sorpresa que el principio organizativo central de la economía marxista clásica, "de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad", fuera sacado textualmente de las páginas del Nuevo Testamento.

     El marxismo-leninismo, una ideología criminal del siglo XX que llevó a la muerte a más de 100 millones de individuos por todo el mundo, fue directamente inspirado por las declaraciones éticas del Nuevo Testamento. Ésa es una fuente de gran vergüenza para los religionarios cristianos. En su defensa, los apologistas enfatizan la naturaleza voluntaria de la práctica comunista en el cristianismo temprano. Sin embargo, esa evasión apologética es claramente anacrónica. La libertad definida como la capacidad de elegir en ausencia de coacción externa es una idea únicamente moderna heredada de filosofías del liberalismo post-Ilustración. Esa idea de la libertad afirma la voluntad soberana como obediente a sí misma, pero también reducible a las leyes básicas del libre mercado. Sin embargo, ese entendimiento de la libertad está diametralmente opuesto al que se encuentra en la tradición filosófica griega antigua. En este contexto, no hay ninguna diferencia importante entre acción voluntaria y obligación involuntaria; los individuos no son conceptuados como agentes autónomos con una multitud de opciones para elegir. En vez de ello, la libertad es la capacidad de perseguir el Bien sin impedimento; sólo una voluntad que funciona apropiadamente, en la cual el sujeto ha comprendido totalmente la verdadera esencia de él, puede hacer eso. Hacer el mal va en contra del funcionamiento apropiado de la voluntad; eso no es una expresión de la capacidad individual para la libertad. Nadie rechaza voluntariamente perseguir el Bien; más bien, en ese caso se carece de la suficiente formación moral o del apropiado dominio de sí mismo.

     El cristiano en el mundo antiguo era libre de no adorar o consumir la carne sacrificada a los ídolos; él no era libre de hacer lo contrario porque él ya no perseguía el Bien. Un cristiano que violaba la prohibición contra la idolatría no estaba legítimamente ejerciendo su capacidad para el libre albedrío, aunque la prohibición hubiera sido violada en ausencia de coacción externa. En cambio, tal acción era el resultado de una ignorancia moral o un error. Lo mismo podría ser dicho de la temprana práctica cristiana del comunismo. Ella era sólo "voluntaria" en el sentido de que los cristianos perseguían libremente un resultado moralmente aceptable. Si la libertad es la búsqueda del Bien sin obstrucción, los cristianos estaban moralmente obligados a participar en las prácticas socio-económicas comunistas de la Iglesia, ya que de otro modo ellos no serían considerados justos ante Dios.


LOS ORÍGENES CRISTIANOS
DEL LIBERALISMO Y SOCIALISMO MODERNOS

     Las consecuencias "anticipatorias" de la igualdad espiritual significaron la igualdad social y económica para la Iglesia, lo que condujo al establecimiento del comunismo formal en las primeras comunidades cristianas. Aquello no era sólo filantropía sino un sistema de asistencia social altamente organizado que maximizaba la redistribución de la riqueza. El comunismo cristiano temprano era generalizado y duró siglos, cruzando límites tanto geográficos como etno-culturales. Las prácticas comunistas de la Iglesia pre-Nicea estaban arraigadas en la tradición de Jesús del siglo I. La existencia del comunismo cristiano temprano está bien atestiguada por los "padres"ante-nicenos y paganos contemporáneos.

     Después de que el cristianismo se convirtió en la religión estatal oficial, la Iglesia se hizo cada vez más jerárquica a medida que las funciones eclesiásticas fueron mezclándose con las de la burocracia imperial. Las prácticas socioeconómicas comunistas de la Iglesia temprana fueron abandonadas por los cristianos medievales. Eso fue reemplazado por una visión de la desigualdad como estática, el resultado de una "gran cadena del ser" que clasificaba las cosas desde la más baja a la más alta. La gran cadena fue usada por teólogos para justificar cosmológicamente el orden social rígidamente estratificado que había surgido de las cenizas del antiguo mundo romano. Eso añadió un barniz de legitimidad ideológica al sistema feudal en Europa. En la gran cadena, el vicario de Cristo, el Papa, fue colocado en la cima, seguido de los monarcas europeos, el clero, la nobleza y, al fondo mismo, la clase campesina sin tierras. Aquello implicaba una visión de la igualdad espiritual como "antipática" [antitética]. Tomás de Aquino proporcionó una justificación adicional para la desigualdad de acuerdo a criterios estrictamente teleológicos. En la Summa contra Gentiles, la diversidad y la variedad en la Creación reflejan el armonioso orden establecido por Dios. Si el universo sólo contuviera cosas iguales, sólo una clase de bien existiría y eso quitaría mérito a la belleza y la perfección de la Creación.

     La visión antipática de la igualdad cristiana fue la dominante hasta la Reforma Protestante del siglo XVI. El icónico acto de Martin Lutero —clavar las 95 Tesis a la puerta del castillo Wittenberg en 1517— dio origen a una crisis eclesiástica de autoridad que debía tener enormes repercusiones para el futuro de la historia occidental. El Papa ya no era el representante supremo de Cristo en la Tierra sino un tirano irredimiblemente corrupto, que había llevado impúdicamente a la Iglesia al desierto del olvido espiritual y el error.

     El acceso a obras previamente desconocidas de la ciencia y la filosofía antiguas permitió a un público educado conocer los valores epistemológicos paganos que prepararían el terreno para la Revolución Científica del siglo XVII. El grito humanista "ad fontes!" [(acudir o volver) a las fuentes] fue ansiosamente adoptado por los Reformadores. Eso permitió que ellos socavaran los principios hermenéuticos escolásticos (es decir, la Quadriga[*]) y las doctrinas principales del cristianismo medieval. El redescubrimiento de manuscritos más confiables de la Biblia sirvió como un importante iniciador de la Reforma.

[*] Los cuatro sentidos que había que considerar en la interpretación de textos: literal, alegórico (especialmente al considerar las historias del AT como tipos o figuras del NT), anagógico (la interpretación en relación a la "gloria eterna"), y tropológico o moral (NdelT).

     Los teólogos de la Reforma, armados con métodos textuales y filológicos humanistas, estudiaron el Nuevo Testamentoy a los "padres" pre-Nicea en sus lenguas originales. Eso condujo a un "renacimiento" cristiano, un redescubrimiento del mundo cristiano temprano. Comparados con la floja moralidad y la indiferencia espiritual del clero de la Edad Media tardía, los 4 ó 5 primeros siglos de la Iglesia primitiva parecían una Edad de Oro, una que mantuvo la pureza doctrinal de la ortodoxia cristiana hasta el Papa Gregorio I, sin la carga de las groseras distorsiones de la teología escolástica y la tradición eclesiástica. Las enseñanzas y las prácticas cristianas tempranas, olvidadas durante la Edad Media, se hicieron populares otra vez entre los Protestantes.

     Los Reformadores procuraron recobrar el espíritu del cristianismo primitivo incorporando principios igualitarios y mayoritarios en un ambiente eclesiástico moderno temprano. El pensamiento igualitario fue primero enunciado en la enseñanza de Lutero acerca del sacerdocio universal de todos los creyentes. En contraste con la enseñanza cristiana medieval, que veía al clero como miembros de una aristocracia espiritual, Lutero proclamó a todos los cristianos como igualmente sacerdotes ante Dios, con cada uno teniendo la misma capacidad para predicar y oficiar ante los fieles creyentes. Sobre esa base, Lutero exigió un final al tratamiento diferencial del clero y el laicado bajo el derecho canónico. Él también defendió el principio mayoritario desafiando la prerrogativa eclesiástica romana de designar a los ministros para las congregaciones cristianas. Calvino, el otro gran líder Reformado, reconoció las consecuencias en el mundo real que tendría la igualdad espiritual, pero la abordó desde la perspectiva de la igualdad universal en la depravación total.

     Los Protestantes radicales vieron las políticas igualitarias de las iglesias Reformadas dominantes como fundamentalmente inadecuadas; cualquier realización concreta de la igualdad espiritual cristiana implicaba un renacimiento en gran escala de las prácticas socioeconómicas comunistas de la Iglesia primitiva. Thomas Muntzer, un discípulo temprano de Lutero, es representativo de esa versión igualitaria más radical del Evangelio. En 1525 un grupo de fanáticos religiosos, incluyendo a Muntzer, tomó el control de Muhlhausen en Turingia. Durante su breve gobierno sobre la ciudad, ellos pusieron en práctica el programa de los Once Artículos, un documento revolucionario que pedía la justicia social y la eliminación de la pobreza. Los ídolos fueron destruídos, los monjes fueron expulsados de sus conventos y la propiedad monástica fue confiscada y redistribuída entre los pobres. Desde el púlpito, Muntzer pronunció encendidos sermones ordenándole a su congregación que acabara con el "ídolo" de la propiedad privada si ellos deseaban que el "espíritu de Dios" habitara entre ellos. Siendo antes un líder de la Guerra de los Campesinos en Alemania, él fue capturado en Mayo de 1525 después de que su ejército fue derrotado en Frankenhausen. Él fue torturado y luego ejecutado, pero no antes de que sus captores fueran capaces de extraer la confesión "Omnia sunt communia" [Todas las cosas son comunes]. Si dicha confesión representa las palabras exactas de Muntzer, es polémico; sin embargo, eso refleja exactamente la devoción anti-materialista de Muntzer y la visión de que las enseñanzas del Evangelio debían ser puestas en práctica en su totalidad.

     La Rebelión de Münster de 1534-1535, conducida por Jan Matthys y Johann de Leiden, fue mucho más extrema en su radicalismo. Después de la toma anabaptista de la ciudad, Matthys declaró a Münster el sitio de la Nueva Jerusalén. Católicos y luteranos fueron entonces expulsados de la ciudad, su propiedad confiscada y redistribuída a los pobres "según sus necesidades"por diáconos que habían sido cuidadosamente seleccionados por Matthys. Ellos comenzaron a imponer el comunismo primitivo de la Iglesia temprana sobre los habitantes de la ciudad. El dinero fue abolido; las viviendas personales fueron hechas propiedad pública de todos los creyentes cristianos; la gente fue obligada a cocinar y comer su comida en cocinas y refectorios comunitarios, a imitación de los "banquetes de amor" de los primeros cristianos. Siniestramente, Matthys y Johann incluso ordenaron la incineración masiva de todos los libros, excepto la Biblia. Eso fue para simbolizar una ruptura con el pasado pecador y el comienzo de una nueva Era comunista, como lo fue posteriormente el Año Uno de la Convención Nacional Revolucionaria francesa. En el otoño de 1534 la ciudad de Münster, controlada por los anabaptistas, abolió oficialmente toda la propiedad privada dentro de los límites de la ciudad. Pero la comuna anabaptista no iba a durar mucho tiempo. Después de un sitio larguísimo, los cabecillas anabaptistas, incluyendo a Johann de Leiden, fueron capturados, torturados y luego ejecutados por el obispo de Münster.

     Los Levellers (Niveladores o "Agitadores") y los Diggers (Excavadores o "Verdaderos Niveladores"), activos durante las Guerras Civiles inglesas (1642-1651) y el Protectorado (1653-1659), estaban fuertemente influídos por la enseñanza cristiana primitiva. Los Diggers, fundados por Gerard Winstanley, fueron inspirados por las prácticas socioeconómicas comunistas de los primeros cristianos. Ellos trataron de establecer el comunismo agrario en Inglaterra, pero encontraron resistencia en ese esfuerzo, a menudo violentamente, por parte de agricultores ricos y funcionarios administrativos locales que los echaron como ateos y libertinos. Los más influyentes Levellers, una facción Puritana radical, intentó democratizar completamente Inglaterra introduciendo políticas de tolerancia religiosa y sufragio masculino universal. Su rechazo del arbitrario poder monárquico del rey Carlos I en favor de la democracia igualitaria estaba conformado en último término por las premisas teológicas cristianas. Levellers prominentes como John "Freeborn"Lilburne abogaron por principios igualitarios democráticos basados en su interpretación exegética del Libro del Génesis. Todos los hombres fueron creados iguales, decían ellos, sin que nadie tuviera más poder, dignidad y autoridad que algún otro en el Jardín de Edén. Ya que ningún hombre tenía el derecho de ejercer autoridad sobre otros, sólo la soberanía popular podía servir legítimamente como la base subyacente del gobierno civil. Muchas propuestas de los Levellers, como están escritas en el Agreement of the People, fueron incorporadas en la inglesa Declaración de Derechos (Bill of Rights) de 1689. Ese documento influyó posteriormente en la Declaración de Derechos estadounidense de 1791.

     John Locke fue el fundador del liberalismo moderno, una tradición política empapada del dogma religioso cristiano. Él derivó muchas implicaciones sociales y políticas de la igualdad espiritual cristiana. Su creencia en la igualdad estaba arraigada en la firme convicción de que todos los hombres fueron creados a imagen de Dios, lo que los hacía iguales por naturaleza. Los Padres de la Iglesia y los teólogos medievales habían sostenido durante mucho tiempo que todos los hombres, fueran esclavos o libres, eran "iguales por naturaleza", pero que la desigualdad social entre los hombres era el castigo de Dios por el pecado. John Locke estaba de acuerdo con los autores patrísticos y medievales en la igualdad natural, pero rechazaba su uso del pecado original para justificar la aceptación pasiva de la desigualdad social y económica humana. Al igual que los reformadores Protestantes antes de él, Locke creía que la igualdad espiritual no era simplemente escatológica sino que entrañaba ciertas implicaciones de significación política en el mundo real de gran alcance.

     El argumento de Locke para la igualdad universal se derivaba de una cuidadosa interpretación histórica y exegética de la narrativa bíblica. La creación del Hombre a imagen de Dios tenía enormes ramificacione para la teoría política de él, especialmente en lo que se refería a sus opiniones sobre la naturaleza del gobierno civil y el alcance de su autoridad. De su lectura del Génesis, Locke sostuvo que ningún hombre tenía el derecho de dominar y explotar a otros miembros de la especie humana. El Hombre fue creado por Dios para ejercer el dominio sobre el reino animal. A diferencia de los animales, que son inferiores por naturaleza, no puede haber ningún sometimiento entre los humanos porque su pertenencia a la especie lleva la impronta de un "hacedor omnipotente e infinitamente sabio". Eso significaba que todos los hombres nacen naturalmente libres e independientes. La visión de Locke de la igualdad universal implicaba además la "posesión de las mismas facultades" por todos los hombres. Aunque los hombres diferían en términos de atributos intelectuales generales, todos ellos poseían una capacidad intelectual de bajo nivel que permitía que ellos manipularan ideas abstractas y concluyeran lógicamente la existencia de un ser supremo.

     En opinión de Locke, toda la autoridad del gobierno debe estar basada en el consentimiento del electorado. Ésa era una extensión de su creencia en la igualdad natural de la Humanidad. Cualquier abuso de poder por parte de representantes elegidos, cuando todos los recursos judiciales y políticos para rectificarlo habían sido agotados, debía ser remediado por la revolución armada. Eso restauraría a los hombres a la libertad original que ellos tenían en el Jardín de Edén. Liberarse de la tiranía permitiría que ellos eligieran un gobierno que estuviera más de acuerdo con la voluntad de la gente.

     La teoría de Locke de los derechos naturales estaba basada en nociones bíblicas de una idílica prehistoria en el Jardín de Edén. Al contrario de teóricos monárquicos como Robert Filmer, la organización social más temprana del hombre no era jerárquica sino igualitaria y democrática. Si todos los hombres fueron creados iguales, nadie tenía el derecho de privar a ningún hombre de la vida, la libertad y la propiedad privada. En la filosofía política de Locke, los derechos son esencialmente obligaciones morales con alusiones religiosas cristianas. Si los hombres fueron obligados a renunciar a ciertos derechos naturales ante el gobierno civil, eso fue sólo porque tales derechos eran mejor administrados colectivamente para el bienestar general. Aquellos derechos a los que no podía renunciarse fueron considerados como libertades básicas, como el derecho a la vida y a la propiedad privada.

     Los primeros escritores cristianos modernos imaginaron en detalle cómo sería una sociedad comunista ideal y cómo funcionaría. La literatura comunista temprana surgió dentro de un contexto religioso cristiano. Un ejemplo famoso es la Utopía de Tomás Moro, escrita en 1516, que le debe más a los ideales patrísticos del comunismo y a la práctica igualitaria monástica que a la República de Platón. Otra obra explícitamente comunista es el libro de 1602 La Ciudad del Sol del fraile dominico Tommaso Campanella. Esas obras forman un importante puente entre el comunismo cristiano premoderno y el socialismo "utópico" y "científico" del siglo XIX. Por primera vez en la Historia, esos escritos proporcionaron una crítica a fondo de las condiciones socioeconómicas de la sociedad europea contemporánea, indicando que sólo mediante la implementación de un sistema comunista sería posible realizar totalmente los ideales humanistas del Renacimiento. Ellos fueron más allá de la comunalización de la propiedad dentro de comunidades patriarcales aisladas para visualizar la transformación de unidades políticas en gran escala en organismos económicos unificados. Éstos estarían caracterizados por propiedad social y control democrático. Implícita en esos escritos estaba la suposición de que sólo el poder del Estado podría dar origen a un orden social justo y humanitario.

     El socialismo "utópico" o pre-marxiano fue una importante etapa en el desarrollo de la ideología izquierdista moderna. Sus principales exponentes, Louis Blanc, Étienne Cabet, Charles Fourier, Henri de Saint-Simon y Robert Owen, eran cristianos devotos u hombres profundamente influídos por las enseñanzas socioeconómicas y éticas del cristianismo primitivo. Ellos a menudo veían a Jesús de Nazaret como un gran líder socialista. Ellos típicamente creían que la versión de ellos del comunismo era una realización fiel del mensaje evangélico de Jesús. En la visión pre-marxiana, el comunismo primitivo de la Iglesia cristiana temprana era un ideal para ser adoptado e imitado. Muchos de esos escritores incluso defendieron sus creencias comunistas citando extensamente palabras del Nuevo Testamento.

     Louis Blanc veía a Jesucristo como "el maestro sublime de todos los socialistas" y al socialismo como "el Evangelio en acción". Etienne Cabet, el fundador del movimiento Icariano, comparó al cristianismo verdadero con el comunismo. Si el Icarianismo fue la realización terrenal de la visión de Jesús de un futuro reino de Dios, era imperativo que todos los comunistas "admiren, amen e invoquen a Jesucristo y su doctrina". Charles Fourier, un temprano fundador del socialismo moderno, veía a Jesucristo y a Isaac Newton como las dos figuras más importantes en el desarrollo formativo de su sistema de creencias. Él basó su ideología socialista directamente dentro de la tradición cristiana. Como el único seguidor verdadero de Jesucristo, Fourier fue enviado a la Tierra como el "Consolador" de que habla Juan 14:26, el "Mesías de la Razón" que rehabilitaría a toda la Humanidad de acuerdo a criterios industriales socialistas.

     Henri de Saint-Simon, otro importante fundador del socialismo moderno, creía que el verdadero evangelio de Cristo era uno de humildad e igualdad. Él abogó por un "Nuevo Cristianismo" que comprendería las implicaciones prácticas y económicas del orden mundial justo predicado por Jesús. Saint-Simon fue también un temprano precursor del movimiento del Evangelio Social, que procuró mejorar la patología social mediante la aplicación de principios éticos cristianos. El temprano fundador galés del socialismo moderno, Robert Owen, aunque hostil al cristianismo organizado y a otras religiones establecidas, consideraba su propia versión del socialismo como "verdadero y genuino cristianismo, liberado de los errores que le habían sido añadidos". Sólo por medio de la práctica del socialismo los "inestimables preceptos del Evangelio" serían totalmente realizados en la sociedad industrial contemporánea.

     Los primeros pioneros del socialismo, todos los cuales sostuvieron opiniones socioeconómicas basadas en principios religiosos cristianos, ejercieron una influencia profunda y duradera sobre Marx. Las creencias religiosas neo-cristianas de este último deben ser consideradas como el único verdadero sucesor histórico del cristianismo ortodoxo, en gran parte porque la ideología de él llevó a la implementación de enseñanzas socio-económicas cristianas a una escala hasta entonces inimaginable. Muntzer, los anabaptistas radicales y otros comunistas cristianos son considerados como importantes precursores de los movimientos socialistas modernos de los siglos XIX y XX. Por ejemplo, en la breve monografía de Friedrich Engels La Guerra de los Campesinos en Alemania, Muntzer es inmortalizado como el hombre cuyas creencias religiosas y políticas estaban muy por delante de su tiempo. Él incluso poseía un "equipamiento teórico"mucho más sofisticado que muchos movimientos comunistas de la época de Engels.

     La transformación comunista primitiva del orden socioeconómico bajo el cristianismo está basada en 1) la eliminación de toda diferencia etno-lingüística y socioeconómica entre los hombres (unidad en Cristo), y 2) la igualdad espiritual fundamental de todos los seres humanos ante Dios. Ésa es la imagen de espejo de la moderna transformación comunista del orden socioeconómico bajo la ideología marxista clásica, que está basada en 1) la eliminación de toda distinción de clases entre los hombres, y 2) una fundamental "igualdad" de acceso a un depósito común de productos agrícolas y bienes manufacturados.

     Las numerosas similitudes entre el comunismo cristiano y el marxismo son demasiado asombrosas para ser mera coincidencia. Sin la predominante influencia del cristianismo, la aparición del comunismo y el socialismo modernos habría sido imposible.

     La Reforma Protestante del siglo XVI une el igualitarismo socioeconómico de las primeras comunidades cristianas con el igualitarismo socio-económico del Occidente moderno. Como un movimiento religioso de masas que comenzó en tiempos medievales tardíos, afectó profundamente el curso de la civilización occidental. La Reforma desempeñó un papel instrumental en la formulación y difusión inicial de formas de pensamiento igualitario liberales y socialistas que ahora sirven como las predominantes religiones estatales de las "democracias" occidentales modernas. Sin Lutero y la agitación de masas que siguió después, la igualdad espiritual cristiana habría permanecido como un hecho escatológico sin tener una relación directa con el mundo secular moderno.

     La observación de Spengler de que "La teología cristiana es la abuela del bolchevismo"es una verdad obvia. Todas las formas del comunismo occidental están basadas en la tradición cristiana. Lo mismo se aplica al pensamiento igualitario liberal, que fue también formulado dentro de un entorno religioso cristiano.


KARL MARX, PRINCIPAL INTÉRPRETE
DEL "PROTESTANTE TOMÁS DE AQUINO"

     La ideología marxista no es ni racionalmente explicable ni empíricamente verificable. Eso significa que el marxismo no está sujeto a revisión cuando sus profecías dejan de materializarse, o cuando sus doctrinas cardinales son refutadas; en vez de eso, al igual que el religionario cristiano, el ideólogo marxista está obligado a involucrarse en tediosas apologías para mantener un delgado barniz de respetabilidad ideológica. A pesar de afirmaciones de ser "científico", el marxismo requiere una rígida ortodoxia doctrinal que exige la excomunión de herejes que se desvían del credo establecido. El marxismo es, de hecho, un culto religioso neo-cristiano con sus propios profetas, salvadores, libros santos, días santos, y lugares santos, así como rituales sagrados y música devocional.

     El marxismo comparte las mismas doctrinas básicas que el cristianismo, aunque con una vestimenta materialista. El Jardín de Edén encuentra su contraparte marxista en la organización social igualitaria que precede a la aparición de la civilización. La Caída desde el paraíso ocurre con la desobediencia de Adán y Eva; en la cosmovisión marxista, la Caída ocurre con la introducción de la división del trabajo. En el cristianismo, está el diablo; en el marxismo, el malvado es el capitalista. El materialismo histórico de Marx es simplemente el marco escatológico de la ortodoxia cristiana en forma secularizada. En el cristianismo, Dios trabaja a través de la Historia para redimir a los elegidos. Eso conduce a un enfrentamiento apocalíptico entre las fuerzas del bien y el mal, el reinado milenario de Cristo, y al reestablecimiento de las condiciones utópicas en la Tierra. La misma visión teleológica de la Historia es encontrada en la ideología marxista. Las contradicciones internas dentro del flujo de capital se resuelven a favor de la liberación de los proletarios de la explotación capitalista. La continua valorización y concentración de recursos financieros en las manos de los capitalistas, combinado con el empobrecimiento del proletariado, generan condiciones apocalípticas o "revolución". Eso conduce al derrocamiento de los capitalistas, la captura de los medios de producción, la dictadura del proletariado, y, finalmente, al establecimiento del paraíso comunista al final de la Historia.

     La visión de Marx de la Historia está tan profundamente arraigada en el cristianismo que su filosofía sería más exactamente clasificada como una rama del protestantismo liberal. Eso situaría a Marx dentro de una tradición teológica cristiana que comienza con el judío Saúl de Tarso. Incluso el ateísmo de Marx no lo excluye de la tradición cristiana; la dialéctica en la filosofía de la Historia de Marx posee la misma función que la divinidad ternaria del cristianismo; ambos son agentes abstractos cuyo objetivo es llevar el plan de salvación de la Historia a su consumación final en un conflicto apocalíptico, llevando a toda la Humanidad de regreso a una imaginada Edad de Oro que una vez existió en el pasado remoto. Marx, tal como los cristianos primitivos y sus herederos Reformados, lleva la visión anticipatoria de la igualdad espiritual humana a su conclusión lógica final.

     ¿De dónde adquiere el marxismo su carácter como una versión secularizada del Evangelio cristiano? El método filosófico del materialismo dialéctico, la piedra angular sobre la cual el edificio entero del socialismo "científico" fue construído, se deriva del uso que hizo Hegel de la dialéctica en su obra La Fenomenología del Espíritu. Hegel, llamado "el Tomás de Aquino Protestante" debido a su sistematización y unificación de una amplia variedad de temas en filosofía y teología cristiana, primero concibió la dialéctica en sus escritos teológicos tempranos. De acuerdo a la evidencia filológica e histórica, Hegel, después de haber pasado años sumergiéndose en las Cartas de Pablo cuando era un seminarista Protestante, se apropió del término Aufhebung [Anulación] del comentario de Lutero a la Carta a los Romanos. Ésa era la traducción de Lutero del término mesiánico katargesis[= abolición, destrucción] que aparece en las epístolas de Pablo. Hegel hizo de ese término el eje fundamental de su dialéctica porque el uso de Lutero de la palabra Aufhebung tenía el doble sentido de supresión y conservación, tal como su equivalente katargesis en griego koiné.

     De mayor significación es el uso de Hegel de la teología trinitaria Protestante para elucidar la estructura subyacente de la realidad objetiva. Para Hegel, el Absoluto es la totalidad completa de todo lo existente; si eso es considerado como una unidad, el Absoluto es Dios, o la auto-conciencia del universo. El mundo de los sentidos y la experiencia es necesariamente triádico porque, al igual que la Mente Absoluta, refleja la estructura trinitaria de la divinidad cristiana. Eso hace de todo lo que está en el universo conocido algo abierto a la explicación racional. El "misterio" no tiene lugar en la versión de Hegel de la teología Protestante porque la fe ha sido reemplazada por el conocimiento.

     El sistema lógico de Hegel está dividido en tres partes, cada una correspondiente a las tres personas de la Trinidad: I. Lógica, II. Naturaleza, III. Espíritu. Éstas están cada una subdividida en tres categorías más, etcétera, reflejando la creencia de Hegel de que cualquier sistematización del conocimiento filosófico y teológico debe reflejar fielmente la subyacente estructura triádica de la realidad objetiva para conseguir algún grado de coherencia racional. Incluso el método dialéctico de Hegel, la piedra angular de su filosofía, es triádica en su estructura. La dialéctica tiene tres"momentos": (1) un momento de fijeza, (2) un momento dialéctico o negativamente racional, y (3) un momento especulativo o positivamente racional.

     En la tríada dialéctica de Hegel, un concepto fijo (primer momento) se hace inestable debido a un carácter unilateral o restrictivo (segundo momento). En el proceso de negación (sublation o Aufhebung), el concepto del primer momento es superado y conservado, pero una inestabilidad inherente dentro del concepto conduce a la creación de su opuesto directo. En el tercer momento, una unidad racional más alta surge de la negación de la negación original. La visión teleológica de Hegel del proceso histórico se despliega según este proceso dialéctico de tres etapas de contradicción, negación (sublation) y unidad de los opuestos.

     Este sistema no es de ningún modo estrictamente determinista; en la visión de Hegel de la Historia, el Diostrinitario es revelado como trascendente en la relación dinámica entre necesidad histórica y contingencia, la que subsiste como la unidad central en un plano racional más alto de existencia. Sin ese ingrediente crucial de la contingencia, el telos [fin, objetivo] de la Historia permanecería fuera del alcance de la Humanidad, frustrando el plan divino de un Diostrinitario que se revela por medio de la lógica de la dialéctica histórica. El telos Hegeliano es la auto-realización universal de la libertad mediante el desarrollo histórico de la conciencia de lo divino que tiene el Hombre, alcanzando su etapa más alta de realización en la eliminación de todos los "misterios" cristianos por medio del completo auto-conocimiento racional de Dios. Considerando el papel de la libertad en esta visión dialéctica de la Historia, el significado fundamental de la Reforma Protestante para Hegel es fácilmente entendido. La icónica enunciación de Lutero de la doctrina del sacerdocio universal, combinado con su rechazo de la autoridad eclesiástica medieval, significó que la libertad estaba en el umbral de conseguir la materialización plena dentro del proceso histórico como un fenómeno universal, llevándonos más adelante hacia el telos de la Historia en tiempos modernos.

     Tal como la visión lineal de la Historia que presenta Agustín en La Ciudad de Dios, la visión de Hegel es también fundamentalmente cristiana, permeada por los elementos escatológicos y soteriológicos de la ortodoxia Protestante. El milagro central del cristianismo, la Encarnación o el Logos hecho carne, es reflejado posteriormente en el despliegue de la dialéctica histórica. La superación dialéctica de la particularidad y la universalidad, finita e infinita al final de la Historia, cuando el hombre consigue el auto-conocimiento racional de lo absoluto, es modelada en base a la Encarnación, o la superación dialéctica de la oposición entre Dios y hombre. La auto-manifestación de Diosen el proceso histórico hace del Hombre un co-agente en el plan divino de la redención post-histórica. Eso ocurre a pesar de la alienación y alejamiento del Hombre con respecto a Dios. La "infeliz conciencia", anhelando a Dios, finalmente se hace consciente de su co-agente individual en el plan de Dios de la salvación universal y consigue la liberación desde la desesperación. Ese llegar a comprender, que es realmente colectivo, inaugura el final de la Historia asegurando la salvación del hombre por el establecimiento del reino de Dios en la Tierra.

     Para Marx la dialéctica hegeliana sufría de una contradicción interna. La lógica de la dialéctica presentaba la Historia humana como un proceso evolutivo, uno de constante movimiento y cambio, sin forma final y absoluta. Sin embargo, paradójicamente, las leyes de la dialéctica que estructuraban el desarrollo histórico dentro del sistema idealista de Hegel eran absolutas en un sistema que era en sí mismo final y absoluto. ¿Cómo debía ser resuelta esa contradicción? "Con [Hegel]", escribió Marx en Das Kapital, "[la dialéctica] está de cabeza. Debe ser invertida, a fin de descubrir el núcleo racional dentro de la cáscara mística". La inversión del idealismo especulativo de Hegel resuelve esa contradicción interna rehaciendo la lógica de la evolución como un proceso sin límites determinados.

     La dialéctica materialista reemplaza el marco idealista teleológico y conceptual del sistema de Hegel con una forma evolutiva de desarrollo humano social y biológico. Nada es absoluto en el sistema de Marx, excepto la necesidad de una continua progresión dialéctica mediante la contradicción y la unidad de los opuestos. Si todo ser substancial es relativo y transitorio, por lo tanto las leyes de la dialéctica sólo le pueden ser aplicadas a él en una manera relativa. Si la evolución es un proceso continuo y sin límites determinados, ninguna resolución idealista de sus contradicciones materiales objetivas es posible sin convertirlas en fetiches como parte de algún sistema herméticamente cerrado y sellado. Así, la inversión hecha por Marx de la dialéctica la rescató del marco idealista cristiano absoluto de Hegel, dándole un fundamento completamente natural y antropológico dentro de un marco materialista evolutivo. Con una dialéctica materializada, Marx fue capaz de formular una metodología filosófica que podía analizar las relaciones económicas capitalistas desde una perspectiva científica.

     La conceptualización escatológica de la Historia como lineal y a la vez teleológica es una "contribución"únicamente judeo-cristiana a la cultura occidental. Ella reemplazó a la más temprana visión griega de la Historia como un proceso cíclico. Hegel tradujo el marco escatológico de la teología Protestante luterana a un sistema filosófico bien organizado. Las leyes de la dialéctica eran simplemente contradicciones dentro de la narrativa cristiana de la redención. La teoría marxista del materialismo histórico asimiló ese marco escatológico cristiano, en una forma "desmitificada" y racional, precisamente porque su metodología filosófica incorporó la dialéctica de Hegel como la fuerza motriz del desarrollo histórico. Así, tenemos el comunismo primitivo en vez del Jardín de Edén, opresores capitalistas en vez del diablo, auto-alienación del hombre en vez de los efectos del pecado original, una sociedad sin clases en vez del reino de Dios, etcétera. En la secularizada teología Protestante de Marx, la evolución histórica se desarrolla mediante el conflicto de clases, lo que conduce a la emancipación del proletariado y al paraíso comunista. En Hegel, el hombre consigue el auto-conocimiento racional de Dios, mientras que para Marx, el hombre consigue el auto-conocimiento racional de sí mismo al final de la Historia, que es realmente el comienzo de la "verdadera" Historia del hombre según el plan marxista de la salvación.

     La filosofía de Marx, cuando se la despoja de todos los elementos socio-económicos, es la dimensión trinitaria y cristológica del racionalismo Protestante especulativo de Hegel en forma materialista. El marco escatológico y soteriológico del cristianismo ortodoxo permanece intacto, aunque secularizado e invertido. Como todo buen Protestante, Marx reconoció la influencia de la Reforma sobre sus propias ideas, remontando su genealogía revolucionaria, pasando por Hegel, hasta el monje renegado Lutero. La diseminación global del marxismo ha revelado a Karl Marx como uno de los teólogos cristianos más influyentes después de Pablo. Este neo-cristianismo es potencialmente aún más destructivo que el cristianismo patrístico que infectó y casi exterminó a la civilización occidental de la Antigüedad. El marxismo económico ha matado a aproximadamente 100 millones de personas en el siglo XX; si la tendencia continúa, el marxismo cultural conducirá a la extinción civilizacional y cultural de Occidente.


¿LA FUERZA MÁS DESTRUCTIVA EN LA HISTORIA EUROPEA?
¿LA RELIGIÓN MÁS PELIGROSA DEL MUNDO?

     Entre las grandes religiones, sólo el cristianismo contiene dentro de su armazón una capacidad ilimitada para la autodestrucción. El nihilismo está en el núcleo del Evangelio cristiano; en su forma pura, dicha religión exige la renuncia total a todo apego mundano para mayor gloria del reino de Dios. El cristianismo es la negación de la vida porque pone objetivos que, cuando se alcanzan, conducen a la aniquilación del individuo. En lo que se refiere a la supervivencia occidental, eso sólo puede significar una cosa: colapso civilizacional y suicidio étnico. Eso es exactamente lo que sucedió durante la Época Oscura, cuando los cristianos estaban en el apogeo de su poder e influencia en Europa. Esa decadencia fue revertida por valerosos intelectuales que habían descubierto de nuevo las glorias de las civilizaciones antiguas, usando ese logro pasado como la base para nuevos logros y descubrimientos.

     El cristianismo es una religión peligrosa; maximiza la supervivencia y reproducción de los genéticamente incapaces a costa de los miembros más productivos de la sociedad, y promueve la invasión masiva de Occidente por extranjeros de baja calidad genética, sobre todo del Tercer Mundo. Bajando el CI colectivo, el cristianismo ha acelerado la decadencia civilizacional occidental. El neo-cristianismo, en la forma de liberalismo y marxismo cultural, ha heredado la alta estimación ortodoxa cristiana por la Lebensunwerten Leben (la vida indigna de la vida). Los cristianos y los neo-cristianos han proporcionado incluso los medios económicos y políticos necesarios, es decir, estatismo de bienestar y derechos humanos, para asegurar que los genéticamente incapaces críen grandes números de descendientes en cada generación que pasa. Eso ha creado una "idiocracia", una que amenaza la sostenibilidad de todas las instituciones occidentales. Con cada año que pasa, una carga fiscal enorme es impuesta al Estado para el apoyo y el mantenimiento diario de esa creciente clase de dependientes.

     La creencia cristiana en la santidad o el valor intrínseco de toda vida humana significa que dicha religión es mejor considerada como una fuerza intrínsecamente anti-eugenésica. Ese odio cristiano contra el mejoramiento de la raza se ha manifestado durante toda la historia europea. El monacato y el sacerdocio cristiano, que sacó a los hombres más dotados de Europa de la reserva genética, ayudó a prolongar la Época Oscura en cientos de años. La oposición cristiana a la eugenesia puede ser también impulsada por un reconocimiento de que la creencia religiosa está correlacionada con la inferioridad genética. La correlación negativa entre inteligencia y religiosidad ha sido conocida desde mediados de los años '20. Las conclusiones recientes incluyen un estudio de 2009 que revela que los ateos tienen en promedio 6 puntos más en su CI que los creyentes religiosos. Eso más que excede el umbral para una significación estadística. El estudio además exploró la relación entre CI nacional e incredulidad en Dios, encontrando una correlación de 0,60. Esa correlación negativa, replicada a través de múltiples estudios, es la razón principal de por qué el cristianismo ha experimentado un crecimiento tan explosivo en las regiones subdesarrolladas de África y América Latina. En este contexto, la oposición cristiana a la eugenesia es una maniobra defensiva. Una población más desarrollada biológicamente abandonaría el cristianismo por un sistema de creencias más racional. Eso dejaría en bancarrota a la religión cristiana al vaciar los cofres de la Iglesia y al obligar a su clero a encontrar una fuente alternativa de empleo.

     El cristianismo es una amenaza para la paz y la seguridad global. Eso hace de él la religión más peligrosa del mundo. La Iglesia Católica, la denominación cristiana más grande en el mundo con casi 1.300 millones de miembros, está opuesta al aborto y a todas las otras formas de anticoncepción. Los Protestantes están también contra el aborto, aunque muchos apoyan la anti-concepción voluntaria. Los neo-cristianos, entre los que se incluyen los liberales modernos y los marxistas culturales, aunque no están opuestos a la libre disponibilidad del aborto y a la anti-concepción en Occidente, están opuestos a la estabilización y reducción demográfica en países del Tercer Mundo.

     Aunque la investigación moderna haya demostrado la existencia de una significativa correlación positiva entre ayuda externa y fertilidad, las organizaciones cristianas siguen enviando activamente ayuda a países del Tercer Mundo. El continuo flujo de dinero desde el Norte global al Sur global ha conducido a un explosivo crecimiento demográfico en las regiones en vías de desarrollo del mundo. Ese problema es más agudo en África, donde la situación demográfica ha sido considerablemente exacerbada por la ayuda externa de los gobiernos liberales e instituciones benéficas cristianas de los países desarrollados. La población aumenta gracias a una corriente continua de donaciones caritativas, que coloca un gran esfuerzo en recursos disponibles cuando la capacidad de sustentabilidad local de la tierra es excedida. La competencia por recursos escasos se intensifica, trayendo como consecuencia violentos conflictos; las hambrunas en gran escala ocurren con creciente frecuencia y severidad. La desestabilización de regiones enteras conduce a incrementar el número de africanos que desesperadamente tratan de escapar de condiciones que empeoran en sus propios países, acelerando la destrucción de la civilización occidental mediante la bomba de tiempo demográfica de la migración del Tercer Mundo. Después de que el Occidente haya sido completamente destruído por violentas hordas de inmigrantes, las poblaciones que una vez sobrevivieron gracias a la caridad cristiana y ayuda externa volverán a condiciones de nivel de subsistencia después de la catástrofe Maltusiana. Eso tiene como resultado la generalizada despoblación de África al Sur del desierto del Sahara.

     Tal como el cristianismo patrístico que una vez amenazó al mundo de la Antigüedad clásica, el "neo-cristianismo" del liberalismo de asistencia social y del marxismo cultural amenaza con causar la destrucción completa de la civilización occidental moderna. Doctrinas políticas como igualdad y derechos humanos, forjadas dentro de un contexto teológico cristiano, son usadas ahora como instrumentos para el desposeimiento de los europeos en sus propias patrias. El neo-cristianismo no sólo es representado por la ideología liberal e izquierdista, sino que es también un elemento intrínseco de la enseñanza cristiana moderna que ha descubierto de nuevo sus raíces cristianas primitivas. Todas las Iglesias cristianas, tanto la Protestante como la Católica, apoyan el igualitarismo racial; ellas promueven activamente el etnocidio de Occidente por medio de la inmigración masiva e indiscriminada desde el Tercer Mundo. Este neo-cristianismo resurgente gana fuerza con cada década que pasa. Sólo el tiempo dirá si la re-creación neo-cristiana del reino de Dios en la Tierra es exitosa, pero el pronóstico actual para la civilización occidental sigue siendo sombrío.

     La religión estatal multiculturalista fue puesta en práctica durante la revolución cultural de los años '60. Revertir eso por supuesto no es posible en esta actual atmósfera de corrección política aprobada por el Estado. Si los regímenes liberales e izquierdistas de Occidente mantienen su control sobre el poder, las condiciones distópicas que ellos han diseñado socialmente seguirán sin interrupción en el futuro previsible. La naturaleza totalitaria de la ideología multicultural es reforzada adicionalmente por el sistemático lavado de cerebro de las poblaciones occidentales y por el control por parte de la élite judía de la política, los medios de comunicación, todas las principales instituciones financieras y el mundo académico.

     La civilización europea está en peligro de ser permanentemente eclipsada por el espectro de la influencia neo-cristiana, que cuelga sobre el continente como la espada de Damocles. Siempre tendremos la Biblia y la Iglesia, pero el progreso científico y tecnológico occidental no estará con nosotros para siempre. Es obvio que el cristianismo no ofrece nada sino interminable miseria y sufrimiento para el hombre occidental. A menos que los vestigios restantes del cristianismo en Europa sean extinguidos sin que quede rastro, la civilización europea se encontrará sumergida en una edad oscura más duradera y calamitosa que la que sumergió a Europa después de la cristianización del Occidente de habla latina en el siglo IV.

     Por primera vez en la Historia, el hombre occidental debe elegir entre el cristianismo o la supervivencia de su propia civilización. Sólo podemos esperar que él elija sabiamente a medida que la "hora de la decisión" se aproxima rápidamente.


La Apologética Cristiana de Kevin MacDonald

     Las descripciones socio-biológicas del patológico altruísmo occidental están basadas en inferencias no apoyadas por la evidencia empírica disponible. Por ejemplo, si el individualismo de las sociedades europeas es el resultado de la adaptación evolutiva bajo condiciones ecológicamente adversas, una tendencia similar debería ser encontrada entre otros grupos etno-raciales que evolucionaron en el mismo medioambiente. Sin embargo, los europeos del Este y los asiáticos del Noreste evolucionaron en la misma región euroasiática del Norte y circumpolar, pero siguen siendo fuertemente etnocéntricos y colectivistas.

     Aquellos que argumentan a favor de una base genética europea para el altruísmo patológico afrontan otro problema serio: durante miles de años de Historia registrada, no hay un solo caso de comportamiento colectivamente suicida entre europeos hasta la cristianización de Roma en el siglo IV. Por qué eso es así requiere la siguiente explicación.

     Las antiguas normas éticas divergían considerablemente de las modernas. La compasión era condenada como un vicio; la clemencia era despreciada como un defecto del carácter. La misericordia era vista como la antítesis de la justicia porque nadie merecía la ayuda que no había sido ganada. Típicamente se esperaba que el hombre racional fuera insensible hacia los sufrimientos de los menos afortunados. Su formación filosófica en las academias le había mostrado que la compasión era un comportamiento irracional e impulsivo cuyo antídoto apropiado era el dominio de sí mismo y la estoica calma ante la adversidad. En el mundo romano, la clementia estaba reservada exclusivamente para el vencido en batalla o el demandado culpable en un proceso judicial. Los débiles y económicamente desfavorecidos estaban bajo desprecio.

     La vida en el mundo antiguo era muy brutal de acuerdo a los estándares occidentales modernos. Los castigos impartidos a los criminales —ceguera, quema con carbones, marcas con hierros calientes y mutilación— eran sumamente crueles e inusuales. El entretenimiento público se destacaba por su brutalidad. Arañazos, mordeduras, extracción de ojos y golpes en los genitales de un oponente eran aceptados como maniobras tácticas legítimas para boxeadores y luchadores por igual. En la naumaquia, ejércitos de presidiarios y prisioneros de guerra eran obligados a luchar unos contra otros hasta la muerte en buques navales en lagos artificiales. El combate gladiatorio permaneció enormemente popular durante siglos, hasta que el monje Telémaco trató de separar a dos gladiadores durante una lucha en el coliseo romano. Él fue prontamente muerto a pedradas por la muchedumbre por sus esfuerzos. La esclavitud no era considerada como un tema en el mundo antiguo. Aristóteles racionalizó esa institución dividiendo a los hombres en dos clases: aquellos de naturaleza libre, y por lo tanto capaces de asumir las responsabilidades de la ciudadanía, y aquellos que eran esclavos por naturaleza. Un esclavo era definido como una propiedad personal que carecía de la capacidad de razonar. Eso significaba que él podía ser sexualmente explotado, azotado, torturado y muerto por su amo sin temor a una represalia legal.

     El racismo, o más exactamente el "proto-racismo", era más extendido y más aceptado en el mundo antiguo que en nuestras modernas "democracias" occidentales políticamente correctas. Como lo revela el examen en profundidad de fuentes literarias clásicas, los griegos eran típicamente etnocéntricos y xenófobos. Ellos eran dados a frecuentes generalizaciones, a menudo negativas, sobre etnicidades rivales. Los griegos de manera casual y abiertamente discriminaban contra extranjeros en base a prejuicios proto-raciales profundamente arraigados. El intermatrimonio etno-racial, incluso entre grupos étnicos y tribales griegos estrechamente relacionados, era universalmente despreciado. Era considerado incluso como una causa primordial de la degeneración física y mental. La ausencia de términos como "racismo", "discriminación" y "prejuicio" en el mundo antiguo revela que las actitudes proto-racistas no eran generalmente condenadas ni vistas como patológicas.

     La superioridad intelectual y biológica griega fue determinada por su posición geográfica intermedia entre perezosos y estúpidos europeos del Norte y afeminados asiáticos amantes del placer. Los griegos fueron los mejores de los hombres porque ellos habían sido expuestos al clima correcto y ocuparon el suelo correcto. Los griegos miraban hacia abajo a los extranjeros, peyorativamente referiéndose a ellos como "bárbaros". Esa palabra era una onomatopeya derivada de burlas helénicas del ininteligible lenguaje extranjero. Los bárbaros eran vistos como los inferiores naturales de los pueblos civilizados de la cuenca del Mediterráneo. El prejuicio no sólo estaba dirigido a los extranjeros. Una significativa rivalidad inter-étnica existía también entre los mismos griegos, como lo demuestra la historia de las Guerras Peloponésicas. Los patriotas griegos despreciaban a sus conquistadores romanos, incluso refiriéndose a ellos desdeñosamente como bárbaros. Después de la conquista de Macedonia, los romanos adoptaron los prejuicios de sus súbditos griegos como propios.

     ¿Cómo explican eso las descripciones socio-biológicas contemporáneas del patológico altruísmo occidental?

     Se ha alegado que el altruísmo patológico ha sido siempre un defecto profundamente arraigado del carácter europeo. El comunismo pitagórico del siglo V a.C. es frecuentemente mencionado como evidencia corroboradora, pero esas prácticas estaban reservadas para la élite intelectual. Más o menos lo mismo podría ser dicho del cosmopolitismo estoico, que no tiene ninguna semejanza con el desarraigado cosmopolitismo del Occidente moderno. En la variante griega, el intelectual gana la ciudadanía del mundo viviendo de acuerdo con la ley cósmica de la razón universal; en la variante romana, la cosmópolis es identificada con la patria romana.

     El Imperio helenístico de Alejandro Magno creen algunos que fue establecido sobre un fundamento moralmente universalista. Esas acusaciones tienen su base en las amplificaciones retóricas y los adornos literarios de los cronistas que escribieron mucho después de las proezas de Alejandro. La expansión de la esfera griega de influencia en Asia fue idealizada por algunos como que implicaba un nuevo orden mundial basado en una imaginada hermandad del Hombre. Eso es contradicho por el registro histórico. En realidad, Alejandro y sus generales promovieron una política de segregación residencial de acuerdo a criterios etno-raciales en los territorios conquistados, con los colonos griegos en un lado y los nativos en el otro. En la visión griega, los egipcios helenizados, los israelitas, los sirios y los babilónicos eran extranjeros raciales que habían asimilado con éxito la cultura griega; claramente entonces, la helenización cultural y lingüística no era bastante para hacer de alguien un "griego".

     El linaje ancestral era un importante componente de la identidad griega antigua. Heródoto observó que los griegos se veían a sí mismos como una comunidad "de una sangre y de una lengua". La extensión que hizo el Emperador Caracalla de la franquicia a romanos de provincia en 212 d.C. no fue un acto de universalismo en sí sino que ocurrió después de siglos de romanización. Fue hecha para objetivos de impuestos y reclutamiento militar. Esa legislación imperial, conocida como la Constitución Antonina, no abolió la distinción étnica entre los ciudadanos romanos.

     La convencional explicación socio-biológica del profesor MacDonald y otros es contradicha por la omnipresente brutalidad y el colectivismo etno-racial de las sociedades antiguas. Considerando el papel del cristianismo como un agente de la decadencia occidental, ninguna explicación será totalmente adecuada hasta que esto sea finalmente reconocido y tenido en cuenta. MacDonald en un breve ensayo (Christianity and the Ethnic Suicide of the West) ignora, para su propio perjucio, ese importante obstáculo, sosteniendo que desde una perspectiva histórica occidental, el cristianismo fue una influencia relativamente benigna. A pesar de la eminencia de MacDonald como una autoridad en los movimientos intelectuales y políticos judíos del siglo XX, su defensa del cristianismo revela una comprensión superficial de la Historia, la teoría política contemporánea y la teología cristiana.

     MacDonald blanquea al cristianismo en todas partes, negando que dicha religión haya sido alguna vez "una causa primordial de la decadencia occidental". Él observa que el cristianismo fue la religión de Occidente durante la época de exploración y colonización europea, pero ni una vez él menciona que el cristianismo era una fuerza gastada a finales de la Edad Media, que había experimentado una decadencia seria e irreversible en poder e influencia. MacDonald no menciona que después del año 1400 la cristiandad ya no estaba unificada porque la legitimidad de la autoridad eclesiástica medieval había sido destruída, primero, por el redescubrimiento de la ciencia y la filosofía clásicas, que sacudieron la cosmovisión cristiana hasta sus mismos fundamentos, y segundo, por la Reforma Protestante, que redujo al Papa al status de una mera figura decorativa.

     Aquello puso el escenario para la diseminación a gran escala del ateísmo y el agnosticismo en el siglo XX. La invención de la imprenta por Gútemberg, combinada con la difusión de la alfabetización de masas, prácticamente aseguró que la Iglesia cristiana nunca controlaría otra vez la vida intelectual europea. Si la Iglesia de la Edad Media tardía hubiera retenido la misma autoridad eclesiástica y política que tenía bajo el Papa Inocencio III (1198-1216), la colonización y exploración europea del globo habría sido prácticamente inconcebible. Por esos motivos, es más históricamente exacto situar la expansión territorial europea dentro del contexto de valores epistemológicos paganos resurgentes, es decir, la racionalidad empírica, la curiosidad intelectual y la búsqueda del progreso científico por su propio bien, durante el Renacimiento y la Revolución Científica.

     Se ha argumentado que la decadencia de Occidente ocurrió simultáneamente con la decadencia del cristianismo como una fe establecida, pero eso es incorrecto. El Renacimiento y la Revolución Científica, así como la exploración y colonización que ocurrió junto con ello, sólo fueron posibles debido al colapso de la autoridad eclesiástica en el período medieval tardío. Eso erosionó el control cristiano sobre la difusión del conocimiento, sustituyendo la credulidad por los valores epistemológicos paganos de la Antigüedad clásica. La reciente decadencia del Occidente moderno que comenzó en los años '60 ha ocurrido en simultaneidad con la creciente influencia de una ética neo-cristiana en la esfera pública, del mismo modo que la decadencia del mundo antiguo co-ocurrió con el triunfo del cristianismo sobre las fuerzas del paganismo.

     MacDonald observa que los cristianos no siempre han sido en la práctica universalistas morales consecuentes, pero ésa es una conclusión ilógica. Los marxistas no siempre han sido sistemáticamente anti-racistas o multiculturalistas, considerando el rabioso anti-judaísmo de Stalin, la agresiva política de rusificación nacional, y la deportación de poblaciones étnicas enteras a Siberia, pero eso no cambia el hecho de que el anti-racismo y el multiculturalismo son rasgos característicos de la ortodoxia marxista. ¿Desde cuándo las prácticas inconsecuentes de unos pocos individuos alguna vez han mitigado o excusado la naturaleza destructiva de una ideología que está completamente en desacuerdo con la realidad biológica de la naturaleza humana? Del mismo modo, la ilógica conclusión de MacDonald no afecta a la importancia central de la igualdad espiritual en el sistema de creencias cristiano. Históricamente, los cristianos estuvieron divididos en cuanto a si la igualdad espiritual entrañaba ciertas implicaciones en el mundo real o si era de significación puramente escatológica.

     Esa argumentación irremediablemente confusa gira alrededor de una nebulosa definición del cristianismo "tradicional", un término a veces aludido o directamente mencionado en todas partes. Si el cristianismo tradicional es supuestamente bueno para los europeos, ¿cómo puede ser universalista y etnocéntrico al mismo tiempo, como en el caso de los estadounidenses abolicionistas y dueños de esclavos?; ¿o es acaso el cristianismo tradicional cualquier forma de cristianismo que MacDonald encuentra aceptable? Si éste es el caso, ¿cuál es el punto que él trata de justificar aquí? MacDonald menciona que los escritores patrísticos frecuentemente criticaban a la Judería por estar obsesionada con la ascendencia biológica. Eso los ponía en desacuerdo con la ideología multicultural y multi-étnica de la religión cristiana. ¿Pero cómo pueden los escritores patrísticos, quienes sistemáticamente formularon la ortodoxia dogmática oficial de la Iglesia, no ser representativos del cristianismo "tradicional"? Paradójicamente, MacDonald reconoce el origen antiguo de las propensiones de la Iglesia a mezclar las razas. Si él cree que los escritores patrísticos fueron corrompidos por principios igualitarios en una fecha muy temprana, él debería al menos proporcionar las pruebas de la subversión teológica.

     Según MacDonald, la Izquierda secular, que inició la revolución cultural de los años '60, no es cristiana en su inspiración. Esa declaración está notoriamente equivocada, y revela una profunda ignorancia de las filosofías del liberalismo y el marxismo, sobre todo en términos de su desarrollo histórico. Esos sistemas de creencias se originaron en un contexto teológico cristiano. Las ideas principales del liberalismo —derechos humanos e igualdad— tienen su génesis en la cuidadodsa exégesis bíblica de los teóricos políticos cristianos de los siglos XVII y XVIII. El marxismo está profundamente arraigado en el suelo fértil de la tradición cristiana, especialmente en el racionalismo Protestante especulativo de Hegel. Y también saca una inspiración adicional de los principios teológicos Reformados de Lutero y de las prácticas socio-económicas comunistas de la Iglesia cristiana primitiva.

     La hostilidad entre la Izquierda secular y el cristianismo "tradicional" es enfatizada por él para demostrar posteriormente los orígenes no-cristianos del patológico altruísmo occidental. Sin embargo, su observación es completamente irrelevante, ya que tanto el cristianismo tradicional como el secular son esencialmente denominaciones rivales dentro de la misma tradición religiosa cristiana. La mutua hostilidad que existe entre los dos es algo que debe ser esperado. Además, es temerario sostener que el cristianismo tradicional o de la línea principal ha sido corrompido por la Izquierda secular; considerando los orígenes del liberalismo y del marxismo en la teología cristiana y la exégesis bíblica, es más exacto decir que el cristianismo tradicional ha permitido ser corrompido por sus propios paradigmas morales después de llevarlos a su conclusión lógica. La base teológica cristiana del igualitarismo social y biológico es simplemente el redescubrimiento y aplicación de las enseñanzas éticas originales de Jesús y la Iglesia primitiva.

     MacDonald dice que "el zeitgeist contemporáneo de la Izquierda fundamentalmente no es cristiano". Él deja de comprender que las ideas liberales e izquierdistas detrás de la inmigración desde el Tercer Mundo y del multiculturalismo aprobado por el Estado tienen profundas raíces en la tradición cristiana. Hay un común malentendido, sin duda propagado por apologistas cristianos, de que hay que abrazar las afirmaciones sobrenaturales del dogma religioso cristiano para ser considerado un cristiano. Esa opinión no es apoyada por la erudición contemporánea. Por ejemplo, los Unitarios rechazan la ortodoxia cristiana tradicional, pero permanecen tranquilamente dentro del rebaño cristiano. El neo-cristianismo, como el Unitarismo, es una religión completamente desmitologizada, correctamente definida como la aplicación de mandatos éticos derivados del Nuevo Testamento al manejo de las relaciones sociales y económicas contemporáneas. Según esta definición, liberales y marxistas no son menos cristianos que los típicos evangélicos que caen en éxtasis en sus reuniones.

     Si el cristianismo es en último término responsable de la destrucción de la civilización occidental, pregunta MacDonald, ¿por qué los cristianos del Medio Oriente no están destruyendo sus propias sociedades impulsando agresivamente la misma agenda universalista y etno-masoquista? En este caso, la comparación es históricamente defectuosa. La conquista islámica medieval del África del Norte bizantina y el Oriente Próximo prácticamente garantizó que el cristianismo del Medio Oriente siguiera una trayectoria socio-histórica que se diferenciaría considerablemente de la seguida por el cristianismo latino. Hasta muy recientemente, los cristianos del Medio Oriente habitaban un mundo medieval no diferente de aquel en el que los europeos habían vivido durante siglos antes del alba del Renacimiento. Los cristianos del Medio Oriente nunca experimentaron ninguna Reforma que les permitiera sacudirse la tiranía de la autoridad eclesiástica y luchar con las implicaciones de la igualdad espiritual en el mundo real.

     Además, ninguna de las condiciones para una Reforma existió alguna vez en lo que quedó de la cristiandad del Medio Oriente. No hubo ningún movimiento humanista, lo que significó que no hubo ningún aumento dramático del alfabetismo o disponibilidad de material impreso. No hubo ningún redescubrimiento de los escritores patrísticos o de los manuscritos bíblicos antiguos en las lenguas originales. El acceso al material fuente original habría hecho más fácil para los disidentes religiosos desafiar a la autoridad eclesiástica y refutar el dogma cristiano medieval establecido hacía mucho tiempo. De hecho, los cristianos del Medio Oriente eran dhimmis, una minoría religiosa perseguida que pagaba el impuesto de la jizya en un mundo musulmán más grande hostil a su misma supervivencia. Dada la precariedad de su situación legal en el Imperio otomano, ellos no tenían tiempo para los puntos más finos de la exégesis bíblica o del análisis teológico.

     MacDonald declara, erróneamente, que en el judaísmo no hay ninguna "tradición de una ética universalista o de empatía con no-judíos que sufren". Él obviamente no está familiarizado con las enseñanzas del Antiguo Testamento: "Como a un natural de vosotros consideraréis al extranjero que resida entre vosotros. Lo amaréis como a vosotros mismos, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo, Yahvé, vuestro dios" (Levítico19:34). El cristianismo es simplemente la universalización radical de la preocupación ética hebrea por la grave situación de extranjeros desdichados que vivían entre ellos; como tal, está firmemente incrustado dentro del suelo del judaísmo palestino del siglo I. Aunque el cristianismo haya absorbido ideas filosóficas griegas debido a su amplia diseminación por Europa, obviamente no es una invención europea.

     En este punto, MacDonald pregunta: Si el "universalismo o idealismo moral"que está destruyendo a Suecia es debido al cristianismo, ¿cómo explica uno que "la gente pueda perder cada aspecto de la ideología cristiana excepto la ética"? Para contestar esta pregunta, investiguemos la génesis histórica de la religión cristiana y la identidad de sus seguidores más tempranos.

     El cristianismo se originó en el anhelo de la Judería palestina por justicia social mientras tenían que soportar con paciencia la tiranía de gobernantes extranjeros. En esas duras condiciones, las creencias judías en un Mesías adquirieron un sentido de urgencia sin precedentes, asumiendo finalmente alusiones militantes y apocalípticas. Ese sentido de urgencia alcanzó un crescendoen la Palestina del siglo I; autoproclamados mesías reunieron bandas armadas de seguidores dispuestos y listos a establecer al hijo de David en el trono de César, por la fuerza si era necesario. Ése es el ambiente en el cual se originó el mito de Jesús, tejido a partir de diferentes hilos de la tradición judía en una atmósfera de anhelo profundamente arraigado por el advenimiento próximo de un Mesías. Ese advenimiento simbolizaba el final de la tiranía romana y el establecimiento del reino de Dios en la Tierra.

     Los primeros seguidores del cristianismo fueron sacados de entre los desechos del Imperio. ¿Por qué? Porque el cristianismo fue el primer movimiento de masas en la Historia que dio expresión concreta al ansia interior de la gente por liberarse de la opresión y el hambre. ¿Qué hombre no ha procurado escapar de la opresión de sus amos o de la pobreza de sus alrededores? Con el ascenso del cristianismo, como con la aparición de la creencia mesiánica judía, los incipientes anhelos de la muchedumbre de liberación de la opresión fueron sustituídos por una visión de un nuevo orden social que inauguraría una edad de justicia y libertad universal. Esa nueva visión conduciría al establecimiento de un sistema económico comunista mundial que solucionaría para siempre la pobreza y el hambre a nivel mundial. En el Nuevo Testamento fue encontrada una fórmula para una sociedad ideal que inspiraría a generaciones de reformadores sociales y revolucionarios izquierdistas. Durante siglos, ése fue el único documento ampliamente accesible que exigía justicia social para el pobre y el oprimido, y el único documento que proponía una solución práctica al problema de la desigualdad social: el establecimiento de una sociedad socialmente igualitaria o comunista en la Tierra. La religión del cristianismo se conectó con ese antiguo anhelo psicológico profundamente arraigado de las masas y, por primera vez en la Historia, le dio una voz coherente. Eso aseguró la supervivencia del cristianismo ético mucho después de la decadencia de la ortodoxia eclesiástica a finales de la Edad Media, permitiéndole prosperar, prácticamente sin oposición, en el entorno aparentemente secular de las modernas "democracias" occidentales del siglo XXI.

     Como un mecanismo de control, el cristianismo ético fue notablemente flexible. Pudo ser usado para justificar cualquier organización social, sin importar cuán injusta o brutal fuese. Su promesa poco realista tuvo un efecto notablemente pacificador sobre los siervos analfabetos, de los que se esperaba que trabajaran duro en el feudo del señor por su pan diario. Los terratenientes feudales animaron la instrucción religiosa cristiana porque eso producía una clase campesina fácilmente controlada y manipulada. A los vasallos se les martillaba en sus cabezas desde el momento del nacimiento que los siervos deben obedecer a sus amos. La Iglesia les prometió la vida eterna en el paraíso si ellos observaban fielmente esa exigencia hasta la muerte.

     La gran rareza de la rebelión campesina contra la servidumbre revela el astuto pragmatismo de aquellos que usaron la religión como un medio para salvaguardar el orden público. El castigo por el pecado original y el dualismo Paulino entre cuerpo y espíritu, entre otras cosas, proporcionaron a los gobernantes europeos una adicional y conveniente racionalización para la institución de la servidumbre. En las manos correctas, las declaraciones éticas del Nuevo Testamento podían ser usadas como un agente de cambio revolucionario, capaz de agitar la rebelión de las masas y potencialmente desencadenar fuerzas que podrían desgarrar el "enorme tejido de la subordinación feudal". Eso fue demostrado por la Rebelión de los Campesinos de 1381, encendida por los fanáticos sermones inspirados por los comunistas del sacerdote renegado John Ball.

     El concepto de derechos humanos—prescripciones éticas cristianas en forma secularizada— ilustra de manera concreta por qué la moralidad del Nuevo Testamento logró sobrevivir mucho después de la decadencia de la ortodoxia dogmática cristiana. Los derechos dominan el campo del discurso político porque ellos son considerados por ideólogos igualitarios como el mecanismo más eficaz disponible para asegurar (a) el tratamiento igual de todas las personas, y (b) el acceso igual a los bienes básicos considerados necesarios para la máxima prosperidad humana.

     Esa factibilidad y efectividad deben ser atribuídas a la capacidad de los derechos de materializar el secreto anhelo de la gente común, que es mejorar, tanto como sea posible, los fatales efectos de la opresión y la necesidad. Se consigue eso demoliendo las tradicionales distinciones sociales y políticas una vez mantenidas entre la aristocracia y la clase campesina, colocando a todos los individuos en un campo de juegos parejo. El concepto de derechos ha permitido que las masas casi materialicen sus antiguas aspiraciones utópicas dentro de un contexto liberal igualitario o socialista. La gran flexibilidad del concepto significa que puede ser interpretado para justificar casi cualquier derecho. Incluso aquellos que abiertamente rechazaron la noción de derechos, como el filósofo utilitarista Jeremy Bentham, fueron incapaces de idear un mecanismo más satisfactorio que asegurara el tratamiento igual de todos.

     La tradición marxista, que surge de circunstancias históricas diferentes, nunca desacopló totalmente la enseñanza ética cristiana de la ortodoxia tradicional; en cambio, el método filosófico marxista necesitaba un marco escatológico y soteriológico judeo-cristiano "invertido", en gran parte porque el materialismo dialéctico es principalmente una inversión del racionalismo Protestante especulativo de Hegel.

     En el cristianismo hegeliano, el conocimiento es substituído por la fe. Eso eliminó los "misterios" de la ortodoxia cristiana haciendo del auto-conocimiento racional de Dios una posibilidad para todos los creyentes. La Trinidad como la mente absoluta, y por lo tanto como la Razón encarnada, significa que Jesús de Nazaret fue un profesor de moralidad racional, aunque su sistema ético hubiera sido corrompido por expositores patrísticos y medievales. Si "lo racional es real y lo real es racional", como dijo Hegel, la Historia no es sólo la encarnación progresiva de Dios, sino que Dios es el proceso histórico mismo. La estructura triádica del mundo natural, incluyendo la auto-conciencia humana, demuestra que la estructura de la realidad objetiva es determinada por la divinidad trina del cristianismo.

     La interpretación que Hegel hizo del cristianismo dio a Marx la materia prima que él necesitaba para extraer el "núcleo racional" de la observación científica desde "dentro de la cáscara mística" del racionalismo especulativo Hegeliano. Eso liberó al análisis dialéctico de la mistificación idealista de Hegel, permitiendo a Marx hacer lo que Hegel debería haber hecho, antes de sucumbir a la reflexión teológica cristiana: construír una ciencia normativa, una Realwissenschaft, analizando el desarrollo socio-económico dentro del capitalismo que desataría las fuerzas de la revolución proletaria mundial.

     La secularización del cristianismo conservó el componente ético de la religión, desechando todos los elementos sobrenaturales. Eso nos dio el liberalismo moderno. En contraste, Marx puso el sistema teológico Protestante de Hegel de arriba abajo, un proceso de extracción que resultó en la desmitificación del cristianismo hegeliano. En la filosofía marxista, la inversión de la dialéctica remueve la herramienta analítica —el "núcleo racional"— desde dentro de su "cáscara" idealista cristiana. Eso es aplicado entonces al análisis de fenómenos del mundo real dentro de un marco completamente materialista, como las contradicciones internas de la acumulación de capital en la teoría marxista de la crisis.

      MacDonald aboga por una base genética para el universalismo moral en las poblaciones europeas, un argumento difícil de plantear dada la evidencia histórica que indica una ausencia total de altruísmo patológico en el mundo antiguo antes de la cristianización del Imperio romano. Él menciona el sistemático lavado de cerebro de los europeos y el importante papel de la influencia política, académica y financiera judía en el etnocidio de Occidente, pero de nuevo olvida mencionar que todas esas fuerzas culturales racionalizan el desposeimiento de los europeos usando ideas políticas como derechos humanos universales e igualdad, los dos pilares fundamentales del cristianismo secularizado.

     El intento del profesor MacDonald de exculpar al cristianismo de ser "una causa primordial de la decadencia occidental" es fácilmente refutado. En el análisis final, el cristianismo, al menos en su forma organizada, es el mayor enemigo de la civilización occidental que haya existido alguna vez.


¿Una Europa Sin Cristianismo?

     El mundo de la Antigüedad clásica brilló como una lámpara en la oscuridad, lleno de un vigor juvenil que aseguró que sus instituciones e ideas duraran mucho después de que Grecia y Roma dejaron de existir como entidades políticas viables. La ciencia y la razón fueron entonces apagadas por la oscuridad que siguió como consecuencia del cristianismo. Las bibliotecas fueron destruídas; los tesoros artísticos fueron hechos pedazos; la construcción con materiales no perecederos casi desapareció de la memoria; la higiene personal desapareció; la ignorancia fue considerada una virtud; sobrevino el caos. Ése fue el triunfo del cristianismo, una sífilis de la mente que casi borró la civilización occidental. Aunque el poder y la influencia de los cristianos fueron destrozados hace mucho por el redescubrimiento de la ciencia y la razón, un resurgente cristianismo domina ahora el Occidente en la forma de igualitarismo liberal y marxismo cultural. Esas filosofías sirven como la base ideológica de la interminable inmigración de masas desde el Tercer Mundo y de otras políticas multiculturalistas. Este neo-cristianismo ha sido impuesto a Occidente por gobiernos totalitarios liberales e izquierdistas.

     Entender el cristianismo a través del prisma de la estrategia evolutiva grupal puede arrojar luz sobre la significativa amenaza que la religión representa para los europeos. Como un concepto fecundo originalmente formulado por Kevin MacDonald, fue usado con un efecto devastador en su análisis de los movimientos intelectuales y políticos judíos del siglo XX. En un mundo caracterizado por la preferencia etno-racial dentro de un grupo, la ausencia de una estrategia evolutiva grupal que permita a las poblaciones sobrevivir y replicarse, a nivel de especie y sub-especies, es algo muy mal adaptivo.

     Una estrategia evolutiva grupal es definida como un "experimento con vivos". Eso se refiere al establecimiento de procesos o estructuras ideológicas culturalmente intermediados que permiten que la gente ejerza el control de la selección natural al nivel de grupo. Las características básicas de la estrategia grupal evolutiva de los judíos son:

1) El rechazo de la asimilación tanto genética como cultural en poblaciones vecinas. Los judíos en Europa y el Medio Oriente se auto-segregaron de los Gentiles dándole forma a una identidad distinta para sí mismos. Eso fue conseguido mediante la imposición de una estricta endogamia y segregación residencial. La conexión genética entre grupos judíos, como los sefardíes y los ashkenazis, es más alta que entre los judíos y las poblaciones europeas debido a esa antiquísima resistencia a la asimilación.

2) La exitosa competición económica y reproductiva que ha expulsado a los europeos de ciertos sectores de sus propias sociedades (como el área de las finanzas).

3) Un alto etnocentrismo.

4) Altruísmo dentro del grupo que favorece a los judíos a costa de los grupos ajenos.

5) La institucionalización de prácticas eugenésicas que seleccionan la alta inteligencia y la escrupulosidad en las poblaciones judías.

     En contraste, el cristianismo socava la supervivencia grupal suprimiendo las tendencias etnocéntricas naturales y maximizando la difusión de rasgos disgenésicos. El cristianismo no proporciona ninguna barrera eficaz a la asimilación cultural y genética de los europeos por parte de poblaciones de color circundantes; por ejemplo, durante la colonización española y portuguesa de las Américas en los siglos XVI y XVII, la Iglesia Católica promovió agresivamente el mestizaje entre los conquistadores. Los funcionarios eclesiásticos animaron a los colonos europeos a casarse y cruzarse con sus concubinas nativas indias y africanas. Eso resultó en un genocidio demográfico a gran escala, que reemplazó la homogeneidad genética europea con el mestizaje. Que el cristianismo sea una ideología no-etnocéntrica basada en un universalismo moral es otro problema serio con dicha religión. Los europeos siempre defenderán los intereses de grupos ajenos hostiles a costa de sus congéneres europeos en nombre del amor y la hermandad cristianos. El cristianismo también se opone a la alta agresividad dirigida contra miembros de grupos ajenos; en cambio, se espera que los creyentes practiquen la no-violencia y la compasión ante el reemplazo demográfico.

     La alta agresividad es una característica definitoria de la estrategia evolutiva grupal de los judíos, que les ha permitido vencer a los europeos en sus propias sociedades. Finalmente, el cristianismo es militantemente anti-eugenésico, que es por lo cual permite que los débiles sobrevivan y se reproduzcan. Eso ha disminuido el CI promedio y la prevalencia de otros rasgos beneficiosos en las sociedades europeas. En contraste, la estrategia evolutiva grupal judía institucionaliza prácticas eugenésicas que seleccionan positivamente esos rasgos, especialmente la alta inteligencia. Esas prácticas eugenésicas han permitido a los judíos ejercer un grado de influencia sobre las sociedades occidentales que es enormemente desproporcionado en relación a sus números reales. A diferencia del judaísmo para los judíos, el cristianismo no funciona como una estrategia evolutiva grupal para los europeos, sino como una receta para el suicidio racial y cultural a una escala masiva.

     Todas las medidas agresivamente preventivas contra el cristianismo son ciertamente justificables en términos éticos ante la decadencia occidental y la extinción racial europea. Al llevar a cabo eso, es recomendable un enfoque más científico. El intelectual europeo, antes de que él idee algún plan de acción, debe reconocer primero que ningún otro proceso biológico es tan importante para los humanos como la evolución a través de la selección natural. Si él debe tener algún sistema de creencias, debe ser la religión civil de la eugenesia. La incorporación de la eugenesia en el tejido de la vida cívica evitaría la coerción, haciendo de la higiene racial un asunto de voluntario consentimiento. Él también haría bien en abrazar la cosmovisión tri-funcional de los antiguos indoeuropeos. Durante muchos miles de años, la ideología tri-funcional sirvió como una eficaz fuerza disuasoria para la patología del universalismo moral. Ideando el sistema de castas tripartito como el pilar fundamental de un nuevo orden, la ley de hierro de la desigualdad es exaltada como la ley más alta, la más conducente al logro de la armonía social. En esta visión, la casta más alta, equivalente a la de los brahmanes de la India ocupada por los arios, o a la de los guardianes de laRepúblicade Platón, estaría ocupada en búsquedas científicas y tecnológicas. A ellos se les confiaría el progreso material de la civilización. Su sistema moral, formado por los principios de la biología evolutiva y la eugenesia, se derivaría del siguiente axioma:

     Lo que es moralmente correcto es eugenésico, es decir, mejora la raza biológicamente;
lo que es moralmente incorrecto es disgenésico, es decir, degrada la raza biológicamente.

     La segunda clase de individuos será criada para la guerra, y la tercera consistirá en productores industriales y agrícolas. Éstos corresponden a los arios kshatryas y vaishyas o las castas de "plata" y de "bronce" de la Repúblicade Platón. Ya que esos individuos no poseen la capacidad cognoscitiva para participar en la altamente abstracta religión civil de los brahmanes, ellos adorarán a sus antepasados distantes como los dioses raciales de una nueva religión fundada sobre principios eugenésicos.

     El cristianismo es una superstición irracional, lo que significa que su influencia no será mitigada mediante argumentos lógicos. La simplicidad infantil del dogma cristiano es "una característica, no un defecto". Sin una capacidad para apelar al denominador común más bajo, el cristianismo no se habría extendido tan rápidamente como lo hizo durante el siglo IV. Una Humanidad europea ilustrada, educada en los principios de la evolución darwiniana y la eugenesia, no puede coexistir al lado de esa antigua plaga semita. La correlación negativa que existe entre religiosidad cristiana e inteligencia simplemente refuerza esta conclusión. El cristianismo es un problema aparentemente inmanejable principalmente por razones eugenésicas y biológicas. Aunque un enfoque eugenésico sea claramente necesario, otras cosas deben ser hechas. Si el cristianismo debe ser abolido, todos los programas aprobados por el Estado de adoctrinamiento multicultural deben ser completamente eliminados junto con él.

     Por medio de un programa de crianza rigurosamente eugenésica y tomando el control de los medios de comunicación, los europeos serán liberados del sistema ético neo-cristiano que les han metido desde la infancia. Ellos llegarán a ver la eugenesia, en cambio, como una forma necesaria de transcendencia espiritual. Mediante un proceso de desarrollo evolutivo que sea tanto culturalmente como tecnológicamente intermediado, las castas más bajas abrazarán la religión civil de los brahmanes y se verán a sí mismos como dioses; los más evolucionados brahmanes se moverán hacia una contemplación más intensiva de abstracciones matemáticas y científicas cada vez más sofisticadas. Ese desarrollo progresivo de la conciencia racial europea asegurará la adopción de una estrategia evolutiva grupal exitosa entre los europeos.

     La progresiva reducción gradual de individuos con CIs bajo 100 será realizada como un acto de devoción religiosa entre las castas inferiores. Los kshatryasarios, los "caballeros de la fe" de la nueva religión racial aria, impondrán un régimen eugenésico sobre el planeta entero, poblando de nuevo el Tercer Mundo con súper-organismos altamente evolucionados que convertirán esos antiguos hoyos del infierno en paraísos terrenales. El derroche de preciosos recursos materiales para cuidar de miembros menos desarrollados de la especie humana será una cosa del pasado. La Humanidad, cuyo progreso científico y tecnológico se estancó durante finales del siglo XX, reanudará otra vez su viaje ascendente hacia las estrellas.

     La crianza eugenésica obligará a los europeos a comprender la verdad de la percepción central de Nietzsche: el cristianismo, un transvaloración de todos los valores conducida por el ressentiment, es una moral de esclavos. Es la rebelión del infrahombre contra las aristocráticas virtudes indoeuropeas de fuerza y magnanimidad, orgullo y nobleza. Al repudiar el sifilítico veneno del cristianismo, los europeos se convertirán en una raza de creadores de valores, una vez más a cargo de sus propios destinos, mientras afirman la belleza de la vida en toda su plenitud.–




PRIMERA PARTE




La Decadencia de la Civilización Aria de la India del Norte

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     Se publicó hace un año en eurocanadian.cael siguiente estudio de Ferdinand Bardamu que ofrecemos aquí traducido, donde habla del origen, características y causas de la caída de la civilización aria védica en la India, y trata de concluír cuáles serían las mejores medidas a aplicar hoy para impedir el colapso de la civilización occidental blanca y de toda cultura de base aria.


La Decadencia y Caída de la
CIVILIZACIÓN ARIA del Norte de la INDIA
por Ferdinand Bardamu
9 de Febrero de 2019



La Conquista Aria del Subcontinente

     Ellos vinieron desde la estepa rusa en busca de espacio vital; desde el lejano Norte ellos vinieron, en busca de nuevas praderas para hacer pastar a su ganado. En sus carros tirados por caballos con ruedas con rayos, ellos viajaron por Bactria y atravesaron el Hindu Kush hasta el Panjab en el Noroeste de la India. Ellos se llamaban a sí mismos "Arya"o arios, la palabra sánscrita védica para "nobles". Ellos eran un pueblo caucasoide que había emigrado desde la cultura proto-indoirania de Sintashta-Petrovka, que pertenece al horizonte arqueológico Andronovo de Eurasia Central. Ya que ellos habían evolucionado en el clima frío de la estepa rusa, eran de piel blanca. Muchos de los guerreros arios eran rubios y pelirrojos; muchos tenían ojos azules o verdes. Eso ha sido confirmado por genetistas que, usando análisis de ADN, lograron reconstruír la antropología física de la gente Kurgan. Su análisis se basó en restos de entierros indoeuropeos del horizonte arqueológico Andronovo o uno sucesivo en aquella misma área geográfica. Todos los especímenes habían sido datados como de la Edad del Bronce media o tardía y la Edad del Hierro (Keyser et al., 2009). Se determinó que la mayor parte de los muertos tenían genes tanto para ojos de color claro como para cabello igual. Esa gente habría estado estrechamente relacionada con los arios de Sintashta-Petrovka, que habían comenzado su viaje migratorio a través del Hindu Kush a India en la segunda mitad del segundo milenio a.C.

     Los arios no eran como sus descendientes de raza mezclada, los modernos hindúes. En realidad, ellos estaban estrechamente relacionados, biológica y culturalmente, con pueblos indoeuropeos del mismo tipo. Entre ellos se incluía a los griegos homéricos y a las tribus itálicas. Sus héroes y dioses tenían grandes semejanzas con aquellos encontrados en las sagas anglosajonas e islandesas, como Beowulf y Thor. El lenguaje ario nativo del sánscrito tiene mucho mayores semejanzas con las lenguas altamente conjugadas del antiguo griego y latín que con las aglutinantes lenguas dravidianas subcontinentales. Los arios que colonizaron India, tal como sus primos raciales los griegos homéricos y los nórdicos vikingos, eran gente afirmadora de la vida, aficionada a pelear, beber, banquetear, parrandear, apostar e ir tras las mujeres.


     Como guerreros, los arios eran renombrados por su valor y tecnología militar. Ellos habían conseguido tal renombre que los hititas adoptaron terminología y métodos indoarios para el entrenamiento de caballos de guerra. Los gobernantes del Cercano Oriente universalmente adoptaron el carro de ruedas con rayos ario como su vehículo favorito de guerra. Desde 1500 a 1200 a.C. los arios lentamente fluyeron hacia el Panjab desde más allá del Hindu Kush hasta que ellos se convirtieron en una multitud formidable. La tierra que ellos colonizaron fue llamada Aryavarta, la "morada de los nobles".

     Antes de la llegada de los arios en 1500 a.C. la tierra estaba habitada ya por tribus de aborígenes australoides de habla dravidiana. Los arios vieron a los aborígenes como raros y extraños. Ellos no se parecían a nada que los arios hubieran visto alguna vez antes. En el Rig-Veda los aborígenes son descritos como de piel negra, con narices amplias y chatas y labios gruesos y sobresalientes como los de un toro. La lengua dravidiana que ellos hablaban era tan extraña que fue considerada como una charla ininteligible. Ellos estaban "sin Indra" y eran considerados infieles porque no realizaban los ritos de sacrificio de los Arya. A los ojos arios, los aborígenes eran menos que humanos. Ellos eran de baja inteligencia ("desprovistos de sentido") y completamente sin leyes. Los arios estaban tan convencidos de la inferioridad aborigen que ellos se referían a aquéllos desdeñosamente como "dasas" o esclavos.

     La colonización aria del Noroeste de la India no fue de ningún modo pacífica; inicialmente comenzó como una guerra de exterminio. Aquélla fue también la primera guerra racial documentada de la Historia, con el hombre Blanco azuzado contra el negro. El consiguiente conflicto fue conducido por un odio racial ario contra los inferiores y foráneos aborígenes australoides. En una serie de escaramuzas pequeñas pero sangrientas todos cruzaron a través del Panjab, los carros arios rugirían a través de los campos, rodeando y luego atacando las fortalezas de piedra de los dasas. La mayor parte del tiempo, ellos las incendiarían con flechas con fuego. Sus habitantes dravidianos serían despiadadamente muertos a espada o bajo una lluvia de flechas y lanzas de puntas metálicas. Al principio, ellos trataron de matar a tantos de los infieles como pudieron encontrar, pero dado su tamaño demográfico mayor, los arios encontraron más oportuno reducir a aquellos que no podían huir a una condición de servidumbre de toda la vida. Los aborígenes, muy parecido a como los incas y aztecas vieron a los caballos de los conquistadores españoles, se encogieron de terror a la vista de los carros tirados por caballos del invasor de piel blanca. Muchos de los habitantes aborígenes, incapaces de resistir el valor militar y la tecnología superiores de los arios, huyeron a las selvas y bosques del Sur más bien que arriesgar ser muertos o esclavizados.


     Los arios invocaban a su dios del Cielo Indra, de cabello rubio y barba amarilla, antes de cada batalla, pidiéndole fervorosamente en oración que ayudara a sus "amigos blancos", los adoradores arios, que sometiera y luego expulsara a la detestable piel negra que contaminaba la tierra recién descubierta de Aryavarta. En el Rig-Veda[9, 73], el rishi cantó:

    "ellos han rugido al unísono, brillan con el verso de alabanza, quemando a hombres carentes de ritos, derrotando con fuerza sobrenatural de la tierra y del cielo la piel oscura que Indra odia".


El Sistema de Castas como Guardián de la Pureza Racial Aria

     La expansión aria fue acompañada por un amplio mestizaje entre arios y aborígenes dravidianos. Ese mestizaje sucedió aproximadamente 3.000 a 4.000 años antes del presente, más específicamente después del colapso de la civilización del Valle del Indo, pero antes de la finalización del Rig-Veda. Eso nos llevaría a una fecha aproximada de 1500 a.C., originalmente propuesta por el indólogo germano-británico del siglo XIX Max Müller para la migración aria hacia el subcontinente. El mestizaje que ocurrió entre arios y dravidianos debe ser puesto en contexto. Era sexualmente asimétrico, significando que el ADN mitocondrial maternalmente heredado era de origen completamente autóctono; en contraste, el ADN de cromosoma Y paternamente heredado consistía sobre todo en linajes euroasiáticos del Oeste y centroasiáticos.

     Históricamente hablando, el típico patrón de acoplamiento era entre varones arios dominantes y mujeres aborígenes tomadas como mujeres, concubinas y esclavas sexuales. A la mujer aria se le prohibía tener relaciones sexuales con varones aborígenes. Se esperaba que ella fuera hipergámica, sólo interesada en varones que pertenecían a la clase dirigente aria. Aproximadamente entre el 20 y el 40% de los varones indios del Este y entre el 30 y el 50% de los varones de Europa del Este comparten una subclade R1a1 de cromosoma Y, que se remonta a un solo varón ario que vivió entre 4.800 y 6.800 años antes del presente (Reich, 2018). Tal situación sería imposible de explicar si no fuera por la extensión aria desde la estepa rusa hacia el subcontinente indio durante la Edad del Bronce.

     Tal como Gengis Kan, los varones arios fueron enormemente exitosos en traspasar sus genes, pero eso necesariamente implicó privar de derechos sexuales a la mayoría de los varones aborígenes. Ese patrón sexualmente asimétrico de mezcla no era sólo típico de la India ocupada por los arios, sino también de otras poblaciones conquistadas, sobre todo en el Hemisferio Occidental. Los negros estadounidenses exhibieron el mismo patrón de mezcla, pero a una escala bastante menor. La mayor parte de la contribución genética europea al fondo genético de los negros es mediante el cromosoma Y. Incluso más desequilibrada fue la mezcla demográfica sexualmente asimétrica encontrada en muchas áreas de Iberoamérica. En esa región del mundo es bastante habitual que el ADN del cromosoma Y sea casi completamente de origen europeo y que el ADN mitocondrial sea casi completamente de origen autóctono. Eso muestra que al varón amerindio típicamente se le negaba el acceso sexual a la mujer amerindia debido al dominio político y económico masculino Blanco de la élite, fuertemente reforzado por la preferencia sexual femenina por la riqueza y el poder. El acoplamiento entre varones amerindios y mujeres europeas fue desalentado por los conquistadores españoles y portugueses, tal como el mestizaje entre varones negros y mujeres blancas fue desalentado (e incluso criminalizado) en el viejo Sur estadounidense.

     Los arios, como todas las sociedades indoeuropeas, se organizaron en un sistema de castas tripartito de sacerdotes, guerreros y plebeyos, pero el extraño fenotipo racial australoide del aborigen dravidiano requirió la formación de todavía otro sistema de castas, paralelo al que ya estaba en uso. Aquél consistió en dos "varnas" o colores: el varna ario y el varna de los dasas. Su naturaleza racializada era obvia: la piel blanca tenía que ver con el ario y era una marca de la superioridad racial aria; la piel negra tenía que ver con el aborigen y era una señal de inferioridad racial australoide.

     La generalizada ocurrencia del mestizaje en la India ocupada por los arios no significó que la clase dirigente aria se había hecho racialmente mezclada, al menos no al principio. Sin embargo, eso causó una ansiedad severa entre los arios, que se preocuparon cada vez más por su propia pureza racial. Eso condujo a una cristalización adicional del sistema de castas. La tradicional estructura tripartita de castas indoeuropea y el nuevo sistema de Varnasfueron combinados en un sistema que consistía en cuatro estados. El sacerdote Brahmán, cuyos sacrificios eran necesarios para mantener el orden dentro del cosmos, era el primer estado, seguido de los Kshatryas o guerreros, los Vaishyaso plebeyos arios y, al fondo mismo, los Shudras o aborígenes australoides. La gran población de raza mezclada que había crecido junto a los gobernantes arios de la India del Noroeste también fue clasificada como Shudras. Ésa fue una tentativa de los arios para aliviar los perjudiciales efectos del mestizaje por medio de la imposición estricta de la ley de la Hipodescendencia (hypodescent) [atribuyendo a la raza sometida los hijos mestizos].

     El nuevo sistema de castas fue consagrado en el Purusha Sukta, en el libro 10 del Rig-Veda. Aquello fue una interpolación posterior que trazaba el origen de las cuatro varnas al sacrificio de un hombre primitivo. En ese mito de creación, el Brahmán fue creado de su boca, el Kshatrya de sus brazos, el Vaishya de sus muslos, y el Shudrade sus pies. La importancia de cada casta estaba determinada por el orden en el cual había sido creada. El Shudra, porque él fue creado último, nació para servir a las tres castas arias; se esperaba que él permaneciera en una posición de abyecto servilismo durante el resto de su vida natural. Que el sistema de castas fue impuesto en la India para sojuzgar a la población aborigen es fácilmente probado por estudios genéticos, donde el porcentaje de mezcla racial es una función del rango social hereditario (Bamshad et al., 2001). Mientras más alta la casta, más estrechamente está relacionada con poblaciones euroasiáticas occidentales y de Asia Central, en tanto que mientras más baja es la casta más probablemente ella es aborigen o tiene una significativa adición de mezcla australoide.

     Los arios se segregaron racialmente de los Shudras tanto como les fue posible, a la vez que simultáneamente los mantenían como esclavos y sirvientes. A aquellos de procedencia aborigen y de razas mezcladas se les negaba la comunión religiosa y social con los de raza aria. Además de serle prohibido participar en todos los ritos de sacrificio arios, la vida del Shudra no valía nada. Sus jefes supremos arios podían golpearlo o incluso matarlo sin temor a una represalia. Los aborígenes australoides que no habían asimilado los rudimentos de la cultura aria sufrieron una discriminación mucho peor. Ellos fueron obligados a hacer las tareas más serviles y degradantes, como el manejo de cadáveres, la disposición de aguas residuales y la ejecución de criminales. Esos Shudras, los antepasados de los fuertemente aborígenes Dalits, eran considerados tan impuros que eran confinados a sectores especiales fuera de las ciudades y pueblos arios.

     La difusión de la metalurgia del hierro desde el Oriente Próximo al Noroeste de la India en 1100 a.C. aceleró más aún la expansión aria en el subcontinente. El ario, ahora en posesión de herramientas más eficientes, redujo las selvas ante él con velocidad creciente y siguió su viaje hacia el Este hacia la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna. A lo largo del camino, la población aborigen fue pacificada y esclavizada. El establecimiento ario cerca del Ganges fue seguido de la formación de los reinos tribales del Norte. La historia de aquéllos se caracterizada por la guerra de aniquilación recíproca, con cada reino ario luchando contra otro por poder, influencia y auto-engrandecimiento territorial (1100 a 500 a.C.).


     El Ramayana de Valmiki fue el producto literario que surgió de ese tiempo oscuro. La epopeya fue finalmente completada alrededor de 500 a.C. El Ramayana es la historia del encuentro ario con los aborígenes australoides del Sur. El protagonista, un príncipe ario llamado Rama, viaja a través de la península india en busca de Sita, una princesa aria. Ella ha sido tomada rehén por Ravana, el rey demonio de diez cabezas de Ceilán (Sri Lanka). El Ramayana es realmente un cuento alegórico de la lucha entre la luz y la oscuridad, el blanco y el negro, el bien y el mal; eso simbólicamente representa las fuerzas de la colonización indoaria y la resistencia aborigen a la arianización forzada. En el Ramayana los dravidianos son abiertamente descritos como infrahumanos. Los aborígenes Rakshasas, que vivían al Sur de los establecimientos arios de India del Noroeste, son retratados como demonios sanguinarios que cambian de forma. Compare eso con los ascetas brahmanes del Ramayana, que son todos retratados como arios piadosos, afectuosos, pacíficos y civilizados. Incluso cuando los no-arios son provechosos, como los aborígenes de las selvas y los bosques del Sur de la India, ellos todavía son considerados infrahumanos, pero en vez de ser demonios que deben ser temidos, ellos son monos de los cuales reírse.


Los Logros Creativos e Intelectuales de los Arios

     Fue durante el último período védico que la civilización aria alcanzó su cenit intelectual y artístico. Las dos grandes epopeyas sánscritas, el Mahabharatay el Ramayana, fueron escritas durante el establecimiento ario en el subcontinente. Los arios se involucraron en una sofisticada especulación filosófica, quizá más sofisticada que en algún otro sitio en el mundo hasta el "milagro griego" inaugurado por el matemático Tales de Mileto en el siglo VI a.C. El Nasadiya Sukta o Himno de la Creación, en 10º libro del Rig-Veda, revela una temprana tradición de especulación cosmológica e investigación escéptica que ocupó las mentes arias más preclaras:

    "Entonces incluso lo no existente no era, ni la existencia,
    Entonces el mundo no era, ni el firmamento ni lo que está sobre él.
    ¿Qué lo cubría? ¿Dónde estaba? ¿De qué podría haber felicidad?
    ¿Cómo existía el agua en profundidades no conocidas?".

     El brahmanismo, o vedismo, es muy diferente del hinduísmo, del mismo modo que el judaísmo es muy diferente del cristianismo. El hinduismo está preocupado por la adoración de dioses y diosas; eso es la degradación dravidiana australoide de la religión de los arios, que consistía en los venerados ritos de sacrificio del sacerdocio brahmán. Comparada con el hinduísmo, la vieja religión védica era más elevada, estando principalmente preocupada por la correcta ejecución de los rituales prescritos en los Vedas. Esos rituales a menudo eran realizados ante una élite aria aristocrática. Ellos incluían el consumo ritual de Soma, una bebida embriagante a menudo identificada con la planta ephedra, adoración del fuego y el sacrificio de un caballo. En el vedismo, el sacerdote brahmán era un dios vivo, más poderoso que cualquier rajá o deidad arios; sólo por su correcta ejecucución de los rituales védicos sagrados podría ser mantenido el orden dentro del cosmos. Los brahmanes se obsesionaron tanto con la ortopraxia que fueron escritos extensos comentarios acerca de los cuatro Vedas, conocidos como los Brahmanas, que explicaban con gran detalle cada aspecto de la práctica ritual védica. A medida que pasó el tiempo, los arios más espirituales, cansados del legalismo del clero brahmán, se volvieron hacia la experiencia mística por medio de un riguroso ascetismo.

     Pero bastante pronto la mente aria se agitó otra vez y no estuvo satisfecha con ninguno de esos intentos de explicar el gran misterio cósmico que estaba ante ellos. Finalmente otra corriente del pensamiento ario fue descubierta de nuevo. Ése fue el escepticismo filosófico del Rig-Veda. Los arios más cerebrales desarrollaron esa línea de pensamiento más aún. Como sus primos raciales los pre-socráticos griegos, los arios abandonaron las deidades Rigvédicas, e incluso la idea de una entidad metafísica impersonal, y buscaron explicaciones naturalistas del origen del universo y todo lo que contiene. Algunos arios sostuvieron que el mundo estaba compuesto de fuego; otros dijeron que estaba formado de agua o de viento; la teoría atómica fue incluso sugerida por los pensadores arios más especulativos; algunos hasta desarrollaron un sistema elemental de lógica para tener un mejor sentido del mundo que los rodeaba.

     El mundo ario abundaba en ateos y materialistas; había incluso una versión aria del Pirronismo que abogaba por un cuestionamiento escéptico radical que provocaba dudar de la propia existencia. Hacia el final del último período védico nació una escuela cuya filosofía estaba basada en un minucioso materialismo ateo, conocida como Charvaka o Lokayata, que sirvió como una tradición especulativa alternativa para arios de mente más filosófica. La epistemología Charvaka sostenía que la percepción sensorial era la fuente de todo el conocimiento y que toda inferencia lógica debe estar basada en la observación empírica a fin de ser considerada válida. De manera bastante comprensible, los brahmanes, los budistas y jainistas ortodoxos se vieron profundamente amenazados por la Charvaka y acusaron a los miembros de dicha escuela de ser hedonistas amorales.

     Después de la campaña india de Alejandro Magno de 326 a.C. los arios se relacionaron con ideas matemáticas y astronómicas griegas. Los arios desarrollaron un agudo interés por la más sofisticada cultura bactriana de los "yavanas"o jonios. Varios textos griegos antiguos sobre astronomía y astrología fueron traducidos posteriormente al sánscrito. Sin embargo, los arios añadieron muy poco al logro griego en matemáticas y ciencias porque ellos fueron incapaces de desarrollar una metodología empírica confiable que les permitiera construír sobre los principales descubrimientos científicos del mundo helenístico. A diferencia de los griegos antiguos, que desarrollaron un sistema de investigación que puso los fundamentos del mundo moderno, los arios de los últimos períodos védicos y post-védicos fueron incapaces de llevar más adelante esa línea de investigación escéptica y empírica. Hubo un "cierre de la mente aria", por así decirlo.

     ¿Qué sucedió?


La Decadencia y Caída de la Civilización Aria

     El ascenso del budismo a finales del siglo VI a.C. presentó el primer desafío ideológico significativo al sistema de castas, que había estado ya en una aguda decadencia desde el establecimiento y la consolidación de los reinos tribales arios del Norte. Si bien Gautama Buda no intentó abolir el sistema de castas, el ingreso a su nueva comunidad (Sangha)religiosa estaba abierto a todos sin tener en cuenta color de piel o casta. En el Pali Tripitaka Gautama es mostrado rechazando afirmaciones de superioridad racial hecha por brahmanes de piel clara. Él afirmó la igualdad fundamental de todas las castas, incluídos los Shudras. El Buda incluso rechazó usar el término "ario" en su sentido racial, como alguien de piel blanca, con ojos y cabellos de color claro. Él habló de aquellos que aceptaban el dharma [principios básicos] de él como espiritualmente "nacidos en la raza aria". Ese dharma, de ser fielmente observado, conduciría a la disolución de toda diferencia de castas en el cielo.


     Gautama atacó abiertamente afirmaciones de brahmanes de pureza racial. Él les preguntó cómo ellos sabían si sus antepasados maternos o paternos habían dormido sólo con brahmanes y no con sudras. Él creía que el inter-matrimonio era deseable porque diluía los límites de castas, socavando más la capacidad del sistema de castas para salvaguardar la pureza racial aria. Aunque Buda reconoció la existencia de distinciones de castas como un hecho de la vida, él enseñó que eso no determinaba si uno era una persona buena o no. En el Tripitakaél es citado diciendo que:

    "Los ignorantes nos declaran esta opinión infundada [...] uno es un brahmán de nacimiento. Uno no se hace ni brahmán ni no brahmán por nacimiento; uno se hace un brahmán por karma, uno se hace un no brahmán por karma".

     Escritores budistas posteriores se involucraron en polémicas universalistas mucho más radicales. En el siglo I a.C. el biógrafo de Gautama, Ashvaghosha, negó abiertamente la realidad de las castas: "La doctrina de las cuatro castas es totalmente falsa. Todos los hombres son de una sola casta". Ashvaghosha dijo que cualesquiera fuesen las diferencias existentes entre las cuatro castas, eran el resultado de observar ritos diversos y practicar profesiones diferentes.

     El budismo se hizo muy popular entre las castas inferiores, impacientes por sacarse de encima el gobierno opresivo de los brahmanes arios. A diferencia de las enseñanzas esotéricas del brahmanismo, que servían sólo a los intereses arios de la élite, el dharma budista era finalmente algo con lo cual las castas inferiores podrían relacionarse. El énfasis budista en la igualdad de las castas y en la negación de la pureza racial aria debilitó el gobierno brahmán en el subcontinente, erosionando la eficacia del sistema de castas como un medio de asegurar la supervivencia racial blanca entre una población de hombres de color hostiles. Asoka, el Emperador maurya que se convirtió al budismo poco después de 260 a.C., promulgó varios edictos que proclamaban que todos los hombres son iguales ante la ley y condenaban el maltrato de los Sudras. Aquello disminuyó considerablemente el poder y la influencia de los brahmanes. Bajo su gobierno el budismo se difundió a través del subcontinente y a Asia del Este. Incluso algunos griegos en Bactria encontraron atrayente la nueva religión, como el gobernante bactriano Menandro (conocido en sánscrito como el "Rajá Milinda"). Aunque el budismo prácticamente desapareció del subcontinente a principios de la Edad Media, el daño ya había sido hecho. El ario había sido completamente desposeído de la tierra que sus antepasados habían conquistado, arianizado y construído desde el suelo; él había sido sustituído por un mestizo que era ario sólo de nombre.

     El desafío budista al gobierno ario ocurrió porque la sociedad aria había sido profundamente transformada en un nivel racial. Durante el asentamiento en el subcontinente, los límites raciales entre las cuatro castas habían perdido la mayor parte de su rigidez. Ellos se habían hecho tan fluídos que los Kshatryas y los Vaishyas se habían hecho visiblemente australoides y mongoloides. Aquello inevitablemente redujo la influencia de los arios en su propia patria, conduciendo a la desintegración cultural y finalmente al colapso civilizacional. Hacia el año 500 a.C. el sánscrito ya no era hablado como el principal idioma vernáculo. Los órdenes más bajos de la sociedad, que ahora comprendían Kshatryas y Vaishyas de raza mezclada y aborígenes Sudras, hablaban varios dialectos basados en una forma simplificada del sánscrito. El pueblo común era en gran parte analfabeto y no tenía la inteligencia o la inclinación para dominar correctamente la complicada gramática sánscrita, y de ahí su necesidad de la simplificación lingüística. Esas formas corrompidas del sánscrito eran conocidas como las Prakrits, de las cuales la más común era el Pali. Esta última se convirtió en la lengua litúrgica del budismo. Los gramáticos sánscritos consideraron a las Prakritshabladas por plebeyos de raza mezclada como formas degeneradas de un lenguaje que ellos habían llegado a considerar como eterno. Los eruditos creen que la Magadhi Prakrit era el lenguaje hablado por el Buda y sus discípulos. Él difundió sus enseñanzas usando la lengua común de la gente, usándola para poner a las castas inferiores en contra de los brahmanes arios.

     El hinduísmo que sustituyó a los rituales brahmánicos fue una propagación de la primitiva mente aborigen australoide. El australoide "dravidianizó" la cultura caucasoide indoeuropea, cuya pureza racial había sido diluída por sangre australoide y mongoloide. Los principales dioses del panteón védico fueron los primeros en ser afectados por ese proceso de dravidianización. Pocos dioses fueron tan venerados entre los arios como Indra, el rey de dioses y manejador del rayo sagrado. A medida que el ario hizo su camino internándose en la península india, haciéndose más oscuro a lo largo del camino, Indra pasó de ser el gran dios de la guerra de los victoriosos ejércitos arios a ser una figura bastante desdeñable en alguna comedia de alcoba dravidiana.

     En el Ramayana de Valmiki, la versión tradicional de la epopeya, el sabio Gautama sorprende al rey de los dioses cometiendo adulterio con su esposa Ahalya; Gautama maldice a Indra y los testículos del dios caen, los cuales son sustituídos por los testículos de un carnero. En variaciones posteriores de la historia en los Puranas, escritos para la gente del vulgo, o en adaptaciones dravidianas, Gautama maldice a Indra y el dios se encuentra de repente cubierto de mil yoniso vaginas. Los yonis menstruan día y noche, cubriendo al dios con pus y sangre. Las aberturas vaginales que menstruan continuamente y cubren su cuerpo emiten un hedor tan horrible y ofensivo que Indra se ve obligado a esconderse de los dioses. Finalmente, Ganesha, el dios de cabeza de elefante, en un acto de misericordia, convirtió todos los yonis en ojos, dando a Indra el regalo de la omnisciencia. Hacia la Edad Media, uno de los dioses arios más reverenciados se había convertido en la víctima de bromas ordinarias. En la sátira del poeta cachemir del siglo XI Kshemendra, Deshopodesha, la puta declara: "Quisiera haber tenido tantas vaginas como Indra; yo podría ganar mil veces tanto dinero como el que gano ahora".


     La caída y ensuciamiento menstrual de Indra, el rey de los dioses, representa en el microcosmos lo que le sucedió al brahmanismo cuando el ario se sustituyó a sí mismo por medio del mestizaje. La pérdida de la pureza racial aria condujo a la dravidianización del subcontinente y al nacimiento del hinduísmo. Se acabaron los sacrificios, la adoración del fuego, los rituales con Soma, e incluso la lengua sánscrita como un idioma vernáculo vivo. La gran religión de los Vedasse convirtió en una reliquia del pasado. Los Kshatryas y Vaishyashabían perdido la capacidad de hablar un sánscrito gramaticalmente correcto. Eso fue debido a la mezcla de razas y a la absorción de creencias y costumbres dravidianas; por consiguiente, los Vedas se convirtieron en una literatura especializada escrita en una lengua litúrgica reservada para la casta brahmán. La nueva religión hindú era una enredada masa de supersticiones de las más desconcertantemente primitivas e ignorantes. Los cultos de fertilidad pre-arios (es decir, la adoración del "linga" o falo del Shivaísmo) y la adoración de la diosa madre (Shaktismo), durante mucho tiempo ignorados por los arios lealmente patriarcales, se hicieron populares otra vez después de que el ario había perdido el control de su cultura y civilización.

     La sexualidad como un vehículo de experiencia mística alcanzó prominencia como uno de los elementos más visibles del hinduísmo. El Tantra fue la manifestación principal de esa sexualidad sagrada; sus seguidores abogaban por el consumo ritual de orina, heces, semen, sangre menstrual y flema como un medio de iluminación espiritual. El sacrificio de sangre humana, que sólo había sido un rumor bajo los arios védicos, fue ampliamente aceptado y abiertamente practicado en el período post-védico. La adoración de Kali, la deidad más feroz en el nuevo panteón hindú, condujo a la fundación del culto Thuggee. Actuando a través del subcontinente indio, los Thuggees estrangularon a cientos de miles de víctimas como un acto de adoración religiosa.

     El intenso fermento y creatividad intelectual que había caracterizado al gobierno ario del subcontinente, resultando en el establecimiento de lo que finalmente se hizo conocido como las seis grandes escuelas de filosofía hindú, murió en los primeros siglos d.C. No es ninguna coincidencia el que cuando la cultura y la civilización arias declinaron, los gobernantes del subcontinente estuvieran ocupados mestizándose ellos mismos hasta extinguirse con las inferiores razas dravidiana australoide y mongoloide (tibetano-birmana).


La Extinción de la Raza Blanca en India

     La piel blanca, el pelo rubio y los ojos azules durante mucho tiempo habían estado asociados con la clase dirigente aria. En primer lugar, los principales dioses del panteón védico eran de piel blanca y cabellos rubios. El fundador de Samkhya, una de las grandes escuelas de la filosofía hindú, era un sabio védico llamado Kapila, quien también era conocido como "Cabeza Amarilla" o "Pelo Amarillo", en referencia a sus mechones de color rubio. El asceta brahmán Megha tenía mechones dorados. Incluso el príncipe Siddhartha, un Kshatrya de origen escita, tenía ojos profundamente azules. Hacia el último período védico, las cuatro grandes "razas" del subcontinente habían sido clasificadas según el color de piel. La lista siguiente se encuentra en el Mahabharata:

    "La piel que los Brahmanes obtuvieron fue blanca; la que los Kshatryas obtuvieron fue roja; la que los Vaisyas consiguieron era amarilla; y la que fue dada a los Sudras era negra".

     Los blancos descendían de migrantes euroasiáticos occidentales que se originaron en las estepas; los negros eran los aborígenes australoides del subcontinente. Los Kshatryas eran una rama de piel rubicunda o roja de la raza aria, como los invasores iranio-escitas o "sakas". Éstos fueron absorbidos en la casta Kshatrya durante su invasión del subcontinente. El color amarillo de los Vaishyas indicaba que ellos habían adquirido una mezcla tibetano-birmana durante la colonización aria de India del Norte, resultado de relaciones sociales diarias con los comerciantes mongoloides del Panjab. Los mongoloides llegaron después de que granjeros del Cercano Oriente de raza caucasoide del Mediterráneo habían invadido el valle del Indo durante el período Neolítico. Los agricultores sojuzgaron y luego civilizaron a las masas de aborígenes australoides, enseñándolos la lengua dravidiana y preparándolos para la vida urbana en Harappa bajo una élite extranjera.

     Aunque desaprobado por el clero brahmán, el matrimonio inter-racial se hizo cada vez más común entre arios védicos tardíos. A medida que los arios se extendieron a través de la península india, su piel se oscureció y ellos perdieron su cabello y ojos de color claro. Las restricciones sociales contra el inter-matrimonio entre varones Sudras y mujeres arias fueron relajadas, y las mujeres arias ya no fueron animadas a casarse con castas superiores (hipergamia). Muchos habían abandonado la noción de que la casta era determinada por el nacimiento y en vez de ello habían llegado a creer que los hechos o las cualidades personales determinaban el rango social. Ese cambio védico en el pensamiento racial es paradójicamente reflejado en el Mahabharata, donde Maheswara dice:

    "Uno que es un brahmán, cuando se hace malvado en su conducta y no observa ninguna distinción con respecto a alimentos, cae del status de brahmán y se convierte en un sudra. Incluso un sudra, Oh diosa, que ha purificado su alma con hechos puros y que ha sojuzgado todos sus sentidos, merece ser esperado y servido con reverencia como un brahmán".

     Hacia el período maurya, los arios del subcontinente estaban desapareciendo. Los Kshatryas y Vaishyas ya no podían ser claramente diferenciados del resto de la población sobre la base del color de piel y otros rasgos raciales caucasoides. El cutis original de los arios iba desde un blanco níveo, con cabello y ojos de color claro, hasta una piel morena, con pelo negro y ojos café, a veces con pliegues mongoloides en sus párpados. La fisonomía aria típica había sido considerablemente modificada tanto por adiciones australoides como mongoloides. Aunque los Kshatryas y Vaishyashubieran dejado de ser brahmanes racialmente arios, brahmanes con la piel blanca y con el pelo rubio se sabía que todavía existían en India en el siglo II a.C.

     En el Mahabhasya, el comentarista sánscrito Patanjali escribió:

    "La penitencia, el conocimiento del Veda, y el nacimiento hacen un brahmán. Él que está sin penitencia ni conocimiento del Veda es un brahmán sólo de nacimiento. La piel blanca, la conducta pura, el cabello amarillo o rojo, etc., son también las características que constituyen al brahmán".

     Si bien ser blanco y de cabello rubio o pelirrojo era considerado un rasgo esencial de un brahmán, Patanjali también dejó claro que, al menos en su tiempo, el brahmán era fácilmente distinguido del resto de la población por sus rasgos "nórdicos". Patanjali ofreció este consejo sobre cómo distinguir a brahmanes de no brahmanes: "Considera como un brahmán al que es de piel blanca, y al resto como no brahmán".


     Según Patanjali, ninguna persona de piel oscura podría ser confundida alguna vez con un brahmán:

    "Cuando uno ha visto a un cierto negro, del color de los frijoles negros, sentado en la plaza del mercado, uno definitivamente concluye, sin investigar, que él no es un brahmán; uno está convencido de eso".

     De las tres grandes castas arias, sólo los brahmanes fueron capaces de mantener su pureza racial blanca en el período post-védico, pero incluso ellos fallaron finalmente en ese esfuerzo. El historiador inglés A. L. Basham escribe:

    "A pesar de toda la rigidez del sistema de clases, los brahmanes pronto perdieron su pureza racial, y se ha sugerido incluso que, cuando la cultura aria se expandió, las escuelas de hechiceros y médicos brujos aborígenes lograron poner un pie en la orden brahmánica, ya que los jefes aborígenes fueron ciertamente asimilados a la clase guerrera".

     Hacia el siglo XI d.C. el escoliasta hindú Kaiyata se maravilló de todos los pasajes en el Mahabhasya de Patanjali que hablaban de piel blanca y pelo de color claro como rasgos esenciales del brahmanismo. Él escribió:

    "La piel blanca, etc., era vista en brahmanes que florecieron en un anterior ciclo de existencia y cuyos descendientes son raramente encontrados ahora".

     Hacia la Edad Media, la raza blanca en India se había extinguido. Un ario no pondría pie en suelo indio otra vez sino hasta el final del siglo XV, cuando la migración aria de masas, en la forma de colonización y exploración europea occidental, comenzó de nuevo.


¿Puede el Hombre Blanco Aprender Algo del Pasado Ario?

     El zoólogo E. Raymond Hall declaró: "Dos sub-especies de la misma especie no ocurren en la misma área geográfica". En la Naturaleza, cuando dos sub-especies se encuentran en la misma área geográfica, una exterminará a la otra o ellas se amalgamarán y formarán una sub-especie completamente nueva. Esta última es una forma de "extinción pasiva". Esto no sólo se aplica a especies animales sino a la especie humana también.

     Podemos ver la "ley de Hall" en funcionamiento durante la colonización aria del subcontinente. A pesar de mantener la pureza racial aria mediante la exclusión del Sudra de la vida social y religiosa aria, aquello fue todo en vano. El ario cometió el error fatal de vivir al lado de una raza inferior, en vez de expulsarla de Aryavartay obligarla a vivir entre su propia clase en las selvas y los bosques de la península. La lección es obvia: la segregación de acuerdo a criterios raciales y de castas no funciona. El hombre blanco nunca ha sobrevivido a un sistema de castas racialmente intacto, no importa las precauciones tomadas para mantener su pureza racial. La casta brahmán mantuvo su pureza racial aria en el período post-védico, después de que los Kshatryas y Vaishyas habían sido absorbidos en la raza aborigen. Ellos eran estrictamente endogámicos y hasta se enorgullecían de su piel blanca y cabello y ojos de color claro, pero ellos también finalmente desaparecieron.

     El sistema de castas falló en conservar la pureza racial aria por motivos biológicos e ideológicos. El ario fue privado de oportunidades de apareamiento debido a una proporción sexual asimétrica. En la India védica, pocas mujeres arias de Sintashta-Petrovka decidieron acompañar a los migrantes cuando ellos hicieron el peligroso viaje a través de las montañas en busca de una nueva tierra. Eso explica la extendida mezcla racial sexualmente asimétrica que define a la población del subcontinente. A diferencia de los Kshatryas y Vaishyas, los Brahmanestenían un mayor acceso a mujeres arias. Eso permitió que ellos mantuvieran su pureza racial durante mucho más tiempo que las otras castas arias. Los brahmanes finalmente perdieron su pureza racial cuando los miembros genéticamente inferiores de la casta aceptaron las enseñanzas universalistas e igualitarias de uno de los sistemas de creencias más venenosos que haya existido alguna vez: el budismo.

     Si la historia de la civilización aria en India del Norte nos enseña algo, es que todos los ordenamientos entre blancos y no-blancos están condenados a terminar en fracaso. Siempre que el ario vive al lado del hombre de color, el resultado es siempre el mismo: la extinción de la raza. Eso es exactamente lo que le sucedió a la raza blanca en India, a pesar de la profunda y duradera preocupación del ario por la pureza racial. Incluso cuando la proporción sexual entre arios era simétrica, el resultado era siempre el mismo: la extinción de la raza. El anglosajón fue capaz de evitar contaminar su fondo genético con sangre de color durante siglos; en las colonias estadounidenses las mujeres anglosajonas llegaron a tales números que no había ninguna necesidad de una casta mestiza o mulata intermedia para manejar a esclavos y sirvientes africanos y amerindios. Pero incluso esa precaución no fue capaz de frenar la masiva invasión de color en curso que ahora amenaza la integridad racial del fondo genético anglosajón en las Américas.

     Si mantener la pureza racial mediante la imposición de rígidas distinciones de castas siempre ha sido un fracaso y es necesariamente un fracaso por motivos biológicos, imagine cuánto más peligrosas son las ideologías que animan la fusión racial, como el liberalismo de bienestar social, la globalización, el multiculturalismo y los derechos humanos. El resultado inevitable de esas políticas será el suicidio de la raza dentro de algunas generaciones; ellas son una locura total y completa desde una perspectiva evolutiva. De igual forma, los arios del subcontinente también se vieron confrontados por una venenosa ideología: el budismo. Los budistas predicaban la igualdad de castas y la unidad de toda la Humanidad. Para ellos, la raza no tenía nada que ver con personalidad, comportamiento o inteligencia. Esas opiniones socavaron el gobierno ario y sirvieron como un obstáculo adicional para la preservación aria de la pureza racial blanca en India. A diferencia de lo que parece estar sucediendo en el Hemisferio Occidental hoy, le requirió relativamente mucho tiempo al ario mezclarse él mismo hasta extinguirse con su bien intencionada, pero finalmente engañosa, política de una racializada distinción de castas.

     El sistema de castas no sólo dejó de preservar la pureza racial aria sino que también fracasó en civilizar a los aborígenes dravidianos del subcontinente. Las capacidades intelectuales y creativas del ario no fueron transmitidas a la masa de la población aborigen. Podemos ver incluso por nosotros mismos que la misión civilizacional aria con el aborigen dravidiano fue un fracaso total. Hoy, India es el "medioambiente fecalizado" más grande del mundo; la defecación abierta y bañarse en aguas residuales humanas es tan natural como respirar. Si la India védica era sinónima del ario con el pelo rubio, de ojos azules y de piel clara, la India es sinónima de imágenes de cuerpos negros y marrones medio desnudos que nadan en el Ganges, entre orina, heces, desechos e hinchados cadáveres de un pueblo y cultura inferiores. El indio subcontinental no pudo hacer avanzar o mantener la civilización que le fue dada por el ario, tal como no puede hacer progresar o mantener la civilización que le fue dada por los portugueses y los ingleses.


     Sin embargo, debemos dar al ario lo que se le debe. Él reconoció que no todos los hombres son iguales en términos de capacidad y temperamento. Él vio que eso era verdadero entre los miembros de su propia raza. Ése fue el genio indoeuropeo: los hombres se organizaban jerárquicamente sobre la base de capacidad y temperamento para maximizar su contribución a la sociedad. Eso dejó de funcionar cuando el ario se vio obligado a incorporar aborígenes australoides de habla dravidiana en el sistema de castas, y su civilización inevitablemente se desintegró completa alrededor de él.

     Hay sólo una solución intentada y verdadera para el problema de mantener la pureza racial aria en un mundo donde los hombres de color son la mayoría, una solución que ha funcionado durante decenas de miles de años. ¡Es la separación geográfica de las razas!.-




Hitler en el Poder y el Socialismo Alemán

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     En 1938 fue publicado en Londres el libro del autor y periodista alemán Heinz A. Heinz "Germany's Hitler", una biografía autorizada para el mundo de habla inglesa, del cual presentamos aquí en castellano sus breves caps. XII (Hitler Pone Su Mano en el Arado) y XIV (Qué Significa Realmente "Socialismo"), que retratan la vida diaria en Alemania tras el ascenso de Hitler y el Nacionalsocialismo, además de entregar sobre todo con ejemplos las nociones fundamentales que subyacen en la práctica nacionalsocialista de la época, todo lo cual hizo de Hitler uno de los líderes más amados por su pueblo de todos los tiempos.


HITLER de ALEMANIA (Caps. XII y XIV)
por Heinz A. Heinz, 1938




CAPÍTULO XII
HITLER PONE SU MANO EN EL ARADO

     "Nada de importancia en la vida es simplemente dado al hombre. Por todo hay que luchar. Así, la elevación de una nación no viene ligeramente, por casualidad o por el destino, sino que debe ser el resultado del esfuerzo" (Adolf Hitler).


     Durante quince años Hitler había dirigido su Movimiento; a lo largo de todo ese período él había procurado, en miles de reuniones y asambleas, inculcar a las masas sus ideas. Al final el pueblo alemán había llegado a contemplarlo para su propia resucitación, para su salvación de la amenaza del bolchevismo, y ellos confiaron en que una vez en el poder él podría cumplir, y cumpliría, sus promesas.

     Cuando Hitler subió al poder él, en efecto, se puso inmediatamente a realizar los objetivos y las promesas de un programa concebido tantos años antes. Lo hemos visto desarrollándolo, punto por punto, resumiéndolo, apuntalándolo bajo veinticinco "Puntos" en la pequeña sala de estar de Anton Drexler, mientras Frau Drexler servía la frugal cena. Lo hemos visto presentarlo punto por punto al público de Múnich en la Hofbrausaal, cuando cientos de disconformes jarras de cerveza fueron lanzadas hacia su cabeza. Lo hemos visto caminar de aquí para allá en su estrecho cuarto en Landsberg expresando las causas subyacentes de todo eso a Rudolf Hess, quien escribía tan rápido como podía en la máquina de escribir para registrar el abundante contenido de ese enérgico cerebro en alguna clase de estilo literario.

     Y ahora, después de quince años de lucha, él se vio a sí mismo con largura en el umbral del logro. Junto con Hitler otros dos nacionalsocialistas fueron incluídos en el nuevo Gabinete: Herr Wilhelm Frick como ministro de asuntos interiores, y el capitán Hermann Goering como ministro sin cartera y encargado de la Fuerza Aérea.

     La llegada de ese nuevo gobierno, y el dejar de lado la vieja dualidad entre Prusia y el restodel Reich, fue la base que se estableció para una política alemana universal, y para la eliminación de todos los elementos hostiles a la vida alemana.

     En su primer discurso a la gente el Canciller pidió un sentido de disciplina nacional. Él pidió cuatro años para corregir las equivocaciones de los administradores de la posguerra, para erigir de nuevo el Estado, para hacer frente al problema del desempleo y para redimir a clase campesina alemana de su miseria e impotencia.

     En la noche del 27 al 28 de Febrero de 1933 los comunistas prendieron fuegoal Reichstag. Unos días antes un allanamiento en las galerías subterráneas de la Casa Karl Liebknecht en Berlín había descubierto una gran cantidad de material que demostró más allá de dudas que las fuerzas del bolchevismo se estaban preparando para una ofensiva de masas en Alemania. El Canciller contestó con medidas draconianas para asegurar la seguridad del Estado.

     Durante la tarde anterior a las grandes elecciones de Marzo, durante el "Día de la Nación Despertada", el Canciller se dirigió al pueblo entero por medio de la radio. El resultado de su discurso fue renovar en cada corazón en Alemania la voluntad para tener éxito, la pasión por la libertad, el sentido de nacionalidad. En todas partes las campanas repicaron, se encendieron hogueras en las colinas, las banderas engalanaron las calles en cada ciudad y pueblo —¡como Horst Wessel, en efecto, había predicho en su canción!

     Los nacionalsocialistas terminaron con una victoria completa y aplastante el 5 de Marzo con un retorno de 17.300.000 votos, y una ganancia de 288 asientos enel Reichstag. Adolf Hitler, que encabezó la lista de votos, entró en la Casa del Parlamento, él mismo, por primera vez. El Gobierno podía contar con una mayoría del 52%. Esos resultados en la votación iniciaron la "Revolución Nacionalsocialista", quizás la Revolución menos sangrienta conocida en la Historia. Los nacionalsocialistas, en todas partes, asumieron el control.

     En Múnich el Ministro Presidente Held alardeó de que si Hitler llegara a enviar a un Comisario del Reich allí, él lo haría detener en la frontera. Cuando, sin embargo, el 9 de Marzo el Comisario del Reich, en la persona del general Ritter von Epp, apareció debidamente, el Ministro Presidente inmediatamente descendió y se retiró de la escena de acción. Herr Esser, que participó en esos procedimientos, me habló de cuán minuciosa y exactamente todo había sido arreglado de antemano. Todo funcionó como mecanismo de relojería, de acuerdo al plan, sin la menor confusión o mal manejo. "De hecho", dijo él, "habíamos estado preparados para mucha más oposición, ya que Held había estado tan lleno de amenazas y fulminaciones".

     La apertura del Reichstag el 21 de Marzo fue un acto que simbolizaba la unidad del pueblo alemán entero. No menos históricamente significativo fue el apretón de manos intercambiado entre el anciano y reverenciado general Mariscal de Campo von Hindenburg y el nuevo joven Canciller, Adolf Hitler. La dignidad de la tradición inmemorial se extendía a una bienvenida a la generación más joven que se esforzaba por un futuro nuevo y más feliz...


     En la primera sesión del nuevo Reichstag fue aprobada una "Ley Habilitante" por medio de la cual Hitler fue hecho Dictador absoluto durante el periodo de cuatro años. El objetivo de aquello era liberarlo de los grilletes y las tardanzas del procedimiento parlamentario en poner su programa en acción inmediata. Veremos en un capítulo subsecuente cómo, y para qué fines, él se sirvió de esa medida.

     Otro paso importante hacia el tejido general de todos los aspectos del gobierno fue la designación en todas partes de nuevos Reichstatthalter, es decir, de Primeros Ministros provinciales. Éstos, sugirió Hitler, deberían ser nominados por el Presidente. El Canciller mismo es Reichstatthalterpara Prusia a fin de vincular personalmente a aquel país con el Reichentero. Los deberes de esos Primeros Ministros provinciales, como pueden ser llamados, son numerosos e importantes.

     En Abril vino la ley que recobraría para aquellos de nacimiento y extracción alemana la mayoría de la representación en las profesiones y en la vida oficial. Esa ley, llevada pesadamente, como ocurrió, por los judíos, hace excepción en el caso de éstos para todos aquellos que habían luchado por Alemania durante la (Primera) Guerra, y para aquellos cuyos padres e hijos habían caído.

     Luego vinieron ordenanzas para regular los asuntos escolares. En ninguna dirección más que en ésta debe ser discernido el nuevo espíritu e inclinación del Nacionalsocialismo. Las escuelas secundarias estaban atestadas. Su desbordamiento hacia las Universidades tenía que ser facilitado. Al mismo tiempo Hitler resolvió disminuír la superficialidad de las muchachas que buscaban instituciones de enseñanza superior.

     Un libro entero podría ser escrito acerca de la teoría de Hitler de la educación, sobre su estimación del lugar y función de la mujer en el Estado, y sobre el gran movimiento juvenil resultante de ambos, conocido en Alemania como la Hitler Jugend. Él dice que lo más importante para las muchachas es la formación correcta del cuerpo, después la del carácter, y tercero la del intelecto. Una prueba asombrosa del abnegado entusiasmo y unanimidad con que tales datos son aceptados por la intelectualidad femenina en Alemania hoy ha sido, por ejemplo, proporcionada por la buena voluntad de las mujeres universitarias de Heidelberg en gran parte para renunciar, a petición de Hitler, y a favor de los varones, a las carreras profesionales a las cuales ellas habían aspirado.

     A aquellos que imaginan que Hitler ha retrasado el reloj en quinientos años para las mujeres alemanas, está esto para contestarles: Si las muchachas alemanas no se retiran de la vida competitiva con los hombres, no habrá ni trabajo ni comida para ninguno en otras pocas décadas. Un país con una población densa y creciente y ninguna colonia, debe restringir estrechamente su mercado de trabajo, tanto en las profesiones como en los negocios. Nuevamente, no hay ningún paralelo que hacer entre el tipo de mujer y las cantidades de mujeres que frecuentan las universidades en Inglaterra y Estados Unidos, con aquellas en Alemania. Las universidades alemanas —y su nombre es legión— están abarrotadas con mujeres. Algunas fueron allí con objetivos serios de estudio. Para aquellas que no van allí con objetivos serios de estudio, es bastante obvio que mientras más rápido ellas sean devueltas a sus casas otra vez, mejor.


     En Mayo el Frente Alemán del Trabajo tomó el lugar del viejo sistema de sindicatos. Se requerirían muchas páginas para dar una idea adecuada de esa reorganización en Alemania de las relaciones entre empleador y empleado. La idea subyacente era típica del "socialismo" del programa de Hitler.

     Cuando el verano había llegado, la mayoría de los previamente existentes separados (y muy antagonistas) partidos políticos en el Estado habían dejado de existir. Los socialdemócratas fueron suprimidos, y en su mayor parte el resto se extinguió por sí mismo. Fue aprobada una ley que prohibía la formación de partidos nuevos. El público se vio aliviado al fin al estar libre de la verdadera peste de tantos partidos y grupos, y el nudo gordiano de la desunión alemana fue cortado de un golpe. Después vino la organización del aire, tanto para objetivos de comunicación ordinaria como para la defensa. Ese ministerio fue confiado al general Goering.

     La suerte del hombre ordinario de la calle, de la persona diaria, reclamó su parte de la atención del Canciller. Una ley fue aprobada, que, entre otras cosas, apuntaba a hacer la vida más fácil para el débil e incapaz, para aquellos empobrecidos por la Guerra, para viudas de guerra y huérfanos.

     Hitler confía en el matrimonio temprano y sano, y en ayuda estatal para luchadoras familias jóvenes, para ayudar a desarraigar muchas de aquellas abominaciones sociales que Pablo dice que no deberían ser siquiera nombradas entre cristianos, pero que han sido más chocantemente abundantes en el mundo desde la Gran Guerra que en cualquier período anterior.

     Fueron decretadas severas medidas para acabar con la inmoralidad, y además, fue diseñada una ley con el objetivo de impedir que niños incapacitados vinieran al mundo. La muy discutida Ley para la Prevención de Descendencia Hereditariamente Enferma de Hitler, aprobada el 14 de Julio de 1933, está basada en la política alemana de "regeneración", que apunta a promover la propagación de valiosos niños innatamente sanos, a la vez que impedir descendientes de personas hereditariamente enfermas en tanto aquellos descendientes probablemente serán de calidad inferior. Considerando el hecho de que la proporción media de niños de familias sanas con respecto a familias enfermas es de 1 a 2 ó 5 a 7, la necesidad de tal política parece clara.

     Las siguientes declaraciones, tomadasdel Zentralblatt für Reichsversicherung y Reichsversorgung (Gaceta Central para Seguros y Pensiones Federales), muestran hasta qué punto el pueblo alemán está afectado por personas hereditariamente enfermas, en el sentido de la ley, siendo estimado su número en 400.000 (una mitad de ellos innatamente débiles mentales). En promedio, cada persona enferma le cuesta a la comunidad que la envía a una institución 1.482 marcos por año. Ya que las personas insanas viven en instituciones 7 años y medio en promedio, ellas requieren un gasto de 11.600 marcos. Es un cálculo conservador el que las comunidades alemanas tienen que gastar más de 170 millones de marcos al año sólo en sus insanos.

     "Esto no incluye los gastos para niños enfermos, una parte de los cuales asiste a escuelas auxiliares. Cada alumno de una escuela auxiliar le cuesta al gobierno 573 marcos por año, comparado a un máximo de 230 para un alumno sano. En el todoel Reichlos gastos para escuelas auxiliares ascienden a aproximadamente 40 millones de marcos por año. Los gastos directos en personas hereditariamente enfermas en el Reich, los Estados y las comunidades, ascienden a al menos 350 millones de marcos por año en total. Tenemos que añadir a aquella suma todos los gastos hechos por organizaciones e instituciones caritativas, por Iglesias y por personas privadas; también los gastos de ejecución que ascienden a aproximadamente 100 millones de marcos al año. Algunas instituciones, donde son mantenidos los criminales insanos, muestran cuotas de 20 marcos por día para cada interno. El significado de tales cifras parecerá más evidente si comprendemos que muchas familias sanas y laboriosas no pueden permitirse un cuarto de aquella suma como un gasto diario para su casa entera".

     Uno puede concluír de todo esto cuán previsora es la ley que asegura la esterilización del hereditariamente defectuoso cuando, en la medida en que la ciencia médica puede predecir, sólo puede ser esperada la anormalidad corporal o mental severa. La ausencia del nacimiento de aquellos inaptos para la vida alivia a aquellos de quienes dependería su subsistencia su indescriptible sufrimiento y su sacrificio constante.

     A pesar de todo lo que ha sido escrito y dicho en contrario, la acción del Canciller en la unificación de las sectas Protestantes de Alemania no ha tenido ningún significado anticristiano. "El fundamento de la Iglesia Evangélica alemana", dice el Instrumento que consigue este objetivo, "es el Evangelio de Jesucristo, como está atestiguado para nosotros en las Sagradas Escrituras, y como lo ilustró de nuevo la Confesión de la Reforma". El Canciller buscó un Concordato con Roma para definir las relaciones y derechos de la Iglesia Católica y el Estado respectivamente, para asegurar un funcionamiento fluído en ambas esferas.

     El Día del Partido en Núremberg 1933 presenció tal demostración de lealtad a Adolf Hitler como nunca había sido vista aún. Por primera vez el Día del Partido se había hecho una función estatal y había evolucionado a una asamblea de la nación.

     Hitler nunca puede poner suficiente énfasis en la importancia de las clases agrícolas, del campesino que conduce el arado. Sobre ellas, y sobre él, se ha construído la superestructura del Estado. La agricultura es la fuente de la fuerza del país.

     Todas las grandes ciudades serían pronto sólo áridos desiertos de ladrillos y mortero donde ellos ya no reciben, año tras año, un influjo de fresca vida sana del campo. Por otra parte, esa migración a las ciudades, de ser llevada demasiado lejos, es una maldición en sí misma contra la cual la teoría nacionalsocialista del Estado diligentemente pone su cara. Hitler prevé para el futuro no una reunión de la población en grandes e interminables ciudades sino su reasentamiento en las raíces, en su suelo natal. El Nacionalsocialismo ha conseguido ya mucho, y con mucho éxito, en esta dirección.

     La ley relativa a las tierras de labranza hereditarias procura aliviar al pequeño granjero de muchas de las incertidumbres y problemas que lo han sobrecargado hasta ahora. Su tierra debe ser inalienable y ya no la presa fácil del especulador financiero.

     El sábado 14 de Octubre de 1933 Hitler retiró a su país de la Sociedad de Naciones. No debería haber habido ninguna ocasión en eso para el asombro universal que ha causado. Adolf Hitler había anunciado su intención de dar ese paso algunos meses antes. Antes de que Alemania tenga paridad de derechos no le interesa en absoluto desperdiciar su tiempo en conferencias de desarme que nunca llegan a nada. Aquel mismo día el Presidente Von Hindenburg disolvióel Reichstag, ya que, a consecuencia de la disolución de todos los partidos excepto los nacionalsocialistas, aquél ahora se había convertido simplemente en una pequeña reliquia.

     Los nuevos electores confirmaron totalmente todas las anteriores ganancias nacionalsocialistas, y fueron lejos más allá. El resultado de dichas elecciones, realizadas en Noviembre, fue una victoria para Adolf Hitler que hasta sus adherentes más fervientes se habían atrevido apenas a esperar. De una población votante de 43 millones, 40 millones y medio apoyaron al régimen nacionalsocialista. 661 miembros volvieron al Reichstag. Eso significó que el 95% de la gente alemana había tomado firmemente su posición detrás de Hitler. Ese resultado fue su agradecimiento a él por todo lo que él había hecho hasta ahora por ellos.


     Sería de poco propósito dar una descripción de todas las medidas emprendidas por Hitler para la reconstrucción de Alemania, siendo ellas generalmente conocidas. Eso requeriría además al menos un volumen para el objetivo, aun si sólo las más importantes fueran tenidas en cuenta.

     Este breve resumen se ha ocupado del aspecto político de las cosas. En el capítulo siguiente se hará un intento para mostrar lo que todo esto significó traducido en términos diarios, puesto en funcionamiento en la vida diaria del ciudadano alemán.



CAPÍTULO XIV
LO QUE REALMENTE SIGNIFICA "SOCIALISMO"

     Es apenas necesario extenderse aquí sobre el "Nacionalismo" en la convicción política de Adolf Hitler. Bastante ha sido escrito ya sobre ello. Ha ocupado tanto espacio en la prensa contemporánea y ha sido discutido en tantos libros, que ha llegado a ser considerado con un cierto grado de chauvinismo. Yo propongo, por lo tanto, remitirme, en la conclusión de este trabajo, a unas pocas observaciones bajo el segundo subtítulo de este capítulo. Es completamente verdadero que el que estudia a la Alemania contemporánea con miras a pronosticar el futuro del país, debe estudiarla desde dentro y no desde el punto de vista del forastero [1]. Desde fuera, uno principalmente percibe el nacionalismo. Desde dentro, el impulso y la fuerza del socialismo son más evidentes.

[1] El desarrollo político de Alemania ha sido de acuerdo a criterios totalmente diferentes de los de Inglaterra, y ha conducido a un tipo de opinión pública política muy diferente del inglés promedio. Este último comete un gran error al juzgar asuntos de otro país como si ellos hubieran sucedido en el suyo propio. Éste es el error universal del espectador, y la crítica quizá explica dos terceras partes del malentendido internacional en Europa hoy.

     El Socialismo alemán —el Socialismo de Adolf Hitler— es una cosa totalmente diferente de lo que es generalmente entendido por ese término, del socialismo derivado de la teoría marxiana y comunista. La primera diferencia esencial entre los dos consiste en que el primero es estrictamente nacional en su objetivo, alcance y límite; el segundo es internacional, sin límites de raza o de suelo. La segunda diferencia vital es que el primero ha sido establecido por el deseo de la gente preocupada, y el segundo es impuesto sobre las naciones por la voluntad de aquellos que lo organizan y propagan. Un tercer contraste puede ser establecido en vista de que el socialismo alemán tiende a unificar estrechamente a todas las secciones de la nación, y el socialismo internacional inicia la guerra de clases. El socialismo alemán es dirigido por los ciudadanos del país; el socialismo internacional es un instrumento de los judíos. En el primero es la personalidad del Líder la que cuenta; en el segundo tenemos solamente la inercia de la masa que es explotada por sus organizadores.

     Por los signos mencionados debe ser reconocido y distinguido el socialismo alemán. Cuando haya asimilado completamente a Alemania a sí, se extenderá y se convertirá en el fundamento para el futuro desarrollo de otros países. El marxismo y el comunismo se han acabado en Alemania. Ellos han jugado su parte y su papel se ha terminado. Durante mucho tiempo ellos hicieron sentir su influencia en cada esfera de la vida alemana, intelectual, política y económica, para la supresión del socialismo más verdadero. El socialismo no es una cosa para ser comprendida sólo por medio de la aburrida teoría sino para ser puesta a prueba en la acción. Hemos escrito bastante, en otra parte, de modo muy acabado para mostrar que el actual Gobierno alemán está inspirado en su legislación por el espíritu de la filantropía activa que llama Socialismo. Esta legislación incorpora la esencia misma del socialismo alemán.

     Como el doctor Goebbels escribe: "El socialismo, como nosotros lo entendemos, no reduce a los hombres a un nivel muerto, sino que los ordena según su capacidad y liderazgo individual. Si yo debiera tratar de poner nuestras metas y objetivos en esta dirección en forma resumida, debería decir que es nuestro esfuerzo en Alemania construír un pueblo en que todos posean los mismos derechos en la vida. Queremos que cada uno, alto y bajo, pertenezca a tal pueblo. Deseamos que el más alto entre ellos se sienta más estrechamente unido con el último y más bajo de sus propios amigos y parientes que con el más alto de cualquier otra nación. Apuntamos a esto, a que lo más alto de nuestro pueblo prefiera ser lo más bajo de su propia nación, que lo más alto de cualquier otra nación. Tal aspiración sólo puede ser el resultado de una voluntad nacional absolutamente unificada".

* * * *

     Nos conduciría demasiado lejos mencionar las muchas medidas en las cuales Hitler ha ejemplificado su concepción del verdadero socialismo. Debemos remitirnos a un mero esbozo de las incorporaciones más importantes y obvias de ideas por las cuales él ha restaurado al trabajador alemán su honor y amor propio.


EL FRENTE ALEMÁN DEL TRABAJO

     La ley del 10 de Abril de 1933, que designó al 1º de Mayo como un gran feriado del Día del Trabajo, inició la susodicha reorganización del trabajo en Alemania. La primera celebración del nuevo feriado fue unánime y universal: los alemanes nunca habían tenido nada como ello antes. Miles de personas se congregaron al mismo tiempo por todo el país para escuchar el discurso del Líder, y luego hacer un gran día feriado. Todos los comercios y profesiones por primera vez fueron reunidos en común, simbolizando la unidad que debía asociar de ahí en adelante a ambos tipos de trabajo, el de la cabeza y el de la mano, simbolizando el necesario valor igual de ambos para la comunidad. El socialismo alemán no reconoce ninguna diferencia que discrimine entre el trabajador cerebral y el trabajador manual.


     Siguiéndole los talones al 1º de Mayo y sus celebraciones, vino la acción. Surgió el Frente Alemán del Trabajo. El 2 de Mayo los locales de todos los sindicatos marxianos fueron incautados y sus contenidos secuestrados. En el extranjero, los sindicatos marxistas similares describieron esa acción de Hitler como un robo de la paga duramente ganada del trabajador alemán, ahorrada durante muchos años en los fondos de los sindicatos. Tal acusación no pudo ser justificada, ya que esas sumas de dinero no fueron tomadas de los trabajadores, a quienes ellas pertenecían en justicia, sino de las garras de avaros funcionarios de los sindicatos a quienes no pertenecían, pero que las administraban pródigamente, o se las apropiaban en sueldos desproporcionados. Con el trabajador mismo fue su dinero también, en el Frente del Trabajo. Allí sólo podría dársele a dicho dinero los mejores y más legítimos usos para beneficio de aquél.

     El gran objetivo del Frente del Trabajo es asegurar la industria alemana tras la incesante repetición de huelgas y todas sus desintegradoras consecuencias. El socialismo alemán se opone completamente al antagonismo entre empleadores y hombres. Aquí otra vez esto muestra una cara completamente diferente de la del socialismo marxiano que procura fomentar tal discordia, por cuyo medio, además, mantiene su propia soberanía.

     En la Alemania de hoy una huelga es imposible por la razón de que ningún empleador se atreve a pagar menos que el salario diario estandarizado, o el Estado se haría cargo inmediatamente de la queja de los trabajadores. Por otra parte, si los trabajadores llegaran a exigir más de lo debido ellos mismos provocarían el colapso de la compañía para la cual ellos trabajaron. Al estándar de salarios se llegó por expertos que representan a los hombres y los empresarios para asegurar sus mejores intereses.

     Junto con los salarios, la cuestión de las horas también ha sido considerada. En la Alemania socialista-marxista de después de la Guerra, comenzaron tiempos muy duros para los hombres trabajadores alemanes. Sus líderes tuvieron todas las oportunidades para mostrar lo que la teoría podría llevar a cabo; ellos tenían una mayoría enel Reichstag, un miembro del Partido era el presidentedel Reich. Sin embargo, ellos eran todos demasiado perezosos o demasiado indiferentes para llevar a cabo su programa.

     Mientras las masas pasaban hambre, ellas eran fáciles de inflamar y excitar contra el capitalismo y los ricos. Mientras seis millones y medio de desempleados esperaban en las calles mientras sus mujeres y niños pasaban hambre, los egoístas patrones explotaban ese desgraciado estado de cosas sólo porque ellos pagaban el subsidio, en verdad. Si un hombre se quejaba, él perdía su trabajo; cientos sólo esperaban saltar para ocupar su lugar. Si él buscaba la ayuda del secretario de su sindicato, él provocaba otra vacante. ¿Qué le importaban al patrón los sindicatos? Si luego seguía una huelga, todo lo que él tenía que hacer era cerrar la tienda o la fábrica, o lo que fuere, y decir: "Bien. Veremos quién puede resistir más, ustedes o yo".

     Días o incluso semanas podrían pasar, pero el resultado era siempre el mismo. Los hombres volvían con su cara avergonzada, contentos de trabajar otra vez a cualquier costo. Ahí es donde el hombre trabajador alemán había perdido a sus propios ojos. Fue a partir de esa clase de explotación y miseria que Hitler se propuso rescatarlo, y devolverle su amor propio. Hasta entonces él había sido presa de crueles circunstancias, el esclavo de una clase inescrupulosa.

     Todo fue cambiado en un abrir y cerrar de ojos cuando Adolf Hitler subió al poder. Un grito de gratitud y alivio subió de todas las filas de hombres trabajadores alemanes. Los Camisas Marrones (SA) fueron bienvenidos en todas partes cuando ellos fueron hasta tiendas y fábricas y talleres para preguntar por las necesidades y las circunstancias de cada empleado en el lugar. Los secretarios de sindicatos fueron presionados para que rindieran cuentas nada menos que ante patrones de mentalidad no socialista. El Frente Alemán del Trabajo debía llevar a cabo lo que prometió.

     Con la excepción de campesinos y funcionarios, que tienen sus propias organizaciones, el Frente Alemán del Trabajo comprende a trabajadores de todas las clases, empleados, empleadores y gente que trabaja por su propia cuenta. Hitler es su patrón, el doctor Ley es su Líder. Los estándares de salarios son cuidadosamente regulados y observados por trabajadores confiables.El Reichestá dividido, bajo este esquema, en Regiones, y éstas, a su vez, en Distritos, éstos en Circuitos o Grupos Locales, y estos últimos en Comunas Comerciales, Células y Bloques.


FUERZA POR MEDIO DE LA ALEGRÍA

     Por la fuerza de su voluntad de hierro, su absoluta negativa a comprometerse y su extraordinario inicio, el Nacionalsocialismo se lanzó de repente al poder. Largos años antes de que eso ocurriera sus mejores ideas habían atraído a la gente lejos de aquellas del viejo sistema entonces de moda, y de esa manera se entiende fácilmente cómo, en Marzo de 1933, el viejo sistema mencionado simplemente colapsó.

     El primer y mayor deber antes del Nacionalsocialismo era reconquistar a la gente alemana a un sentido de nacionalidad, e imprimir sus propios principios sobre ellos. Un Estado que debe durar siglos debe ser construído sobre los fundamentos mismos de la vida orgánica, sobre sangre y suelo, nacionalidad y hogar.

     A fin de sustituír una clase de Estado con otra, y mejor, no es suficiente simplemente suprimir la antigua: la gente misma debe ser reeducada. En lugar de un sistema lleno de enemistad y diferencias de clases y orgullo de lugar, hay ahora una mancomunidad. El nuevo Estado, orgánicamente diseñado, está fundado sobre el principio "El bien común antes que el del individuo".

     Bajo el Nacionalsocialismo la cultura de un pueblo entero no debe ser identificada con alguna casta, clase o nivel particular: ella debe caracterizar y pertenecer a la masa. Tampoco los placeres estéticos deben ser sólo para pocos; ellos deben ser comunes a todos. Así como la creación de un pueblo trabajador unido ha sido confiada al Frente Alemán del Trabajo, así es el negocio de otra organización, la "Fuerza por medio de la Alegría", hacer de cada miembro de la nación alguien libre para disfrutar sus tesoros y recursos culturales y artísticos. Los dos esfuerzos están inter-relacionados. Gracias a ellos cada hombre trabajador alemán puede considerar su tarde libre como una verdadera oportunidad para refrescarse y "elevarse"; el dinero que había ido antes simplemente para la organización de huelgas, puede ser gastado ahora de una manera mucho más rentable y agradablemente.

     No es el objetivo de "Fuerza por medio de la Alegría"educar a la gente políticamente. Pocos quieren asistir a clases de educación cívica después de un duro día de trabajo. Su objetivo es más bien juntar a la gente en una amplia base de ilustración, un esfuerzo en el cual ellos también, por supuesto, deben cooperar.

     El director de "Fuerza por medio de la Alegría"es también el doctor Ley. Su trabajo está compuesto bajo muchos títulos. Es uno de sus principales esfuerzos abrir para el trabajador y el desempleado por igual todas las mejores fuentes de entretenimiento, ópera, teatro y salas de conciertos. Por el hecho de que un trabajador en cualquier ciudad alemana puede obtener la admisión a las mejores óperas por prácticamente una suma nominal es a Hitler mismo a quien hay que agradecer directamente. Hitler a menudo pasaba hambre, en los viejos días, a fin de pagar para conseguir la más barata sala de estar en la casa, para oír a Wagner. Ahora que él es el Canciller, ningún hombre trabajador en Alemania tienen que exponerse a tales intercambios para satisfacer sus deseos artísticos.

     El Kulturamt (Departamento de Cultura) ha abierto para la gente toda clase de recursos intelectuales hasta ahora sagrados para los más adinerados. Es un error suponer que sólo tales aprecian lo mejor. En Alemania Wagner tiene precedencia, incluso entre la gente más pobre, sobre cantantes negros de folky jazz. Incluso los fines de semana del hombre trabajador son previstos. Antes él iba a pasear un poco por el parque quizás, el domingo, o tomaba un tranvía en los barrios residenciales para cambiar de aire. Si se trataba de un hombre soltero él podía pasar la mayor parte de su tiempo libre en alguna cervecería, escuchando a alguna banda. Aunque esa clase de cosas todavía puede ser observada en todas partes, hoy en día el trabajador contempla inmediatamente el tipo de fin de semana de que antes sólo podían disfrutar los más acomodados. Por un par de marcos, hoy él puede salir 50 kms. de la ciudad, seguir una excursión personalmente conducida alrededor de algunos bellos lugares, y disfrutar de una buena comida además. Cuando sus vacaciones vienen, son provistas generosamente en lo que a cosas buenas se refiere, igualmente a un pequeño costo.

    Los trabajadores de Múnich pueden considerar ahora vacaciones en el Mar del Norte con toda clase de viajes y diversión nadadora dentro. Aquellos de Berlín pueden ir a los Alpes, hacer un poco de alpinismo y probar lo que es la vida de hotel. Ésos son sueños realizados que para generaciones pasadas enteras deben haber permanecido siempre irrealizables. Todas las gracias a Adolf Hitler.

     La sección de esta actividad que trata con "Volkstum und Heimat" (Tradiciones Nacionales y Patria), procura revivir, para las poblaciones urbanas, el conocimiento de y el deleite con viejas costumbres campesinas y tradicionales, canciones, bailes, trajes. Esa clase de cosas despierta, en gente que ha estado durante mucho tiempo divorciada de la tierra, de nuevo el amor por el país y sus orígenes. Ellas tienden un puente entre el campesino y el hombre de ciudad.

     La Kraft durch Freude (Fuerza por medio de la Alegría) mira también al deporte para dar disfrute al hombre trabajador a cambio de ejercicio. Es el deseo más agudo de Hitler ver al trabajador, en particular al trabajador juvenil (la Alemania de Hitler está siendo toda construída para el futuro; el pasado debe cuidar ahora de sí mismo, "que los muertos sepulten a los muertos") hecho "resistente a las crisis". El trabajador joven se ocupa del tenis y el golf y todo otro juego vigoroso. Por medio de innumerables exposiciones se busca despertar el orgullo del trabajador por sus propios logros, de su lugar en la sociedad, por la parte que él juega en el todo. Su arte es mostrado ante él en todo su interés, o belleza, o significado. Los premios y los concursos abundan. Cada hombre se hace consciente de la parte que él desempeña en el todo, y descubre un nuevo orgullo en su ocupación y en él mismo.

     Clases baratas son realizadas para aquellos que desean avanzar en su vocación particular, o estudiar más particularmente el oficio al cual ellos pertenecen, y para la adquisición de idiomas extranjeros. Los mejores profesores son contratados y la instrucción es dada en los edificios de la universidad local. La gente es ayudada para que adquiera sus propias viviendas particulares. Los préstamos para ese fin pueden ser reembolsados en cuotas durante una serie de años. De esa manera se espera promover alegres pequeñas villas más allá de los límites de las grandes ciudades.

     El departamento para la propaganda intenta llevar todas esas actividades e instalaciones ante la gente, y animarla a hacer el mayor uso de ellas. Sólo así ellos estarán suscitando el Estado Nacionalsocialista previsto por Adolf Hitler. Hay todavía más departamentos tan sólo en este Movimiento, pero el espacio aquí impide su descripción.

* * * *

     Mucho, en efecto, ha sido escrito sobre la nueva Alemania. En Inglaterra y Estados Unidos tanta atención ha sido dirigida a su aspecto político, que estos otros han sido descuidados. De aquella atención, además, por lejos la mayor parte es altamente hostil, y muy crítica. Pocos fuera de Alemania comprenden todavía por qué Hitler está preparado para realizar sacrificios para salvar esta nueva Alemania de ser torpedeada desde dentro o desde fuera. Él la salva a su propio modo y de aquellos que él considera sus enemigos, sea su acción entendida en el extranjero o no.

    A pesar de aquellos que lo dudan, Adolf Hitler ha hecho más por Alemania desde que él subió al poder que cualquier otro estadista en cualquier otro tiempo, y la destrucción de su trabajo no sólo significaría la ruina final de Alemania sino la ruina de Europa en general.-






Oswald Spengler y el Alma Fáustica de Occidente

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     En el sitio eurocanadian.ca (Council of European Canadians), al parecer del autor, se publicó en dos partes en Septiembre de 2014 el siguiente texto del sociólogo y ex-profesor canadiense Ricardo Duchesne que presentamos aquí traducido. Se refiere aquí el autor al conocido tema de la caracterización de Occidente hecha por Oswald Spengler al calificar el alma de aquél de "fáustica", a diferencia de la "apolínea" del mundo clásico y de la "mágica" de las culturas árabes. De ese anhelo de trascendencia e infinito que retrató Goethe en su "Fausto"y que recogió Spengler (en La Decadencia de Occidente) habla aquí el autor, poniendo los logros occidentales en parangón con los de otras culturas, mencionando, acudiendo a Nietzsche, cómo los griegos clásicos lograron sofrenar el bárbaro "estado de Naturaleza" de los griegos pre-homéricos, y otros temas relacionados.



Oswald Spengler
y el ALMA FÁUSTICA de Occidente
por Ricardo Duchesne
4 y 8 de Septiembre de 2014



Introducción

     Si yo tuviera que elegir una palabra para identificar la singularidad de Occidente, ésa sería "fáustica". Ésa es la palabra que Oswald Spengler usó para designar el "alma" de Occidente. Él creía que la civilización occidental era conducida por una psique excepcionalmente dinámica y expansiva. El "símbolo primario" de esa alma Fáustica era el "espacio puro e ilimitado". Esa alma tenía una "tendencia hacia el infinito", una tendencia más intensamente expresada en las matemáticas modernas. El "infinitocontinuum", el logaritmo exponencial y "su disociación de toda conexión con magnitud" y transferencia hacia un "mundo relacional trascendente", eran algunas de las palabras que Spengler usaba para describir las matemáticas occidentales. Pero él también escribió acerca de la "música carente de cuerpo" del compositor occidental, "en la cual la armonía y la polifonía lo llevan a imágenes de un completo más allá que trasciende todas las posibilidades de la definición visual", y, antes de la Era moderna, del gótico "sentimiento de la forma" del "espacio puro, imperceptible e ilimitado" (La Decadencia de Occidente, vol. I, 1923, pp. 53-90).

     Ese tipo de alma fue primero visible, según Spengler, en la Europa medieval, comenzando con el arte románico, pero particularmente en la "amplitud de las catedrales góticas", "los héroes de las sagas del Grial, de Siegfried y Arturiana, que siempre vagan en el infinito... y las Cruzadas", incluyendo a "los Hohenstaufen en Sicilia, la Hansa en el Báltico, los Caballeros Teutónicos en el Este eslavo,los españoles en América,los portugueses en las Indias Orientales". Spengler así vio a Occidente como una cultura sorprendentemente vibrante conducida por un tipo de personalidad que se desborda con impulsos expansivos y una "voluntad intelectual de poder". "Luchando", "progresando", "venciendo las resistencias", batallando "contra lo que es cercano, tangible y fácil": éstos eran algunos de los términos con que Spengler solía describir esa alma (La Decadencia de Occidente, pp. 183-216).

     Una variedad de palabras ha sido usada para describir o identificar la peculiar historia de Occidente: "individualista", "racionalista", "imperialista", "secularista", "inquieta", y "racista". El término de Spengler "fáustico", me parece, captura mejor la persistente, y mucho mayor, originalidad de Occidente desde tiempos antiguos en todas las esferas intelectuales, artísticas y heroicas de la vida. Pero muchos hoy no leen a Spengler; no hay indicaciones, de hecho, de que los principales expertos en el así llamado "ascenso de Occidente"hayan leído siquiera alguna de sus obras.

     El actual consenso académico ha reducido la singularidad de Occidente a cuando esta civilización "primero" se hizo industrial. Ese consenso cree que Occidente "divergió" de otras civilizaciones agrarias sólo cuando desarrolló motores de vapor capaces de usar fuentes inorgánicas de energía. Antes de la revolución industrial, se nos quiere hacer creer, había "sorprendentes semejanzas"entre Europa y Asia. Tanto los historiadores multiculturalistas como los eurocéntricos tienden a enmarcar el "ascenso de Occidente" o la "gran divergencia" en estos términos económicos / tecnológicos. David Landes, Kenneth Pomeranz, Bin Wong, Joel Mokyr, Jack Goldstone, E. L. Jones y Peer Vries todos señalan a la Revolución Industrial de 1750-1830 como la transformación que indicó todo un nuevo patrón de evolución para el Occidente (o Inglaterra, en el primer caso). Importa poco cuán atrás en el tiempo esos académicos remonten esa Revolución, o cuánto peso ellos asignen a acontecimientos precedentes como la Revolución Científica o la trata de esclavos, su énfasis está en la "divergencia" generada por la llegada de la industria mecanizada y aumentos auto-sostenidos de la productividad en algún momento después de 1750.

     Pero creo que la Revolución Industrial, incluyendo los acontecimientos que condujeron a ella, apenas captura lo que fue único de la cultura occidental. Soy obviamente consciente de que otras culturas eran únicas en tener sus propias costumbres, lenguaje, creencias y experiencias históricas. Mi afirmación consiste en que el Occidente fue singularmente excepcional en exhibir de un modo continuo el mayor grado de creatividad, novedad y dinámica expansionista. Yo remonto la singularidad de Occidente a la aristocrática cultura bélica de voceros indoeuropeos tan tempranamente como el cuarto milenio. La aristocrática cultura libertaria de voceros indoeuropeos era ya única y completamente innovadora en la iniciación del estilo de vida más móvil en tiempos prehistóricos que comenzó con la domesticación y monta de caballos y la invención de la guerra con carros. Así lo fueron los griegos antiguos en su descubrimiento del Logos y su relación con el orden del mundo, la razón dialéctica, la invención de la prosa, la tragedia, la política ciudadana, y la batalla de infantería cara a cara.

     La creación romana de un sistema secular de forma de gobierno republicana anclada en principios autónomos de razonamiento judicial fue en y por sí misma única. Las incesantes guerras y conquistas de las legiones romanas, junto con sus muchas novedades para hacer la guerra y habilidades ingenieriles, fueron una de las ilustraciones más vitales de expansionismo espacial en la Historia. La fusión del cristianismo y la herencia intelectual y administrativa greco-romana, junto con el cultivo de la primera teología racional en la Historia —el catolicismo—, fue un fenómeno único. La invención medieval de las universidades —en las cuales una educación secular podría prosperar e incluso artículos de fe estaban abiertos a la crítica y al análisis racional en un esfuerzo para llegar a la verdad— fue excepcional. La lista de transformaciones que marcan épocas en Europa es interminable: el Renacimiento, la Edad del Descubrimiento, la(s) Revolución(es) Científica(s), la(s) Revolución(es) Militar(es), la Revolución Cartográfica, la Edad de Oro española, la Revolución de la Imprenta, la Ilustración, la Era Romántica, las Revoluciones Filosóficas alemanas de Kant a Hegel y de Nietzsche a Heidegger.


La Medición de Charles Murray
de los Logros de la Civilización Occidental

     Algunos pueden preguntarse cómo puede uno hacer un juicio comparativo sobre los logros de las civilizaciones sin algunos criterios objetivos o estándares de medición. Hay un libro de Charles Murray publicado en 2003,Human Accomplishment. Pursuit of Excellence in the Arts and Sciences, 800 BC to 1950 [1], que sistemáticamente ordena "datos que cumplen con los estándares científicos de fiabilidad y validez"para el propósito de evaluar la historia de los logros humanos a través de las culturas. Ése es el primer esfuerzo para cuantificar "como hechos" los logros de individuos y países a través del mundo en las artes y las ciencias calculando la cantidad de espacio asignado a esos individuos en obras de referencia, enciclopedias y diccionarios.

[1] http://en.wikipedia.org/wiki/Human_Accomplishment

     Charles Murray nos informa que el 97% del logro en las ciencias ocurrió en Europa y Norteamérica entre 800 a.C. y 1950 d.C. También nos informa que, en las Artes, Europa sola produjo un número mucho más alto de "figuras significativas" que el resto del mundo combinado. En música, "la carencia de una tradición de compositores en la civilización no-occidental significa que el total occidental de 522 figuras significativas no tiene ninguna verdadera competencia en absoluto"(pp. 252-259).

     Murray evita una tendencia eurocéntrica al crear compilaciones separadas para cada uno de los "gigantes" en las artes del mundo árabe, China, India y Japón, así como de los "gigantes" de Europa. A este respecto, Murray reconoce que uno no puede aplicar un estándar uniforme de excelencia para las diversas tradiciones artísticas del mundo. Pero él produce inventarios (a nivel mundial) combinados de los "gigantes" para cada una de las ciencias naturales. Las listas combinadas para las ciencias naturales son posibles ya que los propios científicos del mundo han llegado a aceptar los mismos métodos y categorías. El rasgo más sobresaliente de su lista de los "gigantes" en las ciencias (los primeros 20 en Astronomía, Física, Biología, Medicina, Química, Ciencias de la Tierra y Matemáticas) es que ellos son todos (excepto un japonés) occidentales (pp. 84, 122-129).

     ¿Qué explicación ofrece Murray para esta notable "divergencia" en logros humanos? Él sostiene que el logro humano está determinado por el grado hasta el cual las culturas promueven o desalientan la autonomía y el propósito individuales. Los logros han sido "más comunes y más extensos en culturas donde hacer nuevas cosas y actuar autónomamente era animado, que en culturas donde ello era desaprobado". Los seres humanos también han sido "muy magníficamente productivos y alcanzaron sus alturas culturales más elevadas en los tiempos y lugares donde la gente ha pensado más profundamente acerca de su lugar en el universo y sido más convencida de que ellos tienen uno" (pp. 394-99). El Occidente fue diferente en permitir a los individuos una mayor autonomía y propósito.

     Una importante limitación de Murray es que él atribuye al cristianismo ese sentido de propósito y lugar en el universo, incapaz de explicar el increíble logro de los griegos y romanos paganos. Se da también que el libro de Murray es una evaluación estadística, un inventario de nombres, no un intento de capturar el carácter históricamente dinámico del individualismo occidental. Su libro deja fuera todas las dramáticas transformaciones que los historiadores han identificado con Occidente: ¿Por qué los viajes de descubrimiento global "ocurrieron" en la temprana Europa moderna y no en China? ¿Por qué la mecánica newtoniana eludió a otras civilizaciones?

     Actualmente, ningún trabajo histórico actual aborda todas esas transformaciones juntas. Innumerables libros han sido publicados acerca de una o dos transformaciones europeas principales, pero ningún erudito ha tratado de explicar, o plantear como una pregunta general, la persistente creatividad de los europeos desde antiguo hasta los tiempos modernos a través de todos los campos del esfuerzo humano. La norma ha sido para los especialistas en un período o transformación escribir sobre (o insistir en) el significado "radical" o "revolucionario" del período o tema sobre el que ellos resultan ser expertos.

     Se echa de menos un entendimiento del grado incomparable hasta el cual la historia entera de Occidente estuvo llena de individuos que persistentemente buscaban "trascender cada limitación óptica" (La Decadencia de Occidente, p. 198). En comparativo contraste con la historia de India, China, Japón, Egipto y las Américas, donde los estilos artísticos, las instituciones políticas y las perspectivas filosóficas duraron siglos, está la "fertilidad dinámica de lo Fáustico con su incesante creación de nuevos tipos y ámbitos de la forma" (La Decadencia de Occidente, p. 205). Puedo pensar sólo en tres individuos —dos filósofos de la Historia y un sociólogo histórico— que han escrito de un modo amplio de

    1. el "impulso infinito", la "confianza irresistible" de Occidente (Hegel),
    2. la "enérgica, imperativa y dinámica" alma de Occidente (Spengler), y
    3. la "inquietud racional" de Occidente (Weber).

     Spengler es el que supera de un modo más penetrante otro defecto de Murray: su descripción de la peculiaridad europea se limita a las esferas intelectual y artística. Él no presta ninguna atención a los logros en la guerra, exploración y liderazgo heroico. Su definición de logro incluye sólo a individuos pacíficos que llevan a cabo experimentos científicos y crean trabajos artísticos. Los logros vienen sólo en la forma de "grandes libros" y "grandes ideas". A este respecto, su libro es parecido a ciertos libros de texto sobre la civilización occidental de viejo estilo donde la producción de "Grandes Obras" por "Grandes Hombres" en condiciones de "Libertad" eran los temas centrales. David Gress (From Plato to NATO. The Idea of the West and Its Opponents) calificó a ese tipo de historiografía como la "gran narrativa"(1998) [2].

[2] https://archive.nytimes.com/www.nytimes.com/books/first/g/gress-plato.html

     Enseñando la historia occidental en términos de realización de grandes ideas y trabajos en las artes y ciencias, esos textos "colocaron una carga de justificación sobre Occidente" para explicar cómo la realidad del colonialismo occidental a través del mundo, el grado más alto de la guerra entre europeos, la invención de armas militares mucho más destructivas, el comercio de esclavos y la destrucción sin precedentes de las civilizaciones de las Américas, deberían ser dejados fuera de la descripción de los logros occidentales. Gress pidió a los historiadores que se alejaran de una imagen idealizada de la singularidad occidental. Norman Davies, también, ha criticado el modo en que la temprana orientación de la civilización occidental tendió a "dejar fuera cualquier cosa que pudiera parecer mundana o repulsiva" (A History of Europe, 1997, p. 28).


La Personalidad Fáustica

     Creo que la identificación de Oswald Spengler del Occidente como "fáustico" nos provee de la mejor palabra para superar la actual ingenua separación que existe entre un Occidente cultivado y pacífico y un Occidente poco civilizado y antagonista con su imagen de una cultura sorprendentemente vibrante conducida por un tipo de personalidad fáustica que se desborda con impulsos expansivos, disrruptivos e imaginativos manifestados en todas las esferas de la vida. Para Spengler el espíritu fáustico no se restringía a las artes y ciencias sino que estaba presente en la cultura de Occidente en general. Spengler así habló de la "relación morfológica que interiormente vincula las formas de expresión de todas las ramas de la Cultura". Cosas tales como el arte rococó, el cálculo diferencial, las Cruzadas, la conquista española de las Américas, eran todos expresiones de la misma alma agitada. No hay ninguna incongruencia entre las "grandes ideas" de Occidente y la llamada "realidad" de la conquista y el sufrimiento. No hay ninguna necesidad, desde este punto de vista, de conceder a críticos multiculturales, como Norman Davies cree, "el penoso catálogo de guerras, conflictos y persecuciones que han acosado cada etapa"de Occidente (pp. 15-16). Las disposiciones expansionistas de los europeos no eran sólo indispensables sino que fueron conducidas, como argumento en mi libro The Uniqueness of Western Civilization y perfilaré brevemente luego, por un deseo intensamente sentido de conseguir grandes hechos e inmortalidad heroica.

     Los grandes hombres de Europa eran artistas conducidos por un deseo intensamente sentido de hechos incomparables. Las "grandes ideas"—de Arquímedes: "Dadme un punto de apoyo y moveré con una palanca el mundo entero", o de Hume: "El amor por la fama literaria, mi pasión que me guía"— fueron asociadas con rasgos aristocráticos y disposiciones desafiantes, no menos que la inmensa ambición de Hernán Cortés de honor y gloria, "morir dignamente antes que vivir deshonrado".

     En contraste con Weber, para quien el Occidente "exhibía una aptitud no rivalizada para la racionalización", Spengler vio en esa alma fáustica una voluntad primitiva e irracional para el poder. No se trataba de un ethos calmado, desinteresado y racionalista que estaba en el núcleo de la particularidad occidental; era un deseo muy enérgico, orientado a objetivos, de abrir camino a través de lo desconocido, reemplazar la norma, y conseguir el dominio. El Occidente fue gobernado por un intenso impulso de superar los límites de la existencia, de un ser muy energético, agitado y fatídico, una "voluntad inflexible para vencer y romper todas las resistencias de lo visible" (La Decadencia de Occidente, pp. 185-186).

     Había algo fáustico en todos los grandes hombres de Europa, tanto en la realidad como en la ficción: en Hamlet, Ricardo III, Gauss, Newton, Nicolas Cusano, Don Quijote, Werther de Goethe, Gregorio VII, Miguel Ángel, Paracelso, Dante, Descartes, Don Juan, Bach, Parsifal de Wagner, Haydn, las Mónadas de Leibniz, Giordano Bruno, Federico el Grande, Rembrandt, Hedda Gabler de Ibsen.

    "El alma fáustica —cuyo ser consiste en la superación de la presencia, cuyo sentimiento es la soledad y cuyo anhelo es la infinidad— pone su necesidad de soledad, distancia y abstracción en todas sus actualidades, en su vida pública, sus mundos de la forma espiritual y artística por igual"(La Decadencia de Occidente, p. 386).

     Para Spengler, el cristianismo también se convirtió en una ética moral completamente fáustica. "No fue el cristianismo quien transformó al hombre fáustico, sino que el hombre fáustico fue quien transformó al cristianismo, y él no sólo hizo de ello una nueva religión sino que también le dio una nueva dirección moral": la voluntad de poder en la ética (p. 344). Esta "moral fáustico-cristiana" produjo

    "Cristianos de gran estilo —Inocencio III, Ignacio de Loyola y Savonarola, Pascal y Teresa de Ávila [...] el gran sajón, Franconia y los Emperadores Hohenstaufen, hombres gigantescos como Henry el León y Gregorio VII... los hombres del Renacimiento, de la lucha de las Dos Rosas, de las Guerras de los Hugonotes, los Conquistadores españoles, los electores y reyes prusianos, Napoleón, Bismarck, Rhodes"(pp. 348-349).

     ¿Pero qué exactamente es un alma fáustica? ¿Cómo conectamos aquello de un modo concreto a la creatividad de Europa? ¿A qué fuente original o lugar de partida atribuyó Spengler ese anhelo por la infinidad? Para comenzar a contestar estas preguntas deberíamos recordarnos primero de otra idea central de Spengler, su visión cíclica de la Historia, según la cual (1) cada cultura contiene un espíritu único y propio, y (2) todas las culturas experimentan un proceso orgánico de nacimiento, crecimiento y decadencia.

     En otras palabras, para Spengler todaslas culturas exhiben un período de creatividad dinámica y juvenil; cada cultura experimenta "su infancia, juventud, adultez y vejez". "Cada cultura tiene sus propias nuevas posibilidades de auto-expresión, que surgen, maduran, decaen y nunca retornan" (pp. 18-24, 106-107). Spengler de esa manera estableció una distinción entre las tempranas etapas vitales de una cultura (Kultur) y las etapas posteriores cuando las fuerzas vitales estaban casi exhaustas hasta que todo lo que quedaba era una civilización superficial poblada por individuos preocupados por la preservación de los recuerdos de glorias pasadas, mientras estaban obligados a trabajar en los monótonos asuntos de sus vidas diarias.

     Sin embargo, a pesar de ese énfasis en las energías juveniles de todas las culturas, Spengler vio a Occidente como la cultura más sorprendentemente dinámica conducida por un alma que se desborda con energías expansivas y una "voluntad intelectual de poder". Por "juvenil"él quiso decir la actualización del alma específica de cada cultura, "la suma de sus posibilidades en forma de pueblos, lenguas, dogmas, artes, Estados, ciencias". Sólo en Europa él vio "energía direccional", música de marcha, pintores a los que les gusta usar azul y verde, "colores trascendentes, espirituales, no sensuales", "los colores del cielo, los mares, la llanura fructuosa, la sombra del mediodía del Sur, la tarde, las montañas remotas" (pp. 245-246). Pienso que John Farrenkopf (Prophet of Decline: Spengler on World History and Politics) tiene razón cuando él sostiene que el aprecio de Spengler por culturas no-occidentales como sujetos dignos de una investigación comparativa llegó junto con una "exaltación" de la mayor energía creativa de Occidente (2001, p. 35).

     Pero ¿qué hacemos con la reiterada insistencia de Spengler en que las antiguas Grecia y Roma no eran fáusticas? Aunque yo esté de acuerdo con Spengler en que en algunos aspectos el "alma" greco-romana estaba orientada hacia el presente más bien que hacia el futuro, y que su arquitectura, geometría y matemáticas finitas estaban limitadas espacialmente, siendo restringidas y perceptibles, él exagera su argumento sobre la carencia de un espíritu expansionista, minimizando las increíbles energías creativas de griegos y romanos, su heroísmo individual y su impulso hacia lo desconocido.

     Farrenkopf piensa que el Spengler tardío llegó a ver a los griegos y romanos como más individualistas y dinámicos. Estoy de acuerdo con Burckhardt en que los griegos clásicos eran singularmente combativos e individualistas, y con la percepción de Nietzsche de que todo lo que era civilizado y racional entre los griegos habría sido imposible sin esa cultura de lucha. Los griegos antiguos que establecieron colonias por todo el Mediterráneo, los macedónicos que marcharon hacia "el fin del mundo", y los romanos que crearon el mayor Imperio en la Historia, fueron similarmente conducidos, para usar el término de Spengler, por un "deseo irreprimible de distancia", como los pueblos germánicos que hicieron caer a Roma, los vikingos que cruzaron el Atlántico, los Cruzados que esparcieron el caos en el Oriente Próximo, y los portugueses que con sus barcos con cañones se lanzaron sobre el mundo antes tranquilo del Océano Indico. Spengler no es persuasivo en sus esfuerzos para minimizar ese lado fáustico de griegos y romanos.

     ¿Cuál era la tierra original última del alma fáustica de Occidente? Hay declaraciones en Spengler que hacen referencias a "un mundo nórdico que abarcaba desde Inglaterra a Japón"y a una gente "que luchaba duro", y un espíritu más individualista y heroico "en las partes antiguas y genuinas del Mahabharata... en Homero, Píndaro y Esquilo, en la poesía épica germánica y en Shakespeare, en muchas canciones del Shuking chino, y en círculos de samuráis japoneses" (citado en Farrenkopf, p. 227). Spengler hace referencia a la localización común de esos pueblos en las estepas "nórdicas". Él no hace ninguna referencia específica a las estepas caucásicas pero él claramente tiene en mente a los pueblos "indoarios" que salieron de las estepas y conquistaron India y escribieron el Mahabharata. Él llama "semi-nórdicas" a las altas culturas greco-romana, indoaria y china. En El Hombre y la Técnica él escribe de cómo el clima nórdico forjó a un hombre lleno de vitalidad

    "por medio de la dureza de las condiciones de vida, el frío, la constante adversidad, en una raza resistente, con un intelecto agudizado hasta el grado más extremo, con el frío fervor de una pasión irreprimible por luchar, atreverse, ir hacia adelante".

     Principalmente, él menciona a los pueblos bárbaros de Europa del Norte, cuyo mundo él contrasta con "el lánguido sentimiento del mundo que hay en el Sur" (Farrenkopf, p. 222). Spengler no niega la influencia del medioambiente, pero en vez de enfocarse en los recursos económicos y su papel "crítico" en el proceso de industrialización, él llama la atención hacia el profundo impacto que los ambientes tuvieron en la formación de orientaciones psicológicas distintivas entre las culturas del mundo. Él piensa que la forma fáustica de la espiritualidad salió de los climas más duros del Norte. El carácter nórdico era menos pasivo, menos lánguido, más enérgico, individualista, y más preocupado por el status y los hechos heroicos que los caracteres de otros climas. Dicho hombre nórdico era un ser humano biológico, desde luego, pero uno animado con el espíritu de una "orgullosa bestia de presa", como el de un "águila, león [o] tigre". Tal como para el maestro de Hegel que se involucra en una lucha a muerte sólo por prestigio, para ese individuo "nórdico""las preocupaciones de la vida, los hechos, se hicieron más importantes que la mera existencia física" (El Hombre y la Técnica: Una Contribución a una Filosofía de Vida, 1976, pp. 19-41).

     Ese hombre orientado a los hechos no está satisfecho con una lucha darwiniana por la existencia o una lucha marxista por la igualdad económica. Él quiere subir alto, elevarse y alcanzar niveles cada vez más altos de intensidad existencial. Él no está preocupado por la mera adaptación, reproducción y conservación. Él quiere asaltar el cielo y formar el mundo. ¿Pero quién exactamente es ese carácter? ¿Es él el maestro Hegeliano que lucha hasta la muerte por prestigio? Spengler parafrasea a Nietzsche cuando él escribe que las fuerzas primordiales de la cultura occidental reflejan las "emociones primarias de una enérgica existencia humana, la crueldad, la alegría en el entusiasmo, el peligro, el acto violento, la victoria, el crimen, la emoción de un conquistador y destructor". Nietzsche también escribió acerca del guerrero "aristocrático" que anhelaba los "estados orgullosos y exaltados del alma", como los experimentaba íntimamente por medio del "combate, la aventura, la persecución, la danza, las maniobras de guerra" (La Genealogía de la Moral, 1956, p. 167). ¿Quiénes son esos personajes? ¿Son sus "emociones primarias" algo diferente de la gente en otras culturas?


Kant y la "Sociabilidad Insociable" de los Humanos

     He preguntado quiénes son esos personajes con orgullosas almas aristocráticas tan diferentes de las almas más bien sumisas y serviles de las razas asiáticas. Un buen modo de comenzar a contestar esta pregunta es comparar al hombre fáustico de Spengler con lo que Immanuel Kant dice sobre la "sociabilidad insociable" de los humanos en general. En su ensayo Idea para una Historia Universal desde un Punto de Vista Cosmopolita, Kant parece algo perplejo, pero sin embargo sintonizado con el modo en que el progreso en la Historia había sido conducido por el lado más feroz y egocéntrico de la naturaleza humana. Mirando el amplio alcance de la Historia, él concluyó que sin el vano deseo de honor, propiedad y status, los humanos nunca se habrían desarrollado más allá de una primitiva existencia arcadiana de autosuficiencia y amor mutuo:

    "todos los talentos humanos habrían permanecido escondidos para siempre en un estado inactivo, y los hombres, tan bondadosos como las ovejas que ellos cuidaban, apenas harían su existencia más valiosa que la de sus animales (...) El fin para el cual ellos fueron creados, su naturaleza racional, sería un vacío no llenado".

     No puede haber ningún desarrollo de las facultades humanas, ninguna alta cultura, sin conflicto, agresión y orgullo. Son estos rasgos asociales, la "vanagloria", la "sed de poder", la "avaricia", los que despiertan los talentos por otra parte inactivos de la gente y "los conducen a nuevos usos de sus fuerzas y así al desarrollo múltiple de sus capacidades". La Naturaleza en su sabiduría, "no la mano de un espíritu maligno", creó "la sociabilidad insociable de los humanos".

     Pero Kant nunca preguntó, en este contexto, por qué los europeos eran responsables, en su propia estimación, de la mayor parte de la progresión moral y racional en la Historia. Por separado, en otra publicación, Antropología desde un Punto de Vista Pragmático (1798), Kant observó realmente importantes diferencias en el carácter psicológico y moral de la gente como han sido exhibidas en diferentes lugares en la Tierra, clasificando a las razas humanas en consecuencia, con los europeos en la cima en "rasgos naturales". No obstante, Kant nunca conectó su antropología con su principio de cualidades antisociales.

     ¿Fomentó la "Naturaleza" esas cualidades insociables regularmente entre las culturas del mundo? Si bien esos "vicios"—como hemos aprendido hoy de la psicología evolutiva— son rasgos basados genéticamente que evolucionaron en respuesta a largos períodos de presiones selectivas adaptativas asociadas con la maximización de la supervivencia humana, no hay ninguna razón para suponer que la forma y el grado de esos rasgos evolucionaron regularmente o igualmente entre todas las razas y culturas humanas. Es mi opinión el que las cualidades insociables de los europeos eran diferentes, más intensas, estridentes, individuadas.


Estilo de Vida Aristocrático Indoeuropeo

     Creo que esa variación debería ser remontada al aristocrático estilo de vida de los indoeuropeos. Los indoeuropeos eran un pueblo pastoral de las estepas póntico-caspias que inició el estilo de vida más móvil en tiempos prehistóricos, comenzando con la monta de caballos y la invención de vehículos con ruedas en el cuarto milenio a.C., junto con la eficiente explotación de los "productos secundarios" de los animales domésticos (productos lácteos, tejidos, arneses de animales), rebaños en gran escala, y la invención de carros en el segundo milenio. Hacia el final del segundo milenio, aunque los indoeuropeos invadieron tierras tanto del Este como occidentales, sólo el Occidente había sido "indo-europeizado".

     Los indoeuropeos también fueron exclusivamente gobernados por una clase de aristócratas libres. En términos muy amplios, defino como "aristocrático" a un Estado en el cual el gobernante, el rey o el comandante en jefe, no es un autócrata que trata a las clases altas como sirvientes desiguales sino que es un "par" que existe en un espíritu de igualdad como un guerrero más de nacimiento noble, primus inter pares. Eso no quiere decir que los líderes no disfrutaban de poderes y ventajas extras, o que los líderes no se vieron tentados para actuar de manera tiránica, sino que en culturas aristocráticas, debido a todas las intensas rivalidades entre familias e individuos que buscaban su propio renombre, había un fuerte ethos de igualitarismo aristocrático contra el gobierno despótico. Un verdadero aristócrata que mereciera respeto de sus pares no podía ser sumiso; su dignidad y honor como hombre estaban íntimamente ligados a su capacidad de auto-determinación.

     Diferentes niveles de organización social caracterizaron a la sociedad indoeuropea. El nivel más bajo, y la unidad más pequeña de la sociedad, consistía en familias que residían en granjas y pequeñas aldeas, practicando la agricultura mixta con el ganado, que representaba la forma predominante de riqueza. La siguiente grada consistía en un clan de aproximadamente cinco familias con un antepasado común. El tercer nivel consistía en varios clanes —o una tribu— que compartían lo mismo. Aquellos miembros de la tribu que poseían ganado eran considerados  libres a los ojos de la tribu, con derecho a portar armas y participar en la asamblea tribal.

     Aunque la escala de complejidad de las sociedades indoeuropeas cambiara bastante con el paso del tiempo, y las confederaciones tribales celtas que estaban en contacto cercano con la Roma de César durante el siglo I a.C., por ejemplo, se caracterizaron por una alta concentración del poder económico y político, esas confederaciones todavía eran gobernadas por una clase de aristócratas libres. En la sociedad celta clásica, el poder efectivo dentro y fuera de la asamblea tribal era manejado por los miembros más poderosos de la nobleza, medido por la cantidad de los que les estaban sujetos y su capacidad de otorgar patrocinio. El patrocinio podía ser extendido a miembros de otras tribus y a individuos libres que eran inferiores en status y eran así tentados a renunciar a algo de su independencia en favor de protección y patrocinio.

     La nobleza indoeuropea también se agrupó en bandas de guerra. Esas bandas eran asociaciones libremente constituídas de hombres que actuaban independientemente de lazos tribales o de parentesco. Ellos podían ser iniciados por cualquier individuo poderoso en base a los méritos de sus capacidades marciales. La relación entre el jefe y sus seguidores era personal y contractual: los seguidores se ofrecerían para ligarse al líder por medio de juramentos de lealtad en donde ellos prometerían asistirlo, mientras el líder prometería recompensarlos tras las incursiones exitosas. La soberanía de cada miembro era así reconocida aunque hubiera un líder reconocido. Esos "grupos de camaradas", para usar el vocabulario indoeuropeo, estaban singularmente dedicados al comportamiento predador y a la vida "como la de un lobo" cazando y asaltando, y a la realización de hechos superiores, incluso sobrehumanos. Los miembros eran hombres generalmente jóvenes, solteros, sedientos de aventura. Los seguidores juraban no sobrevivir a un líder de guerra que resultara muerto en batalla, tal como se esperaba que el líder mostrara en todas las circunstancias un ejemplo personal de coraje y habilidades de guerra.

     Los hombres jóvenes nacidos en familias nobles no sólo eran impulsados por necesidades económicas y un espíritu de aventura, sino también por una necesidad psicológica profundamente arraigada de honor y reconocimiento, una necesidad nutrida no por la Naturaleza como tal sino por un ambiente cultural en el cual el noble status de alguien era mantenido por su puro prestigio arriesgando la vida propia en una batalla hasta la muerte. Esa competición por la fama entre miembros de bandas de guerra (parcialmente fuera de los lazos de parentesco) no podía sino haber tenido un efecto de individualización sobre los guerreros. De ahí que aunque los miembros de la banda ("amigos-camaradas", o "asociados") pertenecieran a un grupo cohesivo y leal de individuos de mentalidad similar, ellos no eran tragados anónimamente dentro del grupo.

     El estilo de vida indoeuropeo incluía la feroz competencia por derecho a pastos, la constante vigilancia en defensa de la riqueza portátil de alguien, y una disposición expansionista en un mundo en el cual los pastores competidores estaban motivados para buscar nuevos pastos así como tentados a tomar la riqueza móvil (el ganado) de sus vecinos. Esa vida requería no sólo las habilidades de un carnicero sino una vida de equitación y armas (conflictos, incursiones, violencia) que ponía de relieve ciertas disposiciones mentales incluyendo agresividad e individualismo, en el sentido de que cada individuo, en esa atmósfera orientada por lo masculino, tenía que llegar a ser tanto un guerrero como un pastor.

     El valor más importante de los aristócratas indoeuropeos era la búsqueda de la gloria individual como miembros de sus bandas de guerra y como juzgado por sus pares. La Ilíada, el Beowulf, la Canción de Roldán, las sagas irlandesas, islandesas y germánicas como Lebor na hUidre, la Saga de Njals, la Saga de Gisla Sursonnar y el Nibelungenlied cuentan los hechos heroicos y la fama de los aristócratas, y son las voces más tempranas del alba de la civilización occidental. Dentro de ese heroico "mundo-vida" los rasgos antisociales de la gente tomaban una expresión más definida, más aguda e individuada.

     ¿Y qué hay de otros pueblos asiáticos centrales de las estepas, como los mongoles y turcos, que produjeron una literatura heroica similar? Hay varias diferencias sustanciales. Primero, la tradición épica y heroica indoeuropea precede a cualquier otra tradición en miles de años, no sólo la épica homérica y las epopeyas sánscritas sino, como ahora sabemos con alguna certeza de libros principales como Indo-European Poetry and Myth de M. L. West y How to Kill a Dragon: Aspects of Indo-European Poetics de Calvert Watkins (1995), ya en una tradición oral prehistórica. Segundo, la poesía indoeuropea muestra una comprensión más aguda y una interpretación del carácter fundamentalmente trágico de la vida, una confianza aristocrática ante el destino, la inevitabilidad del sufrimiento humano y la hybris, sin amargura sino con una profunda alegría.

     Tercero, la épica indoeuropea muestra una inspiración tanto colectiva como individual, a diferencia de la épica no-indoeuropea que muestra personajes que funcionan sólo como representaciones colectivas de sus comunidades. Por eso en algunas sagas indoeuropeas hay una clara postura de autor, a diferencia de las anónimas sagas no-indoeuropeas; la individualidad, los derechos de autoría, la conciencia del poeta de sí mismo como creador, son reconocidos en muchas sagas europeas antiguas y medievales (véase de Hans Gunther, Religious Attitudes of the Indo-Europeans, 1963, y de Aaron Gurevich, The Origins of European Individualism, 1995).


Nietzsche y la Sublimación del EthosAgonístico
de los Bárbaros Indoeuropeos

     Pero ¿cómo conectamos los bárbaros rasgos asociales de guerreros indoeuropeos prehistóricos a los logros culturales superlativos de griegos y europeos más tarde civilizados? Nietzsche nos proporciona algunas precisas ideas en cuanto a cómo el indomado ethos de lucha de los indoeuropeos fue traducido en creatividad civilizada. En su fascinante temprano ensayo Homero acerca de la Competición (1872), Nietzsche observa que la cultura civilizada o convención (nomos) no fue impuesta sobre la Naturaleza sino que fue una sublimada continuación de la lucha que era ya inherente a la Naturaleza (physis). La naturaleza de la existencia está basada en el conflicto, y ese conflicto se despliega en instituciones y gobiernos humanos. La gente no es naturalmente armoniosa y racional como Sócrates había insistido; la naturaleza de la Humanidad es la lucha. Sin lucha no hay ningún desarrollo cultural. Nietzsche habló en contra de la separación entre hombre y cultura por un lado y la Naturaleza por otro: las creaciones culturales de la Humanidad son expresiones o aspectos de la Naturaleza misma.

     Pero Naturaleza y cultura no son idénticas; las creaciones artísticas de la gente, sus normas e instituciones, constituyen una re-canalización de los esfuerzos destructivos de la Naturaleza hacia actos creativos, que dan forma y belleza estética al carácter por otra parte bárbaro de la lucha natural. Si bien la cultura es una extensión de la Naturaleza, es también una forma por medio de la cual los seres humanos ocultan la cruel realidad de ellos, y el absurdo y destructividad de la naturaleza de ellos. Eso es lo que Nietzsche quiso decir con el "carácter dual" de la Naturaleza; la gente restringe o sublima sus tendencias, para crear artefactos culturales como un modo de hacer frente a la destrucción sin sentido asociada con la lucha.

     Nietzsche, en otra publicación temprana, El Nacimiento de la Tragedia (1872), se refirió a esta dualidad de la existencia humana, nomos y physis, como "la dualidad entre apolíneo y dionisíaco". Lo dionisíaco simbolizaba la lucha excesiva y embriagadora que caracterizaba a la vida humana en las sociedades tribales tempranas, mientras que lo apolíneo simbolizaba la restricción y re-canalización del conflicto posible en sociedades organizadas en un Estado. En el caso de la sociedad griega, durante tiempos pre-homéricos, Nietzsche imaginó un mundo en el cual no había límites, o había pocos, a los impulsos dionisiacos, un tiempo de "lujuria, engaño, envejecimiento y muerte". Los habitantes homéricos y clásicos (apolíneos) de las ciudades-Estados pusieron esas tendencias primordiales bajo "medida" y autocontrol. El sentido emblemático del dios Apolo era "nada en exceso". Apolo era un proporcionador de solidez de mente, un guardia contra un descenso completo hacia un estado de caos y perversidad. Él era un re-direccionador de los voluntariosos y soberbios anhelos de los individuos hacia formas organizadas de la guerra y niveles más altos de arte y filosofía.

     Para Nietzsche la civilización griega no fue producida por un carácter naturalmente armonioso, o por una ciudad-Estado totalmente moderada y pacificada. Una de las mayores confusiones en la que caen todos los intérpretes del ascenso de Occidente es suponer que los logros occidentales estaban destinados a vencer y suprimir nuestros impulsos dionisiacos. Pero Nietzsche está en lo correcto: los griegos consiguieron su "civilidad" armonizando, no negando o emasculando, la destructiva pelea y la sed de sangre de su pasado dionisíaco y colocando su lucha bajo ciertas reglas, normas y leyes. El carácter ilimitado y caótico de la lucha como existía en el estado de Naturaleza fue hecho "civilizado" cuando los griegos se congregaron dentro de un horizonte político más grande, pero aquél no fue reprimido. La guerra entre ellos tomó el carácter de una competición organizada dentro de ciertos límites y convenciones. El aristócrata civilizado era el que, al ejercer soberanía sobre sus poderosos deseos (de sexo, bebida, venganza, y cualquier otra clase de intoxicante), aprendió el dominio de sí mismo y, con ello, la capacidad para usar su razón para construír su poder político y gobernar a aquellos "bárbaros" que carecían de esa auto-disciplina. Los griegos crearon su admirable cultura permaneciendo en paz con su superlativa voluntad de luchar.

     El problema con Nietzsche es la carencia de verificación histórica. Existe investigación ahora para añadir a Nietzsche el argumento históricamente basado de que los griegos veían la naturaleza de la existencia como lucha debido a su pasado en un indoeuropeo estado de Naturaleza donde la lucha era el ethos dominante. Hay fuertes razones para creer que el concepto de Nietzsche de la lucha es una expresión de sus propios antecedentes occidentales y de su estudio del luchador modo occidental de pensamiento que comenzó con los griegos. Uno puede estar de acuerdo con que la lucha está en la "naturaleza del ser" como tal, pero vale la pena notar que, para Nietzsche, no todas las culturas han manejado la lucha de la Naturaleza del mismo modo y no todas las culturas han sido igualmente competentes en la sublimada producción de individuos creativos o genios.

     Nietzsche así escribió acerca de dos respuestas humanas básicas ante el horror de una lucha interminable: la tendencia anti-helénica a renunciar a la vida en este mundo como "no digno de ser vivido", lo que conduce a un llamado religioso a buscar una vida en el más allá, o a la tendencia trágica griega, que reconocía esa lucha "terrible como era, y la consideraba como justificada". Las culturas que llegaron a un acuerdo con esa lucha, creyó él, eran más competentes en la completación de los fines de la Naturaleza y en la producción de individuos creativos dispuestos a actuar en este mundo. Él vio la celebración de la guerra como el padre y rey del universo entero hecha por Heráclito como una afirmación únicamente griega de la Naturaleza como lucha. Fue esa afirmación la que llevó a Nietzsche a decir que "sólo un griego fue capaz de encontrar tal idea como el fundamento de una cosmología".

     Los aristócratas de habla griega tuvieron que aprender a reunirse dentro de una comunidad política que permitiría que ellos encontraran algunos puntos en común y así se alejaran del "estado de Naturaleza" con su interminable pelearse y combatir por la gloria individual. En el siglo VIII a.C. surgiría un nuevo tipo de organización política, la ciudad-Estado. La grandeza de la Grecia homérica y clásica implicaba poner límites apolíneos alrededor de los indispensables pero excesivos impulsos dionisíacos de los bárbaros griegos pre-homéricos. La literatura jonia estaba lejos de los berserkers del mundo pre-homérico, pero era del mismo modo intensamente competitiva. La búsqueda de la verdad era una lucha general, con cada filósofo compitiendo por el prestigio intelectual en un tono polémico que procuraba desacreditar las teorías de otros promoviendo las propias. No había Poseedores del Camino en la Grecia aristocrática ni sabios chinos recatadamente respetuosos ante sus superiores y esperando una apropiada deferencia de parte de sus inferiores.

     Dicho ethos de lucha era inculcado en los Juegos Olímpicos, en las perpetuas guerras entre las ciudades-Estados, en la búsqueda de una carrera política y en la competencia entre oradores por la admiración de los ciudadanos, y en los festivales de teatro atenienses donde muchísimos poetas participaban en competiciones dionisiacas; era evidente en el ethos de los sofistas y de Sócrates del argumento dialógico y la búsqueda de conocimiento, comparando y criticando discursos individuales, evaluando afirmaciones contradictorias, recolectando pruebas, y mediante la persuasión competitiva y la refutación; y en el método escolástico católico, según el cual los críticos tomarían importantes obras, las leerían totalmente, compararían las teorías del libro con otras autoridades, y mediante una serie de ejercicios dialógicos averiguarían los respectivos méritos y deméritos.


Conclusión

     En el lenguaje de Spengler, esa alma fáustica estaba presente en "el anhelo de infinidad del vikingo"y sus actividades de colonización a través del Mar del Norte, el Atlántico y el Mar Negro; en los portugueses y españoles que "fueron poseídos por un ansia aventurera por distancias inexploradas y por todo lo desconocido y peligroso"; en "la emigración a Estados Unidos", "la fiebre del oro californiana", "la pasión de nuestra civilización por el rápido tránsito, la conquista del aire, la exploración de las regiones polares y la ascensión de montañas casi imposibles"; "dramas de anhelos incontrolables de libertad, soledad, independencia inmensa, y de desprecio gigante por todas las limitaciones". "Estos dramas son fáusticos y únicamente fáusticos. Ninguna otra cultura, ni siquiera la china, los conoce" (pp. 335-337).

     El Occidente claramente ha estado afrontando una decadencia espiritual durante muchos años hasta ahora, como Spengler observó, a pesar de sus inmensas innovaciones tecnológicas, que Spengler reconoció, observando cómo Europa, después de 1800, llegó a ser completamente dominada por una expresión puramente "mecánica"de esa tendencia fáustica en su implacable expansión externa por medio del capitalismo industrial con sus crecientes mercados e innovaciones científicas. Spengler no asoció dicha expansión mecánica ("anglosajona") con la creatividad cultural en sí misma. Antes de 1800 la energía de la cultura fáustica de Europa todavía era expresada en términos "orgánicos"; es decir, era dirigida a empujar las fronteras del conocimiento interior por medio del arte, la literatura, y el desarrollo del Estado-nación. Fue durante el siglo XIX que el Occidente, según él, entró en "el comienzo del Invierno de toda la civilización" a medida que su cultura tomó un carácter puramente capitalista y mecánico, extendiéndose a través del globo, sin más lazos "orgánicos" con la comunidad o suelo. Fue en ese punto que esta desarraigada civilización racionalista había llegado a agotar sus posibilidades creativas, y hubiera tenido que afrontar "los hechos fríos y duros de una vida tardía... De grandes pinturas o gran música, no puede haber, para la gente occidental, ninguna cuestión" (La Decadencia de Occidente, vol. I, pp. 20-21; vol. II, pp. 40, 44, 46).

     La decadencia del alma fáustica orgánica es irreversible, pero hay razón para creer que la decadencia es cíclica y no siempre permanente, como hemos visto muy significativamente en el caso de China muchas veces a través de toda su historia. Los pueblos europeos no tienen que perder su superlativa tendencia a la supremacía tecnológica. El Occidente puede reafirmarse a sí mismo, a menos que los marxistas culturales tengan éxito en sus esfuerzos para destruír permanentemente este espíritu fáustico mediante la inmigración de masas y el mestizaje.–





Ricardo Duchesne - El Impulso Fáustico y la Exploración Europea

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     Del mismo autor de la entrada previa, Ricardo Duchesne, ensayista y (ex-) profesor del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de New Brunswick, Canadá, y autor de The Uniqueness of Western Civilization (2011), presentamos ahora en castellano un artículo complementario del anterior, publicado antes en Junio de 2012 en fortnightlyreview.co.uk, en el cual se enfoca, a partir del ímpetu fáustico de Occidente, en la Era de las exploraciones y descubrimientos en que descolló la gente europea frente a otras civilizaciones.


El Impulso Fáustico y la Exploración Europea
por Ricardo Duchesne
5 de Junio de 2012



     En su libro de 2003 Human Accomplishment: Pursuit of Excellence in the Arts and Sciences, 800 BC to 1950, Charles Murray sostuvo que los grandes logros artísticos y científicos eran abrumadoramente europeos. "Lo que la especie humana es hoy", escribió él, "lo debe en un grado asombroso a lo que fue llevado a cabo en sólo media docena de siglos por los pueblos de una pequeña parte de la masa continental euroasiática del Noroeste".

     Esa afirmación va en contra de la moderna dirección de la comunidad de la Historia mundial, y en realidad contra la creencia de moda. El New York Times de manera nada sorprendente llamó a dicho libro "más bravatas que rigor" y "poco convincente" [1], pero ese estudio fue, sin embargo, la primera tentativa de cuantificar "como hechos" el genio creativo de individuos en términos de origen cultural y distribución geográfica. Murray hizo eso calculando la cantidad de espacio asignado a esos individuos en trabajos de referencia, enciclopedias y diccionarios. Basado en ese sistema de medida, él concluyó que "si se lo mide en términos de gente o acontecimientos, el 97% del logro en las ciencias ocurrió en Europa y Norteamérica" desde 800 a.C. hasta 1950. Los inventarios de Murray de las artes también confirmaron el papel predominante de Europa, particularmente después de 1400. Aunque Murray no comparó los logros de ellos sino que compiló listas separadas para cada civilización, él notó que el número total de "cifras significativas" en las artes es más alto en Occidente en comparación con el número sumado de las otras civilizaciones. Él explicó esa notable "divergencia"en logros humanos en términos del grado hasta el cual las culturas promueven o desalientan la autonomía y el propósito. Estoy persuadido de que el individualismo es una de las variables críticas [2].

[1] Judith Shulevitz, "Human Accomplishment: the Best and the Brightest", The New York Times,  30 Nov. 2003.
[2] Charles Murray, Human Accomplishment. The Pursuit of Excellence in the Arts and Sciences 800 BC to 1950, Nueva York, 2003, pp. 252-259.

     El punto que quiero establecer, sin embargo, es que Murray no presta ninguna atención a los logros conseguidos en otros esfuerzos humanos, como en el liderazgo, la exploración, y hechos heroicos. Los logros que él mide vienen sólo en la forma de "grandes libros" y "grandes ideas". A este respecto, el libro de Murray es similar a ciertos libros de texto de un estilo más viejo sobre la Civilización Occidental donde la progresión de los ideales liberales modernos es el tema central. David Gress etiquetó a ese tipo de historiografía como la "gran narrativa". Al enseñar la historia occidental en términos de realización de valores democráticos liberales, esos textos "colocaron una carga de justificación sobre Occidente... para explicar cómo la realidad se diferenciaba del ideal" [3]. Gress pidió a los historiadores suprimir esa idealizada imagen de la singularidad occidental y enfatizar la realidad de las luchas geopolíticas e intereses mercantiles occidentales. También Norman Davies ha criticado el modo en que la temprana trayectoria de la civilización occidental tendió a "eliminar cualquier cosa que pudiera parecer mundana o repulsiva" [4].

[3] David Gress, From Plato to NATO. The Idea of the West and Its Opponents, The Free Press, 1996.
[4] Norman Davies, A History of Europe, Nueva York, 1997, p. 28.

     Según yo lo veo, los europeos no fueron excepcionales solamente en sus esfuerzos literarios sino también en sus comportamientos combativos y expansionistas. Sus grandes libros, incluyendo sus valores liberales, estaban inseparablemente relacionados con su ethos aristocrático de individualismo competitivo. No hay ninguna necesidad de conceder a los críticos multiculturalistas, como Davies lo hace, "el penoso catálogo de guerras, conflictos y persecuciones que han acosado a cada etapa del cuento [occidental]" (Davies, pp. 15-16). El carácter expansionista de los europeos así como sus logros literarios y otros fueron similarmente conducidos por un deseo agresivo e individualmente sentido de un reconocimiento superlativo en absoluto democrático.

     Se ha dicho que cuando le preguntaron a Mahatma Gandhi qué pensaba él de la civilización occidental, contestó: "Pienso que sería una buena idea". Los académicos hoy interpretan esa respuesta como significando que la historia actual de Occidente —cosas tales como la conquista de las Américas y la expansión del Imperio británico— desmiente sus grandes ideas y grandes libros. Yo cuestiono esa ingenua separación entre un idealizado Occidente y uno realista, tomando prestada la imagen de Oswald Spengler de Occidente como una cultura sorprendentemente vigorosa impulsada por un tipo de personalidad que se desborda con impulsos expansivos, disruptivos y creativos. Spengler designó a Occidente como una cultura "fáustica"cuyo "símbolo principal"era "el espacio puro e ilimitado". Ese espíritu fue primero visible en la Europa medieval, comenzando con el arte románico, pero particularmente en la "amplitud de las catedrales góticas", en "los héroes" de las sagas escandinavas, germánicas e islandesas; en las Cruzadas, en la navegación de los vikingos desde el Atlántico Norte, en la conquista germánica del Este eslavo, en los españoles en las Américas, y en los portugueses en las Indias Orientales [5].

[5] Oswald Spengler, The Decline of the West: I: Form and Actuality, trad. Charles Francis Atkinson, Nueva York, 1973, pp. 183-216.

     "Luchando", "progresando", "venciendo las resistencias", enfrentándose a "lo que es cercano, tangible y fácil", son algunos de los términos que Spengler usó para describir esta alma. Este ser fáustico está animado con el espíritu de una "orgullosa bestia de presa", como el de un "águila, león, [o] tigre". Además, los logros aparentemente pacíficos de Occidente, no sólo sus actividades bélicas, estaban impregnados de ese impulso fáustico. Como John Farrenkopf dijo:

    "La arquitectura de las catedrales góticas expresa la voluntad fáustica de conquistar el cielo; la música sinfónica occidental comunica el impulso fáustico de evocar un espacio dinámico, trascendente e infinito de sonido; la pintura occidental de perspectiva refleja la voluntad fáustica de distancia infinita; y la novela occidental responde al imperativo fáustico de explorar las profundidades interiores de la personalidad humana a la vez que de extenderse hacia afuera con una visión de amplio alcance" [6].

[6] John Farrenkopf, Prophet of Decline: Spengler on World History and Politics, Louisiana State University Press, 2001, p. 46.

     En mi libro The Uniqueness of Western Civilization remonto la creatividad fáustica de Occidente y el espíritu libertario hasta la aristocrática cultura bélica de portavoces indoeuropeos que comenzaron a emigrar hacia Europa aproximadamente después del 3500 a.C., combinándose con y subordinando a las culturas neolíticas de esa región. Los portavoces indoeuropeos se originaron en las estepas póntico-caspias. Ellos iniciaron el estilo de vida más móvil de los tiempos prehistóricos, comenzando con la monta de caballos y la invención de vehículos con ruedas en el cuarto milenio a.C., junto con la eficiente explotación de los "productos secundarios" de los animales domésticos (productos lácteos, tejidos, cría de rebaños en gran escala), y la invención de carros en el segundo milenio. La novedad de la cultura indoeuropea fue que estaba conducida por una élite aristocrática que era igualitaria dentro del grupo más bien que por un único gobernante despótico. Los indoeuropeos apreciaban a los guerreros heroicos que luchaban por la fama y reconocimiento individual, a menudo con un estilo "berserker" de guerra. En las civilizaciones más avanzadas y pobladas del Oriente Próximo, Irán e India, las poblaciones locales absorbieron a ese grupo conquistador. En la Europa neolítica los indoeuropeos se impusieron como el grupo dominante, y desplazaron las lenguas nativas, pero no a los nativos.

     Sostengo que la historia de las exploraciones europeas está como una excelente materia para la elucidación de esta agitación fáustica. Un número abrumador de los exploradores en la Historia ha sido europeo. La Concise Encyclopedia of Explorers enumera un total de 274 exploradores, de los cuales sólo 15 son no-europeos, con ninguno nombrado después de mediados del siglo XV. En el impulso de explorar nuevas regiones de la Tierra y trazar un mapa de las tierras que no tenían nombre, podemos detectar, de un modo definido, el "símbolo primario" de la inquietud occidental. También podemos descubrir el deseo de la mente occidental —si puedo tomar prestado el lenguaje de Hegel— de expandir su horizonte cognoscitivo, para "someter al mundo externo a sus fines con una energía que ha asegurado para ella el dominio del mundo" [7].

[7] G. W .F. Hegel, Philosophy of Mind. Being Part Three of the Encyclopedia of the Philosophical Sciences, trad. William Wallace, Oxford University Press, 1971, p. 45.

Mapa de Hecateo de Mileto

     Los griegos iniciaron la ciencia de la geografía. Pero igual de pertinente es cómo individuos disputadores, nacidos en una cultura involucrada en amplias actividades de colonización entre 800 y 500 a.C., desarrollaron esa ciencia. Hecateo de Mileto (550–476 a.C.), autor del primer libro de geografía, Viaje Alrededor de la Tierra (Periodos Ges), basó su conocimiento en sus extensos viajes a lo largo del Mediterráneo y el Mar Negro. Desde luego, los fenicios, comenzando alrededor del primer milenio a.C., establecieron aproximadamente 30 colonias a través de las costas africanas en el Mediterráneo occidental, Cerdeña, Malta, y tan lejos al Oeste como Cádiz en la España moderna. Sin embargo, más de treinta ciudades-Estados griegas cada una estableció múltiples colonias, estimando algunos que sólo la ciudad de Mileto estableció 90 colonias. En conjunto, las colonias griegas se extendían por todas partes de las costas mediterráneas, las orillas del Mar Negro, Anatolia en el Este, el Sur de Francia, Italia, Sicilia, y en la costa del Norte de África, sin mencionar las islas largamente colonizadas del Mar Egeo.

     Una explicación popular en cuanto a por qué los griegos establecieron esas colonias en el extranjero es el crecimiento demográfico y la escasez de recursos en casa. Pero la evidencia muestra que gran parte de esas operaciones coloniales eran empresas a pequeña escala más bien que migraciones de masas de agricultores empobrecidos. Los intereses comerciales y el incentivo de ganar nuevas tierras agrícolas fueron factores motivantes. Pero yo también enfatizaría el "espíritu general de aventura" que impregnó al mundo griego desde tiempos micénicos. Muchas de las colonias, como ha mostrado A. G. Woodhead, tuvieron "sus orígenes en empresas puramente individuales o acontecimientos extraordinarios" [8].

[8] A. G. Woodhead, The Greeks in the West, Nueva York, 1966, pp. 32-33. Travelling Heroes: Greeks and the Epic Age of Homer (2008), de Robin Lane Fox, trata de cómo los viajes de los griegos de un extremo a otro del mundo le dieron forma a los mitos, héroes y dioses de ellos.

     Hecateo imaginó el mundo como un disco rodeado por un océano. Pero pronto habría alguien que lo cuestionara: Heródoto, nacido en 484 a.C. Él también ofreció numerosas apreciaciones geográficas y etnográficas basadas en sus extensos viajes, y él hizo eso con la conciencia explícita de sus propias contribuciones y en crítica directa a su predecesor. Ese deseo competitivo de parte de individuos para destacarse de otros estaba arraigado en la actitud social entera de la Grecia clásica: en los Juegos Olímpicos, en las perpetuas guerras entre las ciudades-Estados, en la búsqueda de una carrera política, en la competición entre oradores por la admiración de los ciudadanos, y en los festivales de teatro atenienses, donde numerosos poetas participarían en competencias dionisíacas en medio de un alto esplendor cívico y rituales religiosos. Los nuevos trabajos de drama, filosofía y música eran expuestos en la forma de primera persona como una competición atlética o contra un adversario en la búsqueda de la verdad.

     Durante los siglos helenísticos, los exploradores se aventurarían al mar Caspio, al Aral y al Mar Rojo, estableciendo puestos comerciales a lo largo de las costas de las modernas Eritrea y Somalia. Quizá el más exitoso de los exploradores helenísticos fue Piteas. En su libro Sobre el Océanoél relata un viaje asombroso (ca. 310 a.C.) hacia el Norte a Bretaña a través del Canal en Cornualles, a través del Mar Báltico, la costa de Noruega, y hasta Islandia [9].

[9] Para una revisión actualizada de las exploraciones griegas del mundo atlántico, incluyendo un capítulo sobre las expediciones romanas al Mar del Norte, véase de Duane Roller Through the Pillars of Herakles: Greco-Roman Exploration of the Atlantic, 2006.

Mapa de Eratóstenes

     Esas exploraciones estimularon la investigación astronómica y geográfica que llevó a la plena conceptualización de la forma de la Tierra misma por Eratóstenes (276-185 a.C.), quien no sólo contextualizó la posición de Europa con relación al Atlántico y el Mar del Norte sino que calculó el tamaño esférico de la Tierra (con un margen de un 5% de su medida verdadera), con la implicación obvia de que el Mediterráneo era sólo una pequeña parte del globo. Ese espíritu de investigación continuó durante el siglo II d.C., cuando Ptolomeo escribió su Sistema de Astronomía y su Geografía, donde él racionalmente explicó los principios y métodos requeridos en la cartografía y produjo el primer mapa mundial que describía a India, China, el Sudeste asiático, las islas británicas, Dinamarca y África Oriental.

     Había mucho menos deseo de explorar la geografía y los paisajes del mundo entre los pueblos del mundo no-occidental. Si bien en el siglo I a.C. la dinastía Han extendió sus límites geográficos al Sur en Vietnam, al Norte en Corea, y al Este en la cuenca de Tarim, los chinos mostraron poco interés geográfico más allá de sus propias fronteras. Lo que es asombroso de los mapas chinos en general es cuán insulares ellos eran en comparación con los mapas mucho más tempranos de Ptolomeo. Incluso una reproducción del siglo XVI de los mapas de navegación de Zheng He carece de cualquier escala apropiada, tamaño y sentido de la proporción en cuanto a las principales masas continentales de la Tierra.

     La suposición china de que la Tierra era plana permaneció casi inalterada desde la Antigüedad hasta que los misioneros jesuítas en el siglo XVII llevaron ideas modernas. En contraste absoluto, los filósofos griegos de los siglos V y IV a.C. ya estaban persuadidos de que la Tierra era una esfera. Aristarco de Samos, que vivió aproximadamente entre 310 y 230 a.C., llegó tan lejos como a postular la hipótesis copernicana de que todos los planetas giran en círculos alrededor del Sol, y que la Tierra gira sobre su eje una vez cada veinticuatro horas.

     La civilización india mostró poca curiosidad por la geografía del mundo; sus mapas eran simbólicos y carecían de cualquier preocupación empírica por la localización real de lugares. La actividad marítima entre las aisladas civilizaciones de América estaba restringida a la pesca en balsas y canoas. Los fenicios no dejaron documentos geográficos de sus expediciones de colonización [10].

[10] Roma no es conocida por haber llevado a cabo tantas exploraciones como los griegos; no obstante, habría que señalar que los romanos penetraron más profundamente en África que cualquier otra potencia europea hasta bien entrado el siglo XIX. Véase de L. P Kirwan, "Rome Beyond the Southern Egyptian Frontier", en The Geographical Journal, 123.1, 1957.

     Los vikingos "descubrieron en su gris amanecer el arte de navegar los mares, lo cual los emancipó", dice Spengler (Decline of the West, p. 332). Durante los últimos años del siglo VIII, bandas merodeadoras de vikingos saquearon todo a su paso a lo largo de los litorales de Europa del Norte hasta España, en el Mediterráneo, Italia, África del Norte y Arabia. Algunos arrastraron sus largos barcos por tierra desde el Báltico e hicieron su camino hasta los grandes ríos rusos y el Mar Negro. Durante los siglos IX y X su objetivo primario ya no era saquear sino descubrir nuevas tierras para establecerse. Sus viajes lejos en el Atlántico del Norte eran "empresas independientes, parte de una época de 300 años de expansión por vía marítima"que resultó en el establecimiento de pueblos escandinavos en Shetland, Orkney, las Hébridas, partes de Escocia e Irlanda, las islas Faroe, Islandia, Groenlandia, y Vinland (la actual Terranova) [11]. Ellos colonizaron las tierras poco conocidas y desconocidas de Islandia desde 870 d.C. en adelante, Groenlandia desde 980, y luego Vinland hacia el año 1000. Los geógrafos islandeses de la Edad Media mostraron un considerable y detallado conocimiento en sus descripciones de las regiones árticas, abarcando desde Rusia hasta Groenlandia, y del litoral Este del continente norteamericano. Eso está claramente atestiguado en un Tratado Geográfico islandés conservado en un manuscrito que data aproximadamente de 1300, pero que está probablemente basado en un original del siglo XII.

[11] Jesse Byock, Viking Age Iceland, 2001.

     Peter Whitfield especula que "algún impulso consciente hacia la exploración y la conquista" debe haber motivado esos viajes, "incentivados por duras condiciones de vida en casa"[12]. Jesse Byock explica que la colonización de Islandia fue llevada a cabo por marineros-agricultores que buscaban escapar de presiones demográficas en el continente escandinavo, y que, por su parte, la colonización de Groenlandia fue iniciada por islandeses que escapaban de presiones maltusianas en Islandia. Al mismo tiempo, el mundo cultural, revela Byock gracias a su lectura cuidadosa de numerosas sagas heroicas asociadas con esos viajes y establecimientos, era el de unos caudillos aristocráticos y agricultores libres que se aventuraban en tierras desconocidas, compitiendo con otros caudillos y luchando por la supervivencia y el renombre [13].

[12] Peter Whitfield, New Found Lands. Maps in the History of Exploration, Nueva York, 1998, p. 18.
[13] The Vinland Sagas, The Norse Discovery of America, trad. de Magnus Magnusson y Hermann Palsson, 1965.

Atlas Catalán, de 1375

     En los siglos siguientes después de los vikingos, los viajes de Marco Polo (1254-1324) a través de todo el mundo asiático encontraron expresión en el Atlas Catalán de 1375, que fue completamente innovador al mostrar las líneas de la brújula, y en la delineación exacta del Mediterráneo. En base al trabajo de Ptolomeo, el Islam fomentó su propia tradición geográfica con la ventaja de sus extensos dominios y viajes. Ibn Battuta (1304-1374), el mayor viajero musulmán, visitó cada país musulmán y tierras vecinas. Pero su "imperioso impulso"—para usar sus propias palabras— era visitar "santuarios ilustres"[14], a diferencia del deseo de Marco Polo, que era visitar tierras no cristianas apenas visitadas por europeos y aprender sobre las tribus desconocidas de Asia, incluyendo la numinosa tierra de Catay [15]. En 1154 el mayor cartógrafo islámico, Al-Idrisi, produjo un gran mapa planisférico en relieve en plata cuya originalidad era que no retrataba el Océano Indico como si estuviera encerrado y ofrecía un conocimiento más preciso de la costa Este de China. Pero la geografía islámica no iría más adelante.

[14] Daniel Boorstin, The Discoverers, 1985, p. 121.
[15] John Larner, Marco Polo and the Discovery of the World, Yale University Press, 1999.

     Spengler escribe que los españoles y los portugueses "fueron poseídos por el ansia de aventuras hacia distancias inexploradas y por todo lo desconocido y peligroso" (Decline of the West, p. 333). A comienzos del siglo XV, la brújula, los mapas portulanos y ciertas técnicas de embarque esenciales para lanzar la Edad de la Exploración ya estaban listos. Los portugueses, bajo el mando de Enrique el Navegantecontinuarían, en el curso del siglo XV, rondando la punta Sur de África, imponiéndose en el Océano Indico, y finalmente alcanzando Japón hacia 1540. Ellos crearían mapas exactos de África del Oeste hasta Sierra Leona, y se basarían en los nuevos mapas de Fra Mauro, uno de los cuales (1457) trazó un mapa de la totalidad del Viejo Mundo con exactitud incomparable, sugiriendo, por primera vez, una ruta alrededor del extremo Sur de África. Unos dos años después de que Bartolomé Díaz había navegado alrededor del Cabo, Henricus Martellus creó su Mapa del Mundo de 1490, que mostraba tanto toda África en general como las localizaciones específicas de numerosos sitios a través de toda la costa africana del Oeste, detallando el avance gradual de los portugueses.

Mapa de Henricus Martellus, 1490

     La pregunta de qué motivó las expediciones de los portugueses es clásica, y, a la inversa, también la pregunta de por qué China abandonó las exploraciones marítimas comenzadas por Zheng He. ¿Por qué sus expediciones no fueron tan históricamente relevantes como las iniciadas por Enrique el Navegante? Para Felipe Fernández-Armesto, los viajes de Zheng He eran demostraciones de la "capacidad de China de montar expediciones de fuerza aplastante y de enviarlas a distancias enormes". Las expediciones de Zheng He no duraron y fueron de menor importancia, según Fernández-Armesto, porque el gobierno confuciano de China asignaba la prioridad al "buen gobierno en casa" más bien que a "aventuras costosas" en el extranjero, particularmente ante incursiones bárbaras desde el Norte [16].

[16] Pathfinders. A Global History, Nueva York, 2006, pp. 109-117.

     Al mismo tiempo, Fernández-Armesto describe el modo chino de exploración en términos bastante admirativos: su pacífico comercio, sus conocimientos, y hasta "contribuciones vitales a las economías de cada lugar donde ellos se establecieron" (Ibid.). Él casi implica, en efecto, que los chinos, no los europeos, fueron los verdaderos exploradores, a causa de que las expediciones de Zheng He a lo largo del Océano Indico eran más difíciles (debido al régimen de vientos) que las europeas por el Atlántico, y que los europeos navegaron por el Atlántico a fin de mejorar su marginada posición económica más bien que para explorar.


     El principal defecto en la descripción de Fernández-Armesto (como en todas las descripciones actuales) es la presunción no cuestionada de que las expediciones chinas eran "exploraciones" provocadas por la curiosidad desinteresada, mientras que las expediciones portuguesas eran principalmente económicas en su motivación. Los chinos hicieron poco que pueda ser considerado nuevo en el sentido exploratorio; ellos no descubriero n una sola milla marina; el Océano Indico había sido durante mucho tiempo un lugar de navegación regular, a diferencia del Atlántico y las costas occidentales de África. Los portugueses, es verdad, eran pobres y muchos de los marineros que tripulaban los barcos ansiaban mejores oportunidades, pero lo que condujo a los principales hombres sobre todo lo demás era un deseo caballeresco de renombre y logro superior a pesar de los costos económicos, las persistentes privaciones y las altas tasas de mortalidad.

     Los chinos estaban delante de Europa en tecnología cuando comenzó el siglo XV, pero su tecnología a partir de entonces permaneció en su mayor parte inalterada, mientras que los portugueses (y europeos) avanzarían continuamente. Además, los problemas náuticos que los portugueses tuvieron que enfrentar eran más difíciles. Como Joseph Needham ha notado,

     "Casi tan lejos como en Madagascar los chinos estaban en los reinos de los monzones, con los cuales ellos habían estado familiarizados en sus propias aguas en casa durante más de un milenio. Pero el inhóspito Atlántico nunca había animado a los marineros del mismo modo, y aunque hubo varias tentativas de navegar en dirección Oeste, aquel océano nunca había sido sistemáticamente explorado" [17].

[17] Joseph Needham, The Shorter Science and Civilization in China, Cambridge University Press, 1995, p. 141.

     Las principales motivaciones de los portugueses no pueden ser adecuadamente explicadas sin considerar el espíritu caballeresco y bélico de aristocráticos fidalgos. Fernández-Armesto reconoce que el ethos del honor caballeresco "hizo esa región peculiarmente conducente a criar exploradores" (Pathfinders, p. 145). Pero para él ése era un ethos arraigado en romances medievales exclusivos de Portugal y España. Además, él rechaza cualquier noción de la singularidad occidental, y no explica debidamente las diferencias entre motivaciones económicas, religiosas y caballerescas.

     Como yo lo veo, las motivaciones caballerescas de los portugueses colorearon e intensificaron todas sus otras motivaciones, y por eso ellos exhibieron un excesivoanhelo por especias, un celo de cruzadoscontra no-cristianos, y una determinación implacable de dominar los mares. La caballerosidad de los portugueses era una variación caballeresca del mismo anhelo fáustico que Occidente ha mostrado desde tiempos prehistóricos. Los griegos antiguos que establecieron colonias a través de todo el Mediterráneo, los macedonios que marcharon a "los fines del mundo", los romanos que crearon el mayor Imperio en la Historia, los Francos que forjaron el Imperio de Carlomagno, y los portugueses, fueron todos similarmente impulsados por un "deseo irreprimible de distancia".

Mapa de Johannes Ruysch, 1507

     Tan pronto como Colón avistó las "Indias Occidentales" en 1492, fueron allá un explorador europeo tras otro, impacientes por grandes hechos. Hacia la década de 1520 los europeos habían explorado la costa Este entera de las dos Américas desde Labrador al Río de la Plata. Entre 1519 y 1522 Fernando de Magallanes llevó a cabo el primer intento exitoso de circunnavegar la Tierra a través de la inimaginada inmensidad del Océano Pacífico. Se ha dicho que la energía y visión de Magallanes igualaron a las de Colón; él "compartió con su gran precursor la tenacidad de un hombre impulsado por algo más profundo que la ambición común" (Whitfield, p. 93).

     Entre 1519 y 1521 Hernán Cortés se puso al mando de una expedición que resultaría en la conquista del Imperio azteca. Por estos días mucho consideran a Cortés como una especie de criminal, y eso es verdadero. Las campañas que él condujo contra los mejicanos eran gráficamente bárbaras. Al mismo tiempo, Cortés era un aristócrata occidental prototípico, o, como lo ha descrito su secretario, un hombre "inquieto, arrogante, alborotador y dado a la pelea" [18]. La historia que corre de Cortés hoy es que si él no hubiera conquistado Méjico algún otro lo habría hecho. Los verdaderos agentes fueron los cañones, las espadas de acero, los caballos, y los gérmenes. Sin negar ninguno de esos factores, estoy de acuerdo con la reciente descripción de Buddy Levy de Cortés como un hombre que mostró, una y otra vez, una extraordinaria combinación de liderazgo, tenacidad, diplomacia y habilidad táctica. Encontrar oro era una prioridad para Cortés y sus hombres, pero, como lo testifican los apasionados discursos y las descripciones del carácter de Cortés hechas por sus contemporáneos, él era sobre todo un hombre conducido por una "sed insaciable de gloria y autoridad"; "él no piensa nada de morir él mismo, y menos de nuestra muerte" (Levy, p. 203). Una descripción similar puede ser dada de Francisco Pizarro.

[18] Buddy Levy, Conquistador, Hernan Cortes, King Montezuma, and the Last Stand of the Aztecs, 2009), p. 3.

     El mismo espíritu que impulsó a Cortés y Pizarro, condujo a Lutero en su desafío intransigente a la autoridad del Papado: "Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa". Eso condujo a la "intensa rivalidad" que caracterizó al arte del Renacimiento, entre patrones, coleccionistas y artistas, y que culminó en las personas de Leonardo, Rafael, Miguel Ángel y Tiziano [19]. Eso motivó a Shakespeare a superar a Chaucer, creando más de 120 personajes, "las personalidades más memorables que han honrado al teatro —y la psique— de Occidente" [20]. Recordemos que la época de los conquistadores era la Edad de Oro de España; la época del Greco, de Velázquez, de Calderón de la Barca y Francisco López de Gómara; el tiempo de Don Quijote de Cervantes y la transformación realista de la imaginación caballeresca, de Lope de Vega y la creación de un nuevo estilo literario en la novela picaresca con sus empáticas historias de ladrones y vagabundos. Ese siglo vio, además, una verdadera revolución en la cartografía. Tan pronto como en 1507 el cosmógrafo alemán Martin Waldseemüller produjo un mapa que describía una línea costera desde Terranova a Argentina, y que mostraba los dos continentes americanos claramente separados de Asia.

Mapa de Martin Waldseemüller, 1507

[19] Véase de Rona Goffe, Renaissance Rivals, Yale University Press, 2004, para una descripción de los apasionados esfuerzos de los más grandes artistas del Renacimiento para superar tanto a competidores vivos como a los maestros de la Antigüedad.
[20] Frank Dumont, A History of Personality Psychology, Cambridge University Press, 2010, p. 20.

     Ante una lista de motivaciones humanas bastante corrientes, como la motivación para adquirir riqueza y conquistar nuevas tierras, es muy difícil determinar el carácter fáustico de los exploradores, extraer su naturaleza esencial, y comprenderlo por sí mismo. Quiero sugerir, aún así, que la historia de las exploraciones durante y después de la época de la Ilustración nos ofrece una oportunidad para comprender claramente esa alma. Ya que es el caso que, a partir aproximadamente del siglo XVII en adelante, los exploradores llegarán a ser cada vez más impulsados por una voluntad de descubrir independientemente de la búsqueda de comercio, conversión religiosa o incluso curiosidad científica. Mi punto no es que el puro deseo de explorar muestra el alma fáustica como tal. El deseo de acumular riqueza y hacer avanzar el conocimiento puede revelar esa alma fáustica igual de intensamente. La diferencia es que en el deseo de explorar podemos ver la psique de Occidente esforzándose por superar las preocupaciones mundanas de la vida ordinaria, la comodidad y las cortesías liberales, demostrando lo que significa ser un hombre de carácter noble.

     La minimización de cualquier diferencia sustancial entre los seres humanos, cultivada por el moderno modelo de la naturaleza humana, ha nublado nuestra capacidad para comprender ese deseo fáustico. La perspectiva original de Locke y los pensadores franceses de la Ilustración, ellos mismos el producto de la persistente búsqueda occidental para interpretar el mundo de nuevo, fomentó un modelo democrático en donde los humanos llegaron a ser vistos como de naturaleza incierta y más o menos iguales, como un "papel en blanco", como seres maleables determinados por circunstancias exteriores, carentes de tradición y de cultura. Esa visión igualitaria se nutrió también de la filosofía de Descartes, Leibnitz y Kant, con su énfasis en las capacidades cognoscitivas innatas e igualmente a priori de los humanos en cuanto tales.

     No debería constituír ninguna sorpresa, entonces, el que los historiadores (y psicólogos) escriban de pasiones y motivaciones humanas como esencialmente similares a través de todas las culturas. En nuestro tema de investigación —la exploración— normalmente se nos dice que "el deseo de penetrar y explorar los lugares salvajes del mundo es un impulso humano fundamental". Discovery and Exploration de Frank Debenham, publicado en 1960, nos informa que "la curiosidad natural del hombre ha sido una importante razón de descubrimientos y exploraciones" [21]. No obstante, gran parte del libro de Debenham es sobre europeos modernos que exploran el mundo. Hay un anexo que enumera un total de 203 exploradores famosos, de los cuales sólo 8 son no-occidentales [22].

[21] Frank Debenham, Discovery and Exploration, Londres, 1960, p. 6.
[22] La misma línea de razonamiento ocupa Piers Pennington en The Great Explorers, Londres, 1979: "Este libro cuenta la historia de las más grandes aventuras del mundo hacia lo desconocido", y sin embargo los más de 50 exploradores enumerados son de Occidente. Véase también The Discoverers: An Encyclopedia of Explorers and Exploration, Nueva York, 1980.

     Del mismo modo, el libro de Fernández-Armesto Pathfinderses descrito como "un estudio del inquieto espíritu de la Humanidad", pero una vez que él alcanza el período después del siglo XVI, él no tiene ningún explorador fuera de Occidente sobre el cual escribir. Eso puede explicar por qué él se hace menospreciativo de los exploradores europeos, particularmente aquellos que vinieron después del siglo XVIII, describiéndolos (a David Livingstone, Henry Morton Stanley, Roald Amundsen, y otros) como "fracasos", "ingenuos", "ostentosos", "mendaces", "inútiles"e "incompetentes"(Pathfinders, p. 394).

David Livingstone

     Mi visión es la opuesta: la historia de las exploraciones nos proporciona una serie de materias profundamente reveladoras de la heroica auto-formación occidental. Hay mucho que aprender sobre la singularidad de Occidente en las experiencias de vida y las motivaciones que guiaron a hombres tales como el capitán Cook. Durante el curso de sus tres legendarios viajes por el Pacífico entre 1768 y 1779, se dice que él exploró más de la superficie de la Tierra que cualquier otro hombre en la Historia. Se dijo que sus métodos eran "prácticos y humanitarios", y sin embargo él era también una figura heroica, llena de un celo por la grandeza. En sus propias palabras, lo que él quería más que cualquier otra cosa era "el placer de ser el primero", navegar "no sólo más lejos que lo que el hombre lo ha hecho antes de mí, sino tan lejos como pienso que es posible para el hombre ir" [23].

[23] Citado en Hanbury-Tenison, ed., The Oxford Book of Exploration, Oxford, 1993, pp. 490-493. Este libro es una antología de escritos de exploradores.

     Fernández-Armesto es muy crítico de las sombrías expresiones de Robert Falcon Scott de valentía, riesgo, deber y resolución durante los últimos días de su trágica expedición al Polo Sur en 1911-1912. Max Jones ofrece una evaluación mucho más incisiva de la significación de Scott, menos como un "gran" explorador que como alguien que "compuso el diario más perturbador en la historia de la exploración"[24]. Jones alaba el drama cautivador de los diarios, la creciente tensión y siempre presente ansiedad a medida que el barco lucha por alcanzar la costa de la Antártica, y el relato algo épico de la marcha implacable hacia el Polo. Jones sitúa a Scott dentro de un contexto cultural más amplio: su inmersión en la literatura polar, su conciencia de personajes de importantes novelas que procuraban probarse a sí mismos, su copia de El Origen de las Especies de Darwin y la "triste visión del universo como una lucha por la existencia"de Scott, las influencias literarias de Ibsen y Thomas Hardy y su fascinación con la dependencia de la voluntad humana del poder impersonal de la Naturaleza y la necesidad.

[24] Max Jones, "Introduction" en Robert Falcon Scott’s Journals: Captain Scott’s Last Expedition, Oxford University Press, p. XVII.

Robert F. Scott, Oct. 1911

     En general, la idea más extendida en dichos diarios es la visión heroica de la exploración como una prueba del mérito individual y del carácter nacional. Desde su temprana adultez Scott estuvo lleno de ansiedad y dudas sobre su propia suficiencia en las luchas de la vida: "Escribo acerca del futuro; de las esperanzas de ser más digno; pero alguna vez lo seré; pueda yo solo, pobre y débil desgraciado, que pueda resistir contra todo esto" (Ibid., p. XIX). Las narraciones de expediciones durante el siglo XIX, observa Jones, se enfocaron cada vez más en el carácter del explorador que en las externalidades económicas, de modo que la exploración llegó a ser un viaje interior, "un viaje hacia el Yo, en ninguna parte más que en el más vacío de los continentes: la Antártica"(Ibid., pp. XXXIV-XXXV). Scott entendió eso: "Aquí el espectáculo externo no es nada; es el propósito interior lo que cuenta". No había nada para ver en el centro de la Antártica excepto el reflejo de la búsqueda interior occidental para afrontar la lucha de la vida en una manera heroica.–





Ricardo Duchesne - La Guerra Psicológica Globalista de la Izquierda

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     Presentamos en castellano aquí dos artículos de Ricardo Duchesne, ambos de Febrero de 2016 y publicados en su sitio eurocanadian.ca(The Left's Psychological Warfare against Europeans y The Left Controls Globalization), en los que habla de los siniestros planes y tácticas de que hace uso la Izquierda en una verdadera guerra contra la identidad europea cuyo fin es acabar con la voluntad de lucha de su oponente, y del papel que el globalismo, impulsado por plutocracias derechistas que han hecho uso de las directrices culturales del marxismo cultural, juega en ello.


La GUERRA PSICOLÓGICA de la IZQUIERDA
contra los EUROPEOS
por Ricardo Duchesne
24 de Febrero de 2016



     No puedo pensar en un fenómeno más insidioso en nuestros tiempos que la manipulación de la sensibilidad moral de los europeos para provocar su propia destrucción, y es la Izquierda la que está a cargo de esa manipulación, la que debería ser designada como una forma de guerra psicológica.

     El caso más exitoso de las operaciones psicológicas de la Izquierda fue el uso de la imagen del cuerpo sin vida de un niño sirio en una playa turca a principios de Septiembre [de 2015]. Fue esa imagen la que desató un torrente de caridad y solidaridad europea con miles de refugiados y migrantes. Pero ése es sólo un caso de las operaciones psicológicas enormemente exitosas y multifacéticas que la Izquierda ha inventado y usado durante los últimos años para romper la voluntad europea de lucha justo cuando sus países afrontan una invasión migrante a escala total que les cuesta miles de millones y trae el caos social y miles de violaciones.

     Es imperativo aprender más sobre las operaciones psicológicas de la Izquierda en su guerra contra la identidad europea.


La Izquierda Sabe

     Es la Izquierda en nuestro actual mundo occidental la que ha reclamado para sí los principios morales más altos en el curso del avance de sus programas políticos y económicos. La Diversidad vino desde un comienzo envuelta con altisonantes principios morales sobre la igual dignidad y buena voluntad de todos los pueblos en la Tierra, con exhortaciones dirigidas a los europeos para que muestren compasión por el sufrimiento de otros y venzan su avaricia e impulsos racistas en nombre de un mundo más armonioso en donde la gente finalmente crearía un mundo en el cual florecerá su lado angelical.

     La Izquierda podría haber sido perdonada como ingenuamente utópica cuando comenzó a abogar por esos ideales. Pero ya no. La gente preocupada por sus propias vidas privadas, políticamente no en las primeras líneas, puede ser perdonada por sostener esas creencias, pero no los propagandistas principales, los escritores, los profesores, los empleados del gobierno que trabajan diariamente para inculcar esas creencias en el público.

     Se ha hecho ahora evidente que el multiculturalismo de los inmigrantes no ha funcionado de la manera que se esperaba. La Izquierda ha tenido bastante tiempo para enterarse de la violación de muchachas a una "escala industrial" a través de Europa por parte de pandillas musulmanas [1], para cerciorarse del carácter racial de los disturbios en París, Suecia y Londres, para pensar en los costos de la inmigración ilegal [2], para comprender que la mayoría de los "refugiados" son migrantes económicos, para presenciar pueblos y ciudades enteros transformados en lugares homogéneamente asiáticos, musulmanes o mestizos. La lista de fracasos es larga, y la evidencia está fácilmente disponible en Internet.

[1] https://www.gatestoneinstitute.org/5386/british-girls-raped-oxford
[2] https://www.fairus.org/issue/publications-resources/fiscal-burden-illegal-immigration-united-states-taxpayers

     Sin embargo, la Izquierda no sólo continúa presionando sino que ha doblado y triplicado sus esfuerzos para promover la inmigración de masas y acusar como "islamófobo"a cualquiera que cuestione la violación de muchachas en Europa. La Izquierda está todavía, hasta este día, más que nunca, pidiendo un final a la "supremacía Blanca" incluso en ciudades que ya no son de mayoría Blanca, un final al "privilegio Blanco" incluso en lugares de trabajo que están totalmente dedicados a contratar a gente de las minorías, y un final al "racismo diario" incluso en recintos universitarios totalmente controlados por la política de la Diversidad.

     Ya no podemos decir simplemente que la Izquierda es ingenua o patológica, que está atrapada dentro de una ideología que no permite que ella vea la realidad tal cual es, o que muchos de sus miembros sufren de desórdenes de personalidad. La Izquierda sabe, pero simula rechazar saber, que muchos de sus ideales no han funcionado como ellos habían dicho que lo harían, y saben que muchos de sus argumentos son defectuosos y que la evidencia no apoya sus creencias. Ellos saben que la raza y el género no son meros constructos sociales, que hay pruebas científicas, estudios y libros totalmente investigados que muestran que el comportamiento humano está profundamente influído por factores genéticos, pero ellos o ignoran voluntariamente la evidencia o la atacan simplemente repitiendo las mismas ideas que aprendieron hace cinco décadas. Las feministas saben que algo está mal en su excesiva preocupación por microagresiones y su rechazo a hablar claro contra la macro-agresión musulmana contra muchachas en Europa [3].

[3] https://archives.frontpagemag.com/fpm/muslim-rape-feminist-silence-jamie-glazov/


Romper la Voluntad Moral de Ellos

     Eso es lo que la Izquierda está haciendo: está promoviendo la Diversidad empleando técnicas de persuasión que apuntan al sistema de valores de su propio pueblo, a su sensibilidad moral, a fin de conseguir que acepte su propio desplazamiento étnico y celebre las culturas de otros.Hay tres entradas fácilmente disponibles en Internet acerca del sentido de la guerra psicológica, que proporcionan diversas percepciones, aunque ninguna captura las singulares técnicas de la psywardesarrolladas por la Izquierda en años recientes. Pero sólo se requiere reordenar un poco la manera de expresarse de esas definiciones para hacer visible lo que es nuevo en las técnicas izquierdistas. La definición de la Enciclopedia Británica (Psychological Warfare) es un buen comienzo.

    "Guerra Psicológica, también llamada psywar, es el uso de propaganda contra un enemigo, apoyada por medidas militares, económicas o políticas como puedan ser requeridas. Tal propaganda está generalmente destinada a desmoralizar al enemigo, romper su voluntad para luchar o resistir, y a veces predisponerlo para aceptar la posición de alguien. La propaganda también es usada para reforzar la determinación de luchadores aliados o de la resistencia. La distorsión de la personalidad y la manipulación de creencias en prisioneros de guerra mediante el lavado de cerebro y técnicas relacionadas también pueden ser considerados como una forma de guerra psicológica".

     El uso de la guerra psicológica es de origen antiguo, pero este pasaje citado captura bien su actual comprensión como una forma de guerra que presupone el uso de los modernos medios de comunicación para desmoralizar al enemigo y reforzar la resolución de los amigos. A fin de hacer uso de esta definición todo lo que tenemos que hacer es entender que la Izquierda no cree en la antiquísima distinción entre amigo y enemigo. La Izquierda está en contra del uso de esa distinción como un marcador de identidad y diferencia colectiva, como un modo de contrastar a grupos internos y externos. La Izquierda cree que puede abolir esa distinción promoviendo una ideología que es "inclusiva"y que reúne a todas las razas en una cultura que celebra la "unidad en la diversidad".

     La primera y más importante fase en el plan de la Izquierda es promover la Diversidad por medio de la inmigración de masas y el multiculturalismo en Occidente. Pero en la búsqueda de materializar esa realidad la Izquierda no puede sino encarar a enemigos y amigos ideológicos. Por lo tanto, el enemigo que la Izquierda tiene en mente cuando se involucra en la psywar es puramente ideológico, y ya que el valor central de la Izquierda es la Diversidad, y la Diversidad es concretada llevando grupos ajenos de gente no-Blanca dentro de áreas Blancas, entonces los hombres de color en esencia no son enemigos de la Izquierda. Los Blancos que están de acuerdo con la ideología de la Diversidad, los mismos Blancos que componen la Izquierda y su ideología a favor de la Diversidad, no son enemigos tampoco. Pero los Blancos como tales, en esencia, son enemigos ideológicos de la Izquierda, ya que su existencia viola el principio de la Diversidad. Los enemigos ideológicos más odiados por la Izquierda son los Blancos que de manera consciente se organizan como grupos para proteger su identidad contra la diversidad.


     Usando la definición citada, podemos decir que la guerra psicológica de la Izquierda consiste en la utilización de propaganda, la ideología de la Diversidad, para desmoralizar al enemigo, los Blancos como tales, "para romper su voluntad para luchar o resistir". También consiste en usar la Diversidad para reforzar la determinación de grupos externos en su diversificación de áreas Blancas, y la resolución de Blancos ideológicos que creen en la Diversidad.

     La Izquierda está involucrada en una guerraen el sentido que pretende provocar un final total a sus enemigos percibidos, y esa guerra es psicológica en que implica el uso de propaganda para alterar las mentes y los corazones de los Blancos como tales. La propaganda es "una forma de comunicación tendenciosa, destinada a promover o degradar ciertas opiniones, percepciones o agendas". La Izquierda sabe que ella está involucrada en propaganda y comunicación tendenciosa; sabe que la mayoría de los refugiados no son niños sino varones adultos. Sabe que las naciones occidentales no son "naciones inmigrantes" [4]. Sabe que la inmigración no enriquece a la identidad europea, y sabe que hay muchas pruebas ya acumuladas, hechos y argumentos, que cuestionan sus creencias, y sin embargo voluntariosamente ignora o esquiva los contraargumentos, y presiona con su propaganda.

[4] https://www.eurocanadian.ca/2014/11/canada-nation-created-by-diverse-immigrants-lie.html

     La Izquierda cree que tiene un mandato para llevar la diversidad a toda costa contra su enemigo central: la identidad europea como tal, y los etno-nacionalistas europeos. Sin embargo, ella emplea las mismas sensibilidades de los europeos como tales para llevar a cabo su agenda. Ella usa los deseos de los europeos de una paz cosmopolita, sus actitudes justas y equitativas hacia miembros de grupos externos, a fin de persuadirlos para que renuncien a su identidad. La Izquierda usa esos ideales y actitudes como si ellos fueran consistentes con la diversificación e inmigración de masas, aun cuando la Izquierda sepa que los europeos, y sólo los europeos, crearon las nociones de derechos humanos y juego limpio en cuanto a grupos externos, y que los no-europeos respaldarán esos ideales sólo para hacer avanzar sus intereses étnicos particulares.

     La inmoralidad de la Derecha corporativa es fácilmente objetable, su hedonismo y consumismo, sus políticas impulsadas por la avaricia, y su carencia de lealtad a tradiciones e identidades nacionales, pero al final la Derecha capitalista nunca ha pretendido estar a favor de algo más aparte de los mercados libres, el crecimiento, y un marco legal amistoso con los negocios. (Vea usted: la Derecha realmente emplea su propia versión de la guerra psicológica, además de usar la vieja y clásica versión).


La Izquierda Conoce Su Objetivo

     La segunda definición, de Wikipedia (Psychological Warfare), permite que nosotros vayamos más adelante en nuestro entendimiento de la guerra de la Izquierda contra los Blancos como tales y los Blancos como grupos conscientes.

    «El término es usado "para denotar cualquier acción que es practicada principalmente por métodos psicológicos con el objetivo de provocar en otra gente una reacción psicológica planificada". Diversas técnicas son usadas, y están destinadas a influír en el sistema de valores, sistema de creencias, emociones, motivos, razonamiento o conducta de una audiencia puesta en la mira. La guerra psicológica es usada para inducir confesiones o reforzar actitudes y comportamientos favorables a los objetivos de sus creadores, y es a veces combinada con operaciones negras o tácticas de falsa bandera. También es usada para destruír la moral de los enemigos por medio de tácticas que pretenden deprimir el estado psicológico de las tropas».

     La Izquierda ha estado a cargo de la cultura y la moralidad de Occidente durante décadas. Ella sabe cómo "provocar una reacción psicológica planificada" en los Blancos apelando a su disposición a juzgar a los individuos sin tener en cuenta su raza y su orientación sexual contra cualquier forma de comportamiento racista. Ellos saben cómo destruír la moral de cualquier Blanco que muestra una preferencia por grupos internos mediante acusaciones de racismo y de que ellos están mostrando actitudes "neo-nazis". Ellos saben que los Blancos creen en la igualdad y que eso sirve para hablar sin parar sobre discriminación y desigualdad global. La Izquierda conscientemente apunta al sistema de valores y emociones de los Blancos para concretar sus fines políticos.

     Es la guerra psicológica, una manipulación consciente de imágenes e ideales, propaganda tendenciosa de parte de una Izquierda que sabe que ellos están usando argumentos y hechos engañosos. Cuando los izquierdistas dicen que "más de la mitad de la riqueza global" es poseída por el 1% que reside principalmente en Occidente, ellos saben que están engañando a estudiantes para que piensen que esa "riqueza global" es de alguna manera un caldero comunitario que pertenece a cada uno en el mundo aunque las naciones occidentales crean su propia riqueza mediante innovaciones e instituciones eficientes. La Izquierda sabe, o debería saber, que las naciones no-europeas son "felizmente racistas" y sexistas, y que la diversidad incrementa el nepotismo étnico.


Grados de Colectivismo en el Mundo

     La Izquierda sabe que las culturas no-occidentales son mucho más colectivistas y orientadas a sus propios grupos en sus afectos raciales y tribales [5], mientras que los occidentales son individualistas y más tolerantes de los forasteros, y es por eso que los izquierdistas apuntan deliberadamente al individualista sistema de valores de los europeos con acusaciones de racismo para desmoralizarlos y permitir que sus países sean asumidos por culturas colectivistas, lo que la Izquierda celebra como presagios de multiculturalismo.

[5] https://hbdchick.wordpress.com/2013/09/07/national-individualism-collectivism-scores/

     Jacques Ellul es citado en la entrada de Wikipedia diciendo que una forma común de guerra psicológica entre naciones implica "tratar con un adversario extranjero cuya moral procura destruír por medios psicológicos de modo que el opositor comience a dudar de la validez de sus creencias y acciones". El adversario principal de la Izquierda es la identidad grupal europea, y por eso la Izquierda ha estado enseñando durante décadas a niños impresionables y estudiantes jóvenes que los apegos emocionales a grupos internos no sólo son retrógrados y anti-liberales sino "un desorden de personalidad, un patógeno de la salud pública". Sin embargo, la misma Izquierda da la bienvenida a las culturas mucho más colectivistas y racistas de inmigrantes y aprueba leyes que protegen esa herencia colectivista. Ellos saben que ése es un flagrante doble estándar.

     La tercera definición viene del "Mayor Ed Rouse (R)":

    "Una vez que usted sabe lo que motiva a quien usted ha puesto en la mira, usted está listo para comenzar operaciones psicológicas... La forma de comunicación puede ser tan simple como difundir información encubiertamente, de palabra o por cualquier canal multimediático... Sus armas primarias son la vista y el sonido. La operación psicológica (psyop) puede ser diseminada mediante comunicación cara a cara, medios audiovisuales (televisión), medios acústicos (radio o parlantes), o medios visuales (panfletos, periódicos, libros, revistas y/o carteles). La efectividad del arma no está en cómo es enviada sino en el mensaje que lleva y cómo aquel mensaje afecta a su receptor"[6].

[6] http://www.psywarrior.com/psyhist.html

     No hay ningún otro modo de describir el uso que hizo la Izquierda del niño sirio de tres años ahogado en una playa que como la forma más exitosa de operación psicológica en base simplemente a una imagen. Esa imagen desempeñó un papel crítico en la activación de los europeos para organizar reuniones de masas dando la bienvenida a los refugiados a través de Europa. Los izquierdistas saben que sólo en Alemania los migrantes cometieron más de 400.000 delitos en 2015, incluyendo 1.688 asaltos sexuales reportados contra mujeres y niños. Sin embargo la reacción de ellos fue encubrir esos hechos, defender a los autores como víctimas del "imperialismo occidental", o simplemente tratar de difundir información falsa para quitar la culpa de los refugiados y dirigirla a varones alemanes.


     No puede llegarse a ninguna otra conclusión sino que la Izquierda está voluntariamente emprendiendo una forma de guerra psicológica basada en el engaño, la manipulación y acusaciones falsas, con la intención de destruír la identidad europea, a la vez que pretenden ser los representantes de los más altos ideales de la civilización occidental.–




La IZQUIERDA Controla la GLOBALIZACIÓN
por Ricardo Duchesne
20 de Febrero de 2016


     Se ha dicho que la Izquierda y la Derecha han convergido en su apoyo común a la inmigración de masas, la ciudadanía global, y su odio a las identidades etno-nacionales europeas. Pero ¿qué lado tiene la ventaja en esa convergencia?


Gottfried y el Estado Administrador

     Comenzaré con el argumento de Paul Gottfried sobre cómo la una vez dominante Derecha Tradicional, que dominó al Partido Republicano antes de la Segunda Guerra Mundial, fue sustituída en décadas posteriores por una versión neoconservadora que estaba tácitamente de acuerdo con los valores multiculturales de una Nueva Izquierda, la que había reemplazado, en los años '60, a una Izquierda socialista orientada hacia la economía. Gottfried explicó que mientras ciertos viejos impulsos conservadores siguieron dentro del Partido Republicano contra el excesivo gasto gubernamental, contratación por cuotas e imposición de valores progresistas en la Constitución, los neoconservadores estaban bastante a bordo de la promoción de diversidad, fronteras abiertas, y la difusión de valores estadounidenses alrededor del mundo. Ellos demasiado ansiosamente comenzaron a usar la etiqueta de "racista"contra cualquiera que cuestionara los méritos de la integración y que hablara sobre cómo la inmigración estaba destruyendo la identidad etno-cultural de Estados Unidos.

     La evaluación de Gottfried de que la Izquierda, no la Derecha, ha sido responsable de esa convergencia tuvo sentido para mí cuando primero encontré sus escritos hace aproximadamente cinco años, influyendo en mi decisión de alejarme de influencias neoconservadoras. A cambio de renunciar a sus opiniones radicales sobre la producción socializada y enfocarse más en la redistribución de los ingresos, la Izquierda ganó una vitalidad cultural que le permite impulsar, de manera gradual y pacífica, paso a paso dentro de cada institución, nuevas definiciones de la familia, derechos de los gays, valores feministas, derechos civiles de los negros, diversidad en la educación, y mucho más, capturando los corazones y las mentes de la población general, y poniendo a los tradicionalistas a la defensiva incluso dentro del Partido Republicano.

     En su libro After Liberalism: Mass Democracy in the Managerial State  (2001), Gottfried dio fuertes razones sobre cómo la Izquierda no sólo derrocó al viejo Estado sino que casi imperceptiblemente durante el siglo XX logró crear toda una nueva forma de gobierno, no sólo en Estados Unidos sino a través de Occidente, un Estado administrativo o terapéutico con una capacidad para involucrarse en la ingeniería de almas mediante múltiples programas educacionales y sociales impuestos desde arriba por autoridades centralizadas, asistencialismo de masas, y apoyado por un ejército entero de leyes, regulaciones y códigos de expresión dedicados a la modificación del comportamiento, y por burócratas entrenados capaces de requerir penas importantes contra empleados considerados que están en violación de códigos anti-racistas, anti-sexistas y anti-homosexuales. El poder cultural y burocrático de ellos fue tal que ya no importaba, cada vez más a partir de los años '80 en adelante, si un gobierno conservador de mayoría fuera elegido en algún lugar en Occidente, porque ese régimen administrativo estaba firmemente alojado dentro del aparato estatal tanto a nivel federal como local.

     Pero ¿estuvo esa Nueva Izquierda también a cargo de la globalización, las corporaciones transnacionales, la OMC, el Asia Pacífico, la Unión Europea? ¿Es la Izquierda la que ha conducido la intensificación de las interacciones entre naciones, la creación de una mano de obra mundial, la dinámica mental de las élites capitalistas transnacionales, organizaciones internacionales gubernamentales y no-gubernamentales, la difusión de información a través de las fronteras nacionales, y las imágenes, ideas, bienes y estilos de vida diseminados por todo el mundo?


Bolton y la Globalización Capitalista

     Tratando de contestar esta pregunta, pronto me encontré con el libro de Kerry Bolton Babel Inc.: Multiculturalism, Globalisation, and the New World Order (2013), merecidamente elogiado en los medios de la Derecha Alternativa. Bolton aborda directamente la convergencia del "internacionalismo izquierdista" y el "globalismo corporativo". En la superficie puede parecer que él ve una convergencia ideológica en la cual tanto la Derecha como la Izquierda desempeñan papeles más o menos igualmente poderosos, concordando en lo esencial, impulsando el mismo programa de globalización e inmigración, y oponiéndose al mismo enemigo: los partidos etno-nacionalistas. Tal como las principales cabezas corporativas como Goldman Sachs estaban financiando ansiosamente programas humanitarios de migración hacia Europa, la Izquierda respaldaba argumentos sobre los supuestos beneficios de la inmigración para las economías occidentales.

     Sin embargo, mi sensación es que, para Bolton, el verdadero motor de cambio y control en esa convergencia es la Derecha capitalista. Bolton ve el capitalismo como la principal fuerza que forma la política moderna y destruye las lealtades nacionales y las culturas tradicionales por todo el mundo. Enfocándose principalmente en la política exterior estadounidense, es a la Derecha a la que él ve a cargo, con los Demócratas simplemente siguiendo una agenda política exterior neocon ligeramente más moderada en el Oriente Medio. Los plutócratas estadounidenses, la Comisión Trilateral, George Soros y su organización Open Society, Goldman Sachs y el Lobbyde Israel son los conductores de la globalización.

     Él escribe sobre cómo esas fuerzas corporativas usan etiquetas izquierdistas sobre la "buena ciudadanía global" y promueven programas de refugiados y varias formas de asistencia social a través de Occidente, con algunas cabezas corporativas como Soros respaldando totalmente causas izquierdistas; pero el punto fundamental para ellos, en palabras de Peter Sutherland, como lo ha citado Bolton [1], es la "movilidad del capital, bienes e información a un bajo costo y velocidad fabulosa... migración internacional [más bien que] anticuadas nociones sobre la movilidad humana". La Derecha capitalista, no la Izquierda, es el motor de la globalización, el que controla la verdadera dinámica del poder de la globalización. "La razón de ser de la globalización", como Bolton dice, "no es ni el humanitarismo ni la diversidad en sí; es la facilitación del crecimiento capitalista".

[1] https://www.foreignpolicyjournal.com/2016/01/15/globalization-and-the-refugee-crisis/

     Él concuerda con Karl Marx en que el capitalismo es intrínsecamente una economía internacionalizadora, citando estas bien conocidas palabras de Marx:

    "Las diferencias nacionales y el antagonismo entre pueblos están despareciendo diariamente cada vez más, debido al desarrollo de la burguesía, a la libertad de comercio, al mercado mundial, a la uniformidad en el modo de producción y a las condiciones de vida consiguientes".

     Bolton, por supuesto, se opone a esa internacionalización, mientras que Marx la veía como una etapa necesaria en la creación de una clase obrera internacional que se identificaría con los ideales comunistas más bien que con las culturas nacionales. Pero para Bolton la Izquierda, no menos que la Derecha, está atrapada por el "economicismo", o la noción de que el progreso humano es alcanzable esencialmente mediante el desarrollo y asistencialismo económico internacional. Como Tom Sunic lo expresó:

    "Tanto el comunismo como el capitalismo comparten una línea ideológica común, a saber, una creencia común en el progreso y el odio común a todas las identidades raciales, étnicas y territoriales".

     El economicismo que la Izquierda comparte con la Derecha es conducido de manera indecisa por el capitalismo global. A pesar de toda la charla sobre valores culturales izquierdistas, la difícil situación de los refugiados y la "buena ciudadanía global", lo que importa para la Derecha es la movilidad económica del capital y de los trabajadores a través de las fronteras nacionales. Los propios movimientos socialistas nunca han sido capaces de evitar el poder del dinero. Si bien algunos izquierdistas pueden ser sinceros en sus ideales, esos ideales son simplemente una "fachada" para la Derecha, un modo de realzar el atractivo del capitalismo global. Los izquierdistas que toman esos ideales en serio son "tontos útiles".


La Izquierda Está a Cargo de la Moral Europea

     Tengo dificultad para aceptar esa interpretación. Nadie niega el inmenso poder financiero de las élites corporativas y su interés último en la maximización de las ganancias y la creación de una "masa de productores y consumidores carentes de identidad, sin raíces y sin apegos". Pero la Izquierda está a cargo de la cultura, y quienquiera que controle la cultura, controla en último término la política.

     ¿No debería ser obvio desde un principio que la globalización del capitalismo no es única de Occidente sino una realidad bienvenida en todos los países no occidentales avanzados, Japón, Corea del Sur, China, India, Méjico? En ninguno de esos países encontramos partidos derechistas o izquierdistas que sostengan que las identidades culturales fuertes son un impedimento para la difusión de los mercados globales. En ninguno de esos países existe una "extrema Derecha" a la que se oponga el establishment porque en todos esos países las identidades etnoculturales son consideradas como hechos normales de la existencia nacional. Ninguno de esos países ve al nacionalismo como una amenaza para su expansión capitalista. La respuesta de Bolton a esa realidad es que "es el Occidente desde donde operan los globalistas... donde predominan los valores del dinero". Pero señalar la gran influencia de Estados Unidos no invalida la omnipresencia del capitalismo internacional en Asia.

     Bolton, y Tom Sunic, usan términos culturales para identificar el capitalismo global estadounidense, otras palabras además de economicismo, como racionalismo, los valores de la Ilustración, e igualitarismo. Sunic ha salido con el término homo americanus para designar ciertos atributos culturales peculiares a los estadounidenses, su excesiva moralización Puritana, la manera santurrona en la cual ellos han procurado exportar su cultura, no sólo bienes materiales, sino su ideal de que todos los hombres son creados iguales, desarrollando incluso un «discurso público [que] abunda en frases comunistas como "formación de la sensibilidad", "corrección política" y "acción afirmativa"[discriminación inversa]» [2]. Pero si Sunic cree que el homo americanuses más que economicismo y que es acerca de ciertos rasgos culturales estadounidenses, entonces el agente central en el estilo estadounidense de la globalización no es el capitalismo.

[2] https://www.toqonline.com/archives/v7n1/Sunic.pdf

     Pienso que sería más correcto buscar las formas por cuales la globalización capitalista occidental, no la globalización como tal, ha quedado bajo la tutela del marxismo cultural. Hay más cobardes conservadores en la Derecha capitalista que tontos útiles en la Izquierda.

     El proceso de globalización es sobre el internacionalismo capitalista, pero no necesariamente sobre la desintegración de las identidades nacionales. Tanto como las identidades nacionales en Asia han sido transformadas bajo la modernización y transacciones económicas abstractas, no hay nada sobre la movilidad del capital a bajo costo y rápida velocidad que requiera el mestizaje de los pueblos. El crecimiento capitalista, así como el liberalismo clásico, la libertad de prensa y el racionalismo, son todos coherentes con el "populismo anti-inmigratorio"y el "nacionalismo de extrema Derecha". No crea usted en élites globales occidentales en deuda con una concepción neocon de la globalización. Las élites hostiles que promueven una forma neocon de globalización han aceptado de buena gana la revolución cultural de la Izquierda. La Izquierda controla los términos del debate, las preguntas claves, los movimientos políticos, las organizaciones culturales, y en efecto todas las universidades, escuelas primarias y secundarias, diarios y empresas editoras.

     La narrativa de la Izquierda en cuanto a la globalización dice más o menos lo siguiente: la Globalización tiene que ver con poner a la gente en contacto, juntos, ya sea a través de los medios sociales, viajes, o migración. Se trata de un proceso que nos junta y "nos enseña" a ver "desafíos" tales como el "calentamiento global", la difusión mundial de enfermedades, conflictos entre naciones, pobreza global y terrorismo, como problemas de todos los humanos que comparten una "casa común". El poder se ha "des-territorializado" con la difusión de corporaciones transnacionales, organizaciones internacionales gubernamentales y no-gubernamentales, y por ello hay una necesidad de un gobierno global y de la desintegración del nacionalismo. Como miembros de este mundo cada vez más transnacional, los europeos deben pensar en su responsabilidad cívica no en términos de sus intereses nacionales sino en términos globales como ciudadanos globales, identificándose a sí mismos como miembros de la "comunidad internacional". Ellos tienen una "obligación moral" de responder a violaciones de los derechos humanos de todos los miembros del planeta, asistir a aquellos amenazados por hambres en África, maremotos en Asia, inundaciones y terremotos.

     Es la Izquierda la que efectivamente ha hecho uso de las implicaciones morales de la globalización, y ha formulado argumentos filosóficos sobre lo que Robert Putnam felizmente llama "un nuevo y más amplio sentido del Nosotros" aparentemente surgiendo junto con la globalización. Es la Izquierda la que entiende cómo la globalización puede ofrecer nuevos modos de construír identidades humanas lejos de referencias tradicionales, creando nuevas oportunidades para que los individuos vean su identidad como algo a ser construído dentro de un escenario global, abriéndole camino a identidades híbridas. Mientras la Derecha ingenuamente elogia los himnos nacionales en juegos de fútbol, la Izquierda trabaja cuidadosamente en el concepto de "hibridación", un término tomado prestado de la biología pero que sirve a su esfuerzo para impulsar la idea de que las culturas y las razas nunca pueden ser vistas aisladamente, que las naciones europeas siempre han estado "conectadas con el planeta", que las naciones siempre han tomado prestado unas de otras, y que es natural para las naciones europeas ser racialmente hibridadas.


     ¿No se quejan los izquierdistas de la "estructura desigual" del sistema capitalista mundial? Ésa es sólo una oportunidad más para actuar en la escena global como una fuerza en favor del bien de la Humanidad, contra la "organización anti-democrática de la OMC", en favor de garantizados estándares laborales de parte de las corporaciones, en favor de una "buena forma de gobierno" en África, para ponerle fin a las inhumanas políticas económicas neoliberales. Mientras tanto la Derecha está atrapada en el economicismo. La Derecha puede usar valores izquierdistas como una fachada, pero la gente necesita motivos morales para sus acciones, no sólo motivos económicos, y es la Izquierda la que está a cargo de nuestra moral contemporánea, presentando sus ideales como si fueran los ideales de todo el planeta, oponiéndose a las "interminables guerras del imperialismo occidental contra la gente del Oriente Medio, Asia Central y África", argumentando que la migración africana hacia Europa está "arraigada" en la trata de esclavos, en prácticas comerciales "injustas", y en el apoyo a gobiernos "corruptos y autocráticos" en África. Es la Izquierda la que enseña a millones de estudiantes impresionables que sus países "controlan una proporción injusta de la riqueza global" y que ellos son por lo tanto moralmente responsables de solucionar la pobreza global.

     Bolton tiene razón en que la donación de millones de dólares de parte de Goldman Sachs para financiar programas de migración en Europa no puede ser vista en términos humanitarios ya que lo que los capitalistas realmente quieren es "romper las barreras que inhiben el más libre flujo posible de capital y trabajo a través del planeta". Pero la única razón de que George Soros y Peter Sutherland estén a sabiendas usando ideales izquierdistas es porque esos ideales tienen realmente un poder sobre la conciencia moral de los europeos. La imagen del muchacho muerto en una playa condujo a una efusión de caridad y solidaridad con los migrantes en Europa, en una forma que nunca había sido el caso en ninguna otra nación no-europea, porque los europeos están emocionalmente controlados por la Izquierda. La Izquierda es la que está a cargo de las instituciones benéficas Migrant Offshore Aid Station, Médecins Sans Frontières, Refugee Council, UNICEF y la Cruz Roja británica. Por supuesto, la Izquierda consiste en muchos grupos con diferentes morales, estrategias políticas y personalidades. Algunos de arriba, como Soros, son manipuladores del sufrimiento humano para llevar a cabo sus fines políticos, mientras que muchos en el fondo no están ni siquiera preocupados por la política, pero han sido socializados desde el nacimiento para asociar diversidad con valor y utilidad, y nacionalismo europeo con Nacionalsocialismo. El caso es que de cualquier modo que uno lo diga, la Izquierda domina el discurso moral, los conceptos, el aparato intelectual de la globalización occidental.

     La AltRight tiene que construír una contra-narrativa de principios, ideas, sentimientos, imágenes y moral, en vez de simplemente concentrarse en la economía de la globalización.–





La Destrucción Cristiana del Mundo Clásico

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     El siguiente artículo es una reseña que ha hecho A. Graham del libro de 2018 de Catherine Nixey "The Darkening Age", publicada en counter-currents.comen Agosto de 2018 y que ofrecemos en castellano, donde ambos autores se refieren a la violencia institucional que ejerció el cristianismo desde sus primeros tiempos cuando se vio en el poder, en una guerra contra la civilización europea y contra la vida en general, una contra-natural rebelión de esclavos del tipo que describió Nietzsche, una sistemática destrucción de la base física cultural dondequiera que se encontrase, un borrar un mundo inmensamente superior.


La Destrucción Cristiana del Mundo Clásico
por A. Graham
7 de Agosto de 2018



     The Darkening Age: The Christian Destruction of the Classical World (2018) de Catherine Nixey es una poderosa descripción que vale bastante la pena leer acerca de la destrucción de la Antigüedad clásica llevada a cabo por los cristianos. Ciertamente tiene algunos defectos, pero ofrece refutaciones implacables y concisas a difundidos mitos que rodean la historia del cristianismo temprano.

     Sorprendentemente, hay pocos libros sobre este tema. La única descripción completa de los crímenes del cristianismo contra el mundo pagano es la Kriminalgeschichte des Christentums (Historia Criminal del Cristianismo) de Karlheinz Deschner, en 10 volúmenes, que nunca ha sido traducida al inglés. La razón principal de eso, por supuesto, es que el cristianismo dominó la vida intelectual en Europa durante más de un milenio, y la Historia es escrita por los vencedores. Nixey indica que hasta 1871 Oxford requería que todos sus estudiantes fueran miembros de la Iglesia de Inglaterra. Pocos se aventuraron a criticar al cristianismo en tal atmósfera.

     The Darkening Age es, hasta donde sé, el único trabajo de historia popular sobre el tema de la violencia cristiana contra los paganos. A diferencia del trabajo de Deschner, éste no es un tomo denso y académico sino más bien una polémica escrita para una audiencia popular. La prosa de Nixey es valiente y vívida, y ella no tiene pretensiones de imparcialidad, como aclara en su Introducción:

     "Este es un libro acerca de la destrucción cristiana del mundo clásico. El asalto cristiano no fue el único —incendios, inundaciones, invasiones y el tiempo mismo, todos jugaron su parte— pero este libro se enfoca en el asalto del cristianismo en particular. Esto no quiere decir que la Iglesia no conservó cosas: lo hizo. Pero la historia de las buenas obras del cristianismo en ese período ha sido contada una y otra vez; tales libros proliferan en bibliotecas y librerías. La historia y los sufrimientos de aquellos a los que el cristianismo derrotó no lo ha sido. Este libro se concentra en ellos".

     Nixey reconoce que la Iglesia Católica en efecto preservó manuscritos clásicos y obras de arte. Ella elogia "el cristianismo de las antiguas bibliotecas monásticas, de la belleza de los manuscritos iluminados, de Beda el Venerable". Sin embargo, como ella indica, mucho más fue destruído que lo que fue conservado. Que la Iglesia conservara una fracción del cuerpo total de manuscritos clásicos y del arte no cambia el hecho de que el triunfo del cristianismo fue hecho posible en gran parte por la destrucción del paganismo.

     A los monjes cristianos a menudo se los acredita con la conservación de textos clásicos. Menos a menudo reconocido es que los propios monjes fueron también cómplices en la destrucción de la Antigüedad Clásica. Entre éstos se incluye Benedicto, el famoso fundador de la orden benedictina. Tras llegar a Montecassino, donde él estableció su primer monasterio, su primer acto fue destruír una estatua de Apolo junto con un altar dedicado a él, sobre el cual construyó una capilla dedicada a Juan el Bautista. Él fue aún más allá, "derribando los ídolos y destruyendo las arboledas en la montaña... hasta que él hubo desarraigado el último remanente del paganismo en aquellas partes".

     Martín de Tours, un monje y obispo a quien está dedicado el monasterio más antiguo en Europa, destruyó lugares sagrados paganos y estatuas por todas partes del campo galo. Una línea en la Vida de San Martín dice: "Él demolió completamente el templo que pertenece a la falsa religión y redujo a polvo todos los altares y estatuas". Las exageraciones abundan en las hagiografías, naturalmente, pero es revelador el que tanto los hagiógrafos de Benedicto como los de Martín vieran la destrucción de templos como algo digno de encomio y elogiaran entusiásticamente las correrías de ellos.

     Era sabido que bandas de monjes cristianos se comportaban violentamente en Siria. El libro se abre con una descripción (hecha con algunas licencias poéticas) del derribamiento de Palmira en 385 d.C. El altar del Templo de Al-Lat (un diosa del Cercano Oriente asociada con Atenea) fue destruído, y la estatua de Allat-Atenea fue decapitada y le cortaron sus brazos y nariz. Casi dos mil años más tarde el Estado Islámicoterminó lo que sus antepasados monoteístas habían comenzado, demoliendo templos y estatuas en Palmira, incluyendo lo que quedaba de la estatua de Atenea.

     El orador griego Libanio describió la destrucción de templos en Siria: "Esta gente se apresura para atacar los templos con palos y piedras y barras de hierro, y en algunos casos, desdeñando esos elementos, con manos y pies. Luego sigue la desolación completa, con la remoción de tejados, la demolición de murallas, el derribo de estatuas y el derribamiento de altares, y los sacerdotes de esos templos deben mantenerse callados o morir...".

     Así, la destrucción de templos y obras de arte no fue la acción de lobos solitarios y lunáticos aislados. Fue decretada e instigada por monjes cristianos, obispos y teólogos, algunos de los cuales fueron canonizados más tarde. Incluso Agustín una vez declaró que "toda la superstición de paganos e inconversos debería ser aniquilada, es lo que Dios quiere, lo que Dios manda, ¡lo que Dios proclama!". Juan Crisóstomo se deleitó con la decadencia del paganismo: "La tradición de los antepasados ha sido destruida, la costumbre profundamente arraigada ha sido arrancada, la tiranía de la alegría [y] los malditos festivales... han sido borrados como humo". Él se jactó de que las escrituras "de los griegos han perecido todas y han sido borradas... ¿Dónde está Platón? ¡En ninguna parte! ¿Dónde está Pablo? ¡En boca de todos!".

     Crisóstomo animó a otros cristianos a saquear las casas de la gente y forzarlas ante cualquier signo de herejía. Esa táctica también fue adoptada por Shenoute, un abad egipcio que es considerado ahora un santo en la Iglesia copta. Shenoute y sus bandas de matones irrumpirían en las casas de vecinos sospechosos de ser paganos y destruirían estatuas y literatura "paganas". En palabras de él, "no hay ningún crimen para aquellos que tienen a Cristo". Un obispo sirio del siglo V aconsejó que los cristianos "busquen los libros de los herejes... en cada lugar, y dondequiera que ustedes puedan, traérnoslos o quemarlos en el fuego".

     Uno de los mayores crímenes instigados por un funcionario de la Iglesia fue la destrucción del Serapeum en 392 d.C. El Serapeum fue construído por Ptolomeo III en el siglo III a.C. y fue dedicado a Serapis, una deidad greco-egipcia que combinaba a Osiris y Apis. Se decía que aquél era uno de los templos más grandes y más magníficos del mundo antiguo. Albergaba miles de rollos que pertenecían a una colección adicional de la Gran Biblioteca de Alejandría, que se convirtió en todo lo que quedaba de dicha biblioteca después de su destrucción. En el centro del templo había una magnífica estatua de Serapis revestida con marfil y oro. El historiador pagano Amiano Marcelino escribió que el esplendor del templo era tal que "las meras palabras sólo pueden hacerle una injusticia".

     Los relatos de los acontecimientos que rodearon a la destrucción del Serapeum difieren, pero se cre que comenzaron cuando Teófilo, el obispo de Alejandría, y sus seguidores desfilaron en público en tono burlón con artefactos paganos, provocando ataques paganos. Los cristianos contraatacaron, y los paganos buscaron refugio en el Serapeum. El Emperador Teodosio, que había publicado un decreto en 391 que cerraba todos los templos paganos y prohibía la adoración pagana, envió una carta a Teófilo concediendo el perdón a los paganos e instruyéndolo para destruír el templo.

     La destrucción del Serapeum fue celebrada por cronistas cristianos. "Y ése fue el final de la vana superstición y antiguo error de Serapis", concluyó uno. Serapis fue descrito como un "anciano decrépito".

     Se piensa que los cristianos destruyeron aproximadamente 2.500 santuarios, templos y sitios religiosos a través de toda Alejandría (una nota a pie de página explica que esa cifra se deriva de un registro del siglo IV de los cinco distritos de la ciudad). Un profesor griego escribió: "Los muertos solían dejar la ciudad viva detrás de ellos, pero nosotros que vivimos ahora llevamos la ciudad a su tumba".

     Aproximadamente veinte años más tarde, en 415 d.C., la renombrada filósofa, matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría fue asesinada por una muchedumbre cristiana. Eso fue la culminación de una cadena de acontecimientos que surgieron del choque entre Orestes, el prefecto imperial de Alejandría, y Cirilo, el arzobispo de Alejandría, con respecto a la gran población judía de la ciudad. Hipatia era amiga de Orestes, y los cristianos la pusieron en la mira como un chivo expiatorio por la falta de voluntad de Orestes para negociar con Cirilo. Un día de Marzo ella fue atacada por una turba de cristianos que la arrastraron a una iglesia cercana, la desnudaron completamente, y la apuñalaron con fragmentos de cerámica. Su cuerpo fue desmembrado y quemado.

     Es verdad que el conflicto que condujo a la muerte de Hipatia fue en último término uno político y que su asesinato no fue un ataque espontáneo motivado únicamente por el odio cristiano al paganismo. Pero el asesinato de Hipatia muestra que, sin tener en cuenta sus motivaciones precisas, los cristianos no tuvieron escrúpulos para asesinar brutalmente a una de las mayores pensadoras de Alejandría. La muerte de Hipatia fue incluso celebrada por cronistas cristianos posteriores como Juan de Nikiu, quien comparó las enseñanzas de ella con "artimañas satánicas" y elogió a Cirilo por erradicar la idolatría en Alejandría.

     Nixey minimiza el hecho de que ambos partidos se involucraron en la violencia durante el curso de esos acontecimientos. Pero, nuevamente, su propósito declarado era documentar sólo la violencia cristiana, y así ella no puede ser criticada por su tendencia. Además, si bien es verdadero que las muchedumbres paganas cometieron actos esporádicos de violencia contra los cristianos, ellos no pueden ser justamente comparados con la violencia cristiana. Esta última implicó la destrucción de la herencia cultural (estatuas, santuarios, templos, bibliotecas), mientras que la violencia de los paganos surgió como una respuesta a la amenaza civilizacional que el cristianismo representaba.

     La destrucción del paganismo también tuvo lugar dentro de paredes monacales. Los monjes escribirían literatura eclesiástica encima de los textos de manuscritos clásicos, borrándolos mediante el raspado de sus superficies con piedra pómez. La obra De Re Publica de Cicerón fue sobreescrita por Agustín. Una biografía escrita por Séneca fue sobreescrita con el Antiguo Testamento. Al Método de los Teoremas Mecánicos de Arquímedes le fue superpuesto un libro de rezos. Fue sólo recientemente, con la ayuda de modernas tecnologías de imagen, que los investigadores fueron capaces de recuperar el palimpsesto de Arquímedes en su totalidad.

     El influyente "Discurso a Hombres Jóvenes sobre la Literatura Griega" de Basilio de Cesarea indudablemente tuvo un impacto sobre qué textos fueron conservados y cuáles no. En dicho ensayo, Basilio ("el Grande") perfiló qué obras de la literatura clásica eran aceptables a sus ojos. Él aconsejó que los cristianos rechazaran los trabajos más indecentes y más violentos de la literatura clásica, así como aquellas obras en las cuales las deidades greco-romanas eran abiertamente elogiadas. Como resultado, muchas obras fueron simplemente removidas del canon. En cuanto a obras de filosofía, los monjes tenían poco interés en copiar las escrituras de filósofos que se oponían al cristianismo, excepto con el propósito expreso de refutarlos (como Orígenes hizo en su Contra Celsum).

     La decadencia de la literatura clásica fue así "lenta, pero devastadora". Se estima que menos del 10% de la literatura clásica ha sobrevivido hasta la época moderna. En términos de literatura latina específicamente, se estima que sólo un 1% ha sobrevivido. El interés por los autores clásicos alcanzó un punto bajo durante los primeros siglos de la temprana Edad Media, que comenzó a repuntar sólo a finales del siglo VIII. Nixey escribe:

     «De la totalidad del siglo VI sólo sobreviven "fragmentos" de dos manuscritos del poeta satírico romano Juvenal y meros "remanentes" de otros dos, uno de Plinio el Viejo y otro de Plinio el Joven. Del siglo siguiente no sobrevive nada salvo un único fragmento del poeta Lucano. Desde el principio del siglo que sigue, nada en absoluto».

     La Iglesia Católica asimiló realmente elementos de la filosofía clásica. El neo-platonismo, por ejemplo, influyó en varios filósofos cristianos, desde Agustín, Orígenes y el Pseudo-Dionisio el Areopagita hasta figuras posteriores como Marsilio Ficino y Ralph Cudworth. Ellos representan lo mejor del cristianismo, es decir, su parte más helenizada. Pero cuando uno quita el barniz pagano puesto sobre la Iglesia y se zambulle hasta el núcleo de las enseñanzas cristianas (de lo cual los cristianos tempranos son los mejores representantes), uno encuentra que la actitud general hacia el aprendizaje clásico, y el conocimiento en general, es de hostilidad. Un escritor se quejó contra aquellos que "dejaron de lado la sagrada palabra de Dios y se dedican a la geometría... Algunos de ellos entregan todas sus energías al estudio de la geometría euclidiana, y tratan a Aristóteles... con temor reverente; para algunos de ellos Galeno es casi un objeto de adoración". Esa condena del conocimiento mundano era común entre los primeros cristianos. Está incrustada en la Biblia, comenzando con Adán y Eva y la historia de la Torre de Babel. Ese tema persiste a través de toda la Escritura. Pablo escribe en su Primera Carta a los Corintios que "la sabiduría de este mundo es tontería para Dios" (1 Corintios 3:19). Otro pasaje en esa carta es particularmente ilustrativo de la indiferencia cristiana por el conocimiento así como de la moralidad de esclavos inherente en el cristianismo:

     "Lo necio del mundo escogióDios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a los fuertes; y lo vil del mundo y lo menos preciado escogióDios, y lo que no es, para deshacer lo que es" (1 Corintios1:27-28).

     Celso observó que "los esclavos, las mujeres y los niños pequeños"y "los tontos, la gente sin honor y estúpida"eran los más receptivos al mensaje cristiano, lo que no es sorprendente a la luz del desprecio que sentían los cristianos por el sabio, el fuerte y el honorable.

     Las quemas de libros eran bastante comunes. Las obras del filósofo neo-platónico Porfirio, por ejemplo, fueron quemadas por órdenes de Constantino; aproximadamente un siglo más tarde, Teodosio II y Valentiniano III también entregaron a las llamas las obras de aquél. Amiano Marcelino escribe que:

     "...innumerables libros y montones enteros de documentos, que habían sido sacados de varias casas, fueron reunidos y quemados bajo los ojos de los jueces. Ellos fueron tratados como textos prohibidos para aliviar la indignación causada por las ejecuciones, aunque la mayor parte de ellos eran Tratados sobre diversas artes liberales y jurisprudencia".

     En efecto, aunque los cristianos aparentemente sólo quemaron libros que pertenecían a magia, adivinación y herejía cristiana, las obras de filosofía eran a veces puestas bajo esa categoría. Dirk Rohmann escribe:

     "Además, si bien había precedentes antiguos para sugerir que ciertos filósofos eran caracterizados como magos, en la Antigüedad Tardía la magia y la herejía llegaron a ser vinculadas más claramente a esas tradiciones filosóficas... Los herejes fueron así no sólo entendidos como disidentes cristianos sino que de vez en cuando aquellos paganos cuyas opiniones daban forma al discurso cristiano herético también podían ser etiquetados como herejes en la Antigüedad Tardía, a diferencia del moderno entendimiento del término herejía que está limitado a los cristianos. Junto con la legislación imperial y eclesiástica que proscribió textos mágicos, heréticos y astrológicos, he sostenido que dentro de las comunidades cristianas surgió una falta de disposición no sólo para conservar textos de esas materias sino también textos que estuvieran relacionados con esos géneros o fueran considerados la base para cosmovisiones astrológicas o heréticas" [1].

[1] Dirk Rohmann, Christianity, Book-Burning, and Censorship in Late Antiquity: Studies in Text Transmission, Berlin, 2016, p. 148.

     Una creencia común entre los primeros cristianos era que las obras paganas de arte, su literatura, filosofía, etcétera, eran demoníacas. Ellos creían en la existencia literal de demonios, los acólitos alados de Satán que atraían a la gente para que cometiera pecados. Se pensaba que los templos paganos eran centros de actividad demoníaca. Según Agustín, "Todos los paganos estaban bajo el poder de demonios. Los templos fueron construídos para demonios, los altares fueron establecidos para demonios, los sacerdotes ordenados para el servicio de demonios, sacrificios ofrecidos a demonios, y los participantes extasiados fueron introducidos como profetas para demonios".

     Eso dio ocasión a una gran paranoia. Los cristianos se preocupaban sobre si usar los mismos baños que los paganos, por ejemplo, los infectaría con demonios. Un cristiano escribió a Agustín preguntándole si estaría bien para los cristianos comer la comida encontrada en un templo pagano en caso de que ellos pasaran hambre y no hubiera ninguna otra opción. (Agustín contestó que sería mejor morir de hambre). El paganismo fue descrito como si fuera una enfermedad. Era natural, entonces, que los cristianos quisieran erradicarlo.

     Los cristianos creían que las estatuas paganas estaban poseídas por demonios y sólo podían ser purgadas de la influencia demoníaca si ellas fueran dañadas de alguna forma (como mínimo, cortándoles la nariz o sus miembros). Se pensó que arrastrarlas, escupirlas o lanzando suciedad sobre ellas era insuficiente. La mutilación cristiana de estatuas antiguas puede ser vista en museos hoy. Nixey escribe:

     "En Atenas, una enorme estatua de Afrodita fue desfigurada con una cruz ordinaria esculpida en su ceja; sus ojos fueron desfigurados y su nariz ha desaparecido. En Cirene, los ojos han sido arrancados de un busto de tamaño natural en un santuario de Deméter, y la nariz quitada; en Toscana una pequeña estatua de Baco ha sido decapitada... Una hermosa estatua de Apolo en Salamina ha sido castrada y luego golpeada, con fuerza, en la cara, rompiéndose la nariz del dios. A través de su cuello hay cicatrices que indican que los cristianos intentaron decapitarlo, pero fallaron".

     Es también probable que algo del daño sufrido por el Partenón, en particular el frontón del Este (que representa el nacimiento de Atenea), pueda ser atribuído a los cristianos. Las imágenes de dioses en el complejo de Templo de Dendera también muestran signos de haber sido atacadas con armas contundentes.

     La creencia sostenida por la mayoría de los cristianos de que el paganismo era demoníaco y enfermo les impidió tolerar pacíficamente a sus vecinos paganos. El famoso Edicto de Milán de Constantino, promulgado en 313 d.C., estableció nominalmente la libertad religiosa a través de todo el Imperio, pero la persecución de paganos comenzó poco después de que el edicto fuera promulgado. El biógrafo de Constantino lo elogió por haber "confutado el error supersticioso de los paganos en toda clase de formas". En efecto, durante la última mitad de su reinado, el propio Constantino ordenó el saqueo y la destrucción de templos paganos, como el templo de Asclepio en Cilicia y un templo de Afrodita en Líbano. Él también ordenó la ejecución de sacerdotes paganos. Las estatuas fueron removidas a la fuerza de los templos y fundidas, lo que contribuyó a la creciente riqueza de la Iglesia. Otras fueron robadas y conservadas en casas de cristianos ricos. El poeta Palladas comentó de ellas que "ahí, al menos, ellas evitarán la caldera que las derrite".

     El hijo de Constantino prohibió los sacrificios paganos en 341, declarando que "la superstición cesará". En 356 la adoración de imágenes paganas se convirtió en un crimen capital. Él también ordenó el cierre de templos. Después del breve reinado de Juliano "el Apóstata" (361-363), Roma fue gobernada por Emperadores cristianos hasta el final. Juliano fue sucedido por Joviano, quien ordenó la destrucción de la Biblioteca Real de Antioquía y reinstauró la pena de muerte para aquellos que adoraban a dioses paganos. El cristianismo Niceno fue declarado la religión oficial del Imperio en 380, durante el reinado de Teodosio I. Entre 389 y 392 Teodosio publicó una serie de decretos que prohibían los sacrificios paganos y otros rituales, cerrando templos y aboliendo feriados paganos. Él declaró: "A ninguna persona se le concederá el derecho de realizar sacrificios; ninguna persona se aproximará a los templos; ninguna persona reverenciará los lugares sagrados". Él también disolvió a las Vírgenes Vestales y los Juegos Olímpicos. En 399 él publicó un decreto que autorizaba la destrucción de templos, anunciando que "si hubiera algún templo en los distritos del país, ellos serán derribados sin perturbación o tumulto. Ya que cuando ellos son derribados y removidos, la base material de toda superstición será destruída".

     El incidente del retiro del Altar de la Victoria en 382 es ilustrativo de la parcialidad de la "tolerancia"aparentemente concedida a todos los súbditos del Imperio. Los cristianos se opusieron a la presencia del Altar de la Victoria en la Casa del Senado romana, y el Emperador cristiano Graciano la hizo quitar. El senador Simaco presentó una solicitud a Valentiniano II, solicitando la restauración del Altar y haciendo una apelación a la tolerancia religiosa, pero él fue rechazado.

     En 399 Arcadio, el hijo de Teodosio, decretó que todos los templos paganos restantes deberían ser demolidos. En 408 su hermano y co-Emperador Honorio publicó un decreto que proclamaba que "si alguna imagen queda en pie todavía en los templos y lugares sagrados, ellas serán arrancadas desde su fundamento... Los edificios de los templos que están situados en ciudades o pueblos o fuera de los pueblos serán reivindicados para uso público. Los altares serán destruídos en todos los sitios".

     Nixey enfatiza que ésos no eran decretos huecos. Los propios registros cristianos dan testimonio de eso. Marcelo, obispo de Apamea, fue descrito como "el primero de los obispos en poner el edicto en vigencia y en destruír los santuarios de la ciudad puestos bajo su cuidado". (Él más tarde fue quemado vivo por paganos en venganza). Un escritor cristiano se alegró de que los Emperadores "escupieran en las caras de ídolos muertos, pisotearan los ritos ilegales de demonios, y se rieran de las viejas mentiras". Otro se jactó: "Vuestras estatuas, bustos, los instrumentos de vuestro culto han sido todos derribados; ellos yacen en tierra y todos se ríen de vuestros engaños".

     Se estima que en el año 312 aproximadamente entre el 7 y el 10% del Imperio romano era cristiano (entre 4 y 6 millones de una población de aproximadamente 60 millones). Dentro de un siglo, lo inverso había llegado a suceder, y entre el 70 y el 90% del Imperio era cristiano. La mayoría de las conversiones ocurrió fruto de intimidación y fueron incitadas por la destrucción de templos y objetos sagrados. Libanio, quien fue desterrado del Imperio en 346, comentó al final del siglo IV que los templos estaban "en ruinas, su ritual prohibido, sus altares derribados, sus sacrificios suprimidos, sus sacerdotes echados y su propiedad dividida entre una multitud de bribones".

     Allí donde la destrucción cristiana de la herencia clásica es por lo general minimizada o pasada por alto, las historias de mártires cristianos en la Antigüedad tardía han sido inculcadas en la imaginación popular. Los mártires fueron venerados por la Iglesia, y sus historias fueron contadas y vueltas a contar, a menudo exageradas y sacadas de contexto. Así hay algunas persistentes ideas falsas que rodean al martirio cristiano en la Roma antigua.

     La idea de que los cristianos fueron torturados y ejecutados en masa por una sucesión continua de sanguinarios Emperadores romanos es falsa. Durante los primeros dos siglos y medio después del nacimiento de Cristo, el único caso de persecución imperial de cristianos fue la breve persecución de Nerón el año 64. Durante el curso de tres siglos de gobierno romano, hubo menos de quince años de persecución gubernamental de cristianos. De manera importante, como señala Nixey, los romanos no intentaron erradicar el cristianismo mismo. Si Roma hubiera dirigido todo el peso de su fuerza imperial para detener la difusión del cristianismo en sus primeros días, habría tenido éxito.

     Después de Nerón, la persecución imperial de cristianos no se reanudó sino hasta casi dos siglos más tarde, durante el reinado de Decio. La persecución de éste comenzó en 250 d.C., después de que él decretó que todos los romanos tenían que realizarle sacrificios a él y a los dioses romanos. Su edicto no apuntaba a los cristianos expresamente; su intención era unificar el Imperio y asegurar la lealtad de sus súbditos. El no adherirse al edicto era castigable con la muerte, pero a los cristianos se les dio la oportunidad para apostatar. El edicto duró sólo un año. Eso fue seguido pronto por la persecución de Valeriano, que fue similar en su efecto y duró de 257 a 260.

     La persecución imperial más severa de cristianos fue la "Gran Persecución" bajo el Emperador Diocleciano, que duró entre 303 y 313. Cientos de cristianos fueron muertos, torturados o encarcelados. Sin embargo, la mayoría de los cristianos en el Imperio fueron capaces de evitar el castigo, ya fuera mediante apostasía, soborno o huyendo del Imperio. Los esfuerzos de Diocleciano en general fueron ineficaces.

     Nixey dedica un capítulo a analizar la correspondencia entre Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, y el Emperador Trajano sobre el asunto de los cristianos en el Imperio. En 112 d.C. Plinio escribió a Trajano pidiéndole consejo sobre cómo tratar con cristianos locales, que estaban interrumpiendo la paz. Esa carta (Epistula X. 96) es la primera mención registrada de cristianos por un escritor romano y proporciona mucha información acerca de cómo los cristianos eran percibidos por los romanos. Plinio los veía como un culto molesto que debilitaba la unidad imperial y provocaba desorden. Su "persecución" de cristianos nació no del odio fanático sino del pragmatismo. Él no se opuso a ellos por razones religiosas y nunca se refiere a ellos como malvados, poseídos por demonios, etcétera. La respuesta de Trajano a Plinio declara que los cristianos deberían ser castigados. Pero él añade una cláusula importante: "Esa gente no debe ser perseguida".

     Plinio, de esa manera, vio la ejecución como un último remedio. Él dio a los cristianos recalcitrantes múltiples oportunidades para cumplir con la ley. Otros funcionarios romanos hicieron lo mismo. Hay un relato de una joven muchacha cristiana que voluntariamente se presentó al gobernador romano Daciano con la esperanza de ser martirizada. Él no quiso matarla e imploró que ella obedeciera: "Piensa en las grandes alegrías que estás cortando... La familia que estás privando te sigue con lágrimas".

     La glorificación del martirio significó que muchos cristianos se entusiasmaran por ser martirizados. Cuando el gobernador de fines del siglo II Arrio Antonino ejecutó a algunos cristianos en su provincia, los cristianos locales afluyeron a él y pidieron ser muertos en una manera similar. Eso lo llevó a comentar: "Oh, ustedes, gente detestable. Si desean morir, tienen acantilados de los cuales saltar y sogas con las cuales colgarse".

     Dice algo sobre el cristianismo el que sus mayores héroes no sean aquellos que consiguieron grandes cosas sino más bien aquellos a los que se hizo sufrir. Esto trae a la mente la descripción de Julius Évola del ascetismo cristiano como "una especie de masoquismo, un gusto por sufrir, mezclado con un resentimiento mal disimulado contra todas las formas de salud, fuerza, sabiduría y virilidad"(Évola, La Doctrina del Despertar). Eso también da testimonio del igualitarismo inherente al cristianismo; George Bernard Shaw una vez definió el martirio como "la única forma por medio de la cual un hombre puede hacerse famoso sin tener ninguna habilidad".

     La naturaleza del cristianismo, negadora de la vida, también fue manifestada en la actitud cristiana hacia los pasatiempos romanos diarios. Los cristianos repudiaban la actitud franca de los romanos hacia la sexualidad y procuraron suprimir el arte y la literatura eróticos. Ellos denunciaron las fiestas de celebración, y un decreto que prohibía "los banquetes cordiales en honor a ritos sacrílegos" fue publicado en 407. La lucha libre fue etiquetada como "el comercio del Diablo". Los cristianos también se quejaron contra los baños públicos, que funcionaban como plazas de ciudad y que se consideraba que estaban infestados de demonios. Las estatuas de deidades romanas que estaban en baños públicos a menudo eran destruídas.

     Es irónico que en su búsqueda para divorciarse del mundo material los tempranos monjes cristianos llegaran a obsesionarse con pecados terrenales hasta un grado patológico. Los monjes pasaban sus días contemplando sus propios pecados y reprochándose a sí mismos. Las tempranas descripciones cristianas de demonios y de los pecados que ellos incitan son meticulosas y extensas. Las descripciones de martirios a menudo se detienen sobre los espantosos procedimientos mediante los cuales los cristianos fueron supuestamente muertos, y muestran una preocupación casi masoquista por la tortura.

     Nixey está en lo correcto al indicar que los romanos no celebraban el libertinaje y el desenfreno abyecto, como a veces se ha supuesto. Los romanos apreciaban la modestia (pudicitia o pudor) y la autodisciplina (gravitas). Había restricciones legales en cuanto a la sexualidad, y la hipersexualidad era despreciada, al igual que el afeminamiento. A diferencia de los cristianos, sin embargo, los romanos abrazaban la sexualidad como una parte natural de la vida y no procuraban sofocarla.

     Nixey no hace una aclaración similar en cuanto a la cuestión de la tolerancia religiosa. Su descripción de la civilización romana como "fundamentalmente liberal"en este aspecto es engañosa. Los romanos eran tolerantes de otros en tanto que éstos hicieran ofrecimientos a los dioses romanos y al Emperador; el Imperio impuso una ortopraxia más bien que una ortodoxia. De ahí que las élites romanas cultas, a pesar de que muchos eran incrédulos, todavía realizaran ofrendas a los dioses y se adhirieran a la costumbre romana tradicional (mos maiorum).

     El politeísmo romano era pluralista en el sentido de que un hombre podía adorar, digamos, tanto a Júpiter como a Isis o Mitra. Los cultos importados de Egipto y Oriente fueron introducidos en Roma en el siglo I y gradualmente se convirtieron en una parte de la religión romana (aunque ellos nunca adquirieran el status de deidades romanas tradicionales). Sin embargo, el gobierno colocó restricciones a los cultos que eran percibidos como una amenaza para la unidad imperial. En 186 a.C., por ejemplo, el Senado prohibió las Bacchanalia(un culto de misterio con raíces en los Misterios Dionisíacos) a causa de que el secreto del culto podía fomentar la conspiración y la subversión política.

     Por supuesto, el objetivo de la prohibición de las Bacanales no era erradicar el culto sino regularlo y asegurar la supremacía de la religión romana. La prohibición simplemente puso a los iniciados bajo la vigilancia de cónsules y estipulaba que los ritos bacanales requerían la aprobación del Senado a fin de ser realizados. Eso está muy lejos de la actitud cristiana hacia los paganos, que fue de una desquiciada hostilidad, inclinada a la erradicación total del paganismo. Ésta es una de las diferencias esenciales entre el paganismo y el monoteísmo bíblico.

     En efecto, el exterminio del paganismo fue celebrado por los cristianos. Isidoro de Pelusium declaró triunfalmente a principios del siglo V que "la fe pagana... [había] desaparecido de la tierra". En 423 Teodosio decretó que "las regulaciones de constituciones antes promulgadas supriman a todos los paganos, aunque ahora creamos que no hay ninguno"[2]. En el momento del asesinato de Hipatia, en 415, el paganismo clásico estaba en sus convulsiones de muerte.

[2] Peter Brown, Power and Persuasion in Late Antiquity: Towards a Christian Empire, University of Wisconsin, 1992, p. 128.

     Cuando Justiniano ascendió al trono en 527 la destrucción del paganismo había más o menos ocurrido ya. Todavía había paganos, pero el mayor daño había sido ya hecho. Nixey sobredramatiza el cierre que hizo Justiniano de la Academia Neoplatónica en 529, que era en gran parte una cuestión de cortar el financiamiento público de la institución. La Academia Neoplatónica no podía alardear de pertenecer a una "cadena dorada" que se remontaba a Platón, ya que no poseía ningún vínculo directo con la Academia de Platón original (que fue destruída cuando Sula saqueó Atenas en 86 a.C.). El cierre de la Academia no sumergió a Europa en la Edad Oscura, como ella afirma. Los "siete últimos filósofos"en efecto huyeron de Atenas y buscaron refugio en la corte del Emperador persa Cosroes I, pero ellos volvieron a Atenas poco después. Tras retornar ellos Justiniano les concedió residencia en el Imperio y les permitió practicar la filosofía y dar clases en privado. La enseñanza de la filosofía en Atenas continuó durante aproximadamente cincuenta años, hasta que Atenas fue saqueada por los Eslavos en 582 [3]. Eso no quiere decir que Justiniano fuera inocente: él prohibió el paganismo, ejecutó paganos, y organizó quemas de libros por todas partes del Imperio.

[3] Alan Cameron, "The Last Days of the Academy of Athens", Proceedings of the Cambridge Philological Society, vol. 195, 1969, pp. 8, 25.

     La implicación de Nixey es que la Edad Oscura abarcó la totalidad de la Edad Media. Ella no entra en detalles en eso, pero una de sus principales influencias es Edward Gibbon, cuya visión de la Edad Media era notoriamente débil. La investigación medieval más reciente ha puesto en duda ese cliché. Los primeros siglos de la Temprana Edad Media se caracterizaron por la decadencia cultural y económica, pero la Edad Media en conjunto presenció muchos grandes logros. Tres renacimientos culturales ocurrieron durante la Edad Media: el Renacimiento Carolingio en los siglos VIII y IX, el Renacimiento de Otón en el siglo X, y el Renacimiento del siglo XII. Esos períodos vieron un renovado interés por la filosofía, la literatura, la ciencia, etcétera, de los greco-romanos. Por supuesto, los logros que ocurrieron durante la Edad Media no deben nada al cristianismo y todo a los europeos mismos. Fue a pesar del cristianismo, y no debido a él, que ocurrieron los renacimientos medievales. Fue a pesardel cristianismo que la civilización europea en general fue capaz de alcanzar tales grandes alturas.

     Hay varios errores descuidados a través de todo el libro. Por ejemplo, la aseveración de Nixey de que los siglos después de Constantino no produjeron ningún poeta satírico es falsa; hubo algunos. Ellos eran generalmente poco entusiastas con respecto al cristianismo. La elegía final del poeta del siglo VI Maximiano, considerado como el último verdadero poeta romano, habla de su muerte inminente y ha sido interpretada como un lamento por la decadencia del mundo pagano.

     Luego hay algunos defectos más profundos, además de aquellos ya mencionados. La autora proyecta ideales de la Ilustración del siglo XVIII sobre la civilización greco-romana cuando le sirve a su fábula de Nueva Atea. Ella pasa por alto el hecho de que la filosofía y el misticismo no eran mutuamente exclusivos en el mundo antiguo. El límite entre filosofía y teurgia, misticismo y magia, era borroso; como se dijo, el condenar al fuego textos de magia y adivinación llevó también a la quema de obras de filosofía. El escepticismo también quedó restringido a las élites; la mayoría de los griegos y romanos corrientes creía en dioses y fuerzas sobrenaturales.

     Ella no menciona que la aristocracia romana estaba en un estado de decadencia, ya que eso debilitaría su alabanza del ateísmo y cosmopolitismo de dicha clase. En la época de Constantino la aristocracia había perdido su espíritu marcial y se había hecho suave y satisfecha. Amiano Marcelino lamentó el hecho de que "las pocas casas que eran famosas antes por su dedicación a búsquedas serias ahora abundan en los deportes de la indolencia inactiva"[4]. Eso hizo más fácil para el cristianismo infiltrarse en la élite. A medida que la élite se cristianizaba cada vez más, muchos se convirtieron al cristianismo por un deseo de movilidad ascendente.

[4] Ammianus Marcellinus, Res Gestae, XIV, 6.18.

     Otro defecto que se destaca es la curiosa omisión de una cierta tribu. Nixey no menciona judíos fuera del contexto del asesinato de Hipatia, además de describirlos como "los odiados enemigos de la Iglesia", citando las homilías anti-judías de Juan Crisóstomo. Pero los judíos contribuyeron tanto de manera directa como indirecta a la destrucción del mundo clásico. El odio fanático y el dogmatismo de los primeros cristianos fueron directamente heredados de sus antepasados judíos. En Éxodo 22:20 dice: "Él que sacrifique a otro dios que no sea Yahvé será completamente destruído". Los judíos también se involucraron en la destrucción de estatuas paganas, templos y obras de arte. Durante la Guerra de Kitos, por ejemplo, los rebeldes judíos conducidos por Lukuas devastaron Cirenaica, destruyendo estatuas paganas y templos así como edificios oficiales romanos y baños públicos. Además, ellos limpiaron étnicamente la región asesinando de manera brutal a no menos de 240.000 de sus habitantes [5]. La carnicería fue tal que Roma tuvo que restaurar la población estableciendo nuevas colonias allí. Lukuas y los judíos después le prendieron fuego a Alejandría, destruyendo templos egipcios y profanando la tumba de Pompeyo. Ésa fue sólo una de varias rebeliones judías contra el Imperio romano.

[5] Dión Casio, Hist. Rom., V, 68.32.

     Los paralelos entre los crímenes judíos contra los paganos y los cometidos por los cristianos son asombrosos. Las autoridades romanas reconocieron correctamente al cristianismo como una forma de judaísmo disfrazado. La destrucción de estatuas no era algo inaudito en el mundo antiguo, pero eso por lo general ocurría en el contexto de conquistas imperiales y cambio de regímenes. Los crímenes de judíos y cristianos contra paganos, por otra parte, provinieron únicamente del odio y la venganza intrínsecos del monoteísmo bíblico. Tanto judíos como cristianos reclamaban un monopolio sobre la verdad religiosa y declaraban que todas las religiones "falsas" debían ser erradicadas. Compare esa intolerancia semítica con la aseveración de Celso de que "hay una antigua doctrina [ρχαος λόγος]que ha existido desde el principio y que siempre ha sido mantenida por las más sabias naciones y ciudades y hombres sabios" [6]. (Celso llega a excluír a los judíos de entre las "naciones más sabias"y describe al judaísmo como una perversiónde la sabiduría antigua).

[6] Orígenes, Contra Celsum, I, 14.

     Tanto los ataques judíos como cristianos contra el paganismo indoeuropeo fueron esencialmente revueltas de esclavos alimentadas por el ressentiment, en un sentido muy literal: los judíos en el Imperio romano realmente descendían de esclavos importados del Este, y los primeros y más celosos conversos al cristianismo fueron igualmente sacados de los peldaños más bajos de la sociedad. El cristianismo apeló a los esclavos porque, al igual que el judaísmo, apreciaba todo lo que representaba lo opuesto de sus amos superiores. Nietzsche notó ese paralelo, comentando que el cristianismo puso "todas las valoraciones de cabeza"y que el judaísmo representaba una "inversión de los valores" [7]. Jan Assmann ha usado el término "inversión normativa" para describir el proceso por el cual los elementos del judaísmo evolucionaron como una rebelión consciente contra la religión egipcia [8]. Dicho término podría ser fácilmente aplicado al cristianismo también.

[7] Friedrich Nietzsche, Más Allá del Bien y del Mal, §62 y 195.
[8] Jan Assmann, Moses the Egyptian: The Memory of Egypt in Western Monotheism, Cambridge, 1997, p. 31. Greg Johnson escribió una excelente serie de artículos sobre este libro.

     Es posible que Nixey decidiera minimizar las raíces judías del cristianismo a fin de evitar potenciales acusaciones de "anti-semitismo". Si ése es el caso, esto es un testimonio del hecho de que, dos mil años después de las guerras romano-judías, la subversión judía es todavía un fenómeno muy real.

     Un cristiano puede replicar que las acciones de monjes fanáticos hace dos milenios tienen poca conexión con el cristianismo de hoy y como evolucionó en Europa. Sin embargo, uno no puede entender verdaderamente al cristianismo —y por lo tanto el núcleo que está sepultado bajo el magnífico edificio de la Iglesia Católica— sin estudiar su historia y sus tempranas escrituras. Ninguna cantidad de influencia pagana puede suprimir totalmente el veneno que está en el centro del cristianismo, el cual existe fundamentalmente en guerra contra el paganismo indoeuropeo así como contra Europa misma.

     No puedo recomendar The Darkening Age sin reservas, pero es sin embargo una descripción persuasiva y poderosamente escrita de la destrucción cristiana de la Antigüedad Clásica. Los errores dispersos por todas partes son desafortunados, y uno espera que un día otro escritor anglófono venga y escriba un mejor trabajo popular sobre el tema. Pero mientras tanto, este libro proporciona un sólido contrapeso a difundidas ideas falsas sobre la historia del cristianismo temprano. Demuele hábilmente los mitos que sostienen que el cristianismo triunfó únicamente por medios pacíficos, que los primeros cristianos eran inocentes que fueron bárbaramente muertos por malvados Emperadores romanos, y que el cristianismo conservó más que lo que destruyó. Ninguno de los defectos del libro es tan grave como para disminuír la verdad de su tesis. Sirve como un poderoso recordatorio de la amenaza que el monoteísmo bíblico ha representado y sigue representando para la civilización europea.–





Creer en el Progresismo Requiere Abandonar la Razón

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     El siguiente artículo que hemos traducido fue publicado por su autor hace dos años en su sitio newstarget.com, y habla aquí de ciertas incongruencias detectables en el discurso del así llamado liberalismo estadounidense o progresismo, la ideología de Izquierda, las que demuestra con ejemplos de tres campos: el del discurso "políticamente correcto" que llama blanco a lo negro, el de la retorcida ideología "transgénero", y el de la ciencia natural que han puesto de cabeza los acólitos de la secta del "cambio climático".


Creer en el "Progresismo"
Requiere el Completo Abandono de la Realidad,
la Lógica, la Ciencia y la Razón
por Mike Adams
11 de Febrero de 2018



     Para creer las narrativas del liberalismo se requiere que usted abandone completamente la realidad, la lógica, la ciencia y la razón. En este artículo, demostraré esto con una selección de convincentes ejemplos.

     Comenzaremos con el hecho irrefutable de que las Olimpiadas de Invierno ahora permiten que hombres biológicos compitan como "mujeres" contra mujeres reales [1], permitiendo a individuos con estructura ósea masculina, musculatura masculina y desarrollo físico masculino derrotar a mujeres en competiciones, y reclamar medallas de oro como "mujeres".

[1] https://www.lifesitenews.com/blogs/shame-2018-winter-olympics-allows-men-claiming-to-be-women-to-compete-again

     Eso es, por supuesto, increíblemente estúpido e ilusorio. Es también totalmente injusto para las mujeres, pero eso nunca ha parecido preocupar a los "progresistas".

     Como Breitbart.com explica, "El Comité Olímpico Internacional (IOC) confirmó que permitiría que atletas transgéneros compitieran en cualquier categoría en la que ellos deseen participar durante las Olimpiadas de Invierno 2018..." [2].

[2] https://www.breitbart.com/sports/2017/08/24/olympics-will-allow-transgender-competitors-2018-winter-games/

     Este absoluto abuso de atletas femeninos por hombres biológicos, irónicamente, es llevado a cabo en nombre del "progresismo" y la "tolerancia". Sí, si usted no tolera que hombres biológicos golpeen duro a mujeres en algún futuro evento de lucha (o de cualquier otro tipo) en alguna Olimpiada, entonces usted es un fanático intolerante. De esta manera, las Olimpiadas se han convertido en un instrumento de la enloquecida y anti-científica Izquierda que requiere que las personas crean en cosas imaginarias o arriesguen ser llamadas personas de "odio".

     Bajo la ilusoria bandera del "progresismo", no pasará mucho tiempo antes de que ninguna mujer real vuelva a ganar "eventos de mujeres"... las medallas irán a HOMBRES que simulan ser mujeres. Así es cómo los liberales realmente ven los llamados "derechos de las mujeres", como algo a ser desplegado contra las mujeres de modo que los hombres puedan derrotarlas humillantemente en las Olimpiadas. Imagine un futuro donde las mujeres biológicas nunca ganan ninguna medalla en absoluto. Eso será llevado a cabo en nombre de la "justicia social" por los mismos idiotas de tendencia izquierdista que rutinariamente acusan a los Republicanos de emprender una "guerra contra las mujeres".

     No pasará mucho tiempo, a propósito, antes de que la idea misma de una categoría competitiva separada para mujeres sea condenada como "sexista". Después de todo, según los progresistas, las mujeres y los hombres no tienen ninguna diferencia en absoluto. Así, nos dirán que los hombres y las mujeres deberían competir todos en la misma categoría en, supongamos, boxeo olímpico, artes marciales o incluso competencias de levantamiento de peso.

     Según la misma lógica, los liberales deben creer ahora que no hay tal cosa como una esposa golpeadora porque el varón de la casa, que es más grande y más fuerte, que da una paliza a su contraparte femenina puede decir simplemente a la policía que él se auto-identifica como una mujer, y así eso se trata sólo de una "pelea de gatos" y no de una golpiza a la esposa. Ésa es la nueva lógica ilusoria de la enloquecida Izquierda.

     Los mismos lunáticos liberales, por cierto, también creen que las mujeres no deberían tener sus propios cuartos de baño porque eso sería "intolerante" con respecto a atemorizantes varones pervertidos que quieren acechar a mujeres en los baños femeninos. De alguna manera, en la mente de los izquierdistas, abrir los baños femeninos a hombres biológicos es todo parte del "feminismo".


Los izquierdistas aman las ciudades grandes donde las poblaciones
indigentes prácticamente nadan en heces humanas

     Port-au-Prince, Haití, es la ciudad del mundo más grande sin un sistema de alcantarillado. Los más de 2,6 millones de personas viven en la gran área metropolitana, y todas las aguas residuales humanas que ellos botan van hacia verdaderos "hoyos de mierda"(crapholes literales) que son vaciados cada día por trabajadores del gobierno. Sí, en Haití trabajadores del gobierno literalmente sacan baldes de mierda humana desde un agujero en la tierra. La completa carencia de higiene, de manera no sorprendente, difunde enfermedades como el cólera, que según se informa ha matado a más de 7.000 personas allí en sólo los últimos 18 meses.

     Como lo describe la izquierdista NPR [National Public Radio], "Las aguas servidas acumuladas de 3 millones de personas fluyen por entre zanjas abiertas. Eso se mezcla con ubicuos apilamientos de basura. Cada noche, un ejército casi invisible de trabajadores llamados bayakoudesciende a agujeros del tamaño de un hombre con baldes para sacar los desechos humanos de pozos sépticos y letrinas, y luego verterlos en los canales que pasan a través de la ciudad" [3].

[3] https://www.npr.org/sections/health-shots/2013/01/29/150501695/port-au-prince-a-city-of-millions-with-no-sewer-system

     Sin embargo, de alguna manera para los liberales todavía Haití no es de ninguna manera un "hoyo de mierda" ("shithole").

     Bill Maher, uno de los muchos chalados de la extrema Izquierda que intentan lavar el cerebro a izquierdistas crédulos para que crean cosas increíblemente estúpidas y contradictorias, piensa que Haití es admirable. Por eso él ofrece camisetas que dicen "HAITÍ Es Grande Ya", intentando burlarse del lema del Presidente Trump "Make America Great Again".

     ¿Realmente Bill Maher está tratando de afirmar que Haití es un mejor país que los Estados Unidos de América? Así parece.

     ¿Cuán grande es Haití, exactamente? Esta foto le muestra la combinación única de contaminación de masas, basura de consumidor, desechos humanos, despotismo y temor que sólo puede venir de poner a izquierdistas a cargo de la sociedad:


     Ésta es la definición de "grande" según los liberales. Éstos son los mismos liberales, sepa usted, que rechazaron aplaudir en el discurso del Estado de la Unión cuando Trump mencionó el récord del bajo desempleo entre los afro-estadounidenses que ha sido conseguido en la boyante economía de hoy.

     Sólo para ser claro: cuando gente negra vive entre suciedad y aguas servidas en Haití, eso es "grande" para los izquierdistas, pero cuando gente negra estadounidense consigue empleos pagados y gana mayores salarios que alguna vez antes, eso ni siquiera vale la pena aplaudirlo. ¿Serían más felices los demócratas si Detroit se pareciera a Haití? (Déle otros 10 años, y podría parecerse...).

     Volviendo al punto de este artículo, siempre tenga presente que a fin de creer las narrativas izquierdistas usted debe proclamar incondicionalmente que un país del Tercer Mundo que es un "hoyo de mierda" (shithole), horriblemente corrupto y sucio es una radiante utopía digna de admiración. No obstante, ¿ha notado usted que ningún izquierdista tiene el menor interés en trasladarse a Haití y vivir en toda aquella suciedad?


La engañosa teología transgénero requiere que usted crea que
las emociones son reales pero que la biología es imaginaria

     Ser un liberal no sólo requiere que usted elogie reales hoyos de mierda como admirables y "grandes" sino que también requiere que usted crea que las emociones son verdaderas, pero la biología es imaginaria.

     Un libro que hace pensar ha sido publicado recientemente, titulado"When Harry Became Sally: Responding to the Transgender Moment". El libro lo ha escrito Ryan T. Anderson, quien correctamente indica la contradicción siguiente en la "teología" del ilusorio pensamiento LGBT:

     «...En el núcleo del momento transgénero hay ideas radicales sobre la persona humana, en particular, que la gente es lo que ellos afirman ser, independientemente de la evidencia contraria. Un muchacho transgénero es un muchacho, no simplemente una muchacha que se identifica como un muchacho...

     «...La retórica del momento transgénero está llena de aseveraciones ontológicas: la gente es del género que ellos prefieren ser. Ésa es la afirmación...

     «Los activistas transgénero no admiten que ésa es una afirmación metafísica. Ellos no quieren tener un debate a un nivel filosófico, de manera que lo disfrazan como una afirmación científica y médica. Y ellos han cooptado muchas asociaciones profesionales para su causa.

     «El argumento recientemente era que el género es sólo un "constructo social", mientras que el sexo es una realidad biológica. Ahora los activistas afirman que la identidad de género es destino, mientras que el sexo biológico es el constructo social...

     «El pensamiento de los activistas transgénero está intrínsecamente confundido y lleno de contradicciones internas. Los activistas nunca reconocen aquellas contradicciones. En vez de eso, ellos de manera oportunista se basan en cualquier afirmación que sea útil en algún momento dado.

     «Por una parte, ellos afirman que el Yo real es otra cosa que el cuerpo físico, en una nueva forma de dualismo gnóstico, y sin embargo al mismo tiempo ellos abrazan una filosofía materialista en la cual sólo existe el mundo material. Ellos dicen que el género es puramente un "constructo social", afirmando que una persona puede estar "atrapada" en el género equivocado.

     «Ellos dicen que no hay ninguna diferencia significativa entre hombre y mujer, y sin embargo ellos se basan en rígidos estereotipos sexuales para sostener que la "identidad de género" es real, mientras que la encarnación humana no lo es. Ellos afirman que la verdad es lo que una persona dice que es, y sin embargo ellos creen que hay un Yo real a ser descubierto dentro de aquella persona.

     «Ellos promueven un individualismo expresivo radical en el cual la gente es libre de hacer lo que quiera, y definen la verdad comoquiera que ellos deseen, y sin embargo ellos tratan despiadadamente de imponer la aceptación de la ideología transgénero.

     «Es difícil ver cómo esas posiciones contradictorias pueden ser combinadas. Si usted tira con demasiada fuerza de cualquier hilo de la ideología transgénero, la tapicería entera se desarma» [4].

[4] https://www.dailysignal.com/2018/02/08/transgender-ideology-riddled-contradictions-big-ones/

     Según la Izquierda, desagradables tipos viejos pueden "auto-identificarse" como muchachas de 13 años y unirse a aquellas muchachas en las duchas en la clase de gimnasia.

     En su ensayo, Anderson también hace la pregunta más importante de todas... la misma pregunta que he estado haciendo durante un tiempo: ¿Dónde termina la ilusión de "auto-identidad"? ¿Puede un hombre de 60 años afirmar ser una muchacha de 13 años? ¿Puede un ser humano afirmar ser un raro búho manchado y exigir protecciones especiales conforme a la Ley de Especies en Peligro? Como escribe Anderson,

     «Si aquellos que se identifican como transgéneros son del sexo con el cual ellos se identifican, ¿por qué no se aplica eso a otros atributos o categorías de ser? ¿Qué hay de la gente que se identifica como animales, o gente sana que se identifica como minusválida? Todas esas auto-profesadas identidades ¿determinan la realidad? Si no, ¿por qué no?

     «¿Y debería esa gente recibir tratamiento médico para que transformen sus cuerpos para que concuerden con sus mentes? ¿Por qué aceptar la "realidad" transgénero pero no la trans-racial, la trans-especie y la trans-apta? El desafío para los activistas es explicar por qué el sexo "real" de una persona es determinado por una "identidad de género" interna, pero la edad y la altura y la raza y la especie no son determinadas por un sentido interno de identidad».

     Para seguir diligentemente la ideología liberal, en otras palabras, usted tiene que dejar en suspenso la evidencia de la realidad y abrazar una mezcolanza de perogrulladas contradictorias que son evidentemente falsas en el mundo real. Usted tiene que creer simultáneamente que la biología física es imaginaria a la vez que en que los deseos constituyen hechos. Más importante aún, usted también tiene que creer que cada uno tiene la libertad de ser lo que quiera excepto la gente que discrepa con usted, ya que aquella gente no tiene ningún derecho a hablar, involucrarse en el debate o cuestionar vuestra ilusoria realidad.

     Si usted ha estado siguiendo la pista hasta ahora, a propósito, aquí está el resumen: A fin de ser un izquierdista obediente, usted tiene que creer que los hombres biológicos deberían ganar todas las medallas de oro en las competencias femeninas en las Olimpiadas, que una ciudad shithole del Tercer Mundo donde los residentes nadan entre la suciedad humana es "grande", y que la realidad biológica es imaginaria pero los deseos de género son "reales".

     Se pone aún más loco, por cierto, cuando usted se atreve a poner el pie en el reino de la ciencia actual...

     Según la Izquierda, la molécula enverdecedora que apoya toda la vida vegetal en el planeta Tierra es un "contaminante" que debe ser eliminado.

     Aquí está el ejemplo final para esta historia. Como un científico real que dirige un laboratorio de ciencia medioambiental (CWClabs.com) sé que el dióxido de carbono (CO2) es fundamental para el "enverdecimiento" del planeta. Es la molécula nutritiva más importante para casi todas las plantas, y sin ello, el planeta Tierra estaría casi carente de toda vida compleja.

     El dióxido de carbono incrementa la reforestación, la producción alimentaria y la recuperación de desiertos. Un alto CO2 significa un crecimiento de las plantas más rápido, más profusas selvas tropicales y hasta un número más alto de flores en todos los bosques del mundo, como la ciencia reciente ha demostrado [5]. Sin CO2, el tejido de la vida casi colapsaría a través de nuestro planeta, y tanto los humanos como los animales serían borrados.

[5] https://www.science.news/2018-01-29-higher-carbon-dioxide-in-the-atmosphere-more-flowers-blooming-tropical-forests.html

     Sin embargo, para asombro de todos los científicos inteligentes de todas partes, los "progresistas" son tan lavados de cerebro que ellos realmente creen que el CO2 es un contaminante que es malo para el planeta. Esa creencia absurdamente estúpida ha sido impulsada por Al Gore, Barack Obama y hasta por Leonardo DiCaprio, una "persona famosa" que no tiene ninguna formación científica real en absoluto, un hecho que se hace inmediatamente obvio en el instante en que él abre su boca para pronunciar tonterías completas sobre el cambio climático.

     El hecho de que la singular molécula de nuestra atmósfera, la más importante y que alimenta a las plantas haya sido demonizado por la Izquierda como un "contaminante" le dice todo lo que usted tiene que saber sobre la estupidez sin precedentes y desconexión de la realidad del progresismo. Para ser un "progresista" usted tiene que literalmente echar abajo las murallas de grandes regiones de su cerebro y permitir que sus creencias sean gobernadas por la conformidad social más bien que por la razón y la lógica. Éste es el secreto de ser un progresista (o votar por los Demócratas). Si usted por casualidad permite que su cerebro entero funcione todo a la vez, usted se apartará rápidamente de la locura del izquierdismo y comprenderá cuán increíblemente estúpido usted ha sido.

     Por eso el lavado de cerebro izquierdista debe ser repetido cada día por medio de una combinación de adoctrinamiento de noticias izquierdista (Rachel Maddow) y lavado de cerebro tarde en la noche en cuanto al "odio" (Jimmy Kimmel). Esa dosis de estupidez e irracionalidad dos veces al día es necesaria para mantener a los izquierdistas cognoscitivamente sumergidos en la agenda progresista que descaradamente contradice la realidad observable y hasta al claro sentido común.

     Si los "progresistas" fueran desconectados de las fuentes de adoctrinamiento izquierdista durante sólo una semana, ellos se apartarían de su estupidez.

     Piense en ello: ¿Cómo convence usted a una población entera de que los hombres son mujeres? Usted les lava el cerebro con noticias falsas diarias y cada noche con "comedias de odio". ¿Cómo se asegura usted de que las masas crédulas crean que el planeta entero está siendo destruído por una molécula que realmente respira vida en las selvas tropicales, en las cosechas de alimentos y en las plantas por todas partes? Usted los machaca con ciencia falsa, falsa programación de medios, y censura en los medios sociales de las fuentes de noticias independientes.

     El masivo lavado de cerebro de la población por parte de la Izquierda requiere una combinación estable de programación de noticias, adoctrinamiento de odio y censura online para asegurarse de que los progresistas nunca encuentran opiniones contrarias. Ésta es una dictadura de la información y la tecnología construída sobre la influencia social y la ingeniería narrativa. A ningún "progresista" se le puede permitir pensar por sí mismo siquiera durante un día, o ellos podrían comprender que los hombres no son mujeres, por ejemplo. Todo lo que se requiere es una comprensión para romper la realidad artificial de tipo [la película] "Truman Show" de la Izquierda.


El Progresismo es realmente sólo COMUNISMO

     Visto más de cerca, el "progresismo" es realmente sólo comunismo. Casi todas las demandas son las mismas: Igualdad. Educación dirigida por el gobierno. La eliminación de la religión. La adoración del Estado. El asesinato de opositores políticos. La transformación del Estado Profundo en arma, en un aparato estatal policiaco de estilo KGB. La planeada destrucción de la familia. El castigo económico de los innovadores y pequeños empresarios comerciales. La transformación del IRS [Impuestos Internos] en arma para apuntar a enemigos políticos. Éstas son todas tácticas de tipo KGB de la antigua Unión Soviética para la destrucción sistemática de una sociedad libre seguida de una toma comunista del poder.

     La Izquierda es un culto peligrosamente radicalizado y desquiciado que ahora amenaza al futuro mismo de nuestra civilización. Si esperamos vivir en una sociedad arraigada en la razón, la civilidad y la libertad, el fracaso de la Izquierda política es absolutamente esencial para nuestra supervivencia.


     Aquí hay algunos sitios web que pueden ayudarle a permanecer informado de la verdadera locura de la desquiciada y engañosa Izquierda:

LeftCult.com cubre el cultismo de la lunática Izquierda.

Crybullies.news documenta las tácticas hipócritas y lloronas de "victimización" impulsadas por izquierdistas.

CampusInsanity.com revela la creciente locura y enfermedad mental masiva de estudiantes universitarios izquierdistas (y sus profesores radicales).

Antifa.news cubre el ala del terrorismo de la Izquierda conocida como "Antifa", que abiertamente llama al asesinato de conservadores.





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