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Acerca de los Gnósticos Bogomilos

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     El siguiente artículo que ofrecemos en castellano apareció primeramente en la revista New Dawn Nº 106 (Ene-Feb. 2008) y el pasado Julio en newdawnmagazine.com, y pertenece al escritor de temas esotéricos, editor (thebooktree.com) y ministro gnóstico estadounidense Paul Tice. Aquí el señor Tice ofrece una breve perspectiva acerca del grupo medieval de cristianos gnósticos llamados los bogomilos, que estuvieron en fiera lucha contra el romanismo papal y su criminal violencia.

LOS BOGOMILOS:
Los Gnósticos Olvidados de Europa
por Paul Tice
Enero de 2008



     Pocas personas en el mundo moderno han escuchado hablar de los Bogomilos, que existieron durante un período de siete siglos en y alrededor de Bulgaria. Aunque casi olvidados, ellos representan un importante movimiento que debería ser estudiado por cualquiera que esté interesado en el gnosticismo, la libertad espiritual, los cátaros de Francia (quienes los sucedieron), y la historia de las religiones.

     Durante la mayor parte de su existencia, desde mediados del siglo X hasta finales del siglo XV, los bogomilos procuraron restaurar la forma más antigua y pura del cristianismo. Y dado que sus creencias fueron consideradas como una amenaza para la Iglesia, ellos experimentaron una intensa persecución.

     Su hogar original estuvo probablemente en Macedonia y desde allí ellos se extendieron por todas partes del Imperio bizantino, floreciendo finalmente en Bulgaria, Servia y Bosnia. Sus descendientes espirituales fueron los mejor conocidos cátaros, de manera que su influencia alcanzó tan lejos como a Italia y el Sur de Francia [1]. Atacados durante los siglos tanto con fuego como con espada por los cristianos católicos y Ortodoxos, ellos finalmente se rindieron... pero al Islam más bien que al cristianismo [2].

[1] Dmitri Obolensky, The Byzantine Commonwealth: Eastern Europe, 500-1453, Nueva York, 1971), pp. 125-126.
[2] Will Durant, The Age of Faith, Nueva York, 1950, p. 769.


ORÍGENES

     El Bogomilismo se llamó así por su fundador, Bogomil, cuyo nombre significa "amigo de Dios" o "amado por Dios".Él era un sacerdote búlgaro de pueblo que vivía en las montañas macedónicas durante el reinado de Pedro (927-968), un hecho confirmado por dos manuscritos búlgaros tempranos que todavía existen [3].

[3] James Hastings, ed., Encyclopedia of Religion and Ethics, vol. 1, Nueva York, 1928), p. 784.

     La larga historia de los bogomilos realmente había comenzado en el siglo anterior. Cuando el Jan Boris I aceptó un bautismo cristiano en el año 864, pronto llegaron misioneros griegos. El cristianismo se extendió rápidamente, pero muchos resistieron y comenzaron a extenderse desacuerdos.

     El Imperio bizantino estaba familiarizado con grupos grandes de disidentes y por lo general los deportaba. Como explica el historiador Donald M. Nicol, "Allí donde la herejía era generalizada en un distrito, llegaban los funcionarios estatales y trasladaban a la fuerza a la población de pueblos enteros a otras partes del Imperio, donde ellos serían ahogados, o, se esperaba más bien, convertidos por sus nuevos vecinos" [4]. En vez de deportar a los recalcitrantes búlgaros, sin embargo, los bizantinos decidieron reasentar a un grupo de herejes armenios conocidos como Paulicianos en la frontera búlgara en 872. Ése fue un error. En vez de adoptar la Ortodoxia, los paulicianos difundieron sus doctrinas maniqueas, que exponían una lucha dualista entre las fuerzas del bien y del mal en el cosmos. Sus creencias influyeron fuertemente en la formación de los bogomilos y aproximadamente hacia el año 950 el Bogomilismo había nacido.

[4] Donald M. Nicol, Church and Society in the Last Centuries of Byzantium, Londres, 1979, pp. 101-102.


RITUALES Y CREENCIAS

     En vez de tener sacerdotes era elegido al azar un grupo de ancianos para que condujeran los ritos bogomilos. Por lo tanto, todos los creyentes interesados tenían el potencial para conducirlos. Sus reuniones se efectuaban en alguna casa o estructura, o incluso al aire libre, ya que ellos creían que Diosno se confinaba a sí mismo a edificios de piedra diseñados por la gente. El espíritu de Dios, que habitaba en cada corazón humano, podía estar en cualquier parte y ser reconocido como tal. Ésa era una clara amenaza para la Iglesia. La popularidad de ellos era también una amenaza. El bogomilismo se extendió rápidamente porque una parte de las ganancias de los hermanos iba a los pobres y los enfermos, y a apoyar a aquellos que viajaban y difundían el Evangelio.

     Los primeros bogomilos rechazaban el Antiguo Testamento, y se basaban principalmente en el Nuevo Testamento. Loa posteriores bogomilos bizantinos aceptaron los Salmos y los dieciséis libros de los Profetas. Su versión de la adoración era un esfuerzo para ejemplificar las creencias de la Iglesia primitiva en su forma más pura, antes de que el cristianismo le añadiera otras. La Trinidad era considerada como una ilusión y la rechazaban (la abrumadora evidencia bíblica muestra que aquélla es una doctrina falsa; el concepto nunca aparece en las enseñanzas cristianas más tempranas). La cruz era considerada algo malo, habiendo sido el instrumento usado para matar a Cristo. Ellos preguntaban: "Si alguien asesinara al hijo del rey con un pedazo de madera, ¿piensa usted que el rey consideraría dicha arma como santa?". La utilización de la Señal de la Cruz también fue rechazada; ellos preferían la Oración del Señor porque con eso se dejaba de apoyar o glorificar el asesinato de un líder espiritual.

     Ellos rechazaban las creencias en la Segunda Venida, el Juicio Final y la resurrección de los muertos. Todas ellas están relacionadas con la redención del cuerpo material, y los bogomilos consideraban a la materia como el principio del mal. Como los antiguos gnósticos antes de ellos, creían que la "chispa" divina o espíritu del hombre había sido atrapado en este mundo maligno y material. Para estar unido con Dios, el hombre debe evitar el contacto con el mundo de la carne. Por lo tanto el "elegido" se abstenía de relaciones sexuales, carne y vino, una práctica que fue exitosamente mantenida durante la mayor parte de la historia bogomila.

     Mientras el elegido practicaba tales austeridades, ellos acusaban al clero Ortodoxo de ociosidad, ebriedad y robos, lo que en gran parte era probablemente verdadero. Los bogomilos sostenían que los Ortodoxos había perdido el derecho a ser llamados cristianos debido a su comportamiento, y se veían a sí mismos como los verdaderos cristianos de la época.

     Para llegar a convertirse en un bogomilo se requería una simple iniciación en dos partes, conocida como el "Bautismo de Cristo por medio del Espíritu", en contraste con el bautismo Ortodoxo, que los bogomilos rechazaban por ser de Juan el Bautista y sólo por agua [5]. El candidato era preparado por medio de oraciones, ayuno y confesión de pecados. En la ceremonia las autoridades que presidían ponían el Evangelio de Juan en la cabeza del candidato; luego ellos invocaban al Espíritu Santo y pronunciaban juntos la Oración del Señor. Luego seguía un período probatorio de abstinencia de sexo, vino, carnes rojas y alimentos con sangre (excepto el pescado). Una vez completado dicho período, el iniciado volvía para la segunda parte del proceso presentándose ante la asamblea. Él se ponía de cara al Este, en cuyo momento el Evangelio de Juan y las manos de los hermanos presentes eran puestos en su cabeza y se cantaba un himno de acción de gracias. Según al menos un investigador, es posible que un iniciado fuera declarado un bogomilo tras completar la primera parte, y al finalizar la segunda etapa lo ascendían al rango de "creyente", al de "perfecto" o "elegido".

[5] Dmitri Obolensky, The Bogomils, Londres, 1948, p. 215.

     Una de las principales diferencias entre los bogomilos y los Ortodoxos tenía que ver con cómo veían el problema del mal:

     "La Iglesia enseña que Dios es la fuente de toda perfección y que todo el mundo, visible e invisible, es su creación. Sin embargo, uno no necesita ser un filósofo para observar que en este mundo nuestro el mal moral y físico —el sufrimiento, la crueldad, la decadencia, la muerte— está abundantemente presente. ¿Cómo entonces puede Dios, el Bien Supremo, ser la causa del sufrimiento y el mal?. ¿Debe él ser considerado responsable de las guerras, las epidemias, la opresión de los pobres por los ricos?... Los bogomilos tenían una respuesta que era al menos lógica y coherente: el mal y el dolor son inherentes a este mundo porque este mundo es la creación del Maligno"[6].

[6] Obolensky, The Byzantine Commonwealth, p. 122.


HISTORIA Y PERSECUCIONES

Constantinopla

     Hacia 1050 los bogomilos se habían extendido al Imperio bizantino. Euthymius Zigabenus, un monje favorito del Emperador, retornó de un viaje y encontró que la herejía había infestado su monasterio. Euthymius intentó dejar al descubierto la herejía.

     Un bogomilo capturado, Diblatius, reveló bajo tortura los nombres de los bogomilos superiores, incluyendo el de su líder supremo, Basilio, quien había enseñado durante más de 50 años. Los bizantinos se acercaron a Basilio por medios sub-repticios. El Emperador Alexios Komnenos y su hermano simularon estar interesados en convertirse al bogomilismo. Cuando Basilio fue interrogado en el palacio, un secretario estaba escondido detrás de una cortina y tomaba notas, documentando todo lo que allí se dijo. Cuando una confesión completa había sido hecha, Alexius hizo a un lado la cortina y lo arrestó.

     Los más fieles seguidores de Basilio y doce discípulos principales fueron capturados. Muchos rechazaron retractarse, de manera que Alexius anunció que todos los bogomilos serían quemados vivos, pero que podían elegir entre ser quemados en una pira con una cruz o sin ella. Aquellos que eligieron la cruz fueron liberados por haber demostrado su ortodoxia. Los demás fueron devueltos a la prisión, donde fueron sometidos a exhortaciones diarias para convertirse. Aquellos que persistieron en sus creencias quedaron encarcelados de por vida, pero, agrega Ana Comneno [historiadora, hija del Emperador Alexios], "fueron ampliamente provistos con comida y ropa"[7].

[7] Citada en Obolensky, The Bogomils, p. 203.

     Basilio fue detenido el año 1111 y quemado en 1118 ó 1119. Una enorme pira fue construída en el Hipódromo, donde grandes muchedumbres asistieron al evento. Él tuvo la opción de caminar hacia una gran cruz de madera en vez de hacia el fuego. Al rechazar la cruz, él fue arrojado al fuego. La muerte de Basilio acabó con la influencia bogomila en Constantinopla.

     Con todos los años del conflicto entre los bogomilos y los ortodoxos bizantinos, es asombroso que haya habido sólo una ejecución pública de bogomilos en el Imperio bizantino. Como observa Obolensky, "Es para el eterno crédito de Alexius que en su trato con los herejes él usó el arma de la persuasión antes que alguna otra"(Ibid., p. 205).


Bosnia

     A finales del siglo XII los bogomilos fueron cruelmente perseguidos en Servia, pero Bosnia era un refugio seguro. El primer gran gobernante en Bosnia fue Kulin, el "Gran Ban" (Ban era el título dado a los representantes locales de los reyes húngaros). Su reinado, desde 1180 a 1204, fue conocido por su prosperidad. El bogomilismo era enormemente prevaleciente, involucrando a muchos nobles y terratenientes. Ellos formaron una "Iglesia bosnia" propia, encabezada por un "obispo" y servida por un cuerpo semi-monástico de devotos que actuaban como misioneros [8]. La sorpresa más grande fue cuando Kulin mismo y el obispo católico-romano de Bosnia se convirtieron en bogomilos, sobresaltando a la Iglesia romana. El Papado y el rey católico de Hungría presionaron a Kulin para que se retractararan (bajo amenaza de guerra), lo que él hizo en 1203. A pesar del "cambio de opinión" de Kulin, el bogomilismo siguió creciendo y prosperando.

[8] H. C. Darby, R. W. Seton-Watson, et al., A Short History of Yugoslavia, Londres, 1966, p. 59.

     Cuando Kulin murió en 1204 el preocupado Papa designó a un Ban católico-romano. Un grupo de misioneros llegó para convertir a los bosnios. ¿El resultado? El Bancatólico se convirtió al bogomilismo y las iglesias bogomilas se extendieron como fuego incontrolable, y no sólo en Bosnia sino también en Eslavonia, Croacia, Istria, Dalmacia y Carniola. En cuanto a los misioneros papales, hacia 1221 no había otros sacerdotes en Bosnia excepto bogomilos.

     En 1222 Hungría invadió Bosnia, en lo que iba a ser la primera de al menos tres cruzadas contra los bogomilos, formadas a partir de las cruzadas contra los albigenses en Francia. Los bosnios inmediatamente expulsaron del país al Ban católico y designaron a un líder bogomilo llamado Ninoslav. La guerra se prolongó durante años sin que nadie consiguiese ventajas. Ninoslav recibió la misma presión para convertirse al catolicismo como la que llevó a Kulin a retractarse y obedecer, pero el país entero vio que se trataba de la misma fachada de antes y siguió siendo bogomilo sin mostrar sorpresa. La guerra destrozó los campos, pero cada vez que los invasores se retiraban, los bogomilos volvían a su fe, apoyados por la fuerza y la prosperidad del pueblo.

     Hacia finales del siglo XII, después de más tentativas fracasadas, Hungría decidió no invadir Bosnia. Las voces frustradas en Roma comenzaron a quejarse de que Hungría misma debería ser el objeto de una cruzada.

     En 1322 la poderosa familia Subic fue derrocada, y Stephen Kotromanic, un bogomilo, fue elegido como Ban. Él adquirió exitosamente el principado de Hum (más tarde llamado Herzegovina) en 1326, frustrando las tentativas servias y húngaras y dando a Bosnia acceso al mar por primera vez en su historia. Sus prósperas granjas y sus trabajos en minería ahora tenían una ruta de mar directa para la exportación. Éste era un país enormemente exitoso, que abundaba en herejes. Sólo un año antes el Papa había escrito a Kotromanic diciendo: "Sabiendo que eres un hijo fiel de la Iglesia, por lo tanto te damos la responsabilidad de exterminar a los herejes en tus dominios... El discurso de ellos se arrastra como un cangrejo, y ellos entran sigilosamente con humildad, pero en secreto ellos matan, y son lobos disfrazados de ovejas", etc.

     Leamos esto otra vez. ¿Quién era, en realidad, el que estaba tratando de "asesinar en secreto", enviando una carta al rey, pidiendo que él "exterminara" a su propia gente? Un atento estudio del Papado y su historia expondrá casi tanta corrupción como la mafia. Aquellos que están familiarizados con la historia papal no encontrarán que esa táctica constituya una gran sorpresa.


Bulgaria

     El Zar búlgaro Boril, que gobernó entre 1207 y 1218, detestaba a los bogomilos. Él había usurpado el trono, habiendo expulsado del país al heredero legítimo, Iván Asen II, hacia Rusia. Se publicaron leyes anti-heréticas que fueron puestas en práctica en 1211, haciendo esos acontecimientos casi simultáneos con la Cruzada contra los cátaros en el Oeste [9]. Muchos herejes fueron juzgados y llevados a prisión.

[9] Obolensky, The Bogomils, p. 234.

     Los seguidores de Iván Asen II destronaron a Boril en 1218 y lo cegaron, restaurando al legítimo heredero del trono. Asen, que gobernó entre 1218 y 1241, es considerado el más grande de todos los monarcas búlgaros, y bajo su reinado la civilización búlgara alcanzó su auge.

     Durante el reinado de Boril los bogomilos habían apoyado al ausente Iván Asen, y éste nunca olvidó eso. Ellos ahora disfrutaban de completa protección y libertad bajo él, sugiriendo un vínculo entre la grandeza de Bulgaria y la protección y apoyo de los bogomilos. El Papa Gregorio IX se quejó al rey de Hungría (de la cual Bulgaria era un satélite) acerca del favorable tratamiento que recibían los herejes. Una cruzada fue intentada en 1235, pero fracasó miserablemente.

     No fue ninguna coincidencia que bajo el gobierno de Iván Asen II la civilización búlgara alcanzara su cima. Bosnia consiguió una grandeza similar mientras permitió prosperar a los bogomilos. Aquéllas eran naciones enormemente exitosas que eran gnósticas en carácter y creencia. ¿Qué le da derecho a algún país extranjero o Papa a dictar cuáles deberían ser las creencias de cierta nación cuando ellas están a la altura de su propia civilización y son completamente felices internamente?.


EL LEGADO CÁTARO

     El bogomilismo entró en Rusia, pero su influencia más grande fue sobre los cátaros del Sur de Francia. Los orígenes de los cátaros han sido remontados a los misioneros bogomilos que se cree que pasaron por la costa dálmata e Italia del Norte para alcanzar Francia en los siglos X y XI [10]. Los investigadores más serios consideran al catarismo como una herencia directa de los bogomilos. Un sector menor sostiene que los cátaros se formaron independientemente por medio de escuelas maniqueas establecidas hacía mucho tiempo en Francia, y luego se unieron con los bogomilos al final del siglo XI.

[10] Ioan P. Couliano, The Tree of Gnosis, Nueva York, 1992, p. 41.

     Según el fallecido erudito rumano Ioan Couliano, esta diferencia proviene de dos grupos cátaros distintos que existieron, "uno que era simplemente bogomilo, y otro que predicaba un dualismo radical de origen intelectual, compuesto de una mezcla de Origenismo y Maniqueísmo. Los dos tipos de catarismo podrían no compartir doctrinas comunes pero tienen una ética similar, que proviene del bogomilismo"(Ibid.). Couliano revela cómo ese segundo grupo de cátaros, en su opinión, también se originó en los Balcanes.

     El bogomilismo influyó directamente en los cátaros hacia el siglo XII. En su libro"Aion", Carl G. Jung menciona un documento herético que fue encontrado en los archivos de la Inquisición en Carcasona, Francia. Ese trabajo, dice él, «tiene que ver con una supuesta revelación que le fue dada al discípulo favorito de Cristo, Juan, cuando él "descansó en el pecho del Señor"». Jung destaca que ese texto latino contenía la palabra "osob"del antiguo idioma búlgaro, que significa algo como "individualidad" o "personalidad". Él también menciona cómo los cátaros, al igual que el autor de ese texto (insinuando dos creencias distintas), consideraban al Diablo como el creador de este mundo y del Hombre [11].

[11] C. G. Jung, Aion: Researches into the Phenomenology of the Self, Princeton, 1959, pp. 145-148.

     La descripción de Jung claramente se parece a la descripción de Obolenskydel Libro Secreto cátaro, también conocido como Liber Sancti Johannis o el Faux Evangile. Es "...un diálogo entre Jesucristo y su discípulo favorito Juan el Evangelista. En la Última Cena, Juan se inclina en el pecho de su Maestro y le pregunta acerca del origen del mundo, la vida espiritual y el final de todas las cosas"[12]. Para los bogomilos, los libros de Juan siempre habían sido los más reverenciados. Además, en el manuscrito de Carcasona los Inquisidores habían escrito: "Éste es el Libro Secreto de los herejes de Concoresso, llevado desde Bulgaria por Nazarius, su obispo, lleno de errores" [13].

[12] Obolensky, The Bogomils, p. 227.
[13] Steven Runciman, The Medieval Manichee, Cambridge, 1947, p. 108.

     El Libro Secreto cátaro es así una traducción latina de una obra eslava (sólo partes de la cual sobreviven en el original) llevada al Oeste por un bogomilo de alto rango llamado Nazarius. De ahí que los bogomilos, si bien no fueron directamente responsables de las enseñanzas de los cátaros, al menos ejercieron una fuerte influencia sobe ellos.

     Este parecido se extiende a similares ceremonias iniciáticas de oraciones y a diversas doctrinas, incluyendo una preferencia exclusiva por la Oración del Señor, la desaprobación del matrimonio, un rechazo de la doctrina de la encarnación física, un énfasis en el ascetismo, su oposición a la Iglesia instituída, y la creencia en el Diablo como un hijo de Dios que es el injusto gobernante de este mundo, y otras más.

     Durante las Cruzadas albigenses muchos cátaros, según se informa, encontraron refugio en Bosnia. Reniero Sacconi, un Inquisidor italiano, declaró que la Iglesia de los cátaros se extendía desde el Mar Negro al Atlántico. El Mar Negro bordea los Balcanes, donde ningún asentamiento cátaro oficial fue establecido alguna vez. Él hizo esta declaración al menos cuatro años antes de que comenzaran las Cruzadas contra los cátaros, de manera que esto refleja un contacto no sólo en tiempos de necesidad, sino de raíces espirituales existentes desde hacía mucho tiempo.

     Los cátaros fueron brutalmente atacados en la Cruzada albigense que comenzó en 1208. Hacia 1244 más de un millón de cátaros había sido asesinado en Francia. En 1209, por ejemplo, el obispo católico de Citeaux ordenó que la población entera de Beziers, una ciudad cátara de 20.000 personas, fuera muerta y su ciudad destruída. La minoría de católicos murió porque el emisario papal ordenó a sus soldados, que querían salvarlos: "Mátenlos a todos; Dios reconocerá a los suyos"[Caedite eos. Novit enim Dominus qui sunt eius]. En los Balcanes ocurrieron realmente asesinatos, pero el exterminio masivo de ciudades enteras, incluyendo mujeres y niños, no fue considerado.

     La mejor época en las naciones de Bosnia y Bulgaria fue cuando se permitió que prosperara esta forma de herejía, sin interferencia exterior. El área del Languedoc de Francia del Sur, hogar de los cátaros, era igualmente próspera antes de que la Iglesia lanzara sus persecuciones. Esa riqueza y éxito pueden haber sido lo que llamó su atención. La mayor parte de los nobles eran cátaros, los niños de la clase alta asistían a escuelas cátaras, las tasas de alfabetismo eran las más altas de Europa, los ciudadanos eran los más educados de Francia, había menos distinción de clases, y los cristianos y los cátaros vivían pacíficamente juntos sin considerarse enemigos antes de que la Iglesia pusiera su halconesca mirada sobre ellos. Este exitoso estilo de vida era prácticamente el mismo patrón transmitido desde los bogomilos.


DECADENCIA

     Hacia el siglo XIV, el bogomilismo estaba en decadencia, en parte debido a lo que Obolensky llama "la generalizada decadencia moral de la época", en parte debido a la influencia del Mesalianismo [14]. Este nombre viene de una palabra siríaca que significa "aquellos que rezan". La creencia primaria de los mesalianos era que todos nacen con un demonio habitando dentro de ellos que puede ser expulsado sólo por medio de la oración (más bien que por el bautismo, como creían los cristianos Ortodoxos). Para aquellos que habían expulsado a sus demonios el pecado ya no era posible, y por ello muchos mesalianos se complacían en excesos sexuales que eran desaprobados por sus opositores Ortodoxos. Ellos vivían en una pobreza estricta, no hacían ningún trabajo manual, y a las mujeres se les permitía enseñar entre ellos.

[14] The Bogomils, p. 264.

     Los mesalianos entraron en Bulgaria durante los siglos VIII y IX e influyeron fuertemente en el bogomilismo cuando éste surgió. Las dos sectas existieron por separado hasta y durante el siglo XI, pero una fusión comenzó a ocurrir en el siglo siguiente hasta el punto en que las dos sectas se fusionaron completamente hacia el siglo XIV. La influencia de los mesalianos, con su permisividad sexual extrema, hizo que los bogomilos perdieran su característica fuertemente puritana.

     Hungría finalmente derrotó en 1408 a Bosnia. 126 de los nobles más ricos y más influyentes de Bosnia fueron degollados y lanzados al río Bosna desde las rocas de Doboj. Los nobles que quedaron, como el principal opositor bogomilo del rey Sigismund, Hrvoje, se rindieron a principios de 1409.

     "Como una recompensa, a él se le permitió retener sus antiguas adquisiciones, junto con su título de Duque de Split, y fue designado por Sigismund como su teniente en Bosnia. Él también recibió posesiones en Hungría, a saber, Pozega junto con su condado y su señorío de Segesd en Somogy"[15].

[15] Pal, Engel, The Realm of St. Stephen: A History of Medieval Hungary, 895-1526, Hungría, 2001, p. 234.

     Ese arreglo no duró. En 1413 Hrvoje, cuyo puesto de avanzada estaba en Bosnia del Sur, atacó Herzegovina, un protectorado húngaro vecino. Sigismund inmediatamente confiscó todas las tierras de Hrvoje y lo declaró un rebelde. Las extensas tierras de Hrvoje aceptaron su captura húngara directa sin ningún alboroto, pero Hrvoje no lo aceptó. Su protesta ante los barones húngaros cayó en oídos sordos, de manera que Hrvoje, ahora un paria, se volvió a los turcos.

     Los turcos habían hecho su primera invasión en Bosnia en 1386 y a partir de entonces habían seguido con sus incursiones e invasiones. Ellos pusieron un pie permanente en la parte del Sur de Bosnia alrededor de 1414, hacia la misma época en que Hrvoje los reclutó. En el invierno de 1413-1414 fuerzas combinadas de bogomilos y turcos recobraron diversos castillos que estaban en manos de los húngaros. Una fuerza combinada más grande entonces fue tras los húngaros. En 1415 ellos aplastaron al ejército húngaro a unos pocos kilómetros de las rocas de Dojob, en la batalla de Usora. La mayor parte de los soldados húngaros resultó muerta; aquellos que sobrevivieron fueron rescatados por enormes sumas de dinero. Esa única batalla devastó Hungría tan malamente que su influencia en la región quedó reducida casi a nada, y se requirió más de una década para que ellos retornaran con éxito y restauraran alguna influencia.

     A través de todo el siglo XV los turcos continuaron su expansión. Constantinopla cayó en 1453, Servia, que había recobrado brevemente su independencia, fue vuelta a tomar en 1459, y una invasión final de Bosnia ocurrió en 1463. El último rey bosnio, Tomasevic, fue el primero y el último en haber sido originalmente coronado con la aprobación de la Iglesia católica. Él fue degollado en 1463 junto con muchos de los nobles que lo apoyaban.

     Muchos bogomilos dieron la bienvenida a la invasión. Habiendo sufrido una continua persecución tanto de parte de la Iglesia Ortodoxa como de la católica, "ellos prefirieron ser conquistados por el Sultán que convertidos por el Papa"[16]. Los nuevos gobernantes animaron a sus súbditos a convertirse al Islam; a aquellos que lo hicieron, se les permitió retener su tierra y privilegios feudales. Algunos incluso disfrutaban de un status más alto: los siervos que se convirtieron al Islam llegaron a ser campesinos libres. Por otra parte, los cristianos que no se convirtieron fueron hechos siervos sin derechos de propiedad o ciudadanía, conforme a la ley musulmana. Como una fuente dijo, "En Bosnia y Herzegovina los cristianos fueron aplastados y explotados tanto por los turcos que se hicieron terratenientes como por sus propias clases altas conversas"(Ibid.).

[16] Phyllis Auty, Yugoslavia, Nueva York, 1965, p. 50.

     ¿Quiénes eran esas clases altas convertidas? A menudo ellos eran nobles bogomilos. Reteniendo su propio idioma, "ellos desplegaron el acostumbrado celo de los conversos y se hicieron más otomanos que los otomanos en su fanatismo religioso", llegando a ser, a veces, "más entusiastas de la causa del Islam que el Príncipe de los Creyentes mismo [el Califa]"[17]. Hacia el final del siglo XV los bogomilos se habían mezclado entre la población musulmana general.

[17] Darby, Seton-Watson, et al., op. cit. p. 64.

     Si la Iglesia hubiera hecho un trato con los bogomilos como lo había hecho con el Islam, permitiéndoles libertad espiritual dentro del rebaño cristiano, las cosas podrían haber sido diferentes. Hungría era continuamente manipulada como una fuerza de invasión en Bosnia, siendo que cada uno (húngaros, bosnios y Roma) podría haber luchado contra los otomanos más bien que luchar uno contra otro. La expansión del Islam pudo haber sido frustrada o disminuída. Rebecca West lo resumió bien: "Si no hubiera sido por la intolerancia del Papado no habríamos tenido Turquía en Europa durante 500 años" [18].

[18] Rebecca West, Black Lamb and Grey Falcon: A Journey through Yugoslavia, Londres, 1942, p. 301.


DEUNOV Y AIVANHOV

     En tiempos más recientes hemos tenido a dos místicos búlgaros, Peter Deunov y su discípulo Omraam Mikhael Aivanhov, que afirman descender espiritualmente de los bogomilos. Ellos no pueden ser estrictamente clasificados como bogomilos, pero podrían haber sido descendientes sanguíneos, y sus enseñanzas claramente continúan en el mismo espíritu.

     Peter Deunov (1864-1944) recibió un doctorado en teología en Estados Unidos antes de retornar a Bulgaria, donde llegó a ser un santo venerado. Hacia la época de su muerte él tenía más de 40.000 seguidores, a pesar de ser acusado por el clero búlgaro de corromper al pueblo. Las enseñanzas de Deunov todavía son practicadas en al menos 26 países por todo el mundo. El gran filósofo Hegel dijo que Peter Deunov era "una figura histórica mundial cuyo significado sólo gradualmente será comprendido durante los siglos venideros".

     El alumno de Deunov, Omraam Mikhael Aivanhov (1900-1986), dejó Bulgaria en 1938 para instalarse en Francia, pero siguió siendo un discípulo fiel durante su vida entera. El escritor Georg Feuerstein declara: "Por medio de Peter Deunov, que resucitó la antigua herencia gnóstica de su patria, Aivanhov estuvo en contacto con un poderoso linaje que se remontaba a los bogomilos del siglo X d.C. y las escuelas gnósticas más tempranas"[19].

[19] Georg Feuerstein, The Mystery of Light: The Life and Teaching of Omraam Mikhael Aivanhov, Utah, 1994, ms. p. 318.

     Aivanhov compartía con los bogomilos un estilo interpretativo similar, considerando la Biblia en un sentido más profundo y más místico. Él habló de muchas verdades antiguas, previamente perdidas, que a él le pareció que estaban expresadas en las Escrituras. Feuerstein lo llama "un maestro en la tarea de interpretar el saber esotérico antiguo para sus contemporáneos que han casi olvidado su propia herencia de sabiduría"(Ibid, p. 334).

     Los bogomilos ya no están hoy. Sus logros nunca han sido bien conocidos en Occidente, pero siguen siendo una parte importante de la historia gnóstica y religiosa, mostrándonos cómo un grupo con determinación puede no sólo sobrevivir sino prosperar durante cientos de años en medio de la persecución.–


El Autor, Paul Tice




Eric Thomson - Sobre Hitler, Talmudistas y Holocuento

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     Se ofrecen aquí tres breves textos en castellano del escritor y ex-soldado estadounidense Eric Thomsom que encontramos en faem.com, escritos en diferentes épocas. El primero (What would Adolf Hitler Say to Us if He Were Speaking Here Today?) es el texto de un discurso dado por Eric Thomson a un grupo de jóvenes canadienses el 20 de Abril de 1991, en Toronto, Canadá. El segundo (The Cabalistic Curse of Christianity) es del año 2000, y el tercero (Explanatory Note on the Holohoax) es de 2002.


¿QUÉ NOS DIRÍA ADOLF HITLER
Si Él Estuviera Hablando Aquí Hoy?
por Eric Thomson, 1991



     Naturalmente, sólo podemos adivinar lo que él nos diría, aunque tengamos una idea bastante buena basada en sus escritos, discursos y acciones desde 1923 a 1945. Hitler era un hombre amable y él amaba a las cosas vivientes de un modo natural, no a la manera de Walt Disney. Él obviamente amaba a su Raza aria, no quizás por lo que ella era sino por lo que él sabía en lo que podría llegar a convertirse si ella sólo quisiera levantarse por encima de la lucha por la mera existencia en este planeta.

     Muchas personas no saben que Hitler fue un profeta así como un líder político. Él pronosticó muchas cosas en sus escritos y discursos y en sus conversaciones de sobremesa entre aquellos que trabajaron más cerca de él. ¿Cuántos de ustedes saben que Hitler escribió dos libros? Mein Kampf fue su primer libro, como todos sabemos, pero él realmente dictó un segundo libro sin título alrededor de finales de los años '20. Él nunca publicó ese libro porque él subió al poder en Alemania en 1933. Después de la guerra, los Aliados encontraron el manuscrito de su segundo libro y ellos lo publicaron bajo el título de "El Libro Secreto de Hitler". Cuando usted lo lea, usted entenderá por qué él no quiso publicar ese libro, ya que revela sus planes para evitar la guerra con Gran Bretaña incautando tierra de la Unión Soviética. En otras palabras, si Hitler hubiera publicado ese libro, tal como Mein Kampf, ¡él habría advertido a la Unión Soviética de sus intenciones incluso antes de que se hubiera convertido en el Canciller de Alemania!.

     Naturalmente, los Aliados pensaron que ellos dañarían la reputación de Hitler publicando un libro que él mismo no deseó publicar, pero ¡ahí es donde ellos se equivocaron! Gracias a aquellos que odiaron y temieron más a Hitler, somos capaces de leer el análisis de Hitler de las causas de la Primera Guerra Mundial que él percibió que eran rivalidades comerciales entre Gran Bretaña y Alemania. Ese análisis coincide con el de Benjamin Freedman, un judío que trabajó estrechamente con Hans Morgenthau Sr. en una de las oficinas bancarias de los Rothschild en Estados Unidos.

     Según Benjamin Freedman, los intereses bancarios de los Rothschild controlaban el Imperio británico y ellos no querían ver a Alemania irrumpiendo en el monopolio comercial británico mundial. Por eso vino la guerra, ¡no porque algún archiduque austriaco fuera baleado en Servia! Hitler razonó que esta vez Alemania evitaría la guerra con el Imperio británico evitando la competencia comercial por los escasos mercados internacionales. Alemania podría alimentar a su gente tomando tierra del monstruo comunista en el Este y la industria alemana podría concentrarse en proveer a la economía alemana local. ¡Gran Bretaña quedaría así libre de gobernar las olas y preservar el Imperio británico!.

     Sabemos con una visión retrospectiva segura que Hitler había cometido dos errores de cálculo. El primero fue que él no apreció la avaricia de los judíos y sus asociados banksters que querían controlar y gobernar sobre el mundo entero, no simplemente el Imperio británico. Ni tampoco Hitler apreció cuán judaizadas estaban las clases dirigentes británicas y cuán poco les importaba su pueblo británico Blanco. Él sólo pudo haber adivinado que el monstruo soviético era una creación de los banksterssionistas y que era sólo otro agente del orden mundial judío que el Presidente estadounidense Bush [el viejo] afirma ahora que él está listo para imponer oficialmente sobre el mundo entero.

     De cualquier modo, Hitler hizo exactamente lo que perfiló en su libro. Él intentó por cada medio posible evitar la guerra con Gran Bretaña, Europa occidental y Estados Unidos, y, en vez de invadir Gran Bretaña como Stalin esperaba que él hiciera, atacó al monstruo comunista y casi lo derrotó, si no hubiera sido por el fantástico apoyo que el monstruo recibió de los congéneres arios de Hitler de Gran Bretaña y Norteamérica. Lo triste fue que Hitler y su Vanguardia Aria Nacionalsocialista fueron derrotados por congéneres arios y por traidores arios en Alemania misma.

     En su segundo libro Hitler advirtió acerca de las corporaciones multinacionales que, decía él, tomarían las invenciones arias y las entregarían a no-arios quienes trabajarían por menos dinero y dejarían desempleados a los arios. Hitler advirtió sobre esto en 1928, y él dijo que muchos se reirían de tal posibilidad entonces, pero ¿quién se ríe ahora?. ¿Cuántos estadounidenses y canadienses están desempleados porque la industria está siendo exportada, junto con los empleos, a países así llamados del Tercer Mundo? Si ustedes piensan que el desempleo es malo ahora, ¡sólo esperen unos cuantos años más!.

    Si Hitler nos estuviera hablando hoy, él podría decir cuánta pena sentía de que la mayor parte de los arios no prestaron atención a sus advertencias y no quisieron ninguna parte de un programa que garantizaba la supervivencia y la prosperidad aria. Es como si la gran mayoría de los arios hubiera votado para morir como raza. ¿Por qué profanan ustedes las razas mediante el mestizaje?, él nos preguntaría. ¿Por qué adoptaron ustedes todas las sucias prácticas que conducen a la infección por la plaga del SIDA?. ¿Por qué permiten ustedes que la tierra de la cual ustedes viven sea invadida por extranjeros?. ¿Por qué permiten ustedes que su gobierno sea usado contra sus intereses?. ¿Por qué ocurre, ahora que el comunismo ha demostrado ser un fracaso total y un desastre, que ustedes permiten a comunistas aquí mismo dictar la política en cada nivel del gobierno?. ¿Por qué abortan ustedes a sus bebés arios hermosos e inteligentes y se aseguran de que los especímenes idiotas mal formados sobrevivan a costa de los contribuyentes?. ¿Por qué envenenan ustedes el aire que respiran, el agua que beben y la tierra que produce su alimento?. ¿Por qué animan ustedes a criminales a entrar en el país y destruír la sociedad?. ¿Por qué ustedes recompensan a los parásitos y castigan a los miembros productivos de su sociedad?. En otras palabras, ¿por qué ustedes se han vuelto locos?.

     Hitler predijo que Estados Unidos tendría que sacudirse el yugo judío y la mentalidad judía que esclaviza a la mayor parte de los estadounidenses, o EE.UU. se convertiría en una colonia de Asia. Él predijo que los europeos del Este pronto llegarían a estar tan asqueados con el comunismo que ellos se lo sacarían de encima, no importa cuán sangrienta fuera la lucha. ¿Pueden ustedes ver esas predicciones cumpliéndose? Pienso que sí. El Libro Secreto de Hitler está por lo general disponible en las librerías principales. Vale la pena leerlo porque ustedes pueden conseguir una buena comprensión sobre las cuestiones europeas y mundiales más importantes que Hitler intentaba solucionar antes de la Segunda Guerra Mundial.

     Lo sorprendente consiste en que ustedes encontrarán cuán pocas cosas han cambiado. La gente productiva todavía se esfuerza por producir y la gente parásita todavía pulula alrededor de ellos para tomar cualquier cosa que ellos puedan pedir, robar u obtener con amenazas de fuerza y/o conspiraciones de falsas culpas. Si alguno de ustedes ha leído Le Camp des Saints [1], entonces usted verá el mundo como es hoy. La plaga demográfica no es un invento de la imaginación del autor [Jean Raspail]. ¡Está aquí mismo y ahora! Lo asombroso, que encontré increíble y repugnante cuando leí el libro, fue que nadie tuvo las agallas y la voluntad de vivir a fin de defender su propio espacio vital, su país, su tierra nativa contra el apoderamiento y la destrucción por parte de hordas de extranjeros. Veo, para mi repugnancia adicional, que el autor describió la realidad que vendría. No se trataba de una fantasía. Sospecho que Hitler habría estado tan asombrado y disgustado por nuestra respuesta o no respuesta como yo lo estoy.

[1] En castellano se puede descargar desde http://www.beeupload.net/file/IYp3TwPf/  o en  http://es.scribd.com/doc/218753126/Jean-Raspail-El-Campamento-de-Los-Santos-El-desembarco#scribd

     Nuestros líderes nos han traicionado, pero al elegirlos, somos nosotros los que nos hemos traicionado a nosotros mismos. Eligiendo un estilo de vida que apoya al judío, servimos al judío, y mientras lo sirvamos, seremos conquistados. No quiero decir que espero que cada uno sea un héroe y se encargue del Z.O.G. sin ayuda, pero yo esperaría que cada uno hiciera ese poco que cada día priva al judío de su trabajo y que ayuda a disminuír su control sobre nosotros. Hacer circular la información es importante, porque puede llegar el día, antes de lo que esperamos, en que la información puede ser puesta en uso. Por información puedo ofrecer como ejemplos el aprendizaje y la enseñanza de habilidades de supervivencia, la organización, la naturaleza del enemigo. La Historia es también importante, ya que si ustedes quieren ir a alguna parte ustedes deben saber primero dónde están ustedes y cómo ustedes llegaron allí.

     Como dijo George Orwell, el autor de "1984": Quien controla el pasado controla el futuro, y quien controla el presente controla el pasado. Por eso nuestro enemigo ama bombardearnos con así llamados docu-dramas, y le gusta que tengamos cursos obligatorios sobre el "Holocausto"en nuestras escuelas. Él está tratando de hacernos aceptar su versión del pasado de modo que estemos de acuerdo con sus objetivos para el futuro. Sería como si yo quisiera que ustedes creyeran que todos ustedes están en la ciudad de Nueva York, en vez de Toronto, y ya que el dinero canadiense no sirve allí, ustedes podrían pasarme todas sus billeteras y yo, por generosidad y bondad de mi corazón, podría ofrecerles diez centavos por cada dólar. Si yo pudiera convencerlos, ustedes podrían caer en ese engaño. Bien; ¿cómo creen ustedes que caímos en el engaño del Estado de Israel? Caímos porque creímos en el Holofraudey en la mentira de que los judíos eran semitas que provenían de Palestina, de manera que todos ellos tenían derecho a "regresar" allí, sin tener en cuenta a los semitas árabes que eran realmente originarios del área.

     Adolf Hitler es un gran tema. El Mein Kampf es informativo, a condición de que no sea una versión kosher, pero allí se describen los acontecimientos del tiempo de Hitler y los sitios en los cuales Hitler vivió y luchó, vistos por los ojos de Hitler. Eso es lo que Hitler vio, pero ¿cómo nosotros, que no somos Hitler, vemos a Hitler? Pienso que la mejor perspectiva histórica de Hitler fue escrita por una mujer que adoptó el nombre hindú de Savitri Devi. Ella vio a Hitler desde una perspectiva cósmica y creyó que él era el representante de una fuerza eterna de la vida que estuvo y siempre está opuesta a la fuerza oscura de la enfermedad y la destrucción. El título de su libro "El Relámpago y el Sol"revela dos principios que toda la gente exhibe en mayor o menor medida. El relámpago es simbólico de aquella fuerza que mata, y el Sol es simbólico de aquella fuerza que da luz y vida. Ambas fuerzas pueden ser usadas para bien o para mal.

     Savitri Devi creía que Hitler tenía demasiado Sol en su naturaleza, que él perdonaba a sus enemigos lejos demasiado fácilmente y que él por lo tanto esperaba un tratamiento justo a cambio de su propia imparcialidad hacia ellos. Esto explica las órdenes de Hitler que permitieron que los británicos y otras fuerzas Aliadas se escaparan del rodeamiento en Dunkerque, y la carencia de sospecha por parte de Hitler hacia muchos traidores en el cuerpo alemán de oficiales, ya que Hitler creía que la confianza sería recompensada por la honradez. Hitler por lo general aceptaba la palabra de los hombres, ya que él era tan bueno como su palabra. ¿Fue ingenuo él o trataba de hacer a los hombres mejores de lo que ellos eran mostrándoles su propio ejemplo? Nunca podremos conocer la respuesta.

    Hitler le dijo a la prensa mundial: "No soy Aquél, pero debo trabajar hasta que yo lo encuentre" [2]. ¿A quién se refería él: al verdadero líder de Alemania? Savitri Devi dice que su significado era mucho más grande que el de un mero líder de una parte de la Europa aria. Hitler representó o encarnó la fuerza de la vida cuyo representante final en este ciclo de tiempo destruirá a los representantes encarnados de la fuerza de la oscuridad después de una gran lucha. El Ragnarok [Crepúsculo de los Dioses] y el Armagedón[batalla final en el Nuevo Testamento] vienen a la mente como símbolos de esa gran batalla entre los representantes de esas fuerzas.

[2] «Y nada muestra más claramente cuán consciente era él de su propio lugar y significado en la Historia que las palabras que él dirigió a Hans Grimm [en "Warum? Woher? Aber Wohin?", ed. 1954, p. 14] en 1928, en el curso de una conversación que duró una hora y cuarto: "Sé que debe aparecer algún hombre capaz de dar a nuestros problemas una solución final. Yo he buscado a tal Hombre. No pude descubrirlo en ninguna parte. Y por eso me he puesto a hacer el trabajo preparatorio (Vorarbeit); sólo el trabajo preparatorio más urgente, ya que sé que yo mismo no soy Aquél. Y sé también lo que me está faltando (para ser aquél). Pero aquel otro todavía permanece distante, y nadie aparece, y no hay más tiempo que perder"» (Savitri Devi en El Relámpago y el Sol, cap. XIII). NdelT.

     Savitri Devi escribe que era obvio para los representantes de la fuerza oscura quién era Hitler, porque ellos se unieron contra él: las Iglesias, los capitalistas y los comunistas repentinamente olvidaron todas sus supuestas diferencias y se unieron contra la Alemania de Hitler. Más de 52 países lucharon contra un país de aproximadamente el tamaño de Texas. El miedo y el odio que ellos muestran hasta hoy contra la posibilidad de que algo de la influencia de Hitler todavía permanezca, son revelados por las paranoides y opresivas leyes de delito de pensamiento, las cuales las autoridades de ocupación y sus lacayos imponen contra los alemanes pro-alemanes en la Alemania de hoy. La histeria que provoca en Francia tan solo el cuestionamiento de la conflagración kosher, alias "Holocausto", es increíble, pero verdadera.

     La última víctima de los agentes sionistas de la oscuridad es el profesor Robert Faurisson, que puede ser encarcelado tan largamente como Klaus Barbie, quien declaró simplemente que parece no haber habido ninguna cámara de gas en los presuntos campos de exterminio de Alemania. El gobierno de Estados Unidos oficialmente respalda el Holofraude, que es el pretexto para el estímulo de la mezcla de razas y la vil esclavización de todos los pueblos para satisfacer los intereses sionistas. Inglaterra, Australia y Canadá están experimentando una orgía kosher de supuestos juicios por crímenes de guerra, con la promesa de que vendrán más.

     En el tema de la salud, a los portadores de SIDA les están siendo garantizados derechos por sobre los no infectados. No tenemos ningún derecho de defendernos contra ser infectados por esa enfermedad mortal, tal como no tenemos ningún derecho de defendernos con armas de fuego contra criminales armados contra los cuales la policía es completamente ineficaz.

     Claramente, los representantes de la fuerza oscura están aumentando sus esfuerzos, pero ellos fracasarán, a pesar de lo peor que ellos puedan hacer. La vida continuará. El representante de la Fuerza de Vida en efecto retornará, si es que él ya no está entre nosotros, y los representantes de la fuerza oscura serán derrocados y destruídos. Como nuestros antepasados arios lo han pronosticado hace mucho tiempo, habrá un renacimiento y un nuevo comienzo, a condición de que seamos dignos de aceptar el deber que está delante de nosotros.

     La pregunta para nosotros es ésta: ¿Nos haremos cargo de nuestra revolución de la manera en que los alemanes lo hicieron (1933, 1989), o permaneceremos pasivos y desorganizados, como el pueblo ruso (1917) y dejaremos que extranjeros impongan su dominio sobre nosotros? Quejarse acerca de lo que no nos gusta no es suficiente; tener la voluntad para conseguirlo es lo que hace la diferencia.–



LA MALDICIÓN CABALÍSTICA CONTRA EL CRISTIANISMO
por Eric Thomson, 2000


     El Talmud babilónico comprende 63 libros en su traducción inglesa de Soncino. El Talmud es la base del judaísmo, como es practicado por aquellos que afirman ser judíos. Es la Ley del judaísmo, mientras que el Antiguo Testamento es la supuesta historia de los hebreos. En Estados Unidos uno puede leer o no leer lo que pretende ser Historia, pero uno está sometido a leyes que están basadas en la Constitución estadounidense. El Talmud babilónico incluye las religiones y filosofías semíticas que los judíos encontraron en Babilonia. También incluye la Kábala, que los Gentiles reconocerían como magia negra. Ésta es la Ley a la cual los judíos están sometidos y con la que ellos desean someter a sus planeadas víctimas: ¡nosotros!.

     Algunos se burlarían del uso de la magia, incluso aunque ellos sean las víctimas de ella. ¿Qué es la magia, de todos modos, sino la manipulación inteligente de los fenómenos naturales para el logro de resultados deseados por el practicante?. Un químico que produce cloruro de sodio sólido a partir de cloro gaseoso y sodio metálico es casi tan mago como uno que saca el proverbial conejo de un sombrero, ya que ambos manipulan fenómenos naturales. Un conocimiento de la mente humana se refleja en el uso de la propaganda y la hipnosis. ¿Quién puede cuestionar la magia del dinero? Simples pedazos de papel sobre los cuales hay números escritos, por los cuales los hombres se matarán unos a otros, incluso como ejércitos en el campo. ¿Y quién manipula la oferta de dinero mundial? Los judíos lo hacen, de acuerdo a sus recetas talmúdicas.

     Ya que el Talmud babilónico precedió a la redacción del Nuevo Testamento, la base del cristianismo, y ya que el Nuevo Testamentofue escrito por los herederos judíos de los talmudistas, debemos evaluar esa religión para Gentiles en términos talmúdicos, a fin de entender su verdadero sentido para aquellos a quienes los judíos esclavizarían y destruirían: ¡nosotros! El Talmud babilónico enseña la evitación de la culpa por parte del culpable, y en consecuencia la evitación del castigo, por lo general a manos de las víctimas y/o sus parientes. Para dejar al criminal libre de culpa y transferir esa culpa a la víctima del criminal, es necesario (según el Talmud) que el criminal "haga todas las cosas manifiestas" en un cierto punto en la comisión del delito.

     En resumen, el criminal debe informar a la víctima sobre sus hechos y sus intenciones. En términos simples, esto significa que un envenenador debe informar al envenenado que él ha estado envenenando a la víctima o que la han envenenado. SI LA VÍCTIMA NO HACE NADA EN SU PROPIA DEFENSA O NO HACE NADA PARA CASTIGAR AL CRIMINAL, ¡LA VÍCTIMA SE CONVIERTE EN EL CÓMPLICE DE SU PROPIO ASESINATO, Y EL CRIMINAL ES INOCENTE! Así es cómo los judíos ven las cosas, y así es cómo ellos actúan. Esaú es castigado por el delito de Jacob; el hijo pródigo es recompensado; los israelitas estafan a los egipcios y hacen bien su escape; el chivo expiatorio es inculpado con la carga de los pecados, de modo que los pecadores puedan pecar otra vez; el inocente Jesús es sacrificado por los hijos del Padre de la Mentira, etc.

     En cuanto al cristianismo, tenemos ciertas ideas sobresalientes que supuestamente emanan del dios cristiano mismo: "Ofreced la otra mejilla", "amad a vuestros enemigos", "no resistáis al mal", "perdonad", "perdonad", "perdonad". En otras palabras, el cristianismo es la imagen especular del judaísmo, así como la esclavitud es la imagen especular de la tiranía. El cristianismo no es la forma "correcta" del judaísmo, así como la esclavitud no es la forma "correcta" de la tiranía. Es tan simple y natural como el depredador y su presa, o el parásito y su anfitrión. Con el cristianismo los Gentilesson entrenados para convertirse en la presa y el anfitrión para los predadores y parásitos practicantes del judaísmo.

     Esto significa que los cristianos son entrenados para obedecer y servir a aquellos que Jesús describió como los esbirros de Satán. Sólo un tonto puede sentirse honrado cuando él ha realizado un gran servicio a Satán, como lo puso de manifiesto Jesús, que entonces ordenó a sus "ovejas" que "ofrecieran la otra mejilla". Cuán cristiano y también cuán talmúdico es todo esto. Los judíos simulan odiar al cristianismo, pero de vez en cuando ellos nos dirán cuánto lo necesitan para sus objetivos. Cuando consentimos o participamos en nuestra propia destrucción, entonces somos en efecto culpables, aunque seamos las víctimas, de modo muy parecido a los lemmings que participan en su apresuramiento hacia el mar.

     Si un judío le da a usted una taza con veneno y le dice qué es lo que contiene, usted no tiene que beberla; si él ofrece cortarle a usted su garganta con un cuchillo, usted no tiene que someterse a ello voluntariamente. Por una parte, su rechazo a beber el veneno impedirá la concretación de un crimen. Por otra, su defensa propia impedirá el crimen y castigará al criminal. Al beber el culto venenoso del cristianismo, los Gentiles hacen que los hijos de Satán sean mucho más productivos del mal. Un cristiano es, en términos judíos y talmúdicos, alguien que se siente honrado cuando hace el mal a sí mismo y a otras víctimas del judaísmo. ¡Despierta de tu aturdimiento judío, hombre Blanco!.


ORION = OUR RACE IS OUR NATION.



NOTA EXPLICATORIA sobre el HOLOCUENTO
por Eric Thomson
Abril de 2002


     Durante el sitio contra Bar Koquebas, los judíos relatan en su "santo"Talmudque «los romanos mataron a 400 millones o "como algunos dicen", cuatro mil millones de judíos». El Talmud afirma que la sangre de las víctimas judías brotó en tal torrente que hizo rodar grandes peñascos de las colinas, y contaminó el mar 6,5 kilómetros desde la orilla. En 1919, el periódico The American Hebew del 31 de Octubre alegó el "holocausto"de "seis millones de judíos", pero nadie creyó a los mentirosos judíos y extorsionadores de reparaciones en la Conferencia de Versalles.

     Todo aquello había cambiado en 1945, porque los Aliados habían difamado a los derrotados alemanes con su propio Holocuento, para encubrir las verdaderas atrocidades de sus "valerosos aliados soviéticos". Los mentirosos Aliados hicieron afirmaciones específicas que sostenían que los alemanes acarrearon a judíos y otras víctimas hacia "campos de exterminio" y los "gasearon" con cianuro de hidrógeno (HCN), que era usado como un agente para despiojar, antes y después del DDT. El HCN también fue usado para ejecutar a presidiarios en prisiones estadounidenses, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Ningún país europeo ha adoptado cámaras de gas letales para sus ejecuciones. Las presuntas "instalaciones para gaseamiento" en todos los campos alemanes de trabajo y de internamiento, etiquetados éstos como "campos de la muerte", eran instalaciones de despiojamiento parecidas a las de la isla Ellis en Nueva York, y ellas eran simplemente inadecuadas para "gasear" a alguien.

     La cifra original alegada de gaseados judíos fue de 45 millones, la cual los Aliados rechazaron, ya que era escandalosamente absurda. Por la misma razón, los Aliados también rechazaron las cifras de 25 y 12 millones. Finalmente, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial estuvieron de acuerdo en que "seis millones de judíos" fueron muertos en campos alemanes, junto con "cinco millones de no-judíos". Los archivos alemanes muestran que la mayor parte de los presidiarios de campos de concentración eran no-judíos, de manera que el número de presidiarios judíos y "víctimas" ha sido enormemente inflado por los mentirosos.

     No importa cuántos judíos hayan "sobrevivido" al "Holocausto", el tributo alemán o los "pagos como reparaciones" están basados en la ficticia cifra de "6 millones". En los años '80, el Canadian Jewish News reportó que más de 5 millones de "sobrevivientes del Holocausto" estaban recibiendo "pagos de reparaciones" de parte del gobierno alemán. Esto significa que al menos 16 millones de judíos y no-judíos habían sido "procesados" en "campos de exterminio" alemanes. Esa cifra es también absurda.

     La definición del "Holocausto"es mantenida deliberadamente vaga por sus defensores, pero podemos estar de acuerdo en que gente fue puesta en "campos de concentración" para trabajo e internamiento, debido a las emergencias y desarticulaciones del tiempo de la guerra. La mayor parte de los presidiarios de los campos no eran judíos. Los judíos alemanes que prefirieron no emigrar durante la época del Tercer Reich permanecieron donde estaban, como los judíos de Berlín, que ayudaron a defender su ciudad contra el Ejército Rojo, junto con hombres SS franceses.

     Ya que no ha sido encontrada ninguna orden para el "exterminio" de presidiarios de los campos por motivos étnicos, políticos o religiosos, la responsabilidad de probar que existieron "campos de exterminio" permanece en los Aliados. Los campos alemanes fueron establecidos para confinar a extranjeros enemigos, para protección de la población civil. Ellos también proveían al esfuerzo de guerra alemán con un valioso trabajo, por el cual ¡se le pagaba a los presidiarios!.

     Las muertes en campos como Auschwitz, Dachau, Bergen-Belsen et al. fueron debidas a epidemias de tifus y no a ejecuciones, con muy pocas excepciones. Los comandantes de campo alemanes que robaron los paquetes de la Cruz Roja para los presidiarios, por ejemplo, fueron ejecutados delante de los presidiarios, ¡por los alemanes! Los piojos y el agua infectados con el tifus hicieron de las instalaciones de despiojamiento y de los crematorios algo absolutamente necesario. El HCN fue usado para salvar vidas, no para matar gente, en los campos alemanes. ¡Las muertes ocurrieron cuando no había HCN!.

     En las transcripciones del Juicio de Núremberg del Tribunal Militar Internacional y el Tribunal Militar de Núremberg, los Aliados alegan que existieron "cámaras letales" en todos los campos alemanes, que usaban cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, vapor, el vacío y la electricidad, aparentemente según el capricho del comandante, además de flotas de "camiones gaseadores" (sin que se haya dado ninguna cifra) que llevaron a "millones" a sus letales últimos paseos. Los alemanes "registraron todo", afirmaron los Aliados, pero aquéllos ¡parecen haber omitido las toneladas de archivos necesarios para perpetrar el asesinato de masas a una escala supuestamente tan gigantesca!.

     En Agosto de 1943 el ministerio británico de Asuntos Exteriores inventó el fraude de las cámaras de gas como parte de un plan de propaganda contra los polacos, para disminuír el impacto de los 15.000 oficiales polacos asesinados por los soviéticos en Katyn. Sir Cavendish-Bentinck, jefe de la Inteligencia británica, se opuso a la inclusión del "libelo del gas" en la declaración británica oficial porque no había ninguna prueba, y parecía estar a la par con las mentiras británicas de la Primera Guerra Mundial. De ahí que las "cámaras de gas" fueron suprimidas. En 1944 ellas reaparecieron en el "Informe del Consejo de Refugiados de Guerra" estadounidense, sin pruebas adicionales.

     Con la ocupación de Alemania en 1945, el director judío de cine George Steven presentó Dachau en una película oficial de propaganda Aliada. Dado que Dachau carecía de la cámara de gas "requerida", Steven tuvo que construír una, completa, con la falsas duchas, y luego afirmó que entre "200.000 y 400.000"personas fueron gaseadas allí. Los alemanes fueron ahorcados por gasear a presidiarios en Dachau, Bergen-Belsen, Buchenwald y Mauthausen, que estaban en Alemania y Austria.

     Pero en 1960 los Aliados cambiaron sus mentiras. Ellos afirmaron que NADIE fue gaseado fuera de seis campos en Polonia: ¡Auschwitz, Birkenau, Maidanek (Lublin), Sobibor, Chelmno y Treblinka! En cuanto a la "cámara de gas" de Hollywood en Dachau, el letrero ahora dice que "nunca fue usada". Los Seis Millones habían saltado mágicamente desde Alemania y Austria completamente ¡hacia Polonia!. Pero incluso allí el Holofraude no está seguro, ya que la cifra de muertes en Auschwitz ha caído desde "4,2 millones" a 74.000. No deberíamos ser engañados por más tiempo.–




El Manifiesto Anti-Judío de 1882

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     El último esfuerzo significativo para defender los valores nacionales cristianos, dice un sitio, fue la "Primera Conferencia Internacional Anti-Judía" celebrada en Dresden, Alemania, en Septiembre de 1882. La conferencia, que atrajo a 300 prominentes hombres de negocios, aristócratas, políticos, sacerdotes, abogados, médicos, agricultores e intelectuales de Alemania, Austria, Hungría y Rusia, produjo un manifiesto dirigido "a los Gobiernos y los Pueblos de las Naciones Cristianas Amenazadas por el Judaísmo". El documento muestra cómo la hegemonía judía era un hecho consumado hace 133 años, y explica por qué la cohesión racial y la herencia cristiana de Occidente están todavía hoy bajo ataque constante. El sitio germanhistorydocs.ghi-dc.orgalberga el texto de dicho documento en su versión en inglés de la cual lo hemos traducido. Se ha especulado que fue dicha conferencia la que condujo al holocausto de Dresden en Febrero de 1945 por parte de la aviación Aliada.


MANIFIESTO a los Gobiernos y Pueblos de las
NACIONES CRISTIANAS Amenazadas por el JUDAÍSMO
Primer Congreso Anti-Judío
Dresden, 11-12 Septiembre de 1882




     En el siguiente manifiesto del Primer Congreso Anti-Judío, celebrado en la capital del reino de Sajonia poco después de que la primera ola del anti-semitismo alemán alcanzara su punto máximo, los participantes entrelazaron prácticamente todos los hilos de la "cuestión judía" en el tejido de una lucha monumental contra el "parasitismo judío" internacional.

     Afirmando que todas las naciones cristianas no tenían ninguna otra opción sino reconocer al judío como biológicamente extranjero, el manifiesto pedía una reversión de la emancipación judía y la expansión de un "movimiento de auto-defensa" anti-judío.

     Los delegados de la reunión constituyen un virtual "Quién es Quién"[directorio de personas notables] de anti-judíos alemanes, austríacos y húngaros de aquella época. Que estas figuras estaban todavía compitiendo unas con otras por el liderazgo del movimiento es sugerido por el anexo co-escrito por dos aristócratas bávaros.

     Pero los delegados estuvieron de acuerdo en que las anteriores iniciativas del gobierno en cuanto a la defensa del "Estado cristiano" habían sido ineficaces. Este documento pretende documentar la "conspiración judía" internacional con "hechos" históricos más bien que con encendidas frases. Como tal, es típico junto con otros manifiestos, folletos y tratados pseudo-científicos contemporáneos que también afirmaban ofrecer evidencia empírica del llamado "deseo de dominación mundial" que tenían los judíos.



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     ¡A los Gobiernos y Pueblos de las Naciones Cristianas Amenazadas por el Judaísmo!:

     En el curso de los pasados siglos, la cultura, la civilización, la prosperidad y el futuro de los pueblos cristianos europeos fueron amenazados, sucesivamente, por árabes, tártaros y turcos, pueblos de raza y religión extranjeras cuyos ataques y embestidas fueron exitosamente resistidos por las armas de los cristianos europeos de entonces. Del mismo modo, en nuestros tiempos, otra raza extranjera amenaza la cultura, la civilización, la prosperidad y el futuro de los pueblos cristianos europeos, una raza extranjera que no es menos peligrosa. No. En términos de sus medios y objetivos, es probablemente incluso más peligrosa que aquellos elementos nacionales agresivos. Esta raza extranjera es la raza judía.

     El instinto apropiado de los pueblos cristianos europeos ha mantenido a este jurado y natural archi-enemigo bajo control hasta muy recientemente. Es un enemigo mortal contra quien las regulaciones legislativas restrictivas sólo han resultado ser medidas a medias y armas inadecuadas para proteger al pueblo cristiano.

     Desde el comienzo del siglo actual [XIX], sin embargo, esta situación ha cambiado muy radicalmente, de manera gradual, en algunos países europeos.

     Los victoriosos ideales de la Revolución francesa —Libertad, Igualdad y Fraternidad— han echado abajo las barreras contra la raza judía que habían sido erigidas para la protección de los pueblos cristianos.

     El principio de la Libertad también fue aplicado a una raza cuyos pensamientos y energías prioritarios están en todas partes orientados a poner a otras naciones en los grilletes morales y materiales de los esclavos mediante toda suerte de comportamientos astutos. Según las tradiciones religiosas y nacionales de los judíos, todos los pueblos fueron creados simplemente para que los sirvieran a ellos.

     El principio de la Igualdad también fue aplicado a una raza que no desea ser igual con nosotros, que se considera a sí misma un pueblo privilegiado por Dios y al resto de la Humanidad como seres inferiores, como animales impuros.

     El principio de la Fraternidad también fue aplicado a una raza que ni siquiera reconoce a los no-judíos como prójimos y congéneres humanos, y, de acuerdo a su Talmud, los no-judíos son enemigos destinados a la erradicación. Además, el engañarlos, robarles, desangrarlos, provocar la ruina sobre ellos, perjurar contra ellos, deshonrarlos e incluso matarlos, constituye una actividad que complace a su dios.

     Resulta poca sorpresa, por lo tanto, que el liberalismo moderno, identificándose cada vez más con los ascendentes judíos, haya tomado la forma de un pseudo-liberalismo. En manos de los judíos, se ha convertido en una apropiada herramienta para realizar sus planes para la dominación mundial y para poner hierros sobre los pueblos europeos.

     Los judíos se han convertido en los amos indiscutibles de los mercados financieros. Ellos dominan las bolsas de comercio, donde ellos determinan a voluntad el precio del dinero y de los valores monetarios, de las materias primas y de los bienes industriales. Por consiguiente, ellos son los que controlan el monedero del capitalista y los frutos del trabajo del agricultor y del hombre de negocios. Ellos dominan los bancos y todas las instituciones financieras en general. Por lo tanto, ellos son los creadores de valores ficticios, los maestros del crédito y la rentabilidad monetaria, cuyos canales ellos abren, sin restricciones, a sus propios congéneres de tribu, pero cerrándolos a cualquier no-judío que no sea de su gusto.

     La consecuencia natural de esta monopolización del mercado financiero es que el agricultor, el gran terrateniente, el industrial, el artesano, el comerciante, etc., se han visto todos atrapados en la dependencia material de los judíos. Y puesto que sus modos de subsistencia quedaron sometidos a la arbitrariedad de los judíos de esta manera, ellos fueron obligados a convertirse en sus obedientes sirvientes, en sus pajes. Más aún, los judíos contratan a hombres influyentes que son activos en la vida pública para llenar posiciones bien pagadas en bancos, ferrocarriles, compañías de seguros, etc. Estos individuos son así prácticamente mantenidos como vasallos de los judíos y son los partidarios más entusiastas e influyentes del poder judío en las legislaturas y en los gobiernos.

     La punta de esta pirámide económica y financiera es la "dinastía" Rothschild, que se ha convertido en el banquero de los países económicamente necesitados. Sin su consentimiento, emprender la guerra es prácticamente imposible hoy día. Y si una guerra es emprendida de todas maneras, ella representa simplemente una buena oportunidad para esta "dinastía" para añadir miles de millones más a aquellos que ya tiene y para concentrar cada vez más los bienes de capital de los pueblos europeos en las manos de la "dinastía" y de la raza judía, incluso explotando sus calamidades nacionales.

     Por medio de increíbles cargas de deuda pública que son continuamente aumentadas por los poderes financieros judíos y que debilitan la médula de las naciones, los gobiernos de algunos países endeudados se han convertido en nada más que instituciones judías, en agencias judías de recolección. Esto explica la completa inactividad de esos gobiernos con respecto a la cuestión judía y también su comportamiento hostil contra sus propias poblaciones en favor de la judería.

     Los judíos, por una parte, han logrado conseguir el control directo de la mayoría de los periódicos y, por otra, ejercer una influencia indirecta sobre ellos en su favor, de modo que hasta hace poco ningún periódico en Europa Central se hubiera atrevido a decir la verdad frente a la judería.

     De esta manera los judíos se han convertido en los amos absolutos, en los fabricantes de la opinión pública. Cualquier queja hecha contra ellos, no importa cuán justificada pueda ser, es suprimida. Cualquier artículo que aborde el tema del dominio judío en el grado más leve es suprimido. Ellos conceden el elogio y el reproche sobre vivos y muertos, sobre gobernantes, estadistas, funcionarios, académicos, artistas, etc., incluso sobre las vidas privadas de los individuos. El progreso profesional de los hombres activos en la vida pública y el reconocimiento y recompensa de sus logros depende de la posición favorable de la prensa judía. Por consiguiente, cualquiera que desee alcanzar sus objetivos mediante alguna especie de carrera pública está obligado a contar con el favor de la prensa judía y por lo tanto del clan judío.

     A consecuencia de esta situación, la esclavitud intelectual y la cobardía moral frente a la judería es uno de los rasgos más característicos de nuestra época. Los jóvenes profesionales aspirantes están preocupados por su futuro; los hombres mayores que se han hecho un nombre por sí mismos están preocupados por su pasado y su reputación póstuma. Y a fin de asegurar estas cosas con la ayuda de la prensa judía, ellos se convierten en lacayos del poder judío, ellos se convierten en traidores a su propia nación y raza y así traidores contra sus propios parientes consanguíneos. En muchos países los judíos han adulterado el sistema de logias [masónicas], lo han despojado de su esencia, y lo han degradado hasta convertirlo en uno de los instrumentos más peligrosos y eficaces del poder judío.

     Principalmente por medio de la prensa, la judería debilita cada vez más la religión cristiana, la cual, después de todo, se ha convertido en una religión racialmente específica de los pueblos europeos arios, de cuya mágica influencia ninguno de los pueblos europeos arios ha logrado escaparse. Esta apreciación es demostrada por dieciocho siglos de Historia. Durante ese período entero, ninguna nueva religión basada en algo aparte del Evangelio según Cristo logró desarrollarse entre ninguno de los pueblos arios europeos.

     Durante la época de los romanos, fue el cristianismo el que salvó a la raza aria europea de la bancarrota moral, por una parte, y de la barbarie semi-civilizada, por otra, y también la regeneró. E hizo eso poniendo la civilización y la cultura de la raza aria europea sobre firmes fundamentos religiosos, morales y sociales.

     La religión cristiana es la reacción más poderosa contra las tendencias judías a conseguir la dominación mundial. Es una protesta insuperable contra la elevación de la raza semítica por encima de la raza aria, y entonces es simplemente natural que el clan judío sea un jurado enemigo mortal tanto del fundador de esta religión como de la religión cristiana misma.

     En consecuencia, la judería sólo puede establecer firmemente la superioridad y el predominio de la raza semítica cuando ha logrado derrotar la natural reacción instintiva que se opone a ello y destruír la institución del cristianismo. Este último, por ende, constituye el objetivo primario y principal de sus ataques.

     Por cuanto la gente judía ha retenido esencialmente su milenaria naturaleza nómada, no está familiarizada con la idea de patria. Como un cosmopolita, el judío se adhiere al principio de ubi bene, ibi patria (Donde se está bien, allí está la patria). Por consiguiente, el judío no puede ser un patriota atado por el amor, la lealtad y el auto-sacrificio por el suelo sobre el cual nació y que ha sido cultivado por el sudor de su frente. Si un judío también se involucra en la agricultura aquí y allá, no es sino para robar la tierra: devastando los bosques, agotando la energía productiva del suelo, y así dejándolo cada vez más estéril. Él tampoco labra la tierra; ya que él no toma el arado, la guadaña y el azadón en su propia mano, no le gusta ni siquiera contratar a otros para que la labren. Él considera la tierra más bien como una mera hipoteca y al agricultor como un esclavo a ser explotado por la usura, el fruto de cuyo duro trabajo le pertenece.

     Diversas leyes han liberado la propiedad de la tierra y han convertido al agricultor en su propio amo mediante la abolición de la servidumbre. Pero hoy, después del paso de varias décadas, hemos alcanzado el punto de tener que liberar a la gente de una nueva servidumbre judía que es peor que la antigua, ya que el agricultor está hoy bajo una obligación incondicional frente al usurero y al posadero judíos, quienes están en posición, en virtud del derecho adquirido a sacar a remate, de expulsar al agricultor de su casa y hogar en cualquier momento y así dejarlo a él y a su familia sin vivienda.

     Ésta es una de las principales causas de la masiva —y cada vez más creciente— emigración a Estados Unidos, a consecuencia de la cual la tierra está siendo privada, por medio de la usura y la esclavitud judía, de sus laboriosos y diligentes habitantes nativos. Los improductivos y regateadores judíos ahora están tomando el lugar de ellos.

     Por cuanto el Talmud permite que los judíos cometan cualquier clase de injusticia o delito contra los no-judíos, los judíos amenazan con derrocar el orden legal y así el orden social. Las estadísticas de criminales demuestran que los judíos constituyen un porcentaje notablemente más alto de criminales condenados que los no-judíos, y es aún más alto entre criminales acusados. A consecuencia de la cercana solidaridad entre judíos, sin embargo, un gran número de judíos acusados logra evadir el castigo, en parte con la ayuda de testigos falsos, en su mayoría judíos, pero en parte por el soborno de los poderes judiciales. Existen bandas judías de soborno bien organizadas que ejercen una autoridad irrestricta sobre funcionarios y jueces endeudados, y cuyos lazos y redes en algunos países alcanzan a los más altos círculos gubernamentales y judiciales.

     Por esta razón, un no-judío a menudo no es capaz de hacer cumplir sus derechos más indiscutibles frente a un judío delante de un tribunal; al contrario, él corre el riesgo de que los funcionarios sobornados, coludidos con los judíos, lo conviertan en un objeto de acoso y persecución durante toda su vida. Una táctica judía característica que más que todas explica sus asombrosos éxitos, consiste en que una vez que ellos han elegido a no-judíos como víctimas, ellos no los dejan salir de sus garras —por miedo a la venganza— hasta que ellos se hayan rendido o sido material y moralmente arruinados. Además, puesto que según el lema de la "Aliance Israélite Universelle", todos los israelitas "son responsables unos de otros", la judería en su conjunto considera los asuntos privados que tenga cada judío individual con no-judíos como su propio asunto. Así, en el análisis final, los no-judíos que desean reclamar sus derechos propios se enfrentan con la judería entera.

     En la práctica, bajo estas circunstancias, los no-judíos no disfrutan, frente a los judíos, de la igualdad ante la ley concedida por la Constitución y la legislación.

     Manteniéndose unida tan estrechamente como lo hace, la manada judía internacional tiene un órgano ejecutivo dirigido internacionalmente en la forma de la "Aliance Israélite Universelle", que fue fundada en París en 1860 y que maneja ramas a través del planeta entero. Supuestamente una mera asociación caritativa, ella ha asumido ahora el carácter de una asociación política que prácticamente mantiene contactos diplomáticos con gobiernos nacionales individuales. Tuvo incluso sus propios delegados representándola en el Congreso de Berlín de 1878.

     Esta asociación judía política universal permite a la judería enfocar todo su peso y poder internacional contra cualquier ataque —o, realmente, contra cualquier acción de defensa propia— lanzado por no-judíos en cualquier rincón del mundo; dicha asociación permite a la judería castigar cualquier rebeldía que surja contra el poder judío como un ejemplo para otros, de modo que pueda apretar aún más los grilletes con los cuales ha esclavizado a los pueblos cristianos europeos, principalmente en Europa Central y del Este.

     Esto constituye una inquietante y cada vez más opresiva situación con respecto a diversos factores: por una parte, están los grandes y crecientes peligros que la raza judía bajo su comando supremo internacional representa para la prosperidad, la paz, la seguridad legal, la cultura, la civilización y el futuro de las naciones cristianas. Por otra parte, está la irresponsable y fría indiferencia con la cual muchos gobiernos se sientan y miran a sus propias poblaciones involucrarse en una desigual lucha social en su defensa propia contra la judería. En algunos países, los gobiernos incluso se ponen del lado de los judíos y arrebatan a su propio pueblo los medios para su auto-defensa reduciendo la libertad de prensa, la libertad de reunión y de asociación, y el derecho a la libertad de expresión siempre que tengan que ver con la cuestión judía.

     Frente a estos asuntos, y apremiados por la convicción de que tomar la iniciativa en esta materia se ha hecho imperativo para la auto-preservación de toda la sociedad cristiana (sin referirnos a las divisiones confesionales y nacionales), un gran número de delegados se congregó en Dresden el 11 y 12 de Septiembre de 1882, para un congreso internacional sobre el tema. Los participantes vinieron de varios países particularmente amenazados por la judería, incluyendo miembros del Parlamento, clero, oficiales militares, funcionarios, abogados, médicos, académicos, profesores, artistas, periodistas, agricultores, industriales, artesanos, comerciantes y otros amigos de la causa que se han involucrado en el estudio teórico de la cuestión judía durante años pero que al mismo tiempo conocen por la experiencia práctica las implicaciones de gran alcance de esta calamidad. En esta ocasión, los participantes en el congreso sostuvieron intensas discusiones de la cuestión judía, y los expertos resolvieron, entre otras cosas, apelar a los gobiernos y poblaciones de los Estados cristianos amenazados por los judíos.

     Este primer congreso internacional, que tiene lugar con el objetivo de proteger los intereses de la sociedad no-judía, no tiene la intención de anticipar acontecimientos publicando un programa detallado en cuanto a la solución de la cuestión judía.

     El actual poder de la raza judía se basa en fundamentos mucho más firmes; esa nación de parásitos se ha incrustado tan demasiado profundamente en el cuerpo de nuestra vida social y estatal como para que este primer congreso actúe bajo la ilusión de que sus proposiciones potencialmente detalladas podrían ser ejecutadas hoy.

     Hoy, sin embargo, nos gustaría clarificar el objetivo último que los pueblos europeos tienen que ponerse para sí mismos. Además, sería un auto-engaño creer que la raza judía se mezclaría alguna vez y se asimilaría con otros pueblos, sobre todo cristianos; después de todo, eso nunca ha sucedido en ninguna parte en el curso de 3.000 años. Por lo tanto, el congreso declara que la cuestión judía sólo puede ser solucionada a satisfacción de una vez para siempre siguiendo la manera en la cual las cuestiones árabe, tártara y turca fueron resueltas en el pasado por los Estados europeos bajo ataque.

     Europa pertenece a los pueblos cristianos y por lo tanto no debería ser el campo de pruebas para el hambre de poder de ningún elemento nacional hostil, dominante y no-cristiano.

     La historia de los siglos pasados demuestra ampliamente que los decretos legales que restringen a la raza judía —no importa cuán estrictos sean— no consiguen el resultado deseado. Los judíos, contra quienes ha sido imposible erigir cualquier barrera duradera por medio de estatutos legales hasta ahora, simplemente removerían esas regulaciones restrictivas nuevamente después de unas décadas y forzarían a las naciones a otra extenuante lucha en curso.

     La emancipación de los judíos, sin embargo, que hace décadas creó la expectativa en Europa de que el clan judío se asimilaría en las naciones cristianas, ha resultado en un desastre absoluto. Simplemente ha servido para convencer a cualquier persona pensante que es completamente imposible para las naciones europeas ser capaces de establecer un modus vivendi con la judería que vive en medio de ellas.

     Dejando así, por el momento, las detalladas modalidades de la solución de la cuestión judía a los acontecimientos que se despliegan, este primer congreso internacional asume como su actual misión sólo el lanzamiento y la organización de la auto-defensa social internacional.

     En este contexto, nos gustaría dirigir nuestro llamado principalmente a los gobiernos, pero secundariamente también a los pueblos cristianos, a la sociedad cristiana de los judaizados Estados europeos.

     Llamamos a aquellos gobiernos, estando los consejos de los gobernantes cristianos compuestos por miembros cristianos, a que no coloquen ningún obstáculo artificial en el camino de la continua —y actualmente desigual— lucha defensiva de sus pueblos contra aquel enemigo jurado, la judería, reduciendo, con respecto a la cuestión judía, la libertad de prensa, el derecho a asociarse y a reunirse, ni el derecho a la libertad de expresión. Pedimos, por el contrario, que ellos apoyen a su propia gente, su propia carne y sangre, en esta lucha defensiva legal tanto como sea posible mientras las disposiciones del derecho consuetudinario, y no de la ley constitucional, son aplicadas a los judíos. Además, al establecer, para empezar, un sistema financiero y una estructura de la deuda estatal más legítimos y un sistema económico más justo, los gobiernos también deberían hacer un esfuerzo para liberarse ellos, sus Estados y sus poblaciones, de la dictadura de los poderes financieros judíos y de ese modo de la influencia política de la judería.

     Llamamos, finalmente, a los pueblos cristianos que están más o menos oprimidos por la raza judía a iniciar y organizar en adelante una acción de justificada auto-defensa.

     Mientras la raza judía busca y encuentra protección bajo el santuario del derecho consuetudinario, y mientras las disposiciones de la ley constitucional no son aplicadas a esa raza por los gobiernos, esta acción defensiva sólo puede ocurrir dentro de los límites de las leyes civiles existentes.

     Del mismo modo, los pueblos cristianos deberían iniciar la vigorosa organización de este movimiento legal de auto-defensa, iniciar una intensa agitación y una acción poderosa en los Parlamentos, en los consejos distritales y municipales, en la prensa y en las asambleas públicas; establecer asociaciones protectoras en ciudades y regiones individuales, y formar comités nacionales centrales para encabezar esas asociaciones protectoras, que estarían encargadas, a su vez, de establecer contactos internacionales con todos los diferentes países, siendo el objetivo paralizar el meticuloso trabajo de la "Aliance Israélite Universelle" por medio de una "Aliance Chrétienne Universelle" a ser establecida más pronto que tarde. Y de esta manera, la sociedad cristiana puede recobrar —paso a paso y en cada campo— las posiciones de las cuales la judería la ha expulsado.

     Esperamos que nuestro llamado no permanecerá como un grito en el desierto sino que despertará a la sociedad cristiana de Europa frente al peligro que enfrenta, de modo que procederá inmediatamente a tomar las medidas legales de la justificada defensa propia. Si eso sucede, entonces, dentro de un corto tiempo, el siglo XIX será capaz de librarse de la desgracia de que una raza anti-cultural de 7 a 8 millones de almas, a saber, la raza semítica de los judíos, esté tiranizando a la raza aria (o, mediante el cristianismo, arianizada) de 350 millones de almas en los niveles intelectual, moral y financiero, misma raza aria a la que, en virtud de su superioridad intelectual y física, se le ha dado la misión de propagar su semilla, incluyendo su perfeccionada civilización, a todas las partes del mundo por medio de armas victoriosas y obras de paz.

     Y si este llamado encuentra una respuesta por parte de las naciones cristianas y las palabras se convierten en hechos, entonces el segundo congreso anti-judío que se reunirá dentro de un año [no llegó a reunirse] enfrentará una nueva situación cambiada a favor de los pueblos cristianos; y luego levantará su voz otra vez con respecto a futuras medidas.

     ¡Y ahora, manos a la obra, hermanos cristianos!.


     Congreso Anti-Judío Internacional para la Protección de los Intereses de la Sociedad No-Judía, celebrado el 11 y 12 de Septiembre de 1882, en Dresden.



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BREVE INFORME SOBRE EL PRIMER CONGRESO
ANTI-JUDÍO INTERNACIONAL EN DRESDEN


     El congreso tuvo lugar por invitación de los siguientes señores:

—Friedrich Carl von Fechenbach-Laudenbach, barón del Reich, tesorero bávaro Real y alcalde (retirado) de Laudenbach y Sommerau, presidente de la Asociación para la Protección del Comercio y presidente honorario de la Asociación Westfaliana de Comercio;
—Doctor phil. Ernst Henrici, en Tegel cerca de Berlin, presidente de la Asociación Social del Reich en Berlín;
—Victor von Istôczy, Budapest, miembro del Parlamento húngaro;
—Lic. theol. Gustav Koffmane, Breslau, miembro del Consejo de la Asociación Alemana de la Reforma en Breslau;
—Geza von Onody, Tisza-Eszlar, dueño de un Señorío, miembro del Parlamento húngaro;
—Wilhelm Pickenbach, Berlín, comerciante, presidente de la Asociación Alemana de la Reforma en Berlín;
—Alexander Pinkert-Waldegg, Dresden, editor jefe, presidente del comité central del Partido Alemán de la Reforma y de la Asociación Alemana de la Reforma en Dresden;
—Ernst Schmeitzner, Chemnitz, dueño de una empresa editorial, presidente de la Asociación Alemana de la Reforma en Chemnitz;
—Rudolf Skalla, Iglau en Moravia, industrial, presidente de la Asociación Austriaca de la Reforma en Iglau;
—Predicador de la Corte Adolf Stöcker, Berlin, miembro del Reichstag alemán y de la Cámara prusiana de Diputados, presidente del Partido Social-Cristiano en Berlín;
—Carl von Thüngen-Rossbach, barón del Reich, en Rossbach en Franconia Inferior, dueño de un Señorío;
—Edmund Winterfeldt, Breslau, editor, miembro del consejo de la Asociación Alemana de la Reforma en Breslau;
SirCarl von Zerboni di Sposetti, Viena, editor, miembro del consejo de la Asociación Alemana de la Reforma en Viena;
—Ferdinand Ziegler, Breslau, dueño de una fábrica, presidente de la Asociación Alemana de la Reforma en Breslau.


     El Primer Congreso Internacional fue convocado en Dresden para debatir confidencialmente "los siguientes objetivos del movimiento anti-judío así como caminos para contra-medidas internacionales más eficaces contra la posición judía en la gran finanza y el comercio, en política y en asuntos municipales, y en la prensa, las artes y las ciencias". Más de 300 de aquellos invitados de Alemania, Austria, Hungría y Rusia participaron en el congreso. Las discusiones fueron presididas por Von Bredow, dueño de un señorío y capitán de caballería (retirado), y por Ivan von Simonyi, miembro del Parlamento húngaro. Bajo la presidencia de ambos fueron aprobados los siguientes artículos:

     Primero, el Manifiesto precedente escrito por Victor von Istôczy, miembro del Parlamento húngaro; [...]

     También, una moción propuesta por el barón Von Thüngen-Rossbach y por el barón Von Fechenbach-Laudenbach:

Tesis.

     La reunión reconoce el aumento del elemento nacional judío y la influencia judía en todos nuestros asuntos nacionales y estatales como un serio e inminente peligro para la supervivencia moral y económica del pueblo alemán.

     A fin de romper esta influencia y eliminar los males y peligros que inevitablemente resultan de ello, se consideran las siguientes medidas absolutamente imperativas:

I. La inmigración de los judíos, particularmente del Este, tiene que ser impedida.

II. La legislación económica predominante, en gran parte capitalista y de no intervención, tiene que ser reformada. Ella favorece en exceso la usura y la especulación que tiene lugar sobre todo en la forma de comercio de acciones, banca y bolsas de comercio, por sobre las formas de trabajo honestas y respetables. Esto debería ser hecho de tal modo que aquellas clases productivas que sostienen a la nación y al Estado sean elevadas y reforzadas, mientras que la especulación, por otra parte, quede reducida a un nivel inofensivo.

III. Mientras los judíos persistan en su aislamiento y formen una nación dentro de la nación, como ha ocurrido, ellos deberían ser considerados simplemente como extranjeros a los que se les ha concedido el derecho a la hospitalidad. Por consiguiente, sus derechos civiles deberían ser restringidos de tal modo que ellos no puedan participar en la legislación, ni obtener ningún cargo de autoridad, particularmente el cargo de juez.

IV. Los judíos deben ser eximidos del servicio militar, pero en lugar del servicio tienen que pagar un impuesto en la forma de una capitación o impuesto militar.


Firmado por:
Barón Carl von Thüngen-Rossbach, y
Barón Friedrich Carl von Fechenbach-Laudenbach.



Fuente: Manifest an die Regierungen und Völker der durch das Judenthum gefährdeten christlichen Staaten laut Beschlusses des Ersten Internationalen Antijüdischen Kongresses zu Dresden am 11. und 12. September 1882. Chemnitz, Sachsen, editorial de Ernst Schmeitzner, 1882, pp. 1-14. [Bundesarchiv, ZSg 2/15 (4)].–





Rasgos Mágicos en el Mito de Orfeo

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     Del volumen titulado Orfeo y la Tradición Órfica, de 2008, que circula en la red, una colección de eruditos ensayos, presentamos aquí su capítulo quinto de la doctora española en Filología Raquel Martín Hernández, un interesante artículo donde se enfoca en el aspecto de mago iniciático de tipo chamánico del legendario poeta y músico tracio Orfeo, que habría vivido antes del año 1000 a.C. según los nebulosos testimonios de la Antigüedad.


Rasgos Mágicos en el Mito de Orfeo
por Raquel Martín Hernández




1. ORFEO, MAGO

     Muchos son los testimonios literarios de autores clásicos, helenísticos y cristianos en los que se sostiene que Orfeo era un mago [1], ya sea de manera explícita, aludiendo a su propia persona [2], se suponga ésta real o mítica, ya aludiendo a una serie de escritos mágicos, como conjuros y salmodias, o «científicos», que dejó como legado. No debe extrañarnos tal asociación si hacemos un breve repaso a los mitos que protagoniza. Es bien conocido por nosotros, al igual que por los antiguos, el poder de la música de Orfeo. La facultad hipnótica de su canto es una habilidad mágica de la que se derivó principalmente la relación de Orfeo con los magos, pero pensamos que no es la única. En este capítulo intentaremos extraer del relato mítico de Orfeo los rasgos particulares que lo convierten en un héroe poco común, más cercano a la figura del mago tribal que a cualquier otra imagen que podamos tener de un héroe griego, y estudiaremos aquellos testimonios en los que se relaciona al personaje mítico de Orfeo con la magia.

[1] Entendemos por «mago» el individuo que, mediante un poder que adquiere por medio de una enseñanza, es capaz de ponerse por encima de los dioses, alterar las leyes de la Naturaleza y hacer que tanto aquéllos como éstas queden a su entera disposición. La diferencia principal que establecemos entre el mago y el sacerdote o cualquier otra persona involucrada en círculos religiosos o de relación con la divinidad, se basa en la obligatoriedad y la intencionalidad, dependiendo de la actitud adoptada por el oficiante en la ejecución del rito. Si el autor del ritual obliga con sus técnicas a la actuación de los dioses o las fuerzas naturales, lo consideraremos un mago; si implora y ruega a la divinidad y deja al libre albedrío de ésta la decisión, lo consideraremos un sacerdote. Cfr. Graf, 1994, 11-29, 1995; Bernabé,1998d; Bremmer, 1999a; Dickie, 2002, cap. 1.
[2] Cfr. Apul. Apol. 27, Str. 7. Fr. 10a Radt o Paus. 6.20.18.



2. ORFEO, UN HÉROE EXTRANJERO

     En esta búsqueda de rasgos míticos que hacen de Orfeo un mago legendario debemos atender, en primer término, a su lugar de nacimiento. Orfeo es un héroe que no nace en Grecia, y esta cualidad se mantiene inalterable en todas las versiones de su mito. Se suele considerar a Orfeo oriundo de Tracia, aunque hay una tradición que ubica su lugar de origen en Macedonia. Los personajes, ya sean míticos, ya históricos, calificados de magos son, con mucha frecuencia, extranjeros [3]. Desde el Norte llegan a la tradición griega personajes míticos, e incluso algunos considerados históricos, que son etiquetados de magos por los helenos [4]. Las características que comparten estos personajes entre sí se han intentado explicar por la creencia en que existió lo que ha sido llamado por algunos estudiosos un «chamanismo apolíneo» [5].

[3] Póngase por caso la narración mítica de la bruja griega por excelencia, Medea, oriunda de la lejana tierra de los Colcos, o de su tía Circe. Para más detalles sobre la relación existente entre magos y extranjeros, véase Bremmer, 1999a. Para el conocimiento de la relación de los extranjeros con la magia cfr. Frazer, 1922, 235-239.
[4] Hablamos, por ejemplo, de personajes como Ábaris, Aristeas o Cícico.
[5] Véase Dodds, 1951; Puech, 1970, 324 s. Por su parte, Bianchi, 1997, alude a un contacto de los griegos con Tracia, donde conocerían un tipo de creencias animológicas y donde existirían experiencias chamánicas de separación del alma y el cuerpo y curaciones (Platón Cármides. 156d, cfr. n. 9). Sobre las relaciones entre los griegos y las creencias chamánicas asiáticas, véase Kingsley, 1994. Sobre las relaciones con la religión irania, el zoroastrismo y el chamanismo, cfr. Meuli, 1935; Burkert, 1962b.

     Es de suponer que los griegos conocieron en sus relaciones con los pueblos del Norte continental a un tipo de personaje asociado al culto local, entre mago y jefe religioso, diferente al que les era familiar, que presentaba las características chamánicas habituales [6], y que éste entró dentro del panorama religioso y mítico griego sin encajar muy bien en él. Orfeo, en nuestra opinión, estaría relacionado con este grupo de personajes, aunque en su caso los rasgos míticos más exóticos debieron de ser pulidos para promover otros más cercanos al propio sentir religioso del pueblo griego, dando como resultado una imagen mítica de Orfeo en la que parece un griego en un ambiente bárbaro. Así pues, pensamos que el hecho de que el mito sitúe el nacimiento de Orfeo en la lejana Tracia puede ser un factor importante para que los griegos considerasen que ciertos aspectos de su personalidad mítica eran propios de un mago venido del extranjero y cercanos a esos personajes fabulosos compatriotas suyos.

[6] Nos referimos a las aptitudes y poderes propios de los chamanes (en especial de los chamanes siberianos y centroasiáticos, basándonos en la creencia en un posible contacto cultural, véase Meuli, 1935; Dodds, 1951; Burkert, 1962b; Kingsley, 1994), tales como el contacto con el Más Allá, la relación con los espíritus, el vuelo, la bilocación, la capacidad curativa y exorcista o el control climático. Cfr. Eliade, 2-1968. Según Platón Cármides156d, los médicos tracios curaban no sólo el cuerpo, sino también el alma, lo que podemos asociar a los métodos de sanación chamánica.


3. EL CANTO MÁGICO

     El don mágico de Orfeo se manifiesta en el poder de su canto, que hipnotiza todo elemento natural [7] y apacigua los ánimos de los hombres. Es verosímil que se considerase que esa facultad le venía de la Naturaleza. Si lo aprendió de ésta, resulta obligado, atendiendo a la forma de pensamiento mágico antiguo, que la Naturaleza le obedezca, en la idea de que ella responde a aquel que sabe hablarle en su mismo lenguaje. El canto de Orfeo, según el mito, es un canto pausado, relajante, que al parecer poco o nada tiene que ver con los habituales modos musicales que interpretan los magos y chamanes de otras culturas, donde la música de percusión es la tónica general [8]. Su canto posee poderes hipnóticos que tienen como intención un apaciguamiento de los ánimos, lo que guarda relación con uno de los principios básicos de la magia. Hablamos de la magia imitativa o simpática, que se rige por el principio de que lo semejante actúa sobre lo semejante, con lo que la música pacificadora de Orfeo, por medio de un proceso de magia imitativa, haría que las almas o los ánimos de quien escuchase su canto se calmaran.

[7] Orfeo con su canto atraía a las fieras, a los árboles e incluso a las piedras; véase la descripción más completa en Ovidio Met. 10.88 ss. Según otros autores, además dominaba los vientos y calmaba el mar, véase D. S. 4.43.1, 4.48.6, Philostr. Im. 2.15.1 y Antip. Sid. AP 7.8.
[8] Aunque no es ajeno al personaje mítico de Orfeo el uso de la percusión. Según Diodoro Sículo 5.64.4, Orfeo fue iniciado por los Dáctilos del Ida, personajes míticos asociados a una danza que realizaban para proteger a Zeus de Crono. Tal danza era ejecutada haciendo entrechocar objetos de bronce. Ésta misma aparece en A. R. 1.1133 ss. y la realizan los miembros de la nave Argo por decisión de Orfeo. Se observa, pues, una asociación de Orfeo con danzas rituales y música de percusión.

     Con su poder Orfeo, además de comunicarse con la Naturaleza, contacta con los espíritus y dioses que la habitan. Su forma de comunicación va más allá de la fuerza expresiva y efectiva del lenguaje humano. Todo lenguaje mágico, ya sean cantos, salmodias o recitaciones, actúa en un plano diferente al de nuestro lenguaje, en el ámbito de lo suprasensible, porque se considera el «lenguaje verdadero», capaz de ejercer influencia sobre la esencia de aquello que nombra.

     Pero lo que hace de Orfeo un mago en el sentido estricto del término no es su capacidad musical, sino el uso consciente que hace del poder hipnótico de su canto para lograr un determinado fin. Orfeo, al utilizar su poder mágico de forma intencionada, obliga a la Naturaleza a actuar aun en contra de lo establecido por sus leyes, lo cual identifica la forma de actuación de los magos, según la teoría de Frazer seguida en este punto, aunque matizada en ciertos aspectos, por casi todos los estudiosos de la magia en la Antigüedad. Su intencionalidad podemos apreciarla claramente en el episodio mítico del descenso al Hades.


4. EL DESCENSO AL MUNDO DE LOS MUERTOS

     Orfeo, tras la muerte de Eurídice, su esposa, desciende al Hades «confiado en su cítara» para intentar traerla de nuevo a la vida. Comentemos detenidamente este episodio mítico y veamos los rasgos expresados en él que se relacionan con el mundo de la magia.

     En primer lugar debemos atender al hecho en sí: Orfeo desciende al Hades. Una visita en vida al mundo de los muertos es una acción propia de chamanes y curanderos de la mayor parte de las culturas que los tienen. Los viajes al Allende siempre son viajes iniciáticos en los que se adquiere un conocimiento no accesible al resto de los hombres [9]. Los chamanes viajan a la mansión de los muertos para empezar su iniciación tras una crisis vital importante, para obtener oráculos [10], para conseguir más poder y, lo más importante para nuestro propósito de estudio, para devolver almas al mundo de los vivos, lo que supone el particular concepto de sanación chamánica.

[9] Así también lo son los descensos de Odiseo y Eneas. Cfr. cap. 4, § 1.2.
[10] Según Luciano, los discípulos de los magos de Zoroastro tenían el poder de abrir las puertas del Hades a quien quisiesen y conducir al infierno a las personas, para luego devolverlas al mundo de los vivos con total seguridad (Luciano Nec. 6.1-16). Los oráculos de los muertos están bien atestiguados en Grecia, siendo el oráculo de Trofonio el más conocido de estos necromanteia. Otra forma de consultar oráculos por medio de los muertos era la de la resurrección temporal de un fallecido. El relato de Esquilo en Los Persas, ya en el s. V a.C., nos lo ejemplifica. El coro de medos hace venir del infierno al espectro de Darío, quien comunica a su pueblo las desgracias que le sobrevendrán. Lo vemos así también en Luciano, Farsalia6.610 ss., donde una bruja tesalia resucita a un caído en la batalla para obtener un oráculo. Después lo mata por segunda vez con «hierbas y ensalmos» a petición del propio muerto.

     Es una idea conocida en la mitología griega el intento de rescate de los muertos y la intención de algún dios o héroe de traer al mundo sensible a alguien del Hades. Tal intento resulta ser con frecuencia infructuoso en los relatos mitológicos griegos, y los dioses castigan a aquel que se atreve a hacerlo [11]. Entendemos que para la forma de pensar de los griegos el hecho de igualarse a los dioses, pues son ellos quienes nos dan la vida o nos la quitan, es algo impío, un acto de hybris que debe ser castigado. Orfeo no es una excepción en este caso y no consigue devolver al mundo de los vivos a su esposa [12].

[11] E. g. el conocido castigo de Asclepio, al que Zeus fulminó con el rayo por resucitar a un muerto (Pi. P. 3.54-60), lo que Píndaro interpreta como castigo a quien se aventura a conocimientos propios de los dioses. Así, también el descenso de Teseo y Pirítoo para raptar a Perséfone del mundo de los muertos es infructuoso y ambos son castigados y retenidos en el Hades hasta la llegada de Heracles. En un terreno más próximo, según Philostr. VA4.45, Apolonio de Tiana resucitó a una muchacha muerta que iban a enterrar «tocándola y diciéndole algo en secreto». El autor de la biografía matiza que quizás Apolonio percibió que no estaba del todo muerta, evitando que se le relacionase con los magos que practicaban estas artes prohibidas, puesto que la biografía es una apología de la vida de este taumaturgo.
[12] Se ha discutido mucho sobre el hecho de que existiese una versión más antigua del mito en la que Orfeo consiguiese traer del Hades a Eurídice, lo cual confirmaría que esta habilidad propia de chamanes y curanderos era un rasgo importado propio de nuestro héroe y que habría sido pulido por los griegos, aunque no hay ningún testimonio literario sobre el triunfo de Orfeo. Posteriormente se adjudican a la personalidad de Orfeo «melodías» que tienen el poder de resucitar a los muertos, cfr. Philostr. VA 8.14, Isoc. 11.8.

     En este sentido, el relato mítico atribuye a Orfeo el comportamiento de un chamán o un curandero (un medicine-man), pues éstos viajan al mundo de los muertos para rescatar las almas que se pierden o que salen del cuerpo cuando no deben, sean cuales sean las razones de esa salida [13], para devolvérselas al cuerpo, que sigue en la tierra y que así podrá seguir viviendo.

[13] Cfr. Frazer, 1922, 219 s.

     En segundo lugar debemos comentar la forma de actuación: cómo desciende al Hades Orfeo. Baja a ese mundo entrando por una de las puertas, que son conocidas por todos, tocando su instrumento mágico. La música de su cítara calma a los hombres y también a los dioses y a las almas que vagan por el mundo de ultratumba. Él sabe que su música tiene ese poder y lo utiliza a propósito para conseguir su objetivo, lo que consideramos una actitud propia del mago: el uso consciente de sus propios poderes para obtener algo que no puede ser conseguido por métodos ordinarios y, con frecuencia, para beneficio propio.

     Lo tercero y último que debemos tener en cuenta es que el hecho de viajar a ese mundo hace de Orfeo un conocedor de la suerte que corren las almas tras la muerte. Tal conocimiento hace de él alguien diferente, privilegiado, y queda a su elección el comunicarlo a los demás miembros de su comunidad o callarlo.

     En resumen, el descenso de Orfeo al Hades puede ser uno de los hechos importantes de su vida mítica, del que quizás se derivase su asociación con la categoría de mago, pues, con su arte, hipnotiza a los dioses y los obliga a acceder a sus ruegos, acción que lo coloca por encima de éstos, algo típico y característico de todo mago. Allí adquiere un conocimiento privilegiado sobre la suerte de las almas en el Más Allá, que comunicará a la gente en forma de iniciaciones [14]. Podemos observar un mismo tipo de actuación en otras culturas tribales, donde el chamán o el sanador que viaja al mundo de los muertos adquiere saberes nuevos que benefician a su pueblo, para transmitirlos posteriormente.

[14] La afirmación es válida si consideramos a Orfeo como fundador mítico de las iniciaciones. En éstas se comunicaría a los fieles lo que Orfeo «contempló y comprendió cuando se encaminó por la tenebrosa vía del Ténaro» (AO 40 ss.); véase también Plu. Ser. num. vind. 566B.


5. LA ABSTINENCIA SEXUAL

     Tras la muerte de su esposa, Orfeo se retira de la vida en comunidad, acción que también podemos poner en relación con las acciones de los magos, chamanes y druidas de diferentes culturas cuando necesitan un nuevo contacto con la Naturaleza que les suministra sus poderes. Allí rechaza todo contacto con las mujeres, lo que posteriormente será, dependiendo de las tradiciones, el motivo de su muerte. La atribución a Orfeo de un supuesto rechazo del sexo femenino por el recuerdo de su esposa y la introducción de la homosexualidad en Tracia [15] son, quizás, añadidos posteriores al mito con un claro interés romántico [16].

[15] Ovidio Met. 10.83 ss., Hyg. Astr. 2.7.
[16] Puesto que en época clásica el ser heterosexual no excluye mantener relaciones homosexuales.

     Pero cabe la posibilidad de que el rechazo de la mujer fuese un rasgo mítico antiguo del Orfeo tracio asociado a esa religiosidad diferente del Norte que ya hemos advertido [17], o que se debiera a la asociación de nuestro personaje con costumbres tribales de organizaciones masculinas de carácter cazador o guerrero. La inversión sexual, la pederastia y el travestismo son característicos de las personalidades religiosas de muchas zonas e implican una observancia del tabú del sexo en estas tribus y un modo de conseguir el estado ascético que necesitan para su contacto con la divinidad o divinidades. Dicho comportamiento permite a esas personas alejarse de su anterior vida, la que llevaban antes de ser llamados por su profesión, y ser diferentes al resto de sus compatriotas, algo que es fundamental para su desarrollo como miembros privilegiados de la sociedad en la que desempeñan un papel muy importante. En ciertas comunidades tribales la pederastia y la homosexualidad ritual forman parte de la iniciación y del paso a la adolescencia de los muchachos, o de la inclusión en sociedades secretas de carácter cazador o guerrero.

[17] Orfeo no es el único al que se atribuye la introducción de la homosexualidad en Tracia. Támiris también es considerado el primero que induce a los hombres al amor homosexual, según Apollod. 1.3.3.

     Estamos bien informados sobre la castración de los sacerdotes en el culto a la diosa Cibeles y, según Heródoto [18], ciertos adivinos escitas se caracterizan por ser impotentes o estar castrados. Son los llamadosΈνάρεες [19], que Heródoto traduce por «andróginos». Hipócrates [20] también habla de ellos y argumenta que la enfermedad que sufren sólo la padecen los ricos, lo que también es mencionado por Heródoto. Los enárees, al mostrarse impotentes para mantener relaciones sexuales, se visten de mujer y hacen los trabajos propios de ellas. Aristóteles [21] precisa más y advierte que esa enfermedad «mujeril» era hereditaria entre los reyes escitas.

[18] Heródoto 1.105 y 4.67.
[19] Para un conocimiento del estudio de la relación entre los enárees y los chamanes véase Meuli, 1935, y Dumézil, 1946 y 1978.
[20] Hipócrates Aër. 22.
[21] Aristóteles EN7.7.

     Como vemos, no parece extraña la asociación a cultos extranjeros de sacerdotes, adivinos o personas socialmente relevantes, con caracterización sexual femenina, ya venga ésta en forma de castración, ya de comportamientos sexuales diferentes, ya por adoptar la vestimenta de las mujeres como seña de identidad. Así pues, el comportamiento sexual de Orfeo pudo tener su origen en una antigua asociación de nuestro héroe con sociedades secretas en las que estuviese prohibida la presencia de la mujer [22] o con un rasgo ritual de la religión tracia que conllevaría el celibato de los sacerdotes [23].

[22] Debemos advertir que en ningún momento pensamos en las comunidades órficas, en las que está atestiguada la presencia del sexo femenino incluso en funciones religiosas. Véase D. 18.259 ss., 19.199, Platón Menandro 81a, Plu. Cons. ux. 611D.
[23] En época tardía Estrabón 7.3.3 nos informa de la existencia de ciertos hombres santos entre los tracios, a los que él llama «fundadores» (κτισταί) que se mantienen alejados de las relaciones con mujeres.


6. EL VIAJE DE LOS ARGONAUTAS

     Orfeo participa en un viaje extraordinario, el de los Argonautas. Nuestro bardo se embarca en esa expedición adoptando un papel de mayor o menor importancia dependiendo de la fuente que nos lo narre. Pero en todas las versiones es tratado como conocedor del ritual que se debe establecer en cada una de las ocasiones en que se requiere un contacto con los dioses o una propiciación de éstos.

     En las llamadas Argonáuticas Órficas, el papel de Orfeo es el de un sacerdote, pero, sobre todo, es el del tipo de mago que conocemos a través de los Papiros Mágicos Griegos [24]. Realiza acciones propias de esos magos, como la invocación de dioses para que actúen a su favor, descritas de tal forma que, en nuestra opinión, resultan evidentes adornos de su función dentro del grupo, hechos por el autor del relato [25].

[24] Recordemos que las Argonáuticas Órficas es una obra muy tardía y que pretende dar al personaje de Orfeo una importancia extrema. Intenta conseguir sus fines a través de la descripción de acciones típicas de los magos de la época helenística y posteriores.
[25] Como ejemplo destacamos los versos 950 ss., donde se explica un ritual para que se produzca la aparición de las diosas Erinis, Hécate y Ártemis. Ese ritual tiene un cierto parecido con el que conservamos en el P. Mag. IV. En el ritual llevado a cabo por Orfeo se sacrifican cachorros de perro negros. Animales negros se utilizan en muchas prácticas mágicas de las que conservamos en los papiros mágicos, como P. Mag. IV 1.1110 ss. y 1332 ss. Los perros se asocian con los rituales mágicos y con la diosa Hécate, a la que se asigna el epíteto «perra» (ej. P. Mag. IV 1.1432). Orfeo entrechoca el «sonoro bronce», con lo que asociamos ese gesto a la repetida afinidad que tiene el choque de metales con la comunicación infernal (p. ej. en Theoc. 2.36). Así pues, vemos que la acción ritual de Orfeo en este pasaje de las AO es como la que podía llevar a cabo un mago de época helenística.

     Debemos tener presente que en la época en que se escriben las Argonáuticas Órficasel personaje mítico de Orfeo ha sufrido muchos cambios. El más importante para nosotros en este momento es que se le considera un poderoso mago, que vivió en realidad, y que dejó un legado escrito de conjuros, salmodias y libros de saberes ocultos, como lapidarios y herbarios. Con este curriculum, es fácil para el autor de estas Argonáuticas exaltar a nuestro héroe adjudicándole un papel importante a la hora de salvar los obstáculos del viaje por medio de la descripción de acciones mágicas, las cuales ya no sólo dependen de su cítara y su voz sino también del ritual y las prácticas ocultas más usuales, lo que podemos comparar con los conjuros que se han conservado en otras fuentes.

     Pero hay una actuación de Orfeo en ese viaje que no falta en ningún relato extenso de las Argonáuticas y que es la causa, según los escolios a Apolonio de Rodas, de su embarque: el paso de las Sirenas [26]. En este caso Orfeo vuelve a valerse de su poder mágico de forma intencionada para derrotar a otras cantoras mágicas. Por segunda vez se vuelve a comportar Orfeo como un mago en el sentido propio de esta condición.

[26] Existen representaciones iconográficas de considerable antigüedad (ss. VI-IV a.C.), en las que aparece un cantor (¿Orfeo?) acompañado de unas sirenas. Véase Garezou, 1994, 98, n. 7.

     Existe lo que ha sido llamado «duelo mágico» dentro de la vida de los magos míticos [27]. El duelo mágico consiste en el encuentro de dos magos o seres con poderes mágicos que se retan en sus habilidades. El ganador sale reforzado de la lid y el perdedor suele morir o recibir un grave escarmiento [28]. En el caso que nos ocupa, Orfeo triunfa sobre las Sirenas, y debemos señalar que en este pasaje Orfeo derrota a las diosas con su misma arma, el canto. Es un duelo entre seres con una misma habilidad, que es lo que caracteriza un duelo mágico, no como en el caso de Odiseo, que inventa una argucia para protegerse del canto hipnótico de las Sirenas. Como vamos viendo, son las acciones mágicas que tienen que ver con su canto las más conocidas y habituales dentro de lo que compone su vida mítica, y las que hacen de Orfeo un héroe susceptible de ser incluído dentro del ámbito de los magos.

[27] Butler, 1948, 15-16, advierte sobre la existencia de diez puntos que cumplen todos los magos míticos, derivados, según la autora, de los «héroes oscuros y distantes». Si aplicamos esos puntos al relato mítico de Orfeo, vemos que cumple con la mayoría de ellos. Esta autora nos define el «duelo mágico».
[28] Como ejemplo podemos aludir al duelo que entablan Mopso y Calcante en cuanto a la adivinación en Apollod. Epit. 6.3 s.


7. LA MUERTE DE ORFEO

     El mito narra la muerte de Orfeo a manos de las mujeres, y su muerte se produce en el ámbito de la Naturaleza. Terminar sus días de una forma misteriosa o trágica resulta un rasgo propio de la narración de la vida de un mago mítico [29]. En el caso de nuestro cantor, según la mayor parte de las fuentes la muerte le sobreviene de una manera violenta. Orfeo es desmembrado por las mujeres, que diseminan sus miembros por el monte o los arrojan al mar. Su cabeza, transportada por la lira o junto a ella, es llevada por el río Hebro hasta Lesbos, donde es rescatada por los lesbios y puesta a salvo. Pero la narración de su muerte está plagada de anécdotas mágicas muy interesantes que vamos a comentar.

[29] Así aparecen en el decálogo que ofrece Butler, punto 6.

     Debemos prestar atención, en primer lugar, a la forma misma de su muerte [30]. Que sea descuartizado en el mito no debemos relacionarlo sólo, pensamos, con la costumbre ritual atribuída a las celebraciones menádicas de descuartizar a un animal vivo y su posterior omofagia, teniendo en cuenta que las mujeres atacan a Orfeo con armas, no desgarrándolo con sus propias manos, como sería propio de mujeres en delirio báquico, si atendemos a la descripción de Eurípides (Bacantes 1051-1147) o de Ovidio (Metamorfosis 3.517-731). Hemos de destacar la importancia que tiene el descuartizamiento en la vida de los chamanes de otras culturas. El desmembramiento, que en el caso de los chamanes es llevado a cabo por los espíritus asistentes, sirve como símbolo de la «muerte total» de la anterior condición y para dotarlo de nuevos poderes o renovárselos.

[30] En este punto debemos destacar que no es el único relato de la muerte de Orfeo. Otra versión alude a su muerte por fulminación (Pausanias 9.30.5). Este tipo de muerte pone a Orfeo en relación con Asclepio. La muerte del seguidor de un dios debe ponerse en relación con la asociación posterior de ideas en que se hace perecer al «gurú» de una secta de la misma forma, o con algún ligero matiz diferente, en que muere el dios al que adora. Este sentido tendría el desmembramiento de Orfeo a manos de las mujeres, igual al de Dioniso a manos de los Titanes. Así lo señala Procl. in R. 1.175 Kroll.

     Orfeo no renueva sus poderes, pero sí adquiere un nuevo don, la visión profética [31] que llega a los hombres a través de su cabeza parlante. Podemos pensar que existe en esta forma de narración de la muerte de Orfeo un reflejo de un ritual celebrado por los pueblos del Norte de Grecia, que sería propio de Orfeo en la versión primitiva de su historia y que tendría que ver con una renovación ritual de la vida [32], una experiencia iniciática de vida-muerte-vida.

[31] Aunque en las AOel narrador dice que adquiere este don en el descenso al Hades.
[32] Existen otros ejemplos de esta misma índole (además del conocido desmembramiento de Osiris): Medea, para vengarse de las hijas de Pelias, descuartiza un cordero para volver a traerlo a la vida rejuvenecido y luego las inducirá a que hagan otro tanto con su padre, aunque el resultado es muy diferente. Tántalo descuartiza a su hijo Pélope y se lo da a comer a los dioses, que, al darse cuenta de ello, lo resucitan y lo hacen más hermoso. Observemos que según el mito ambos son extranjeros, ella del Mar Negro y él de Lidia. En relación al descuartizamiento y el mito véase Propp, 1981, 132-139.

      La cabeza parlante, que en este caso es además profética, es un motivo recurrente en el folk-tale de diferentes culturas y se ha asociado con un motivo mágico existente en los relatos míticos indoeuropeos. El yo mágico de un personaje con características mánticas sigue viviendo más tiempo que su yo corpóreo y se cobija en una parte de él, que habitualmente es la cabeza.

     Por último, debemos destacar que las fuentes narran diversos hechos extraordinarios acaecidos tras la diseminación de los restos de Orfeo. Éstos, atendiendo a la extendida creencia en la magia contagiosa [33], impregnan el terreno que tocan del poder mágico que aún conservan. Se nos ha transmitido que de su sangre nació una flor que reproducía el sonido de la cítara de Orfeo [34], que los ruiseñores de Antisa, donde se enterró la cabeza de Orfeo, cantaban mejor que cualquier otro de su especie [35], que su lira contagió su poder a las rocas de la ciudad de Lirneso [36] y que la llegada de la cabeza de Orfeo a Lesbos volvió a los ciudadanos de esta isla especialmente sensibles al canto y la poesía [37].

[33] Este tipo de magia se basa en el principio de que todo aquello que tiene poder mágico es capaz de contagiarlo a otro objeto por simple contacto. Dicho objeto adquiere inmediatamente poderes mágicos. Cfr. Frazer, 1922; Mauss, 1972; Luck, 1985; 13 s.
[34] Plu. Fluv.3.4.
[35] Pausanias 9.30.6, Antig. Mir. 5 (34 Giannini). Cfr. Myrsil. FGrHist 447 F 2 (OF 1065).
[36] Filóstrato Her. 44.28-45.3.
[37] Phanocl. Fr. 1 Powell (OF 1054 I).

     El lugar donde estaban enterrados los huesos de Orfeo también estaba impregnado de la magia que el cuerpo tenía en vida. Así, Pausanias nos informa sobre lo que le sucedió a un hombre que descansó junto a la tumba de Orfeo. Sus huesos le contagiaron su poder musical y atrajo hacia sí a sus conciudadanos, que, hechizados por el canto y en su deseo de escuchar al hombre más de cerca, tiraron los huesos de la urna en la que estaban, haciendo que se cumpliese el oráculo de que tal acción les traería desgracias.

     Y no sólo la historia mítica cuenta sucesos que podemos relacionar con el poder mágico de Orfeo acerca de su cuerpo y su música, sino que incluso una estatua suya, según Plutarco [38], realizó una acción oracular, pues el sudor que brotó de ella cuando Alejandro se disponía a realizar una expedición fue interpretado como una señal del mítico poeta.

[38] Plutarco Alex.14.5. También en Arr. An. 1.11.2 y Ps.-Callisth. 1.42.6.


8. ORFEO Y LOS RITOS INICIÁTICOS

     La relación de Orfeo con los ritos mistéricos de los que se creía que era fundador o reformador es otro de los motivos que pudieron llevar a relacionar al personaje mítico de Orfeo con la magia. Es una constante en los estudios de religión antigua la asociación existente entre magia y ritos iniciáticos [39], que viene dada por el mismo carácter secreto de esa clase de movimientos religiosos, apartados del culto civil y que pueden llegar a ser sospechosos si se considera que alteran el orden público. Así, Platón dispone sancionar de manera muy severa a

     «adivinos y afanosos hacedores de toda clase de magias; de ellos nacen también, a veces, los tiranos, demagogos, generales, urdidores de iniciaciones privadas y las maquinaciones de los llamados sofistas» (Platón, Leyes 908d.).

[39] Véase Graf, 1994, 107-137, donde se puntualiza sobre el uso de un vocabulario común entre magia y ritos mistéricos ofrecido en los papiros mágicos griegos, y Dickie, 2002, 33 ss. En P. Derv. col. VI se menciona un ritual que deben seguir los mistas bajo la supervisión de unosμάγοι cuyo sentido debe ser, sin connotaciones peyorativas, el de «expertos en rituales religiosos». Con este ejemplo debemos suponer la existencia de personajes expertos en el ritual, que son llamados magos, capaces de «cambiar losδαίμονες que estorban», y que formaban parte importante de un cierto ritual dentro de los misterios órficos. Véase Casadesús, 2001a.

     Por tanto, ya el mismo Platón considera que los magos y los «inventores» de iniciaciones (alusión velada a Orfeo, considerado creador de unos ritos iniciáticos [40]) son una misma clase de personas: ateos sin prejuicios que utilizan esa misma falta de creencia para su propio beneficio [41].

[40] Platón Protágoras316d relaciona a Orfeo de manera directa con las iniciaciones. Sobre la crítica platónica de la magia véase Casadesús, 2002a.
[41] Platón República364b también califica de magos a los sacerdotes mendicantes que iniciaban en los ritos órficos, los orfeotelestas.

     Pero Orfeo no es sólo un transmisor de ritos iniciáticos, sino que, según su relato mítico, él mismo es un iniciado. Diodoro cita una noticia de Éforo [42] según la cual Orfeo fue discípulo de los Dáctilos del Ida, en Samotracia, y aprendió de ellos las iniciaciones y los misterios que luego difundió por Grecia. En este pasaje se califica a los Dáctilos de magos (γόητες) y conocedores de encantamientos. Vemos de nuevo una relación entre la magia y los cultos mistéricos; en este caso, cuando se califica de magos a los iniciantes. En otros pasajes [43], Diodoro narra de nuevo que Orfeo fue un iniciado de los misterios de Samotracia.

[42] Diodoro 5.64.4 = Ephor. FGrHist 70 F 104 (OF 519).
[43] Diodoro 4.43.1, 4.48.6 s., 5.49.6, a partir de Dionisio Escitobraquión. Otros pasajes como A. R. 1.915-918 y AO 24 s., 27, 29 aluden a la iniciación en los misterios de Samotracia, cfr. OF519-523.

     Resulta interesante para nuestro estudio que el historiador siciliano relacione la iniciación de Orfeo con la actuación mítica de aplacar los vientos contrarios que impiden la buena navegación de la nave Argo. Orfeo eleva una oración a esas divinidades de Samotracia y es entonces cuando el viento se calma. No debemos relacionar la acción descrita en esos pasajes con la magia, pues el milagro se hace por una oración a los dioses y no por medio de la coacción [44], pero sí existe una relación entre la magia y el control atmosférico del tiempo, que no queremos dejar que pase inadvertida. Para esto Filóstrato nos ofrece un testimonio importante. En una de sus Descripciones de Cuadros, a propósito de uno en el que estaba representado Orfeo con los Argonautas en su encuentro con Glauco, nos dice [45]:

     «La nave Argo corta navegando el ruido impetuoso del Ponto; Orfeo con su canto hechiza con mágico efecto el mar y éste le escucha; el Ponto reposa con la melodía».

[44] Aunque en ocasiones los límites para considerar una oración como una súplica o como una coacción (έπωιδή) no son claros.
[45] Filóstrato Im. 2.15.1 y 6. A este encuentro también se refiere Diodoro 4.48.6.

     Filóstrato sí relaciona el canto mágico de Orfeo con esta acción, lo que nos ilustra sobre un nuevo poder atribuído a la capacidad musical del bardo: el control de un fenómeno atmosférico [46]. Debemos observar que una misma acción extraída del mito, como es este episodio descrito de calmar la tempestad, puede ser interpretada por los escritores antiguos desde dos puntos de vista diferentes: como una acción ritual de tipo religioso (Diodoro) o como una acción derivada de la capacidad musical de Orfeo, que se relaciona constantemente con la magia (Filóstrato).

[46] Véase AP7.8 (Antip. Sid.), donde se insiste en este poder del control climático.

     Diodoro Sículo no sólo nos presenta a Orfeo como un iniciado de Samotracia, sino que también lo relaciona con los misterios de Creta [47] —de los que tomaría elementos que luego dispondría en sus propias iniciaciones—, con los misterios de Eleusis [48] y con el aprendizaje de toda clase de sabiduría, incluída la magia, en un viaje de nuestro mítico cantor a Egipto [49].

[47] Diodoro 5.75.4 y 5.77.3.
[48] Diodoro 4.25.1.
[49] Diodoro 1.23.2 y 6; 1.69.4; 1.92.3; 1.96.2 s. Para los pasajes de Diodoro, cfr. Bernabé, 2000a.

     Queremos resaltar en este apartado que la asociación de Orfeo con rituales mistéricos, ya sea como fundador de unos o como iniciado en otros, es un factor añadido a su vida mítica, expuesta anteriormente, del que podría derivarse su asociación con la magia y la calificación de él mismo como un mago.


9. ORFEO, UN MAGO A LOS OJOS DE LOS ESCRITORES

     La capacidad de Orfeo de actuar sobre la Naturaleza y la asociación de este personaje con diferentes cultos mistéricos, cuya relación con la magia a los ojos de algunos escritores antiguos resulta patente, hacen de nuestro héroe un candidato idóneo para calificarlo como mago, y así aparece en varios pasajes literarios antiguos. Ya hemos comentado el pasaje de Diodoro Sículo (5.64.4) donde se nos indica que Orfeo aprendió de los Dáctilos del Ida, reputados magos, con lo que, al ser discípulo de ellos, pasaría también por conocedor de estas artes. Pausanias (6.20.18) identifica de manera inequívoca a Orfeo con un mago cuando nos dice:

     «Creía este egipcio que Anfión y el tracio Orfeo habían sido poderosos magos, a cuyos cantos obedecían las fieras llegándose a Orfeo, las piedras a la muralla de Anfión».

     A la luz de este testimonio vemos que en época de Pausanias el canto de Orfeo era considerado mágico sin más paliativos y, en consecuencia, Orfeo mismo, que hacía uso de él, era tenido por un mago poderoso.

     Estrabón [50], más de un siglo antes, es más crítico que Pausanias en la descripción que hace de Orfeo y nos ofrece un retrato que más se asemeja al de los orfeotelestasplatónicos que al personaje mítico de Orfeo:

     «Allí habitaba, se dice, el ciconio Orfeo, un mago que en sus comienzos vivía de limosna recurriendo a la música, la adivinación y la iniciación en ritos secretos, pero luego tuvo grandes ambiciones, supo atraerse a las masas y se hizo poderoso; unos lo acogían con agrado, pero otros temían de él maquinaciones y violencia, por lo que lo llevaron a la muerte».

[50] Estrabón 7 Fr. 10a Radt, cfr. Bernabé, 2002d.

     Estrabón, al igual que veíamos en Platón, relaciona con las iniciaciones la magia o los personajes calificados de magos. El cariz peyorativo del fragmento no sólo se aprecia en el sentido global del texto, sino también en la puntualización destacada de la intención lucrativa y perversa de este tipo de individuos y, en cuanto al vocabulario, en la utilización para «mago» del término γόης, un sustantivo que desde época muy temprana adquirió un claro carácter peyorativo que mantuvo a lo largo de los siglos [51].

[51] Véase Burkert, 1962b; Luck, 1985, 56 s.; Graf 1994, 31-45; Moreau-Turpin, 2000.

     En época romana la relación entre Orfeo y la magia estaba muy bien asentada, pero los detalles del carácter de esta relación difieren ampliamente dependiendo de los autores que hagan referencia a ellos. Apuleyo (Apol. 27) sale en defensa de las personas, como él mismo, acusadas de magos, basando su defensa en los difusos límites existentes entre la magia, la religión y las ciencias y en la ambigüedad del sustantivo mismo:

     «A los que estudian con mayor celo la providencia que rige el universo y rinden culto a los dioses con la más profunda devoción, los llaman "magos" en el sentido vulgar de la palabra, como si fueran capaces de realizar por sí mismos lo que saben que tiene lugar, como sucedió antaño con Epiménides, Orfeo, Pitágoras y Ostanes».

     En el siglo II d.C. se perseguía y condenaba a muerte a filósofos y científicos bajo acusaciones de magia. La defensa de Apuleyo se basa, en este momento, en que sus conciudadanos creían que ciertos conocimientos privilegiados no se conseguían por el estudio, sino por medio de prácticas mágicas, y en que el aprendizaje de la metafísica y la relación con los dioses era confundido con las prácticas de hechicería más vulgares. Así Orfeo, un teólogo estudioso de la divinidad, al que se le atribuía una serie de escritos teogónicos, cosmogónicos, cosmológicos, de disposición de rituales y de otras muchísimas materias, era por eso mismo visto como un mago [52].

[52] Véase Graf, 1994, 31 s., quien alude a que Apuleyo utiliza para su defensa el testimonio de Platón, Alcibíades 1.122a, donde se define la magia como «culto a los dioses» (θεων θεραπεία).

     Conservamos testimonios de la consideración de Orfeo como mago todavía en época bizantina. Juan Tzetzes (Ex. 27.11), aludiendo al supuesto viaje de Orfeo a Egipto, nos dice:

    «Orfeo llega a ser maestro de Museo... viajó a Egipto, y tras haber estudiado allí no hubo ciencia... que no aprendiese, como medicina, física, geometría, astronomía, augurios y la magia, muy encomiada por Orfeo».

     El escritor bizantino estima que es la magia la ciencia en la que más interés puso Orfeo, de lo que se desprende que en el siglo XII d.C. era muy sólida la relación del bardo con esta disciplina. Ésta estaría sustentada por la cantidad de conjuros y libros de saberes ocultos, como lapidarios y herbarios atribuídos a Orfeo, de los que Tzetzes tenía conocimiento [53]. Por todo ello no es extraño que se le atribuyera a Orfeo una cierta cantidad de obras de contenido mágico.

[53] Él mismo fue el primero que calificó de órficos los Lithica atribuídos a Orfeo. Véase Tz. ad Lyc. 219 y Sch. Tz. Ex. 147 s. Hermann. Tzetzes además manejó, seguramente, una gran cantidad de obras de saberes ocultos atribuídas a Orfeo.


10. A MODO DE CONCLUSIÓN

     La vida mítica de Orfeo, tal como era narrada en la Antigüedad, ofrecía una gran cantidad de elementos que podían relacionarse con la magia. El más importante de todos ellos es la maravillosa capacidad musical del bardo tracio, que podía conmover a la Naturaleza e incluso a los propios dioses, y de la que se sirvió para intentar traer de nuevo a la vida a su difunta esposa. Su descenso al Hades, su relación con rituales mistéricos, las maravillas acaecidas tras su muerte y el don profético atribuído a su cabeza contribuyeron a rodear a este personaje de un aura misteriosa, entre divina y siniestra, que fue utilizada por los autores antiguos para ensalzar o desprestigiar su nombre.

     En este capítulo he querido resaltar que el hecho de que se narrasen tales acciones, relacionadas con los mecanismos de la magia contagiosa, evidencia que la capacidad mágica se consideraba un rasgo característico de Orfeo en su mito, se reconocía como propia de él y era uno de los aspectos más importantes de su personalidad. No sólo el uso intencionado de su canto es susceptible de asociarse con los magos y la magia, sino que también su vida mítica está llena de acciones que guardan una gran relación con los magos tribales y chamanes que conocemos en otras culturas. Debemos pensar, pues, que el canto fue uno de los muchos motivos, pero no el único, que llevaron a Orfeo a ser incluído dentro del ámbito de los magos y equiparado con ellos.–





Sobre la Muerte de Orfeo

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     Tomado del mismo volumen del cual extrajimos la entrada anterior (titulado Orfeo y la Tradición Órfica, 2008), presentamos aquí su capítulo séptimo, salvo su parte final, del profesor e investigador universitario de Filología el español Marco Antonio Santamaría Álvarez, otro interesante artículo que trata esta vez de las diferentes versiones míticas de la muerte del legendario poeta y músico de la antigua Grecia, Orfeo, además de algunos de los rasgos que se le atribuyen, materia sacada enteramente de fuentes y testimonios clásicos.


LA MUERTE DE ORFEO
por Marco Antº Santamaría




1. LA MUERTE DE ORFEO. VERSIONES

     Las numerosas fuentes literarias e iconográficas greco-romanas que tratan de la muerte de Orfeo suelen discrepar en el modo y la motivación de ésta, pero coinciden en que fue violenta, en fuerte contraste con las actividades del personaje (principalmente, la música) y su carácter, no sólo pacíficos, sino conciliadores y moderadores de la violencia, tanto en los animales como en la Naturaleza e incluso entre los dioses. Este contraste está muy acentuado en las representaciones gráficas, en las que Orfeo suele ser atacado mientras está cantando e intenta defenderse, inútilmente, con su lira. Como es común en los episodios trágicos de los mitos, la muerte es un castigo por una infracción cometida por la víctima, en este caso diferente según las versiones.

     La tradición más extendida es la de la muerte de Orfeo a manos de mujeres tracias, armadas con varios instrumentos. Menos difusión tuvo una variante de esa versión según la cual esas tracias eran bacantes que lo desmiembran. En la mayoría de los testimonios las tracias atacan a Orfeo por motivos humanos (normalmente, por el desprecio mostrado hacia ellas y sus propuestas amorosas); por su parte, las bacantes castigan faltas de Orfeo hacia los dioses, en concreto hacia Dioniso. Existen otras versiones más raras, como la fulminación, la conjura política o el suicidio.

     Los testimonios más antiguos de la muerte de Orfeo los ofrece la cerámica, que desde los años 490-480 a.C. muestra al cantor atacado por las tracias con todo tipo de armas e instrumentos. La primera fuente literaria es Esquilo, que trató sobre el desmembramiento de Orfeo por las ménades en su tragedia perdida Las Basárides (hacia 470-460 a.C.). La poca difusión de esa versión y su total ausencia de la iconografía indican, con bastante probabilidad, que la introducción de las ménades en la leyenda fue una innovación del tragediógrafo.

     Los siguientes testimonios, ya en el siglo IV a.C., son los de Platón e Isócrates [1]. La escasez de datos que aportan hace difícil saber a qué versión se atienen. Platón dice que a Orfeo lo mataron las mujeres, sin indicar cómo, e Isócrates asegura que fue despedazado, pero sin aclarar por quién. Como Isócrates alude al desmembramiento, es probable que esté siguiendo a Esquilo. En Platón no hay huella de esta versión, así que hay que suponer que sigue la más extendida protagonizada por las tracias.

[1] Platón Simp. 179d (OF 983), R. 620a (OF 1077 I), Isoc. Busir. 10.39 (OF 26 II, 1041).

     Tanto Platón en el Simposio como Isócrates parecen inventar la motivación de la muerte de Orfeo con una finalidad retórica, para ilustrar un razonamiento. El filósofo ofrece la interpretación de que las mujeres actúan por instigación divina para castigar a Orfeo por su falta de virilidad, propia de un citarista, demostrada cuando no se atrevió a morir para reunirse con su esposa fallecida, sino que bajó al Hades confiado sólo en el poder de su música. Por su parte, Isócrates cree que Orfeo acabó su vida despedazado por decisión de los dioses, ofendidos por las calumnias e insultos que contra ellos había vertido en sus obras (es de suponer que en las Teogonías que se le atribuían), donde aparecen castrando a sus padres, devorando a sus hijos y transgrediendo la ley.

     Como la mención del mito tiene una función precisa en cada discurso, tanto Platón como Isócrates dejan de lado aspectos que no les interesaban: Platón no menciona que se trate de tracias (ni de bacantes), pues quiere resaltar que son mujeres las que castigan su blandura. Isócrates parece haber tomado de Esquilo el motivo del desmembramiento (por su crudeza) y omite que fueran ménades las autoras (pues no tendría mucho sentido que los dioses las eligieran a ellas para castigar la maledicencia de Orfeo).

     En general, las fuentes escritas ofrecen más información sobre la muerte de Orfeo cuanto más tardía es su fecha. Como puede observarse en el caso de Platón e Isócrates, parece que los autores fueron añadiendo detalles según sus propias conveniencias literarias e influídos por nuevas versiones de carácter local, transmitidas oralmente, que servirían para explicar etiológicamente tal o cual costumbre. Los relatos más antiguos ni siquiera aclaran el modo de la muerte ni su motivación. Esto indica que el mito originario debió de ser bastante simple y quizá se limitó a atribuír la muerte de Orfeo a mujeres (seguramente de Tracia, por ser la patria de Orfeo), sin que se pueda estar seguro de más detalles. ¿Pero qué razón pudo haber para que muriera a manos de mujeres?.

     Si se compara a Orfeo con las grandes figuras mitológicas, como Heracles, Aquiles u Odiseo, autores de grandes portentos, salta a la vista su personalidad pacífica y pasiva. Quizá Platón da con la médula del mito cuando habla de la blandura de sus actividades, especialmente la música, que serían consideradas propias de un carácter femenino. Esta renuncia a un comportamiento viril, dedicado a acciones de fuerza, como la guerra o la actividad física, sería entendida por los creadores del mito como una transgresión de los roles sociales y sería castigada coherentemente por otra transgresión (mayor, pues afecta a un grupo): la asunción por parte de las mujeres de cualidades masculinas, como el coraje y la violencia, que pusieran de manifiesto, al acabar con el cantor, su extrema pusilanimidad y lo sumieran en una humillación definitiva.


1.1. La Muerte a Manos de Mujeres Tracias

Mujeres Airadas

     La historia de Orfeo atacado mortalmente por mujeres que suelen llevar la indumentaria tracia se encuentra ya, como se ha indicado, desde los años 490-480 a.C. en la cerámica ática de figuras rojas, mientras que en ningún caso aparecen bacantes. Los instrumentos del crimen son caseros: espetones, mazos, manos de mortero, hoces, piedras, porras; también empuñan espadas, hachas y lanzas. Las mujeres aparecen o bien a punto de atacarlo, o bien clavándole un espetón o lanza en el abdomen. A menudo Orfeo intenta huír y se defiende levantando su mano con la lira. Nunca se representa despedazado.

     Dejando de lado las informaciones de Isócrates y Platón, el primer testimonio literario de la versión protagonizada por las tracias es Menecmo [2], que indica que a Orfeo lo mataron las mujeres de Pieria [3], si bien omite la forma de la muerte y el motivo de su ira. En consonancia con la iconografía, el poeta helenístico Fanocles cuenta que las bistónides o tracias lo atacaron con espadas [4]. Añade que lo decapitaron, lo cual tampoco contradice el testimonio del arte, pues hay representaciones de la cabeza de Orfeo ya en el siglo V a.C. Los primeros en decir que las tracias lo despedazan son Virgilio, Ovidio y Conón, seguidos por casi todos los autores posteriores [5]. Es posible que este motivo del desmembramiento sea una innovación de época helenística, quizá tomada de la tradición que achaca la muerte de Orfeo a las ménades. Una prueba de esta influencia es que Virgilio y Ovidio aseguran que las mujeres estaban en delirio báquico.

[2] Historiador datado entre los ss. IV-III a.C. En su Pítico (compuesto poco antes del 334 a.C.) atacó a las mujeres de Pieria por haber acabado con Orfeo (según Queris, un gramático alejandrino del s. II a.C.).
[3] Región de Macedonia al Noroeste del monte Olimpo, donde se encontraban tres ciudades muy vinculadas a Orfeo según el mito: Libetra, Pimplea y Dío, que formaban una hilera paralela a la costa, de Sur a Norte.
[4] Phanocl. Fr. 1.7-8.
[5] Verg. G. 4.520-522 (discerptum... iuvenem); Ovidio Met.11.1-40 (v. 50: membra iacent diversa locis) cita como instrumentos del crimen piedras, tirsos y aperos de labranza; según Conón FGrHist 26 F 1.45 (OF 1039) usan las armas de sus maridos para despedazar a Orfeo y esparcen sus restos por el mar. Luciano repite en varios lugares que lo despedazaron (Ind. 11, Sat. 8, Pisc. 2); Philostr. Her. 5.3 testimonia que la cabeza de Orfeo llegó a Lesbos «tras la acción de las mujeres», lo que implica que al menos lo decapitaron. Omiten el tipo de crimen Paus.9.30.5 y Them. Or.16.209c, quien se extraña de que el poder de la música de Orfeo no sólo no fuera capaz de encantar la maldad de los hombres, sino que incluso enfureciera a las tracias.

     A partir de Fanocles (siglo III a.C.) la mayoría de los testimonios coincide en atribuír la ira funesta de las mujeres a motivos humanos, sobre todo el desprecio, a menudo amoroso, que Orfeo mostró hacia ellas. Ya Platón habla de la misoginia de Orfeo, que en el Más Allá elige nacer como cisne en la próxima vida para no ser engendrado por una mujer, pues había albergado un odio hacia todo el género femenino después de morir a manos de mujeres (en este caso no indica las razones del crimen) (República 620a). Es de notar que, a diferencia de los otros testimonios, esta misoginia es a posteriori: es la consecuencia de que las mujeres acabaran con él, no la causa [6], como se verá en los apartados siguientes.

[6] Clemente Alejandrino, Strom. 6.2.5.3 (OF 846) transmite un verso de Orfeo muy hostil hacia las mujeres: «Porque nada hay más perro y helador que la mujer», remodelación de Odisea 11.427, en boca del alma de Agamenón.


     Los diversos autores ofrecen una perspectiva diferente del suceso según el género y la intención con la que escriben. Poetas como el alejandrino Fanocles, que compone elegías, y los latinos Virgilio y Ovidio, ponen el acento en el elemento amoroso y crean escenas cargadas de sentimiento o Πάθος (pathos): el cantor tracio se muestra indiferente a las solicitudes de las mujeres y es víctima de sus iras por su preferencia por los muchachos (Fanocles) o por el rechazo general de la compañía humana, motivado por la fidelidad a la memoria de su esposa fallecida (Virgilio, Ovidio). Según otra versión, del mitógrafo Higino, Afrodita infunde a las tracias deseos amorosos para vengarse del cantor. Otros autores dan importancia a elementos religiosos o sociales: según Conón, Orfeo vetó a las mujeres su participación en los misterios; para Pausanias, se rodeaba sólo de hombres y los persuadía a acompañarlo. Veámoslo en detalle.


Orfeo como Introductor de la Pederastia en Tracia

     El primer autor que habla del amor de Orfeo por los muchachos es Fanocles, quien da el nombre del amado de Orfeo: Calais, hijo de Bóreas, uno de los participantes en el viaje de los Argonautas (Fr. 1). Orfeo sufre por el amor de Calais, lo que parece indicar que no logra conseguirlo (vv. 3-6). Las tracias (bistónides) le cortaron la cabeza a Orfeo con espadas (no alude al desmembramiento) por haber sido el primero en introducir en Tracia el amor masculino y no haber alabado el femenino. Como castigo por el crimen, los tracios han tatuado a sus mujeres de generación en generación (v. 28).

     Ni en las fuentes antiguas sobre el mito ni en las Argonáuticas de Apolonio hay mención alguna de esta relación amorosa, por lo que es muy probable que sea una invención de Fanocles, que escogió un personaje ilustre, como el tracio, para el catálogo de amores homosexuales en que consistía su obra, Los Amores o Los Bellos, de la que procede el fragmento. Fanocles no intenta armonizar este amor con el de su esposa, a la que ni siquiera menciona. Que Orfeo esté enamorado de Calais [7], que rechace a las mujeres y que éstas se indignen hasta el punto de matarlo indica que es una historia post-clásica, ya que en la época clásica el amor heterosexual y el homosexual no son incompatibles en la misma persona y al mismo tiempo. A partir de la historia de Orfeo, Fanocles efectúa tres explicaciones etiológicas, muy del gusto de los poetas helenísticos: la pederastia en Tracia, la preeminencia lírica de Lesbos y la costumbre de los tracios de tatuar a las mujeres [8].

[7] Quizá escogió a Calais porque su nombre recuerda a καλός, «hermoso», un adjetivo típicamente pederástico. Ha pasado inadvertido el dato de que Orfeo y Calais procedían de la misma región: según Pi. P.4.180-183 Zetes y Calais habitaban a los pies del monte Pangeo, desde donde acudieron a la llamada de Jasón y donde Esquilo situaba a Orfeo. Fanocles pudo haber tomado como modelo la relación de Heracles e Hilas, también fallida, en el viaje de los Argonautas. Marcovich, 1979, 362 s., es de los pocos que considera anteriores a Fanocles las historias de relaciones de Orfeo con muchachos, vinculadas a las leyendas del viaje de los Argonautas.
[8] A la misma costumbre alude Plu. Ser. num. vind. 557D; según el epigrama funerario AP 7.10, las mismas tracias se tatuaron a sí mismas en señal de duelo ante la muerte de Orfeo. Varios vasos representan tatuadas a las tracias que atacan a Orfeo.

     En este poeta parece inspirarse Ovidio (Met. 10.83-85) cuando dice que Orfeo fue el primero que promovió en Tracia la pederastia. Ovidio sí intenta hacer compatible este amor homosexual de Orfeo con el de Eurídice: habría tenido lugar después de apartarse de las mujeres tras la muerte de su esposa. Es por ello comprensible que Ovidio no mencione a Calais como su amado, ya que la aventura de los Argonautas es anterior a la muerte de Eurídice y no tendría sentido introducirlo mucho después de acabado el viaje [9].

[9] Según Santini 1992, 180, ambos poetas pudieron tener una fuente común en que las mujeres eran tatuadas con los mismos instrumentos punzantes con que atacaron a Orfeo. Esta conexión entre delito y castigo habría sido obviada por Fanocles, que no explica por qué se ha elegido la marca con tatuajes como castigo para el crimen. Ovidio menciona los instrumentos punzantes, pero habría cambiado el motivo del tatuaje por la transformación de las tracias en árboles. Sin embargo, tal suposición no parece necesaria: Fanocles creyó que la costumbre tracia de tatuarse podía explicarse etiológicamente como castigo por la muerte de Orfeo, sin preocuparse de que estuviera directamente relacionada con su forma de morir. Ovidio seguramente conoció el texto de Fanocles y lo amplió haciendo que las mujeres encontraran los instrumentos del crimen en un labrantío.

     Seguramente se basaron en Ovidio autores posteriores: según Higino, «algunos dicen» que fue el primero en introducir la pederastia (omite el detalle: «en Tracia»), lo que ofendió a las mujeres hasta el punto de matarlo; Filargirio, comentarista de Virgilio, asegura que después de la muerte de Eurídice, Orfeo aborreció a las mujeres y trasladó su afecto a los muchachos, por lo que fue despedazado [10].

[10] Hyg. Astr. 2.7; Philarg. in G. 4.520.


Alejamiento de la Compañía Femenina

     Cuentan Virgilio y Ovidio que Orfeo, tras perder a Eurídice, se apartó de la compañía humana y rechazó el amor de las mujeres. Según Virgilio, durante siete meses lloró sobre una roca junto a la corriente del solitario río Estrimón (G.4.407-509) y «ninguna Venus, ningún Himeneo doblegó su corazón». Vaga solo llorando a Eurídice, obsesionado con su pérdida, y no puede pensar en otras mujeres, por lo que éstas se sienten despreciadas y lo matan. Más que misoginia, se trata de una especie de fidelidad eterna a Eurídice.

     Según Ovidio, Orfeo pasó siete días sin comer a la orilla de un río, llorando y padeciendo (Metamorfosis 10.73-75) y luego estuvo tres años en soledad, evitando todo contacto carnal con mujeres. Muchas querían unirse al bardo, pero éste las ofendió al rechazarlas (multas tamen ardor habebat / iungere se vati: multae doluere repulsae, 81 s.). Ellas lo consideraron "nostri contemptor" y decidieron acabar con él. Como explicación de este rechazo, Ovidio recoge tanto la razón del final infeliz de su relación con Eurídice, como la de Virgilio: la fidelidad a su memoria. Ya hemos visto que también se hace eco del homosexualismo como causa de la ira femenina, como cuenta Fanocles.


La Exclusión de las Mujeres de la Participación en los Misterios

     Según Conón, Orfeo vetó el acceso de mujeres a los misterios que había instituído en Libetra. Los guerreros de Macedonia y Tracia se reunían con él en determinados días en una casa cerrada, dejando a la puerta sus armas. Una noche se apoderaron de ellas las mujeres y, cuando sus maridos salieron, les dieron muerte, a Orfeo lo despedazaron y tiraron al mar sus despojos. Menciona también una de las razones que ya daba Ovidio: por lo mal que había resultado su relación con su mujer, odió a todo el género femenino. Para Graf la exclusión de las mujeres de determinados misterios fue lo que originó el mito etiológico de que fueron éstas quienes acabaron con Orfeo. Hay que señalar que esta noticia se contradice con la realidad de los misterios órficos, que no estaban vetados a las mujeres.

     En varios vasos desde 460 a.C. el poeta tracio aparece cantando sólo para hombres y las mujeres irrumpen, de lo que puede deducirse que la razón de su ira es su exclusión de un círculo masculino presidido por Orfeo, según la tradición que recogen Conón o Pausanias y que veremos a continuación.


Compañía Exclusivamente Masculina

     Pausanias (9.30.5) testimonia que Orfeo sólo se rodeó de hombres, a los que convenció para que lo siguieran en su vagar. Las mujeres planearon su muerte, si bien no se atrevieron a llevarla a cabo por miedo a sus maridos, hasta que cobraron valor mediante el vino. De ahí que los guerreros tracios siempre fueran a la guerra embriagados. Nuevamente estamos ante un mito etiológico, que según Graf intenta explicar una antigua técnica de combate a través del trance, común entre guerreros de pueblos indoeuropeos, como los germanos, los celtas, los iranios y más tarde los «asesinos» iranios. Siempre forman sociedades secretas, por lo que los guerreros seguidores de Orfeo vagando por el país bien pueden reflejar una de ellas.


Interpretaciones Simbólicas del Mito

     Nos han llegado dos interpretaciones simbólicas del mito: para Himerio los autores de la muerte fueron los hombres de Libetra, pero el relato los cambió por mujeres porque, movidos por la envidia ante su canto, emprendieron contra Orfeo una tropelía propia de mujeres. El neoplatónico Proclo, desde una perspectiva filosófica y alegórica, cree que el desmembramiento de Orfeo significa que, una vez que murió, los hombres no pudieron recibir la perfección que éste había alcanzado en el arte musical y sólo participaron fragmentariamente de su ciencia.


1.2. El Desmembramiento de Orfeo por las Ménades

     Otra tradición alternativa atribuye la muerte de Orfeo a ménades o bacantes, que lo desmiembran. Aparece documentada por vez primera en Esquilo (que es además la fuente literaria más antigua sobre el final de Orfeo) y está completamente ausente de la iconografía, como ya se ha indicado. Esquilo puso en escena el episodio en la tragedia perdida Las Basárides (hacia 470-460 a.C.), como se afirma en los Catasterismos de Eratóstenes, que recogen la historia y son el principal testimonio para reconstruír su contenido: Orfeo, después de haber bajado al Hades y de ver cómo eran allí las cosas, abandonó a Dioniso y consideró a Helio (el Sol, identificado con Apolo), como el más grande de los dioses. Todos los días se levantaba poco antes del amanecer y subía al monte Pangeo para ver cómo salía el Sol (y, posiblemente, para rendirle culto) [11]. Esto enfureció a Dioniso hasta el punto de mandar contra él a las bacantes, que lo desmembraron y dispersaron sus restos. Las Musas los recogieron y les dieron sepultura en Libetra, en el monte Olimpo [12]. Es muy probable que la historia constituyera el argumento principal de Las Basárides. Sea o no así, la mayoría de los estudiosos piensa que fue Esquilo quien inventó esta versión de la muerte de Orfeo [13].

[11] La adoración del Sol por parte de Orfeo puede reflejar antiguos cultos solares órficos. El Sol recibía culto entre los tracios y aparece en numerosos textos órficos (contrariamente a lo que dice Nilsson, quien cree que el gesto de Orfeo sería de un simple saludo al Sol, no de culto). Diodoro 1.11.3 cita un verso en que el Sol es identificado con Fanes y Dioniso. En un himno órfico al Sol de época tardohelenística, citado por Mac. Sat. 1.17.42, se considera a Helio generador de todo y se le equipara con Dioniso, Fanes, Zeus, Eubuleo y Hades. El OH 8 está dedicado al Sol. Orfeo como devoto de Helio aparece en la hypothesisde OL, escrita por un gramático bizantino llamado Demetrio Mosco: cuando Orfeo era un niño, estuvo a punto de ser mordido por una serpiente, pero huyó a un santuario cercano de Helio: el padre de Orfeo atribuyó la salvación a este dios, de modo que instituyó un sacrificio anual en su honor, continuado por su hijo Orfeo cuando él dejó el país.
[12] Según Harrison, 3-1922, 463 ss., se trataría de las ménades arrepentidas y en su sano juicio.
[13] Sin embargo, Marcaccini, 1995, 244-246, cree que la versión de Esquilo, en la que las ménades acaban con Orfeo como venganza de Dioniso, sería la más antigua y se correspondería con la reflejada en la cerámica. La tradición de que son las mujeres tracias quienes matan al poeta por su misoginia sería posterior y respondería a una banalización y una secularización del mito, del que se habrían eliminado los componentes religiosos. En los testimonios de esta última versión habrían quedado restos de la vinculación primitiva de la historia con el dionisismo: así, se dice a menudo que las tracias lo despedazan; Paus. 9.30.5 asegura en su relato que lo atacan animadas por el vino; en algunos vasos en que Orfeo es representado rodeado por guerreros aparecen sátiros. No obstante, no parece sostenible que la versión de Esquilo sea la originaria y que sea la misma de la cerámica. Si así fuera, habría dejado una huella más profunda en la iconografía, donde las homicidas nunca se representan con atributos dionisíacos, y en la literatura, donde sólo hablan de ménades unos pocos testimonios muy posteriores a Esquilo: Eratóstenes (que parece reproducir la hypothesisde las Basárides), las adaptaciones latinas derivadas de él y Virgilio y Ovidio, que consideran bacantes a las atacantes de Orfeo, pero las creen movidas por razones personales y no religiosas.

     Sería interesante saber cuál fue la revelación en el Hades que, según Esquilo, produjo en Orfeo la conversión del culto de Dioniso al de Apolo. Quizá en la oscuridad del submundo se dio cuenta del valor de la luz del Sol. Probablemente para el viaje de Orfeo al Hades y la revelación Esquilo se basó en un poema órfico, como alguna de las Catábasis atribuídas a pitagóricos que circulaban en el siglo V a.C.

     Es posible que el tragediógrafo tomara de los órficos su versión de la muerte de Orfeo, pero de una tradición oral, no de algún poema órfico, pues al considerarse tales poemas compuestos por Orfeo, no podrían recoger su muerte, a no ser en forma de profecía, o bien puesta en boca de Museo, el otro autor mítico de este tipo de literatura. Los órficos habrían ideado el desmembramiento de Orfeo para atribuírle el mismo tipo de muerte que sufrió Dioniso a manos de los Titanes [14]. Habrían considerado a las ménades las autoras de su muerte no porque pensaran que Orfeo traicionó a Dioniso y que éste lo castigó a través de ellas, sino para hacer de él una víctima inocente como el niño Dioniso y para poner de manifiesto la crueldad y la hostilidad de los dionisíacos no órficos [15].

[14] Ya señalado por Procl. in R. 1.175 Kroll: Orfeo, como jefe de las τελεσται de Dioniso, murió como su dios, pues el despedazamiento es una de las señales o contraseñas dionisíacas.
[15] Esta interpretación la ofrece Nilsson, 1935, 203 s., que no cree que sea una innovación de Esquilo. Boulanger, 1925, 30, y Heurgon, 1932, 8 también piensan que el suplicio de Orfeo está inspirado en el del niño Dioniso. Con el mito del desmembramiento de Dioniso los órficos condenarían los ritos de las bacantes como crímenes, lo que explicaría su hostilidad hacia Orfeo por blasfemo y su castigo, semejante al de Penteo, otro enemigo de los rituales dionisíacos.

     Otra alternativa más plausible es que esta historia sobre la muerte de Orfeo fuera concebida por los fieles dionisíacos tradicionales. Con ella expresarían su discrepancia frente a las innovaciones de los órficos, como su rechazo al derramamiento de sangre, la práctica del vegetarianismo y el ascetismo. Además, a ojos de un iniciado báquico la figura de Orfeo presenta mucha afinidad con Apolo (la música, la profecía, la magia, la medicina, su carácter de hijo de una Musa y, según algunas versiones, del propio Apolo). Por tanto, aunque los misterios y ritos que Orfeo funda están centrados en Dioniso, para los devotos báquicos la actividad de Orfeo no sería sino una apostasía en beneficio de Apolo. Habrían imaginado una venganza cruel de Dioniso en Orfeo semejante a la que ejecutó en otros enemigos, como Licurgo o Penteo, o a la que el propio Orfeo atribuía a su dios, Dioniso. Más tarde Esquilo habría utilizado esta versión, si es que no la inventó él mismo, como argumento adecuado para una tragedia.

     La historia de Esquilo fue recogida por Eratóstenes en sus Catasterismos, como hemos visto, y posteriormente por su epítome y las diferentes versiones latinas de éste. Varios autores toman algún elemento de la versión, pero siempre dejan de lado la ofensa de Orfeo a Dioniso y la venganza de éste, quizá porque la entendían como una innovación personal de Esquilo [16]. Por ejemplo, Virgilio y Ovidio siguen en lo fundamental la versión de las mujeres tracias, pero hablan por vez primera de que éstas lo desmiembran, y el primero insinúa y el segundo afirma que eran bacantes [17]. Para ambos, los motivos de las mujeres son meramente humanos (el rechazo mostrado hacia ellas por el tracio). Según Ovidio, no sólo no es Dioniso quien manda a las ménades, sino que venga a su sacerdote Orfeo (sacrorum vate suorum) convirtiéndolas en árboles, mientras él se va a Frigia cum choro meliore.

[16] Quizá la mencionaba E. Hyps. Fr. 759a (v. 1570); Isoc.11.38s. se hace eco simplemente del despedazamiento y ofrece como motivo las blasfemias de Orfeo; Apollod. 1.3.2 se limita a ofrecer la versión escuetamente: «Está enterrado en torno a Pieria, despedazado por las ménades», sin indicar las razones; en el citado P. Berol. 13426 hay una interferencia de esta versión: Orfeo es castigado por Afrodita, pero no parece tener mucho sentido que envíe como ejecutoras a las ménades.
[17] En Virgilio G.4.520 las mujeres de los cícones (tracios) atacan a Orfeo inter sacra deum nocturnique orgia Bacchi. En Metamorfosis 11. 1ss., con ocasión de la fiesta de Dioniso, las mujeres tracias se visten con pieles de animales y entran en frenesí. En el v. 22 se las llama maenades.

     El mitógrafo Higino recoge la versión de Esquilo y ofrece otras dos interesantes explicaciones para la ira de Dioniso contra Orfeo: según la primera, cuando éste cantó en alabanza de los dioses ante Hades y Perséfone, olvidó a Dioniso; después, «como muchos dijeron», mientras se deleitaba con el canto en el monte Olimpo, el dios lanzó contra él a las ménades, que lo desmembraron (Higino, Astr. 2.7). Según Ziegler, esta versión procede de un poeta o mitógrafo tardío, que tomó el motivo de la ira del dios de otro mito. De hecho, el mismo Higino señala la semejanza con el de la caza del jabalí de Calidón: Eneo olvidó sacrificar a Ártemis y ésta envió el jabalí como castigo.

     La segunda explicación de Higino es que Orfeo había espiado las iniciaciones de Dioniso, versión incompatible con la tradición común que hace a aquél fundador de misterios dionisíacos. Probablemente es una transferencia a Orfeo de la historia de Penteo.

     Existen varios paralelos interesantes de otras figuras míticas que sufren el desmembramiento ritual que las ménades supuestamente realizaban con animales. Ya hemos señalado el del niño Dioniso en el mito órfico de los Titanes. En la tetralogía de Esquilo Licurgia, de la que formaban parte Las Basárides, se contaba el mito de Licurgo, probablemente en la primera obra, los Edonos. Licurgo, rey del pueblo tracio de los edonos, se muestra hostil a Dioniso y lo expulsa de su territorio, a lo que éste responde enviándole una locura que lo lleva a matar a su hijo Driante; la tierra se hace estéril y el dios indica que la única solución es la muerte de Licurgo; los edonos lo llevan al monte Pangeo, donde es desmembrado por caballos [18]. También el final de Penteo recuerda mucho al de Orfeo en la versión de Esquilo: las ménades lo desmiembran como castigo de Dioniso por haber espiado sus misterios, como se cuenta en las Bacantes de Eurípides. En Egipto Osiris es despedazado y sus restos son transportados en un ataúd por el Nilo (Plu. Is. et Os. 356 Bss.).

[18] Cfr. Apollod. 3.5.1, que debe de representar gran parte del argumento de la Tetralogía o parte de ella (v. West, 1983b, 63 s., quien cree que Licurgo no muere, sino que es encarcelado y se hace sirviente y profeta de Dioniso).


1.3. Otras Versiones de la Muerte de Orfeo

     La versión más extendida de las tracias como responsables de la muerte de Orfeo no obtuvo aceptación general. El historiador del siglo IV a.C. Asclepíades de Trágilo parece que la cuestionó: «Su padecimiento (πάθος) no sucedió». Linforth piensa que quizá se refería a que no fue inmolado por mujeres, pero que es imposible estar seguro. Aparte de las tradiciones sobre la muerte de Orfeo a manos de las tracias o de las bacantes, existen testimonios de otras varias, cada una con su motivación particular.


Fulminación por Obra de Zeus

     El primer texto que menciona la fulminación es un supuesto epitafio de Orfeo transmitido en una declamación atribuída a Alcidamante [19]:

     «Aquí depositaron los tracios a Orfeo, servidor de las Musas, a quien mató Zeus, morador de las alturas, con su fulgurante proyectil».

[19] Alcid. Ulix. 24. Alcidamante vivió en el s. IV a.C., pero su autoría es dudosa.

     No da la razón para lo que parece ser un castigo, pero ésta puede deducirse del último verso:

     «Tras descubrir para los hombres las letras y la sabiduría» (= ¿poesía?).

     Según Linforth, se trataría de un mito ateniense pro-tracio del comienzo de la Guerra del Peloponeso, ya que en él los tracios no sólo no son culpables de la muerte de Orfeo, sino que se preocupan de enterrarlo. En 431 a.C. los atenienses consiguieron el apoyo del rey tracio Sitalces y tratarían de ganarse su simpatía borrando las acusaciones que el mito tradicional de la muerte de Orfeo cargaba sobre los tracios.

     Otro epigrama se basa en el anterior y reproduce exactamente su v. 2:

     «Aquí [en Dío de Macedonia] enterraron las Musas a Orfeo, de lira áurea,
a quien mató Zeus, morador de las alturas, con su fulgurante proyectil».

     No obstante, no especifica las razones de Zeus.

     También Pausanias menciona la fulminación junto a otras dos versiones de la muerte de Orfeo (Paus. 9.30.5):

     «Hay quienes dicen que a Orfeo le sobrevino la muerte fulminado por el dios»,

     y señala el motivo: las enseñanzas que difundía en sus misterios, las cuales eran desconocidas para los hombres hasta entonces. La tradición recuerda el caso de Prometeo, Tántalo o Fineo, que revelaron a los hombres parte del conocimiento secreto reservado a los dioses y fueron duramente castigados por ello.

     Parece tener razón Ziegler, que cree que la muerte por fulminación de Orfeo no es un mito antiguo, sino una reacción a la versión más común, considerada indigna por algunos. Habrían, así, comparado a Orfeo con Asclepio, otro benefactor de la Humanidad muerto por el rayo.


Eliminación por Motivos Políticos

     Estrabón cuenta que Orfeo el tracio vivió en la aldea Pimplea, cerca de Dío, y allí actuaba como un hechicero (γόητα), que reunía dinero gracias a la música, su arte adivinatorio y sus rituales. Con el tiempo, creyéndose digno de algo más, se hizo con una multitud [de seguidores] y con fuerza, lo que quizá aluda a un grupo político. Algunos lo apoyaron, pero otros lo miraron con suspicacia y acabaron matándolo en una conspiración. Estrabón es el único en ofrecer esta interpretación sociopolítica del mito de Orfeo y de su muerte.

     Según Ziegler, se trata de una versión de corte evemerístico de las tradiciones más divulgadas, a las que despoja de lo maravilloso. Por su parte, Graf señala que la historia parece modelada sobre la de Pitágoras en Crotona, igualmente una figura con poderes psíquicos que consiguió poder político reuniendo a numerosos seguidores, hasta que sus oponentes mataron a muchos de ellos. Bernabé, en un análisis del pasaje, muestra que Estrabón ha atribuído a Orfeo, desde una posición hostil, las prácticas características de los orfeotelestas(la música, la magia, la adivinación y la iniciación en los misterios), así como los avatares históricos que los seguidores de Orfeo sufrieron: la expansión social, las sospechas que despertaron y su consiguiente persecución y eventual eliminación [20].

[20] Ziegler, 1939, 1283; Graf, 1987, 89 s.; Bernabé, 2002d.

     Bernabé aduce un paralelo estrecho con la narración que hace Livio (39.8 ss.) de un episodio de la política de Roma hacia los cultos báquicos: Roma prohibió (tal como refleja el decreto Senatus Consultum de Bacchanalibus del año 186 a.C.) y reprimió con sangre las celebraciones orgiásticas en honor de Baco, con la acusación de que promovían conjuras políticas y representaban un peligro social.


Suicidio por el Dolor de Perder a Eurídice

     Pausanias testimonia (9.30.6):

     «Otros han dicho que, habiendo muerto su mujer antes que él, por causa de ella fue al Aorno en la Tesprótide, pues había antiguamente allí un oráculo de los muertos. Y que, creyendo que le seguía el alma de Eurídice, y después de perderla cuando se dio la vuelta, se quitó la vida llevado por la pena».

     Según Ziegler es una interpretación racionalista de la versión común: la muerte a manos de mujeres es entendida como la muerte anímica, que lo conduce al suicidio, provocada por una mujer, Eurídice, a la que no pudo recuperar tras su muerte.


Muerte en la Vejez

     No sabemos si responden a una tradición según la cual Orfeo murió anciano, unos versos de las Argonáuticas Órficas en los que el poeta tracio dice que su madre lo condujo a casa desde Egipto y Libia para que llegara al límite de la muerte en medio de la triste vejez (AO 103 y ss.). Probablemente sólo se refiere a que su madre tenía el deseo, finalmente insatisfecho, de que su hijo muriese apaciblemente en su ancianidad.


2. EL ENTIERRO Y LA TUMBA DE ORFEO


El Duelo

     Varios textos refieren que el triste fin de Orfeo provocó un abundante duelo. Según Antípatro de Sidón lo lloraron las Musas, en especial su madre, Calíope. En otro epigrama se describe cómo se lamentan las mujeres tracias (que en señal de luto vierten ceniza en sus cabellos y se tatúan), Apolo, las Musas y hasta las piedras y los árboles, que el cantor tracio había encantado con su música. Ovidio hace un catálogo más extenso: los pájaros, las fieras, las rocas, los árboles dejan caer sus hojas, los ríos que crecen con las lágrimas, las Náyades y Dríades se ponen de luto y se sueltan el cabello (Metamorfosis 11.44-49). Dión de Prusa cuenta la historia humorística de que los animales se sintieron muy tristes y Calíope consiguió que Zeus los dotara de cuerpo humano, de donde surgió una estirpe de macedonios que luego se estableció en Alejandría. De una clase de perros que lo oían se originaron los tañedores de lira.


Castigo de los Culpables

     Las fuentes hablan muy pocas veces del castigo de los culpables de la muerte de Orfeo. Conón cuenta que tras el suceso sobrevino una terrible peste en la región, considerada por un oráculo como un castigo por el crimen de las mujeres, y que no cesó hasta que la cabeza de Orfeo fue encontrada (en la costa de Asia Menor) y recibió sepultura. Al recinto de la tumba tenían prohibido el acceso las mujeres, como una venganza póstuma del cantor. Pausanias transmite la leyenda etiológica de que el río Helicón, cerca de Dío, se oculta en un tramo bajo tierra, para luego reaparecer, debido a que las mujeres que mataron a Orfeo quisieron lavarse la sangre, pero el río desapareció horrorizado para no purificar tal crimen [21]. Los oradores Libanio e Himerio indican que la región de Libetra, donde se suponía que había muerto Orfeo, fue castigada con la incultura, la aridez artística y el silencio [22]. Ya hemos mencionado que, según Fanocles, los tracios castigaron a sus mujeres estigmatizándolas con tatuajes, acción que, de acuerdo con un epigrama de la Antología, las propias tracias realizaron sobre sí mismas en señal de luto [23].

[21] Paus. 9.30.8 (OF 1066); cfr. Nagy, 1990a, 231, n. 18, que aporta varios paralelos irlandeses de masas de agua que rehúyen el contacto femenino.
[22] Lib. Decl. 1.182 (OF 1064 I), Him. Or. 46.3.
[23] Phanocl. Fr. 1.23-28.


Ubicación de la Tumba de Orfeo

     Las fuentes vacilan a menudo en situar la tumba de Orfeo en Tracia (Damageto) o en Macedonia (Pieria: Apolodoro; Libetra y Dío: Pausanias) [24]. Los tres epitafios de Orfeo conservados difieren en el lugar del enterramiento: los transmitidos por (Pseudo-)Alcidamante y Pseudo-Aristóteles lo sitúan en Tracia, y el de Diógenes Laercio en Dío, Macedonia [25]. Esta divergencia en las fuentes tiene una fácil explicación: la región macedonia de Pieria tuvo población tracia en época prehistórica, según varios testimonios escritos y arqueológicos. Este hecho es un indicio de la antigüedad de las tradiciones que relacionan a Orfeo con este territorio.

[24] Según Damageto, poeta del s. III a.C., la tumba está en las faldas tracias del Olimpo; Apollod. 1.3.2 cuenta que está enterrado en Pieria; Pausanias habla de tumbas de Orfeo en Libetra y Dío; también parece aludir a una sepultura en Tracia, cuando dice: «Los tracios dicen que los ruiseñores que tienen sus nidos sobre la tumba de Orfeo cantan más dulce y más alto».
[25] El epitafio conservado en Alcid. Ulix. 24 atribuye el enterramiento de Orfeo a los tracios, así que es de suponer que la tumba estaba en su región; Ps.-Arist. Fr. 640.48 recoge el epitafio de una tumba en Ciconia (región de Tracia): «Al tracio de lira de oro, hijo de Eagro, / a Orfeo, después de morir lo pusieron en este terreno los cícones»; el epigrama citado por Diógenes Laercio 1.5 como procedente de la tumba de Orfeo en Dío es una combinación de ambos.

     En Pieria, dos ciudades en especial se disputaban la posesión de la tumba de Orfeo: Libetra y Dío. Ya Esquilo, o al menos la versión recogida en Eratóstenes, dice que las Musas enterraron los restos de Orfeo en Libetra. Aunque Conón no especifica el lugar exacto donde se enterró la cabeza de Orfeo, según su versión debió de ser en Libetra, donde recibió muerte, según él. A una supuesta tumba en Dío pertenece el epitafio citado por Diógenes Laercio. Pausanias menciona ambas. Cuenta que los macedonios de Pieria y de Dío pensaban que Orfeo sufrió allí su muerte a manos de las mujeres. No lejos de Dío se conservaba una urna con los huesos de Orfeo en lo alto de una columna.

     A continuación narra otra historia que oyó en Larisa. Los habitantes de Libetra habían recibido el anuncio de Dioniso, mediante un oráculo en Tracia, de que si los huesos de Orfeo veían el Sol, un cerdo devastaría la ciudad, lo que a los habitantes les pareció ridículo. Pero en una ocasión un pastor se quedó dormido a media mañana junto al monumento funerario y en su sueño empezó a cantar versos de Orfeo con dulce voz. Al oír la música, todos los que se encontraban alrededor acudieron a la sepultura y competían por ver más de cerca el espectáculo. Dejaron caer la columna que sostenía la urna, ésta se quebró y los huesos quedaron al descubierto. A la noche siguiente se desató una tempestad y el río, llamado Συς («cerdo»), se desbordó y destruyó las murallas de la ciudad, los templos y las casas y ahogó a todos los hombres y animales. De modo que los macedonios de la ciudad de Dío guardaron los huesos de Orfeo en su territorio.

     Como Libetra contaba con más garantías de tener la tumba auténtica de Orfeo, por ser citada en fuentes antiguas (Esquilo, o al menos Eratóstenes), parece ser que en Dío trataron de contrarrestar esa fama asegurando que el mítico cantor murió allí, como dice Pausanias que oyó. La segunda historia, que a Pausanias le contaron en Larisa, es un intento de conciliar las reivindicaciones de las dos ciudades: en principio la tumba estaría en Libetra y luego habría sido trasladada a Dío. Además, sirve como etiología para explicar la desaparición histórica de Libetra, que ya no existía en tiempos de Pausanias. Su devastación se considera un castigo por profanar y destruír la tumba de Orfeo, que el oráculo ya les había aconsejado no descuidar (no dejar sus huesos al aire).


El Destino Último del Alma de Orfeo

     La mayor parte de los autores que refieren el mito de Orfeo deja de lado la cuestión del destino final de su alma. Lo común es que se le sitúe en el Hades. En la Apologíade Platón (41a), Sócrates espera encontrarlo en la otra vida junto a Museo, Homero y Hesíodo. En el mito escatológico del final de la República (620a), el alma de Orfeo es vista por Er en el lugar indeterminado donde las almas procedentes del cielo o del Hades escogían, ante los tronos de las Moiras y su madre Necesidad, un tipo de vida para su próxima reencarnación en la tierra. Allí, Orfeo elige la vida de un cisne (un animal cantor) para no nacer de vientre de mujer. Es difícil decidir si el alma de Orfeo llegaba del cielo (lugar de las almas justas) o del Hades (de las injustas), sobre todo porque seguramente Platón no se planteó la cuestión. Quizá haya que decantarse por el Hades, a juzgar por el testimonio de la Apología y porque en el Simposio (179d) la calificación moral de Orfeo es negativa, en tanto que cobarde, por no atreverse a morir para encontrarse con el alma de su esposa.

     Virgilio, sin nombrarlo, describe a Orfeo tocando la lira en el Averno, concretamente en el Elíseo destinado a los justos y bienhechores, donde, entre otros héroes, se encuentra también Museo [26]. De forma similar Ovidio, en una original escena poética (Metamorfosis 11.61-66), imagina un destino más digno que el del común de los mortales: el alma de Orfeo es enviada a la región del Más Allá llamada arva piorum (¿el campo Elíseo?), donde se encuentra con Eurídice, la abraza y se pasea junto a ella, contemplándola ya con toda seguridad. También Tzetzes sitúa a Orfeo en el Hades junto a otros poetas (Lino, Támiris, Homero, Hesíodo, Museo) y pensadores (Anaxágoras, Empédocles). Un epigrama funerario anónimo de la Antología Palatina imagina el alma del bardo en el cielo, junto con la de Platón.

[26] Virgilio Eneida6.645 s. «El sacerdote tracio de larga túnica», 6.638 s.: «Las felices regiones y gratos vergeles de los bosques bienaventurados y las moradas dichosas». Museo es mencionado en el v. 667.


Orfeo Deificado

     Existen algunos testimonios, marginales, del ascenso de Orfeo a la categoría de dios. Cicerón plantea la posibilidad de que lo sea, por ser hijo de una musa. Según uno de los escritores de la Historia Augusta [27], el Emperador Alejandro Severo tenía en su larario imágenes de emperadores deificados y de almas santas como Apolonio de Tiana y, «según dice un autor contemporáneo del emperador», de Cristo, Abrahán y Orfeo, junto a las de sus antepasados, a las que tributaba culto (rem divinam faciebat). Ateneo (24. 632c) lo considera «el más inspirado y sabio de los semidioses», como Apolo lo es de los dioses.

[27] Lamprid. Sever. 29.

     Varias fuentes hablan de templos dedicados a Orfeo, que implicarían su categoría de dios, mientras que para otras sólo se trata de santuarios. Conón asegura que la tumba de su cabeza (posiblemente en Libetra) pasó de santuario heroico a templo y que Orfeo acabó recibiendo sacrificios y honores propios de un dios. El Pseudo-Calístenes sitúa una estatua del cantor tracio (rodeado por las Musas y animales salvajes) en un templo de Orfeo en la ciudad de Hiperia (en Bebricia, al Norte de Asia Menor), visitado por Alejandro Magno. Para Plutarco y Arriano la imagen que Alejandro visitó está en Libetra, pero no aluden a ningún templo (según Arriano, es una estatua; según Plutarco, una talla de ciprés) [28]. En un santuario de Orfeo se situaba su oráculo, según Filóstrato, lo que no implica que recibiera culto como dios.

[28] Plutarco Alex. 14.5, Arr. An.1.11.2; los testimonios se encuentran en OF 1084. Hay más noticias de estatuas de Orfeo: Paus. 9.30.4 y Callistr. 7 (OF 1082) aseguran que había una de bronce en el Helicón, junto con figuras de animales y, según Pausanias, con una imagen de Teleté (la iniciación personificada). En Olimpia, una estatua de Orfeo se hallaba junto a otras de Agón, Dioniso y Zeus. En el templo de Deméter Eleusinia, en Teras (Laconia), había una talla de Orfeo (Paus. 3.20.5). Mart. 10.20.6 menciona otra estatua en Roma, rodeada de animales. Se conserva la inscripción, descubierta en Bulgaria, de una estatua de Orfeo.

     Varios autores cristianos ofrecen testimonios bastante singulares, quizá más basados en el prejuicio o en el ánimo polémico que en tradiciones reales. Tertuliano afirma que muchos autores fueron considerados dioses en la Antigüedad, o al menos divinos, como Orfeo, Museo y Ferecides. Melitón de Sardes dice que una estatua del dios babilónico Nebo representaba en realidad a Orfeo. Para Agustín, el tracio nunca fue adorado como dios, pero a menudo se pensó que presidía los cultos infernales [29].

[29] Tertuliano De anim. 2, Melit. 9 (426 Otto), Agustín. Civ.18.14.

     De todos estos testimonios se deduce que la heroización o deificación de Orfeo y su culto tuvieron una escasa difusión en la Antigüedad y se redujeron a círculos locales (relacionados con su leyenda, como Libetra), que quizá las promovieron con fines propagandísticos.–




Sobre el Arquetipo de Orfeo

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     Presentamos en esta entrada un artículo que se publicó en 2007 en la revista española Clínica y Análisis Grupal (vol. 99 Nº 29/2), firmado por el profesor universitario y dedicado estudioso del folklore y la cultura el español Juan José Prat Ferrer, y la doctora española en psicología Almudena García Alonso. Se trata de un erudito y sugerente estudio del significado atribuído al mito de Orfeo (presentado en las dos entradas anteriores) a través de las épocas históricas, y de sus sentidos latentes de manera más contemporánea, en un enfoque de psicología cultural o antropología filosófica que contextualiza al personaje.


El ARQUETIPO de ORFEO y SUS INTERPRETACIONES
desde el ORFISMO hasta NUESTROS DÍAS
por Juan José Prat y Almudena García



     La mayoría de la comunidad científica acepta la interpretación del mito como personificación de lo natural y como respuesta a las preguntas vitales más esenciales; sin embargo, cuando se efectúa un macroanálisis de su evolución en el tiempo, los argumentos son muy dispares. Esto es precisamente lo que ocurre con uno de los personajes míticos que con más fuerza ha influído en el desarrollo artístico y científico de Occidente, Orfeo. Su biografía ha sido transmitida al parecer desde antes de los tiempos históricos más antiguos por una serie de misteriosos relatos míticos; el significado de estos relatos se ha tratado de desvelar una y otra vez, creándose de este modo una multiplicidad de significados que han servido para que hoy día se nos muestre como uno de los héroes más ricos en significado y a la vez más enigmáticos que la cultura occidental ha heredado del mundo helénico.


ORFEO Y ORFISMO

     La figura histórica de Orfeo, si es que este personaje existió alguna vez, quedó totalmente desdibujada en el proceso de transmisión oral de los relatos ya en la Antigüedad ágrafa. Los escritos que afirman su existencia histórica quedan cronológicamente muy lejos del personaje, y por tanto no nos sirven como documentos que avalen su existencia real. De hecho, la antigüedad de este mito es tal que bien se podría colocar en el Neolítico o quizá incluso antes de la llegada de la agricultura. Los escritos que afirman la existencia histórica de este héroe ya quedan cronológicamente muy lejos del personaje, y por tanto no sirven como documentos que avalen su existencia real.

     Pero más allá de la cuestión de su existencia histórica está la de si los griegos creían en ella, pues en cuestión de religiones sobre todo, la verdad no es otra cosa que un programa de creencias, y las verdades que se conforman al programa de creencias de una comunidad no son más que mentiras en otra [1]. El griego antiguo por lo general sí creía en que Orfeo había existido en la Edad de los Héroes, generaciones antes que Homero, pues participó en la expedición de los Argonautas, que era de alguna región situada al Norte de Grecia, y que conocía los secretos del mundo de los muertos [2].

[1] Veyne, Paul, Les Grecs ont-Ils Cru à Leur Myths?, París, 1983, pp. 59 y 177.
[2] Guthrie, William Keith, Orpheus and Greek Religion: A Study of the Orphic Movement. Princeton (Nueva Jersey), 1993, pp. 25-27.

     Pero lo que hoy nos queda de él se amolda a un arquetipo mítico-legendario; la imagen popular de Orfeo que la tradición nos ha legado es la de un músico prodigioso, capaz de amansar las fieras y mover los árboles con el poder de su música, pero hay otra imagen erudita, menos conocida en nuestros tiempos, la de un Orfeo maestro y fundador de un movimiento religioso. Los relatos mítico-legendarios que alrededor de estas dos imágenes se fraguaron fueron varios, y algunos de ellos, sobre todo el de la catábasis [descenso al inframundo], han perdurado hasta nuestros días, ya sea en su versión culta o comercial o en la tradición popular europea. La interpretación que a estos relatos y a la figura de Orfeo se ha dado a lo largo de la Historia ha variado según las ideologías que han marcado las diferentes épocas.

     El profesor de estudios y lenguas clásicas Radcliffe G. Edmonds III afirma en su libro Myths of the Underworld Journey que Platón, Aristófanes y los autores de los textos de las tabletas de oro órficas emplean el relato de la catábasis para redefinir de manera mítica el ámbito que ocupaba la sociedad griega antigua. El mito como discurso agónico seguía vivo en la meta de estos autores; para ellos este mito no era ni dogma sagrado ni entretenimiento, sino una herramienta muy flexible a la que se podía dar una gran variedad de usos. Por otra parte, la catábasis como instrumento pedagógico aparecía en múltiples formas, y cada una de ellas revela un orden cósmico en el que queda reflejado el mundo que vivimos y que queremos construír [3].

[3] Edmonds, Radcliffe G., III, Myths of the Underworld Journey: Plato, Aristophanes, and the 'Orphic' Gold Tablets. Cambridge, 2004, pp. 13-19.

     En la Antigüedad, muchos griegos creían que Orfeo había sido el fundador de un tipo de religión que, al parecer, se expandió por todo el mundo helénico e influyó sobremanera en el desarrollo de la religiosidad occidental. De hecho, es el primer movimiento religioso griego cuyo fundador se conoce. Las menciones más antiguas de él, del siglo VI a.C., ya lo dan como "famoso". Una metopa del siglo VI de Delfos lo representa sentado en el Argos tocando la lira. Los mitos que sobre Orfeo se transmitían acabaron por convertirse en una literatura esotérica que reflejaba una teología particular, y esas creencias e imágenes de alguna manera participaron no sólo en el desarrollo de los cultos mistéricos sino también en la formación del cristianismo primitivo, como se puede ver en la iconografía de las catacumbas de Roma, donde Orfeo es una figura cristológica [4].

[4] Véase Boulanger, André, Orphée: Rapports de l’Orphisme et du Christianisme, París, 1925.

     Si Orfeo es un personaje de tan venerable antigüedad, no es de admirar que en él se acumularan con el pasar de los tiempos toda clase de elementos que hacen que lo que nos queda de él se nos presente a la vez como una contradicción y como una unión de opuestos. Orfeo es el tipo de héroe contrario al cazador atlético y guerrero marcial: él es un poeta y un místico débil de cuerpo, pero con unas propiedades intelectuales y artísticas, chamanísticas, que lo convierten en un ser superior [5]. Orfeo es un personaje que procede del Norte de Grecia, de la Tracia, tierra bárbara donde se desarrolló el salvaje culto a Dionisios. Al parecer nuestro héroe fue un reformador de ese culto introduciendo en él características procedentes del mucho más apaciguado culto a Apolo, que procedía de Asia.

[5] Nagy, Joseph F., "Hierarchy, Heroes and Heads: Indo-European Structures in Greek Myth", en Approaches to Greek Myth, Baltimore, 1989, p. 209.

     Según una tradición, Apolo se hizo cargo de los trozos de Dionisios tras haber arrojado a los Titanes a una olla colocada sobre un trípode y cocerlos. El dios solar enterró el cuerpo de su hermano cerca del trípode délfico. La inspiración del oráculo procedía del mundo de abajo, de la tumba de Dionisios. Éste era el dios oscuro, mientras que Apolo representaba la luz. Esto explica por qué Orfeo daba culto al dios vivo de la claridad prefiriéndolo sobre el dios muerto, y también el hecho de que las bacantes despedazaran el cuerpo del héroe adorador del Sol [6]. Orfeo es, desde luego, un poeta músico interesado en el éxtasis místico, cosa que lo conecta a Apolo, pero el culto que desarrolló se basaba en los ritos orgiásticos de Dionisios. Quizá la función del orfismo fue espiritualizar el salvajismo del ritual dionisíaco, dándole características apolíneas como el equilibrio y el sosiego.

[6] Kerényi, Karoly, Dionisios: Raíz de la Vida Indestructible, Barcelona, 1998, pp. 164-166. Original, 1996.

     La poesía órfica, que desde muy temprano se encontraba unida a los misterios como un elemento ritual de preparación para el éxtasis, es representativa del carácter de Orfeo; mientras que por su contenido es dionisíaca, por su forma es apolínea. Orfeo actúa, pues, como un puente entre lo apolíneo y lo dionisíaco, entre lo bestial y lo divino, y éstas son, según Robert McGahey, precisamente las características del chamán [7]. A este respecto, afirma el mitólogo rumano Mircea Eliade:

     «En efecto, al igual que los chamanes, Orfeo es sanador y músico; encanta y domina a los animales salvajes, desciende a los infiernos para rescatar a Eurídice; su cabeza cortada se conserva luego y sirve de oráculo, al igual que todavía en el siglo XIX se hacía con los cráneos de los chamanesyukagires» [8].

[7] McGahey, Robert, The Orphic Moment: Shaman to Poet-Thinker in Plato, Nietzsche, and Mallarme, Albany, New York, 1994, pp. XV-XVII.
[8] Eliade, Mircea (1999) Historia de las Creencias y las Ideas Religiosas. II: De Gautama Buda al Triunfo del Cristianismo, Barcelona, 1999, p. 219.

     Pero por otra parte, Anne Burton, editora de Diodoro Sículo, señala la necesidad de separar la figura del Orfeo seguidor de Apolo —plenamente identificado con él— que entra en conflicto con Dionisios, del orfismo, religión basada en el culto a Dionisios [9].

[9] Burton, Anne, Diodorus Siculus: A Commentary, Leiden (Holanda), 1972, pp. 99-101.

     Se debate cuál fue la naturaleza del orfismo. Los datos que tenemos este fenómeno son muy fragmentarios. Podría haber sido una secta unificada cuyos miembros se llamaban a sí mismos chatharoi (cátaros), es decir, "puros", o una comunidad religiosa con una estructura sacerdotal, teológica y ritual, o un grupo de sacerdotes o chamanes vagabundos que practicaban una serie de ceremonias y ritos iniciáticos para calmar la angustia, culpa o ansiedad de los creyentes, o un movimiento reformista que predicaba un tipo de vida alternativo más ético y espiritual y cuyos miembros tendían al monoteísmo e interpretaban los mitos como alegorías; podría haber sido un conjunto de creencias sin unidad, o tan solo un tipo de literatura, que es, al fin y al cabo, lo único que nos queda. Ya para el siglo V a.C. ese movimiento había caído en el descrédito.

     El uso que se ha dado a la palabra orfismo desde antiguo no ayuda mucho a la búsqueda de Orfeo como personaje histórico, pues esa palabra se aplica a cosas tan dispares y contradictorias que ninguna religión o práctica unificadas se puede sacar de ella. Existe una serie de escritos atribuídos a Orfeo donde se pueden trazar las líneas básicas de lo que podríamos llamar la doctrina del orfismo. Lo más probable es que los reformadores de la religión griega pusieran sus enseñanzas bajo la advocación y amparo de Orfeo para asegurar la pervivencia de sus escritos, como después se hizo con los apóstoles y otros personajes de la primera etapa del cristianismo.

     Así, las obras del intérprete de oráculos, legislador, músico y poeta ateniense Onomácrito, relacionado con la introducción de los misterios órficos en tiempos de los hijos de Pisístrato, y las obras del monarca ateniense Cécrope, se atribuyeron a Orfeo en algunas tradiciones, según afirma Aristóteles. Al parecer, Onomácrito realizó una labor de compilación y refundición de los poemas atribuídos a Orfeo. Era ésa una época en que la edición, la reescritura, la recreación y la interpolación no se distinguían; la tradición escrita aún se regía en gran parte por los parámetros de la oralidad. No todos los cantos relacionados con el orfismo se atribuían a su fundador: también se atribuyeron a otros héroes relacionados con él, como Abaris, Aristeo, Bakis, Epiménides, Museo o la Sibila. De toda esa literatura sobrevive un conjunto de himnos del siglo II o III de nuestra Era y una Argonáutica órfica escrita entre el siglo IV y el VI. El resto de esos escritos, que se pueden trazar hasta el siglo VI a.C., sobrevive sólo en fragmentos de papiros y en citas de otros autores.

     Se cree que al menos parte del orfismo consistía en creencias sobre la reencarnación. El orfismo parece girar en torno a la idea de la resurrección y toma como modelo a Dionisios: lo mismo que murió y resucitó el niño-dios, así podía hacerlo el iniciado en sus misterios gracias a la reencarnación. El alma, por otra parte, se puede librar de los ciclos de nacimientos y muertes, que siempre hacen que acabe encerrada en un cuerpo, y regresar a su origen divino. En palabras de Joseph Campbell, «el alma de los órficos era "soma sema", es decir, el cuerpo, una tumba [10]. En el orfismo, la salvación se concibe como una liberación del alma encerrada en un cuerpo; la idea de la resurrección de la carne vendrá con el cristianismo» [11].

[10] Campbell, Joseph, The Masks of God: Occidental Mythology, Nueva York, 1964, p. 183.
[11] Loisy, Alfred, Los Misterios Paganos y el Cristianismo, Barcelona, 1990, p. 40. Edición original: Les Mystères Païens et le Mystère Chrétien. París, 1919.

     Para lograr la entrada en el Elíseo y librarse del ciclo de las encarnaciones, un creyente debía llevar una vida virtuosa y ascética, que incluía, además de prescripciones dietéticas como la abstención de comer carne, habas [12] y ciertas clases de pescado, o la obligación de llevar cierto tipo de ropas hechas con cierta clase de tejidos [13], la del celibato y la privación de vino. El ritual órfico podía contener sacrificios incruentos, oraciones, ritos de purificación, omofagia[ingestión de carne cruda], simbolización de ciertos mitos conectados con el infierno y fórmulas que ayudaran al alma en su viaje al Hades y en su juicio [14].

[12] La prohibición de las habas se daba también en el pitagorismo y en los misterios de Eleusis.
[13] No se podía vestir lana en los templos ni ser enterrado con ella.
[14] Mendi, R. W. S., Divine Quest in Music, Nueva York, 1957.

     Los órficos, al parecer, danzaban, es decir, expresaban la música con todo el cuerpo, para así llegar al entusiasmo o trance que les permitía ingresar en el estado divino. Compárese esa práctica con la de los sufíes que bailan girando.

     ¿Era la función del orfismo espiritualizar el salvajismo del ritual dionisíaco, dándole características apolíneas como el equilibrio y el sosiego? Horacio afirmaba que Orfeo había suprimido la antropofagia, y parece que la omofagia solo se usaría en casos excepcionales, ya que había una prohibición de ingerir carne. Esto se explica por la creencia en la transmigración de las almas. Al comer carne, uno se exponía a comer a un antepasado suyo o a un ser humano [15]. La prohibición de la carne también alejaba, a los iniciados, de la tradición, comenzada según la creencia mitológica por Prometeo, de los sacrificios de la religión oficial. Ese rechazo simboliza, en cierta manera, un retorno a la Edad de Oro, desconocedora de las carnicerías del culto olímpico [16].

[15] Loisy, Alfred, op. cit., p. 38.
[16] Cfr. Eliade, Mircea, op. cit., pp. 224-225.


ORFISMO Y PITAGORISMO

     La influencia de Orfeo en el pensamiento griego —y en el occidental— es enorme, aunque son pocos los escritos que nos dejaron sus discípulos; esto permite que algunos discutan la antigüedad del orfismo como movimiento religioso. Al parecer, gran parte de los textos órficos fue obra de los pitagóricos. Para Ivan M. Linforth, autor de The Arts of Orpheus (1941), la literatura órfica no es anterior al Helenismo y la mayoría pertenece al periodo romano; en realidad, el orfismo le parece una fabricación del neoplatonismo. Linforth señala que antes del 300 el término órfico se usaba para referirse a todo tipo de ritos y misterios. En el periodo arcaico, Orfeo sería algo parecido a un patrón de los cultos relacionados con la vida y la muerte [17]. Para otros, la literatura órfica se fecha entre el siglo IX a.C. y el IV d.C.

[17] Linforth, Ivan M., Arts of Orpheus. Berkeley y Los Ángeles, 1941, pp. 18-29. Linforth se fija también en la relación que algunos han querido ver entre una falta cometida por Orfeo y su muerte, que según Platón fue por castigo a su cobardía, según Isócrates, por blasfemia contra los dioses, y según Ovidio, por su pederastia.

     Así, las cosmogonías atribuídas a Orfeo nos son conocidas por las referencias que otros autores hacen de ellas; había cuatro versiones totalmente diferentes: La primera hace de la Noche el origen de todas las cosas; en la segunda, de la mezcla de todo se separa la Tierra, el Cielo y el Mar; la tercera hace del agua el origen de todo: un limón primitivo se condensa para formar la Tierra; y la cuarta, parte de Cronos y un enorme huevo cósmico de plata. A esta confusión de textos atribuídos a Orfeo hace referencia el editor de los Himnos Órficos Miguel Periago Lorente, que dice: "En torno a la figura de Orfeo, y en torno al orfismo como doctrina, ha habido una gran confusión durante siglos, al etiquetar de órficas obras y teorías religioso-filosóficas que no podrían merecer el calificativo de tales"[18]. No obstante, el respeto que por esta literatura se sentía en la Grecia antigua era grande; en el Timeo, Platón considera que la poesía órfica es fuente de sabiduría.

[18] Periago Lorente, Miguel, Introducción a Argonáuticas Órficas, Madrid, 1987, pp. 65-80.

     En la época en que las figuras chamánicas interesaban a los griegos surgió un maestro de quien se decía que acumulaba el saber de diez o veinte vidas humanas [19]. Ese maestro fue Pitágoras (ca. 570-490), que tomó mucho de las enseñanzas del orfismo o de la misma tradición tracia o hiperbórea de la que bebía el orfismo, como la creencia en la reencarnación, una especie de eterno retorno, y ciertas prácticas ascéticas y dietéticas. Se lo relacionaba con el Apolo hiperbóreo; tenía un muslo de oro, el poder de la bilocación y el de poder recordar sus anteriores reencarnaciones. Al igual que ocurre con Orfeo, no queda ningún escrito de Pitágoras; sólo lo conocemos por otros.

[19] Dodds, Eric R., The Greeks and the Irrational. Berkeley y Los Ángeles, 1951, p. 143.

     Si Orfeo era el músico por excelencia, a Pitágoras se lo considera el primer gran teórico de la música; la tradición lo hace el descubridor de las principales consonancias musicales (octava, quinta y cuarta), que siguen las razones 2:1, 3:2, y 4:3; estas proporciones reflejan la música de las esferas que solo él era capaz de oír. El orfismo buscaba el éxtasis por medio de la música, pero no se ocupaba del pensamiento musical abstracto, es decir, de las matemáticas o de la astronomía; eso fue labor de la escuela pitagórica, que lleva a la búsqueda del número como elemento constituyente de todas las cosas y a encontrar en la armonía el orden del cosmos: el número rige el universo, y la relación armónica de los números es la música.

     Según Aecio, Pitágoras fue el primero en llamar "cosmos" al conjunto de todas las cosas, por el orden que en él se encuentra; el pensamiento de Pitágoras representa, pues, el comienzo del logos, del pensamiento científico, aunque aún no despojado de la visión mítica. Porfirio afirmaba que Pitágoras podía oír la armonía de las esferas, cosa que le está vedada al común de los mortales [20]. Éste es el origen del quadriviummedieval: la armonía del número, ya sea en la aritmética, la geometría, la música o la astronomía.

[20] Fubini, Enrico,La Estética Musical desde la Antigüedad hasta el Siglo XX, Madrid, 1988, pp. 46-48. Originales: L’Estetica Musicale dall’ Antichitá al Settecento y L’Estetica Musicale dal Setecento a Oggi, Turín, 1976.

     Pitágoras creía en el efecto de los diversos modos musicales sobre el estado de ánimo; llegaba a curar haciendo escuchar melodías construídas según patrones rítmicos y modales determinados, y los pitagóricos usaban melodías de diversos tipos para regular su vida [21]. Los pitagóricos afirmaban que el alma procede de las regiones celestiales, donde vivía cerca de la divinidad; de ahí cayó debido a cierta falta que cometió y ha quedado condenada a vivir encerrada en un cuerpo; al percibir la armonía musical recuerda su origen. Éste quizá sea el origen del pecado original, que empezó a formar parte de las doctrinas cristianas en el siglo IV. Existe una anécdota que se cuenta de Pitágoras, que también se aplica a otro músico filósofo de la Antigüedad, según la cual un grupo de jóvenes bebidos intentaban entrar en la casa de una dama de buena reputación. Él ordenó al flautista que tocara cierta melodía, y gracias al efecto que ésta tuvo sobre los jóvenes, recapacitaron y abandonaron sus planes. Es en este poder mágico y curativo de la música donde podemos ver la fuente de donde bebía la doctrina de Pitágoras [22].

[21] Eco, Umberto, Arte y Belleza en la Estética Medieval, Barcelona, 1997, p. 46. Original: Arte e Belleza nell’Estetica Medievale, 1987.
[22] Fubini, Enrico, op. cit., p. 50.

     Más que de un pensamiento metafísico, Pitágoras es el creador de un pensamiento estético que concibe una forma de vida hermosa [23]. Los pitagóricos descubrieron ciertos números mágicos con un valor simbólico muy alto, así tenemos el número Π—que representa el círculo—, o la raíz cuadrada de 2 —que representa el cuadrado—, o la "sección áurea", símbolo de la armonía. Esta tradición pitagórica lógico-mítica fue continuada por los constructores de las catedrales medievales y después por los masones.

[23] Bayer, Raymond, Historia de la Estética, Méjico, 1965, p. 29. Original: Histoire de l’Esthétique.


OTRAS PERSONALIDADES GRIEGAS

     Otro personaje relacionado con esta tradición fue Zamolxis, "cuyo rasgo característico era la aplicación de una técnica chamánica, o la actividad mántica, o el descenso a los infiernos"[24]. El obispo Hipólito contaba que este personaje había enseñado la filosofía pitagórica a los celtas. Otro personaje es Abaris el hiperbóreo, a quien una flecha de oro lo guió hasta Pitágoras [25]. Por otra parte, el filósofo, poeta y médico siciliano Empédocles (492-432), cuya vida y muerte también se encierran en leyendas (se tenía por un dios hecho carne, profería oráculos, hacía curaciones milagrosas, detenía los vientos, resucitaba a los muertos y acabó su vida en el cráter del Etna), fue el primero, que sepamos, que habló de los cuatro elementos —fuego, aire, agua y tierra—, y de las dos fuerzas contrarias que los animan: el amor, que los atrae, y la discordia, que los separa. Para él, la historia del cosmos era cíclica. Creía en la reencarnación y en la trasmigración de las almas.

[24] Eliade, Mircea, op. cit., p. 214.
[25] Diaz de Santillana, Giorgio, The Origins of Scientific Thought: From Anaximander to Proclus, 600 B. B. to A. D. 500, Nueva York, 1961, p. 54.

     La filosofía de Platón se enmarca en esta tradición. Platón debe mucho a Pitágoras en su concepción del alma. Platón conoció a los sacerdotes ambulantes llamados orfeotelestes, quienes por medio de sacrificios y purificaciones, lograban el perdón de los pecados, y criticó ese comercio en su República. Fedro y Timeo son los dos diálogos donde se formulan aspectos religiosos y cosmogónicos que siguen la línea marcada por Pitágoras. En Fedro presenta su teoría sobre la época en que el alma vivía en la esfera divina y por eso reconoce en la belleza algo que ya ha visto antes en esa otra vida. En el Timeo, Platón parte de la cantidad y el número para llegar a la belleza de las formas. A Platón lo acusaron de haber compuesto su Timeosacando el material de tres libros pitagóricos que había comprado [26]. Pero es en la Academia donde se perfeccionará la especulación sobre las formas hermosas, los kala schemata, iniciada por la escuela pitagórica y continuada en el Timeo [27]. La idea de que el cuerpo es la tumba del alma aparece en el Gorgias, donde Sócrates hace una clara referencia a la tradición órfico-pitagórica; en el Menón, Platón presenta la idea de la trasmigración de las almas [28].

[26] Bayer, Raymond, op. cit., p. 31.
[27] Bayer, Raymond, op. cit., p. 30.
[28] Eliade, Mircea, op. cit., p. 240.


ORFEO EN LA CIVILIZACIÓN JUDEO-CRISTIANA

     Se debe destacar la influencia del orfismo en otras religiones. Josefo apuntó el parecido que existía entre el movimiento judío de los esenios y el orfismo griego [29]. La apologética judía antigua rindió un culto indirecto a Orfeo. Si Eupolemio (ca. 150 a.C.) sostenía que Moisés fue el primer gran sabio de la Humanidad, que enseñó el alfabeto a los judíos, el cual los fenicios lo tomaron de los judíos y los griegos, de los fenicios, y que fue también el primero en escribir leyes para los judíos, el historiador Artapano de Alejandría, que vivió por esa época, revela que Moisés era, según él, Museo, el maestro de Orfeo [30].

[29] Campbell, Joseph, op. cit., p. 285.
[30] Curtius, Ernst R., European Literature and the Latin Middle Ages, Princeton (Nueva Jersey), 1990, pp. 211-212.

     El cristianismo, como es sabido, se aprovechó de los héroes del mismo modo que ocupó los templos paganos para convertirlos en iglesias; de este modo Cristo acabó siendo representado bajo la forma de Orfeo [31]. Ya en los siglos III y IV se comenzó a fraguar una figura sincrética que participaba de los atributos de Cristo y de Orfeo, cuando no del rey David y de Orfeo. En el culto a Dionisio, el éxtasis representaba la muerte al desprenderse el alma de los lazos que la atan al cuerpo; era un rito de comunión o de participación mística de la muerte y resurrección de Zagreo. En el fondo de la cuestión estaba la creencia en la realidad de la muerte y resurrección del dios. Esta creencia y la cristiana se hallan muy cerca; en ambas religiones se da la muerte y resurrección del dios, y en ambas se participa de ellas por medio de un rito de comunión [32].

[31] Seznec, Jean (1983) Los Dioses de la Antigüedad, Madrid, 1983, p. 180. Original: La Survivance des Dieux Antiques, París, 1980.
[32] Macchioro, Vittorio D. (2003) From Orpheus to Paul, a History of Orphism, Kila (Montana), 2003, pp. 192-193. Original: 1930.

     El orfismo, al igual que otros cultos mistéricos, influyó en el desarrollo de esa gran variante antigua del cristianismo, el gnosticismo. Kurt Rudolph ha señalado la existencia de afinidades entre ambas teologías, como la creencia en que el alma sufre una prisión en el mundo material debido a un desastre ocurrido en tiempos primigenios, y la de que en el ser humano hay partículas divinas añadidas a su naturaleza material, la reencarnación y la liberación de este ciclo por medio del vegetarianismo y otras prácticas ascéticas, aunque también afirma que no existen alusiones directas en los textos gnósticos [33].

[33] Rudolph, Kurt, The Nature and History of Gnosticism, Oxford, 1987, p. 286.

     El mito del desmembramiento de Zagreo nos ha llegado principalmente a través de autores cristianos, Fírmico Materno, Clemente de Alejandría y Arnobio. Gracias a Diodoro Sículo sabemos que en los misterios órficos se celebraba el desmembramiento de Dionisio Zagreo [34]. Este autor hizo referencia al parecido entre la catábasisde Orfeo en busca de Eurídice y la de Dionisios en busca de Semele [35]. Diodoro señaló también que Orfeo introdujo sus misterios en Tebas, y esta ciudad a partir del siglo V fue un centro importante del orfismo. Sin embargo debió haber cierta oposición inicial, si hemos de creer lo que se refleja en Las Bacantes de Eurípides [36].

[34] Cfr. Eliade, Mircea, Historia de las Creencias y las Ideas Religiosas. I: De la Edad de Piedra a los Misterios de Eleusis, Barcelona, 1999, pp. 467-468 y nota 20.
[35] Eliade, Mircea, op. cit., vol. II, p. 220.
[36] Cfr. Burton, Anne, op. cit., p. 101.

     Para los padres de la Iglesia, Orfeo es una prefiguración del logos cristiano. Fulgencio (467-532) en su Mitologiarum Opera hace una lectura alegórica y etimológica del mito de Orfeo y Eurídice; él es la voz hermosa que sale de la boca, ella el juicio sabio [37]. Fulgencio se fijó en la estética de la música y la poesía y usó a Orfeo como un instrumento para la conversión de gentiles. Marciano y Remigio también interpretan alegóricamente el mito de Orfeo; para ambos la imaginación profunda necesita de una bella voz [38]. Friedman ve en esto una variación del tropo sapientia-eloquentia[39]. No se puede explicar el efecto que tiene la música sobre el alma; si se intenta, se perderá.

[37] Cfr. McKinley, Kathryn L., Reading the Ovidian Heroine: Metamorphoses Commentaries 1100-1618, Leiden, Boston y Colonia, 2001, pp. 61-63.
[38] Chance, Jane, The Mythographic Chaucer: The Fabulation of Sexual Politics, Minneapolis, 1995, p. 342, nota 13.
[39] Friedman, John B., Orpheus in the Middle Ages, Cambridge (Massachusstes), 1970, pp. 101-102.


     Orígenes era de la opinión de que la música tenía un efecto benéfico en el ser humano, y que gran parte de la fuerza que tenían los cristianos se debía a que cantaban el nombre de Jesús y otros nombres divinos [40]. Vittorio D. Macchioro afirma que

     «para Orígenes, toda la teología órfica era mitología. Para Celso, toda la teología cristiana era mitología. La reducción, pues de toda la teología a mitología era equiparable a salirse de todo supuesto religioso e investigar sobre el origen e historia de la teología a la luz de la filología» [41].

[40] Macchioro, Vittorio D., op. cit., p. 70.
[41] Macchioro, Vittorio D., op. cit., p. 223.

     Clemente de Alejandría, en su Exhortación a los Griegos, comparaba el falso culto a Orfeo con el que se daba a Cristo. El héroe griego usó mal el don que había recibido para inducir a los hombres a una falsa religión. Para Clemente, el mito de Orfeo, al que consideraba un personaje histórico, estaba formado por la magnificación que la gente hacía de sus hechos. Clemente de Alejandría había condenado a Orfeo por hechizar a la gente sometiéndola a la esclavitud de los demonios [42]. Pero, por otra parte, Orfeo prefigura el logos que lleva a los hombres hacia la verdad y anuncia la llegada de un nuevo reino.

[42] Fubini, Enrico, op. cit., p. 81.

     Agustín de Hipona escribió un tratado De Musica donde señalaba el peligro del amor a una belleza de clase inferior debido al placer que ésta causa; pero si se reconduce el alma para adoptar un pensamiento por etapas que le permita llegar hasta la belleza suprema, entonces el placer es útil [43]. Agustín afirmaba que, al contrario de lo que había escrito Cicerón, Orfeo, sin llegar a ser considerado un dios, era muy venerado.

[43] Fubini, Enrico, op. cit., p. 89.

     Anicio Manlio Severino Boecio (ca. 480-524) presenta la filosofía de las proporciones mucho más de acuerdo con el pensamiento pitagórico que la que había desarrollado Agustín un siglo antes. Boecio escribió De Musica Libri Quinque, obra también llamada De Institutione Musicae. Para Boecio el alma y el cuerpo están sometidos a las mismas leyes que gobiernan los sonidos y las esferas, y de ahí la unión del microcosmos y el macrocosmos. A partir de Boecio se consideró que el verdadero músico era solo el teórico, que llegaba a su conocimiento por la razón; después venía el compositor, que llegaba a la música por intuición; finalmente estaba el intérprete, que no pasaba de ser un mero servidor que ejecutaba lo que se le pedía [44].

[44] Eco, Umberto, op. cit., pp. 43-44.

     Boecio transmitió el mito de Orfeo a la Edad Media en su Consolación de la Filosofía, III, XII. Allí se cuenta que Orfeo perdió a Eurídice al mirar hacia atrás en elcamino de subida; este camino ascendente era para los neoplatónicos una metáforadel camino verdadero, en el que sólo se debe mirar hacia el frente y arriba, pues elcamino descendente lleva a la desesperación y a la destrucción. Al mirar hacia atrás,que equivale a mirar hacia abajo, uno pierde todo lo que podría llevar consigo en suascenso. Boecio, autor muy leído y comentado en las escuelas medievales, se adscribea una interpretación neoplatónica del Timeo. Durante mucho tiempo el relato deBoecio fue la única fuente de la historia de Orfeo [45].

[45] La importancia de Boecio y su interpretación de Orfeo en la historia de la música es bien conocida; baste recordar aquí que la ópera debe sus inicios a las figuras míticas de Orfeo y Eurídice, y que el tema de la catábasis ha sido motivo constante de inspiración para compositores de las más diversas épocas.

     Orfeo siguió presente de una manera u otra en el pensamiento cristiano. Para autores como Marciano Capella (ca. 400), Orfeo era un emblema de la teología cristiana que prefiguraba a Cristo como alegoría de la elocuencia virtuosa. William of Conches y Nicolas Trivet consideraban a Orfeo una alegoría de la elocuencia divina que todo cristiano debe combinar con la verdadera sabiduría. Honorio de Autum en el Liber Duodecim Quaestionum dedica un capítulo a explicar que el universo está dispuesto de modo semejante al de la cítara. Escoto Erígena también trata sobre la música de las esferas al decir que las voces de los elementos del universo, escuchada de modo aislado no producen ningún efecto, pero que oídas en su conjunto producen la armonía [46]. La escuela de Chartres, si bien mantiene el pensamiento pitagórico transmitido por Boecio, ya no habla de un orden matemáticamente inmóvil, sino que lo presenta como dinámico.

[46] Eco, Umberto, op. cit., p. 47.

     El Ovidius Moralizatus, escrito por el clérigo francés Pierre Bersuire en 1362, su fuente, el Ovide Moralisé, traducción y glosa de las Metamorfosis escrita quizá en la primera década del mismo siglo, o Las Morales de Ovidio, que es la versión castellana del siglo XV, dieron una interpretación monástica al relato de la catábasis de Orfeo; interpretaban la mirada hacia atrás en el descenso a los infiernos como una dependencia de los placeres mundanos no superada, de ahí su fracaso; tras esta aventura, la vida del héroe giró en torno a la espiritualidad.


     En las versiones cristianas no se suelen mencionar las inclinaciones homoeróticas que, según otras versiones, desarrolló el músico, sino que se muestra a Orfeo en compañía de los hombres sin que el elemento erótico aparezca. De la misma manera que David, con quien tanto se lo ha identificado en el Medievo, tenía por compañero a Jonatán, a Orfeo se le da un amigo íntimo del mismo nombre en un poema del siglo XI. Sin embargo, en el Ovide Moralisé se culpa a Orfeo de haber inventado un amor contra natura y contra la ley. En el Roman de la Roseatribuído a Jean de Meun se declara que Orfeo merecía ser colgado por haber llevado a los hombres al abandono del amor a las mujeres.

     Durante la Edad Media el recuerdo de Orfeo como un gran músico de la Antigüedad no decayó, pero muchas veces deja de ser un dios o un sacerdote para convertirse en un caballero. Textos narrativos heredados del mundo clásico, como el Libro de Apolonio, ayudaron a que su recuerdo se mantuviera en las clases menos eruditas. Esta tradición continuó en épocas posteriores; Pedro Calderón de la Barca en El Divino Orfeo sigue la línea de la interpretación cristiana del orfismo entendido como religión centrada en la redención, la inmortalidad del alma, la resurrección y el
renacimiento.


ORFEO EN EL RENACIMIENTO

     En el Renacimiento temprano se creía en Orfeo como un poeta teólogo que seguía la tradición de la prisca theologia [una supuesta única y antigua revelación teológica] cuyas figuras más importantes eran Abraham, Moisés, Zoroastro, Hermes Trimegisto, Orfeo, Pitágoras y Platón. Orfeo es el primer teólogo pagano; esta teología es parte de la evolución de la religión natural, no revelada, pero que igualmente tiende hacia la verdad y que algunas mentes privilegiadas habían hecho evolucionar. Dante usa el relato de Orfeo como un modelo de alegoría [47]. El poeta italiano coloca la sombra del héroe griego en el Limbo, junto con las de otros virtuosos paganos.

[47] Grant, Michael, "Una Tradición todavía Vigente", en Historia de las Civilizaciones, 3: Grecia y Roma. Barcelona y Madrid, 1988, pp. 10-34.

     En el quinto capítulo de la Genealogia Deorum Gentilicium, Boccaccio presenta la lira de Orfeo como el instrumento de la elocuencia. En esa obra, que representa el repertorio de mitos que se tuvo en Occidente hasta mediados del siglo XVI, se da un significado alegórico cristiano de tradición medieval a las deidades paganas [48]. Boccaccio sostenía que Moisés fue el primer poeta y el transmisor de las artes poética y profética que pasaron de los judíos a los gentiles. Según Boccaccio, los descendientes de Noé corrompieron el monoteísmo primitivo dando culto a varios dioses, y por eso Dios hizo que hubiera profetas y tras ellos poetas gentiles que escondían los misterios en la poesía. Los filósofos griegos, según él, despersonalizaron esos mitos y los alegorizaron.

[48] La Bibliotecade Apolodoro, que ha sido otra de las grandes fuentes de la mitología clásica, no aparecería sino hasta 1555.

    Hacia 1471 el joven Angelo Poliziano, de diecisiete años, escribe La Favola di Orfeo; cuatro años más tarde la revisa sacándola a la luz como una pieza de cuatro actos con preámbulo y epílogo. En ella se habla de Orfeo cogiendo las flores en la primavera del "sexo mejor", cuando los hombres son ágiles y delgados.

     Para Marsilio Ficino, que solía administrar curas musicales vestido al estilo de Orfeo [49], primero estaba Hermes Trimegisto, el primer autor de teología, lo seguía Orfeo y después Aglaofemo, que había sido iniciado en las sagradas enseñanzas de Orfeo. A éste lo sucedió Pitágoras, cuyo discípulo Filolao fue el maestro de Platón [50]. Ficino toma la teoría pitagórico-platónica de la música de las esferas, que une música con astronomía, y la pone en relación con el Espíritu. Cornelio Agripa, Paracelso, Lefèvre de la Boderie, Pontus de Tyard, Gohori, Pomponazzi, etc., seguirán esta misma línea de pensamiento. Campanella elaborará una teoría de armonías múltiples [51].

[49] McGahey, Robert, op. cit., p. 144.
[50] Cfr. Linden, Stanton J., The Alchemy Reader: From Hermes Trimegistus to Isaac Newton. Cambridge, 2003, pp. 11-12.
[51] Cfr. Zupancic, Metka,"Orphée et Euridice: Mythes en Mutation", Religiologiques Nº 15, 1997
http://www.religiologiques.uqam.ca/no15/intro.html y Durand, Gilbert, "Les Nostalgies d'Orphée. Petite Leçon de Mythanalyse", idem, http://www.religiologiques.uqam.ca/no15/durand.html

     Bajo esta línea de pensamiento surgirá la ópera, cuyas primeras manifestaciones importantes utilizan el relato de Orfeo y Eurídice. Un poema de Naldo Naldi contaba que el alma de Orfeo se fue reencarnnado en Homero, Pitágoras, Ennio y finalmente en Ficino. El busto de Ficino hecho por Andrea Ferucci en la iglesia de Santa Maria dei Fiori lo representa con la lira en al mano en actitud de cantar.

     Según C. G. Corsi en su Vita Marsilii Ficini, Ficino musicalizó los himnos órficos y los cantaba acompañándose de una lira al estilo antiguo. Marsilio Ficino era considerado una metáfora de Orfeo en el círculo neoplatónico de Florencia, así como Poliziano era llamado Hércules, o Landino, Anfión. Ficino tradujo las Argonáuticas y los Himnos Órficos hacia 1462, aunque no los publicó, debido a que su paganismo podía causar una reacción adversa, por un lado, y por respeto al secretismo pitagórico [52]. Ficino aprendió del orfismo la primacía del amor sobre todas las cosas, adaptando al cristianismo neoplatónico la visión del mundo que se presentaba en el orfismo. Para Ficino, Júpiter, que lo contiene todo, contiene también a los demás dioses, afirmación que sustentaba la teoría neoplatónica del Uno del cual todo emana y al cual todo regresa.

[52] Cfr. Warden, John (ed.), "Orpheus and Ficino", en Orpheus: the Metamorphosis of a Myth. Toronto, 1982.

     Por medio del furor divino se llega a percibir y comprender la estructura del universo. Este furor es un don de Dios. Ficino afirmaba que había cuatro niveles de furor: el poético, el sacerdotal, el profético y el erótico, y que Orfeo poseía los cuatro, pues era poeta, sacerdote, profeta y amante. Solamente él y David pertenecen a esta clase, y solo él entre los paganos llega tan cerca de Dios.

     El humanista Cristóforo Landino hizo una interpretación alegórica de Orfeo: las bestias que el héroe amansaba y las rocas que seguían su canto no eran sino los hombres salvajes, duros de corazón y entregados a las pasiones, que gracias a la elocuencia de Orfeo se avienen a vivir en comunidad y someterse a las leyes.


DEL SIGLO XVII AL XX

     El político y pensador inglés Francis Bacon trató de desentrañar el significado práctico que yace oculto en los mitos antiguos en De Sapientia Veterum (1609); para él, los relatos míticos, que proceden de un remotísimo pasado, antes de las corruptas costumbres helénicas, son mucho más que alegorías, pues en ellos se encuentran verdades filosóficas y teológicas. Dedicó una sección a Orfeo que tituló "Orpheus sive Philosophia". Para Bacon, el héroe civilizador por excelencia es Orfeo, cuyas obras son superiores a las de Hércules, ya que proceden de la sabiduría y no de la fuerza. Bacon explicaba la aversión que Orfeo tenía hacia las mujeres como una forma de huír de los placeres que dan las mujeres y los hijos, para poder así dedicarse mejor al servicio de la Humanidad; él prefería perpetuarse en sus hechos que no en la carne [53]. Bacon erigió una estatua a Orfeo poniendo como inscripción "Philosophy Personified", es decir, "La Personificación de la Filosofía" [54].

[53] Swann, Marjorie, Curiosities and Texts: The Culture of Collecting in Early Modern England, Filadelfia, 2001, p. 66.
[54] Bayley, Harold, Shakespeare Symphony: An Introduction to the Ethics of the Elizabethan Drama, Kila (Montana), 2003, p. 173. Original: Londres, 1906.

     Giambattista Vico situaba a Orfeo setecientos años después de Heleno, el que unificó a los griegos dándoles una lengua, y lo consideraba como el gran civilizador de Grecia, comparable a Zoroastro y a Hermes Trimegisto. Vico explica de modo alegórico el amansamiento de las fieras: Orfeo, héroe civilizador sacó a los griegos de la bestialidad, dándoles leyes de comportamiento [55]. La lira, invención de Hermes Trimegisto, la recibió del dios de la luz civilizadora, y simboliza la ley [56].

[55] Vico, Giambattista, New Science, Londres, 2001, pp. 54-57. Edición inglesa de la tercera edición de Scienza Nuova, corregida por el autor, 1744.
[56] Vico, Giambattista, op. cit., p. 273.

     En 1829 Christian Augustus Lobeck recogió y comentó materiales sobre la literatura órfica, aunque durante el siglo XIX y la primera mitad del XX el material sobre el orfismo en los periodos clásico y helenístico era bastante escaso. Se oponía a Georg F. Creuzer, autor de Symbolik und Mythologie der alten Völker(1810–1812). Por esa época se explicaba el orfismo siguiendo patrones que pertenecen más a las religiones modernas que a las antiguas. Jane Ellen y Albrecht Dieterich estaban convencidos de que el orfismo era algo así como una congregación religiosa que ejercía una gran influencia sobre la filosofía contemporánea. Vittorio Macchioro y Robert Eisler llegaron a afirmar que el cristianismo no era sino una derivación del orfismo [57].

[57] Cfr. Eisler, Robert, Orpheus. The Fisher, Kila (Montana), 1992, p. V.


ORFEO Y LOS UNIVERSITARIOS INGLESES VICTORIANOS

     Frazer señala que los reyes de tiempos prehistóricos representaban el papel de un dios y que eran muertos y despedazados; Osiris, por ejemplo, fue descuartizado por Set [58]. Heródoto ya se había fijado en las semejanzas entre Zagreo y Osiris, pero hay muchos más casos; de Rómulo se decía que fue cortado en pedazos por los senadores que después enterraron los pedazos. Penteo, rey de Tebas, fue despedazado por las bacantes, según se cuenta en Las Bacantes de Eurípides; Licurgo, rey de los edonios de Tracia fue despedazado por sus caballos. Ambos se habían opuesto a Dionisios. De Licurgo se decía que fue despedazado para que la tierra recobrase su fertilidad [59].

[58] Sin embargo, Loisy afirma que los salvacionismos centrados en Osiris eran totalmente diferentes del que predicó Orfeo: "La inmortalidad egipcia era, ante todo, una resurrección delmuerto, y sus ritos representaban la reconstitución y la animación del cadáver, mientras que lainmortalidad dionisíaca y órfica se afirma como una feliz supervivencia o como la liberación deuna esencia inmortal". Cfr. Loisy, A., op. cit., p. 40.
[59] Frazer, James G., La Rama Dorada, Méjico, 1944, p. 435. (La primera edición, The Golden Bough, en dos tomos, es de 1890; la edición monumental en doce tomos es de 1907-1914; la edición abreviada por el autor es de 1922).

     Por otra parte, el alemán Max Müller, profesor en Oxford, no pudo dejar de interpretar el mito de Orfeo y de Eurídice en su famosa Mitología Comparada: Ella es la aurora, leve claridad que asoma tan sólo durante unos momentos antes de la salida del Sol.

     Jane Ellen Harrison (1850-1928), una de los miembros más destacados de los "Ritualistas" de Cambridge, se propuso estudiar los antiguos ritos y festivales griegos en su libro Prolegomena to the Study of Greek Religion(1903), ya que, en cuestiones de culto religioso, consideraba que lo que la gente hace es reflejo de lo que piensa. Afirmaba que la tragedia se desarrolló a partir del culto a Dionisios, y que Orfeo fue un profeta que reformó el antiguo culto a esa deidad, culto basado en el éxtasis y que pudo haberse originado a partir de un personaje real martirizado. Harrison pensaba que el núcleo de los misterios órficos se encontraba en el mito de Zagreo, hijo de Zeus y de Perséfone que, tras haber sido descuartizado por los titanes, volvió a renacer gracias a que su padre se había tragado su corazón aún palpitante.

     Jane Ellen Harrison anotó que en la Grecia antigua se identificaba el orfismo con la religión de los seguidores de Dionisios. Ya Heródoto lo había hecho al referirse a la prohibición de usar lana en los ritos fúnebres egipcios, y según Apolodoro, Orfeo había inventado los misterios de Dionisios. Para esta mitóloga, la religión de Dionisios solo se comprende a través de la doctrina de Orfeo, que no es nada sin la religión dionisíaca. Pero también afirma que Orfeo a la vez refleja y contradice a Dionisios.

     Harrison cita a Diodoro Sículo en su explicación de cómo Dionisios instruyó a Jarops sobre sus ritos orgiásticos en agradecimiento a un favor que éste le había hecho. Jarops pasó ese conocimiento a su hijo Eagro, y éste a su hijo Orfeo, quien introdujo muchas modificaciones, y por eso se llaman órficos. Según la investigadora británica, Orfeo enseñaba un monoteísmo centrado en el culto solar [60].

[60] Estas ideas las desarrolla en el capítulo que titula "Orpheus", en Harrison, Jane Ellen, Prolegomena to the Study of Greek Religion, Princeton, 1991. Original: Cambridge, 1903.

     Para Jane Ellen Harrison, "el significado completo y el más alto desarrollo de la religión de Dionisios sólo se entienden a través de la doctrina de Orfeo, y la doctrina de Orfeo separada de la religión de Dionisios es letra muerta" [61]. El hecho de que Orfeo muera despedazado lo convierte en una imagen de Dionisios, del mismo modo que sus misterios son una variante de los misterios del dios [62].

[61] Harrison, Jane Ellen, op. cit., pp. 454-455.
[62] Loisy, Alfred, op. cit., p. 37.

     En "Excursus on the Ritual Forms Preserved in Greek Tragedy", Gilbert Murray, otro miembro del movimiento ritualista, analizaba la relación entre los ritos de fertilidad, el mito prototípico de la muerte y resurrección del dios o einautos, y la tragedia griega. Murray dividió el einautos en secuencias: 1) la lucha, agon, entre la vida y la muerte, el año nuevo y el viejo, el verano contra el invierno o la luz contra la oscuridad; 2) el ritual del sacrificio o pasión y muerte ritual del dios (a veces en un combate ritual), o pathos; en éste encontramos el asesinato de Adonis o Atis, la lapidación de Pharmakos, el desmembramiento de Osiris, Dionisios, Penteo, Orfeo o Hipólito; 3) el anuncio de la muerte (que no se muestra) por un mensajero y la llegada del cadáver transportado en procesión; 4) el lamento o threnos; 5) el reconocimiento del cadáver mutilado, y, finalmente, 6) la resurrección o teofanía del dios, a la que puede seguir 7) una hierogamia o matrimonio sagrado [63].

[63] https://archive.org/details/themisstudyofsoc00harr


ORFEO, ENTRE LA MITOLOGÍA Y LA PSICOLOGÍA DEL SIGLO XX

     El neurólogo vienés Sigmund Freud aplicó el mito de Edipo a su teoría sobre el desarrollo temprano de la psique y al sistema terapéutico que después daría lugar al psicoanálisis. Fruto de este acercamiento interdisciplinar de la psicología a la mitología, para esta escuela son lenguajes simbólicos los mitos, los cuentos y los sueños. La función de estos símbolos sería profundizar en el inconsciente y experimentarlos, porque están llenos de sentido. Según Freud, cuando existe una conciencia reflexiva sobre el inconsciente personal, se produce una condensación energética.

     El psicólogo suizo Carl Jung matiza la idea freudiana afirmando que existe un remanente más profundo de condensaciones energéticas que afloran a nivel consciente en forma de símbolos; a estas condensaciones, que formarían un sustrato situado bajo el inconsciente personal, las denominó "inconsciente colectivo". Realmente a Jung no le preocupaba tanto el hecho de pensar que el inconsciente colectivo se podía situar por debajo o por encima del inconsciente individual, como el que estuviese vinculado a los instintos, ya que esta afirmación permitía salvaguardar la validez científica de su teoría, puesto que los instintos sí estaban justificados a nivel experimental. La tendencia innata y hereditaria de los arquetipos se transmitiría de unos a otros por los instintos. Debemos añadir que la ciencia actual ha demostrado que múltiples especies animales se transmiten comportamientos elaborados de unos a otros a través de los genes.

     Jung plantea que existe un lenguaje común a los seres de todos los tiempos y todos los lugares del mundo, formado por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique, que se sitúa más allá de la razón. En El Hombre y Sus Símbolos defiende que los modelos de pensamiento colectivo de la mente humana son innatos y hereditarios, que funcionan en todos nosotros de forma semejante a los instintos, cuando surge la ocasión. Jung distingue el signo, que refleja lo obvio, del símbolo, que representa algo más que lo obvio, pues se expresa inconscientemente y va más allá de la razón. De este modo, muchos símbolos de muerte trascendencia o liberación acuden a nuestra conciencia sin que sepamos interpretarlos.

     Los arquetipos son remanentes arcaicos con tendencia innata y hereditaria a experimentar las cosas de una determinada manera. Lo perturbador de los arquetipos es que no llegamos a conocerlos del todo, y aunque lo hiciésemos, nunca agotarían su significado. La obra creativa trata con materiales derivados de la conciencia; se interpreta lo consciente que está en la superficie, desdeñando los contenidos invisibles u oscuros como irrelevantes. Pero el visionario se adentra en las zonas más profundas del ser. Cuando se da una situación arquetípica, nos expresamos por medio de imágenes verdaderamente tradicionales, formadas por multitud de voces; entonces no somos ya individuos, sino raza.

     Jung distingue varios arquetipos generales: el maná, la sombra (el lado oscuro de nosotros mismos que no queremos admitir), la persona (la parte de nosotros más distante del inconsciente colectivo), el ánima o aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres, el ánimus o aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de las mujeres, etc. El arquetipo más importante es el self, que supone la unidad última de la personalidad. La meta en la vida sería lograr un self, la trascendencia de todos los opuestos, de manera que cada aspecto de nuestra personalidad se exprese de forma equitativa, aunque para él la perfección sólo se alcanza con la muerte. En realidad, Jung pensaba que somos opuestos; no somos bien o mal, sino ambos, pues si fuésemos sólo uno, dejaríamos de actuar. Así pues, somos femenino-masculino, bien-mal, consciente-inconsciente, individual y colectivo.

     Al contrario de lo que propone el método científico, Jung no va de lo particular a lo general, sino que parte de lo general para entender lo particular; de hecho, esta tendencia produce un efecto concéntrico en el cual todo estaría ya explicado en la teoría, dejando poco espacio para las aportaciones externas. No obstante, la interpretación moderna de los mitos debe mucho a los arquetipos junguianos. Un buen número de dioses y héroes de la mitología clásica han sido analizados bajo esta perspectiva, entre ellos éste de Orfeo. De hecho, para Jung, Orfeo simboliza el poder que tiene la mente humana por medio de su imaginación para encantar sus poderes inconscientes.

     En Dionysus(1933), el psicólogo austriaco Walter Otto rechazaba todas las explicaciones alegóricas, astrales o psicológicas; para él, los ritos suponen un mito, incluso cuando éste no sea evidente. Otto afirmaba que los mitos y los ritos son creaciones monumentales del espíritu humano; el mito es lo que hace posible el pensamiento racional, el conocimiento de lo esencial. Los dioses tienen que estar presentes para ser reales; por eso, en el principio y en el centro de todo está el dios.

     Esta epifanía es la que da vida y significado a las formas primordiales de la religión. Dionisios es un dios nacido de una mujer mortal; su epifanía ocurre en forma mortal: hombre y dios, un dios travestido, a la vez fálico y afeminado, un dios que sufre y que muere. Dionisios es también el dios loco de la paradoja; pero su locura puede curar. La locura extática y la histeria que se produce en los ritos dionisíacos se explican porque en ellas el poseído pierde su individualidad para quedarse inmerso en lo colectivo. En el otro extremo está Apolo, el dios de la música, concebida como los ritmos matemáticos sujetos a un orden que unen todas las notas en un conjunto armonioso. Pero, al contrario de lo que hace Dionisios, Apolo siempre se mantiene distante [64].

[64] Cfr. Morgan, Delia, "Dionysos", en The Dionysos Page, Marzo de 1999
http://home.earthlink.net/~delia5/pagan/dio/Dionysos-99wtp.htm  Véase también Kerényi, Karoly, op. cit., pp. 131-134.

     Junto con Otto, a quien conoció en Grecia, el clasicista húngaro radicado en Suiza, Karoly Kerényi, también trató de dar nueva luz a los mitos griegos antes del proceso de desmitificación. Influído por las ideas de su amigo Jung, estudió las lenguas clásicas y la mitología griega, analizando los arquetipos que en ella se encuentran; entre sus obras se puede citar la serie Die antike Religión. Publicó también Archetypal Images in Greek Religión, compuesta por varios tratados, entre ellos uno sobre Dionisios (La Vida Indestructible) [65]. Según Kerényi, la mitología representa los fundamentos de las culturas; los mitos siempre se desarrollan en el tiempo primordial, y cuentan el origen de las cosas. Para Kerényi, a diferencia de Jung, el arquetipo es una imagen liberadora que opera en el inconsciente colectivo como contenido que aflora espontáneamente de la psiquis cuando el ser humano reacciona ante factores biológicos; esta reacción natural es modelada por cada cultura. Kerény considera que Orfeo es una figura más apolínea que dionisíaca.

[65] Kerényi, Karoly, Dionisios: Raíz de la Vida Indestructible, Barcelona, 1998. Original: 1996.

     El mitólogo estadounidense Joseph Campbell, siguiendo a Karl Kerény, señala que el orfismo se desarrolló en dos vías: una ritualística y otra filosófica, en la que se conectan los pitagóricos, Empédocles y Platón [66]. Para Campbell, Dionisios, el dios que subyace bajo toda la tradición órfica, es el mismo señor de la muerte y de la vida que Tammuz, Osiris, Atis, Adonis o el toro lunar [67]. El fracaso de la catábasis de Orfeo nos enseña, según Campbell, que a pesar de la percepción de que existe una posibilidad de hacer volver el amor perdido del otro lado del terrible umbral, siempre hay un pequeño accidente que hace que la inter-relación entre los dos mundos no se dé; si el fracaso, aunque humano, es trágico, el éxito en esta empresa es sobrehumano y por tanto heroico [68].

[66] Campbell, Joseph, The Masks of God: Occidental Mythology. Nueva York, 1964, pp. 185, 328-329.
[67] Campbell, Joseph, Ibid., p. 234.
[68] Campbell, Joseph, The Hero with a Thousand Faces, Nueva York, 1956, pp. 206-207.

     Según Joseph Campbell, Orfeo es atraído al umbral de lo incierto para derrotar a una sombra o demonio. A veces triunfa y es recompensado, otras veces se va con las manos vacías. En cualquier caso, logra ampliar su conciencia y enriquecer todo su ser. El retorno significa volver como emisario de formas telúricas o ser perseguido por ellas.

     El rumano Mircea Eliade distinguió dos realidades: los mitos y tradiciones en torno al personaje de Orfeo, y el conjunto de creencias y costumbres que forman el orfismo [69]. Según Eliade, pasadas algunas generaciones, el recuerdo colectivo no es capaz de seguir conservando la biografía auténtica de un personaje eminente, sino que éste termina por convertirse en un arquetipo, es decir, en una figura que expresa únicamente las virtudes de su vocación, ilustrada por unos acontecimientos paradigmáticos y específicos del modelo que encarna [70].

[69] Eliade, Mircea, Historia de las Creencias y las Ideas Religiosas, vol. II, p. 217.
[70] Eliade, Mircea, Idem, vol. I, p. 391.


     William Keith Guthrie publicó en 1935 su Orpheus and Greek Religion, con una segunda edición en 1952. Para él, Orfeo pudo haber sido un personaje histórico o no, pero estaba seguro de que no había sido una deidad del panteón griego, ni un dios que decayó convirtiéndose en un héroe, ni un personaje de cuento. Guthrie investigó el mito de Orfeo y el orfismo para intentar descubrir la verdad que subyace en ellos. Intentó descubrir esas creencias por medio del estudio de la religión e Historia antiguas. Guthrie señala que el carácter de Orfeo es en todo similar al de Apolo, ya que es de carácter suave, buen músico y tiene vocación civilizadora. Señaló asimismo que los datos más antiguos lo presentan no como un tracio sino como un griego que vivía en Tracia y que había conservado su religión. Es a partir de Heródoto cuando el orfismo se presenta como dionisíaco. Guthrie cree que los seguidores de Orfeo adoptaron la religión tracia manteniendo mucho de la religión apolínea, y que acabó siendo una mezcla de creencia tracia en la inmortalidad del alma con ideas apolíneas sobre la catarsis. Esta amalgama parece haber ocurrido en el Sur de Italia y en Atenas. Estas mismas ideas aparecen en otra de sus obras, The Greeks and Their Gods[71].

[71] Erwin Rohde en Pysche(1894) ya había señalado que la fusión entre la religión apolínea y la dionisíaca se había dado en Grecia. Cfr. Burton, Anne, Diodorus Siculus: A Commentary, Leiden (Holanda), 1972, pp. 99-100.

     Joseph Falaky Nagy señala la correlación que existe en el radicalismo sexual entre los dominios del hombre y los de la mujer. Debido a su misoginia, las mujeres toman las armas y matan a los hombres que han quedado desarmados, en una inversión de las funciones [72]; a esta inversión debemos añadir otras dos: que la cabeza muerta (de Orfeo) sigue actuando como si estuviera viva, y que la ausencia de castigo propicia la peste. Esta situación irregular se resuelve tras dar a la cabeza el tratamiento debido a los muertos.

[72] Nagy, Joseph Falaky, "Hierarchy, Heroes and Heads: Indo-European Structures in Greek Myth", en Approaches to Greek Myth, Baltimore (Maryland), 1989, p. 211.

     Eric Robertson Dodds, profesor de griego de la Universidad de Oxford, señala que la cabeza que canta y profetiza es una característica chamánica del Norte que aparece también en las mitologías nórdicas y en la tradición irlandesa. Por su parte, Gilbert Durand, afirmaba que "todas las aventuras de Orfeo (...) gravitan alrededor de un leitmotiv permanente y obsesionante: la nostalgia (nostos = regreso, y algia = dolor)" [73].

[73] Durand, Gilbert, op. cit., 1997, http://www.religiologiques.uqam.ca/no15/durand.html


¿PUEDE HABER UN SIGNIFICADO
PARA EL HOMBRE DEL SIGLO XXI?

     Debido a la necesidad humana de poseer patrones y relatos míticos, existen múltiples componentes mentales que juegan un papel fundamental a la hora de interpretar las cosas que nos ocurren a diario. La imaginación es capaz de gestar un universo capaz de llegar a conclusiones diferentes ante un mismo hecho. Así ha ocurrido con los relatos sobre Orfeo, sobre todo el de su catábasis, que se han plasmado como arquetipos para entornos tan diversos como la música, la ciencia, los ritos iniciáticos, la pasión amorosa, el honor mancillado, la fidelidad o la tragedia. Por otra parte, la figura de Orfeo se puede interpretar como el autor de cantos a la fidelidad, como el paradigma de la no aceptación de la muerte inevitable, como la personificación de vulnerabilidad ante la idea de la prohibición que siempre se va a incumplir, o como ejemplo de rechazo a otros amores como consecuencia de la muerte de la amada.

     En todos los mitos existe una polaridad personal, con un Yo aceptable y oficial, y un Yo escondido y negado. Y es aquí donde se encuentra el valor del mito para la sociedad actual. En la catábasis de Orfeo aparecen Eros y Tánatos entrelazados en distintos momentos. Cuando Eurídice parte para siempre, Orfeo cumple escrupulosamente con todas las fases del duelo: negación, ira, duelo y aceptación, si bien es cierto que se detiene en algunas más de lo deseable. El mito recoge la consecuencia de esta no-aceptación, cuando tras su viaje al mundo inferior pierde a su amada al volver la vista antes de que los rayos del Sol la cubrieran. Sin embargo, las otras etapas son recorridas en orden inverso, de forma que ese fluír del tiempo, aliado del olvido como instrumento básico de una mínima higiene mental, no se produce, y Orfeo experimenta una herida tal permanece en él de forma indefinida e inconsolable.

    Como única salida posible queda la ira; la huída hacia amores alternativos con bellos efebos no puede ayudar a difuminar el recuerdo de la amada integrándolo en un apartado especial e incorruptible que no supondría la amputación radical de la capacidad de amar a otra mujer. Amando a nuevas mujeres, podría amar aún más, si cabe, a su gran amor y ésa es la generosidad que subyace al acto amoroso. Podría ser ésta una de las razones explicativas de la permanencia en una fase, a pesar de suponer ésta la deriva hacia una progresiva involución personal.

     El alejamiento de Eurídice supone la separatio de que hablaban los alquimistas. Lo ideal sería la integración de lo consciente con el inconsciente. Este proceso llevaría a una individuación; el grado máximo de individuación ocurre cuando uno, además de curarse a sí mismo, es capaz de curar a los demás. El viaje al interior es opuesto al exterior; existe un ascenso que conduce a una personalidad superior y que desembocará en la figura del curador o chamán. Algunos eligen (o no) el camino de los muertos en vida. El viaje transforma, y se entra en una nueva vida al servicio del otro o de quien lo pueda necesitar. Hablamos de la práctica totalidad de los arquetipos jungianos:ánimus, ánima, la sombra, la persona y el self, reunidos en un mismo mito.

     En realidad, el amor no tiene por qué ser extinguido por el transcurso del tiempo. Nos querremos hasta que la muerte nos separe, repitiendo el mito eterno que establece la relación entre amor y muerte, entre Eros y Tánatos. El amado se encamina hacia la muerte sin saber si es destino trágico. La muerte puede llegar a constituír un claro desafío a la inexorable temporalidad de la vida, siempre que no se asocie el amor a la muerte de forma que se reafirme el valor temporal de Eros a costa del valor intemporal de Tánatos. Al vincularse con la muerte, el amor se convierte en vital y por tanto, en mortal. Cuando Orfeo vuelve el rostro para contemplar a su amada, muestra la vulnerabilidad mortal, característica de la antesala de la muerte a la que siempre precede cierta debilidad física o psicológica, si no ambas. Orfeo siente la muerte como una sustracción, como un rapto que lo conduce al vacío. En otras ocasiones el amado no correspondido escoge la muerte en su desesperación como la sustituta para escapar a una existencia sin amada. De nuevo, el transcurso del tiempo se torna tan lento que se hace insoportable.

     Sin embargo, la muerte puede ser entendida de forma positiva e incluso liberadora, como ocurre en el caso de otra famosa pareja, Romeo y Julieta. La desaprobación familiar es finita y atañe tan sólo a esta vida. Desconocen qué les depara la entrada en una existencia eterna, pero saben que las normas sociales no son capaces de atravesar ese umbral. Son los mitos que describen una auto-destrucción trágica los que vinculan a la muerte con la esperanza.

     Siempre nos quedará la duda de esta idea de muerte como función de un contexto, está sujeta a mutaciones dependientes de factores económicos, demográficos o religiosos, como la presenta Michel Vovelle [74], o si su evolución se produce de acuerdo a factores generados por un inconsciente colectivo proyectado a posteriori sobre la cultura, como defiende Philippe Ariés [75]. Por su parte, Rafael Herrera Guillén [76] planteó que la tragedia sería una consecuencia de la soberbia de Orfeo, quien, deslumbrado por el reconocimiento social de su música inspirada por el amor profesado a Eurídice, habría forzado a ésta a una exposición exterior propiciatoria del fatal desenlace cuando muere por una picadura de serpiente al intentar huír de Aristeo. Cuando Orfeo baja a lo más profundo, ve en sí mismo esos aspectos que tanto odia en los demás, y producto de esa confrontación, se produce una integración de la personalidad que desembocará en la posibilidad de poder vivir una nueva vida. Diversos modelos teóricos de la psicología, sobre todo psicoanalíticos, analíticos, humanistas y gestálticos, plantean la terapia según este paradigma, como una confrontación personal de la que se sale enriquecido.

[74] Vovelle, Michel, Introducción a la Historia de la Revolución Francesa, Barcelona, 2000.
[75] Arès, Philippe, Historia de la Vida Privada. Madrid, 1988.
[76] Herrera Guillén, R., "Orfeo o la Culpa del Creador", Revista de Filosofía 2, 2002, pp. 139-142.

     Es importante centrar este mito en el autor que más ha estudiado su influencia en la psicología y viceversa. Sin embargo, no debemos abordar sólo su enfoque ni desestimarlo por carecer de rigor experimental. Éste ha sido el gran problema de la psicología como ciencia, puesto que al psicoanálisis le sigue el conductismo, empeñado en competir con el surgimiento de nuevas corrientes científicas con gran base experimental. Este hecho motiva el que en la segunda mitad del siglo XX la psicología se encontrara dividida entre psicoanalistas y conductistas como dos modelos irreconciliables y mutuamente excluyentes. Afortunadamente, a finales del siglo XX ya se establecieron corrientes integradoras que supieron comprender que autores como Jung pueden establecer teorías de peso, aunque a nivel experimental no puedan ser demostrables, al menos de momento. Lo complejo es descubrir una realidad evidente y significativa para el ser humano, no presentar un modelo científico-experimental impecable carente de utilidad; lo ideal es aunar ambos conceptos, pero en caso de elegir, Jung es el autor que ofrece un modelo más creativo y motivador, sobre todo en cuestiones de Mitología.

     Quizás los mitos sobreviven en nuestros días porque responden a la necesidad inconsciente de resolver los grandes interrogantes del macrocosmos y del microcosmos con una forma verbal sencilla con el fin de hacerlos accesibles a todos. En cualquier caso, lo que sí nos enseñan todos los mitos, y no sólo el de Orfeo, es que luchar con el fin de trascender los límites biológicos, superar la insignificancia o hacernos perdurables, siempre causará nuestra desgracia.

     Los mitos sobre Orfeo sobreviven porque sin duda reúnen en sí mismos lo que supone la experiencia vital humana: el encontrarse a sí mismo, el disfrutar del mundo que nos rodea a través del conocimiento científico y de la expresión artística, el perder la individualidad al formar una pareja, el intentar recuperarla como reflejo de la lucha por la supervivencia, el aceptar la pérdida de esa unión, el sublimarla transformándola en una unión intemporal, el confrontar el interior de nosotros mismos, el resurgir de nuestros fantasmas interiores y el ser capaces no sólo de sobrevivir a esa experiencia sino de salir reforzados de ella, asumiendo que quizás el único sentido consista en ayudar a los demás con ese algo nuevo fundamental para nuestra existencia y que sólo se conoce a través del viaje interior, viaje permitido sólo a unos pocos puesto que ocurre en circunstancias particulares y del que no todos salen airosos.

     Quizás una de las opiniones más interesantes al respecto sea la de Tejero Robledo [77] cuando afirma que esta personificación se produciría mediante relatos que narran las tensiones existentes entre dicotomías —como la tiranía y la libertad, el mal y el castigo, la vida y la muerte—, proyectando ideas hacia el mundo psíquico, y dotando de continuidad al ciclo del eterno retorno.

[77] Tejero Robledo, E., "El Retorno de los Mitos; Mitología, Literatura y Trasferencia Didáctica", en Didáctica Nº 9, 1997, pp. 279-310.. Trata el mito de Orfeo en las páginas 193-294.

     En cualquier caso, parece oportuno no sustraerse a la naturaleza de la necesidad humana que genera los mitos en general y el de Orfeo en particular. Dentro de esta necesidad humana existen múltiples componentes mentales que juegan un papel fundamental a la hora de interpretar las cosas que nos ocurren cotidianamente, por ejemplo, la imaginación que en su obcecación por gestar un universo interior independiente de la entidad corporal es capaz de llegar a conclusiones diferentes ante un mismo hecho. Hablamos de música, de ciencia, de ritos iniciáticos, de pasión amorosa, de honor mancillado, de fidelidad y, finalmente, de tragedia. En este contexto, el mito de Orfeo supone la integración; es el verdadero encuentro del hombre consigo mismo al enfrentar lo femenino que todo hombre lleva dentro, con lo masculino. Significa la aceptación, en una misma unidad, de naturalezas opuestas o contradictorias. Sólo a través de la conjunción de opuestos se puede alcanzar la individuación.

     Desde antiguo se afirma que los mitos intentan dar sentido a los fenómenos. El ser humano tampoco escapa a la influencia del mito modelado por la realidad social que le toca enfrentar. La función del mito es facilitar la experiencia de tender a la unidad. Puede ser que los mitos expresen una realidad connatural o que sean la interpretación que la sociedad ha hecho de esa realidad. Sea como fuere, no es necesario preguntarnos qué necesidad expresa el mito, sino qué mito nos lleva a su expresión.–



Sobre Orfeo y los Argonautas

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     El doctor Martin Litchfield West (1937-Julio de 2015) fue un académico británico erudito en temas griegos, autor de numerosos libros de comentarios y traducciones de autores griegos antiguos. En este presente artículo que hemos traducido del libro "Orfeo y el Orfismo. Nuevas Perspectivas", una selección de ponencias presentadas en 2005 en el Congreso homónimo llevado a cabo en Mallorca, el señor West se centra en analizar el papel que tuvo el legendario Orfeo en la expedición de los Argonautas, los míticos tripulantes del Argo, la antigüedad de dichos relatos y su relación con otras narraciones griegas antiguas.


ORFEO Y LOS ARGONAUTAS
por Martin L. West
Febrero de 2005



     La obra más sustancial en la sobreviviente recopilación de los asuntos órficos es la Argonáutica, un poema de la Antigüedad tardía en la cual Orfeo es representado como dando su propio relato de la expedición de los Argonautas, en la cual él participó. Pero la leyenda de que él viajó con los Argonautas es mucho más antigua, y es de su historia temprana de lo que voy a hablar de en este artículo.

     De hecho el primer testimonio de Orfeo es el de Orfeo el Argonauta. Una esculpida metopadel Tesoro Sicionio [de la ciudad de Sición] en Delfos, que data de alrededor del año 570 a.C., muestra un barco que es generalmente reconocido que es el Argo[1]. Hay dos jinetes, que deben ser los Dióscoros, y dos cantantes tocando cítaras. Ellos están etiquetados con sus nombres: uno es Orfas, y el otro probablemente Filamón. En fuentes literarias posteriores los Argonautas están acompañados por un solo cantor, y por lo general se trata de Orfeo. Se reporta que el historiador del siglo V a.C. Ferécides, sin embargo, dijo que se trataba de Filamón y no de Orfeo (fr. 26 Fowler).

[1] Fouilles de Delphes 4, pl. 4; LIMC 2 (1) "Argonautai"Nº 1 = 7 (1) "Orpheus" Nº 6; Linforth 1941, 1f.


     No parece haber razón en la versión en la cual los Argonautas tenían a dos cantores con ellos, y la aparición tanto de Filamón como de Orfeo en la metopa délfica es mejor entendida, con Konrat Ziegler, como el reflejo de un compromiso entre dos versiones concurrentes de quién era realmente el cantor [2]. Ziegler pensó que en la versión original era probablemente Filamón, y que él fue desplazado por Orfeo a consecuencia del aumento del interés por el Orfismo. Pero él también admite la posibilidad de que en un monumento diseñado para su erección en Delfos, Filamón puede haber sido añadido a Orfeo debido a su importancia en la mitología délfica: se suponía que él había sido uno de los primeros vencedores en la competición por un himno a Apolo, que había instituído danzas corales en el santuario délfico, y que había muerto luchando con los délficos contra la gente de Flegias [cuando éste atacó Delfos]. Ésta es seguramente la interpretación más probable, la de que Filamón es una variante local y secundaria de Orfeo como el cantor de los Argonautas. En cualquier caso, la metopa demuestra que Orfeo era conocido ya en ese papel.

[2] Ziegler 1939, 1254; cf. LIMC 8 (1) "Philammon" Nº 1 por A. Kossatz-Deissmann.

     Hay otras dos probables piezas de evidencia del siglo VI para Orfeo como un Argonauta. Una es el fragmento de Íbico mencionando al νομκλυτονρφην, "famoso Orfeo" (PMGF 306 Davies *). No hay ningún contexto aquí, pero en otros fragmentos Íbico se refiere a una hermana de Jasón (301) y quizás a la búsqueda de las Arpías por los hijos de Bóreas (292), de modo que él puede haber tenido algún interés por el mito argonáutico.

* PMGF se refiere al texto recopilatorio Poetarum Melicorum Graecorum Fragmenta, editado por Malcolm Davies, Oxford, 1991.

     La otra pieza de evidencia es un pasaje de Favorino que parece estar basado en la épica Korinthiaká atribuída a Eumelo (fr. 22 West). Tiene que ver con los primeros Juegos Ístmicos, en los cuales los Argonautas compitieron después de haber llevado a Medea desde Yolkos a Corinto; ése fue el viaje final del Argo, y Jason dedicó el barco a Poseidón en el Istmo. Favorino enumera a los vencedores en los Juegos, y su lista comienza con lo que es casi un hexámetro entero:Κστορα μν στδιον, Κλαϊν δδαυλον. Orfeo es el vencedor en la competencia de cítaras. Su presencia en los Juegos implica su presencia entre los Argonautas.

     Ninguna de las fuentes que he mencionado hasta ahora contiene una indicación de por qué los Argonautas llevaron con ellos a un cantor en su búsqueda del Vellocino de Oro. Tampoco lo hace Píndaro, quien en su Pitia Cuarta (176 y ss.) incluye a Orfeo en su catálogo de aquellos que acudieron en respuesta al anuncio de Jasón para participar en el viaje. En Hypsipyle de Eurípides (Fr. 752g Kannicht) la heroína recuerda en un aria lírica la visita del Argoa Lemnos, y describe a Orfeo tocando su cítara para dar a los remeros su ritmo. Este motivo se repite en muchos escritores posteriores. Pero en la vida real los remeros se hacían proporcionar este servicio por un auleta [flautista]. La necesidad de ello no era tal como para motivar el alistamiento del famoso citarista Orfeo, aunque una vez que él estuvo allí, él pudiera suministrarlo.

     Una razón más poderosa fue establecida por el mitógrafo Herodoro de Heraclea, quien escribió alrededor de 400 a.C. (FGrHist31 F 43 *). Según él, el sabio centauro Quirón aconsejó que Jasón llevara a Orfeo con él en su expedición, y esto debía permitir a los héroes pasar con éxito por entre las Sirenas. Ésta es la historia contada por Apolonio de Rodas, para quien Herodoro era una importante fuente. Aquí por fin nosotros podemos leer un relato continuo del viaje del Argo, y ver a Orfeo cumpliendo su papel. Al comienzo de su epopeya (1.23-34) Apolonio cuenta cómo Jasón, siguiendo el consejo de Quirón, contrató a Orfeo como un παρωγςἀέθλων, un ayudante en sus demandantes tareas.

* FGrHist se refiere al texto recopilatorio Die Fragmente der griechischen Historiker (1923-1959) del filólogo judío alemán Felix Jacoby (1876-1959).

     En el curso del poema, Orfeo canta en varias ocasiones, y de vez en cuando él da consejo en su condición de vidente. Pero la única ocasión en que él justifica su lugar en el barco realizando un servicio realmente indispensable está en el Libro 4 (891-919), cuando los Argonautas pasan por la isla de las Sirenas. Los oídos de ellos son cautivados por el encantador canto de las Sirenas, y ellos están a punto de desembarcar en la isla, pero Orfeo empieza a tocar su cítara, y su música vence a la canción de las Sirenas. El Argo sigue su camino; sólo un héroe, Boutes, hechizado por lo que él ha oído del canto de las Sirenas, se zambulle por la borda y nada hacia su orilla para escucharlas posteriormente. Él hubiera perecido allí si Afrodita no lo hubiera sacado rápidamente del agua y lo hubiera llevado al Cabo de Lilibeo.

     Ahora, ¿cuán antiguo es este episodio de la leyenda argonáutica? Sabemos que Orfeo ya jugó alguna parte en ello, no posteriormente a la primera mitad del siglo VI. Pero ¿es posible remontar la historia sobre las Sirenas aún más atrás que Herodoro?.


     He sostenido en otro lugar que dicha historia estaba relatada en un poema lírico de Simónides [3]. Hay una serie de fragmentos que indican que Simónides habló de la expedición de los Argonautas con alguna extensión [4]. Él se refirió a la competición de ellos en los juegos en Lemnos por el premio de una capa (algo que Píndaro también menciona); él se refirió a las Simplégades [o Rocas Chocantes], bajo el nombre de Synormades; él usó la palabra νκος [zalea, vellón] para referirse al Vellocino de Oro, y dijo que era blanco y púrpura; él contó cómo Medea rejuveneció a Jasón hirviéndolo, y cómo ellos se establecieron en Corinto. Hace 170 años un brillante erudito de 25 años, Friedrich Wilhelm Schneidewin, publicó tres fragmentos adicionales de Simónides en conexión con el asunto [5]. Éstos son:

PMG 567 Page * (de Orpheo):

τοκαπειρσιοι ποτντ
ρνιχες πρ κεφαλς, νδχθες ρθο
κυανοιξ δατος λλοντο καλι σν οιδι.

«Innumerables aves volaron sobre su cabeza,
y el pez saltó directamente de la oscura agua tras su atractivo canto».

* PMG se refiere al texto recopilatorio Poetae Melici Graeci, ed. por sir Denys Page, Oxford, 1962.
[3] West 2005, 46f.
[4] PMG 544-8 y 576 Page. El último es citado como siendo del "Himno a Poseidón".
[5] Schneidewin 1835, 27-9.

PMG595 Page:

οδγρννοσφυλλοςἀήτα
ττρτνμων, τιςκπεκλυε
κιδναμνα<ν> μελιαδαγρυν
ραρενκοασιβροτν.

«Porque ni siquiera un soplo de viento que sacude las hojas
había allí entoncesque pudiera haber impedido que aquella música
dulce como la miel se difundieray se alojara en oídos mortales».

PMG 508 (de un epinicio para un pentatleta):

ς πταν
χειμριον κατμνα πινσκηι
Ζες ματα τσσερα καδκα,
λαθνεμον δμιν ραν
καλουσιν πιχθνιοι
ερν παιδοτρφον ποικλας λκυνος.

«Como cuando en el mes de las tormentas
Zeus castiga durante catorce días,
la gente en la tierra lo llama el tiempo de los vientos olvidados,
sagrado tiempo de cría del colorido martín pescador».

     Schneidewin de hecho publicó los tres fragmentos juntos para hacer un solo largo fragmento continuo. El primero,PMG 567, está atestiguado como refiriéndose a Orfeo. Él está aquí encantando no a animales y árboles, como de costumbre, sino a aves y peces, y Schneidewin vio que él debe estar en el mar con los Argonautas. Él comparó un pasaje de Apolonio (1.569-79), donde el Argo comienza su viaje y al sonido de la música de Orfeo los peces dan saltos y juguetean y siguen al barco. Él pensó que PMG 595 describía las condiciones tranquilas que permitieron que la voz de Orfeo fuera oída y tuviera su efecto:"pingitur mare delenitum, ut cantus in aures hominum et animalium se insinuare posset".

     Creo que Schneidewin tenía razón para asociar los tres fragmentos unos con otros y con la historia argonáutica; pero podemos mejorar su interpretación. El segundo, PMG 595, describe en mi opinión no una calma que resultó prevalecer mientras Orfeo cantaba en alguna etapa no especificada del viaje, sino la calma mágica que rodeaba a la isla de las Sirenas. Cuando el barco de Odiseo se aproximó a la isla, el viento aminoró, ocurrió una calma sin viento, y las olas se detuvieron:

«Desde aquel instante cesó aquel viento y se sintió alrededor una sosegada calma, pues algún numen estaba adormeciendo las olas»
(Odisea 12.168).

     Un escoliasta refiriéndose a dicho pasaje dice que aquél condujo a "Hesíodo" (fr. 28 MW) a representar a las Sirenas como encantando a los vientos. Un poco más tarde (187) el poeta de la Odisea usa la frase μελγηρυν πα [dulce voz] para referirse a la canción de ellas. Elμελιαδα γρυν [canto dulce como la miel] de Simónides parece ser un eco de esto, y su κοασι βροτν [oídos de los mortales] tiene el mayor sentido si el contexto es la canción de las Sirenas: no había ningún ruido de mar para proteger a los Argonautas de la insidiosa fuerza de las voces de ellas.

     El PMG 508 es probable que sea una comparación que caracteriza aquella calma de las Sirenas. Puede haber habido pocos otros contextos donde tal símil sería utilizable. No puede provenir del poema sobre Danae en el mar con su hijo Perseo encerrados en el baúl de madera (PMG543), porque su metro es incompatible. Por otra parte es similar en carácter a la métrica de 595, y en efecto podría incluso ser una respuesta al 595 si uno postula la pérdida de dos dáctilos:

     No podemos estar seguros de en qué orden estaban los dos fragmentos en el poema de Simónides. Quizás "el mar quedó en calma, (508) como cuando Zeus (etc.)... (595:) Porque ni siquiera un soplo de viento que sacude las hojas, etc.

     El PMG 567 debe haber estado situado después de éstos, no antes. Él se referiría a la canción que Orfeo cantó para responder a las Sirenas. Apolonio, en el amplio tempo de la epopeya, pudo describir el canto de Orfeo para los Argonautas como un acontecimiento diario; en efecto, él usa el motivo del pez encantado a la primera oportunidad, tan pronto como el barco sale al mar (1.572-4). Pero el poeta lírico habrá estado hablando de una canción en una contingencia significativa, a saber, la que salvó a los Argonautas de sucumbir a la tentación fatal.


     Si tengo razón al combinar e interpretar los fragmentos de esta manera, un relato explícito y altamente poético del encuentro de Orfeo y los Argonautas con las Sirenas debía ser encontrado en una de las odas epinicias de Simónides de fines del siglo VI o principios del siglo V a.C., quizás tan pronto como la Korinthiaká del pseudo-Eumelo.

     Otro argumento para la temprana existencia de la historia es el siguiente [6]. Según diversos autores, a las Sirenas les había dicho Proteo que si alguna vez ellas fracasaban en encantar a alguien con su canto, ellas perecerían; cuando Odiseo pasó por entre ellas sin sucumbir a sus tentaciones, ellas se lanzaron desde su acantilado [7]. La evidencia más temprana para la historia es una asombrosa figura roja stamnos que está en el Museo Británico, que data de aproximadamente 470 a.C. Vemos a Odiseo atado al mástil de su barco, que está siendo remado adelante entre dos acantilados que sobresalen, y sobre cada acantilado hay una Sirena con cuerpo de ave. Una tercera Sirena ha caído y se sumerge inmóvil en el mar [8].


[6] Cf. West 2005, 46f.
[7] "Epimenides"fr. 8 Fowler; Lyc. 712-716; Str. 6.1.1; Apollod. Epit. 7.19; Hyg. Fab. 125.13;
141.2; Serv. ad Aen. 5.864; Myth. Vat.1.186; 2.101; Sch. Od. 12.39; Eust. 1709. 48.
[8] Londres E 440; LIMC 6 (1) “Odysseus” Nº 155.

     Ahora, el motivo de la fallida muerte del cantor ocurre típicamente en historias donde hay una competencia o desafío: la Esfinge muere cuando aparece alguien que puede contestar su enigma; Calchas muere cuando Mopsos se demuestra como el vidente superior ("Hes." fr. 278); Homero muere cuando él no puede solucionar el enigma de los muchachos pescadores (Heráclito fr. 56 DK, etc.). Hay historias análogas en la literatura hindú y nórdica. Entonces el suicidio de las Sirenas parece más apropiado para una ocasión en que apareció un mejor cantor que para una en que ellas fueron simplemente frustradas por un capitán amarrado y una tripulación sorda. Probablemente ello se originó en la tradición argonáutica y fue transferido después a Odiseo. De ser así, la tradición argonáutica debe ser más antigua que la pintura de la vasija que muestra el suicidio en relación a Odiseo.

     Pero podemos ir más atrás en el pasado. Hay buenas razones para creer que la historia de las Sirenas enla Odiseaes una de una serie de episodios adaptados de una epopeya más temprana acerca de los Argonautas (West 2005). Ésta no es una teoría nueva. Una larga línea de investigadores homéricos desde Kirchhoff ha reconocido elementos argonáuticos en algunas aventuras de Odiseo. El propio poeta de la Odisea (12.69-72) se refiere al famoso Argo,ργπσι μλουσα[Argo, por todos tan celebrado], como el único barco que alguna vez tuvo éxito en lograr pasar las Rocas Chocantes. Claramente él conocía un poema sobre el asunto.


     Otras alusiones en la poesía arcaica confirman la temprana aceptación del mito. Hesíodo en su catálogo de los principales ríos del mundo (Th. 338-45) incluye al Fasis, que debió su fama completamente a la historia del Argo. El poetade la Ilíada (7.467-9, cf. 20.40f., 23.746f.) sabe de la unión de Jasón con la reina Hipsípila en Lemnos, que siempre fue tratada como un episodio de la expedición argonáutica. Mimnermo (frs. 11-11a West) dedica varias líneas a la exitosa recuperación del Vellocino por parte de Jasón desde los confines de la tierra. Evidentemente éste era un tema famoso en la poesía épica por lo menos hacia la primera mitad del siglo VII a.C., si no antes.

     La poesía argonáutica también debe ser la fuente de la Circe de la Odisea. Tanto ella como su isla tienen el epíteto de Ααη, que inmediatamente las relaciona con Aia, el objetivo del viaje de los Argonautas. La conexión es confirmada más allá de toda duda cuando Circe es presentada como "la propia hermana del funesto Aietes; ambos nacieron de Helios quien brilla para los mortales, y de Perse, hija de Océano". Más tarde en el poema (12.3-4) nos enteramos de que la isla de Circe está localizada en el lejano Este, "donde están las cámaras y lugares de danza del Alba tempranamente nacida, y las ascensiones del Sol". Esto está de acuerdo con la geografía de la temprana Argonáutica, pero es inesperado en términos de la geografía de la Odisea. Casi estamos obligados a suponer que Circe jugó alguna parte en la Argonáuticapre-odiseana, más probablemente como una figura que dio consejo de Jasón acerca de la ruta para regresar desde Aia a Grecia, tal como ella da consejo a Odiseo.

     Ella le dice a Odiseo que cuando él la deje él irá primero a la isla de las Sirenas (12.39), y después que él afrontará una disyuntiva de caminos, entre las Rocas Chocantes y Escila/Caribdis. Las Sirenas, entonces, están atrapadas entre los dos elementos en el poema que son muy claramente etiquetados como argonáuticos: Circe y las Rocas Chocantes. Ellos mismos aparecen, hemos visto, en versiones posteriores de la historia del Argo. Es una razonable deducción el que ellos ya aparecieran en la versión pre-odiseana.

     Si los Argonautas pre-Odiseaencontraron a las Sirenas, ellos deben haber tenido los medios para contrarrestarlas. No hay ninguna razón para suponer que ellos usaron la misma estratagema de Odiseo, bloqueando sus oídos, atando a Jasón al mástil, y dejándolo solo para que disfrute de la dulce música. Su defensa probablemente consistió en la que aparece en relatos posteriores: un cantor excepcional propio que pudiera superar el canto de las Sirenas. Ése era un medio no disponible para Odiseo cuando él llegó. No es sorprendente que Circe no mencione a Odiseo, en el caso de las Sirenas, como ella lo hará en el caso de las Rocas Chocantes, que los Argonautas las pasaron sin peligro. Ella difícilmente podría haber hecho eso sin referirse al cantor de ellos, que hubiera estado fuera de lugar y habría sido inútil para Odiseo. Tampoco podemos esperar que el poeta siga mencionando al Argo en cada episodio que él ha adaptado del poema más temprano. Somos afortunados de que él lo haga al menos una vez.


     ¿Y a quién podría haber sido el cantor de los Argonautas pre-odiseanos sino Orfeo? Filamón es una posibilidad, incluso si su presencia en ese papel es debida a la influencia délfica; hay un par de menciones de Delfos enla Odisea. Pero el nombre de Orfeo es el que más firmemente está en la tradición. No veo ninguna razón de por qué él no debería haber sido celebrado como un argonauta incluso antesde la Odisea.

     Esto puede parecer una hipótesis atrevida. No tenemos ningún testimonio de Orfeo antes de aproximadamente 570 a.C., y quizá se tiende a asumir sin mucha reflexión que él fue una invención del siglo VI. Pero la primera mención en 570 no significa inventado en 580. El intervalo de tiempo entrela Odisea y la escultura délfica es probablemente menos de cincuenta años. En este primer testimonio de Orfeo, es como un argonauta que él aparece. Si aquélla fuese la leyenda principal en la cual él era conocido entonces, es apenas sorprendente que no tengamos ninguna mención más temprana de él, ya que no tenemos ninguna fuente más temprana para la historia de los Argonautas aparte de breves alusiones en Hesíodo, Mimnermoy la Odisea. No hay ninguna razón de por qué Orfeo no debería haber jugado su parte en ello desde el principio.

     Esto lleva a la pregunta: ¿cuán antiguo es el mito argonáutico, y cuán antiguo es Orfeo?.

     En lo que se refiere al mito argonáutico, la versión más temprana de que tenemos algún conocimiento es la que está detrás de la Odisea. He analizado recientemente la relación entre las dos narrativas, y he intentado demostrar que la topografía del poema argonáutico tenía una particular relación con el sector del Mar Negro desde Crimea al Estrecho de Kerch y el Mar de Azov (West, 2005). Si el argumento es aceptado, el poema debe datar de una época en que aquel sector era la zona fronteriza de la exploración griega (esencialmente milesia): provisionalmente visualizada pero todavía no colonizada.

     La mítica Aia, que no había sido todavía localizada en la Cólquide, habrá estado en el extremo oriental de esa zona, siendo el río Fasis probablemente identificado con el Tanais. Los hallazgos griegos más tempranos en los principales sitios en estas regiones —Berezan, Olbia, Quersoneso, Panticapaeum, Nymphaeum, Phanagoreia— han sido datados por investigadores recientes entre 640 y 550 a.C. [9]. Podemos pensar razonablemente en mediados del siglo VII como el tiempo cuando esa área estaba siendo esporádicamente atravesada y cuando los rumores de lo que contenía estaban llegando a Grecia. Ésa debería ser la fecha del poema argonáutico. Una fecha alrededor del año 700 sería improbablemente temprana.

[9] Revisiones de Y. G. Vinogradov, G. Tsetskhladze, J. Boardman, y S. L. Solovyov, resumido en West, 2005, p. 58.

     Sin embargo, ésa no habrá sido la primera epopeya acerca de la expedición de los Argonautas. Como he mencionado, Hesíodo incluye al Fasis en su catálogo de los principales ríos del mundo en laTeogonía: aquello presupone la aceptación del mito hacia el año 700 como máximo. No hay ninguna razón de por qué esto no debería ir bien atrás a la Edad Media griega, quizás al siglo XI o X a.C., cuando los griegos eolios de Tesalia estaban asaltando y colonizando las regiones costeras de Anatolia del Noroeste. En ese entonces ellos deben haberse familiarizado con el Helesponto, y encontraron que el Bósforo daba acceso a un enorme mar abierto que se extendía al Norte y al Este, a regiones desconocidas.

     Las sagas poéticas de ellos estaban centradas en la capital micénica de Yolkos y en héroes como Pelias, Jasón, Peleo y Aquiles. La historia de una lucha dinástica llegó a ser vinculada con el mito de una búsqueda de un tesoro distante, un símbolo de realeza, que tuvo que ser traído desde los confines de la tierra. Los motivos de los cuentos populares abundan en la narrativa: el dragón insomne que protege el tesoro, la ayuda mágica dada por la hija del salvaje rey, los peligros a ser vencidos en el viaje, etc.

     Karl Meuli reconoció el patrón de lo que él llamólos Helfermärchen, el tipo de historia en la cual un grupo de gente emprende un viaje o una búsqueda peligrosos, que tiene entre ellos ciertos individuos con habilidades excepcionales, y cada uno de esos individuos les permite vencer un peligro particular [10]. El excepcional cantor que puede salvar de las seductoras Sirenas al grupo calza perfectamente en la matriz. Para los marineros del Egeo del Norte era natural situar la tierra maravillosa en el cual ocurrían las aventuras en los mares desconocidos más allá del Bósforo.

[10] Meuli 1921, pp. 2-24 = 1975, pp. 594-610; cf. Bacon 1925, pp. 85-91; Davies 2002, pp. 8-15.

     ¿Y cuán antiguo es Orfeo? Si se acepta que él podría haber sido el cantor en la Argonáutica del siglo VII, ¿por qué no debería su nombre remontarse tan atrás como el mito? El hacedor de la música tracia, el nieto de Pieros, tal como las Musas piérides-olímpicas mismas, debería haber estado en casa originalmente en esta tradición poética griega del Norte, para ser llevado desde allí a través del mar a Lesbos, el mítico depósito de la cabeza cortada pero profética de Orfeo. Y hay otra cosa que apunta a la antigüedad de su nombre. Pertenece a la declinación en ς. Ésta es una antigua forma, encontrada en las tablillas Lineal B, común en nombres heroicos (χιλλες [Aquiles], δυσσες [Odiseo], Πηλες [Peleo], Νηλες [Neleo], Τυδες [Tideo], τρες [Atreo], etc.), pero ya no productiva en el período histórico. Nombres de este tipo todavía no estaban siendo creados en los siglos VII o VI.

     Se puede objetar que en las dos menciones más tempranas del nombre de Orfeo él no tiene esta forma: en el monumento délfico aparece ΟΡΦΑΣ [Orfas], y en Íbico, Ορφης [Orfes]. Pero éstas son formas secundarias y dialectales. Herodiano citó el fragmento de Íbico para ilustrar una peculiaridad dórica. Paul Kretschmer coleccionó varios ejemplos paralelos de inscripciones de vasijas, donde los héroes cuyos nombres en la epopeya terminan en ς son escritos con -ΕΣ: Peles, Promethes, Olutes, Perses [11]. El desarrollo de formas dialectales divergentes del nombre de Orfeo es un indicador adicional de su antigüedad.

[11] Kretschmer, 1894, pp. 191 y ss.

     Lo mismo ocurre con la oscuridad del nombre. Cada palabra griega que contiene la sílaba ρφ- (además de varias que no la contienen) ha sido considerada como la clave para su sentido: ρφανς, "privado, huérfano"; ρφνη, "oscuridad"; ὀρφώς, una especie de pez, el gran róbalo. Ninguna de estas etimologías tiene la más remota plausibilidad. Hay muy poco que agregar a la hipótesis de que el nombre de Orfeo está relacionado con el de los védicos bhus. Lingüísticamente la ecuación es posible, si uno abandona la opinión de que el nombre índico corresponde al germánico alp, al nórdico antiguoálfr,y al elf inglés. Pero como figuras míticas, los Ribhus(bhus)no tienen mucho en común con Orfeo.

     Ellos eran tres artesanos que servían a los dioses. Ellos eran originalmente mortales, pero alcanzaron el estatus divino debido a sus maravillosas habilidades. Ellos servían como sacerdotes en la casa de Savitr, y son elogiados como videntes (kavis) sabios e inspirados. Su logro más famoso fue dividir en cuatro el vaso para beber de los dioses. Ellos también hicieron briosos caballos para Indra, un vehículo volador auto-propulsado para los Aśvins, y una vaca que producía la divina bebida sabar. Ellos hicieron a sus ancianos padres jóvenes otra vez, algo que las hijas de Pelias intentan en la saga de Yolkos, pero con Medea, no Orfeo, estando presente.

     La participación de Orfeo en la expedición de los Argonautas no es necesariamente el único elemento antiguo en la mitología de él. Su capacidad de encantar a animales y árboles con su canto, su casi exitosa recuperación de su esposa desde el Hades, su asesinato a manos de mujeres tracias, todos estos temas, celebrados en el siglo V, pueden ser mucho más antiguos, aunque no podamos seguir el rastro más atrás como sí podemos con la aventura argonáutica. Lo que es nuevo en el siglo VI, creo, es la elevación de él al rango de un profeta de salvación, y la composición de la poesía cosmológica y religiosa bajo su nombre; en una palabra, el orfismo.–



Acerca de Traidores y de Prometeo

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     Los siguientes dos artículos que ofrecemos en castellano los hemos traído desde renegadetribune.com, y ambos están firmados por el seudónimo Sacred Runes. El primero, de Septiembre pasado, a partir de un pasaje de la Divina Comedia de Dante, recorre diversos pensamientos referidos a la conducta de la traición. El segundo, de Octubre de 2015, contemplando el mito griego de Prometeo encadenado, establece una serie de analogías entre aquél y la civilización occidental, actualmente encadenada y a merced de sus enemigos.


LOS TRAIDORES y el NOVENO CÍRCULO del INFIERNO
por Sacred Runes
6 de Septiembre de 2015




     La pintura de arriba muestra a Dante con Virgilio en el noveno círculo del infierno. El noveno círculo del infierno de Dante era el círculo más profundo y más oscuro, reservado para la forma más baja de existencia humana de todas: los traidores. Convenientemente, Satán mismo residía en el centro de ese reino, congelado en el lago como los demás.

     Los traidores en el noveno círculo de Dante incluyen a los traidores a los parientes de alguien, los traidores a la comunidad de alguien, los traidores a los huéspedes de alguien, los traidores al señor feudal de alguien, y los traidores a Dios.

     A través de toda la Historia, los traidores han sido universalmente despreciados como los absolutos más bajos de los viles, para no confiar nunca en ellos, para ser rechazados y avergonzados, para ser básicamente condenados al ostracismo, a menudo expulsados, a veces incluso siendo linchados por muchedumbres airadas en tiempos menos civilizados que el nuestro.

     La idea de nueve círculos del infierno viene del poema del siglo XIV de Dante Alighieri "La Divina Comedia", y explora el concepto de nueve círculos concéntricos localizados dentro de la Tierra, ordenados en una jerarquía de acuerdo a la gravedad del pecado cometido, con el noveno círculo reservado para lo peor de lo peor. En la primera parte de la Divina Comedia, conocida como el Infierno, el poema de Dante cuenta la historia de su viaje hacia abajo por los diferentes círculos del infierno, mientras es guiado por el poeta romano Virgilio.


El Traidor: Mis Pensamientos y los Pensamientos de Otros

     Dentro de los círculos del infierno de Dante el traidor es una forma de entidad aún inferior que un asesino, un asesino de masas, un sodomita o un usurero.

     Después de todo, ¿cuál es la gente más peligrosa entre nosotros?: ¿los ladrones?, ¿los violadores?, ¿los asesinos?, ¿los pedófilos?. No. Los traidores son la gente más peligrosa que está entre nosotros. Los traidores son la gente más peligrosa de toda porque ellos ponen en peligro a la nación entera y a cada uno en ella.

     Pero el término "traidor" puede ser bastante amplio, abarcando a cualquiera que las personas perciban que actúa en una manera traicionera hacia ellas.

     Esto entonces invita a preguntarse: ¿a quién exactamente deberían los nacionalistas Blancos considerar como "traidores"? La respuesta es bastante directa, realmente. ¿A aquellos que traicionan sus intereses nacionales? ¡Ciertamente! ¿A aquellos que traicionan los intereses de sus propios consanguíneos? ¡Absolutamente! ¡Por encima y más allá de todos!.

     Pero la cuestión de definir al traidor puede no ser completamente tan en blanco y negro como pensaríamos. Por ejemplo, ¿qué decisión debería tomarse hacia un Blanco anti-Blanco que despierta de la red de mentiras y muestra un potencial para ponerse a nuestro lado? Pienso que en tal caso obviamente usamos el sentido común y animamos a un potencial nuevo recluta. Debemos recordar que muchos Blancos hoy que son traidores a su propia gente son de aquel modo debido a las mentiras que han sido inventadas y han atrapado las mentes de muchos.

     Otro punto importante que hay que notar es la diferencia entre un traidor y un enemigo. En nuestro movimiento, tenemos muchos de ambos con los cuales contender. Mientras ambas categorías causan grandes cantidades de daño a nuestra causa, el enemigo al menos puede ser considerado con algún nivel de respeto, porque ellos no han descartado su humanidad.

     El traidor, por otra parte, nunca puede ser respetado, porque ellos han decidido vender sus propias almas, y han traicionado sus principios, a su prójimo, a su país, y hasta a los dioses mismos. Los traidores han hecho su elección y han elegido su lado. Ellos han perdido todo honor y han renunciado a su humanidad. Ellos de hecho han renunciado a sus derechos a tener algún derecho humano, y han elegido vivir sus vidas como entidades no humanas.

     Si no hay ningún real noveno círculo del infierno reservado para tal gente después de la muerte, entonces sólo podemos esperar que haya algo igualmente tortuoso esperando por ellos.

     No hay nada —absolutamente nada— más peligroso, más despreciable, más vil y más repugnante en esta tierra que un traidor.

    «He aprendido a odiar a todos los traidores, y no hay ninguna enfermedad sobre la cual yo escupa más que la traición» (Esquilo).

    «Me gusta la traición, pero no los traidores» (Julio César).

    «Los traidores desprecian incluso a aquellos a quienes ellos han prestado servicio» (Tácito, antiguo historiador romano).

     La cita de César es completamente interesante cuando uno considera que el hombre era una de las figuras más narcisistas, completamente despiadadas y maquiavélicas que usted podría encontrar alguna vez en la Historia. Pero incluso él tenía las suficientes agallas e integridad moral para denunciar a los traidores con desprecio.

     Los traidores tienen la sangre de su propia gente en sus manos. Marco Tulio Cicerón explica muy elocuentemente el peligro que representa el traidor para todos nosotros en la famosa cita siguiente:

    «Una nación puede sobrevivir a sus tontos, e incluso a sus ambiciosos, pero no puede sobrevivir a la traición desde dentro. Un enemigo frente a las puertas es menos formidable, ya que él es conocido y lleva sus estandartes abiertamente. Pero el traidor se mueve libremente dentro de los muros, con sus maliciosos rumores que se esparcen por todos los callejones, oídos en los mismos salones del gobierno; por cuanto el traidor no aparece como un traidor, él habla con acentos familiares a sus víctimas, y él aparenta el rostro y los argumentos de éstas, apelando a la bajeza que está profundamente arraigada en los corazones de todos los hombres. Él pudre el alma de una nación, él trabaja en secreto y amparado por la noche para socavar los pilares de la ciudad, él infecta el organismo político de modo que ya no pueda resistir. Un asesino es menos de temer. El traidor es la plaga» [1].

[1] Esta cita es efectivamente famosa, sobre todo en el mundo de habla inglesa, pero no es de Marco Tulio Cicerón. Aparece en la novela de 1965 "A Pillar of Iron" (La Columna de Hierro), en el cap. 57, de Taylor Caldwell, atribuída a dicho personaje bajo la mentira de ser un discurso dado ante el Senado romano y supuestamente registrado aproximadamente en 42 a.C. por Salustio. Una búsqueda en las obras auténticas y apócrifas de este último revela que dichos pensamientos (y otros también ampliamente citados) fueron elaborados por la fantasiosa señora Caldwell. NdelT.

     "Ya que el traidor no aparece como un traidor", Cicerón nos advierte en esta cita. Y en ese punto él tiene razón. Muchos traidores permanecen ocultos.


Traidores en el Mundo de Hoy

     Pero la declaración de Cicerón sobre los traidores ocultos, tan de principios básicos como pudiera sonar, no tiene mucha influencia en el mundo moderno. Con lo mucho que me gustaría creer que los traidores dentro de nuestras sociedades son un acontecimiento bastante raro, similar a una rata solitaria que corretea a través del suelo antes de que sea vista, lo que veo en el mundo hoy simplemente no es coherente con este cuadro.

     Los traidores hoy pueden ser vistos por todas partes, a plena vista, a menudo no haciendo ni el más mínimo esfuerzo para ocultar su identidad o acciones. Ocultando sus intenciones tal vez, pero no sus acciones. Y muchas personas dentro de la sociedad simplemente se recuestan y miran despistadamente cómo la traición se despliega. La verdad es que muchas personas están despiertas y pueden ver lo que está sucediendo, pero con tantos otros todavía siendo tan genuinamente engañados o siendo tan genuinamente estúpidos, podemos ver claramente que hay algo muy equivocado con la capacidad de percibir de la gente. Quizás esta situación ha sido bastante recurrente a través de toda la Historia, pero dudo seriamente que alguna vez haya sido como lo es hoy.

     Pienso que la siguiente cita de Eugene V. Debs resume perfectamente cuál es el problema con nuestra civilización:

    «Si fuésemos reales traidores de la gente y de su bienestar y progreso, tendríamos altos cargos, tendríamos ingresos principescos, y pasearíamos en limusinas; y seríamos señalados como los elegidos que han tenido éxito en la vida en una búsqueda honorable, y dignos de emulación por la juventud del país... Es precisamente porque somos desleales con los traidores que somos leales a la gente de esta tierra» (Eugene V. Debs, discurso en Ohio, Junio de 1918).

     Por supuesto, sabemos que los "traidores" a los que Debs se refiere son por su parte simplemente los peones de caníbales predadores que están mucho más alto que ellos en la cadena alimentaria. Esos depredadores canibalescos de la cima me parece que caen en una categoría completamente separada que la cual la mera palabra "traidor" puede llegar alguna vez casi a describir. Está más allá del alcance de este artículo intentar siquiera clasificar a esa gente.

     El actual paradigma político en el que estamos atrapados se presta a proporcionar una inversión completa y total de la verdad, haciendo que los actos de traición parezcan estar en lo correcto, y que de hecho son lo fructífero y próspero que hay que hacer:

    «La traición realmente nunca prospera: ¿cuál es la razón? Porque si prosperara, nadie se atrevería a llamarla traición» (Sir John Harrington).

     No sorprendentemente, pero al mismo tiempo con suprema ironía, los traidores que están en posiciones de poder a menudo etiquetarán como "traidores" a los héroes que intentan resistirse a ellos:

    «Un traidor es todo aquel que no esté de acuerdo conmigo» (Rey George III).

    «La verdad es traición en un Imperio de mentiras» (George Orwell).

     Aunque todavía pueda haber opiniones divididas en cuanto a todo el asunto de Edward Snowden, me parece que su siguiente cita es digna de ser considerada:

    «Si soy un traidor, ¿a quién traicioné? Di toda mi información al público estadounidense, a periodistas estadounidenses que informan sobre cuestiones estadounidenses. Si ellos ven aquello como traición, pienso que las personas realmente tienen que considerar para quién ellas piensan que están trabajando. Se supone que el público es su jefe, no su enemigo» (Edward Snowden).

     Mientras los líderes traicioneros permanecen completamente inmunes a las consecuencias que deberían estrellarse sobre sus cabezas, aquellos que desprecian el árbol de la traición y todos sus frutos pueden afirmar dentro de sus propios corazones qué lado ellos desean elegir:

    «No puedo ser un traidor, ya que no le debo ninguna lealtad. Él no es mi Soberano; él nunca recibió mi homenaje; y mientras haya vida en este cuerpo torturado, él nunca lo recibirá» (William Wallace refiriéndose al rey Edward I).

     El héroe de la guerra civil (estadounidense) Ulises Grant mostró su firme comprensión de las realidades de la política y la intriga en la cita siguiente. En cierto sentido la cita de algún modo recuerda la disyuntiva bipartidista Republicano-Demócrata que la mayor parte de los estadounidenses hoy ve como su única opción. Sin embargo, Grant destila y simplifica el cuadro hasta sus fundamentos más básicos:

    «Hay sólo dos partidos ahora: los traidores y los patriotas. Y quiero de aquí en adelante ser clasificado entre estos últimos que, confío, serán el partido más fuerte» (Ulises S. Grant).


El Castigo Debido

     Con los atestados nidos de traidores que tenemos en las naciones occidentales hoy, realmente tenemos pocas opciones, salvo confiar en las leyes del país para procesar y castigar a esas entidades no humanas.

     Pero es interesante mirar la cólera y la ira que los traidores en el pasado han inspirado entre la gente:

    «¿Tú me estás hablando de suposiciones? Tú eres un traidor: ¡Córtenle su cabeza!» (William Shakespeare, Ricardo III, acto III, escena 4).

    «Ningún castigo es demasiado grande para el hombre que construye su grandeza sobre la ruina de su país» (George Washington).

    «Usted puede perdonar a un asesino, pero nunca a un traidor» (Anónimo).

    «Perdono a aquellos que asesinan y roban porque ellos lo hicieron por necesidad, pero a un traidor nunca» (Emiliano Zapata).

    «Si sólo me quedara una bala, y un soldado enemigo y un traidor estuvieran delante de mí, le dispararía al traidor» (Cornelius Codreanu).

    «¡No hay suficientes maldiciones ni truenos ocultos en las bodegas del cielo, rojo con una ira poco común, para golpear al hombre que debe su grandeza a la ruina de su país!» (Joseph Addison).

    «Hay tres cosas en este mundo que odio: los tontos, los mentirosos y los traidores. A un tonto le puedo enseñar, a un mentiroso lo puedo perdonar, pero a un traidor yo le pegaría un tiro, ya que él es tanto un tonto como un mentiroso» (Anónimo).

     En tiempos de tal traición y engaño, donde los traidores prosperan y la traición es una carrera, la persona temeraria puede considerar ir más allá de las leyes del país y emplear una especie de Volksgericht [tribunal popular] para tratar con esa gente.

     ¿Debemos de hecho arrastrar a estos no-humanos delante de una asamblea de pares en uno de nuestros propios tribunales personales? No. Y tampoco necesitamos hacerlo. Ya hemos de hecho juzgado y condenado a esa "gente" en la sala de tribunal de nuestro propio Volksgericht personal: nuestras propias mentes.

     La mayor parte de los traidores hoy en día no son nada difícil de identificar. Los vemos en la televisión, en la Internety en los periódicos. Oímos lo que ellos dicen y las mentiras que ellos dicen. El observador puede ver las maquinaciones y las traiciones demasiado bien. Con su criminalidad claramente desplegándose, no tenemos que molestarnos siquiera en argumentar contra esa gente. Ellos mismos lo están haciendo.

     Los segmentos de la sociedad que han despertado pueden ver claramente quiénes son los principales traidores dentro de nuestras sociedades. Toda la gente despertada entre nosotros ha juzgado ya y ha condenado a esos elementos criminales en el Volksgericht de sus propias mentes.

     Y cuando el tiempo sea el adecuado, y las leyes del país estén listas para ser aceptadas para aplicárselas a esos criminales, entonces quizá ellos estarán un paso más cerca de su viaje al noveno círculo del infierno. Quizás Virgilio un día estará esperándolos en las puertas para mostrarles el camino.–



LA HERMANDAD de PROMETEO
por Sacred Runes
12 de Octubre de 2015



La Historia de Prometeo y Su Legado

     Prometeo desafió a Zeus robando el fuego del monte Olimpo para dárselo a la Humanidad, y Zeus lo castigó por ello. El astuto Prometeo había engañado a Zeus demasiadas veces en favor de la Humanidad, a la que él favorecía lejos por encima de los dioses.

     Como castigo, Prometeo fue encadenado al lado de una montaña en el Cáucaso con cadenas irrompibles, para sufrir el tormento para siempre, mientras un águila gigantesca se abatiría para devorar su hígado durante el día, sólo para que Prometeo tuviera su hígado regenerado durante la noche.

     Finalmente, sin embargo, el águila fue muerta por Heracles (Hércules) —nada menos entonces que un hijo de Zeus— y Prometeo fue puesto en libertad.

     Prometeo no fue sólo el creador de la Humanidad sino también su salvador. Él no sólo le había dado el fuego sino, como lo revela en el Catálogo de las Artes, una enorme serie de habilidades y conocimientos para asegurar su supervivencia: escritura, matemáticas, medicina, agricultura, arquitectura, metalurgia, navegación, astronomía, y otros. Éste por su parte era el conocimiento que Prometeo había conseguido de Atenea.

     Prometeo era un Titán en la mitología griega, un artesano ejemplar tenido en alta estima como el más brillante de su raza. Su nombre se traduce como "pre-visión", y la astucia de Prometeo en efecto estuvo enfocada en la previsión y la cautela para beneficio de la Humanidad, más bien que para los dioses del monte Olimpo, cuya auto-indulgencia e indiferencia ante el sufrimiento del hombre él despreciaba

     Pero Prometeo era más que sólo todas estas cosas. Mucho más. Él fue la semilla de un arquetipo que dura hasta este mismo día. Prometeo es tradición, mito, leyenda, símbolo y arquetipo, y ha proporcionado un interminable estímulo para inspirar a las mentes astutas de la civilización occidental en muchos esfuerzos.

     La inspiración proporcionada por el arquetipo de Prometeo está bien documentada, sobre todo durante y después del Renacimiento, y ha inspirado fuertemente a nuevas generaciones de pensadores dentro de una gran variedad de disciplinas, desde artistas, poetas, escritores, escultores, hasta cineastas, ingenieros e inventores. Su esencia y significado siguen permanentemente grabados dentro de nuestra civilización.

     En efecto, la notable pieza literaria de Mary Shelley, "Frankenstein", tiene como título completo "Frankenstein o el Prometeo Moderno". Y convenientemente, dentro de dicha novela, vemos el resultado final del "fuego" que Victor Frankenstein infundió en su creación, saliéndole el tiro por la culata, con el doctor Frankenstein mismo castigado tal como Prometeo lo fue.

     Incluso ahora, mientras lentamente labramos nuestro camino por entre el siglo XXI, el arquetipo de Prometeo está cualquier cosa salvo muerto.


El Arquetipo de Prometeo y la Civilización Occidental

     El arquetipo de Prometeo muy definitivamente tiene paralelos con la situación en que nuestra gente se encuentra hoy, puesto que, tal como Prometeo fue el mayor benefactor de la Humanidad sólo para ser castigado a perpetuidad por sus acciones, del mismo modo la civilización occidental, después de proporcionar a la Humanidad la mayor explosión de contribuciones beneficiosas que la raza humana haya conocido alguna vez, también está teniendo sus entrañas roídas día tras día. Y, tal como sucedió con Prometeo, estamos indefensos, habiendo sido encadenados a la fuerza mientras miramos impotentemente cómo nuestra civilización, y por extensión nuestra gente, está siendo comida viva.

     A diferencia del caso de Prometeo, no es Zeus o ninguno de los dioses del monte Olimpo los que son nuestros enemigos, sino los auto-designados dioses de este mundo, que han visto adecuado usurpar nuestra civilización, saquear sus magníficos logros, y desecharnos a un lado para que nos marchitemos y muramos.

     Nunca ha habido un acto más despreciable y desgraciado de traición que éste en la esfera entera de la existencia humana. Los auto-designados dioses de este mundo han usado antes similares estrategias parásitas muchas veces, pero nada en absoluto comparable a la escala en la cual ello está siendo usado contra nuestra gente hoy.

     Empleando una viciosa y cuidadosamente orquestada red de constante desinformación, distorsiones y difamación contra nuestra gente y nuestra historia, los dioses de este mundo nos han crucificado y encadenado a esta roca en la cual ahora nos encontramos abandonados.

     Los dioses de este mundo, que están más cercanos a ser entidades demoníacas más bien que deidades o humanos, han inventado la falsa ecuación de que la civilización occidental es equivalente a opresión eterna, explotación y crueldad, y que su gente por lo tanto no es digna de ser salvada. Ellos selectivamente han magnificado, minimizado, distorsionado y mentido, sólo enfocándose siempre en lo negativo, y con exclusión de todo lo demás.

     Pero la civilización occidental es el patrimonio de nuestra gente. De nadie más. ¡De la nuestra! Y vamos celosamente a recuperarla.

    "La época de la culpa se ha terminado. No pediremos perdón por nuestros logros. Nuestra historia no puede ser usada como un arma contra nosotros. No estamos en deuda con nadie. Nuestro glorioso pasado es un asunto de orgullo y alegría para nosotros. Independientemente de lo que hayamos hecho en el pasado, sólo nos inspira hoy para hechos aún mayores mañana"(Kai Murros).

     ¡Es debido a nuestra civilización que las vidas de aproximadamente 5.000 millones de personas han sido salvadas!. ¡La civilización de nadie más, sino la nuestra! Es debido a nuestra civilización que el 40% de la población de la Tierra hoy puede seguir comiendo. Es en gran parte debido a nuestra civilización que la población del mundo aumentó de 2.500 millones a 7.000 millones dentro del espacio de 70 años. Es debido a nuestra civilización que la esperanza de vida de los pueblos en muchas partes del mundo prácticamente se ha duplicado, y que las tasas de mortalidad infantiles han sido reducidas, y que la viruela ha sido erradicada, y que una gran multitud de enfermedades mortales es evitable ahora, y ya no mata a incontables millones.

     Es debido a nuestra civilización que innumerables tecnologías han sido exportadas a naciones en desarrollo, creando el entramado mismo de prácticamente el mundo moderno entero. ¡Nuestra civilización exploró el planeta, implementó la electricidad, perfeccionó los principios de la ingeniería, creó el computador, dividió el átomo, alcanzó la Luna y envió sondas hacia el Sistema Solar para observar los planetas!.

     Todos estos logros supremos y muchos, muchos más. Éstos son logros dignos del nivel más alto de orgullo. Nunca ha habido ninguna civilización que haya igualado siquiera remotamente a la nuestra. Sume cada logro de cada otra cultura, sociedad, civilización o gente, y luego multiplíquelo por 100 o incluso por 1.000, y usted todavía no estaría ni siquiera cerca de la interminable miríada de tecnologías que salvan vidas y avances beneficiosos que la civilización occidental ha proporcionado al mundo. Y ahora mire los agradecimientos que nuestra civilización ha recibido por todo esto...

     Hay ahora miles de millones de personas en este planeta que ni siquiera existirían si no fuera por nuestra civilización. Piense en eso. Miles de millones. Llévese la civilización occidental, ¿y qué tiene usted?: ¿una población global de 2.000 millones?, ¿2.500 millones quizás? Ésta es una deuda que el resto del mundo nunca podrá reembolsar a nuestra civilización. Nunca jamás. Y tampoco creo que ellos alguna vez querrán hacerlo. La mayor parte de ellos nos desprecian. Qué irónico.

     Encadenados a la roca como Prometeo, siendo comidos vivos. Sólo mire el estado desgraciado y lamentable a que ha sido reducida tanta de nuestra gente. Las mentiras, las distorsiones, las omisiones, la propaganda. Ningún orgullo por su magnífica civilización, sólo repugnancia. Ningún orgullo de ellos como los hijos e hijas de Europa, sólo auto-odio. Ninguna condena por el nivel detestable y enfermante de garantías legales para las "minorías" que está siendo permitido que se derramen en nuestras tierras, sino sólo sumisión y auto-postración.

     Esto tiene que terminar. La ignorancia sobre los gloriosos logros de nuestra civilización, el número incalculable de vidas que ha salvado, y los aspectos positivos que ha llevado a la gente del mundo tiene que ser enmendada. Es tiempo para abordar agresivamente esta cuestión, y comenzar a trabajar duro para ponerle un fin a este engaño masivo que infecta las filas de nuestra gente, impuesto sobre ellos por los auto-designados dioses de este mundo.

     Todos nosotros que estamos despiertos necesitamos ser como Prometeo. El espíritu de nuestros pueblos está decayendo, y ellos necesitan el regalo del fuego, una clase especial de fuego: el fuego de la verdad acerca de nuestra gente y nuestra civilización, de modo que las mentiras puedan ser finalmente extinguidas para siempre. Necesitamos este fuego para que queme y crezca en sus corazones en una furiosa tormente de fuego de amor, dedicación y lealtad hacia nuestra gente, para que arda en sus corazones y nunca salga.

     Sí, en efecto, nosotros que estamos despiertos necesitamos llegar a convertirnos en una especie de Prometeo colectivo —una hermandad, si usted prefiere— a fin de destruír el engaño masivo y salvar a nuestra gente y nuestra civilización. Entonces no habrá ningún límite a lo que podamos conseguir.

     La Hermandad de Prometeo no se retira, no pide perdón, no se acobarda. El fuego que se quema dentro de nosotros nos enseña la verdad sobre nuestra gente y nuestro lugar en este mundo. Sabemos que sólo nosotros y nosotros solos podemos encargarnos de nuestro propio futuro, y así lo haremos.

     Y entonces pregunto a todos ustedes, queridos hermanos: ¿se unirán ustedes a la Hermandad de Prometeo, desafiarán ustedes a los dioses de este mundo?. Y para esto, hermanos, espero que todos ustedes declaren vigorosamente con un coro ensordecedor: "¡Los desafiamos!".

     Una nueva alba comienza. Un alba de fuego.–





El Mito de Orfeo y el de Savitri

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     El siguiente trabajo, del profesor universitario costarricense Roberto Morales Harley, publicado en 2012, consiste en un estudio del motivo del Descenso a los Infiernos de Orfeo en el marco de la tradición clásica, para lo cual busca una nueva perspectiva en la India, mediante el contraste con una versión hindú del motivo en el mito de Sāvitrī, presente en el Mahābhārata. Examina además algunas reverberaciones del mito en la Edad Media y el Renacimiento europeos, el cual el autor determina que tendría su origen en un proto-mito matriz.


ORFEO Y SĀVITRĪ: Versiones de un
Proto-Mito Indoeuropeo en la Tradición Clásica
por Roberto Morales Harley




¡El hombre, fecundo en recursos!
Sin recursos a ninguna empresa marcha.
Solo del Hades la huída no se procurará.
(Sófocles. Antígona, 359-360).


1. Introducción

     Comúnmente, se entiende por tradición clásica la continuación cultural que han tenido en Occidente las civilizaciones griega y romana. Todo el cúmulo de producciones artísticas desarrolladas a partir de la inspiración en estos modelos durante los distintos períodos históricos y en diversos espacios geográficos, convertidas en una suerte de patrimonio intelectual y espiritual de la civilización occidental, y concebidas como el origen del mundo moderno y el legado inagotable del mundo antiguo, todo este conjunto de obras e ideas conformarían el objeto de la tradición clásica. Tal es, por ejemplo, la opinión de Highet (La Tradición Clásica, vol. I, Méjico, 1954, p. 11), para quien "en la mayor parte de nuestras actividades intelectuales y espirituales somos nietos de los romanos y biznietos de los griegos".

     Este planteamiento, si bien no es erróneo, está, al menos, incompleto: por una parte, su pretendida universalidad, enfocada desde el continente europeo, no es del todo cierta, dado que otras grandes civilizaciones, como Egipto, Mesopotamia y China, también han tenido un significativo aporte en el desarrollo de Occidente; por otra parte, su punto de partida, en Grecia y Roma, se podría retrotraer. Continuando con la analogía familiar, estos abuelos y bisabuelos nuestros tienen, en India, unos primos que, con un detenido estudio de su parentesco, pueden ayudar a reconstruír su historia hasta una generación anterior, en el ámbito cultural indoeuropeo.

     En principio, puede parecer un paso en la dirección contraria en el análisis: estudiar la tradición, desde los clásicos, no hacia sus reelaboraciones, sino hacia sus fundamentos. Sin embargo, algunas aparentes contradicciones en el tratamiento de los temas, imposibles de entender completamente a partir de las versiones griegas y romanas, se aclaran al añadir al contraste las versiones indias. Los episodios de Orfeo y Sāvitrī constituyen un caso muy especial en este sentido: por una parte, representan versiones de uno de los motivos míticos más universales, el de la intervención humana en el ámbito divino para revertir el proceso natural de la muerte; por otra, manifiestan tal grado de cercanía en su estructura formal y una selección tan peculiar de los temas y sus tratamientos que, tras el análisis, se puede afirmar, siempre en el plano hipotético en que se manejan los estudios indoeuropeos, que existiría, en efecto, una relación.

     Con esta nueva evidencia, se apunta hacia varias metas: contribuír al estudio del mito de Orfeo, al tiempo que se divulga el mito de Sāvitrī; enriquecer el proceso de reconstrucción del ámbito cultural indoeuropeo, mediante la propuesta de un proto-mitoque conjugaría el encuentro con los dioses de la muerte y el discurso mediante el poder de la palabra; y aportar una posible explicación a las versiones contrapuestas de la muerte, "trágica" una y "esperanzadora" la otra, que se encuentran en la tradición clásica en torno al motivo mítico del descensus ad inferos.


2. El Mito de Orfeo

     Orfeo es, sin lugar a dudas, uno de los personajes de la mitología griega que ha gozado de más larga influencia en la cultura occidental: múltiples versiones ya en la Antigüedad clásica, tanto en Grecia como en Roma; reelaboraciones a lo largo de las diversas épocas, en ocasiones, muy sencillas, en otras, más elaboradas, y, en algunos casos, tan solo ecos lejanos de aquel renombrado poeta; y numerosas reinterpretaciones, las cuales han dado lugar, principalmente en el siglo XX, a las posturas más contrapuestas, especialmente en relación con la presencia de "lo órfico" en literatura, en religión, en filosofía, en arte.

     El mito de Orfeo es uno de los más complejos del mundo griego: un nombre cuya etimología aún se debate; una ascendencia que varía de una fuente a otra; facultades sobrehumanas para el canto, que conmueve a todas las criaturas, y para el viaje al inframundo, en procura de su amada; una muerte no menos prodigiosa que su vida, tras la cual su cabeza se mantuvo en su labor profética; y un largo grupo de seguidores que le profesaban su admiración religiosa, por no mencionar a quienes hacían otro tanto en el campo artístico.

     Para una breve "biografía" del personaje, siguiendo la obra Orfeo y la Tradición Órfica. Un Reencuentro (vol. II, Madrid, 2008, pp. 15-32), se puede mencionar lo siguiente. Es hijo de Eagro o de Apolo, según el sentido que se dé al pasaje de Píndaro (Pit. IV, 176 ss), y de una musa, Calíope en la mayoría de las fuentes, Polimnia, Clío o la ninfa Menipe en las restantes. La información principal que se desprende de estas relaciones familiares en su relación con el Sol, por medio de Apolo, dios capaz de completar el recorrido de ida y vuelta al mundo de los muertos; y con la palabra, a través de Calíope, musa de la épica y de la elocuencia. Estas facultades lo convierten en mediador entre griegos y tracios, entre hombres y dioses, entre vivos y muertos.

     Sus principales viajes son la expedición de los Argonautas y el rescate de Eurídice. En ambas, se muestra como un héroe bien distinto de los modelos épicos: no son sus principales armas la lanza y la fuerza física, sino la lira y la habilidad para el canto. Es un paradigma del amor, hacia su esposa o incluso como fundador de la homosexualidad, dependiendo de la interpretación que se haga del pasaje de Ovidio (Metamorfosis X, 83-85) [1]. El amor ocasiona la muerte del poeta, o bien desmembrado por las mujeres tracias o por las ménades, o bien fulminado. En este sentido, el amor es una ley secundaria frente a la ley eterna de la muerte.

[1] «Él también, para los pueblos de los tracios, fue el autor de transferir el amor hacia los tiernos varones, y previo a la juventud de su edad, la breve primavera cortar y sus primeras flores».

     Con respecto a la etimología, los autores modernos, e. g. Chantraine (Dictionnaire Étymologique de la Langue Grecque, París, 1990, p. 829), se inclinan por un origen prehelénico del nombre, como otros terminados en -eus(Teseo, Odiseo). Sin embargo, sobresalen esfuerzos como el de Estell, quien plantea la relación entre Orfeo y bhu, a partir de dos elementos comunes a las tradiciones griega e india: (a) la figura es el hijo, bien de un portador de porra (sánscr. Vajrín; gr. Oíagros), bien de un arquero (sánscr. Sudhánvan; gr. Apóllōn); y (b) es conocido como el artífice (tet-). También Watkins (The American Heritage Dictionary of Indo-European Roots, Nueva York, 2000, p. 60) ofrece una etimología, y la explica en la siguiente nota:

     «Reconstruír la forma de las raíces y las palabras en una lengua muerta como el proto-indoeuropeo es, frecuentemente, fácil: la forma fonética de la palabra reconstruída ha de ser fácil de deducir, a partir de la base de los cognados descendientes de ella, y del conocimiento de las leyes de los sonidos. Pero los significados de estas raíces y palabras reconstruídas son, frecuentemente, bastante más difíciles de determinar. Un ejemplo es la raíz orbh-, algunos de cuyos descendientes significan huérfano (griego orphanos, latín orbus, armenio orb), algunos "herencia" (antiguo irlandés orbe, alemán Erbe), y algunos "esclavo" (ruso rab). Formalmente, todas estas palabras deben ir juntas; pero el significado de la raíz putativa, de la cual todas ellas derivan, no estuvo claro hasta que un cognado hitita fue descubierto en el siglo XX. El hitita tiene un verbo arb-, con el significado básico de "cambiar de dominio": en las leyes hititas se usa para una vaca que se sale del redil de su dueño, hacia el de otro. Con esta nueva información, los sentidos dispares de "huérfano", "herencia" y "esclavo" pueden, ahora, entenderse como resultantes de un concepto original de "ir de una esfera de pertenencia a otra" o de "cambiar de estado o de dominio". Los huérfanos ya no estaban bajo el tutelaje de su familia; la propiedad heredada pasaba de un poseedor a otro; y los esclavos eran personas cuyo estatus social había cambiado de ser libres a no serlo».

     En el plano mítico-simbólico, Orfeo presenta dos coincidencias de opuestos: masculino y femenino, solar y ctónico. La duplicidad sexual se puede apreciar mejor, siguiendo a Christopoulos (The Spell of Orpheus, 1991, pp. 209-211), si se compara a Orfeo con Tiresias: ambos ven el conocimiento (Orfeo a Eurídice, Tiresias a Atenea), y reciben su castigo (Orfeo con la pérdida de Eurídice, Tiresias con la pérdida de la vista); ambos son oídos, en tanto tienen un conocimiento superior; y ambos participan de los dos sexos (Orfeo, al encontrarse con Eurídice, que es su "alter ego" femenino; Tiresias, al encontrarse con Atenea, que lo convierte en su "alter ego"femenino).

     Por su parte, el componente ctónico es consustancial al elemento solar. Para Eliade (Tratado de Historia de las Religiones, Méjico. 1972, pp. 141-142), tal particularidad se debe entender a la luz de los contactos entre las prácticas rituales de un sustrato mediterráneo de corte matrilineal, y una religión indoeuropea, de tipo patriarcal, con un significativo culto solar. Graves (Los Mitos Griegos, Madrid, 2004, p. 149) pretende buscar la influencia en Egipto, pero quizás India sea una alternativa más razonable.

     En el nivel retórico-lingüístico, Orfeo se asocia a la palabra. Si se toma en consideración que la poesía supone para los griegos la unión entre lenguaje y música, se puede añadir una nueva coincidencia de opuestos, entre las facetas racional e irracional de la palabra. Adicionalmente, conviene precisar que, para el análisis del descensus ad inferos de Orfeo, es preciso acudir a las fuentes latinas (Virgilio Cul. 268ss y Georg. IV, 453-527; Ovidio Met. X, 1-85); y para el de su discurso, únicamente a Ovidio. En esta obra se puede apreciar la validez del amor como núcleo de la petición, con lo que se opera una inversión paródica de la legalidad: el amor, y ya no la muerte, es la ley eterna. También este punto se comprende mejor tras el análisis comparativo con el mito indio, en la narración de Sāvitrī.


3. El Mito de Sāvitrī

     El episodio de Sāvitrī (Vyāsa. Mahābhārata III, 293-299) se puede resumir de la siguiente manera: en el Vana Parva(Libro del Bosque), el sabio Mārkaṇḍeya le relata al rey Yudhiṣṭhira el Pativratāmāhātmyaparva(Episodio de la Glorificación de la Esposa Fiel). Existía en Madras un rey llamado Aśvapati ("el señor de los caballos"), que, pese a su bondad, no había podido tener descendencia. Entonces, tras su recitación de la estrofa Sāvitrī, en honor a la diosa homónima, ésta le concedió su deseo: engendrar una hija que fue llamada, igualmente, Sāvitrī. Ésta, llegada a la pubertad, eligió por esposo a Satyavat ("el que siempre dice la verdad", de satya, "verdad", a su vez, de la raíz AS, "ser"), hijo del rey Dyumatsena ("el de ejército glorioso", de dyumat, "brillante", y senā, "ejército"), quien había perdido no sólo su reino sino también su vista. Nārada ("el que da a los hombres", de nara, "hombre", y la raíz DĀ, "dar"), el mensajero de los dioses, advirtió que el príncipe moriría en un año; sin embargo, Sāvitrī, gracias a su habilidad argumentativa, convenció a su padre de la unión.

     Al acercarse el día, Sāvitrī se sometió a un acto de ascetismo, y, llegado el momento, acompañó a su esposo al bosque. Allí, Satyavat sintió un fuerte malestar y se acostó a dormir. En ese momento, hizo su aparición Yama, el dios de la muerte, de piel negra y vestido de rojo, con una diadema y una cuerda. El dios ató el alma de Satyavat y se puso en dirección hacia el Sur. Sāvitrī, siguiendo la marcha, hizo cinco sabios comentarios, los cuales le valieron otros tantos dones: la vista de su suegro, el reino de su suegro, la descendencia de su padre, la descendencia de su esposo, y la vida de su esposo. Posteriormente, ejerció, en virtud de su ascetismo, un acto de verdad, para garantizar la supervivencia de sus suegros durante la ausencia del heredero. Los esposos regresaron a casa y todo fue dicha en el reino.

     En la mitología griega, se ha comparado a Sāvitrī, como personaje épico y mítico, con Alcestis, quien se sacrifica por su marido Admeto. Ambas logran su cometido; sin embargo, mientras que la figura de Alcestis es pasiva, la de Sāvitrī es activa. En el pensamiento indio, la diosa constituye la parte activa de la pareja divina. Es por este papel protagónico de heroína, y, sobre todo, por su dominio de la palabra, que se justifica más una comparación con Orfeo, en este motivo mítico del descensus ad inferos. Vale, eso sí, la salvedad de que el viaje de Sāvitrī es un descenso simbólico: hacia el Sur, lo desconocido, y no hacia abajo, como en el caso de Orfeo.

     Con respecto a la etimología, el nombre femenino Savitri deriva del masculino Savitar. A su vez, este proviene de la raíz saewel-, "Sol" (de donde, también, el sánscr. Surya y el gr. Helios), y del sufijo -tr. No es de extrañar que de este lexema, a través de la relación semántica entre el Sol y la vida, se llegue a la raíz sánscr. SŪ, "generar, dar vida, impeler". De este modo se explicaría la facultad de la protagonista para obtener los dos últimos favores: su descendencia y la vida de su esposo. Ya Weiss (Meditations on the Myth of Sāvitrī, 1985, p. 260) señaló que una implica la otra: Savitri no puede proporcionarle descendencia a Satyavat si éste no vuelve a la vida.

     En el plano mítico-simbólico, Sāvitrī, o, más bien, Savitar, se relaciona con dos elementos: la creación y la muerte. En primer lugar, de acuerdo con Bergaigne (La Religion Védique d’après les Hymnes du Rig-Veda, París, 1963, pp. 38-64), está estrechamente vinculado a Tvat, "el artífice divino", por su capacidad de generación. En este sentido, la pareja Savitar-Sāvitrī, así como la de Yama-Yamī, presenta el desdoblamiento de la divinidad en una parte masculina y otra femenina, lo cual corresponde con la primera de las coincidencias de opuestos observadas en Orfeo. En segundo lugar, Savitar se convierte en contrapartida de la muerte. A partir de una suerte de repartición cósmica, de los tres cielos, dos forman el regazo de Savitar, y uno constituye el mundo de Yama. De este modo, en el episodio, si Sāvitrī es la parte clara del Sol, Yama es su parte oscura. Ésta sería la coincidencia de lo solar y lo ctónico en Orfeo.

     En el nivel retórico-lingüístico, la asociación que se establece es entre el Sol y la palabra. Ésta forma parte integral del mito del rapto del soma. Tal como lo resume Malamoud (El Soma y el Intercambio, en Pannikar & Pòrtulas, 1999), los dioses, deseosos de soma para el sacrificio, crean a Kadrū (la tierra) y a Suparī (la palabra). Ésta, tras perder un reto sobre la visión más aguda, debe ir en busca del elixir. Sus hijas, las formas métricas, son las encargadas de hacer el viaje.

     Ahora bien, si el discurso de Orfeo combinaba lo racional y lo irracional, el de Sāvitrī es únicamente racional: no se trata, pues, de la persuasión propia de un discurso petitorio, sino del convencimiento característico de un discurso argumentativo. Si Orfeo intentaba apelar al πάθος[pathos] de Perséfone y Hades, al recordarles que a ellos también los había unido Amor, Sāvitrī se fundamenta en el λóγος [logos], al decir a Yama la verdad sobre Dharma. Sāvitrī, la diosa, es el Sol generador y el Sol que completa el tránsito entre el mundo de los vivos y el de los muertos; Orfeo, el mortal, es un mediador, pero carece de la potencia creadora. Sāvitrī, basada en el dharma, defiende la verdad (satya), como en el nombre de su esposo, Satyavat; Orfeo, inspirado en el amor, contraviene la justicia (díkē), como en el nombre de su esposa, Eurídice ("la amplia justicia", de eureîa, "ancha", y díkē, "justicia").

     En suma, el triunfo definitivo sobre la muerte constituye una "visión esperanzadora": con el hinduísmo, así como artha (las posesiones materiales), kāma (el placer) y dharma (la ley psico-socio-cósmica) son fines de la vida, también lo es moka (la liberación). La muerte no es un término sino un tránsito, y la unidad de atman (espíritu individual) y brahman (espíritu universal) es un estado deseable de perfección. Por el contrario, el triunfo momentáneo del amor (Orfeo recupera a Eurídice), seguido de la inevitable derrota de la condición humana (Orfeo vuelve a ver a Eurídice), y acabado por el triunfo definitivo de la muerte (Orfeo y Eurídice juntos en los Campos Elíseos); todo este planteamiento representa una "visión trágica". Esta posición únicamente se ve matizada en relación con las ideas de salvación del Orfismo.


4. El Fundamento Indoeuropeo

     Las coincidencias entre el mito de Orfeo y el de Sāvitrī, más allá de las similitudes superficiales que se observan en casi todas las manifestaciones del motivo mítico universal del viaje al mundo de los muertos en procura del ser amado, evidencian puntos en común tan fundamentales que solo se explican a partir de un origen común de estas versiones, en el ámbito cultural indoeuropeo. Según, Mendoza (Metodología de la Reconstrucción de la Religión de los Indoeuropeos, 1995, p. 129), si se parte de la hipótesis de que "los pueblos que comparten una misma lengua comparten una cultura común", se puede reconstruír, sobre la base de los elementos del relato comunes a las diferentes versiones existentes, la estructura narrativa originaria que podría haber tenido el protomitoindoeuropeo.

     Tras un análisis detallado de los episodios de Orfeo y Sāvitrī, se llega a la conclusión de que cuatro de estos elementos del relato presentan suficientes afinidades como para indicar la monogénesis de estas dos versiones del mito: el matrimonio, la muerte, el encuentro con los dioses de la muerte y el discurso mediante el poder de la palabra. A continuación, se detalla cada uno.

     En la versión india, los jóvenes llevan un año de casados y constituyen una asimilación de la pareja divina (Sāvitrī y Satyavat son Śakti y Śiva, Lakmi y Viṣṇu, Sarasvati y Brahma); en la greco-latina, se trata de unos recién casados, los cuales representan una transposición de la pareja divina (Orfeo y Eurídice son como Hades y Perséfone). En la versión india, muere el esposo y su muerte está predestinada; en la greco-latina, muere la esposa y su muerte es prematura. De acuerdo con West (Indo-European Poetry and Myth, Nueva York, 2007, p. 387), éstos son los dos tipos de muerte concebidos por los indoeuropeos. Sobre este punto, los relatos coinciden en el lugar, el entorno natural (Satyavat muere en un bosque; Eurídice, en un jardín), pero se alejan en la causa (la muerte de Satyavat es como un sueño, acorde con el Dharma; la de Eurídice es como un rapto, contrario al Amor).

     El encuentro con los dioses de la muerte presenta reelaboraciones sobre un modelo básico: el lugar en que acontece (en la versión india, el camino al reino de Yama; en la greco-latina, en medio del reino de Hades); la ubicación del mundo de los muertos (el de Yama, hacia el Sur; el de Hades, hacia abajo); el dominio de este reino (los gemelos, Yama y Yamī; los esposos, Hades y Perséfone), y los recursos empleados por los protagonistas para influír en sus interlocutores (por Sāvitrī, el saber y el ascetismo; por Orfeo, el canto y la iniciación).

     El discurso mediante el poder de la palabra muestra las profundas diferencias de mentalidades que se pueden observar entre una cultura y la otra: los tipos de discurso (el de Sāvitrī es argumentativo; el de Orfeo, petitorio); la temática de cada uno (dharma, la ley universal; amor, la ley particular); el efecto que produce en el auditorio (en Sāvitrī, convencer al juez; en Orfeo, encantar al público); la intención del emisor (Sāvitrī pretende beneficiar a su esposo; Orfeo, a sí mismo), y la restricción (Sāvitrī no puede pedir la vida de su esposo; Orfeo, por su parte, no puede mirar atrás).

     De este modo, es posible reconstruír la estructura narrativa del protomito indoeuropeo que conjuga el encuentro con los dioses de la muerte y el discurso mediante el poder de la palabra. Por lo demás, que éste habría sido un tema de interés para esta protocultura resulta más que probable, puesto que no sólo su religiosidad se habría caracterizado por una preocupación por la cosmología (tema central del Mahābhārata) y por la escatología (tema central del mito de Orfeo), sino que también su producción artística se habría centrado, para West (pp. 393 y ss.), en la palabra, como medio de alcanzar la inmortalidad.


5. La Tradición Occidental

     Como señala Gil (Orfeo y Eurídice, 1974, p. 135), el mito de Orfeo simboliza dos aspectos: el misterio de la muerte y el poder de la palabra. En relación con la muerte, varios son los antecedentes en la tradición greco-latina: las katábaseis caracterizadas por la búsqueda, como las de Odiseo y Eneas, así como la versión filosófica de Parménides; aquellas determinadas por el enfrentamiento físico, como la de Heracles; y aquellas orientadas hacia el enfrentamiento verbal, como las de Pólux y Deméter, y, especialmente, la de Orfeo. Cuando el descenso es emprendido por dioses, como Dionisos o Deméter, o héroes casi divinos, como Heracles y Pólux, el resultado puede ser favorable, como en la "visión esperanzadora" de India; empero, cuando son mortales los que se aventuran, la situación puede tornarse adversa, como en los casos de Odiseo, Teseo y Alcestis, y, de manera particular, Orfeo.

     El descensus ad inferos de Orfeo es ambiguo: evidencia la "visión trágica", en tanto Orfeo pierde a Eurídice y el reencuentro sólo se logra en la muerte; y, a la vez, la "visión esperanzadora", porque al menos es posible un control parcial sobre la muerte, como se pretende en el Orfismo.

     Ya en la tradición occidental, será por medio del cristianismo como se logre dar una mayor validez a la "visión esperanzadora": tal es el caso del anónimo poema medieval titulado Sir Orfeo. Sin embargo, en la Antigüedad, como sostiene Heath (The Failure of Orpheus, 1994, p. 194), el encuentro debe haber sido, en última instancia, infructuoso, esto es, propio de la "visión trágica", y esta perspectiva recobra su valor en el Renacimiento: tal es el caso de la ópera de Monteverdi titulada L’Orfeo, Favola in Musica.


5.1. Sir Orfeo

     En el poema Sir Orfeo, proveniente de la Inglaterra de 1330-1340, Orfeo es un rey inglés, hijo de Plutón y Juno, y hábil intérprete con la lira. Se encuentran, pues, presentes dos relaciones: con la muerte, por medio de su padre Plutón, cuya pareja es sustituída por la de su hermano Júpiter; y con la música, en tanto es digno protagonista de los cantares bretones. El encuentro con la muerte por parte de su amada, DameHeurodis, acaece en Mayo, época de primavera, en un campo de flores, y se compara, como en la versión india, con el sueño. Empero, ella no fallece al instante, sino que, al modo de la muerte predestinada, debe volver al día siguiente para reencontrarse con el dios de la muerte y su cortejo.

     Al perder a su esposa, Orfeo decide, como en la versión greco-latina, abandonar el trato con las mujeres, pero efectúa esta acción por vía del retiro al bosque, como en la versión india. Se desprende de todas sus posesiones, menos la lira, con la cual encanta a las bestias del bosque. Así se mantiene durante diez años, tras los cuales, un día, cruza su camino con un rey que anda de cacería, acompañado por su séquito, en el que viaja su amada. Orfeo los sigue hasta un palacio de oro, más brillante que el Sol. La luz en el mundo de los muertos recuerda la coincidencia de lo solar y lo ctónico.


     Orfeo toca a la puerta y ofrece sus servicios como trovador. En el patio, observa una multitud de personas que, por diversas razones pero por los mismos medios, a saber, la magia, han sido llamadas al reino de la muerte. En el salón, el rey le advierte que él es el primero en llegar sin invitación. Orfeo encanta a su auditorio y, en consecuencia, el rey le ofrece, como en la versión india, un favor de su elección. Elige a su esposa, y, pese a disentir en opinión, el rey accede a la petición. Orfeo recupera a su amada y se restablece así la correspondencia de lo masculino y lo femenino.

     Finalmente, Orfeo regresa a su ciudad, Winchester, y, al modo de Odiseo, se hace pasar por un pobre y desgraciado trovador que busca la ayuda del gobernante. En un banquete, toca su arpa, la cual dice haber hallado abandonada. Ante la sospecha de la muerte de su rey, el gobernante se entristece y los nobles le recuerdan la verdad innegable. Si bien no deja de resonar la "visión trágica", resulta más que evidente el tránsito hacia la "visión esperanzadora": SirOrpheus, como Sāvitrī, pone a prueba su valía física e intelectual, y, con su triunfo, recupera a su cónyuge. El triunfo definitivo se explica a partir del abandono de la condición connatural de mortal a favor de una asimilación con la divinidad, puesto que, en última instancia, este Sir Orfeo es una representación de Jesús.

     Esta versión medieval, con su "visión esperanzadora" de la muerte, se encuentra más próxima a la versión india del proto-mito indoeuropeo, al episodio de Sāvitrī. Por su parte, la versión renacentista, con su "visión trágica" de la muerte, se acercará más a la versión griega del proto-mito indoeuropeo, al episodio de Orfeo.


5.2. L’Orfeo, Favola in Musica

     Claudio Monteverdi (1567-1643) nació en Cremona, y desarrolló su producción musical principalmente en Mantua y en Venecia. Sus composiciones incluyen obras sacras (Misae, Vesperae, Magnificat y motetes), obras populares (madrigales y ballets), y producciones operísticas (L’Orfeo, Favola in Musica, Il Ritorno d’Ulisse in Patria, L’Incoronazione di Poppeay L’Arianna).Su ópera L’Orfeo data de 1607, y el calificativode favola in musica hace referencia a la La Favola di Orfeo que Angelo Poliziano compuso en 1480 para un matrimonio.

     El nuevo género italiano de "drama musical" o "música representativa" surge, a caballo entre los siglos XVI y XVII, en Florencia, en reuniones de poetas, músicos y aficionados a la Antigüedad, lo cual explica el interés que para la ópera despertó, desde sus orígenes, la figura de Orfeo. La primera ópera de que se tiene noticia es la Euridice, presentada en 1600, con ocasión del matrimonio de Enrique IV con María de Médicis, con libreto de Ottavio Rinuccini y música de Jacopo Pieri y Giulio Caccini. Pero el carácter anónimo o fragmentado de muchas de las primeras obras de este incipiente género, ha llevado a alguna tradición a hacer de L’Orfeo de Monteverdi la primera ópera. Aún sin comulgar con esta creencia, se pueden aceptar algunas premisas: el mito de Orfeo es probablemente el primero en ser tratado, y Monteverdi es quizás el primero en darle un tratamiento digno de consideración. La ópera italiana tiene mucho de tragedia griega, y, por ello, en el contexto de un Renacimiento que se presta para revalorizar el simbolismo "trágico" del mito, resulta ser el género más adecuado.

     L’Orfeose inicia con un prólogo. La Música, personificada, reflexiona sobre la condición humana, la cual resulta contraria a la versión india: la verdad, en tanto implica un grado supremo de comprensión, está fuera del alcance de los hombres.


     El primer acto arranca con la intervención de un coro de pastores y ninfas. Con ello, la danza se suma a la música en la ilustración de ese locus amoenus que es el campo para los enamorados. El coro, uno de los elementos que más aproximan la ópera a la tragedia, habla del amor de los jóvenes y de su próximo Himeneo, para concluír, no sin antes hacer la invocatio de rigor a las Musas, con la exaltación de la lira, el arma de Orfeo. La expresión de sentimientos, incluso más detallada que la que ofrecen los personajes mismos, es una clara muestra de la función del coro: la introspección. La escena finaliza con la aparición de los amantes, Orfeo y Euridice, que, en la primera de varias alusiones que contiene la obra a tal tema, ponen al Sol por testigo de su amor.

    El acto segundo comienza con Orfeo solo. Agradece al Sol, quien ha permitido el tránsito de la noche al día. Se refiere, también, a otras divinidades de carácter agreste, entre las cuales sobresale Pan. Y termina su intervención, cuya maestría da ya fe de sus cualidades heroicas, recordando la pasada tristeza, que sintió en un tiempo en que su amada se mostraba indiferente ante sus requerimientos. El carácter retrospectivo de la memoria no dificulta, por cierto, su empleo como recurso proléptico: un momento triste es, igualmente, el que se avecina. Por lo demás, este juego con el tiempo, también recurrente en la obra, llama la atención sobre el carácter efímero de la vida humana. Las palabras al respecto son lapidarias. La encargada de traerlas es una messaggiera, de nombre Silvia, y su mensaje hace énfasis en el Hado. Las palabras son, pues, un arma poderosa, que en la obra son, en bellísima metáfora, comparadas con cuchillos.

     La muerte de Euridice es la misma de la tradición anterior: mientras recogía flores, sufrió la mordedura fatal. Es interesante la ausencia de Aristeo, que, muy probablemente encuentra explicación en el énfasis que da la versión en el amor conyugal y la fidelidad. Orfeo se halla completamente devastado. Su canto tiene también una función proléptica: anuncia que se dirigirá a los Infiernos en busca de su amada. Acaso se le podría comparar con la imagen del cisne, que emite su canto más hermoso justo antes de irse al Más Allá, si no fuera porque él tendrá la opción de ofrecer, también ahí, un nuevo canto. Es significativa su despedida del Sol, a quien debe abandonar para llevar a cabo su viaje. En el mundo de los muertos, el tiempo transcurre de forma bien distinta a la del mundo de los vivos. Ambos planos existenciales son propios de la condición humana, y por ello el coro termina la escena con un hermoso canto sobre el Destino.

    El acto tercero es propiamente el descensus ad inferos, el cual, en intertexto dantesco, no deja de tener reminiscencias clásicas (Homero Od. XI; Virgilio Aen. VI). Aparece, a la manera de la Sibila, una guía, que, encarnada en la Esperanza, recuerda también una perspectiva clásica (Hesíodo Tr. 95). La geografía es quizá lo más clásico del cuadro: la (laguna) Estigia es el límite. El verdadero viaje sin retorno empieza en la barca de Caronte. Muy significativa es la presencia, resaltando el poder de la palabra, de la inscripción: Lasciate ogni speranzo o voi ch’entrate (Abandonad toda esperanza aquellos que entrais). El héroe, ahora, debe proseguir solo; el enfrentamiento es consigo mismo.

     Caronte, que en esta puesta en escena porta una máscara a la manera de la tragedia griega, posee la particularidad de ser el único, aparte de las divinidades, capaz de recordar. La pérdida de la memoria es un buen ejemplo del cambio en el tiempo. Pero Orfeo es un héroe y no teme a su oponente. Ahora sí es momento de su más bello canto. En una escena que combina magistralmente la voz con la intervención de los instrumentos (flauta, arpa, violín), la palabra y la música, el movere de la tradición retórica se logra en dos vertientes, que sólo este hijo de Calíope podría combinar con resultados tan asombrosos: lo racional y lo irracional, el logos y el pathos, el canto y el encantamiento. No obstante, su presencia, más lejos, iría contra las leyes naturales. Orfeo está en el límite de esos dos planos existenciales, es una especia de sombra, lo cual también retoma la tradición clásica, y su estado, de muerte en vida, se asemeja más bien al sueño.

     El paso último para sortear el umbral le está, en su humana condición, prohibido. Y es aquí donde un nuevo coro, ahora de espíritus infernales, entona un canto clave para la interpretación del mito: el triunfo del hombre sobre la Naturaleza; su expansión en la tierra, en el mar, e incluso en el aire (mito de Dédalo e Ícaro); pero, pese a sus recursos, su incapacidad para revertir la muerte: Este intertexto, el "canto al hombre" (Sófocles Ant. 332-383), constituye el mejor ejemplo del carácter "trágico" que el mito desarrolla en la tradición occidental.

     El acto cuarto empieza con la intervención de Proserpina. El favor divino es, en última instancia, la única vía para vencer la muerte. Plutón, enfatizando que la situación va en contra de las leyes naturales, decide, conmovido tanto por el amor del héroe como por su habilidad retórica, hacer la concesión. Pero, si bien hay una identificación entre la palabra y el sentimiento, no existe, como en la versión india, una entre la palabra y la verdad: desde el inicio se ha dicho, con suma ironía trágica, que la verdad escapa a los hombres. Es necesaria una prohibición, que, como la que halló el héroe en la entrada, resalta el poder de la palabra. Plutón impone el tabú: tentación e inevitabilidad. Los propios espíritus infernales se muestran respetuosos del mandato divino.

     Proserpina recuerda, en un nuevo uso proléptico de la memoria, su propio rapto. Y es este mito el verdadero trasfondo del mito de Orfeo. Siendo ella joven, fue, como Euridice, precipitada al inframundo. Debió ella, como Orfeo, despedirse del Sol; pero obtuvo, eso sí, un esposo. Ella, divina como Sāvitrī en la versión india, sí puede moverse entre los dos planos existenciales, y dividir su estadía según las estaciones. Por el contrario, los amantes son humanos. Euridice debe permanecer, porque las leyes naturales establecen la muerte para los humanos; Orfeo debe fracasar, pues, como bien lo expresan los Espíritus infernales, pese a su amor y a su arte, no es sino un hombre: gentil cantore.

     La verdadera tragedia está en que Orfeo cree que triunfará: olvida que ya la Esperanza no lo acompaña. Tras su separación de la lira, elogia a Amor como un dios más poderoso que Plutón. Parte, seguido por Euridice, pero no resiste y se vuelve a verla. Su misma condición es contradictoria, debe tenerla y perderla. La situación escapa a su comprensión. Finalmente, es conducido, contra su voluntad, de vuelta hacia la luz. La escena termina con una reflexión de los espíritus infernales sobre la virtud: el héroe conquistó los Infiernos, pero fue conquistado por sus emociones. Es éste el verdadero secreto del viaje hacia el Selbst. De ahí se sigue la etiología de los misterios.

     En el acto quinto, y final, nuevamente Orfeo está solo. Canta sobre Tracia y se lamenta, llorando tanto como si tuviera los cien ojos de Argos. Su única compañera en la tristeza es Eco, quien le devuelve sus sonidos. El recurso es bastante clásico. Canta también a Euridice, y, decidido en su fidelidad, jura abandonar el amor de las mujeres. La versión sigue apegada a la tradición. El final sugiere la intervención de las Bacantes. No obstante, si bien así terminaba la obra en su primera versión, existe un final alternativo, proveniente de una reelaboración de 1609, y que es el representado en esta puesta en escena.

     Apolo, padre de Orfeo, aparece, como deus ex machina, para llevarse a su hijo al cielo. La filiación con Calíope y su afición por la música pueden, perfectamente, poner a Orfeo en relación con Apolo; en esta versión de Monteverdi se le atribuye, de forma explícita, tal ascendencia. No sólo se reconoce la influencia evidente de la tragedia griega, sino que, al hacer explícita esta función del Sol, sugerida en varias secciones, se puede establecer el vínculo más directo entre la versión occidental y la india. Sāvitrī es una divinidad solar, por lo que le es posible el tránsito y le es propio el triunfo. Por su parte, Orfeo es un héroe solar, pero con énfasis en su parte humana, y, en consecuencia, le es connatural el fracaso con respecto a la muerte.


6. Conclusiones

     El descensus ad inferos de Orfeo posee una doble vertiente: el poder de la palabra y el misterio de la muerte. En el plano mítico-simbólico, Orfeo, vinculado a la muerte, presenta dos coincidencias de opuestos: lo masculino y lo femenino (como Tiresias), lo solar y lo ctónico (como Apolo). En el ámbito retórico-lingüístico, Orfeo se asocia con los aspectos racionales (el discurso) e irracionales (el canto) de la palabra, así como con el pathos de la tradición (el mito de Hades y Perséfone, unidos por el amor). La etimología de su nombre, todavía oscura, parece apuntar hacia esta facultad de mediador entre hombres y dioses, entre vivos y muertos.

     El viaje de Orfeo en busca de Eurídice encuentra un paralelismo en el viaje de Sāvitrī en procura de Satyavat. En el plano mítico-simbólico, Sāvitrī, vinculada a la muerte, presenta las mismas coincidencias de opuestos que Orfeo: lo masculino y lo femenino (Savitar-Sāvitrī), lo solar y lo ctónico (Sāvitrī-Yama); sin embargo, relacionada también con la creación (como Tvast), es capaz de dar vida. En el ámbito retórico-lingüístico, Sāvitrī se asocia únicamente con la faceta racional de la palabra (el discurso), con el logos de la tradición (los argumentos sobre el dharma). En este sentido, la ley universal (Dharma) es superior a la ley natural de la muerte, mientras que la ley particular (Amor) se mostraba como insuficiente.

     Los elementos del relato comunes a ambas versiones permiten defender la hipótesis acerca de la monogénesis. Así, el mito de Sāvitrī y el mito de Orfeo constituirían reelaboraciones en dos contextos distintos de un proto-mitoindoeuropeo que habría combinado el encuentro con los dioses de la muerte y el discurso mediante el poder de la palabra. Estos elementos del relato son cuatro: el matrimonio (asimilación de la pareja divina en el de Sāvitrī, transposición de la pareja divina en el de Orfeo); la muerte (predestinada en el de Sāvitrī, prematura el de Orfeo); el encuentro con los dioses de la muerte (hacia el Sur en el de Sāvitrī, hacia abajo en el de Orfeo); y el discurso mediante el poder de la palabra (argumentativo en el de Sāvitrī, petitorio en el de Orfeo).

     El motivo mítico del descensus ad inferos representa un objeto de estudio sumamente apropiado para el análisis de la visión de la muerte. En la tradición greco-latina, las katábaseis se caracterizan o bien por la búsqueda, o bien por el enfrentamiento, físico o verbal. El viaje de Orfeo corresponde a la última categoría, y presenta una visión ambigua de la muerte: en el caso del anónimo Sir Orfeo, se trata de una "visión esperanzadora", en tanto el protagonista se encuentra divinizado, primero gracias al orfismo, y, en adición, por vía del cristianismo. El poema revela varios puntos en común: la asimilación con la divinidad, la muerte predestinada, el viaje por el bosque hacia el mundo de los muertos, y la argumentación a favor de un punto de vista. La correspondencia es, evidentemente, con la versión india de Sāvitrī; sin embargo, no deja de estar presente el intertexto sofocleano del carácter "trágico" de la muerte.

     En el caso de L’Orfeo de Monteveri, el nuevo género permite el énfasis del aspecto musical de la palabra, fundamental en la figura de Orfeo. Destacan aspectos característicos de la tradición clásica, poética y retórica, como los siguientes: el prólogo, con intención retórica; la invocación a las musas; el coro, con carácter introspectivo; la memoria, con función proléptica; y la palabra, como arma (messaggiera), como ley (speranza) o como permiso (Plutón). Quizás el elemento más dramático sea el canto del Coro de Espíritus infernales, el cual enmarca la obra dentro de la "visión trágica" de la muerte. También trágica es la noción griega de Hado que impregna todo el cuadro. El héroe, como estaba determinado, fracasa en su empresa: conquista, pero es conquistado.


     Tanto en la "visión esperanzadora" de la épica india como en la "visón trágica" de la ópera italiana el centro de la reflexión sobre la muerte es la Verdad. En el pensamiento indio, si el ser humano entabla con la divinidad una relación de igualdad, y si la muerte es sólo una etapa previa a la liberación, la verdad última siempre vencerá. Al contrario, en los pensamientos griego y latino, si el ser humano se encuentra por debajo de la divinidad en el orden jerárquico, y si la muerte es simplemente el final de la existencia, no hay más verdad que ésta, y ningún recurso (amor, poesía, música) es suficiente para revertirla.

     En síntesis, el tratamiento "trágico" o "esperanzador" del viaje heroico para rescatar al ser amado de la muerte depende, en última instancia, de la noción de vida ultramundana: sólo la esperanza de algo más allá de la existencia terrenal motiva un desenlace favorable. Se trata, ante la imposibilidad de la eternidad humana o física, de lograr una de tipo divina o espiritual, y, en este sentido, amor y muerte son temas muy próximos.–



Revilo P. Oliver - Un Lord Rastrero

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     El siguiente artículo del profesor Revilo P. Oliver, que hemos traducido desde el sitio revilo.oliver.com, fue publicado originalmente en la revista mensual estadounidense Liberty Bell (1973-1999) de Noviembre de 1990. Hace alusión aquí principalmente a una actitud de un cierto Lord inglés, ejemplo de cobardía ante los amos judíos de Gran Bretaña, y enumera una serie de culpas con que cargan los británicos, fundamentalmente de la Segunda Guerra.


UN LORD RASTRERO
por Revilo P. Oliver
Noviembre de 1990



     Los muchachos que tienen una veta de crueldad en su carácter a menudo toman gusanos o animales pequeños similares y los empalan en un alfiler para disfrutar mirándolos cómo se enroscan y se retuercen a medida que mueren lentamente. El "Pueblo de Dios" disfruta capturando a un ario —actualmente un desdichado ucraniano llamado Demjanjuk— y llevándolo a su Tierra Santa y empalándolo en ficciones legales para disfrutar mirando a la criatura enroscarse y retorcerse, indudablemente riéndose entre dientes mientras ellos observan lo que él hará y dirá con la esperanza de salvar su vida.

     Una forma de tortura usada es una de las más sutiles ideadas por la Santa Inquisición. Usted puede recordar una memorable descripción de ello en un cuento de Villiers de l'Isle-Adam. La víctima del cristianismo aplicado es condenada a muerte y luego se le dan oportunidades para escaparse de su calabozo y de la fortaleza; cada vez en varios puntos a lo largo de la ruta a la libertad él escapa a duras penas a que lo descubran y tiene que permanecer en un terror mortal durante un tiempo antes de que él pueda continuar al siguiente punto; por supuesto, es en el último punto, cuando él está al borde mismo de efectuar su fuga, que él es descubierto y arrastrado de vuelta a su calabozo para recuperarse hasta que él esté en condición de actuar en otra comedia para el placer de sádicos piadosos.

     Los gobiernos de las principales posesiones de los judíos en Norteamérica —Canadá y Estados Unidos— han establecido, a costa de sus animales contribuyentes, bandas oficiales de terroristas para acorralar a una abundante cantidad de víctimas para el espectáculo en Jerusalén, que probablemente será hecho un circo de tres escenarios tan pronto como Demjanjuk esté dispuesto. Si él es finalmente asesinado o desechado como una deshumanizada pero viva cáscara de carne torturada y mente arruinada, no es importante.

     Mantener el escenario provisto para el entretenimiento del Propio Dios es sólo un objetivo secundario del terrorismo.

     Principalmente los "cazadores de nazis" están encargados de una triple función: primero, poner en ridículo todos los principios de la ley romana y germánica y enseñar a sus cerdos arios que no hay ninguna ley excepto los caprichos piadosos de los gimoteadores judíos [yids] de Yahvé; segundo, mostrar al resto del mundo cuán despreciables son los perros arios que harán cualquier cosa que sus amos les ordenen, que los adulan y lamen sus botas incluso después de haberles sido dada una patada en el hocico; y tercero y la más importante, organizar juicios-espectáculos en los cuales grupos de perjuros piadosos pueden fantasear con historias sobre cómo ellos presenciaron el horrible "Holocausto"(del cual escaparon milagrosamente). Sus mentiras se impondrán entre los tontos y les harán creer que el Holocuento es más que una estafa gigantesca de los Maestros del Engaño.

     Un ilimitado suministro de testigos está siempre a mano. (Como cada uno sabe, el sagrado Talmud dispone que cada medio para explotar a los animales inferiores es aprobado y ordenado por el feroz dios del "Antiguo Testamento" de los cristianos, y, aun si no fuera así, el Pueblo de Dios en una ceremonia anual revoca y se absuelve a sí mismo de todos los juramentos que ellos puedan hacer durante el año próximo). Los testigos serán probablemente entrenados antes de cada espectáculo para impedir que perjuros entusiastas afirmen que ellos vieron a los malvados alemanes quemar con fósforos encendidos a bebés judíos [kikes] y hacerlos arder como antorchas de pino empapado en keroseno, o que afirmen que ellos podrían hablar del color del humo si los sagrados judíos [sheenies] que entonces estaban siendo incinerados provenían de Hungría, Polonia o de algún otro país. A pesar de los mejores esfuerzos de las escuelas y de la caja idiota (TV), aún hay arios lo bastante inteligentes para ser escépticos de tales exuberantes ejercicios de malévola imaginación.

     Probablemente porque algunos ingleses están comenzando a sentir dudas sobre el Holofraude, la Primera Ministra Maggie [Thatcher], el famoso maniquí creado por un par de judíos [sheenies] malolientes cuyos padres se introdujeron en Inglaterra desde Iraq en 1945, y su personal de judíos y británicos prostituídos decidieron bendecir a los desmoralizados sobrevivientes de una otrora gran nación con una banda terrorista, similar a la "Oficina de Investigaciones Especiales" (OSI) en Estados Unidos. Los alcahuetes en la Cámara de los Comunes obedientemente decretaron la revocación de la ley británica por una mayoría aplastante. Pero la traicionera medida fue rechazada por la Cámara de los Lores, también por una mayoría aplastante. Aquello fue significativo, e incluso sorprendente a primera vista.

     A pesar de lo que usted probablemente haya escuchado de parte de algún charlatán "liberal", si usted tomó algún curso sobre "Ciencias Políticas" o Historia Moderna cuando usted estaba en la universidad, la Cámara de los Lores (House of Lords) siempre ha sido el moderador que preservó, como mejor ha podido, la estabilidad de Gran Bretaña y la alardeada libertad de los ingleses. Esto puede ser comparado con el maquinista que impide que un motor a vapor corra cada vez más rápido hasta que se destruya. Es verdad que los Lords a veces fallaron cuando ellos deberían haber actuado, pero la decadencia de Gran Bretaña puede ser medida por las sucesivas reducciones del poder de la Cámara de los Lores. Lo que puede haberlo sorprendido a usted es que aquel organismo todavía tiene un sentido de responsabilidad e integridad.

     El destino de Gran Bretaña, en ese entonces Grande, fue hecho inevitable en 1911, cuando, con la vergonzosa connivencia del nuevo y débil rey, Jorge V, la Constitución británica fue irreparablemente destruída al quitársele a la Cámara de los Loressu poder de vetar la legislación deletérea (ahora sólo puede retrasarla durante un tiempo corto), y permitiendo a los representantes de la Cámara Baja (House of Commons) pagarse a sí mismos desde la tesorería pública. Esto hizo posible la aparición de matones como Lloyd George y finalmente basura como Harold Wilson. E hizo posible la locura suicida de la Primera Guerra Mundial [1].

[1] El trabajo de traición sustancial fue llevado a cabo por el Partido Liberal, un fardo de varones ideólogos y mujeres sentimentales, encabezados por Asquith, un débil moral que amaba tanto la paz que precipitó la Primera Guerra Mundial, tal como otro débil, Chamberlain, completó el suicidio de Gran Bretaña comenzando la Segunda Guerra Mundial. Asquith está acreditado con una justificación estúpida de su guerra: si Gran Bretaña no destruyera a Alemania, la industria británica tendría que trabajar más duro para retener su dominio de los mercados mundiales. Los judíos, no es necesario decirlo, trabajaron celosamente, como de costumbre, para subvertir y destruír Gran Bretaña, pero, hasta donde sé, nadie ha hecho un estudio detallado de la parte que ellos jugaron en la ideación de las fatales "reformas" de 1911.

     Lo que queda de la aristocracia hereditaria de la alguna vez GranBretaña, ahora en gran parte contaminada por infusiones de sangre judía por medio del mestizaje [2], está desmoralizado y decadente. Algunos han renunciado a su rango (vea el listado de la nobleza en la actual edición del Almanaque de Whitaker); muchos se empobrecieron de una manera u otra por el sabotaje de los judíos del Imperio británico y de Gran Bretaña misma; otros han recurrido a extraños expedientes para mantenerse a sí mismos; y casi todos han sido privados de sus casas ancestrales y de su dignidad. La mayor parte de los sobrevivientes rara vez se toma la molestia de asistir a las sesiones de la Cámara de los Lores, de la cual ellos son, por supuesto, miembros por herencia.

[2] El eminente etnólogo judío doctor Alfred Nossig puede tener razón al afirmar que incluso "una sola pequeña gota" de sangre judía pervertirá y confundirá la mente de un ario.

     La Cámara de los Lores incluye un considerable número de judíos sin disfraz y a un señorial rabino, colega de los arzobispos de Canterbury y York, quienes, con todo lo corruptos que ellos son, deben estremecerse cuando tienen que mirarlo. Muchos miembros son judíos que simulan ser británicos o al menos Mischlinge[mestizos]. La mayoría activa de la Casa está ahora en gran parte formada por políticos prominentes que han estado incrementando la nobleza para mal servir a su país. (P. ej., Anthony Eden se convirtió en el conde de Avon y Harold Macmillan fue transformado en Lord Stockton). Un grupo particularmente influyente dentro de la Casa está formado por los "Señores de la Ley" (Law Lords), ennoblecidos juristas y jueces eminentes.

     Según John Tyndall, la actual Cámara de los Lores "consiste en casi la misma colección de débiles liberales, amantes de los judíos y odiadores de Hitler que hay en la Cámara de los Comunes". Existe, sin embargo, una diferencia crucial: que los representantes de la Cámara Baja, tal como los miembros del Congreso estadounidense, saben que si ellos desobedecen a sus amos judíos incluso en el asunto más leve, ellos nunca serán reelegidos, mientras que los Lords no están sometidos a aquella clase de control. Además, la nobleza es todavía una señal de distinción, y un miembro de aquella orden es animado a retener su auto-respeto. Los Lords, incluso los Mischlingey, parece, hasta algunos judíos, no estuvieron dispuestos a descender a la prostitución notoria mediante la traición abierta, revocando formalmente toda la ley británica y el concepto mismo de legalidad. Por esa razón, la mayoría aplastante rechazó consentir el escandaloso acto de la Cámara de los Comunes.

     Uno que habló en favor de la ley fue Lord Hailsham [1907-2001], que había sido el Ministro de Justicia (Lord Chancellor) y cabeza del sistema legal británico, al que él no deseaba ver subvertido y anulado. En su discurso él denunció la legislación propuesta como absurdos legales, pero entonces él vio a un judío mirándolo con el ceño fruncido, y a pesar de su seguridad como un Lord por el resto de su vida, él se retrajo y se acobardó delante de sus amos, y dijo, en una abyecta disculpa:

        "A veces cuando miro a mis amigos judíos, me pregunto cómo ellos pueden considerarme, como cristiano y como Gentil, excepto con aversión".

     El noble lord no tiene que preguntarse. "Aversión" puede no ser la palabra adecuada, pero él puede estar seguro de que sus "amigos" judíos, detrás de sus sonrisas suaves y palabras lubricadas,

1. Lo consideran con desprecio como un espécimen de una especie inferior de mamífero. Como está insinuado en el "Antiguo Testamento"[3] y explícitamente declarado en el Talmud, sólo los judíos son seres humanos, mientras que los perros, los gatos, los arios, los mongolianos, los semitas, los cerdos, etc., son animales que no pueden poseer propiedades y están a disposición de la única raza de humanos;

[3] En la mayor parte de aquella colección de cuentos, escritos o editados durante o después del siglo V a.C., cuando la religión de los judíos fue drásticamente convertida desde un politeísmo a un henoteísmo [adoración a un dios de entre varios] misógino, los judíos son la preocupación exclusiva de Yahvé, un dios superior a los dioses de las razas inferiores, a quienes él puede dar una paliza cuando ellos se interponen en el camino de sus queridos; pero cuando, probablemente antes del siglo I a.C., los judíos convirtieron su religión en un monoteísmo, siguió como consecuencia que ellos eran la única raza estimada por el único dios. De aquella posición, lógicamente se deriva la doctrina del Talmud.

2. Lo consideran con desprecio por ser tan crédulo como para creer su evidentemente ficticio Holocuento;

3. Lo consideran con un desprecio aún mayor por su imbecilidad moral. Al creer la patraña de que los alemanes gasearon o cocieron al vapor o vaporizaron a seis millones de judíos (kikes), él es tan fatuo que llega a estar emocionalmente disgustado.

      Un ario moralmente sano y racional en su lugar no hubiera hecho más que preguntar si los alemanes no habían sido poco severos al exterminar a seis millones de extranjeros enemigos, miembros de una raza parásita que había declarado oficialmente la guerra contra ellos en 1933 y que estaba incondicionalmente determinada a exterminar a todos los alemanes, sino que también reflexionaría que los alemanes, después de todo, no sólo habían dado a los invasores todas las oportunidades para retirarse, sino que habían hecho grandes esfuerzos, incluso financieros, para ayudarlos a emigrar. Las naciones y las razas viables nunca se sienten responsables de lo que le sucede a otras razas.

      Los judíos, quienes, por mucho que puedan disgustarnos, son ahora la raza biológicamente superior, cuya intensa solidaridad racial y el odio contra todas las otras razas que los une y que permitió a su pequeña tribu de nómadas bárbaros conquistar el mundo en menos de tres mil años, sólo estarían encantados de exterminar a 6 ó 60 millones de arios o semitas o mongolianos.

     Los japoneses, que son una gran nación y piensan de ellos mismos como los Yamato [el grupo étnico nativo dominante de Japón], una "raza especial" (shido minzuku), nunca harían más que encoger sus hombros si ellos hubieran exterminado a seis millones de estadounidenses o vietnamitas o turcos o árabes o chinos, aunque ellos pudieran preguntarse en privado si la política hubo sido equivocada y si disminuyó su prosperidad comercial, y en presencia de extranjeros su habitual cortesía les haría decir: "Muy lamentable. Excúsenos, por favor".

     Lo que es realmente notable, los comunistas chinos, después de que Estados Unidos los instaló en el poder, notoria y sistemáticamente asesinaron al menos a 12 millones de su propio pueblo, pero incluso ni los chinos anti-comunistas tienen rabietas moralistas e imaginan una culpa racial, aunque ellos denuncien la política como destructiva de la cultura china y de la mejor parte, genéticamente, de la población.

     El hecho es que los arios son la única raza afligida por una tonta superstición con respecto a la "santidad de la vida humana" y dada a exhibiciones de moralismo y a lloriquear con respecto a la pérdida de otras razas, incluso hoy, cuando es obvio que el sobrepoblado planeta puede ser salvado para la vida humana sólo mediante exterminios a una escala hasta ahora desconocida y no imaginada.

     En cuanto a eso, hasta los estadounidenses se ponen estúpidamente histéricos cuando la Raza Sagrada es menospreciada. Como comenté hace un momento, cuando los comunistas chinos fueron puestos en el poder por traidores estadounidenses empleados por los judíos, ellos asesinaron a millones de chinos, incluyendo la mejor parte de la nación, pero aunque los estadounidenses realmente tuvieron una responsabilidad moral, ya que ellos entregaron China a los comunistas, ellos realmente no se preocuparon. Algunos estadounidenses expresaron su desaprobación por esas masacres, muy pocos percibieron que China había sido convertida en un enemigo potencialmente formidable que los atacaría cuando fuese oportuno, e incluso menos pidieron una acción preventiva que evitara futuros desastres.

     Cuando el cómplice de Franklin Roosevelt, Stalin, asesinó a 12 millones o más de ucranianos con especial brutalidad, obligándolos a pasar hambre hasta la muerte al confiscar sus cosechas, algunos estadounidenses expresaron su desaprobación, y otros, que no sabían que ellos estaban sub-repticiamente sometidos al gobierno comunista, comentaron acerca de la naturaleza de los comunistas y les temieron, pero ningún estadounidense realmente estaba preocupado, aunque las víctimas fueran congéneres arios, miembros de nuestra raza minoritaria y en peligro. Ningún estadounidense se sintió culpable, aunque él tuviera una responsabilidad moral como miembro de la nación que había salvado y establecido la tiranía judeo-comunista en Rusia [4], y él, como un pagador de impuestos, había trabajado mucho para abastecer y mantener a los inhumanos carniceros.

[4] En 1921 Estados Unidos hizo el primero de sus muchos y costosos esfuerzos para subvencionar y perpetuar en el poder al régimen judeo-comunista que había sido impuesto por banqueros judíos sobre los desafortunados rusos.

4. Lord Hailsham puede estar seguro de que sus "amigos" judíos lo consideran con especial desprecio porque él, un inglés, ciudadano de una nación que durante siglos ha mimado a sus invasores, siente culpa por lo que él imagina que los alemanes hicieron a los judíos [kikes] que habían invadido su país.

     Sólo los británicos y los estadounidenses están tan mentalmente confundidos y moralmente pervertidos que ellos sienten una culpa racial porque (ya que se les ha hecho creer aquello) sus congéneres arios, los alemanes, exterminaron a unos pocos millones de extranjeros de una raza enemiga en su territorio. El exterminio puede haber sido poco aconsejable e incluso cruel, pero sería un asunto para que los alemanes consideraran y en absoluto sería un asunto nuestro, ya que de ninguna manera participamos en dicha supuesta acción.

     Aquella mórbida perversión de la moralidad merece el desprecio de cada uno que, sin importar su raza, no haya perdido todo contacto con el mundo real. Aunque los judíos felizmente saquen ganancia de la estupidez moral, ellos la reconocen como una manifestación de la inferioridad biológica de sus víctimas.

     Si el recientemente ennoblecido Lord Hailsham [5] quisiera sentirse culpable, él, como un inglés y ario, podría haber asumido racionalmente una carga insoportable de culpa por delitos atroces:

[5] Él era el "Muy Honorable" [un título] Quintin McGarel Hogg antes de que él fuera hecho un Life Peer [miembro de la Cámara de los Lores cuyo título muere con él], es decir, de que se le hubiera dado una especie de nobleza de segunda clase que no será hereditaria ni pasará a sus herederos. [Aquí yerra en parte el señor Oliver, pues Hogg era el segundo vizconde de Hailsham, hijo de Douglas Hogg, primer vizconde. Quintin Hogg renunció a su título en 1963, pero en 1970 aceptó el título de barón Hailsham. NdelT.].

1. Como un pequeño ejemplo de miles, él compartió la culpa nacional porque un judío [sheeny] en uniforme británico había sometido a Rudolf Hœss [comandante de Auschwitz, 1940-1943] a torturas diabólicas durante tres días enteros para arrancar de una masa rota y deshumanizada de carne temblorosa una "confesión" mentirosa que pudiera ser usada para hacer aceptar la estafa mundial llamada el "Holocausto"[6]. El judío [sheeny], desde luego, estaba simplemente obedeciendo los instintos sádicos de su raza y el odio venenoso hacia todas las otras razas que es el secreto del poder asombroso de su raza y de sus triunfos sangrientos, pero él fue capaz de hacer eso sólo porque los británicos permitieron, alentaron y apoyaron un sadismo que los arios no degenerados por instinto consideran con repulsión como salvajismo. Ahora multiplique aquel ejemplo por unos miles de casos específicos de culpa comparable.

[6] Véase al doctor Robert Faurisson, "How the British Obtained the Confessions of Rudolf Höss", Journal of Historical Review, VII (1988), pp. 389-403 http://www.ihr.org/jhr/v07/v07p389_Faurisson.html

2. Como un inglés él compartió la culpa por uno de los crímenes más atroces de la Historia registrada: la culpa sangrienta por la muerte o la mutilación de todos los civiles británicos, hombres y mujeres, que resultaron muertos o mutilados por las incursiones de bombardeo realizadas por aviones y cohetes alemanes. De los hechos no hay ninguna duda posible. El principal secretario del Ministerio del Aire británico, J. M. Spaight, se jactó en 1944 de la brillante estrategia británica para llevar a cabo bombardeos secretamente intensivos de ciudades abiertas alemanas a fin de matar a tantos no combatientes alemanes, hombres, mujeres y niños inocentes, que Hitler se viera forzado a responder con incursiones de bombardeo que matarían a suficientes civiles británicos, hombres, mujeres y niños inocentes, para generar el entusiasmo por una guerra artificial contra los alemanes, quienes se mostrarían así tan bárbaros que ellos [los ingleses] bombardearían ciudades abiertas, en flagrante violación de los muchos tratados solemnes entre las naciones de Europa y de todos los cánones de la guerra civilizada sancionada por nuestro sentido racial de decencia y honor, que requiere que nosotros no actuemos contra los no combatientes en la guerra.

     De la verdad espantosa de la jactancia de Spaight no puede haber ninguna duda; los hechos están establecidos por las fechas relativas de los ataques de bombardeo contra ciudades abiertas en Alemania y Gran Bretaña.

     No puede haber ningún crimen más vil y repugnante que el crimen de un gobierno que concibe la muerte y la mutilación de miles de personas de su propio pueblo para obtener su participación voluntaria en una guerra para su propia destrucción. Y por este crimen atroz y nauseabundo, los judaizados británicos perdieron todo derecho a ser considerados como una nación civilizada [7].

[7] El terrible crimen fue realizado en secreto y sin el conocimiento de los británicos, es verdad, y la nación en conjunto podría haber evitado la responsabilidad moral de ello colgando a Churchill, al mariscal del aire sir Arthur Harris, al señor Spaight, y a otros autores de la "gran estrategia" cuando los hechos llegaron a ser conocidos. Eso los británicos no lo hicieron; ellos, de ese modo, asumieron la culpa como nación e involucraron en aquella culpa a cada británico que era adulto entonces.

3. Como un inglés, él fue culpable de la muerte de cientos de miles de hombres y mujeres ingleses que, como soldados o civiles, fueron muertos en una guerra insana y suicida para apaciguar la monstruosa egomanía de un borracho medio inglés, que sirvió como un lacayo para sus amos judíos, y que mantuvo en secreto todas las ofertas de paz y de preservación de Gran Bretaña y su Imperio hechas por Adolf Hitler en su ansiedad por evitar la destrucción de un Imperio que él reconocía como indispensable para el equilibrio del mundo. La culpa de Churchill incluye la obscena traición por la cual Rudolf Hess fue atraído a Gran Bretaña, encarcelado y torturado, en violación de todos los estándares prácticos de la guerra, observados hasta por los bárbaros, que garantizan la seguridad de un enviado invitado [8]. Llamar a Churchill una bestia sería difamar a todos los cuadrúpedos. La culpa inexpiable fue aumentada por la de todos los gobiernos sucesivos de Gran Bretaña, que mantuvieron a Hess encarcelado bajo condiciones inhumanas hasta que el gobierno de la Primera Ministra Maggie finalmente asesinó al avejentado y casi indefenso anciano en un vano esfuerzo para conservar el brutal secreto.

[8] Vea David Irving, La Guerra de Churchill, vol. I, Bullsbrook, Australia, 1987, pp. 557-562.

4. Y si la carga de la culpa por crímenes satánicamente depravados contra su propio pueblo no fuera suficiente para Lord Hailsham, él específicamente compartió la culpa por la agonía y la muerte de todos los miles de sus congéneres arios, hombres, mujeres y niños inocentes, que perecieron en el flamígero holocausto de Dresden [9] y otras ciudades abiertas bombardeadas por ingleses que habían dejado de ser humanos.

[9] Vea David Irving, La Destrucción de Dresden, Nueva York, 1964.

5. Como un inglés, él además compartió la culpa por todas las vidas perdidas en aquella guerra, la cual los judíos y su monstruo en la Casa Blanca podrían haber concebido sin usar a Gran Bretaña como la pata del gato.

6. Él compartió la culpa... pero ¿para qué continuar? Una crónica de la culpa británica por lo que ellos como nación realmente hicieron a miembros de su raza en el extranjero y a su propio pueblo requeriría un resumen de la historia británica desde 1914.

     Pero de toda la verdadera culpa que Lord Hailsham podría haber tomado como una carga aplastante sobre sus propios hombros, él no dijo ni una sola palabra, sino que prefirió sentir una culpa idiota por algo que nunca había sucedido y en lo cual Gran Bretaña no se ha dicho que haya tenido parte. Y, al hacer eso, él se arrastró como un perro callejero sarnoso y muerto de hambre a los pies de sus amos extranjeros.

     Uno de los miserables paniaguados que garabatean para los judíos en periódicos que son británicos sólo en el sentido de que ellos son impresos en Gran Bretaña, citó las palabras auto-degradantes del Lord, que transcribí encima, y opinó: "Él estaba hablando seguramente en nombre de cada persona juiciosa de tradición cristiana".

     No podría haber ninguna prueba más clara de que la religión de misterio de los judíos, una sífilis espiritual, ha podrido las mentes de nuestra raza y ha inducido la parálisis de nuestra voluntad de vivir.–






Jacques Sadoul - El Enigma del Zodiaco

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     En 1971 el escritor francés Jacques Sadoul (1934-2013) publicó el libro L'Énigme du Zodiaque, un recorrido de antecedentes históricos de la ciencia de la Astrología. Dividido en 12 capítulos (cómo no), hemos seleccionado de su traducción castellana de 1973 los capítulos 2, 3 y 12 completos y el final del quinto, donde habla del origen sumerio, de los aportes griego y egipcio, además de una mirada al Méjico precolombino, del astrólogo suizo Karl Krafft de los años '30, y finalmente hace una resumida visión de conjunto que pone en relación las Eras zodiacales con el Zodiaco astrológico, dos cosas distintas. Sin saturar con datos eruditos ni notas académicas, el señor Sadoul ofrece aquí una buena introducción al tema citando interesantes referencias.


El Enigma del Zodiaco
(selección)
por Jacques Sadoul, 1971




CAPÍTULO 2
TODO EMPEZÓ EN SUMER

     La civilización sumeria es interesante por dos motivos: primero porque con ella comienza la Historia, y luego porque en su seno es donde se han desarrollado los grandes descubrimientos de la Humanidad, la escritura, la tecnología, las artes. Nos interesa también en un tercer aspecto, ya que hoy se sabe que fue en Sumer donde hizo su aparición la Astrología hacia el año 4000 a.C. Un sacerdote astrólogo caldeo, Beroso, nos ha informado al mismo tiempo acerca de esa historia y de esas doctrinas astrológicas. Toda la ciencia astral de los egipcios, de los griegos e incluso de nuestra época, proviene directamente de su enseñanza escrita u oral.

     Más adelante volveremos a los relatos de Beroso. Veamos en primer lugar lo que la Historia y la Arqueología nos enseñan acerca de Sumer. Tal como manifiesta con mucho humor Edward Chiera, profesor de Asiriología de la Universidad de Chicago [1], «Hasta fecha reciente, conocíamos la historia antigua en su totalidad. Para aquellas épocas lejanas, la Biblia era el documento principal; los hebreos dominaban la materia. Las otras poblaciones... no eran más que bárbaros despreciables que oponían obstáculos a la marcha del pueblo de Dios. Era lamentable por tanto que no hubieran sido aniquilados con la rapidez deseable». En efecto, la individualización a los ojos de los arqueólogos modernos de una civilización sumeria no comienza sino hasta 1849, tras una expedición inglesa al Éufrates.

[1] En Las Tablettes Babyloniennes, Editions Payot, 1940.

     Luego la traducción, a comienzos de siglo, de un gran número de tablillas babilónicas acabó de transformar completamente nuestra concepción de la lejana Antigüedad. Escuchemos al respecto a uno de los grandes especialistas actuales de la materia, el profesor Harmut Schmókel, de la Universidad de Kiel, que escribe en su obra Sumer y la Civilización Sumeria (París, 1964):

     «El piadoso lector de la Biblia que encontraba, en los capítulos 4 y 5 del Génesis, los nombres de los primeros hombres desde Adán hasta Noé, no podía sospechar que ese doble y venerable relato era sólo el oscuro recuerdo de una tradición sumeria 1.000 años anterior a él y que se refería a los 10 reyes que reinaron antes del Diluvio. Instituído por los dioses, su reino había durado 120 sarens, es decir 432.000 años. Como en la Biblia, el último de esos reyes fue el héroe del Diluvio; en sumerio se llamaba Siuzudra, los babilónicos lo denominaban Utnapishtim, y Beroso helenizó el nombre sumerio convirtiéndolo en Xisuthros».

     La noción de diluvio que figura al mismo tiempo en los mitos sumerios y en los textos bíblicos no bastaría evidentemente por sí sola para obligar a deducir que los últimos proceden de los primeros. Las correspondencias van mucho más lejos, ya que el Arca de Noé es una historia específicamente sumeria, tal como lo afirma Edward Chiera:

     «Se encuentra en ambos relatos la famosa arca cubierta de asfalto donde se han aposentado un personaje y su familia, preservados así por los dioses del diluvio que se avecina. La lluvia inunda la Tierra y extermina la población. El arca aterriza sobre una montaña. Su habitante hace salir a tres pájaros. Salvado, sale a su vez y ofrece un sacrificio. Las semejanzas son tan contundentes que se está de acuerdo en admitir que se trata de la misma historia».

     El hecho es tan evidente que Édouard Dhorme, el traductor del Antiguo Testamento en la Biblioteca de la Pléiade, ha establecido los paralelos entre ambos relatos, en nota al capítulo 8 del Génesis:

     «El episodio cuando se sueltan los pájaros es el que más se inspira en el relato asirio-babilónico, del que damos aquí la traducción. Es Utnapishtim quien habla: "Al llegar el séptimo día, cogí una paloma y la solté. La paloma voló y regresó; como no había lugar donde descansar, tuvo que volver. Lo mismo hice con una golondrina, que echó a volar y más tarde regresó también al no hallar lugar donde reposar. Finalmente solté un cuervo. El cuervo voló y descubrió la desecación de las aguas. Come, chapotea, grazna, pero no regresa. Hice salir pájaros a los cuatro vientos". La única diferencia reside en el orden en que se sueltan los pájaros».

     De estas correlaciones se pueden sacar dos conclusiones contradictorias. Una, que el Diluvio fue una realidad universal, y confirma, por tanto, plenamente, el relato bíblico; otra, que no se trata más que de un mito sumerio, incorporado por los hebreos. ¿Qué decisión tomar? Bien, creo yo que el mejor medio es saber si hubo o no un Diluvio universal. Regresemos, con este objeto, a la obra del profesor Schmókel, el cual nos dice: «Hace veinte años, se tuvo por un instante la impresión de disponer de una prueba arqueológica de este acontecimiento mítico, el diluvio: efectuando una excavación arqueológica a gran profundidad en Ur, Woolley encontró una espesa capa sedimentaria sin la menor huella de civilización; esto podía efectivamente provenir de una inundación, y él estimó que ello demostraba la realidad del diluvio. Pero esta capa sólo existe en Ur». Hoy rige la opinión de que no hubo un diluvio generalizado.

     Finalmente, una última prueba del origen sumerio de algunos textos bíblicos puede hallarse en la historia de Moisés, que recibió de la misma mano de los Elohim(esta palabra que, en general, se traduce por «Dios» es un plural que significa «los dioses») los famosos Diez Mandamientos. Ahora bien, veamos lo que dice Édouard Dhorme en una nota al capítulo 2 del Éxodo:

     «La historia de Moisés salvado de las aguas ofrece un asombroso parecido con la leyenda del rey Sargón de Acad, que reinó hacia el siglo XXIII antes de nuestra Era. Esta leyenda, que ha llegado hasta nosotros en lengua babilonia y asiría, cuenta cómo el fundador de la dinastía de Acad es dado a luz secretamente por su madre y luego colocado por ella en un cesto de cañas, cuya entrada cierra utilizando asfalto. El recién nacido es abandonado a las aguas del Éufrates que lo arrastran. Es recogido por un "libador de agua" que lo educa y lo convierte en su jardinero, hasta el día en que la diosa Istar se enamora de él y lo destina a la realeza. El motivo común entre ambos relatos es el abandono o la exposición del recién nacido por su madre en la barquichuela recubierta de asfalto».

     Se comprende la importancia del estudio de la civilización sumeria para la comprensión de los mitos en los que descansa la nuestra. Pues hoy se admite por parte de casi todos los historiadores que, a través de diversas ramificaciones, somos los descendientes lejanos, pero directos, de los sumeríos [2].

[2] Hay que señalar que los sumerios no eran semitas, contrariamente a los acadios y otros babilónicos que más tarde los invadieron. Así, los relatos bíblicos tendrían un origen no semítico.

     Desde el punto de vista de este libro —la aparición de la Astrología en Sumer— merece la atención otra característica de su historia, a saber, su brusco y prodigioso desarrollo. Al final de este libro demostraré que dicha mutación y el nacimiento de la ciencia de los astros están íntimamente relacionados. Por el momento, concretemos las manifestaciones de esta ruptura en la evolución de la civilización sumeria; tales manifestaciones han sido especialmente estudiadas por el sumerólogo estadounidense-danés Thorkild Jacobsen, profesor de la Universidad de Harvard, quien ha resumido así sus observaciones:

     «Millares de años han transcurrido desde que el primer hombre penetró en el valle de los dos ríos, y una forma de cultura prehistórica ha sucedido a otra, casi idéntica por otra parte, y en ningún caso sumamente distinta de la que se podría encontrar en cualquier otro lugar del mundo. Durante esos milenios, la agricultura fue la fuente principal de ingresos. Se fabricaron algunos utensilios a partir de la piedra, y también, con menos frecuencia, a partir del cuero. Los pueblos, gobernados según las reglas patriarcales, se adaptaban a lo que era dable esperar. La principal modificación que se ha podido descubrir entre el paso de una forma de cultura a otra —y lo menos que se puede decir es que no es demasiado importante— reside en las técnicas de la alfarería y en su decoración.

     «Pero en el período protohistórico todo el cuadro se modifica; hundida en las tinieblas como estaba, va a cristalizarse la civilización de Mesopotamia. La línea general, la piedra angular a partir de la que Mesopotamia podrá vivir su vida, formular sus preguntas más importantes, evaluarse a sí misma y valorar el universo, y todo ello para los siglos futuros, irrumpe de golpe en la existencia, completa ya en sus aspectos principales».

     Existen dos respuestas a esta brusca mutación de Sumer: una es el azar de la evolución humana; la otra —aportada por Beroso— lleva un nombre: Oannes, el animal dotado de razón. Pero sería prematuro embarcarse tras las huellas de Oannes antes de haber llevado a cabo el estudio de la Historia y de las técnicas astrológicas de las que él es tal vez la clave.

     Desde la Antigüedad pensamos, debido a los autores griegos o latinos que han citado los escritos de Beroso hoy perdidos, que la Astrología había nacido en Caldea. Los descubrimientos de la Arqueología moderna, particularmente gracias al estudio de las tablillas descubiertas en la biblioteca de Asurbanipal, en Nínive, han demostrado ahora que los más antiguos textos sumerios incluían ya referencias astrológicas ciertas [3].

[3] Precisemos en seguida que la Astrología fue desde el principio un método de admiración de la clase sacerdotal. Sin duda rivalizó con el antiguo método adivinatorio consistente en examinar las entrañas de los animales, como me lo hacía notar René Alleau. Éste cree incluso que la creciente complicación de la adivinación mediante la observación de las visceras o del higado hizo periclitar este método en beneficio de la naciente Astrología. Tal como yo intento demostrar en la última parte de esta obra, ambos métodos no tienen el mismo origen étnico, y es por tanto probable que existiera entre ellos cierta rivalidad desde el principio.

     La primera tablilla redactada por un astrólogo está fechada en el año 2300 a.C. y trata de un presagio referente al fundador de la dinastía de Acad, fundada sobre el planeta Venus, con relación a un eclipse de Luna. Esa tablilla fue estudiada de modo más particular por F. Cornélius en el transcurso de la XIVª Reunión Asiriológica Internacional, en 1966. Cornélius nos señala que el texto sumerio habla de un eclipse de Luna visible en Agadé, ciudad cercana a Babilonia, el 14 de Nisán, durante el cual el planeta Venus se había elevado en el horizonte. La fecha del 14 de Nisán, trasladada al calendario actual, equivale al 11 de Mayo del año 2259 a.C. Por lo que se refiere al texto de esta predicción astrológica, rezaba:

«El rey de Acad muere y sus subditos están a salvo.
El poder del rey de Acad se debilitará,
sus subditos prosperarán».

     Ahora bien, dado que la historia de ese período nos es conocida, parece realmente que ese eclipse coincidió con la muerte de Narám-Sin, nieto de Sargón de Acad. Señalemos, de pasada, el carácter maléfico atribuído a los eclipses lunares que, en la antigua tradición astrológica, amenazan a todo el país, y en primer lugar, naturalmente, a su caudillo.

     Veamos ahora otro pronóstico astrológico sumerio que hace intervenir en esta ocasión a Júpiter, y que procede del siglo XXI a.C.: «Si el planeta Júpiter, al levantarse, dirige su cara anterior hacia el Oeste, si se ve el lado anterior del cielo, el reino será desgraciado. Así ocurrió que Ibi-Sin partió a Alam cargado de cadenas y llorando; así ocurrió que fue vencido». Se ha calculado que esta aparición de Júpiter debía corresponder al mes de Marzo del año 2016 a.C. En realidad, los primeros documentos astrológicos un poco completos que poseemos se remontan al año 1900 a.C., y fueron descubiertos en las ruinas del palacio de Asurbanipal.

     Se trataba de ladrillos de tierra cocida recubiertos de caracteres cuneiformes. Muchos estaban rotos, pero debido a la costumbre de los caldeos —existente también entre los asirios— de llevar sus archivos por partida doble, se pudo reconstituír un número bastante grande de ellos. La mayor parte se refiere a un tratado de astrología fundamental redactado por el propio Sargón el Viejo, el rey de Acad, aproximadamente hacia el cuarto milenio antes de nuestra Era. Pero, incluso en los manuscritos astrológicos más antiguos que han llegado hasta nosotros, se hacía, con frecuencia, referencia a textos que se remontaban a una antigüedad aún más lejana. Así se comprueba que los astrólogos establecían sus predicciones «conforme a los términos de una tablilla que no existe ya», o bien según «la Iluminación de Bel, citada en una tablilla ya no existente». Este aspecto es esencial, ya que demuestra que el período sumerio de la Astrología no debería ser considerado como su iniciación histórica, sino solamente como la huella más antigua que poseemos de ella.

     Desde el punto de vista de las doctrinas, los astrólogos caldeos enseñaban que los cinco planetas visibles a simple vista, que ellos llamaban intérpretes, revelaban mediante su movimiento las intenciones de los dioses. Como consecuencia, su estudio, así como el de los eclipses y cometas, debía permitir prever dichos designios tanto por lo que se refería a las naciones como para los hombres. «Habiendo observado los astros durante un enorme número de años —escribía Diodoro de Sicilia—, los caldeos conocían con mayor exactitud que los demás hombres su curso y sus influencias, y predecían con seguridad muchas cosas del futuro».

     Uno podría preguntarse cómo los sumerios y sus descendientes, cuyos instrumentos de medición eran primitivos y que no poseían nuestros conocimiento matemáticos, pudieron establecer los complicados cálculos que exigen la predicción de los eclipses y la retrocesión de los planetas, tales como los que se han descubierto, por ejemplo, en las tablillas de la época de Sargón de Agadé, halladas nuevamente en la biblioteca de Nínive. Ciertos fenómenos astronómicos, invisibles al ojo desnudo y citados en las tablillas, permiten suponer que los sumerios —al igual que algunos pastores del desierto en la actualidad— poseían una vista mucho más penetrante que la nuestra. Rene Berthelot señala en su estudio La Pensée de l'Asie et l'Astrobiologie (París, 1949):

     «Aparece en los caldeos un esfuerzo por determinar las verdaderas longitudes celestes, de lo cual no nos ofrecen su equivalente los egipcios... La astronomía caldea se valió de la división sexagesimal del tiempo y de la del círculo, y las relacionó una con otra en un sistema único de numeración sexagesimal. A ella debemos la división de la hora y la del día, así como la del círculo», y más adelante añade: «Una tablilla de Nínive del siglo XII a.C. indica ya la marcha errante de los planetas, sus estaciones y sus retrocesiones, al objeto de situarlos en el Zodíaco».

     Son igualmente los babilónicos los que, en una fecha por desgracia incierta, fueron los primeros en utilizar el Zodíaco y en atribuír a cada uno de su sectores un simbolismo particular. No poseemos una representación zodiacal completa muy antigua, pero en las ruinas de Nínive se han hallado numerosos fragmentos de ella. La colección de símbolos de animales hoy familiar estaba ya completa, aunque no obstante con una diferencia notable, consistente en que el signo de Escorpión abarcaba dos sectores: uno correspondía a su cuerpo y el otro a sus pinzas, sector este último que más tarde se convirtió en el signo de Libra. Este Zodíaco es el que había de introducirse en el mundo occidental en la época de Beroso.

     Esto nos lleva a Beroso, el sacerdote-astrólogo caldeo que vivió en el siglo III antes de nuestra Era. Debido esencialmente a él, la Astrología se extendió a Egipto y Grecia; en efecto, Beroso marchó de su patria y escribió, en la lengua de Homero, una historia de su país en la que rendía homenaje al rey Antíoco I Soter («Salvador»). Ese libro está hoy perdido, pero varios autores de la Antigüedad han reproducido amplios extractos de él, y se sabe que, al margen de su parte histórica, explicaba con detalle la astrología caldea, lo que motivó un gran movimiento de curiosidad, y más tarde de entusiasmo, entre los griegos.

     Se invitó entonces a Beroso a ir a instalarse en la isla de Cos, patria de Hipócrates, donde podría enseñar su arte a los estudiantes de Medicina que acudían en peregrinación a esta región. Plinio cuenta que sus predicciones se demostraron tan exactas que los atenienses le erigieron en agradecimiento una estatua cuya lengua era dorada. Entre dichas predicciones, se afirma que había previsto espantosos cataclismos que afectarían a toda la Tierra: Un diluvio de agua en el momento en que todos los planetas confluyeran en el signo de Capricornio, y un diluvio de fuego cuando se hubieran agrupado en el signo de Cáncer. Pero, cualesquiera que fueran sus talentos adivinatorios, lo cierto es que a su enseñanza —y prácticamente sólo a su enseñanza— debe la astrología griega su nacimiento. Comprobaremos que ocurre lo mismo en lo que se refiere a la ciencia de los astros del antiguo Egipto.


CAPÍTULO 3
LAS APORTACIONES GRIEGAS Y EGIPCIAS

     Que un solo hombre, Beroso, haya sido suficiente para difundir la idea astrológica en todo el mundo griego y en el Egipto de los faraones puede causar sorpresa. Probablemente no habría conseguido semejante triunfo si el terreno no hubiera estado preparado en estos dos países por las enseñanzas de los filósofos griegos o de los sacerdotes de Thot.

     Tales y su discípulo Anaximandro afirmaban que el universo era una fermentación cósmica de la que la Tierra era el sedimento y los astros sus manifestaciones exteriores; por lo que se refiere a los animales, incluyendo en ellos al hombre, habrían nacido en el seno del elemento húmedo bajo el efecto del calor del Sol, siendo este astro, al mismo tiempo, dispensador y símbolo de la vida. Fácilmente se ve que semejante teoría se aproximaba mucho a los dogmas de la astrología caldea.

     «Platón habla como un astrólogo cuando afirma, en El Banquete, que el sexo masculino es producido por el Sol, el femenino por la Tierra, y que la Luna participa de ambos», escribe con mucha razón A. Bouché Leclercq en su Astrologie Grecque.

     La teoría de los cuatro elementos, atribuída a Aristóteles, fue recuperada por los astrólogos y terminó por ser el fundamento de la física astrológica de Tolomeo. De ese modo, todas las filosofías griegas podían adaptarse a la astrología, o, más propiamente, el arte de Beroso encontraba en cada una de ellas algún elemento que aparentemente contribuía a justificarlo. Hay que señalar que todos los sistemas cosmogónicos propuestos por los filósofos eran geocéntricos, excepto el de Aristarco de Samos quien sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol. Esta teoría habría podido entrar en conflicto con los dogmas astrológicos, pero razones de orden religioso impidieron que se propagara.

     El Zodíaco fue adoptado sin discusión en Grecia, aunque se lo hacía comenzar en el solsticio de verano, es decir, en el signo del Cangrejo (o Cáncer), ya que ese día señalaba la iniciación del año griego. Más tarde, aparentemente bajo la influencia del astrónomo Hiparco, se regresó al año caldeo que comenzaba en el solsticio de primavera con el signo de Aries. Fue precisamente entonces cuando se descubrió —o se halló de nuevo— el fenómeno de la precesión de los equinoccios. Este descubrimiento astronómico de Hiparco demostraba que las constelaciones a partir de las que se habían denominado los signos del Zodíaco no eran fijas, y se deslizaban poco a poco de signo en signo. Este hecho contrarió enormemente a los astrólogos hasta el día en que Claudio Tolomeo codificó el conjunto de su ciencia y separó el «zodíaco ficticio de los signos», el cual es fijo, del «zodíaco de las constelaciones», que se desplaza.

     La mente sutil de los griegos no se contentaría con adoptar el arte de Beroso, antes bien lo perfeccionaría, y a ella debemos la creación del horóscopo [1], que permite la individualización del tema de nacimiento.

[1] El término "horóscopo" significa «Miro lo que se levanta», es decir, el grado ascendente sobre el Zodiaco.

     El comienzo del sistema de las casas astrológicas es lo que caracteriza el tema de cada persona en particular, y esto era desconocido por los caldeos. No hay que creer por ello, sin embargo, que la astronomía caldea sólo sabía aplicar sus predicciones a los reyes y naciones, y que ignoraba a los simples particulares. Esto es falso, tal como lo muestra el estudio de A. Sachs, de la Universidad de Providence, Horóscopos Babilónicos, aparecido en 1952 en el Journalof Cuneiform Studies. Entre otras cosas, tras haber analizado seis temas particularmente indiscutibles, escribe:

     «Lo que resulta importante es que, siglos antes del período griego, los babilónicos hubieran practicado las predicciones astrológicas tanto personales como generales. Este punto, que es trivial para un especialista de textos cuneiformes, merece ser destacado, ya que, debido al origen griego de la astrología horoscópica, algunos autores, careciendo de información o basándose únicamente en los textos del Enuma Anu Ellil, que es una recopilación de la astrología mundial, han simplificado exageradamente el problema entre una forma griega de astrología individual y una pretendida ausencia de esta misma forma en los mesopotámicos».

     Por lo demás, Proclo cita un texto de Teofrasto, que fue uno de los primeros griegos que se puso en contacto con Beroso, texto en donde manifiesta encontrar «maravilloso el hecho de predecir la vida y la muerte de cada uno, y no simplemente de las cosas comunes».

     Dicho eso, tal como lo estableció claramente Sachs: «Ningún tema babilónico menciona el horóscopo (el signo o punto del Zodíaco que se levanta en el instante del nacimiento), ni, por lo demás, ninguno de los otros elementos astrológicos secundarios que desempeñan un papel importante en la astrología greco-romana». Se puede, por tanto, extraer como conclusión, sin demasiado miedo a equivocarse, que fueron los griegos los que inventaron la domificación y las nociones de Ascendente y Cielo Medio. Poseemos, en efecto, tres representaciones de temas griegos levantados antes de la Era cristiana, en los años 71, 42 y 40 a.C., y todos indican el signo horóscopo. Esto no demuestra en absoluto que los caldeos, y antes que ellos los sumerios, no tuvieran otro sistema para individualizar más los temas, pero, en todo caso, no ha llegado hasta nosotros ningún indicio de él.

     Franqueemos el Mediterráneo y lleguemos a Egipto, donde la astrología se difundió, como en Grecia, a partir de la enseñanza que Beroso dispensaba en su escuela de la isla de Cos. ¿De dónde procede entonces la idea tan divulgada de una fabulosa antigüedad de los zodíacos egipcios y, en consecuencia, de una ciencia de los astros egipcia que databa de las primeras dinastías? Fue el arqueólogo Charles-Francois Dupuis el que más contribuyó a propalar esa idea en una obra que publicó en 1794, Origine de Tous les Cultes. Atribuía una antigüedad de varios miles de años a los diversos zodíacos descubiertos en los monumentos del antiguo Egipto, en particular al de Dendera, hallado en el templo de la diosa Hathor y en la actualidad conservado en el Museo del Louvre. Dupuis llegaba a la conclusión de que la paternidad de la astrología había de repartirse a partes iguales entre caldeos y egipcios.

     Ahora bien, los arqueólogos modernos han acudido a la astronomía para fijar una fecha a estos zodíacos; en efecto, éstos representan la situación celeste en el momento del nacimiento o de la muerte del personaje momificado al que hacen compañía. Como consecuencia, la posición de los planetas representados permite calcular astronómicamente la fecha en que existía semejante cielo. Así, se ha podido fijar para el zodíaco de Dendera la fecha de 17 de Abril del año 17 d.C.

     Puede citarse otro ejemplo: A comienzos del siglo pasado, el explorador Caillaud trajo consigo una momia con un zodíaco en su sarcófago. Este último constituyó el tema de una comunicación a la Academia de Inscripciones y Bellas Letras, pronunciada por el señor Letronne el 16 de Enero de 1824 [2].

[2] Esa memoria se titula «brevemente»: Observación crítica y arqueológica de las representaciones zodiacales que nos quedan de la Antigüedad, con motivo de un Zodíaco egipcio pintado en un sarcófago de momia que lleva una inscripción griega del tiempo de Trajano...

     «Las primeras personas que, en el gabinete del señor Caillaud—dice la comunicación— vieron y examinaron esta momia, los cuales pertenecían al conjunto de los que persisten —a pesar de los hechos— en considerar los zodíacos egipcios como pertenecientes a una remota antigüedad, sentenciaron al principio que el ataúd de esta momia y la propia momia se remontaban a una época lejana. Su ilusión sufrió cierta contrariedad cuando, después de haberle dado vuelta al sarcófago, distinguieron en medio de los jeroglíficos los restos de una inscripción griega».

     Esta inscripción indicaba que el personaje momificado había muerto bajo el reino de Trajano, en el siglo I de nuestra Era. Por lo que se refiere a los jeroglíficos, fueron traducidos por el propio Champollion, quien escribió al señor Latronne: «A su vez, ahora, sus observaciones acerca de la inscripción griega de la momia traída de Tebas por el señor Caillaud vienen a justificar enteramente la lectura que yo había facilitado...». Hoy se sabe que únicamente el zodíaco pintado en el techo de una sala del templo de Esnech procede de antes de la Era cristiana ya que fue realizado en tiempos de Tolomeo III (247-222 a.C.), lo que nos lleva al siglo III a.C., en el que vivió Beroso. Así, pues, es legítimo considerar a este sacerdote caldeo como el único origen de la astrología egipcia, así como de la griega.

     La principal aportación de los astrólogos egipcios fue la introducción del sistema de los decanos, que es una subdivisión de los signos del Zodíaco en tres partes iguales. Esta nueva complicación invadió pronto el mundo romano, y es todavía utilizado en nuestros días por algunos practicantes.

     Así, pues, hemos llegado a Roma, donde la astrología brillará con su máximo resplandor, ya que los espíritus supersticiosos de los romanos estaban perfectamente preparados para acoger esta nueva doctrina.

     Su éxito fue inmediato y total, resultando inoperante la oposición de algunos hombres, como Cicerón y Agripa. Marco Antonio tuvo su astrólogo agipcio titular (y a sueldo de Cleopatra, pretende Plutarco), Augusto hizo acuñar moneda con su signo, Capricornio, en una de las caras. Tiberio se convirtió él mismo en un experto astrólogo y, al hacer el tema de Galba, descubriría en él «el hombre que un día saborearía el Imperio». Dión Casio pretende incluso que Tiberio hacía estudiar los horóscopos de los personajes importantes del Imperio para hacer asesinar a los que eran capaces de poder sucederle.

     Se conoce la célebre respuesta que Agripina diera al astrólogo que acababa de predecirle:
Vuestro hijo, Nerón, reinará, pero matará a su madre.
No importa—contestó ella—, con tal de que reine.

     Las predicciones de los astrólogos romanos no fueron todas tan exactas. Así, Domiciano, temiendo por su trono, hizo ejecutar a Mecio Pomposanio, aconsejado por su astrólogo, pero perdonó a Nerva, que lo sucedería. Por el contrario, a otro astrólogo, Ascletarión, que había predicho su caída, Domiciano lo hizo condenar a muerte:

     «Preguntó a Ascletarión—nos relata Suetonio— cuál sería su propio fin (el del astrólogo) y como éste afirmara que sería pronto despedazado por los perros, él ordenó ejecutarle inmediatamente, pero, para demostrar la trivialidad de su arte, mandó enterrarlo con el mayor cuidado. Mientras se cumplían estas instrucciones, sucedió que un huracán derribó súbitamente la hoguera y unos perros despedazaron el cadáver medio quemado».

     Al creer los príncipes en la astrología, el pueblo los siguió al punto en esta vía, y, pronto, los que hacían horóscopos reinaron como señores en Roma. Un autor del siglo IV d.C., Ammiano Marcelino, nos cuenta que incluso los incrédulos no atravesaban una calle «sin haber consultado previamente la efemérides para saber por ejemplo dónde estaba situado Mercurio, o qué sector de Cáncer ocupaba la Luna en su trayectoria a través del cielo». ¡Si ésta era la conducta de los escépticos, uno queda un poco asustado ante la idea de la influencia que la astrología debía ejercer sobre los creyentes!.

     Tras haber lanzado esta rápida ojeada sobre la astrología en el mundo antiguo, y antes de dar un salto en el tiempo de más de 1.000 años para llegar hasta los grandes astrónomos-astrólogos del Renacimiento, conviene decir algunas palabras acerca de la idea astrológica en los otros lugares civilizados del mundo, como la India, China y la América precolombina.

     La astrología india es sumamente parecida a la nuestra, lo que no tiene nada de sorprendente, ya que sin duda es de origen griego. El Zodíaco indio está constituído igualmente por 12 signos cuyo simbolismo se aproxima al nuestro, pero, tal como hace notar el astrólogo hindú B. V. Raman, «El grado cero de Aries ha sido tomado como origen del Zodíaco, siendo el sentido de sucesión de los signos el de las agujas del reloj. Así, pues, el zodíaco hindú tiene un sentido opuesto a nuestro zodíaco astrológico tradicional». Los planetas tradicionales tienen, al igual que en el sistema occidental, domicilios en ciertos signos y exilios en los signos opuestos. Por lo demás, lo que hay de original en el sistema es otra división del Zodíaco, en 27 partes iguales, llamadas Casas Lunares y relacionadas con el movimiento aparente de la Luna, que se superponen a los 12 signos tradicionales. No obstante, no se puede hablar de una astrología muy diferente de la nuestra, y parece más que probable un origen común.

     En China hallamos una astrología fundada en un Zodíaco estrictamente lunar y dividido en 28 sectores. Como todo lo que ha brotado de la antigua sabiduría china, esta astrología es de una gran sutileza y de una complicación tan extremada que impidió su difusión entre el pueblo, ya que sólo los iniciados podían conocer todos los arcanos. De siempre, los astrólogos estuvieron agregados a la corte de los Emperadores chinos, y, si se da crédito al relato de uno de los raros viajeros autorizados hoy a visitar la China Popular, ocurriría lo mismo ahora, pese a la ideología del nuevo régimen.

     Más interesante es el caso de la América precolombina, ya que, en principio, esta civilización no tuvo ningún contacto con la nuestra antes de su descubrimiento por Cristóbal Colón. Sin embargo, el hallazgo de cierto número de inscripciones fenicias grabadas en rocas del Brasil, por una parte, y descubrimientos entre los trofeos de los indios de América del Norte, por otra, hacen suponer que debieron establecerse contactos entre los dos continentes mucho antes de la fecha admitida oficialmente.

     Hubo de hecho una astrología azteca muy floreciente, pero bastante distinta de la nuestra; estaba basada en un zodíaco de 20 signos. Su valor queda demostrado por la famosa predicción que anunciaba el regreso de los hombres blancos, lo cual permitió a Cortés y a su pequeña tropa conquistar muy fácilmente un inmenso Imperio. Se la encuentra formulada y fechada, en una predicción efectuada al rey de los cutuc-siu en 1514 por los sacerdotes astrólogos: «A fines del tercer período, una nación de hombres blancos y barbudos vendrá procedente del lugar donde el Sol se levanta, trayendo con ella un signo que hará huír y caer a todos los dioses. Esta nación dominará toda la Tierra, trayendo la paz a los que la reciban en paz y abandonen vanos simulacros para adorar a un dios único que estos hombres barbudos adoran» (J. Babelon, La Vie des Mayas 1934). Si se admite que el tercer período significa tres años, la predicción adquiere un carácter notablemente exacto, ya que los españoles emprendieron la conquista de Méjico en 1517-1518.

     Pero parece que aún había más, puesto que el astrólogo Alexandre Volguine, en su muy interesante obra L'Astrologie chez les Mayas et les Aztéques, tras haber informado acerca de cuanto se refería al Zodíaco de 20 signos de los precolombinos, señala que también habrían utilizado otro, constituido por 12 signos como el nuestro, y cuyos nombres habrían tenido asombrosas semejanzas con nuestras denominaciones tradicionales.

     Un estudio del sacerdote José de Acosta, efectuado sobre los códices aztecas lo resume de este modo:

     «El signo del Carnero (Aries) habría sido llamado Esplendor del Cordero, nombre tan análogo al nuestro que parece pertenecer a nuestra propia tradición. El segundo signo del Zodíaco era denominado Macho Poderoso, Brillante e Inflamado, y no es preciso sub-rayar su concordancia con la imagen del Toro (Tauro)... En el lugar de los Gemelos (Géminis), se encuentra el signo de las Estrellas Unidas o de los Astros Conjuntos, que expresan exactamente la misma idea de unión que los Castor y Pólux de nuestra tradición greco-latina. El signo del Cangrejo (Cáncer) recibe allí el nombre de Culebra Dormida... En cuanto al signo de León (Leo), es denominado Retorno de la Lanza del León Oculto y Rampante. Si la idea de la majestad y de la rectitud vinculada en nosotros al símbolo de este signo parece fallar en la América precolombina, el hecho de que a ambos lados del Atlántico se denomine a la misma parte del cielo, el León, es ya de por sí profundamente significativo. El signo de la Virgen (Virgo) lleva el nombre de la Madre Divina, y la representación tradicional de este signo por una mujer que lleva un niño es de origen precristiano. La Balanza (Libra) era conocida por los aztecas bajo el nombre de la Escala... Capricornio llevaba un nombre parecido, el Ciervo Ardiente o Cornudo, y Acuario el de Época de las Aguas. Es realmente asombroso descubrir tal similitud de los nombres a ambos lados del Atlántico...».

     Las denominaciones de Escorpión, Sagitario y Piscis no aparecen en la obra de Acosta, y no han llegado hasta nosotros.

     La palabra «asombroso» me parece muy débil para calificar una semejanza tan fantástica. La existencia de un simbolismo idéntico en dos continentes privados de todo contacto parecería demostrar por sí sola la verdad universal de la ciencia de los astros.

     Pero yo soy por natural desconfiado, y tales coincidencias me parecieron sospechosas; igualmente, no pudiendo comprobar por mí mismo las afirmaciones del sacerdote Acosta, pedí algunas aclaraciones al señor Jacques Soustelle, que es el especialista europeo más eminente en civilizaciones precolombinas. He aquí dos extractos de la carta que tuvo a bien enviarme como respuesta:

     «El sacerdote Acosta era en realidad un compilador que no llevó a cabo obra original, sino sólo para añadir algunos errores o falsas interpretaciones de su cosecha. He de comunicarle que no encuentro indicios de un zodíaco de 12 signos, estando toda la cronología mejicana basada en la combinación de 13 cifras y de 20 signos. Por otra parte, considero imposible que un signo mejicano haya podido denominarse "Esplendor del Cordero", teniendo en cuenta que el cordero era un animal desconocido en Méjico en la época precolombina, al igual, además, de los bóvidos y el caballo».

     Bien mirado, tampoco hay ciervos en Méjico (se encuentran todo lo más wapitis en Canadá, lo cual está muy apartado), ni tampoco leones en ambas Américas, pudiendo hallarse sólo jaguares y pumas. Finalmente, es de por sí bastante notable que la idea de la influencia de los astros sobre el hombre hubiera nacido igualmente entre los aztecas y los mayas, sin que sea necesario querer hacer sus concepciones idénticas a las nuestras.


CAPÍTULO 5

     (...) Trataré aquí del célebre astrólogo Karl Ernst Krafft. Durante largo tiempo pasó por haber sido el astrólogo personal de Adolf Hitler, y fue necesaria la investigación minuciosa del escritor Ellic Howe, publicada bajo el título de El Extraño Mundo de los Astrólogos, para restablecer la verdad.

     Krafft nació en Basilea el 10 de Mayo de 1900. Su madre era «patológicamente despótica y su padre espeso de mente y cuerpo», lo que puede explicar la característica esquizofrénica bastante acentuada del personaje. La muerte de su joven hermana, a la que quería mucho, contribuyó en verdad a su desequilibrio mental. Su historiógrafo, Howe, que no lo conoció jamás personalmente, parece haber sido atraído por el aspecto de héroe romántico decadente, el cual ciertamente existió en Krafft. Ello no impide que se muestre a través de sus escritos, y a través de su comportamiento en la vida, como un hombre de una rara pretensión, vindicativo, rencoroso, seguramente muy inteligente, pero embrollado en tales contradicciones internas que, a menudo, se comportaba muy estúpidamente. Desde un punto de vista político, es cierto que sintió afecto por la ideología nacionalsocialista y compartió sus prejuicios anti-judíos. Varios textos escritos de su puño y letra, cartas o artículos, lo atestiguan sobradamente.

     Respecto a Krafft, el hecho de que fuese considerado como uno de los mayores astrólogos del siglo se debió a que, al igual que Choisnard, había tenido la idea de aplicar las matemáticas estadísticas al estudio de la astrología. Lo hizo con dos obras: Las Influencias Cósmicas sobre el Individuo Humano, aparecida en 1923, y su famoso y enorme Tratado de Astro-Biología, editado en 1939. Ahora bien, en el capítulo dedicado a las estadísticas aplicadas a la astrología veremos lo que puede conservarse de los trabajos de Krafft: prácticamente nada. Ellic Howe lo reconoce así cuando dice: «El profesor Hersch había comprobado su documentación y sus procedimientos estadísticos y se había declarado satisfecho de ellos. Fue la, insuficientemente crítica, aprobación de Hersch lo que pesó sobre toda la vida ulterior de Krafft engañándolo sobre sí mismo. Hoy se sabe que su pretendida prueba estadística carece de valor. Desde el comienzo hasta el final, la cosmo-biología es una quimera».

     El término "cosmo-biología" no debe sorprender, pues Krafft no podía decidirse a ser un astrólogo cualquiera entre los demás, sino que debía ser el primero de una nueva ciencia, actitud muy típica de su delirio de grandeza. En su Tratadode Astro-Biología rechaza así toda la astrología tradicional al manifestar:

     «De este modo una futura ciencia de las relaciones cosmo-biológicas no se desarrollará excesivamente a partir de las tradiciones astrológicas, e incluso una rehabilitación de éstas no podrá ser tomada en consideración al margen del punto de vista de las civilizaciones. Y es que el edificio de la antigua astrología debe ser comparado a un cadáver cuya alma hace tiempo que lo ha abandonado», lo que, por otra parte, no le había impedido en absoluto escribir exactamente lo contrario cinco páginas antes: «Los principios de la astrología tradicional (el hecho de la influencia astral, la subdivisión de la eclíptica, las "propiedades individuales" de los factores móviles, los aspectos, etc.), se han mostrado de una exactitud maravillosa». He aquí nuevamente un ejemplo impresionante de la confusión mental que reinaba en la mente del astrólogo suizo.

     Su conducta dentro de la vida corriente le causó igualmente numerosos sinsabores. Comenzó por descuidar sus estudios pasando todo su tiempo en el registro civil, con el objeto de tomar nota de los nacimientos para establecer sus famosas estadísticas. Las dificultades económicas lo obligaron pronto a aceptar un trabajo en una editorial, donde no le iba mal, pero que tuvo que abandonar a causa, diría él, «de ciertos colegas que las circunstancias no me permitieron decapitar». Su matrimonio, en 1937, con una joven holandesa, Anna, le procuró un cierto equilibrio que él aprovechó para editar su Tratado de Astro-Biología. Hay que señalar que, a partir de 1930, Krafft había abandonado su cosmobiología que él calificaba entonces de «farsa científica», e inventado un nuevo sistema, la tipocosmia, que era «el orden natural de los arquetipos planetarios».

     Se trataba de una especie de astrología esotérica cuyas diferencias con la cosmobiología no me han resultado evidentes. Al margen de la astrología, Krafft se interesó también por Nostradamus, lo que le valió ser llamado a Berlín por uno de sus colegas al que el doctor Goebbels acababa de encargar una interpretación del célebre vidente demostrando que había previsto la guerra (y la victoria) de Alemania contra Francia e Inglaterra. El astrólogo suizo fue, pues, a instalarse en la capital del Reich.

     La desgracia quiso entonces que Krafft, por una vez, se mostrara buen astrólogo. Cito aquí el relato de Ellic Howe, quien ha verificado minuciosamente la autenticidad de todos los hechos:

     «El 2 de Noviembre, Krafft envió al doctor Fesel una comunicación que este último no tuvo ciertamente demasiadas ganas de hacer circular hasta la sede de la RSHA [Oficina Central de Seguridad del Reich] en Berlín. Predecía que la vida de Hitler estaría en peligro entre los días 7 y 10 de Noviembre, y anunciaba la posibilidad de una tentativa de asesinato mediante el empleo de un material explosivo. Fesel archivó el documento y guardó un discreto silencio, por la excelente razón de que las especulaciones astrológicas referentes al Führer estaban rigurosamente prohibidas. Ahora bien, el 9 de Noviembre de 1939 el público alemán se enteró de que Hitler había sido objeto de un atentado fallido. La noche anterior, el Führer, acompañado por la vieja guardia nacionalsocialista, había asistido a la conmemoración tradicional del Putsch abortado de 1923 que tuvo lugar en la Bürgerbrauerei de Múnich. Hitler y otros miembros importantes del Partido habían regresado antes de lo previsto a Berlín en tren. Minutos después de su partida, una bomba oculta en un pilar, detrás de la tribuna de los oradores, había hecho explosión causando 7 muertos y 63 heridos.

     «Krafft, que no sabía cómo mantenerse tranquilo, estaba patéticamente ansioso de atraer la atención sobre su ciencia astrológica; de inmediato envió un telegrama a Rudolf Hess a la Cancillería del Reich en Berlín, refiriéndose a su carta al doctor Fesel e indicando que Hitler podría aún encontrarse en peligro durante los próximos días. Algunos meses más tarde, declaraba alegremente a Georg Lucht que su telegrama había "hecho explosión como una segunda bomba en Berlín". Al instante se dio la orden al doctor Fesel de presentar la carta en cuestión. Ésta llegó al Führer, el cual la mostró al doctor Goebbels el día 9 de Noviembre, durante un desayuno en la Cancillería. Ese mismo día, 4 funcionarios de la Gestapo de Friburgo fueron a buscar a Krafft a Urberg y, al día siguiente, lo despacharon bien custodiado hacia Berlín para un contra-interrogatorio. Krafft no sólo convenció a la Policía de que no tenía nada que ver con el asunto de Múnich, sino que la persuadió de que, en ciertas circunstancias, eran posibles las predicciones astrológicas».

     Krafft fue liberado y adquirió de ese modo la celebridad a la que aspiraba desde hacía tiempo; se le presentaba siempre como «el hombre que había predicho el atentado contra la vida del Führer». Estableció contacto con varios altos dignatarios del régimen nacionalsocialista, y uno de ellos, el doctor Ley, le encargó una edición crítica de Nostradamus, en el bien entendido de que la labor de desciframiento se ejecutaría según el punto de vista nacionalsocialista, lo cual no disgustaba a Krafft. Veamos aquí, por ejemplo, una típica carta del astrólogo suizo al respecto:

     «Cuando nos encontramos por última vez en Zúrich y cuando le dije a usted que cierto pueblo (el alemán) tenía el futuro ante él y que, inevitablemente, había de instaurarse un orden nuevo en el Sudeste de Europa, usted se mostró bastante escéptico. Posteriormente quizá se acordó de nuestras conversaciones y se acrecentó su confianza en las leyes cosmobiológicas».

     El espíritu independiente e intolerante de Krafft no se adaptaría mucho tiempo al autoritario régimen nacionalsocialista, y pronto rompió brutalmente las relaciones laborales que tenía con sus patronos. La locura del alto dignatario nacionalsocialista Rudolf Hess —que huyó de Alemania, pilotando él mismo un avión, para aterrizar en Inglaterra donde creía poder negociar con sus dirigentes— tuvo para Krafft una doble consecuencia totalmente imprevisible, incluso para un astrólogo como él. Como Hess concedía su protección a todas las disciplinas de las ciencias ocultas, se desencadenó en el Führer un gran furor contra todos sus representantes, y ordenó su arresto, en particular el de los astrólogos reconocidos. El 12 de Junio Krafft fue arrestado en su domicilio por la Gestapo, la cual se apoderó de toda su biblioteca y saqueó todos sus documentos. Krafft ya no recobraría nunca la libertad.

     Paralelamente, en Inglaterra, se difundió entre el público una creencia, a partir de los relatos más o menos neuróticos de Rudolf Hess, relativa a que Hitler utilizaba los servicios de los astrólogos para tomar sus decisiones estratégicas. Se citó el nombre de Krafft, que era entonces muy conocido, sobre todo porque no se comprendía por qué ese ciudadano suizo, en lugar de quedarse en su país natal, donde habría permanecido al margen de la guerra, seguía estando en Berlín.

     El Servicio de Inteligencia [inglés] contrató a un astrólogo, Louis de Wohl, para estudiar el tema del Führer y tratar de adivinar las conclusiones que podían extraer de él Krafft y sus colegas alemanes. El papel de Wohl fue de hecho sumamente limitado, pero él, por su parte, lo magnificó una vez terminada la guerra en una serie de artículos resonantes que contribuyeron a acreditar la leyenda de «Krafft como astrólogo de Hitler».

     Mientras tanto, la verdadera historia de Krafft se desarrollaba de un modo mucho más trágico. El astrólogo y sus colegas fueron internados sin una acusación concreta, y más tarde a aquellos que manifestaron buena voluntad se les dieron algunas tareas astrológicas al servicio del Ministerio de Propaganda. Ahí, se les encargaba analizar el tema de Montgomery con relación al de Rommel, etc. Krafft aceptó colaborar durante algún tiempo, pero, resucitando su carácter iracundo, pronto rechazó los trabajos que consideraba indignos de él. Fue transferido de prisión en prisión antes de ser conducido a Buchenwald, donde murió el 8 de Enero de 1945.

     Yo he conocido personalmente a un discípulo de Krafft, quien me confesó que profesaba la mayor admiración por su antiguo maestro. Me indicó que, contrariamente a lo que en general se afirma, Krafft aceptaba con gusto hacer el horóscopo de los particulares —a condición de, o bien verlos, o poseer al menos una foto de ellos—, pero que era cierto que juzgaba este trabajo indigno de él, y lo hacía únicamente para prestar un servicio, o en los momentos económicamente difíciles. Mi informador añadió que no había encontrado jamás a un astrólogo que igualara a Krafft.

     Por mi parte, yo no veo, al margen de la acertada predicción respecto al atentado del que escapó Hitler, qué puede justificar semejante reputación, pues nada, ni en la vida ni en las obras de Krafft, parece mostrar una ciencia astrológica incomparablemente superior a la de sus colegas. Es cierto que Krafft trató de dar una base científica a este arte, y ello lo singulariza entre los demás practicantes, pero ya vimos cómo fracasó. Por tanto, yo no creo que sea necesario considerarlo como un astrólogo excepcional.


CAPÍTULO 12
EL GRAN ZODÍACO


     Hemos comprobado que el Zodíaco era el fundamento de toda la astrología, y pronto vamos a ver que también lo es de casi todas las religiones. Abriendo un diccionario corriente en esa palabra leemos: «Los signos del Zodíaco llevan los nombres de las constelaciones que se encontraban en él hace 2.000 años». Pues bien, sabemos ahora que esa división de la esfera celeste era conocida en un período mucho más remoto. En consecuencia, podemos intentar fijar el origen del Zodíaco partiendo de la evidencia de que dicha división debió efectuarse en la época en que las constelaciones y los signos coincidían ya. No se trata de este caso de conjeturas, sino de una opinión generalmente admitida, incluso por los representantes de la ciencia oficial. Así, veamos las conclusiones a que llega un astrónomo como el abate Moreux, en Les Influences Astrales, publicado en 1942:

     «Desde el siglo III antes de la Era cristiana, los griegos se habían apropiado de la ciencia astronómica de los caldeos, que databa aproximadamente del año 4000 a.C. No obstante, astronomía y astrología debían ser más antiguas, y esto es lo que se destaca de los estudios del profesor Epping. Este sabio ha demostrado que los mismos nombres de muchas constelaciones nos llevan a la conclusión de que los asterismos [1] que nos son familiares no tienen un origen caldeo, sino que proceden de un pueblo que vivía en una región más septentrional que Babilonia, hacia el mar Caspio, probablemente. Los nombres de las constelaciones zodiacales en particular, establecidos ya en el 4º milenio a.C., habrían sido transmitidos desde este lugar a los caldeos. Y esto queda sobradamente demostrado por el hecho de que los poemas caldeos relativos a dichas constelaciones zodiacales suponen un zodíaco anterior a la época de la antigua Caldea.

[1] Es decir, las asambleas de estrellas que forman las constelaciones.

     «Se sabe que, debido a la precesión de los equinoccios, los signos efectúan un lento movimiento de retroceso sobre la esfera celeste, empleando en la vuelta completa un período de tiempo que se extiende a 25.790 años. Ahora bien, en toda la serie del poema caldeo sobre el diluvio, por ejemplo, ninguno de los signos del Zodíaco está en el lugar que ocupaba en la época en que el poema fue inscrito sobre las tablillas que hemos descifrado, y las constelaciones que figuran en él son precisamente las que fueron fijadas anteriormente por el pueblo desconocido mencionado por mí que habitaba por encima del paralelo 40° Norte.

     «De este modo, el origen de la astronomía y de la astrologia, ciencias que en el comienzo se confundían, se pierde en la noche de los tiempos históricos, y, si se concede crédito a los rastros de dibujos descubiertos sobre piedras que los prehistoriadores tienen en estudio y que representan alineaciones que recuerdan a nuestras constelaciones como la Osa Mayor, habría que remontar el nacimiento de las ciencias de Urania hasta la aparición del hombre sobre la Tierra».

     Sería, pues, en el 26º milenio antes de nuestra Era, es decir, hace unos 28.000 años, cuando un pueblo hoy olvidado habría establecido la existencia del Zodíaco. Desgraciadamente, si damos crédito a las enseñanzas de la ciencia oficial, el hombre de Cro-Magnon vivió aproximadamente 12.000 años a.C., y, en consecuencia, en una época anterior a ésta no podían existir más que humanoides simiescos muy poco inclinados a la contemplación de las estrellas y al establecimiento de reglas de astrología. Pero, ¿acaso esto es muy seguro? Incluso en el mundo científico podemos hallar numerosos partidarios de un origen pre-sumerio de la ciencia de los astros, se llame ésta astronomía o astrología. El astrónomo Bailly, al comienzo del primer libro de su Histoire de l'Astronomie, afirma, por ejemplo:

     «Cuando se contempla con atención el estado de la astronomía en Caldea, India y China, se descubren más bien los residuos que los elementos de una ciencia. Ésta aparece como la obra de un pueblo anterior... que fue destruído por una gran revolución. Algunos de sus descubrimientos, de sus métodos, de los períodos que semejante pueblo inventara se han conservado en la memoria de los individuos dispersos. Pero se mantuvieron en forma de nociones vagas y confusas, más por un conocimiento de las costumbres que de los principios».

     Descubrimos aquí otra vez la misma impresión que habíamos tenido leyendo las tablillas sumerias halladas en Nínive, que con frecuencia llevan la mención «conforme a una tablilla hoy perdida», lo cual indica con claridad que la astrología era ya una ciencia residual, una ciencia parcialmente olvidada en la época del rey Sargón de Acad. Pues bien, existe una muy concreta tradición, que nos ha sido relatada por el sacerdote-astrólogo Beroso, que indica que la ciencia de los astros no es en absoluto una invención del pueblo sumerio, sino que fue revelada a éste en el transcurso de un contacto tenido con una raza extranjera. En L'Histoire Ancienne des Peuples de l'Orient (París, 1887), E. Babelon habla acerca de esta tradición:

     «Los caldeos decían que la astronomía les había sido enseñada por el dios Oannes, el cual surgió cierto día del mar Eritreo bajo la forma de un hombre con cola de pez. Algunos críticos, desorientados por estos antecedentes fabulosos, han tratado de explicar tal supuesta revelación divina mediante una importación del extranjero, y supusieron que el golfo Pérsico fue la ruta seguida por los sabios que, desde Egipto, habrían venido a implantar la ciencia de los astros a orillas del Tigris y el Éufrates. Pero nada hay de ello; la astronomía era una ciencia esencialmente indígena en Babilonia».

    Que la ciencia astral de los caldeos hubiera sido anterior a la egipcia no hay ninguna duda, pero que hubiera tenido un origen indígena, y no uno revelado, es algo que no parece tan evidente como lo cree el historiador del siglo pasado.

     Vamos a examinar ahora el relato que nos dejó Beroso referente a la enseñanza del pueblo sumerio por un extraño ser denominado Oannes. Por desgracia, los escritos auténticos de Beroso están hoy perdidos; la publicación de su obra Antiquitatum Libri Quinque, hecha en 1545 por Agnus de Viterbo, no puede ser tomada en consideración, ya que el libro es apócrifo con toda seguridad. No nos queda otra solución que tratar de descubrir los textos de Beroso a través de los relatos que nos han dejado de ellos algunos comentadores griegos o latinos [2].

[2] Tenemos tres relatos: uno de Alejandro Polihistor, otro de Apolodoro y el tercero de Abideno. Éstos han sido comunicados por varios historiadores latinos, como Plinio, Eusebio, Sincelo, Josefo, Clemente de Alejandría. Esos diversos fragmentos han sido reunidos por el doctor Richter en un volumen aparecido en 1825 en Leipzig: Berosi Chaldeorum Historiae quae Supersunt, cum Comentatione, y por el historiador francés Francois Lenormand, en París en 1872, en su Ensayo de Comentario de los Fragmentos Cosmogónicos de Beroso, según los Textos Cuneiformes y los Monumentos del Arte Asiático. La traducción que yo ofrezco aquí está hecha esencialmente a partir del texto latino del doctor Richter, con, a veces, préstamos tomados a la traducción inglesa de ese mismo texto realizada por Isaac Cory.

Veamos en primer lugar, según Eusebio, el relato del primer libro de Beroso, tal como lo cita Alejandro Polihistor, relato que Eusebio titula De Chaldaica Improbabili Historia, título que no necesita traducción:

     «Beroso, en su primer libro de la Historia de Babilonia, nos cuenta que él vivía en la época de Alejandro, hijo de Filipo. Especifica que en aquel tiempo existían aún —cuidadosamente preservados en Babilonia— relatos históricos que abarcaban 15 miríadas de años. Esos textos relataban la historia de los cielos y del mar, del nacimiento de la Humanidad, de los reyes y de sus acciones. Beroso empieza entonces por describir Babilonia, región que se extendía entre el Tigris y el Éufrates. [Describe luego las riquezas agrícolas del país]. En aquella época había en Babilonia un considerable número de habitantes procedentes de diversas naciones que habían venido a instalarse en Caldea y que vivían sin ley ni orden, como bestias salvajes.

     «Durante el primer año apareció un animal dotado de razón, procedente del Golfo Pérsico que bordeaba Babilonia, cuyo nombre era Oannes (tal como lo cuenta Apolodoro). Su cuerpo era parecido al de un pez, pero más abajo de su cabeza de pez había otra análoga a la de un hombre, y tenía también pies humanos, aunque unidos en una cola de pez. Voz y lenguaje eran articulados y humanos; en cuanto a su aspecto, existe aún en nuestros días un bajorrelieve que lo representa. Ese ser hablaba con los hombres durante el día, pero no tomaba ningún alimento en su compañía. Los inició en la escritura, en las ciencias y en todas las artes. Les enseñó a construír casas, fundar templos, establecer leyes y les explicó los principios de la geometría. Les mostró asimismo cómo distinguir los granos de la tierra y cómo recoger los frutos. En una palabra, les enseñó todo aquello que podía suavizar sus costumbres y humanizar su civilización. Su enseñanza fue tan universal que, después de aquella época, no ha podido ser aportada ninguna mejora. Al llegar la noche, este ser se retiraba al mar y pasaba la noche en sus profundidades, pues era anfibio.

     «Después de ello, aparecieron otros animales como Oannes, de los que hablaremos cuando lleguemos a la historia de los reyes. Pero veamos ahora lo que afirmó Oannes referente a la Humanidad, a los tipos de civilizaciones y a las relaciones entre los hombres; esto es lo que manifestó: "Hubo una época en que la Tierra era sólo oscuridad y estaba totalmente cubierta por las aguas; residían en ella seres repulsivos..." [Prosigue aquí un largo relato acerca de la génesis de la Humanidad, que podría ser interesante comparar con él de la Biblia, pero que escapa al marco de este estudio. El segundo libro de Beroso narra la historia de los 10 reyes míticos de los caldeos que reinaron durante un enorme e increíble período de tiempo, y termina con el párrafo siguiente que nos interesa de modo especial]:

     «Tras la muerte de Ardates, su hijo Xisuthrus lo sucedió y reinó durante 18 sarens. Fue en esta época cuando sobrevino el gran diluvio, cuya historia es ésta. El dios Cronos se apareció al rey en sueños y le señaló que en el 15° día del mes de Daesio ocurriría un diluvio que destruiría a la Humanidad. Le ordenó, pues, recopilar una historia de los comienzos de los progresos y del final de todas las cosas, hasta aquella fecha, luego esconder estos archivos cuidadosamente en la ciudad del Sol de Sippara, y construír un barco a donde llevar a sus parientes y amigos; debía embarcar todo lo que le fuera necesario para la vida, así como a representantes de todas las especies de animales, tanto si volaban como si se arrastraban por el suelo, y confiar su suerte a las olas. Xisuthrus preguntó a la divinidad hasta dónde había de navegar, y se le respondió: hasta los dioses».

     Este relato nos lleva, pues, a la historia del Arca de Noé. Veamos ahora si podemos prestar nuestro crédito a esta narración de Alejandro Polihistor, transcrita por Eusebio. Contaré aquí brevemente el mismo relato tal como ha llegado hasta nosotros a través de Apolodoro y Abideno. En lo que al primero concierne, tomaré como referencia el texto que figura en la página 39 de la Crónica de Sincelo. Éste, tras haber indicado que Apolodoro iba a describir a un ser monstruoso como se acababa de encontrar en las narraciones precedentes, prosigue:

     «Beroso cuenta ante todo que el primer rey de Babilonia fue Aloro, un caldeo. Reinó durante 10 sarens y a continuación le siguieron Alaparo y Ammenón de la ciudad de Pantibiblón. Luego Ammenón el caldeo, en cuya época apareció un segundo Oannes, un Annedoto, procedente del Golfo Pérsico. [Hay que señalar, precisa Sincelo, que Alejandro Polihistor, anticipándose a los acontecimientos, lo había hecho aparecer durante el primer año, en tanto que Apolodoro indica que habían transcurrido 40 sarens; Abideno, por su parte, hace aparecer al segundo Annedoto después de 26 sarens]. Megalaro, de la ciudad de Pantibiblón, se convirtió entonces en rey y gobernó durante 18 sarens; tras él, Daono, al pastor de Pantibiblón, reinó 10 sarens. En su época aparecieron de nuevo, procedentes del Golfo Pérsico, cuatro Annedotos, todos con la misma forma que he descrito anteriormente, es decir, el aspecto de un hombre mezclado con un pez... Tras la muerte de Otiartes, su hijo Xisuthrus reinó 18 sarens. Fue entonces cuando tuvo lugar el gran diluvio; por tanto, el número total de reyes es de 10, y el período durante el cual reinaron sucesivamente fue de 120 sarens».

     Veamos, finalmente, el mismo relato según Abideno, esta vez, contado por Sincelo y Eusebio:

     «Se cuenta que el primer rey del país fue Aloro, el cual pretendía haber sido designado por Dios para ser el pastor de aquel pueblo: reinó durante 10 sarens... En aquella época, una especie de semi-demonio, llamado Annedoto, muy parecido a Oannes, salió del mar por segunda vez... Durante el reinado de Daono, un pastor de Pantibiblón, quien gobernó 10 sarens, cuatro personajes con doble cabeza salieron del mar... Después de ello hubo otros reyes, de los que el último fue Sisithrus (Xisuthrus), por lo que en total hubo 10 monarcas, cuyos reinados abarcaron un período de 120 sarens. Tras haber hablado de su reinado —prosigue Abideno— Beroso llega a lo que atañe al diluvio. Fue a Sisithrus a quien declaró el dios Cronos que habría un diluvio al decimoquinto día del mes de Daesio, y a quien ordenó depositar todos los escritos históricos y científicos en posesión suya en la ciudad del Sol, Sippara. Habiéndolo hecho así, Sisithrus navegó rumbo a Armenia donde fue inspirado por Dios. Al término del diluvio, Sisithrus envió unos pájaros fuera de su barco para comprobar si las aguas habían bajado, pero los pájaros no hallaron más que un mar sin límites, y, finalmente, no pudiendo posarse, regresaron al arca. Tres veces lo intentó, y al regreso de su tercer viaje los pájaros volvieron con las patas cubiertas de barro. Se cuenta que los habitantes de Armenia han mantenido la costumbre de hacer brazaletes y amuletos con la madera del arca de Sisithrus que se conserva todavía allí».

     Lo primero que se desprende es que los tres relatos son asombrosamente semejantes entre sí, por lo que se puede considerar que el texto original de Beroso ha llegado hasta nosotros. Por supuesto que eso no autentifica la narración; sin embargo, cuando menos, muestra una coherencia que innumerables veces ha excitado la curiosidad de historiadores y sabios. Los últimos en haber elaborado una teoría a partir de las enseñanzas de Beroso son dos astrónomos mundialmente conocidos, el ruso I. S. Shklovski y el estadounidense Carl Sagan, en un libro firmado conjuntamente titulado Intelligent Life in the Universe(1966). Aunque sin participar de sus ideas, expondré aquí su hipótesis, dado que no se aparta excesivamente de la mía, que informaré a continuación, y debido a que ha sido establecida por dos verdaderos sabios, lo que impide a los científicos rechazarla de un plumazo.

     La idea de los dos astrónomos es que el relato de Beroso se servía de un encuentro entre la balbuceante civilización sumeria y visitantes extraterrestres llegados a explorar nuestro planeta. Como resultado de cálculos probabilistas muy complicados, Cari Sagan llega a la conclusión de que la Tierra había recibido sin duda tales visitas durante las Eras geológicas y que esta probabilidad era bastante elevada. Shklovski, menos entusiasta, sólo reconocía que dicha probabilidad era distinta de cero. Carl Sagan opina que el mito de Oannes recibe una prueba histórica en esta ruptura de la civilización sumeria que anteriormente he señalado y que demuestra que Sumer pasó desde un estadio agrícola, en sí muy poco diferente del que imperaba en la Prehistoria, a una fase tecnológica marcada por la invención de la escritura, de las artes y de las ciencias, totalmente inexplicables por la sola evolución humana, al menos tan rápidamente.

     Carl Sagan escoge el ejemplo del encuentro entre los indios tlingit de América del Norte con el navegante francés La Perouse, para demostrar que se puede llegar a descubrir y a reconstruír una verdad histórica a través de relatos secundarios de apariencia mítica. Los tlingit, que ignoraban la escritura, sólo dejaron una narración oral de este encuentro; ésta fue transmitida un siglo más tarde a un antropólogo estadounidense, G. T. Emmons. En ella se podía hallar perfectamente el tránsito del hecho real al hecho mitológico: por ejemplo, las naves eran descritas como inmensos pájaros negros de alas blancas; no obstante, concluye Sagan: «El relato oral contenía informaciones suficientes para permitir reconstruír a partir de ellas el verdadero encuentro». El astrónomo aplica entonces ese principio a los relatos histórico-míticos de Beroso y extrae de ello las conclusiones siguientes:

     «Sumer fue una de las primeras civilizaciones, tal vez la primera, en el sentido moderno de la palabra, sobre la Tierra. Fue fundada en el IV milenio a.C., o quizás antes. No sabemos de dónde procedían los sumerios. Su lengua era extraña, no correspondía a ningún idioma indoeuropeo, semítico u otro, y sólo podemos comprenderlo gracias a que, más tarde, los acadios compilaron numerosos diccionarios sumerio-acadios. Sus sucesores fueron los babilónicos, asirios y persas. En consecuencia, desde muchos puntos de vista, se puede considerar que la civilización sumeria es la antepasada de la nuestra. Pues bien, tengo la impresión de que si la civilización sumeria es descrita por sus propios descendientes como de origen no humano, las correspondientes leyendas merecen ser atentamente examinadas.

     «No pretendo que lo que a continuación voy a exponer sea absolutamente un ejemplo de contacto con extraterrestres, pero es el mismo tipo de leyenda que puede corresponder y que merece un atento estudio. Tomadas al pie de la letra, esas leyendas sugieren que se produjo un contacto entre algunos hombres y una civilización no humana inmensamente poderosa a orillas del Golfo Pérsico, quizá cerca de la antigua ciudad sumeria de Eridu, aproximadamente hacia el IV milenio a.C, o antes. Existen tres versiones diferentes de la leyenda de los Apkállu, no contradictorias entre sí, que datan del período clásico. Todas tienen su origen en Beroso, un sacerdote de Bel-Marduk de la ciudad de Babilonia, en tiempos de Alejandro Magno. Beroso tenía acceso a archivos escritos en caracteres cuneiformes o pictográficos que databan de varios miles de años antes de su época».

     Sagan reproduce entonces algunos extractos de los tres textos que he citado, que él ha sacado de la obra de Isaac Cory, Ancient Fragments. Señalemos de pasada que el autor evita hablar del aspecto astrológico del personaje de Beroso. Veamos ahora la conclusión de Carl Sagan:

     «Esos cuatro fragmentos de autores antiguos ofrecen el relato de una notable sucesión de acontecimientos. La civilización sumeria es descrita por los propios descendientes de los sumerios como de origen no humano. Una serie de extraños seres aparece en el transcurso de varias generaciones; su único propósito aparente es instruír a la Humanidad; cada uno de ellos está al corriente de la misión y resultados de sus antecesores; cuando el gran diluvio amenaza la supervivencia del saber nuevamente introducido entre los hombres, se toman medidas para preservarlo. De este modo el acceso de Beroso a los archivos antediluvianos es explicado formalmente. Hay  que señalar la verosimilitud de sus relatos respecto a un contacto con seres superiores. Oannes y los demás Apkállu son descritos como "animales dotados de razón", como "seres", como "semi-demonios", como "personajes". Jamás en tanto que dioses».

     La hipótesis de Sagan puede ser comparada con las de algunos exegetas de los textos bíblicos, que ven en los relatos del Génesis no la narración de una creación divina sino la de la colonización terrestre por seres llegados de otro planeta. Esta teoría es defendida principalmente en la Unión Soviética, desde 1959, por el etnólogo M. Agrest, y el colega de Sagan, I. S. Shklovski, no ha podido menos que establecer el paralelo:

     «En mi opinión —declara— las hipótesis de Agrest y Sagan no se contradicen. Agrest propone una interpretación de los textos bíblicos, pero dichos textos tienen orígenes babilónicos profundos. Los babilónicos, los asirios y los persas sucedieron a las civilizaciones sumeria y acadia. No se puede, por tanto, excluír la posibilidad de que tales textos bíblicos y los mitos anteriores a Babilonia se refieran a los mismos acontecimientos. Seguramente no se podría presentar en este asunto pruebas científicas suficientes, pero cuando menos semejantes hipótesis merecen la atención» [3].

[3] Esta hipótesis de Agrest tiene como corolario la suposición de una base de origen extraterrestre sobre la Luna de la que algún día podríamos llegar a descubrir sus huellas. Sagan y Shklovski afirman en este sentido: «Debido a la atmósfera y a los riesgos de detección o interferencia de los terrestres, tal vez les ha parecido preferible (a los extraterrestres) no establecer su base sobre la Tierra. La Luna parece una posible localización para ella... Esta hipótesis ha sido presentada independientemente por Agrest y el escritor científico británico Arthur C. Clarke».

     Nos hallamos, pues, aquí ante una hipótesis científicamente aceptable, aunque no demostrada. En mi opinión, no es la única que puede dar una explicación de los hechos, y, al presuponer una intervención exterior de origen extraterrestre, yo le reprocharía, en apariencia de modo bastante paradójico, su humanismo (y su antropomorfismo, naturalmente). Esa teoría filosófica que quiere reducirlo todo al hombre jamás ha manifestado de modo tan evidente sus procedimientos rutinarios que cuando pretende dar a las criaturas llegadas del fondo del espacio una forma humanoide. Pues eso es lo que intenta.

     Oannes tiene una forma general de pez con un hombre en el interior; dicho de otro modo, se trata de una persona vestida con una escafandra. No hay en absoluto ningún motivo —aparte del orgullo humanista— para que la forma humanoide sea una constante cósmica. La célula animal es, lo reconozco, un logro notable, pero incluye numerosos defectos, y todo permite suponer que, en otros lugares, la vida ha debido tomar rumbos diferentes. Todo lo más, se podría creer que la forma humanoide ha podido prevalecer en aquellos planetas en los que el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno predominan en la atmósfera, pero aquí se trata ciertamente de excepciones. Un ser pensante cuyo metabolismo estuviera elaborado a partir del silicio, idea muy querida a los amantes de la ciencia-ficción, me parece mucho más admisible que una entidad llegada de las estrellas con una constitución física que tenga la menor relación con la nuestra.

     Igualmente, aun admitiendo que Oannes hubiera sido un hombre dentro de su escafandra, no puedo aceptar la idea de que hubiera venido del espacio exterior. Por otra parte, Beroso no habla en ningún momento de los cielos en tanto que hábitat de este ser dotado de razón, como habría debido ser para cualquier extraterrestre de buen tono, sino del mar, lo cual nos lleva a una criatura de origen terrestre.

     ¿Quién podía ser, pues, este Oannes, hombre de hábitat marino, heredero de un saber que databa de 26.000 años a.C., es decir, en una época en la que nuestros pretendidos antepasados cazaban alegremente el mamut en las llanuras de Siberia? A esta pregunta sólo encuentro una respuesta que sea al mismo tiempo lógica y verosímil: Oannes y los otros Annedotos eran simplemente los últimos supervivientes de una civilización desaparecida en la época de Sumer, que 10.000 ó 15.000 años antes había alcanzado una fase tecnológica comparable o superior a la nuestra. Sé que estos conceptos de civilización o continente desaparecido tienen la virtud de despertar las iras de la mayoría de los científicos cuyas ideas continúan ancladas en el siglo XIX; sin embargo, los verdaderos sabios no las rechazan en absoluto, al contrario. Así, el físico atomista Frederik Soddy, quien recibió el Premio Nóbel por sus descubrimientos de los isótopos, afirmaba en El Radium, Interpretación y Enseñanza de la Radiactividad:

     «Esta antigua semejanza del poder de transmutación y el elixir de la vida, ¿son sólo una simple coincidencia? Me inclino a pensar que eso podría muy bien ser un eco llegado de uno de los innumerables siglos donde, en tiempos prehistóricos, los hombres siguieron antes que nosotros la misma ruta que nuestros pies hollan hoy. Pero semejante pasado probablemente es tan remoto que los átomos que fueron sus contemporáneos han tenido literalmente tiempo de desintegrarse totalmente...».

     En Agosto de 1968, una foto aérea revelaba una construcción ciclópea sumergida a lo largo de una de las islas Bahamas. Ese «templo submarino», tal como lo bautizaron los periodistas, medía 33 x 25 metros. Fue examinado poco después por el profesor Manson Valentine, Conservador Honorario del Museo de Ciencias de Miami, y Dimitri Rebikoff, el especialista de exploración submarina. La ausencia de vida marina, como algas, corales y madréporas, fijada sobre los muros externos de esa construcción, hizo suponer a los geólogos que el conjunto podía haber estado hundido bajo la arena durante milenios, y tan sólo habría emergido recientemente debido a los violentos huracanes de estos últimos años. A fines de 1970, todos los documentos y fotografías reunidos fueron sometidos a expertos internacionales. La primera solución propuesta, a saber, que tales construcciones habrían sido obra de españoles del siglo XVI, fue descartada inmediatamente, ya que la plataforma donde está edificado el «templo» estaba sumergida ya en aquella época.

     Los olmecas, el antiguo pueblo precolombino, fueron propuestos entonces como los posibles constructores, pero asimismo fueron rechazados porque su estilo de construcción no guardaba la menor relación con el del templo submarino; hubo de ser la geología submarina la que aportara un comienzo de respuesta al enigma y, simultáneamente, un comienzo de prueba de la existencia de civilizaciones protohistóricas hoy desaparecidas. Esta ciencia permitió calcular que la plataforma sobre la que se hallaba la edificación, el Great Bahama Bank, se hunde lentamente en las aguas: se ha podido determinar de manera bastante precisa que era preciso remontarse al VII u VIII milenio a.C. para que el «templo» hubiera podido ser edificado sobre un terreno totalmente emergido. Dimitri Rebikoff, por otra parte, concreta:

     «Esas estimaciones son confirmadas por el método del carbono radiactivo 14, aplicado a las turberas sumergidas vecinas, que proporcionan un resultado de 6.000 años para 4 metros de profundidad y, por extrapolación, aproximadamente 10.000 años para 6 metros. De nuevo hallamos el VIII milenio a.C.».

     En ese artículo, titulado Una Ciudad Engullida Es Hallada de Nuevo en el Atlántico, publicado en el número de Enero de 1971 de Science et Vie, continúa:

     «En el continente americano el horizonte del pasado retrocede sin cesar, como lo hace también en el nuestro en Catal Huyük (emplazamiento arqueológico de aproximadamente 6.800 años antes de nuestra Era) y en las fronteras rumano-yugoslavas, hacia las Puertas de Hierro del Danubio, donde son desenterrados los vestigios de una ciudad de hace 8.000 años. El estudio de las civilizaciones americanas enseña que algunas de esas civilizaciones aparecían como "explosiones" (por ejemplo, las de Chavin y los olmecas) y no como fruto de una maduración secular. ¿De dónde procedían esos portadores de cultura que formaban casi instantáneamente Imperios? Un elemento de respuesta se encuentra en las tradiciones de todas las civilizaciones arcaicas mesoamericanas y andinas, que evocan a los "dioses blancos", los héroes divinizados surgidos del mar».

     La hipótesis de semejantes «dioses del mar», representantes de una civilización de extraordinaria antigüedad hoy desaparecida y colonizadores de la mayor parte de los grupos étnicos actualmente conocidos, ha sido defendido por un auténtico sabio, Charles H. Hapgood, en dos libros, Earth Shifting Crust, aparecido en Nueva York en 1958, y Maps of the Ancient Sea-Kings. La primera obra recoge y amplía la tesis de la deriva de los continentes de Wegener, teoría cada vez más admitida en la actualidad. Del prefacio extraigo las siguientes líneas que demuestran que las ideas de Hapgood no son un delirio seudocientífico:

    «Su idea es original, muy simple... En la región polar, el hielo se deposita de modo continuo, pero no se distribuye de modo simétrico alrededor del polo. La rotación de la Tierra actúa sobre estas masas de forma irregular y produce un movimiento de acción centrífuga que aumenta constantemente, y, al alcanzar una cierta fuerza, habría desencadenado un deslizamiento de la corteza terrestre sobre el resto del cuerpo de la Tierra, lo cual aproximaría las regiones polares al ecuador».

     La presencia en la Antártica de fósiles tropicales, hoy perfectamente establecida, es para Charles Hapgood una prueba de que ese continente se hallaba antaño situado en las proximidades del ecuador terrestre. Estima que hace aproximadamente 10.000 ó 15.000 años una nueva glaciación hizo acumular hielos en ambos polos; luego, bajo el efecto de las fuerzas centrífugas, procedentes de los dos centros de gravedad de los casquetes, tuvo lugar un deslizamiento de la corteza terrestre y, por ejemplo, la Antártica derivó unos 4.000 kilómetros hacia el Sur hasta alcanzar la posición actual. La duración de 10.000 a 15.000 años es lo que indigna sobre todo a la mayor parte de los otros geólogos que consideran estas fechas a la vez demasiado cortas y demasiado próximas; no obstante, se sabe con certeza que hubo glaciaciones sumamente brutales, por ejemplo la de Siberia en la que los mamuts quedaron aprisionados por el hielo en un instante, como se ha podido comprobar al encontrar sus cuerpos.

     Si la hipótesis de Hapgood es exacta, resulta evidente que pudo haber existido una civilización sobre el continente antartico: sus huellas estarían hoy profundamente enterradas bajo el hielo, y, por tanto, no serían accesibles a nosotros. En su segunda obra, Los Mapas de los Antiguos Reyes del Mar, Hapgood recoge esta idea de una civilización antartica avanzada y completamente desaparecida. Dichos mapas son aquellos que el almirante turco Piri Reis dibujó en Abril de 1513 a partir de otros mapas mucho más antiguos y hoy en día perdidos.

     Su estudio no fue emprendido seriamente hasta 1953, por A. H. Mallery, y he aquí cómo el explorador Paul-Émile Víctor [4], en un artículo de la revista Planéte, expone los resultados obtenidos:

     «La porción del mapa comprendida entre Terranova y el Sur del Brasil, aparte de su asombrosa exactitud por lo que se refiere a aquella época, no plantea problemas de desciframiento. En lo que concierne al Norte y el Sur del mapa, una vez traducidas las indicaciones en lenguaje cartográfico moderno, Mallery se convenció, por un lado, de que Piri Reis había dibujado las orillas de la Antártica, y, por otro, que Groenlandia y el continente antartico eran mostrados tal como debían ser antes de la glaciación de los polos».

[4] Estos mapas son estudiados también por Jacques Bergier en el capítulo 4 de su libro Los Extraterrestres en la Historia.

     Entre otros hechos notables, se hallaban en ese mapa islas cuya relación no fue publicada por primera vez sino hasta Junio de 1954; por lo demás, en la Tierra de la Reina Maud, Piri Reis tenía razón en contra de las afirmaciones de los mapas modernos, tal como fue demostrado, también en 1954, por el servicio hidrográfico estadounidense. A. H. Mallery va más lejos en sus conclusiones, pues manifiesta:

     «No comprendemos cómo pudieron ser dibujados estos mapas sin ayuda de la aviación. Además, las longitudes son absolutamente exactas, algo que nosotros sólo sabemos hacer desde hace dos siglos».

     Para que Piri Reis hubiera podido copiar unos mapas que mostraran el trazado de las costas antes de la última glaciación, los originales debían remontarse a 9.000 ó 10.000 años, época de dicha glaciación. Desgraciadamente, como he tenido ya ocasión de decir, la ciencia oficial considera que en esta época la Humanidad estaba representada por hombres de las cavernas cuyas aptitudes cartográficas no han sido jamás señaladas. Paul-Émile Víctor, en tanto que toma la precaución de especificar que las conclusiones de Mallery están lejos de ser admitidas por todos los científicos y que el problema sigue planteado, termina no obstante afirmando:

     «Se podría, por tanto, suponer que una rama de la raza humana, coexistiendo con otras menos evolucionadas, había alcanzado, hace unos 8.000 a 10.000 años, un grado de civilización considerable y tenía un conocimiento desarrollado de su planeta, siendo todo esto destruído de la noche a la mañana por la acción de un cataclismo».

     He aquí, creo, una hipótesis muy verosímil, aunque la expresión «destruída de la noche a la mañana» me parece una fórmula literaria. Hubo ciertamente numerosos supervivientes diseminados sobre fragmentos de continentes, sobre islas, o simplemente sobre ingenios de navegación; para mí, Oannes no sería más que un representante de esta civilización antártica moribunda que habría querido transmitir una parte de su saber científico a las ramas menos desarrolladas del Homo sapiens. De este modo se explicarían las intervenciones de los dioses blancos en la América precolombina, el templo descubierto recientemente en las Bahamas y las leyendas relatadas por Beroso o los sumerios que decían, muy concretamente, que sus instructores habían salido del mar.

     Esta hipótesis —y, repitámoslo una vez más: se trata sólo de una hipótesis— es la única que me parece capaz de explicar una brusca mutación ocurrida en la evolución humana, que empleó 100.000 años en pasar del estadio de la recolección de frutos en los árboles al estadio de la tribu agrícola carente de escritura e industria, y que luego habría franqueado tan rápidamente, en 3.000 ó 4.000 años, el abismo que separa a nuestra civilización de la Era espacial de esas tribus agrícolas de las que acabo de hablar.

     Tiene asimismo el mérito de hacer comprender por qué las enseñanzas de la astrología tradicional parecen tan poco fundamentadas, dando no obstante a veces resultados perfectamente exactos. Es evidente que si la astrología es una ciencia revelada, al igual que la alquimia, por lo demás, surgida de una civilización superior y transmitida a seres humanos en una fase de desarrollo intelectual y tecnológico muy inferior, tan sólo una escasa proporción de tales ciencias ha debido llegar hasta nosotros.

     Una pregunta acude entonces a la mente: ¿por qué los representantes de una civilización avanzada —bien sea de origen extraterrestre, o, más probablemente, nacida de un continente hoy engullido— se habrían tomado la molestia de enseñar a los antiguos sumerios los rudimentos de una ciencia astrológica, ciencia excesivamente compleja para ser transmitida únicamente por tradición oral? Por supuesto, siempre cabe un error del «cuerpo docente superior», tanto más probable cuanto que sería de origen humano, pero existe otra hipótesis que merece ser estudiada.

     El objetivo esencial de esta enseñanza habría sido fijar la atención de la naciente Humanidad sobre el Zodíaco, que, debido a la precesión de los equinoccios, indicaría las grandes Eras de la Humanidad. Se trataría entonces de un gigantesco reloj cósmico, que podía servir a los habitantes de la Tierra para captar el misterio de sus orígenes y las intenciones de sus iniciadores, pero también, quizá, para que estos mismos iniciadores supieran dónde se hallaban los terrestres en su desarrollo.

     Desde comienzos del siglo XIX, numerosos autores han establecido las semblanzas que existen entre la sucesión de las grandes religiones y su simbolismo, por una parte, y la sucesión de las Eras zodiacales, determinadas por el desplazamiento precesional del punto vernal, por otra. Señalemos que se trata aquí del Zodíaco de las constelaciones, que se desplaza en el transcurso de los siglos, y no del Zodíaco de los signos, que es fijo y, como hemos visto, empieza siempre en Aries, el 21 de Marzo.

     Algunos autores sólo consideran esta constelación y la religión que aparece en el momento del paso de una constelación a otra, es decir, aproximadamente cada 2.140 años; otros, como Max Heindel y muchos místicos, consideran, además de la constelación, su opuesta, que participaría simbólicamente en el dogma de la nueva religión. Vamos a proceder a un rápido examen de esas concordancias, y, como actualmente entramos, o vamos a entrar, en la Era de Acuario, cuya constelación opuesta es el León, me parece pues lógico comenzar por la era del León, cuyo opuesto es, en tal caso, Acuario.

• La Era del León, cuyo regente astrológico era el Sol, ocupó su lugar en la Tierra entre el año 10.000 a 8.000 a.C. Si admitimos que el simbolismo zodiacal no es un dato inventado por el hombre sino que le fue revelado con un objetivo determinado, habrá que admitir, en consecuencia, que tal simbolismo se aplica al propio hombre pues debe coincidir con las fases principales de su historia, y no con la de sus desconocidos maestros. En el año 10.000 a.C. la rama del Homo sapiens de la que nosotros procedemos estaba en la fase del hombre de las cavernas, y hoy se admite generalmente que en aquella época el Sol era adorado como una divinidad. Se cree que tanto la India como la América precolombina albergaban ya civilizaciones más avanzadas de las que se encuentran huellas en los Vedas de una y los Códices de la otra, textos que hablan de un culto solar acorde con el simbolismo zodiacal previsto.

• La Era de Cáncer, bajo la regencia de la Luna, se extendió desde 8.000 a.C. a 6.000 a.C., aproximadamente. Parece que realmente en esa época se practicó el culto de la diosa-madre, de la que la Luna era en la práctica el símbolo más corrientemente admitido. En cualquier caso, éste fue el período de la fecundidad para la raza humana, ya que ella se expandió entonces por toda la superficie de la Tierra.

• La Era de los Gemelos, bajo el gobierno de Mercurio, se extiende de 6000 a.C. a 4000 a.C. Estamos ya en el período protohistórico, y hemos conservado la huella de varios cultos rendidos a dioses gemelos, tales como Ormuz y Ahrimán, en Persia, y todas las leyendas griegas que se refieren a Castor y Pólux. En la historia de las religiones, se encuentra en este período otras parejas de divinidades, de notoriedad menor, pero que parecen indicar una cierta tendencia a la adoración de un dios doble. No obstante, debo precisar que el hecho no es general.

• La Era del Toro, con regencia de Venus, abarca desde 4000 a.C. hasta 2000 a.C., aproximadamente. Ésta es la época dominante del antiguo Egipto, cuyos dios esencial, que incorporaba bajo forma animal los atributos de Osiris y de Ptah, fue el toro Apis. En otras regiones hallamos también divinidades del mismo estilo: Creta adoraba el Minotauro, la civilización sumeria de la época, la de Obeid, adoraba igualmente a un toro, y asimismo ocurría en Persia, Siria, Asiría, e incluso en Grecia con Pásifae.

• La Era de Aries o el Carnero, regida por Marte, se extiende desde el año 2000 a.C. hasta el nacimiento de Cristo. En esta época, el dios local de Tebas, el carnero Amón, fue elevado al rango de divinidad principal. En esta época, también, apareció Moisés que dio una nueva religión a los hebreos tomando el cordero como símbolo. Es cierto que la religión judía había absorbido una gran parte del simbolismo zodiacal, como lo señala por ejemplo Charles-Francois Dupuis en su Origine de Tous les Cuites: «Los nombres de las 12 tribus, escritos sobre las 12 puertas, nos recuerdan también el sistema astrológico de los hebreos, que habían colocado cada una de sus tribus bajo uno de los signos celestes».

• La Era de los Peces, bajo la regencia de Júpiter y Neptuno, se extiende desde el nacimiento de Cristo (siendo la fecha generalmente admitida la de 3 a.C.) hasta aproximadamente el año 2140.

La Era de Acuario, bajo el dominio de Saturno y Urano, comenzará entre 2100 y el 2200 según los cálculos más generalmente admitidos (desde 1789, prácticamente todas las fechas posibles —e incluso imposibles— han sido anticipadas por los investigadores por lo que atañe a esta entrada).

     Tal como ya he dicho, el astrólogo Max Heindel y otros escritores han considerado, además de la constelación, aquella que se le opone en el Zodíaco, la cual, en su opinión, participaría también del simbolismo de la Era. Heindel, ignorando la excesivamente lejana época del León, comienza su estudio con Cáncer, cuyo signo opuesto es Capricornio: «El signo de Cáncer es de naturaleza acuosa, y su signo opuesto, Capricornio, mitad pez, simboliza también esta vida acuática durante el tránsito precesional del Sol a través de Cáncer». Confieso que sus explicaciones por lo que se refiere a los Gemelos y Sagitario no son demasiado convincentes; por el contrario, en las tres parejas de signos que corresponden a las Eras siguientes pueden descubrirse efectivamente semejanzas.

     Hemos visto que la principal religión egipcia de la Era de Tauro adoraba al buey Apis y, al mismo tiempo, las reglas religiosas habían hecho adornar el tocado de los faraones con un Escorpión con el aguijón erguido. Puede descubrirse aquí un recuerdo simbólico del par Tauro-Escorpión. En lo que se refiere a la Era siguiente, la de Aries, la religión egipcia se apartó de ese simbolismo sustituyendo el Escorpión, no por sus Pinzas, como correspondía, sino por un escarabajo que es otro símbolo de Cáncer. Por su parte, Moisés parece haber intentado volver a encontrar esa dualidad del simbolismo zodiacal asociando a la idea de su dios, ya marcado por el cordero, el símbolo de la Balanza, para demostrar su justicia y equidad.

     Este aspecto es interesante, ya que si esta cuestión de la dualidad simbólica pudiera ser definitivamente probada, demostraría que Moisés había tenido probablemente acceso a algunos archivos incompletos, pero que en ningún caso había encontrado a un representante de la raza de Oannes (sea de origen extraterrestre o no), puesto que ignoraba manifiestamente que el signo de la Balanza era una invención artificial y que, al escogerlo, convertía su simbolismo en idólatra.

     La constelación opuesta a la de Piscis es Virgo. No obstante, confieso que me siento muy escéptico acerca de algunas suposiciones, que me parecen muy artificiales. Ünicamente parece admisible una cierta correspondencia entre las religiones dominantes y las Eras zodiacales, y aun no hay que olvidar que, aunque en el cuadro presentado las correspondencias parecen evidentes, no son, sin embargo, decisivas. Religiones tales como el brahmanismo, el sintoísmo, el budismo, el islamismo, etcétera, deberían poderse insertar en nuestro cuadro, lo cual no ocurre.

     Para admitir tales correspondencias, es preciso asimismo suponer la predominancia del linaje sumerio. El hecho no es en sí imposible, ya que Oannes y los demás representantes de su civilización, que habrían impartido una enseñanza al hombre, estuvieron sólo en contacto con los sumerios. Esto explicaría los desarrollos tecnológicos mucho más avanzados de todos los pueblos que recibieron a continuación la enseñanza babilónica con relación a aquellos que se vieron privados de ella, como por ejemplo chinos, indios, y la mayor parte de los pueblos africanos. Hoy se comprueba, por ejemplo, que una civilización como la de Mustang, un pequeño país vecino del Tíbet, vive a un nivel semejante al de la alta Edad Media y no ha podido conseguir por sí misma ningún progreso técnico.

     Este caso no es único: las tribus indígenas de Australia, el modo de vida de los indios de América del Sur, etc., demuestra que en todos aquellos lugares en que la Humanidad no ha tenido más recurso que la evolución natural de sus propios medios, muestra al menos mil años de retraso sobre nuestra civilización. ¿Acaso se debe a que el hombre occidental está más capacitado que los otros, como lo pretenden las teorías racialistas? Basta considerar la elevada espiritualidad y la filosofía de las antiguas civilizaciones china o india, por una parte, y la rapidez de asimilación de las técnicas por los japoneses o los chinos, por otra, para darse cuenta de que todos los hombres tienen evidentemente medios intelectuales comparables, pero que ciertas concepciones tecnológicas no pueden ser descubiertas por éstos solos, sino que hace falta una enseñanza. Esta enseñanza que el hombre occidental ha proporcionado a los asiáticos es quizá la misma que sus antepasados sumerios habían recibido del animal dotado de razón, Oannes [5].

[5] Sin embargo, no hay que olvidar que los precolombinos, los indígenas de las Bahamas, así como otros, parece que han recibido la visita de dioses blancos, procedentes quizá de la misma civilización que Oannes. Ahora bien, de modo notable su civilización tomó un rumbo muy distinto a la nuestra. ¿Debemos sacar en conclusión que las enseñanzas recibidas eran distintas o que el medio en el que se han desarrollado les ha transformado radicalmente? Ésta es una pregunta a la que los etnólogos quizá responderán algún día.

     Todo esto parece que nos ha llevado muy lejos del estudio de la ciencia de los astros. Sin embargo, no es así; mi conclusión, que, creo yo, es la única a la que puede conducir un estudio objetivo, a saber, que la astrología no descansa sobre ninguna base científica pero que, con frecuencia, es utilizable en la práctica, sólo puede explicarse dentro de la perspectiva de una ciencia revelada a la civilización sumeria y ya residual en tiempos de la antigua Caldea. Así, en Intelligent Life in the Universe, Carl Sagan reproduce cilindros babilónicos de una gran antigüedad: en ellos se descubre que los sumerios conocían la existencia de 9 planetas, y no sólo de los 7 visibles al ojo desnudo, que serán los únicos en ser utilizados por la astronomía y astrología caldeas.

     Así pues, parece que el sistema heliocéntrico, acompañado de un cortejo de 9 planetas principales, de los que algunos están representados con satélites, era conocido en una época antediluviana. Ahora bien, en aquella época, semejante conocimiento —sin ningún instrumento óptico— era absolutamente imposible sin tener un origen revelado. Se podría incluso inferir que, como el Zodíaco está formado por 12 signos, al igual que el Zodíaco precesional de las constelaciones, y dado que las Casas astrológicas son igualmente 12, sin duda los planetas estaban constituídos por 12 unidades también.

     Tales conclusiones acerca de la astrología, la imposibilidad de explicar los conocimientos astronómicos de los antiguos sumerios, el brusco desarrollo tecnológico y científico de su civilización, que nada en la historia humana justifica, no me parecen lógicamente explicables más que mediante esta hipótesis de un encuentro con una civilización llegada ya a un grado elevado de saber y tecnología. Éste es el motivo por el que creo en la veracidad del relato de Beroso y en el encuentro efectivo de los antiguos sumerios con Oannes, el ser dotado de razón. Éste es el motivo por el que creo en la existencia y veracidad de una ciencia astrológica de la que hoy no nos quedan más que los restos y que hay que reconstruír en su totalidad.–






Sobre la "Reductio ad Hitlerum"

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     Partiendo del método demostrativo en Lógica denominado "reductio ad absurdum", se ha llegado a identificar y calificar un vicio de pensamiento contemporáneo como "reductio ad Hitlerum", que en este caso equivaldría a reducirlo todo a una analogía con Hitler o el Nacionalsocialismo, que en sí viene a ser una especie de argumento "ad hominem" o ataque personal en vez de refutar el argumento. De este tema y sus implicaciones se encarga aquí el señor Kerry Bolton, mostrando cómo no todo lo relacionado con Hitler o el Tercer Reich es como lo sostiene la estúpida propaganda de los vencedores. Algunos de los ejemplos financieros no son todo lo claro que quisiéramos, pero todo el artículo, que hemos traducido desde inconvenienthistory.com, demuestra tener razón y sensatez, y deja en evidencia a los irreflexivos reduccionistas (reduc-sionistas).


La "Reductio ad Hitlerum" como un Mal Social
por Kerry R. Bolton, 2013



     Toda "erudición" en cuanto al Tercer Reich suele ser confrontada con un axioma de facto de que aquélla debe estar centrada alrededor del "Holocausto", con las discusiones concomitantes acerca de experimentos médicos y otros aspectos de la supuestamente única brutalidad "nazi". Cualquier cosa menos que eso es etiquetada por los "eruditos" perros guardianes, como Deborah Lipstadt, como "relativización del Holocausto", que es aparentemente aún peor que el "revisionismo del Holocausto" [1].

[1] K. R. Bolton, «Historical Revisionism and "Relativising the Holocaust"», Inconvenient History, http://inconvenienthistory.com/archive/2012/volume_4/number_2/
historical_revisionism_and_relativising_the_holocaust.php

     La Reductio ad Hitlerum es la técnica de debilitar un debate acusando al opositor de ser un "nazi". Leo Strauss, filósofo judío, acuñó el término en 1951, explicando en 1953:

    «Lamentablemente, demás está decir que en nuestro examen debemos evitar la falacia que en las décadas pasadas ha sido frecuentemente usada como un sustituto de la "reductio ad absurdum": la "Reductio ad Hitlerum". Una opinión no es refutada por el hecho de que resulte haber sido compartida por Hitler» [2].

[2] Leo Strauss (1953), Natural Right and History, University of Chicago Press, 1973, pp. 42-43.

     El recurso informativo "The Fallacy Files"[3] da un ejemplo de la "Reductio ad Hitlerum":

    «Las ideas de los ecologistas acerca de especies invasivas —especies foráneas, como a menudo son llamadas— suenan... similares a la retórica anti-inmigración. Temas ecologistas como escasez, pureza, invasión y protección, todos tienen ecos derechistas. Las ideas de Hitler sobre medioambientalismo se derivaron de la idea de pureza, después de todo» [4].

[3] "The Hitler Card", The Fallacy Files, online: http://www.fallacyfiles.org/adnazium.html
[4] Entrevista a Betsy Hartmann por Fred Pearce, "The Greening of Hate", New Scientist, 20 de Febrero de 2003, online: http://www.hartford-hwp.com/archives/25b/027.html

     Estas palabas de una "feminista radical", Betsy Hartmann, son parte de un lamento sobre una supuesta "toma de control derechista"del movimiento ecológico, algunos de cuyo defensores han estado aparentemente abogando por restricciones de inmigración, lo que es parecido al nacionalsocialismo para aquellos que emplean de manera mecánica la "Reductio ad Hitlerum"en su discurso intelectual. Como prueba de esto, Hartmann cita la publicación del diario académico Population and Environment por el profesor Kevin MacDonald, junto con el fallecido J. Philip Rushton, que pertenecía al consejo editorial, ambos considerados como "racistas" (Ibid.).

            "The Fallacy Files"explica la reductio ad Hitlerum:

FORMAS:

—Adolf Hitler aceptaba la idea X. Por lo tanto, X debe ser incorrecta.
—Los nacionalsocialistas aceptaban la idea X. Por lo tanto, X debe ser incorrecta.

EJEMPLOS:

—Hitler estaba a favor de la eutanasia. Por lo tanto, la eutanasia es equivocada.
—Los nacionalsocialistas favorecían la eugenesia. Por lo tanto, la eugenesia es equivocada.

CONTRAEJEMPLOS:

—Hitler era un vegetariano. Por lo tanto, el vegetarianismo es equivocado.
—Los nacionalsocialistas eran ecologistas. Por lo tanto, el conservacionismo es equivocado.


     Aunque el término "Reductio ad Hitlerum" fue acuñado por Leo Strauss tan tempranamente como en 1951 en la edición de primavera de la revista Measure [5], fue el inestimable doctor Thomas Fleming, el conservador católico estadounidense presidente del Instituto Rockford y editor de Chronicles, quien de manera relevante habló de la Reductio ad Hitlerum:

    «Leo Strauss la llamó "Reductio ad Hitlerum". Si a Hitler le gustaba el arte neoclásico, eso significa que el clasicismo en cada forma es "nazi"; si Hitler quería reforzar a la familia alemana, eso hace de la familia tradicional, y de quien la defienda, "nazi"; si Hitler habló de la "nación" o del "pueblo étnico", entonces cualquier invocación de la nacionalidad, la pertenencia étnica o incluso popular, es "nazi"...»[6].

[5] Leo Strauss, Measure: A Critical Journal, Indiana, vol. 2, 1951.
[6] Thomas Fleming, Chronicles, Rockford, Illinois, Mayo de 2000, p. 11.

     Por ejemplo, entre el lobby a favor de las armas que supone (falsamente) que Hitler —como dictador— inauguró la confiscación masiva de armas de fuego privadas en el Tercer Reich, y los defensores del "control de armas", se están adoptando posturas que giran en torno a Hitler [7]. Esto, como muchas otras cosas que pasan por hechos incluso en la academia, tiene poca sustancia, en el mejor de los casos. Sin embargo, indicando hasta qué punto la Reductio ad Hitlerum puede ser acomodada de muchas maneras, el comentarista liberal Chris Miles señala que cuando Hitler tomó el poder, las regulaciones acerca de la propiedad de armas fueron aquellas impuestas en 1919 bajo el Diktat de Versalles.

[7] P. ej. John J Ray, "Hitler Was a Leftist: Nazi Gun Control", http://constitutionalistnc.tripod.com/hitler-leftist/id14.html

     Citando al profesor Bernard Harcourt de la Universidad de Chicago acerca de la Ley de Armas alemana de 1938, que los anti-nazis a favor de las armas también citan para demostrar que Hitler procuró desarmar a su pueblo, "Las revisiones de 1938 desregularon completamente la adquisición y la transferencia de rifles y escopetas, así como municiones". Las restricciones que fueron mantenidas sólo se referían a pistolas, que las personas confiables podían poseer si demostraban que tenían buenas razones para adquirirlas [8]. Miles continúa:

    "Los grupos de gente que estaban exentos de la exigencia de permiso para la adquisición de armas se ampliaron. Quienes tenían permisos de caza anuales, los trabajadores del gobierno y los miembros de partido NSDAP ya no estaban sometidos a restricciones de propiedad de armas. Antes de la ley de 1938, sólo los funcionarios del gobierno central, de los Estados, y los empleados de la red de ferrocarriles (Deutsche Reichsbahn), estaban eximidos. La edad en la cual las personas podían poseer armas fue rebajada de 20 a 18 años. Los permisos para portar armas de fuego eran válidos durante tres años en vez de uno. Tanto bajo la ley de 1928 como la de 1938, se requería que los fabricantes y distribuidores de armas mantuvieran registros con información sobre quién compraba armas y los números de serie de las armas. Esos registros debían ser entregados a una autoridad policial para su inspección al final de cada año"(Ibid.).

[8] Chris Miles, "Hitler Gun Control Facts: U.S. Pro-Gun Advocates Have More in Common With Hitler Than They Think", http://www.constantinereport.com/hitler-gun-control-facts-u-s-pro-gun-advocates-have-more-in-common-with-hitler-than-they-think/

     Fue bajo el régimen de ocupación de los Aliados que los alemanes fueron completamente desarmados, entre 1945 y 1956.


Logros Sociales del Tercer Reich, Suprimidos

     Es en este contexto que los "horrores del nazismo" han sido usados para obscurecer y suprimir los logros de aquel régimen en una variedad de asuntos que afligen gravemente al mundo hoy. A causa del estrecho dogma en todas las cosas Hitlerianas, algunos descubrimientos y logros vitales han sido sepultados bajo un montón de cadáveres metafóricos, lo que le impide al mundo una evaluación sobria e informada de logros en áreas tales como la salud, la ecología y la banca, o que, como se mencionó, pone a las alternativas serias a la defensiva al comparárselas con el "nazismo".

     Es notable que algunos logros del Tercer Reich fueran adoptados y desarrollados cuando ha servido a intereses poderosos. El ejemplo más evidente está en el ámbito de la cohetería y otros armamentos avanzados en los que el Tercer Reich fue pionero, cuando hubo una ansiedad tanto en la URSS como en EE.UU. por lograr apoderarse de "científicos nazis" directamente después de la guerra. Los detalles de esto son indiscutibles, aunque todavía obscuros:

    "Operación Paperclipera el nombe en código bajo el cual la Inteligencia estadounidense y los servicios militares llevaron a científicos desde Alemania durante y después de las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial. El proyecto fue originalmente llamado Operación Overcast, y es también a veces conocido como el Proyecto Paperclip.

    "De particular interés eran los científicos especializados en aerodinámica y cohetería (como aquellos implicados en los proyectos V-1 y V-2), armas químicas, tecnología de reacciones químicas y medicina. Esos científicos y sus familias fueron llevados en secreto a Estados Unidos, sin la evaluación y aprobación del Ministerio de Asuntos Exteriores; su servicio para el Tercer Reich de Hitler, el NSDAP y la SS, así como la clasificación de muchos como criminales de guerra o como amenazas para la seguridad también los descalificaba para obtener visados oficialmente. Un objetivo de la operación era capturar equipo antes de que los soviéticos llegasen. El Ejército estadounidense destruyó algo del equipo alemán para impedir que fuese capturado por el Ejército soviético que avanzaba.

    "La mayoría de los científicos, que eran casi 500, fueron desplegados en el Campo de Pruebas de White Sands, en New Mexico, Fort Bliss, en Texas, y Huntsville, en Alabama, para trabajar en la tecnología de proyectiles balísticos y misiles teledirigidos. Esto por su parte condujo a la fundación de la NASA y al programa estadounidense de misiles balísticos intercontinentales.

    "Gran parte de la información que rodeó a la Operación Paperclip todavía es clasificada.

    "Separado de Paperclip hubo un esfuerzo aún más secreto para capturar secretos nucleares alemanes, equipo y personal (Operación ALSOS). Otro proyecto estadounidense (TICOM) juntó a expertos alemanes en criptografía.

    "La Oficina de Minas de Estados Unidos empleó a siete científicos alemanes de combustibles sintéticos en una planta química Fischer-Tropsch en Louisiana, Missouri en 1946" [9].

[9] "Operation Paperclip", online: http://www.operationpaperclip.info/


Supresión de Investigación del Cáncer

     La Alemania Hitleriana fue pionera en muchos programas de salud social y bienestar y en el estudio de la prevención de enfermedades, la relación entre el tabaco y cáncer, etc. De ahí que el régimen estuviera décadas por delante de los Estados democráticos de hoy que están orgullosos de ser "progresistas".

     La supresión de la investigación alemana en salud es una de las principales tragedias de la manera en la cual la "Reductio ad Hitlerum" ha afectado muchas vidas. Con tal mentalidad, Peter Dunne, el único miembro del Parlamento de Nueva Zelanda de su partido United Future, describió a los lobbistasen favor de restricciones al tabaco en 2003 como "nazis de la salud". Una noticia declaraba al respecto:

    «El jefe de la Smokefree Coalition está cuestionando precisamente cuán amistoso con la familia es el partido United Future. El líder del partido Peter Dunne ha atacado a los partidarios del proyecto de ley para un ambiente sin humo como "nazisde la salud" y como fanáticos de mirada sospechosa. Leigh Sturgiss dice que tal lenguaje es inadecuado e irritante. Ella dice que los defensores del control del tabaco quieren SALVAR vidas, no destruírlas. Ella dice que Peter Dunne tiene una historia de votaciones contra el control del tabaco, que está en contra de los valores de su partido» [10].

[10] «Anti-Smoking Lobby Denies Being "Health Nazis"», Newstalk ZB News, 18 de Septiembre de 2003.

     En ese entonces escribí [Kerry Bolton] a Dunne:

    «Estimado Sr. Dunne:

    «Me interesé en su uso del término "nazis de la salud" para describir a aquellos que procuran legislar para el control del fumar en sitios públicos.Usted probablemente no está consciente de cuán apropiada es esa descripción. La Alemania nacionalsocialista en efecto legisló para controlar el fumar en sitios públicos como una cuestión de salud social.

    «El mismo régimen fue también responsable de otras "tiránicas" medidas de salud, como exámenes de pecho obligatorios, para comprobar la existencia de tuberculosis entre los trabajadores, la promoción de medicina naturópata, leyes de seguridad ocupacional, la prohibición de ciertos tipos de pesticidas, la promoción de alimentos nutritivos y el desincentivo del uso de aditivos, campañas contra el alcohol y contra el uso de colorantes en la mantequilla, restricciones a la publicidad del tabaco, etc.

    «En cuanto a los "nazis de la salud" y el fumar en público, es debido al tipo de propaganda banal que ha hecho del régimen de Hitler sinónimo del mal, que ha sido suprimido el vínculo entre el tabaco y el cáncer descubierto por las autoridades médicas "nazis de la salud". Me pregunto ¿cuántas vidas podrían haber sido salvadas si una evaluación equilibrada de dicho régimen hubiera sido permitida?.

    «También de importancia en este punto es que el líder de la "forma más baja de Humanidad"[11], Hitler, donó los derechos de venta de Mein Kampf a la investigación del cáncer. ¿Ha emprendido usted alguna vez algo tan digno, señor Dunne?»[12].

[11] Según Dunne describió a los "nazis".
[12] K. R. Bolton al Hon. Peter Dunne, 19 de Septiembre de 2003, online: http://www.adelaideinstitute.org/Dissenters/bolton4.htm

     Volviendo a asuntos de importancia más directa, sin embargo, es notable que entre aquellos que fueron asegurados por EE.UU. bajo la Operación Paperclip estuviera el investigador del cáncer doctor Kurt Blome, jefe de Salud del Reich (Reichsgesundheitsführer) y Plenipotenciario para la Investigación del Cáncer en el Consejo de Investigación del Reich. El doctor Blome fue capturado, y un documento le fue entregado a los Aliados en Frankfurt que ponía de manifiesto la importancia de él:

    "En 1943 Blome estaba estudiando la guerra bacteriológica, aunque oficialmente él estuviera involucrado en la investigación del cáncer, lo que era sin embargo sólo un camuflaje. Blome además sirvió como vice-ministro de Salud del Reich. ¿Quisieran ustedes enviar investigadores [alemanes]?" [13].

[13] Operation Paperclip: "Kurt Blome", http://www.operationpaperclip.info/kurt-blome.php

     Note que el interés por el doctor Blome no era como un investigador del cáncer sino como un investigador en la guerra biológica, y el reporte estadounidense se refiere a la investigación en cáncer sólo incidentalmente como una tapadera para la investigación nacionalsocialista en la guerra bacteriológica. La implicación es que la investigación del cáncer en el Reich realmente no existió sino que era una fachada para esconder infames experimentos médicos en la búsqueda de armas biológicas.


IMAGEN: Los nacionalsocialistas emprendieron la primera campaña anti-tabaco en la Historia moderna. El vínculo entre el cáncer pulmonar y el fumar fue primero demostrado en la Alemania de Hitler. "Las madres evitan el alchohol y la nicotina".

     El doctor Blome, se ha dicho, fue salvado de la horca, habiendo sido acusado por los estadounidenses de experimentar con los presidiarios de Dachau con vacunaciones, y "En 1951 él fue contratado por el Cuerpo Químico del Ejército estadounidense para trabajar en la guerra química"(Ibid.).

     Lo que esto indica es que era EE.UU. quien tenía un particular interés en las conclusiones alemanas en cuanto a la guerra química, y que no tenía ningún interés por la investigación alemana acerca del cáncer, dando la impresión de que no hubo ninguna verdadera investigación alemana en cuanto al cáncer. Debería ser ya suficientemente conocido que EE.UU. se ha involucrado en experimentos médicos y en tortura psicológica sin restricciones [14] sobre sus propios ciudadanos, que no pueden ser siquiera mitigados sosteniendo que EE.UU. había estado entonces bajo el asalto directo de fuerzas enemigas (como Alemania lo estuvo).

[14] Véase Gordon Thomas, Journey into Madness: Medical Torture and the Mind Controllers, Londres, 1989.

     La indicación de tales asuntos es descrita como "relativización del Holocausto", lo cual es supuestamente "peor que la negación del Holocausto". Uno podría preguntar si tal "relatividad" es tan detestada porque implica que el sufrimiento de los Gentiles es tan serio como el sufrimiento judío, violando el axioma talmúdico de que los Gentiles son inferiores [15]. Por lo tanto fue suficiente para el veterano político francés Jean-Marie LePen haber dicho que "El Holocausto fue un detalle de la historia de la Segunda Guerra Mundial"para ponerlo en la picota por "delitos de odio", a pesar de no haber "negado" la realidad del "Holocausto", ni siquiera aprentemente la sacrosanta cifra de 6 Millones. El crimen de pensamiento de LePen fue que él había "relativizado el Holocausto", o lo que en Alemania es llamado "minimizar el Holocausto" [16], en vez de aceptar que aquél debe permanecer como la tragedia central de la totalidad de la Historia humana.

[15] Véase de Israel Shahak, Jewish History, Jewish Religion, Londres, 1994.
[16] "Jean-Marie Le Pen Repite los Comentarios sobre el Holocausto en el Parlamento Europeo", The Telegraph, 25 de Marzo de 2009, online: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/france/5050338/Jean-Marie-Le-Pen-repeats-Holocaust-comments-in-European-Parliament.html

     Tales controversias sirven para obscurecer los logros conseguidos bajo el Nacionalsocialismo en Alemania. La investigación requiere objetividad, y ésta no es posible cuando los estudios sobe el Tercer Reich deben estar a priori basados en el absolutismo moral como una forma de dualidad Zoroastriana que necesariamente compara cada cosa y todo lo que tenga que ver con el Tercer Reich como algo intrínsecamente malo, incluyendo la investigación del cáncer, la ecología, las autopistas y la reforma bancaria.

     De aquí que lo que el profesor Robert N. Proctor reporta en su libro The Nazi War on Cancer[17] sólo puede ser examinado a través de los lentes distorsionados por la fiebre de la guerra en cuanto a tal pionera medicina social como si hubiese sido emprendida con malas intenciones. Lo mismo puede ser dicho del programa de obras públicas de las Autopistas (Autobahns), siendo su propósito rutinariamente adscrito al objetivo de Hitler de construír una red de caminos que permitiría la rápida movilización militar de Alemania. De vez en cuando la verdad surge de una manera incidental en la academia ortodoxa: en este caso, el doctor Frederic Spotts, en su libro Hitler and the Power of Aesthetics,escribe por causalidad acerca de las Autopistas, que en ese entonces fueron admiradas en todo el mundo como "un logro innovador, exitoso y claro".

[17] Robert N. Proctor, The Nazi War on Cancer, New Jersey, Princeton University Press, 1999.

    "Sus carreteras divididas, su anchura generosa, su magnífica ingeniería, su sensibilidad ambiental, su armonía con el campo, su paisajismo de buen gusto, sus entradas y salidas en tréboles, sus disimulados puentes y pasos elevados, sus modernistas estaciones de servicio, sus restaurantes e instalaciones de descanso, se adelantaron a los sistemas camineros de cualquier otro sitio y presentaron un modelo para el mundo"[18].

[18] Frederic Spotts, Hitler and the Power of Aesthetics, Londres, 2002, p. 386.

     Aunque la Autobahn es convencionalmente representada como un ejemplo de las preparaciones militares de Alemania, el doctor Spotts tiene la valentía para verla de otra forma: "Lo que no es ampliamente apreciado es que Hitler consideraba esas carreteras, sobre todo lo demás, como monumentos estéticos. Por primera vez los caminos no eran principalmente utilitarios sino duraderas obas de arte comparables a las pirámides" (Ibid.). El doctor Spotts continúa:

    "Las autopistas fueron por lo tanto pretendidas no tanto para facilitar que los automóviles fueran de un lugar a otro sino para lucir la belleza natural y arquitectónica del país. Las rutas fueron elegidas para que pasaran por áreas atractivas sin molestar la armonía de las colinas, valles y bosques. Las áreas de descanso fueron creadas para que los viajeros se detuvieran y admiraran el panorama. En algunos sectores la carretera misma hacía un desvío, a pesar de gastos adicionales, para ofrecer una vista particularmente impresionante. Hubo un gran esfuerzo en la construcción para minimizar el daño al medioambiente..."(Ibid.).


     La manera en que el doctor Spotts logra salir de lo que al principio parece un encendido relato de los logros ecológicos y técnicos del Reich es describiendo la estética de Hitler como sólo "otro ejemplo de la megalomaníaca auto-complacencia" (Ibid., p. 387). De aquí, incluso con este notable logro, tal como con otros importantes avances en el Tercer Reich, que deba recordársenos que en último término todo descansa en el penetrante mal de un hombre. Sea como fuere, sin tener en cuenta los motivos de Hitler, tal reduccionismo impide una consideración racional y objetiva de tales logros.

     Si el doctor Spotts hubiera estado describiendo los logros de la construcción de carreteras en EE.UU. o en Inglaterra durante los años '30, por ejemplo, el lector quedaría con una duradera impresión de un Estado que había conseguido mucho que necesita ser reconsiderado hoy. Sin embargo, puesto que un logro tan notable fue emprendido bajo Hitler, queda reducido, incluso de parte del doctor Spotts, a ser sólo otro ejemplo de la megalomanía de una persona singularmente malvada. Pero el doctor Spotts disipa uno de los grandes mitos de esa época: que la Autobahn era principalmente para propósitos de militarización. Comentando sobre Todt, jefe del proyecto, Spotts declara que si bien los argumentos de Todt para la Autobahn incluían su potencial para objetivos militares,

    "Hitler nunca fue guiado por esa noción. De hecho las rutas no conducían a probables líneas de frentes bélicos, las superficies eran demasiado delgadas para resistir tanques, etcétera. Lejos de ser provechosos para la Wehrmacht, los caminos, con sus brillantes superficies blancas, demostraron ser muy útiles para los aviones enemigos al proporcionar puntos de orientación, razón por la que ellos tuvieron que ser camuflados con pintura" (Ibid., p. 394).

     De aquí que mientras la Autobahn, un triunfo tanto de la ecología como de la ingeniería, puede ser relegada al reino de la megalomanía, la lección a sacar del libro del profesor Proctor acerca de la investigación del cáncer y otros estudios médicos en el Tercer Reiches, según la reseña del Washington Post, «un concepto igualmente inquietante: la "banalidad del bien"» [19].

[19] Anuncio en la contraportada de The Nazi War on Cancer, op. cit.

     La investigación en el Tercer Reichacerca de los vínculos entre el tabaco y el cáncer por lo tanto se hace trillada, anodina, trivial y otras palabras tales asociadas con la "banalidad". Si EE.UU. hubiera estado tan interesado en tal investigación como lo estuvo en lo que los alemanes habían desarrollado en términos de armas, entonces habría muchos millones de personas que hubieran estado agradecidas de aquella investigación, sin tener en cuenta el régimen bajo cuyos auspicios fue conducida. Que EE.UU. estuviera interesado sólo en los logros técnicos y militares alemanes dice más sobre el carácter del régimen estadounidense que sobre el Tercer Reich. Sin embargo, cuando el gran público oye algo sobre experimentos médicos alemanes, es en cuanto a supuestos abusos sobre prisioneros e "inferiores raciales" (sic), llevados a cabo por individuos tales como el doctor Joseph Mengele, quien es descrito como realizando algunos experimentos médicos muy poco científicos a pesar de su eminencia como genetista. De ahí que circulen historias sensacionalistas como la siguiente:

    «Mengele tenía un proyecto añadido: el de cambiar realmente el color de ojos en una dirección aria. El doctor Abraham C. se preguntó por qué Mengele dedicaba tanta atención a unos muchachos de siete años que parecían sin importancia y luego comprendió que "aquellos niños tenían una rara característica: ellos eran rubios y tenían ojos cafés, de manera que Mengele estaba tratando de encontrar un modo de colorear de azul sus ojos". Mengele realmente inyectó metileno azul en sus ojos, causándoles un dolor severo e inflamación, pero "sus ojos por supuesto no cambiaron"» [20].

[20] Dr.Robert J Lifton, Nazi Doctors: Medical Killing and the Psychology of Genocide.

     Como afirma la última frase, "pero sus ojos por supuesto no cambiaron". Pero se espera, o más bien se exige, que cada uno crea que un genetista altamente calificado, el doctor Mengele, que aparentemente también creía en la doctrina racial nacionalsocialista, trató de convertir a no-arios en arios por medios artificiales. ¿Podría algo ser menos "racista"? Pero estos cuentos obscurecen cualquier verdadero logro, de los cuales había muchos, que fueron hechos bajo el Tercer Reich en medicina y bienestar público. Mientras los cuentos sensacionalistas continuaron durante décadas después de la guerra, en cuanto a que Mengele creó una cosecha de brasileños de ojos azules en una remota ciudad, National Geographicfinalmente lo expuso en 2009 como un "mito" [28].

[21] Brian Handwerk, «"Nazi Twins" a Myth: Mengele not behind Brazil Boom?», National Geographic News, 25 de Noviembre de 2009, online: http://news.nationalgeographic.com/news/2009/11/091125-nazi-twins-brazil-mengele.html

     Lo que incluía esta "banalidad del bien"—en palabras del revisor del libro de Proctor del Washington Post— era un esfuerzo general para establecer una población sana. Naturalmente, se diría que los motivos para aquello era crear una "Raza Superior" para conquistar el mundo; pero sin tener en cuenta los motivos, los resultados podrían haber beneficiado a la Humanidad si no hubiera sido por la supresión de cualquier cosa de un carácter positivo relacionada con el Tercer Reich.

     Proctor declara que más de mil tesis médicas examinaron el cáncer en los doce años del régimen nacionalsocialista. Por primera vez fueron establecidos registros de cáncer, fueron reforzadas medidas de salud púbicas preventivas, hubo leyes contra la adulteración de alimentos y medicinas, prohibición de fumar, y campañas que advertían contra el uso de cosméticos que producen cáncer. Proctor hace la pregunta de si éstas y otras medidas de salud pública tuvieron como efecto una menor frecuencia del cáncer entre los alemanes desde los años '50. Esto plantea un dilema moral porque significa que "uno de los regímenes más crueles de la Historia" podría haber tenido éxito en disminuír las tasas de cáncer (Proctor, op. cit., p. 19).

     Otras campañas que sólo en años recientes se han convertido en un factor en los Estados occidentales fueron la incitación a las mujeres a hacerse exámenes anuales para detectar el cáncer o cada dos años, y las mujeres fueron instruídas para que se auto-examinaran sus mamas, siendo Alemania aparentemente el primer país en emprender tales pasos (Ibid., p. 29). Los efectos del polvo y el asbesto en la salud fueron estudiados con un fuerte énfasis (Ibid., p. 107). Proctor sostiene que Alemania se convirtió en el líder en la documentación del "vínculo entre asbesto y cáncer pulmonar". En 1943 el régimen fue el primero en reconocer el mesoteliomay el cáncer pulmonar provocados por el asbesto como "enfermedades laborales compensables". Los abogados estadounidenses más tarde usaron esta investigación de la época nacionalsocialista en sus litigaciones (Ibid., p. 111).

     Con la derrota de Alemania, Karl Astel, jefe del Instituto de Investigación de los Riesgos del Tabaco, que había decretado prohibiciones de fumar en público, se suicidó. El Jefe de Salud del Reich Leonardo Conti se ahorcó con su camisa mientras estaba detenido por los Aliados. El presidente de la Oficina de Salud del Reich Hans Reiter estuvo varios años en la cárcel, después de lo cual él trabajó en una clínica de salud, pero nunca volvió a la vida pública. Fritz Sauckel, responsable del trabajo extranjero, y redactor de la legislación anti-tabaco de Astel, fue ejecutado en 1946. Proctor comenta: "Es apenas sorprendente que gran parte del impulso del movimiento anti-tabaco de Alemania fuera anulado" (Ibid., p. 227). Sin embargo, otros científicos fueron obligados por EE.UU. a trabajar en proyectos de armas durante la Guerra Fría. Proctor llega al mismo punto que estoy planteando:

    "Incluso hoy, el movimiento alemán anti-tabaco no ha superado el activismo y la seriedad de los años de su auge, 1939-1941. La investigación de salud y tabaco es silenciada, y no es difícil imaginar que los recuerdos del activismo de la generación anterior deben haber ayudado a perpetuar el silencio. La memoria popular de la moderación del tabaco durante el Nacionalsocialismo bien puede haber obstaculizado al movimiento anti-tabaco alemán de posguerra... Parece haber formado la manera como consideramos la historia de la ciencia involucrada: el mito de que científicos ingleses y estadounidenses fueron los primeros en mostrar que fumar provoca cáncer de pulmón, fue muy conveniente, tanto para los investigadores en las naciones victoriosas como para los alemanes que trataban de olvidar el pasado inmediato. El canoso espectro del fascismo está quizá con mejor salud que lo que quisiésemos admitir"(Ibid., p. 228).

     Proctor también se refiere al método de "Reductio ad Hitlerum"en la supresión de iniciativas anti-tabaco. Proctor declara que "los abogados a favor del tabaco han comenzado a jugar la carta del nacionalsocialismo" [22] al hablar de "nico-nazis" y "fascismo del tabaco". Proctor se refiere a la compañía Philip Morris de Europa que ha emprendido una ofensiva publicitaria en revistas, que identifica a los fumadores con judíos puestos en ghettos y a los anti-fumadores con los "nazis"(Ibid., p. 271).

[22] "The Nazi Card" es otro término para la Reductio ad Hitlerum; vea "The Fallacy Files", op. cit.

     Extrañamente, Proctor rechaza la idea de que si la investigación médica nacionalsocialista no hubiera sido suprimida muchas vidas podrían haber sido salvadas. Él declara que los Aliados en efecto tomaron realmente mucho interés en la investigación científica nacionalsocialista, pero luego procede a enfocarse brevemente en la tecnología militar (Ibid., p. 273). ¿Dónde estuvieron secuestrados los investigadores nacionalsocialistas de salud después de la guerra para ayudar a los Estados vencedores en la investigación de las causas del cáncer, los efectos del asbesto, las ventajas de la dieta sana, etc.? Como ya se mencionó, ellos estaban muertos, en la cárcel o relegados a la oscuridad, mientras que los "científicos de cohetes" trabajaban diligentemente en misiles de la Guerra Fría, antes de ser denunciados en su vejez [23].

[23] Véase p. ej. Thomas Franklin, An American in Exile: The Story of Arthur Rudolf, Huntsville, Alabama, 1987.

     Que iniciativas de salud pública emprendidas décadas después de que los alemanes emprendieron los mismos programas estén siendo anunciadas ahora como "nuevas", es una pieza de manipulación oportunista. Lo mismo puede decirse también de las medidas ecológicas alemanas [24], con los comunistas en años recientes saltando a bordo del movimiento Verde para proclamarse a sí mismos a la vanguardia de lo que ellos ahora llaman "Eco-socialismo", y el entusiasmo anarquista-punkpor la "liberación animal" que fue adelantada hace décadas por las disposiciones del Reich con respecto al bienestar animal [25].

[24] Anna Bramwell, «Blood and Soil: Walther Darré & Hitler’s "Green Party"», Buckinghamshire, 1985.
[25] "Reich Law on Animal Protection", 24 de Noviembre de 1933, online: http://www.worldfuturefund.org/wffmaster/Reading/Germany/Nazianimalrights.htm


La Oposición a la Usura, ¿Algo Intrínsecamente "Nazi"?

     La Reductio ad Hitlerum es usada para suprimir y difamar otro importante asunto: el de las alternativas al sistema bancario y de deudas. Poco se ha entendido sobre el sistema de finanzas nacionalsocialista y fascista, y generalmente se acepta que Alemania en particular logró la recuperación económica mediante gastos en armamentos. Incluso si aceptamos aquella presunción, ella explica poco. En efecto, uno de los objetivos originales del embrionario Partido Nacionalsocialistacuando todavía era conocido como el Partido de los Trabajadores Alemanes, y antes del ingreso de Hitler, era "acabar con la esclavitud del interés".

     Un ideólogo clave del naciente Partido era también el principal abogado de la reforma bancaria en Alemania, Gottfried Feder [26]. Curiosamente, casi en la misma época (1917) el escocés C. H. Douglas, un ingeniero al igual que Feder, estaba formulando una doctrina ampliamente similar, el Crédito Social, y antes de él el inventor Arthur Kitson [27] estaba abogando por la evitación del sistema bancario privado con la emisión estatal de dinero sin deuda según los requerimientos de producción y consumo de la sociedad.

[26] Véase G. Feder (1918), Manifesto for the Breaking of the Financial Slavery to Interest; G. Feder (1923) The German State on a National and Socialist Foundation.
[27] "Arthur Kitson", http://www.yamaguchy.com/library/kitson/kitson_index.html

     Durante la primera parte del siglo XIX la Isla Guernsey emitió su propio dinero cuando estaba al borde de la pobreza, y continúa haciéndolo. Lincoln emitió sus dólares [Greenbacks], y la Confederación emitió Graybacks basados en un estándar del algodón. El presidente John F. Kennedy publicó Notas de la Tesorería estadounidense. Las comunidades en Alemania, Austria y EE.UU. durante la Gran Depresión emitieron divisas locales, que les llevaron prosperidad en medio de la pobreza. Australia emitió su propio crédito mediante elCommonwealth Bank del Estado durante décadas, y Nueva Zelanda emitió el crédito estatal a un interés del 1% en 1936 mediante su Banco de la Reservapara financiar los icónicos programas estales de vivienda, que financiaron trabajo para el 75% de los desempleados. A pesar de los esfuerzos obstruccionistas del sistema judicial, un Gobierno de Crédito Social, en Alberta, Canadá, emitió "Certificados de Prosperidad" [28].

[28] K. R. Bolton, The Banking Swindle: Money Creation and the State, Londres, 2013, pp. 79-123.

     La Alemania nacionalsocialista, el Japón imperial y la Italia fascista emprendieron medidas similares al publicar el crédito estatal y certificados de trabajo amortizables. Los notables logros económicos de aquellos Estados en medio de la Gran Depresión han sido consignados al Agujero de la Memoria(Ibid., pp. 103-120). A pesar de todo, la necesidad de entender el sistema bancario y las alternativas a él es tan apremiante ahora, en medio de la "crisis de deudas global", como lo era durante la Gran Depresión. Una diferencia significativa entre entonces y ahora es que después de la Primera Guerra Mundial muchas personas entendieron la necesidad de cambiar el sistema bancario, y grandes movimientos de reforma como el Crédito Social en Alberta y el Partido Laborista en Nueva Zelanda arrasaron en su llegada al poder sobre la plataforma de la reforma bancaria. Puesto que los tres principales Estados del Eje también emitieron el crédito estatal, emprendieron el control de la banca y llevaron a sus naciones a la prosperidad, esta importante cuestión también ha sido sometida ahora a la Reductio ad Hitlerum.

     Una víctima significativa de esta táctica ha sido Stephen M. Goodson, un economista sudafricano que sirvió durante varios años (2003-2012) como un director elegido en el Consejo del Banco de la Reserva sudafricano. Goodson es también un ferviente abogado de la reforma bancaria y el fundador del Partido por laAbolición del Impuesto a la Renta y la Usura (Abolition of Income Tax and Usury Party). Peor aún, él no tiene temor en describir los sistemas bancarios del Eje, de Japón y Alemania, como ejemplos significativos de importantes Estados que consiguieron un renacimiento liberándose de la usura [29]. Por esto, se lanzó una campaña de difamación sobre Goodson unos pocos meses antes del final de su período de doce años como uno de los directores del Banco de la Reserva. Goodson dimitió probablemente para impedir su retiro por orden de los traficantes de la difamación. Si bien Goodson fue etiquetado como un "negador del Holocausto", fue su mención de los sistemas bancarios del Eje la que fue la causa de su complicación.

[29] K. R. Bolton, The Banking Swindle, op. cit., p. 116. Goodson escribió un prefacio a este libro.

      Goodson llegó al consejo del Banco de la Reserva bajo las disposiciones que permitían que los inversionistas eligieran a un miembro para que los representara. Aunque el término de nueve años de Goodson debía expirar en Julio de 2012, justo unos meses antes de entonces fue lanzada una campaña contra él, probablemente para asegurarse de que él no pudiera terminar su posición de buena manera. Una columnista, Lisa Steyn, escribió de él:

    «Goodson, que ganó R 360.000 [Rand, moneda sudafricana] el año pasado por sus servicios al banco, más de R 70.000 por cada una de las cinco reuniones a las que él asistió, sostiene opiniones discutibles que incluyen el admirar las políticas económicas proseguidas por Hitler en la Alemania nacionalsocialista, una creencia de que los banqueros internacionales financiaron y manipularon la guerra contra Hitler porque ellos vieron el modelo del capitalismo estatal de éste como una amenaza para sus caminos usureros, y que el "Holocausto" fue una ficción inventada para extraer enormes cantidades de compensaciones de los derrotados alemanes.

    «Él ha sostenido que similares motivos fundamentaron el apoyo de Naciones Unidas para el levantamiento en Libia [2011]. El sistema bancario libre de usura de Muamar Gaddafi era una amenaza para el capitalismo global y tenía que ser destruído, según Goodson» [30].

[30] Lisa Steyn, "Reserve Banks Holocaust Denier", Mail and Guardian, 13 de Abril de 2012, online: http://mg.co.za/article/2012-04-13-reserve-banks-holocaust-denier

     Que la oposición a Goodson surgió porque él declaró algunos hechos acerca de las políticas bancarias de la Alemania nacionalsocialista, es indicado por Steyn:

    «Pero Goodson parece estar empujando opiniones a favor de los "nazis"y "anti-semíticas" en Internet. En una entrevista de radio el año pasado con la anfitriona de un programa de entrevistas estadounidense Deanna Spingola, autora de The Ruling Elite: A Study in Imperialism, Genocide and Emancipation, Goodson expresó su admiración por los logros sociales durante el Tercer Reich» (Ibid.).

     Parece que un tratamiento comprensivo de las políticas económicas y sociales del Tercer Reich, y una consideración de dicha época que no se enfoque en el "Holocausto", es sinónimo de ser "pro-nazi" y "anti-semita". Por lo tanto se hace imposible expresar opiniones con respecto a uno o dos aspectos admirables y realizables de un régimen sin ser asociado con todas las otras políticas y acciones de aquel régimen, tanto las reales como las imaginarias. Para ser consecuente, los defensores del statu quo en EE.UU. deberían ipso facto ser considerados como ávidos partidarios de cada acción emprendida por EE.UU., incluída la segregación, la inyección de sífilis en prisioneros Negros, la masacre de My Lai (en Vietnam), y así ad infinitum.

     Según Steyn, las declaraciones incriminatorias hechas por Goodson en la entrevista de radio con Spingola en 2010 fueron que

    "Adolf Hitler subió al poder en 1933 y en seis breves años él transformó Alemania y redujo el desempleo desde un 30% a cero".

    "Él proporcionó a cada uno una vivienda decente y sin deuda, relaciones laborales excelentes, y restauró el respeto y el honor para todos los alemanes".

    "En esos seis años, se creó un paraíso para los trabajadores. Había inflación cero y Alemania se convirtió en el país más próspero y poderoso en la historia de Europa".

    "Goodson también dijo que la verdadera razón de la Segunda Guerra Mundial era el progresista sistema económico de Alemania.

    "Ésa fue la base entera de la Segunda Guerra Mundial. No tenía nada que ver con derechos humanos o proteger a Polonia o cualquiera de los otros motivos que se publican en los libros de Historia.

    "Alemania sólo pudo ser admitida en la familia de las naciones tras haber cumplido con las reglas de los banqueros internacionales" (Ibid.).

     Después de que Spingola hizo una referencia al "Holocausto"y su uso por intereses judíos, Steyn comenta que "Goodson pareció estar de acuerdo":

    "Sí, bueno, ellos [los judíos] han sido expulsados de más de 70 países, en algunos de ellos varias veces. Pero lamentablemente ellos tienen un control muy estricto de los medios de comunicación. Bien, hay una pequeña ventana de esperanza en que Internet pueda proporcionar visiones alternativas, pero incluso allí ellos están tratando de ejercer su supervisión" (Ibid.).

     Una referencia secundaria y al pasar al fenómeno histórico de las expulsiones judías se convirtió en un foco para lo que de hecho era una oposición existente desde hace mucho tiempo de Goodson a la usura, junto con sus comentarios sobre los sistemas bancarios de Alemania y Japón como ejemplos del uso exitoso del crédito estatal.

     Que Goodson haya sido citado por "varios sitios web de extrema Derecha" es también suficiente para asociar a Goodson con cualquier cosa publicada en aquellos sitios. Un ejemplo dado por Steyn es uno llamado "Incogman", presumiblemente porque éste es probablemente el más estridente de tales sitios que ella pudo encontrar que también cita a Goodson, proveyendo Incogmana Steyn con algunas citas muy citables en referencia a "judíos jázaros arruinadores de la nación para quienes Israel está primero, multiculturalistas y marxistas Blancos con muerte cerebral, sico-sodomitas y lesbianas, pervertidos acosadores pedófilos, raríficos inversores de los géneros, grasientos mestizos ilegales, negros enloquecidos por la cocaína y criminales"(Ibid.). La implicación es que éstas son también las opiniones de Goodson.

     Steyn sigue con una larguísima discusión acerca de Goodson en tanto él está relacionado con la famosa familia Mitford, que ha incluído a marxistas y por supuesto a las fascistas Diana (Mosley) y Unity Mitford.

     Pero los artículos que Steyn cita que Goodson realmente ha escrito son aquellos que tienen que ver con la usura y con la reforma bancaria:

    «Goodson ha escrito muchos artículos que son fácilmente encontrados en Internet. Ellos son a menudo críticos de la finanza de deudas y del "explotador sistema bancario de la reserva fraccionaria de Occidente", en el cual los bancos privados tienen licencia para crear dinero de la nada.

    «En un artículo, Goodson propone un banco municipal de Ciudad del Cabo que podría financiar todos los programas de infraestructura a interés cero, y los contribuyentes podrían disfrutar de una reducción permanente de al menos el 15% en los precios anuales de las propiedades, una caída en el precio de las hipotecas y tasas nominales para préstamos para estudiantes.

    «En otros dos artículos, "La Verdad sobre Siria" y "La Verdad sobre Libia", él elogia las economías de ambos países, que emplearon bancos estatales» (Ibid.).

     Cuando el Mail and Guardianentrevistó al accionista del Banco de la Reserva Mario Pretorius con respecto a enmiendas a aquél que parecen bloquear la futura elección de representantes de los accionistas, éste dijo: "Fue un extraordinario punto luminoso en el horizonte". "En 2010 la Ley Sudafricana del Banco de la Reserva fue enmendada para cerrar de golpe cada puerta posible. [Ahora] nunca habrá otro [Stephen] Goodson o cualquier otro que disguste". Otro accionista dijo: "Goodson es un carácter raro. Pero él hizo bien porque puso mucha presión sobre el banco"(Ibid.).

     A pesar del final inminente del período de Goodson dentro de dos meses, se aplicó presión para despedirlo. El Comité Sudafricano de Asuntos Públicos de Israel (SAIPAC) pidió el cese inmediato de Goodson o su "renuncia" forzosa [31]. El presidente del SAIPAC David Hersch declaró:

    "Simplemente, no es suficientemente bueno que el Banco de la Reserva declare que su cargo se termina en Julio y que él no será designado de nuevo. Ellos deberían estar avergonzados de tener a alguien como él en su junta directiva, y ahora que él ha sido denunciado, ellos deberían actuar inmediatamente" [32].

[31] Boruch Shubert, "South African Jews Call for Dismissal of Pro-Nazi Banker", The Jewish Voice, 2 de Mayo de 2012, online: http://jewishvoiceny.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1034:south-african-jews-call-for-dismissal-of-pro-nazi-banker&catid=106:international&Itemid=289
[32] Elad Bernari, "South African Bank director Expresses Support for Nazis", Arutz Sheva, 20 de Abril de 2012 online: http://www.israelnationalnews.com/News/News.aspx/154943#.UUTd-Dcr3T4

     El Sunday Times de Sudáfrica luego reportó que Goodson había dimitido en Mayo. Una vez más vemos que el principal punto de objeción tenía que ver con su elogio del sistema bancario alemán: "El mes pasado, el Mail and Guardian (M&G) reportó que Goodson tenía opiniones discutibles que incluían la admiración por las políticas económicas perseguidas por Adolf Hitler en la Alemania nacionalsocialista"[33].

[33] "SARB Director Quits After Hitler Claims", TimesLive, 4 de Mayo de 2012 online: http://www.timeslive.co.za/politics/2012/05/04/sarb-director-quits-after-hitler-claims

    David Hersch se jactó de que fue la "presión internacional" la que provocó que Goodson renunciara menos de dos meses antes del final de su período. Si alguien más aparte de Hersch hubiera sugerido que la presión judía había sido la causa de ese resultado, aquél habría sido etiquetado como "anti-semita". Sin embargo, por Hersch y otros aquello fue visto como una victoria judía de la cual estar orgulloso.

     Al economista chino y presidente del Liu Investment Group con sede en Nueva York, Henry C. K. Liu (henryckliu.com), quien ha escrito ampliamente sobre las políticas económicas del Tercer Reich, le ha sido hasta ahora evitada la asociación con supremacistas Blancos, y es todavía capaz de escribir columnas para el Huffington Post y Asia Times, etc. Liu escribió en Asia Times un detallado artículo acerca de la política bancaria del Tercer Reich, declarando:

    "De hecho, la recuperación económica alemana precedió y más tarde posibilitó el rearme alemán, en contraste con la economía de EE.UU., donde los impedimentos constitucionales colocados por la Corte Suprema estadounidense en cuanto al New Deal[la política económica de Roosevelt]retrasaron la recuperación económica hasta que la entrada estadounidense en la Segunda Guerra Mundial puso a la economía de mercado estadounidense en un pie de guerra. Si bien esta observación no es un respaldo para la filosofía nacionalsocialista, la eficacia de la política económica alemana en ese período, algo de lo cual había sido comenzado durante la última fase de la República de Weimar, es indiscutible" [34].

[34] Henry C. K. Liu, "Global Economy Part 10: Nazism and the German Economic Miracle", Asia Times Online, 24 de Mayo de 2005, online: http://www.atimes.com/atimes/Global_Economy/GE24Dj01.html

     Note que Liu rechaza cualquier noción de que el éxito "indiscutible"de la política económica del Reich sea un "respaldo para la filosofía nacionalsocialista", y que él desestima el cliché de que la recuperación económica de Alemania estuvo basada en torno al rearme. Liu describe los "Recibos de Creación de Trabajo" emitidos por el Reich, comentando: "Pero el principio de los Recibos de Creación de Trabajo puede ser aplicado a EE.UU. o China o cualquier otro país hoy para combatir los niveles inaceptablemente altos de desempleo. Desafortunadamente, este enfoque de sentido común se ve enfrentado con una firme oposición racionalizada por oscuras teorías de la inflación en la mayoría de los países" (Ibid.).

     La doctora Ellen Brown, jefe del Public Banking Institute de EE.UU., cita los artículos de Liu [35]. Si bien a Liu se le ha evitado la táctica de la Reductio ad Hitlerum, quizá porque él se ha asegurado una respetable posición como un economista asiático, la doctora Brown ha sido sometida a difamaciones por declarar lo mismo. De aquí que un sitio web de libre mercado, el Daily Bell, proclame triunfalmente que ha sido demostrada la mala intención detrás de la reforma bancaria, en un informe "impactante".

[35] Ellen Brown, "Thinking outside the Box: How a Bankrupt Germany Solved its Infrastructure Problems", The Web of Debt, 9 de Agosto de 2007, online: http://www.webofdebt.com/articles/bankrupt-germany.php

     El artículo advierte que el "fraude del dinero de la nada"es "una de las conspiraciones más grandes de la época moderna". Esta conspiración involucra la chocante victoria de Beppe Grillo y su movimiento Cinco Estrellas en las recientes elecciones italianas. La doctora Brown ha declarado que Grillo ha atacado la usura y ha propuesto un dividendo nacional de tipo Crédito Social, y un crédito estatal. El Daily Bell sostiene que un aparato conspiracional ha procurado debilitar los metales preciosos y el libre comercio, y que la defensa del "dinero de la nada" es parte de esta conspiración. Esta "conspiración" es de un carácter "fascista" o "nacionalsocialista":

    «Esto contradice la mayoría de todo lo que la historia monetaria nos dice, como los argumentos de que la VERDADERA solución para las actuales dificultades financieras de Occidente implica remedios nacionalsocialistas como entregar las funciones bancarias centrales al "pueblo" por medio de los gobiernos. Ésta es una solución fascista, y el que haya sido tan extensamente promovida obviamente da ocasión a la idea de que éste es un tema social dominante de la clase que analizamos regularmente» [36].

[36] "Bombshell Confirmation the Paper Money Hoax Is Real", The Daily Bell – Home of the Internet Reformation and of Free-Market Thinking, 15 de Marzo de 2013, online: http://www.thedailybell.com/news-analysis/28834/Bombshell-Confirmation-the-Paper-Money-Hoax-Is-Real/

     De ahí que las acusaciones de nacionalsocialismo y fascismo se conviertan en instrumentos de una conspiración elitista, objetando los defensores del libre comercio a aquéllos como básicamente las mismas formas de colectivismo que otros tipos de "socialismo".

    «Si bien nunca hemos encontrado una prueba incriminatoria en cuanto a esta promoción, pareció obvio para nosotros que si uno entregaba las funciones bancarias centrales de emitir dinero sólo a los gobiernos (en vez de la actual funcionalidad conjunta) las cosas se pondrían aún peor, no mejor. Lo que es más importante, el Poder del Dinero simplemente procuraría controlar la banca del gobierno, tal como ahora controla el actual paradigma privado/público. Nada cambiaría. Y, por supuesto, ése es el punto de este ejercicio» (Ibid.).

     El Poder del Dinero ya controla la banca central, porque los bancos centrales, independientemente de si ellos están nacionalizados o tienen dueños de bonos privados, son todavía simplemente mecanismos por medio de los cuales funciona el sistema de deudas internacional privado. No es la banca central per se lo que los reformadores bancarios están promoviendo sino el uso del crédito estatal o social por medio de los bancos, y eso no tiene que estar basado en un banco central. El Crédito Social insiste en una autoridad crediticia separada del Estado, por ejemplo, mientras las divisas locales han sido usadas muchas veces a través de la Historia para vencer la pobreza, sin causar inflación o una dictadura, y para eliminar el poder de esos "conspiradores" a los que la gente del Daily Bellafirma oponerse. Ellos escriben:

    "Hemos rastreado este memedurante muchos años y hemos observado a numerosos individuos que lo promueven. A medida que lo rastreábamos recibimos una enorme contra-respuesta de parte de aquellos que no querían que este esquema fuera expuesto. Pero hemos perseverado porque éste es nuestro informe. Analizamos temas sociales dominantes e intentamos desenmarañar sus contextos desde un punto de vista cultural y, más importante aún, desde un punto de vista de inversión"(Ibid.).

     La doctora Brown es una testaferra para esta "conspiración", afirman los del Daily Bell:

    «Ahora parece que Ellen Brown, una de las pricipales defensoras del meme de la "transparencia en el gobierno"... y la idea nacionalsocialista de la banca central controlada por el gobierno ha hecho una conexión definitiva entre Beppe Grillo de Italia y el propio movimiento de ella. Ella explica el programa de Grillo de esta manera:

    • cesación unilateral de pagos sobre la deuda pública;
    • nacionalización de los bancos; y
    • un ingreso de "ciudadanía" garantizado de 1.000 euros por mes (Ibid.).

    «Esto está más allá de la sorpresa. El economista conservador Gary North lo entendió bien. Aquellos que respaldan el control del dinero mediante la banca central y el dinero de la nada están seriamente determinados a implementar el esquema entero de la economía nacionalsocialista tal como fue contemplado antes de la Segunda Guerra Mundial» (Ibid.).

     Esto es visto como una maniobra de globalistas tales como George Soros para levantar el espectro del Fascismo y asustar a la gente para que apoye a la Unión Europea. Si bien puedo simpatizar con el Daily Bell por sospechar del movimiento Cinco Estrellas que repentinamente aparece de la nada y demanda sospechosamente un apoyo inmediato como Soros [37] y las "revoluciones de color" y la "primavera árabe", que he expuesto muchas veces detalladamente, se requiere algo más persuasivo que el tenue análisis del Daily Bell, especialmente cuando difama a opositores reales de la élite globalista, como la doctora Brown.

[37] "Italy’s top Pol Grillo Being Groomed for Disruption by Soros?", The Daily Bell, 12 de Marzo de 2013,
http://www.thedailybell.com/news-analysis/28812/Italys-Top-Pol-Beppe-Grillo-Being-Groomed-for-Disruption-by-Soros/

     De aquí que el Daily Bell siga con su propia teoría de conspiración de cómo los globalistas realmente podrían apoyar a la única gente que está efectivamente buscando desarraigar el fundamento del poder globalista: la usura.

     Una vez más, estoy muy familiarizado con el tipo de dialéctica que la gente del Daily Bell sugiere que funciona aquí [38]. Sin embargo, uno podría afirmar muy fácilmente que los libremercadistas del Daily Bell están sirviendo a los intereses de los globalistas al atacar a aquellos que ofrecen alternativas reales al globalismo. Son precisamente las doctrinas del libre mercado y la usura las que mantienen el sistema globalista. Si debiéramos usar una variante semántica que llamaremos la Reductio ad Marxum, puede argumentarse que el capitalismo de libre mercado sirve a la dialéctica marxista. No tenemos que hacer conjeturas, sino que podemos citar a Marx mismo:

    "Hablando en general, el sistema proteccionista hoy es conservador, mientras que el sistema de Libre Comercio tiene un efecto destructivo. Éste destruye las antiguas nacionalidades y hace más agudo el contraste entre proletariado y burguesía. En pocas palabras, el sistema de Libre Comercio está precipitando la revolución social. Y sólo en este sentido revolucionario yo voto a favor del Libre Comercio"[39].

[38] K. R. Bolton, Revolution from Above, Londres, 2011, pp. 213-244.
[39] Karl Marx, Appendix to Elend der Philosophie, 1847.Citado en K. R. Bolton, The Banking Swindle, op. cit., p. 161.

     Como he escrito en otra parte detalladamente, el libre mercado es visto como parte de la dialéctica marxista [40]. A la inversa, hay globalistas que ven al marxismo como parte de una dialéctica capitalista, descrita más coherentemente en Between Two Agesde Zbigniew Brzezinski [41]. Ambos consideran útil debilitar al enemigo común, la tradición, a la que Marx condenó muy enérgicamente como "reaccionismo". Los conservadores de tipo tradicional, como Oswald Spengler, a diferencia de los liberales que son hoy mal identificados como "conservadores", vieron el parentesco entre Capitalismo y Libre Comercio y rechazaron a ambos como derivados del mismo zeitgeist económico del siglo XIX. El repudio de la usura sigue siendo el medio por el cual el gobierno de Mammón ha sido vencido y puede serlo otra vez.

[40] K. R. Bolton, The Banking Swindle, Ibid., "The Real Right’s Answer to Socialism & Capitalism", pp. 152-174.
[41] K. R. Bolton, Revolution from Above, op. cit., "Capitalist and Marxist Dialectics", pp. 9-14.


Conclusión

     La Reductio ad Hitlerum es una pieza de prestidigitación semántica que ha sido usada por los convencionalmente llamados Izquierda, Derecha y Centro. Dicha metodología ha sido usada para etiquetar a los defensores de la salud pública como "nazis de la salud" y "nico-nazis". Los ecologistas han sido llamados "eco-nazis". Un blogllamado "The Climate Scum""demuestra" que la ecología es "nazi"mostrando una vista aérea de un bosque plantado durante el Tercer Reich, en el cual ciertos árboles fueron plantados en forma de una esvástica [42]. Los casos de aquellos que son escépticos sobre cualquier cosa que se refiera al "Holocausto", o que ponen objeciones al sionismo e Israel y son llamados "neo-nazis", son demasiado comunes para merecer citas específicas aquí.

[42] "Eco-Nazis – yes that Is what They Are!", The Climate Scum, 26 de Febrero de 2011, online: http://theclimatescum.blogspot.co.nz/2011/02/eco-nazis-yes-that-is-what-they-are.html

     El profético discurso de los "ríos de sangre" de Enoch Powell en 1968 sobre la nueva inmigración hacia Gran Bretaña fue condenado con alusiones a Auschwitz y al espectro del neo-nazismo, y todavía son invocados si alguien llegara a cuestionar la inmigración desde el Tercer Mundo. La lumbrera del Partido Laborista Tony Benn en ese entonces dijo del discurso de Powell: "La bandera del racismo que ha sido agitada en Wolverhampton comienza a parecerse a la que flameó hace 25 años sobre Dachau y Belsen" [43]...

[43] James Cotton, "Enoch Powell – Voice of the Nation", Traditional Britain Group, 9 de Mayo de 2012, online: http://www.traditionalbritain.org/content/enoch-powell-voice-nation-ludwig-james

     Ahora, en medio de una crisis de deudas global, donde hay una tenue luz —aunque sea todavía demasiado débil— del resurgimiento del interés por alternativas a la usura y la deuda, la Reductio ad Hitlerum es soltada sobre los partidarios de la reforma bancaria. Dicho método es un mal social que oscurece las soluciones para los desafíos de hoy, negando la legitimidad de políticas que han sido intentadas y demostradas.–




El Mito de la Alianza NS-Empresariado

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     En inconvenienthistory.com, en el vol. 7 Nº 3 (Septiembre de 2015) de sus publicaciones historiográficas, el investigador neozelandés Kerry Bolton presentó el siguiente trabajo que ofrecemos en castellano que analiza con cierto detalle la cuestión de la presunta y exagerada asociación de grandes empresarios con el régimen hitleriano, del apoyo de aquéllos a éste, tanto de fuera como dentro de Alemania, que se suma a otros dos que ya hemos publicado aquí que tratan del mismo tema, uno de Veronica Clark (Feb. 2014) y otro de Andrew Hamilton (Junio 2015). Aquí el señor Bolton va desenredando una madeja que ha sido ovillada más con suposiciones que con hechos, particularmente contenidas en un libro que pasa como de gran autoridad en la materia (Wall Street y el Ascenso de Hitler, de Antony Sutton), no siéndolo, según revela el señor Bolton, tras examinar las trayectorias y acciones de diversos importantes personajes del mundo de las finanzas.


El Mito de la Alianza entre
el Gran Empresariado y el Nacionalsocialismo
por Kerry R. Bolton
Septiembre de 2015



     La línea partidista oficial de la Izquierda es que el Fascismo y el Nacionalsocialismo fueron el último recurso del capitalismo [1]. En efecto, la crítica marxista ortodoxa no va más allá de eso. En décadas recientes ha habido una investigación seria dentro de la academia ortodoxa para entender el Fascismo como una doctrina. Entre dichos estudiosos podemos incluír a Roger Griffin, Roger Eatwell [2] y en particular a Zeev Sternhell [3]. Este último en particular muestra que el Fascismo se derivó tanto de la Izquierda como de la Derecha, surgiendo de Italia pero también de marxistas francófonos, como un esfuerzo para superar las insuficiencias del marxismo como un análisis de las fuerzas históricas.

[1] Vea, p. ej., "Fascism", en ABC of Political Terms (Moscú, 1982), pp. 29-30; citado en Roger Griffin, Fascism, Nueva York, 1995, pp. 282-283.
[2] Roger Eatwell, Fascism: A History, Londres, 1995.
[3] Zeev Sternhell, The Birth of Fascist Ideology, Princeton, 1980; Neither Left nor Right: Fascist Ideology in France, Princeton, 1986.

     Entre los nacionalsocialistas en Alemania, la oposición al capital internacional figuró destacadamente desde el principio. Los nacionalsocialistas, incluso antes de adoptar aquel nombre, dentro del pequeño grupo que era el Partido de los Trabajadores Alemanes, veían al capital como intrínsecamente anti-nacional. El más antiguo programa del Partido, de 1919, declaraba que el partido luchaba "contra la usura... contra todos aquellos que hacen grandes ganancias sin ningún trabajo mental o físico", contra los "zánganos"que "nos controlan y gobiernan con su dinero". Es notable que incluso entonces el Partido no abogara por la "socialización" de la industria, sino por la repartición de los beneficios y la unidad entre todas las clases, aparte de los "zánganos" [4]. Como señaló el portavoz conservador Oswald Spengler, el marxismo no deseaba trascender el capital, sino expropiarlo. De ahí que el espíritu de la Izquierda permaneciera capitalista o centrado en el dinero [5]. La subordinación del dinero frente a la política estatal era algo entendido en Alemania, incluso entre la élite comercial y grandes sectores de la clase humilde, completamente diferente al concepto de economía entendido entre el mundo anglófono, donde la economía domina la política estatal.

[4] "Guidelines of the German Workers’ Party", 5 de Enero de 1919, en Barbara M. Lane y Leila J. Rupp, Nazi Ideology Before 1933, Manchester, 1978, pp. 9-11.
[5] Oswald Spengler (1926), The Decline of the West, Londres, 1971, vol. 2, p. 402.

     Hitler seguía la tradición de la escuela económica alemana, que el Partido de los Trabajadores Alemanes de Anton Drexler y Karl Harrer había incorporado ya desde la fundación del partido en 1919. Hitler escribió en 1924 en Mein Kampf que el Estado aseguraría que "el capital permaneciera subordinado al Estado y no se reservaría el derecho de dominar los intereses nacionales. De esta manera, el capital podría confinar sus actividades dentro de los dos límites siguientes: por un lado, asegurar un sistema vital e independiente de economía nacional y, por otro, salvaguardar los derechos sociales de los trabajadores". Hitler comprendió entonces la diferencia entre capital productivoy capital especulativo, gracias a Feder, quien había formado parte en una serie de conferencias políticas organizada por el Ejército.

     Hitler entonces entendió que la naturaleza dual del capital tendría que ser un factor primario abordado por cualquier partido en pro de la reforma [6]. La conferencia había sido titulada "La Abolición de la Servidumbre del Interés"(Ibid., p. 183). Una "verdad de importancia transcendental para el futuro del pueblo alemán"era que "la separación absoluta entre el capital bursátil y la vida económica de la nación haría posible oponerse al proceso de internacionalización en la empresa alemana sin atacar al mismo tiempo al capital como tal..." (Ibid.). Mientras Everette Lemons, aparentemente un libertario, cita este pasaje de Mein Kampf, él afirma que Hitler aborrecía el capitalismo, fuese nacional o internacional. Como queda ilustrado por el pasaje mencionado, Hitler distinguía entre capital creativo y especulativo, como lo hacía el Partido de los Trabajadores Alemanes antes de que él fuera un miembro suyo.

[6] Hitler, Mein Kampf, Londres, 1939, pp. 180-181.

     La Economía Nacional era un legado ampliamente aplicado de la escuela alemana de economía fundada por Friedrich List en el siglo XIX, siendo su objetivo la autarquía nacional, a diferencia de la escuela inglesa de libre comerciointernacional [7]. La Economía Nacional gobernó al pensamiento alemán tal como el libre comercio al británico. List declaró: "Yo indicaría la NACIONALIDAD como la característica distintiva de mi sistema. Toda mi estructura está basada en la naturaleza de la nacionalidad como el interés intermedio entre el del individualismo y el de la Humanidad entera" [8]. Ése fue un objetivo que los hombres de negocios alemanes adoptaron prontamente.

[7] Friedrich List, The National System of Political Economy (1841), online en: http://oll.libertyfund.org/titles/315
[8] Ibid., Prefacio del Autor.

     Como el régimen de Hitler no cumpliría, o no pudo cumplir, la totalidad del programa del NSDAP, y porque a Feder se le dio un papel humilde como un subsecretario en el ministerio de Economía, hay una generalizada suposición de que el régimen fue un instrumento del gran capital. La interpretación marxista del Tercer Reich como un instrumento del capital monopólico ha sido adoptada y adaptada por sus oponentes, los libertarios, particularmente ayudados por el libro del investigador especializado de Stanford doctor Antony Sutton. Sutton prosiguió, tras su libro Wall Street y la Revolución Bolchevique [9], que detallaba los tratos entre Estados Unidos y otros intereses comerciales y el régimen bolchevique, con Wall Street y el Ascenso de Hitler [10].

[9] Antony Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution, Nueva York, 1974.
[10] Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, Suffolk, 1976.

     Muchos libertarios dan la bienvenida a ese segundo libro porque muestra que Hitler era tan "socialista" como los bolcheviques y que ambos tuvieron el apoyo de los mismos intereses del gran empresariado que persigue un Estado "colectivista". Lemons, por ejemplo, sostiene que el anti-capitalismo de Hitler era una implementación de muchas de las ideas del Manifiesto Comunista de Marx, revelando con ello una ignorancia de la teoría económica alemana [11]. Lemons se refiere a la economía de "estilo comunista"de Hitler.

[11] Everette O. Lemons, A Revolution in Ideological Inhumanity, 2013, vol. 1 pp. 339-340.


Henry Ford, ¿Un Temprano Patrocinador del Partido Nacionalsocialista?

     Si hubo algún adinerado estadounidense que financió o pudo haber financiado a Hitler ése fue Henry Ford Sr. En efecto, Ford figura de manera destacada en las alegaciones de que Hitler recibió un respaldo financiero de las élites acaudaladas. Pero Ford no era parte de la élite financiera. Él era un industrial que desafió a Wall Street. Si él hubiera apoyado a Hitler aquello habría sido un ejemplo de un conflicto entre el "capital industrial" y el "capital financiero" que Ford mismo había reconocido, y al que Hitler había aludido en Mein Kampf. Su periódico el Dearborn Independent, bajo la dirección de W. J. Cameron, no sólo publicó una serie de 91 artículos acerca de la "cuestión judía", sino que aquella serie fue publicada como un compendio llamado El Judío Internacional, que fue traducido al alemán. Fue tal la presión de los intereses judíos de Wall Street sobre la Ford Motor Company, que Ford se retractó, y afirmó falsamente que él no había autorizado la serie en el periódico de su compañía [12]. Sin embargo, Ford nunca financió a los hitleristas, a pesar de diversos llamados directos y personales reclamando ayuda sobre la base de la "solidaridad internacional" contra la influencia judía.

[12] Kurt G. W. Ludecke, I Knew Hitler, Londres, 1938, pp. 287-288.

     Sutton hizo un trabajo admirable al rastrear los vínculos directos y definitivos entre Wall Street y los bolcheviques. Sin embargo, quizá por su impaciencia por mostrar el factor común de "socialismo" entre los nacionalsocialistas y los bolcheviques, y la manera en que Wall Street apoyó movimientos contrarios como parte de una estrategia dialéctica hegeliana [13], Sutton parece haber agarrado sólo las hojas del rábano al tratar de mostrar una conexión entre los plutócratas y los nacionalsociaistas. Sutton repite el mito del respaldo de Ford al Partido hitlerista que había estado en circulación desde los años '20. Tan temprano como en 1922 el New York Times reportó que Ford estaba financiando al embrionario Partido Nacionalsocialista, y el Berliner Tageblatt pidió al embajador estadounidense que investigara la supuesta interferencia de Ford en los asuntos alemanes [14].

[13] Sutton, How the Order Creates War and Revolution, Bullsbrook, Australia, 1985. La evidencia de Sutton para el financiamiento de Hitler por parte de Wall Street comprende nada menos que los supuestos vínculos de Fritz Thyssen (pp. 58-63), a los que aludiremos luego.
[14] "Berlin Hears Ford Is Backing Hitler", New York Times, 20 Dic. 1922, citado por Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, pp. 90-92.

     El artículo en su totalidad resulta ser solamente la más vaga campaña de rumores, de fabricar algo a partir de nada en absoluto, pero que todavía resulta útil para aquellos que transmiten el mito del apoyo de grandes millonarios a Hitler [15]. El doctor Sutton cita al vicepresidente de la Dieta bávara, Auer, testificando en el juicio contra Hitler después del Putsch de Múnich de Febrero de 1923, que la Dieta desde hacía mucho tiempo tenía información de que Hitler estaba siendo financiado por Ford. Auer aludió a un agente de Ford que procuraba vender tractores que había estado en contacto con Dietrich Eckart en 1922, y que poco después el dinero de Ford comenzó a ir a Múnich [16]. No habiendo proporcionado ninguna prueba en absoluto, Sutton declara que "esos fondos de Ford fueron usados por Hitler para instigar la rebelión bávara".

[15] Véase por ejemplo http://www.constantinereport.com/new-york-times-dec-20-1922-berlin-hears-ford-backing-hitler/
También la cita del artículo en una tesis universitaria: Daniel Walsh, The Silent Partner: How the Ford Motor Company Became an Arsenal of Nazism, p. 4, University of Pennsylvania, http://repository.upenn.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1018&context=hist_honors
[16] Antony Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, Suffolk, 1976, p. 92.

     Scott Nehmer, que vio abortado su sueño de una carrera académica porque él no escribiría su tesis doctoral según las pre-concepciones de su supervisor, emprendió un convincente examen de las acusaciones en cuanto al supuesto vínculo durante la Segunda Guerra Mundial entre el Tercer Reich, Ford y General Motors [17]. Su frustrada disertación fue publicada como un libro. Sin embargo, eso es indicativo de la pobre condición de la investigación en la educación terciaria, y no sólo en Estados Unidos. El señor Nehmer escribe de su reciente difícil situación:

    "Yo tenía la intención de escribir mi libro únicamente concentrándome en el patriotismo de Ford y de General Motors durante la Segunda Guerra Mundial, pero mis planes fueron alterados llevándome a enfatizar cómo la ideología marxista combinada con el sensacionalismo han difamado a Ford y a la General Motors. El libro fue concebido como una disertación doctoral de Historia para la Central Michigan University. Casi desde el principio mi tutor Eric Johnson intentó obligarme a difamar a la Ford Motor Company. Él ordenó que yo acusara a Ford de traicionar a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial usando falsedades basadas en las defectuosas implicaciones de periodistas sensacionalistas"[18].

[17] Scott Nehmer, Ford, General Motors and the Nazis: Marxist Myths about Production, Patriotism and Philosophies, Indiana, 2013.
[18] Scott Nehmer, “Ford General Motors, and the Nazis", http://scottnehmer.weebly.com/

     A lo que equivalen esas descripciones de la financiación del Partido Nacionalsocialista e incluso de la máquina de guerra del Tercer Reich es a descripciones de directorios entrelazados y al carácter de lo que es llamado hoy la globalización. De ahí que si Ford, General Electric, ITT, General Motors y Standard Oil estuvieron de alguna manera vinculados con AEG, I.G. Farben, Krupp, etc., se alega entonces que Rockefeller, Ford e incluso financieros judíos como James Warburg, estuvieron directamente implicados en una conspiración para ayudar a la Alemania nacionalsocialista.

     Para demostrar las conexiones, Sutton tiene una conveniente tabla que supuestamente muestra los "vínculos financieros entre los industriales estadounidenses y Adolf Hitler".Por ejemplo Edsel Ford, Paul M. Warburg y otros dos en EE.UU. son enumerados como directores de American I.G.,mientras en Alemania I.G. Farben supuestamente donó 400.000 marcosa Hitler por medio del Nationale Treuhand; ipso facto Edsel Ford y Paul Warburg fueron involucrados en el financiamiento de Hitler [19]. Dichas vinculaciones no parecen convincentes. Ellas son de un carácter totalmente diferente que las conexiones que Sutton documentó previamente entre Wall Street y los bolcheviques.

[19] Antony Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, pp. 104-105. El libro Trading with the Enemy, Londres, 1983, de Charles Higham, sigue las mismas orientaciones.

     La historia que está detrás de la leyenda de Henry Ford y los nacionalsocialistas ha estado públicamente disponible desde 1938. Kurt Ludecke había sido responsable de intentar recolectar fondos para el naciente Partido Nacionalsocialista desde que se integró a él en 1922. En 1934 él se había enemistado con Hitler, había sido encarcelado, y luego se fue de Alemania hacia EE.UU., donde escribió sus memorias, Yo Conocí a Hitler (I Knew Hitler, Londres, 1938). Él buscó un posible financiamiento especialmente en EE.UU., conoció a Hiram Wesley Evans, el Mago Imperial del Ku Klux Klan, y dicha organización, entonces con unos 5.000.000 de miembros, lo impresionó como un buen fraude rentable para sus reclutadores, que recibían una comisión de un 20% por los derechos de ingreso. Él conoció a partidarios zaristas del Gran Duque Cyril, aspirante al trono ruso, en París, y en Gran Bretaña a varios aristócratas sospechosos de influencia judía: el duque de Northumberland y Lord Sydenham. Pero de ninguno de ellos salió dinero. En realidad, Ludecke viajó casi permanentemente arruinado.

     Ludecke conoció a Ford en 1922, e intentó persuadirlo de que era necesaria la solidaridad internacional para afrontar la cuestión judía, y de que el movimiento de Hitler tenía las mayores probabilidades de éxito. Ford no podía interactuar ante exigencias políticas, y mientras escuchaba no tenía ningún interés en proporcionar fondos. Es evidente viendo a Ludecke que todas las esperanzas del Partido habían sido puestas en el respaldo financiero de Ford. La serie de Ford sobre El Judío Internacional fue muy admirada en los círculos nacionalsocialistas. Hitler también admiraba enormemente a Ford como un innovador industrial, estando colgada una imagen del industrial en la oficina de Hitler, algo que es visto como de gran significado por aquellos que buscan una conexión nacionalsocialista.

     James Pool, hablando del asunto de la financiación de Hitler, gasta treinta páginas intentando mostrar que Ford puede haber dado dinero al NSDAP sobre la única base de que él era anti-judío. Él frecuentemente cita a Ludecke, pero decide ignorar lo que Ludecke declaró acerca de Ford. Pool afirma que FrauWinifred Wagner le había dicho en una entrevista que ella había arreglado el encuentro de Ludecke con Ford, lo cual es correcto, pero es evidente que la afirmación de ella de que Ford dio dinero a Hitler es una mera conjetura. Pool supone que el dinero fue dado por Ford a Hitler vía Boris Brasol, un jurista zarista anti-judío que en 1918 había trabajado para la Inteligencia Militar estadounidense, y que mantuvo contacto con el Partido Nacionalsocialista y que fue el representante estadounidense del Gran Duque Cyril. De nuevo Pool está haciendo suposiciones, sobre la base de que Brasol fue empleado por Ford. La "evidencia" de Pool es la misma usada por Sutton: relatos de periódicos contemporáneos de rumores y acusaciones [20].

[20] James Pool, Who Financed Hitler, Nueva York, 1997, pp. 65-96.

     Si Ludecke hubiera tenido éxito en conseguir fondos de Ford, aquello habría sido no sólo un ejemplo de financiación desde Wall Street y las finanzas internacionales, sino que habría sido un ejemplo de cómo no todos los individuos ricos son parte del nexo bancario del mundo. Ford definitivamente no lo era, y distinguió entre el capital creativo y el capital destructivo. A pesar de su ignominiosa rendición y sumisión ante los intereses judíos cuando aumentó la presión debido a su publicación de El Judío Internacional, en 1938 Ford describió en el New York Times la dicotomía que existía entre las dos formas de capital:

    "Alguien dijo una vez que 60 familias han dirigido los destinos de la nación. Bien se podría decir que si alguien pusiera el foco en 25 personas que manejan las finanzas nacionales, los verdaderos hacedores de guerras del mundo experimentarían un importante alivio. Existe un Wall Street creativo y uno destructivo... Si esos financieros se salieran con la suya estaríamos en guerra ahora. Ellos quieren la guerra porque ellos hacen dinero de tales conflictos, de la miseria humana que tales guerras provocan" [21].

[21] New York Times, 4 de Junio 1938, citado por Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, pp. 90-91.

     Sutton desestimó esto, escribiendo: «Por otra parte, cuando examinamos detrás de esas declaraciones públicas encontramos que Henry Ford y su hijo Edsel Ford han estado a la vanguardia de los hombres de negocios estadounidenses que tratan de caminar por ambos lados de cada valla ideológica en búsqueda de ganancias. Usando los propios criterios de Ford, los Ford están entre los elementos "destructivos"». Contrariamente a Sutton, sin embargo, Pool declara que los ejecutivos de Ford habían estado fuertemente opuestos a la campaña anti-judía de su jefe, y ellos lo persuadieron para que abandonara dicha campaña a fines de los años '20. En la vanguardia de aquélla estaba su hijo Edsel, que poseía el 41% del capital corporativo (Pool, p. 84).

     Las acciones de Ford muestran que él estuvo opuesto a las fuerzas de la guerra. Él no se hizo ningún favor oponiéndose al "Wall Street destructivo". En 1915 Ford contrató el Oscar II, por otra parte conocido como el "Barco de la Paz" de Ford, con la esperanza de persuadir a los beligerantes de la guerra mundial a asistir a una conferencia de paz. La misión recibió en su mayor parte burlas. Aquellos a bordo, incluso Ford, fueron atacados por la gripe. Ford siguió financiando el "Barco de la Paz" mientras viajó alrededor de Europa durante dos años, y a pesar del ridículo fue ampliamente considerado como un pacifista sincero, si bien ingenuo. El doctor Sutton no menciona el "Barco de la Paz" de Ford ni su campaña pacifista durante la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, cuando él era un temprano partidario del America First Committee [22], fundado en 1940 para oponerse a los esfuerzos de Roosevelt para enredar a EE.UU. en una guerra contra Alemania, él fue demasiado fácilmente desestimado como pro-nacionalsocialista, tal como lo fue America First.

[22] George T. Eggleston, Roosevelt, Churchill and the World War II Opposition, Connecticut, 1979, pp. 96-97.

     Estadounidenses muy destacados de una amplia variedad de historiales se unieron a dicho comité, incluyendo al general Robert A. Wood, presidente de Sears Roebuck, y, entre los más activos, al héroe de aviación Charles Lindbergh. El líder del Partido socialista Norman Thomas fue un orador regular en las reuniones. Muchos congresistas y senadores se resistieron a la máquina de guerra de Roosevelt. Entre éstos se incluían pacifistas, liberales, Republicanos, Demócratas y conservadores. De Henry Ford, George Eggleston, un editor del Reader's Digest, de Scribner's Commentator, y antes de Life, y una importante figura en América First, recordó que muy lejos de ser un "nazi", Ford expresaba la esperanza de que hubiera un "Parlamento del hombre", "un espíritu mundial de hermandad, y un final al conflicto armado".


J. P. Morgan & Co. - Thomas Lamont

     Thomas W. Lamont, socio mayoritario en J.P. Morgan, estaba en la vanguardia de la agitación de Wall Street en favor de la guerra. Lamont, un partidario del nuevo régimen económico (New Deal) de Roosevelt, era un entusiasta protagonista del internacionalismo. Hablando ante la Academia de Ciencias Políticas en el Hotel Astor en Nueva York el 15 de Noviembre de 1939, declaró que la guerra contra Alemania era la consecuencia del fracaso del tratado de Versalles y del ascenso del nacionalismo económico. En contraste con los Republicanos de la vieja guardia como el ex Presidente Herbert Hoover, Lamont no creía que fuese posible negociar con Hitler. Sin embargo, la derrota militar de Hitler no sería suficiente: Estados Unidos debía abandonar el aislacionismo y abrazar el "internacionalismo" [23].

[23] Thomas Lamont, "American Business in War and Peace: Economic Peace Essential to Political Peace", discurso ante la Academy of Political Sciences, 15 Nov. 1939, citado por Peter Luddington, Why the Good War Was Good: Franklin D. Roosevelt’s New World Order, tesis doctoral, UCLA, 2008, pp. 112-113.

     Lamont en efecto lo había comprendido bien: capital internacional versus nacionalismo económico. Este último ahora incluía al imperialismo y a todos los bloques comerciales e Imperios autárquicos. Las finanzas internacionales ya no podían ser restringidas por los Imperios y los bloques comerciales. Pero el orden mundial que Woodrow Wilson había tratado de inaugurar después de la Primera Guerra Mundial con sus "Catorce Puntos" y la Sociedad de Naciones, basada alrededor del libre comercio internacional, había sido rechazado hasta por su propio país. Los Estados de Eje estaban construyendo bloques económicos autárquicos, y habían estado instituyendo el trueque entre los Estados, incluyendo aquellos que ellos habían ocupado.

     Roosevelt iba a declarar con toda franqueza ante Churchill durante las discusiones acerca de la "Carta Atlántica" que el mundo de posguerra no toleraría ningún Imperio, incluyendo al británico, y que estaría basado en el libre comercio. Él declaró inequívocamente que la guerra estaba siendo llevada a cabo sobre la premisa del libre comercio. Roosevelt le dijo a Churchill, según lo relata el hijo del Presidente, Elliott Roosevelt: "¿Sugerirá alguien que la tentativa de Alemania de dominar el comercio en Europa central no fue un importante factor que contribuyó a la guerra?"[24]. Aparentemente la causa de la guerra no fue Pearl Harbor, ni la invasión de Polonia. Roosevelt dejó claro que el libre comercio internacional sería el fundamento del mundo de posguerra, y que los Imperios quedarían obsoletos.

[24] Elliott Roosevelt, As He Saw It, Nueva York, 1946, p. 35.


General Motors - James D. Mooney

     Otro supuesto entusiasta de la Alemania nacionalsocialista era James D. Mooney, vicepresidente de General Motors, a cargo de las operaciones europeas. General Motors (GM) desempeña un gran papel en el supuesto nexo entre los nacionalsocialistas y el gran empresariado debido a sus afiliados europeos que actuaban en países ocupados por los alemanes durante la guerra. El supuesto entusiasmo de Mooney por el Nacionalsocialismo era tal, que él presuntamente se consideraba a sí mismo como un futuro "colaboracionista" en EE.UU. en caso de una victoria alemana [25]. Las tonterías más extraordinarias han sido ampliamente repetidas en cuanto a que Mooney practicaba cómo conseguir técnicamente un saludo nacionalsocialista y un "Sieg Heil" delante del espejo en su hotel antes de reunirse con Hitler en 1934. Cómo Edwin Black supo eso, no está establecido [26].

[25] Charles Higham, Trading with the Enemy: How the Allied Multinationals Supplied Nazi Germany throughout World War Two, Londres, 1983, pp. 166-177.
[26] Edwin Black, "Hitler’s Car Maker: The Inside Story of How General Motors Helped Mobilize the Third Reich", History News Network, http://historynewsnetwork.org/article/37935

     Es evidente que, utilizando sus conexiones a nivel mundial, Mooney se embarcó en la diplomacia privada con la intención de evitar la guerra. Sin embargo, ya en 1938 un ejecutivo de GM, que probablemente haya sido Mooney, se acercó a la Oficina de Guerra británica para hablar de las exigencias británicas en caso de guerra con Alemania. Por lo que está indicado en la autobiografía inédita de Mooney, parece que, nada sorprendentemente, una importante preocupación era el método alemán de comercio. Un biógrafo habla de eso:

    «Mooney aprovechó la oportunidad en la cena para entregar su propia "bomba": Si los alemanes pudieran negociar alguna forma de préstamo de oro, ¿estarían dispuestos ellos a detener sus exportaciones subvencionadas y sus especiales prácticas de intercambio que eran tan molestas para los comerciantes extranjeros, en particular para el Reino Unido y Estados Unidos? Si bien Mooney clara y francamente creía que eso podría asegurar la paz, en verdad las prácticas habían tenido un efecto deletéreo en la extracción de ganancia por parte de General Motors desde Alemania...» [27].

[27] James D. Mooney, Always the Unexpected, Wisconsin, 1948, p. 24; http://www.gmhistory.chevytalk.org/James_D_Mooney_by_David_Hayward.html

     Mooney formuló una lista de recomendaciones para aliviar las tensiones. Significativamente, la mayor parte de la lista implicaba el retorno de Alemania al comercio mundial y al sistema bancario:

    1. Limitación de armamentos.
    2. Pactos de no-agresión.
    3. Moverse a las prácticas comerciales de las naciones occidentales:
        a) Libre comercio.
        b) Discontinuación de las exportaciones subvencionadas.
        c) Retorno a las prácticas de las naciones más favorecidas.
        d) Finalización de las obligaciones extranjeras (pago de deudas).

     Parece evidente que Mooney estaba actuando como un emisario del capital internacional, si es que no también como un agente de Inteligencia para EE.UU. y/o Gran Bretaña. Algunos esfuerzos fueron hechos por Walther Funk del Reichsbank para comprometerse en términos de comercio y finanzas, pero la guerra intervino. El 4 de Febrero de 1939 Mooney declaró ante un banquete anual del American Institute of Banking que un avenimiento con Hitler no podía ser alcanzado.


Comisionado del Reich para el Manejo de la Propiedad Enemiga

     Las corporaciones afiliadas a los Aliados tales como Opel, asociada con General Motors, que funcionaban en la Europa ocupada por los alemanes durante la guerra, pudieron hacer aquello bajo el control del Comisionado del Reich para el Manejo de la Propiedad Enemiga.

     Los decretos estatales alemanes del 24 y el 28 de Junio de 1941 bloquearon los activos de las compañías estadounidenses, después del bloqueo de los bienes alemanes en EE.UU. del 14 de Junio de 1941.

     En una revisión para los Archivos Nacionales estadounidenses el doctor Greg Bradsher declara que la compañía estadounidense y los activos bancarios fueron incautados por una enmienda al "Decreto Acerca del Tratamiento de la Propiedad Enemiga del 15 de Enero de 1940"de fecha 11 de Diciembre de 1941. Los bienes corporativos y bancarios estadounidenses fueron controlados por el Reichskommissar für die Behandlung Feindlichen Vermoegens, que era parte del Ministerio de Justicia. Tal administración fiduciaria era parte del Derecho internacional. El Reichskommissaractuaba como el fideicomisario para la propiedad de extranjeros enemigos, de acuerdo con el esfuerzo de guerra alemán hasta el final de las hostilidades, después de lo cual dicha prpopiedad sería devuelta a los dueños con su contabilidad en orden. Un custodio era designado para cada empresa, que rendía cuentas financieras al Reichskomissar cada seis meses. Sin embargo, otras empresas fueron confiscadas completamente por el Ministerio de Economía del Reich [28]:

    "Hacia el 1º de Marzo de 1945, la Oficina del Reichskommissar había tomado bajo su administración propiedad avaluada en más de 3.500 millones de marcos. En aquella fecha, aproximadamente 945 millones de marcos de propiedad estadounidense eran administrados por la Oficina del Reichskommissar, y otros 267 millones de marcos de propiedad estadounidense no fueron administrados por dicha Oficina".

[28] Dr. Greg Bradsher, German Administration of American Companies 1940-1945: A very Brief Review, U.S. National Archives, 6 de Junio 2001, http://www.archives.gov/research/holocaust/articles-and-papers/german-administration-of-american-companies.html

     Por lo tanto, las empresas extranjeras difícilmente eran libres de perseguir sus ganancias durante el tiempo de la guerra. La comunicación con las oficinas centrales de la corporación fue discontinuada. Sin embargo, persiste el argumento de que corporaciones tales como Ford y General Motorsestuvieron coligadas con el enemigo durante la guerra [29]. Sobre la base de que los mismos directores alemanes de Opel en Alemania de antes de la guerra fueron aprobados por la oficina del Reich durante la guerra, y de que Alfred P. Sloan y Mooney permanecieron teóricamente en el consejo directivo de Opel, eso es juzgado suficiente para demostrar la colusión [30].

[29] Rinehold Billstein et alia, Working for the Enemy: Ford, General Motors and Forced Labor in Germany During the Second World War, 2004, p. 141.
[30] Anita Kugler, Working for the Enemy, ibid., p. 36.

     Mientras el doctor Bradsher no está seguro en cuanto a lo que le sucedió a las ganancias, según la Ley de Dividendos de 1934 las corporaciones fueron restringidas en la cantidad de ganancias y dividendos a pagar a los accionistas a un 6%. El resto de las ganancias tenía que ser reinvertido en la empresa o usado para comprar bonos del Gobierno [31]. En resumen, las corporaciones afiliadas con el extranjero fueron dirigidas por y para Alemania como uno esperaría, y de acuerdo al objetivo de la autarquía nacional.

[31] Richard Overy, The Dictators, Londres, 2004, pp. 438-439.

     El doctor Sutton trata de resolver muchas contradicciones y paradojas declarando que ellas son parte de un proceso dialéctico hegeliano aprendido en Alemania durante principios del siglo XIX por vástagos de las finanzas Puritanas que fundaron la logia con sede en Yale Skull and Bones 322 [32]. De ahí la razón de por qué secciones del gran empresariado trataron tanto con la Alemania nacionalsocialista como con la URSS: ellos estaban promoviendo el conflicto controlado que resultaría en una síntesis dialéctica globalista.

[32] Antony Sutton, How the Order Creates War and Revolution, pp. 3-9.


Fritz Thyssen

     Sutton cita a Fritz Thyssen en cuanto a por qué él apoyó a Hitler, pero no ve que los motivos son diferentes de los de Wall Street. Thyssen, y otros industriales como Krupp, que financiaron a Hitler, lo hicieron muy abiertamente y por motivos patrióticos. Thyssen escribió, según lo cita Sutton: "Me dirigí al Partido nacionalsocialista sólo después de que me convencí de que la lucha contra el Plan Young era inevitable si el colapso completo de Alemania debía ser evitado" [33]. El Plan Youngpara el pago de reparaciones tras la Primera Guerra Mundial fue considerado como el medio de controlar Alemania con capital estadounidense. Thyssen es difícilmente un ejemplo de un nexo entre el nacionalsocialismo y el capitalismo internacional; por el contrario, ello muestra que el empresariado alemán estaba motivado por un sentimiento patriótico hasta un grado que el empresariado estadounidense no tenía entonces y que es hoy aún menor.

[33] Fritz Thyssen, I Paid Hitler, Nueva York, p. 88, citado por Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, p. 25.

     Thyssen era un católico motivado por la doctrina social de la Iglesia que buscó una alternativa tanto al marxismo como al capitalismo monopólico. Como muchos otros a través del mundo de todas las clases, Thyssen encontró que las doctrinas corporativistas del Fascismo y del Nacionalsocialismo reflejaban la doctrina de la Iglesia en cuanto a la justicia social. Thyssen era miembro del conservador Partido Nacional del Pueblo. Si bien fue uno de los pocos industriales que donaron al NSDAP, en una fecha tardía, incluso aquel aporte fue escaso. Los procesos de des-nazificación en 1948 encontraron que Thyssen donó aproximadamente 650.000 marcos a diversos partidos y grupos derechistas, de los cuales había muchos, incluído el NSDAP, entre 1923 y 1932. Él era un adherente de las teorías corporativistas del filósofo austriaco Othmar Spann. En 1933 a Thyssen el NSDAP le pidió que estableciera un Instituto para el Corporativismo en Düsseldorf [34]. Sin embargo, aquél fue considerado como un rival del Frente del Trabajo y fue cerrado en 1936. En 1940, después de haber emigrado de Alemania, Thyssen y su esposa fueron capturados en Francia y encarcelados en Alemania durante la duración de la guerra.

[34] http://www.thyssenkrupp.com/en/konzern/geschichte_grfam_t2.html


Prescott Bush

     Una figura que se asocia con Thyssen es Prescott Bush. Ya que éste había sido, como sus hijos Presidentes George H. W. y George W. Bush, iniciado en la Logia 322, teorías inmensamente absurdas han sido tejidas alrededor de la sociedad secreta de Yale, también conocida como la Orden Cráneo y Huesos, como un culto de muerte pro-nacionalsocialista, y de los vástagos de familias influyentes como parte de una conspiración nacionalsocialista internacional para el dominio mundial.

     Prescott Bush era socio de W. Averell Harriman en Brown Brothers Harriman and Co. y en la Union Banking Corporation (UBC). La UBC actuó como una oficina central para los intereses de Thyssen. A causa de eso los activos de la UBC fueron confiscados por el gobierno estadounidense durante la guerra. El hecho de que Thyssen hubiera languidecido en campos de concentración nacionalsocialistas durante la guerra es pasado por alto por aquellos que buscan una conexión de Wall Streetcon Hitler por medio de Thyssen. De ahí que The Guardian afirmara tener nuevas revelaciones en 2004 que resultaron ser nada, con el foco en Thyssen como el hombre de negocios que "financió el ascenso de Hitler al poder". Sin embargo, de nuevo se habla más del carácter del capital internacional que del apoyo del gran empresariado a Hitler. El artículo de The Guardian afirma:

    «Erwin May, un agregado de tesorería y funcionario del departamento de investigación en la Alien Property Comission (APC), fue asignado para examinar los negocios de la UBC. El primer hecho que surge es que Roland Harriman, Prescott Bush y los otros directores realmente no poseían sus acciones en la UBC sino que simplemente las tenían de parte del Banco voor Handel. Extrañamente, nadie parecía saber quién poseía el banco con sede en Rotterdam, incluyendo al presidente de la UBC.

    «May escribió en su informe del 16 de Agosto de 1941: "La Union Banking Corporation, formada el 4 de Agosto de 1924, es totalmente poseída por el Banco voor Handel en Scheepvaart NV de Rotterdam, en los Países Bajos. Mi investigación no ha producido ninguna evidencia en cuanto a la propiedad del banco holandés. El señor Cornelis Lievense, presidente de la UBC, no declara ningún conocimiento en cuanto a la propiedad del Banco voor Handel, pero cree que es posible que el barón Heinrich Thyssen, hermano de Fritz Thyssen, pueda poseer un interés sustancial".

    «May exculpó al banco de tener un dorado fondo de ahorros para los líderes nacionalsocialistas, pero describió una red de compañías que salían de la UBC a través de Europa, EE.UU. y Canadá, y cómo el dinero de Voor Handel viajó a esas compañías por medio de la UBC.

    «Hacia Septiembre, May había rastreado los orígenes de los miembros no-estadounidenses del consejo y había encontrado que el holandés H. J. Kouwenhoven —quien se reunió con Harriman en 1924 para establecer la UBC— tenía varios otros empleos: además de ser el director general de Voor Handel era también el director del banco de August Thyssen en Berlín y un director de la Union Steel Works de Fritz Thyssen, la compañía que controlaba el Imperio de Thyssen del acero y de las minas de carbón en Alemania» [35].

[35] "How Bush’s Grandfather Helped Hitler’s Rise to Power", The Guardian, 25 Sept. 2004, http://www.theguardian.com/world/2004/sep/25/usa.secondworldwar

     Las vinculaciones son tenues, en el mejor de los casos, pero del mismo carácter que las otras supuestas asociaciones entre las corporaciones transnacionales y el Tercer Reich.


¿Quién Financió al Partido Nacionalsocialista?

     Tal como la suposición de que Ford podría haber financiado a Hitler porque ellos tenían opiniones similares sobre los judíos, Pool también hace la misma presunción sobre Montagu Norman, el gobernador del Banco de Inglaterra, el amigo de Schacht, porque Norman era también antagonista hacia los judíos (y hacia los franceses). Él deploraba el caos económico provocado en Alemania por el Dictado de Versalles y el impacto adverso que aquello estaba teniendo en el comercio mundial. Por aquellas razones, él pudo haber financiado al Partido nacionalsocialista, pero no hay ninguna prueba para ello. El libro de Pool es útil sin embargo, en tanto que él muestra, a pesar de él mismo, que el Partido nacionalsocialista no era un instrumento del gran empresariado.

     La industria I.G. Farben, por ejemplo, a menudo descrita como uno de los titiriteros plutocráticos del régimen nacionalsocialista, y como el centro de una máquina de muerte industrial del Tercer Reich, estaba encabezada por liberales. Pool declara que desde su formación en 1925 I.G. Farben dio financiamiento a todos los partidos excepto los nacionalsocialistas y los comunistas. No antes de 1932, con el NSDAP como el Partido más grande en el Parlamento, dos representantes de la firma se reunieron con Hitler para conocer sus opiniones acerca de la producción de combustible sintético (Pool, pp. 336-337). No sorprendentemente, Hitler estaba a favor, dado que ése era un importante factor en una economía autárquica. Sin embargo, el asunto de los fondos del Partido no fue planteado.

     La consecuencia de la que nos enteramos por Pool en cuanto a la financiación del Partido nacionalsocialista es que, citando al economista Paul Drucker:

    "El apoyo realmente decisivo vino de sectores de las clases medias bajas, los agricultores y la clase obrera... En lo que se refiere al Partido Nacionalsocialista hay buenas razones para creer que al menos tres cuartos de sus fondos, incluso después de 1930, provenían de los pagos semanales... y de las entradas para las reuniones masivas en las cuales los miembros de las clases altas estaban siempre notoriamente ausentes"[36].

[36] Paul Drucker, The End of Economic Man, Londres, 1939, p. 105; citado por Pool, p. 272.

     Ludecke, sin embargo, a pesar de su rechazo de Hitler, señaló lógicamente la diferencia de cosmovisiones entre el Nacionalsocialismo y el capitalismo liberal. Él escribió que "el concepto recién legalizado de derechos de propiedad en Alemania se diferencia radicalmente de las ideas del capitalismo ortodoxo, aunque los grupos marxistas en particular persistan en la opinión errónea de que el sistema de Hitler es una fase de la reacción diseñada para imponer la estabilización del capitalismo". Él señaló que "esta economía planificada significa el completo control estatal de la producción, la agricultura y el comercio; de las exportaciones, las importaciones y los mercados externos; de los precios, el mercado de divisas, el crédito, los tipos de interés, las ganancias, las inversiones de capital y la comercializacion de toda clase" (Ludecke, p. 692).

     Ludecke cita de un artículo aparecido en el diario del Consejo de Relaciones Exteriores Foreign Affairs (Julio de 1937) que "la concepción alemana del capitalismo siempre fue esencialmente diferente de la anglosajona, porque fue desarrollada bajo un concepto completamente diferente del Estado y del gobierno".Curiosamente, el escritor del Foreign Affairs indicó que lo que Hitler decretó fue la consolidación de lo que ya había sido establecido por la Socialdemocracia (Ibid., p. 693). Hubo gobiernos socialdemócratas que habían emprendido medidas similares. Cualquiera que esté familiarizado con el primer gobierno laborista de Nueva Zelanda, que asumió el poder casi al mismo tiempo que Hitler, podría suponer fácilmente que lo que el escritor de Foreign Affairs está describiendo son las políticas económicas de dicho gobierno laborista.


Hjalmar Schacht

     Un vínculo directo entre el capital internacional y el régimen de Hitler fue Hjalmar Schacht. Él es instructivo en cuanto a cómo el nexo bancario global procuró cooptar el Estado nacionalsocialista, y cómo fracasó en ello. Mientras los investigadores se han concentrado en lo primero, ellos han descuidado las implicaciones de lo segundo. Sutton declara que "Schacht era un miembro de la élite financiera internacional que maneja su poder detrás del escenario por medio del aparato político de una nación. Él es un vínculo clave entre la élite de Wall Street y el círculo interno de Hitler" [37]. Schacht fue una importante figura en la creación del Banco de Pagos Internacionales. La presencia de delegados alemanes en aquella institución durante la Segunda Guerra Mundial es un elemento primario de este supuesto nexo entre Wall Street y los nacionalsocialistas. Uno podría decir lo mismo, y algunos lo hacen, sobre el Comité Internacional de la Cruz Roja [38] y la Interpol [39] durante la guerra.

[37] Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler, p. 18.
[38] Arthur Spiegelman, "WWII Documents Bolster Nazi-Red Cross Connection", Detroit Free Press, 30 de Agosto 1996, p. 6A.
[39] Gerald L. Posner, "Interpol’s Nazi Affiliations Continued after War", New York Times, 6 de Marzo 1990, http://www.nytimes.com/1990/03/06/opinion/l-interpol-s-nazi-affiliations-continued-after-war-137690.html

     Es tentador especular en cuanto a si Schacht fue plantado en el régimen nacionalsocialista para hacer descarrilar los aspectos más estridentes de la ideología del NSDAP acerca del capitalismo internacional. No es razonable afirmar que Hitler traicionó la lucha nacionalsocialista contra el capital internacional porque el programa económico completo del NSDAP no fue cumplido. Siempre va a haber una diferencia en la perspectiva en cuanto a lo que puede ser conseguido cuando uno no está en el gobierno. Schacht se vio obligado a trabajar dentro de los parámetros nacionalsocialistas y no pudo sino conseguir algunos resultados notables.

     Tal como Montagu Norman y otros, él también estuvo preocupado de que el caos económico en Alemania engendrado por el diktat de Versalles post Primera Guerra tuviera un impacto adverso en el comercio mundial. Sutton no menciona que Schacht terminó en un campo de concentración debido a su compromiso con el capital internacional. Al menos Higham declara al principio de su libro que "Hjalmar Schacht pasó la mayor parte de la guerra en Ginebra y Basilea moviendo los hilos detrás del escenario. Sin embargo, Hitler correctamente sospechó de él que estaba intrigando para el derrocamiento del régimen actual a favor de la Fraternidad[40] y lo encarceló ya avanzada la guerra"[41].

[40] El término de Higham para la camarilla conspiradora financiera internacional.
[41] Higham, Trading with the Enemy, pp. 9-10.

     Hitler volvió a nombrar a Hjalmar Schacht como presidente del Reichsbank en 1933, y en 1934 como ministro de Economía. Schacht escribió después de la guerra:

    «Los agitadores nacionalsocialistas conducidos por Gottfried Feder habían emprendido una cruel campaña contra la banca privada y contra todo nuestro sistema monetario. La nacionalización de los bancos, la abolición de la esclavitud ante los pagos de intereses y la introducción del dinero estatal "giros Feder", eran las frases altisonantes de un grupo de presión que apuntaba al derrocamiento de nuestro dinero y sistema bancario. Para mantener esas tonterías bajo control, convoqué a un consejo de banqueros, que hizo sugerencias para una supervisión y un control más estrictos de los bancos. Esas sugerencias fueron codificadas en la ley de 1934... aumentando los poderes de la autoridad supervisora de los bancos. En el curso de diversas discusiones, tuve éxito en disuadir a Hitler de poner en práctica la más tonta y peligrosa de las ideas acerca de la banca y el dinero mantenida por sus colegas de partido» [42].

[42] Hjalmar Schacht, The Magic of Money, Londres, 1967, p. 49; http://www.autentopia.se/blogg/wp-content/uploads/2013/09/schacht_the_magic_of_money.pdf

     Lo que Schacht introdujo realmente fue el billete MEFO [de pago diferido]. Entre 1934 y 1938, 12.000.000 de billetes habían sido emitidos a razón de 3.000.000 por año. Los billetes MEFO fueron usados específicamente para facilitar el intercambio de bienes (Ibid., p. 117). Sin embargo, una vez que se logró el pleno empleo, Schacht quiso volver a las finanzas ortodoxas. Hitler se opuso, y se acordó que Schacht continuaría como presidente del Reichsbankhasta 1939, con la garantía de que la emisión de billetes MEFO sería detenida cuando 12.000.000 de billetes de banco hubieran sido alcanzados (Ibid., p. 114). Después de la guerra Schacht aseguró a los lectores que el dinero legal como el MEFO (Ibid., p. 116), así como el trueque, no deberían convertirse en la norma para el mundo, a pesar de sus éxitos en Alemania.

     Del mismo modo, Schacht se opuso a los objetivos autárquicos del Nacionalsocialismo. Schacht era, en resumen, ideológicamente hostil a la raison d’etre del nacionalsocialismo. Hoy él sería un entusiasta exponente de la globalización junto con David Rockefeller y George Soros. Él escribió después de la guerra:

    "La exagerada autarquía es el mayor obstáculo a una cultura mundial. Es sólo la cultura la que puede acercar a la gente entre sí, y el comercio mundial es el más poderoso portador de cultura. Por esta razón fui incapaz de apoyar a aquellos que abogaban por el aislamiento autárquico de una ermita como una solución para los problemas de Alemania" (Ibid., p. 85).

     Pero Schacht fue también responsable durante seis años de restablecer la economía de Alemania, y entre los logros que estuvieron de acuerdo con el nacionalsocialismo estuvo la creación de tratados comerciales bilaterales basados en créditos recíprocos. Schacht escribió de esto:

    "En Septiembre de 1934 introduje un nuevo programa de comercio exterior que hacía uso de cuentas de compensación, y el crédito por contabilidad...

    "Mi plan era hasta cierto punto una reversión a la primitiva economía de trueque, sólo que la técnica era moderna. El valor equivalente de los bienes importados era abonado al proveedor extranjero en una cuenta bancaria alemana, y viceversa, los compradores extranjeros de bienes alemanes podían hacer el pago por medio de esas cuentas. Ningún movimiento de dinero en marcos o divisas extranjeras ocurrió. Todo fue hecho por medio de créditos y débitos en una cuenta bancaria. Así, no apareció ningún problema en el comercio exterior" (Ibid., pp. 85-86).

     Schacht luego insinúa lo que resultaría en un choque de sistemas, y en una guerra mundial:

    «Aquellos interesados en el intercambio de bienes entraron en conflicto con aquellos interesados únicamente en el dinero. Hubo pronto una batalla real entre los exportadores que vendían bienes a Alemania, y los acreedores que querían su interés. Ambos partidos exigieron que se les diera preferencia, pero la decisión siempre fue a favor del comercio exterior.

    «Concluí acuerdos especiales con diversos Estados que eran nuestras principales fuentes de materias primas y productos alimenticios. Cualquiera que deseaba vender materias primas a Alemania tenía que comprar productos industriales alemanes. Alemania podía pagar por bienes del extranjero sólo por medio de bienes hechos en casa, y fue así capaz de comerciar sólo con países preparados para participar en ese programa bilateral. Había muchos de tales países. Toda Sudamérica junto con los Balcanes se alegraron de servirse de la idea, ya que ella favorecía su producción de materias primas. Hacia la primavera de 1938 había no menos de 25 de tales acuerdos de cuentas de compensación con países extranjeros, de modo que más de la mitad del comercio exterior de Alemania fue conducida por medio de ese sistema. Ese sistema de acuerdo comercial en el cual dos países —Alemania y un país extranjero— estaban siempre implicados, ha entrado en la historia económica bajo el nombre de política de comercio "bilateral" (Ibid., p. 86).

    «Eso creó mucha hostilidad en países que no eran parte del sistema. Éstos eran precisamente aquellos países que eran los principales competidores de Alemania en los mercados mundiales, y que había intentado hasta entonces efectuar el reembolso de sus préstamos imponiendo aranceles especiales a sus importaciones desde Alemania. Los países que participaban en el comercio bilateral no estaban entre aquellos que habían concedido préstamos a Alemania. Ellos eran productores primarios o predominantemente agrarios, y habían sido apenas tocados hasta entonces por la industrialización. Ellos utilizaron el sistema de comercio bilateral para acelerar su propio desarrollo industrial por medio de máquinas e instalaciones fabriles importadas de Alemania»(Ibid., p. 87).

     Sin embargo, Schacht no estaba ni siquiera a favor de la permanencia de ese gran método alternativo de comercio mundial que permitió el desarrollo pacífico de economías atrasadas. Imagine la diferencia para el mundo hoy si a ese sistema se le hubiese permitido vivir y crecer. Schacht permaneció como miembro de la Fraternidad, para usar el término de Higham, y él se preocupó de que

    "El sistema de comercio bilateral mantuviera la balanza de pagos alemana bajo control durante muchos años, pero ésa no era una solución satisfactoria, ni tampoco fue permanente. Es verdad que eso permitió a Alemania conservar su industria y alimentar a su pueblo, pero el sistema no podía proporcionar un excedente del intercambio con el exterior. Nunca se importó más que lo que fue exportado. La importación y la exportación se equilibraban exactamente en términos monetarios. Así, ese sistema consiguió justo lo contrario de lo que yo, de acuerdo con los acreedores extranjeros, había juzgado que era necesario" (Ibid., p. 87).

     Como si enfatizara que él nunca había tenido la intención de renegar de su lealtad a la Fraternidad, Schacht se lamentó disculpándose:

    "Ya en ese entonces cuando introduje el sistema de comercio bilateral hice saber que lo consideraba como el sistema más inadecuado y desagradable, y expresé la esperanza de que fuera sustituído pronto por una política de comercio completa, libre y multilateral. De hecho, el sistema tuvo realmente alguna influencia considerable en las políticas comerciales de los competidores de Alemania" (Ibid., p. 87).

     Parece que Schacht había desencadenado fuerzas de justicia económica y equidad sobre el mundo a pesar de sus intenciones, y aquello sólo podría ser detenido por la guerra. Nuevamente: "Por mi parte yo no diría que el sistema de comercio bilateral estuvo entre aquellas de mis medidas que vale la pena copiar" (Ibid., p. 89). Introducir el trueque en el comercio mundial parece haber sido una fuente de gran vergüenza para Schacht.

     Schacht critica a Hitler por haber financiado la guerra ni con impuestos ni con el aumento de préstamos. “En vez de eso, él decidió imprimir billetes de banco", lo que por supuesto es un anatema para un banquero como Schacht, afirmando la amenazadora perspectiva de la "inflación". Muy verdaderamente, la "inflación" no ocurrió debido a los otros controles estatales, pero Schacht declaró que aquello ocurrió realmente... en 1945. Al final de la guerra los billetes en circulación ascendían a entre 40.000 y 60.000 millones de marcos. Schacht comenta que aquello no tuvo como resultado la hiperinflación, y que el objetivo era mantener el nivel en aquella cantidad (Ibid., p. 109).

     ¿Podría uno concluír entonces que el dinero de la nada (fiat money) que había sido emitido por el Tercer Reichno había sido la causa de la inflación sino más bien la destrucción de la producción alemana hacia el final de la guerra? En cualquier caso, no fue sino hasta 1948 que la ocupación Aliada intentó la reforma monetaria, basada en las recomendaciones del secretario de Tesorería estadounidense Henry Morgenthau Jr., mediante una devaluación masiva del marco. Eso es lo que tuvo consecuencias devastadoras sobre los alemanes de clase media y obrera, y Schacht declara que "una intención malévola estuvo implicada"(Ibid., p. 121). El dinero de la nada ha sido durante mucho tiempo el gran espantajo entre los economistas ortodoxos. De manera divertida, Schacht pasó dos días durante los procedimientos de Núremberg tratando de explicar los billetes MEFO, y cuando se le pidió una tercera vez, dejó de intentarlo y se negó (Ibid., p. 118).

     El Banco de Pagos Internacionales(BIS) reporta que hasta el final de la guerra el gobierno del Reich usó una variedad de métodos de finanzas, incluyendo lo que Schacht había ridiculizado como «dinero estatal "Giros Feder"».

     Otro punto interesante destacado por Schacht es que, contrariamente a la generalizada presunción, la recuperación económica alemana no estuvo basada en el gasto de guerra. Schacht incluso critica a Hitler suponiendo que él no entendía los requerimientos de la preparación de la guerra. Entre 1935 y 1938 el gasto en armamentos fue de 21.000 millones de marcos(Ibid., p. 101). Schacht supone que eso se debió a la ignorancia de Hitler. La otra alternativa es que no hubo ningún plan a largo plazo para emprender una guerra importante o una agresión prolongada. No hubo ninguna concentración de materias primas y ninguna verdadera economía de guerra sino hasta 1939.

     En 1939 Schacht fue sustituído por el doctor Walther Funk, que había servido en 1932 como vicepresidente del consejo económico del NSDAP bajo la presidencia de Feder. El reemplazo de Schacht por Funk, trabajando bajo la dirección de Göring, jefe del Plan de Cuatro Años, parece ser una indicación de que una fase de transición había sido completada y de que el Gobierno estaba muy consciente del papel de Schacht como un agente del capital internacional. Otto D. Tolischus, escribiendo desde Berlín para el New York Times, comentó:

    «El doctor Schacht fue removido porque él creía que Alemania había alcanzado el límite en la fabricación de deudas y en la expansión monetaria, y que cualquier expansión futura significaba un peligro para el sistema económico, del cual él todavía se consideraba responsable, y que el gobierno tendría que reducir sus ambiciones y límitarse a sí mismo a los medios que poseía la nación...

    «Ninguna explicación definitiva de la nueva política financiera está disponible hasta ahora, pero a juzgar por los indicios en los sectores más altos, la política es probable que procediera como sigue:

        «1. Expandir la circulación monetaria sólo para las actuales demandas de intercambio y no para propósitos especiales.
        «2. Abrir el mercado de capitales para la industria privada y hacer que la industria privada financie muchas tareas hasta ahora financiadas por el Estado, directamente o por precios por órdenes públicas, lo que ha permitido a la industria financiar la expansión de nuevas fábricas del Plan de Cuatro Años a partir de ganancias acumuladas y reservas.
        «3. Crear un instrumento de crédito sin intereses con el cual el Estado, ahora teniendo que compartir el mercado de capitales con la empresa privada, financiará sus propios futuros pedidos a cuenta de crecientes ingresos fiscales, producto de la resultante expansión de la producción.

    «En un respecto por lo tanto, el señor Funk probablemente seguirá "pre-financiando" los pedidos del Estado como lo hizo el doctor Schacht, pero mientras que éste lo hizo con billetes, préstamos, certificados de entrega y otros instrumentos de crédito, todo lo cual cuesta entre un 4½ y un 5% de interés anual, el señor Funk propone hacer eso con instrumentos no devoradores de intereses.

    «Cómo aquello debe ser hecho, es su secreto, pero la simple mención de instrumentos de crédito sin intereses inevitablemente recuerda el plan de Gottfried Feder que en un tiempo fascinó al Canciller Hitler pero que el doctor Schacht vetó» [43].

[43] "The Abolition of Debt-Bonds Is the Story behind the Removal of Dr. Schacht", Social Justice, 13 Feb. 1939, p. 11.

     Lo que había ocurrido era un ultimátum del Reichsbank, que en Enero de 1939 rechazó conceder al Estado algún otro crédito (Schacht, p. 117). Eso equivalía a un motín por parte de la banca ortodoxa. El 19 de Enero Schacht fue removido como presidente del Reichsbank, y su puesto fue asumido por el ministro de Economía Funk. Hitler publicó un edicto que obligaba al Reichsbank a proporcionar crédito al Estado.

     Funk comentó sobre la política monetaria de Alemania un año más tarde:

    «Volviendo del sector externo al interno, la pregunta “¿Cómo esta guerra está siendo financiada en Alemania?" es una por la cual el mundo muestra un vivo interés. La guerra es financiada mediante trabajo, ya que no estamos gastando ningún dinero que no haya sido ganado por nuestro trabajo. Los billetes basados en el trabajo —recibidos por el Reich y descontados por el Reichsbank— son la base del dinero» [44].

[44] Walther Funk, "The Economic Re-Organisation of Europe", Discurso del 25 de Julio de 1940.

     Ampliamente, parece que las ideas de Feder estaban siendo puestas en práctica. El NSDAP rompió la esclavitud ante los comerciantes internacionales de oro, y eso estaba siendo discutido abiertamente como el camino del futuro. Alemania creó un bloque comercial autárquico tanto antes como durante la guerra, basado en el trueque por medio de un centro de compensación del Reich. La vinculación de monedas nacionales al Reichsmark provocó aumentos inmediatos de salarios en los Estados ocupados. El informe anual del Banco de Pagos Internacionales para 1940-1941 citó a los voceros de finanzas de la Italia Fascista y del Tercer Reich:

    «El desarrollo de compensaciones bancarias en Europa ha dado ocasión a ciertos temores en cuanto a la futura posición del oro como un elemento en la estructura monetaria. Ha sido notado desde entonces que Alemania ha sido capaz de financiar el rearme y la guerra con reservas de oro muy leves y que el comercio exterior de Alemania e Italia ha sido llevado a cabo en gran parte sobre una base de compensaciones. De aquí que esté siendo hecha la pregunta de si un nuevo sistema monetario está siendo desarrollado que prescindirá totalmente de los servicios del oro.

    «En declaraciones oficiales hechas sobre este tema en Alemania e Italia se hace una distinción entre las diferentes funciones del oro. El presidente del Reichsbank alemán dijo en un discurso el 26 de Julio de 1940 que "en cualquier caso, en el futuro el oro no desempeñará ningún papel como una base de las divisas europeas, ya que un dinero no es dependiente de su cobertura sino del valor que le es dado por el Estado, es decir, por el orden económico en tanto regulado por el Estado". "Es otro asunto", añadió él, "si el oro debería ser considerado como un medio conveniente para el pago de saldos negativos entre los países, pero nunca perseguiremos una política monetaria que nos haga de algún modo dependientes del oro, ya que es imposible atarse a un medio cuyo valor no puede determinarse» [45].

[45] The Bank for International Settlements Annual Report for 1940-1941, Eleventh Annual Report, 9 de Junio de 1941, p. 96.

     Después de la guerra Schacht, si bien fue absuelto de sus acusaciones en Núremberg, no logró escapar al deseo de venganza de los Aliados, a pesar de los testimonios de aquellos que declararon que él había sido desde un principio un enemigo de Hitler. En 1959 Donald R. Heath, embajador estadounidense ante Arabia Saudí, que había sido director de asuntos políticos para el gobierno militar estadounidense durante el tiempo de los juicios de Núremberg, escribió a Schacht diciéndole que él había tratado de intervenir en favor suyo con el fiscal estadounidense Robert Jackson:

    "Después de consultar con Robert Murphy, ahora subsecretario de Estado, y con el permiso del general Clay, fui a Núremberg para ver a Jackson. Le dije a Jackson no sólo que usted nunca debió haber sido llevado delante de aquel tribunal sino que usted había estado trabajando sistemáticamente para el desplome del régimen nacionalsocialista. Le dije que yo había estado en contacto con usted de manera regular durante la primera parte de la guerra y que usted me había entregado información adversa a la causa nacionalsocialista" (Hjalmar Schacht, p. 107).

     En 1952 Schacht solicitó establecer un banco en Hamburgo, pero fue rechazado sobre la base de que los billetes MEFO habían ofendido a la moralidad bancaria. Notablemente, fueron los socialistas los que encontraron objetables los billetes MEFO (Ibid., p. 118).


¿Quién Quería la Guerra?

     Si algunos industriales y hombres de negocios como Henry Ford no querían la guerra y apoyaron al America First Committee, otros, incluso aquellos supuestamente pro-nacionalsocialistas, estaban pidiendo a gritos que se ayudase a Gran Bretaña, y habían mostrado antagonismo hacia Alemania bastante antes de Pearl Harbor. El senador Rush D. Holt, un pacifista liberal, durante la última sesión del 76º Congreso denunció a los oligarcas que promovían la beligerancia contra Alemania.

     Comentando acerca del influyente comité Defend America by Aiding the Allies, encabezado por el periodista William Allen White, destinado a agitar en favor de la guerra contra Alemania, o al menos para toda ayuda a Gran Bretaña, el senador Holt dijo que los fundadores incluían "dieciocho destacados banqueros". Entre aquellos que estuvieron presentes en su fundación en Abril de 1940 estaban Henry L. Stimson, que había servido como consultor de J.P. Morgan, y el antiguo socio de Morgan, Thomas W. Lamont [46].

[46] "Rabid Tory Propagandists Are Worst War Profiteers", Weekly Roll-Call, 25 de Enero 1941, p. 6; citando al Chicago Daily Tribune, 12 de Junio 1940.

     La campaña comenzó el 10 de Junio de 1940, con avisos titulados "Stop Hitler Now" apareciendo en los periódicos a través de todo Estados Unidos. Había una alusión en los avisos de que eran pagados por "varios ciudadanos estadounidenses patrióticos". El 11 de Julio el senador Holt habló al Senado acerca del anuncio:

    «Usted encuentra que no es gente menor la que pagó por ese anuncio, "Stop Hitler Now!"... Escuche a esos bancos. Los directores de esos bancos, o las familias de los directores, pagaron por ese anuncio. ¿Quiénes son ellos? No es de extrañar que ellos quieran detener a Hitler. El director de J. Pierpont Morgan and Co.; el director de Drexel & Co.; el director de Kuhn, Loeb & Co. Los senadores ya han oído ese nombre antes: Kuhn, Loeb and Co. Banca Internacional. No es ninguna sorpresa que Kuhn, Loeb & Co. ayudara a financiar tal anuncio. Un director de Lehman Brothers, otra firma bancaria internacional, ayudó a pagar este anuncio, y varios otros»[47].

[47] "Aid to Britain Screech Comes from Wall Street Profiteers Facing Loss", Weekly Roll-Call, 3 Feb. 1941, p. 5.

     Holt, refiriéndose a una lista de nombres de los patrocinadores del anuncio, declaró que ellos no son los tipos que mueren en batalla, ni los padres de aquellos que mueren en batalla. Él nombró a las esposas de los financieros internacionales W. Averell Harriman [48], H. P. Davison [49], Daniel Guggenheim [50] y John Schiff de Kuhn, Loeb and Co. Otros patrocinadores incluían a Frederick M. Warburg [51], un socio de Kuhn, Loeb and Co.; Cornelius V. Whitney, magnate de la minería asociado con intereses de Rockefeller y Morgan; y Thomas W. Lamont de J. P. Morgan Co. En comunicaciones, estaba Henry Luce, el editor de Time, y Samuel Goldman, el magnate de Hollywood. Holt describió a esos patrocinadores no como "patriotas" (patriots) sino como "pagatriotas"(paytriots).

[48] Un antiguo hombre de Estado de la diplomacia estadounidense bajo diversos Presidentes, él fue un fundador del banco internacional Brown Brothers Harriman, uno de cuyos socios era compañero del iniciado Prescott Bush en la Logia 322. Por el hecho de sus afiliaciones comerciales con corporaciones alemanas como las de Fritz Thyssen, a Harriman se le supone haber sido un apoyador en Wall Street de Hitler, junto con Prescott Bush. El patrocinio de Harriman de la agitación de la guerra muestra que ése no fue el caso.
[49] Asociado con los intereses de  J.P. Morgan, él fue un iniciado de la Logia 322 en 1920.
[50] Guggenheim, el magnate del cobre, había sido un miembro de la National Security League, encabezada por J. P. Morgan, que había instigado la guerra contra Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
[51] Un director en los intereses ferroviarios de Harriman.

     En su discurso de despedida del Senado, Holt determinó exactamente lo que estaba detrás de la agitación en favor de la guerra contra Alemania, y de la diferente actitud hacia la URSS: "Alemania es un factor en el comercio mundial contra Inglaterra, y Rusia no lo es". "Los muchachos estadounidenses van a ser enviados una vez más a Europa, en la siguiente sesión del Congreso, no para destruír la dictadura o para preservar la democracia sino para conservar el equilibrio de fuerzas y proteger el comercio mundial". Es interesante leer ahora que, en respuesta, el senador Josh Lee recordó a Holt que Roosevelt había prometido que "ninguna fuerza expedicionaria estadounidense sería enviada a Europa". Holt contestó que Roosevelt había roto muchas promesas [52].

[52] Senator Holt in Farewell Speech Calls Pro-War Agitators "Traitors", Weekly Roll-Call, 11 de Enero 1941, p. 9.

     Una revisión de los titulares de periódicos también destaca a aquellos que eran más ávidos en pedir la guerra estadounidense contra Alemania, ya desde 1938, y en realidad la histeria de guerra que estaba siendo impulsada contra Alemania desde una fecha temprana. Aparte del Presidente Franklin D. Roosevelt que prometió, con un lado de su boca, que él no implicaría a EE.UU. en otra guerra europea, mientras con el otro exigía una concentración militar urgente, los dos individuos que más prominentemente se destacan en la agitación de la guerra son el confidente presidencial y financiero de Wall Street Bernard M. Baruch, y el gobernador de Nueva York Herbert H. Lehman de Lehman Brothers.

     En Octubre de 1938 Baruch y Roosevelt estaban ambos pidiendo un aumento en los gastos militares de Estados Unidos. En Enero de 1939 Baruch ofreció 3.300.000 dólares de su propia fortuna para ayudar a equipar el ejército estadounidense. En Febrero de 1939 Roosevelt decía que la participación estadounidense en ayudar a Gran Bretaña y Francia era "inevitable", aunque las hostilidades no fueron declaradas sino hasta Septiembre. En Mayo de 1940, entre la agitación de la guerra por parte de "rabinos" y de Roosevelt, "Baruch exhorta a Estados Unidos a rearmarse". En Junio "Lehman le dice a Roosevelt que envíe todas las armas pedidas". Unos días más tarde James P. Warburg, de la famosa dinastía bancaria, "dice que sólo la fuerza detendrá a Hitler".

     En Julio, Lehman pidió el servicio militar obligatorio. En Enero de 1941 James P. Warburg "pide acelerar"el rearme de Estados Unidos. Unos días antes el rabino Stephen S. Wise instó a "toda ayuda salvo la guerra" a Gran Bretaña, mientras Roosevelt pedía "miles de millones en préstamos para luchar contra el Eje", y Lehman "presiona por una rápida aprobación de las medidas de ayuda". En Febrero el "Instituto Judío Planificará Su Papel en el Nuevo Orden Mundial", y "Lehman Solicita una Mayor Velocidad en la Votación del Proyecto de Ley de Ayuda a los Británicos" [53]. Lehman, el diplomático estadounidense Bullitt, y los otros del partido en favor de la guerra estaban promoviendo ante el público estadounidense, opuesto de manera aplastante a la guerra, (la mentira de) que si Gran Bretaña fuera derrotada, EE.UU. afrontaría una inminente invasión [54]. Aquellos como el coronel Charles Lindbergh, quien mostró que tales afirmaciones alarmistas eran un completo absurdo, fueron ridiculizados como "pro-nazis".

[53] "The Chronology of the Devil who Wants War", Weekly Roll-Call, 17 Feb. 1941, p. 2.
[54] "Prompt Passage of Aid Bill Urged", The Pittsburgh Press, 26 Enero 1941, pp. 1, 12. "U.S. envoys who saw Nazis in action fear invasion, back Lend-Lease Bill", Pittsburgh Press, p. 12.


Conclusión

     Algunas celebridades de Wall Street que se suponía que habían sido "pro-nazis"sobre la base de afiliaciones comerciales en Alemania, estaban entre aquellos que agitaban la guerra contra Alemania. Las posesiones comerciales extranjeras fueron en Alemania tenidas en fideicomiso durante toda la guerra de acuerdo con el Derecho internacional. El único individuo que tenía vínculos demostrados con el capital internacional, Hjalmar Schacht, fue relevado de todas sus posiciones hacia 1939, y terminó en un campo de concentración.

     Aquellos hombres de negocios alemanes que proporcionaron fondos al Partido nacionalsocialista lo hicieron en una fecha comparativamente tardía, y eran de sentimientos nacionalistas en una tradición alemana que era ajena a la del interés propio de la escuela inglesa de libre comercio. Incluso aquellos hombres de negocios extranjeros de los cuales razonablemente se pudo haber esperado que financiaran al NSDAP por razones ideológicas, principalmente Henry Ford, no hicieron aquello, a pesar de persistentes acusaciones en contrario.

     El Tercer Reichera una economía controlada por una autoridad central (command economy), y los ejecutivos corporativos se convirtieron en "fideicomisarios" de sus firmas, sujetos a supervisión estatal. La premisa del NSDAP: "El interés común antes que el interés propio"era puesta en práctica en todas partes del régimen. Los dividendos y beneficios fueron limitados en gran medida. Si bien es una generalizada suposición el que Hitler renegó de los principios "socialistas" del programa del NSDAP, lo que el régimen realmente llevó a cabo era extenso en términos de comercio bilateral, y en el uso de métodos poco ortodoxos en las finanzas. Las maquinaciones del capital internacional, incluso de aquellos que eran supuestamente pro-alemanes, eran a favor de la guerra, sobre todo si Alemania no podía ser persuadida a que volviera a los métodos ortodoxos del comercio y las finanzas. La guerra se inició el mismo año que Schacht fue despedido de su cargo.–







William L. Pierce - La Medida de la Grandeza

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     En la edición Nº 110 de Marzo-Abril de 1989 de la revista National Vanguard se publicó el siguiente texto (The Measure of Greatness) del filósofo estadounidense William Pierce (1933-2002) que presentamos en castellano, concebido a modo de homenaje al natalicio de Adolf Hitler, de quien se cumplen hoy 127 años desde su nacimiento, "mientras todos los escritorzuelos y comentaristas—dice Pierce— de los controlados medios informativos, los políticos controlados y los controlados clérigos desahogarán su odio y su veneno y sus mentiras contra él".

Adolf Hitler, la Medida de la Grandeza
por William L. Pierce, 1989



     El 20 de Abril de este año (1989) es el 100º aniversario del nacimiento del hombre más grande de nuestra época, un hombre que se atrevió más y consiguió más, que se puso un objetivo elevado y subió más alto, que sintió más profundamente y conmovió las almas de aquellos que estaban alrededor de él más poderosamente, que estuvo más cercanamente en sintonía con la Fuerza de la Vida que impregna nuestro cosmos y que le da su significado y objetivo, y que hizo más para servir a aquella Fuerza de la Vida que cualquier otro hombre de nuestros tiempos.

     Y, con todo, él es el hombre más injuriado y odiado de nuestros tiempos. Sólo unas cuantas decenas de miles de hombres y mujeres, en grupos dispersos alrededor del mundo, celebrarán su cumpleaños con amor y reverencia el 20 de Abril, mientras todos los escritorzuelos y comentaristas de los controlados medios informativos, los políticos controlados y los controlados clérigos desahogarán su odio y su veneno y sus mentiras contra él, y aquellas mentiras serán creídas por cientos de millones de personas. ¿Cuál es la medida de la grandeza en un hombre?.

     Sólo el demócrata más vulgar y doctrinario compararía seriamente la grandeza con la popularidad, aunque en cualquier encuesta de ciudadanos promedio acerca de quién consideran que es el hombre más grande del siglo es seguro que habrá grandes cantidades de votos para Elvis Presley, John Kennedy, Billy Graham, Michael Jackson y varios otros presuntuosos sin importancia pero de alta visibilidad: entretenedores carismáticos en la escena de la política, de los conciertos de rock, de los deportes para espectadores, o lo que usted quiera.

     Los ciudadanos más serios pasarían por sobre esos pesos livianos y elegirían a hombres que han cambiado el mundo de algún modo. Oiríamos hablar de opciones como Franklin Roosevelt ("él salvó al mundo del fascismo"), Albert Einstein ("él nos enseñó sobre la naturaleza de nuestro universo"), y Martin Luther King ("él nos ayudó a conseguir la justicia racial"), dependiendo de si las inclinaciones personales de alguien están más en dirección de la política, la ciencia o la auto-degradación racial, respectivamente.

     Pero si la encuesta preguntara en cambio por el hombre más malo del siglo, o el hombre más odiado, o el hombre que ha tenido la influencia más negativa, al menos tres cuartos de los trabajadores industriales y administrativos encuestados nombrarían por igual a un hombre: Adolf Hitler. Eso, sin embargo, sería simplemente un reflejo del papel asignado a él por los controlados medios de comunicación más bien que una elección verdaderamente informada y razonada.

     Todo esto lleva a plantear diversos asuntos muy interesantes. Está, por ejemplo, la cuestión de cómo hubimos llegado a la absurda situación que prevalece hoy, en donde colocamos el destino de nuestra nación, de nuestro planeta y de nuestra raza, en las manos de una masa de votantes cuyos poderes de juicio se manifiestan en cosas tales como el tipo de entretenimiento por televisión que sus preferencias han colocado en las horas de máxima audiencia, y en el tipo de hombres que ellos han elegido para cargos públicos. Y está la cuestión igualmente crucial de cómo, conociendo la facilidad con la cual esa masa es engañada, hemos permitido que prácticamente todos los medios de información y de entretenimiento de masas caigan en las manos de una raza cuyos intereses están tan diametralmente opuestos a los nuestros.

     Quizás aún más pertinente para una consideración de la grandeza humana, sin embargo, es la pregunta de cómo nuestro sistema de valores llegó a ser puesto de cabeza, de modo que Franklin Roosevelt es considerado como un héroe y Adolf Hitler como un villano, no sólo por las masas impasibles y atontadas, sino también por una mayoría de la élite supuestamente "culta", muchos de los cuales se enorgullecen de su independencia intelectual.

     Si juzgamos la grandeza de un hombre por sus cualidades intrínsecas de carácter y alma o por sus logros, Adolf Hitler tuvo una grandeza de un orden muy alto, si usamos los estándares que han sido tradicionales en nuestra raza.

     No podemos hacer, por supuesto, comparaciones con toda la gente corriente cuya falta de logros notables los ha hecho anónimos, a pesar de las valiosas cualidades internas que ellos puedan haber poseído. Pero cuando el carácter de Hitler es puesto al lado de los de otros líderes políticos del siglo XX, él está de pie como un gigante entre pigmeos.

     En el nivel prosaico, podemos notar sus hábitos personales ascéticos, comparados con la embriaguez habitual de Winston Churchill y su conocida falta de moderación; o su lealtad personal a aquellos que habían sido sus camaradas en los días de la lucha política, comparada con el hábito de Joseph Stalin de asesinar a sus antiguos compañeros por docenas, como potenciales rivales, tan pronto como él ya no necesitaba sus servicios; o la manera directa, franca y sincera de Hitler, comparada con la astuta tortuosidad que era la marca registrada de Franklin Roosevelt.

     En el nivel espiritual, las diferencias internas entre Hitler y sus contemporáneos son aún más asombrosas. Hitler era un hombre con una misión, desde el principio. El testimonio de sus más cercanos asociados, desde sus días de niño hasta el final de su vida, está de acuerdo con las observaciones de observadores más distantes e imparciales: Hitler tenía un sentido místico del destino, un sentido de haber sido seleccionado y llamado por un poder más alto para dedicar su vida al servicio de su raza.

     Su compañero de infancia August Kubizek ha relatado una extraordinaria evidencia de esto cuando Hitler tenía sólo 16 años (August Kubizek, Adolf Hitler, mein Jugendfreund, Graz, 1953, pp. 127-135). Veinte años más tarde, mientras él estaba en prisión después de una fracasada tentativa de derrocar al gobierno, Hitler mismo escribió acerca de su motivación en una forma que sugería el alcance de su visión:

     «Aquello por lo que debemos luchar es por la seguridad de la existencia y la reproducción de nuestra raza y nuestro pueblo, el sustento de nuestros hijos y el mantenimiento de la pureza de nuestra sangre... de modo que nuestra gente pueda madurar para la realización de la misión asignada a ella por el Creador del universo.

     «Cada pensamiento y cada idea, cada doctrina y todo conocimiento, deben servir a este objetivo. Y todo debe ser examinado desde este punto de vista y usado o rechazado según su utilidad. Por lo tanto ninguna teoría se pondrá rígida como una doctrina muerta, ya que es sólo a la vida a la que todas las cosas deben servir...

     «...La filosofía nacionalsocialista encuentra la importancia de la Humanidad en sus elementos raciales básicos. En el Estado ve por principio un medio para conseguir un fin, e interpreta aquel fin como la preservación de la existencia racial del hombre...

     «Y de esa manera la filosofía nacionalsocialista de la vida corresponde a la voluntad íntima de la Naturaleza, ya que restaura aquel libre juego de fuerzas que debe conducir a una continua y mutua crianza superior, hasta que finalmente lo mejor de la Humanidad, habiendo conseguido la posesión de esta Tierra, tendrá libertad para la actividad en esferas que estarán en parte por sobre ella y en parte fuera de ella.

     «Todos sentimos que en el futuro distante la Humanidad deberá enfrentar problemas que sólo la raza más alta, convertida en el pueblo superior y apoyada por los medios y las posibilidades de un globo entero, estará equipada para vencer...

     «Así, el objetivo más alto de un Estado Nacionalsocialista es su preocupación por la preservación de aquellos elementos raciales originales que proporcionan la cultura y crean la belleza y la dignidad de una Humanidad superior. Como arios, podemos concebir el Estado sólo como el organismo vivo de una nacionalidad que no sólo asegura la preservación de esa nacionalidad, sino que mediante el desarrollo de sus capacidades espirituales e ideales la conduce a la más alta libertad...

     «Un Estado nacionalsocialista debe comenzar elevando el matrimonio desde el nivel de un ensuciamiento continuo de la raza y dándole la consagración de una institución que está llamada a producir imágenes del Señor y no monstruosidades a mitad de camino entre el hombre y el mono...

     «Debe poner la raza en el centro de toda vida. Debe preocuparse de mantenerla pura. Debe declarar que el niño es el tesoro más precioso del pueblo. Debe procurar que sólo los sanos procreen hijos...

     «El Estado nacionalsocialista debe asegurar que por medio de una adecuada educación de la juventud obtendrá un día una raza madura para las últimas y mayores decisiones en esta Tierra...

    «...Cualquiera que desee curar esta época, que está interiormente enferma y putrefacta, debe primero reunir el coraje para aclarar las causas de esta enfermedad. Y ésta debería ser la preocupación del movimiento nacionalsocialista: apartar toda estrechez de mente, para congregar y organizar desde las filas de nuestra nación a aquellas fuerzas capaces de convertirse en los luchadores de vanguardia para una nueva filosofía de vida...

     «No somos lo bastante simples para creer que podría ser alguna vez posible originar una época perfecta. Pero esto no releva a nadie de la obligación de combatir los errores reconocidos, vencer debilidades, y esforzarse por el ideal. La dura realidad espontáneamente creará demasiadas limitaciones. Por aquella misma razón, sin embargo, el hombre debe tratar de servir al objetivo último, y los fracasos no deben desalentarlo hasta el punto de que él pueda abandonar un sistema de justicia porque los errores se propagan en aquél, o de que la medicina sea desechada porque siempre habrá enfermedad a pesar de ella.

     «Nosotros los nacionalsocialistas sabemos que con esta concepción estamos como revolucionarios en el mundo de hoy y somos etiquetados como tales. Pero nuestros pensamientos y acciones no deben estar de ninguna manera determinados por la aprobación o desaprobación de nuestra época sino por el obligatorio compromiso con una verdad que hemos reconocido» (Mein Kampf).


     Los opositores de Hitler, Churchill y Roosevelt, eran políticos de partido, con las mentes y almas de los políticos de partido. Los objetivos grandes e impersonales, como la verdad, no significaban nada en absoluto para ellos. Lo único que contaba era la aprobación o la desaprobación de su época: el resultado de la siguiente elección, un grupo de periodistas para tener buena prensa, y los votos. Sólo Stalin compartía de alguna manera el desdén de Hitler por la aprobación; sólo Stalin estaba motivado en algún grado por una idea impersonal.

     Pero la idea a la que Stalin sirvió era la idea foránea y destructiva del marxismo judío. Y mientras que Hitler sirvió a la Fuerza de la Vida con los instintos de un vidente, Stalin sirvió al marxismo con los instintos de un burócrata y un carnicero. Una comparación de trayectorias nos lleva a una clasificación similar de la grandeza de alma. Churchill y Roosevelt nacieron en el establishment político. Ellos se alimentaron en el comedero público durante años, en un cargo tras otro, agarrando ávidamente las oportunidades para conseguir una porción más grande del comistrajo. Pero fueron las circunstancias, no sus propios esfuerzos, las que los impulsaron al escenario de la Historia mundial.

     Stalin se labró su propio lugar en la Historia en un grado mucho mayor que sus aliados occidentales, y fue un hombre incomparablemente más fuerte que cualquiera de ellos. Él era rudo, despiadado, infinitamente astuto, y completamente determinado a prevalecer, sin importar cuáles fuesen los obstáculos. Incluso así, su lucha por la prominencia y el poder estaba completamente de acuerdo con el partido bolchevique y sus precursores. Él era el consumado peleador burocrático, no el innovador o el pionero solitario.

     Sólo Adolf Hitler comenzó literalmente desde la nada, y mediante el ejercicio de una voluntad sobrehumana creó la base física para la realización de su visión. En 1918, recuperándose en un hospital para veteranos de guerra de un ataque británico con gas tóxico, él tomó la decisión de entrar en política a fin de ayudar a aquella visión. Él era un inválido de 29 años, sin dinero, sin familia, sin amigos ni contactos, sin educación universitaria, y sin experiencia. Los liberales, los judíos y los comunistas gobernaban en su país, haciendo de él y de todos aquellos a quienes él pudiera pedir apoyo, unos excluídos.

     Cinco años y medio más tarde él fue condenado a cinco años en prisión por su actividad política, y sus enemigos pensaron que ése era el final de él y de su movimiento. Pero menos de nueve años después de ser condenado él era el Canciller de Alemania, al mando de la nación más fuerte y más progresista de Europa. Él había construído el movimiento nacionalsocialista y lo había conducido a la victoria por sobre la oposición organizada del Establishment entero: conservadores, liberales, comunistas, judíos y cristianos.

     Él entonces transformó a Alemania, levantándola de su depresión económica (mientras los estadounidenses, bajo Roosevelt, seguían haciendo filas en los comedores gratuitos), restaurando su espíritu (y gran parte del territorio que le había sido arrebatado por los vencedores de la Primera Guerra Mundial), estimulando su creatividad artística y científica, y ganando la admiración (o, en algunos casos, la envidia y el odio) de otras naciones. Aquél fue un logro que apenas tiene comparación en la Historia mundial. Incluso aquellos que no entienden el verdadero significado de su creación deben reconocer esto.

     ¿Y cuál era el verdadero significado de la obra de Hitler? Una de sus más decididas admiradoras en India, Savitri Devi, nos ha dado una respuesta poética a aquella pregunta. Ella escribió:

     «En su esencia, la idea nacionalsocialista trasciende no sólo a Alemania y a nuestros tiempos sino a la raza aria y a la Humanidad misma, y a cualquier época... dicha idea en último término expresa aquella sabiduría misteriosa e indefectible según la cual la Naturaleza vive y crea: la sabiduría impersonal del bosque virgen, de la profundidad del océano y de las esferas en los oscuros campos del espacio; y... es para la gloria de Adolf Hitler no simplemente haber vuelto a aquella sabiduría divina —estigmatizando el necio envanecimiento del hombre por el "intelecto", su orgullo infantil por el "progreso" y su criminal intento de esclavizar a la Naturaleza— sino haberla convertido en la base de una política de regeneración práctica de alcance mundial, precisamente ahora, en nuestro atestado, sobre-civilizado y técnicamente sobre-evolucionado mundo, en el final mismo de la edad oscura» (Savitri Devi, El Relámpago y el Sol).

     Más prosaicamente, la obra de Hitler, en contraste con la de sus contemporáneos, estaba por encima de la política, por encima de la economía, por encima del nacionalismo. Él había movilizado a un Estado poderoso y moderno y lo había colocado al servicio de nuestra raza, de modo que ella pudiera ser apta para servir como un agente de la Fuerza de la Vida.

     Los hombres jóvenes perspicaces e idealistas de cada nación en Europa —y también de muchas naciones fuera de Europa— reconocieron ese significado y se congregaron en torno a Hitler para servirlo y luchar por su causa, incluso a pesar de la censura y la exclusión de sus más parroquiales e intolerantes compatriotas. Nunca hubo antes una fuerza combativa de élite que igualara a la SS, la cual hacia el final de la Segunda Guerra Mundial tenía más no-alemanes que alemanes en ella.

     La guerra, por supuesto, es contada por sus detractores como el gran fracaso de Hitler, incluso como la prueba de su carencia de grandeza. Aquello simplemente demuestra que él era un hombre, no un dios, incluso si una voluntad divina trabajó por medio suyo, y que él no podía realizar milagros. Él no podía defenderse para siempre, con los gobiernos de casi el mundo entero aliados en una guerra total para derribarlo y destruír su creación, para que ellos y los intereses que ellos servían pudieran volver a lo de siempre (business as usual). Incluso así, él dio una mucho mejor razón de sí mismo que cualquiera de sus adversarios.

     Y lo que contará a largo plazo para determinar la estatura de Adolf Hitler no es si él perdió o ganó la guerra, sino si fue él o sus adversarios los que estuvieron en el lado de la Fuerza de la Vida, o si fue él o ellos los que sirvieron a la causa de la Verdad y el progreso humano. Sólo tenemos que mirar alrededor nuestro hoy para saber que no fueron ellos.–





Andrew Hamilton - Hitler como Orador

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    Hace casi cuatro años en counter-currents.comapareció este breve artículo firmado por Andrew Hamilton que se refiere al talento y la capacidad de Hitler como orador, lo que es diferente a sólo hablar en público, como se sabe desde la Antigüedad, ya que implica prácticamente volcar el alma ante una audiencia y asumir todos los riesgos que ello implica. Presentamos este texto en castellano porque ilumina un aspecto de Hitler que en su mayor parte es mal comprendido y ridiculizado, no comprendiéndose las fuerzas que están en juego no sólo de parte de quien habla sino fundamentalmente de quienes escuchan y asimilan lo que se dice.


Hitler como Orador
por Andrew Hamilton
1º de Junio de 2012




     "Sé que los hombres son persuadidos menos por la palabra escrita que por la palabra hablada, que cada gran movimiento en esta Tierra debe su crecimiento a oradores y no a grandes escritores" (Adolf Hitler, Mein Kampf, Prefacio del Autor).



     Houston Peterson, el compilador de A Treasury of the World's Great Speeches (1965), creía que el "discurso elocuente"(oratoria) se originó en el profundo pasado prehistórico entre hombres "que lanzaban hechizos sobre sus semejantes con la magia de las palabras. Al principio no eran tanto las palabras como el ritmo, los sonidos y el conjuro los que eran parte del ritual. Jefes, sacerdotes, hechiceros, milenios antes de los héroes de Homero, deben haber subido al poder mediante su habilidad en el discurso así como su habilidad con las armas".

     Adolf Hitler creía que la magia de la palabra hablada era el arma primaria de la propaganda. El historiador David Irving llamó al poder de Hitler de la oratoria elemental "su mayor talento".


Al Principio Era la Palabra

     En 1941, Raoul de Roussy Sales, el compilador de un libro de extractos de los discursos de Hitler, escribió: "Él es esencialmente un hacedor de discursos, y aunque hoy sean sus hechos y sus conquistas lo que más impresiona al mundo, no debería ser olvidado que él comenzó como un orador de tribunas improvisadas y de ese modo hizo su camino al poder".

     Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania sufrió de tendencias sociales y políticas desintegradoras. Los judíos tuvieron éxito brevemente al establecer dictaduras comunistas embrionarias, casi lanzando al país entero en un baño de sangre totalitario de proporciones de estilo ruso. El historiador John Toland describió la capital alemana como sin electricidad, con sus tranvías y ferrocarriles subterráneos detenidos, con la basura pudriéndose en las calles, y con tiendas y oficinas cerradas.

     "Sólo la vida nocturna de Berlín continuó sin impedimentos, en la oscuridad o a la luz de las velas. Era la corrupción de una película exagerada con muchachas prostitutas de once años sumamente maquilladas compitiendo con amazonas con látigos y altas botas barnizadas. Había cafeterías para cada gusto y perversión: homosexuales, lesbianas, exhibicionistas, sádicos, masoquistas. La desnudez se había hecho aburrida y el arte mismo se estaba hundiendo en el nadir de la obscenidad, la desilusión y el cinismo" (Toland, Adolf Hitler, 1976, p. 100).

     Si yo no viviera en Estados Unidos podría pensar que él estaba exagerando.

     Tras afiliarse en 1919 al minúsculo Partido de los Trabajadores Alemanes (DAP, Deutsche Arbeiterpartei), Hitler rápidamente se convirtió en su figura dominante y en su principal orador.

     La primera reunión "grande" en la que él dirigió la palabra fue celebrada en el sótano repleto de humo de la Hofbräuhausen Múnich el 16 de Octubre de 1919. Allí él habló detrás de un tosco atril encima de una mesa durante media hora ante un auditorio de 70 personas.

     Según el biógrafo John Toland, «Abandonando toda restricción, él dejó que la emoción emergiera, y cuando él se sentó entre fuertes aplausos el sudor cubría su cara. Él estaba agotado, pero regocijado, "y lo que yo antes simplemente había sentido en lo profundo de mi corazón, sin ser capaz de ponerlo a prueba, resultó ser verdadero: ¡yo podía hablar!"» (citado de Mein Kampf).

     Toland caracterizó ese evento como "un momento decisivo" en la carrera de Hitler y en la trayectoria histórica del Partido de los Trabajadores Alemanes, pronto a ser rebautizado como el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP).

     Hitler más tarde escribió en el periódico del partido el Völkischer Beobachter: "Cuando cerré la reunión, yo no era el único que pensaba que entonces un lobo había nacido, destinado a irrumpir por entre la manada de seductores del pueblo".

     El nombre Adolf, que se deriva del idioma antiguo alto alemán, literalmente significa "Lobo Noble". Desde aquel día en adelante la palabra "lobo" tuvo un especial significado para él, como un apodo entre amigos cercanos, como su seudónimo, y como el nombre de la mayor parte de sus cuarteles centrales militares.

     Un mes más tarde Hitler habló a 130 estudiantes, comerciantes y oficiales de ejército en otra cervecería de Múnich, la Eberlbräu.

     En vista de que dicho discurso era sólo la segunda alocución pública del desconocido Hitler para el diminuto partido, dos puntos valen la pena notar.

     Primero, un espía del gobierno estaba presente. Identificando incorrectamente a Hitler como un comerciante, él reportó que el orador "disertó en una manera excepcional"y que estaba destinado a convertirse en "un orador profesional de propaganda".

     Segundo, judíos, izquierdistas y comunistas estaban bien organizados de antemano para usar la violencia para suprimir un discurso que apuntaba sólo a 130 personas, el contenido del cual no sería puesto en circulación a una audiencia más grande mediante periódicos o revistas (los medios de comunicación de entonces). La intención de ellos era interrumpir la reunión e intimidar a los participantes de modo que incluso un diminuto auditorio no pudiera oír el mensaje de Hitler, sabiendo que pocos arriesgarían hacer aquello alguna vez de nuevo.

     Esa práctica persiste hasta hoy.

     Actualmente [2012], por ejemplo, el historiador de la Segunda Guerra Mundial David Irving está en medio de un viaje de conferencias en Estados Unidos, uno de los pocos países europeos restantes donde el discurso libre no ha sido formalmente proscrito (aún) como "odio", "terrorismo", "negación del Holocausto", o "difamación de la memoria de los muertos".

     Hace unos días él habló ante un puñado de gente en un hotel en la ciudad de Oklahoma. Irving y sus oyentes están obligados a reunirse furtivamente en privado; en realidad, en condiciones de sumo secreto, ya que de otro modo los matones izquierdistas "anti-fascistas" armados que acechan al escritor a través de Estados Unidos irrumpirían de manera criminal en las reuniones.

     Incluso así, en otra parte en el hotel esa tarde "treinta hombres vestidos de negro con pañuelos y máscaras", manejando armas ilegales, asaltaron "encontrando una fiesta de cumpleaños de una familia, del doctor Kunz, y equivocadamente provocaron destrozos allí". El delito, dice Irving, fue planeado y dirigido por el dueño de una firma de computadores al por mayor de Tulsa, Oklahoma.

     Pero esos acosadores enmascarados y terroristas domésticos recibirán poco más que un golpe en la mano de parte del Sistema, si acaso. En esencia, la policía, los fiscales y los tribunales sonríen burlonamente con respecto a ello, como lo han hecho durante más de medio siglo hasta ahora.

     No hay ningún gran misterio en cuanto a por qué nuestra raza está en el peligro en que está. No es un rompecabezas misterioso. Es una mentira decir que "nos lo hicimos a nosotros mismos". La verdadera razón es clara: la violencia, el odio, la fuerza, el poder y la criminalidad aprobada por el gobierno, todo diseñado para suprimir las libertades civiles.

     Pero en la Eberlbräu en 1919 Hitler había alertado a su contingente militar de antemano, y en cosa de minutos después de que los agitadores comenzaron a interrumpir, los izquierdistas "volaron escaleras abajo con sus cabezas malheridas" (Mein Kampf).

     Después de algunas otras reuniones hablando a muchedumbres de tamaño similar, Hitler insistió en que el Partido de los Trabajadores Alemanes se transformara desde un pequeño grupo de discusión y redacción ideológica en un verdadero partido político.

     Durante los días finales de Diciembre de 1919 él y el fundador del partido Anton Drexler redactaron un programa de 25 puntos que Hitler presentó al "público" para su ratificación.

     Esa importante reunión tuvo lugar el 24 de Febrero de 1920 en la Festsaal, o salón de fiestas, de la Hofbräuhausde Múnich, una gran sala en el tercer piso atestada con cientos de personas.


     Hitler estaba "particularmente contento" de que más de la mitad de la muchedumbre consistía en comunistas o miembros del Partido Socialista Independiente. Él estaba convencido de que él podría persuadir a los "verdaderos idealistas" entre ellos haciendo un trabajo rápido con el núcleo duro de aquelos que interrumpían.

     No acostumbrado a hablar ante un auditorio tan grande, su voz era fuerte durante un momento y débil el siguiente. Pero él hablaba tan simple y claramente que incluso aquellos que estaban en las mesas más apartadas podían escucharlo.

     Hitler comenzó silenciosamente, bosquejando la historia de los diez años anteriores. Pero cuando su narrativa se refirió a las revoluciones comunistas post-Primera Guerra Mundial, sus ojos destellaban, la pasión se apoderó de su voz, y él comenzó a gesticular.

     Pronto, enojados gritos irrumpieron desde todas las esquinas del gran salón mientras los matones lanzaron pesados jarros de cerveza sobre Hitler. Inmediatamente sus partidarios del ejército, los precursores de la SA, armados con fustas y porras de goma, saltaron a la acción, empujando fuera a los alborotadores.

     A lo largo de 1920, en intervalos semanales o de dos semanas, Hitler siguió entregando discursos en salones de cervecerías de Múnich [1]. Los resúmenes de muchos de esos discursos sobreviven en larguísimos informes secretos de la policía que contienen descripciones exactas. Los auditorios se extendían en tamaño desde 1.200 a 3.500 personas.

[1] Un ejemplo de ellos, del 13 de Agosto de 1920, puede verse en http://editorial-streicher.blogspot.com/2014/07/adolf-hitler-por-que-somos-anti-judios.html

     Según el hostil biógrafo alemán Joachim Fest, hacia 1922 "él comenzó a tener series de ocho, diez o doce reuniones durante una sola tarde, en cada una de las cuales él aparecía como el principal orador" (Hitler, 1973, p. 158). Aunque esas cantidades parezcan difíciles de creer, ellas son lo que Fest relata.

     El 16 de Agosto de 1922 Hitler se dirigió a su mayor auditorio hasta entonces, una muchedumbre de 40.000 personas en la gran plaza central de Múnich.

     De acuerdo al propio relato de Hitler, le tomó dos años completos de hablar agitado perfeccionar su arte y convertirse en el maestro del arte de la oratoria.

     Él podía hablar con una fuerza hechizante tanto de manera improvisada como a partir de escritos personalmente redactados que él revisaba dos, tres, cuatro o hasta cinco veces hasta bien entrada la noche, ocupando a tres secretarios que tomaban el dictado directamente en máquinas de escribir.

     Como muchos expertos oradores públicos, Hitler practicaba infatigablemente. Él ensayaba gestos cuidadosamente, a menudo delante de un espejo, diseñados para generar respuestas particulares de sus auditorios.

     Él también experimentaba con su propia imagen, pidiendo a su fotógrafo personal Heinrich Hoffmann que tomara fotografías para que él las examinara. Entonces él las revisaría, decidiendo: "No, eso parece tonto"o "nunca voy a hacer eso otra vez".

     Un puñado de esas fotos existe que muestran a Hitler practicando gestos para uno de sus discursos. Él nunca tuvo la intención de que ellas fuesen publicadas.


La Muchedumbre

     Una síntesis psíquica y emocional ocurre entre los oradores y sus oyentes. La corriente del discurso del orador fusiona a los miembros individuales del auditorio con la muchedumbre. Es con esa muchedumbre con la cual el orador realmente se relaciona.

     "Hitler era un actor de talentos prodigiosos que podía elevar la temperatura del auditorio hasta el punto de la combustión, y en ese punto ellos ya no eran individuos separados; ellos estaban todos fusionados en la masa" (Robert Payne, La Vida y la Muerte de Adolf Hitler, 1973, p. 156).

     Mientras más grande el auditorio, más fácil era manipularlo en tal manera. Hitler ponía mucha atención a sus auditorios.

     En ese entonces, el comunismo, el socialismo y la lucha de clases eran fundamentales para el discurso político en todas partes. De ese modo, en sus primeros días, la apelación primaria de Hitler era a las clases obrera y media baja. Él desincentivó activamente la asistencia o la participación de la clase media (la burguesía).

     "La actitud política de aquella clase está marcada por el signo de la cobardía. Se preocupa exclusivamente del orden y la tranquilidad. [Él podría haber dicho más bien "conformidad" y "obediencia ciega a la autoridad"]. Yo intentaba, en cambio, despertar el entusiasmo del mundo de la clase obrera por mis ideas" (Conversaciones de Sobremesa, 8 de Abril de 1942).

     El desprecio por la clase media era un tema recurrente en los escritos, pensamiento y comentarios privados de Hitler.

     La parafernalia de sus reuniones era cuidadosamente calculada para ejercer ciertos efectos sobre el auditorio. Hitler personalmente probaba la acústica de importantes salones de reuniones de Múnich, determinando los mejores sitios para estar, cuán fuerte o suavemente él podía hablar y todavía ser escuchado, la atmósfera, la ventilación y la disposición táctica de los espacios.

     Detalladas pautas del partido eran preparadas que fueran pertinentes a tales asuntos, especificando entre otras cosas que una sala siempre debería ser bastante pequeña, y que un tercio del auditorio debería consistir en seguidores del partido.

     La atmósfera en dichas salas —impresionantemente adornadas con dramáticas banderas de rojo, blanco y una esvástica negra— era hecha cordial con cerveza gratis, salchichas, galletas saladas, canciones populares y música.

     Tales medidas creaban oyentes receptivos.

     En el momento psicológico apropiado, Hitler haría una entrada dramática, a veces tarde, para intensificar la expectación. Él contemplaría silenciosamente a la audiencia durante todo un minuto o más antes de comenzar a hablar, aumentando adicionalmente la tensión.

     Después de que él había evaluado con cuidado el estado de ánimo de la muchedumbre, comenzaba a hablar lenta y silenciosamente, sintiendo al auditorio a la manera de un actor, adaptando sus gestos y su discurso a sus necesidades, construyendo lentamente la emoción. La gente se sentaba inmóvil, con sus ojos fijos en él.

     Él poseía la capacidad de un actor para apoderarse repentinamente de la atención extra y quedar absolutamente cargado de energía. Antes del final de su discurso él había apasionado a la gente hasta un grado de entusiasmo casi incontrolable.

     La organizada oposición anti-Blanca, que incluía ruidosas interrupciones, lanzamiento de pesados jarros de cerveza almacenados debajo de las mesas como armas, y el uso de mesas y patas de sillas como garrotes para golpear a los oradores y a los asistentes pro-alemanes, era frecuente.

     Hitler manejó ese problema de vida o muerte para el movimiento formando un servicio protector y, siempre que era posible, echando bruscamente de la sala sin ninguna ceremonia a quienes interrupían.


     En un discurso del 4 de Noviembre de 1921 en la Hofbräuhaus, había aproximadamente 700 comunistas en una muchedumbre de 2.200 personas. A una señal convenida de antemano ellos atacaron con puños, con una lluvia de jarros de cerveza voladores, y con patas de sillas. Después de una feroz batalla cuerpo a cuerpo, los 42 hombres de seguridad de Hitler expulsaron a todos los 700 de ellos del salón, quienes miraban como si hubieran sido golpeados por una bomba.

     El organizador de la reunión saltó entonces sobre una mesa, gritando: "¡La reunión continúa!. ¡El orador va a continuar!".

     El resultado de ese proceso parece haber sido una especie de selección o coladero. Hitler no hablaba simplemente al coro. En contraste con las decenas de miles que acudían a las reuniones masivas, a principios de 1922 había todavía sólo 6.000 miembros registrados del partido.

     Muchos comunistas y socialistas con poca simpatía por el movimiento se quedaron. Pero el organizado núcleo duro fue físicamente expulsado tan pronto como ellos comenzaron a interrumpir el evento.

     Los izquierdistas restantes fueron a menudo hostiles y siguieron interrumpiendo. Pero Hitler sacó energía de tal hostilidad pública, el mismo rechazo social que hace que la mayor parte de los Blancos se encoja de miedo. Su poderosa oratoria finalmente ganó a muchos izquierdistas para su propuesta.

     Hitler también envió a su propia gente a matricularse en cursos para hablar en público en escuelas organizadas por grupos de oposición. "Gracias a eso", dijo él, "obtuvimos una buena noción de los argumentos que serían usados por aquellos enviados a interrumpir nuestras reuniones, y estábamos así en una posición para silenciarlos en el momento en que ellos abrieran sus bocas"(Conversaciones de Sobremesa, 8 de Abril de 1942).

     Él dispersaba a los miembros del partido por todas partes de sus auditorios con órdenes de interrumpir sus discursos de acuerdo a orientaciones convenidas de antemano para sugerir una espontánea aprobación pública, "y esas interrupciones reforzaban enormemente la fuerza de mis propios argumentos"(Conversaciones de Sobremesa, 8 de Abril de 1942).

     A modo de analogía, considere las risas grabadas que se escuchan en televisión, o el cuidadosamente ensayado tono de voz y las expresiones faciales usadas por los locutores de noticias para provocar reacciones instintivas específicas de aprobación o desaprobación de parte de la pasiva audiencia espectadora.


Oratoria Apasionada

     Al principio, Hitler asistía a las reuniones de sus principales rivales para estudiar sus técnicas. Su juicio crítico era que los oradores entregaban sus discursos "con el estilo de un ingenioso artículo de periódico o de un tratado científico, y evitaban todas las palabras fuertes, y aquí y allá lanzaban algún débil chiste profesional" (Mein Kampf).

     Hitler, por contraste, hablaba con una fuerza primitiva y una emoción desenfadada que lo ponían aparte de los intelectuales que apelaban a la razón. Subyacente a su teoría retórica estaba la máxima ciceroniana de que el hombre es conmovido más por la pasión que por la razón.

     Hitler era un orador audaz y original, según el biógrafo Joachim Fest. «Su coraje para expresar opiniones "prohibidas" era extraordinario. Precisamente eso le dio el aura de virilidad, de fiereza y desprecio soberano, que cuadraba con la imagen del Gran Líder» (Hitler, 1973, p. 159).

     "Ellos dicen que somos un montón de bravucones anti-judíos", proclamó Hitler en un discurso. "Eso es lo que somos. ¡Queremos provocar una tormenta!. ¡No queremos que la gente duerma sino que sepa que una tormenta se está preparando!".

     La oratoria se caracteriza por una fuerza gravitacional que se extiende más allá de las ideas expresadas o de las palabras específicas usadas para articularlas.

     De Hitler ha sido dicho que "no era como si él estuviera usando palabras; era como si las emociones vinieran directamente sin palabras. Había una crudeza en ello, un poder" (The Fatal Attraction of Hitler, BBC TV, 1989). Tales discursos son, en cierto modo, una forma del arte mágica.

     Quizá por eso un lector de traducciones de partes de los discursos de Hitler dijo que era "como leer letras de canciones sin la música".

     Fest describió "despertares" y "conversiones"de estilo religioso experimentados por sus oyentes.

     Kurt Luedecke, un hombre de negocios de 32 años que más tarde llegó a ser un miembro principal del séquito de Hitler, describió el hechizo provocado por la oratoria de Hitler: "La intensa voluntad del hombre, la pasión de su sinceridad, parecía fluír de él hacia mí. Experimenté una exaltación que podría ser comparada sólo con una conversión religiosa" (Fest, p. 162).

     Por parte de Hitler, el "violento esfuerzo físico"requerido para hablar engendraba una "profusa transpiración" e incluso pérdida de peso.

     Su secretario de prensa extranjero, medio alemán y medio estadounidense WASP, Ernst "Putzi" Hanfstaengl, recordó su primera reunión con Hitler después de uno de tales discursos. El agotamiento de Hitler se parecía al de "un gran artista al final de un exigente concierto"; su cara y su cabello estaban empapados, y su cuello almidonado, marchito.

     El propio Hitler dijo:

     "Siempre que tengo que hacer un discurso de gran importancia estoy empapado al final, y encuentro que he perdido dos o tres kilos de peso. Y en Baviera [Sur de Alemania, incluyendo Múnich, su base política inicial] donde, además de mi agua mineral habitual, la costumbre local insiste en que yo beba dos o tres botellas de cerveza, pierdo tanto como 3,5 kilos" (Conversaciones de Sobremesa, 8 de Julio de 1942).

     Como el filósofo escocés David Hume ha notado en su ensayo "De la Elocuencia"(1742), la gran oratoria implica soltar las restricciones y tomar grandes riesgos, dejándolos ir al frente de una audiencia. El orador golpea algo profundo y verdadero en el interior, y deja que explote.

     Hitler hacía eso. Como Egon Hanfstaengl, el hijo de Ernst, que había conocido a Hitler íntimamente cuando él era un pequeño muchacho en Alemania a principios de los años '20, explicó en 1989,

     "Él tenía aquella capacidad que es necesaria para hacer que la gente deje de pensar críticamente y sólo se emocione. Dicha capacidad se derivaba de su disposición a presentarse totalmente abierto, a aparecer sin adornos delante de su auditorio, a abrir su corazón y a desplegarlo".–


Fuentes:

The Fatal Attraction of Hitler, documental de BBC TV, 1989.
—Joachim C. Fest, Hitler, Nueva York, 1973.
—Robert Payne, The Life and Death of Adolf Hitler, Nueva York, 1973.
Table Talk. Hitler’s Secret Conversations, 1941–1944, Nueva York, 1953, 1961.
—John Toland, Adolf Hitler, Nueva York, 1976.




Pío Baroja - De Judíos, Oriente y Masas

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     El escritor español de la renovadora Generación del '98, el novelista y periodista Pío Baroja (1872-1956) vio publicado en 1938 (durante la Guerra Civil) su libro recopilatorio de artículos titulado "Comunistas, Judíos y Demás Ralea". De dicha colección hemos seleccionado para presentar aquí cuatro breves textos suyos (El Fondo del Marxismo, Diferencia entre los Judíos, Las Promesas de Oriente y El Espíritu de las Masas). Todo lo que aquí expone el señor Baroja está lleno de perspicacia y sensatez, y es una clara y crítica exposición de ideas nítidas (el oficio del escritor), información que tiene plena validez.





EL FONDO DEL MARXISMO


     Cuando se observa la importancia y la generalización que ha tenido el marxismo en el mundo, hay para quedarse sorprendido. Antes de Karl Marx existía en Europa el socialismo tematizado desde el tiempo de Platón. Los profetas modernos de esta teoría política, algunos evidentemente de gran talento, como Saint-Simón, Fourier y Owen, fueron poco a poco olvidados. Si quedó algo útil de su crítica social, ésta se aprovechó, pero sus sistemas dogmáticos y cerrados desaparecieron. En cambio, el socialismo de Karl Marx ha quedado íntegro como un credo inmutable.

     Muchas explicaciones se han dado para explicarlo. Se ha dicho que el marxismo era el socialismo científico. El colaborador y heredero de Marx, el alemán Engels, publicó una obra que se titula "Progreso del Socialismo desde el Estado de Utopía al de Ciencia". Es incomprensible cómo se puede creer que una teoría política pueda ser científica. Toda ciencia política y experimental está siempre en constante evolución porque no puede ser exacta.

     Cuando fueron dos expediciones científicas de médicos franceses y alemanes a estudiar el cólera a Egipto y Roberto Koch descubrió el bacilo originario de la enfermedad, los sabios franceses, a pesar de sentirse rivales de los alemanes, reconocieron que el bacilo existía, y discutieron su acción.

     Nunca se ha visto que los adversarios políticos hayan reconocido las verdades de los enemigos. Tampoco ha habido riñas sangrientas por la teoría de Newton o por la de Copérnico. La ciencia pura no ha producido jamás ni revoluciones ni complots.

     Según los fieles del marxismo, éste es una aplicación científica de las doctrinas económicas a la vida. La afirmación es una pura fantasía. También los socialistas consideran que la dialéctica heredada de la filosofía de Engels es una ciencia. "La dialéctica—dice Engels— es la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano". Es absurdo creer que la dialéctica es una ciencia, al menos teniendo de la ciencia el concepto actual. La dialéctica, ni la de Engels ni la de nadie, es una ciencia experimental de certeza y de evidencia.

     Nadie ha visto que, por la dialéctica, los individualistas se hayan convertido en comunistas, o al contrario, ni los espiritualistas en materialistas, ni los monárquicos en republicanos. Se ve que Karl Marx era un metafísico, ni muy grande ni muy original.

     En la doctrina suya hay una porción de afirmaciones que han perdido todo su valor para los científicos, y hay otras que se habían hecho antes por distintos economistas, sobre todo por los ingleses.

     "Dos grandes descubrimientos tenemos que agradecer a Marx—dice Engels—: la concepción materialista de la Historia, y la divulgación de la producción capitalista por medio del aumento del valor (plus—valía). Con ello, se convirtió el socialismo en una ciencia". ¡Qué ilusión!.

     La concepción materialista de la Historia no tiene valor. Decir que sólo los hechos económicos y la vida material determinan y dan carácter al mundo, es una idea primaria de estudiante. La Historia no se explica sólo por intereses materiales. Si los motivos históricos estuviesen ya completamente aclarados, como la vida cambia poco o no cambia nada en cientos y hasta en miles de años, se conocería ya su mecanismo. Además de los motivos económicos, hay los motivos étnicos, psicológicos, religiosos y morales. ¡Qué duda cabe de que el descubrimiento de la máquina de vapor, del dínamo eléctrico, del motor de explosión, han influído en la vida humana! Pero también es evidente que las ideas o las teorías han influído en la inteligencia de los inventores y en sus creaciones. Saber qué es lo anterior, si lo material o lo espiritual en la vida, es como afirmar que el huevo es anterior a la gallina o la gallina al huevo.

     A pesar del carácter precario de las afirmaciones de Marx, éstas quedan como indiscutibles. Han tenido su eclipse, pero han vuelto a su prestigio entre las masas. Sin embargo, en la doctrina suya hay una porción de afirmaciones que han perdido todo su valor, lo que no es obstáculo para su crédito. El mismo carácter de inmutable y de indiscutible de lo dicho por Marx tiene lo escrito por su colaborador y heredero Engels. Éste publicó un libro titulado "Orígenes de la Familia, de la Propiedad y del Estado". Su libro se ha publicado recientemente en castellano, en varias ediciones económicas. Esa obra, que salió hace más de medio siglo, basada en investigaciones etnográficas deficientes, se considera en el campo de la ciencia como envejecida y tendenciosa.

     Engels exageró ciertos datos y suprimió otros con el propósito de demostrar la verdad del materialismo histórico. Otras obras importantes de la época de autores más ilustres y más bien enterados, como Tylor y Lubbeck, no tienen ya, a los ojos de todo el mundo, más que una importancia histórica. Sin embargo, para los doctrinarios del marxismo, el libro de Engels representa toda la verdad. Como su amigo y maestro Marx, él también es indiscutible.

     Otra cosa en pugna con el carácter de lo científico, es que nada de lo pronosticado por Karl Marx ha resultado cierto. Marx quería creer que la cuestión social era una cuestión pura y exclusivamente económica; por eso, había que aplicar de una manera científica las doctrinas económicas a la vida.

     Los profesores socialistas actuales, a pesar de llamarse marxistas algunos, ya no creen que la cuestión social sea un problema de economía pura sino que es producto de muchos y diversos factores. También afirmaba Marx que los capitales tenían la tendencia de concentrarse en pocas manos, preparando de esa manera que el Estado fuera en el porvenir el único propietario. Esa ley de concentración de capitales no se ha verificado, y la propiedad de la clase media, en vez de disminuír en estos últimos años, ha aumentado. La revolución social, también según Marx, iba a comenzar en Inglaterra, país de máxima cultura industrial. No ha sido así: ha comenzado en Rusia, pueblo agrícola y de economía primitiva.

     Respecto a los datos de Karl Marx, naturalmente, no tienen mucha exactitud ni aplicación, porque son antiguos. Los datos económicos que cita Karl Marx en su libro "El Capital", se refieren a la Inglaterra de 1833 a 1844, y, naturalmente, hoy han variado. Las ecuaciones entre la mercancía, el dinero y la plusvalía que figuran en su libro, no parecen más que vulgaridades, son un aparato científico.

     A pesar de todas sus fallas, de sus errores y de su pesadez, el libro de Karl Marx queda para los adeptos como el Corán para los mahometanos, como un libro indiscutible. No hay posibilidad de ejercer la crítica sobre sus afirmaciones; hay que creer ciegamente en él, según los doctrinarios de la escuela. Esa actitud hace que la gente independiente odie a los comunistas, porque el comunista podrá amenazar al millonario con quitarle su fábrica o su palacio, pero al hombre independiente y pobre ¿qué le va a quitar? No le puede quitar nada. Por eso le tiene más rencor. De ahí que os diga claramente que el proletariado es el enemigo natural de los intelectuales. Desde cierto punto de vista, el marxismo es una secta religiosa. Tiene un libro sagrado: "El Capital", un catecismo: el "Manifiesto Comunista", y un instrumento de trabajo: la dialéctica engelsiana.

     Los comunistas modernos, como Lenin, han modificado en parte la técnica del partido, sin salir del dogma. La ilusión de los bolcheviques: que después del Estado que llaman burgués, en que según ellos los ricos ejercen la violencia contra el proletariado, ha de venir una forma social en donde suceda todo lo contrario, en la cual el proletariado ejerza el despotismo contra la burguesía.

     Entonces, piensan estos doctrinarios, cuando la burguesía esté ya vencida, ya no se necesitará del Estado. Los bolcheviques, ordenancistas y despóticos, coronan su utopía con un ideal anarquista. El anarquismo será el final, pero mientras tanto, exterminan a todos los anarquistas. La idea de que no habiendo ricos ya no habrá pobres, es una idea inexacta. Hay países que son íntegramente pobres, en los cuales no hay ricos. El proletariado también es una pseudo-realidad. No se sabe dónde se acaba y dónde se empieza a ser proletario. No hay manera de fijar sus límites. Un jefe de taller ¿es un proletario? Hay muchos que ganan más que un médico, que un periodista o que un profesor de colegio. Si sólo los plutócratas y los grandes terratenientes son los que se llaman burgueses y los demás no, la mayoría somos proletarios. Es una invención un tanto absurda de Lenin y de sus colegas el hablar de la dictadura del proletariado. Tanto valdría decir de una casa en donde los criados llegaran a dominar a los amos, que era una casa en donde mandaban los criados. Sería en tal caso una casa en donde los antiguos criados se habían convertido en amos.

     Además de su carácter religioso de secta absolutista, que no acepta la discusión ni la independencia de criterio, el marxismo se parece al curanderismo. Tiene una panacea para todos. Que en la realidad la medicina tenga éxito o no tenga éxito, no importa. Eso no quita para que sea indiscutible.

     Cuando se piensa en esto, se pregunta uno: ¿Qué fondo puede haber en todo ello?; ¿por qué a base de un libro confuso y difuso, que no se lee, se puede llegar a un fanatismo de tal naturaleza?; ¿por qué esa doctrina no ha evolucionado como todas las demás, no se ha dividido y no se ha fraccionado? La razón, o por lo menos una de las razones principales, es que en el fondo inconsciente del marxismo hay un elemento étnico, y ese elemento es el judío. La raza judía tiene, desde hace siglos, el deseo de imponerse al mundo. El judío cree que está destinada para él la soberanía de los pueblos. Tiene una gran idea de su superioridad, un profundo desprecio por los demás, y es hombre de pocos escrúpulos.

     El judío, que no ha sido casi nunca inventor sino más bien compilador y divulgador, aceptó con gran entusiasmo la teoría comunista de un hombre de su raza, como Karl Marx, y la propagó y la difundió con el arte que tiene para ello. El judío, en la vida intelectual, tiene caracteres parecidos a los que presenta en la vida comercial. Lo esencial para el judío culto es llegar a ser algo y a mandar.

     El arribismo suyo es una forma de su ansia de imperio: cree que la dirección del mundo es algo que está asignado a su raza, desde el comienzo de la Historia. Para éste, naturalmente, toda teoría doctrinaria y afirmativa le es simpática. Los pueblos primitivos de la vieja Europa, en sus elementos cultos, no se prestan a obedecer a utopías.

     Hace algunos años se publicó en Rusia el libro titulado "Los Protocolos de los Sabios de Sión". Nadie sabe quién ha escrito ese libro, pero, evidentemente, ha salido de medios próximos al judaísmo. En esa obra se habla de la conquista del mundo por los hebreos.

     Al judío, para mandar, le estorban las diferenciaciones nacionales de Europa, que fueron humillantes para ellos. De ahí nace ese fondo de odio semítico contra las naciones europeas, el deseo de que se hundan. El judío quiere pasar a ser apisonadora por el continente, que no haya particularismos, que no haya más valor que el dinero.

     Éste es, probablemente, el motivo por el cual la mayoría de los judíos de categoría son, expresa o tácitamente, partidarios del comunismo. Todo lo que es de procedencia semítica tiene el mismo carácter doctrinario absolutista.

     Una de las manifestaciones de la despreocupación judaica es el cambio de nombre. No es que no se dé en los individuos de otras razas, pero es mucho más frecuente en los judíos. En estos últimos tiempos de Alemania, antes de Hitler, tomaban nombres ilustres de todos los países. Así el doctor Cosme de Médicis o el ingeniero Rohan, que se anunciaban en una calle de Berlín o de Frankfurt, eran un Cohen o un Leví disfrazados. Cierto que en Alemania era comprensible y legítimo en parte el cambio de nombre por los actuales judíos, porque a muchos, al quitarles el apellido hebreo de la familia y darles uno alemán, les habían puesto nombres ridículos: Coliflor, Ratón, Mal Olor, etc., pero en fin, no era tampoco necesario tomar el nombre de una familia ilustre y conocida. El judío tiene un fondo de rencor contra Europa; considera que el europeo lo ha ofendido y entra con placer en todo lo que pueda desacreditar nuestro continente. Así se le ve figurar en el teatro, en la novela y en el cine erótico, en el cubismo, en las falsificaciones y en la legitimación del homosexualismo con Freud y sus discípulos.

     El judío actual no es ya el antiguo israelita practicante y escrupuloso; es en parte escéptico de muchas cosas, menos de su raza.

     Benjamín Disraeli, lord y Primer Ministro inglés, dijo en su tiempo, hablando de los judíos correligionarios suyos: Lo principal es la raza.

     El sentimiento de la raza hace que los judíos vean en el comunismo su venganza y la posibilidad de su triunfo.

     Este fondo de odio semítico contra Europa y el deseo de que se hunda, ha dado un carácter de continuidad al marxismo y ha hecho que no se descomponga ni degenere. De ahí esas consignas de crueldad brutal que ha mandado Rusia a los rojosde España. El comunismo ruso, casi siempre judío, ha querido comprometer a sus camaradas españoles, incitándolos al crimen, para que de esa manera no puedan volver atrás. El jefe o el jefecillo socialista o comunista de España, aleccionado por la predicación del rencor, ha ido seguramente donde no pensaba ir.

     El comunista ruso, al mismo tiempo que envía constantemente esas consignas de odio y de exterminio, tiene el cuidado de pintar como próximo un paraíso que pueda ilusionar al obrero europeo que cree en esas utopías como en algo que se pueda realizar mañana.

     Al mismo tiempo tiene como técnica la falsedad. Los rusos pintaron al último Zar como un criminal sediento de sangre. No había tal cosa. Todos los informes individuales pintan al Zar Nicolás como un hombre tímido, bondadoso y débil. Los judíos provocaron la muerte horrorosa del Zar y de su familia, y el director de la matanza fue un judío. Se dice también como consigna en España: Nosotros, los comunistas, defendemos la libertad. ¿Qué libertad van a defender, si son doctrinarios y absolutistas rabiosos? Ya saben que eso no es verdad, pero les conviene decirlo, y mientras tanto, llenan las cárceles de sospechosos, que para ellos son todos los que no son comunistas.

     El comunismo es hoy la gran cruzada que la raza judía hace contra el mundo europeo y su cultura con un fin de catequista. En Francia, en Suiza y en Alemania se ve en los judíos, aún entre los más ricos, una simpatía manifiesta por el comunismo y el frente popular. Es un poco raro el oír a una señora millonaria que vive en una casa espléndida, con un parque magnífico, con varios automóviles y un salón lleno de obras de arte, mostrarse partidaria acérrima de los bolcheviques y justificarlos. Después se sabe que esa señora tiene una participación en grandes fábricas o en bancos y que es judía o casada con algún judío.

     Sin duda, la consigna de la raza es superior al interés, o las señoras ricas suponen que para ellas no ha de llegar nunca la época de las incautaciones y de los fusilamientos.




DIFERENCIA ENTRE LOS JUDÍOS


     Al referirnos a los judíos, todos lo hacemos como si se tratara no sólo de una confesión religiosa, sino de un pueblo de raza especial. Muchas veces se ha discutido acerca de la pureza étnica de los hebreos. Ellos mismos últimamente han venido a asegurar que, como los demás, el judío no es originariamente un grupo nacional homogéneo sino que ha sido formado por elementos distintos y diversos. Hay en esto una serie de confusiones. Hablamos muchas veces indistintamente de semitas, de israelitas, de hebreos y judíos como si fueran palabras sinónimas, y no hay tal. Semita es una voz con significado filológico. Hay lenguas semíticas como hay lenguas arias. Pero no hay semita como no hay raza aria. Israelitaindica en realidad una tribu; hebreo, principalmente un idioma; judío, un pueblo caracterizado por una religión y una tradición. Es decir que se puede ser semita sin ser israelita ni judío ni hablar hebreo. Se puede ser israelita sin ser judío, y se puede ser judío sin ser semita ni israelita ni hablar hebreo.

     El judío, como decimos, no es una raza pura de origen. No hay razas absolutamente puras, pero puede haber una relativa pureza. Se dice que hay en la judía una influencia armenia, otra de los amorreos y la de un pueblo desaparecido hace muchísimos años, el hitita, que dejó a los judíos la forma de su nariz. La base principal es el elemento semítico. El representante más completo del semitismo es el actual beduino, y el tipo heroico y caballeresco de la raza es Antara o Antar, poeta y guerrero que murió antes de Mahoma y por quien el profeta sintió admiración y pena por no haberlo conocido.

     El doctor Fransenthal, filosemita alemán notable, asegura que el judío es un pueblo, no una religión, y afirma que desde Teodosio hasta el año 1800 habrán entrado a formar parte de la comunidad judía no más de trescientas familias no semitas. Es quizá asegurar demasiado. Lo que sí es cierto es que el elemento semita ha sido el director y el organizador del pueblo hebreo, el que ha plasmado esa nación en su forma definitiva.

     Según Salomón Reinach, el judaísmo no es una religión, ni una raza, ni un pueblo, ni aun, como lo calificaba Heine, una desgracia. El judaísmo es una tradición.

     Como todos los demás pueblos, el judío tiene distintos orígenes; lo que ocurre es que se ha depurado y ha concluído en parte por ser un grupo homogéneo en ideas, cultos y hábitos. No es una raza la judía en el sentido zoológico, que primitivamente tuviera éstos o los otros caracteres anatómicos, sino una entidad seleccionada que ha ido creando sus particularidades. Así podía decir Disraeli, refiriéndose a sus correligionarios: Lo principal es la raza; esclavos mongoles, semi-turcos, como los jázaros, y hasta los chinos que practican la ley de Moisés.

     Un carácter especial de los judíos es que no buscan hacer prosélitos. El proselitismo no está en sus planes. Entre ellos no hay catecúmenos; el catecúmeno se considera como un tumor dentro del organismo religioso y nacional. Hace veinticinco años, un joven alemán y otro español bastante desaprensivos, a quienes veía yo en un café del barrio latino de París, inducidos por un judío rumano, decidieron ir a visitar a un rabino para ingresar en el judaísmo, pensando que eso los sacaría de la miseria. El español, en vista de las dificultades que se le presentaban, abandonó el proyecto, pero el alemán, que tenía una tenacidad extraordinaria, persistió en su idea, pero no consiguió penetrar en la comunidad israelita.

     Refiriéndose solamente a los judíos que se encuentran en el mundo antiguo, hay dos castas importantes en dos ritos: los judíos sefarditas (sephardim), judíos españoles o ibéricos, y el ashkenazio askenazita (Ashkenazim), habitante del centro y oriente de Europa.

     Sefardo Sefarad se cree que en hebreo indica España. La palabra Sefaradaparece en la Biblia señalando de una manera imprecisa diversos países, entre ellos, la península ibérica. Ashkenazi se supone sin gran fundamento que viene de Askenaz, hijo de Gomer, citado en el Génesis. Si fuera así, no serían semitas porque Gomer, según la Biblia, es un hijo de Jafet, y Gomer se llamó a un pueblo jafético, empujado por los circundantes hacia Sión. Los sefarditas y los askenazitas son distintos; los primeros han vivido largo tiempo en España, en Portugal y en Marruecos; los segundos, en Alemania, Rusia, Polonia y Rumania.

     Hay que hacer, pues, la discriminación de los dos grupos que tienen rasgos comunes y otros diferenciales.

     Los sefarditas se distinguen de los otros judíos por su belleza y por su prestancia, por su espíritu abierto y por ser más dotados para las artes que los demás. El sefardita es un pueblo un poco infantil, contemplativo, ergotista, de una movilidad excesiva, lleno de distinción, amable, felino, un poco ávido y rapaz. Casi todos los judíos del mundo consideran como un timbre de aristocracia el descender de los sefarditas españoles o portugueses.

     En contraste con ese tipo bien definido, el askenazita es un producto híbrido mezclado. El sefardita siente poca simpatía por él, casi le repugna. El ashkenazise ha pasado en Alemania y en Polonia más de cinco siglos en una actitud obscura de servilismo, siempre humillado, dominado por supersticiones puramente mecánicas y verbales. El ashkenazialemán o polaco es rudo, grosero, de mal aspecto, muchas veces harapiento y repulsivo.

     Se cree que los sefarditas fueron impulsados por los romanos después de la Diáspora, o sea, de la dispersión judaica a marchar al extremo occidente de Europa. Los romanos no persiguieron a los judíos que vivían dentro del Imperio, pero a los que consideraban más puros, más israelitas, más peligrosos por lo exaltados, los enviaron a España, es decir al lugar más alejado de su patria de origen.

     Se supone que al venir a España, se mezclaron con los naturales y con los godos, con los cuales tuvieron privilegios, pero después, siguiendo su táctica de doblez, favorecieron la entrada de los árabes afines de raza, con los que tuvieron también grandes prerrogativas. Siguieron después disfrutando iguales o parecidas ventajas en los nuevos Estados cristianos, y al último fueron expulsados por considerarlos el pueblo como explotadores.

     Los ashkenazim, en cambio, no han tenido historia. No han practicado tampoco la política de aislamiento del sefardita. Entre los judíos de Alemania y de Polonia no se advierte la menor pureza étnica. Ya la mayoría primitiva no era probablemente semita de origen. Era el caos étnico, un conjunto de razas parias. Se han mezclado en los nuevos países como se mezcla la gente pobre y errante, y sus mujeres han sufrido las violaciones en los pogromsde los ghettos como en África las han sufrido en las aljamas marroquíes.

     Una reunión de sefarditas es decorativa, una reunión de askenazitas tiene un triste aspecto. Quizá éste haya sido uno de los motivos del antisemitismo violento que se ha desarrollado en Alemania, Polonia y sobre todo en Rumania.

     Los sefarditas han sido gente con unas costumbres más elegantes, más elaboradas, con una sociedad muy jerárquica; en cambio los ashkenazim son todo lo contrario: forman un conglomerado social mixto, confuso, sin ninguna homogeneidad, con pocos escrúpulos, sin ninguna elegancia ni delicadeza.

     Los ashkenazimson hoy la avanzada del comunismo.

     Un carácter que distingue a sefarditas y ashkenazim es que los primeros figuran mucho en la Edad Media, y los segundos, nada.

     Los judíos españoles influídos por las escuelas de los árabes, se distinguen y brillan en el Califato de Córdoba y siguen distinguiéndose después: León Hebreo, Maimónides, Aben-Ezra, Benjamín de Tudela, el judío de Carrión, Cardoso, Uriel de Acosta, Espinosa y Disraeli son sefarditas.

     Los ashkenazimse destacan más tarde, y Mendelsshon, Meyerbeer, Heine, Karl Marx, Bergson, Rathenau, Einstein, Freud, Trotsky y Sarah Bernhardt son askenazis. El ashkenazi cuando se distingue no acentúa gran cosa su personalización.

     En España, muchos de los sefarditas ingresaron e influyeron en el catolicismo. Ahí están el caso de Diego Lainez y de Polanco, judíos de pura sangre, ambos jesuítas, y el de Santamaría León y otros. También entre los Protestantes españoles hubo sefarditas, como los Cazalla. Muchos de esos judíos penetraron en la aristocracia. Algunas comunidades españolas, como la de los jerónimos, estaban tan llenas de conversos, que el Papa Alejandro VI les exigió una declaración de ser de familia de cristianos viejos hasta la cuarta generación.

     Los ashkenazim han estado siempre al margen del cristianismo, considerándose demasiado insignificantes para entrar en él.

     Los judíos han pretendido siempre estar separados de los demás pueblos. Los políticos antiguos, como Cicerón, los temían; el Emperador Tiberio los vigilaba y los consideraba peligrosos. En tiempos modernos, el gran Federico tuvo mala opinión de ellos. Los judíos han sentido siempre demasiado amor al poder para tener afición a la ciencia o al arte. Lo objetivo no les ha interesado, al menos hasta ahora. Indiferentes a las naciones en donde viven, ellos son una nación dentro de otra nación, un Estado dentro de otro Estado, y no manifiestan el menor amor por la tierra donde viven.

     El judío habla mucho de la fraternidad humana, pero siempre ha mostrado odio por el extranjero y ha manifestado cierta doblez.

     En el Talmud, a los cristianos se les llama Akum, adoradores de los astros. En el libro titulado "Sefer Midrasch Talpioth", publicado no hace muchos años en Varsovia, se dice: "Dios creó los akum en forma de hombres en honor de los judíos. Los akum no han sido creados más que para servir a los judíos día y noche, sin que puedan quitar su servicio. No convendría a un príncipe ser servido por un animal, pero sí por un animal de figura humana". En el mismo libro se asegura: "Todos los judíos son príncipes".

     El viejo rabino Shabti Hallev, de Varsovia, en un libro publicado en el siglo XVI, dice que los sabios de Israel deben dedicarse a aumentar las querellas de los nazarenos cuando el fuego comience a arder, porque cuando los perros se desgarran entre sí dejan en paz a los corderitos. Los corderitos son los judíos.

     Muchas veces han intentado las naciones europeas la asimilación completa de los judíos. Napoleón I quiso someterlos a principios del siglo XIX (1806) a las leyes comunes de Francia. El Consejo Israelita de los Ancianos aceptó todas sus propuestas menos el matrimonio de judíos con cristianas; en cambio, transigía con el de las judías con los cristianos.

     Es bastante sospechoso suponer que la entrada de los judíos en la vida de las naciones europeas ha sido hecho de buena fe. El sabio israelita Gratz, en su Historia de los Judíos, dice que "Börne y Heine no se separaron del judaísmo más que en apariencia, como combatientes que han cogido las armas y la bandera del enemigo para esperarlo y destruírlo más fácilmente".

     ¿Será posible que los sefarditas puedan llegar a incorporarse a España y a colaborar con ella? Parece que sí. Más difícil es que los ashkenazim se enrolen en sus patrias adoptivas. Son éstos muy rudos, muy ambiciosos, muy groseros y muy ansiosos. Han visto ahora a los suyos en posiciones altas, y quieren vengarse de sus años de humillación entrando en el comunismo.




LAS PROMESAS DE ORIENTE


     Ha habido una época, principalmente en el siglo XIX, en que casi todos los historiadores, la mayoría filólogos y lingüistas, han creído como una verdad inconcusa que el origen de la civilización estaba en Oriente. Para unos, el foco era Egipto; para otros, Asiria, la India, o Asia Central.

     La influencia del estudio de las lenguas les hacía pensar de ese modo. Nada era originario de Europa. Para esos historiadores filólogos, Europa no había hecho más que recoger lo creado en los países orientales. De aquí ese apotegma en latín: Ex Oriente Lux.

     En esta tesis colaboraron ilustres arqueólogos y lingüistas, la mayoría unilaterales; Champollión primero, después Burnouf, Mariette Opert, el coronel Rawlinson, Max Muller, etc.

     Al final del siglo XVIII el orientalista alemán Eichhorn propuso llamar a todas las lenguas parientes del hebreo, como el fenicio, cartaginés, sirio, babilónico, árabe, abisinio, etc., lenguas semíticas.

     En los primeros años del XIX, gracias al conocimiento del sánscrito, debido a los sabios ingleses de Calcuta, los filólogos de Alemania pudieron comprender que los antiguos idiomas de la India brahmánica, los diferentes dialectos del persa, del armenio, caucásico, griego, latín, eslavo, germánico y céltico, formaban un grupo que llamaron indo-germánico o indoeuropeo. De estas fusiones se llegó a la idea de la unidad de lenguas, de la unidad histórica de las religiones, de la unidad del arte y de la cultura.

     Al declinar, quizá por agotamiento, los estudios de filología clásica y de lenguas orientales, y al comenzar los descubrimientos de Prehistoria y de arqueología protohistórica, la tendencia varió y se fue encontrando que el origen único de la civilización en Oriente era una teoría como otra cualquiera. Ya no se podía decir que allí estaba el origen de todo. El mundo no ha ido avanzando en su marcha de una manera armónica, y los pueblos han tenido épocas de esplendor y de decadencia, de brillo y de oscuridad.

     La tendencia a la unidad comenzó a perder su crédito. Que en las civilizaciones antiguas más importantes, como la griega y la romana, haya elementos de los países próximos, es indudable. Esto ha ocurrido siempre. Un pueblo no puede vivir de su propia y única substancia.

     Con relación a las religiones, existe una teoría moderna defendida por grandes historiadores alemanes, entre ellos Winckler y Jeremías, que afirman que todas las ideas religiosas del mundo tienen su origen en Babilonia. Otro historiador hebraísta, Federico Dolitzsch, en su folleto "Babelund Bibel", comentado por H. S. Chamberlain en su libro Los Fundamentos del Siglo XIX, considera también a Babilonia como el centro de origen de las religiones, y a los pueblos semíticos como los creadores de todos los cultos.

     A la tesis que afirma como indudable la cuna de todas las ideas en Oriente, se han opuesto otras de investigadores del siglo XX que tienden a creer lo contrario, es decir que, en gran parte, la civilización ha ido de Occidente a Oriente. Otfried Muller no considera apreciable las influencias de Fenicia y de Egipto en Grecia. Brunner asegura encontrar los cánones artísticos de Ninive inspirados en los helénicos.

     Salomón Reinach en su Crónicas de Oriente tiene un capítulo sobre el espejismo oriental, demostrando la influencia preponderante de Grecia en los países orientales.

     Examinando estas teorías con los pocos conocimientos de un aficionado, no es fácil llegar a una opinión segura. En época muy anterior a la clásica, en la Edad de Piedra, el arte paleolítico superior tuvo su esplendor en el Occidente de Europa, en Francia y en España, en el Pirineo y en el Cantábrico, mucho antes de las civilizaciones del cobre, del bronce y del hierro. La teoría de que los arios, sobre todo los germanos, llegaron de Oriente, basándose en la descendencia sánscrita de su idioma, no parece exacta. Para muchos, los germanos se formaron a orillas del Báltico, al Sur de Escandinavia, en la península de Jutlandia y en Lituania para avanzar después hacia el Asia.

     Respecto al pan-babilonismo y a la creación semítica de los cultos, han asegurado después muchos investigadores que, si es cierto que en Babilonia hubo una lujuriante vegetación mitológica, ésta no era de origen asirio, es decir, semítico, sino caldeo, de un pueblo llamado sumeriano, de carácter no bien conocido, pero siempre más afín a los pueblos caucásicos y a los mongólicos que a los semitas.

     Respecto a la influencia oriental histórica en Europa, el arqueólogo belga Franz Cumont publicó hace unos años un libro pequeño, claro y documentado que se titula Las ReligionesOrientales en el Paganismo Romano. En ese libro se estudia la acción de los pueblos de Oriente, Egipto, Asiria, Asia Menor y hasta Persia en la Roma antigua.

     La influencia de los pueblos asiáticos y semíticos en la ciudad latina es perjudicial. Los orientales introducen en la urbe de tipo europeo e itálico la neurosis, el malestar y el descontento. No es sólo el efecto, siempre perturbador, de los extranjeros y de metecos con sus hábitos diferentes en una sociedad reglamentada; es un efecto más activo. Se produce en Roma, con las ideas asiáticas, una floración de astrólogos, de magos, de compiladores, de retóricos y de sofistas; aparecen cultos misteriosos; viene el rebajamiento del nivel intelectual, la decadencia de las costumbres; se apaga el espíritu de la ciudad del Lacio durante largo tiempo, y cierta parte de los romanos se da a las prácticas del espiritismo y de la magia. Se leen las "Eneadas"de Plotino, los libros de Porfirio, de Ammonio Sacas y de Jámblico. Los cultos orientales que florecen en la antigua Roma, de procedencia asiática y africana, no son patrimonio del pueblo sino de la aristocracia, de personajes de la Corte y de altos empleados; es de gente que, en nuestro tiempo, se hubiera dicho que era modernista y snob. Los romanos del tiempo leen a Luciano y algunos otros de los autores contemporáneos, falsos griegos, que tienen un espíritu acre que no es helénico.

     Este efecto perturbador es caso constante. Cuando interviene el elemento semítico en los pueblos europeos, en seguida llega el trastorno, la descomposición. Así ha venido en nuestros días por el comunismo, en gran parte semítico.

     A pesar de esa lejana experiencia tan categórica, hay autores modernos que consideran que la filosofía de Oriente puede ser la salvación de la Europa actual. Existen escritores que suponen que en los pueblos orientales hay como un secreto guardado, una filosofía que podría renovar el espíritu de la vieja Europa. En nuestros días, más que en Egipto, en Siria o en Asia Menor, se piensa en la India. Desde Schopenhauer esta tendencia indianista ha ido aumentando, y existió entre Bournouf y Max Muller y ha existido siempre en todos los que tienen cierta vocación de magos y que se inclinan más o menos claramente al ocultismo, desde Cagliostro hasta Rodolfo Steiner, Schuré, René Guénon, Keyserling, etc.

     En artículos y en libros se afirma, como si fuera de una clara evidencia, la superioridad de Oriente sobre Occidente. En estos últimos treinta años ha habido dos casos de dos personajes elogiados exageradamente por los europeos: el de Rabindranath Tagore y el de Gandhi. Yo supongo que en eso hay una gran parte de novelería y snobismo. La literatura de Tagore tiene el aire de algo artificioso y trabajado en frío. Respecto al elogio de la obra política de Gandhi, parece también deliberadamente exagerado. He leído el libro biográfico de Romain Rolland y no he visto en él más que frases y retórica.

     Los propagandistas del pensamiento oriental, como una señora Sofía Wedia, que habló el año pasado en una reunión literaria de Buenos Aires, no salen de lugares comunes que no tienen gran valor. Esa señora dice que la ciencia india defiende la espiritualidad, la justicia y la humanidad. Afirma que los hindúes son partidarios de la intuición y enemigos de la inteligencia, porque la inteligencia es más destructora que creadora.

     El programa salvador de esa dama se ve que no es muy original ni muy valioso. Es una teoría plausible, como todas las teorías: en general no hay dogmas, en países civilizados, que se muestren enemigos de la espiritualidad, de la justicia y, sobre todo, de la humanidad. Es cierto que ha habido sectas anti-humanas, que practicaban la muerte ritual, como los partidarios del Viejo de la Montaña, o los adoradores de la diosa Kali (los thugs), pero son rarísimas.

     Respecto a la intuición, evidentemente es una gran virtud intelectual, pero no tiene intuición el hombre por proponérselo, como no tiene genio; la intuición es un don que no se adquiere: se tiene o no se tiene. Además de tenerla es necesario hoy poseer conocimientos profundos en una materia parar utilizar ese don.

     Ahí está el caso de Planck, el físico más célebre de nuestra época, el autor de la teoría de los quanta. Planck enunció esa hipótesis al principio de su carrera de investigador. Su maestro le recomendó que no se dedicara a la cuestión de las radiaciones de la materia, porque, según él, en aquel momento estaba agotada y no tenía porvenir.

     Quizá Planck, llevado por la intuición, creyó que en ese campo, que su profesor consideraba estéril, había de encontrar algo extraordinario, y, efectivamente, lo encontró. Pero si Planck no hubiera tenido los conocimientos que tenía, ¿de qué le hubiera servido la intuición?.

     Planck estudió la manera y la forma de emitirse la energía de las radiaciones negras, y vio que éstas no se realizaban de una manera continua, como el chorro de una fuente, sino de una manera discontinua. Esta palabra quanta que en latín es plural, quiere decir cuentas, pero no en el sentido de cuentas matemáticas, hechas de memoria o en un papel, sino en el sentido de cuentas de rosario.

     Cada cuenta de emisión de energía tiene la forma de una elipse, y va engarzada con la que le precede y la que le sigue, como las perlas de un collar. Al parecer, esta teoría de Planck ha sido en física tan trascendental, que ha producido una transformación completa de la ciencia y ha hecho que se escriba sobre ella toda una biblioteca.

     La intuición tiene un gran valor, pero parece evidente que lo tiene mayor cuando se ejerce sobre puntos desconocidos que hay que aclarar, porque cuando obra sobre temas conocidos por la Humanidad desde miles de años no parece que puede dar gran resultado. Las antiguas intuiciones de Swedenborg, como las modernas de Rodolfo Steiner, no valen nada. Si terminan en algo es en teosofía, en magia o en espiritismo, en práctica de pitonisas y de adivinadoras.

     La imaginación, obrando sobre lo ya conocido, es de lo más limitado del hombre. Así se explica que la fábula de la lechera se haya transcrito en 14 ó 15 idiomas, copiándose unos autores a otros.

     Si la imaginación fuera tan fecunda, ¿para qué aprovechar una tan pequeña anécdota? Es que una pequeña anécdota de esa clase es dificilísima de encontrar, y por eso se repite.

     René Guénon, como Keyserling, y todos los que tiran más o menos claramente para magos, quieren creer que hay dos modos de pensamiento en el hombre, dos culturas distintas: la oriental y la occidental; la oriental, que busca las ideas y las teorías por sí mismas en su inmanencia; la occidental, que tiende sólo a lo práctico y a lo empírico. Todo ello parece arbitrario.

     La tesis de esos escritores es que Oriente es superior a Occidente, que Oriente es la espiritualidad, y Occidente el materialismo, Oriente la teoría y Occidente la práctica. Sería más exacto, probablemente, decir que Oriente es la magia y Occidente la ciencia.

     En los libros de René Guénon hay una teoría que me parece inaceptable. Ese autor supone que la época tradicional, super-racional de los pueblos, es la época de la verdadera sabiduría, que el período que se inicia con la filosofía griega y profana es un período de decadencia. Es decir, que las sociedades fuertes viven, según él, con un orden hierático, con sus misterios, con sus claves, más o menos oscuras, con su templo. Las sociedades modernas que viven al aire libre, sin oscuridades y sin misterios, son degeneradoras.

     Aun suponiendo que esto sea verdad, que ya es suponer, y que el predominio de la crítica y el de la razón sean errores, ¿cómo se va a suprimir el razonamiento?, ¿cómo se va a aceptar el dogma oriental porque sí?, ¿cómo va a ser posible esa transmutación? Al lector se le ocurre también preguntar: ¿para qué un escritor de éstos, como René Guénon, razona para convencernos a los lectores de que en asuntos trascendentales no se debe razonar?.

     Para Keiserling y para Guénon es Asia la que nos puede salvar; en cambio para Frobenius es África la que tiene el secreto de nuestra salvación.

     Quizá el filósofo Spengler está en lo cierto al pensar que el hombre Blanco, el europeo, proceda de donde proceda, es la teoría, la energía, el individualismo, la crítica, la técnica, la máquina, el industrialismo, y que no debe abandonar los sistemas creados por él, sino persistir en ellos. Ésa es la tendencia de la Alemania actual.




EL ESPÍRITU DE LAS MASAS


     Hace ya treinta o cuarenta años se publicaron varios libros acerca de la psicología y del alma de las multitudes. Creo que la primera obra que trató de esta cuestión más o menos científicamente fue la del profesor italiano Sighele, y que a ésta siguieron las de Le Bon, Tarde y, por último, Freud.

     Se intentó construír una psicología colectiva, pero el intento quedó en el primer capítulo. La tesis de ese primer capítulo se puede expresar así: La multitud, la masa, tiene una especie de sobrealma social que no es la suma de las almas individuales que la componen. A la tesis se le añade un corolario: Las energías de espíritu de todos los que forman la masa, en vez de adicionarse, se destruyen en parte o en todo.

     Estas afirmaciones no son nuevas.

     Solón, el legislador griego, decía que los atenienses, uno a uno, individualmente, eran astutos como zorras, y que reunidos tenían un espíritu mediocre y vulgar.

    Hay una antigua sentencia latina sobre los senadores que no es necesario traducir porque se entiende perfectamente; dice así: Senatores boni viri, Senatus mala bestia.

     Se cuenta que un orador griego, cuando era aplaudido por la multitud decía: "Alguna estupidez ha salido de mi boca".

     Por último, el Ariosto afirma: "Se asegura que hay hombres que valen por cien; yo jamás he conocido cien hombres que valgan por uno".

     Como se ve, la observación de la mediocridad espiritual de la masa con relación al individuo es antigua.

     Algunos psicólogos de tendencia mística se han inclinado a creer que la sobrealma colectiva de las muchedumbres no es una fórmula metafórica sino una realidad; otros piensan que ese nombre y esa idea no pasan de ser una etiqueta para expresar los caracteres que presenta una aglomeración humana. Yo supongo que éstos tienen razón.

     Para la mayoría de los autores, las modalidades características de una multitud son la unanimidad, el furor, la versatilidad y la tendencia justiciera. Las causas de ello dependen de la imitación, del contagio, de la sugestión. Yo creo que a esto habría que añadir el sentimiento de poder y la impunidad.

     La imitación, el mimetismo, tiene una fuerza inconsciente enorme. Se ve bailar a unas parejas al son de la música y se siente el deseo de llevar el compás como ellas. Se ve en el circo a un hombre que pasa con su balancín por un alambre o por la cuerda floja y, si se le mira con atención, se hacen movimientos parecidos a los del volatinero. Es difícil no marcar el paso aliado de una banda militar que va tocando una marcha. El contagio del movimiento y del gesto es una consecuencia del instinto de imitación.

     Se oye llorar y se tiende a llorar; se ve reír y se tiende a reír; donde el mérito es insultar, se insulta; donde el mérito es rezar, se reza; donde es vociferar, se vocifera. Individual y colectivamente se verifica el contagio, tanto por las ideas expresadas como por los gestos.

     Un obrero semi-indiferente que penetra por primera vez en el lugar de una reunión revolucionaria puede tener distintas reacciones; o protesta y se muestra disconforme, o procura aislarse, inhibirse de lo que ocurre a su alrededor, o se entrega.

     Si se entrega, se va fundiendo en la masa rápidamente. El tumulto, los clamores, los gestos, lo convierten en un autómata. Une sus aplausos y sus gritos a los de los demás; se transforma sin darse cuenta en un energúmeno, en un frenético, que si se viera a sí mismo, se asombraría.

     La razón de esta identificación del hombre —sobre todo, pobre— con la masa revolucionaria está principalmente en que tiene el sentimiento de que se han cometido injusticias con él o con su clase, y en su corazón hay como agazapada una fiera que se despierta y se lanza a morder.

     El rencor de ese desvalido se transforma en una decoración lejana y romántica, como si estuviera construída por sentimientos generosos. El resentimiento en el alma del revolucionario se convierte en poema.

     En la vida ordinaria, ese fondo de rencor y de envidia tan humano está velado por la prudencia, la sociabilidad, por el cuidado de conservar una buena reputación, y así muchas veces lo que nace con intenciones de mordisco o de arañazo se termina en un chiste o en una sonrisa.

     Al burgués, al conservador, al patriota, le pasa lo mismo. En un momento de una manifestación o de una asamblea de los suyos se identifica con la masa conservadora o patriótica. En el orador que le habla de una manera elocuente, ve el defensor de sus privilegios de clase o de nación; pero no ve esos privilegios de una manera concreta, fría y tangible, sino de un modo simbólico que no le parece egoísta. ¿No le pagan las rentas? Pues eso es señal de que la sociedad se hunde y de que viene el caos, el asesinato y la muerte. La bandera, el canto, el monumento a los héroes del país le dice sotto voce que le pagarán los alquileres.

     Tanto el hombre del proletariado como el conservador, al incorporarse a la masa, sienten la fuerza terrible que les da el número y al mismo tiempo la conciencia de su poder. Navegan en una corriente que neutraliza su timidez natural, corriente hecha a base del anonimato y de la impunidad.

      Entonces sale de su boca una consigna que quiere ser rápida y justiciera: ¡A Berlín!, ¡a las armas!, ¡a fusilar a los presos!.

     La masa pretende ejecutar en seguida sus planes y sus sentencias; unas veces lo consigue; otras, fracasa por una causa cualquiera: porque llueve, porque se dividen los pareceres de los dirigentes o porque le salen al encuentro unos cuantos guardias.


* * *

     Así es la psicología de las masas: un ímpetu primario generalmente orientado hacia soluciones rápidas y unilaterales, más bien vulgares que selectas.

     A veces las masas aceptan ideas generosas y nobles; pero, en general, lo que triunfa en ellas son sentimientos de rencor y de venganza.

     Casi siempre lo exaltado por las masas es falso, aparatoso, lleno de mentira y de teatralidad. El público produce el histrionismo. El hombre que vive para el público es un cómico. Yo he notado que cuando se habla en público se habla como cuando se usa un idioma extranjero que no se conoce bien. Se dicen sin querer frases exageradas, pomposas y falsas. No se puede extraer del interior la verdad psicológica, personal, con matices y con contradicciones. Esa verdad íntima no interesa; es de onda corta para el público.

     En la ecuación que se establece entre hombre y público, el público exige al hombre que éste se acomode a su modelo. Su modelo es el fantoche. De aquí el entusiasmo de la masa por el fantoche político o literario, por el gran histrión. Cuando ese histrión tiene genio verbal, el público se derrite de entusiasmo.

     El espíritu de la masa trastorna el del hombre que pretende dirigirla, y éste, por ponerse a tono, la excita y la azuza.

     Así, una masa formada por personas inteligentes y sensatas puede hacer con facilidad una gran estupidez, o cometer una crueldad, o dar muestra de una enorme cobardía.

     La masa es una charca pantanosa y malsana; pero con ella y con su espíritu tiene que contar la política. Ya en la Convención (Revolución francesa), el Marais(el pantano), lo más bajo de la Asamblea, era lo que decidía en las deliberaciones. La masa, con sus tirones y sus exigencias, es la que da a la política ese aire cómico-lírico-bailable tan del gusto de las porteras y de los barberos.

     El político está a la altura de la masa. Ese personaje turbio, aprovechador de todas las corrientes que lo pueden encumbrar, se convierte con facilidad extraordinaria en un divo, en un cómico que busca la claque.

     Los casos en España y fuera de España son muchos, y no vale la pena señalarlos.

     La tesis de que todo hombre es político no es cierta. Muchos somos anti-políticos por convicción.

     Si se sintiera uno maestro de escuela, diría que política viene de ciudad; yo, por aficiones y por la cédula, no soy ciudadano sino campesino.


* * *

     Considerada España desde un punto de vista colectivo, hay que reconocer que nuestro país no es todavía un país de masas. Únicamente en Barcelona y después en Madrid se podría señalar algo parecido a grandes masas. En el resto de España, no.

     Una masa de andaluces o de castellanos no se comprende muy bien; una masa de vascongados, mucho menos aún. Una sala de posada o de sidrería donde puedan estar veinticinco vascos ya nos parece mucho a nosotros. El summum para un vasco es un orfeón; de ahí no podemos pasar.

     Somos los españoles —por ahora, al menos— poco cepillados para la vida colectiva, mal preparados para colaborar unos con otros.

     El sentimiento social en Europa es evidentemente patrimonio de los países centrales de grandes llanuras. Sobre ese sentimiento, el judío con su espíritu teocrático y sus conocimientos económicos de largos años de usura ha dado al socialismo un aire seudo-científico y al mismo tiempo mesiánico.

     Los europeos de las zonas periféricas no son socialistas. Los del centro —sobre todo, los alemanes— tienen el sentimiento ya innato de la colaboración y de la disciplina para lo bueno como para lo malo.

     A mí ese sentimiento de colaboración me sorprendió y me salió al paso una tarde de domingo que llegué solo a Núremberg. Me mostró una de sus buenas facetas.

     Al bajar del tren me encontré con la enorme estación abarrotada de gente. Había diez o doce mil personas en los andenes que marchaban despacio hacia la salida, apretándose y pisándose sin protesta, con esa característica brutalidad alemana. De pronto, aquella multitud se puso a cantar a coro una canción popular de Haydn. Era como una tempestad de voces armonizada y estudiada, algo imponente que me dejó sobrecogido.

     Quizá la música —el arte social por excelencia— sea uno de los elementos más indispensables  para fundir los individuos aislados en una masa.–





Acerca de las Debilidades de la Izquierda

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    Presentamos aquí en castellano dos artículos firmados por Jaroslaw Ostrogniew que aparecieron en counter-currents.comel 16 y el 18 de Marzo pasado (The Left's Hollow Empire y The Left Is Inferior), que realizan ambos un permanente contrapunto entre la Derecha y la Izquierda políticas, que podrían no corresponder siempre en todas partes a las que así se denominan. A partir de su propia experiencia, el autor va exponiendo una serie de características que él percibe en gente e instituciones de Izquierda, y de ello va sacando sus conclusiones, sus reflexiones y sus consejos.

El Hueco Imperio de la Izquierda
por Jaroslaw Ostrogniew
16 de Marzo de 2016



Forastero en una Tierra Extraña

     Durante los últimos diez años he estado involucrado en la escena de Derecha, sobre todo la nacionalista y tradicionalista, tanto en Internet como en la vida real. Estoy perfectamente consciente de todos los vicios de esta escena (el apuñalamiento por la espalda, el sectarismo, las luchas internas, los alcohólicos, los excéntricos, los renegados) ya que los he experimentado de primera mano. Sin embargo, estoy también absolutamente consciente de todos los vicios de la escena de la Izquierda. Y con los años he llegado a la conclusión de que la Izquierda es moralmente corrupta, débil e inferior a la Derecha.

     Usted ve, durante los últimos diez años también he estado trabajando como traductor (aunque ése nunca ha sido mi único trabajo). Y como me especializo en la asistencia social, he trabajado sobre todo en proyectos internacionales, financiados por la Unión Europea y otras organizaciones transnacionales. Hasta ahora he trabajado con instituciones estatales, ONGs, escuelas, universidades, iglesias, profesionales y voluntarios de todos los países europeos (miembros y no miembros de la Unión Europea), Norteamérica, y algunos países africanos y asiáticos, incluyendo Turquía, Nigeria, Ghana, los Emiratos Árabes Unidos y Kazajstán.

     Como usted puede suponer, he trabajado en un ambiente predominantemente izquierdista. Y puesto que me he convertido en un nacionalista convencido hace aproximadamente quince años, usted puede preguntarse cómo he logrado permanecer en este trabajo. Entré en este trabajo por casualidad y coincidencia, y no había en ese entonces ninguna alternativa satisfactoria (en términos financieros u otros). Y los tres principales factores que hicieron posible para mí seguir trabajando en este ambiente izquierdista son los principales vicios de la Izquierda: narcisismo, incompetencia y avaricia.


La Tríada Oscura de la Izquierda:
Narcisismo, Incompetencia y Avaricia

     De acuerdo a mi experiencia la Izquierda es extremadamente narcisista. Ellos son a menudo la clase de gente que no quiere tener hijos para que ellos puedan tener más tiempo para publicar auto-imágenes en Instagram. Cuando primero comencé a trabajar, pensé que yo iba a discutir con cada uno acerca de todo, debido a las obvias diferencias de cosmovisión. Sin embargo, la mayor parte de los izquierdistas con que me he relacionado, viniendo de todo el mundo, son tan narcisistas que es difícil decir algo durante una conversación con ellos. Ellos divagan en monólogos interminables acerca de ellos mismos, y "Yo", "mí" y "mío" son las palabras más usadas.

     Si yo quería dar mi opinión, en la mayoría de los casos yo tenía que simplemente interrumpirme y cambiar de tema, que a su vez se convertiría en otro monólogo una vez que a la otra parte le tocara el turno de hablar. Para dar un ejemplo: he trabajado con una persona, con la que yo me encontraría al menos cada semana fuera del trabajo (subiendo al mismo autobús, etc.), de modo que hubo muchas ocasiones para breves conversaciones. Y fue después de más de un año que esa persona me preguntó sobre mi vida personal (a saber, mi matrimonio), lo que significa que durante más de 50 conversaciones nunca se me hizo ninguna pregunta relevante, y yo sólo escuchaba monólogos.

     No me gusta la falta de honestidad, pero por otra parte yo no soy muy efusivo, así que cuando comencé el trabajo, decidí que contestaría francamente cualquier pregunta directa en cuanto a mis creencias o algo relacionado. Hasta ahora, durante más de una década, ni una de tales preguntas me ha sido hecha. Y tenga en cuenta que estar involucrado en tales proyectos incluye mucha socialización: cenas o eventos culturales obligatorios durante los cuales el trabajo no es el tema número uno. Y como yo escucho más de lo que hablo, durante innumerables monólogos he aprendido mucho sobre esa gente, comenzando con detalles de sus vidas íntimas o sus vidas de familia, sus ridículas creencias, y bastantes chismes, peleas internas y cuchilladas por la espalda, suficiente como para evitar cualquier socialización no obligatoria con ellos. Francamente, irse a dormir temprano es mucho más divertido que parrandear con izquierdistas internacionales. Nunca he encontrado tales niveles de narcisismo, ni siquiera en mis tiempos de escuela secundaria.

     Nadie me pregunta sobre mis opiniones, pero incluso si ellos lo hicieran, ellos probablemente todavía tendrían un arduo trabajo conmigo. Y la razón es la incompetencia. Usted ve, la mayoría de estos izquierdistas administradores profesionales y participantes de proyectos no son muy profesionales. Ellos tienen un buen conocimiento de idiomas extranjeros, trabajos escritos y habilidades de oficina, etc., pero muchos de ellos simplemente no pueden hacerlo. Ellos tienen que contratar a gente de fuera de sus organizaciones o de su ambiente para hacer el trabajo más complicado (como la conversión de archivos .doc a archivos .pdf). Y si usted se especializa en ciertos campos, por lo general no hay mucha competencia. Para esconder su incompetencia, los izquierdistas a menudo elegirán el modelo de declarar ciertas habilidades y luego pagar a alguien de sus propios bolsillos para que haga el trabajo por ellos, de manera que simplemente puedan firmarlo con su nombre.

     El último componente de la Tríada Oscura de la Izquierda es la avaricia. Definitivamente los izquierdistas realmente son izquierdistas. Ellos creen honestamente en todas esas tonterías. Y por cierto, los proyectos están orientados a la realización de aquellos objetivos. Sin embargo, sólo los voluntarios más jóvenes están comprometidos y son idealistas. Ellos hacen todo el trabajo sucio —como trabajar realmente con la gente— y gratis. Los gerentes y los otros hacen aquello por dinero. Y a muchos de ellos les importan un comino las creencias de alguien con el que ellos trabajen. Si cualquiera de sus compañeros de trabajo fuera expulsado como un "malvado conspiracionista" o algo de aquella clase y fuera públicamente denunciado como un hereje, ellos probablemente lo denunciarían en voz alta, pero todavía le pagarían de manera no oficial para hacer el trabajo que tiene que ser hecho y que ellos no pueden hacer por sí mismos debido a su carencia de capacidades. Conozco a algunas personas con opiniones políticamente incorrectas, de las cuales ellos hablan abiertamente, que hacen un trabajo "fantasma" para organizaciones políticamente correctas, y que son pagados fuera de la lista de pagos.


La Izquierda Está en Todas Partes...

     He sido testigo de la hegemonía de la Izquierda en innumerables instituciones. La creencia en la igualdad y en la necesidad de erradicar las identidades existentes a fin de crear una utopía humanista impregna las ONGs, las escuelas, las academias y las Iglesias. Las instituciones que no se adhieren a esa ideología son excluídas de los sistemas de subvención internacional más importantes (lo que significa que ellos no tienen ningún acceso a dinero real).

     De manera interesante, he trabajado con unas cuantas Iglesias (diversas denominaciones católicas, Ortodoxas y Protestantes), y puedo decirle que cuando se trata de la ideología social, ellos son intensamente igualitaristas. La única diferencia es que ellos creen que esa utopía humanista post-racial será mucho mejor si es rociada con agua bendita o si alguien pone una cruz encima de ella. Aún más interesante, he trabajado con bastantes musulmanes, y muchos de ellos creen lo mismo, salvo que preferirían que un imán recitara versos del Corán sobre esa utopía.

     Desafortunadamente, en esas partes del mundo que llegué a conocer o la gente con que me encontré que venía de ellas, promueven mediante instituciones la cosmovisión izquierdista, lo cual están haciendo muy bien debido al existente sistema internacional de financiación de la subvención apoyado por gobiernos occidentales. Sin embargo, ellos no tienen ningún verdadero apoyo popular. Su apoyo popular está basado en gente que asiste a los eventos que las instituciones organizan gratis (la Unión Europea paga, no los participantes). Sin embargo, la mayor parte de ellos no apoyan financieramente a las organizaciones de ningún modo, y si ellos tuvieran que pagar, el 99% del apoyo popular desaparecería.


...Pero No Todo el Mundo Es Izquierdista

     Nunca he esperado encontrar otra cosa que izquierdistas durante mi trabajo. Pero como siempre sucede, la realidad es mucho más compleja. Por supuesto, la mayoría de la gente con la que he trabajado eran izquierdistas. Pero si usted escucha a la gente, puede aprender bastante, probablemente porque ellos suponen que si usted no expresa sus objeciones, eso significa que usted está de acuerdo con ellos.

     En primer lugar, están aquellos que realmente no tienen ninguna opinión en absoluto. Generalmente, ellos no apoyan ninguna ideología. Ellos de algún modo creen en el paradigma izquierdista, pero por otra parte ellos realmente no lo apoyan, y si el paradigma cambiara, a ellos realmente no les preocuparía. Lo que a ellos más les preocupa son sus cheques y otras ganancias que provienen de los proyectos.

     En segundo lugar, hay gente que está de acuerdo con los valores liberales, pero ellos no están de acuerdo con la forma en que son realizados o protegidos. Ésta es la clase de gente que apoya a la Unión Europea y el matrimonio homosexual y que desprecia a los conservadores, pero ellos se oponen a la inmigración musulmana porque interrumpe la realización de la utopía humanista en Europa. Parece que es mayormente la gente de Europa Occidental la que cae en esta categoría.

     En tercer lugar, está el grupo más interesante: la gente que rechaza al menos parcialmente la ideología izquierdista. La existencia de tal gente en el ambiente izquierdista me sorprendió muchísimo.

     Por ejemplo, un hombre con el que he trabajado, un antiguo profesor de 60 años, que venía de un país de la "vieja Unión Europea", el cual tiene a algunas personas de etnicidad mezclada en su organización y que previamente me había hablado sobre los méritos del "Che"Guevara, repentinamente me dijo que el jazz es para los negros y que los Blancos deberían escuchar su propia música, que son los judíos los que están impulsando la cultura africana entre los Blancos, y que Ezra Pound era un gran poeta y un visionario, con una gran comprensión de la política mundial. El mismo hombre vota por su partido laborista local y cambia su foto de perfil en Facebookpor la bandera del arco iris o pone "Je Suis Charlie". Una mujer de mediana edad de Europa del Este, que promueve activamente el "anti-antisemitismo", etc., me dice que el multiculturalismo es la principal causa del delito en Europa. Un estudiante joven (después de unas copas de vino) me dice que está impaciente por que la Unión Europea se desintegre y que volvamos a Estados-naciones sin inmigrantes no-europeos.

     Lamentablemente hay muchos izquierdistas absolutos e incondicionales involucrados en estos proyectos, y si bien ellos pueden no constituír la mayoría de los trabajadores, son la minoría más ruidosa y son a menudo ellos los que dictan lo que los otros hacen. Ellos son también la gente más incompetente y arrogante implicada, quienes, debido a sus personalidades oscuras y a la falta de oposición a su explotación de otra gente, se han abierto camino hasta la cumbre de sus organizaciones.


El Trabajo de la Izquierda Es Inútil

     Si usted vive en Europa, sobre todo en Europa del Este, debe haber escuchado hablar innumerables veces acerca de los proyectos internacionales financiados por la Unión Europea. Déjeme decirle a partir de mi experiencia de primera mano: ellos son inútiles. El objetivo oficial de los proyectos es, por supuesto, sanar al mundo y hacerlo mejor para usted y para mí, y para la raza humana entera. Pero en realidad dichos proyectos se reducen a trasladar vía aérea a varias docenas de personas desde varios países hacia un lugar, albergarlos en hoteles y darles comida, hablando de los documentos que ellos han producido ya y decidiendo cómo producir sus siguientes documentos. Hay algunas acciones reales que benefician a algunas cantidades pequeñas de personas, pero aquéllas son extremadamente raras.

     Hay muchos casos más de organizaciones que no están haciendo nada productivo, pero producen documentos muy impresionantes. Por ejemplo, los proyectos sociales están determinados a promover ideas o acciones en la comunidad local. En realidad eso no es impresionante en absoluto: la gente que pertenece a una ONG también pertenece a otra ONG, de manera que ellos invitan a sus cinco amigos a escuchar una de sus presentaciones en PowerPoint, y luego ellos cambian de lado, y escuchan las presentaciones de sus amigos en otro proyecto. Entonces, mientras los proyectos están orientados a provocar un estado final, ellos son difícilmente los medios para conseguirlo.

     Sin embargo, los proyectos son muy eficaces para la creación de algo diferente: una clase de gente desarraigada no profesional que está atada por el cordón umbilical de la administración de proyectos al presupuesto de la Unión Europea. Esa gente es totalmente dependiente de la administración de la Unión Europea y hará cualquier cosa para apoyarla. Esos "equipos profesionales de proyectos de la Unión Europea" son un grupo raro: a menudo, ellos son no-vidas que vegetan en cuartos alquilados en sus patrias pero que pasan sus vidas viajando entre una reunión de proyectos a otra. Es como un jet set empobrecido: gente que viaja en aviones, que duerme en buenos hoteles y come dos veces al día durante las reuniones de proyectos, pero que no puede permitirse arrendar un departamento entero en casa. La administración de esos proyectos a menudo no paga mucho en dinero real, pero cuando usted considera los gastos de viajes y alojamiento, ellos son muy costosos, y proporcionan a gente que es difícilmente rica un estilo de vida lujoso.

     Esa clase de "gente de los proyectos" es muy cosmopolita y alienada de su sociedad original; por ejemplo, una búlgara que vive en España cuyo marido es un estonio que vive en Portugal, o un judío ucraniano que vive en los Países Bajos casado con una nigeriana de los Emiratos Árabes Unidos que reside en el Reino Unido. Éstos son los ciudadanos ideales de la Unión Europea: desarraigados, sin identidad real, con habilidades inútiles en cualquier otro campo, totalmente dependientes de la preservación del statu quo europeo. Sobre todo en países de Europa del Este, sin oportunidades profesionales para gente con grados universitarios en ciencias sociales y humanidades, así es básicamente cómo la burocracia de la Unión Europea corrompe a la juventud.

     Y es esa clase de gente la que hace la mayor parte del trabajo de la Izquierda. Ellos son no-profesionales inútiles; sin embargo, están perfectamente conscientes de que no hay ningún futuro para ellos fuera de la red de ONGs financiada por la Unión Europea. Así, ellos defenderán a la Unión Europea hasta su último aliento. Pero seamos honestos: ésa no será una defensa muy feroz.–




La Izquierda Es Inferior
por Jaroslaw Ostrogniew
18 de Marzo de 2016



La Izquierda Es Intelectualmente Inferior

     Mientras leo literatura o blogs derechistas (sobre todo de la Derecha Alternativa) veo una generalizada convicción de que la Izquierda es intelectualmente superior a la Derecha. Pienso que esa convicción proviene del hecho de que la mayoría de los intelectuales modernos son izquierdistas, y de que la academia y los medios de comunicación liberales deforman la historia intelectual de Occidente y pretenden que siempre ha sido de esa forma. Eso no es verdadero, y gracias al trabajo de diversos autores de la Derecha Alternativa (Alt-Right) lo sabemos.

     Pero el hecho de que la mayoría de los intelectuales sean ahora izquierdistas no significa que la mayoría de los izquierdistas sean intelectuales. Los izquierdistas con los que he trabajado son probablemente la flor y nata que recibe la mayor parte de la financiación, y ocupan importantes posiciones en ONGs, en la academia y otras instituciones públicas.

     Simplemente comencemos con el hecho de que la mayor parte de lo que la Izquierda cree —el igualitarismo, la tabula rasa, el reduccionismo cultural, el constructivismo radical, etc.— ha sido demostrado por científicos y pensadores como falso. Para decirlo de manera más precisa: la mayoría de las creencias de la Izquierda son pura basura.

     Pero los izquierdistas a menudo ni siquiera conocen sus estupideces muy bien. Ellos conocen unas cuantas citas —sobre todo citas incorrectas de autores izquierdistas que ellos han escuchado de sus mentores— pero a menudo no leen los libros reales. Y aquellos pocos que leen, a menudo tienen problemas entendiéndolos o poniéndolos en contexto. Excepto por unos pocos profesores izquierdistas con que me he encontrado, por lo general era yo el que tenía un mejor conocimiento de la literatura izquierdista.

     Además, los izquierdistas son los equivalentes modernos de los Puritanos. Ellos son simplemente igual de fanáticos. Ellos consideran que las otras opiniones son herejías, y ven a la así llamada "extrema Derecha" como el mal encarnado y como la voz del diablo. Por lo tanto, ellos rechazan escuchar lo que los nacionalistas están diciendo. Ellos a menudo apagan el televisor o literalmente cubren sus oídos cuando los nacionalistas aparecen en los medios de comunicación. Ellos también rechazan leer cualquier cosa escrita por sus opositores, ya que las palabras de Satán pueden corromper su alma, y al hablar con herejes usted deja que las palabras de Satán se difundan y envenenen el mundo. Así, los izquierdistas (salvo raras excepciones) no tienen ninguna pista sobre ninguna literatura no-izquierdista, y tienen una opinión muy pervertida de lo que creemos. Y ellos se enorgullecen de ser reacios a cambiar eso.

     La Derecha está mucho más interesada en la Izquierda y la conoce mucho mejor que esta última a aquélla. Los derechistas cultos que conozco tienen al menos un conocimiento básico de la literatura izquierdista, y algunos son muy conocedores de las ideas izquierdistas, que ellos conscientemente rechazan. Incluso los izquierdistas más cultos que he conocido (incluyendo a aquellos que afirman estar interesados en la historia de las ideas) conocen sólo memes básicos sobre la Derecha perpetuados por las publicaciones anti-racistas / anti-Blancos.


La Izquierda Es Moralmente Inferior

     Otro mito que existe en la Derecha es que muchos izquierdistas son idealistas que dedican sus vidas al logro de los objetivos izquierdistas. Es verdad que algunos izquierdistas son idealistas y que algunos de ellos dedican su tiempo a materializar los objetivos de la Izquierda. Pero en su mayor parte, los activistas izquierdistas son o pagados por lo que ellos hacen —por diversas agencias gubernamentales e instituciones locales, nacionales e internacionales— o ellos realmente no dedican la mayor parte de su tiempo al activismo. La mayor parte del activismo de la Izquierda se limita a Internet, especialmente los medios sociales, y todos los acontecimientos políticos de la vida real son realmente acontecimientos sociales con un barniz político agregado. (Todo esto, desafortunadamente, es también verdadero en el caso de la Derecha, pero ése es un tema totalmente diferente).

     Los dos ejemplos del mítico feroz activismo izquierdista son el bloque negro (black bloc) y los anti-fascistas (antifa). El bloque negroparece ser una violenta y efectiva fuerza callejera, pero en realidad se trata de un chiste infiltrado por agentes secretos de la policía. Algunas de sus acciones pueden parecer espectaculares, pero ese rompimiento de ventanas no provoca ningún cambio político serio. Los antifas son los pitbulls de la corrección política, y tal como el bloque negro, ellos sólo pueden existir porque son tolerados por la policía o incluso usados por ciertas fuerzas dentro del sistema para realizar sus propios objetivos. Especialmente en Europa del Este ellos no han logrado conseguir nada, y todas sus supuestas victorias han sido el resultado de la intervención de agentes externos, como diversas agencias del gobierno o del crimen organizado.

     Cuando usted observa el activismo no-violento, la Izquierda es incluso más patética. Mujeres envejecidas solteras se reúnen en una cafetería con algunos Beta orbiters [machos no-Alfaque frecuentan especialmente a sus amigas, no agresivos ni gallos rivales], donde ellas se quejan de sus empleos, se toman algunas fotografías para publicarlas en Facebook, proclaman que ellas han organizado otro "seminario", y luego salen fuera para fumar un porro.

     Sin embargo, cuando hay dinero involucrado, entonces se revela la verdadera cara de la moralidad de la Izquierda. Los izquierdistas con los que he trabajado no tenían escrúpulos para gastar o simplemente apropiarse del dinero que les ha sido confiado por varias agencias, por ejemplo, gastando en unas vacaciones el dinero asignado a un proyecto, o incluso algo tan pequeño como recolectar de amigos pasajes usados de autobús para ser reembolsado por ellos como gastos de viaje. Ellos creen de sí mismos que son la mejor gente en el mundo y que merecen conseguir dinero de las estúpidas masas de contribuyentes inferiores. Ahora, usted podría preguntarse cómo sé esto. Simple: los izquierdistas aman hablar de sí mismos, y ellos se enorgullecen de tal creatividad.

     ¿Pero por qué nada les sucede?. ¿Acaso tal fraude no sería suficiente para dar a la Izquierda un golpe mortal? Lamentablemente no.

     En primer lugar, hay poca o ninguna supervisión. Se supone que las subvenciones son concedidas por expertos imparciales en base a anónimas revisiones por parte de pares, pero el proceso entero es corrupto. Enormes sumas son distribuídas por no-expertos no-anónimos y tendenciosos. Éstos son por lo general izquierdistas que deciden que a otros izquierdistas se les debe dar dinero. Después los partidos cambian papeles, y los receptores de subvenciones distribuyen dinero a la gente que recién se había sentado a juzgarlos. Y exactamente la misma gente supervisa la realización de los proyectos de cada uno. Aquello sólo se trata de un circuito cerrado de gasto de dinero izquierdista.

     Y aun cuando los fraudes son descubiertos —como en el caso de un activista que gastó el dinero de un proyecto en la compra de un automóvil— nada se hace público, no sea que los contribuyentes amenacen con cortar los fondos. Las agencias que distribuyen fondos públicos tienen más que perder al ser honestas que al ser saqueadas, de manera que ellos encubren todo.

     Otra prueba de la inferioridad moral de la Izquierda es su tendencia a abusar y explotar a activistas jóvenes. Ellos atraen a jóvenes idealistas, especialmente estudiantes, y luego los usan para que les hagan todo su trabajo sucio. No veo nada incorrecto con exigir mucho de los activistas si usted cree que está trabajando en favor de una gran causa. Pero si el líder mayor consigue el dinero y no hace nada mientras los voluntarios hacen todo el trabajo sucio (y vano), entonces hay algo malo. A menudo, ellos usan a los activistas para que hagan trabajos personales, como cumplir mandados o incluso redecorar sus casas. Un buen caso de estudio es una activista local que pide voluntarios de su organización para ir con ella durante vacaciones —ella no paga por ellos, por cierto— para que ellos puedan cuidar a sus niños mientras ella se emborracha.

     Sé que hablar de cuestiones personales de otra gente parece algo impropio, pero por otra parte nos permite saber exactamente con quién estamos tratando. Entre los izquierdistas que conozco, hay muy pocas personas que tengan matrimonios o familias felices. La mayoría de ellos son muy hedonistas y narcisistas, de manera que ellos son solteros, divorciados, y por lo general no tienen hijos. Ellos son muy a menudo gente de un bajo carácter moral, que no tiene escrúpulos en usar cada pequeña ocasión para lograr alguna ganancia o placer personal: desfalco de fondos, emborracharse en vez de trabajar, o trampear a sus cónyuges o compañeros. Otro caso de estudio: una mujer casada de mediana edad, con hijos jóvenes, que usó varios proyectos como un pretexto para acostarse con sus compañeros de trabajo más jóvenes, lo cual resultó en un amargo divorcio.

     Además, los partidarios de la Izquierda realmente no están dispuestos a sacrificar nada. En la mayor parte de los casos ellos sólo afirman apoyar al movimiento, pero cuando se trata del apoyo financiero o de realmente hacer algo, la mayoría de ellos desaparece repentinamente. En los casos que conozco, los izquierdistas o no tienen fondos o el dinero proviene de diversas agencias gubernamentales u organizaciones y corporaciones internacionales. Los únicos idealistas son los voluntarios jóvenes, aunque en muchos casos ellos son simplemente tipos completamente normales que quieren "hacer algo", pero que realmente no tienen ninguna pista sobre política. Pero ellos pronto se desilusionan. O llegan ellos mismos a ser activistas profesionales inmorales y avariciosos.


La Izquierda No Está Unida

     Es un mito común en la Derecha la idea de que mientras los derechistas están divididos, los izquierdistas han definido objetivos claramente y luchan juntos para conseguirlos. Si bien estoy de acuerdo con que la Izquierda tiene más objetivos comunes (privilegios para minorías sexuales, religiosas y étnicas, la destrucción de países y naciones étnicamente homogéneos, etc.), no estoy de acuerdo con que la Izquierda esté unida en la realización de esos objetivos. Cuando se trata del asunto de la jerarquía de esos objetivos, los medios, o el liderazgo, para conseguirlos, ellos están tan divididos como la Derecha, o incluso más.

     En primer lugar, la Izquierda está dividida acerca de cuál de esos objetivos es más importante. Un buen caso de estudio es la ola reciente de violencia musulmana contra las mujeres en Europa. La pregunta es: ¿qué es más importante para la Izquierda: los derechos de las mujeres o los derechos de las minorías étnicas y religiosas? La estrategia más popular hasta ahora ha sido criticar la misoginia musulmana en países predominantemente musulmanes, y criticar la "islamofobia" en países no-musulmanes. Sin embargo, ahora que la guerra musulmana contra las mujeres ha venido a Europa, este asunto se ha hecho mucho más complicado.

     Sí, muchas feministas se han unido a esta verdadera guerra contra las mujeres, puesto que ellas odian a los europeos en un grado mayor al que aman al "segundo sexo". Pero hay muchos izquierdistas que discrepan con esa estrategia. Ellos creen que los musulmanes no son ninguna excepción, y que ellos deberían ser obligados a vivir de acuerdo a las normas culturales izquierdistas. La lista de tales problemas no para. ¿Qué vino primero: los derechos de los trabajadores o los derechos de homosexuales y bisexuales (LGBTQ)?. ¿En qué debería enfocarse la Izquierda: en la economía o en la cultura?. ¿Debería la Izquierda criticar la cultura popular o usarla para difundir su agenda?.

     En segundo lugar, la Izquierda está dividida en cuanto a la cuestión de los medios para conseguir sus objetivos. Los asuntos del infiltracionismo (entryism), la violencia política, el activismo en Internet y en la vida real, la consecución de fondos o la cooperación con el gobierno, son todos controversiales. Nuevamente: no hay respuestas simples a estas preguntas entre la Izquierda. En vez de eso, ellos funcionan en un caos total, hacen lo que parece posible en el momento, y a menudo cambian sus estrategias. Así, sus medios a menudo entran en conflicto, llevando a las organizaciones izquierdistas a oponerse y a anular las acciones de los otros.

     En tercer lugar, está el problema del liderazgo. La Izquierda está compuesta por individuos extremadamente narcisistas, cada uno de los cuales cree que él podría convertirse en el líder glorioso de un mundo globalizado. De esta manera, cada organización se esfuerza por dominar el movimiento, y cada miembro se esfuerza por dominar su organización. El efecto es una infinitud de pequeñas organizaciones en un estado de constante guerra fría de unos contra otros. Es muy difícil para los izquierdistas formar una coalición, y la mayor parte de su cooperación finaliza después de un breve tiempo debido a las diferencias ya mencionadas. Lo único que mantiene las colaboraciones a largo plazo es la corriente estable de los fondos externos. Además de que el dinero puede ser una fuente de conflictos y altercados acerca de la división de los fondos gubernamentales, le ha puesto un final a muchas iniciativas izquierdistas.

     La Izquierda está lejos de una estrategia de "Que florezcan mil flores"[frase de Mao con la que en 1956-1957 alentó la crítica y el debate acerca de los problemas políticos para que sus enemigos se mostrasen y luego liquidarlos]. Esto es más de una estrategia de "Que mil puñales se claven en la espalda de un compañero". ¿Usted piensa que la Derecha está enferma con la lucha sectaria interna? Sólo háblele a un izquierdista borracho que supone que usted está de su lado, o revise las polémicas en las secciones de comentarios, o los perfiles en los medios sociales de algunas irritadas publicaciones izquierdistas. Ellos realmente se odian unos a otros. Aunque no creo que la Derecha hasta ahora haya sido capaz de usar esa lucha interna para su ventaja.


La Izquierda Es Débil

     Todas estas experiencias y reflexiones me llevan a una conclusión: la Izquierda es débil. Es un zombie sin vida que es mantenido funcionando sólo mediante transfusiones de dinero del sistema al que afirma oponerse. La impotencia de la Izquierda es especialmene visible cuando es contrastada con el vigor de la Derecha Alternativa. No hay una sola secta entre la Izquierda contemporánea que sea de igual manera intelectualmente interesante.

     Durante mis años en la Derecha he conocido algunos excéntricos y gente horrible que trato de evitar a toda costa. Pero por otra parte, la mejor gente con la que me he encontrado —y que resultaron ser mis mejores amigos— es en su mayoría de la Derecha nacionalista. No hay un solo izquierdista con el que yo haya trabajado con el que quisiera pasar alguna cantidad de mi tiempo libre o que yo sepa que estaría dispuesto a ayudarme o apoyarme de cualquier modo.

     Estoy seguro de que si la Izquierda fuera el objeto de la clase de campañas de odio dirigidas a nosotros, la mayor parte de ellos perderían su aplomo y simplemente se marcharían. La Derecha nacionalista es mucho más dura debido a años de persecución más o menos explícita.

     En mi opinión, si nosotros conseguimos el poder —o, mejor dicho, cuando consigamos el poder— la Izquierda Blanca no será un oponente importante. Seguramente ellos comenzarán a entrar en un pánico moral. Ellos tratarán de "hacer algo". Pero ellos no serán nada más que perros ladrándole a un batallón que marcha. Temo mucho más del Estado y sus agencias policiales, del crimen organizado, y de grupos de minorías étnicas, todos los cuales no vacilarán en torturarnos y matarnos para aferrarse a su poder.

     Sin embargo, la Izquierda es un opositor con el cual tendremos que tratar. Tenemos que usar sus debilidades contra ellos mismos, sobre todo su avaricia y oportunismo. Una vez que los fondos gubernamentales e internacionales le sean cortados a la Izquierda, muchas personas simplemente dejarán de asociarse con ellos. Muchas de esas personas pueden ser "sobornadas" para conseguir su obediencia. Si a la gente joven se le ofrecen verdaderos empleos con sueldos reales por hacer un trabajo social real, ellos no se ofrecerán para el activismo izquierdista. En el caso de izquierdistas recalcitrantes, muchos pueden ser desacreditados, despedidos, e incluso encarcelados al denunciarse su corrupción y sus abusos personales. Los pocos fanáticos que permanecerían en libertad pueden ser silenciados, marginados e ignorados, tal como nosotros los derechistas lo somos bajo el actual régimen.


La Izquierda Es Malvada

     Los izquierdistas realmente nos odian. Y por "nosotros" quiero decir no sólo los Nacionalistas Blancos sino toda la gente de ascendencia europea que no está avergonzada de su pasado. Por ejemplo, hablé con una de las jóvenes izquierdistas con las que yo solía trabajar, justo después de que algunos nacionalistas lograron bloquear un evento izquierdista. Ella estaba obviamente disgustada y largó un discurso anti-nacionalista. Cuando ingenuamente le pregunté: "¿Qué exactamente defienden esos derechistas?", su respuesta fue: "Bueno, por supuesto ellos quieren exterminar a todas las minorías y a sus partidarios. Como Hitler". Cuando le pregunté si ella abogaba por matar a los nacionalistas en campos de concentración como en la URSS o Corea del Norte, la respuesta fue que aunque ésos fueran Estados fascistas y nacionalistas (¡sic!), algunas de sus políticas podrían ser usadas para llevar adelante una buena causa. Tenga en cuenta que ésta no era una comunista incondicional o una luchadora antifa sino una liberal de la Nueva Izquierda y una activista social universitaria.

     Otras interesantes confesiones políticas izquierdistas incluyen: los hijos de los conservadores deberían serles quitados a éstos para su adopción por parejas homosexuales; se debería introducir un impuesto a la herencia del 100% y usar el dinero para apoyar a organizaciones izquierdistas; nuestras patrias ya no deberían existir más como Estados; se deberían prohibir y quemar todos los libros de tendencia derechista, etc.

     Repito: la Izquierda realmente nos odia. Ellos nos consideran bichos que tienen que ser exterminados por cualquier medio necesario. Y ellos nos matarían a todos nosotros, si sólo tuvieran el poder para hacer eso. Pero ellos no lo tienen. Ellos son inferiores, intelectual y moralmente, y en gran parte ineficaces. No estoy diciendo que deberíamos ignorar a la Izquierda. Ellos son nuestro verdadero enemigo, y eso no cambiará. Pero ellos pueden ser derrotados. Ellos pueden ser despotenciados, marginados y silenciados. Todo su trabajo puede ser deshecho. Sólo tenemos que decidir cuándo y cómo golpear. Y no debemos vacilar en golpear con toda la fuerza necesaria una vez que el tiempo sea el apropiado.–






Harrell Rhome - De Lucifer y el Tiempo Final

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     El doctor Harrell C. Rhome (1946) fue un teólogo, filósofo y escritor estadounidense que vivió en Texas. Los dos siguientes textos suyos que hemos traducido son, el primero (A Lucid Look at Lucifer), un intento de despejar el verdadero significado de la palabra "Lucifer", que sin nada que lo justifique ha venido a ser asociada histórica y falazmente con un supuesto espíritu del mal absoluto; y el segundo (Indo-Aryan End-Times Beliefs), un recorrido por ciertos conceptos de origen indo-ario ya bastante conocidos, relativos a los "tiempos del fin". Estos dos breves trabajos del profesor Rhome aparecieron en la edición especial Nº 10 (2010) de la revista australiana New Dawn, y en The Barnes Review vol. 15 Nº 1 (Ene-Feb. 2009).


Una Mirada Lúcida a Lucifer
por Harrell Rhome, 2010




LUCIFER EN LA BIBLIA

     Tenemos que desconstruír literaria, filosófica y teológicamente ciertos conceptos antes de que podamos realmente entenderlos. Éste es un proceso donde miramos debajo y más allá del folklore comúnmente aceptado. Algunos lectores pueden pensar que Lucifer es un personaje bíblico claramente especificado, y que es la misma figura que Satán. Lucifer es el Ángel Caído de la Biblia, en el Libro del Génesis, ¿cierto? Por supuesto, la respuesta es No en todas las narraciones. Sorprendentemente, la palabra Lucifer aparece sólo una vez en la Biblia, en Isaías14:12, que traduce la palabra hebrea helel que significa "brillante".

     En la traducción griega del AT, la Biblia Septuaginta, dicha palabra es traducida como heosphoros (Ηωσφόρος, heos = relativo a la mañana, y phoros = que lleva o es llevado) o "portador de luz". Esta palabra viene de Hesperus, una diosa griega del Alba. Cuando los romanos se hicieron cargo de las escrituras cristianas en el siglo IV, Jerónimo tradujo helel y heosphoros como "Lucifer" en su Bibliala Vulgata latina. Ya sea en hebreo antiguo, griego o latín, dicha palabra era el nombre común para Venus, el planeta más brillante, la Estrella de la Mañana, el Portador de la Luz. De esta manera, en el verdadero sentido de Isaías 14:12, Lucifer simplemente describe la imagen vanagloriosa que procuraba cultivar el arrogante rey de Babilonia.

     Algunas traducciones Protestantes de John Wycliffe y otros, siguieron la Vulgata. Pero el repetado exégeta bíblico Protestante Matthew Henry (Comentario de Matthew Henry, 1721) no dicenada sobre Lucifer como equivalente de Satán, enfocándose en el verdadero sentido del texto, que tiene que ver con la nación de Babilonia y sus gobernantes que oprimían a los hebreos del Antiguo Testamento. Demás está decir que una búsqueda simple en Internetentregará montañas de material en contrario, apoyando la opinión "tradicional" de que Lucifer es el ángel caído, el Diablo, el mismo que el Satán citado en Lucas10:18.

     Pero en verdad, aquel mismo término, Estrella de la Mañana, también es aplicado a Cristo mismo en II Pedro1:19, Apocalipsis 22:16, y en el antiguo himno latino de Pascua, el Exultet. En una interesante coincidencia, un temprano teólogo y obispo cristiano del siglo IV era llamado Lucifer, de manera que obviamente no era un nombre negativo en ese entonces. Más aún, estoy bastante seguro de que Jerónimo tiene que haber sabido de él ya que ellos eran contemporáneos en la Iglesia temprana.

     En ciertos aspectos, la personificación de Lucifer como Satán es crucial para ciertas versiones del cristianismo. Además de que si la supuesta Caída de Lucifer no explica el origen de Satán, el Antiguo Testamento no tiene nada más que decir sobre el asunto. Sin tener en cuenta esto, sólo algunas versiones de la Biblia siguen la traducción de Jerónimo. Los primeros Protestantes discreparon. La versión inglesa del Rey James usó la palabra Lucifer, pero la traducción alemana de Martín Lutero no lo hizo. Cuando Lutero estaba en el seminario, él estudió la Vulgata, de modo que él a propósito discordó de Jerónimo no usando el término Lucifer. He aquí algunas versiones, comenzando con la King James Version (KJV):

—"¡Cómo has caído del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Has sido cortado a tierra, tú que debilitabas las naciones", Isaías14:12, KJV.

—"Quomodo cecidisti de caelo Lucifer, qui mane oriebaris corruisti in terram qui vulnerabas gentes", Vulgata latina de Jerónimo.

—"¡Oh Lucifer, que ascendías por la mañana!, ¡cómo has caído a tierra tú, que herías las naciones!", traducción inglesa de Douay-Rheims de la Vulgata.

—"Du schöner Morgenstern" (Tú, hermosa estrella de la mañana), Biblia de Lutero.

—"¡Cómo has caído del cielo, oh, estrella de la mañana, hijo del alba!", English Standard Version.

"Oh, estrella brillante, hijo de la mañana, ¡cómo has caído de los cielos!", Literal Translation of the Holy Bible.

—"¡Oh, cómo has caído del cielo, tú, el resplandeciente, hijo del alba!", New World Translation.

—"¡Cómo has caído desde los cielos, oh brillante, hijo de la aurora!", Young's Literal Translation.

"¡Cómo has caído del cielo, lucero, que nace al alba!", versión castellana de Jünemann de la Septuaginta.

     Lucifer o la Aurora o Venus es también una figura en la antigua mitología cananea, no teniendo nada que ver con Satán o seres malignos.

     "La morada de los dioses y la cabalgata en las nubes son ambas conocidas por nosotros por los textos de Ras Shamra en Ugarit en el Norte de Siria, del mismo modo que sabemos que la Aurora es una deidad, de quien esta figura es descrita como un hijo. El Altísimo es Elyon, el título tan a menudo usado para referirse a Dios. Todos estos elementos tienen paralelos en el Antiguo Testamento, sugiriendo cuán ampliamente la religión y la mitología cananeas han influído en el pensamiento del Antiguo Testamento" (The Interpreters One-Volume Commentary on the Bible, 1971).

     Antiguas y nuevas fuentes de referencia nos dicen más:

     "Lucifer. Isaías 14:12. Esta palabra, que significa el portador de la luz, aparece sólo una vez en la Biblia, y luego se aplica al rey de Babilonia para indicar su gloria como una estrella de la mañana o, figuradamente, un hijo de la mañana. Tertuliano y algunos otros suponen que el pasaje está relacionado con la caída de Satán, y de ahí que el término sea usualmente aplicado de esa manera, aunque, como parece, sin una referencia autorizativa específica" (The Union Bible Dictionary, 1842).

     "Su aplicación [de dicho término], desde Jerónimo en adelante, a Satán en su caída del cielo, se inicia probablemente a partir del hecho de que el Imperio babilónico está en la Escritura representado como el tipo del poder tiránico y auto-idólatra, y sobre todo relacionado con el Imperio del Maligno en el Apocalipsis"(Smith's Bible Dictionary, 1884).

     «A pesar de esta interpretación, el nombre propio "Lucifer" no está en el texto hebreo original. En hebreo, "Lucifer, el hijo de la mañana" es helel ben-shachar. Eso podría ser traducido como "el brillante, hijo de la aurora". No es un nombre propio sino un epíteto para el rey de Babilonia» (Bryan Knowles, Who Is Lucifer?, 2009)

http://www.godward.org/hebrew%20roots/Feature%20Articles/who_is%20lucifer.htm

     De aquí que el uso que hace Jerónimo de Lucifer como un nombre propio escrito con mayúscula no es correcto. La Iglesia romana fraguó el mito de Lucifer como Satán después de que ellos se apoderaron del cristianismo emergente a principios del siglo IV, como lo evidencian las referencias tanto de Tertuliano como de Jerónimo. Si Lucifer es tan importante, ¿por qué no se dice nunca nada más de él? Portador de la Luz, Estrella de la Mañana, no hay nada negativo en ello. Lucifer no sólo no significa algo negativo sino que, de hecho, realmente no parece significar nada en absoluto, bíblicamente hablando. De las más de 800.000 palabras que hay en la Biblia y en los libros apócrifos, Lucifer aparece sólo una vez, y en una referencia ambigua. Independientemente de lo que dicha palabra pueda significar para ciertas sectas cristianas, grupos teosóficos y metafísicos, o sociedades secretas, como usted puede ver claramente, ¡no proviene de la Biblia!.


LOS ORÍGENES PAGANOS DE SATÁN

     Satán(hebreo ha-Satán; en árabe, Shaitan) se traduce como "adversario" o "acusador". En las tres religiones semíticas, Satán se refiere a quien se opone al dios bueno, el así llamado Diablo. Esto es, por supuesto, un trasplante directo del Zoroastrismo persa en la antigua religión hebrea, y luego en el Talmud, la Kábala, el Nuevo Testamento y finalmente en el Corán. El Zoroastrismo plantea dos dioses, uno responsable del bien y el otro responsable del mal. Las tradiciones políglotas acerca de Dios encontradas en el Génesis reflejan esta influencia pagana persa. Para algunos, la imagen y el personaje de Satán son completamente fascinantes, en efecto, quizá incluso nobles. Como los lectores de la literatura inglesa saben, John Milton abordó este tema en su famoso magnum opus poético de 1667, El Paraíso Perdido. Considere la hipótesis siguiente, basada en las múltiples deidades semíticas retratadas en el Génesis:

     "El" en egipcio es también el Niño, quien en la temprana época sabea era Sut, el tipo planetario, Saturno. Más tarde "El" fue transformado en Satán, a quien Job presenta como uno de los hijos de Yahvé. Satánera considerado un hijo y un ángel de Diospor todas las naciones semíticas. El docto kabalista Eliphas Levi habla así de Satán: "Es el ángel que es lo bastante orgulloso como para creerse dios; lo bastante orgulloso para comprar su independencia al precio del sufrimiento eterno y la tortura; lo bastante hermoso para hacerse adorar en toda su luz divina; lo bastante fuerte para reinar en la oscuridad entre agonías, y para haberse construído un trono sobre su fuego inextinguible". Él posteriormente dice que el verdadero nombre de Satán es el de Yahvé invertido, ya que Satán no es un dios negro sino la negación de la Deidad.

     "El Diablo de los antiguos cristianos, con cuernos, pezuñas y cola, fue introducido desde Babilonia por medio del Talmud judío. La religión cristiana transforma a Satán en un enemigo de Dios, mientras que en realidad con Satán se quiere significar el espíritu divino más alto o la Sabiduría Oculta sobre la Tierra" (E. Valentia Straiton, Celestial Ship of the North).

     Levi también dice que Lucifer es el Espíritu Santo:

     "No hay nada más absurdo y más impío que atribuír el nombre de Lucifer al diablo, es decir, al Mal personificado. El Lucifer intelectual es el espíritu de la inteligencia y el amor; es el Paracleto, es el Espíritu Santo; mientras que el Lucifer físico es el gran agente del magnetismo universal. Personificar el mal y exaltarlo en una inteligencia que es el rival de Dios, en un ser que puede entender pero no amar, es una ficción monstruosa. Creer que Dios permite que esa malvada inteligencia engañe y destruya a sus débiles criaturas es hacer de Dios alguien más malvado que el diablo. Al privar al diablo de la posibilidad de amor y arrepentimiento, Dios lo obliga a hacer el mal. Además, un espíritu de error y falsedad sólo puede ser una locura que piensa, y tampoco merece en verdad el nombre de espíritu. El diablo es la antítesis de Dios, y si definimos a Dios como el que es, debemos definir a su opuesto como él que no es" (Eliphas Levi, Los Misterios de la Magia).

     «Los Yahvistas y los Elohistas reflejaron una etapa muy temprana de la religión israelita. Esto es cuando aquélla era todavía esencialmente una religión de la Naturaleza / fertilidad muy parecida a las otras religiones paganas del mismo tiempo y región. Ella contenía cosas como ángeles (en el texto llamados Elohim), animales parlantes, sueños, y la idea de una deidad antropomórfica. De esa deidad salía el bien y el mal como de cualquier otra deidad antropomórfica. No había ningún Satán para que provocara las catástrofes. Era Dios. Era Dios también cuando él se disgustaba con alguien y simplemente lo "removía" tomando su vida. Entonces era necesario propiciar y adorar a esa deidad a fin de no enfadarla de ninguna manera. Fue más tarde, después del "cautiverio" babilónico, que ese dios se hizo paciente, justo y misericordioso, tal como (el dios bueno Zoroastriano llamado) Ahura Mazda»(Alexander S. Holub, The Gospel Truth, the Heresy of History, 2004).

     Así entonces, cuando nosotros desconstruímos las palabras, los símbolos y las imágenes, resulta que Satán-Diablo-Lucifer, la fuente de todo mal, es originalmente un concepto ni hebreo, ni cristiano ni musulmán, sino que surge directamente de raíces paganas persas mucho más antiguas. Naturalmente, todo este revisionismo bíblico no es popular entre los sacerdotes y los predicadores. Si ellos no pueden asustarlo a usted con Lucifer, el Diablo y las visiones de una quemazón con Satán en el Infierno, podría haber menos donaciones. ¡No podemos tener eso!.


LUCIFER EN LA TEOSOFÍA Y EN LAS SOCIEDADES SECRETAS

     Ahora que entendemos más acerca de los verdaderos orígenes de la palabra según fue mal empleada en la Biblia Vulgata, vemos que diversos grupos metafísicos, órdenes Illuminati y sociedades secretas esencialmente crearon su propia deidad centrada en la imagen de Lucifer como el Portador de la Luz. La señora Blavatsky, al igual que Eliphas Levi, dijo que el Espíritu Santo y Lucifer son la misma entidad:

     «Lucifer representa la Vida, el Pensamiento, el Progreso, la Civilización, la Libertad y la Independencia; Lucifer es el Logos, la Serpiente, el Salvador...

     «Es Satán el que es el dios de nuestro planeta y el único dios... la Virgen Celestial que así se convierte en la madre de dioses y demonios al mismo tiempo, ya que ella es la benéfica deidad siempre amante, pero en la Antigüedad, y en realidad, Lucifer o Luciferius es su nombre. Lucifer es la Luz divina y terrestre, el "Espíritu Santo" y "Satán" al mismo tiempo» (Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta, 1888).

     Moviéndonos más allá de esto, los rituales mágicos de algunas sociedades secretas Illuminati parecen siniestros y malos. No se requieren muchos comentarios; las citas hablan claramente. Para aquellos que quieran explorar más allá de esto, todas las fuentes citadas, y muchas más, no son difíciles de encontrar. Tampoco hemos tratado con la infinidad de sistemas de creencias modernos llamados el Satanismo, otro tema complejo y diverso. Pero ahora mismo, sólo lea y vea lo que las órdenes iniciáticas secretas y sus altos adeptos tienen que decir acerca de su dios / semidiós / dios-demonio / espíritu santo:

     "Primer Conjuro Dirigido al Emperador Lucifer: Emperador Lucifer, Maestro y Príncipe de los Espíritus Rebeldes, te ordeno que dejes tu morada, en cualquier rincón del mundo en que pueda estar situada, y que vengas aquí para comunicarte conmigo. Te ordeno y te conjuro en nombre del poderoso dios vivo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que aparezcas" (Arthur E. Waite, El Libro de la Magia Negra, 1913).

     "Mediante esto prometo al Gran Espíritu Lucífugo, Príncipe de los Demonios, que cada año le traeré un alma humana para que haga con ella lo que le plazca, y a cambio Lucífugo promete otorgarme los tesoros de la tierra y cumplir cada deseo mío mientras dure mi vida natural. Si dejo de traerle cada año el ofrecimiento especificado, entonces mi propia alma le será entregada. Firmado... El invocante firma el pacto con su propia sangre"(Manly P. Hall, masón de grado 33, La Enseñanza Secreta de Todas las Épocas, 1978).

     "Cuando el masón aprende que la Llave para el guerrero en riesgo es la aplicación apropiada del motor del poder viviente, él ha aprendido el Misterio de su Arte. Las desbordantes energías de Lucifer están en sus manos, y antes de que él pueda avanzar adelante y arriba, debe demostrar su capacidad de aplicar correctamente esa energía" (Manly P. Hall, Lost Keys of Freemasonry, 2006).

     "Aquello que debemos decir a una muchedumbre es: adoramos a un dios, pero es el dios que uno adora sin superstición. A ustedes, Soberanos Grandes Inspectores Generales, decimos esto, que ustedes pueden repetirlo a los Hermanos de los grados 32, 31 y 30: la Religión Masónica debería ser, por todos nosotros los iniciados de los grados superiores, mantenida en la pureza de la Doctrina Luciferina. Si Lucifer no fuera dios, Adonai, cuyos hechos demuestran su crueldad, su perfidia y su odio al hombre, su barbarie y su repulsión por la ciencia, Adonai y sus sacerdotes, ¿lo difamarían? Sí, Lucifer es dios, y lamentablemente Adonai también es dios".

     "Ya que la ley eterna es que no hay ninguna luz sin sombra, ninguna belleza sin fealdad, ningún blanco sin negro, puesto que el absoluto sólo puede existir como dos dioses, ya que la oscuridad es necesaria para la estatua, y el freno para la locomotora".

     "Así, la doctrina del Satanismo es una herejía; y la religión filosófica verdadera y pura es la creencia en Lucifer, el igual de Adonai; pero Lucifer, dios de la Luz y dios del Bien, lucha por la Humanidad contra Adonai, el dios de la Oscuridad y el Mal"...

     "¡Lucifer, el portador de la Luz!. ¡Nombre extraño y misterioso para darle al Espíritu de la Oscuridad!. ¡Lucifer, el hijo de la mañana!. ¿Es él quien porta la Luz, y con sus esplendores intolerables ciega a las Almas débiles, sensuales o egoístas? ¡No lo dude!"(Albert Pike, masón de grado 33, Moral y Dogma, 1871).


LUCIFER EN RESUMEN

     Varias conclusiones se presentan por sí mismas. En primer lugar, el Lucifer de la Biblia es sólo un personaje menor, a lo sumo, mencionado sólo una vez, realmente no destacándose ni significando una gran parte de algo.

     El verdadero personaje retratado en el texto de Isaías es un arrogante monarca babilónico que oprimía al pueblo hebreo.

     En segundo lugar, las interpretaciones místicas acerca de Lucifer como Satán fueron añadidas por rabinos kabalistas, sacerdotes católicos, mulás islámicos y predicadores Protestantes, todos con intereses propios claramente creados de antemano.

     En tercer lugar, varios filósofos y metafísicos ocultistas exploraron y ampliaron el personaje y paradigma de Lucifer, creando una rara figura divina.

     Finalmente, en los márgenes externos de esta magia y misticismo están las sociedades secretas y órdenes iniciáticas Illuminati, especialmente masones de una clase u otra.

     Recuerde que hay logias secretas, grados y rituales encubiertos, desconocidos fuera de los adeptos de nivel superior de las órdenes Illuminati. Sus peculiares doctrinas y dogmas luciferinos siempre han tenido y todavía tienen un impacto significativo sobre la Historia mundial y los asuntos geopolíticos, no tanto debido a los rituales mismos sino a la gente que practica esa extraña religión cultual. Tal como cualquier sistema de creencias, sus enseñanzas básicas, su moral y sus valores influyen en las decisiones tomadas por los creyentes realmente fieles. Algunos están en posiciones muy altas en el gobierno, las Iglesias y el orden social.

     Espero que algunos de ustedes continúen sus exploraciones en el submundo ocultista y su impacto en el mundo que nos rodea. Si mi desconstrucción de las leyendas y saberes de Lucifer ha sido un Portador literario de Luz, entonces ¡que así sea!.–



CREENCIAS INDO-ARIAS acerca del FIN de los TIEMPOS
Una Visión Alternativa de las Doctrinas
de la Historia Mundial y del Fin de los Tiempos Global
desde una Perspectiva Indo-Aria
por Harrell Rhome
Enero de 2009


     Los símbolos y arquetipos básicos, primordiales y tradicionales de los mitos espirituales indo-arios son parte de una revelación universal, comenzada hace épocas inmemoriales, de un cuerpo de conocimiento revelado a iniciados y a veces llamado los Antiguos Misterios. Las raíces más profundas de esas antiquísimas tradiciones se remontan directamente al subcontinente indio, la "colmena" cultural y espiritual, como Godfrey Higgins la llamó, el nido y el semillero que produjo muchas de las grandes civilizaciones y religiones del mundo.

     Entre las ideas propias de esa riqueza de material está la de que la Historia mundial es cíclica en su naturaleza, dividida por los antiguos místicos y gurúes en varias edades o Kalpas. Cada rotación del ciclo es acompañada por ciertos desarrollos culturales y espirituales. Esto es, por supuesto, bastante diferente de la visión occidental tradicional de la Historia como en gran parte lineal y progresiva (aunque con ocasionales reveses, tiempos de estancamiento y edades oscuras).

     Las ideas de la Historia tanto en Oriente como entre los occidentales están arraigadas en conceptos y escritos religiosos, y algunos de los temas y conceptos básicos acerca de los acontecimientos del "fin de los tiempos" (para aquellos que creen en tiempos finales) son similares. Le solicitamos entonces su atención a medida que echamos un vistazo a la más antigua de las épocas, en búsqueda de indicios para la nuestra actual mediante una visión alternativa de la Historia y de los acontecimientos culturales, mucho más antigua y quizá igualmente válida.

     El objetivo de este ejercicio es presentar a los lectores occidentales algunos conceptos básicos que son generalmente desconocidos o mal presentados, en cuanto a nuestro asunto. En las conferencias de la doctora Annie Besant, publicadas posteriormente como Siete Grandes Religiones, ella dijo: "Me he esforzado por esbozar cada religión en su mejor, más pura y más oculta forma, y cada una como si yo perteneciera a ella y la predicara como mía propia". Como usted verá, yo he adoptado una posición similar.

     Entre las religiones mundiales, las predicciones de los tiempos del fin realmente no se diferencian tan grandemente. Lea las profecías cristianas, y muchas otras, estudie la Revelacióno Apocalipsis de Juandesde cualquier perspectiva que usted desee, o revise las doctrinas de los tiempos finales de cientos de sectas religiosas de todo el mundo: ellas esencialmente están de acuerdo unas con otras en más que lo que discrepan. Según muchas religiones y tradiciones espirituales, estamos viviendo en uno de aquellos "tiempos interesantes" cerca de la fase de cierre de un ciclo cósmico. Si bien yo podría haber seleccionado de varias colecciones de escrituras sagradas, debido a mi interés personal en la primitiva Aryana volveremos a la "colmena" etno-cultural por medio de las profecías de nuestra antigua cultura raíz indoeuropea.

     Un concepto básico es que Dios está profundamente presente en las sagradas rotaciones del tiempo. Los antiguos veían la Historia como cíclica, con cada fase marcada por la venida de diversos avataras como elementos en el despliegue de la Historia del mundo. Si bien la palabra "avatara" ha entrado en nuestro vocabulario moderno, es en gran parte mal entendida, ya que avatar / avatara / avataram es una palabra sánscrita no completamente traducible. Es quizás mejor y más simplemente traducida como "descendido" o "manifestación corporal". Los símbolos de las venidas son siempre visibles de maneras especiales. Para aquellos que abren su visión, los signos de los tiempos del fin están ya aquí, y la conclusión es clara: estamos viviendo en las etapas de cierre del Kali-yuga.

     Tal como la Trinidad indo-aria precede a la cristiana en muchos siglos, igualmente el concepto de Salvador / Preservadoro, como dice Veronica Ions, el "Espíritu Universal", manifestado como Vishnu, siendo su encarnación más conocida Cristna / Krishna, y más tarde el Buda. En el antiguo esquema de los acontecimientos, al comienzo de un ciclo, las cosas son más o menos parejas entre el bien y el mal. Como sabemos bien, la situación siempre cambia, con las fuerzas oscuras ganando la ventaja. Ahí es cuando Vishnu interviene, descendiendo a este mundo en una encarnación humana para restablecer el equilibrio. Esas apariciones no son sólo "avataras"de Vishnu: ellas son Vishnu mismo.

     Mientras hay 10 de dichas encarnaciones en las edades / eones / yugas más grandes, algunos eruditos dicen que hay 22. Quizá ellas son innumerables, manifestándose a medida que surge la necesidad en tiempos y lugares específicos. En muchos casos, el Gran Avatara (Maha-Avatara) es reconocido sólo por unos pocos, o no hasta después de sucedidos los hechos. Lo que es más, dichos descensos no son acontecimientos fortuitos. Durante cada encarnación, Vishnu tiene una tarea específica que realizar y un papel específico que jugar. Términos mundanos como "fracaso" o "éxito" tienen poco sentido en el superior esquema divino de los acontecimientos.


AVATARAS

     "Para la protección del bien, la destrucción del mal y el establecimiento de la justicia, llego a la existencia de época en época" (Bhagavad-Gita 4:8).

     Los avataras vienen en diversas épocas, entre diversas razas, naciones y grupos de gente. El trabajo germinal de Godfrey Higgins (Anacalypsis, 1836) dedica su extenso estudio a un ciclo de 6.000 años de 10 avataras, que aparecen cada 600 años. Los poderes y gobernantes del mundo, si ellos realmente creyeron en esto o no, estaban conscientes de los ciclos, tal como ellos estaban y están conscientes de otras fechas astrológicamente determinadas. A veces este conocimiento influyó en ciertas decisiones cruciales.

     En el ciclo de 6.000 años, si Jesús fue un avatara, entonces otro vendría después cerca del año 600, correspondiendo a Mahoma. El siguiente se esperaría alrededor de 1200, paralelo con la Tercera y Cuarta Cruzadas. El momento de esas Cruzadas no fue casual en absoluto, ya que el Vaticano quería estar presente en la Tierra Santa si el Mahdi islámico o alguna otra figura mesiánica llegase a venir. Incluso aunque nada pareció suceder, había un trono papal especial, con símbolos tanto islámicos como cristianos grabados en él, para ser usado si ese acontecimiento realmente ocurría, y la Iglesia romana abrazaría entonces el Islam.

     Se ha dicho que ese trono estaba bien escondido en los sótanos del Vaticano cuando Godfrey Higgins escribió a principios del siglo XIX. Puede parecer extraño que la Iglesia católica considerara aquello, pero en el mundo de hoy, cuando el Islam está creciendo rápidamente, vemos al Papa Benedicto XVI tender la mano a los musulmanes, y vemos que su sello papal contiene un curioso símbolo semi-islámico, el "moro Negro".

     Además, el Papa anterior, Juan Pablo II, no sólo visitó una mezquita en Iraq sino que también besó respetuosamente el Corán, un gesto innecesario a menos que él estuviera tratando de hacer un planteamiento importante. Cuando el sacerdote besa la Biblia, las vestiduras o el altar, el significado es claro. El gran santuario de Fátima, una ciudad en Portugal llamada así por la hija de Mahoma, está siendo polémicamente recreado como un "centro inter-fe", incluyendo al hinduísmo, al budismo y, por supuesto, al Islam. Dado que no hay coincidencias en tales cosas, el sentido es claro.

     Pero debemos volver a un punto un poco antes en el drama de 6.000 años. No está muy claro quién podría haber sido la figura del año 1200 (¿quizá oculto?), pero otro avatara habría aparecido cerca del año 1800. Si bien es dudoso que Napoleón realmente calce con la descripción, él puede haber pensado que él era tal encarnación, y él ciertamente sabía, junto con otros líderes mundiales, acerca de los ciclos de los avataras. De ahí que esas ideas puedan haber influído en decisiones estatales. Ese hombre era una figura muy carismática, dirigido por una poderosa fuerza y espiritualidad interiores. Como conquistador triunfante, el republicano reinventado como emperador, se involucró enormemente en asuntos religiosos. Él intervino de manera muy destacada, entre otras cosas, conquistando Roma, apoderándose del Papa, obligando a los Habsburgo a abandonar el título de Sacro Emperador Romano, y recreando el antiguo Sanedrínjudaico.

     Además, Napoleón tuvo un acercamiento más bien conciliatorio al Islam, y admiró muchísimo a Mahoma, incluso memorizando partes del Corán. Si él realmente pensaba que él era un avatara o una figura similar, como el Mahdi, eso podría explicar su terrible fracaso en Rusia.

     Él puede haber creído que era invencible, ya que él estaba en una misión santa. Si bien pueden ser citados otros ejemplos históricos, este espacio no lo permite, y esto es suficiente para que el lector vea que la hipótesis del señor Higgins en cuanto al ciclo de 6.000 años de avatarasy su impacto en la Historia mundial es a la vez posible y plausible. Este ciclo de 600 años puede haber concluído ya, o funciona fuera de la vista, pero la manifestación mayor de los 10 avataras continúa.

     Vea si esta selección de Verónica Ions (Indian Mithology) suena como lo que está ocurriendo hoy en día:

     «El Kali-yuga o edad de la degeneración es aquella a través de la cual estamos pasando ahora. El Dharma es cojo y está inerme, y... la virtud ha desaparecido. En esta edad, que dura 432.000 años (numerológicamente igual a 9, un número que simboliza la completitud), durante la cual la deidad es negra, la mayoría de los hombres son sudras o esclavos. Ellos son malvados, pendencieros y parecidos a mendigos, y ellos son desafortunados porque no merecen ninguna buena suerte. Ellos valoran lo que es degradado, comen de manera voraz e indiscriminada, y viven en ciudades llenas de ladrones. Ellos son dominados por sus mujeres, las cuales son superfluas, charlatanas y lascivas, y engendran demasiados hijos. Ellos son oprimidos por sus reyes y por los estragos de la Naturaleza. Su miseria sólo puede terminar con la venida de Kalki, el destructor (de la inmoralidad)».

     La mayor parte de esto no necesita ningún comentario en absoluto. Hoy en día estamos más esclavizados que nunca antes, y más pronto de lo que usted piensa, tal como los esclavos de las novelas de ciencia-ficción, tendremos implantes para un monitoreo eterno y para realizar transacciones financieras, seguramente la "marca de la Bestia" si alguna vez hubiera una. Vivimos en una cultura malvada, corrupta y degradada, llena por todas partes de comedores glotones y abusadores problemáticos de sustancias, y de muchos ladrones en las ciudades, tanto en sitios "altos" como "bajos". Aunque el texto de algún modo apunta a las mujeres, ambos sexos tienen amplios ejemplos de gente "superflua, charlatana y lasciva". En cuanto a "demasiados hijos", eso es increíblemente obvio en bastantes ejemplos de gente joven enormemente descuidada y sub-educada de todas las razas, programada para no ser nada más que esclavos en empleos serviles bajo el actual orden mundial.


KALI: LA DEIDAD NEGRA

     Si usted se pregunta acerca de la deidad negra, ésta se refiere a Kali, una deidad hindú muy mal entendida. El negro simboliza la transcendencia, y es el color en el cual todos los otros se mezclan y son absorbidos. Kali es una manifestación de Dioscomo el Destructor, el "Exterminador" si usted prefiere. Los hindúes no adoran tanto a Kali sino que más bien ellos reconocen, con temor y respeto, su terrible poder destructivo. Si ella debe presidir la muerte de la civilización, entonces esto no va a ser bueno en absoluto; Kali simplemente no es una muchacha agradable.

     «Incluso más aterradora... es Kali, la negra madre-tierra, cuyos ritos implican matanzas de sacrificio —en un tiempo de humanos— y que está asociada con ritos oscuros y obscenos y adoración del diablo. Ella tiene la piel negra y una horrible cara colmilluda, untada con sangre, llevando sobre sus cejas un tercer ojo... Ella tiene cuatro brazos, y sostiene en uno un arma, en otro la cabeza de un gigante, goteando sangre, y los otros dos levantados para bendecir a sus adoradores; las manos terminan en garras. Su cuerpo está desnudo excepto por sus "ornamentos", que incluyen pendientes hechos de pequeños niños, un collar de serpientes, otro de cráneos, otra de las cabezas de sus hijos, y un cinturón del cual cuelgan cabezas de demonios».

     Si usted piensa que estas palabras son espeluznantes y espectrales, entonces usted obviamente no ha visto una película de "horror"últimamente, donde los arquetipos del mal y la perversidad actúan repetidas veces para nuestros hijos, no importa qué hora del día o de la noche sea. Así entonces, ¿somos nosotros "desafortunados porque no merecemos ninguna buena suerte", debido a las elecciones que hemos hecho, incluyendo aquellas de indecisión, inmoralidad, pereza y descuido? Usted decide.

     Kalki (también Kalkin y Kalaki) es el décimo y final Maha-Avatara de Vishnu el Preservador. El nombre Kalki es a menudo una metáfora para "eternidad" o "tiempo". Los orígenes del nombre probablemente están en la palabra kalka, que se refiere a "suciedad", "mugre" o "inmoralidad", y de ahí denota al "Destructor de la Inmoralidad", "Destructor de la Confusión", "Destructor de la Oscuridad, o "El Aniquilador de la Ignorancia". En hindi, kalki avatar significa "avatara del mañana". En la tradición budista del Kalachakra, Kalki (o Kulika) es el gobernante del legendario reino de Shambala, donde toda la sociedad consigue la iluminación.

     «Varios mitos cuentan cuán incontrolable es la energía de Kali. Una vez ella bailaba con Shiva, el Señor de la Danza. Ellos se pusieron cada vez más salvajes y más competitivos en su baile, hasta que parecía que el mundo se desharía a pedazos, y así lo hará, ya que bajo todas las apariencias, aquella danza continúa»(Patricia Monaghan, Encyclopedia of Goddesses and Heroines, 2010).

     Vishnu y Kalki harán su paseo al comienzo de la fase final, y Vishnu agitará su espada, no como un loco e indiscriminadamente sino para tareas específicas. Es Kali, la diosa oscura, quien llevará a cabo la destrucción total y la desintegración de este orden mundial. Ella y Shiva, el Señor de la Destrucción, figuran en un segmento relacionado con los cambios de los ciclos cósmicos. El mundo bajo los pies de Kali se romperá cuando ella termine su Danza de Destrucción, comenzada hace muchísimo. Los Dioses Superiores escribieron la música, pero es Kali quien bailará la danza. ¿Está usted listo para otra paradoja? La creación y la destrucción son una y la misma. Después de que el escenario es limpiado, un fresco nuevo mundo aparece.

     Si no está todavía convencido de que vivimos en el ciclo concluyente, entonces considere estas palabras adicionales que describen los tiempos muy cerca del final. Según la cronología, hay diez edades con 10 avataras, siendo Buda el noveno. Si usted "cree en esto" o no, lea y piense en nuestros actuales tiempos.

     «La décima y última encarnación de Vishnu está por venir aún. Ella se mostrará al final de nuestra actual época. La vida social y espiritual habrá degenerado hasta su punto más bajo. Los soberanos marcarán las pautas para la decadencia final; ellos serán de mentes perversas y de poder limitado, pero durante sus cortos reinados ellos intentarán beneficiarse al máximo de su poder. Ellos matarán a sus súbditos, y sus vecinos seguirán su ejemplo, y nada contará sino la apariencia externa. Incluso los brahmanes no tendrán nada que los distinga sino su cordón sagrado, mientras la riqueza aparente de los materialistas será una demostración vacía, ya que el verdadero valor se habrá apartado de todo. La verdad y el amor desaparecerán de la Tierra; la falsedad será el dinero común de la existencia social, y la sensualidad será el único nexo entre el hombre y su esposa... La Tierra será adorada sólo por sus tesoros minerales. Los ritos sagrados desaparecerán... el consentimiento mutuo sustituirá a la ceremonia del matrimonio; el engaño sustituirá al aprendizaje; y el ropaje del cargo concederá el derecho de gobernar.

     «Finalmente, incluso la apariencia de civilización desaparecerá; la gente volverá a una existencia animal... En ese punto de la degeneración, Vishnu aparecerá en persona en la Tierra, montando un caballo blanco, Kalki, que es la décima encarnación. Vishnu cabalgará a través del mundo, con su brazo en alto y llevando una espada desenvainada ardiendo como un cometa. Él llevará a cabo la destrucción final de los malvados y preparará la renovación de la creación y el resurgimiento de la virtud en el siguiente Mahayuga (Gran Edad)».


CABALLO Y JINETE

     «Y miré, y he aquí un caballo pálido, y el nombre de su jinete era Muerte, y el Hades lo seguía; y a ellos se les dio poder... para matar con espada y con hambre y con pestilencia y con bestias salvajes de la tierra... Entonces vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco. El que lo monta es llamado Fiel y Verdadero, y en justicia él juzga y hace la guerra... De su boca sale una espada aguda para herir a las naciones» (Apocalipsis6:8; 19:11 y 15).

     ¿Suena eso como Jesús, que caminó o montó burros, predicó la paz, el amor y el perdón, incluso prohibiendo a sus discípulos aplicar la violencia cuando él fue traicionado y detenido, y quien nunca hizo la guerra? Si no, ¿quiénes podrían ser el caballo y el jinete? Diversos investigadores plantean sólidos argumentos lingüísticos en cuanto a que los textos sánscritos antiguos y los textos budistas posteriores forman la verdadera base del Nuevo Testamento griego, reunido mucho más tarde. Los griegos, mucho antes de que apareciera el cristianismo, llamaban al gran cielo el semental Pegaso. Por supuesto, el "Hombre sobre un Caballo Blanco" es también un logotipo político secular (usado por el amante del nuevo orden mundial el Consejo de Relaciones Exteriores).

     El simbolismo básico de nuestra cultura raíz indo-aria, sin disputa, precede a las escrituras cristianas en miles de años. De este modo, ¿cuál es el origen más probable del tema del caballo blanco y el jinete? Pero más allá de este símbolo, al menos algunos lectores deben comprender que las escrituras y las profecías de bastantes tradiciones son sorprendentemente parecidas, señalando a acontecimientos y símbolos catastróficos similares en los tiempos del fin.

     Los occidentales a menudo tienen dificultad para comprender los símbolos. Algunos degradan y deshonran las enseñanzas llamándolas "Nueva Era". Por supuesto, no hay absolutamente nada "nuevo" con respecto a ellas. Satya Sai Baba dice todo esto de un modo simple pero profundo:

     "El advenimiento de este avatara ha sido conocido y predicho durante miles de años en diversos libros sagrados y textos obscuros,incluyendo el Libro del Apocalipsis, Nostradamus en su libro Centurias y El Océano de Luz (un antiguo manuscrito persa de las revelaciones del profeta Mahoma); y el Shuka Naadi Granthi contiene profecías detalladas del avatara Kalki en cientos de manuscritos de hoja de palma escritos por el sabio Shuka hace más de 5.000 años".

(http://www.cosmicharmony.com/Av/SatyaS2/SatyaS2.htm)


TIEMPO DE GRAN MALDAD

     Sai Baba dijo esto también:

     "El tiempo de la gran maldad mencionado en las profecías corresponde al día presente con sus guerras mundiales, regímenes de dictadores locos y gobernantes autoritarios, armas nucleares, hambrunas, enfermedades, contaminación, crímenes, violencia, catástrofes y declinación mundial de la moralidad.

     "La mente occidental es capaz de creer en Jesús como el Hijo de Dios, al menos por parte de un sector de la población, pero parece incapaz o reacia a comprender el concepto del Avatara como una encarnación de Dios. Por contraste, el hindú promedio está consciente de personalidades divinas históricas, y la literatura oriental está llena de descripciones de los diversos avataras. El texto Bhagavata trata precisamente acerca de los distintos descensos de lo Divino en la Tierra.

     "El Avatara viene para revelar al hombre quién es éste mismo, para restaurarle su patrimonio de la felicidad psíquica. Él no viene a fundar un nuevo credo, a formar una nueva facción, a inculcar un nuevo dios... El Avatara viene como hombre a fin de demostrar que el hombre es divino, y para estar al alcance del hombre".

     Ni el gurú ni yo queremos "convertirlo" a usted, pero si usted está de acuerdo con Godfrey Higgins y otros en cuanto a que nuestras raíces culturales más profundas están en la "colmena" de la India, entonces el material podría adquirir un sentido más profundo. Pero el único objetivo de este breve ejercicio es educativo, echando un vistazo a un sistema teológico e histórico más complejo y dinámico. Las acciones y las intervenciones del Gran Avatara no siempre son perceptibles cuando ellas llegan a ocurrir, y a menudo son entendidas de manera incompleta, aun cuando ellas sean reconocidas más tarde. "Los tontos me desprecian cuando tomo forma humana; mi esencia, la fuente suprema de los seres, se les escapa"(Bhagavad-Gita 9:2).

     Estamos en el desenlace del actual orden mundial, precediendo a una fase completamente nueva de acontecimientos. A corto plazo, éste es un escenario deprimente y negro, pero esto también pasará. A pesar de los destructivos días del Kali-yuga, hay un aliento de esperanza y optimismo en el Maha-yuga que vendrá, un Gran Nuevo Orden y una genuina Nueva Era, "una renovación de la creación y un resurgimiento de la virtud".

     Éste no es ningún cielo pueril de tocadores de arpa entre las nubes, que esperan que sus seres queridos y sus animales domésticos aparezcan. Las almas elegidas para reencarnar en el Nuevo Mundo, como siempre, tienen un duro trabajo por delante a medida que ellos suben por la escalera de la grandeza a niveles aún más altos. Pero antes de eso, el actual tiempo de degradación, enfermedad y degeneración debe llegar a un final catastrófico.

     Debe declinar, deteriorarse, descomponerse, desconstruírse y decaer, dejando de existir completamente. Pero no se desespere; mantenga su vista en el premio. Desde las cenizas de la destrucción, como un fénix, comienza una nueva semilla, un nuevo nacimiento, un renacimiento de fuerzas buenas y positivas, una manera de vida restaurada y más pura. La Biblia cristiana, las antiguas escrituras y profecías de Egipto, India, Persia, los mayas, incas y aztecas, y un ejército de otros, nos dicen que busquemos los signos y símbolos apropiados para entender los sagrados misterios del fin de los tiempos. Una de las lecciones más útiles es que las respuestas a los misterios, es decir, las llaves del reino, están dentro de cada uno de nosotros. Y a veces, tanto de manera molesta como provocativa, las respuestas están "escondidas a plena vista".

     "Ustedes saben cómo interpretar el aspecto del cielo, pero ustedes no pueden interpretar los signos de los tiempos. Una generación malvada y adúltera demanda una señal, pero ninguna le será dado excepto la señal de Jonás" (Mateo 16:3-4).

     "A menos que ustedes vean signos y maravillas ustedes no creerán"(Juan 4:48).

     "Los discípulos dicen a Jesús: Dinos cuál será nuestro final. Jesús dice: ¿han descifrado entonces ustedes el principio para que estén preguntando por el final? Porque donde esté el principio allí estará el final. Dichoso es el hombre que alcanza el principio; él conocerá el final y no gustará la muerte"(Evangelio de Tomás, 18).

     Documentos explícitamente religiosos como la Biblia, el Corán y otros, son considerados por miles de millones de creyentes no sólo como una historia válida sino como de primacía legal también. Las palabras, los arquetipos y los paradigmas de la antigua indo-Aryana son una interpretación igualmente válida, pero considerablemente más antigua, de los acontecimientos mundiales.

     Mientras los otros dos elementos de la Trinidad hindú (Brahma el Creador, y Shiva el Destructor) desempeñan papeles fundamentales, este actual drama cósmico se centra en Vishnu, el Preservador y Salvador.

     Como el Gran Avatara, él es el que desciende una y otra vez, en encarnaciones y nombres diversos y distintos, guiándonos y bendiciéndonos. Vishnu tiene una infinitud de nombres, pero esperamos su materialization triunfante como el que cabalga en el cambio de los tiempos, cuando Vishnu-Kalki, en sincronizada armonía con la oscura danza de Kali, forma otra clase de Trinidad, barriendo las abominaciones y la suciedad acumulada y la basura de las Eras para revelar una maravillosa Gran Edad. La creación continúa y el Drama Eterno se despliega una vez más en un nuevo escenario. Salve, Maha-Avatara.

    "Llegará un tiempo cuando usted creerá que todo se ha acabado. Ése será el principio"(Louis L'Amour, 1908-1988).–




RECURSOS:

     Hay cientos de libros sobre este tema, antiguos y nuevos. Pero para una mirada a las partes más esotéricas de la Historia y la religión, y muchos otros temas fascinantes, vea de Godfrey Higgins Anacaplysis: An Attempt to Draw Aside the Veil of the Saitic Isis, Or an Inquiry into the Origin of Languages, Nations and Religions, dos volúmenes, 1836. También explorando el ciclo de los avataras hay varios capítulos en Middle Ages Revisited de Alexander del Mar, 1899. Pero de especial importancia e inspiración para esta exposición es el libro Indian Mythology de Verónica Ions, Londres, 1967, que es parte de una serie que destaca los sistemas mitológicos de todo el mundo. Si bien la autora no cuenta nada de ella, los lectores no tienen que ir muy lejos antes de comprender que ellos han encontrado a una escritora realmente inspirada por los clásicos arquetipos indo-arios, así como una expositora maestra de esta materia a menudo difícil. Sus interpretaciones de los textos antiguos son excelentes, y están en congruencia con las de otros traductores.–


David Duke - La Invasión Liderada por los Judíos

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     Presentamos aquí en castellano el capítulo 13 del libro "Jewish Supremacism. My Awakening to the Jewish Question"(2002) del intelectual estadounidense David Duke (1950), texto que aunque fue traducido en 2007 al castellano hemos debido corregir a la vista del original, capítulo que habla del problema inmigratorio en Estados Unidos propiciado por legisladores de ascendencia judía, en especial desde la ley inmigratoria de 1965 que permitió la heterogeneización racial y el consecuente debilitamiento del predominio de la mayoría Blanca.


LA INVASIÓN EXTRANJERA DIRIGIDA por los JUDÍOS
por David Duke, 2002



     "Dadme vuestras cansadas y amontonadas masas, que anhelan respirar libremente. El miserable desecho de vuestras atestadas playas"(Emma Lazarus).


     La afluencia de europeos a Norteamérica llevó a desplazarse a las poblaciones indias y eventualmente a su confinamiento en reservas. De manera similar, la incesante inmigración judía en Palestina era contraria a los intereses del pueblo palestino, pero era necesaria para la apropiación judía de la región. Ella puso el fundamento del Estado sionista.

     Cualquier tribu, raza o nación que desee preservar su cultura, sus intereses de grupo y su soberanía debe preservar su status predominante en la región geográfica en la que vive. La mayoría de las naciones han tenido una comprensión fundamental de este hecho desde el tiempo de las más tempranas civilizaciones, y toda nación moderna ha buscado un control estricto de sus fronteras y de la inmigración.

     La mayoría de los estadounidenses considera la historia de la resistencia de los indios contra la colonización europea como moralmente justificable, pero en la retorcida ética de hoy, algunos consideran los intentos de los euro-estadounidenses para preservar nuestros genes y nuestra cultura únicos ante la inmigración no-europea, como algo moralmente reprensible. Sin embargo, a pesar de la omnipresente propaganda que promueve el multi-culturalismo y las publicitadas dichas de la diversidad, las encuestas de opinión en EE.UU. muestran una aplastante oposición a una inmigración sin restricciones. Un sentimiento público similar se encuentra en cada nación europea.

     No fue sino hasta la Ley de Inmigración de 1965 que el Congreso de Estados Unidos ignoró los deseos de la mayoría y comenzó una política que discriminaba contra los potenciales inmigrantes europeos y fomentaba una masiva inmigración no-europea. Desde entonces, el gobierno federal ha mostrado una menor disposición a hacer cumplir nuestras leyes de inmigración y vigilar nuestras fronteras. Esta política trajo como consecuencia un diluvio de inmigrantes no-Blancos, legales e ilegales. La inmigración y las elevadas tasas de nacimientos de los no-Blancos han transformado la población estadounidense, que era casi un 90% europea a principios de los años '60, a menos del 70% a fines del siglo XX. La Oficina del Censo de Estados Unidos ha predicho que a mediados del siglo XXI, en vida de muchos de los que están leyendo estas palabras, los estadounidenses de origen europeo seremos una minoría en Estados Unidos. Ya somos una minoría en la mayoría de las grandes ciudades de EE.UU., y pronto seremos superados en número en California y Texas. Políticas similares a las promulgadas en Estados Unidos han introducido grandes cantidades de no-europeos en Canadá, negros en Gran Bretaña, norafricanos y asiáticos en Francia, turcos en Alemania, y una mescolanza de razas extranjeras en Escandinavia, España e Italia.

     A medida que me hice racialmente consciente, me parecía ciertamente obvio que las nuevas políticas inmigratorias de Estados Unidos y Europa perjudicarían gravemente a las sociedades occidentales. Sólo poco tiempo después del comienzo de la nueva política inmigratoria, los problemas de delincuencia aumentaron en todas las naciones afectadas. La calidad de la educación sufrió y los problemas de bienestar social aumentaron. A medida que esta planeada transformación racial se acelera, estos males alcanzarán proporciones catastróficas.

     ¿Qué grupo tenía algo que ganar en este Armagedón demográfico? Los individuos extranjeros que podrían beneficiarse de las oportunidades económicas generadas por las sociedades occidentales tenían poca influencia política o económica mientras estuvieran fuera de las naciones de Occidente. Cuando estudié la lucha estadounidense sobre las leyes de inmigración durante los últimos cien años, la fuerza motriz detrás de la apertura de las fronteras estadounidenses me resultó evidente: era la judería organizada, personificada por la poetisa Emma Lazarus, cuyos versos cité al comenzar este capítulo.

     Cuando yo era un estudiante en la educación secundaria, llegué a convencerme de que la masiva inmigración no-europea representaba la mayor amenaza, a corto y a largo plazo, para el EE.UU. que yo amaba. Comprendí que la Ley de Inmigración de 1965, a menos que fuera revocada, haría sonar finalmente las campanadas de muerte de mi país. Una gran parte de lo que leí apuntaba a una larga historia de organizados esfuerzos judíos para cambiar radicalmente las leyes estadounidenses de inmigración. Me puse en contacto con Drew Smith, un antiguo abogado de Nueva Orleans que había escrito El Legado del Crisol de Razasy que ya me había enseñado mucho a propósito del tema de la inmigración [1].

[1] Smith, Drew L., The Legacy of the Melting Pot, Massachusetts, 1971

     Smith y yo nos entrevistarnos un lluvioso día después de clase en las oficinas del Consejo de Ciudadanos. Él explicó la historia de la ley estadounidense de inmigración. Después de citar los versos de Lazarus en la base de la Estatua de la Libertad, me preguntó: «¿Los intereses de quién podrían haberse visto favorecidos al inundar EE.UU. con "miserables desechos"?». El respondió rápidamente su propia pregunta: "Interesaba claramente a un pueblo cohesivo que utiliza la solidaridad racial como un arma, un arma que ellos quieren sólo para sí mismos. Los esfuerzos para cambiar la ley de inmigración estadounidense y, finalmente, desplazar a la mayoría europea, han sido dirigidos casi exclusivamente por judíos".

     Smith explicó que Emma Lazarus —como muchos otros activistas de la inmigración— era una militante judía que apoyaba la creación de un Estado exclusivamente judeo-sionista en Palestina, pero que apoyaba la "diversidad" para Estados Unidos. Él me señaló cómo judíos tales corno Lazarus han cambiado incluso el significado moderno de la Estatua de la Libertad. El hermoso coloso de color jade no guardaba ninguna relación original con la inmigración y antecedió al centro de inmigración de la isla Ellis. Había sido un regalo de Francia para conmemorar la Revolución Estadounidense, no para honrar la llegada de "miserables desechos" a las costas de Estados Unidos. Es instructivo observar que esa hermosa estatua de la Feminidad Europea no mira hacia África, Asia o Sudamérica, sino hacia la tierra en que nació, Francia, y hacia la misma Europa.

     Emma Lazarus había sido mejor conocida por sus ataques verbales contra los pogromsen Rusia que siguieron al asesinato del Zar Alejandro II en 1881. La ironía es intensa: una supremacista judía dedicada a la creación de un elitista Estado supremacista judío en Palestina estaba ansiosa de convertir a EE.UU. en un refugio para los desechos del mundo. Drew Smith poseía muchos libros sobre el tema de la inmigración, incluyendo algunos escritos por judíos, en los cuales él había subrayado importantes párrafos. Los tomé prestados y los estudié apasionadamente.

     Organizaciones judías como el American Jewish Congress dirigían (y todavía dirigen) el esfuerzo para liberalizar la inmigración en Estados Unidos y derrotar a la legislación restriccionista. En 1921, 1924 y 1952 el Congreso aprobó una legislación que simplemente intentaba mantener el statu quo racial en Estados Unidos. Es interesante notar que, a pesar de que los anglo-estadounidenses eran una amplia mayoría tanto en la población estadounidense como en el Congreso, no trataron de aumentar su propio porcentaje de la población estadounidense, sino que simplemente trataron de mantener justamente el statu quo de cada grupo. En las primeras batallas legislativas los judíos fueron los principales defensores de una inmigración abierta y se opusieron vehementemente a una legislación que mantuviera a EE.UU. como una nación étnicamente europea y cristiana. En la Cámara de Representantes, Adolph Sabath, Samuel Dickstein y Emmanuel Celler encabezaron la lucha en pro de una inmigración sin restricciones, mientras que en el Senado, Herbert Lehman y en años posteriores Jacob Javits coordinaron aquellos esfuerzos. En las primeras luchas, el representante Leavitt claramente bosquejó el involucramiento judío en sus observaciones ante el Congreso.

     "El instinto de la preservación nacional y de la raza no debe ser condenado... Nadie sería más capaz de comprender el deseo de los estadounidenses de mantener a EE.UU. norteamericano que el caballero de Illinois (el señor Sabath), que está liderando los ataques contra estas medidas, o los caballeros de Nueva York, los señores Dickstein, Jacobstein, Celler y Perlman.

     "Ellos pertenecen al gran pueblo histórico que ha mantenido la identidad de su raza a través de los siglos porque ellos creen sinceramente que son un pueblo elegido, con ciertos ideales que mantener, y saben que la pérdida de la identidad racial conlleva un cambio de ideales. Este hecho debería hacer fácil para ellos y para la mayoría de los más activos oponentes a esta medida en este debate hablado, reconocer y simpatizar con nuestro punto de vista, que no es tan extremo como el de su propia raza, sino que sólo exige que la mezcla con otros pueblos sea tan sólo de la misma clase y proporciones y en cantidades tales que no alteren las características raciales más rápidamente que lo que puedan ser asimiladas, no sólo en la idea del gobierno sino también en la sangre"(Documentos del Congreso, 12 de Abril de 1924, 6.265-6.266).

     El sociólogo Edward A. Ross en su influyente libro de 1914 El Viejo Mundo y el Nuevo: El Significado de la Inmigración Pasada y Presente para el Pueblo Estadounidense, cita al famoso líder pro-inmigracionista Israel Zangwill que sugería que EE.UU. es un lugar ideal para realizar los intereses judíos. Ross escribe entonces sin ambages acerca de la influencia judía.

     "Los judíos, por consiguiente, tienen un poderoso interés en la política inmigratoria. De ahí el esfuerzo de los judíos para controlar la política inmigratoria de Estados Unidos. A pesar de que ellos representan sólo la séptima parte del total de nuestra inmigración, ellos dirigen la lucha contra el proyecto de la Comisión de Inmigración... La sistemática campaña en periódicos y revistas para contrarrestar todos los argumentos en pro de la restricción y apaciguar los temores de los nacionalistas, es llevada a cabo por y para una sola raza. El dinero hebreo está detrás de la Liga Nacional por una Inmigración Liberal y de sus numerosas publicaciones" [2].

[2] Ross, Edward A., The Old World and the New: The Significance of Past and Present Immigration to the American People, Nueva York, 1914, p. 144.

     En 1924 el congresista Knud Wefald señaló los vínculos comunistas de muchos inmigrantes judíos y declaró que muchos judíos "no simpatizan con nuestros viejos ideales estadounidenses".

     "El liderazgo de nuestra vida intelectual en muchas de sus fases ha caído en las manos de esos astutos recién llegados que no simpatizan con nuestros viejos ideales estadounidenses... que detectan nuestras debilidades y se aprovechan de ellas y se enriquecen con los perjuicios que nos causan.

     "Todo nuestro sistema de entretenimiento ha sido asumido por hombres que llegaron aquí en el auge de la inmigración del Sur y el Este de Europa. Ellos producen nuestras horribles historias cinematográficas (y) escriben muchos de los libros que leemos, y editan nuestras revistas y periódicos" (Documentos del Congreso, 12 de Abril de 1924, 6.272).

     La última legislación importante del Congreso aprobada para proteger el statu quo de EE.UU. fue la Ley Walter-McCarran de 1952. La oposición en el Congreso fue encabezada por la troikajudía de Celler, Javits y Lehman. Todas las organizaciones importantes judías (así como el Partido Comunista estadounidense) también se opusieron, incluyendo al American Jewish Congress, el American Jewish Committee, la ADL, el National Council of Jewish Women y docenas más. Durante el debate en el Congreso, Francis Walter observó que la única organización cívica que se opuso a la totalidad del documento fue el American Jewish Congress. El congresista Celler señaló que Walter "no debería haber sobre-enfatizado, como lo hizo, a la gente de una fe particular que se opone a los proyectos de leyes" (Documentos del Congreso, 23 de Abril de 1952, 2.285).

     Cuando el juez judío Simon Rifkind testificó contra el proyecto de ley en las audiencias públicas, enfatizó que al apoyar el fracaso de la ley estadounidense de inmigración él representaba "la opinión de todo el cuerpo religioso y laico de la comunidad judía, hablando en términos religiosos, desde la extrema Derecha hasta la extrema Izquierda" [3].

[3] Audiencias Conjuntas ante los Subcomités de Judicatura, 82º Congreso, Primera Sesión, 6 de Marzo — 9 de Abril de 1951.

     Me emocionó leer las valientes observaciones del congresista de Mississippi John Rankin durante ese debate. Hoy, unos comentarios tan auténticos de un funcionario elegido conllevarían un torrente de críticas que muy pocos podrían soportar.

     "Ellos lloriquean acerca de la discriminación. ¿Saben ustedes contra quién se está discriminando? El pueblo Blanco cristiano de EE.UU., la gente que creó esta nación... Estoy hablando del pueblo Blanco cristiano, tanto del Norte como del Sur...

     "El comunismo es racial. Una minoría racial se apoderó del control en Rusia y en todos sus países satélites, tales como Polonia, Checoslovaquia y muchos otros países que podría nombrar.

     "Ellos han sido expulsados de prácticamente todos los países de Europa hace muchos años, y si continúan fomentando disturbios raciales en este país y tratando de imponer su programa comunista al pueblo cristiano de EE.UU., no hay cómo decir lo que pueda sucederles aquí" (Documentos del Congreso, 23 de Abril de 1952, 4.320).

     Finalmente, en 1965 el objetivo promovido primeramente por las organizaciones judías en la década de 1880 dio sus frutos cuando el Congreso aprobó la Ley de Inmigración. El resultado fue que la inmigración sería no-europea en un 90%. Estados Unidos pasó de un programa de inmigración que pretendía ser proporcionalmente representativo de todos los grupos de Estados Unidos a otro que discriminaba contra los europeos. Tal como en la legislación anterior, los congresistas y senadores judíos así como poderosas organizaciones judías de presión lideraron la ofensiva. Ésta tuvo éxito porque en los 41 años desde 1924, el poder judío había aumentado enormemente en virtualmente todas las esferas de la vida estadounidense.

     En 1951 el senador Jacob Javits escribió un artículo titulado "Abramos Nuestras Puertas" [4] que pedía una masiva inmigración sin restricciones. Javits y el congresista Celler figuraron de manera destacada en la aprobación de la ley en 1965. Nueve años antes de la aprobación de la Ley de Inmigración de 1965, el American Jewish Congresspropuso inicialmente los elementos esenciales de la ley y elogió al Presidente Eisenhower por su "inequívoca oposición al sistema nacional de cuotas". En un editorial de 1956 ellos lo alabaron por "tomar valientemente una postura anticipándose incluso a muchos defensores de una política liberal de inmigración y por haber adoptado una posición que había sido al principio impulsada por el American Jewish Congress y otras agencias judías"[5].

[4] Javits, Jacob, Let's Open Our Gates, New York Times Magazine, 8 de Julio de 1951, pp. 8 y 33.
[5] Semanario del Congreso, Editorial del 20 de Febrero de 1956, p. 3.


Motivación Judía detrás de la Inmigración Abierta

     Habría sido estúpido y contraproducente para las organizaciones judías que lucharon por las fronteras abiertas admitir que estaban motivadas por unos intereses que estaban en conflicto con los de los europeos no-judíos. Ellos promovían la inmigración abierta como algo "patriótico". Desde principios de siglo ellos hicieron pronunciamientos públicos de que el multiculturalismo y la diversidad serían beneficiosos para Estados Unidos, camuflando astutamente sus motivaciones estratégicas.

     Después de la promulgación de los estatutos de la inmigración abierta en 1965, escritores judíos tales como Naomi W. Cohen se sintieron mucho más seguros para revelar algunas de las verdaderas razones judías para promover tales políticas. Ella escribió que, comenzando con las persecuciones en Rusia en la década de 1880, pasando por la ocupación nacionalsocialista de Europa, y las tribulaciones de la Guerra Fría en Europa Oriental, la inmigración abierta en las naciones occidentales servía a los intereses judíos porque "la supervivencia a menudo dictaba que los judíos buscaran refugio en otras tierras"[6]. Cohen también escribió que una política extranjera internacionalista de Estados Unidos sirve a los intereses judíos porque "un Estados Unidos orientado internacionalmente era probable que fuera más sensible a los problemas de las juderías extranjeras" (Ibid., p. 342). Tal vez aún más importante, Cohen daba a entender que los judíos veían las políticas de inmigración abierta como rompiendo la homogeneidad y unidad de EE.UU., creando así una sociedad pluralista en la cual los judíos podrían prosperar.

[6] Cohen, Naomi W., Not Free to Desist: The American Jewish Committee 1906-1966, Filadelfia, 1972.

     En su monumental libro Una Historia de los Judíos en Estados Unidos, Howard Sachar observa que el pluralismo apoya la "legitimación de la preservación de una cultura minoritaria en medio de una sociedad anfitriona mayoritaria" [7]. Así pues, en efecto, al romper la integridad y la cohesión de EE.UU., los judíos podrían incrementar su propia integridad y cohesión. Sachar continúa describiendo explícitamente cómo el pluralismo intensifica la solidaridad judía:

     «Pero la influencia de Kallen se extendió realmente a todos los judíos cultos: Al legitimar la preservación de una cultura minoritaria en medio de una sociedad anfitriona mayoritaria, el pluralismo funcionaba como un ancla intelectual para una segunda generación judía educada, sostenía su cohesión y sus más tenaces esfuerzos comunes a través de los rigores de la Depresión, y revivía el anti-judaísmo, a través del impacto del nacionalsocialismo y el "Holocausto", hasta que la aparición del sionismo en los años post-Segunda Guerra arrasó la judería estadounidense con un clima de fervor redencionista propio» (Ibid., p. 427).

[7] Sachar, Howard, A History of Jews in America, Nueva York, 1992.

     El psicólogo social Kevin MacDonald observó en A People that shall Dwell Alone que los principales movimientos anti-judíos se encuentran generalmente en naciones étnicamente homogéneas, y que "el pluralismo étnico y religioso sirve a los intereses externos judíos porque los judíos llegan a ser tan sólo uno de los muchos grupos étnicos... y se hace difícil o imposible desarrollar grupos unificados y cohesionados de Gentiles unidos en su oposición al judaísmo"[8].

[8] MacDonald, Kevin B., A People that shall Dwell Alone: Judaism as a Group Evolutionary Strategy, Westport, Connecticut, 1994. MacDonald, Kevin B., Separation and Its Discontents: Toward an Evolutionary Theory of Anti-Semitism, Westport, Connecticut, 1998.

     En su libro de 1985 Un Cierto Pueblo: Los Judíos Estadounidenses y Sus Vidas Hoy, Charles Silberman escribe que

     «Los judíos estadounidenses están comprometidos con la tolerancia cultural a causa de su creencia, firmemente enraizada en la Historia, de que los judíos sólo están seguros en una sociedad que acepte una amplia gama de actitudes y conductas, así como una diversidad de grupos religiosos y étnicos. Es esta creencia ——por ejemplo, la reprobación del homosexualismo— la que induce a la abrumadora mayoría de los judíos estadounidenses a respaldar los "derechos de los homosexuales" y a tomar una postura liberal en la mayoría de los otros así llamados "temas sociales"» [9].

[9] Silberman, Charles E., A Certain People: American Jews and Their Lives Today, Nueva York, 1985.

     John Higham, en su libro Envíenmelos: Inmigrantes en el EE.UU. Urbano, afirma en términos claros que los cambios patrocinados por los judíos en las leyes de inmigración fueron una derrota de la representación política y cultural de "la gente común del Sur y del Oeste" [10].

[10] Higham, John, Send These to Me: Immigrants in Urban America, Baltimore, 1984.

     Durante las décadas anteriores a la apertura de las fronteras en 1965, los grupos judíos habían afirmado piadosamente que no debería haber discriminación contra ningún grupo en cuanto a la inmigración, y que aquello sólo sería bueno para Estados Unidos. Pero Richard Arens, director del subcomité del Senado que elaboró la Ley Walter-McCarran, señaló que las mismas fuerzas judías que eran las más ávidas promotoras de una inmigración abierta, hipócritamente se opusieron a la inmigración étnica que ellos consideraron desfavorable a sus propios intereses.

     «Una de las cosas curiosas acerca de aquellos que afirman más ruidosamente que la Ley de 1952 es "discriminatoria" y que no permite la llegada de un número suficiente de supuestos refugiados, es que ellos se oponen a la admisión de cualquiera del aproximadamente un millón de refugiados árabes que están en campamentos donde viven en penosas circunstancias después de haber sido expulsados de Israel»[11].

[11] Bennett, M. T., American Immigration Policies: A History, Washington DC, 1963, p. 181.

     La judería organizada no sólo quiere impedir que los refugiados árabes regresen a sus hogares en Israel sino que también se oponen a su venida a Estados Unidos. ¿Ven ellos a los palestinos desplazados como potenciales oponentes políticos? Los grupos judíos claramente promueven formas de multiculturalismo que destruyen la cohesión de los Gentiles, pero no las que podrían amenazar el poder de su propio grupo. Así, claramente su dedicación al multiculturalismo es puramente estratégica; ellos quieren que a nuestra nación vengan grupos que puedan posteriormente pluralizar la sociedad estadounidense y destruír su cohesión, pero no grupos a quienes ellos ven como una amenaza política.

     Las instituciones políticas y mediáticas dominadas por los judíos han promovido durante largo tiempo la invasión demográfica y la disolución de Estados Unidos. Mientras los medios judíos de comunicación demonizan como "racistas" a los que se oponen a la inundación de la inmigración no-Blanca en EE.UU., Canadá y todas las naciones europeas, la política de inmigración de Israel que excluye a no-judíos es excusada. Un millón de palestinos abandonaron sus hogares como consecuencia de la "blitzkrieg" israelí que se apoderó de Palestina. Ellos no pueden regresar a su patria ancestral, y muchos se ven obligados a vivir en campos de refugiados que son poco más que campos de concentración de pobreza e inmundicia.

     A. M. Rosenthal es desde hace tiempo el editor del periódico quizá más influyente de Estados Unidos, el New York Times, de propiedad de los judíos. Un belicoso partidario de Israel, él sólo se queja del Estado sionista cuando no es lo suficientemente sionista para su gusto. Sin embargo, en un editorial de 1992 Rosenthal se sintió obligado a criticar a otro país que deseaba preservar su integridad racial y su herencia cultural.

    «Ellos harían mejor estableciendo una cuota de inmigrantes y fomentando una sociedad más pluralista mediante la adopción de una fórmula para conseguir la ciudadanía basada en la residencia más que en los lazos de sangre.

     «Igualmente deplorable es el fracaso de Bonn en revisar una ley de naturalización pasada de moda basada en la etnia. Bajo el sistema existente, a un trabajador turco que ha vivido en Alemania durante 30 años y habla alemán de manera fluída se le niega la ciudadanía que se le concede automáticamente a un inmigrante de habla rusa pero que puede demostrar ancestros alemanes» [12].

[12] A. M. Rosenthal, New York Times, 9 de Diciembre de 1992.

     Rosenthal equipara la actual política alemana de inmigración con la de los nacionalsocialistas. Sin embargo, ¿es la ley de inmigración israelí tan diferente?.

     No sólo Alemania sino toda nación Blanca es un objetivo del apoyo de Rosenthal a la libre inmigración. Sólo la política inmigratoria de Israel —la más draconiana de todas— es inmune a la crítica. Rosenthal se identifica a sí mismo como el descendiente de un inmigrante ilegal (su padre), e incluso alaba la inmigración de haitianos, muchos de los cuales son drogadictos y portadores de Sida.

    «Casi siempre ahora, cuando leo acerca de los haitianos que se arriesgan en el mar para llegar a este país pero que terminan detrás de una alambrada, pienso en un inmigrante ilegal que sucede que conozco, y en sus hijas y su hijo [él mismo]...

     «Aún reconociendo de mala gana algunas limitaciones económicas, este país debería tener la delicadeza moral de aceptar a vecinos que abandonan países donde su vida es terror y hambre y que están dirigidos por bandas criminales...

     «Si aquello fuera una calificación para entrar en nuestra Tierra Dorada, los haitianos deberían ser bienvenidos con canciones, abrazos y conmemoraciones» (Ibid.).

     Como un lector crónico del New York Times, aún tengo que leer un editorial de Rosenthal que pide la aceptación en Israel de un millón o más de palestinos que están obligados por Israel a vivir en la terrible pobreza de los campos de refugiados. Tampoco ha pedido nunca Rosenthal que los judíos den la bienvenida a los refugiados palestinos en Israel con "canciones y abrazos". Rosenthal no es estúpido, pero es profundamente hipócrita. Él sabe que otorgarles la plena ciudadanía a todos los palestinos que están actualmente en Israel y a todos los que están en los campos de refugiados fuera de sus fronteras, terminaría rápidamente con el Estado político sionista, de la misma manera que la inmigración no-europea erosiona el EE.UU. de nuestros antepasados.

     En un aspecto diferente, Rosenthal sabe que Israel no podría haber sido creado sin la inmigración e invasión de Palestina. Observando el registro histórico, ¿deberían haber dado la bienvenida los palestinos a los inmigrantes judíos con canciones y abrazos? Rosenthal no tiene más consideración por los estadounidenses tradicionales que por los palestinos originales habitantes de lo que ahora se llama Israel. Él tiene sólo una abrumadora preocupación: el supremacismo judío.

     Rosenthal está orgulloso de lo que él y muchos otros judíos son: extranjeros tal como los "espaldas mojadas" con quienes él se identifica. Él vive aquí, participando de todas las ventajas de la ciudadanía estadounidense, pero él no llegará a ser —y no podrá— un verdadero estadounidense que ponga los intereses de EE.UU. por encima de los de la agenda sionista.

     A medida que los judíos se vuelven más desvergonzados en su ejercicio del poder, algunos ahora se jactan de su papel en la desposesión de los gentileseuro-estadounidenses. Earl Raab, director ejecutivo emérito del Instituto Perlmutter de Apoyo Judío—asociado con la ADL (Liga Anti-Difamación de la B'nai B'rith)— y escritor en el Boletín Judío de San Francisco, escribió:

     "Fue sólo después de la Segunda Guerra Mundial que la ley de inmigración fue cambiada drásticamente para eliminar tal discriminación. En una de las primeras piezas de evidencia de su madurez política, la comunidad judía tiene un rol de liderazgo en la realización de esos cambios"(Jewish Bulletin, 23 de Julio de 1993).

     Raab prosigue celebrando el venidero status minoritario de los Blancos en Estados Unidos. Una vez que eso haya sucedido, él espera unas "restricciones constitucionales" (¿restricción de la libertad de expresión?):

     "La Oficina del Censo acaba de informar que aproximadamente la mitad de la población estadounidense pronto será no-Blanca o no-europea. Y todos ellos serán ciudadanos estadounidenses. Hemos sobrepasado el punto en que un partido nazi-ario podría ser capaz de prevalecer en este país.

     "Hemos estado nutriendo el clima estadounidense de oposición a la intolerancia étnica durante casi medio siglo. Ese clima no ha sido todavía perfeccionado, pero la naturaleza heterogénea de nuestra población tiende a hacerlo irreversible y hace nuestras restricciones constitucionales contra la intolerancia más prácticas que nunca" (Jewish Bulletin, 19 de Febrero de 1993).

     Como dice Raab, los activistas judíos sionistas que han apoyado un Estado nacional dirigido exclusivamente por judíos, han estado reforzando una masiva inmigración no-tradicional en EE.UU., y ansían el tiempo en que la demografía del voto en Estados Unidos refleje esa transformación.

     Me pregunto si el sionista Israel Zangwill —quien acuñó el término "crisol de razas" [melting pot]— imaginó su Estado judío como un crisol de razas de judíos y árabes, de Islam y judaísmo. Teniendo en cuenta el etnocentrismo del sionismo, yo más bien lo pongo en duda. Un caricaturista estadounidense escribió que el problema con el crisol de razas es que "El fondo siempre se quema, y la escoria sube a la superficie". Es cierto que EE.UU. ha visto una mezcolanza de las diferentes nacionalidades de Europa dentro de una tradicional mayoría estadounidense, pero a pesar de la omnipresente propaganda en pro de la mezcla de razas de los medios judíos de comunicación, no ha habido una gran mezcla de Blancos y negros sino sólo una mezcla marginal de elementos mestizos y anglos. Sin embargo, lo que esos sionistas no han sido todavía capaces de conseguir mediante su apoyo del mestizaje, están en proceso de lograrlo mediante una inmigración masiva y diferentes tasas de nacimientos.

     Los judíos también han promovido, por medio de sus preconizadores del "crecimiento cero" [diferencia entre nacimientos y muertes], como Paul Ehrlich, familias más pequeñas entre los líderes naturales de la mayoría estadounidense. La promoción judía del movimiento de liberación femenina y del aborto voluntario ha disminuído el índice de natalidad de las clases más productivas y educadas de Estados Unidos. Su declarado deseo es la disolución de la raza europea en Occidente por cualquier medio necesario. Una inmigración continua y masiva de no-europeos satisface esos objetivos.

     En resumen, la masiva inmigración no-Blanca ha sido una de las armas más efectivas de la judería organizada en su guerra cultural y étnica contra los euro-estadounidenses. Nosotros no podremos vencer en esta lucha de vida o muerte hasta que nuestro pueblo comprenda que estamos en medio de una guerra, y que nuestro lado está sufriendo grandes pérdidas. Perder esta guerra significaría la destrucción de nuestra cultura, herencia y libertades estadounidenses. Significaría nada menos que la destrucción de los mismos genes que han hecho posible todas las creaciones sociales, culturales y espirituales que distinguen a nuestra civilización.

     Nuestras voces son silenciadas por los medios de comunicación que están en manos de nuestros enemigos. Demasiados de nosotros estamos presenciando silenciosamente el genocidio de nuestro pueblo. El tiempo se acaba. Debemos hablar claro ahora y defendernos. Debemos luchar por la continuación de la magnífica cultura que nos legaron nuestros antepasados. Debemos emprender cualquier acción que sea necesaria para asegurar el futuro de nuestros hijos y de nuestras generaciones venideras. Al igual que todas las cosas vivientes, debemos lucharpor nuestro derecho a vivir.

     Estados Unidos está de muchas maneras invadido, de manera similar a la ocupación israelí de Palestina. Los supremacistas judíos controlan los medios de noticias, editoriales y de entretenimiento; ellos controlan nuestras elecciones y a nuestros políticos, y ahora están orquestando una masiva inmigración en nuestra tierra que nos convertirá en una minoría política y culturalmente impotente, de la misma manera que el pueblo de Palestina ha sufrido dicho destino. Ellos procuran convertir nuestro país en una Torre de Babel en la cual ellos ocupen los pisos superiores.

     No sólo los estadounidenses están camino al olvido sino también nuestros hermanos a través de Europa. En realidad, muchas naciones están bajo el impulso supremacista judío hacia la globalización y la destrucción de cualquier clase de orgullo y cohesión étnica o nacional que pudiera representar una amenaza para su hegemonía. Ellos buscan rehacer el mundo y convertirlo en una masa ordinaria de individuos atomizados y desarraigados, incapaces de una resistencia colectiva.

     Si permanecemos silenciosos en este período crítico de la historia de nuestro pueblo, éste se extinguirá y quedará en silencio para siempre. Esta máxima es verdadera no sólo para los europeos y los estadounidenses sino para todos los pueblos de la Tierra.–






Islamismo, Violencia y Teocracia Global

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     En el sitio counter-currents.comfue publicado en Octubre pasado el texto siguiente que ofrecemos en castellano, que es una reseña o revisión de un texto de 2009 acerca del pensamiento islamista. El autor va repasando aquí diversas citas de autores directamente musulmanes contenidas en el libro analizado que dicen relación con la cosmovisión y la meta última, casi nunca manifiesta, de la mentalidad islamista contemporánea, que no es otra, por increíble que parezca, que la del dominio total y la islamización de las sociedades. El sentido detrás de esta reseña es la conciencia de Occidente ante esta amenaza, no menos real que la de la tribu perdida.


Islamismo, Violencia y Teocracia Global
por Donald Thoresen
8 de Octubre de 2015




     Reseña de Princeton Readings in Islamist Thought: Texts and Contexts from al-Banna to Bin Laden, Roxanne L. Euben y Muhammad Qasim Zaman, editores, Princeton University Press, 2009.


     Hay una tendencia entre la gente preocupada de una u otra forma por el Islam a recurrir a diversas enseñanzas coránicas cuidadosamente seleccionadas a fin de demostrar que el Islam es "bueno" o "malo". Pero tal como la Bibliano puede proporcionar un cuadro completo de lo que la Iglesia católica practica hoy y de por qué lo hace, el Corán no puede proporcionar un cuadro completo de la práctica contemporánea del Islam. Para eso tenemos que acudir a los escritos y las enseñanzas de pensadores islámicos serios más recientes, en particular aquellos de la variedad islamista [1]. Son ellos los que han marcado las pautas filosóficas políticas del Islam contemporáneo. Tras familiarizarse con ese cuerpo de literatura, uno se da cuenta de que el problema de los musulmanes en las sociedades Blancas es mucho mayor que lo que la mayor parte de las personas comprende.

[1] Aunque creo que el término "islamista" es, en parte, un modo de proteger al Islam mismo de la crítica, es comúnmente usado y aceptado, y por el bien de la simplificación lo usaré aquí.

     A medida que cada vez más los musulmanes invaden Occidente, hay una mayor necesidad de entenderlos como ellos son ahora. Un conocimiento de la historia islámica temprana es necesario y valioso, pero no puede servir como la principal fuente de crítica, ni tampoco, con respecto a esto, la multitud de las hordas marrones que se comportan violentamente a través de las tierras Blancas puede proporcionarnos algo más profundo que una repugnancia visceral, por muy justificado y estratégicamente estimulante que dicho sentimiento pueda ser. Saber que Mahoma era un pedófilo y mirar los últimos videos de "refugiados" que furiosamente rechazan las donaciones de alimentos no-halal y que se quejan de malas conexiones a Internet, todavía deja un enorme terreno histórico de conocimiento altamente relevante y a menudo no aprovechado. Dentro de ese espacio histórico, el siglo XX es el foco más importante porque es durante este tiempo que el Islam se convirtió en la fuerza sumamente politizada con la cual tratamos actualmente [2].

[2] No habrá ninguna discusión aquí de la influencia judía en la política del Medio Oriente y su papel en la radicalización política musulmana, no porque sienta que eso es irrelevante —muy por el contrario— sino porque está fuera del alcance de esta reseña.

     Entender el islamismo no es, en realidad, particularmente difícil. Sólo ha habido un número relativamente pequeño de intelectuales islamistas influyentes, y ellos, muy a menudo, simplemente robaron sus ideas de filósofos europeos y las colocaron en un contexto islámico. Sin embargo, esos pocos intelectuales han sido tan influyentes en el siglo pasado dentro del siempre intrusivo mundo islámico, que bien vale la pena estar familiarizado con ellos. Una excelente manera de hacer eso es con el libro Princeton Readings in Islamist Thought, una colección de varios textos islamistas, editados y con introducciones de Roxanne Euben, una cientista política del Wellesley College, y Muhammad Qasim Zaman, un profesor de estudios del Cercano Oriente en la Universidad de Princeton.

     El libro comienza con una introducción que es típica de la escritura académica moderna sobre cualquier asunto polémico. Ella le da al lector una impresión tanto del actual clima intelectual como del tema mismo. Por ejemplo, los editores intentan "situar" el islamismo (p. 5). Cuando un académico proclama su deseo de "situar" algo, el lector crítico debería estar especialmente alerta porque eso por lo general significa que el autor está a punto de blanquear su tema, sumergiéndolo en el dogma contemporáneo y en la moda intelectual. Como era de esperarse, los doctores Euben y Zaman hacen precisamente eso. Por ejemplo, ellos declaran en cierta ocasión en una sección titulada "Islamismo y Violencia", que "el hecho de que algunos pensadores islamistas santifiquen la lucha violenta... no significa, por supuesto, que todos aquellos que abogan o se involucran en la yihad respalden la violencia"(p. 45). Esto es seguido de: "para los creyentes fieles, la yihad es nada menos que la promulgación de un imperativo divino para rehacer los fundamentos de la vida colectiva. A este respecto, las visiones islamistas de la yihad pueden ser vistas como parte de una asociación existente desde hace mucho tiempo entre la violencia y las fundamentaciones políticas sobre la cual ninguna cultura particular o época histórica tiene un monopolio" (pp. 45-46).

     Una calificación tan condescendientemente infantil no tendría que ser hecha en una publicación universitaria en la mayoría de los otros temas. Incluso así, hay que cuestionar su lógica. Si los "creyentes fieles" asocian la yihad con la violencia de los "fundamentos políticos", ¿no significa eso que el islamismo es, en su mismo núcleo, violento?. Un islamista que explícitamente se opusiera a toda la yihadviolenta (si se pudiera encontrar uno) ¿no dejaría entonces de ser un islamista? A pesar de tales esfuerzos de diplomacia profesional, los textos que componen el grueso del libro dejan completamente claro que la yihad violenta no es sólo una importante preocupación del pensamiento islamista en general, sino que es la preocupación política central. Desde luego, el contenido editorial no carece de mérito, pero, para nuestros objetivos, el valor de este libro está en los textos islamistas mismos.

     El libro Lecturas de Princeton acerca del Pensamiento Islamista está organizado en cinco partes. La primera parte, titulada "Islamismo: una Cosmovisión Emergente", trata con pensadores islamistas tempranos que adquirieron notoriedad durante las diversas luchas anti-coloniales a través del mundo musulmán a principios y mediados del siglo XX: Hasan al-Banna (1906-1949), un egipcio que formó la Hermandad Musulmana; Sayyid Abu'l-a'la Mawdudi (1903-1979), un musulmán indio/paquistaní que fundó el Jam'at-i Islami; Sayyid Abu’l-Hasan 'Ali Nadwi (1914-1999), un miembro musulmán indio del Tablighi Jama’at; y Sayyid Qutb (1906-1966), un miembro egipcio de la Hermandad Musulmana que ha sido mencionado desde entonces por el periodista judío Paul Berman como "el filósofo del terrorismo islámico" (p. 129) [3]. La obra de estos hombres ha tenido un impacto enorme sobre el mundo musulmán, poniendo temas que serían comunes dentro del pensamiento islamista en los años siguientes. El desarrollo conceptual más importante común a estos islamistas tempranos, uno que esencialmente enmarca a todos los otros, es la idea del Islam como un sistema mundial, una teocracia global completa y perfecta. Ésta es la clave para entender todo lo que sigue y para comprender el verdadero alcance de la amenaza musulmana.

[3] Paul Berman, "El Filósofo del Terrorismo Islámico", New York Times, 23 de Marzo de 2003, http://www.nytimes.com/2003/03/23/magazine/the-philosopher-of-islamic-terror.html

     Tradicionalmente, los ulemas (los eruditos religiosos musulmanes) tendieron a separar la religión de la política. Bajo el régimen colonial, ésa llegó a ser una posición cada vez más insatisfactoria para muchos musulmanes, y los nuevos pensadores islamistas políticamente orientados comenzaron a ganar prominencia en el mundo musulmán. Parecía obvio para ellos que lo político era inseparable de lo religioso. En efecto, ya que lo político es un fenómeno inevitable en cualquier comunidad humana, los musulmanes estaban en la obligación moral de conducir la política en una dirección islámica.

     De esa manera, el Corán se convirtió no sólo en un texto religioso sino en un programa político para el mundo musulmán colonial y post-colonial. En palabras del señor Banna: "Ningún régimen en el mundo suministrará a la nación renaciente lo que requiere en cuanto a instituciones, principios, objetivos y sensibilidades en el mismo grado que el Islam lo suministra a cada una"(pp. 59-60). El señor Qutb va aún más adelante cuando declara que los musulmanes deben "asumir el liderazgo de la Humanidad" (p. 138). Éste es, muy obviamente, un lenguaje claramente político. Las nociones de un "régimen"islámico y un "liderazgo"musulmán eran estimulantes y atractivamente modernas para los musulmanes descontentos, quienes estaban, en ese período, a menudo divididos interiormente entre las obvias ventajas materiales de la modernidad Blanca, el anti-imperialismo del marxismo, y el algo pasado de moda y restringido, pero profundamente enraizado y cómodo, Islam de los ulemas.

     Hacia el final del período colonial del siglo XX, el Occidente no sólo estaba dominando físicamente tierras musulmanas sino que, cieertamente a los ojos de los islamistas, también los dominaba culturalmente. Mucho se ha escrito sobre los efectos psicológicos del colonialismo en los colonizados —la retirada a las fantasías de pasadas glorias, la tensión entre el anhelo del éxito material occidental y el deseo de la soberanía cultural entre las subordinadas poblaciones autóctonas— pero en ninguna parte esto es más claro que en el mundo musulmán de este tiempo.

     La conciliación entre el estancamiento de la civilización islámica con la obvia superioridad tecnológica, científica y económica del Occidente fue de suprema importancia para aquellos que trataban de construír un Imperio global islámico. Si el Islam era correcto en todas sus formas —como tenía que ser para los creyentes— entonces ¿por qué las tierras musulmanas estaban bajo dominio extranjero, y por qué los musulmanes estaban quedando atrás en cada medida del éxito material y organizativo? Había dos respuestas posibles: por causa de los "malos musulmanes" o por la noción de que Occidente carecía de alguna verdad espiritual que sólo el Islam podría proporcionar.

     A fin de comenzar el proceso de materializar el sistema mundial islámico, tenía que ser creado un hombre musulmán nuevamente revitalizado y comprometido. Éste era el proyecto primario del señor Mawdudi quien, quizá más que cualquier otro, hizo una persuasiva defensa de ese nuevo linaje. Un hombre culto, profundamente entendido en el Islam así como en la filosofía europea, él dedicó su vida a la promulgación de una fe islámica radical mediante la transformación espiritual personal, que, creía él, necesariamente conduciría al activismo político. El futuro requería primero una renovación de la relación del individuo con su fe. El degradado estado del mundo islámico estaba en la raíz de ello, y era el resultado de lo que él percibía como un histórico y colectivo ir a la deriva lejos de la verdad islámica.

     Él explicó la degeneración cultural musulmana en términos familiares a los post-colonialistas:

     "La esclavitud política dio origen a un complejo de inferioridad, y la servidumbre intelectual resultante finalmente barrió el mundo musulmán entero desde sus pies... La consecuencia última de esta nociva situación fue que cuando los musulmanes se despertaron otra vez ante la llamada del progreso, ellos fueron incapaces de mirar las cosas excepto a través de los lentes del pensamiento occidental" (pp. 86-87).

     Ese complejo de inferioridad hizo que ellos dudaran de su propio valor, lo que los llevó a sucumbir gradualmente ante lo insidioso de las normas culturales extranjeras, un fenómeno que cruzó barreras de clase y educacionales. En efecto, para el señor Mawdudi, las élites musulmanas, sobre todo los ulemas, eran en gran parte culpables y permanecieron como un objetivo especial para él durante toda su vida. Ellas habían dejado de preocuparse por su gente, no vivieron de acuerdo con, ni hicieron cumplir, la ley de la shari'a, y por eso el mundo musulmán entero estaba sufriendo entonces.

     El señor Qutb tendió a enfatizar lo que él veía como la bancarrota espiritual de Occidente en sus esfuerzos para contrarrestar su dominio material penosamente obvio. Para él, Occidente era superior sólo en áreas superficiales de la existencia humana. En su último libro Signposts along the Road, publicado en 1964, él escribió: «No es fácil dejar de considerar tales logros y culpar a aquellos que los inventaron, especialmente dado que el así llamado mundo islámico es casi carente de tales logros. Sin embargo, a pesar de todas estas consideraciones, es todavía esencial "revivir" el Islam» (p. 138). Él sigue diciendo:

     «Debemos entender claramente —en términos exactos— las calificaciones de esta Umma [la gran comunidad musulmana] para el liderazgo de la Humanidad. La comunidad musulmana ahora no es capaz de presentar pruebas —ni se le requiere— de logros materiales extraordinarios para que la Humanidad se doblegue ante su supremacía y la designe para el liderazgo mundial... Para asumir el liderazgo de la Humanidad, entonces, es esencial tener una cualidad además de la creatividad material. Ésta no es ninguna otra que la "fe" y el "modo de vida", que permita a la Humanidad conservar los frutos del progreso material y satisfacer las necesidades de la naturaleza humana. Esta fe y este programa deben entonces ser actualizados en una colectividad humana, es decir, en una sociedad musulmana» (p. 138).

     Las características poseídas por la comunidad musulmana, según los islamistas, son simplemente la aceptación completa de, y la obediencia a, la ley divina contenida en el Corán, el plan necesariamente perfecto para la totalidad de la Humanidad [4].

[4] El señor Mawdudi, citado en una fuente diferente, hace más clara aún la universalidad del Islam: «Esta poderosa ley que gobierna y controla todo lo que comprende el Universo, desde las estrellas más grandes hasta la partícula más diminuta en la Tierra, es hecha y decretada por el Gran Gobernador, a quien la Creación entera obedece. El universo, por lo tanto, literalmente, sigue la religión del Islam, por cuanto el Islam significa solamente la obediencia y la sumisión a Alá, el Señor del Universo. El Sol, la Luna y las estrellas son así todos "musulmanes". La Tierra es también musulmana, y lo mismo el aire, el agua y el calor. Los árboles, las piedras y los animales son todos "musulmanes"».Sayyid Abu'l-a-la Mawdudi, citado en Eran Lerman, "El Concepto de Mawdudi del Islam", vol. 17 Nº 4 (Octubre de 1981) de Middle Eastern Studies, p. 497.

     Para los islamistas, cualquier cosa que no sea explícitamente islámica es, para usar el término del señor Mawdudi, "anti-Islam". Ellos creen que todos los que se desvían de su interpretación de los preceptos básicos del Islam, incluyendo a otros musulmanes, son enemigos. El Islam es la "palabra de Alá", y la "palabra de Alá" no puede ser desafiada sino por hombres malvados. En un sentido hegeliano, el Islam es el final de la Historia, un estado de perfección para el cual racionalmente no puede existir ninguna antítesis. Los enemigos del Islam son los enemigos del hombre, de la Historia, del universo mismo. En efecto, sostener esta rígida posición y no creer en la validez de la yihad violenta requeriría contorsiones y confusiones conceptuales que por lo general están ausentes fuera del mundo judaizado.

     Es verdad que la yihad no es necesariamente violenta. Dicha palabra sólo significa "lucha", y la palabra "lucha" connota tantas cosas para los musulmanes como para todos los demás. Sin embargo, en el contexto de la cosmovisión islamista más grande y, de manera crucial, en las palabras de los islamistas mismos, está completamente claro que las opiniones acerca del uso de la violencia varían sólo desde algo "aceptable en ciertas situaciones" a algo "requerido". Vemos esta secuencia de pensamiento desarrollarse en las escrituras islamistas tempranas. De nuevo vale la pena citar al "filósofo del terrorismo", el señor Qutb, con detalle:

     «La yihades esencial para el mensaje islámico si ha de ser tomado en serio como una declaración de la liberación del hombre, porque dicho mensaje no puede quedar confinado a argumentos teóricos y filosóficos. Debe encarar las situaciones existentes con medios eficaces, ya sea que la tierra del Islam esté segura o bajo amenaza por parte de potencias vecinas. Ya que el Islam trabaja para la paz, no está satisfecho con una paz barata que se aplica sólo al área donde resulta vivir gente de fe musulmana. El Islam pretende conseguir la clase de paz que asegura que toda sumisión sea a Alá, y ninguno de ellos [los musulmanes] toma a otros por su señor» (p. 150).

     Y aquí está lo que el señor Nadwi dice acerca de la yihad:

     «No puede haber nada más noble para un musulmán que conseguir la complacencia de Alá mediante la sumisión completa a su voluntad. Para eso, se requiere una lucha interior larga y sostenida contra las falsas deidades que pueden reclamar su lealtad espiritual, así como contra todos aquellos caprichos y deseos que pueden tratar de atraerlo lejos de la bondad y la piedad. Cuando eso ha sido alcanzado, es su responsabilidad moral ejercitarse para el mejoramiento de sus congéneres y para el establecimiento de la soberanía divina sobre el mundo alrededor de él» (pp. 112-113).

     El concepto de yihad como una amalgama de lucha interna personal y lucha política colectiva fue un marcado cambio en el entendimiento. Ese cambio iba a ser refinado posteriormente por la siguiente generación de islamistas.

     La segunda parte del libro, "Rehaciendo el Estado Islámico", trata con esa segunda generación: el ayatolá Ruholá Jomeini (1902-1989), el muy famoso líder de la Revolución iraní; Muhammad Baqir al-Sadr (1934-1980), el líder chiíta iraquí que fue ejecutado por Sadam Hussein y cuyo nombre permanecerá para siempre grabado en las mentes de muchos en el nombre de la ciudad Sadr, el infame distrito chiíta en Bagdad; Hasan al-Turabi (1932), el líder religioso sudanés, y Yusuf al-Qaradwi (1926), un egipcio con lazos cercanos con la Hermandad Musulmana. Cuando estos hombres aparecieron en la escena, las posiciones islamistas básicas —una reforma espiritual "revivificadora" y la lucha política colectiva hacia un Imperio islámico— habían sido establecidas. Dependía entonces de ellos seguir la lucha por el dominio global islámico, y hacer eso requería un poco de delicadeza intelectual y política.

     Los pensadores islamistas anteriores habían rechazado el nacionalismo como un constructo occidental política y espiritualmente limitante. El Estado-nación no era una unidad social que les interesara porque la amplia comunidad musulmana misma no estaba limitada a naciones particulares, y el sistema mundial islámico deseado era necesariamente supranacional. No obstante, la política práctica tenía que ser considerada, y por ello los islamistas trabajaron dentro de parámetros políticos nacionales, incluso aunque en último término rechazaran el concepto. El señor Jomeini sostuvo que:

     «Nadie puede decir que ya no es necesario defender las fronteras y la integridad territorial de la patria islámica... Cualquier persona que afirme que la formación de un gobierno islámico no es necesaria, implícitamente niega la necesidad de la implementación de la ley islámica, la universalidad y amplitud de aquella ley, y la validez eterna de la fe misma» (p. 165).

     El doctor Turabi clarificó esta posición aparentemente anti-islamista:

     «Un Estado islámico no es un Estado nacionalista porque la lealtad es debida a Alá y por lo tanto a la comunidad de todos los creyentes... [El Estado islámico] trabajaría en pro de la eventual unidad de la Umma y más allá. A fin de cuentas, no hay nada final incluso en cuanto al llamado mundo musulmán o nación musulmana, porque el Islam está abierto a la Humanidad, es universal... El Estado es sólo la dimensión política del esfuerzo colectivo de los musulmanes» (pp. 214-215).

     La eficacia de los movimientos nacionalistas del siglo XX para vencer el colonialismo, junto con la realidad inevitable del sistema estatal global, obligó a esos islamistas a ser realistas en una forma a la que la generación anterior a menudo se había resistido. El Estado-nación comenzó a ser visto como una unidad política manejable, aunque a la postre temporal, mediante la cual llevar a cabo sus objetivos a largo plazo. Aceptando la utilidad de la política nacional, los islamistas comenzaron a pensar de una manera realista acerca de cómo debían ser organizados sus Estados. Cuestiones de ley, democracia y economía tuvieron que ser tratadas más explícitamente que lo que lo habían sido antes. Hay mucha información en este volumen en cuanto a la visión islamista del Estado, pero el punto general importante es que, para los islamistas, el Estado es un mero escalón en el camino a la teocracia global.

     La tercera parte del libro, titulada "Islamismo y Género", contiene escritos de varios islamistas acerca del papel de las mujeres en las sociedades islámicas: Murtaza Mutahhari (1920-1979), una figura clave en la Revolución iraní; Zaynab al-Ghazali (1917-2005), una mujer egipcia, caracterizada por los editores como "la madre en gran parte desconocida" del islamismo (p. 275); y Nadia Yassine (1958), "la muy visible portavoz, aunque no oficial, del grupo islamista más popular en Marruecos, Jama’at al-'Adl wa-l-Ihsan"(p. 302).

     A menos que uno esté viviendo en una sociedad musulmana o sea un estudioso del feminismo, estos capítulos ofrecen poco que sea de estímulo intelectual. El señor Mutahhari pasa mucho tiempo expresando la diferencia entre la igualdad y la calidad de idéntico, y la señorita Ghazali describe su propio trabajo junto a la Hermandad Musulmana y sus afectuosos recuerdos de haber pasado tiempo leyendo y estudiando grupalmente el Corán. Hay poco ahí de interés para el lector de la Nueva Derecha; pero si alguien se ha preguntado alguna vez si había guerreros de la justicia social en los círculos islamistas, la señorita Yassine proporciona la respuesta en su prosa formal y aburrida. Ella escribe: "Revivir la fe islámica consiste en denunciar el redireccionamiento de la Historia por parte de regímenes que han impuesto el patriarcado y la autocracia en nuestras sociedades"(p. 314). Y: "Nuestra lectura de los textos sagrados está en desacuerdo con la fosilizada ideología construída durante el curso del tiempo por un cuerpo de exégetas que debilitó toda dinámica de la ley islámica"(p. 315). Ella también defiende el uso del hijab [el pañuelo musulmán que cubre el cabello y el cuello] en un estilo similar: "Cuando una mujer lleva puesto el pañuelo islámico, ella reclama su espiritualidad, conquista de nuevo la esfera pública (porque el velo islámico es una proyección de la esfera privada dentro del espacio público), y finalmente hace una declaración política de disidencia contra el orden establecido, sea nacional o internacional" (pp. 316-317).

     La cuarta parte del libro se titula "Violencia, Acción y Yihad". Incluye escritos de Muhammad abd al-Salam Faraj (1954-1982), un ingeniero eléctrico egipcio y miembro de la Jama’at al-Jihad, el grupo que asesinó al Presidente egipcio Anwar al-Sadat en 1981, así como de Umar abd al-Rahman (1938), un jeque egipcio implicado en el bombardeo de 1993 del Centro Mundial de Comercio en Nueva York y en el asesinato del rabino Meir Kahane. También se incluye la carta fundacional de Hamás, escritos de Muhammad Husayn Fadlallah (1935), un erudito religioso iraquí radicado en el Líbano que ha sido mencionado como "el líder espiritual de Hezbolá" (p. 390), así como una reglamentación talibana y una entrevista con un líder talibán.

     Como el título de la sección indicaría, el concepto de yihad es tratado con más detalle aquí. Cada página contiene algunas apreciaciones acerca de exactamente cuán importante es dicho concepto para los islamistas. El señor Faraj, tratando con aquellos que sugieren que la yihadno tiene que ser violenta, responde que ese tipo de personas "no está interesado en el Islam o es un cobarde que no desea defender el Gobierno de Alá con firmeza" (p. 330). Él rechaza el infiltracionismo, la propaganda, la erudición, la política tradicional, y, de manera interesante, la emigración. Todas estas cosas él argumenta que son un alejarse de Alá y sólo sirven para prolongar la existencia del "Estado pagano". Esta posición refleja directamente las actitudes de los islamistas anteriores, pero hay un gran sentido de urgencia en sus escritos, algo común entre la generación más reciente de islamistas. Dicho de manera simple, la violencia es esencial.

     Comentando acerca de un verso coránico en el cual Mahoma declara que si sus seguidores luchan contra los infieles "Alá los castigará [a los infieles]... los humillará y ayudará contra ellos, y traerá la sanación a los pechos de la gente que es creyente" (p. 335). El señor Faraj escribe que "un musulmán tiene como primero de todos sus deberes ejecutar la orden de luchar con sus manos" (p. 335).

     Durante el curso de la historia islámica ha habido diversos eruditos religiosos que trataron de suavizar la obvia violencia inherente en famosos pasajes coránicos tales como el "Verso de la Espada", argumentando que la yihad era principalmente una lucha interna del alma; pero el señor Faraj los acusa —en la manera islamista común— de pertenecer a la categoría de los "malos musulmanes" [5]. Él escribe: "La única razón para inventar esa tradición es reducir el valor de luchar con la espada, para distraer a los musulmanes de combatir contra los infieles y los hipócritas"(p. 342). Y él incluso ofrece consejo a los jóvenes aspirantes a yihadistas: "Sepa que cuando la yihad es un deber individual, no hay (necesidad de) pedirle permiso a (vuestros) padres para marcharse para emprender la yihad" (p. 341).

[5] El Verso de la Espada: "Entonces cuando los meses sagrados hayan pasado, matad a los politeístas dondequiera que los encontréis, capturadlos, sitiadlos, estad en emboscada contra ellos en todas partes", Corán 9:5 (p. 337).

     El señor 'Abd al-Rahman sostiene posiciones similares. Él escribe: "La misma existencia de una amenaza para el orden social es en sí misma la justificación para el derrocamiento del régimen" (p. 350). Es importante tener en cuenta que la palabra "régimen"no es calificada. El "régimen" podría ser así cualquier régimen bajo el cual vivan los musulmanes. Siempre hay que tener presente el hecho básico de que los islamistas están enfocados en la dominación mundial, en poner en práctica la teocracia dondequiera que ellos residan, aun cuando parezca como si ellos estuvieran involucrados en una lucha puramente nacionalista, como es el caso de Hamás, una organización que se dedica a la causa palestina y que usa libremente la retórica nacionalista. El artículo 5 de la Carta de Hamásdeclara:

     «La dimensión histórica del Movimiento de Resistencia Islámicoproviene de su adopción del Islam como un sistema de vida. Se remonta tan lejos como al nacimiento del Mensaje Islámico y a los Piadosos Predecesores. Por lo tanto, Alá es su objetivo, el Mensajero es su líder, y el Coránsu constitución... En cuanto a su dimensión geográfica, es dondequiera que se encuentren musulmanes —aquellos que adoptan el Islam como un sistema de vida— en cualquier región de la faz de la Tierra» (p. 367).

     En el artículo 8 estas nociones son reiteradas en una manera más dramática con un agregado que declara que la yihad es la "metodología"de Hamás y que la muerte "por causa de Alá es su deseo más codiciado"(p. 369). Uno podría apoyar la causa palestina como un movimiento nacionalista legítimo, pero cuando eso se entiende en el contexto islamista mayor, el lenguaje usado por Hamásindica claramente que esto tiene mucho en común con la ideología transnacional predicada por los islamistas más tempranos. No hay absolutamente nada en la literatura islamista que indique que, una vez que la soberanía política haya sido adquirida, los islamistas se contentarán con el dominio local. En efecto, lo contrario es el caso.

     Esta cuarta sección también contiene una reimpresión de una entrevista con el señor Fadlallah, la cual, mientras también trata con la yihad, contiene algún comentario interesante sobre la ética islamista que revela las profundas semejanzas entre el pensamiento musulmán y el judío. La ruptura entre la ética endógena y la exógena es hecha fácilmente evidente. Él declara:

     «Un valor negativo puede ser transformado en uno positivo si sirve al bien público. Mentir es incorrecto. Sin embargo, si decir la verdad significa traicionar a la propia Umma, por lo tanto decir la verdad sería incorrecto y mentir estaría bien. Hablar mal de alguien a sus espaldas sería incorrecto, pero cuando el hacer eso significa advertir a otros de los vicios de aquél para ayudarlos a evitar problemas que podrían surgir del contacto con él, hacer aquello podría ser un deber. Cuando el bienestar de la Humanidad es ayudado por un valor negativo, éste es transformado en un valor positivo»(p. 398).

     Preocupado como está con la ética, por muy ajena que pueda ser su versión para las mentes occidentales Blancas, Fadlallah ve realmente una diferencia entre, por ejemplo, los ataques del 11 de Septiembre y la voladura de civiles judíos en Israel. Él sostiene que el ataque contra el Centro Mundial de Comercio fue injustificado porque la mayoría de los estadounidenses "son generalmente indiferentes a la política exterior de su país", y por lo tanto los ignorantes estadounidenses no son objetivos legítimos. Los israelíes, sin embargo, consideran la muerte de palestinos como parte del costo de la guerra, y por lo tanto los palestinos están justificados al matar a civiles israelíes. La lógica no es completamente sana, pero él, quizá inconscientemente, revela su verdadera posición un poco más tarde.

     Se hace claro a medida que la entrevista progresa que el señor Fadlallah simplemente cree que los ataques contra el Centro Mundial de Comercio no beneficiaron a la causa islamista, lo cual, como así sucede, resulta ser la razón principal de por qué él los condena. Él declara que "lo que sucedió ha abierto las puertas del mundo a EE.UU., haciendo que el mundo entero se le someta... Por esto digo a aquellos que piensan que tales actos pueden ser justificados por el bien del objetivo mayor, que ningún objetivo más grande puede ser conseguido usando tales métodos, los cuales pueden realmente provocar el resultado contrario" (p. 406).

     La cuarta parte del libro termina con una breve discusión acerca de los talibanes, incluyendo una reimpresión de unlaheya (programa o reglamentación) talibán. La mayor parte de él es sólo una estrategia organizacional paramilitar básica y corriente. Pero es gracioso a veces. Algunas de las reglas más cómicas incluyen: "El talibán no puede usar el equipamiento o la propiedad de la yihad para uso privado" (p. 415); "No se permite que el muyahedin lleve a muchachos jóvenes sin vello facial al campo de batalla o a su domicilio privado"(p. 416); "Cualquiera que trabaje como profesor para el actual régimen marioneta debe recibir una advertencia. Si él sin embargo rechaza dejar su trabajo, debe ser golpeado. Si el profesor todavía sigue instruyendo al contrario de los principios del Islam, el comandante de distrito o un líder de grupo deben matarlo"(p. 417).

     En una entrevista con el líder talibán el mulá Sabir en cuanto a la publicación del laheya ya mencionado, se le pregunta acerca de la eficacia y de la razón que está detrás de la campaña talibana de atentados suicidas. Él responde diciendo que "los atentados suicidas son una táctica con la cual llevamos al enemigo a entrar en pánico. Sin esta arma milagrosa nunca llevaríamos a cabo nuestro objetivo de conquistar de nuevo todo Afganistán" (p. 420).

     En la parte quinta y final del libro, "Globalizando la Yihad", los editores incluyen de Osama bin Laden (n. en 1957) su "Declaración de Guerra contra los Estadounidenses que Ocupan la Tierra de los Dos Sitios Sagrados", y las instrucciones finales para los atacantes del Centro Mundial de Comercio escritas por Muhammad 'Ata al-Sayyid (1968-2001). El escrito del señor Bin Laden toca todos los puntos principales cubiertos por los islamistas anteriores: el fracaso de los ulemaspara imponer adecuadamente ley islámica, el deber de los musulmanes de emprender la yihad, el enorme problema sionista, una saludable dosis de retórica post-colonial, una cantidad de anécdotas históricas entremezcladas con versos coránicos, y la unidad comunitaria de todos los musulmanes a través del globo.

     Tal como el señor Faraj, Bin Laden también cree que los niños son el futuro. Él escribe de la nueva generación de jóvenes musulmanes radicales: «Aquellos jóvenes saben que su recompensa al combatir contra ustedes, Estados Unidos, es el doble que por luchar contra alguien que no sea de la Gente del Libro [cristianos y judíos]. Ellos no tienen ninguna otra intención sino entrar en el Paraíso matándolos a ustedes. Un infiel y enemigo de Alá como ustedes no puede estar en el mismo infierno con su justo verdugo... Los jóvenes que ustedes llaman cobardes compiten entre sí para luchar y matarlos a ustedes» (p. 453). Él añade: «Aterrorizarlos a ustedes, mientras ustedes llevan armas a nuestra tierra, es un deber legítimo y moral» (p. 457). Y antes de terminar con un rezo a Alá, él escribe: «Oh, ustedes [soldados] de Alá, cabalguen y marchen. Éste es el tiempo de adversidades, de modo que sean rudos. Y sepan que su reunión y cooperación para liberar los santuarios del Islam son el paso correcto hacia la unificación de la palabra de la Umma bajo la bandera de "Ningún dios sino Alá"» (p. 458). Uno podría sostener que el señor Bin Laden es el islamista prototípico, no sólo en términos de reconocimiento de rostro y de nombre sino en términos de amplitud ideológica y política.

     Uno de los problemas en relación con el islamismo es que contiene ideas que son, en grados diversos, atractivas para la gente Blanca racialmente consciente, en particular para aquellos de la Nueva Derecha: lealtad tribal, conservadurismo social, disposición a hacer sacrificios en favor de una causa mayor, y el combate carente de temor contra la hegemonía política y cultural judía. Admirables y atractivas como estas cualidades puedan ser para los Blancos que desean el despertar de cualidades similares entre su propia gente, ellas son precisamente las cualidades que hacen del islamismo (y de cualquier presencia musulmana en tierras Blancas) una tremenda amenaza práctica para la gente Blanca.

     Existen aquellos que sostienen que el Islam es un problema que puede ser contenido, que puede actuar para frustrar la influencia judía, y que porque algunos de sus valores se superponen con los de la Nueva Derecha ellos son aliados naturales. Estas creencias son, sin embargo, terriblemente equivocadas e ingenuas. No puede haber ningún compromiso con aquellos que desean rehacer la civilización de uno por la fuerza, para afirmar su dominio ideológico en cada faceta de la existencia humana, y que predican ideas universalistas que contribuirían a la destrucción de la raza blanca.

     Muy parecido al judío, el islamista se esconde a plena vista. Bajo el repugnantemente ubicuo velo protector de la tolerancia, el humanitarismo y el anti-racismo, estos enemigos confabulan contra los Blancos mientras disfrutan —y desarrollan apetitos voraces por— las ventajas de la civilización Blanca. De serle dada la posibilidad para ser puesto en práctica, su teocrático "final de la Historia" significaría el final de nuestra historia. Los textos en este libro hacen esto muy evidente.–





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