En el sitio redpillaction.subvert.pw su autor, Nigel Winters, publicó a fines de Julio del año pasado el siguiente análisis (National Socialism Historical and Ideological Synthesis) que presentamos en castellano, donde trata de definir lo que el Nacionalsocialismo es y lo que no es, su diferencia con el Fascismo, la manera en que lo definen sus oponentes, y el doble estándar que se le ha aplicado en relación al marxismo, considerado éste como casi normal en las sociedades occidentales, producto del control de ciertas gentes sobre los medios de comunicación y la enseñanza académica. Es este estudio una clarísima exposición del fenómeno que, a pesar de sus críticos, trasciende de todas maneras su época y lugar originales, teniendo en cuenta su consideración actual.
NACIONAL-SOCIALISMO.
Síntesis Histórica e Ideológica
por Nigel Winters
31 de Julio de 2020
QUÉ ES NACIONAL-SOCIALISMO
El Nacionalsocialismo es en su núcleo la cosmovisión original, en la cual nacemos, y aquella en la cual el hombre es puesto al lado de y de acuerdo con la Naturaleza. El Nacionalsocialismo está intrínsecamente basado en este precepto como Adolf Hitler lo concibió.
Él correctamente describe, para alguien dispuesto a escuchar, la parte del hombre dentro del orden natural del universo. Contrariamente a lo que él vio como la idea judía, muy comúnmente expresada hoy y en su tiempo, de que "el hombre puede controlar incluso a la Naturaleza", Hitler rechazó de manera vehemente esas tonterías indicando que el hombre ha "fracasado en vencer a la Naturaleza en cualquier esfera dada" y "a lo sumo él ha tenido éxito simplemente en conseguir tomar y levantar una diminuta sección del velo enorme que ella ha extendido sobre sus misterios y secretos eternos"(Mein Kampf). Él expone eso diciendo que el hombre "nunca crea nada. Todo lo que él puede hacer es descubrir algo. Él no domina la Naturaleza sino que sólo ha llegado a ser el amo de aquellas criaturas que carecen del conocimiento al que él ha llegado, penetrando en algunas leyes y misterios de la Naturaleza" (Idem).
La Humanidad, por lo tanto, es un instrumento de la Naturaleza, y todo lo que nosotros podemos crear y concebir se deriva de los recursos que la Naturaleza nos ha dado. Sólo podemos existir debido a las naturales condiciones en las cuales nos basamos para funcionar en el mundo en cualquier respecto. La Naturaleza por lo tanto constituye nuestra existencia en primer lugar facilitándola, y nuestra existencia continuada es asegurada viviendo armoniosamente con ella. Por cuanto es así, creer que el hombre puede vencera la Naturaleza significaría entonces que sería "imposible siquiera imaginar la existencia del mundo" (Idem). Todas las otras ideologías políticas, sean marxistas, libertarias o lo que usted quiera, se basan en una concepción materialista del mundo incrustada en la limitada política temporal, que no puede extenderse más allá de la obsesión de "ideas" y objetivos a corto plazo para satisfacer los vicios del individuo; esas ideas son artificiales y existen en un vacío, el cual para ellos no está obligado por la Naturaleza, algo que en primer lugar ellos ni siquiera consideran. Eso permite que ellos en su alarde de poder y embriagado estupor crean que muchas ideas destructivas pueden ser aplicadas sin duda a la Humanidad, ideas que sólo conducen a la degradación de aquella Humanidad, ideas como multiculturalismo, aceptación de la anormalidad sexual (homosexualismo, dismorfia de género), tolerancia de ideas contrarias que requiere el servilismo de las ideas verdaderas, y la presunta apertura de mente del sistema democrático. De esto, Hitler dice:
"una idea nunca puede triunfar sobre las condiciones previas para la existencia y el desarrollo de la Humanidad; la idea misma ha venido sólo del hombre. Sin la Humanidad, no habría ninguna idea humana en este mundo. La idea como tal es por lo tanto siempre dependiente de la existencia del hombre, y por ello depende de aquellas leyes que crearon las condiciones de su existencia" (Adolf Hitler, Mein Kampf, vol. 1).
Así, no podemos llegar a ser degenerados sexuales teniendo relaciones homosexuales. Aquello no puede ser normalizado dentro de nuestra civilización porque nuestras condiciones de existencia requierenla heterosexualidad, como es exigido por la naturaleza obvia de nuestros genitales; debemos procrear para producir niños, y por medio de la intimidad nos unimos con nuestros cónyuges y luego nos unimos con nuestros niños cuando los criamos. Algunos dicen que la sexualidad no es una opción, y ellos tienen razón: usted no tiene ninguna otra opción sino ser heterosexual y cuidar de su gente, o permanecer como un extravagante sexual célibe que debe beneficiar a su familia existente, o asumir un trabajo beneficioso para la comunidad, por lo cual todo el tiempo de ellos puede ser ocupado haciendo aquello para lo cual han nacido bajo la jerarquía nacionalsocialista de la meritocracia. Por supuesto, sin ser capaz de tener una familia propia, eso no debería ser un problema, ya que dicha gente muy a menudo aparentemente no quiere una familia de todos modos. Sin embargo, no se puede permitir que ellos no proporcionen ningún servicio a sus comunidades. El pueblo debe ser puesto antes que todo, porque nuestra gente debe vivir.
Del mismo modo, no podemos ser racialmente diversos, porque el hombre ha desarrollado diferencias raciales de acuerdo con la geografía, donde se han desarrollado las culturas que representan las aptitudes únicas y la historia de aquellos grupos raciales, y donde también se ha desarrollado una conciencia alrededor de la raza, dando al hombre un sentido de significado y propósito en su vida. Su pueblo es su hogar, y su salud mental es positivamente afectada cuando él está racialmente consciente.
La cultura es algo de lo que toda la gente se preocupa, pero los europeos hoy nos niegan nuestras propias naciones y culturas por miedo a criticar las ideas multiculturales que han sido impuestas sobre nuestras naciones.Ese hecho mismo carcome, como las termitas, los fundamentos sobre los cuales se apoya el multiculturalismo; porque la idea misma de celebrar la cultura significa que se requiere la exclusión de otros para distinguir alguna diferencia entre culturas; por lo tanto la cultura y la raza son ambas una y lo mismo, ya que la raza sirve para aquel objetivo de distinción como un marcador físico del origen geográfico de la cultura.
Otra de las muchas incongruencias del multiculturalismo es la pregunta en cuanto a cómo las naciones europeas que exhiben nuestra propia herencia cultural en abundancia pueden posiblemente con la exclusión de sí mismas, irónicamente, dentro de nuestras naciones abrir camino para las culturas de otros, donde la raza y la cultura son usadas de modo intercambiable para describir a las entrantes multitudes de extranjeros, y sin embargo, para nosotros, nuestros "valores occidentales" son supuestamente universales cuando somos sólo nosotros los que por lo visto cumplimos con ellos. Nuestra raza, nos dicen, "no significa nada" en el diluvio multicultural donde la diversidad racial es supuestamente el mayor regalo que podrían darnos. Esto es verdadero para todos los dogmas políticos temporales, estén en la Derecha o en la Izquierda.
Esta materia de asuntos, esta aplicación selectiva de la moralidad, existe sólo para abrir el camino a esos extranjeros en países europeos. Ninguna otra explicación es posible, ni puede ser racionalizada. La puesta en la mira de nuestros países para que sean lo bastante "abiertos" para aceptar las sucias masas de cualquier Humanidad que aparezca en nuestra puerta ocurre para el único propósito de removernos a nosotros y quiénes somos. Para defenderse contra esa clase de cosas que ocurren a cualquier raza del hombre, pero específicamente a la europea, Hitler nos ha equipado con palabras obvias pero desesperadas que obviamente tenemos que oír. Como nacionalsocialistas sólo debemos tener una doctrina: "Pueblo y Patria", y todo sobre la existencia, todas las ideas y todo el conocimiento deben servir al objetivo de mantener nuestra propia existencia de modo que no enfrentemos el olvido histórico y perdamos nuestras naciones y nuestra herencia en el proceso. Cualquiera que desee evitar ese destino debe reconocer la posición primaria que tiene la raza en la constitución no sólo de la nación sino de la existencia y la Humanidad mismas.
"Para mí y para todos los verdaderos nacionalsocialistas, hay sólo una doctrina: Pueblo y Patria.
"Tenemos que luchar para salvaguardar la existencia y la reproducción de nuestra raza y nuestra gente, el sustento de nuestros niños, la pureza de nuestra sangre, y la libertad e independencia de la Patria. Sólo entonces puede nuestra gente realizar la misión adjudicada a ellos por el creador del universo.
"Todas las ideas y los ideales, toda la enseñanza y todo el conocimiento, deben servir a estos fines. Todo debe ser examinado desde este punto de vista y llevado a usos prácticos, o ser desechado. Así una teoría nunca puede convertirse en una mera doctrina muerta, ya que todo debe servir a la vida"(Adolf Hitler, Mein Kampf, vol. 1).
No necesitamos ninguna otra justificación para nuestras opiniones, aparte de lo que conservará a nuestra gente. Eso es el Nacionalsocialismo.
Como nacionalsocialistas:
"Reconocemos que la separación de la Humanidad desde la Naturaleza, desde el todo de la vida, conduce a la propia destrucción de la Humanidad y a la muerte de las naciones. Sólo por medio de una reintegración de la Humanidad en el todo de la Naturaleza puede nuestra gente ser hecha más fuerte. Ése es el punto fundamental de las tareas biológicas de nuestra época. La Humanidad sola ya no es el foco del pensamiento sino más bien la vida en conjunto... Ese esforzarse por la conectividad, por la totalidad de la vida, con la Naturaleza misma, una Naturaleza en la cual nacemos, ése es el sentido más profundo y la esencia verdadera del pensamiento nacionalsocialista"(botánico alemán Ernst Lehmann, Biologischer Wille. Wege und Ziele biologischer Arbeit im neuen Reich, München, 1934, pp. 10-11).
Intentar expresar exactamente la esencia del Nacionalsocialismo en una frase es ciertamente posible. Yo diría que, viendo que la biología y la Naturaleza son una, el Nacionalsocialismo puede ser mejor descrito como lo ha sido en el pasado: como biología aplicada a la política.
En el mundo hoy nos hemos extraviado muy lejos de lo que Savitri Devi llamó la "sabiduría divina":
"En su esencia, la idea nacionalsocialista excede no sólo a Alemania y a nuestro tiempo sino a la raza aria y a la Humanidad misma y a cualquier época; ella al final expresa aquella misteriosa e infalible sabiduría según la cual la Naturaleza vive y crea: la sabiduría impersonal de las selvas vírgenes y de las profundidades del océano y de las esferas en los campos oscuros del espacio; y es para gloria de Adolf Hitler no simplemente haber vuelto a aquella sabiduría divina (...) sino haberla convertido en la base de una política de regeneración práctica de alcance mundial"(Savitri Devi, El Relámpago y el Sol, p. 168).
Hemos llegado a ser dominados por una Humanidad inferior que conocemos como los"marxistas culturales"quienes políticamente sostienen la bandera de la "Izquierda”. Esa gente en conjunto son lo que Edward Dutton llama los"mutantes rencorosos", pequeñas secciones de la Humanidad concentradas en países europeos del primer mundo, y compuestas generalmente por nuestros congéneres europeos que, debido a aumentadas tasas de natalidad, medicina avanzada y décadas de una supuesta "paz", se han rebelado contra el orden natural para establecer su propio extraño y egoísta paraíso cultural, predicado en base a una irrealizable búsqueda de la igualdad, el rechazo de la realidad biológica [1], la destrucción de la familia y la desconstrucción de pueblos, naciones y culturas.
[1] Helmuth Nyborg, Race as Social Construct, https://web.archive.org/web/20200731075246/https://helmuthnyborg.dk/wp-content/uploads/2019/05/Publ2019_Race-as-social-construct_final20052019_psych-01-00011-v3.pdf
Todo eso, por un futuro donde todas las diferencias son removidas y la Humanidad es adorada como esencialmente su propio "Dios" sin responsabilidad ante nadie o nada excepto ante sí misma y ante el falso ideal de la igualdad donde el hombre es reducido al más común denominador. El resultado ellos piensan que será el hombre venciendo a la Naturaleza. Pero eso no puede suceder y no ocurrirá, sino que el resultado será una espiral de decadencia, y la Humanidad llegará a ser pura materia, la nada.
En esa rencorosa búsqueda para perseguir a lo divino ellos promueven cada clase de hedonismo destructivo, comenzando con el individualismo extremo que inevitablemente conduce hacia la indiferencia social y así a la promoción de una amplia variedad de vicios: homosexualismo, mezcla de razas (bastardización cultural), transgenerismo, feminismo ("liberación" de mujeres y hombres —supuestamente— de sus deberes mutuos de cohabitación y familia), etc.
El Nacionalsocialismo reconoce eso y procura remediar a esta Humanidad enferma abrazando las propensiones naturales que apoyan la sana sustentación de nuestra raza o grupos étnicos por medio de la selección darwiniana que, si no puede ser conseguida naturalmente, debe ser tratada de manera preventiva. Esto significa implementar un sistema político que no tenga ninguna tolerancia en absoluto por condiciones tales que puedan conducir a la degeneración de nuestras culturas y pueblos a causa del cambiado medioambiente e incluso de progresos científicos que han reducido las tasas de mortalidad y han incrementado la esperanza de vida en Occidente, lo cual, para decirlo claramente, habría sido el impulso que matara a esos mutantes rencorosos, o que al menos hubiera agitado una sociedad en la cual era prácticamente imposible para ellos existir, y mucho menos ganar terreno como un grupo cohesivo.
Lo que estamos viendo hoy es el mismo veneno moral del cual Hitler vio a Alemania sufrir antes y después de la Primera Guerra Mundial, cuando tales bacterias generalmente anti-humanas estaban siendo promovidas en la República de Weimar por judíos y sus discípulos de la Revolución Mundial [2]. Ellos usarían su poder para promover la destrucción de la selección darwiniana y así las propensiones humanas naturales de las que hablé antes. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el degenerado estado de ciudades como Berlín en ese tiempo, conocida como "la ciudad del pecado" o incluso como "la nueva Babilonia" [3].
[2] "Jewish Domination of Weimar Germany 1919-1932", originalmente publicado por The General League of Anti-Communist Associations, Eckart-Verlag, 1933: https://archive.org/details/JewishDominationOfWeimarGermany1919-1932/mode/2up
Fuentes contemporáneas confirman, con vacilación y con un punto de vista positivo, el rol judío en la Alemania de Weimar. Véase de Donald L. Niewyk, "The Economic and Cultural Rôle of the Jews in the Weimar Republic", The Leo Baeck Institute Year Book, vol. 16, Nº 1, Enero de 1971, pp. 163-168, 170-171, 173; y de Paul Windolf, "The German-Jewish Economic Elite 1900-1933", Zeitschrift für Unternehm ensgeschichte 56, 2011.
[3] Véase de Mel Gordon, "Voluptuous Panic: The Erotic World of Weimar Berlin", 2008, https://archive.org/details/voluptuous-panic/Voluptuous%20Panic%20-%20The%20Erotic%20World%20of%20Weimar%20Berlin
Hitler experimentó la diversidad del Imperio Austro-Húngaro al vivir en Viena, vio la depravación sexual de Berlín, vio la destrucción de la gente alemana que sufría de la deuda de Versalles y la depresión, todo lo cual condujo a sufrir la diversidad en sus propias ciudades alemanas a medida que los extranjeros afluyeron al país con su riqueza, hundiendo más aún la espada en el costado de la gran nación germánica.
Entonces para responder a eso, Adolf Hitler concibió y puso en práctica el desarrollo del Nacional-Socialismo Alemán,que es una cosmovisión realmente holística e impregnada en la VERDAD en tanto que une el natural deseo humano de propósito, pertenencia, raza, paz, e incluso guerra, armonizando el reconocimiento de todas esas cosas en una cosmovisión consecuente con la naturaleza humana y la lucha infinita de los organismos vivos para sobrevivir, esencialmente poniendo al hombre en su lugar al reconocer que la gente nace en papeles diferentes como individuos y como especie, y que hay una cierta jerarquía en la que todos los organismos habitan. Aquello podría no ser sistemático en cada nivel, pero todas las partes de la Naturaleza trabajan de manera similar o incluso en la misma dirección, desempeñando partes más grandes o más pequeñas en nuestras vidas, lo cual podemos notar o no. Lo que nuestros enemigos quieren es directamente opuesto a este "orden natural" y debe ser rechazado por necesidad. Es realmente así de simple. Adolf Hitler y su Nacionalsocialismo simplemente resultaron ser la persona y el movimiento en el momento y lugar adecuados para sintetizar esa cosmovisión holística en una forma que realmente consigue la armonía correcta entre el hombre y la Naturaleza.
LO QUE EL NACIONAL-SOCIALISMO NO ES
El Nacionalsocialismo, como debería estar muy claro, no es una simple ideología que esté pegada dentro de la época de mediados del siglo XX, y limitada a Alemania. Es una cosmovisión, completa y resuelta que ha echado raíces en todos los países europeos alrededor del mundo en alguna forma u otra, incluso en muchos países no europeos como China y Japón. Por ejemplo, el que fuera presidente de la República de China Chiang Kai-Shek una vez preguntó a un grupo de camisas azules chinos: "¿Puede el fascismo salvar a China?". Él les dijo: "¡Sí! El fascismo es lo que China ahora más necesita". Otro fascista chino comentó muchos años más tarde que "Se piensa ahora que el fascismo es retrógrado. Pero en ese entonces pareció ser un medio muy progresista de resucitar el país". El fascismo era la preservación de la nación. "El fascismo es el único instrumento de la auto-salvación de naciones que están al borde de la destrucción", fue comentado en la publicación She Hui Hsin-wen [4].
[4] John Toland, "Adolf Hitler: The Definitive Biography", 1976, p. 410
https://archive.org/download/TolandJohnAdolfHitlerTheDefinitiveBiography/Toland%2C%20John%20-%20Adolf%20Hitler%2C%20The%20Definitive%20Biography.epub
Acerca de Japón, Savitri Devi escribió:
«El sintoísmo, basado en la deificación de los héroes, los antepasados, el Sol, y del suelo mismo de Japón, es uno. Como un japonés me dijo en 1940: "Vuestro Nacionalsocialismo es, en nuestros ojos, un sintoísmo occidental; es nuestra propia filosofía del mundo, pensada por arios y predicada a arios"» (Savitri Devi, Kali Yuga, p. 67).
También pienso que hay un argumento que puede desarrollarse: que a pesar de la visión contemporánea del Fascismo y el Nacional-Socialismo como siendo lo mismo, son de hecho diferentes.
La cosmovisión nacionalsocialista no es tan superficial como el Fascismo lo es en ciertas áreas. Si bien podemos admirar el anti-comunismo, el anti-liberalismo y el nacionalismo del Fascismo, éste lamentablemente carece desde el comienzo de los fundamentos más importantes para ser considerado como verdadero o realizable en cualquier sentido. El fascismo, desafortunadamente, está preocupado de estructuras estatales y económicas, ignorando en primer lugar la parte esencial que desempeña la gente en la vida de la nación y en la constitución de aquella nación. Mussolini en su Manifiesto Fascista de 1932 declaró que"No es la gente la que hace al Estado, sino el Estado el que hace a la gente". Pero eso es ininteligible, eso no tiene sentido en absoluto porque eso no da un lugar permanente a la gente de la nación. Uno tendría que preguntarse en qué podría consistir el nacionalismo si usted admira la nebulosa idea del Estado y no, como usted debería, al Estado como la representación de un grupo racial geográfico de gente cuya herencia y la cultura de la nación es lo que forma al Estado, que así le da una solidez y una sustancia permanente.
Otra pregunta: ¿dónde estaría el Estado sin la gente, sin seres humanos? La respuesta es que él no existiría. Hitler ha hablado, si usted recuerda, de esa contradicción en el reino de las "ideas" cuando él dijo:"La idea como tal es por lo tanto siempre dependiente de la existencia del hombre, y por lo tanto dependiente de aquellas leyes que crearon las condiciones de su existencia" (Mein Kampf). El Estado, por ende, no puede existir sin la gente que lo constituye y lo gobierna. Si nos conformáramos sólo con los valores del "Estado" nos encontraríamos en la difícil situación en la que estamos hoy, donde el nacionalismo es visto como una ideología política temporal que sólo actúa para salvaguardar al Estado a toda costa, sin tener en cuenta si el Estado realmente representa o no algo por lo que los nacionalistas deberían preocuparse: raza, cultura, tradiciones, familia, etc., o sólo los valores actualmente de moda. El nacionalismo es acerca de la unión orgánica de un pueblo que protege su vida en un sentido sistemático.
Joseph Goebbels comentó correctamente acerca del deber de los nacionalistas cuando él declaró que ser un nacionalista no tiene nada que ver con una forma de gobierno o símbolos, porque el nacionalismo es la afirmación de cosas, no de formas, y el Estado es indudablemente la forma, y esa forma puede ser cambiada por el capricho de quienquiera que suba al poder. La gente, o lo que él llamóel contenido,esuna constante que no puede ser cambiada... a menos que, por supuesto, sea racialmente reemplazada, como ocurre hoy en día. Sólo entonces puede cambiar el contenido del Estado en un grado tan completo que la cultura de una nación es irreparablemente cambiada, y la naturaleza de la forma de los Estados representará para siempre el nuevo contenido de un pueblo más racialmente consciente.
Goebbels adecuadamente dice que si la forma y el contenido concuerdan entonces el nacionalista afirmará a ambos. Pero si ellos están en conflicto, como lo estamos hoy con las formas de nuestros Estados, nosotros los nacionalistas tenemos el deber de luchar entonces por el contenido y contra la forma. Si uno pone el símbolo o la forma por encima del contenido, como el fascismo y otras ideologías temporales lo hacen, entonces"la batalla es luchada en el campo equivocado y la fuerza de la gente se pierde en el formalismo, el objetivo del nacionalismo se distorsiona, y la nación se pierde" [5].
[5] Joseph Goebbels, "Die verfluchten Hakenkreuzler. Etwas zum Nachdenken", Munich, Verlag Frz. Eher, 1932.
En Mein Kampf Hitler dijo que "El Estado es sólo un medio para un fin"(Der Staat ist ein Mittel zum Zweck) [6], y a pesar de cualesquiera compromisos que él tuviera que hacer por el Estado en la práctica, siempre permaneció consecuente con su compromiso con esa verdad.
[6] John Lukacs, The Hitler of History, 1998, p. 117
En Marzo de 1929 Hitler dijo:"Para nosotros la idea del Volk es más alta que la idea del Estado" (Ibid.). El 10 de Mayo en 1933:"No es casual que las religiones sean más estables que las formas de los Estados" (Ibid.).
El 6 de Abril de 1938, en Salzburgo: "Al principio era el Volk, y sólo después vino el Reich" (Ibid.).En el Platterhof en Mayo de 1944:"El Estado es sólo una estructura impuesta" (Ibid.).
El 5 de Septiembre de 1934, en Núremberg:"Los extranjeros pueden decir que el Estado nos creó. ¡No! ¡Nosotros somos el Estado! ¡No seguimos las órdenes de ningún poder terrenal sino las de Dios que creó al pueblo alemán! ¡De nosotros depende el Estado!" (Ibid.).
Ésa es la diferencia entre Mussolini y Hitler, o entre Fascismo italiano y Nacionalsocialismo alemán.
Nuestra época actual debería destacar la necesidad racial más que nunca. Debido a eso, ningún europeo debería tratar de eludir una identificación con su raza en los términos más explícitos tomando alguna oscura y fascística perspectiva filosófica trascendental evoliana que procura obstaculizar la importancia de la raza porque es demasiado "materialista". Por mala suerte, vivimos en el mundo material, y nuestros enemigos quieren exterminar nuestra existencia material. Ellos son la gente más materialista que haya existido alguna vez, y las masas generales no están muy lejos de ellos. El desperdicio de tiempo y el lujo de vagabundear alrededor de ese tipo de ideas poco prácticas porque uno quiere parecer "iluminado" o simplemente distanciarse del racismo del TercerReich, tienen que conseguir una mejor comprensión de la situación, no sólo históricamente, sino en el presente. Vuestras ideas, nuestras ideas, viven dentro de nuestro pueblo. Ellas no existen más allá de nosotros si nuestra raza ya no existe. Si usted no recuerda nada más, recuerde esto.
Hay muchas personas que hoy se consideran a sí mismas "fascistas" y no aceptan que hay una diferencia entre Nacionalsocialismo y Fascismo, y en la práctica hoy éste podría muy bien ser el caso. Pero eso es irrelevante. Nadie que sea un NS puede esquivar la cuestión de la raza. Hay mucha gente que se esconde detrás de la etiqueta de "fascista" para evitar la identificación con Hitler, y evitar al Nacionalsocialismo debido a sus connotaciones raciales; esa gente prefiere ideas acerca de una nebulosa "nacionalidad", economía, "orden", jerarquía, valores, normas culturales tradicionales, sin tocar nunca el asunto de la raza o la Alemania de Hitler. Eso es lo que hace de ser un NS algo tan esencial, porque eso carece de la ambigüedad que la etiqueta "fascismo" implica.
Este punto puede ser discutido posteriormente, estoy seguro, pero cualquier europeo sano que haya experimentado de qué es capaz el mundo moderno no puede permitirse poner la idea del Estado por encima de su propia gente. Usted por lo tanto debe ser un NS.
CRÍTICA COMÚN 1
Quiero llamar la atención hacia una crítica contra el usar el Nacionalsocialismo para promover el mensaje pro-europeo en el siglo XXI, siendo aquella crítica el que el Nacionalsocialismo es un suicidio político y una óptica esencialmente terrible para ganar apoyo y crear una base pro-europea auténtica, porque eso aislará a la gente y nos convertirá en parias a ser suprimidos sin compasión.
Hay verdad en eso, pero mi desacuerdo consiste en la idea que esto en particular aplica al Nacionalsocialismo. Pienso que eso es completamente ridículo. Nosotros pro-europeos de todas las tendencias, NS o no, estamos siendo perseguidos y oprimidos independientemente de nuestras propias etiquetas políticas. Los poderes establecidos y el público no se preocupan de ninguna manera. Los medios de comunicación retratan a toda la gente que está ligeramente a favor de los europeos como "nazis", y eso es todo lo que el público necesita saber para hacer un juicio sobre nosotros.
Otro factor es cómo el Nacionalsocialismo es usado como un arma. Nuestros enemigos de todos los lados se han encargado de dictar lo que el Nacionalsocialismo es y lo que lo define. Dependiendo de dónde ellos estén políticamente, el Nacionalsocialismo llega a ser varias cosas todas contradictorias. Observamos a la Izquierda y la Derecha constantemente enfrentándose por causa de cuál muñeco de paja [*] es el Nacionalsocialismo "verdadero", lo que sólo crea una confusión adicional de nuestra cosmovisión. Entonces usted tiene esta graciosa situación donde si usted es un NS, los no-NS intentarán entonces dictarle a usted lo que es el Nacionalsocialismo verdadero según la ideología de Derecha o Izquierda de ellos. Eso es inaceptable; sólo nosotros los NS podemos definir quiénes somos, ya que seremos tergiversados por supuesto, pero al final del día eso se reduce a que nosotros tomemos una posición en cuanto a quiénes realmente somos. No más de esas tonterías creadas por académicos o expertos de los medios de comunicación.
[*] https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_hombre_de_paja
Si vamos a ser llamados "nazis"de todos modos, entonces podríamos poseerlo con justo título también, y podríamos mostrarles también que somos mucho más que sus falsas representaciones de nosotros, y así los privamos de sus armas más sagradas y agudas de represión política.
CRÍTICA COMÚN 2
Hay un doble estándar inherente que existe entre "ideologías" radicales que tomaron forma en el siglo XX. Estoy hablando, por supuesto, del comunismo, el Nacionalsocialismo y el Fascismo.
En nuestra época actual, sólo se permite que una de estas tres ideologías funcione abiertamente y exista en todas partes del mundo occidental, que sería el comunismo (o cualquier variante del marxismo bajo la cual se escondan los defensores de esa cosmovisión). Eso es por supuesto a pesar de los 100-130 millones de personas que hasta mediados de los años '90 habían sido muertas en nombre del prometido paraíso socialista marxista de los trabajadores (para no mencionar a aquellos que sufrieron sobreviviéndolo y a consecuencia de tales matanzas y encarcelamientos, incluyendo también a aquellos que actualmente lo sufren bajo los regímenes en Corea del Norte y China).Mientras, el Fascismo y el Nacionalsocialismo, si aceptamos estimaciones ortodoxas, tuvieron en sus manos la sangre de unos comparativamente minúsculos 20-25 millones; ellas son las únicas ideologías completamente intocables, tabúes, marginales y odiadas hasta un grado sin precedentes.
Pero a menudo me he preguntado por qué esto es así.La respuesta obvia es porque el marxismo ganó la Segunda Guerra Mundial. Los elementos marxistas subversivos se abrieron camino en el mundo occidental vía los representantes del neo-conservadurismo, el progresismo o el freudismo, caso este último que se hizo estándar en el mundo académico durante los años '60 y por ello sufrió poca crítica. Cualquiera que esté enterado está bien consciente de lo que llamamos "marxismo cultural" y sabe que nuestras vidas diarias hoy son inundadas con un constante Lysenkoísmo [*] de estilo soviético en el ámbito de la biología humana (y de la ciencia en general), y con "corrección política", hasta el punto donde la persona promedio ya no puede ver la manipulación / politización de su vida diaria. Eso es lo que ha permitido que existan los dobles estándares. Pero más que eso, lo que debería ser obvio es el constante ataque contra el identitarismo racial europeo, desde la forma menos políticamente radical del Nacionalismo Blanco, hasta su más radical del Nacionalsocialismo.
[*] Lysenkoísmo (de Trofim D. Lysenko), una doctrina biológica que sostiene la influencia fundamental de los factores somáticos y ambientales sobre la herencia, en contradicción con la genética ortodoxa, doctrina favorecida por Stalin. NdelT.
La razón de que al marxismo se le permita existir y funcionar hoy en el siglo XXI como una ideología política válida en todas sus pequeñas variedades (las variedades insistidas por sus adherentes, mientras ellos hipócritamente mezclan Nacionalsocialismo y Fascismo con cualquier fin que ellos deseen sin recibir crítica) se debe a la perspectiva según la cual es juzgado.
El marxismo hoy, a pesar de su horrorosa y sórdida historia con los "derechos humanos", es dejado libre de responsabilidad porque es antes que nada tratado como una filosofía, en base a su literatura y no a las acciones de sus adherentes históricos.
De ese modo, Lenin y Trotsky (e incluso gente como Martin Luther King, quien está vinculado al marxismo) pueden ser celebrados a pesar de su horrenda violencia con la cual ningún nacionalsocialista o fascista se habría salido, incluso si éstos nunca hubieran matado a nadie sino que simplemente tuvieran que ver, incluso sueltamente, con Hitler o con Mussolini; ser o estar relacionados con ellos sería suficiente para condenarlos. Aquellos comunistas que mencioné son perdonados porque su ideología está "filosóficamente" ocupándose de la economía, principalmente de la crítica del capitalismo, o porque en el período de posguerra se adaptó para escribir de Historia e investigación sociológica, o lo que sea. Ninguna de esa gente, Marx, Lenin o quien sea, sufre ninguna clase de justo castigo moral de la manera que lo sufren figuras fascistas como Oswald Mosley, por ejemplo, debido a sus conexiones con Hitler o Mussolini, aunque Lenin, Trotsky y Marx estén inextricablemente vinculados a gente como Stalin. Por supuesto, eso ignora totalmente sus propias acciones que son difícilmente recomendables, sobre todo si usted va a ser consecuente en condenar la Revolución y la violencia.
Las crueles acciones criminales de esos hombres que estuvieron detrás de la Revolución Bolchevique de Escritorio son empujadas lejos hacia el fondo, porque si usted fuera a destacar su prominencia y —Diosno lo permita— la aflicción judía, usted simplemente podría encontrarse contraviniendo a los patéticos lloricones "elegidos de Dios". El Terror Rojo de Trotsky y la infame incitación de la violencia hecha por Lenin sobre los kulaks [campesinos rusos de buena situación] y los sacerdotes pasan ignorados para salvar o preservar al comunismo como una especie de noble suceso del siglo XX debido a su exagerada parte en la "destrucción del fascismo":
"Esencial organizar una reforzada guardia de gente seleccionada y confiable, para llevar a cabo una despiadada campaña de terror de masas contra kulaks, sacerdotes y guardias blancos; los sospechosos deben ser encerrados en un campo de detención fuera de la ciudad" (Telegrama de Lenin a Yevgenia Bosch, 9 de Agosto de 1918) [7].
[7] https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1918/aug/09c.htm
En otro documento Lenin declaró:
"Es necesario —en secreto y urgentemente— preparar el terror" (Christopher Andrew y Vasili Mitrokhin, The Mitrokhin Archive: The KGB in Europe and the West, p. 34) [*].
[*] Para otros documentos desclasificados de Lenin, véase de Richard Pipes (ed.), The Unknown Lenin, from the Secret Archive, Yale University, 1996.
https://es.scribd.com/document/378355147/Richard-Pipes-The-Unknown-Lenin-From-the-Secret-Archive
Esto raramente es mencionado, a la luz del "Holocausto", por el cual se supone que nosotros nos sentimos enormemente enojados y agitamos nuestros puños por los 6 millones de presuntas víctimas judías de los NS, para nunca permitir de nuevo que tal "mal" asome su cabeza otra vez, porque las vidas judías valen más que las de millones de gentiles muertos por el bolchevismo soviético judío. Después de todo, éste fue motivado por la "noble" igualdad más bien que por el "imperdonable""racismo".Debo indicar que ésta no es una hiperbólica opinión de mi propia invención: de hecho, ha sido completamente confirmada en el pasado.
Stéphane Courtois, quien escribió la introducción al controvertido libro "El Libro Negro del Comunismo", planteó el muy ortodoxo punto, y completamente lógico, de que no hay ninguna diferencia entre el hambre de un niño kulak que sufre durante la hambruna soviética, y el hambre de un niño judío en un ghetto polaco durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. En respuesta a esa aparentemente ultrajante comparación hecha por Courtois, el ensayista francés Philippe Petit escribió que"todas las muertes no tienen el mismo valor" [8]. Me pregunto: ¿qué determina cuáles muertes tienen más valor?, sobre todo cuando, considerado todo, las circunstancias no son muy diferentes. En cualquier caso, ¿no es toda muerte una tragedia que carece de la capacidad para ser medida? ¿Cuán largo es un pedazo de cuerda? La muerte puede significar más para algunas personas que para otras, pero intentar declarar que objetivamente, cuando se habla de asuntos de Historia, no todas las muertes tienen moralmente el mismo valor, es una declaración chocante. La Historia no tiene que ver con la solución de cuestiones morales; dejemos eso a la filosofía.
[8] Alain de Benoist, "Nazism and Communism: Evil Twins?", originalmente publicado en Eléments, Nº 92, Julio de 1998, pp. 15-24. https://s3-eu-west-1.amazonaws.com/alaindebenoist/pdf/evil_twins.pdf
Petit hizo la declaración que cada uno de manera implícita o explícita cree que es verdadera. La idea de que las vidas y las muertes de los judíos importan más es por lo menos tratada como si fuera verdadera en un sentido histórico. Poca razón más allá de una creencia en el supremacismo racial judío puede explicar por qué la persecución o la muerte de judíos significan tanto en el mundo moderno. Después de todo, ¿quién no considera que el "Holocausto" es el peor acontecimiento de la Historia? Los judíos tienen el poder y el dinero para establecerse a sí mismos como "elegidos", tal como dicta su culto religioso; y entonces sus triunfos y tragedias son exagerados hasta grados ridículos a fin de justificar su posición auto-impuesta en el mundo como "intocables". Si nosotros los NS dijéramos algo de esto como lo he hecho ahora, sin la cita de Petit para sostenerlo, las mismas viejas y gastadas denuncias serían lanzadas: que somos "paranoides", que apoyamos "propaganda anti-semítica" y "teorías de conspiración", etc. Pero eso no es verdad. Los judíos y sus lacayos académicos piensan y actúan de la manera que he descrito, y ellos dejarán que el velo caiga como Petit lo ha hecho, como ya se mostró, directamente de la boca del autor. No se puede confiar ni en judíos ni en ningún académico en que digan la verdad.
Si usted necesitara más pruebas de esto, simplemente declare que las muertes de judíos en el presunto "Holocausto"tienen el mismo valor que un eslavo muerto y hambreado por comunistas, y que los crímenes del comunismo son tan grandes que eclipsan las afirmadas atrocidades cometidas por la Alemania NS, y espere y vea qué llamas del infierno usted ha atraído lloviendo sobre usted. El caso de "El Libro Negro del Comunismo"es el ejemplo perfecto, como hemos visto ya.La Historikerstreit (Disputa de los Historiadores) acerca del intento de hacer una evaluación justa de la Historia por parte del historiador alemán Ernst Nolte es otro ejemplo perfecto. Cuando Nolte intentó imparcialmente (como mejor pudo) poner a la Alemania NS en la perspectiva del siglo XX, sacando el "Holocausto"del pedestal en el cual había sido colocado, él se encontró con una resistencia feroz del mundo académico en todo el mundo. El "historiador" alemán Hans Mommsen, por ejemplo, acusó a Nolte de tratar de "relativizar crímenes nazis" en un marco del siglo XX más amplio. Chocante, ¿no? Sólo para supremacistas judíos eso sería algo blasfemo.
Si nosotros dijéramos simplemente la verdad, indicando que los judíos en el mundo académico no sólo están sobrerrepresentados sino que ese establishment en conjunto cree que los judíos y sus vidas valen más que las vidas de otros, aquello intrínsecamente pone en duda las afirmaciones hechas en la erudición de ellos. Dudar de la "autoridad" de ellos como está escrita por libros publicados dentro de su torre de marfil, haría que fuésemos arrojados en prisión en muchos países; pero en países donde ése no es el caso, la reputación de ellos sería arruinada tan completamente que usted sería arrojado en una prisión completamente diferente: usted sería socialmente condenado al ostracismo, y lo perdería todo. Si usted tiene que preguntarse por qué las historias elaboradas por judíos a las que las autoridades dan crédito no pueden ser investigadas, comparadas, contradichas o refutadas, usted sólo tiene que entender que esas mismas autoridades creen que los judíos importan más que cualquier otro. Sobre todo, más que USTED.
Ellos tienen un interés creado en mentir y difamar a cualquiera que luche contra los judíos. Hitler era uno de tales hombres, aunque su foco en los judíos fuera mucho menos incesante que lo que muchas personas comprenden. Él apenas, si es que alguna vez, habló sobre ellos en discursos o conversaciones privadas [9]. Ellos ni siquiera ocupan mucho espacio en Mein Kampf, como muchos que no han leído ese maravilloso libro se sorprenderían de averiguar. Hitler fue sin embargo el hombre que intentaría finalmente solucionar la Cuestión Judía en Europa. Hoy se afirma que ese hombre maravilloso murió en un búnker, lo que es falso; Adolf Hitler sobrevive, viviendo en las mentes de los judíos sin pagar renta, atormentándolos. Hitler vive en nuestras mentes también, pero él no nos atormenta. Él nos proporciona un ejemplo de inmenso coraje, fuerza, resistencia y voluntad de luchar por nuestra gente y nuestras naciones, especialmente contra aquellos, como los judíos, pero no sólo contra ellos, que procuran destruírnos. El espíritu de un titán tan monumental no puede desaparecer nunca completamente, ni siquiera incluso por el más masivo desprecio.
[9] R. H. S. Stolfi , Hitler: Beyond Evil and Tyranny, 2011, pp. 397-398.
https://archive.org/details/StolfiHitlerBeyondEvilAndTyranny
Petit, por su vil declaración nunca recibió ninguna reacción violenta. A sus palabras, así, les fue dado crédito en el silencio de sus pares y del mundo académico. ¿Qué más necesita usted saber? Los principios de aquellos que afirman ser los hombres de más grandes principios demuestran que son a menudo los peores hipócritas de la Humanidad. Los académicos son tales hipócritas, y ellos se esconden detrás de velos de moralidad, de principios y de sus credenciales.
Uno sólo puede concluír que los cuerpos y la cifras de muerte no juegan ninguna parte en cómo la moralidad de los acontecimientos históricos es evaluada y posteriormente retratada para las futuras generaciones. No hay ningún punto de referencia, ningún estándar objetivo de acuerdo al cual los crímenes son más horrorosos. En vez de eso, somos obligados a ver esos crímenes históricamente desde la perspectiva de quiénes son las víctimas, quién fue muerto, por qué y bajo qué bandera. La moralización que vemos viniendo desde todos los lados contra los nacionalsocialistas es falsa, la indignación no tiene ninguna legitimidad ni tampoco el impacto del presunto crimen, debido a este precedente que ha sido puesto, donde crímenes de mayor o igual impacto son selectivamente omitidos de la máquina de indignación que forma a la opinión pública. Escandalizarse por atrocidades históricas se hace algo totalmente político y tiene poco que ver, si es que algo, con la indignación real por seguir ideologías que en el pasado han sido responsables de atrocidades. Después de todo, ¿cómo puede usted afirmar disgustarse de gente que sigue "ideologías" por las cuales han muerto millones, y sin embargo apoya, o concede legitimidad pasiva, a otras que ciertamente no son mejores?
La respuesta es política, no moral. Si usted debiera explicar los principios políticos del Nacionalsocialismo, como yo lo he hecho, es probable, en nuestros modernos lugar y tiempo en la Historia, que eso sea considerado visceralmente e ideológicamente repelente, poniéndose el énfasis en "crímenes" cometidos por nacionalsocialistas como tanto más moralmente potentes para la persona promedio. Eso, combinado con la asociación que hacen ellos de los símbolos nacionalsocialistas, como la bandera de la esvástica, o incluso el aspecto físico de Adolf Hitler, como algo malo, encontrando esas cosas difíciles de mirar, aumenta el efecto aún más. En ese punto, usted podría decir a la persona no consciente casi cualquier cosa negativa sobre el Nacionalsocialismo o Hitler, y ellos le creerán, mientras que si usted siquiera sugiere algo que pudiera ser interpretado como positivo a favor de los ya mencionados, cada persona, independientemente de su conocimiento histórico o posición política, sabrá enfadarse como por instinto, o buscará modos de rechazar esa posibilidad.
Por otra parte, si usted explica los principios políticos del marxismo, algunos pueden encontrar sus ideas económicas extrañas o difíciles de tragar, como la idea de desmantelar la propiedad privada, y sin embargo eso no despertará ningún sentimiento fuerte de odio u oposición de alguien. Cuando la gente generalmente aprende sobre el marxismo, es de los propios marxistas, o de gente que simpatiza con ello. Hay siempre un elemento de pasividad ideológica. El resultado en una persona cualquiera es entonces menos informado sobre el marxismo gracias a apelaciones moralizadoras a cifras de muerte y represión, diseñadas para aplastar la posibilidad de que un marxista sea creado a consecuencia del estudio. El marxismo puede ser creado, e ignorado sin vacilación moral hoy, parcialmente porque el aprendizaje del marxismo como una ideología política es algo separado de aprender sobre el marxismo como un fenómeno histórico. Ambos elementos son mantenidos separados para permitir el matiz político marxista en el cual ellos pueden, de ser confrontados, negar aspectos de la historia marxista o apelar a la posición ideológica individualista de ellos como algo no relacionado con el pasado.
El marxismo será definido en sus propios méritos, no en las caricaturas de sus enemigos, para no mencionar en sus hechos históricos. El marxismo será descrito como la ideología para los "socialmente desfavorecidos", donde tal gente puede buscar la "igualdad" a través de modelos económicos marxistas y de los modelos marxistas culturales posteriores que están basados en la exclusión de la importancia biológica, lo cual es un Lysenkoísmo que también existió en la Unión Soviética. Cuando es explicado en tales términos, la persona promedio está lejos de ser hostil, ya que dichos principios, como son descritos, realmente se alinean con las restricciones políticas y morales estándares de nuestra época actual de todos modos. Eso es lo que llamamos Marxismo Cultural, y así no es ninguna "teoría de conspiración" como la Izquierda insiste. El marxismo se hace entonces mucho más fácil de tragar por la persona promedio, ya que ésta está dispuesta a aceptar lo "bueno" que el marxismo tiene para ofrecerle. La gente tampoco es traumatizada por la imagen de Stalin, o por la bandera de la Hoz y el Martillo como lo son por la imagen de Hitler y la Esvástica. La persona promedio podría ni siquiera saber quién es Lenin, o incluso cuál es su apariencia, pero usted puede apostar a que la gente sabe quiénes son Goebbels o Goering.
De hecho, los acontecimientos históricos son políticamente fabricados para ser usados para imponer un paradigma del heroísmo soviético contra la "barbarie nazi", en lo cual los soviéticos son aclamados como, a lo sumo, el "mal necesario" requerido para detener al Nacionalsocialismo, no siendo considerados como un mal en sí mismos. Eso es hecho para ablandar a la opinión pública en cuanto a ejemplos históricos del marxismo, concediéndole a éste una legitimidad moral y política adicional, aunque no haya nada que exija que se insista en ese paradigma, o que incluso sea verdadero. Eso se basa en la supuesta verdadera naturaleza del paradigma mismo como un requisito previo, y así llega a ser una paradoja de auto-refuerzo en el cual los marxistas son justificados en sus hechos históricos porque ellos se opusieron al Nacionalsocialismo, al cual se espera que nosotros odiemos más que a los soviéticos debido a crímenes que, aun si fuesen verdaderos, no se comparan con los crímenes del comunismo soviético. El paradigma permanece porque es insistido por la noción política de que el Nacionalsocialismo debe arbitrariamente ser odiado más, no porque haya algo en cuanto a los nacionalsocialistas, o algo que ellos hicieron, que fuera merecedor de más odio. Pero, por supuesto, eso no es verdad, ¿o sí? Como hemos aprendido, las vidas judías perdidas son más importantes, y algo malo, que la pérdida de vidas gentiles.
El resultado de todo eso es que si usted acepta que la "igualdad" es buena, como casi cada uno hoy lo acepta, entonces el marxismo puede ser perdonado, y realmente es perdonado, de que en su lucha para "liberar" a los trabajadores durante más de 70 años entre 1917 y 1991, ellos lograron matar a 100-130 millones de personas [10]. Era socialmente aceptable entonces intentar el marxismo una y otra vez debido a la carencia de responsabilidad histórica amontonada sobre él, y a su aceptación como una ideología filosófica. El punto es que no es la atrocidad la que dicta la admisibilidad política sino la moralidad, y esos acontecimientos históricos son selectivamente elegidos para determinar lo que es moralmente aceptable o no. La igualdad podría por lo tanto, después de la caída de la Unión Soviética, ser convertida en uno de los tabúes políticos más grandes debido a la sórdida historia que la igualdad tiene con los movimientos marxistas. Pero eso simplemente no sucedió, porque no fue de ningún interés político para nadie el que eso fuera así. La Historia entonces desempeña un papel en determinar la oralidad, no debido al efecto de acontecimientos históricos sino a cómo aquellos acontecimientos son usados para determinar una tendencia preexistente hacia lo que es considerado moralmente aceptable.
[10] Acerca de la cantidad de muertes producto del marxismo, véase de Stephane Courtois et al., "El Libro Negro del Comunismo: Crímenes, Terror, Represión", Harvard University Press, 1999,
https://archive.org/details/ElLibroNegroDelComunismoCrmenesTerrorYRepresiin y de Benoist, op cit. Además esta discusión en la cual se propone un número alternativo de 130 millones: Revisionism of the Black Book of Communism, https://forum.codoh.com/viewtopic.php?f=2&t=12965
A diferencia del tibio tratamiento que reciben los marxistoides, nosotros los NS somos juzgados opuestamente tanto por la Derecha como por la Izquierda como una ideología no válida para ser juzgada y de la que se espera que actúe basada en las figuras del pasado y en cualquier acción o creencia de ellas por diversa que fuese y que resultaran tener. Incluso otros identitarios europeos nos tratan de esa manera. Entonces para usted no será difícil encontrar a algún listillo que piensa que ser un NS significa que usted debe adherir a alguna extraña ideología racial que algunosalemanes a comienzos y mediados del siglo XX sostuvieron; por ejemplo, que usted debiera "odiar a los eslavos" o desear invadir Polonia en busca de espacio vital para ser un NS, etc., etc.
Esa clase de tratamiento, independientemente de la exactitud histórica, muy a menudo engañosa, sólo es aplicada a nuestra cosmovisión y a su aplicación política al mundo físico. Ninguna otra es sometida a tan rígidas y superficiales condiciones, que van tan lejos como a encerrarnos en una sola época histórica y a afirmar que su validez sólo existe allí. El nacionalista Blanco promedio (como Ryan Faulk o Sean Last, por ejemplo) odia cuando la Izquierda critica su "creencia" en la Raza estipulando que se debe considerar que los irlandeses o los italianos no son Blancos, por cuanto algunas personas Blancas en el siglo XIX pueden o no haber tenido alguna creencia racial extraña o un prejuicio hacia aquellos grupos étnicos. Los nacionalistas Blancos correctamente se burlan y se mofan de esas ridículas y falsas estipulaciones creadas por los marxistas Lysenkoístas que intentan invalidar (y fracasan) la raza biológica. Pero eso no impide a esos nacionalistas Blancos crear sus propias falsas e irrelevantes estipulaciones que ellos aplican a los NS, como si nosotros estuviéramos pegados en los años '20 y '30 y sólo pudiéramos leer libros de Lothrop Stoddard, Hans Günther, Madison Grant y Arthur de Gobineau.
Otra manera que he notado en que es socavada la legitimidad del Nacionalsocialismo como una Cosmovisión, Filosofía e Ideología, es a causa de su foco particularmente fuerte en Adolf Hitler. Eso ha conducido a un enfoque muy estrecho en el cual el Nacionalsocialismo es visto principalmente a través de Hitler y de las acciones que él hizo o no, porque cualquier acción de alguien dentro de la Alemania NS es inmediatamente atribuída a Hitler como un modo fácil de descartar o aceptar una tendencia preconcebida acerca de sobre qué es realmente el Nacionalsocialismo. Por ejemplo, hubo una discusión en la que participé en el foro CODOH en la cual un hombre negro llegó buscando información acerca de cómo los africanos fueron tratados en la Alemania NS [11].
[11] CODOH tema de foro, Blacks in National Socialist Germany, 2 de Sept. de 2019. https://forum.codoh.com/viewtopic.php?f=20&t=12697
Inevitablemente la discusión misma llegó a ser sobre Hitler, dejando completamente de considerar cualquier clase de policracia [como opuesta a monocracia o autocracia] que el Tercer Reichrealmente desplegó en la cual Hitler no tuvo parte en absoluto en políticas o acciones específicas, pero que sin embargo fueron atribuídas a él por ser la cara del Nacionalsocialismo. La conclusión a la que llegamos en cuanto a los "afro-alemanes" en la discusión fue resumida por una cita del libro de Tina M. Campt"Other Germans", en el cual ella declaró:
"La política nacionalsocialista hacia los afro-alemanes que no eran parte de este grupo no se caracterizó por una ejecución del poder legislativo ordenada desde arriba, y en su mayor parte las acciones del régimen no eran ni sistemáticas ni coherentes. Más bien, las acciones tomadas hacia esos individuos eran ambivalentes, con medidas a menudo contradictorias implementadas a nivel local y por lo general realizadas por iniciativa de burócratas individuales o miembros de la comunidad"(Tina M. Campt, Other Germans, University of Michigan Press, 2005, p. 64).
Hitler no estuvo involucrado, y ésta no es la primera vez que tales afirmaciones hacen atribuciones a Hitler que son forzadas posteriormente en la percepción pública como algo de los "criterios" para el Nacionalsocialismo. Entonces sería completamente ridículo sugerir, como espero que nadie lo haga, que los NS querían esterilizar a los negros que vivían en la región de Renania (Rhineland).
El que el hacer de alguna manera esa acción específica, u otras, porque los NS alemanes en el pasado lo hicieron, significa que hoy debemos querer hacer aquello, o que necesariamente debemos actuar así, es una deshonesta asociación de acontecimientos históricos para presentar la realidad actual, asociación donde ninguna conexión lógica puede probablemente existir.
Algunos nacionalistas Blancos (Faulk y Last) han hecho lo mismo en cuanto a sus afirmaciones sobre los "nazis"(generalización autoritaria) y los exámenes de CI, haciendo afirmaciones de cuestionable validez, las cuales por sí mismas aunque fuesen verdaderas no son importantes, pero sin embargo las atribuyen al propio Hitler, siendo que no hay ninguna prueba en absoluto de que Hitler realmente sostuvo alguna de las creencias que ellos le asignan en cuanto a pruebas de CI. Desafortunadamente, eso no les importa porque su uso de Hitler para sus propios objetivos es completo, de manera que ellos sienten que es justificado hacer afirmaciones sobre el Nacionalsocialismo y su pertinencia para el día de hoy, limitándolo dentro de esa condición de la época a la que por alguna razón hay que adherir estrictamente si ha de ser válido. Por lo tanto, cuando ellos dicen que los "nazis"creyeron algo, ellos extrapolan eso para significar que Hitler lo creyó, y porque Hitler lo creyó y esa cosa que ellos han proclamado es equivocada, eso significa que para ser un NS usted debe creerlo también, y porque usted no creerá en eso, ¡eso por lo tanto significa que ser un NS es tonto! Todo eso funciona amarrado en un lindo nudo perfectamente para que ellos hagan de una cosmovisión entera un chivo expiatorio. No hay ninguna razón en absoluto de por qué cualquiera de nosotros DEBE estar bajo una obligación ante algunas opiniones atribuídas a Hitler o a los "nazis"para que el Nacionalsocialismo sea válido. De hecho, éste existe perfectamente bien sin tales ridículas expectativas.
Pero ¿cómo es hecho eso? ¿Cómo esa constante fusión de Hitler con cualquier creencia sostenida por un NS de la vieja guardia se convierte en el supuesto evangelio con el cual cada persona que se identifica como un NS debe cumplir? La respuesta está en el hecho de que Adolf Hitler, a diferencia de los comunistas, era un genio, y pudo no sólo concebir él solo su cosmovisión sino formar su base física atrayendo a seguidores leales y aplicando el Principio del Führer fusionado con el Nacional-Socialismo para mantener juntas a las beligerantes secciones del NSDAP, por ejemplo, durante su tiempo en prisión. Hitler logró hacer eso todavía personalmente conduciendo al movimiento a la victoria misma. Eso ha creado la visión todopoderosa de Hitler como un hombre tan personalmente influyente que el Nacionalsocialismo mismo y el hombre Adolf Hitler se hacen prácticamente inseparables, lo que lleva a la conveniente idea, fomentada por historiadores y por nuestros oponentes, de que el Nacionalsocialismo no es una verdadera cosmovisión sino que está tan ligada de extremo a extremo con la vida de Adolf Hitler que hacer expresión de ello más allá de él y de aquella época es básicamente imposible.
Por lo tanto el Nacionalsocialismo se hace notoriamente difícil de definir, sobre todo por parte de nuestros variados enemigos, los cuales todos tienen intereses creados en definirlo de cualquier forma que sirva a su agenda. Eso es hecho tomando ideas, acontecimientos o acciones del período NS alemán y extrapolándolos al "Nacionalsocialismo". El hacer eso mantiene al Nacionalsocialismo esencialmente dentro de una cierta configuración nacional y período de tiempo histórico que aquellos que no son lo bastante perspicaces, o son simplemente reacios debido a la hostilidad, pueden mantener intencionadamente vagos y convertidos en armas contra un enemigo conveniente, yendo incluso tan lejos como a decir simplemente, como algunos lo hacen, que seguir al Nacionalsocialismo es seguir una ideología "foránea". Greg Johnson en el capítulo 15 de su "White Nationalist Manifesto", por otra parte brillante, se viene a la mente en cuanto a esa afirmación de tonterías.
La verdad dura de tragar para el sistema establecido y para otros detractores es que Adolf Hitler era un hombre realmente talentoso y único que fue capaz de hacer lo que ningún otro hombre en la Historia había sido capaz. Él se elevó desde la miseria de la vieja Europa, él conceptualizó un movimiento, condujo y gobernó ese movimiento, y él, en contra de todas las probabilidades, consiguió mantenerlo unido en un momento en la Historia en que el tejido social de Alemania, y el mundo, estaban desgarrados por una gran guerra, por revoluciones y pobreza. Él pudo, a través de todo eso, no sólo crear ese movimiento compuesto por grupos dispares de personas de todas partes de Alemania, de todas las clases sociales, de todas las condiciones sociales, sino llevar a aquel movimiento al poder en cosa de doce años, o siete, cuando usted considera que la carrera política de Hitler habíasido ampliamente saludada como acabada una vez que él fue enviado a la prisión de Landsberg.
Los NS uniformados en las calles de Alemania fueron superados en número muchas veces, sobre todo en Berlín [12], y no obstante Goebbels logró conquistar la ciudad para el Nacionalsocialismo con sólo los poco cientos de hombres que ellos tenían. El movimiento NS de Alemania en la práctica durante esos "años de lucha" fue la encarnación más verdadera de sus principios y cosmovisión, no sólo debido a la motivación ideológica de los seguidores de Hitler, sino debido a su diversa composición social. Aquello era algo que el mundo nunca había visto de un movimiento político antes. Los comunistas, por otra parte, en gran parte consistían en holgazanes intelectuales burgueses, y comparados con la Revolución bolchevique en Rusia en 1917, los NS cuando ellos subieron al poder en Enero de 1933 realmente tenían más trabajadores en sus filas que los comunistas. La revolución comunista también deificó las predicciones de Marx, y sólo pudo asumir el control en atrasados países subdesarrollados. Russell Stolfi añade otra capa de perspectiva:
"La sabiduría convencional reconoce esta extraordinaria situación estando de acuerdo en que el movimiento Nacionalsocialista fue a la vez conceptualizado y conducido por Hitler a diferencia de, por ejemplo, el socialismo marxiano en Rusia, donde Marx lo había ideado, Lenin lo había conducido con éxito, y Stalin lo había heredado" (R. H. S. Stolfi, Hitler: Beyond Evil and Tyranny, 2011, p. 249).
[12] "Los biógrafos han continuado describiendo al hombre SA como un peleador callejero oscuro y brutal, a la vez que han dejado de proporcionar el muy inaudito contexto como el que había en Berlín, donde los nacionalsocialistas en 1928 se encontraban superados en número 38 a 1 en términos de partidarios", R. H. S. Stolfi , Hitler: Beyond Evil and Tyranny, 2011, p. 261.
Existe un doble estándar entre ver al Nacionalsocialismo como una ideología no adaptable y vinculada a hombres específicos incapaces de trascender la Historia y sus acciones relacionadas, y al marxismo, por otra parte, como una filosofía no intrínsecamente atada a su época histórica o a ciertas personalidades, aun cuando es identificado por sus populares variedades de pensamiento —"trotskista", "leninista", "estalinista" y "maoísta"— que representan a figuras históricas muy verdaderas pero que por alguna razón no tienen ninguna relación con aquellos que se identifican con las etiquetas, lo cual a su vez conduce a la intencional exención de la crítica en relación a las acciones cometidas por aquellos hombres históricos, dándonos la impresión de que mientras aquellas etiquetas están atadas a figuras históricas, hay algo separado y etéreo en las variedades del marxismo. Los marxistas no odian nada tanto como ser juzgados sobre una base histórica; ellos preferirían que el marxismo y cualquier denominación que ellos suscriben sean vistos como un concepto que no puede ser invalidado por los hombres a los que ellos siguen, o por sus acciones, porque antes que nada son las "ideas" y los "valores" de ellos los que son perseguidos, no tomando un enfoque de acción con el presente mediante la emulación del pasado.
Esa emulación de acontecimientos pasados realmente tendría más sentido en el caso del marxismo, porque es una ideología de escritorio que todo lo totaliza. Es una ideología con un objetivo que es global y constante en su demanda de aplicación universal, y la conformidad a sus doctrinas es esperada de todos aquellos que caen bajo la bandera roja. El marxismo no se compromete tomando la forma de la gente que es gobernada por él. Las diversas escuelas de pensamiento para el marxismo podrían diferenciarse de varios modos, pero ellas no son menos absolutas en sus demandas, ni menos por la revolución. Deberíamos así estar mucho más cómodos en desechar a los marxistas, ya que sabemos qué principios ideológicos en su doctrina serán aplicados. Ellos no ocupan términos vagos. Ellos han hecho buenos esfuerzos para documentar cada aspecto de su doctrina en volúmenes tras volúmenes escritos por los fundadores y los ejecutores de la historia marxista.
El determinismo histórico no es aplicado al marxismo, aunque tiene más sentido hacer aquello; en cambio, es el Nacionalsocialismo el que es constantemente esperado que proféticamente realice vagas y no estipuladas recreaciones "ideológicas" de acontecimientos históricos como el "Holocausto". Es una extraña excepción el que sea alguna clase de principio ser un NS; pero eso no tiene ninguna base predeterminada en realidad. Nadie esperaría que los marxistas privaran de comida a campesinos, o a la gente pobre, junto con grupos étnicos a los que ellos no encuentran agradables, a la manera en que Stalinlo hizo. Nadie sugeriría que hacer tales cosas sea un principio real de la ideología de ellos.
Se espera que nosotros suspendamos nuestra incredulidad fingiendo que no hay realmente nada en absoluto siniestro ocurriendo cuando el marxistoide promedio vomita las mismas diatribas económicas y sociológicas que conducen a la deshumanización de millones de personas como meras unidades económicas, adecuadas sólo para servir a los intereses de aquellos que apuntan un arma hacia sus cabezas. La deshumanización sólo ocurrió debido a la negativa del marxismo a ver a los seres humanos como algo más que representantes de su clase. Las muertes de millones por lo tanto ocurrieron porque al hombre no se le permitió tener valor en base a sus enseñanzas religiosas, su raza o su aptitud personal para cierto trabajo.
Al marxismo se le permite que tenga rienda suelta porque simplemente no fue concebido, organizado y conducido por un hombre que tenía la voluntad de todos aquellos comunistas combinados para hacer que la cosmovisión de él fructificase mediante una variante de pensamiento en vez de muchas. El Nacionalsocialismo de Adolf Hitler procede de él, mientras él es la base de nuestro pensamiento, y una inspiración. Él no es el único nacionalsocialista que existe en el cual ponemos nuestra lealtad. El Nacionalsocialismo mismo se extiende más allá de un hombre y período de tiempo.
El doble estándar simplemente no es aplicable, y debería, si es que algo, sólo funcionar como válido al revés, en que el marxismo es juzgado como la ideología universal de la conformidad que es, y ser considerado como no válido, no importa cuántas veces sea intentado, debido a sus antinaturales demandas que intrínsecamente implican horrores como el resultado de obligar a la gente a conformarse a él más bien que él conformarse a la gente. Después de todo, el marxismo realmente no cree en la diversidad de la gente en ninguna forma. Para él somos todos pizarras en blanco para ser condicionados, de manera que su ignorancia total de la condición humana requiere incontables violaciones de la Naturaleza y del lugar del hombre dentro de ella para hacer la vida carente de alma y miserable.
El Nacionalsocialismo, por otra parte, toma forma en base a las circunstancias corrientes de las personas y la nación en la cual surge. No tenemos ninguna filosofía que les sirva a todos; nuestros únicos principios son la aplicación despiadada de las leyes de hierro de la Naturaleza mediante la selección darwiniana que sólo responde a la Naturaleza misma. Nuestra cosmovisión se adapta a la gente, no al revés.
El comunismo afirma ser una respuesta total a la posibilidad humana. Como lo hacen muchas otras ideologías. el libertarismo evita la línea de esta afirmación declarando que él mismo es la única ideología moralmente justa, aunque en la práctica no es realmente una ideología en absoluto sino que toma la forma de la indiferencia ideológica como un deber de toda la gente con respecto a los demás, para no interferir con el "individualismo" de ellos. El Nacionalsocialismo también afirma ser la respuesta total a la posibilidad humana. La diferencia clave es que el Nacionalsocialismo acentúa la posibilidad humana desde la naturaleza de la Humanidad misma. Las consideraciones biológicas son entendidas y requeridas; en contraste con el comunismo o el liberalismo, que no consideran a los seres humanos desde una perspectiva natural o biológica, el Nacionalsocialismo representa una respuesta total a la posibilidad humana.–