Del sitio gdfromhll.blogspot.com hemos traducido el siguiente análisis publicado en 2014 sin firma de autor, donde se revisan diversos fragmentos del bíblico libro del Éxodo, el cual narra la fabulada salida desde Mizraím (que gente malintencionada posteriormente interpretó como Egipto) de los hebreos bajo el mando de su caudillo y tutelados por una siniestra deidad, salida que dio origen a la así llamada Pascua, a la cual está unida la historia de la muerte del Cristo, el cordero del sacrificio pascual.
Éxodo: el Cuento Inverosímil
por GdfromHll
3 de Febrero de 2014
PRELUDIO: JOSÉ LLEGA A EGIPTO
El librodel Génesis había contado cómo el Faraón había dado la bienvenida generosamente a José y sus hermanos, para que habitaran en la tierra de Egipto, cuando ellos estaban pasando hambre:
«El Faraón dijo a los hermanos de José: "¿Cuál es vuestra ocupación?". Y ellos dijeron al Faraón: "Somos pastores, como lo fueron nuestros padres". Ellos dijeron al Faraón: "Hemos venido para residir temporalmente en la tierra, ya que no hay pastos para los rebaños, y el hambre es severa en la tierra de Canaán; y ahora te imploramos que permitas a tus sirvientes morar en la tierra de Gosén". Entonces el Faraón dijo a José: "Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de Egipto está ante ti; coloca a tu padre y tus hermanos en la mejor de las tierras"» (Génesis 47:1-4).
Viniendo desde Canaán golpeada por el hambre, ellos esperaban instalarse en Egipto. El faraón amablemente les ofreció su mejor tierra para asentarse, y a cambio de eso sólo solicita un fácil trabajo: que ellos cuiden de su ganado: "Y si tú conoces a algunos hombres capaces entre ellos, ponlos a cargo de mi ganado".
Rescatados así del hambre por la gran generosidad del Faraón, ellos se instalan en su mejor tierra (Génesis 47:11). Los libros de Génesisy Éxodo de esta manera aparecen como una historia, la primera historia, de cómo defraudar a una nación anfitriona. El pueblo elegido de Yahvé es rescatado del hambre y se le ofrece la mejor tierra para morar; pero a cambio, con amarga ingratitud, su dios finalmente proporciona una lluvia de terribles maldiciones y asesinato de masas, para "despojar a los egipcios", como veremos ahora.
"Ingratitud, demonio con el corazón de mármol"
(Shakespeare, El Rey Lear, I, 4).
La historia del Éxodo comienza con los israelitas como esclavos en Egipto, lo que está completamente ausente en los muy detallados registros históricos de Egipto ("El consenso académico es que la historia del Éxodo no es histórica", sostiene Karen Armstrong en The Bible: A Biography, 2007, p. 15):
«Pero mientras más ellos eran oprimidos, más se multiplicaban y se extendían. Y los egipcios estaban con temor de la gente de Israel. Entonces ellos hicieron con rigor servir a la gente de Israel, e hicieron amargas sus vidas imponiéndoles un duro servicio, en mortero y ladrillo y toda clase de trabajos en el campo; entonces el rey de Egipto dijo a las comadronas hebreas: "Cuando actúen como parteras de las mujeres hebreas, y las vean a punto de dar a luz, si es un hijo, ustedes lo matarán, pero si es una hija, ella vivirá"» (Éxodo 1:12-16).
No es explicado cómo ellos han llegado a estar en esclavitud, mientras que inicialmente ellos fueron honrados invitados. Los hebreos en Egipto se multiplican, y los egipcios están "con temor" de ellos. La improbable instrucción es dada a las "parteras" por el rey, de asesinar a cada niño hebreo varón. La respuesta de las comadronas es completamente risible:
«Entonces el rey de Egipto llamó a las comadronas, y les dijo: "¿Por qué han hecho esto ustedes, y dejan que vivan los niños varones?". Las comadronas dijeron al Faraón: "Porque las mujeres hebreas no son como las mujeres egipcias; ya que ellas son vigorosas y paren antes de que la comadrona vaya donde ellas» (Éxodo18:19).
Seguro, ellas simplemente paren de manera muy rápida, antes de que las comadronas puedan llegar para matarlos. A pesar de estar "con temor" de los hebreos, el Faraón ordena que "Cada hijo que les nazca a los hebreos ustedes lo echarán al Nilo".
SAQUEA A TU VECINO
Moisés aparece y tiene un diálogo con Yahvé sobre cómo sacar a su pueblo de Egipto. Yahvé explica su técnica del robo:
«Cuando ustedes se vayan, no se irán con las manos vacías. Y cada mujer tendrá que pedir a su vecina y a la mujer que reside como forastera en su casa objetos de plata y objetos de oro y mantos, y tienen que ponerlos sobre sus hijos e hijas; y así dejarán sin nada a los egipcios» (Éxodo 3:21-22).
Nos quedamos preguntándonos cómo los hebreos van a "despojar" a los egipcios, aliviando a sus vecinos del oro y la joyería de la familia... pero, todo será revelado. Yahvé explica a Moisés su plan para las plagas:
«Cuando regreses a Egipto, ve que hagas ante el Faraón todos los milagros que he puesto en tu poder; pero endureceré su corazón, de modo que él no deje irse al pueblo» (4:21).
El objetivo no es principalmente conseguir que los "israelitas" salgan de Egipto sino más bien obligar al Faraón a no estar de acuerdo con ello. La deidad que instruye a Moisés aquí afirma ser el "dios omnipotente" (El-Shaddai) (Éxodo 6:3).
La primera plaga comienza, y todo el Nilo se convierte en sangre y los peces mueren, etc., y los magos de Egipto afirman ser capaces de reproducir ese efecto.
«Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo mediante sus artes secretas; entonces el corazón del Faraón permaneció endurecido, y no los escuchó, como Yahvé había dicho» (7:22).
Fue desatada una segunda plaga, de ranas por todas partes, y otra vez los magos de Egipto afirmaron que ellos podían duplicar ese efecto (8:3):
«Pero los magos hicieron lo mismo mediante sus artes secretas, y trajeron ranas sobre la tierra de Egipto».
Hasta ahora, eso parece una competición entre grupos rivales de magos negros... pero sigamos. Los mosquitos (o piojos) aparecieron por todas partes como la tercera plaga, y esa vez los magos de Egipto no pudieron reproducir ese efecto:
«Y los magos trataron de producir piojos con sus encantamientos, pero no pudieron; hubo, pues, piojos en hombres y animales. Y los magos dijeron al Faraón: "Este es el dedo de Elohim"» (8:18-19).
¿Qué dios podría ser ése?A los hebreos se les dio un área especial de Egipto para vivir llamada Gosén, de manera que ellos no experimentaron las terribles plagas (Éxodo8:22). O ellos estaban en "esclavitud" en Egipto o no lo estaban. Si no lo estaban, no podían haber adquirido de repente su propio trozo de área habitable. Quienquiera que haya fabricado esa historia de baja credibilidad no tenía ninguna noción en absoluto de la gloria que era Egipto, con sus pirámides y magníficos edificios. Ningún nombre de ningún faraón es mencionado, porque quienquiera que escribió mucho después de los presuntos acontecimientos no tenía ni la menor idea de aquéllos.
A medida que Yahvé sigue endureciendo el corazón del Faraón a fin de impedirle dejar ir a los israelitas, cae un espantoso granizo y fuego, y el Faraón se arrepiente. Pero incluso entonces, Yahvé le hace no arrepentirse; después de todo, uno no querría perderse la plaga de langostas:
«Yahvé le dijo a Moisés: "Ve a ver al faraón, pues yo he hecho que él y sus funcionarios se pongan tercos, para mostrarles las grandes maravillas que yo puedo hacer, y para que tú les cuentes a tus hijos y nietos la forma en que me burlé de los egipcios, y las grandes maravillas que hice entre ellos. Así sabrán ustedes que yo soy Yahvé» (Éxodo 10:1-2).
La deidad quiere "divertirse" con los egipcios, ése es el motivo. A medida que se aproximan los castigos últimos y catastróficos, ése es un buen momento para recordar a los israelitas acerca de aliviar a sus vecinos del oro y la plata de la familia (11:2):
«Habla ahora en la asamblea del pueblo, y diles que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina joyería de plata y de oro».
PASCUA DE LOS JUDÍOS: EL DIOS-ASESINO EN ACCIÓN
En el primer mes del año (Éxodo 12:2),
«Yahvé dijo a Moisés y Aarón en la tierra de Egipto: "Este mes será para ustedes el comienzo de los meses; éste será el primer mes del año para ustedes».
Cada casa hebrea necesita un cordero para matar, y durante el día 14º (es decir, durante la Luna llena) su sangre tiene que ser embadurnada sobre el dintel de la casa —"Ésta es la Pascua del Señor"— y el dios asesino que vuela a baja altura salvará a sus hijos durante aquella noche de Pascua. Note bien: ningún detalle es dado aquí acerca de cómo ese dios homicida liquidó a los pequeños niños en sus cunas, durante la noche.
Eso fue extrañamente realizado mucho más tarde, cuando el Príncipe de Paz fue crucificado durante la Luna llena de Pascua el viernes 3 de Abril del año 33 d. C., la primera Luna llena después del Equinoccio: este texto de Éxodo lo define de esta manera. (Es desconcertante que los judíos hoy comiencen su año en la Luna nueva más cercana al Equinoccio de Otoño, cuando este texto del Éxodo claramente lo define como el mes de primavera). La horrible teología de Pablo pasó de manera casi indiferente por esta memoria, en cuanto a cómo el Cordero de Dios había expiado de alguna manera o rescatado a los creyentes por medio de su muerte, haciendo la analogía con esa Luna llena de Pascua cuando ese dios de pesadilla decidió matar a niños inocentes, para "burlarse de los egipcios".
Aquélla era una religión sangrienta:
«Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, Yahvé, lo he dicho. La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor de Yahvé. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos» (Éxodo12:12-14).
El sangriento horror del asesinato masivo de niños inocentes tenía que ser recordado "para siempre"; no sólo recordado, sino celebrado y honrado.
¿Qué tipo de religión era ésa? ¿Había imaginado siquiera alguna vez algún otro pueblo a un brutal dios-asesino como éste?
Los egipcios finalmente dejan a la gente de Israel tomar todo el oro y plata y ropa que ellos piden (12:36), una oferta que ellos no pudieron rechazar, por decirlo así. Recordemos que nada de eso realmente sucedió, sino que es sólo una historia de la imaginación infernal de alguien, y por la cual Yahvé pedirá para siempre después a los israelitas sentir gratitud. "Así ellos despojaron a los egipcios"(12:36). Yo no invitaría a esa gente a mi fiesta.
Provechosas reglas aparecen aquí sobre quién puede "celebrar" la Pascua de los judíos, p. ej.,
"...cada esclavo que es comprado por dinero puede comer de ella después de que tú lo hayas circuncidado"(12:43-44).
LA REDENCIÓN - PAGADA EN SHEKELS
Una vez que los israelitas habían escapado de Egipto, Yahvé los instruye:
«Conságrame a todo primogénito; cualquiera sea el primero en abrir el vientre entre el pueblo de Israel, sea de hombre o de animal, es mío (...) pondrás aparte para Yahvé todo lo que primero abre la matriz. Todos los primogénitos de tu ganado que sean machos serán de Yahvé. Cada primer nacido de una asna podrás redimirlo con un cordero, pero si no dan el cordero, romperás su cuello. Cada primogénito de hombre entre tus hijos lo redimirás» (Éxodo 13:1,12-13).
La redención aquí es un pago. Un asno primogénito puede ser "redimido" con un cordero, o si no, "romperás su cuello". "Redimir" aquí significa "evitar el asesinato de", o si no, ¿qué otra cosa significa? Más tarde descubriremos que los primeros hijos nacidos pueden ser "redimidos" pagando un diezmo a los sacerdotes, quienes en primer lugar escribieron ese texto muchos siglos después de lo que le han dicho a usted que fue escrito.
Se puede consultar el importante libro de Douglas Reed "La Controversia de Sión" (1978), a fin de conseguir una perspectiva correcta aquí, acerca de las cadenas de esclavitud que estaban siendo forjadas:
«La imagen de sacerdotes manchados de sangre es digna de contemplación. Incluso a esta distancia del tiempo la pregunta salta por sí misma: ¿por qué ese insistente énfasis en el sacrificio de sangre en los libros de la Ley que los levitas produjeron? La respuesta parece estar en el extraño genio de esa secta para infundir miedo por medio del terror; ya que la misma mención de "sangre", en tales contextos, hacía al judaíta fiel o supersticioso temblar por su propio hijo. Está todo explicado detalladamente en el Éxodo, esa reclamación de los sacerdotes fanáticos del primogénito de sus seguidores: "Y Yahvé habló a Moisés, diciendo: Santifícame todo primogénito; quienquiera que abra matriz entre los hijos de Israel, de hombre o de bestia, es mío". Según el pasaje antes citado de Miqueas, esa práctica de sacrificar al primogénito humano perduró durante mucho tiempo, y la vista del sangriento levita debe haber tenido un significado terrible para el miembro humilde de la tribu, ya que en las palabras atribuídas a Yahvé el primogénito "del hombre y de la bestia" están asociados. Ese significado permaneció mucho después de que el clero buscara la forma de discontinuar el sacrificio humano a la vez que retenía la prerrogativa. Incluso entonces la sangre que era rociada sobre el sacerdote, aunque fuera la de un animal, era ante los ojos de la congregación todavía simbólicamente la de su propia descendencia» (Reed, op. cit., cap. IV).
Una y otra vez la sangre es salpicada sobre sacerdotes de blancas vestiduras y sobre los fieles, para hacer que cada uno se sintiera "santo". El acto de redención es explicado más tarde como alcanzable al darle tantos shekels al sacerdote.
LA VENTA DE VUESTRA HIJA PARA SEXO
No se puede ser de ningún modo escéptico sobre algún grado de participación ET en la historia aquí, donde aparece la increíble "nube durante el día y pilar de fuego durante la noche", para guiar a los israelitas en su viaje, como un recuerdo de acontecimientos del 2º milenio a.C. experimentados y recordados como sagrados por la gente en ese texto redactado mucho después. Antes del cruce del Mar Rojo, Yahvé una vez más explica su motivo:
«Y endureceré el corazón del Faraón, y él los perseguirá y conseguiré la gloria sobre el Faraón y todo su ejército; y los egipcios sabrán que yo soy Yahvé» (14:4).
Él tiene la intención de "conseguir la gloria" por medio del espectacular asesinato de masas implicado. Aquellos que escribieron esta historia no dieron ningún motivo para que el ejército egipcio deseara perseguir a los hebreos, cuando ellos habrían estado devotamente agradecidos por su partida.
Tres meses más tarde Moisés recibe los Diez Mandamientos, cuando un montón de efectos especiales eléctricos y de fuego aparecen en la historia:
«Diles que no suban al monte, y que ni siquiera pongan un pie en él, pues cualquiera que lo toque será condenado a muerte... Ninguna mano lo tocará... sea bestia u hombre, no vivirá»(19:12-13)
Ése no era ningún dios de luz, sino que más bien: "Y la gente permaneció lejos, mientras Moisés se acercó a la espesa oscuridad donde estaba Elohim" (Éxodo 20:21).
En la misma página de los Diez Mandamientos, Yahvé explica sobre cómo comprar y vender esclavos, especialmente a la propia hija:
«Cuando un hombre vende a su hija como esclava, ella no saldrá como los esclavos varones. Si ella no complace a su amo, que la ha designado para él, entonces él dejará que ella sea redimida»(21:7).
Vender a vuestra hija para sexo, con una garantía de reembolso.. ¡si la satisfacción no es obtenida! Yahvé también explicó cómo usted puede dar una paliza a su propio esclavo sin castigo (esto sigue inmediatamente a los Diez Mandamientos):
«Cuando un hombre golpea a su esclavo, hombre o mujer, con una vara, y el esclavo muere bajo su mano, él será castigado. Pero si el esclavo sobrevive un día o dos, él no debe ser castigado, ya que el esclavo es su dinero» (21:20-21).
Luego siguen las categorías de personas a ser muertas: "No permitirás que una hechicera viva", "El que se entregue a actos sexuales con un animal, será condenado a muerte" (22:18-19), y "El que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de solamente a Yahvé, será entregado a la destrucción". El basurear la religión de los demás es un tema recurrente. Pero, habiendo dicho eso, una extraña punzada de benevolencia aparece luego en el mismo cap. 22, como si el recuerdo de alguna deidad benévola se esforzara por hacerse escuchar (22:21-23).
Aquí hay que cerciorarse de que estamos leyendo la "Santa Biblia". Ése es el anti-dios del Infierno. ¿Por qué querría la gente esa materia en sus estantes de libros?
VIENDO A DIOS
Moisés salpicó de tazones con sangre alrededor suyo (24:6-8). Sí, él sabía cómo complacer a Yahvé:
«Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. Después tomó el libro de la alianza y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron: "Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que Yahvé ha ordenado". Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo: "Esta es la sangre que confirma la alianza que Yahvé ha hecho con ustedes, sobre la base de todas estas palabras"».
El contrato fue ratificado con gran cantidad de sangre, y luego Moisés y Aarón subieron a la montaña, para ver a Yahvé:
«Entonces Moisés y Aarón, Nadab y Abihú, y setenta de los ancianos de Israel subieron, y ellos vieron a Elohim; y había bajo sus pies una especie de pavimento de piedra zafiro, como el mismo cielo en su claridad. Y él no extendió su mano contra esos hombres principales de Israel; ellos contemplaron a Elohim, y comieron y bebieron» (24:9-11).
Fue como haberse reunido con Darth Vader, y recuperaron sus ánimos después de que él no trató de matarlos.
Las historias de la Torá son totalmente materialistas: no hay ninguna vida futura, las bendiciones ofrecidas por Yahvé a cambio de obedecerle son todas materiales, como también lo son todas las maldiciones (en listas mucho más largas que las bendiciones), y el objetivo de toda la obediencia, las ofrendas quemadas, etcétera, no era la virtud o la salvación, sino que ellos obtendrían tierras. Era una promesa material, un contrato material. Y Yahvé se estaba definiendo constantemente en términos materiales, como un ser que podía ver y saborear, etc. [*], que daba consejo en la batalla, a menudo a través de alguna clase de sistema de intercomunicación, y en cierta ocasión se lamenta porque los hebreos quieren su propio rey. Él está constantemente exigiendo ofrendas de sacrificio como bocados, con grandes detalle sobre cómo cocinarlas, admirando el olor de las ofrendas quemadas y del vino...
[*] Deuteronomio 4:28: "Allí ustedes adorarán a dioses de madera y de piedra, hechos por mano de hombre, dioses que no pueden ver ni oír, ni comer ni oler", implicando que Yahvé era capaz de ver, comer, etc.
Es difícil decidir sobre el argumento propuesto en la clásica obra The Genius of the Few, de Christian O’Brien, de que Yahvé era alguna clase de gran ser imperfecto de tipo Annunaki que volaba en su "nube durante el día, y pilar de fuego por la noche", y bajaba cuando era requerido a la Tienda de la Reunión donde a menudo se decía que él moraba. Yahvé era"belicoso y rencoroso", encontró O'Brien (p. 175), agregando: "Con Yahvé al lado de usted, la violencia no está nunca más lejos que la anchura de una mano" (p. 190).
LEVITAS: LOS ASESINOS-SACERDOTES
Al bajar con los Diez Mandamientos escritos por Yahvé a ambos lados de las tablillas, Moisés encuentra que la gente ha fundido su oro para hacer una imagen esculpida, contraviniendo el Tercer Mandamiento que a ellos ¡les estaba a punto de ser entregado! Eso estaba buscando problemas. Contraviniendo el Séptimo Mandamiento que él estaba trayendo desde la montaña, Moisés reunió a los sacerdotes levitas e hizo que ellos mataran a 3.000 hombres como castigo. Ese clero levita aquí aparece como los únicos que tienen espadas, ya que no hay ninguna resistencia:
«Moisés... se puso de pie a la entrada del campamento y dijo: "Los que estén de parte de Yahvé, júntense conmigo". Y todos los levitas se le unieron. Entonces Moisés les dijo: "Así dice Yahvé, el dios de Israel: Tome cada uno de ustedes la espada, regresen al campamento, y vayan de puerta en puerta, matando cada uno de ustedes a su hermano, amigo o vecino". Los levitas cumplieron las órdenes de Moisés, y ese día murieron como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo: "Hoy reciben ustedes plena autoridad ante Yahvé, por haberse opuesto unos a su hijo y otros a su hermano. Así que hoy Yahvé los bendice"» (Éxodo 32:25-29).
El dios-asesino bendice ese acto de asesinato de masas, sin ningún indicio de incompatibilidad con el Séptimo Mandamiento que él acababa de escribir en piedra.
Como escribió Richard Dawkins, aquel perspicaz ateo, uno podría haber esperado que esa matanza «hubiera sido suficiente para aplacar el celoso mal humor de Yahvé. Pero no; Yahvé no había terminado aún. En el último versículo de ese terrible capítulo, su despedida fue enviar una plaga sobre lo que quedaba del pueblo "por haber adorado al becerro que Aarón les hizo"» (The God Delusion, 2006, p. 277).
«La rabia monumental de Yahvé siempre que su pueblo elegido coqueteaba con un dios rival no se parece a nada tanto como a los celos sexuales de la peor clase, y, nuevamente, eso debería golpear a un moralista moderno como algo lejos de un modelo a imitar» (Dawkins, p. 276).
Sin embargo, no se puede participar de la visión simplista de que ningún tal ser alguna vez existió. Demasiado horror ha venido de esa deidad para ser simplemente un invento de la imaginación de alguien. ¿Quién podría inventarse alguna vez un dios tan infernal?
Impresiona la capacidad de Aarón para construír un horno que alcanza mil grados centígrados en medio de un desierto, a fin de derretir el oro (32:4); e impresiona aún más la notable capacidad alquímica de Moisés para deshacer el ternero de oro de Aarón, disolviéndolo y convirtiéndolo en oro potable, coloidal (Éxodo32:20).
El Quinto Mandamiento entonces es renovado como una maldición de muerte:
«Por tanto, habéis de guardar el día de reposo porque es santo para vosotros. Todo el que lo profane morirá irremisiblemente; porque cualquiera que haga obra alguna en él, esa persona será cortada de entre su pueblo» (31:14).
Al principio había sido una bendición (20:8), pero eso fue en las tablillas originales que Moisés había roto poseído por la cólera. Aquí hay que recordar la penosa historia de un anciano sorprendido recolectando leña, ignorante de que era el día de reposo —y, a propósito, ésta es la invención de la semana de siete días, es así cómo comenzó—. Los hebreos le preguntan a Yahvé qué debe hacerse con el anciano, y Yahvé contesta que hay que apedrearlo hasta la muerte, y he aquí que ellos lo mataron a pedradas (Números, 15:32-36). Dice Dawkins:
«Lo que me impresiona hoy sobre tales historias no es que ellas realmente sucedieron. Ellas probablemente no ocurrieron. Lo que más me sorprende es que la gente hoy base sus vidas en un modelo a imitar tan espantoso como Yahvé, y, peor aún, el que ellos autoritariamente traten de forzar el mismo monstruo malvado (sea hecho o ficción) sobre el resto de nosotros» (Dawkins, ibíd., p. 282).
Por fin alguien estaba evaluando correctamente al dios judeo-cristiano Yahvé. Eso seguramente tiene que ser un hito en la moralidad y un verdadero augurio de esperanza para el Homo Sapiens.
Lentamente les estaba amaneciendo a los hebreos que el haber sido "rescatados" de Egipto por esa deidad puede no haber sido una tan gran idea. Yahvé, cuya rabia se parecía a un volcán siempre hirviendo, resultó no ser apaciguado por los miles que él acababa de matar, seguido de una plaga —y a su "pueblo elegido" le juró, acerca de la Tierra Prometida: "A tus descendientes la daré" (33:1)—. La promesa por la cual ellos habían dejado Egipto ¡fue rota! ¡Todos ellos tendrían que morir en el desierto! Sólo los hijos de ellos consiguen entrar en esa tierra prometida, que "fluye con leche y miel".
Más tarde, nos enteramos de los detalles sobre cómo hacer y consagrar el Arca de la Alianza (Éxodo 29:19-21):
«Toma entonces el otro carnero, y que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza. Mata al carnero, toma un poco de su sangre y pónsela a Aarón y a sus hijos en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Luego rocia con el resto de la sangre del carnero los costados del altar. Y de la sangre que quede sobre el altar, y del aceite para consagrar, toma un poco y rocíalos sobre Aarón y sobre su ropa, y sobre sus hijos y la ropa de ellos. Así quedarán consagrados Aarón y sus hijos, lo mismo que sus ropas».
Ellos son salpicados con la sangre como de costumbre, los sacerdotes son salpicados con sangre, siempre muy santos. Siguen después comentarios enigmáticos sobre la naturaleza física o cuasi-física de Yahvé, tal vez no la clase de cosas que alguien idearía. Moisés pregunta si él puede ver a Yahvé, y la respuesta es:
«"Tú no puedes ver mi rostro, ya que el hombre que me vea no vivirá". Y Yahvé dijo: "Mira, aquí junto a mí hay un lugar. Ponte de pie sobre la roca. Cuando pase mi esplendor, te pondré en un hueco de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Después quitaré mi mano, y podrás ver mis espaldas; pero mi rostro no debe ser visto"» (Éxodo 33:20-23).
...como si Yahvé pasara en alguna clase de nave en algún sitio encima de la montaña; y a Moisés le fue permitido ver sólo su parte de atrás. [pero ¿no había hablado ya cara a cara con Yahvé y visto su rostro?].
Moisés fue informado de diversas tribus locales a las que debía robar su tierra: "Expulsaré a los cananeos, los amoritas, los heteos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos", además de la destrucción de sus lugares de culto: "Destruye sus altares, quiebra sus piedras levantadas y corta sus troncos sagrados (Asherim)"(34:13). Esos pueblos del Medio Oriente adoradores de la Diosa habían estado viviendo —o así argumentó la escritora Merlin Stone en su libro When God Was Woman (1976)— en una ecológica paz y armonía. "Porque yo arrojaré a las naciones de tu presencia, y ensancharé tu territorio"(34:24). Esa deidad se comportó como si estuviera totalmente exenta de los mandamientos recién dados de no robar ni matar.
Aquéllas fueron malas noticias para el planeta Tierra: el Depredador había llegado.–