En el interesante sitio renegadetribune.com fue publicado en Febrero de 2016 el siguiente texto que presentamos traducido, de cuyo autor ya hemos presentado otros escritos. Aquí la profundidad de la reflexión llega a la identificación de la moralidad cristiana como importante causa de algunas conductas entre los pueblos de raza blanca que, de acuerdo a dicha misma moralidad y sus implicaciones, habrían de repercutir en vidas futuras de manera insoslayable, de manera que sólo una firme conciencia en el aquí y ahora podría cambiar el curso y dictamen de tales consecuencias.
La Nueva Moralidad de la Gente Blanca
Siempre he dicho que los valores cristianos son el equivalente de la pornografía, pero en el ámbito moral ellos apelan a nuestros instintos morales más bajos y menos sofisticados, a pesar de lo que sería bueno a largo plazo. Al igual que no había imágenes digitales en el pasado, tampoco había ningún contacto forzado entre razas diferentes. Nuestros cerebros son engañados por imágenes sexuales, y nuestros instintos morales pueden ser engañados por forasteros que parecen similares a lo que hemos concebido como humanos cuando hubimos evolucionado durante muchos miles de años.
Además los paralelos entre ceder ante la moral cristiana y la drogadicción son asombrosos. Ambas acciones son hechas a fin de sentirse bien en el momento, pero con malas consecuencias a largo plazo; ambas conducen a la autodestrucción y a la pérdida de la dignidad, y ambas tienen como propósito escapar de la realidad en vez de luchar heroicamente por hacer de la realidad un lugar hermoso del cual no querríamos escapar. Ellas también producen desagradables síntomas de abstinencia, dando la ilusión de que sería peor dejar la droga o la moralidad que nos está destruyendo.
Tal vez para una persona Blanca común sería doloroso la primera vez que cerrara la puerta a un niño musulmán que quiere entrar en su país, pero ella tiene que tener en cuenta que dejarlo entrar le proporcionará sólo una momentánea sensación de justicia seguida de un arrepentimiento (incluso para sus descendientes), mientras que rechazar a esa gente le hará sentirse mal y acongojada un rato (síntomas de abstinencia), pero al final se sentirá orgullosa de haber pasado la prueba y haber tenido el coraje para hacer lo saludable y justo, dominando sus confusas emociones.
Y finalmente ambas desafían los caminos legítimos que la Naturaleza ofrece para adquirir la felicidad duradera y el control sobre nosotros mismos y nuestro medioambiente, de modo que la moral cristiana y la drogadicción están condenadas al fracaso.
Después de una experiencia de casi muerte en el hospital y una feliz recuperación, de repente comprendí cómo trabaja la Naturaleza: no puede haber ninguna feliz recuperación sin exterminar despiadada y fríamente al agente que causa la enfermedad. Nuestro sistema inmunológico tiene un ejército de guerreros implacables fanáticamente dedicados a la destrucción de forasteros, de modo que siempre que oigo acerca de "sanar vuestra alma" en movimientos de la Nueva Erao acerca de "sanar vuestras emociones" en Psicología, a menudo pienso que a ellos les está faltando algo. Ellos la sanación la equiparan con amor, rezos y sentimientos altruístas, cuando de hecho la única cosa cercana al amor involucrada allí es la fanática devoción que muestra vuestro sistema inmunológico cuando extermina a los agentes externos que lo están enfermando a usted.
Arrojar al olvido vuestra orgullosa herencia por la promesa de mágicamente escapar (en una vida futura) de la fealdad que ese olvido produce y sentir un arrebato de superioridad moral en el proceso, es análogo a una droga que le hace sentirse bien cuando usted la toma y que le regala la promesa de una vida lejos de la realidad, cuando de hecho todo lo que usted está haciendo es perder su salud y creando miseria a todo alrededor suyo.
El Papel del Cristianismo en Nuestra Destrucción Moral
La idea de negar vuestra singularidad, vuestra voluntad y vuestro poder a fin de mezclar vuestra alma con la de las más bajas de las razas por medio de un salvador judío es el mayor mal que el cristianismo nos ha legado. No hay ninguna duda entre los historiadores de que el objetivo del cristianismo desde un principio era remover toda barrera racial y cultural entre pueblos diferentes, de modo que la mediocridad, la fealdad y la cobardía es todo lo que queda para contrarrestar la hegemonía judía sobre este mundo.
Al final tenemos que tener el coraje para hacer progresar nuestros intereses. Hoy en día la diferencia entre ser un fanático intolerante y simplemente estar seguro sobre la verdad no tiene nada que ver con la realidad; es simplemente que lo primero es algo que sirve a los intereses judíos, y lo segundo, algo que se opone a ellos. Es fácil para los judíos respaldar ideales ateos cuando la gente ya ha absorbido los valores cristianos que apoyan a esos ideales supuestamente ateos de igualdad y destruyen la Belleza por una recompensa inexistente.
Después de haber preparado el terreno para el despojamiento y habiendo de esa manera realizado su propósito, el cristianismo puede ser fácilmente denunciado como falso por sus creadores a fin de no ser vistos como los creadores de ese veneno sino como los liberadores de ello. Y cuando este nuevo materialismo ateo parezca haber cumplido su objetivo, será sustituído por una nueva ideología que continúa la tendencia de destruír cualquier libertad y belleza, mientras los cerebros que están detrás se hace pasar por progresistas y como liberadores de los mismos problemas que ellos crearon.
(Puedo mostrar en otro escrito cómo desde el principio el objetivo del cristianismo ha sido destruír la voluntad de la gente, negar la Belleza y preparar el terreno para la esclavitud, y cómo el cristianismo y el materialismo son dos caras de la misma moneda [1]).
Observando la Naturaleza y la realidad en el universo (no sólo en este planeta), la única conclusión lógica es creer que existe una continuidad entre este mundo y la muerte. No hay rupturas repentinas, no hay cosas sin una causa; vemos evolución, progresiones, aprendizaje, adaptación, adquisición y desarrollo. En resumen, nada sale de la nada gratis, de modo que es absurda la idea de que tendremos mágicamente después de la muerte una recompensa eterna muy diferente de lo que hemos llevado a cabo aquí.
La suposición más razonable sería creer que el poder que adquirimos aquí y cualquier habilidad que aprendemos se trasladará de alguna manera a nuestras almas después de la muerte. Al sacrificarnos a favor de razas inferiores en esta vida, y al negar nuestro anhelo por la belleza en esta vida por miedo al Infierno, el envenenamiento de la cosa material más relacionada con nuestras almas en este planeta (nuestra raza) afectará de un modo negativo nuestra vida futura. No me sorprende entonces que el cristianismo quisiera censurar cualquier vestigio de especulación sobre la vida futura y el alma que no apoyara la sumisión ciega, y en vez de reflexionar sobre verdaderos misterios, como por qué las diferentes razas tienen capacidades diferentes, terminamos distraídos por misterios inexistentes, como la transubstanciación (cómo un pedazo de pan es supuestamente transformado en la carne de un salvador judío) o sobre la naturaleza de la Trinidad (cómo en uno caben tres).
El segundo mayor mal del cristianismo fue estrechar nuestra vista y disminuír nuestras expectativas sobre esta vida y la siguiente, sustituyendo las posibilidades infinitas que puede ofrecer un universo no-moral y ambiguo con la falsa certeza de un dogma soteriológico y escatológico (es decir, "sacrificio y salvación"). Aquello fue el equivalente de criar a un león en un sótano.
Moralidad y Naturaleza
Puesto que la objetividad no existe, por consecuencia la moralidad objetiva no existe tampoco. La existencia misma requiere subjetividad. Cuando alguien le pide que sea totalmente objetivo, él al final le está pidiendo que usted deje de existir, pero en un caso más inmediato, él le está pidiendo que usted renuncie a su voluntad y acepte ser debilitado a favor de alguien más, que es considerado (siempre subjetivamente) más digno de existir que usted.
Huelga decir que hasta el negro más funcional dentro de una sociedad Blanca nunca será nada más que un competidor disfrazado. Él no puede ser otra cosa, ya que si él tuviera lo que se requiere para asimilarse y cooperar en una sociedad Blanca, él sería simplemente un Blanco y no un negro, porque el aspecto externo es sólo el modo que la Naturaleza prefiere usar para señalar características internas. El veneno dentro de una planta puede ser deducido por la forma de sus hojas, al igual que el mimetismo (un animal que simula ser otro) puede ser distinguido por el observador cuidadoso.
La Naturaleza es como un mercado lleno de competidores. Nadie que quiera complacer a sus clientes con un champú lo anunciaría como un acondicionador de cabello; del mismo modo, si una persona negra tuviera los mismos rasgos internos que los Blancos él no parecería tan inconfundiblemente negro. Relativamente pocas especies se disfrazan como otras especies, pero estamos hablando de algo (un negro) que ni siquiera está pretendiendo parecer otra cosa, pero si los ácaros que parasitan a las abejas pudieran hablar, ellos dirían algo como "Soy sólo una abeja que parece un poco diferente, y estoy aquí para hacer vuestro panal más eficiente".
Ese competidor disfrazado siempre anhelará el incremento de su especie y la expresión de sus sensibilidades en una sociedad que no es apta para su carácter y sus gustos. En su inmensa arrogancia y narcisismo se quejará y tratará de cambiar la situación existente. Ese anhelo de cambiar la sociedad anfitriona es inconsciente muchas veces porque las razas inferiores tienen en menor cantidad la sofisticación cognoscitiva necesaria para contemplar y analizar sus propios motivos y procesos internos.
El hecho de que la gente Blanca ha sido convencida de que desear existir es inmoral mientras que ayudar a otras razas a su propio costo es digno de elogio, demuestra que la moralidad es totalmente subjetiva y utilitaria (para hombres de color en este caso) e irracional.
Lo bueno en cuanto a esto es que si las personas Blancas pueden ser convencidas de que se sacrifiquen a sí mismas en favor de razas inferiores, estas últimas pueden ser convencidas para que voluntariamente se sacrifiquen a sí mismas para beneficio de la gente Blanca y que estén contentas con aquello (y no habría nada incorrecto con eso). Sólo necesitamos la misma cantidad de propaganda y poder de voluntad que respalde aquello. No hace mucho Estados Unidos era amado y admirado por la mayoría de la gente en el mundo a pesar de guerras y de mantenerse a sí mismo Blanco sin pedir disculpas por eso. Fue sólo después de que Estados Unidos mostró signos de perder su orgullo, que perdió también el respeto que tenía de parte de otras razas.
Trauma, Lecciones y Reciclaje
Vemos por todas partes de la Naturaleza que aunque la existencia puede ser cruel y traumática, al final hay siempre una forma ambigua de esperanza para cada uno. El adolescente lucha con el rechazo y las duras lecciones que le dan experiencia y entendimiento, traduciéndose ello al final en más poder sobre lo que lo rodea. Eso puede ser comparado con la frialdad con la cual los planetas se fusionan unos con otros y con la cual las estrellas devoran a otros objetos celestes, porque al final ese reciclaje da origen a vida y belleza que de otro modo no existirían.
La Naturaleza en este mundo es acerca de ser reciclado y formar parte de algo mayor; la pregunta es si llegaremos a ser parte de las fuerzas de la Fealdad y la desesperación o nos haremos parte de las fuerzas de la Belleza y el poder. Para las criaturas feas ser recicladas y usadas por la Voluntad de Belleza debe ser beneficioso, mientras que las fuerzas de la Fealdad, por su misma naturaleza, no pueden producir beneficio para nadie, ni siquiera para ellas mismas.
Ser reciclado en este caso significa ceder el paso a criaturas superiores y que vuestra materia y energía sean usadas para sostenerlas. La única otra opción sería ser igualmente reciclado y usado, pero por criaturas inferiores y más miserables.
Algunas personas pueden querer encontrar un propósito en cada cosa viviente, implicando así que sacrificar a una criatura para nuestros fines es equivocado y que todo tiene derecho a vivir, a hacer lo que quiera, a aprender mediante la experiencia en este mundo finito, e incluso decir que todo esto fue ordenado por Dios. Pero vemos en la Naturaleza que no podemos existir sin destruír a otras criaturas en el proceso. Limpiar un campo para su cultivo implica matar árboles y condenar a la muerte a muchas criaturas que viven allí, y construír una casa implica matar a todas las alimañas que podrían entrar en ella a fin de estar seguras, y muy obviamente comer siempre implica la matanza de animales y plantas.
Incluso si usted es vegetariano, eso todavía implicaría la relocalización de aquellos recursos desde la boca de otras criaturas a su mesa, y la materia y la energía que usted consume en forma de verduras no estarán disponibles para crear más animales sensibles; usted está todavía matando y reciclando, sólo que de un modo más indirecto.
La única cosa que nos hace estar interconectados con toda la Naturaleza y las criaturas es el hecho de que reciclamos la energía y la materia de cada otro a fin de crear formas superiores.
El argumento de que el reciclaje de elementos menos hermosos por el bien de otros más hermosos sería traumático, no es un argumento, dado que el trauma y el malestar no pueden ser evitados; de hecho, una consecuencia de tener vidas tan cómodas y sin sentido hoy es la depresión y una vida que es tan miserable que es preferible el suicidio. Ésa es una consecuencia directa de ver la Fealdad incrementándose continuamente, de la carencia de heroísmo e ideales, y el alma silenciosamente reconoce que nos estamos dirigiendo hacia el abismo.
Además, nada podría ser más traumático y atroz que terminar por ser parte de las fuerzas de la Fealdad, la que sólo puede crear desesperación, desolación, miseria y destrucción. Cuando hay Belleza la vida puede ser desafiante en maneras positivas; cuando todo lo que queda es Fealdad, reinan la auto-derrota y la desesperanza. Todo trauma puede ser superado y compensado por la Belleza que eso produce, y a menudo cosas que no deberían ser traumáticas pueden serlo para algunos individuos ignorantes y temerosos. Es traumático para un niño saber que Santa Claus no existe, o para una mujer abandonar a su marido alcohólico, violento y engañador cuando él amenaza con el suicidio, pero al final él o ella comprende que eso es una buena cosa, mientras que permanecer con tales personas tóxicas por sacrificarse usted mismo, o por compasión y moral, sólo puede conducir a más miseria y a la destrucción de todos los involucrados.
Cuando la Belleza ha ganado un bastión y la Fealdad es mantenida atada, podemos pensar en el progreso. Eso por supuesto implicaría la segregación entre lo feo y lo hermoso. Es arrogante pensar que en nuestros cuerpos mortales somos capaces de tratar con la Fealdad y el mal sin peligro, de manera que es mejor ser cauteloso y práctico al tratar de erradicarlos.
Al igual que mientras más cerca está usted de un planeta, más difícil será escapar a sus fuerzas de gravedad, mientras mayor es el número y la influencia de malas criaturas en este mundo y más tolerante somos de la degradación, más aquellas fuerzas tendrán poder sobre nosotros y más probablemente terminaremos absorbidos y reciclados por ellas, quizá sin la posibilidad de alguna vez recuperar nuestras almas.
Belleza, Raza e Individualidad
Existen los arquetipos de Belleza y Fealdad, y esas ideas sólo son "relativas" cuando son obscurecidas por la ignorancia, pero el hecho de que podamos reconocerlas aunque sólo comparativamente, significa que ellas existen (por ejemplo, no podemos definir la Belleza por sí misma pero ciertamente podemos reconocer cuándo algo es más hermoso que otro). Ningún mejicano o negro negaría que los países Blancos son más avanzados y poderosos, sin importar cuánto les disguste aquella idea.
Además el hecho de que podamos proyectar la Belleza en cosas que no la tienen demuestra su existencia, como cuando una sociedad próspera tiene compasión por un forastero de otra raza y le da el mismo tratamiento que ellos darían a un verdadero miembro. Ésa es una forma de proyectar en el forastero la Belleza experimentada por la sociedad. Cuando la mayoría de la sociedad llega a estra compuesta por miembros indignos (como el forastero), ocurre lo opuesto, y luego podemos ver la Fealdad en su forma cruda.
El hecho de que la Belleza pueda ser proyectada explica por qué la gente Blanca puede ser muy liberal y compasiva hacia seres que sirven a las fuerzas del mal cuando ellos todavía están rodeados por bastantes Blancos, pero de repente se convierten en los defensores más tenaces de su raza cuando ellos se ven en una situación desesperada donde la Belleza alrededor de ellos ha decrecido considerablemente. Eso es desafortunado porque cuando hay poca Belleza es muy difícil defenderla.
Un gran misterio de la vida es que somos capaces de experimentar la Belleza, y de olvidarla tan pronto como somos vencidos por el miedo a la vista de la fealdad, de modo que nosotros podemos terminar por aceptar la Fealdad y tratar de convencernos a nosotros mismos de lo que queramos porque hemos bebido la poción del olvido, que hizo que Sigfried olvidara a su verdadero amor y terminara en una tragedia sin siquiera entender por qué.
Es por eso que los niños Blancos criados entre negros pueden terminar por casarse con ellos y haciendo amistad con ellos a pesar de ser mejor apoyar a su propia raza. Tampoco la Belleza puede estar desconectada. Una parte aislada de la Belleza puede llegar a hacerse sin sentido en un contexto feo, de modo que tenemos que concentrarnos en la mayor fuente de Belleza en este mundo, en los hombres de la raza más avanzada.
Cuando hablamos de la Belleza nos estamos referiendo a promedios comparados con el resto (compare al Blanco más feo o más tonto con el equivalente en otra raza y después de eso compare a los miembros promedio de cada raza). La belleza es también el ambiente, aquella textura de la vida que es producida por cierta gente y que sólo puede ser sentida en ciertas sociedades (vaya al súper-moderno y súper-limpio Japón y usted no sentirá lo mismo que siente en un país Blanco). Ella es la suma de tantas cosas que no pueden ser fácilmente descritas y es imposible que pueda ser re-creada por otras razas.
Hablar acerca de individuos es engañoso porque los individuos no pueden existir y nunca existirán en aislamiento; de esa manera, una raza es un gran espectro que debería ser comparado como un todo con el espectro de otras razas. Sólo entonces podemos entender por qué uno es diferente o mejor.
Un individuo adquiere el alimento físico, intelectual, social y emocional de su sociedad; así, a fin de ser realmente una parte de ella, él debe tener muchas cosas en común y tener un verdadero sentido de origen y parentesco, ya que de otro modo él no querrá hacer ningún sacrificio a favor de la sociedad y será sólo un parásito (sin tener en cuenta si él está consciente de eso o no).
Además, sin negar la existencia de la individualidad, tenemos que tener en mente que nuestra individualidad es tan pequeña como para ser de poca consecuencia cuando se considera lo que es determinado por otros factores, como la raza (nunca he encontrado a un individuo cuyos pensamientos, sentimientos y actitudes no estén presentes en al menos otra persona). Una raza contempla la producción de individuos diversos, de manera que es absurdo tratar de negar la existencia de la raza indicando la existencia de individuos, ya que dichos individuos caen dentro del gran espectro de una raza específica, y la raza como un todo (con sus individuos diversos) puede ser superior o inferior.
De manera más importante, las mejores partes individuales de un automóvil no se ajustarán si ellas hubieran sido diseñadas para autos diferentes. La raza es el mecanismo por medio del cual una sociedad asegura que usted será un buen miembro. Tal como nuestros cuerpos pueden reconocer elementos extraños que perturban su salud, ellos también pueden crear células funcionales cuando ellas son necesarias. Una sociedad crea la diversidad de elementos que necesita a la vez que garantiza que sean seguros para el "cuerpo" mediante la raza.
Conclusión
Esta moralidad no es el producto de una revelación sino más bien de la observancia cuidadosa de la Naturaleza y la realidad. Del mismo modo que las ciencias más útiles y robustas están sujetas a ser mejoradas y por ello no reclaman ninguna verdad absoluta, esta moralidad no es una verdad inmutable o absoluta, y sin embargo tendrá mejores resultados en la producción de "bien" que una moralidad que disfraza sus defectos afirmando que es infalible y que es el producto de la revelación por parte de un ser supremo.
Todos sabemos que los peores productos son los publicitados como infalibles y perfectos sin proporcionar ninguna garantía, lo cual reconoce que en la Naturaleza nada es perfecto.
Si estamos en este planeta es porque sin duda alguna relación tiene que haber entre la existencia aquí y la existencia después de la muerte. Si renunciamos a nuestra voluntad en esta vida o si cedemos ante la Fealdad tenemos sólo dos posibilidades:
1. O seguiremos existiendo después de la muerte, pero teniendo que tratar con la pérdida de fuerza de voluntad que nuestro espíritu sufrió en la Tierra,
2. O reencarnaremos en el mismo planeta y trataremos con las consecuencias extremas que provocó nuestra rendición de nuestra voluntad.
"En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo"(Mateo 18:18).
Tal vez en esta vida usted es una mujer Blanca orgullosa, talentosa, de clase media, que vive una vida significativa en una sociedad Blanca; pero después de casarse con un hombre negro y abogar por la destrucción de su cultura, usted reencarnará como una persona de raza mezclada que vivirá una existencia impotente en un lugar similar a Guatemala o Haití. En este sentido, los liberales Blancos tienen que ser protegidos de ellos mismos.
Los liberales y los conservadores Blancos se complementan entre sí. Mientras tengamos objetivos claros y significativos podemos ser liberales con otros Blancos dignos, y despiadadamente conservadores en cuanto a los extranjeros. Del mismo modo, necesitamos del odio y del amor, de la compasión y el resentimiento, pero en un modo discriminatorio dirigido hacia los objetivos correctos en las circunstancias apropiadas. La discriminación es la clave para ser una persona responsable y moral.
La Naturaleza y la realidad actúan más o menos mecánicamente, de manera que ellas no perdonan; la persona bien intencionada se quema cuando toca el fuego al igual que la mal intencionada; así, la persona que comete pecados contra la Belleza sufrirá, sin importar si ella tenía las mejores intenciones. Sólo la fuerza de voluntad y los valores que respaldamos pueden tener un efecto en nuestra vida futura al decidir cómo seremos reciclados y de qué tipo de realidad formaremos parte.
Demás está decir que debe ser un honor ser usado y reciclado por la Belleza y vivir en un tiempo emocionante en la Historia cuando la gente se levantó para luchar, contra todas las probabilidades, por un mejoramiento y por la libertad, y encontró inspiración en la más alta forma viva en la Tierra, en la raza aria, como la luz blanca del Sol que ilumina la oscura noche de la Humanidad.–