Desde el sitio ashraf62.wordpress.comde su autor el divulgador egipcio de Historia Ashraf Ezzat hemos traducido para presentar y agregar aquí dos nuevos artículos suyos, el primero de los cuales, de Julio de 2016, trata de responder por qué las pirámides de Egipto, a pesar de su capital importancia, no aparecen mencionadas en las historias bíblicas, y el segundo, de Junio de 2017, a partir de diferentes evidencias, intenta demostrar que la historia bíblica de José vendido como esclavo en Egipto carece de todo sustento en la Historia y en la geografía. Se suman estos textos a los que ya hemos ofrecido del mismo señor Ezzat, que ha persistido en demostrar variadas falsificaciones y tergiversaciones contenidas en esos antiguos textos.
¿Por Qué las PIRÁMIDES
No Son Mencionadas en la Biblia?
por Ashraf Ezzat
24 de Julio de 2016
No ha habido tiempo en que no me haya sentido receloso en cuanto a la historia del Éxodo de los israelitas desde Egipto. Realmente, receloso es una subestimación, ya que siempre me ha irritado esa conocida historia de Moisés y el Faraón de Egipto. De alguna manera, ese cuento israelita no podía parecer calzar en la historia del Egipto antiguo, ni tampoco en mi mente. A diferencia de la mayor parte de las personas, yo no podía dar por hecho ese increíble cuento.
Siempre que decimos "el Éxodo" cada uno de manera inconsciente e instantánea reconoce la historia como la huída de los israelitas encabezados por Moisés desde el control del despiadado Faraón de Egipto. Gracias a la Iglesia, la Sinagoga, la Mezquita y por supuesto las películas de Hollywood, esa historia del Éxodo se ha hundido profundamente en el subconsciente colectivo de las masas, tan profundamente que la historia de Moisés y Faraón se ha convertido en una casi inconmovible verdad histórica que cada uno cree que ocurrió en el Egipto Antiguo.
Pero realmente nada en el "ambiente" de aquella historia indica que aquello sucedió en Egipto, excepto tal vez la equivocada asociación entre "Faraón" y "Rey" de Egipto.
Del mismo modo, nada en los antiguos registros egipcios ni en su tradición oral dice o siquiera alude al hecho de que ese cuento de Moisés realmente ocurrió en Egipto. Incluso más chocante es el hecho de que los antiguos registros egipcios no se refieren a los reyes de Egipto como Faraones. Sí, "Faraón"nunca fue un título para el rey de Egipto. La conexión del Faraón con el Egipto Antiguo es simplemente un mito propagado por siglos de falsedad causada por una engañosa interpretación de la historia bíblica.
La única razón de que sepamos que la historia del Éxodo sucedió en Egipto es porque la Biblia así lo dice. Seguimos creyendo que ése es el caso porque los egiptólogos predominantes simplemente le siguieron la corriente a la narrativa bíblica y no poniendo atención designaron a los reyes de Egipto como Faraones. Pero si examinamos el texto hebreo de la Biblia usado como una referencia extrañamente no encontraremos a Egipto mencionado en ella como el sitio y la tierra de la historia del Éxodo. Toda la confusión y engaño ocurrió durante la traducción de las historias hebreas-arameas al griego en el siglo III a.C. Ahí fue cuando Egipto fue primero secuestrado y colocado a la fuerza en la Biblia hebrea como el teatro de las historias israelitas. Irónicamente todo ese acto de fraude y mala fe ocurrió en suelo egipcio, y específicamente en su legendaria biblioteca de Alejandría.
Pero ¿y si la Biblia como la conocemos ha sido manipulada durante mucho tiempo?
—¿Y si la primera traducción occidental de las supuestas historias israelitas, que llegó a ser conocida como la Biblia Septuaginta, fuera una traducción deformada?
—¿Y si las historias israelitas que se nos ha hecho creer que ocurrieron en Egipto simplemente no tuvieron lugar allí?
—¿Y si Egipto fue fraudulentamente introducido en la Biblia como la ambientación de las historias israelitas?
—¿Y si la patria del judaísmo y los israelitas tempranos no es Palestina?
—¿Y si el Egipto antiguo nunca conoció ningún así llamado Faraón?
—¿Y si Abraham, José y Moisés nunca pusieron pie en Egipto, y ni siquiera soñaron con ello?
¿Y si la historia entera del Éxodo de Egipto fuera una historia falsa, y si pudiéramos demostrar que lo es?
¿Se ha preguntado usted alguna vez usted por qué las Pirámides y los templos egipcios no son mencionados en la Biblia?. ¿Sabe usted que Egipto es mencionado en la Biblia alrededor de seiscientas veces? El número es fenomenal y desconcertante al mismo tiempo, ya que nadie puede mencionar Egipto tantas veces y nunca referirse a uno de sus antiguos iconos: las Pirámides.
Por otra parte, ¿tiene usted alguna idea de cuántas veces Israel o los israelitas fueron mencionados en los registros egipcios? Prepárese para esta sorpresa: sólo UNA vez. No salte a ninguna conclusión precipitada; ésta no es nuestra evidencia de que Egipto no fue la tierra del Éxodo; más bien, éste es un preludio a nuestra investigación (como está detallada en mi libro "Egypt Knew no Pharaohs nor Israelites").
Hemos sido alimentados con la idea de que los israelitas fueron mantenidos en la esclavitud durante casi 400 años (algunos dicen 260 años) en Egipto, y sin embargo todas sus historias carecen de cualquier rastro de la influencia egipcia. Además, y para nuestro asombro, la esclavitud no era una práctica común en el Egipto antiguo, en primer lugar. A diferencia de la omnipresente cultura de la esclavitud en las historias israelitas, el Egipto Antiguo nunca tuvo un mercado público para transar esclavos.
Todo sobre la cultura egipcia antigua, su arte, su arquitectura, sus monumentos, su gente, su teología, su mitología y su panteón de dioses, es singularmente fuerte e influyentes incluso hasta este mismo día. Después de una estancia tan larga en la tierra del valle del Nilo, uno habría esperado encontrar algún rastro de la influencia cultural egipcia en la historia y la narrativa israelita, pero ése es difícilmente el caso. Aunque los israelitas sólo pasaron alrededor de setenta años en el Cautiverio babilónico, sin embargo aquel corto período fue documentado tanto por los israelitas como por los babilónicos, y la referencia a ello también es encontrada en los registros persas.
Por otra parte, la Biblia hebrea afirma que los israelitas estuvieron en Egipto durante cientos de años, y no obstante no logramos encontrar ninguna documentación o mención extra-bíblicade la estancia israelita o de su éxodo en los registros egipcios, o no egipcios en realidad.
Ni siquiera hubo ninguna mención de las Pirámides, una de las maravillas del mundo antiguo, en las historias israelitas. Usted no puede permanecer tanto tiempo tiempo en Egipto sin tomar nota de las Pirámides. La mayoría de los historiadores y líderes militares extranjeros que vinieron a Egipto, desde la Antigüedad tardía en adelante, como Alejandro Magno, Estrabón, Diodoro Sículo, y por supuesto Heródoto, fueron capaces de mencionar aquel famoso sitio y de documentarlo en sus memorias y comentarios.
"El octavo rey, Quemis de Menfis, gobernó cincuenta años y construyó la mayor de las tres pirámides, enumeradas entre las siete maravillas del mundo"(Diodoro Sículo, Biblioteca Histórica, libro I, 2ª parte).
Pero cuando se trata de los israelitas, su Biblia hebrea es totalmente silenciosa no sólo en cuanto a las Pirámides sino también acerca de cualquier rasgo de la cultura o la arquitectura egipcia antigua.
Setenta años de cautiverio en Babilonia han dejado su marca en la cultura hebrea, en el Talmud hebreo y en la Biblia hebrea. Los temas de la mitología sumeria y babilónica, como el del Diluvio, Adán y Eva y el Árbol del Conocimiento pueden ser detectados en el libro hebreo. Incluso podría hacerse un paralelo entre la leyenda del nacimiento del rey Sargón de Acad y la del de Moisés.
La estancia de cuatrocientos años en Egipto debería haber dejado su huella en los israelitas y su cultura, pero aquélla no se encuentra en ninguna parte porque ellos nunca estuvieron en Egipto. Y no, el argumento que afirma que los israelitas se abstuvieron de ser afectados por las creencias y la cultura paganas no puede ser considerado válido, ya que toda clase de influencias culturales sumerias, asirias y babilónicas están acumuladas en su Torá.
La comparación no tan infrecuente entre el monoteísmo del rey Akenatón y el de los israelitas es también inválido en esencia, dado que el culto judío es tribal, militarista y carecía de (en realidad tenía prohibida) cualquier manifestación artística genuina, mientras que el de Akenatón era universal en su naturaleza (construído sobre la antigua creencia egipcia en un dios supremo), culto que fue celebrado mediante obras de arte y arquitectura revolucionarias. Además, el Atón de Akenatón era una deidad global que abrazaba a todos sus hijos y no sólo a una específica tribu del desierto.
No importa cuánto usted excave en las historias israelitas, usted no encontrará ninguna influencia egipcia, ni un fragmento de impacto, excepto tal vez la mención de la palabra "Faraón". Y adivine qué: Egipto tampoco nunca conoció a ningún Faraón (lo que es una persuasiva revelación).
Reexamine sus viejas creencias para averiguar cómo ellas han llegado a definirlo a usted. En efecto, estamos limitados, si no pre-condicionados, por nuestras viejas creencias e historias. Así como ellas una vez formaron nuestro pasado, aquellas mismas viejas historias siguen condicionando la forma en que vemos el presente. Sólo el escrutinio crítico de algunas de nuestras viejas creencias decidirá si ellas conservarán su (injustificada) autoridad sobre nosotros en el futuro.
Nos han alimentado con mentiras durante demasiado tiempo. Es tiempo de que nos deshagamos de ellas.–
La Historia de José Se Hunde como el Titanic
por Ashraf Ezzat
22 de Junio de 2017
A través de toda mi vida he oído demasiadas historias extrañas que mi mente simplemente no podía percibirlas a todas ellas como verdaderas. Una de las más raras y más increíbles de ellas es la historia del Éxodo. Yo podría haberla descartado como cualquier otra historia o cuento del pasado remoto que no necesariamente garantizaba algún escrutinio o investigación para validar su autenticidad o historicidad, si no hubiera sido una historia bíblica, y si yo no hubiera sido egipcio.
El desafío es que el Éxodo es una historia bíblica, y puede ser la historia más dramática alguna vez contada en la Biblia. El Éxodo, me atrevo a decir, es el fundamento sobre el cual toda la fe judeo-cristiana ha sido construída, y tal vez también la islámica.
Si la historia del Éxodo fue distorsionada o manipulada, entonces todos los cuentos israelitas que siguieran serán considerados como falsificaciones. Historias como la conquista de la Tierra Prometida y el establecimiento del reino de David y Salomón en Palestina se verán socavadas y sacudidas en su núcleo. En mi investigación (en colaboración con eruditos e historiadores de un alto perfil) sostengo que la geografía de las historias bíblicas —y lo más importante, la del Éxodo— ha sido durante mucho tiempo manipulada y cambiada en los antiguos registros bíblicos.
De ser correctamente expuesto, aquel escenario —del que apoyamos su validez con conclusiones basadas en evidencias en mi libro— hará de la Bibliaun antiguo texto de engaño de masas.
La mayor parte de judíos, cristianos y musulmanes creen que la historia del Éxodo es un acontecimiento histórico verdadero. Más importante aún, ellos tampoco tienen ninguna duda de que la historia de Moisés y Faraón tuvo lugar en el Egipto Antiguo, y ahí es donde todos aquellos devotos se equivocaron.
De acuerdo a nuestra investigación, si la historia de Moisés y Faraón fue realmente un acontecimiento histórico verdadero, ella debe haber ocurrido en la Arabia Antigua y no en el Egipto Antiguo.
La Historia del Éxodo es un antiguo cuento árabe, y todo lo relativo a ello es árabe: su vocabulario, su ambiente cultural y geográfico, y hasta su trasfondo ético.
En el campo de la escritura de guiones, y antes de emprender la elaboración de su historia, el guionista debe crear el "entorno" adecuado para su historia o película.
El "entorno" es el ambiente general que distingue a la historia y la caracteriza por medio de un diálogo, una localización y un trasfondo cultural únicos.
Por ejemplo, en una película-novela como "Titanic"usted esperaría que el guión —que creará el "entorno" correcto para la historia del hundimiento de aquel gigantesco barco— incluyera e hiciera uso de los siguientes detalles relevantes:
—La mayor parte de la situación debe ser filmada en un escenario similar a la arquitectura o diseño interior del lujoso transatlántico de vapor Titanic.
—El Océano Atlántico del Norte debe ser omnipresente en el guión-rodaje.
—La historia debe partir desde el puerto de Southampton en Inglaterra y dirigirse hacia Nueva York en Estados Unidos.
—La mayor parte de los actores debe hablar inglés (con el acento y vocabulario de principios del siglo XX).
—El vestuario de los personajes debe reflejar el antiguo traje de moda de la década de 1910.
—Los nombres de los personajes principales de la historia deben ser británicos y de acuerdo con el catálogo de nombres populares de fines del siglo XIX y principios del XX.
—El diálogo de los personajes principales (de la élite y comunes) debe reflejar el telón de fondo cultural-social de la época que precedió a la Primera Guerra Mundial.
El guión-película es juzgado finalmente por cuán fiel ha sido el guionista-director en recrear la historia o acontecimiento; en otras palabras, por cuán auténtico ha sido el entorno del guión en reflejar la historia verdadera u original del hundimiento del Titanic.
Según la Biblia hebrea la historia del Éxodo comienza aproximadamente entre 260 y 300 años antes con la venta del patriarca José como un esclavo. Nuestra investigación presenta un poderoso argumento contra Egipto como la tierra en la cual ocurrieron todas las historias israelitas (incluyendo la de José), pero dejemos eso aparte por el momento y profundicemos en cambio en el entorno de la historia de José.
El capítulo 37 del libro del Génesis cuenta la historia de José y su gracioso sueño, cómo él era el hijo favorito de su padre, la tentativa de matarlo por parte de sus envidiosos hermanos, poniendo a José en una fosa o cisterna en el estéril desierto, José recogido por un madianita, sus hermanos mirando una caravana ismaelita apareciendo cerca, José vendido a los ismaelitas, y cómo su caravana, que llevaba mirra e incienso, llegó a una ciudad llamada "Mizraím"—y no, Mizraím no es la palabra hebrea para Egipto, como a usted le han enseñado— donde José fue nuevamente vendido, esta vez a Putifar, jefe de los guardias de la ciudad.
Veamos la historia de José como un guión de cine. Profundicemos en el texto y tratemos de encontrar palabras claves específicas que nos ayudarán a reconstruír su entorno geográfico y cultural e incluso el tiempo probable durante el cual esa historia podría haber sucedido.
Para dar un ejemplo de nuestra metodología, examinemos el texto siguiente de Génesis cap. 38:
«Judá tomó una mujer para Er, su primogénito; ésta se llamaba Tamar. Pero Er, primogénito de Judá, resultó malo a los ojos de Yahvé; por lo tanto Yahvé le dio muerte. En vista de aquello, Judá dijo a Onán: "Ten relaciones con la esposa de tu hermano y realiza con ella un matrimonio de cuñado y levanta prole para tu hermano”. Pero sabiendo Onán que el hijo que le nacería no sería considerado suyo, sucedía que cada vez que tenía relaciones con la mujer de su hermano, vertía su semen en tierra para no dar descendencia a su hermano. Ahora bien, lo que hizo fue malo a los ojos de Yahvé; por lo tanto a él también le dio muerte» (Génesis 38:6-10).
Aplicando el análisis textual y la ética comparativa a este texto podríamos llegar a comprender algunas normas sociales y éticas de los Patriarcas israelitas, e incluso a su dios. El análisis revela una conducta social muy primitiva de alguna tribu nómada, luchando para sobrevivir en un desierto cruel controlado por un dios que no es menos cruel.
También una norma social prominente que fue claramente descrita en el texto es el derecho/deber de un hermano de acostarse con la esposa de su hermano fallecido. El objetivo de aquella inusual conducta (comparada con las normas éticas modernas) era apoyar a la tribu mediante el incremento del número de sus miembros. Aquel objetivo era conseguido manteniendo a las mujeres de la tribu reproduciéndose todo el tiempo, y por todos los medios posibles.
Aquella norma aceptada social y éticamente —un prototipo de la poligamia— era históricamente común en la antigua Arabia y en las tierras africanas sub-saharianas.
También, de manera interesante, el nombre "Tamr/Tamar" era un antiguo nombre árabe muy popular entre las mujeres. Tamar quiere decir "dátiles de palma", el fruto y árbol simbólicos y característicos de toda Arabia y Yemen.
En el texto de Génesis caps. 37 y 38 encontraremos algunas interesantes palabras claves que nos ayudarán a identificar el entorno de aquella historia bíblica. Realmente, hay montones de palabras claves, pero aquí hay algunas de las más reveladoras:
"Rebaños, Siquem, José/Youssef, Dotán, cisternas, animal salvaje, cisterna en el desierto, caravana de ismaelitas, camellos que llevan mirra e incienso, comerciantes madianitas, ismaelitas, matar una cabra, Selah, Onán, Tamar, Hirá, Adulam, Kezib, y el cayado del pastor".
Las palabras "rebaños, animal salvaje, camellos, cabra y pastor" claramente indican que los versículos bíblicos describen un ambiente nómada. En otras palabras, algunas tribus que viven en el árido desierto que juntan en manada a cabras y camellos.
"Camello" es una palabra clave excepcional, ya que la antigua Arabia es donde los camellos de una sola joroba fueron primero domesticados en la Historia, y aquello no ocurrió antes del siglo IX o X a.C. En otras palabras, los camellos no tenían nada que hacer no sólo la historia de José sino en el libro entero del Génesis.
A propósito, el antiguo Egipto no conoció los camellos y ciertamente no era una cultura nómada. Los camellos fueron introducidos en Egipto después de que fue conquistado por Alejandro Magno en 332 a.C. Y cuando digo Egipto Antiguo quiero decir Egipto y los territorios sobre los que éste tenía control, desde Nubia en el Sur hasta Palestina en el Noreste. Sí, Palestina, donde (según la Biblia) la mayor parte de las historias israelitas supuestamente hubieron ocurrido.
En este punto en nuestra investigación encontramos un flagrante anacronismo que haría de la historicidad de la historia de José una teoría imposible, ya que según la línea bíblica de tiempo José fue vendido como un esclavo alrededor de 1546 a.C.
Históricamente, la caravana de camellos en la cual José fue llevado a Mizraím (confundido con Egipto) no podría haber existido antes del siglo VII a.C., por dos motivos:
En primer lugar, como ya lo mencionamos, los camellos fueron primero domesticados en la antigua Arabia y en Yemen en el siglo IX a.C. En segundo lugar, la antigua Ruta del Incienso [1], que llevaba especias, incienso, mirra, marfil y tejidos desde el antiguo Yemen (donde la bíblica Madián está localizada) hacia el Norte hasta Mesopotamia y Siria, comenzó alrededor de los siglos VII al V a.C.
[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Incense_Route
Por lo tanto, teniendo en mente aquellos hechos históricamente verificados, estamos hablando de una disparidad de aproximadamente 800 años entre la línea de tiempo bíblica de la historia de José y su (plausible) entorno o telón de fondo histórico.
En su muy vendido libro "La Biblia Desenterrada" el profesor Israel Finkelstein, un arqueólogo israelí, confirmó que todas las historias israelitas (incluyendo la de José y Moisés) no podían haber sido redactadas o compuestas antes del siglo VII a.C. El descubrimiento de Finkelstein no sólo pone en duda la línea bíblica de tiempo y el momento en que las historias israelitas fueron primero puestas por escrito, sino también, en primer lugar, si aquellas historias reflejaban la Historia real.
Aquella conclusión académicamente verificada de Finkelstein añadirá seguramente más pruebas a nuestra tesis e investigación de que el Egipto Antiguo no fue la tierra del Éxodo israelita, ni Palestina la Tierra Prometida de ellos.
Si la historia de José no pudo haber sucedido antes del siglo VII a.C., aquello cambiaría necesariamente el Éxodo en esta nueva línea de tiempo histórico a mediados del siglo IV a.C.; en otras palabras, durante el gobierno griego de Egipto, otra teoría imposible.
Volviendo a la ambientación de la saga de José, deducida por el lenguaje y las palabras claves en su historia como están en el libro del Génesis,
—Los nombres Youssef (traducido en inglés como Joseph), Selah, Onán, Tamar, Hirá y Adulam son todos genuinos nombres árabes que eran comunes en la Arabia Antigua y en Yemen.
—La mención de ismaelitas ha confirmado fuertemente el origen árabe de la historia.
—Es ampliamente conocido (por la tradición oral y los registros históricos) que Ismael es el antepasado de todas las tribus árabes (incluyendo, por extraño que pueda parecer, a las tribus israelitas).
—Por medio del análisis literario de los versículos bíblicos podríamos fácilmente descubrir una profundamente arraigada cultura (árabe) de esclavitud y comercio de esclavos.
—La palabra árabe para "esclavo" es Abd. ¿Sabe usted cual es su transcripción en hebreo? Es también Abad (en la Biblia hebrea usted la encontrará por todas partes). Esto no debería constituír ninguna sorpresa, ya que el hebreo, en lo que se refiere a la fonética, es una de las lenguas o dialectos de la antigua lengua árabe, del mismo modo que la historia de José es uno de sus antiguos cuentos populares.
—La alternativa a matar a José (en la historia) fue simplemente abandonarlo de modo que él pudiera ser recogido y vendido como un esclavo.
—Este escenario es de esta manera revelador de cuán extendida era la cultura de trata de esclavos en la Arabia Antigua donde esta historia ocurrió.
—Como hemos explicado, la mención de camellos y caravanas de camellos ha ayudado a identificar la Arabia Antigua como el teatro o patria de la historia de José.
En el antiguo Egipto los jóvenes niños perdidos nunca eran capturados y vendidos como esclavos, ya que simplemente el comercio de esclavos no era una práctica común en el Egipto Antiguo. Más importante aún, la tierra del Nilo nunca tuvo mercados públicos para el comercio de esclavos, como hemos explicado.
Si el antiguo Egipto no tenía mercados públicos para el comercio de esclavos, entonces tenemos que preguntarnos, ¿cómo fue José, el Patriarca israelita, alguna vez introducido en Egipto?
Lamentablemente, en cuanto a la información sobre la arqueología bíblica, la mayor parte de las personas confía en académicos y expediciones arqueológicas tendenciosos —y obscenamente financiados— que no han hecho sino desordenar la historia antigua del Oriente Próximo sólo para corroborar sus interesadas creencias y prejuicios bíblicos. Aquellos arqueólogos y eruditos bíblicos ortodoxos han distorsionado los hechos y han plantado artefactos falsos [2] para respaldar su (falsa) convicción de que todas las historias de los israelitas ocurrieron en el Egipto Antiguo y que Palestina es su así llamada Tierra Prometida.
[2] http://www.nbcnews.com/id/6753063/ns/technology_and_science-science/t/solomon-relic-fake-museum-concludes/#.XKP2PhKQhW8
Los estudiosos y los arqueólogos bíblicos siempre negarán cualquier otra explicación en cuanto a la historicidad de las historias bíblicas, aunque muchos de los historiadores bíblicos estén bastante conscientes del origen árabe (no palestino) de la historia israelita, pero ellos sólo hablarán de aquello a puertas cerradas.
Aquella negación de los hechos me recuerda a aquellos que nunca aceptarán, hasta este mismo día, que el Titanic se hundió hace mucho tiempo y está ahora en el fondo del Océano Atlántico.
Igualmente deplorable es el hecho de que ningún erudito (ortodoxo o académico) de la historia bíblica esté dispuesto a investigar los soportes culturales, antropológicos y geográficos de aquellas historias. Sólo unos pocos investigadores independientes han excavado profundo en aquel contexto bíblico, tan profundamente que el verdadero entorno (árabe) de los cuentos bíblicos comenzó a revelarse ante sus ojos investigadores.
Así como el entorno de la historia del Titanic nos ayudó a recrear o considerar de nuevo uno de los peores desastres marítimos de los tiempos modernos, del mismo modo lo hizo el entorno de la historia de José, la geografía y la cultura árabe que produjeron una de las historias más fundamentales, y sin embargo muy malinterpretada, de la Biblia.–