Ponemos en castellano el siguiente texto que apareció publicado en Abril de 2018 en el sitio racialrealism.wordpress.comy firmado por Jost, de la organización National Socialist Kindred, y que es un desglose de conceptos fundamentales, según el autor, para una óptima comprensión del Nacionalsocialismo, que son parte de su esencia y que si no son entendidos de manera cabal no puede éste producir coherentemente sus frutos.
de las Eternas Leyes de la Naturaleza
para la Familia y el Pueblo-Nación
Para mí y para todos los verdaderos nacionalsocialistas hay sólo una doctrina: el Pueblo-Nación y la Patria.
«Por lo que debemos luchar es por salvaguardar la existencia y la reproducción de nuestra raza y nación [Volk], el sustento de nuestros niños, la pureza de nuestra sangre, y la libertad y la independencia de la Patria, de modo que nuestro Volk pueda madurar para la realización de la misión que le fue asignada por el creador del universo.
«Cada pensamiento y cada idea, cada doctrina y todo el conocimiento, deben servir a ese propósito. Y todo debe ser examinado desde este punto de vista, y usado o rechazado según su utilidad. De esa manera ninguna teoría se pondrá rígida como una doctrina muerta, ya que es sólo a la Vida a la cual todas las cosas deben servir» (Adolf Hitler, Mein Kampf, vol. 1 cap. 8).
La cita precedente muestra claramente que el concepto más importante y el énfasis del Movimiento Nacionalsocialista es, y debería estar sobre, el Pueblo-Nación (Folk). Esto nos muestra claramente que cada decisión y cada acción debería estar basada en la respuesta a una pregunta: ¿Es bueno para el Pueblo?
Un Pueblo-Nación tiene una herencia común, sangre común, valorescomunes e ideales comunes. Si bien un Pueblo-Nación debe ser necesariamente de una raza, no es necesariamente todo de aquella raza. Puede haber varios diferentes Pueblos-Naciones, todos de una raza común.
Hoy, la mayor parte de la Raza Blanca tiene herencia y sangre en común con nosotros, pero sus valores e ideales —si es que alguno en absoluto— son ajenos a nosotros, ¡son mortales para nosotros! Ellos no son nuestro Pueblo, y hay realmente muy poco que podamos hacer para convencerlos de llegar a ser un Folk.
Pero eso no nos detiene en nuestra tarea. Hoy, los nacionalsocialistas verdaderos son un Folk por derecho propio, ¡un Pueblo de Hitler! UnPuebloNacionalsocialista está creciendo dentro de la gran masa degenerada de materialistas y egoístas hombres Blancos.
El Nacionalsocialismo es simplemente la moderna organización aria en tribus. Es un modo vivo, creciente y evolutivo de vida. Como tal, debe cambiar necesariamente sus tareas y prioridades con los tiempos siempre cambiantes. Antes de 1945 nuestra Gente era importante en su número, de modo que una Patria libre e independiente era ciertamente una prioridad. Hoy nuestro Folk es poco en cantidad, y disperso alrededor del mundo. Hay poca necesidad de que nosotros nos preocupemos por una Patria, vieja o nueva.
Hoy tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en dar forma a nuestro Pueblo-Nación, de manera que nuestra prioridad número uno debe ser la protección y educación de nuestros niños, ya que a menos que nuestra Gente tenga el control del desarrollo y la educación de nuestros propios hijos, tanto el Folk como la Raza están condenados a una rápida extinción.
Las familias nacionalsocialistas tienen que formar sus propias comunidades, en áreas convenientes donde ellos puedan conservar y desarrollar nuestros valores e ideales, y tomar el control del desarrollo y la educación de nuestros niños, ¡el futuro de nuestra Gente!
Hoy, es urgente para los nacionalsocialistas en todo el mundo enfocar su atención, y comenzar a poner todos sus esfuerzos, en nuestra necesidad más desesperada: ¡darle forma a nuestro Pueblo-Nación! A medida que nuestra Gente crece, del mismo modo crece el poder y el espíritu de Adolf Hitler. ¡Donde está el Folk, allí está Hitler!
«Podemos declarar por lo tanto que no solamente el hombre vive a fin de servir a ideales superiores, sino que,a la inversa, esos ideales superiores también proporcionan la premisa para su existencia. Así es cómo se cierra el círculo» (Adolf Hitler, Mein Kampf, vol. 2, cap. 1).
La base del gran milagro económico y social de la Alemania Nacionalsocialista no puede ser realmente atribuída a un programa político pre-diseñado, a haberse salido del sistema bancario internacional, o a una economía férreamente controlada.
Ésas y varias otras razones han sido citadas a través de los años, y muchas ciertamente contribuyeron a ese asombroso acontecimiento histórico. Pero el ingrediente menos entendido, y sin embargo con mucho el mayor responsable del éxito de cada programa nacionalsocialista, incluyendo el milagroso casi-éxito en una guerra contra las probabilidades más insuperables, fue el idealismo superior.
Era a ese idealismo superior al cual los escritores y pensadores de la Alemania Nacionalsocialista se referían cuando ellos calificaron al Nacionalsocialismo como una revolución en el pensamiento. Ellos libremente contaron a todos los que escucharan simplemente cómo ellos resolvieron sus abrumadores problemas de masivo desempleo, tasas de criminalidad críticamente altas, sistemas de asistencia social y económico colapsados, y su sistema educativo controlado por extranjeros. Nada fue solucionado bombeando más dinero inflado en la economía. Nada fue solucionado aprobando más leyes inaplicables. Nada fue resuelto creando todavía más burocracia sin sentido. Nada se resolvió construyendo más prisiones, restringiendo las libertades personales, o controlando las armas de fuego. No, el milagro de la Alemania Nacionalsocialista fue llevado a cabo con increíble velocidad simplemente cambiando la manera en que la gente pensaba. ¡Ese cambio de pensamiento era el idealismo superior!
Hoy, muchas cosas son consideradas como idealismo. La actividad para conservar muchas especies de plantas y animales en peligro es legítimamente considerada idealismo. La investigación científica para la cura de enfermedades es considerada como idealismo, aunque haya algunos buenos argumentos contra ella considerando su efecto sobre el crecimiento demográfico mundial.
Hay muchas actividades humanitarias, muchas realmente beneficiosas, y algunas muy perjudiciales, que son correcta o incorrectamente consideradas como idealismo. Pero todas ellas son simplemente una substitución para el idealismo superior de que se habla en el Nacionalsocialismo.
El idealismo superior dentro de toda la Humanidad es una ley eterna de la Naturaleza. Sin él, las antiguas tribus de las cuales desciende la moderna Humanidad nunca podrían haber existido, y por ende nosotros no existiríamos hoy. Ese idealismo superior es inherente a toda la Humanidad, cuando la Humanidad está en su ambiente apropiado en el reino de la Naturaleza: la tribu.
Podemos ver ese idealismo superior en algunos individuos durante tiempos de gran necesidad, como batallas o desastres. Lo llamamos heroísmo, y nos maravillamos de aquellos pocos que lo exhiben. Sin embargo, es realmente natural dentro de todos nosotros. Ese idealismo superior de la Naturaleza es el mismo idealismo superior del Nacionalsocialismo. Es simplemente un modo diferente de pensar, un modo tribal de pensar. El individuo coloca el bienestar de la comunidad (tribu o Folk) muy por delante de cualquier interés o deseo personal en conflicto.
En el hombre ario, ese natural idealismo superior fue subvertido hace mil años durante la conversión forzada a una religión extranjera del Medio Oriente. A fin de gobernar con eficacia, la foránea Iglesia Cristiana tuvo que destruír los lazos tribales de nuestros ancestros. Su idealismo natural y su propósito natural en la vida fueron reemplazados a la fuerza por el supersticioso servicio a una institución ajena, con la promesa de un cumplimiento ultraterreno y una alegría... después de la muerte.
La filosofía foránea del Medio Oriente de servicio a cambio de una salvación personal e individual nos ha conducido a las modernas y pervertidas nociones de "soberanía individual", que han fomentado el capitalismo corporativo, la democracia liberal, y el creciente caos racial, social, económico y medioambiental que tenemos hoy.
Pero el 30 de Enero de 1933 el proceso de la degeneración aria fue detenido. En la Alemania Nacionalsocialista un Folk ario comenzó a cambiar su pensamiento, alejándose del egoísmo y el materialismo, y yendo de vuelta a sus procesos mentales naturales de idealismo superior. Fue ese idealismo superior el que permitió que una nación industrializada, paralizada por el caos económico, social y político, se convirtiera en el milagro más asombroso en la Historia. Pero aquello nunca podría haber ocurrido sin Adolf Hitler.
El pueblo alemán no decidió repentinamente cambiar su pensamiento. Ninguna convención política decidió que los alemanes súbitamente volvieran a su natural idealismo superior. No, esa revolución del pensamiento fue inspirada por la más grande personalidad aria de todos los tiempos: Adolf Hitler.
Hubo otros que, como Adolf Hitler, entendieron la necesidad de la homogeneidad racial para que un pueblo pudiera prosperar y evolucionar. Hubo seguramente muchos otros que entendieron el peligro de las finanzas internacionales y su ejército privado de la judería internacional. Pero pocos, además de Adolf Hitler, entendieron realmente la importancia de la personalidad, y la necesidad de un idealismo superior. ¡Y sólo Adolf Hitler tuvo la voluntad, el desinterés y la personalidad dinámica para inspirar a un Folkario su natural idealismo superior! Con eso, él les dio un sentido de pertenencia que había estado penosamente ausente durante mil años, y les devolvió su propósito natural en la vida. Fue la personalidad de Adolf Hitler la que inspiró al pueblo alemán a convertirse otra vez en un Pueblo-Nación ario.
Adolf Hitler y el milagro de la Alemania Nacionalsocialista fueron destruídos por las fuerzas de la avaricia, el egoísmo y el materialismo. La victoria de esas fuerzas oscuras es el caos racial, social, económico y medioambiental que está aquí hoy. La victoria de esas fuerzas oscuras sólo ha demostrado más allá de dudas que ¡Adolf Hitler tenía razón!
El Nacionalsocialismo ya ha demostrado que él podría solucionar el caos de hoy y la degeneración creciente de las naciones arias. Esa revolución en el pensamiento permanece hoy, para todos quienes se atreven a mirar, como la única salvación de nuestra agonizante raza aria.
¿Y cómo podrían hoy los arios ser inspirados para un idealismo superior? Nosotros los nacionalsocialistas sabemos que Adolf Hitler nos inspira para el idealismo superior tanto hoy como cuando lo hizo durante aquellos años dorados en el corazón de nuestras patrias arias. Hoy, los nacionalsocialistas somos una liga de corazones humanos, una creciente hermandad aria alrededor del mundo, unida por la sangre, un idealismo superior, y la inspiración de Adolf Hitler.
Ese idealismo superior, que fluye libremente desde el amor natural de nuestro corazón, el regalo divino de la Naturaleza, es la definición misma de un nacionalsocialista. No es la conciencia racial o las creencias profesadas las que hacen a un nacionalsocialista. No son las palabras elocuentes o el conocimiento histórico esotérico los que hacen a un nacionalsocialista. No son las donaciones extravagantes, el activismo audaz o incluso la durabilidad organizativa los que hacen a un nacionalsocialista. No, el verdadero nacionalsocialista, como el propio Adolf Hitler, sólo puede ser identificado por el idealismo superior que proviene del amor sincero a nuestra Gente aria.
Día a día, cada vez más arios están alejándose de los males del egoísmo y el materialismo. Cada día, cada vez más arios están comprendiendo que Adolf Hitler tenía razón. A medida que la catástrofe racial sigue creciendo, cada vez más arios serán inspirados por la personalidad de Adolf Hitler, y un día podremos ver varios milagros a través de nuestras patrias arias.
y un Pilar en la Estructura del Nacionalsocialismo
El Nacionalsocialismo a menudo es denunciado por racialistas y anti-racialistas por igual como simplemente un "culto a la personalidad", y por lo tanto como algo a ser evitado. Aquí, tenemos más bien que sonreír con tristeza al comprender cuán lejos están tales individuos de un entendimiento de las leyes eternas de la Naturaleza. Francamente, cualquier psicólogo judío conoce el valor, el poder y la necesidad de la personalidad. Los nacionalsocialistas ciertamente necesitan un entendimiento similar de algo de esa importancia.
Ningún movimiento se ha materializado alguna vez sólo a partir de ideas elevadas. No fue Karl Marx quien condujo la revolución marxista.Marx era un pensador y escritor, pero él no tenía la personalidad de un líder. Fueron Lenin y Trotsky quienes instituyeron su anti-natural filosofía. Del mismo modo, a pesar de la verdad y las grandes percepciones de Nietzsche, no surgió ningún movimiento nietzscheano. Nietzsche era un gran pensador y filósofo, pero él no tenía la personalidad de un líder. Se requirió de Adolf Hitler para poner en movimiento la filosofía nietzscheana bajo la forma del Nacionalsocialismo.
La verdad y los ideales superiores por sí mismos nunca son suficientes para inspirar la disciplina y dedicación necesaria para concretar un movimiento. Incluso la persecución, la privación o la pestilencia no son suficientes para movilizar a las masas. No; en cada caso es un líder el que crea un cambio, un líder con una personalidad dinámica, una personalidad que puede inspirar disciplina y sacrificio a sus prójimos.
¡La personalidad lo es todo! Ella es más poderosa que cualquier grado de verdad, idealismo o indulgencia. Ronald Reagan no fue elegido Presidente debido a su comprensión de la política. Billy Graham no llegó a ser un evangelista principal consiguiendo un título universitario. Tal éxito viene completamente de la personalidad individual.
La personalidad es una ley de la Naturaleza. Después de años de cuidadosa observación, los científicos están comprendiendo ahora que el liderazgo, incluso dentro de sociedades de animales, ¡no está basado en el tamaño o en la fuerza bruta sino en la inteligencia y la personalidad!
Los enemigos de la Humanidad saben esto demasiado bien. Por eso ellos han ido tan lejos para conseguir el control de nuestras películas y nuestra televisión. No fueron los bien escritos editoriales en el New York Times o conferencias de intelectuales de Harvard los que influyeron en nuestra raza para que abrazara las posturas anti-naturales del liberalismo, no. Fue la personalidad proyectada por los medios de comunicación de un Alan Alda o un Bill Cosby las que los pervirtieron.
La masa semi-alfabetizada ya no tiene que esforzar sus cerebros en debates intelectuales o científicos. Ahora, ellos simplemente escuchan a su comentarista de noticias favorito, o todavía mejor, a su actor favorito, su cantante, bailarín o anfitrión de espectáculos de concurso. Esos actores usan sus personalidades, o sus capacidades, para proyectar una personalidad falsa, para persuadir a las masas a creer sólo lo que sus amos desean.
Tenemos que entender completamente que no hay tal cosa como un "movimiento de bases". Los "movimientos de bases" son creados e impulsados por los medios de comunicación, específicamente por las personalidades de comentaristas de noticias cuidadosamente elegidos. Tales ideas no llegarían a ninguna parte por sí mismas. Se requieren las personalidades de los medios de comunicación para mantenerlas rodando. Lo mismo puede ser visto a través de toda la Historia.La Reforma nunca podría haber ocurrido sin Martín Lutero, Calvino o Wesley. Siempre se requiere una personalidad dinámica para efectuar cualquier cambio.
Una personalidad dinámica y emocional tiene el poder de trascender el tiempo. ¡Sólo mire lo que nuestros enemigos más temen!Si usted realmente quiere que ellos se pongan a aullar, agite una Esvástica ante ellos; o todavía mejor, sólo déjeles ver las tres simples palabras: ¡HITLER TENÍA RAZÓN! Ninguna otra cosa les provocará tal histeria como el nombre de Hitler. No se equivoque al respecto: ellos están tan aterrorizados hoy de Adolf Hitler como lo estuvieron siempre.
La dinámica personalidad de Adolf Hitler trasciende el tiempo para inspirar a los arios conscientes a abandonar los males del materialismo y el egoísmo, y abrazar una conciencia de amor que florecerá como una gran hermandad aria. La personalidad dinámica de Adolf Hitler es el alma misma de nuestra Gente, y es el poder magnético que rápidamente está atrayendo, inspirando y uniendo a un nuevo Folk ario.
y un Pilar en la Estructura del Nacionalsocialismo
«Hay algunas verdades que están tan a la vista en los caminos de la vida, que por esa misma razón ellas no son vistas, o al menos no son reconocidas, por la gente corriente, que a veces pasa de largo frente a tales obviedades como si fueran ciegos, y quedan más sorprendidos cuando alguien de repente llama la atención hacia lo que cada uno realmente debería saber... Deambulando en el jardín de la Naturaleza, la mayoría de los hombres tienen la vanagloria de pensar que ellos lo saben todo y, con pocas excepciones, pasan ciegamente ante uno de los principios más sobresalientes que la Naturaleza emplea en su obra: la segregación interna de las especies de todos los seres vivientes en esta Tierra» (Adolf Hitler, Mein Kampf, vol. 1, cap. 11).
Se han escrito muchos volúmenes sobre el asunto de la raza. Algunos son muy buenos, y los recomendamos mucho, pero la mayoría han sido escritos por razones políticas y sociales, y, muy a menudo, ellos son puras tonterías. Pero como fuere, la importancia de la raza debería ser obvia para cada uno, simplemente por su propia observación, y dentro de su propia experiencia.
Un buen ejemplo de esto es observar cuán incómodos nos sentimos por lo general en un área de gente no-Blanca, sobre todo si se trata de un área negra. Incluso el negrófilo más rabioso difícilmente negará los peligros que existen para una persona de raza Blanca que sin pensar se arriesga en un área negra, sea en este país [EE.UU.] o en algún otro sitio en el mundo. ¡La más simple de las pruebas disipará cualquier duda!
Cada individuo que tenga algún poder de observación sabe que las diferentes razas de pollos, perros, caballos, gatos, etcétera, muestran capacidades, inteligencia, e incluso carácter, inmensamente diferentes. No se requiere tener un doctorado en biología para ver que esto se aplica igualmente a la especie humana, o razas, como las llamamos. Es bastante fácil ver las grandes diferencias en los valores, culturas y civilizaciones de las diferentes razas.
Por ejemplo, es fácil observar que la estabilidad política y social, la legalidad, los progresos higiénicos y tecnológicos, y una verdadera tendencia hacia las libertades individuales, prevalecen en aquellas áreas habitadas por la raza Blanca.
En contraste, podemos determinar fácilmente que las áreas habitadas por la raza negra están marcadas por la anarquía, la inestabilidad política y social, una higiene pobre, una carencia completa de cualquier progreso tecnológico, y ninguna conciencia de supuestos "derechos humanos", o incluso libertades individuales básicas. Podemos observar además que incluso las áreas de negros que están dentro de civilizaciones Blancas están marcadas con una anarquía y un carácter primitivo similares, muy a pesar de leyes de derechos civiles, años de leyes de "acción afirmativa"[discriminación inversa], o los miles de millones de dólares en subvenciones pagadas por los contribuyentes Blancos!
Tan sólo esto debería llevar a cualquier observador honesto a sospechar que hay grandes diferencias en las razas. Sin embargo, si todavía se es escéptico, uno podría observar aquellas áreas habitadas por asiáticos a fin de ver otra vez algunas verdaderas diferencias en valores, cultura y civilización.
Si bien los asiáticos fácilmente muestran capacidad para perfeccionar y producir la tecnología existente, ellos han inventado muy poco por sí mismos. Muchos países asiáticos tienen un sistema político y social estable, pero esos sistemas son bastante carentes de libertades personales. La actitud asiática hacia sus congéneres asiáticos (para no mencionar a los no-asiáticos) es muy feudal, y si bien aquello ciertamente mantiene un orden severo, y a menudo salvaje, a la vez atrofia el tipo de desarrollo social, tecnológico e higiénico visto entre la raza Blanca.
Tal como podemos observar fácilmente las grandes diferencias existentes entre las razas, también podemos observar los efectos de la mezcla racial.
"América del Norte, cuyas poblaciones consisten con mucho en su mayor parte en elementos germánicos que se mezclaron poco con los pueblos inferiores de color, muestra una Humanidad y cultura diferentes de la América Central y de América del Sur, donde los inmigrantes predominantemente latinos a menudo se mezclaron con los aborígenes a gran escala. Por este ejemplo, podemos reconocer clara y distintamente el efecto de la mezcla racial. El habitante germánico del continente americano, que ha permanecido racialmente puro y no mezclado, se elevó para ser el amo del continente. Él permanecerá siendo el amo mientras no caiga víctima de la adulteración de su sangre" (Mein Kampf vol. 1, cap. 2).
En efecto, la observación de los países iberoamericanos nos da un buen ejemplo de los frutos de la mezcla racial.Aunque la mayoría de las áreas de desarrollo están muy al alcance de la raza negra, la estabilidad política y social está siempre en cuestión, no hay todavía en ninguna parte ningún verdadero desarrollo tecnológico, la higiene es a menudo muy pobre, y hay siempre grandes problemas con la corrupción, la anarquía, y por lo general una carencia de libertades individuales.
Es fácil observar que aquellos países iberoamericanos con un mayor porcentaje de habitantes raciales Blancos muestran mucho mayor desarrollo y estabilidad cuando se los compara con aquellos países con menos habitantes Blancos.
Con esto en mente, un observador honesto de la Historia puede ver fácilmente que muchas grandes civilizaciones, como Grecia y Roma antiguas, decayeron y colapsaron después de que fue permitida la mezcla inter-racial y se diluyó el linaje racial original.
En una sociedad como la nuestra, que al menos lisonjea a las preocupaciones ecológicas, deberíamos ser capaces de comprender que las razas son comunidades naturales de la Humanidad que le ha tomado milenios a la Naturaleza crear, y que para evitar otro desastre ecológico debería haber un gran esfuerzo para conservarlas en su medioambiente natural.
Sin embargo, la actual situación racial en este país [EE.UU.], así como en todos los países habitados por la raza Blanca, está llevando a la Tierra a una oscura edad de anarquía, degeneración, enfermedad, esclavitud, y probablemente la extinción de la raza Blanca. Cada día que pasa demuestra cada vez más que Adolf Hitler, y todos los otros que nos advirtieron sobre los peligros de la integración racial, estaban cien por ciento en lo correcto.
Una cosa es cierta: el problema racial, o más correctamente el inter-racial, va a tener que ser abordado de una u otra forma.
Pero hay otro aspecto de la raza que realmente tenemos que considerar. Parte del actual mito judío de Adolf Hitler es que él debía criar alguna clase de superhombre ario, y, tal como tantos criadores comerciales de animales, él exterminaría despiadadamente a cualquiera que no tuviera el cabello rubio y los ojos azules requeridos. Por supuesto, lo que está siendo malinterpretado aquí es el concepto nacionalsocialista del idealismo racial.
El ario alto, de cabello rubio y de ojos azules del cual hemos "involucionado" es algo a lo cual un Pueblo idealista querríaaspirar. Aquél es un ideal para el futuro, no algún imperativo fanático que exige la experimentación racial inmediata. Enfrentémoslo: allí hay mucho más involucrado que sólo el aspecto físico. La mayoría de nosotros conoce a un individuo o dos con cabello muy rubio, ojos muy azules y un físico muy nórdico pero que carece de un ingrediente muy importante llamado carácter. Mientras el carácter es enormemente mejorado por una educación nacionalsocialista apropiada, es sin duda una consideración genética también.
El idealismo racial ario es una noble aspiración para un Pueblo idealista que sea lo bastante desinteresado para poner los intereses del futuro de su Gente por encima de sus propios deseos físicos. Esa clase de idealismo era común entre las tribus aborígenes norteamericanas del Medio Oeste. Era bastante habitual para los individuos dentro de la tribu abstenerse de reproducirse cuando ellos sufrían de algún defecto. Eso ellos lo hacían voluntariamente para beneficio del futuro de su Pueblo. ¡Qué diferentes son las cosas hoy en día en nuestra sociedad "civilizada"! Hoy es proclamado como un derecho inalienable para cualquier criatura de dos piernas el reproducirse, sin considerar la raza, el credo, o incluso el sexo. La verdadera experimentación racial no ocurrió en la Alemania Nacionalsocialista sino que está ocurriendo aquí mismo hoy dentro de nuestras propias letrinas urbanas.
No tenemos ni las credenciales para involucrarnos en una discusión de los detalles técnicos científicos o históricos de la raza, ni tampoco el deseo de ello, pero podemos indicar en forma legítima que la raza es una parte importante y necesaria de la Naturaleza, y que es el requisito previo de cualquier evolución superior de la Humanidad.
Si bien una raza entera puede no ser un Pueblo-Nación, un Folk debe ser todo de una raza. Y para sobrevivir, crecer y evolucionar, aquella Gente debe tener el idealismo necesario para proteger la pureza de su sangre. El idealismo racial es simple. Necesitamos sólo una conciencia alerta de lo que es obvio sobre la cuestión de la raza, y una actitud de desinteresada preocupación por el futuro de nuestra Gente.
y el Primer Principio del Nacionalsocialismo
Todos sabemos, por supuesto, que el amor es natural entre la propia familia inmediata de alguien. Pero es menos entendido que el amor es igual de natural entre la familia extendida de alguien, la tribu, que es el medioambiente natural y ecológico de la Humanidad.
El instinto natural del amor tuvo que ser muy altamente desarrollado dentro de las tribus prehistóricas más tempranas. Tuvo que serlo porque el amor es una necesidad absoluta de nuestro natural idealismo superior: subordinar los intereses individuales al bienestar de la tribu. Sin un verdadero idealismo, ninguna tribu podría haber sobrevivido durante mucho tiempo, y sin la supervivencia de la tribu, es improbable que la Tierra estuviera adornada ahora por algún ser humano. Una vez que entendemos que el amor es un importante y necesario instinto natural, podemos ver la verdad de fondo en el viejo adagio que dice que el amor hace girar al mundo.
Desafortunadamente, una apelación emocional al amor a menudo es usada como una tapadera para siniestros designios. Las Iglesias cristianas siempre han escondido su intolerancia y han justificado su asesinato y tortura con la bandera del amor. Nuestra nueva religión estatal, el "humanismo secular", que es realmente poco más que el cristianismo pero sin la superstición, está siguiendo el ejemplo en la mejor tradición de la Iglesia. El llamado al amor universal a toda la Humanidad es usado para justificar la pérdida completa de derechos y el suicidio genético de toda una raza, la raza blanca entera.
Por supuesto, el trozo más leve de conciencia, más allá del omni-penetrante estado de autoindulgencia de nuestra raza, bastaría para ver lo presuntuoso de todo ello. Esa doctrina del amor universal viene completa, con un espantoso conjunto de dobles estándares que desconsideran completamente incluso el bienestar más necesario de la raza blanca. ¿Podemos imaginar a alguna madre Blanca que privaría de comida y abusaría de sus propios niños mientras da amor y sustento a los niños de otros, otros que constantemente pagan su bondad con desprecio y maltrato? Una situación tan anti-natural es justo lo que es exigido por todos los engañados Blancos que gritan tan fuerte por amor, hermandad y derechos humanos.
Pero no cometamos el error de descartar la sabiduría junto con el sabio. El amor en su estado natural es la más poderosa de las armas, y es la única cosa que puede sacarnos de este descenso hacia el olvido racial. Esto lo podemos entender cuando vemos la importancia y la necesidad del amor en dar origen al mayor milagro de la Historia: la Alemania Nacionalsocialista.
El éxito económico y social que ocurrió prácticamente de la noche a la mañana en la Alemania Nacionalsocialista se dio porque era sólo lo que los líderes nacionalsocialistas dijeron que era: una revolución del pensamiento. La personalidad, el liderazgo y el genio completo de Adolf Hitler inspiraron al Folk alemán lejos del egoísmo y el materialismo. Él los inspiró a su natural idealismo superior: poner el bienestar del Volk antes que sus deseos personales. Ese idealismo superior fue la revolución del pensamiento que creó el milagro económico y social de la Alemania Nacionalsocialista. Pero a fin de inspirar a su Pueblo a su natural idealismo superior, Adolf Hitler tuvo que sacar de su corazón el amor natural, el amor que fluye naturalmente desde padres a hijos, a la familia, y al Pueblo.
Adolf Hitler era literalmente un evangelista del amor. Sus palabras, sus acciones, su existencia entera, son el testimonio de su desinteresado amor a su Gente. Cualquiera que se tome el tiempo para examinar honestamente los discursos y escritos de Adolf Hitler puede ver fácilmente el gran amor que él tenía por su Pueblo-Nación. Sus acciones demostraron sus palabras. Todo lo que él hizo fue hecho para beneficio del Volk. El bienestar y la evolución superior del Pueblo es la única razón de la existencia del Nacionalsocialismo. Cada aspecto del Nacionalsocialismo, no importa cuán pequeño o insignificante sea, es para el beneficio actual o futuro de la Nación. Cada decisión estaba basada en la respuesta a una pregunta: ¿Es aquello bueno para el Folk?
Pero Adolf Hitler no predicó un pretencioso amor universal a toda la Humanidad. Adolf Hitler no repitió aquel verso seguro y socialmente aceptable que sirve a los objetivos siniestros de la Finanza Internacional y la Judería Mundial. No, Adolf Hitler se atrevió a exponer el amor que es natural entre aquellos que tienen una herencia común, valores comunes y sangre común. Únicamente Adolf Hitler entendió que el despertar de ese amor natural es lo que provoca aquel idealismo superior que derrite a la ilusión de egoísmo y materialismo. Él sabía que sin el opio del egoísmo y el materialismo, el gran poder y los planes siniestros de la Finanza Internacional y de la Judería Mundial simplemente se evaporarían.
Aquí deberíamos notar que en una condición de amor natural y tribal a nuestro propio Folk, podemos comenzar a entender el significado de un genuino amor universal a toda la Humanidad. Desde esa condición natural podemos sentir un amor honesto por otro Pueblo, en su propio medioambiente natural, con sus propios valores, trabajando hacia su propia evolución superior, a su propio modo y en su propio tiempo. ¡Ésa es la verdadera hermandad del hombre!
Con el florecimiento del amor natural de nuestro corazón, podemos ver claramente al enemigo. Podemos ver que nuestro enemigo no es la raza negra. No lo es la asiática o la iberoamericana. Nuestro enemigo no es la Finanza Internacional, o la judería mundial. Todos ellos son sólo los síntomas de una enfermedad mortal, que es nuestro único verdadero enemigo: la enfermedad mortal del egoísmo.
El omni-penetrante control que tienen la Finanza Internacional y la judería mundial sólo es posibilitado por la carencia completa de nuestra raza de su idealismo natural. La situación presente de una masiva inmigración no-Blanca sólo es posible debido al egoísmo de nuestra raza. Nosotros mismos hemos creado la situación. Los plutócratas, los judíos internacionales y los hombres no-Blancos sólo están haciendo lo que les permitimos que hagan. Como tal, no tenemos derecho a odiarlos. Odiarlos es una completa pérdida del decreciente tiempo de nuestra raza. ¡Tenemos que poner nuestra energía en restaurar el amor natural de nuestro corazón! Sólo nuestro amor natural curará nuestra enfermedad mortal. El amor nos inspirará a todos nosotros la esencia misma del Nacionalsocialismo: el verdadero idealismo superior, con el cual ningún Pueblo-Nación idealista podría permanecer engañado alguna vez por las fuerzas de la avaricia y el materialismo.
El amor verdadero es contagioso. El amor rezumado por Adolf Hitler naturalmente contagió a su Pueblo, despertando su amor natural y su idealismo superior, causando el milagro de la Alemania Nacionalsocialista. Un verdadero nacionalsocialista puede ser medido por la misma imagen de Adolf Hitler: por el idealismo y el amor al Pueblo-Nación. El amor es algo que no puede ser falsificado. Ninguna cantidad de entendimiento filosófico puede ser substituto de él. Ninguna organización oficial, o ninguna asociación ocasional con personajes notables sobrevivientes de la Alemania Nacionalsocialista, pueden crear el amor natural del corazón. El amor enun verdadero nacionalsocialista es fácilmente sentido. Es contagioso, y eso atraerá a la verdadera Gente. Donde está el amor, está el Folk: ¡y donde está el Volk, está Hitler!
Adolf Hitler nos mostró el camino a la supervivencia y a la evolución superior, espiritual y física. Él nos dio el Nacionalsocialismo, que es el moderno tribalismo ario, un estilo de vida en armonía con las leyes eternas de la Naturaleza. Sigamos el ejemplo de nuestro gran Preceptor ario y ganemos la gran lucha por la preservación del orden natural, no mediante un odio infructuoso a enemigos reales o imaginados a quienes nosotros mismos hemos potenciado, sino por el primer principio del Nacionalsocialismo: ¡el florecimiento del amor natural de nuestro corazón!.–